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Año II, Número 20, 2da. quincena de agosto de 2011 * Reincidente no incluye sección de Sociales Año II, Número 20, 2da. quincena de agosto de 2011 * Reincidente no incluye sección de Sociales D Blanca Lara Tenorio, Celia Salazar Exaire, Zaid Lagunas Rodríguez, Bertha Ocaña del Río, Sergio Suárez Cruz, Silvia Martínez Arreaga, Margarita Piña Loredo, María Eugenia Márquez Calderón, Cecilia Vázquez Ahumada y Jesús Joel Peña Espinosa* El desarrollo de las sociedades encuentra en la cultura la piedra angular sobre la cual planear, soñar y construir sus proyectos; en la búsqueda de conservarla, ideó diferentes instrumentos para trasladarla de generación en generación, desde los medios orales hasta las modernas tecnologías electrónicas. Todo ello constituye el patrimonio cultural. D esde el año de 1999, en México, se han levantado vo- ces pugnando por reformar el marco jurídico que pro- tege y administra el patrimonio cultural, en aras de comercializarlo. La oposición de los trabajadores del INAH, INBA, IMCINE, Radio Educación, ha frenado parcialmente estas iniciativas. Hay dos posiciones en todo este debate; por un lado, la que propone el usufructo colectivo del patrimonio cultural en la búsqueda de la conciencia ciudadana; y la que se alza alen- tada por intereses mercantilistas que ven la oportunidad de enriquecerse de los bienes culturales, en detrimento de su pre- servación y general disfrute, eliminando su vocación educativa y restringiéndolos a meros escenarios y artículos de lujo. La discusión debe rebasar las cuestiones meramente ad- ministrativas y buscar raíces más profundas. Una de ellas es el proyecto de construcción de la nación a través de dife- rentes estrategias, entre las que destaca la acción educativa. El aprovechamiento del patrimonio cultural debe orientar- se por un sentido social y debe integrarlo básico en la for- mación de la conciencia colectiva, la cual demanda conocer los elementos de identidad que constituyen nuestra nación y nos colocan en igualdad de circunstancias ante el diálogo global reconociendo y respetando la alteridad. LA INVESTIGACIÓN COMO MEDIO DE PRESERVACIÓN PATRIMONIAL El INAH, como institución federal, se ha hecho cargo de la conservación del patrimonio prehispánico, del virreinal, decimonónico, industrial, etnográfico y antropológico, para dar cuenta de nuestro lugar en el concierto de las naciones y comprender los fenómenos que nos atañen como sociedad. La integración de la investigación y la conservación, unida a su difusión, pone en valor el patrimonio cultural y crea con- ciencia ciudadana, otorgándonos valor como pueblo, confor- mando una línea de continuidad entre el pasado, el presente y el futuro. En nombre del pacto federal debe custodiar las zonas arqueológicas, los bienes virreinales que ahora disfrutamos y las investigaciones e interpretaciones antropológicas e histó- ricas de la realidad presente, indígena y mestiza. UN CAMINO DE EXPERIENCIA EN LA RELACIÓN CON LOS PODERES ESTATAL Y MUNICIPAL Desde la creación del Centro Regional del INAH en Puebla, las relaciones con las autoridades del gobierno del Estado de Puebla y con los ayuntamientos, presentan un movimien- to pendular que va del trabajo conjunto a los desencuentros más ríspidos, incluyendo los desacuerdos de los trabajadores académicos y técnicos con los funcionarios del INAH. En el Estado de Puebla existe una Ley de Cultura, cuya estructura y contenido son muy parcos y cuyo concepto de cultura resulta pobre. Radicando más en el apoyo a la pro- ducción y comercialización de los objetos artesanales, poco dice sobre las obligaciones del gobierno del Estado para con el patrimonio, ignora cualesquier estrategia sobre la conser- vación y desconoce por completo el concepto de patrimo- nio intangible. Esas graves ausencias en la ley, aprobada hace dos sexenios, completan la interminable secuela de atenta- dos contra el patrimonio cultural en la entidad. Sitios pa- leontológicos, arqueológicos, centros históricos, inmuebles, bibliotecas antiguas, archivos, costumbres de comunidades, han sido dañados por las acciones y caprichos de los gobier- nos estatal y municipal durante varias décadas en aras de una pretendida modernidad, su comercialización, usufructo turístico y uso político. También existen ejemplos de cola- boración entre las autoridades estatales y el INAH como el rescate del patrimonio en el caso de los inmuebles afectados por el sismo de 1999, donde además se hizo patente la po- sibilidad de concurrencia de la sociedad en general, de los usufructuarios directos de los inmuebles, esto en el marco de la ley vigente. DOCUMENTOS HISTÓRICOS En materia del patrimonio elaborado en soporte de papel, la situación tiene matices y en algunos casos es grave. En 1987 el gobierno estatal junto con el Archivo General de la Nación realizaron el programa “levantemos la historia del suelo” para organizar los archivos de los 217 ayuntamientos; como resultado se publicó un grueso volumen con los inven- tarios de esa documentación. Después de 15 años, muchos archivos se encuentran en una condición deplorable pese a la existencia de un Sistema Estatal de Archivos. La irrup- ción de la sociedad civil ha generado una justipreciación de los archivos y tanto las comunidades como fundaciones de la iniciativa privada se han dado a la tarea de rescatarlos. Acer- vos como el Archivo del Registro Público de la Propiedad y el Archivo General de Notarías, bajo administración directa del gobierno estatal, y con documentos que van del siglo xvi al xx, presentan problemas de clasificación, conservación y aún de las medidas elementales de seguridad. En el Archi- vo del Ayuntamiento de Puebla, las autoridades municipales han hecho esfuerzos por disgregarlo y colocarlo en recintos vulnerables. Acerca de los archivos eclesiásticos la situación no es mejor. En ese caso ni siquiera lo establecido por el Código de Derecho Canónico, que obliga a Obispos y Párrocos a conservar los archivos, es cumplido. En los pueblos, el siste- ma de cargos ha favorecido la celosa custodia de testimonios muy antiguos pero siempre bajo riesgo e incertidumbre. ANTROPOLOGÍA SOCIAL La Etnología y la Antropología Social tienen una larga tra- dición en México, desde los años 20, con la inspiración de Franz Boas y el maestro Manuel Gamio se inició la fragua para dar respuesta científica a las necesidades que planteaba el desarrollo social. En 1939 nació el INAH, cuando el pre- sidente Lázaro Cárdenas creó una instancia que reforzara la educación y cumpliera con la investigación, la conservación y la difusión de los bienes patrimoniales de la nación, espe- cial cuidado se puso en atender a la población indígena, base de la nacionalidad. El desarrollo de la ciencia antropológica ha transitado por diferentes paradigmas y ha renovado sus intereses, ha estudiado múltiples fenómenos socioculturales y ha trata- do de dar respuesta a problemáticas del desarrollo cultural. Un avance indiscutible es considerar a la cultura como una característica que permea toda sociedad y se manifiesta en todos y cada uno de los actos, porque sin ella sería imposible la continuidad de la especie en grupos específicos que desa- rrollan características culturales particulares. El INAH-Puebla, ha contribuido a la interpretación de fenómenos culturales desarrollados en el ámbito de nuestra geografía y desde 1972 ha contado con la sección de an- tropología social y etnología, donde se estudian problemá- ticas urbanas (distribución del agua en la ciudad de Puebla, trasformación de tierras ejidales en terrenos industriales); ha tratado de explicar la degradación de las fiestas tradiciona- les con fines de comercialización, analiza formas de cura- ción tradicional y averigua las festividades del área de los volcanes. En los últimos años ha acudido al llamado de los ciuda- danos para asesorar sus inquietudes con respecto de la de- fensa de sus inmuebles históricos afectados por los proyectos políticos de transformación urbana. Se acude a tribunales para contribuir con los jueces en la conformación de senten- cias. Se han defendido espacios sagrados de comunidades indígenas en contra de intereses particulares. En todo ello se ha participado, con limitaciones y a contracorriente, en oca- siones, de las autoridades delegacionales y centrales. Nuestra institución no ha se librado de procesos de descomposición burocrática. El trabajo está enfocado a acrecentar la conciencia ciu- dadana, porque hacer luz sobre los acontecimientos que ata- ñen a la colectividad, contribuye a la claridad entre actores y espectadores a la hora de negociar mejoras colectivas. EL SER HUMANO, PATRIMONIO PRIMORDIAL Se ha puesto énfasis en el patrimonio cultural en donde las obras de carácter material e inmaterial que los pueblos del mundo han construido en su devenir histórico son lo funda- mental, sin deparar en el ser humano que es su hacedor; por lo que se proponen otras vías para pensar el patrimonio cul- tural. “Se trata de reivindicar a la humanidad pasada, presen- te y futura (a la de otros tiempos), como uno de los legados más preciados que jamás se ha forjado. Síntesis de un proce- so aún no acabado y que se antoja infinito, desarrollado a lo largo de millones de años…” (López Alonso, 2001). México posee una enorme riqueza materializada tanto en las poblaciones que habitaron como las que habitan dis- tintas regiones geográficas del país. Desde la mirada de la Antropología Física señalamos que el valor de las coleccio- nes osteológicas en tanto portadoras de un valioso caudal de información biocultural es trascendental, por el valor histó- rico que revisten, constituyen bancos de información gené- tica potenciales, en virtud de su contexto de hallazgo, pero también se valoran por la afinidad de parentesco o ancestría que los grupos humanos contemporáneos les reconocen a las poblaciones antiguas. En cuanto a las poblaciones contemporáneas debemos considerar las circunstancias en las cuales los individuos vi- ven su cotidianidad; en especial la niñez, que constituye un amplio sector de la población mexicana, que a causa de la instrumentación de las políticas de ajuste estructural im- puestas al gobierno mexicano por los organismos financieros internacionales y el nefasto manejo del dinero por banqueros y especuladores nacionales y extranjeros, y las condiciones económicas por las que atraviesa el país, padecen de manera directa en su desarrollo, salud y bienestar. Como hemos tratado de exponer, el patrimonio cultural es amplio y variado, los procesos de comprensión y apropia- ción del mismo son complejos, pero ellos deben pasar por la democratización de los organismos gubernamentales encar- gados de su cuidado. Es obligación del estado crear instan- cias de diálogo permanente al interior de sus instituciones y de éstas con la sociedad, en beneficio de los bienes naciona- les de carácter cultural, soportes de la identidad colectiva y garantes de mantener el tejido social. * Profesores-investigadores del Centro INAH-Puebla. Blanca Lara Tenorio, Celia Salazar Exaire, Zaid Lagunas Rodríguez, Bertha Ocaña del Río, Sergio Suárez Cruz, Silvia Martínez Arreaga, Margarita Piña Loredo, María Eugenia Márquez Calderón, Cecilia Vázquez Ahumada y Jesús Joel Peña Espinosa* El desarrollo de las sociedades encuentra en la cultura la piedra angular sobre la cual planear, soñar y construir sus proyectos; en la búsqueda de conservarla, ideó diferentes instrumentos para trasladarla de generación en generación, desde los medios orales hasta las modernas tecnologías electrónicas. Todo ello constituye el patrimonio cultural.

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El INAH y los bienes nacionales de carácter cultural ...

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Page 1: Reincidente 20

Año II, Número 20, 2da. quincena de agosto de 2011

* Reincidente no incluye sección de Sociales

Año II, Número 20, 2da. quincena de agosto de 2011

* Reincidente no incluye sección de Sociales

Desde el año de 1999, en México, se han levantado vo-

ces pugnando por reformar el marco jurídico que pro-

tege y administra el patrimonio cultural, en aras de

comercializarlo. La oposición de los trabajadores del INAH,

INBA, IMCINE, Radio Educación, ha frenado parcialmente

estas iniciativas.

Hay dos posiciones en todo este debate; por un lado, la

que propone el usufructo colectivo del patrimonio cultural en

la búsqueda de la conciencia ciudadana; y la que se alza alen-

tada por intereses mercantilistas que ven la oportunidad de

enriquecerse de los bienes culturales, en detrimento de su pre-

servación y general disfrute, eliminando su vocación educativa

y restringiéndolos a meros escenarios y artículos de lujo.

La discusión debe rebasar las cuestiones meramente ad-

ministrativas y buscar raíces más profundas. Una de ellas es

el proyecto de construcción de la nación a través de dife-

rentes estrategias, entre las que destaca la acción educativa.

