reflexiones sobre el futuro del anÁlisis de la conducta en el siglo xx

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Disponible en: http://redalyc.uaemex.mx/src/inicio/ArtPdfRed.jsp?iCve=243016300004 Redalyc Sistema de Información Científica Red de Revistas Científicas de América Latina, el Caribe, España y Portugal FLEMING-HOLLAND RUTHERFORD, ANDRÉE DENTRO DE LA CAJA NEGRA: REFLEXIONES SOBRE EL FUTURO DEL ANÁLISIS DE LA CONDUCTA EN EL SIGLO XXI Revista Mexicana de Psicología, vol. 25, núm. 1, junio, 2008, pp. 59-70 Sociedad Mexicana de Psicología, A. C. México, México ¿Cómo citar? Número completo Más información del artículo Página de la revista Revista Mexicana de Psicología ISSN (Versión impresa): 0185-6073 [email protected] Sociedad Mexicana de Psicología, A. C. México www.redalyc.org Proyecto académico sin fines de lucro, desarrollado bajo la iniciativa de acceso abierto

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  • Disponible en: http://redalyc.uaemex.mx/src/inicio/ArtPdfRed.jsp?iCve=243016300004

    RedalycSistema de Informacin Cientfica

    Red de Revistas Cientficas de Amrica Latina, el Caribe, Espaa y Portugal

    FLEMING-HOLLAND RUTHERFORD, ANDRE

    DENTRO DE LA CAJA NEGRA: REFLEXIONES SOBRE EL FUTURO DEL ANLISISDE LA CONDUCTA EN EL SIGLO XXI

    Revista Mexicana de Psicologa, vol. 25, nm. 1, junio, 2008, pp. 59-70Sociedad Mexicana de Psicologa, A. C.

    Mxico, Mxico

    Cmo citar? Nmero completo Ms informacin del artculo Pgina de la revista

    Revista Mexicana de PsicologaISSN (Versin impresa): [email protected] Mexicana de Psicologa, A. C.Mxico

    www.redalyc.orgProyecto acadmico sin fines de lucro, desarrollado bajo la iniciativa de acceso abierto

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    Revista Mexicana de Psicologa, Junio 2008Volumen 25, Nmero 1, 59-70

    DENTRO DE LA CAJA NEGRA: REFLEXIONES SOBRE EL FUTURO DEL ANLISISDE LA CONDUCTA EN EL SIGLO XXI

    INSIDE THE BLACK BOX: REFLECTIONS ON THE FUTURE OF BEHAVIORANALYSIS IN THE XXI CENTURY

    ANDRE FLEMING-HOLLAND RUTHERFORD1

    Universidad Veracruzana, Mxico

    Resumen: La segunda fuerza en la psicologa actual, el anlisisexperimental de la conducta, tiene como piedra angular la re-gla de la operacionalidad. Este hecho surgi como una necesi-dad histrica contra el psiquismo de la poca. Sin embargo,hoy en da la tecnologa permite medir lo ocurrente dentro dela caja negra, lo cual exige nuevos paradigmas en el anlisisexperimental de la conducta. Esto implica ampliar los horizon-tes en la investigacin y en la enseanza para que los psiclogosse mantengan a la vanguardia en la investigacin psicolgicacientfica. Hay dos ramas de investigacin actuales de las cua-les el anlisis experimental pudiera ser un colaborador activo:la investigacin neurobiolgica sobre cmo se conforman lasveredas cerebrales, la cual se est llevando a cabo en varioslaboratorios estadounidenses, y la investigacin de la psicolo-ga positiva, originaria de los Estados Unidos, pero actualmen-te llevada a cabo en varios pases del mundo. Se deberareflexionar sobre los avances en estas ramas: una de nivel microy otra de nivel macro, para averiguar qu es lo que el anlisisexperimental les puede ofrecer y qu es lo que aqullas pue-den ofrecer a los cientficos de la conducta.Palabras clave: anlisis experimental, neurobiologa interper-sonal, psicologa positiva

    Abstract: The experimental analysis of behavior is based onthe concepts of operational definition and measurement. In-sistence on definition and measurement was a necessary reac-tion to the mentalism of the 40s and 50s and to pressuresbrought about by WWII. Today, however, technology allowsfor some opportunities to measure activity inside the blackbox, and this calls for new paradigms in the experimentalanalysis of behavior. Behavior analysis can contribute meas-urement techniques and scientific rigor to neurobiological in-vestigations of how neural pathways are formed in the brain,and to the investigations being done in the new field of posi-tive psychology. Reflection on the advances in these two fieldssuggests that contributions could flow between them andbehavior analysis in both directions.Key words: experimental analysis, interpersonal neurobiology,positive psychology

