regal o navidad
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EL MEJOR REGALO DE NAVIDAD por Yanely Jiménez
Primera Escena:Un padre se encuentra en la sala de su casa leyendo un libro, cuando entran sus dos hijas y se saludan. Mairelis: Papi, mi hermana y yo tenemos un problemita que solo tu puedes resolver. Padre: Díganme hijas en que les puedo ayudar. Mileidis: Bueno, lo que pasa es que como sabes muy pronto llegará el día de la Navidad y....bueno, todavía no terminamos las compras. Padre: ¿Tanto que han ido al Mall y todavía no han salido de esa cuestión? Mileidis: Lo que pasa es que nos falta una persona muy especial para nosotras y no le queremos regalar cualquier cosa porque siempre es muy complaciente y nos hace buenos regalos. Pero no tenemos idea de lo que le podemos regalar y pensamos que si te preguntábamos a ti, tú sabrías darnos una buena idea porque conoces muy bien a esa persona. Mairelis: Si, tu conoces sus gustos y sus tallas de ropa y de zapato, y también debes saber que le gustaría recibir esta Navidad. Padre: Bueno pero... para yo saber que aconsejarles, primero me deben decir de quien se trata. Mairelis y Mileidis: De ti. Padre: Ah se trata de mi...(Pensativo, hace una pausa) Hijas, lo que mas quisiera que me regalen en esta Navidad es algo que no se puede comprar en el Mall, ni en ninguna tienda, ni se puede ordenar por el Internet. Así que no se apuren en salir a la calle a gastar más dinero, porque el regalo que más deseo no se paga con dinero. Mairelis: Ah, ya se, quieres que cocinemos. Que mi hermana te haga un flan y que yo te haga un pudin. Padre: No, es algo muy delicioso, y algo que les aseguro voy a disfrutar mucho mas. (Las hermanas se miran con intriga y admiración) Lo que mas deseo en esta Navidad es que podamos recordar juntos la verdadera razón de esta celebración. Mileidis: Como cuando éramos niñas y tu nos leías la historia de Belén de ese librito que tenia poesías y canciones, y te gustaba actuar con todos los personajes. ¿Te acuerdas? Padre: Si hija, claro que me acuerdo. Son momentos que un padre disfruta mucho, y
que nunca olvida. Por cierto, aquí tengo ese librito que tanto les gustaba leer conmigo: "La historia de Belén". (Leído del librito) Fue en la Aldea de Belén En la Ciudad de David Donde Apareció el Bien Que nos vino a redimir A media noche en Belén De Dios la Salvación Por Ángeles se proclamó En celestial canción En alturas Gloria a Dios El coro tributó La paz y buena voluntad Al mundo pregonó.
Mientras se lee esta poesía, el mesonero aparece con una bolsa con monedas, y las esta contando. Cuando llega la esposa el se sorprende y guarda su dinero.
Segunda Escena:
Esposa: Hay una gran multitud en la puerta del mesón. Se necesitan dos guardas para imponer el orden en el patio. A mi no me agrada este alboroto. No parece esta la ciudad de nuestros padres.
Mesonero: No hables así mujer. ¿No están las provincias de Galilea, Judea, y aun el país mas allá del Jordán, derramando sobre nosotros sus riquezas? Mira (saca la bolsa y se la enseña) Tu nunca has visto tanto oro de una vez.
Esposa: A mi no me importa el oro. Y este tumulto de gente, me llena de espanto.
Mesonero: Hablas palabras necias. ¿Qué mujer hay que no sea atraída por los encantos del oro?
Esposa: Bueno, cambiemos de tema. Venia a decirte que hay un noble de Capernaun que desea hospedaje para el y su esposa. Es muy insistente.
Mesonero: Debemos tener cuidado. Quedan solamente dos habitaciones. Si quiere quedarse, que pague 20 piezas de oro. De todos modos no hay otro mesón cercano, y he escuchado de un sirviente que los mesones más próximos están agotados.