El aprovechamiento del patrimonio cultural debe orientar-

se por un sentido social y debe integrarlo básico en la for-

mación de la conciencia colectiva, la cual demanda conocer

los elementos de identidad que constituyen nuestra nación

y nos colocan en igualdad de circunstancias ante el diálogo

global reconociendo y respetando la alteridad.

La investigación como medio de preservación

patrimoniaL

El INAH, como institución federal, se ha hecho cargo de

la conservación del patrimonio prehispánico, del virreinal,

decimonónico, industrial, etnográfico y antropológico, para

dar cuenta de nuestro lugar en el concierto de las naciones y

comprender los fenómenos que nos atañen como sociedad.

La integración de la investigación y la conservación, unida a

su difusión, pone en valor el patrimonio cultural y crea con-

ciencia ciudadana, otorgándonos valor como pueblo, confor-

mando una línea de continuidad entre el pasado el presente

y el futuro.En nombre del pacto federal debe custodiar las zonas

arqueológicas, los bienes virreinales que ahora disfrutamos y

las investigaciones e interpretaciones antropológicas e histó-

ricas de la realidad presente, indígena y mestiza.

Un camino de experiencia en La reLación con Los

poderes estataL y mUnicipaL

Desde la creación del Centro Regional del INAH en Puebla,

las relaciones con las autoridades del Gobierno del Estado

de Puebla y con los ayuntamientos, presentan un movimien-

to pendular que va del trabajo conjunto a los desencuentros

más ríspidos, incluyendo los desacuerdos de los trabajadores

académicos y técnicos con los funcionarios del INAH.

En el Estado de Puebla existe una Ley de Cultura, cuya

estructura y contenido son muy parcos y cuyo concepto de

cultura resulta pobre. Radicando más en el apoyo a la pro-

ducción y comercialización de los objetos artesanales, poco

dice sobre las obligaciones del gobierno del Estado para con

el patrimonio, ignora cualesquier estrategia sobre la conser-

vación y desconoce por completo el concepto de patrimo-

nio intangible. Esas graves ausencias en la ley, aprobada hace

dos sexenios, completan la interminable secuela de atenta-

dos contra el patrimonio cultural en la entidad. Sitios pa-

leontológicos, arqueológicos, centros históricos, inmuebles,

bibliotecas antiguas, archivos, costumbres de comunidades,

han sido dañados por las acciones y caprichos de los gobier-

nos estatal y municipal durante varias décadas en aras de

una pretendida modernidad, su comercialización, usufructo

turístico y uso político. También existen ejemplos de cola-

boración entre las autoridades estatales y el INAH como el

rescate del patrimonio en el caso de los inmuebles afectados

por el sismo de 1999, donde además se hizo patente la po-

sibilidad de concurrencia de la sociedad en general, de los

usufructuarios directos de los inmuebles, esto en el marco

de la ley vigente.

docUmentos históricos

En materia del patrimonio elaborado en soporte de papel,

la situación tiene matices y en algunos casos es grave. En

1987 el gobierno estatal junto con el Archivo General de la

Nación realizaron el programa “levantemos la historia del

suelo” para organizar los archivos de los 217 ayuntamientos;

como resultado se publicó un grueso volumen con los inven-

tarios de esa documentación. Después de 15 años, muchos

archivos se encuentran en una condición deplorable pese a

la existencia de un Sistema Estatal de Archivos. La irrup-

ción de la sociedad civil ha generado una justipreciación de

los archivos y tanto las comunidades como fundaciones de

la iniciativa privada se han dado a la tarea de rescatarlos.

Acervos como el Archivo del Registro Público de la Pro-

piedad y el Archivo General de Notarías, bajo administra-

ción directa del gobierno estatal, y con documentos que van

del siglo XVI al XX, adolecen de problemas de clasificación,

conservación y aún de las medidas elementales de seguridad.

En el Archivo del Ayuntamiento de Puebla, las autoridades

municipales han hecho esfuerzos por disgregarlo y colocarlo

en recintos vulnerables.

Acerca de los archivos eclesiásticos la situación no es

mejor. En ese caso ni siquiera lo establecido por el Código

de Derecho Canónico, que obliga a Obispos y Párrocos a

conservar los archivos, es cumplido. En los pueblos, el siste-

ma de cargos ha favorecido la celosa custodia de testimonios

muy antiguos pero siempre bajo riesgo e incertidumbre.

antropoLogía sociaL

La Etnología y la Antropología Social tiene una larga tra-

dición en México, desde los años 20’s, con la inspiración de

Franz Boas y el maestro Manuel Gamio se inició la fragua

para dar respuesta científica a las necesidades que planteaba

el desarrollo social. En 1939 nació el INAH, cuando el pre-

sidente Lázaro Cárdenas creó una instancia que reforzara la

educación y cumpliera con la investigación, la conservación

y la difusión de los bienes patrimoniales de la nación, espe-

cial cuidado se puso en atender a la población indígena, base

de la nacionalidad.

El desarrollo de la ciencia antropológica ha transitado

por diferentes paradigmas y ha renovado sus intereses, ha

estudiado múltiples fenómenos socioculturales y ha trata-

do de dar respuesta a problemáticas del desarrollo cultural.

Un avance indiscutible es considerar a la cultura como una

característica que permea toda sociedad y se manifiesta en

todos y cada uno de los actos, porque sin ella sería imposible

la continuidad de la especie en grupos específicos que desa-

rrollan características culturales particulares.

El INAH-Puebla, ha contribuido a la interpretación de

fenómenos culturales desarrollados en el ámbito de nuestra

geografía y desde 1972 ha contado con la sección de an-

tropología social y etnología, donde se estudian problemá-

ticas urbanas (distribución del agua en la ciudad de Puebla,

trasformación de tierras ejidales en terrenos industriales); ha

tratado de explicar la degradación de las fiestas tradiciona-

les con fines de comercialización, analiza formas de cura-

ción tradicional y averigua las festividades del área de los

volcanes. En los últimos años ha acudido al llamado de los ciuda-

danos para asesorar sus inquietudes con respecto de la de-

fensa de sus inmuebles históricos afectados por los proyectos

políticos de transformación urbana. Se acude a tribunales

para contribuir con los jueces en la conformación de senten-

cias. Se ha han defendido espacios sagrados de comunidades

indígenas en contra de intereses particulares. En todo ello se

ha participado, con limitaciones y a contracorriente, en oca-

siones, de las autoridades delegacionales y centrales. Nuestra

institución no ha se librado de procesos de descomposición

burocrática.El trabajo está enfocado a acrecentar la conciencia ciu-

dadana, porque hacer luz sobre los acontecimientos que ata-

ñen a la colectividad, contribuye a la claridad entre actores y

espectadores a la hora de negociar mejoras colectivas.

eL ser hUmano, patrimonio primordiaL

Se ha puesto énfasis en el patrimonio cultural en donde las

obras de carácter material e inmaterial que los pueblos del

mundo han construido en su devenir histórico son lo funda-

mental, sin deparar en el ser humano que es su hacedor; por

lo que se proponen otras vías para pensar el patrimonio cul-

tural. “Se trata de reivindicar a la humanidad pasada, presen-

te y futura (a la de otros tiempos), como uno de los legados

más preciados que jamás se ha forjado. Síntesis de un proce-

so aún no acabado y que se antoja infinito, desarrollado a lo

largo de millones de años…” (López Alonso, 2001).

México posee una enorme riqueza materializada tanto

en las poblaciones que habitaron como las que habitan dis-

tintas regiones geográficas del país. Desde la mirada de la

Antropología Física señalamos que el valor de las coleccio-

nes osteológicas en tanto portadoras de un valioso caudal de

información biocultural es trascendental, por el valor histó-

rico que revisten, constituyen bancos de información gené-

tica potenciales, en virtud de su contexto de hallazgo, pero

también se valoran por la afinidad de parentesco o ancestría

que los grupos humanos contemporáneos les reconocen a las

poblaciones antiguas.

En cuanto a las poblaciones contemporáneas debemos

considerar las circunstancias en las cuales los individuos vi-

ven su cotidianidad; en especial la niñez, que constituye un

amplio sector de la población mexicana, que a causa de la

instrumentación de las políticas de ajuste estructural im-

puestas al gobierno mexicano por los organismos financieros

internacionales y el nefasto manejo del dinero por banqueros

y especuladores nacionales y extranjeros, y las condiciones

económicas por las que atraviesa el país, padecen de manera

directa en su desarrollo, salud y bienestar.

Como hemos tratado de exponer, el patrimonio cultural

es amplio y variado, los procesos de comprensión y apropia-

ción del mismo son complejos, pero ellos deben pasar por la

democratización de los organismos gubernamentales encar-

gados de su cuidado. Es obligación del estado crear instan-

cias de diálogo permanente al interior de sus instituciones y

de éstas con la sociedad, en beneficio de los bienes naciona-

les de carácter cultural, soportes de la identidad colectiva y

garantes de mantener el tejido social.

* Profesores-investigadores del Centro INAH-Puebla.

Blanca Lara Tenorio, Celia Salazar Exaire, Zaid Lagunas Rodríguez, Bertha Ocaña del Río, Sergio

Suárez Cruz, Silvia Martínez Arreaga, Margarita Piña Loredo, María Eugenia Márquez Calderón,

Cecilia Vázquez Ahumada y Jesús Joel Peña Espinosa*

El desarrollo de las sociedades encuentra en la cultura la piedra angular sobre la cual planear, soñar y construir

sus proyectos; en la búsqueda de conservarla, ideó diferentes instrumentos para trasladarla de generación en

generación, desde los medios orales hasta las modernas tecnologías electrónicas.

Todo ello constituye el patrimonio cultural.

Desde el año de 1999, en México, se han levantado vo-ces pugnando por reformar el marco jurídico que pro-tege y administra el patrimonio cultural, en aras de

comercializarlo. La oposición de los trabajadores del INAH, INBA, IMCINE, Radio Educación, ha frenado parcialmente estas iniciativas.

Hay dos posiciones en todo este debate; por un lado, la que propone el usufructo colectivo del patrimonio cultural en la búsqueda de la conciencia ciudadana; y la que se alza alen-tada por intereses mercantilistas que ven la oportunidad de enriquecerse de los bienes culturales, en detrimento de su pre-servación y general disfrute, eliminando su vocación educativa y restringiéndolos a meros escenarios y artículos de lujo.

La discusión debe rebasar las cuestiones meramente ad-ministrativas y buscar raíces más profundas. Una de ellas es el proyecto de construcción de la nación a través de dife-rentes estrategias, entre las que destaca la acción educativa. El aprovechamiento del patrimonio cultural debe orientar-se por un sentido social y debe integrarlo básico en la for-mación de la conciencia colectiva, la cual demanda conocer los elementos de identidad que constituyen nuestra nación y nos colocan en igualdad de circunstancias ante el diálogo global reconociendo y respetando la alteridad.

La investigación como medio de preservación patrimoniaLEl INAH, como institución federal, se ha hecho cargo de la conservación del patrimonio prehispánico, del virreinal, decimonónico, industrial, etnográfico y antropológico, para dar cuenta de nuestro lugar en el concierto de las naciones y comprender los fenómenos que nos atañen como sociedad. La integración de la investigación y la conservación, unida a su difusión, pone en valor el patrimonio cultural y crea con-ciencia ciudadana, otorgándonos valor como pueblo, confor-mando una línea de continuidad entre el pasado, el presente y el futuro.

En nombre del pacto federal debe custodiar las zonas arqueológicas, los bienes virreinales que ahora disfrutamos y las investigaciones e interpretaciones antropológicas e histó-ricas de la realidad presente, indígena y mestiza.

Un camino de experiencia en La reLación con Los poderes estataL y mUnicipaLDesde la creación del Centro Regional del INAH en Puebla, las relaciones con las autoridades del gobierno del Estado de Puebla y con los ayuntamientos, presentan un movimien-to pendular que va del trabajo conjunto a los desencuentros más ríspidos, incluyendo los desacuerdos de los trabajadores académicos y técnicos con los funcionarios del INAH.

