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Virgen del Socorro 2012 Relación de trabajos premiados en los Certámenes de las Fiestas Patronales Imágenes 2011-2012

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Virgen del Socorro 2012

Relación de trabajos premiados en los Certámenes

de las Fiestas Patronales

Imágenes 2011-2012

Premio Artes Plásticas

“Santuario de la ErmitaVirgen del Socorro”

Pedro Sánchez Cifuente

2 -1220 orrocoS led negriV -

dlaasil C g eam laAr ta ar va

Primer Premio Poesía

La Mancha...la mancha. Los santos, la Santa,

Castilla, ancha, vettona, casta.

castillo, Sancho, Altas sierras,

duelo y quebranto. frías piedras.

Argamasa, carbón, Familia, niñez,

mineros, picón. soledad, escasez.

Gigantes molinos, Muralla que escondes

amables, solanos, romanos pasados,

vida en teatros, tumbas verticales,

mieles, hortelanos. almenas, adarves y arcos.

Conquista de calatravos, Entre dos Castillas

aduana de hispalos, mi presente

cortubíes y augitanos. Entre dos Castillas

mi anhelo.

La Mancha, la mancha;

te mancha y te marca; Me tiene atrapada,

te habla y te dicta; me guía y me habla.

te guía y te atrapa. Me dice Castilla,

La otra, la Leonesa, me grita la Mancha.

la sobria, la burguesa; Castilla me grita,

nieves, fríos, me tira Castilla;

altos castillos. mas ancha es la Mancha,

esta mancha

que me atrapa el alma.

“Clara Mancha”Gema González Vaquero

F ei stas Patronales 2012

Hasta la saciedad repetí tu nombre y rompí mi garganta para lanzarlo a los cuatro vientos.Hasta el final rogué a Dios que cuidara de ti y que no te llevara de mi lado.Hasta la extenuación surqué mares y océanos para encontrar el elixir de vida.Hasta el cansancio recorrí caminos y montañas para encontrar el remedio a tus enfermedades.

Repetí tu canto como una salmodia sagrada. Reavivé las ascuas de tu aliento. Pronuncié tus palabras y fui tu propia voz. Percibí en tu nombre toda la fragancia de las flores que tú no pudiste disfrutar. Fuiste mi referencia, mi norte, mi Aldebarán, mi sentido, mi razón, mi ilusión, mi llanto y mi risa. Fuiste la miel que yo bebí a borbotones y me convirtió en lo que soy hoy. Reflejo de tu ser sin mácula. Tomé lo mejor de tu alma excelsa y me envolviste en tu regazo. Pusiste tu voz en todos mis cantos, hasta en los más tristes. Rocé el nácar de tu piel y con ella tembló la aurora.

De nuevo el milagro.

He sufrido a tu lado cada uno de tus dolores y he bebido hasta embriagarme del cántaro de tus desvelos. Más no presencié la azucena de tu cuerpo partirse en dos y quebrarse ante mis ojos, y sentir que la vida se te iba por un hilo de sangre. Hermosa madre florida, de corazón hermoso y ojos rotos. Rotos como tu dolor. Roto tu corazón de pan de azúcar, de miel, de mimosas y lilas.

Tu pecho, tan maternal, nutricio y tierno, donde la vida parece no doler tanto. Tu pecho en melocotón partido, en granada morada desgranado, en harina pura para mí concebido. Tu pecho, donde cabe el mundo y todo el universo, donde podré morar un día cuando me vaya a tu lado.

Hasta el aire dijo amén a tu hermosura, hoy convertida en recuerdo de jazmines y hiel, y compuso con su lira las mejores de las melodías a ti debidas.

Pedestal que emergió de los océanos y permanece erguido en mi memoria. Puerta al mar de mis sueños de niña. Maestra de mi madurez. Marinera del manantial de mis ojos. Rosa temprana de suave perfume y firme tallo, que se hizo pasión y dolor bajo sus espinas. Pasión, dolor y amor hermanados con lazos de sangre. Narciso de mis días de niña. Hortensia de todos mis pensamientos. Luna de agua y fuego. Luna de ausencias. Luna de enero. Tañeron tus manos el instrumento de mi voluntad.

