relaciones entre organismos de la misma especie
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LAS RELACIONES ENTRE ORGANISMOS DE LA MISMA
ESPECIE
Las relaciones entre organismos de la misma especie se refieren
esencialmente a la reproducción y al mantenimiento de la especie. Entre
ellas tenemos:
1. Las relaciones entre sexos opuestos: Pueden ser cortas, porque los
productos sexuales son vertidos libremente al agua y las crías son
independientes de los padres; o más intensas cuando los individuos
se encuentran directamente para la cópula.
2. Las agrupaciones casuales o agregaciones: Se dan entre individuos
de la misma especie, sin o con muy poca trascendencia ecológica. Tal
es el caso de¡ transporte pasivo por el viento y el agua, frecuente en
las orillas del mar y de grandes nos, o de reuniones casuales
ocasionadas sólo por factores externos en una fuente de luz, en las
aguadas o bebederos, en árboles con frutos o flores, etc.
3. La asociación o sociedad: Es la relación permanente o temporal de
individuos de la misma especie. La vida en sociedad ofrece múltiples
ventajas para el individuo, como la defensa común, la búsqueda en
común del alimento y mayor rendimiento por división del trabajo.
Las asociaciones de relación hacia los descendientes se refieren a
todas las medidas que toman los progenitores para asegurar el
desarrollo de los descendientes (previsión para la cría o crianza).
En muchos casos la relación con los descendientes continúa por un
tiempo mayor e incluye el transporte de las crías (marsupiales,
como las mucas o huarishaucas o calachupas); su alimentación y
limpieza lamiendo o alejando los excrementos (perros, zorros,
aves, etc.); el enseñar a las crías a cazar y comer (patos, gallinas,
felinos), etc.
Las agrupaciones familiares, que tienen su origen en la relación de
los progenitores o padres con sus descendientes o crías.
Las colmenas son una forma especial de la familia donde los
individuos se caracterizan por diferenciaciones morfológicas y
fisiológicas para diferentes tareas, como la reproducción (reinas y
zánganos), la alimentación (obreras), la protección (soldados), la
construcción, etc. Es muy común entre abejas, avispas, hormigas,
y comejenes o termitas.
La agrupación de individuos de la misma especie puede producir tres
efectos: cooperación, competencia e interferencia.
a. La cooperación es una relación favorable al individuo y al conjunto
para la alimentación, la defensa, el trabajo, etc. Es el típico caso de
las colmenas (abejas, avispas) y de los grupos familiares o clanes
(vicuña).
b. La competencia se da cuando los individuos compiten por el espacio
o el alimento necesario para otros, con variadas consecuencias para
el individuo (la migración, la desnutrición, la falta de protección, el
decaimiento, el estrés y hasta la muerte). Es muy común entre
especies territoriales, o sea, que defienden un territorio, como en el
caso de la vicuña en que un macho adulto (jaiñachu) posee un
promedio de 6 hembras y defiende su territorio contra otros grupos
familiares, y los machos que no poseen un territorio con hembras.
c. La interferencia se da cuando los individuos se hacinan en un espacio
estrecho, con consecuencias síquicas y fisiológicas (luchas,
amenazas, heridas y muerte). Por lo general se produce por el
aumento de la población en un espacio limitado y con escasa
disponibilidad de alimentos.
MUTUA TOLERANCIA Y CONVIVENCIA
En muchos casos los organismos viven juntos y se toleran mutuamente,
sin hacerse daño. En este caso la relación se denomina sinequia. Por
ejemplo, existen aves que anidan cerca de nidos de avispa, como el
shipilico o papamoscas amarillo (Tyrannus melancholicus, Tyrannidae).
Otros animales conviven en la misma madriguera con otras especies,
tolerándose. Se dice que la serpiente shushupe y el majaz de la selva
viven en la misma madriguera sin causarse daño.
En otros casos varios tipos de plantas crecen sobre otras y las utilizan
como soporte, favorecidas por la materia orgánica que se acumula sobre
los troncos y ramas de la portadora. En este caso la relación se
denomina epifitismo. Son muy conocidos los casos de epifitismo en las
bromelias o achupallas, orquídeas, musgos y líquenes, que viven sobre
árboles.
La relación puede ser más estrecha como cuando una especie vive en
los espacios corporales de otra. Ciertas hormigas tropicales viven en
huecos de árboles (cetico, tangarana) y defienden a su árbol hospedero.