En el Estado de Puebla existe una Ley de Cultura, cuya estructura y contenido son muy parcos y cuyo concepto de cultura resulta pobre. Radicando más en el apoyo a la pro-ducción y comercialización de los objetos artesanales, poco dice sobre las obligaciones del gobierno del Estado para con el patrimonio, ignora cualesquier estrategia sobre la conser-vación y desconoce por completo el concepto de patrimo-nio intangible. Esas graves ausencias en la ley, aprobada hace dos sexenios, completan la interminable secuela de atenta-dos contra el patrimonio cultural en la entidad. Sitios pa-leontológicos, arqueológicos, centros históricos, inmuebles, bibliotecas antiguas, archivos, costumbres de comunidades, han sido dañados por las acciones y caprichos de los gobier-nos estatal y municipal durante varias décadas en aras de

una pretendida modernidad, su comercialización, usufructo turístico y uso político. También existen ejemplos de cola-boración entre las autoridades estatales y el INAH como el rescate del patrimonio en el caso de los inmuebles afectados por el sismo de 1999, donde además se hizo patente la po-sibilidad de concurrencia de la sociedad en general, de los usufructuarios directos de los inmuebles, esto en el marco de la ley vigente.

docUmentos históricosEn materia del patrimonio elaborado en soporte de papel, la situación tiene matices y en algunos casos es grave. En 1987 el gobierno estatal junto con el Archivo General de la Nación realizaron el programa “levantemos la historia del suelo” para organizar los archivos de los 217 ayuntamientos; como resultado se publicó un grueso volumen con los inven-tarios de esa documentación. Después de 15 años, muchos archivos se encuentran en una condición deplorable pese a la existencia de un Sistema Estatal de Archivos. La irrup-ción de la sociedad civil ha generado una justipreciación de los archivos y tanto las comunidades como fundaciones de la iniciativa privada se han dado a la tarea de rescatarlos. Acer-vos como el Archivo del Registro Público de la Propiedad y el Archivo General de Notarías, bajo administración directa del gobierno estatal, y con documentos que van del siglo xvi al xx, presentan problemas de clasificación, conservación y aún de las medidas elementales de seguridad. En el Archi-vo del Ayuntamiento de Puebla, las autoridades municipales han hecho esfuerzos por disgregarlo y colocarlo en recintos vulnerables.

Acerca de los archivos eclesiásticos la situación no es mejor. En ese caso ni siquiera lo establecido por el Código de Derecho Canónico, que obliga a Obispos y Párrocos a conservar los archivos, es cumplido. En los pueblos, el siste-ma de cargos ha favorecido la celosa custodia de testimonios muy antiguos pero siempre bajo riesgo e incertidumbre.

antropoLogía sociaLLa Etnología y la Antropología Social tienen una larga tra-dición en México, desde los años 20, con la inspiración de Franz Boas y el maestro Manuel Gamio se inició la fragua para dar respuesta científica a las necesidades que planteaba el desarrollo social. En 1939 nació el INAH, cuando el pre-sidente Lázaro Cárdenas creó una instancia que reforzara la educación y cumpliera con la investigación, la conservación y la difusión de los bienes patrimoniales de la nación, espe-cial cuidado se puso en atender a la población indígena, base de la nacionalidad.

El desarrollo de la ciencia antropológica ha transitado por diferentes paradigmas y ha renovado sus intereses, ha estudiado múltiples fenómenos socioculturales y ha trata-do de dar respuesta a problemáticas del desarrollo cultural. Un avance indiscutible es considerar a la cultura como una característica que permea toda sociedad y se manifiesta en todos y cada uno de los actos, porque sin ella sería imposible la continuidad de la especie en grupos específicos que desa-rrollan características culturales particulares.

El INAH-Puebla, ha contribuido a la interpretación de fenómenos culturales desarrollados en el ámbito de nuestra geografía y desde 1972 ha contado con la sección de an-tropología social y etnología, donde se estudian problemá-ticas urbanas (distribución del agua en la ciudad de Puebla, trasformación de tierras ejidales en terrenos industriales); ha

tratado de explicar la degradación de las fiestas tradiciona-les con fines de comercialización, analiza formas de cura-ción tradicional y averigua las festividades del área de los volcanes.

En los últimos años ha acudido al llamado de los ciuda-danos para asesorar sus inquietudes con respecto de la de-fensa de sus inmuebles históricos afectados por los proyectos políticos de transformación urbana. Se acude a tribunales para contribuir con los jueces en la conformación de senten-cias. Se han defendido espacios sagrados de comunidades indígenas en contra de intereses particulares. En todo ello se ha participado, con limitaciones y a contracorriente, en oca-siones, de las autoridades delegacionales y centrales. Nuestra institución no ha se librado de procesos de descomposición burocrática.

El trabajo está enfocado a acrecentar la conciencia ciu-dadana, porque hacer luz sobre los acontecimientos que ata-ñen a la colectividad, contribuye a la claridad entre actores y espectadores a la hora de negociar mejoras colectivas.

eL ser hUmano, patrimonio primordiaLSe ha puesto énfasis en el patrimonio cultural en donde las obras de carácter material e inmaterial que los pueblos del mundo han construido en su devenir histórico son lo funda-mental, sin deparar en el ser humano que es su hacedor; por lo que se proponen otras vías para pensar el patrimonio cul-tural. “Se trata de reivindicar a la humanidad pasada, presen-te y futura (a la de otros tiempos), como uno de los legados más preciados que jamás se ha forjado. Síntesis de un proce-so aún no acabado y que se antoja infinito, desarrollado a lo largo de millones de años…” (López Alonso, 2001).

México posee una enorme riqueza materializada tanto en las poblaciones que habitaron como las que habitan dis-tintas regiones geográficas del país. Desde la mirada de la Antropología Física señalamos que el valor de las coleccio-nes osteológicas en tanto portadoras de un valioso caudal de información biocultural es trascendental, por el valor histó-rico que revisten, constituyen bancos de información gené-tica potenciales, en virtud de su contexto de hallazgo, pero también se valoran por la afinidad de parentesco o ancestría que los grupos humanos contemporáneos les reconocen a las poblaciones antiguas.

En cuanto a las poblaciones contemporáneas debemos considerar las circunstancias en las cuales los individuos vi-ven su cotidianidad; en especial la niñez, que constituye un amplio sector de la población mexicana, que a causa de la instrumentación de las políticas de ajuste estructural im-puestas al gobierno mexicano por los organismos financieros internacionales y el nefasto manejo del dinero por banqueros y especuladores nacionales y extranjeros, y las condiciones económicas por las que atraviesa el país, padecen de manera directa en su desarrollo, salud y bienestar.

Como hemos tratado de exponer, el patrimonio cultural es amplio y variado, los procesos de comprensión y apropia-ción del mismo son complejos, pero ellos deben pasar por la democratización de los organismos gubernamentales encar-gados de su cuidado. Es obligación del estado crear instan-cias de diálogo permanente al interior de sus instituciones y de éstas con la sociedad, en beneficio de los bienes naciona-les de carácter cultural, soportes de la identidad colectiva y garantes de mantener el tejido social.

* Profesores-investigadores del Centro INAH-Puebla.

Blanca Lara Tenorio, Celia Salazar Exaire, Zaid Lagunas Rodríguez, Bertha Ocaña del Río, Sergio Suárez Cruz, Silvia Martínez Arreaga, Margarita Piña Loredo, María Eugenia Márquez Calderón,

Cecilia Vázquez Ahumada y Jesús Joel Peña Espinosa*

El desarrollo de las sociedades encuentra en la cultura la piedra angular sobre la cual planear, soñar y construir sus proyectos; en la búsqueda de conservarla, ideó diferentes instrumentos para trasladarla de generación en

generación, desde los medios orales hasta las modernas tecnologías electrónicas. Todo ello constituye el patrimonio cultural.

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La tergiversación deliberada de los hechos del pasado se hace con frecuencia en atención a las necesidades del presente. Tal y como lo pre-

senta George Orwell en su conocida obra 1984. Es el caso de la ficción que montaron Valentín Campa y sus compañeros de la dirección del desaparecido Partido Comunista Mexicano sobre su supuesta oposición al asesinato de León Trotsky ocurrido el 20 de agosto de 1940.

En sus Memorias, publicadas por primera vez en 1978, el viejo dirigente ferrocarrilero asegura que Her-nán Laborde, secretario general del PCM, y él fueron expulsados del Partido Comunista en marzo de 1940 por su oposición al asesinato de Trotsky. “Su elimina-ción –escribió— traería como consecuencia un gran daño para el Partido Comunista Mexicano y para el movimiento revolucionario en México, así como para el Partido Comunista Soviético, la Unión Soviética y el movimiento comunista internacional en su conjun-to… Expuesto este punto de vista, Laborde le expresó al delegado de la III Internacional nuestra decisión. Di-cho representante lo amenazó; le dijo que se atuviera a las consecuencias derivadas de su actitud puesto que la indisciplina a la III Internacional se pagaba muy caro.”

(Mi Testimonio. p. 161) Poco después, relata Campa también, a instancias de algunos enviados de la III In-ternacional arrancó “toda una actividad muy deshones-ta, basada en intrigas, particularmente contra Laborde y contra mí”, se formó una comisión depuradora, Labor-de y Campa fueron excluidos del Buró Político y, final-mente, expulsados.”Stalin estaba participando en todo el problema de la liquidación de Trotsky y en la utiliza-ción de la Internacional Comunista en contra nuestra por la actitud que asumíamos.”(p. 164).

Cuando aparecieron las Memorias de Campa, los comunistas e intelectuales mexicanos que giraban a su alrededor de inmediato retomaron y propalaron tales afirmaciones porque mostraban independencia de criterios, convicciones, rechazo a las imposiciones externas, antipatía hacia el stalinismo, etc. que ajusta-ban con el momento que vivía el Partido Comunista Mexicano que era el de su conversión en una fuerza legal, sin sujeción a ninguna potencia extranjera, ape-gada a la Constitución y partidaria del sistema demo-crático. Sin embargo, no hay nada que respalde la ver-sión de Campa y, por el contrario, hay evidencias que aumentan conforme pasa el tiempo y se conocen nue-vos datos de que no hubo tal oposición al asesinato de Trotsky, es más, de que ni siquiera consultaron a La-borde y a Campa.

En abril de 1994, vio la luz Operaciones Especiales (Plaza & Janes, Barcelona) que es la autobiografía del general NKVD-NKGB Pavel Sudoplatov. Obra ca-rente de cualquier contrición, arrepentimiento o rec-tificación, en la que el entonces subdirector del De-partamento de Extranjero del NKVD encargado de la eliminación de Trotsky relata pormenorizadamen-te el operativo que montaron a partir del momento en que personalmente Stalin dio la orden, en marzo

de 1939. Organizaron para tal efecto, tres equipos es-peciales independientes entre sí, y tomaron medidas de precaución tales que operaron incluso “con absolu-ta autonomía respecto de las rezidenturas locales del NKVD en Estado Unidos y México.”(p.108) Y, por supuesto, de la Internacional Comunista y del Partido Comunista Mexicano no hace ninguna referencia, ni siquiera indirecta, aunque de Siqueiros, sí.

Recientemente, los historiadores rusos Víctor y Lázar Jéifets publicaron Los Archivos Rusos Revelan Secretos: El movimiento de la izquierda latinoamerica-na a la luz de los documentos de la Internacional Comu-nista, que es una exhaustiva reseña de los archivos y documentos de la Internacional Comunista relaciona-dos con América Latina, actualmente depositados en el Archivo Estatal Ruso de Historia Político-Social. Ahí señalan: “En el archivo de la III Internacional no hay ningún documento que guarde relación con un acontecimiento tan importante en la historia del mo-vimiento de izquierda mexicano como fue el asesinato de Trotsky y la preparación del atentado…es de su-poner que no se encontraran allí materiales sobre ese tema, ya que el Partido Comunista Mundial no tuvo participación directa en los hechos y la dirección del PCM ni siquiera estaba al tanto de los preparativos del primer atentado.”(p. 53)

A Valentín Campa y a Hernán Laborde los ex-pulsaron del Partido Comunista de México porque el Comité Ejecutivo de la IC desconfiaba de ellos y consideró, en cambio, a Vicente Lombardo Toleda-no como la personalidad apropiada para llevar ade-lante la política de unidad nacional pregonada por el VII Congreso de la Internacional. Ello, sin embargo, no lucía en el currículum tanto como aparecer como “opositores” al asesinato de León Trotsky.

No es un concepto filosófico, no es una figura jurí-dica unívoca, es…. ¡La Autonomía Universitaria!

Lo que teóricamente es la figura protectora de la educación superior, la garantía indispensable para el ejercicio pleno de la universitas cogitatione; no se en-tiende de la misma manera en un continente azotado secularmente por dictaduras militares y corruptas cla-ses políticas como América Latina (por no mencionar los regímenes de África y los islámicos a la moda) que en la Europa multicultural y de contrastantes econo-mías, sociedades e historias.