Laurel que adereza mi alimento y sazona mi cuerpo en hiel conmovido. Sal, que siendo mar, aventa los presagios de las noches más oscuras. Tierra Madre, tierra fuego, tierra aire, tierra agua fugitiva. Tierra reposo de los guerreros que tanto te defendieron, te honraron y te amaron. Tierra de raíces profundas como el océano insondable al que perteneces, de sabores salados y pétreos. Tierra tesoro oculto y misterioso que se encierra en un solo vientre, el tuyo. Tierra maternal y fructífera en ternura. Toda la que cabe en mil universos.

Este canto que se hunde en un lamento, que se anula en unas notas graves. Este piano que olvidó la partitura. Esta voz que se ahoga en un compás. Esta barca que perdió de vista la tierra firme y segura y apenas recuerda el color de los campos en primavera.

Y ahora no quisiera ser más que un lago en invierno…

Yo ya casi no recuerdo mi niñez, pero percibo pinceladas en las que vislumbro que fui muy feliz junto a ella en aquel pueblo que me vio nacer.

Segundo Premio Poesía

“Cartas a mi madre”Marifé Valiente Martínez

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dlaasil C g eam aAr al rt va a

Primer Premio Narración

“Qué fría y profunda es la herida que me habita”.

Inés Montes

Mi cuerpo se arrastra por las baldosas de barro. Puedo sentir cómo mis manos se crispan sobre esas baldosas hasta embadurnarlas de sangre, de mi propia sangre, en un vano afán por alcanzar la puerta entreabierta tras la que se vislumbra una luz. La luz mortecina desprendida por un candil de aceite. No sé cómo, pero consigo al fin empujar aquella puerta. La oscuridad de una corriente de aire convierte la llama lánguida del candil –no puedo hacer nada por evitarlo- en un diminuto rescoldo de mecha que no tarda en extinguirse, mientras creo escuchar cómo exhala un gemido trémulo de impotencia...

Me despierto. Apenas puedo moverme, pero puedo sentir cómo el sudor se remansa en mi frente, cómo se desliza lentamente por mi nariz devastada, por entre la sangre cuajada que frunce la piel de mis mejillas, por las vaguadas cárdenas alojadas en mis pómulos, por los atajos quebrados de mis párpados. Tengo miedo y casi no me atrevo a respirar, pero ahora todo está en silencio. Me parece que se ha marchado. Ya no escucho su voz agrietada por el helado filo de los insultos y las blasfemias, ni esa tos pertinaz de fumador que se amarra a su garganta. Ya no veo sus manos cuarteadas abatiéndose sin pausa sobre mi rostro, ni sus labios resabiados en una mueca animal imposible de olvidar. Tampoco puedo ver sus ojos; toda su perturbada mente huyendo por los angostos senderos de su mirada. Una mirada incinerada de rabia, apretada de sangre, embriagada de locura. Maldita la hora en que le pedí que hiciera las compras del supermercado, en que le sugerí que me ayudara, que bastante tenía yo con la colada, la comida, los platos sucios y el cesto siempre desbordado de la plancha...

Intento incorporarme, pero apenas puedo hacerlo. Este hueco de la escalera que he utilizado como refugio, ha conseguido entumecer hasta el último de mis músculos, sin embargo creo que, gracias a él, aún me encuentro con vida.

Ahora puedo pensar con claridad. Ahora creo poder interpretar con un mínimo de lucidez ese sueño recurrente que no logra sino estremecerme, que acompaña a mi descanso desde hace ya demasiadas semanas. Sí, ahora estoy segura de que, en ese sueño, la corriente oscura de aire que extingue la llama, tiene las manos cuarteadas y los labios resabiados en una mueca animal imposible de olvidar.

Tal vez pienses que esta relación no tiene ningún sentido, que no le importo a él ni a nadie, que estoy totalmente sola, que lo que debería hacer es marcharme de esta casa cuanto antes. Y quizá tengas razón, quizá debería tomar esa decisión que siempre he retrasado por miedo, por lástima, yo qué sé, tal vez por ese vano empeño de recoger, una y otra vez, esos retales de un amor mal entendido, de un amor sepultado de cenizas hace demasiado tiempo...

