reflexiones sobre el uso del lapis specularis en las domus pompeyanas: arquitectura y vida cotidiana

19

Upload: lapis-specularis

Post on 24-Jul-2016

235 views

Category:

Documents


0 download

DESCRIPTION

RUBÉN MONTOYA,. 2015. Reflexiones sobre el uso del "lapis specularis" en las domus pompeyanas: arquitectura y vida cotidiana. In J. García Sánchez, I. Mañas and F. Salcedo (eds.), Navigare necesse est: estudios en homenaje a José María Luzón Nogué, 192-199. Madrid: Universidad Complutense de Madrid.

TRANSCRIPT

Page 1: Reflexiones sobre el uso del lapis specularis en las domus pompeyanas: arquitectura y vida cotidiana
Page 2: Reflexiones sobre el uso del lapis specularis en las domus pompeyanas: arquitectura y vida cotidiana
Page 3: Reflexiones sobre el uso del lapis specularis en las domus pompeyanas: arquitectura y vida cotidiana

Navigare necesse estestudios en homenaje a josé maría luzón nogué

Page 4: Reflexiones sobre el uso del lapis specularis en las domus pompeyanas: arquitectura y vida cotidiana
Page 5: Reflexiones sobre el uso del lapis specularis en las domus pompeyanas: arquitectura y vida cotidiana

Navigare necesse estEstudios en homenaje a José María Luzón Nogué

Edición de:Jorge García Sánchez Irene Mañas Romero Fabiola Salcedo Garcés

Page 6: Reflexiones sobre el uso del lapis specularis en las domus pompeyanas: arquitectura y vida cotidiana

Título: Navigare necesse est. Estudios en homenaje a José María Luzón NoguéGarcía Sánchez, Jorge; Mañas Romero, Irene; Salcedo Garcés, Fabiola (eds.)Universidad Complutense de Madrid. Madrid, 2015.29,7 x 21 cm, 597 pp.I.S.B.N.: 978-84-608-2272-1

EditaUniversidad Complutense de Madrid. Facultad de Geografía e Historia Avenida Profesor Aranguren s/n. Ciudad Universitaria 28040 Madrid

CubiertaPequeña nave en bronce procedente de Cerdeña, Cultura nurágica, ss. X-VIII a. C.Museo Archeologico Nazionale di Cagliari.

Diseño, maquetación y correcciónElisa Borsari y Ronda Vázquez Martí

© Universidad Complutense de Madrid© de los textos: sus autores

Todos los derechos reservados. Cualquier forma de reproducción, distribución, comunicación pública o transformación de esta obra sólo puede ser realizada con la autorización expresa de sus titulares, salvo excepción prevista por la ley.

I.S.B.N.: 978-84-608-2272-1Depósito legal: M-29647-2015Impresión y encuadernaciónArtes Gráficas Rejas. Mérida.Impreso en España (Unión Europea)

Page 7: Reflexiones sobre el uso del lapis specularis en las domus pompeyanas: arquitectura y vida cotidiana

José María Luzón Nogué (Foto: Karin Faber, septiembre 2015)

Page 8: Reflexiones sobre el uso del lapis specularis en las domus pompeyanas: arquitectura y vida cotidiana

Agradecimientos

A todos los autores

Instituciones

Fundación Caja MurciaFundación Teatro Romano de CartagenaComune di Monte Santa Maria Tiberina

Instituto Arqueológico AlemánAteneo de Madrid

Universidad Nacional de Educación a Distancia (UNED) - MéridaUniversidad Complutense de Madrid (UCM)

Y en especial a:

Lorenzo Abad CasalMaría del Carmen Alonso

María Belén DeamosSergio España Chamorro

Karin FaberPilar León Alonso

Pascual Martínez OrtizDirce Marzoli

Letizia MicheliniLuis Enrique Otero Carvajal

Elena Ruiz ValderasEnrique Tierno Galván

Mario TorelliWalter Trillmich

Facultad de Geografía e Historia

Comune e pro loco di Monte Santa Maria Tiberina

Page 9: Reflexiones sobre el uso del lapis specularis en las domus pompeyanas: arquitectura y vida cotidiana

Índice general

Prólogo y cartas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 11

José María Luzón Nogué: su obra. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 23

Bibliografía . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 25

Organismos e Instituciones . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 33

Estudios . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .35

Índice de estudios . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 37

Arqueología e Historia Antigua. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 39

Historiografía, Coleccionismo, Museología. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 269

Iconografía, Epigrafía y Numismática . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 407

Page 10: Reflexiones sobre el uso del lapis specularis en las domus pompeyanas: arquitectura y vida cotidiana

Índice de estudios

ARQUEOLOGÍA E HISTORIA ANTIGUA

Lorenzo Abad Casal, Identidades culturales en el sureste de la Península Ibérica . . . . . . . . . . . . . . . . . . 41

Paloma Aguado García, Caracalla y Alejandría, historia de un desencuentro. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 49

José M.ª Álvarez Martínez y Trinidad Nogales Basarrate, La ideología del Principado en la fundación de Augusta Emerita . . . . . . . . . . . . . . . . . 54

Manuel Bendala Galán, Identidad y etnicidad en la caracterización del paisaje urbano de ciudades hispanorromanas de sustrato púnico . . . . . . . . . . . . 68

Jesús Bermejo Tirado, La cerámica común en los pecios tardorrepublicanos del Mediterráneo occidental: propuesta de clasificación funcional . . . . . . . . . . . . . 77

José M.ª Blázquez Martínez, El legado de Alejandro Magno al mundo moderno . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 93

Elena Castillo Ramírez, Adulatio: el culto imperial de las altas esferas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 108

María Luisa Cerdeño Serrano y Emilio Gamo Pazos, Un cinturón tipo Villanueva de Teba en Carpetania . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 119