El ideal de libertad académica es la piedra angu-lar de la educación superior. Sin embargo, el control del Estado ha invadido cada vez más la tradicional li-bertad de las universidades. Conrad Russell,1 singular-mente experimentado y conocedor, debate este cho-que entre la Universidad y el Estado. En su magistral análisis de los derechos y demandas de ambas partes, en momentos altamente conflictivas, el profesor Rus-sell redefine los poderes de cada una. ¿Tienen las uni-versidades el derecho de gobernar sus propios asuntos? ¿Cuáles son los deberes que tienen las universidades con el Estado? ¿Tienen las universidades derecho de acceder a fondos públicos? ¿Cuál es el límite del poder del Estado para controlar la libertad académica?

El libro La Libertad Académica encara estas y otras cuestiones en un relato filosófico e informado sobre su naturaleza. Lord Conrad Russell  (1937-2004) es-tudió en Eton y Merton, en Oxford. Fue profesor de historia de la Universidad de Yale y del King’s College de Londres hasta su retiro. Hijo del afamado filóso-

fo Bertrand Russell, heredó el título de quinto Conde Russell. Además de todos estos atributos curriculares, fue un comprometido partícipe de la política ingle-sa. Primero representó al Partido Laborista y luego al Partido Demócrata Liberal. Su máximo cargo fue nada menos que ser miembro electo de la Cámara de los Lores del Reino Unido.

El ideal y los límites de la libertad académica¿Bajo qué formas y significados nuevos se configura hoy, casi cien años después, la relación entre Universi-dad y Sociedad? A partir de un detallado análisis del caso mexicano, dos acreditadas académicas investigan esta problemática, sentando un precedente ineludible en un campo aún escasamente explorado en América Latina. Partiendo de la premisa de que la educación superior es un bien público y no una mera mercancía, Mariela Torres Pernalete y Miriam Trápaga Ortega2 insisten en la ineludible y muy necesaria obligación de pensar la educación superior desde la responsabilidad social universitaria. Bajo esta perspectiva muestran de qué manera se puede asumir sin traumatismos la dimensión ética del compromiso, no solo respecto de quienes le dan vida, sino también respecto de aquellos que de una u otra manera dependen o se encuentran orgánicamente relacionados con ella, en sus alrededo-res, precediendo este nivel educativo, etc. La Univer-sidad, actor clave en el tejido social, es de vital impor-tancia a la hora de pensar la sociedad que queremos y el desarrollo del potencial intelectual, técnico y cien-

tífico de los integrantes de nuestra sociedad. Por lo tanto, es necesario promover una integración plena, un diálogo más fluido y comprometido de todos sus sec-tores (docentes, no docentes, estudiantes, graduados, investigadores, directivos, funcionarios, empresarios con verdadera responsabilidad social y no sólo espíritu de lucro), que permita (como afirma Carlos Tünner-mann Bernheim en el prólogo) “configurar proyectos alternativos inspirados en la solidaridad y la inclusión de sectores marginados”. Miriam Trápaga Ortega es Licenciada en Psicología por la Universidad de La Habana, Cuba, y doctora en Ciencias Psicológicas por el Instituto de Psicología de la Academia de Ciencias de Rusia. Mariela Torres Pernalete es Antropóloga por la Universidad Central de Venezuela, y posee un magíster en Educación por la Universidad de Carabo-bo, Venezuela. Ambas son especialistas en Responsa-bilidad Social Universitaria, con una vasta experiencia en el tema, tanto en el ámbito de la docencia como en el de la investigación.

1 RUSELL, Conrad (1993). Academic freedom. Rutledge, Lon-don.

2 TORRES PERNALETE, Marelia, TRAPAGA ORTEGA, Miriam. RESPONSABILIDAD SOCIAL DE LA UNIVER-SIDAD: RETOS Y PERSPECTIVAS. Paidos, Buenos Aires.

* El autor es Doctor en Historia por la Universidad de París I, Pantheòn- Sorbonne; actualmente es in-vestigador del Programa de Estudios Universitarios Comparados de la BUAP.

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3

Gente mayor de edad baila danzón en cualquier espacio donde se instala la marimba. Fue una buena iniciativa convertir la calle 3 Orien-

te en peatonal, los días domingo posibilita que en esa explanada se realicen espectáculos, o al menos los pa-yasos hagan gala de sus chistes y niños y grandes se entretengan sin temor a ser arrollados por el paso de vehículos. Las estatuas humanas entretienen al públi-co también y todo este espacio, aunado al tianguis de Analco y de Los Sapos, seduce a propios y extraños.

Nuestra ciudad, nombrada Patrimonio Cultural de la Humanidad, es un orgullo. Es el más reciente título otorgado por el Comité del Patrimonio Mundial, que inscribió al Centro Histórico de Puebla en la lista del Patrimonio Mundial el 11 de diciembre de 1987.

Hoy sabemos con certeza que el Centro Histórico comprende 2 619 edificios, con una extensión territorial de 6.99 km2 que fue declarada zona de monumentos, en el mismo decreto de 1987. ¿Cuál es el significado que adquiere para los que vivimos en la ciudad? Qui-zá quienes están más concientizados sean los que habi-tan en el centro histórico, académicos, artistas, y quienes desde hace muchos años han defendido una y otra vez el centro de las amenazas “de la modernidad”. Asocia-ciones civiles que se han empeñado en impedir inter-venciones en edificios coloniales, personajes que se han convertido casi en leyendas por su mérito civil. Recor-demos la defensa que hicieron de la Casa del Dean, don Ramón Loreto, Fernando Ramírez Osorio, Efraín Cas-tro Morales; defendieron la casona de finales del siglo XVI y con su acción evitaron que fuera derruida en su totalidad, al menos una parte. Desde hace unos años los posgrados de Arquitectura en restauración han mostra-do formas de preservar bienes inmuebles cuya impor-tancia histórica los vuelve intocables.

Pero más allá de los decretos y declaraciones, de los títulos que la ciudad tiene, la zona monumental se ve cada vez más deteriorada, presenta una geriatrización que requiere atención. Ramón Sánchez Flores, quien fue cronista de la ciudad, comentó alguna vez que de-bería considerarse más allá de la zona monumental, pues todos los barrios antiguos habían quedado fuera de atención de las autoridades. Pero aún el centro his-tórico sigue presentando problemas con viejas casonas a punto de derrumbarse, pues los dueños de esas caso-nas las abandonaron ante la imposibilidad de inyectar

recursos. Ejemplo de ello es la 2 Norte entre 10 y 16 oriente y podríamos poner además varias calles donde las casones servirían muy bien como escenarios para películas de espantos.

Cierto también que no son escasos los edificios que por fortuna han sido adquiridos por bancos, res-taurantes, cafés; comercios en general y por la propia Benemérita Universidad Autónoma de Puebla. No obstante, a pesar de esas intervenciones otros muchos edificios no han sido remozados, ni siquiera apunta-lados. Después del temblor ocurrido el 15 de junio de junio de 1999 que fracturó algunas edificaciones, afectó torres, cúpulas de varias iglesias, dañó edificios públicos, como el edificio central de la BUAP, el Pa-lacio del Ayuntamiento, el gobierno municipal como el del Estado atendieron con recursos especiales a la zona dañada. Las fundaciones hicieron lo mismo in-yectando recursos para el remozamiento de la cate-dral, por ejemplo. Sostener el título de Patrimonio de la Humanidad es importante, tanto como habitar en una ciudad habitable.

En 1979 fue creado el Comité Mexicano del ICO-MOS, organismo consultivo del ICOMOS Interna-cional en lo que concierne al patrimonio de México. El ICOMOS está facultado para crear comisiones para el estudio del problema de conservación, promo-ver campañas de sensibilización que acrecienten el in-terés por la salvaguarda del patrimonio cultural, y en diferentes ocasiones ha emitido recomendaciones que deben tomarse en cuenta. Sin embargo, no parece que hagan caso a las recomendaciones, salvo la detención de los estacionamientos que hace unos años planteaba realizar la autoridad municipal. Una carta abierta del ICOMOS de 2002 muestra las observaciones que se tenían a este proyecto que iba a afectar monumentos históricos para favorecer el uso del automóvil.

A riesgo de ser reiterativa comento una preocupa-ción constante y creciente sobre el patrimonio histó-rico cultural de Puebla, sobre la zona monumental y sus áreas de protección que incluyen principalmente la traza del Centro Histórico, la zona de los fuertes de Loreto y Guadalupe y los distintos barrios de Analco, El Alto, Xanenetla, La Luz, Xonacatepec, Santiago, San Sebastián, San Miguel, Santa Ana y San Pablo de los Frailes. De acuerdo con el decreto expedido en 1977 por el presidente José López Portillo, que declara la Zona de Monumentos, dicha zona está conformada por 391 manzanas y 2 619 edificios construidos entre los siglos XVI al XIX.

Las intervenciones que ha tenido la zona de los fuertes de Loreto y Guadalupe le han robado áreas verdes; para quienes tuvimos la oportunidad de gozar de esa zona inmensamente arbolada donde las familias hacían un día de campo, se jugaba beisbol, se ponían columpios, tenemos presente esa otrora zona copio-samente arbolada. Los museos de la No Intervención y la museografía que se inauguró en 1962 fueron en su momento singular didáctica para chicos y grandes. Esta zona debe ser cuidada, más aún cuando estare-mos festejando el sesquicentenario en el 2012. La-mentablemente, cada vez han dedicado más espacios de esta área para estacionamientos y construyeron otro centro de convenciones, que se usó como recinto ferial.

Desde luego, una ciudad debe cambiar y moder-nizarse, pero es cierto también que si el criterio do-minante es que prevalezca el uso del automóvil, jamás van a alcanzar los espacios que existen. Deben abrirse ejes viales pero sin obstruir la zona monumental. Más aún, debe cerrarse el primer cuadro de la ciudad alre-dedor de la emblemática Plaza Mayor o de la Cons-titución, para que el paso de los vehículos no dañe ni

obstruya la zona, la que ahora todos los días se ve obs-truida por las manifestaciones que casi a diario llegan y se detienen frente al Palacio Municipal. La Plaza Mayor o el Zócalo son el espacio simbólico más im-portante para manifestarse, pero también son el espa-cio público de disfrute, de sentido de identidad de la misma ciudad, y ese hay que conservarlo. Hace falta educación de cuidado y limpieza por parte de la pobla-ción, que no siempre tira la basura en los recipientes instalados para ello.

Hace falta revisar el origen y destino del transporte público, del que pasa por el centro de la ciudad y que hace sumamente lento el tránsito. Toda esta proble-mática debe ser vista desde una perspectiva integral, ¿Qué queremos de la ciudad?, y desde luego para con-servar el título de Patrimonio de la Humanidad. Hace falta una revisión de los bienes inmuebles declarados “monumentos históricos” cuyos propietarios quedan obligados a conservarlos y en su caso a restaurarlos. Es necesario un plan de las autoridades para cuando haya que tomar decisiones, porque es cierto que hay varios edificios que están a punto de derrumbarse.

Tenemos el ejemplo del rescate que hizo el gobier-no municipal, en el 2010, de algunos parques y jardi-nes que estaban descuidados, como el de Luis Donaldo Colosio (7 Poniente y 5 Sur), el de Sor Juana Inés de la Cruz (4 Poniente y 5 Norte), el de Lombardo Toleda-no (5 Oriente y 4 Sur), en los que se aplicaron acciones para embellecerlos. En realidad, fueron 20 los que se rehabilitaron durante ese año: carecían de alumbrado, vigilancia, equipamiento en buen estado y, ambiental-mente hablando, se habían convertido en espacios sin una cubierta vegetal significativa, más aún el Parque de San Luis y el de Gutierre de Zetina (esquina 5 de mayo y 10 Poniente) que se había convertido en un muladar. Estas obras de embellecimiento y limpieza deben con-tinuarse, haciendo lo necesario para lograr una imagen permanentemente digna de la ciudad de Puebla.

Las preguntas son: ¿dónde quedaron los resulta-dos de los foros de consulta?, ¿cuáles son las decisiones que persisten al planear el futuro de una ciudad que ha venido creciendo desmesuradamente? O es que ¿pre-tendemos una ciudad donde el uso del automóvil y de los camiones prevalezca sobre el cuidado del centro histórico?

*La autora es Doctora en Historia por la UNAM y, actualmente, es investigadora del ICS y H de la BUAP.