    La mayora de las personas sontan felices como desean serloABRAHAM LINCOLN

    Los seres humanos han soado con el paraso desde elinicio de su historia. Hace siglo y medio aproxima-damente, Henry David Thoreau (1854/1999) escribiWalden, una jornada de trascendencia en tres etapas: pri-mero, aprendiendo de la historia todo lo que sea de m-rito en la sabidura del pasado; segundo, estableciendouna relacin armoniosa con la naturaleza, a travs de la

    cual se pueden descubrir verdades ticas; y finalmente,el trascendentalista, despus de completar el proceso deautorenovacin, debe intentar renovar a la sociedad ensu entidad, compartiendo sus avances espirituales conotros. Walden fue el intento de Thoreau por completaresta tercera etapa de vida trascendental.

    Un siglo despus de la publicacin de Walden, B.F.Skinner (1948) escribi Walden II, obra en la que exponea una sociedad en la que los problemas humanos sonresueltos aplicando tecnologa cientfica a los problemasde vivir juntos en comunidad. Skinner postul que el

    1 Enviar correspondencia a la autora: Facultad de Psicologa-Xalapa, Universidad Veracruzana, Ruiz Cortnez 300, Col. Belisario Domnguez,C.P. 91079, Xalapa, Veracruz, Mxico. Correo electrnico: [email protected]

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    conocimiento del comportamiento humano puede serusado para crear un ambiente social productivo en lasgeneraciones presentes y futuras, creando as una utopamoderna efectuando las contingencias correctas dereforzamiento que fomenten la cooperacin y ayuda enel proceso de seleccin natural. Cada persona trabajabaen lo que le gustaba y lo haca mejor durante cuatro ho-ras al da, y a todos se les pagaba el mismo salario. Eltiempo de ocio se usaba productivamente y la sociedadfloreci. Despus de que Walden II fue publicado, variascomunidades experimentales basadas en este modelofueron probadas, de las cuales la ms famosa fue la Vi-lla del Aprendizaje de Roger Ullrich, que abri sus puer-tas en 1967.

    Ahora, medio siglo despus, tal vez ya es tiempo decomenzar a planear un Walden III, en vista de los monu-mentales retos econmicos, sociales y ambientales que laaldea global enfrenta, como dijera McLuhan (McLuhan& Powers, 1989). Primero, siguiendo la mxima (popu-larmente atribuida a Winston Churchill, pero cuyo autorintelectual fue Jorge Ruiz de Santillana) que dice: aque-llos que no aprendan de su historia estn condenados arepetirla, se expone una breve historia de la ciencia de lapsicologa, que ha estado problematizada por sus orgenesesquizoides por ms de 100 aos, cuando William James,filsofo y profesor de Harvard en anatoma y fisiologa,public su brillante Principios de Psicologa en 1890.

    Los problemas filosficos yacientes en la psicologason inherentes a su misma definicin, ejemplificada enel Oxford English Dictionary (1993):

    Ciencia que estudia la naturaleza, funcionamiento, ydesarrollo de la mente humana (antiguamente del alma),incluyendo las facultades de la razn emocin, per-cepcin, comunicacin, etc.; la rama de la ciencia quese encarga del estudio de la mente (humana o animal)como una entidad, y no en su relacin al cuerpo ni alcontexto ambiental o social, basado en la observacinde la conducta del individuo o un grupo de individuosen circunstancias particulares (ordinarias o controladas).(p. 2402).2

    Quiz James no slo fue brillante, sino todava rele-vante: su filosofa maneja tres temas primordiales:

    pragmatismo, voluntarismo y empirismo radical. Porpragmatismo, James se refiere a que las ideas no produ-cen objetos, pero nos preparan para ellos; la funcin deuna idea, pues, es prepararnos para los efectos concebiblesy prcticos que el objeto puede involucrar, incluyendoqu sensaciones podemos esperar de l y qu respuestadebemos formular en consecuencia. Por voluntarismo,el autor se refiere a su concepto de conciencia como acti-va, selectiva e interesada en seleccionar nuestro mun-do desde la infinita continuidad del espacio. Voluntad einters (o enfocamiento) son, as, primarios en la crea-cin de la experiencia. Por empirismo radical, James serefiere a la experiencia pura, rechazando todo principiotrascendente y enfatizando la importancia de las relacio-nes conjuntivas como principio organizativo.