Esposa: Ciertamente hay que dejar una habitación disponible pues como dijo el profeta "llegará un príncipe a la ciudad de David, y aun, a la casa de Hamar. Y la bendición del Altísimo será con el que lo reciba". Y yo creo que ese príncipe pronto llegará pues es una noche silenciosa, el cielo esta cuajado de estrellas y la luna se ve suave y serena. Se siente mucha paz en la aldea a pesar de la cantidad de huéspedes. Pero mira, allí se acerca alguien.
Entran María y José por el pasillo central.
José: Buenas noches.
Mesonero: (Antipáticamente) Buenas noches, ya no tenemos lugar para nadie.
José: Es que venimos desde muy lejos y mi esposa esta al dar a luz un hijo y no tenemos donde pasar la noche para cuidarnos del frío.
Esposa: (susurra audiblemente) Pobre muchacha. ¿Por qué no le cedemos el cuarto vacante?
Mesonero: (en voz baja) ¿Mujer estas loca? Ese cuarto es solo para el príncipe que ha de venir. Esta gente no aparenta realeza, al contrario, se ven un poco pobre. (Se dirige a José en voz alta) ¿Usted cuanto dinero me piensa pagar si es que hay una habitación?
José: Pues... solo tengo cinco piezas de plata (extiende su mano con unas monedas)
Mesonero: (mira a su mujer con negación y le dice a José) De todas maneras no hay lugar porque la última habitación la estamos reservando para un príncipe que ha de venir.
María: (Canta: "Lugar en este mundo no hay...")
Mientras María canta El Mesonero y La Esposa mantienen un debate sobre el tema. Haciendo mímicas, sin audio. Al terminar el himno comienza el siguiente diálogo:
Mesonero: Bueno, como mi mujer me lo ha pedido, si quieren, se pueden quedar en el establo que queda detrás del mesón. Allí están nuestros animales, y huele un poco fuerte, pero por lo menos tendrán protección del frió para ustedes y para la criatura al nacer.
María: Oh muchísimas gracias Señor por ser tan bueno y tener tanta compasión con nosotros.
Salen María y José y se dirigen al establo (izquierda). Mientras que entran los pastores y se mantienen a la derecha. Se proyecta una estrella en el proyector y se oye música de un coro Angelical. (Gloria, Gloria Aleluya, Gloria a Dios en las alturas)
Padre: (leyendo el librito)
Y así fue como el Señor
Príncipe de toda nación
A un establo llegó
Y celeste canto se oyó (Pausa y deja que se escuche la música)
Aun ángeles del cielo
Dios a nuestro mundo envió
Y a los pastores de Belén
Las nuevas anunció
Los pastores asombrados
Exclamaban con temor
Que claridad tan rara
Y que fuerte resplandor
Y también preguntaban
¿Y esa bella melodía
Llena de tanta emoción? (Entra el Ángel y dice a la vez que el Padre lee)
Pero un ángel les dijo: "No temáis"
Y así les consoló,
"Pues de una virgen pura
Ha nacido el Salvador".
Ángel canta "Santa la Noche". Los pastores permanecen en escena.
Tercera Escena:
Padre: (continúa leyendo del libro)
Gozosos los pastores ya,
Pasando su temor,
Dejaron sus ovejas sin
Un hombre cuidador.
Y prestos fueron a Belén
Buscando al Salvador (pastores se mueven hacia área del pesebre)
Hallaron en pesebre vil
Al tierno Salvador;
Allí gallinas, vaca y buey
Estaban alrededor;
Su madre arrodillada fue
Orando al Dios de Amor.