RECLAMO a REINCIDENTE

Buen día.En su ejemplar No.16 de la Segunda Quincena de Junio del presente año, en la Seccion que Textual-mente dice “Hay pa’tochos Morochos”, en donde publican los centros de educacion superior públicos y privados; buenos, malos y regulares, omitieron men-cionar a un importante y buen organismo público decentralizado denominado Universidad Inter-cultural del Estado de Puebla la cual se ubica enclavada en la Sierra Norte de Puebla especifica-mente en el municipio de Huehuetla en una de sus comunidades conocida como Lipuntahuaca.

Es de relevante importancia mencionar que este es un nuevo modelo educativo en el cual se trata de involucrar a todos los sectores sociales principale-mente a los pueblos originarios e indígenas del Es-tado.

Atte. C.P. Efraín Tenorio RojasJefe del Dpto. de Contabilidad de la uiep.

Gloria A. Tirado Villegas*

En estos días de verano la llegada del turismo a la ciudad de Puebla se aprecia nutrida. El cuadro principal del centro luce espectacular, la fuente de San Miguel y las fuentes sobre la 3 Oriente como las de

Juan de Palafox son aprovechadas por algunos chicos para refrescarse y jugar.

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En este marco ubicamos y pretendemos discurrir sobre algunos rasgos representativos en la evolución de la industria cinematográfica de nuestro país, reconocida y valo-rada internacionalmente como la “época de oro del cine mexicano”.

La época de oro del cine mexicano tuvo importantes contribuciones a la industria ci-nematográfica, a la recreación y a la memoria colectiva, que en ocasiones tiende a olvidarse.

Balance general.El cine forma parte de una industria que ha evolucionado de manera extraordinaria y lo se-guirá haciendo como parte de lo que se ha dado en llamar ‘la industria del entretenimiento’; una de sus especiales cualidades es que ha venido guardando registro de acontecimientos reales o imaginados pero, de cualquier manera, queda como evidencias de formas de vida y testimonio de ambientes naturales y culturales de una época y de un lugar determinado. Nació como recurso técnico para captar, grabar y mostrar las imágenes de la realidad y de su movimiento.

El cine es quizás uno de los recursos técnicos y artísticos más completos que ha desa-rrollado el hombre, junto con otros más que tienen que ver con la ciencia y la tecnología aplicadas.

¿Qué representan el cine y la industria cinematográfica en la proyección de las cultu-ras?:• Elentretenimientoyladifusiónmasivademúltipleshistoriasyacontecimientos,realeso

ficticios, en sus diversas modalidades, así como la industria cinematográfica que lo pro-mueve, forma parte de la cultura colectiva local y universal, del ayer y del hoy;

• Elllevaralapantallagrandeochicahistoriasficticiasquehansidoescritascomocrea-ciones literarias o como novelas y han sido adaptadas para su filmación;

• Poderhacerllegaratodotipodepúblico,detodoslosestratosydemúltipleslatitudesy lenguas, las grandes producciones cinematográficas que tienen tras de sí todo un pro-ceso complejo de realización: historia o libreto, adaptación para ser mostrado en el cine (filmación), selección de escenarios reales o creados ex profeso, selección de artistas prin-cipales (protagonistas) y para el resto del reparto, selección de vestuarios y maquillajes, uso de técnicas cada vez más sutiles y especializadas para la creación de efectos especiales sonoros y visuales, selección de técnicos expertos en uso y manejo de cámaras, director general del proceso, filmación en vivo y edición de animaciones a través de dibujos en dos o en tres dimensiones, edición y producción final.

• Todoloanteriorestávinculadoconotroprocesoquetienequeverconlapublicidad,distribución y difusión, prácticamente para todo el mundo; es aquí donde se insertan las traducciones relacionadas con los subtítulos en otros idiomas, así como con el doblaje de voces en otras lenguas distintas a la versión original.Todos estos procesos, técnicos y creativos, ya integrados dan como resultado produccio-

nes que constituyen verdaderas obras de arte que recrean la cultura e impactan de manera extraordinaria en la cultura de masas y en su comportamiento.

Así nos encontramos con producciones que se desarrollan o sitúan en ambientes que trascienden el tiempo y el espacio, la realidad y la fantasía. Pueden ubicarse en cualquier momento del pasado, del presente y del futuro, o de todos combinados; sus escenarios pue-den mostrar la vida rural o campestre, la de los pequeños poblados y provincias y la urbana o citadina.

El impacto del cine en los individuos y en las pequeñas y grandes comunidades puede ser múltiple, previsible e imprevisible.

Todo este universo de creatividad y de recursos técnicos y económicos al servicio de la industria cinematográfica llega a ser muy representativo de la cultura de un país y de una época, con todas sus peculiaridades, debido a la convergencia de circunstancias y factores asociados con el tipo, el estilo y calidad de los filmes, entre los cuáles podemos mencionar: la historia, contenido o libreto, el director, el o los productores, los protagonistas principales y secundarios, etcétera.

El cine es una de las opciones que mejor graban, registran y, consecuentemente, difun-den la realidad natural y cultural, tangible e intangible.

Es así que nos encontramos con modalidades del cine, tales como: el comercial, el de arte, el experimental, el documental, los cortometrajes y largometrajes, de tal manera que el cine es casi una memoria viva de nuestra civilización, de nuestros modos de pensar, de actuar, de sentir, de crear, de vivir, de construir y hasta de destruir. Es también uno de los medios más sutiles y a la vez de mayor impacto o influencia en la cultura e ideologías y con-ducta del ser humano contemporáneo.

Es en este marco general donde ubicamos la producción cinematográfica del cine mexi-cano en la llamada época de oro. Esta época del cine mexicano abarcó entre 1935 y 1958, los años en los que la producción cinematográfica en el país era la más poderosa de los países de habla hispana1.

Se dice por otra parte que “Siendo puristas, los verdaderos años dorados corresponde-rían a los coincidentes con la Segunda Guerra Mundial (1939-1945)2”.

También se agrega que:En estos años, factores políticos influyeron enormemente en el desarrollo del cine

mexicano. Uno de ellos fue la postura del gobierno mexicano ante la guerra. En 1942, tras el hundimiento de barcos petroleros mexicanos por submarinos alemanes, el presidente Manuel Ávila Camacho declaró la guerra a las potencias del Eje, Alemania, Italia y Japón.

Esta postura oficial nos colocó en medio del conflicto, de parte de los Aliados.La decisión de alinearse con los Aliados trajo para México un estatus de nación favore-

cida. El cine mexicano nunca tuvo problemas para obtener el suministro básico de película virgen, dinero para la producción y refacciones necesarias para el equipo. España y Argenti-na nunca tuvieron un apoyo semejante por parte de Alemania o Italia, y el curso de la guerra marcó también el curso de las cinematografías de estos países.

En esos años, el cine mexicano abordó más temas y géneros que en ninguna otra época. Obras literarias, comedias rancheras, películas policíacas, comedias musicales y melodra-mas, formaron parte del inventario cinematográfico mexicano de aquellos años.3

Podemos destacar más aspectos como los siguientes:• Entre losactoresmásreconocidos,recordadosyadmiradosdelcinemexicanodeeste

período destaca, entre algunos más, la figura de Pedro Infante, de quién se escribe por ejemplo que:… Infante representó lo que todo mexicano debía ser: hijo respetuoso, amigo incondi-

cional, amante romántico, hombre de palabra. El concepto de “macho mexicano” alcanza en Infante una acepción difícil de comprender fuera de México. El “macho” de Pedro Infante no es un hombre violento, capaz de dañar a las mujeres. Por el contrario, es un pícaro simpático, inconstante, fiel a sus infidelidades, pero eso sí: con un gran corazón.

De la extensa galería de estrellas del cine mexicano, Pedro Infante es el único que ha podido unificar los sentimientos del público. Hombres, mujeres, adultos, niños, jóvenes y ancianos encontraron en él a alguien siempre cercano a sus vidas. Su popularidad ha segui-do creciendo conforme se agregan nuevas generaciones de mexicanos. A unos cuantos años de haber iniciado el nuevo siglo, la figura de Pedro Infante sigue siendo la más importante de nuestra cinematografía.4 • EncuantoadirectoressedaelcasocuriosodeLuísBuñuel,dequiénsedicelosiguiente:

De las 32 películas que integran la filmografía de Luis Buñuel como director, 21 fueron realizadas en México. Esta cifra contrasta con la postura asumida por algunos estudiosos de su obra que definen al director de Un perro andaluz (1928) como un cineasta español o francés. Buñuel se nacionalizó mexicano a los pocos años de haber llegado a nuestro país y se quedó a vivir para siempre entre nosotros. Varias de sus obras maestras son orgullosa-mente mexicanas y forman parte del legado cultural que México ha ofrecido a la cinema-tografía mundial.5

A continuación presentamos, a manera de muestra representativa, una lista de los filmes, temas, directores y actores protagónicos, de entre los que más impactaron en la conciencia y gusto popular y, de hecho, en todos los sectores del público mexicano, varios de los cuáles fue-ron reconocidos y premiados nacional e internacionalmente.

ConclusiónEn este trabajo se pretendió destacar algunos aspectos de los que más impactaron en la cultura nacional, más allá de juicios morales o de valor, así como en la opinión y reconoci-mientos fuera de nuestras fronteras, como algo genuinamente representativo de la cultura mexicana, en un sentido amplio, con indudables aportes de nuestro país en la esfera artística y en la arqueología de la industria cinematográfica, en el mundo de mediados del siglo XX.

1 http://es.wikipedia.org2 http: cinemexicano.mty.itesm.mx/dorados.html, Los años dorados de la Época de Oro.3 Ibíd.4 http://cinemexicano.mty.itesm.mx/front.html, Estrellas del cine mexicano, Pedro Infante5 Ibíd., Películas del cine mexicano, El cine mexicano de Luis Buñuel (1946-1964)

* Los autores cuentan con doctorado en Arquitectura y, actualmente, se desempeñan como profesores-investigadores del Área de Estudios del Patrimonio Cultural del Instituto de Ciencias Sociales y Humanidades de la BUAP.

4

La industria del cine, con sus recursos artísticos y técnicos, es un extraordinario medio de difusión y pre-servación de cultura, en un sentido amplio, tangible e intangible, de todos los tiempos y de todos los lugares. El cine es, tal vez, entre las artes visuales y representativas una de las más importantes, capaz de capturar el in-terés del espectador para mostrarle pasajes importantes de la historia y de la vida cotidiana y hacerlo vivir y

sentir múltiples escenarios, sentimientos y emociones, inducidas por sus creadores y productores.

Juan Francisco Salamanca Montes / Luz del Carmen Jimarez Caro*

• Entre los actores más reconocidos, recordados y admirados del cine mexicano de este período destaca, entre algunos más, la figura de Pedro Infante, de quién se escribe por ejemplo que:

… Infante representó lo que todo mexicano debía ser: hijo respetuoso, amigo incondicional, amante romántico, hombre de palabra. El concepto de "macho mexicano" alcanza en Infante una acepción difícil de comprender fuera de México. El "macho" de Pedro Infante no es un hombre violento, capaz de dañar a las mujeres. Por el contrario, es un pícaro simpático, inconstante, fiel a sus infidelidades, pero eso sí: con un gran corazón.

De la extensa galería de estrellas del cine mexicano, Pedro Infante es el único que ha podido unificar los sentimientos del público. Hombres, mujeres, adultos, niños, jóvenes y ancianos encontraron en él a alguien siempre cercano a sus vidas. Su popularidad ha seguido creciendo conforme se agregan nuevas generaciones de mexicanos. A unos cuantos años de haber iniciado el nuevo siglo, la figura de Pedro Infante sigue siendo la más importante de nuestra cinematografía.4

Títulos Director Protagonista

principal Coprotagonistas Tema y contexto

NO DESEARÁS LA MUJER DE TU HIJO

Ismael Rodríguez Pedro Infante Fernando Soler, Andrés Soler

Melodrama, ambiente campirano

UN RINCÓN CERCA DEL CIELO

Rogelio A. González Pedro Infante Marga López, Andrés Soler y Silvia Pinal

Drama, ambiente urbano

TIZOC Ismael Rodríguez Pedro Infante María Félix Drama, ambiente rural LAS ISLAS MARÍAS

Emilio “Indio” Fernández

Pedro Infante Rocío Sagaon Emilio Fernández

ESCUELA DE MÚSICA

Miguel Zacarías Pedro Infante Libertad Lamarque Comedia musical, ambiente urbano

NOSOTROS LOS POBRES

Ismael Rodríguez Pedro Infante Carmen Montejo, Katy Jurado y Blanca Estela Pavón

Comedia, ambiente urbano popular, Cd. de México

4 http://cinemexicano.mty.itesm.mx/front.html, Estrellas del cine mexicano, Pedro Infante

USTEDES LOS RICOS

Ismael Rodríguez Pedro Infante Nelly Montiel, Blanca E. Pavón

Comedia, ambiente urbano popular, Cd. de México

MACLOVIA Emilio “Indio” Fernández

María Félix Pedro Armendáriz Drama romántico, ambiente pueblerino

FLOR SILVESTRE Emilio “Indio” Fernández

Dolores del Río Pedro Armendáriz y Emilio Fernández

Drama, ambiente pueblerino

• Entre los actores más reconocidos, recordados y admirados del cine mexicano de este período destaca, entre algunos más, la figura de Pedro Infante, de quién se escribe por ejemplo que:

… Infante representó lo que todo mexicano debía ser: hijo respetuoso, amigo incondicional, amante romántico, hombre de palabra. El concepto de "macho mexicano" alcanza en Infante una acepción difícil de comprender fuera de México. El "macho" de Pedro Infante no es un hombre violento, capaz de dañar a las mujeres. Por el contrario, es un pícaro simpático, inconstante, fiel a sus infidelidades, pero eso sí: con un gran corazón.