    Habra que examinar los orgenes de la ciencia psico-lgica, su definicin y sus estatus actual, para ver si esta-mos desempeando nuestra misin como psiclogos,como normalmente lo entienden tanto legos como otroscientficos. En ninguna forma se est sugiriendo que lametodologa impuesta por autores menos rigurosos seaaceptada, sino que mejor se intentara ver hacia dnde vala psicologa o, quiz, adnde debera ir. Es convenienteexplorar el campo de la psicologa positiva, fundada porMartin Seligman y Mihaly Csikszenmihalyi (2000), quepublicaron sus ideas por primera vez en una edicin es-pecial de American Psychologist, dedicada enteramente atemticas de psicologa positiva. Desde la publicacinde este nmero hace siete aos, han aparecido una de-cena o ms de libros e incontables artculos, as comouna revista especializada sobre temas relacionados: fe-licidad, excelencia, funcionamiento humano ptimo,evaluacin psicolgica positiva y el desarrollo y benefi-cios en salud del optimismo (Anderson, Hawkins,Freeman, & Scotti, 2000; Frederickson & Lozada, 2005;Gardner, Csikszenmihalyi, & Damon, 2001; Keyes &Haidl, 2003).

    Una pregunta surge aqu: No deberan los ingenierosconductuales comenzar a explorar este campo y contri-buir con procedimientos nicos de asesora e investiga-cin a esta tarea? Algunos se cuestionarn el estatuscientfico de la psicologa positiva, pero hay que enfati-zar que antes de la Segunda Guerra Mundial, la cienciapsicolgica tena tres misiones distintas: entender y cu-

    2 Traduccin de la autora.

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    rar la disfuncin psicolgica; hacer la vida de las perso-nas no slo productiva, sino tambin ms satisfactoria; eidentificar y fortalecer el talento, como se ejemplifica enlos estudios de dotacin de Terman (1939) y felicidadmarital (Terman et al., 1938) y los trabajos de Watsonsobre felicidad marital (1928), entre otros (citados porSeligman & Csikszentmihalyi, 2000). Incluso comoSkinner advirti (1974):

    Una ciencia de la conducta tiene que considerar el lugarde estmulos privados como entidades fsicas, y dehacerlo as, se da una explicacin alternativa de la vidamental. La pregunta, entonces, es sta: Qu es lo quehay debajo de la piel, y cmo sabemos de ello? Larespuesta es, yo creo, el corazn del conductismo radi-cal. (p. 233)3

    Despus de la Segunda Guerra Mundial, en parte poruna imperiosa necesidad de tratar desordenes mentalesen veteranos, y en parte por las fuerzas econmicas ge-melas del establecimiento de la Agencia de Veteranos(V.A., por sus siglas en ingls) y el Instituto Nacional deSalud Mental, el inters se enfoc en las enfermedades

    mentales y los grandes presupuestos fueron destinados aello. La investigacin psicolgica cambi a la evaluaciny cuidado de individuos en sufrimiento individual, quiztambin estimulada por la popularizacin de conceptospsicodinmicos. Sin embargo, el modelo de enfermedadimpuesto por el Instituto Nacional de la Salud Mentalpareca enfocarse en la intervencin y rehabilitacin yno en la prevencin. Hoy, el costo en impuestos, horasde empleo perdidas en el trabajo e incidentes como lamatanza en la preparatoria Colombine son indicadoresinequvocos de la necesidad de una evaluacin tempra-na y de prevencin. Pero cmo?

    Para entender perfectamente esto, Feist (2006) pro-puso un modelo integral de las influencias psicolgicas yambientales sobre la conducta cientfica, inters y talen-to. En la Figura 1 se muestra este modelo.

    Hoy no existe una psicologa de las fortalezas huma-nas. Pero la psicologa positiva, poniendo nfasis en la pre-vencin, est intentando desarrollar dicha psicologa.Cules son los requisitos? Para desarrollar un entendi-miento de cmo los seres humanos se vuelven psicolgi-camente saludables y as desarrollar una aproximacinteraputica basada en las fortalezas, de acuerdo con

    3 Traduccin de la autora.

    Figura 1. Modelo integrativo de influencias ambientales y psicolgicas sobre la conducta, inters y talento cientfico (Feist, 2006).

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    Seligman (2003) es necesario primero, desarrollar unaforma de medicin; segundo, un sistema de clasificacin;tercero, una causalidad descubrible con estudios longitu-dinales; cuarto, contar con estudios sobre eficacia y efec-tividad; y quinto, contar con formas de aumentar eldesempeo humano.

