reintegración

Así habló mi Maestra

María Elena Sarmiento www.vamosalcastillo.blogspot.com

Augusta Lagos Vanini

Augusta me instruyó y me formó como servidora, pero por sobre todas las cosas me amó. Este es su conocimiento, que a partir de ahora tengo el privilegio y el honor de compartir con todos ustedes para que su obra y su vida se expanda hacia todos los corazones ávidos de conocimiento y amor.

María Elena Sarmiento


INVOCACIÓN AL MAESTRO

“Maestro Querido, permite a mi Espíritu elevarse hasta tus plantas, para beber en las verdaderas fuentes de la sabiduría y absorber tus fluidos poderosos de amor y fe, purificación y fuerza espiritual y material, de poder espiritual, de paz, comprensión, salud, prosperidad y armonía para derramar sobre mis hermanos…”

REINTEGRACIÓN

Los Seres Creados por La Fuente, Dios, como Mentes embrionarias o “Chispas Divinas” que de Ella Emanan, se agrupan por mutua atracción, formando conjuntos que comienzan su Evolución guiados por Mentes Superiores que Trabajan a impulso de la Divina Fuerza AMOR y así, Guías y guiados, Progresan constantemente mediante el Amor.


Cuando las Mentes embrionarias comienzan a adquirir sus Vibraciones, éstas responden a las Vibraciones de sus Seres Guías.


Y merced a esa ayuda Superior pueden, paulatinamente, despertar y comenzar a desarrollar sus propias facultades para llegar al conocimiento

de su existencia conjunta y de su existencia como individuo.


Desde el instante en que las Mentes embrionarias comienzan a sentir su propia existencia, comienzan también a sentir la necesidad de Reintegrarse a la Divinidad Creadora.


Para lograrlo es necesario recorrer un largo Camino – que constituye la Elíptica Evolutiva – con dos Etapas Primordiales, la Involución y la Evolución propiamente dicha.



Cuando el grupo de “Chispas Divinas” o Mentes embrionarias alcanzan un cierto “punto” de Evolución, la Vibración conjunta de Fuerzas Cósmicas afines que las fortalecen, les permite comenzar el Trabajo – grupal y luego individual – en procura de su Progreso.


El Ego incipiente, que es cada una de las “Chispas Divinas” o Mentes Embrionarias, Guiado y Protegido por las Mentes Superiores que Amorosamente realizan ese Trabajo, absorbe del Cosmos que le rodea las Sustancias etéreas que deberán “revestirle” y prepararle para poder comenzar a vivir en diferentes Planos.


Este “revestimiento” etéreo de la Mente embrionaria permite el nacimiento de las primeras Sensaciones y constituye el Alma Espiritual rudimentaria, que habrá de desarrollarse y evolucionar juntamente con el Yo Pensante o Mente Espiritual.


Las Inteligencias Superiores la Guían, entonces, hacia las diversas “vidas” que esa Mente embrionaria – primero Chispa Divina y luego Soplo Espiritual – deberá cumplir, las cuales van desarrollándose en diferentes Planos en progresivo descenso, hasta alcanzar los Planos más densos.


El Ego embrionario adquiere así, a través de millones de años, toda la experiencia necesaria para conformar las bases de su futura Conciencia.


Cuando el Soplo Espiritual ha adquirido ya Conciencia y se ha transformado en Espíritu Conciente, capacitado para vivir vidas humanas en las cuales, a través de los milenios, se capacita para iniciar la Etapa de “Evolución definitiva”.


Mediante un proceso de Sutilización se le permitirá Vivir y Trabajar en Planos cada vez más sutiles, hasta alcanzar la Meta Espiritual de todos los Seres Creados – LA REINTEGRACIÓN AL PADRE -.


Los Seres Reintegrados – como Cristo – son Canales de Amor, del Poder y de la Sabiduría de la Fuente, ya ellos corresponde Guiar a humanidades y

planetas.


Tienen todo Poder sobre los Mundos que Guían, pues Obran constantemente de acuerdo con las Leyes que rigen la Creación.


Su Amor y Su Sabiduría les permiten conocer con antelación de milenios, los hechos trascendentales que habrán de producirse en esos mundos y sus humanidades.


Por ello, les envían constantemente Sus Mensajes de Amor para señalarles el Camino Verdadero, del cual se alejan los hombres, con trágicas consecuencias.


Los Seres Espirituales que ya han alcanzado una determinada Evolución, pueden ser utilizados para ayudar a los humanos.


A medida que avancen en el Conocimiento, sabrán como las Vibraciones Sutilísimas pueden Unificarse y construir algo así como Una Única Vibración, en el Espíritu Evolucionado.


La Unificación de esas Vibraciones no significa que cada una de las Vibraciones que la conforman haya perdido su Poder.


A medida que el Espíritu va Evolucionando más y más, va también Sutilizándose más y más.


Esa Sutilización, a la vez que le va liberando de las vibraciones densas, adheridas en el proceso de su Evolución Conciente, va armonizando más y más, entre sí, sus diferentes Vibraciones, preparando así su Unificación.


Pongamos el ejemplo de un abanico: Este forma un conjunto único que, no obstante, puede abrirse y mostrar diferentes facetas.


Debemos tomar como ejemplo y límite, para ustedes, al Cristo.


Cristo es Espíritu de Vibraciones Unificadas que puede, por Su propio Poder, “desdoblarse” en Sus Vibraciones, para las necesidades de su Acción.


Y cada una de esas Vibraciones, para las necesidades de Su Acción, puede ser proyectada por el Cristo, unida a otras o separadas, sobre los mundos que El Guía.


Y donde habrán de Manifestarse de acuerdo al requerimiento de las necesidades de esos mundos.


Es decir que, las Sutilísimas Vibraciones del Espíritu Reintegrado pueden, cuando la Acción lo requiere, tomar “forma” en mundos densos, en cuyo caso, sólo puede “descender” a ese mundo una determinada intensidad Vibratoria, acorde con la capacidad receptiva de la “forma” que la recibirá.


Cristo es para su mundo el Espíritu Superior después de la Fuente, Dios. Cristo es Espíritu Reintegrado a Dios, y Canaliza para la humanidad y para la Naturaleza de su planeta, las Fuerzas Divinas.


Cristo, estando en Dios, es Canal de Dios para ustedes.


A través de millones de años, el Espíritu del Cristo ha pasado por todas las Experiencias y Superaciones que la Ley impone al Espíritu para su Sutilización.


Ha ido así Sutilizándose, Unificándose y elevándose cada vez más, hasta tomar el Sendero directo que había de conducirle al Creador.


Cristo está ya en Dios, lo que no significa que Cristo sea Dios.


Los errores de concepto en este aspecto se deben, precisamente, a la imposibilidad de dar, a través de las palabras humanas, la explicación exacta de las Realidades Espirituales, ni aún en el límite de la capacidad de su mente humana.


Por otra parte, el Verdadero concepto ya ha sido transmitido a los hombres en oportunidades anteriores, pero les ha sido legado a través de la interpretación humana y con palabras humanas, lo cual ha llevado al error.


Por ello es que, en algunas religiones, adoran a Cristo como Dios.


Cristo no es Dios; Cristo no es la Fuente Creadora, pero Cristo está en Dios porque es Espíritu Reintegrado a Dios.

Referencia: MI MAESTRA, AUGUSTA LAGOS VANINI

María Elena Sarmiento El Castillo del Alma

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