Primer Pastor: Tal como ha dicho el Ángel, no temáis hoy ha nacido en la ciudad de David un Salvador que es Cristo El Señor, y esto darás por señal, hallareis al niño envuelto en pañales, echado en un pesebre. (Canta: "Al Mundo Paz nació Jesús)
Segundo Pastor: Si, de cierto sabemos que el Mesías ha venido. Las calles estaban oscuras, entramos en la ciudad pero no tropezamos. Había un resplandor sobre nosotros y vinimos directamente pues alumbraba todo el camino hasta aquí. Ciertamente esta ha sido una noche desconcertante. Una noche especial y llena de amor. (Canta: Noche de Paz)
Tercer Pastor: Así es manifestado el amor de Dios hacia nosotros. Pues ha enviado a su hijo unigénito al mundo para que vivamos por medio de El, y para que todo aquel que en El cree, no se pierda, mas tenga vida eterna. Hermoso regalo de salvación nos ha traído el niño en esta aldea de Belén. (Canta: "Pequeña Aldea de Belén")
Primer Pastor: Debemos partir. Bendice alma mía al Señor y bendigan todas mis entrañas su Santo nombre.
Salen los tres pastores por la izquierda y entra el Rey Herodes por la derecha con un súbdito.
Cuarta Escena:
Entra Herodes y la vez el súbdito le susurra algo al oído mientras la narración dice:
Padre: Los pastores se marcharon
Satisfechos con su viaje
Pues habían conocido
Rey de celestial linaje.
Pero había otro Rey
Muy malvado en esta historia
Su nombre era Herodes
Y quería toda gloria
Herodes: (Indignado)
¿Qué dices? ¿Otro Rey?
Soy el monarca del imperio Romano.
Gobierno con rectitud.
Soy poderoso, y mis súbditos
Obedecen con prontitud
Mis órdenes son decreto, y mi palabra es ley.
Y ¿vienes con la noticia?
De que ha nacido otro rey?
Pues pobre de él porque ya sabrá
Que quien manda aquí soy yo
Mi espada ágil lo matará
Pues para Rey no nació
(Canta y sale)
Padre: Y fue así que el Rey Herodes
Mandó a niños matar
A los varones menores
De dos años: ¡Degollad!
Y tres hombres que estudiaban
Las celestiales estrellas
Admirados se encontraban
Ante esta luz tan bella.
Decidieron pues seguirla
A ver de que se trataba
Estaban casi seguros
Que al Mesías alumbraba.
Quinta Escena:
Los Tres Reyes Magos visitan al pesebre. Entran por el pasillo principal cantando: "Vamos Reyes Tres a Belén". Mientras cantan, de acuerdo con la letra actúan dejándole los regalos (oro, incienso y mirra)
Melchor: Porque su estrella hemos visto
Y sus huellas hemos seguido
Ved al niño que ha nacido
Entre animales y apriscos
Gaspar: En un rustico mesón
Entre hierbas y animales
Nos trae la Salvación
Y vida eterna a los mortales
Baltasar: En la aldea de Belén
En la ciudad de David
Jesús nace para el bien
Pues nos vino a redimir
Los tres Reyes
Dios al mundo ha regalado
Su más precioso tesoro
Y nosotros te hemos dado
Solo mirra, incienso, y oro
Se retiran los tres Reyes
María: Mira José, que precioso esta nuestro niño aquí
(Canta: Duerme Pequeñito)
José: Pues ya lo veo María
Pero escúchame un segundo
Que una terrible agonía
El sufrirá en el mundo
Miles prodigios hará
Pues es del mundo la luz
Pero destinado esta
A morir en una cruz
(Canta Emmanuel)
Padre: Y así es mis hijas como llegamos al final de esta maravillosa historia de Belén.
(Leyendo):
Nació manso y despojado
De su gloria y esplendor
Para que no muramos todos
De fatal condenación
Nació si, para que el hombre
Tenga plena redención
Nació para regalarle
Vida eterna el pecador
Luz y vida resplandecen
En su gran aparición
Y en sus blancas alas trae
Salvación al Pecador.
Gracias hijas por este regalo tan hermoso de haber recordado conmigo la
historia de Belén.
Mairelis: Gracias a ti papa por recordarnos el precioso regalo que nos vino a traer
aquel niñito en Belén.
Se canta himno final entre todos los participantes de la obra.