    El elefante en la caja de Skinner es la medicin. Cmose miden los eventos internos para obtener el corazndel conductismo radical, como Skinner propuso hace msde treinta aos? Con el Manual Diagnstico y Estadsticode los Trastornos Mentales (DSM-IV-TR; AmericanPsychological Association, 2002) y la Clasificacin Inter-nacional de las Enfermedades (ICD-10; World HealthOrganization, 1992), ambos sistemas de clasificacin detrastornos mentales, ahora se puede describir y medir laanormalidad. Pero qu hay de medir lo que es sano,

    una medicin de las fortalezas humanas? Seligman sedirigi a este problema en su libro Fortalezas del carcter yvirtudes, cuando propuso una clasificacin de las fuerzashumanas que complementaban la clasificacin DSM-IV-TR de patologas humanas, abstenindose de afirmar unataxonoma a falta de una base terica adecuada (Peterson& Seligman, 2004), y afirmaba que la psicologa positi-va prosperar cuando las clasificaciones [...] evolucionenen taxonomas [...] (p. 9). Seligman propuso seis virtu-des extradas de los textos universales filosficos, histri-cos y religiosos: sabidura, valenta, humanidad, justicia,templanza y trascendencia, de las cuales derivan 24 for-talezas. En la Tabla 1 se presentan dichas fortalezas.

    La definicin de fortalezas de carcter es difcilmenteuna definicin operacional. Son procesos o mecanismosque definen las virtudes. Similar a las caractersticas per-

    Tabla 1

    Clasificacin de seis virtudes y 24 fortalezas de carcter (Peterson & Seligman, 2004).

    1) Curiosidad y conocimiento2) Amor por el conocimiento3) Juicio / Pensamiento crtico / Mentalidad abierta4) Ingenio / Originalidad / Inteligencia prctica / Perspicacia5) Inteligencia: social / personal / emocional6) Perspectiva

    1) Valor y valenta2) Perseverancia / Laboriosidad / Diligencia3) Integridad / Autenticidad / Honestidad

    1) Bondad y generosidad2) Amar y dejarse amar

    1) Civismo / Deber / Trabajo en equipo / Lealtad2) Imparcialidad y equidad3) Liderazgo

    1) Autocontrol2) Prudencia / Discrecin / Cautela3) Humildad y modestia

    1) Disfrute de la belleza y la excelencia2) Gratitud3) Esperanza / Optimismo / Previsin4) Espiritualidad / Propsito / Fe / Religiosidad5) Perdn y clemencia6) Picarda y sentido del humor7) Brio / Pasin / Entusiasmo

    1) Sabidura y conocimiento

    2) Valor

    3) Amor y humanidad

    4) Justicia

    5) Templanza

    6) Espiritualidad y trascendencia

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    sonales de Allport (1961), Seligman propuso los siguientescriterios positivos para una fortaleza caracterolgica (Tonallipara los mexicas): 1. Un sentimiento de excitacin, espe-cialmente cuando se exhibe por primera vez la fortaleza.2. Una rpida curva de aprendizaje relacionada a la for-taleza cuando sta se aplica. 3. Un continuo aprendizajede nuevas formas de exhibir conductualmente la fortale-za. 4. Un deseo subjetivo para actuar acorde con la forta-leza. 5. Una sensacin subjetiva de inevitabilidad parausar la fortaleza. 6. Un descubrimiento de la fortaleza enuna epifana o, como algunos lo llaman, un momento deAh, so!. 7. Sentirse vigorizado en vez de exhausto cuan-do se usa la fortaleza. 8. Una bsqueda activa de proyec-tos que giran alrededor de la fortaleza. 9. Motivacinintrnseca para usar la fortaleza.

    Seligman (2005b) afirm que lo que distingue a lapsicologa positiva de la psicologa humanista es que laprimera est basada en investigacin emprica. En opo-sicin al escepticismo, o incluso desconfianza, del mto-do cientfico de los humanistas de los aos 1960s y 1970s,Seligman invita a los psiclogos a unir fuerzas para hacerla investigacin necesaria con el fin de operacionalizar lapsicologa positiva. Los cientficos en el anlisis de laconducta tienen la herramienta necesaria si se deja delado la desconfianza hacia eventos privados comoinmedibles y se toma en consideracin lo que se ha he-cho hasta ahora. Hay varias lneas de investigacin rele-vantes que podran ayudar en este objetivo.Especialmente enfrentando el problema de los eventosinternos, estn: la desensibilizacin sistemtica de Wolpe(1973); la terapia multimodal de su alumno ArnoldLazarus (1971, 1989); el modelo de autoeficacia deBandura (1986, 1997); la investigacin de Beutler (2000)sobre el modelo de efectividad teraputica aumentado yla literatura extensiva sobre afrontamiento positivo e in-vestigaciones recientes en la Universidad de Californiaen Los ngeles (UCLA) y otros centros sobre neuro-plasticidad interpersonal (Siegel, 2001, 2005). Estas lneasde investigacin estn demostrando que el cerebro esasociativo (comparando disparos presentes con pasa-dos), anticipatorio (basando expectativas futuras en even-tos pasados como est evidenciado por la experienciapresente) y altamente social (empricamente validado porel descubrimiento de neuronas espejo).