“Soñando tu sonrisa”José Agustín Blanco Redondo

F ei stas Patronales 2012

Consigo ponerme en pie y me dirijo a la cocina. Es ya más de media noche y presiento que él no tardará en regresar. Debo darme prisa. Arrojo la fotografía rasgada de mi boda a la basura, recojo la maleta que preparé hace ya seis meses y que escondí en el altillo del armario e introduzco en ella la bolsa de aseo, el portátil y mi diario. No puedo perder ni un segundo. No debo mirar atrás. Cierro dando un portazo y me precipito al pálpito oscuro de la madrugada. Camino con la mente inmersa en una niebla grisácea que me impide pensar con claridad, pero conforme avanzo, esa bruma se diluye en hebras cada vez más diáfanas, cada vez más livianas. Aprieto el paso para amortiguar las dentelladas del frío, para soportar mejor las desgarraduras de los recuerdos, para dejar atrás la soledad. Ya estoy muy cerca. Las luces de la comisaría de policía parecen estremecerse al verme llegar, diluidas en el relente de la noche. Tengo que hacerlo. Voy a hacerlo. Y así, después de formalizar la denuncia por malos tratos, sólo me quedará comenzar a hilvanar nuestra nueva vida. Una vida sin memoria del ayer, sin memoria del dolor, quizá junto al mar, en un apartamento alquilado, en compañía de la brisa del levante, de la arena cobriza arrullando mis pies desnudos, del rumor indolente de las olas - mansas, trémulas, desleídas en espuma blanca - al entregarse sobre la playa. O tal vez debería regresar a mi pueblo, al pueblo de mis padres y comenzar de nuevo allí, junto a mi familia, al lado de mis amigos, cerca de la gente que me vio crecer y que sé que ahora me recibirán como merezco, con cariño, con comprensión, desviviéndose por ofrecerme su ayuda. Sé que tú también serás feliz allí, jugando a la sombra de sus casas enjalbegadas, que las dos encontraremos un futuro cuajado de ilusión. Contemplarás por vez primera las labranzas tersas de cereal, las huertas atalajadas de norias, la ermita de Nuestra Señora, las riberas del río, los brotes de las cepas en primavera y, al comenzar el invierno, sobre una tierra de arcilla derramada en brillos de escarcha, esos trajines alrededor de los olivos, unos árboles con reflejos de plata estremecidos con los afanes de la varea. Sé que así, a tu lado, conseguiré trasladarme, como en un sueño breve, a los aledaños tiernos, amables de mi infancia. Y mientras llegamos, continuaré acariciando con manos ávidas los latidos de tu corazón, agradeciendo tus primeras pataditas en mi vientre, soñando tu sonrisa, siempre felices, siempre juntos, tú y yo, hija mía...

Primer Premio Narración

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Segundo Premio Narración

El asesino, hombre meticuloso y ordenado, tenía en su cámara frigorífica todo muy bien guardado en sus bolsitas de plástico: las manos, los pies, las cabezas, los muslos... Perfectamente documentados y clasificados mediante unas valiosas tarjetitas que cosía a los bordes del plástico y que atestiguaban la calidad de su trabajo: nombre de la víctima, su calle, su teléfono, y la hora, el día, el arma y el móvil de la muerte.

Pero sucedió que un funesto día en el cual, después de habérselo pasado espiando a una posible víctima, volvió excitadísimo a casa y se olvidó de su monotonía, cometiendo el error imperdonable de poner en una misma bolsa la mano derecha de un hombre con la izquierda de una mujer. Al principio, ambos miembros no sabían qué decirse, qué contarse, pero pronto perdieron la timidez y acabaron hablando de todo tipo de cuestiones y así, de esta manera, descubrieron al instante que estaban hechos el uno para el otro y que no podían permitirse el lujo de ignorar aquel sentimiento. Y quedaron anudados, enlazados, por sus fríos dedos, besándose mediante las yemas, reposando una palma sobre la otra, en amoroso abrazo, susurrándose todo clase de palabras tiernas, incapaces de recordar cuándo habían sido tan felices, olvidándose de aquellos días de esclavitud y pleitesía para con el cerebro que, malvado, inquisidor, les ordenaba tocar y acariciar a alguien que no les gustaba en absoluto.