Ramón Corzo Sánchez, Consideraciones sobre las deidades de Nemi y Ariccia . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 125

Sergio España Chamorro, Confluencias culturales en la Siria romana a través de la decoración arquitectónica del templo de Júpiter en Heliópolis (Baalbeck, Líbano) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 135

Eduardo Ferrer Albelda y José Miguel Jiménez Delgado, Kaláthē/Kaláthousa. Una ciudad ignota del extremo Occidente . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 144

Cristina García Moreno, Arqueología del acueducto de Serino en Campania y su conexión con Pompeya 151

Jorge García Sánchez, Grand tour de la Antigüedad. El viaje de estudios en el mundo griego de época imperial . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 158

Pilar González Serrano, La basílica Hilariana y el culto de Cibeles en Roma . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 168

Rocío Ayerbe Vélez y Pedro Mateos Cruz, Un nuevo ejemplo de arquitectura pública emeritense en época tardoantigua . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 179

Rubén Montoya González, Reflexiones sobre el uso del lapis specularis en las domus pompeyanas: arquitectura y vida cotidiana . . . . . . . . . . . . . . . . . . 192

Ángel Carlos Pérez Aguayo, Aristeas de Proconeso y el poema épico de los Arimaspos . . . . . . . . . . . . . . 200

Inmaculada Pérez López, El culto heroico en Grecia y las reliquias del culto a los héroes en el extremo occidental del Mediterráneo . . . . . . . . . . . . . . . . . . 205

Isabel Rodà de Llanza, Villas romanas en Cataluña. .216

José Manuel Rodríguez Hidalgo y Álvaro Jiménez Sancho, Itálica, la Colina de los Dioses. De Augusto a Adriano . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 231

José Suárez Otero, Crónica de un hallazgo anunciado: Ferreiros (Valga, Pontevedra), un estoque tipo “Sa Idda” en el Noroeste hispánico . . . . . . . . . . . . . . . . 243

Antonio Tejera Gaspar y Josué Ramos Martín, Las creencias astrales de los antiguos libios . . . . . . . . . 250

Mario Torelli, Il tempio di Ercole, la c.d. schola sul decumano e i Plautii Hateriani di Leptis Magna. . 257

Page 11: Reflexiones sobre el uso del lapis specularis en las domus pompeyanas: arquitectura y vida cotidiana

navigare necesse est.  estudios en homenaje a josé maría luzón nogué38

HISTORIOGRAFÍA, COLECCIONISMO, MUSEOLOGÍA

Itziar Arana Cobos, La formación del inventario general de pinturas del Museo Nacional de la Trinidad . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 271

Teresa Cirillo Sirri, L’ architetto Carlo Bonucci direttore dei reali scavi di Pompei ed Ercolano . . . 281

M.ª Belén Deamos, Las armas de la discordia. Docu-mentos sobre el depósito de la Ría de Huelva . . . . 288

Francisca Hernández Hernández, Arqueología experimental y museografía en los campamentos del Limes germánico . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 302

Irene Mañas Romero, El mosaico perdido de las Musas o del Circo de Itálica: el paradigma de un infortunio . .311

Alfredo Mederos Martín, Tiempos difíciles. Blas Taracena Aguirre, depuración y ascenso a director del Museo Arqueológico Nacional . . . . . . . . . . . . . . . . 320

Gloria Mora Rodríguez, La misión de José Ramón Mélida en Grecia y la arqueología española a fines del siglo XIX . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 333

Almudena Negrete Plano, Sobre los estudios en torno al original del Apolo del Belvedere. . . . . . . . . 342

José Miguel Noguera Celdrán, Izaskun Martínez Peris, M.ª José Madrid Balanza y Andrés Cánovas Alcaraz, Barrio del Foro Romano (Molinete, Cartage-na): objetivos, criterios y procesos de musealización. .353

Oliva Rodríguez Gutiérrez, “Aquí no se tira nada”. Más sobre las dinámicas preventivas en elementos arquitectónicos marmóreos italicenses: refuerzos, reutilización y mercado de ocasión. . . . . . . . . . . . . 365

Elena Ruiz Valderas, El teatro romano de Cartagena, veinticinco años después de su descubrimiento . . 377

Jesús Salas Álvarez, El coleccionismo arqueológico en los Reales Gabinetes en la España de la Ilustración. . 388

Trinidad Tortosa, Patrimonio arqueológico español en Roma: las Exposiciones Internacionales de Arqueología y Bellas Artes de 1911 como instrumentos de memoria histórica . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 396

ICONOGRAFÍA, EPIGRAFÍA Y NUMISMÁTICA

Juan Manuel Abascal Palazón, La escena de banque-te en la epigrafía de Lara de los Infantes y su contexto histórico . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 409

Martín Almagro-Gorbea, Los kýlikes del “Pithos Painter” de Mengíbar y Reading y el comercio atlántico en la Edad del Hierro . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 417

José Beltrán Fortes, Isis en Itálica (Santiponce, Sevilla). A propósito de un retrato de sacerdotisa isíaca. . . . 434

Macarena Calderón Sánchez, Graffiti y dipinti: la necesidad de pintar en las paredes. Perdurabilidad e in-mortalidad . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 446

Raquel Casal García y Fernando Acuña Castroviejo, Nuevas aportaciones a la glíptica romana encontrada en Galicia. . . . . . . . . . . . . . . . . 453

Francisca Chaves Tristán, El tesoro de denarios de Fuente de Piedra (Antequera, Málaga). . . . . . . . . . 459

José María de Francisco Olmos, La moneda como fuente iconográfica y política de la sucesión imperial adoptiva en Roma. De Augusto a Adriano. . . . . . . 476

Javier de Santiago Fernández, La inscripción de la iglesia de Nuestra Señora de la Asunción en Villaescusa de Palositos (Guadalajara) . . . . . . . . . . 484