Algunos peces viven dentro de los pepinos de mar (Holoturoideos), sin
parasitarios ni producirles daño alguno.
Cuando una especie se deja transportar temporalmente por otra, la
relación se denomina foresia. Son conocidos los casos de ácaros que se
prenden de insectos para dejarse transportar; la larva del coleóptero
Meloe se prende de abejas para llegar a la colmena y continuar allí su
desarrollo.
La relación mutua en que una especie participa de¡ alimento de otra se
denomina comensalismo. Estos casos son muy frecuentes. Los pumas
cazan la presa (vicuña, taruca) y los zorros y los cóndores consumen los
restos; el pelícano pesca y la gaviota le arrebata la presa, hasta
posándose sobre su cabeza; los humanos conviven con las moscas y las
cucarachas, que se alimentan de los restos que ellos dejan. Existen
hormigas "ganaderas", que cuidan a pulgones de plantas, los cuales a su
vez producen un líquido dulce, que sirve de alimento a aquellas. Ciertos
comensales acompañan al cazador para participar de su alimento.
Una forma especial de relación entre dos especies es la formación de
agallas, que son proliferaciones de tejidos en las plantas provocadas por
organismos extraños, tanto plantas como animales. Muy comunes son
las agallas provocadas por insectos (avispas, moscas, hormigas) en las
ramas y hojas de plantas, que pueden transformarse en una plaga y
afectar a la planta. Las avispas, moscas y hormigas se introducen en el
tejido de la planta o ponen allí sus huevos, y la planta reacciona
formando una especie de tumor o proliferación de tejidos, para
defenderse de la agresión. Generalmente, las agallas indican una
relación trófica entre la planta y el organismo, estando entre el
parasitismo y la simbiosis. Las larvas se alimentan del tejido vegetal de
la agalla, sin afectar a otras partes de la planta.
ASOCIACIÓN INDISPENSABLE DE BENEFICIOS MUTUOS
Cuando dos organismos viven permanentemente juntos y se favorecen
mutuamente, con un grado de dependencia muy variable, y pertenecen
a especies o grupos sistemáticos muy distintos la relación se denomina
simbiosis (del griego sim = juntos y bios = vida). Esta forma de
cooperación mutua está muy difundida en la naturaleza.
Las simbiosis intracelulares con algas se presentan entre invertebrados
acuáticos y algas. Los animales hospederos viven en parte de la
absorción de las algas muertas y utilizan el oxígeno producido por éstas;
las algas, en cambio, aprovechan el CO2 producido por los animales.
Los líquenes son una simbiosis entre un hongo y un alga. En este caso el
alga produce oxígeno y materia vegetal, porque tiene capacidad
fotosintética, y el hongo aprovecha el oxígeno y la materia vegetal
de¡ alga, mientras el alga aprovecha la humedad captada por el hongo y
vive de sus detritos. La asociación es tan fuerte que ninguno de los dos
puede existir en forma separada del otro, y han formado un grupo
taxonómico especial de plantas.
En las plantas superiores es común la simbiosis con hongos y bacterias.
Ciertos hongos (Mycorrhiza) rodean las raíces de árboles y penetran en
las capas celulares externas, proveyendo al árbol de agua y sales, y
aprovechando la savia, siendo imprescindibles para el crecimiento. En
las leguminosas son característicos los nódulos en las raíces, que
albergan bacterias (Rhizobium), capaces de captar nitrógeno de¡ aire y
hacerlo aprovechable para las plantas, pudiendo estas crecer en suelos
pobres en dicho elemento. Esta relación es tan importante que casi
todas las proteínas vegetales provienen de este tipo de cooperación. Los
helechos acuáticos del género Azolla, muy comunes en lagunas y
pantanos de todo el país, están asociados a un alga (Anabaena) fijadora
de nitrógeno, por lo que son utilizados como mejoradores del suelo y
como forraje.
Las simbiosis en el intestino con bacterias y protozoarios para digerir
ciertas sustancias son muy comunes. Las bacterias cooperan en la
digestión de los alimentos, siendo imprescindibles aquellas que, con
ayuda de enzimas, logran descomponer las fibras vegetales y las hacen
absorbibles, ubicándose en los intestinos y ciegos de vertebrados
(equinos, roedores y muchas aves) y en la panza de los rumiantes
(vacas, por ejemplo). La misma función cumplen ciertos protozoarios
(flagelados y ciliados, como los Entodinium) en el intestino de termitos y
comejenes para digerir la madera.