Mas llegó el fatal día en el que apareció la policía que, tomando la casa al asalto, detuvo al asesino y desmanteló la maldita cámara frigorífica. Gracias a las tarjetitas, lograron reunir y unir los cuerpos, a los cuales, dieron santa sepultura a excepción de las dos manos rebeldes que, incapaces de rendirse ante la idea de la muerte, se resistían a dejarse hundir bajo tierra para que se pudrieran. Por lo que al final, optaron por dejarlas hacer lo que quisieran. Y fue increíble... Asombroso... Y los ojos de aquellos que estuvieron en el camposanto lo pueden atestiguar, pueden contarles que vieron a las dos manos arrastrarse penosamente por el suelo para acabar encontrándose y fundirse en un rabioso abrazo de amantes. Después no pusieron obstáculo alguno para ser incineradas juntas.

“El orden perfecto de las cosas”Juana Yangüas Romero

F ei stas Patronales 2012

Premio Local Narración

Si recordar es volver a vivir, yo al escribir estas líneas, solo pretendo vivir una de aquellas felices tardes jugando al fútbol en la vereda.

Viendo la profusión de partidos de fútbol que se ven hoy en la pequeña pantalla, tanto de liga, copa o champions, se ve la explicación de esa gran afición que hay hoy por el fútbol a gran nivel. Por ello no es extraño que hoy en la calle, se vean tantos niños de corta edad equipados ya con la indumentaria y el dorsal con los colores del Madrid, el Atletic o el Barcelona. Esto explica que cuando llegan a mayores tengan una afición, por no decir fanatismo, por algún equipo, incluso que surjan en partidos de interés, altercados violentos, entre miembros de una u otra afición.

Esto motiva que resurja en mi memoria aquellos tiempos lejanos de cuando niños íbamos a jugar al fútbol a la vereda, único campo que había en el pueblo, donde se podía practicar este deporte con algo de hierva, mejor que en las eras empedradas donde a veces también se jugaba.

Esto ocurría únicamente los domingos por la tarde. Recuerdo que confluíamos al “estadio” de la vereda por tres caminos distintos. Unos iban por la llamada “Cañá la lavandera” otros por el camino de ”Los arrieros” y el resto por el camino pedregoso del “Fontanar” que inmortalizó el inolvidable “Canuto” por andarlo tantas veces con su borrico “Canario” siempre cogido al ronzal, acarreando el agua pura sin cloro para venderla, llenados los cantaros del célebre depósito que aún se conserva y que Dios quiera que no desaparezca nunca por ser un símbolo de aquellos tiempos con escasez de agua dulce ¡Ay, buen “Canuto” que alma y que vida tan ejemplar la tuya! Te fuiste sin dejar otro vestigio que la lección magistral que nos diste, de como se debe ganar, honradamente el pan. Argamasilla no te olvida.

Cuando no teníamos más agua potable que la que consumíamos del fontanar, la mayoría comprada a real el cántaro, tal circunstancia hacía aprovecharla al máximo y no derrocharla como hacemos ahora rebelándonos a aprender, que este es un bien preciado y escaso y que puede que algún día nos lamentemos de haberla malgastado.

Esto ha sido un breve inciso. Creo haber dicho muy poco, pero lo suficiente sobre el agua para el que quiera entenderlo y retorno al inicio, a seguir hablando sobre lo que quiere comentar el escrito. El fútbol en la vereda.

Vuelvo a situarme con la imaginación en ese campo alargado, próximo al pueblo, un domingo por la tarde. Van llegando por grupos diseminados y comienzan a prepararse los jugadores, cambiándose previamente de ropa en el único vestuario posible, un olivo para cada equipo, los zapatos y las alpargatas en el suelo y la ropa colgada en las ramas.