Paz García-Bellido, La moneda y su imagen en el tránsito de los ss. XIX y XX. Antonio Vives Escudero, Manuel Gómez Moreno y el Catálogo Monumental de España . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 490

Pilar León, Nuevas consideraciones sobre los relieves del Templo de Marte en Mérida . . . . . . . . . . . . . . . 499

María Limón Belén, Nueva interpretación métrica de una inscripción fragmentaria. . . . . . . . . . . . . . . . . . 508

Guadalupe López Monteagudo, Travesuras “eró-ticas” en el agua. A propósito de algunos mosaicos romanos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 512

M. Luz Neira Jiménez, La travesía marina a propósito de Frixo y Hele en los mosaicos romanos . . . . . . . 525

Sebastián F. Ramallo Asensio, Nuevos restos epigráficos del teatro de Cartagena . . . . . . . . . . . . . 534

Pedro Rodríguez Oliva, Las esculturas del pecio de Torrequebrada (Benalmádena, Málaga). . . . . . . . . 547

Fabiola Salcedo Garcés, Esculturas para la fama y el artificio: de los Aspri a Polignac. . . . . . . . . . . . . . . . 555

María Pilar San Nicolás Pedraz, Iconografía del Juicio de Paris en los mosaicos romanos . . . . . . . . 563

Immaculada Socias Batet, Algunas reflexiones en torno a los dibujos de Annibale Carracci en Le arti di Bologna de 1740 . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 572

Walter Trillmich, Tres cabezas de bárbaros en Mérida . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 578

Sebastián Vargas Vázquez, La roseta de triángulos en Andalucía . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 585

Page 12: Reflexiones sobre el uso del lapis specularis en las domus pompeyanas: arquitectura y vida cotidiana

Reflexiones sobre el uso del lapis specularis en las domus pompeyanas: arquitectura y vida cotidiana*

Rubén Montoya GonzálezUniversity of Leicester

Voi ne potrete prender idea dalle strade di Pompei, che già avete esaminate, per le pietre vesuviane, ond`erano lastricate, e per le due vie laterali destinate a coore, che andavano a piedi. Le case al par di quelle presentavano un sol piano, co’ cripto-portici, o gallerie sotterranee; gli stessi materiali di tufo; la stessa architettura […] co’ pe-ristili intorno; puteali, bagni, piccole finestre esteriori su-ll’alto, o su de’ giardini, o nel cortile, e quasi tutte chiuse con foglie trasparenti di talco (Romanelli, 1811: 242).

… sarebbe rimasto privo di luce, senza due grandi fines-tre a poca altezza dal suolo, da cui si godeva la bellissima vista del Vesuvio, del Sarno, di Pompei, di Oplonti, d’Er-colano, di Napoli, e di tante altre case e giardini in riva al placido e voluttuoso Tirreno. Queste grandi finestre, dalle qualli si vedeva esternamente, furono dette valvatae […]; ma le bifores valvae non dinotarono solamente le imposte, […] ma tavolta anche il duplice telaio di legno fornito di vetri, o di sottilli cruste di pietra simile al talco, che gli an-tichi appellarono lapis specularis… (Fiorelli, 1868: 423).

El siglo XVIII se caracterizó por un avance sin precedentes en el estudio de la Antigüedad Clá-sica causado en su mayor parte por los descu-

brimientos de Herculano, Pompeya, Oplontis y Estabia. Tales hallazgos atrajeron no sólo el interés de eruditos y anticuarios, sino también el de los viajeros del Grand Tour, y desde entonces las antiguas ciudades vesubianas se convirtieron en el nuevo centro de estudio del pasa-do clásico –desplazando la ciudad de Roma– y en des-tino único que posibilitó encontrarse “cara a cara con la Antigüedad”.1 Tal progreso es visible, sobre todo, en la

*. El presente artículo tiene su origen en una de las campañas de excavaciones en Pompeya y en las visitas a diferentes do-mus en las que tuve la suerte debatir con el profesor Dr. José María Luzón Nogué la posibilidad del uso del lapis specula-ris en los espacios domésticos. Desde entonces la revisión de la documentación me ha permitido recuperar referencias a ese material, recogidas en este artículo como gratitud en el homenaje en el que se encuadra. Además, debo agradecer a

vasta producción bibliográfica generada en torno a las ciudades vesubianas: mientras que, entre otras obras, las guías de viajes nos transmiten de forma descriptiva la impresión que estas ciudades causaron, los diarios de excavación se caracterizan por la detallada narración de los trabajos llevados a cabo y el exhaustivo recuento de los objetos hallados; unas y otros constituyen herra-mientas imprescindibles para la pompeianistica actual y reflejan, letra a letra, los pasos fundamentales que in-fluyeron en la creación de la Arqueología Clásica como disciplina científica. Sus páginas no sólo constituyen un inventario del estado en el que fueron halladas las ciudades vesubianas en el siglo XVIII y su evolución hasta la actualidad –recurso que posibilita un recuen-to de lo que hemos perdido desde entonces–, sino que permite conocer los derroteros que han caracterizado las actividades arqueológicas durante los últimos 250 años, centradas en desenterrar las estructuras que ilus-traran lo que las fuentes narraban sobre la arquitectura romana, en la recuperación de obras de arte –con la fi-nalidad de ser expuestas en museos– y en asegurar que el área arqueológica de Pompeya constituyese un recur-so económico para el turismo cultural.2 Esta tendencia general en la investigación arqueológica ha cambiado en los últimos veinte años, destacando, entre otras, las publicaciones de la denominada household archaeolo-gy. En este punto mencionaremos las aportaciones en el estudio y revisión de los objetos hallados en las exca-vaciones arqueológicas, pioneras desde que Giuseppe Fiorelli organizara listas de los objetos provenientes de las casas pompeyanas –en un segundo lugar ante los objetivos perseguidos desde el siglo XVIII por filólo-gos, historiadores, historiadores del arte y arqueólogos, mencionados anteriormente–.3

la Dra. Fabiola Salcedo Garcés y al Dr. Jorge García Sánchez la ayuda prestada en la edición del mismo.