De la extensa galería de estrellas del cine mexicano, Pedro Infante es el único que ha podido unificar los sentimientos del público. Hombres, mujeres, adultos, niños, jóvenes y ancianos encontraron en él a alguien siempre cercano a sus vidas. Su popularidad ha seguido creciendo conforme se agregan nuevas generaciones de mexicanos. A unos cuantos años de haber iniciado el nuevo siglo, la figura de Pedro Infante sigue siendo la más importante de nuestra cinematografía.4

Títulos Director Protagonista

principal Coprotagonistas Tema y contexto

NO DESEARÁS LA MUJER DE TU HIJO

Ismael Rodríguez Pedro Infante Fernando Soler, Andrés Soler

Melodrama, ambiente campirano

UN RINCÓN CERCA DEL CIELO

Rogelio A. González Pedro Infante Marga López, Andrés Soler y Silvia Pinal

Drama, ambiente urbano

TIZOC Ismael Rodríguez Pedro Infante María Félix Drama, ambiente rural LAS ISLAS MARÍAS

Emilio “Indio” Fernández

Pedro Infante Rocío Sagaon Emilio Fernández

ESCUELA DE MÚSICA

Miguel Zacarías Pedro Infante Libertad Lamarque Comedia musical, ambiente urbano

NOSOTROS LOS POBRES

Ismael Rodríguez Pedro Infante Carmen Montejo, Katy Jurado y Blanca Estela Pavón

Comedia, ambiente urbano popular, Cd. de México

4 http://cinemexicano.mty.itesm.mx/front.html, Estrellas del cine mexicano, Pedro Infante

USTEDES LOS RICOS

Ismael Rodríguez Pedro Infante Nelly Montiel, Blanca E. Pavón

Comedia, ambiente urbano popular, Cd. de México

MACLOVIA Emilio “Indio” Fernández

María Félix Pedro Armendáriz Drama romántico, ambiente pueblerino

FLOR SILVESTRE Emilio “Indio” Fernández

Dolores del Río Pedro Armendáriz y Emilio Fernández

Drama, ambiente pueblerino

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ESCRÍBENOS •Paracualquieraclaración •Paraalgúncomentario •Parahaceralgunacontribución •Paraexternarunacrítica •Paraprotestarporalgo •Paraalgunamentada(peroleve) •Paradiscutirelfuturodelahumanidad •Paradudas(quenoseanexistenciales) •Parapreguntas(nocapciosas)

Astucia.- Habilidad que los diccionarios no lo-gran aún definir con claridad. A veces la elo-gian y en otras la deturpan.

Dada la dificultad para definir ese vocablo con claridad, la mayoría de los diccionarios, co-menzando por el de la Real Academia Es-pañola, prefiere –como se dice popularmen-te— “sacarle la vuelta”, definiéndolo como : 1.- Cualidad de astuto. 2. f. ardid o artificio.

Ese tipo de “maniobras verbales” condu-cen a verdaderos absurdos, como si se dijese al intentar definir “valentía”: calidad de valiente. Sin embargo, en honor a la verdad, es muy di-fícil definir claramente qué es la astucia, dado que este vocablo tiene distintas connotacio-nes de tipo moral.

Montaigne es, tal vez, quien mejor ha re-suelto el problema al escribir : “La astucia no es una calidad muy buena ni muy mala : se halla entre el vicio y la virtud, y no hay ocasión en que no pueda y acaso no deba su-plirse por la prudencia(…) La astucia es la ocasión próxima de la bribonería; de una u otra es fácil deslizarse; distingue a una de la otra la mentira que, agregada a la astucia, es bribonería(…) Con los hombres que por as-tucia hablan poco y oyen mucho, hablad me-nos que ellos; y si habláis mucho, decid poco” (Ensayos)

Godible.- (Del lat. gaudium, gozo, alegría.) adj. Alegre, placentero (a).

No poca gente confunde este vocablo con el término “jodible” (esto es, susceptible de joder). Por ejemplo, el celebérrimo perio-dista e historiador Armando Fuentes Agui-rre (“Catón”) narró una anécdota muy sabro-sa protagonizada por el ex Presidente Mi-guel Alemán Valdés y don Artemio del Valle Arizpe. Ambos se encontraron en el recinto de la Academia Mexicana de la Lengua, en la ocasión en que el primero fue admitido en la misma. Al finalizar el evento, Alemán se dirigió a don Artemio para felicitarlo por su libro acerca de la “Güera” Rodríguez, empe-ro le comentó que le parecía lamentable que hubiese escrito que se trataba de una dama

muy “jodible”. A lo cual don Artemio re-plicó: --No señor presidente, yo no escribí eso….Lo que dije es que la “Güera” era una dama muy “godible”, esto es, una dama muy graciosa, encantadora.

Por lo visto las letras “g” y “j” son el “coco” de algunos presidentes de la República. Lo mismo le pasó a Vicente Fox Quesada con la “g” de Jorge Luis Borges.

Jodido.-Vocablo que casi todos los diccionarios definen mal, por lo menos en el sentido que se interpreta en México. Así, por ejemplo, el Larousse, 2007, lo define como: 1.- Que está desmoralizado o cansado. 2.-Que es di-fícil o complicado. 3.- Que es desagradable o fastidioso de hacer. 4.- Que está roto o es-tropeado.

Aunque “jodido” comprende algunas de dichas acepciones, ninguna de ellas da en el clavo, tal vez porque encierra (reitero, en México) algo más que miseria o postración física, económica o social: es un vocablo que se acerca más a la pobreza moral o anímica. Vgr. “el país está jodido”, “el sistema está jo-dido”, etc.

Con el perdón del filósofo don Perogru-llo, podríamos afirmar que cuando algo está jodido es que está realmente jodido (sinóni-mos : madreado, aplastado, postrado, etc.).

Parecer.- Manifestación que anuncia el ser de una persona o cosa pero que a veces lo oculta o lo deforma.

“Debiera ser lo que parece el hombre, y cuando no, no aparentarlo”, exclama uno de los personajes de Shakespeare.

En Los Siete contra Tebas, drama de Esquilo, el héroe Anfiarao exclama: “Deseo no parecer justo sino serlo(…) Cosechando de un profundo surco con su mente(…)Des-de el cual sus nobles pensamientos dan fruto”.

Algo parecido dice uno de los personajes de Shakespeare: “La reina no sólo debe pa-recer virtuosa…sino serlo”.

*El autor es investigador del Programa de Estu-dios Universitarios Comparados de la BUAP.

HORIZONTALES

1. Organización de las Naciones Unidad para la Educación, la Ciencia y la Cultura.

5. Cultura prehispánica que se desarrolló por la costa del Golfo de México, destacaron por sus monumentales cabezas de piedra.

10. Ente.12. Amarre, ate (inv.),13. Símbolo del astato.15. Ciudad de la República

Mexicana considerada por la UNESCO patrimonio de la humanidad.

18. Nota musical (inv.).19. Política económica decretada

por Lenin.21. Centro arqueológico en Oaxa-

ca.22. Símbolos del julio y lantano.23. Enarbolen la bandera.25. Una canción de Juan Gabriel.26. Raspar una superficie dura con

un instrumento cortante.27. Condimento que suele colo-

carse sobre la mesa.29. Lo contrario al bien.30. Del verbo echar.31. Efectuó una alianza.33. Todavía.34. Animal cuadrúpedo.36. (Mosé Ibn), polígrafo judeoes-

pañol (1060-1135), autor de El libro del collar.

38. Carraspeo.41. Una marca de computadoras.43. Símbolos del xenón y amperio.44. Mamífero carnicero de los cá-

nidos, de cabeza ancha.46. Pato, ánsar.47. Prefijo privativo.48. Conjunto de costumbres, co-

nocimientos y grados de desa-rrollo artístico, científico, etc., en una época o grupo social.

50. Río de Rusia.51. Hermana religiosa, monja.52. (Papa), ex dictador de Haití.54. ( José Clemente), muralista

mexicano, sus obras son parte del patrimonio nacional, so-bresalen las del Hospicio Ca-bañas.

55. Pirámide situada en Papantla Veracruz.

VERTICALES

1. Musa de la astronomía.2. Existe.3. Hijo de Noé (Biblia).4. Confederación Regional

Obrera Mexicana (sigla).6. Recorría con la vista lo escrito.7. (Farrow), actriz protagonista

en El bebé de Rosemary.8. Pronombre personal.9. (Siqueiros), muralista mexica-

no, destacan sus murales en el Museo Nacional de Antropo-logía.

11. Desafío.14. Piel del rostro humano.16. Río de Europa.17. Abreviatura de litro y símbolo

del lantano.18. Cerveza ligera inglesa.20. Sacará del agua peces.22. Estado de la república que ha

realizado a la cultura mexicana diversas aportaciones cultura-les, entre ellas el mariachi.

24. Lengua indígena, legado de los aztecas.

26. Raza, linaje.28. Dícese del hilo poco

torcido.29. Gran extensión de agua salada.32. Ciudad en donde se encuentra

la Plaza de las Tres Culturas.35. De Arabia.37. Forma japonesa del budismo.38. Calabaza cortada por la mitad.39. Salida de un astro.40. Símbolos del estroncio y ura-

nio.42. (Umberto), escritor italiano,

autor de El nombre de la rosa.44. Símbolo del cristianismo

(inv.).45. Me consumí con el fuego.48. Patada violenta que dan las

bestias.49. Instrumento de labranza (inv.).51. Voz usada para detener a las

caballerías.53. Símbolos del carbono e hidró-

geno.

Nuestro correo electrónico es:[email protected]

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6

AntecedentesLa Ex-Hacienda de San Antonio Chautla, forma parte del patrimonio del Instituto para la Asistencia Pública del Estado de Puebla, ésta se localiza sobre la carretera federal México-Puebla a 4 Kilómetros de la Ciudad de San Martín Texmelucan, Puebla. La hacienda era parte del Marquesado de Selva Nevada el cual fue concedido por el Rey Carlos III el 17 de noviembre de 1777 al Señor Manuel Rodríguez de Pinillos y López Montero, primer Marqués de Selva Nevada.

Durante el siglo XVIII la hacienda era una sola propiedad de gran extensión, abarcando pueblos y ranchos de los estados de Puebla y Tlaxcala, Años más tarde pasa a manos de la Marquesa Soledad Gutiérrez de Rivero Martínez y Pinillos quien, en su segundo matrimonio, se une al Inglés don Tomás Gillow. Al fallecer la marquesa, don Tomás contrae nupcias con la hija y heredera de su difunta esposa, la Srita. María J. Zavalza y Gutiérrez. De ésta unión nace Don Eulo-gio Gregorio Gillow y Zavalza, a quien años más tar-de se le nombrará Monseñor, y quien sería llamado al servicio de la corte pontificia con carácter de camarero secreto supernumerario de su Santidad Pío IX.

Historia e inicios de la HaciendaDon Tomás poseedor de la Hacienda convertía a ésta en una de las de mayor esplendor de su época, al pro-ducirse maíz, trigo y el mejor pulque de la región, los pueblos de Tepatlaxco, San Rafael, San Lucas y San Matías Tlalancaleca, fueron pueblos muy beneficiados por la Hacienda de Chautla, ya que el señor Gillow, aparte de proporcionarles trabajo en su hacienda, les proporcionó medios para que trabajaran por su cuen-ta, logrando muchos de ellos independizarse y hacerse pequeños propietarios.