El campo estaba delimitado con una piedra en los córners y las porterías Norte y Sur estaban simuladas , por unos mojones de piedras, alguna prenda de vestir o alguna zapatilla.

“El fútbol en la vereda”Luis Molina

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dlaasil C g eam laAr ta ar va

En los prolegómenos del partido se decidía quien debía formar el equipo. Yo casi siempre me quedaba sin jugar. Confieso que era tan malo jugando al fútbol que de de haber jugado, hubiera aburrido a la concurrencia, debían hacerlo otros mejores que yo, que los había muy buenos, hasta el extremo que considero que de haber contado con oportunidades, ayuda o instalaciones como Valdebebas o la Masía catalana, hubiesen llegado a ser grandes futbolistas.

Por citar algunos debo recordar con cariño a Pepe Cañadas, Adolfo Trapero, Miguél de Dios, y como no recordar a “Pitillo” y a Nevado.

En el transcurso de los partidos casi siempre surgían polémicas banales por alguna entrada incorrecta. Si el jugador caía lesionado, al no haber camilla, lo incorporaban, se habría de brazos como Jesucristo en la cruz y entre dos compañeros lo llevaban en volandas hasta el olivo, que hacía de vestuario, hasta restablecerse.

También había jugadas polémicas que a falta de un colegiado con autoridad resultaba estéril su discusión. ¿Quien podía demostrar si había sido gol o no cuando entraba el balón, no siendo raso en una portería imaginaria, sin la verticalidad de los postes y sin larguero que determinara la altura?

Por eso, por mucho que se discutiera, nunca se sabía a ciencia cierta si había sido gol o no, pero en ningún caso, ésta discusión provocaba que llegara la sangre al río.

Al término del partido el arbitro no hacía informe, con los pormenores de alguna jugada polémica, ni tampoco del partido.

Así era el fútbol en la vereda, noble, sano y bonito que hace que los mayores que lo conocimos lo recordemos embargados por la nostalgia del recuerdo y la certeza de no volver a verlo jamás ¡Ay, vereda, vereda, para cuantas cosas has servido! además de para la trashumancia, que fue para lo que fuiste creada por la Mesta en el siglo XIII bajo el reinado de Alfonso X el sabio.

En ésta noble distracción, viendo o practicando el fútbol en la vereda, pasábamos felices los domingos por la tarde, aunque fuese un campo sin gradas ni marcador, sin vestuarios, sin linieres, sin áreas ni circulo central y sin la música de un himno que enardeciera al publico y anunciara que el partido iba a comenzar.

Terminado éste, regresábamos a casa con la indiferencia de quien hubiera ganado, ni cual había sido el resultado del mismo.

Después del partido que tenía poca transcendencia para nosotros, porque solo íbamos a divertirnos, se partía la vida del joven futbolista, atrás quedaba lo deportivo, esperando que llegara el domingo siguiente para volver a jugar al fútbol y solo pensábamos en los pensamientos propios y felices de la juventud, que no entiende ni conoce aún, las maldades de un mundo injusto que se muestra insensible a la voz de la verdad, ni sospecha las tristezas que en el futuro nos depara la vida.

Terminada la tarde de fútbol, regresábamos de la vereda al atardecer, cuando el sol se había ocultado, con la inquietud de saber que a otro día nos aguardaba la escuela, sin que esto representara ningún trauma para nosotros, le teníamos respeto y cariño, pese a nuestra juventud nuestros padres nos inculcaron que es la fuente de donde brota el saber y la gran fabrica donde se forjan y cultivan las inteligencias del mañana y volvíamos tan felices y contentos, que si en el camino encontrábamos un bote vacío, le dábamos una patada con tal potencia, como queriendo hacer gol en una portería imposible.