1. Stendhal, 1981: 301.2. Allison, 2004: 4.3. Allison 2004: 3-8.

Page 13: Reflexiones sobre el uso del lapis specularis en las domus pompeyanas: arquitectura y vida cotidiana

navigare necesse est.  estudios en homenaje a josé maría luzón nogué 193

No es extraño observar, revisando el contenido bi-bliográfico generado, cómo se produjo un avance pro-gresivo en lo relativo al conocimiento de ese legado rescatado que constituían las ciudades vesubianas, pro-liferando las narraciones que identificaban cualquier hallazgo con lo que los autores clásicos narraban. Sirva como ejemplo de ello el propio estado de la cuestión del lapis specularis, recogido en las listas de objetos realiza-das por Giuseppe Fiorelli,4 mencionado en los poste-riores diarios de excavación y guías arqueológicas, pero relegado a un segundo plano hasta que desde hace dos décadas, ligado al estudio de los materiales en el con-texto de las domus en las que fueron hallados, ha sido nombrado por algunos autores, bien relacionado con el estudio de las mismas,5 bien a través de artículos con-cretos que tratan el lapis specularis o el vidrio en época romana. No obstante, a día de hoy la bibliografía pom-peyana carece de una monografía o estudio concreto dedicado única y exclusivamente al uso de este material en las ciudades vesubianas, encontrándolo inventaria-do en la documentación generada desde el siglo XVIII, pero a la espera de una completa revisión que analice el contexto en el que ha sido hallado y ponga en relación todos los ejemplos del área vesubiana. La presente re-flexión no es sino una aproximación inicial que tratará de abordar los principales problemas derivados del es-tudio del mismo y su presencia en las domus pompeya-nas, un tema constantemente presente –y ausente– en la bibliografía pompeyana.

Volviendo sobre el avance en el conocimiento de la Antigüedad Clásica visible en la bibliografía generada desde el siglo XVIII –en lo referente al lapis specula-ris–, si retomamos los fragmentos que introducían la presente reflexión, es posible observar dicho progreso: mientras que en 1811 Domenico Romanelli narró en su Viaggio a Pompei a Pesto e di ritorno ad Ercolano ed a Pozzuoli, hablando de las ventanas de Herculano, que estaban “quasi tutte chiuse con foglie trasparenti di talco”,6 unos años después, en 1868, Giuseppe Fiorelli, esta vez refiriéndose a Estabia, mencionó las mismas “sottili cruste di pietra simile al talco, che gli antichi appellarono lapis specularis”.7 Sin embargo, el conoci-miento que se tenía del lapis specularis en particular –y del vidrio romano en general, debido a la estrecha re-lación que presentan, como veremos a continuación–,

4. Fiorelli, 1873: 170.5. Sigges, 2000.6. Romanelli, 1811: 242.7. Fiorelli, 1869: 423.

era completamente diverso en los primeros decenios de excavaciones en el área vesubiana, tal y como recoge Gaetano D’Ancora en una de las guías más antiguas de Pompeya y Herculano:

Abbiamo chiare testimonianze da non dover dubitare, che gli antichi sapellero anche lavorare i vetri piani, come è altresì certo, che in un muro a mezzogiorno di un casino antico disotterrato a Pompei si trovò nel 1772 una bella vetrata di poco più di tre palmi, quadrata, e composta di tanti vetri di circa un palmo l’uno, anche’essi quadri, i quali pareva che fossero stati messi senza piombo per mezzo, […] perchè avevano una bastante grossezza ed una perfezione cristallina. Ma noi tuttochè non ardiamo contraddite al fatto, non possiamo per altro a fronte del silenzio degli antichi scrittori circa l’uso de’vetri per le fi-nestre de’tempi loro, decidere la questione tuttavia pen-dente su tal particolar.8

Paralelo al avance de las excavaciones se desarrolló también el estado de la cuestión en torno al lapis spe-cularis. Tan sólo unos años después del descubrimiento de Pompeya, en 1768, Pierre Le Vieil expuso su Diser-tation sur la Pierre spéculaire des Anciens como parte de la obra Essai sur la peinture en Mosaïque.9 No fue hasta comienzos del siglo XIX cuando su presencia en la bi-bliografía aumentó siendo objeto de tratados y obras generales: mientras que algunos autores abordaron el tema desde la vertiente filológica,10 otros lo hicieron prestando atención a los datos arqueológicos11 y refi-riéndose a Pompeya como lugar donde “both glass and transparent talc have been discovered in the window-fra-mes of houses”;12 a todo ello hay que añadir la constante referencia a dicho material en los diarios de excavación –que expondremos, en parte, a continuación–. Pero el lapis specularis, cuyo uso no sólo estuvo ligado a la ar-quitectura en ámbito pompeyano –vertiente más tra-tada en los recientes estudios que lo mencionan–, tuvo una difusión más amplia que el radio circumvesubiano.

Presente en las fuentes clásicas, las menciones a este material destacan en número y precisión en la Naturalis Historia de Plinio el Viejo, hecho que ha llevado a al-gunos autores a suponer que el naturalista pudo haber conocido en primera persona las explotaciones mineras

8. D’Ancora, 1803: 39.9. Fontaine y Foy, 2005: 159.10. Vid. Adam, 1818: 405-407; Hirt, 1827: 66-77.11. Vid. D’Ancora, 1803: 39; Pellat, 1849: 6.12. Smith, 1859: 120.