Al morir don Tomás, la Hacienda pasó a manos de su hijo Monseñor Eulogio Gregorio Gillow, la cual tuvo su época de mayor apogeo en el último cuarto del siglo XIX. Eulogio Gillow era un sacerdote de ascen-dencia inglesa que en 1877, cuando hereda la hacien-da, ya se perfilaba como el prelado más prominente de la Iglesia católica mexicana de la época.

La labor introducida en Chautla por Monseñor no fue puramente material, pues en el orden intelectual y moral realizó notables reformas y adelantos. En la parte material y a fin de simplificar los trabajos del campo y con objeto de introducir economías, divi-dió la finca en 5 demarcaciones, como de media legua cada una, constituyéndose cuatro ranchos denomina-dos: Atoyac, Nacatepec, Bella Vista y Atotonilco, ranchos con caserío y oficinas propias, ligados por teléfono al casco central que era Chautla, 5ª demarcación1, con la cual se logró la unidad de mando y la perfecta marcha del conjunto. Este sistema de comunicación telefónica fue el primero en el estado de Puebla, cuando se in-trodujo el invento en la República. Monseñor Gillow trabajó arduamente, fomentó además mejoras en la comunicación ferroviaria, siendo a través de la Com-pañía Constructora de Ferrocarriles en México que construyó a kilómetro y medio del Caserío de Chaut-la una bonita estación de bandera y un ramal hasta la huerta de la finca, con la idea de extender más la dis-tribución y venta del trigo, maíz, del plantío de árboles frutales, los cuales eran de magnífica calidad, así como de comercializar cada vez más el pulque, además in-trodujo la energía eléctrica, llegando a tener hasta 4 plantas eléctricas.

También estableció la escuela agrícola, en 1898, construyéndole adjunto, un Castillo de tipo Inglés, jun-to a los lagos, para que sirviera como casa para el ma-gisterio y estuviese muy cerca de la escuela agrícola. Se construyó el castillo sobre un islote de la laguna, estaba provisto de un puente levadizo para comuni-carse con los terrenos adyacentes y la propia hacienda.

El entusiasmo de Monseñor Gillow lo llevó siem-pre a buscar las mejores producciones en el maíz, trigo, cebada y diversos cereales, variedad de frutales, varie-dad de chiles y el prestigioso agave pulquero. Después de varios años de perseverancia en el cultivo del ma-guey en terreno bien abonado, llegaron a producir en la venta de pulque de quinientos a seiscientos pesos se-manarios. Los hacendados de toda esta región hicie-ron grandes fortunas con el procesamiento de la bebida prehispánica, ya que sus negocios incluyeron el cultivo y explotación del maguey, además de la distribución y su expendio en la ciudad de México. Estos empresarios agroindustriales hallaron en el ferrocarril la posibilidad de lograr una mayor rentabilidad con la explotación del maguey y optaron por el cuasi monocultivo del maguey pulquero, transformando así el paisaje de esa región del altiplano mexicano. Durante la etapa de la Revolución (1910), la hacienda entra en decadencia. Así fue como el 29 de Agosto de 1914 el territorio de la hacienda de San Antonio Chautla es expropiado y se procede a la repartición de 6,000 hectáreas: la hacienda, el castillo y la capilla son desvalijadas. En 1922, el Presidente Ál-varo Obregón le devuelve solo 150 Has. a Monseñor Gillow quien vende parte de la propiedad, quedándose únicamente con 60 hectáreas. El 15 de Julio de 1922 en Putla, Oaxaca muere Monseñor Gillow a los 82 años dejando como heredero a su sobrino señor Ignacio Ka-suski. Él vende la hacienda a la Secretaría de la Defensa Nacional quien la utiliza como sede del 8° regimiento de caballería de 1945 a 1956 cuando es adquirida por la familia Merino Fernández quienes construyen la fuen-te de las tres Teresas y la cocina de Talavera poblana en el caserío principal de la hacienda. En 1968 la hacienda es comprada por don Luis Ocejo Mirón, quien la mantie-ne como casa de descanso. El 3 de Octubre de 1984 es adquirida por el Instituto para la Asistencia Pública del Estado de Puebla a quien pertenece en la actualidad.

Durante el verano del 2000, el grupo AMATZ-CALLI inició obras de rescate y restauración de los lagos de la Ex Hacienda de Chautla con el fin de es-tablecer un nuevo espacio para la práctica de la pesca Deportiva y el entretenimiento familiar: En la actuali-dad los dos lagos son constantemente alimentados por 17 manantiales que nacen en las mismas instalaciones y hasta el presente, este espacio que en otras épocas fuera una productiva hacienda hoy sirve como lugar de recreación, esparcimiento y atractivo turístico, na-tural y arquitectónico que data del siglo XVIII. Vale la pena visitar este hermoso lugar, muy cerca de la ca-pital del estado poblano y conocer el Museo-Castillo que recrea en sus espacios algunos de los pasajes de la antigua hacienda.

1 Santa Cruz, José Pbro. Reminiscencias del Ilmo. y Rmo. Sr. Dr. D. Eulogio Gillow y Zabalza. Arzobispo de Ante-quera, Oaxaca. Los Ángeles California. E.U. Escuela Li-tográfica Salesiana, Puebla. 1921. p.167.

* La autora es Doctora en Arquitectura; actualmente es profesora-investigadora en el Área de Estudios del Patrimonio Cultural del ICSyH de la BUAP.

Luz del Carmen Jimarez Caro*

Esta frase encierra el contenido del actual gobierno mu-nicipal en una visión de corto plazo pues su límite es el año 2014. La frase, desde luego, nos incluye a todos los que ha-bitamos en esta angelical y heroica ciudad, que pretendemos construir una ciudad con mejores condiciones de calidad de vida del país.

En el Plan Municipal de Desarrollo 2011-2014, el eje nú-mero 1 se titula Desarrollo Urbano Metropolitano Susten-table, se dice que basados en las demandas de la población y luego en las estrategias, se delineó “Ampliar y mejorar la in-fraestructura vial y espacio público del municipio de Puebla a través de proyectos, estudios, programas y ejecución de obra pública” (pp. 54-55). En las líneas de acción se propone rea-lizar un programa de movilidad urbana (acción bastante ade-cuada), obras de mejoramiento en cruceros y bueno, en éste ámbito, las acciones específicas comprenden la construcción de puentes peatonales (p. 55).

En el diagnóstico se analizan los problemas de la ciudad y las tendencias mundiales y de ello se desprende que las ciu-dades con mejores condiciones de vida son aquellas que han desarrollado un sistema de movilidad realmente sustentable, cuyo sustento se basa en un sistema de transporte público efi-ciente, además de opciones individuales de movilidad en bici-cleta, patineta, motocicleta y a pie, en fin…, se supone que La Ciudad que queremos…, seguiría por ese camino.

Por lo anterior, a muchos habitantes de Puebla nos extra-ña que ya se esté construyendo un puente vehicular, viaducto elevado o “segundo piso”, en pleno centro de la ciudad. Dicha acción va en contra de lo expresado en el Plan Municipal de Desarrollo 2011-2014 y, por supuesto, en el camino opuesto a lo que significa construir una ciudad sustentable. Por eso, no es la ciudad que queremos.

La ciudad actual está caracterizada por un modelo que tiene como objeto utilitario al automóvil, el aumento de las distancias. Por esa causa, se detona un crecimiento horizonta-lidad en las ciudades que “justifica” el uso individual del trans-porte privado. Las grandes ciudades mexicanas como México, Monterrey, Guadalajara y Toluca, han realizado intervencio-nes en el tejido urbano para resolver los problemas de cir-culación vehicular; con ese fin se han ampliado las secciones de sus calles sacrificando las áreas verdes y arboladas de los camellones y reduciendo los anchos de las banquetas; las so-luciones urbanas contemporáneas más socorridas han sido obras civiles en los nodos, calificados como conflictivos, cons-truyendo puentes, subterráneos o “segundo piso” que resuel-ven el congestionamiento en el crucero pero trasladan el pro-blema a otras partes de las vialidades que se cruzan, es decir, un problema que se concentraba en un solo nodo, con la in-tervención (supuesta solución), se multiplica por tantas aristas como tenga el nodo, por ejemplo, si son dos las vialidades que conforman el nodo, son cuatro las aristas, consecuente, cuatro pequeños nuevos problemas que se presentan sobre las mis-mas vialidades que se pretendía agilizar. Los puentes no son estéticos, menos lo son los segundos pisos que, además, vista y vivida la experiencia de los puentes y segundos pisos de la Ciudad de México, se convierten en tugurios malolientes, si-tios para el comercio ambulante y lugares aptos para refugiar a delincuentes.

Este modelo es moderno porque comenzó en éste país junto con la modernidad mundial (1929), pero incrementa el parque vehicular individual día a día y también las emisiones de gases a tal grado que las grandes ciudades han impulsado planes de contingencia que obligan a la verificación de los au-tos y al descanso del uso del automóvil un día a la semana; no obstante, eso no ha sido suficiente, los IMECA se rebasan. Si bien el límite son 100 IMECA (No obstante, desde el IME-CA 51 ya ocasiona molestias, por consiguiente, una ciudad habitable debiera estar siempre por debajo de los 50).

Hoy, las ciudades sustentables se cimentan en el diseño de la Agenda 21, las guías de “buenos ejemplos” o de “buenas prácticas” están a la orden del día, pero vale la pena mencio-nar que la estrategia consiste en relocalizar las potencialidades energéticas, limitar los desplazamientos pendulares entre el hábitat, el trabajo, disminuyendo el transporte de bienes en favor de la economía de proximidad y las diversiones. La mo-vilidad material, en efecto, tiene un pesado costo energético, uno en términos de emisiones de co2; otro en los problemas de congestionamientos, de la contaminación local, del estrés, de la atomización en los espacios del trayecto, y a una escala superior, fugas de empleos.

La solución de los problemas requiere de un conocimiento que valore las experiencias del modelo de ciudad para el auto-móvil (la ciudad del pasado que no queremos) y de una amplia capacidad de diseño urbano para diseñar la ciudad sustentable (la ciudad que queremos).

* El autor es Doctor en Arquitectura; actualmente es investi-gador del ICS y H de la BUAP.

Carlos Montero Pantoja *

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Aparece cada quince díasDirector y editor: Enrique Condés Lara

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soLUción aLreincigrama de este número

soLUción aLreincigrama de este número

Como ya endenantes lo he dicho, los viernes en la tarde, nos juntábamos en “la corti-na” (un comercio cerrado) o en la zotea del

edificio (75 departamentos) para hacer las “cope-rachas” de rigor para el reventón, y olvidarse de la oficina burocrática, de los padres incróspidos, de maestros tradicionalistas, de sacerdotes dogmáticos.

Ese día, varios componentes de la flota de los cocodrilos platicábamos que nos estábamos transfor-mando de rebeldes sin causa (con, desde mi punto de vista) en una banda de jipíes, (jóvenes contes-tatarios). Estábamos dejando atrás, el alcohol (no muy atrás), las navajas italianas y las cadenas en las peleas callejeras; los copetes, los pantalones de mez-clilla de tubito, etc., pero nunca el rocanrol, y ahora presumíamos del material nuevo que portábamos. El Beybis se pavoneaba diciendo que la que traía era muy potente por ser una roja de Panamá que al fu-marla Ray Charles se quedó ciego; el Estopa habla-ba que la que portaba era mejor, unas colas de borrego bajadas de la meritita sierra de Guerrero que hacían bailar a los cojos; el Ruso mencionaba que la suya, de Sinaloa, no tenía madre porque hacía que le crecie-ran la barbas al Che Guevara; y el Dado, por su par-te, aseguraba que la achicalada que consiguió había dejado sordo a Beethoven. Otros mencionaban que la suya era la que fumaba el General, no cualquier soldado raso, etc.

Posteriormente, ante esta miscelánea de deli-cias, la conversación ya dentro de los humos de forjados y olorosos cigarrillos versaba (palabra do-minguera) sobre el porqué de nuestra inclinación a este cambio de preferencias de estupidizantes (de alcohol a yerba).