Los casos de simbiosis entre animales y plantas superiores se producen
generalmente para alimentar a aquellos y para la reproducción de éstas.
La relación más clara es aquella entre animales polinizadores (abejas,
mariposas, picadores, murciélagos, etc.) y las plantas con flores. Estas
están estructuradas en tal forma que al extraerse el néctar y el polen,
una parte de éste es transportado a otras flores para polinizarlas. La
atracción para los polinizadores se produce por colores y olores. Ciertas
plantas no logran reproducirse si no cuentan con el polinizador
específico: si este se extingue la planta también se extinguirá.
La simbiosis entre animales también se presenta. Por ejemplo, hay
cangrejos que conviven con anémonas de mar para protegerse y otros
dejan crecer sobre su caparazón esponjas y ascidias para protegerse y
camuflarse.
El ser humano también tiene relaciones simbióticas con bacterias, que
viven en el Intestino y ayudan a digerir los alimentos. Al tomar
antibióticos se destruye esta "flora Intestinal" y se perturba el proceso
digestivo.
DEPREDACIÓN Y PARASITISMO
1. Depredador y presa: La relación entre un animal, el depredador, que
utiliza a otro, la presa, como alimento y lo mata se denomina
episitismo. La relación depredador-presa puede ser muy variada e
Implica una serie de adaptaciones morfológicas en el depredador
(garras, colmillos, visión aguda, ventosas, velocidad, etc.). Entre los
depredadores y las presas existe una relación numérica: las
poblaciones de presas y depredadores varían periódicamente; si
aumenta el número de presas, aumenta el número de depredadores
y viceversa, pero nunca el número de los depredadores puede ser
mayor que el de las presas. Por ejemplo, el depredador natural más
importante de la vicuña es el puma andino, que caza vicuñas adultas.
El zorro andino o atoj también caza vicuñas, pero mayormente crías,
porque los adultos tienen la posibilidad de defenderse. En un área
determinada nunca podrá haber más pumas y zorros que vicuñas,
porque ésta, la presa, se extinguirla.
2. Parasitismo: Cuando la relación es entre un organismo (parásito),
generalmente más pequeño, que utiliza a otro (hospedero) como
fuente de alimento (sustancias orgánicas o alimentos ingeridos) sin
matarlo, al menos en forma inmediata, se la conoce como
parasitismo. Los parásitos, por lo general, pasan por una
metamorfosis muy complicada y pueden reducir ciertos órganos
(extremidades, visión, etc.), especialmente en los casos de
parasitismo 'interno.
El parasitismo puede ser de varias clases:
Ectoparasitismo: Cuando el parásito vive u obtiene su alimento en el
exterior del hospedero. Son ejemplos muy característicos las pulgas,
los piojos, el vampiro, el zancudo, los mosquitos, el pique o nihua, el
isango o gapa, etc.
Endoporasitismo: Cuando el parásito vive en el interior del hospedero
y se alimenta de alimentos ingeridos o de sustancias orgánicas de
éste (sangre, tejidos). los endoparásitos debilitan al hospedero y le
causan enfermedades. Existen muchos especies de endoparásitos: la
triquina vive en los músculos de animales carnívoros, omnívoros y del
hombre; las tenias, los nematelmintos y otros gusanos parásitos
viven en el intestino de los seres humanos y de muchos animales; el
plasmodio de la malaria vive en los glóbulos rojos de la sangre y es
transmitido por los zancudos, etc. los endoparásitos pueden ser seres
microscópicos (bacterias, virus, hongos, protozoarios, etc) o muy
grandes, como la tenia solitaria, que puede llegar a tener varios
metros de longitud y vive en el intestino de los animales y del
hombre.
Parasitismo social: Cuando el parásito ocupa el nido de otra especie y
deja criar su prole por el hospedero. Un caso típico en la costa
peruana es el del tordo parásito o mirlo negro (Molothrus
bonariensis), que pone sus huevos en los nidos de otras aves,
especialmente la pichisanka (Zonotrichia cupensis), y deja criar sus
pichones por éstas. Las colmenas de abejas tienen también parásitos
(como insectos del género Meloe), que dejan criar sus larvas por
aquellas.