Page 14: Reflexiones sobre el uso del lapis specularis en las domus pompeyanas: arquitectura y vida cotidiana

navigare necesse est.  estudios en homenaje a josé maría luzón nogué194

del lapis specularis.13 Este mineral, cuya explotación y comercio influyeron notablemente en el desarrollo eco-nómico imperial, se encontraba en Hispania Citerior14, Chipre, Capadocia y Sicilia, y permitía ser cortado en finas láminas (Plin., NH. XXXVI 160); entre sus carac-terísticas, destacaban su transparencia y resistencia, por lo que gozó de un uso similar al del vidrio. No obstante, debemos mencionar la dificultad que el término spe-cularia presenta en las fuentes, ya que no especifica el uso del lapis specularis o del vidrio,15 lo que supone un problema a la hora de interpretarlas y ha llevado a la aceptación general, por gran parte de los investigadores, de que uno u otro material fueran los utilizados de ma-nera similar en ámbito público como privado –con las matizaciones y diferencias que la evidencia arqueológi-ca ha aportado al respecto–.16 De este modo, ya desde el siglo XIX, autores como Marquardt o Adam,17 citaron a algunos autores clásicos al tratar el lapis specularis, destacando las referencias a su uso en ventanas ámbito doméstico (Senec., Ep. 90.25), en los pórticos (Plin., Ep. II 17.3, 21), en los jardines (Mart., Ep. VIII 14), etc.

La problemática que las fuentes presentaban en lo referente a este mineral, fue solventada, en gran parte, gracias a los datos aportados por la evidencia arqueo-lógica. En comparación con el vidrio y fuera del área vesubiana, los restos de lapis specularis hallados tanto en ámbito público como privado son escasos, aunque se han atestiguado en diferentes partes del Imperio;18 destacaremos, en Hispania, las placas halladas en el de-nominado edificio del Atrio de Carthago Nova, y, en África, las halladas en Cartago;19 por lo excepcional de sus hallazgos destacan también las de Ostia Antica;20 las ciudades del área vesubiana, en especial Pompeya y Herculano, han permitido estudiar no sólo el lapis specularis aplicado a la arquitectura doméstica en ven-tanas, sino también la utilización del mismo en objetos de uso cotidiano –como las linternas de bronce halla-das en numerosas domus–.21

13. Bernárdez y Guisado, 2002: 278-279. Para un estudio ex-haustivo de las referencias al lapis specularis en la Naturales Historia de Plinio el Viejo, vid. Bernárdez y Guisado, 2007.

14. Vid. Bernárdez y Guisado, 2002 para una aproximación a la minería romana del lapis specularis en Hispania.

15. Townbridge, 1930: 187.16. Dell’Acqua, 2004: 112.17. Marquardt, 1867: 342-345; Adam, 1818: 405-407.18. Vipard, 2009: 4.19. Anselm, 2002: 129-130; Fontaine y Foy, 2009: 159.20. Calza, 1924: 13-14.21. Tarbell, 1909: 113.

Fig. 1. Placas de lapis specularis halladas en la casa de C. Cuspius Pansa (I. 7. 1) (n.º inv. 3154) (S. Fountaine en Fontaine y Foy, 2008: 447, fig. 37).

Centrando nuestra atención en Pompeya, el lapis specularis ha sido hallado, mencionando algunos de los ejemplos, en la casa delle Suonatrici (IX, 3, 5/24),22 en las casas de los Cissonii o L. Calpurnius Diogenes (VII. 7.2/5), donde se hallaron diversos fragmentos en un área de paso entre los dos peristilos,23 en el atrio de la casa de Curvius Marcellus y de Fabia (IX. 2. 18),24 en el atrio de la de M. Caesi Blandi (VII. 1. 40),25 en la casa de Fabio Amando (I, 7, 2-3) o en la casa de C. Cuspius Pansa o Paquius Proculus (I.7.1).26

De todos ellos, los hallazgos llevados a cabo en 1923 en la domus de C. Cuspius Pansa, por su carácter excep-cional, permitieron realizar grandes avances en el estu-dio del lapis specularis. En el curso de las excavaciones se encontraron, junto al muro oeste del atrium, más de 25 fragmentos de dicho material de unas dimensiones de 17x 23,5 cm y algunos restos fijados a un soporte de madera.27 (Fig. 1) Este hallazgo permitió reconstruir, por primera vez, un modelo de ventana con placas en lapis specularis, publicado por Spinazzola y basado en la combinación de las diferentes piezas que irían inser-tadas en un marco de madera formando en conjunto una ventana completa.28 Todo ello apareció asociado a piezas de bronce en forma de T y en ángulo recto, con clara evidencia de haber tenido adheridas placas de la-pis specularis; a todo ello hay que añadir dos piezas –a

22. Beretta y Di Pasquale, 2004: 281.23. De Petra, 1872: 229; Fraia et al., 1872: 352, 354.24. Fraia et al., 1871: 221 y 222.25. Fiorelli, 1862: 91.26. Maiuri, 1927: 11; Maiuri, 1929: 386.27. Sigges, 2000: 185; Vipard, 2009: 4.28. Spinazzola, 1953: 70.

Page 15: Reflexiones sobre el uso del lapis specularis en las domus pompeyanas: arquitectura y vida cotidiana

navigare necesse est.  estudios en homenaje a josé maría luzón nogué 195

modo de bisagras–, con restos del mineral, que podrían indicar la apertura y cierre de alguno de los paneles. (Fig. 2) No hay dudas de que los anteriores fragmen-tos –hallados a una distancia muy cercana los unos de los otros– guardarían relación y formarían parte, o bien de una o varias ventanas, o bien, en el caso de la proximidad al peristilo, de algún entramado de madera asociado al mismo que serviría de cierre y dejaría pasar la luz.29 Los posibles diseños reconstructivos, además de estar basados en la evidencia arqueológica, tomaron como paralelos el resto de ventanas halladas en Pompe-ya y Herculano –que, o bien cerradas con vidrio, o bien con lapis specularis, han permitido realizar numerosos estudios y clasificaciones de las que se han obtenido importantes conclusiones–.