Yo (como siempre), les hacía una alucinada di-sertación (me estoy volviendo muy prosódico). Co-mentaba que no es fácil la primera vez (iniciación), principalmente porque se requiere romper con el cúmulo de valores de la generación de sargentos (los padres) que se nos impone desde la educación infantil (en casa, escuela, Iglesia, sociedad). Se nos dice (programa) que marihuana es malo, es peca-do o es delito. Sin embargo, cuando nos permiti-mos ser libres (let is be, peace and love) siguiendo la transformación de las escuelas filosóficas de la juventud, cambiado de existencialistas a rebeldes sin causa y de ahí a mugrosos hippies mariguanos, hasta llegar al ser yipies; buscando nuestra propia

ruta de la vida, siguiendo enseñanzas de Bertrand Russell, Marlon Bando, James Dean, Beatles, Ro-lling Stone, Pink Floy, Doors etc. hasta llegar al ser yipies, (jóvenes contestatarios) y por tener también influencia de los radicales de izquierda como Eldridge Cleaver, Malcom X, Che Guevara, etc., nos habíamos dado cuenta que no era cierto que el mariguano es aquel que anda buscado pelea y acuchillando a todo el que se encuentre en la ca-lles; al contrario, la yerba es un inhibidor, relajante, medicina pues.

Sin embargo, una vez cuando estaba echando una surrealista alocución, fui violentamente saca-do de onda por el Honguito Acedo quien dirigién-dose a la banda dijo: “el pinche fras ya esta de nuevo fantaseando; lo que intenta es justificar sus vicios”, y siguió: “Recuerden lo que es ponerse hasta el gorro. La primera vez para mi fue una experien-cia agradable (risible) como la de todos ustedes; al darse las tres la mayoría de las personas expe-rimentamos un estado de relajamiento y algunos sentidos se agudizan, las bromas de los compin-ches pachecos empiezan con decirte que tienes un gorro en la cabeza (te pusiste hasta el gorro) y en un gran coro de risas te piden que muevas la cabeza hacia un lado y hacia el otro, y verdadera-mente la sensación es que tienes un gorro pesado que te hace inclinar la cabeza hacia los lados; otra experiencia chingona es oír la música de tu gusto que te eleva, refinar (comer o beber un vino dulce, Sangre de Cristo) es de lo más agradable, y hacer el amor es subliminarse.” Por eso somos pachecos, insistió el Honguito.

Posteriormente —prosiguió su tremendo cho-ro—, las visitas a Huautla (silocibina), a Real del Camino (mezcalina), Puerto escondido (LCD), Avándaro (rock y yerba buena), aunado a la re-beldía (puras medallas de oro) de los 60 y 70, etc., terminaron por graduarnos como chamanes (locos para los hombres X) a la banda de la cortina.

Ante esos argumentos, en ese momento todos nos quedamos viajando, tratando de recordar lo agradable de nuestra primera vez, moviendo la ca-beza (otra vez) hacia uno y otro lado, cagados de risa.

* El autor es Doctor en Sociología Jurídica por la BUAP y cuatachín.

• Hayenlaactualidad911sitiosconsideradosPatrimoniodela Humanidad por la UNESCO.

• Deloscuales124seencuentranenAméricaLatina.• Deloscuales31seencuentranenterritoriomexicano.• EnPuebla:elcentrohistóricoytresdelos14monasterios

(un solo registro en UNESCO) que fueron construidos en las faldas del Popocatépetl durante el siglo XVI, por francis-canos, agustinos y dominicos, y que se encuentran en Cal-pan, Tochimilco y Huejotzingo.

• PresupuestoasignadoalgastoculturalenMéxicopara2011:14 mil 170 millones para que se gaste también en la conser-vación del patrimonio cultural.

• En10años lacifrasehamásquetriplicadoalpasarde4mil 182 millones de pesos en 2000 a 14 mil 170 millones de pesos en el 2011. En términos reales, lo anterior significó un crecimiento promedio anual del presupuesto cultural de 5.6%. Tan sólo el crecimiento real de 2007 a 2011 ha sido de 8.9% anual.

• Tres dependencias concentran el 77.3% del presupuesto:Conaculta, INAH e INBA.

• Conaculta,cabezadesector,eslainstituciónquemáshain-crementado su participación en el presupuesto cultural al pasar del 26% en el año 2000 al 38.3% en el 2011.

• Participacióndelosprogramassustantivosdelpresupuestototal: 1.4% (léase: Programa de Apoyo a la Infraestructura Cultural de los Estados, el Programa de apoyo a las Cultu-ras Municipales y Comunitarias y el Programa de apoyo a Comunidades para Restauración de Monumentos y Bienes Artísticos de la Propiedad Federal.

http://portal.unesco.org/es/ev.php-URL_ID=45692&URL_DO=DO_TOPIC&URL_SECTION=201.htmlhttp://www.cefp.gob.mx/publicaciones/nota/2011/mayo/notacefp0162011.pdf

a través de los documentos de la BiBlioteca Palafoxiana

colección:

Compilación y estudiointroductorio

AliciA TecuAnhuey SAndovAl

en 7 TomoS

de venTA en:

l a s i t u a c i ó n i n t e r n a c i o n a l

tomo

ii

Compilación y estudio introductorio

a l i c i a t e c u a n h u e y s a n d o v a l

ColeCCión:

la independenCia de la nueva españa a través de los doCumentos de la BiBlioteCa palafoxiana

d e l o s

tomo

iii

Compilación y estudio introductorioa l i c i a t e c u a n h u e y s a n d o v a l

ColeCCión:la independenCia de la nueva españa a través de los doCumentos de la BiBlioteCa palafoxiana

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En la actualidad, aparatos, aparatitos y aparatotes de toda clase nos acompañan a todas horas y a todos lados. Telé-fonos celulares, computadoras, hornos de microondas, Ipods, calculadoras electrónicas, televisores ultraplanos, de alta definición, de pantalla grande, mediana o pequeña; consolas, videos y reproductoras caseteras, etc. son parte integran-te de nuestra cotidianeidad e intimidad. Científicos y expertos discuten apasionadamente los impactos que tendrán en las nuevas generaciones: unos dicen que quedaremos atrofiados de nuestras facultades mentales y físicas; otros, por el

contrario, aseguran que nuestras capacidades aumentarán. Pero mientras se ponen de acuerdo, REINCIDENTE presenta tres enfoques sobre el asunto, el último de ellos verdaderamente alarmante.

1. LA TECNOLOGÍA APENDEJA

Estar en el 2011 implica que… 1. Accidentalmente tecleas tu password en el mi-

croondas. 2. Ya no has jugado solitario con cartas verdaderas

en años. 3. Tienes una lista de 15 números telefónicos para

ubicar a tu familia de sólo 3 miembros. 4. Le envías un e-mail al que se sienta junto a ti. 5. La razón que tienes para no estar en contacto con

tu familia es porque ellos no tienen correo elec-trónico.

6. Se te pierde un momento tu vieja en el super y le llamas al celular (y ella está en el siguiente pasi-llo).

7. Cada comercial de la televisión tiene su página de Internet en la parte de abajo.

9. Salir sin celular, el cual no habías tenido los pri-meros 20 años, te hace entrar en pánico y regresar por él.

10. Te levantas en la mañana y te conectas antes de tomar tu café.

11. Ya no cuentas chistes... ahora le das a REEN-VIAR.

12. Estas volteando alrededor para que nadie te vea que estás sonriendo como entupido enfrente de tu PC.

13. Peor que eso, ya sabes perfectamente a quien le vas a enviar este comentario.

14. Estás tan idiotizado leyendo que no te fijaste que faltó el número 8 en esta lista. Qué pendejo....

15. Y ahora te regresaste para ver efectivamente que no está el numero 8. ¡¡¡Que re-pendejo eres!!!

16. Y ahora te estás riendo de ti mismo. ¿Por qué será? (por pendejo...)

2. ¿CÓMO EXPLICAR EL EMBARAZO A UNA NIÑ@ DEL SIGLO XXI?

Las abejas, las flores, la semillita, la cigüeña, todo eso está fuera de onda.

Esta es la explicación moderna y tecnológica:

Un buen día, un hijo le pregunta a su padre: - Papá, ¿cómo nací yo? - Muy bien hijo, algún día debíamos hablar de

esto, así que te voy a explicar lo que debes saber:

Un día, papá y mamá se conectaron al Facebook y se hicieron amigos.

Papá le mando a mamá un e-mail para vernos en un cybercafé.

Descubrimos que teníamos muchas cosas en co-mún y nos entendíamos muy bien.

Cuando no estábamos frente a la laptop, chateába-mos por el BlackBerry.

Y así nos fuimos enamorando hasta que cierto día decidimos compartir nuestros archivos.

Nos metimos disimuladamente en el baño, y papá introdujo su Pendrive en el puerto USB de mamá.

Cuando empezaron a descargarse los archivos, nos dimos cuenta que nos habíamos olvidado del software de seguridad y que no teníamos Firewall.

Ya era muy tarde para cancelar la descarga e impo-sible borrar los archivos. Así es que a los nueve meses....

...¡Apareció el VIRUS!

3. ENCIERRO DIGITAL

• Un extremo de encierro digital son los llamados hikikomoris. Se calcula que en Japón hay más de un millón de adolescentes y jóvenes (con sus respec-tivas computadoras y/o consolas de videojuegos) que viven recluidos en sus habitaciones, por miedo a enfrentarse al mundo exterior.

• Cerca de 8% ha estado escondido por más de una década.

• Se calcula que en uno de cada 40 hogares japone-ses hay un hikikomori, cuya conducta habitual es dormir durante el día tras una noche jugando a vi-deojuegos y navegando por Internet.

• La mayoría de las víctimas tiene entre 20 y 40 años y son varones primogénitos.

Hikikomori: adolescente o adulto joven abrumado por la sociedad japonesa y que se siente incapaz de cumplir los roles sociales que se espera de él /ella, aislándose de su en-torno. También llamados “niños caracol”.

El Dr. Tamaki Saito, quien ha tratado a más de mil pacientes hikikomori, ve el problema como una enfermedad familiar y social, causada en parte por la dependencia entre los padres japoneses y sus hijos, y la presión hacia los chicos, sobre todo si son hijos pri-mogénitos, de ser los mejores tanto en el mundo aca-démico como en el mundo empresarial. La presión se focaliza pues los matrimonios japoneses tienen poca

descendencia: casi todas las esperanzas de un padre/madre se dirigen al hijo mayor.

En Occidente, los adolescentes, casi por defin-ición, rechazan a la sociedad y no encuentran sitio en ella. Sus respuestas son diversas y varían de intensidad, pueden ir de un simple cambio de apariencia hasta francas actitudes agresivas. Algunas veces, los adoles-centes se unen a una tribu urbana: skins, góticos o darks, punks, emos, cholos, skatos, lo que sea para llamar la at-ención, sentir seguridad, aprecio, pertenencia.

Pero en Japón, donde prima la uniformidad y re-saltar casi es un pecado nacional, la rebelión aparece de forma muda como los hikikomori: reina la apatía como forma de enfrentar el miedo a lo desconocido. Este síndrome de retraimiento social aflige a 1.2 millones de adolescentes y jóvenes en Japón, de los cuales 70% son varones. Los síntomas son agorafobia, paranoia, aversión a la luz del sol y ansiedad crónica; los paci-entes se vuelven antisociales en la adolescencia o ju-ventud temprana y pasan meses o años encerrados en sus habitaciones. “Creen que son feos y que apestan”, explica el doctor Saito, quien dirige el programa para tratar a estos pacientes en el Hospital Sofukai Sasaki a las afueras de Tokio. “Tienen miedo de ser observados por sus vecinos, así que cubren sus ventanas con corti-nas o papel negro”.

Lo más alarmante de este trastorno psicológico es que tener un hikikomori en casa es algo “vergonzoso”, por lo que no suele buscarse ayuda profesional hasta que el caso es desesperado y, por otro lado, los colegios y asistentes sociales no se involucran en este tema pues consideran que pertenece a la privacidad familiar.

Fuentes:EL PAÍS SEMANAL: Prisioneros de la red de Fran-

cesc Miralles, no. 1817, domingo 24 de julio de 2011, o

http://www.elpais.com/articulo/portada/Prisioneros/Red/elpepusoceps/20110724elpepspor_7/Tes

ht tp : / /mi-pequeno-r incon . l acoc te l e r a .ne t /post/2007/09/16/-ninos-caracol-desde-japon-al-mundo-

http://www2.eluniversal.com.mx/pls/impreso/noti-cia.html?id_nota=16785&tabla=nuestromundo

http://desarrollo2uta.blogspot.com/2008/05/hikiko-mori.html

http://news.bbc.co.uk/2/hi/programmes/correspon-dent/2334893.stm