Premio Local Narración

F ei stas Patronales 2012

Primer Premio Poesía 3ª Edad

Cuando cojo la pluma La percibo en el ambientePara escribir cualquier día Y en el aire que respiroMi pobre prosa rimada En las flores y en las plantas

Llena mi corazón de alegría En el hombre que trabajaAunque esta no os diga nada Y hasta en el niño que canta

Mucho más si es poesía Poesía que transmite amorQue me hace meditar Dulce poesía de los campos

Y a sentir las embriagueces Por eso tengo que amarlaQue me hacen gozar mil veces Y a esa Virgen que me ayuda

Del alto y puro pensar A saber como encontrarlaLa llevo tan dentro

No hay en tierra castellana Tan dentro de mi almaFrases mejor expresadas Que si un día me faltaNi más hermosa lectura Me alejaría de este mundo

Ni quehacer con más cultura Y lucharía por buscarlaQue unas odas inventadas

Mil cosas hay en la vidaLas adivino en todas partes Muchas dignas de atenciónCuando llega la alborada Pero divinas son estas dos

Como en la noche estrellada Tan bella es la poesíaEn los prados y en los montes Como hermoso es el amor

Y en lejanos horizontes

“Entre prosa y poesía”Luis Molina

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dllaasi g eam aA Cr al rt ava

Premio Local Poesía 3ª Edad

Tengo dos tesoros en mi alma Ya en su lecho de muerteque con nada se pueden igualar no la fui capaz de abrazar,

son el cariño de mis hijas y darle mi último cariñopara mí, no hay otro igual que quizá a ella le faltara

Una es igualita a su padre, Por eso le digo a todos los hijos,La otra se parece a mí ¡Darle mucho cariño a vuestra madre!

Por las dos daría mi vida Que una madre es santa y buenasi las viera sufrir. Y hay que mimarla como a un niño.

Para una madre, como un hijo no hay nada, Es la herencia que a nuestros hijosLo puedo asegurar, Las madres les dejamos

Aunque hoy te pongan mala cara, que hasta en nuestro lecho de muerte“ Una madre mañana lo olvidará “ Nuestros hijos estén a nuestro lado.

Yo quise mucho a mi madre, Que le deis el último abrazoPara mí era especial, Que yo a mi madre no me atreví,

Pero tengo una pena en mi alma Y que me pesará toda la vidaQue nunca podré olvidar. Pues de ella no me despedí

“Último abrazo”Mari Pepa Chamorro

F ei stas Patronales 2012

Feria de Muestras y Culturarabanera

Carrera Popular, podio de veteranos Visita de niños y niñas saharauis

Asociación Folklórica San IsidroCurso de Voluntariado

Inauguración Hotel Escuderos

Cuestación para el cáncer

Recital poético de verano

Angeles Custodios 2011

Nuevo Parque Infantil en el Barrio de San Juan Taller de Capoeira

Día de la Infancia celebrado en los colegiosPasaje del Terror de la Asociación JORA

Exposición Fotográfica de Aránzazu Rodriguez Ciudad Encuentro provincial de Poetas

Visita de estudiantes al Congreso conmotivo del Dia de la Constitución Belén de NavidadMuestra de Villancicos

Premio de la campaña “Ayuda al Pequeño Comercio” Trofeo Navideño de Fútbol Veterano

Actuación de Art Sound Desfile Infantil de CarnavalFiesta infantil de Fin de Añoen Navidad

Desfile Adulto de Carnaval Entierro de la Sardina

Certamen de Cartas de Amor Celebración con motivo del Día Internacional de la Mujer

Procesión de San Isidro por las calles de Argamasilla

Campeones de la Liga Localde fútbol-sala

Lectura del Quijote

Actuación del Coro en el Centro de Mayores cantando los Mayos Procesión del Corpus Christi

Jóvenes atletas en su recibimiento en el Ayto.Gala del Deporte local 2012

Los rabaneros defienden la Sanidad Chicos participantes en Prehistoric Camp

bienestar social, centro de la mujer, cultura, deporte, tercera edad,juventud, educación, empleo, policía local, centro de mayores,

biblioteca, piscina, pabellón, mercado, centro cultural, ludoteca,obras, administración, protección civil, sanidad, comedor escolar,

centro de atención a la infancia, parques y jardines, vivienda,circuito biosaludable, omic, promoción industrial, página web,

transporte y comunicación, universidad popular, centro de internet

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