Fig. 2. Piezas de bronce en forma de T y ángulo recto (n.º inv. 3155, 3158), y en forma de bisagra (n.º inv. 3157) provenientes de la casa de C. Cuspius Pansa, asociadas a las placas de lapis specularis halla-das (Sigges, 2000: 684, tabla 34).

En cuanto a su localización en las domus es extraño encontrar ventanas hacia la calle en las plantas bajas, aunque sí eran numerosas en las primeras plantas y en todas las estancias internas que daban al atrium o al peristilo; en lo referente a la forma de las mismas, destacan los óculos –como el de la Casa de Acteón–,30 las ventanas cuadrangulares y las rectangulares –fácil de cubrir mediante la combinación de placas de vidrio o lapis specularis insertadas en una estructura de ma-dera–, además de pequeñas aperturas desde estancias a jardines y calles para iluminar las mismas.31

29. Fontaine y Foy, 2008: 446 y 447.30. Mazois, 1824: 52.31. Vipard, 2009: 4 y 5.

En un primer momento los vanos se cerraron con estructuras compuestas por dos piezas verticales de madera, móviles, que permitían la entrada de la luz y la ventilación de las estancias –ejemplo de ello es la domus número 22 de la ínsula V de Herculano–;32 además, se ha evidenciado el uso de numerosas láminas verticales de madera con una función similar a las anteriores: las tablas estarían unidas en su parte central a través de una barra y en sus extremos superior e inferior al muro de construcción a través de un sistema de encaje móvil que permitía su apertura y cierre –destaca la de la casa de M. Obelius Firmus (IX. 14. 2, 4)–.33

En un segundo período estos tipos de ventanas se vieron desplazados por la revolución causada por el vi-drio y el lapis specularis. Aunque la completa difusión del primero no se produjo hasta bien entrado el siglo I d. C., el área vesubiana ha demostrado que ambos fueron utilizados coetáneamente, generando un gran impacto a nivel estructural –debido a la gran cantidad de luz que ahora podía ser aprovechada– e ideológico –ligado al concepto de otium–.34 No obstante, a pesar de que ambos materiales fueron utilizados indistinta-mente en las ciudades vesubianas, la elección de uno u otro pudo depender de la tonalidad de las placas tra-bajadas y del grado lumínico que se quisiera obtener, además del precio del mismo –si tenemos en cuenta, aunque de un período cronológico posterior al que estamos tratando, el Edictum De Pretiis Rerum Vena-lium de Diocleciano, del 301 d. C., en el que se estable-ce para el lapis specularis un precio de 8 denarios por libra, respecto a los 13 y 24 denarios para otros tipos de vidrio–.35 Las láminas halladas en Pompeya serían transportadas desde los diferentes complejos mineros del Imperio tras ser inicialmente trabajadas y cortadas en diferentes módulos en los centros de procesamiento a pie de mina36 –hecho que parece atestiguado, además, si comparamos, por ejemplo, las medidas de las placas halladas en Pompeya en las de las domus de C. Cuspius Pansa y Fabio Amando, cuyas mínimas diferencias po-drían indicarnos que las piezas fueron adaptadas a las estructuras lígneas donde iban a ser insertadas antes de formar parte de la ventana para las que habían sido ad-quiridas–.37 (Fig. 3).

32. Maiuri, 1958: 443.33. De Carolis, 2007: 36 y 37.34. Anguissola, 2010: 246.35. De Carolis, 2007: 38 y 39.36. Bernárdez y Guisado, 2010: 420-422.37. Sigges, 2000: 185.

Page 16: Reflexiones sobre el uso del lapis specularis en las domus pompeyanas: arquitectura y vida cotidiana

navigare necesse est.  estudios en homenaje a josé maría luzón nogué196

Fig. 3. Diseño reconstructivo de una ventana compuesta por placas de lapis specularis basado en los hallazgos de la domus de C. Cuspius Pansa (Spinazzola, 1956, I, fig. 76).

Pero el uso del lapis specularis en Pompeya no sólo se ha atestiguado ligado a la arquitectura, sino también aplicado en objetos de uso cotidiano, como las linternas halladas en algunas domus (Fig. 4). Tal y como indi-ca Smith,38 el uso del vidrio aplicado en estas linternas fue tardío, siendo otros materiales los más difundidos, como el cuerno (Mart., Ep. XIV 61,62). No obstante, la evidencia arqueológica pompeyana ha demostrado que el lapis specularis fue utilizado igualmente en es-tas linternas, quizás por su transparencia, si tenemos en cuenta que las fuentes nos indican que las de mayor calidad su provenían de Carthago y eran aquellas que dejaban pasar la luz con facilidad (Plaut., Aul. III 6. 30).

Estas linternas, cilíndricas y normalmente en bron-ce, estaban compuestas de diferentes piezas; la base de las mismas la constituía un disco que en su parte central sostenía un recipiente que hacía las veces de lámpara; del mismo partían unas barras verticales que la unían con una cubierta semiesférica, perforada, que permitía la salida del humo; asociado a estas linternas se han ha-llado extinguidores que permitían apagar la llama de la lámpara central;39 las placas de lapis specularis u otros materiales, irían insertadas entre las barras verticales, cerrando toda la linterna, protegiendo la lámpara y ga-rantizando, además, una buena iluminación debido a su transparencia. Baste, como ejemplo, la descripción que Migliozzi hace de una de las linternas del Museo de Nápoles: “Lanterna con coverchio retto da catenucce,

38. Smith, 1878: 568.39. Overbeck, 1884: 448.

su cui si legge: Cautus eris. Le foglie di talco fanno le veci di cristallo”.40

Fig. 4. Diseño de una linterna basado en los ejemplos hallados en las ciudades vesubianas (Overbeck, 1884: 448, fig. 246).

Al igual que sucede con las placas de lapis specula-ris utilizadas en las ventanas, los diarios de excavación y guías arqueológicas desde el siglo XVIII han dejado constancia del uso de linternas con este material en otras domus, como las halladas debajo de las escaleras del atrium de la Casa dei Ceii, con “considerevoli fram-menti di talco trasparente esterno”,41 (Fig. 5) así como en la casa de C. Cuspius Pansa (I. 7. 1).42 El uso de uno u otro material en las linternas pudo estar ligado a mo-tivos funcionales ya que, al igual que sucedía con las ventanas, han sido hallados ejemplos de todos los tipos en Pompeya, destacando las linternas de la Casa del Menando (I. 10. 4), la Casa del Príncipe de Nápoles (IV. 4. 7), la Casa del Ara Massima (IV. 5. 7/15), la Casa de Oppius Gratus (IX. 6. 5) o la Casa V. 4. 3, entre otras.43

La presencia del lapis specularis en ciudades como Pompeya –y su aplicación tanto en ámbito arquitectóni-co como en objetos de uso cotidiano– pone de manifies-to el éxito y difusión del que gozaron las explotaciones mineras en las diferentes partes del Imperio –tal y como nos indican las fuentes clásicas–, además del auge co-mercial que caracterizó los dos primeros siglos del Imperio y la estrecha relación existente, en ese mismo período, entre la Caput Mundi y el resto de territorios –si atendemos al completo proceso desde que el mismo fue extraído de las minas hasta que fue colocado en una de las ventanas de las domus o linternas de Pompeya u

40. Migliozzi, 1878: 143.41. Della Corte, 1914: 295.42. Sigges, 2000: 210.43. Sigges, 2000: 99, n. 72.

Page 17: Reflexiones sobre el uso del lapis specularis en las domus pompeyanas: arquitectura y vida cotidiana

navigare necesse est.  estudios en homenaje a josé maría luzón nogué 197

otras ciudades ve-subianas (ámbito territorial obje-to de la presente reflexión)–. Fi-nalmente, desta-caremos que el uso del lapis specularis quedó relegado a un segundo pla-no ante el éxito, rápida difusión y acogida que tuvo el vidrio a par-tir de la primera mitad del siglo I, momento en el que produjo una revolución en su manufactura, aba-ratándose los cos-tes y permitiendo un mayor acceso a este recurso –he-cho demostrado también por la ar-queología a través de la gran cantidad de oficinas para el trabajo del vidrio halladas en todo

el Imperio,44 además de las referencias que poseemos en el anteriormente mencionado Edictum De Pretiis Rerum Venalium de Diocleciano, del 301 d. C.

A modo de conclusión y volviendo sobre las inicia-les reflexiones, a través de los datos y ejemplos ante-riormente expuestos –algunos de ellos mencionados en algunas publicaciones de los últimos veinte años y otros recuperados por primera vez de los diarios de ex-cavación– es posible trazar unas pautas generales del estado de la cuestión relativo al lapis specularis y su uso en la arquitectura doméstica pompeyana. Todo ello nos lleva a afirmar que, al aproximarnos a este material, de-bemos tener en cuenta también el vidrio por la estrecha relación que presentaron en época romana (tal y como ha demostrado la evidencia arqueológica), así como en la historiografía desde el siglo XVIII hasta la actualidad

44. Dell’Acqua, 2004: 119.

(ya que, como hemos visto, la mayor parte de los au-tores partieron del problema inicial que las fuentes presentan, tratando en sus estudios ambos materiales). Abordar el estado de la cuestión del lapis specularis im-plica conciliar ambas vertientes –la arqueológica y la filológica– para poder superar las dificultades inicia-les que residen en torno al mismo. Además, las líneas anteriormente expuestas ponen de manifiesto las po-sibilidades que aún hoy en día las ciudades vesubianas ofrecen para el estudio de la Antigüedad Clásica, exis-tiendo, entre las numerosas listas de objetos recogidos en los diarios de excavación, datos inéditos a la espe-ra de ser estudiados y revisados. Y es este el objetivo último que pretende el presente artículo: tras haber realizado una aproximación inicial, dar lugar a nuevas revisiones que aporten nuevos datos sobre el uso y la aplicación del lapis specularis en Herculano, Pompeya, Oplonitis y Estabia, presente –y a la vez ausente–, como hemos indicado al comienzo, en la bibliografía de los últimos 250 años.

Fig. 6. Planta de Pompeya con las domus mencionadas donde se han hallado placas de lapis specularis asociado a ventanas y utilizado en linternas.

Fig. 5. Linterna hallada en el depósito bajo las escaleras del atrium de la Casa dei Ceii con restos del cierre de lapis specula-ris (Sigges, 2000: 658, tabla 8).

Page 18: Reflexiones sobre el uso del lapis specularis en las domus pompeyanas: arquitectura y vida cotidiana

navigare necesse est.  estudios en homenaje a josé maría luzón nogué198

Bibliografía

ADAM, A. (1818), Antiquités Romaines, ou tableau des moeurs, usages et institutions des romains, II. París.

ALLISON, P. M. (2004), Pompeian Households: an analysis of the material culture. Los Ángeles.

ANGUISSOLA, A. (2010), Intimità a Pompei: riservatezza, condivisione e prestigio negli ambienti ad alcova di Pom-pei. Göttingen.

ANSELM, G. (2002), “Cistern 7 and its content”, en G. Hansen (ed.), Carthage. Results of the Swedish excavations 1979-1983, I, A Roman bath in Carthage, Stockholm, 127-130.

BERETTA, M. y DI PASQUALE, G. (eds.), Vitrum. Il vetro fra arte e scienza nel mondo romano. Florencia.

BERNÁRDEZ, M. J. y GUISADO, J. C. (2002), “Las explo-taciones mineras de lapis specularis en Hispania”, en Ar-tifex. Ingeniería romana en Hispania, Madrid, 273-298.

— (2007), “Las referencias al lapis specularis en la Historia Natural de Plinio el Viejo”, Pallas: Revue Universitaire d’Études Antiques 75, 49-57.

— (2010), “La ingeniería minera romana del lapis specula-ris en Hispania”, en Las técnicas en las construcciones y en la ingeniería romana, 405-428.

CALZA, G. (1923), “Le origine latine dell’abitazione mo-derna (I)”, Architettura e Arti Decorative: rivista d’arte e di storia III, 1, 3-18.

D’ANCORA, G. (1803), Prospetto storico-fisico degli scavi di Ercolano e di Pompei, e dell’antico e presente stato del Vesuvio. Nápoles.

DE CAROLIS, E. (2007), Il mobile a Popmei ed Ercolano: letti, tavoli, sedie e armadi: contributo alla tipología dei mobili della prima età imperiale. Roma.

DE PETRA, G. (1872), “Notizia degli ultimi scavi”, Giornale degli Scavi di Pompei 17, 225-231.

DELL’ACQUA, F. (2004), “Le finestre invetriate nell’anti-chità romana”, en M. Beretta, y G. di Pasquale (eds.), Vitrum. Il vetro fra arte e scienza nel mondo romano, Florencia, 109-119.

DELLA CORTE, M. (1914), “Pompei. Continuazione dello scavo di Via dell’Abbondanza”, Notizie degli Scavi di An-tichità, Series 5, 11, 291-296.

FIORELLI, G. (1862), Giornale degli Scavi di Pompei 13, Nápoles.

— (1869), “Ville Stabiane”, en A. Rich, Dizionario delle An-tichità Greche e Romane, II, Florencia, 423-434.

— (1873), Gli Scavi di Pompei dal 1861-1872. Nápoles.FONTAINE, S. D. y FOY, D. (2005), “De pierre et de lumière:

le lapis specularis”, en D. Foy (ed.), De transparentes

spéculations, Vitrés de l’Atquie et du Haut Moyen-Age (Occident-Orient), Bavay, 159-164.

— (2008), “Diversité et evolution des vitrages de l’antiquité et du Haut Moyen Âge”, Gallia 65, 405-459.

FRAIA, A., GALELLA, A. y SCOGNAMIGLIO, D. (1871), “Relazione officiale dei lavori eseguiti da Giugno a Dicembre 1870”, Giornale degli Scavi di Pompei 16, 211-224.

— (1872), “Relazione officiale dei lavori eseguiti”, (julio 1871-febrero 1872), Giornale degli Scavi di Pompei 18, 348-368.

HIRT, A. (1827), Die Lehre der Gebäude bei den Griechen und Römern. Berlín.

MAIURI, A. (1927), “Pompei. Relazione sui lavori di scavo dal marzo 1924 al marzo 1926”, Notizie degli Scavi di Antichità, Series 6, 3, 3-83.

— (1929), “Pompei. Relazione sui lavori di scavo dall’aprile 1926 al dicembre 1927”, Notizie degli Scavi di Antichità, Series 6, 5, 354-476.

— (1958), Ercolano: i nuovi scavi (1927-1958). Roma.MARQUARDT, J. (1867), Römische Privatalterthümer.

Leipzig.MAZOIS, F. (1824), Les ruines di Pompéi, II. París.MIGLIOZZI, A. (1878), Nuova guida generale del Museo

Nazionale di Napoli secondo i più recenti riordinamenti corredata di un’Appendice riguardanti Pompei e l’eruzio-ne che la distrusse. Nápoles.

OVERBECK, J. (1884), Pompeji in seinen Gebäuden, Alter-thümern und Kunstwerken. Leipzig.

PELLAT, A. (1849), Curiosities of glass making: with details of the processes and productions of ancient and modern ornamental glass manufacture. Londres.

ROMANELLI, D. (1811), Viaggio a Pompei a Pesto e di ri-torno ad Ercolano ed a Pozzuoli. Nápoles.

SIGGES, B. (2000), Vita cognita. Die Ausstattung pompejanis-cher Wohnhäuser mit Gefäßen und Geräten – untersucht an ausgewählten Beispielen, Köln. Publicado en red: http://www.zum.de/Faecher/Materialien/bosch/latein/vita%20cognita.pdf

SMITH, C. R. (1859), Illustrations of Roman London. Londres.

SMITH, W. (1878), A dictionary of Greek and Roman anti-quities. Nueva York.

SPINAZZOLA, V. (1953), Pompei alla luce degli Nuovi Sca-vi di Via dell’Abbondanza I-II. Roma.

STENDHAL (1989), Roma, Napoli e Firenze. Roma - Bari.

Page 19: Reflexiones sobre el uso del lapis specularis en las domus pompeyanas: arquitectura y vida cotidiana

navigare necesse est.  estudios en homenaje a josé maría luzón nogué 199

TARBELL, F. B. (1909), Catalogue of bronze etc. in Field Museum of Natural History, Chicago, reproduced from originals in the National Museum of Naples. Chicago.

TOWBRIDGE, M. L. (1930), Philological studies in ancient glass. Illinois.

VIPARD, P. (2009), “L’usage du verre à vitre dans l’architec-ture romaine du Haut Empire”, en S. Lagabrielle y M. Philippe (eds.), Verre et fenêtre de l’Antiquité au XVIIIe

siècle, Versailles, 3-10.