    La desensibilizacin sistemtica fue desarrollada hacecincuenta aos por Wolpe (1973), influenciado por traba-jos anteriores de Jacobson (1938) sobre la relajacin pro-

    gresiva para inhibir la ansiedad. Wolpe aplic la relaja-cin a situaciones cotidianas que provocaban progresi-vamente niveles de estrs ms altos, tpicamente fobias.Despus de descubrir qu escenas imaginarias eran msfciles de construir, qu eventos actuales de vida produ-can bajas en los niveles de estrs casi idnticos, al igualque producan resultados que generalizaban a las situa-ciones en vivo, la desensibilizacin sistemtica lleg a serla terapia preferida por la gran variedad de respuestas deevitacin, sntomas psicosomticos y el control del do-lor, as como reacciones como el miedo crnico y de an-siedad interpersonal. Los dos principios fundamentalesde la desensibilizacin clsica son: 1. una emocin pue-de contrarrestar otra emocin; 2. es posible habituarse asituaciones amenazantes a travs de exposiciones repeti-das a ellas. El proceso de desensibilizacin es especialmenteindicado para inhibir reacciones de ansiedad inapropiadasa estmulos, reeducando al individuo a responder de unamanera adaptativa. La desensibilizacin sistemtica clsi-ca requiere tres condiciones: 1. saber cmo relajar utili-zando la tcnica de Jacobson de relajacin profundaprogresiva; 2. crear una serie graduada de situaciones deensayo que producen ansiedad en pasos jerarquizados y3. relajar mientras se asciende progresivamente del pasoms bajo al ms alto, dominando cada paso antes de pasaral prximo (Wolpe, 1973).

    Dentro del campo de la terapia conductista, pocastcnicas han generado tantos estudios como la desensibi-lizacin sistemtica. Hoy es difcil encontrar algo nuevoqu decir acerca de este procedimiento estndar. Esteartculo no busca despertar controversias clsicas sobrela aplicacin y efectividad de la tcnica, ni profundizaren explicaciones tericas de por qu la desensibilizacines efectiva. Todos estos aspectos ya han sido exhaustiva-mente revisados por Davidson y Wilson (1973). En vez deeso, habra que explorar las posibles relaciones existentesentre desensibilizacin, afrontamiento positivo y psicolo-ga positiva. Integrando estas aproximaciones con la posi-cin de autoeficacia de Bandura (1977), se sugiere que losprocedimientos efectivos de desensibilizacin son mediospara potencializar al cliente y poder incrementar suautopercepcin de afrontamiento y su dominio de situa-ciones estresantes. Otra manera de decir esto es que ladesensibilizacin es un procedimiento para desarrollarel autocontrol (Goldfried, 1971) y la autoconfianza. Entrminos populares, podra ser descrito como una me-todologa de empoderamiento personal. As, los

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    procedimientos de desensibilizacin entran en el campode la investigacin en afrontamiento, lo cual ha produci-do los siguientes cuatro principios bsicos, en treinta aosde modelos contextuales y de procedimientos: 1. el afron-tamiento tiene funciones mltiples entre las cuales estn elregular la afliccin y los problemas concomitantes resul-tantes; 2. el afrontamiento est muy influenciado por lascaractersticas percibidas del contexto estresante, especial-mente su controlabilidad; 3. el afrontamiento es influen-ciado por factores de personalidad, incluyendo optimismo(Carver & Scheier, 1999), extroversin y neurotismo (McCrea & Costa, 1986); 4. el afrontamiento est influenciadopor recursos sociales (Holahan et al., 1996). As, aumen-tando los recursos sociales o la percepcin de uno de in-crementar los recursos, se habilitan las habilidades deafrontamiento.

    Sin embargo, esos principios reflejan que, aunquemucho tiempo y energa de investigacin han sido dedi-cados a los parmetros de la terapia conductual,4 cuestio-nes bsicas quedan sin contestar, como si el afrontamientoenfrentado por procedimientos como la desensibilizacinsistemtica est mediado por eventos cognitivos positi-vos, la disposicin emocional positiva, o ambos. La reso-lucin de esta cuestin ha sido esperada desde hacemucho tiempo para ayudar a cerrar la brecha entre elanlisis y la terapia conductual.

    Para regresar al principio de autoeficacia de Bandura(1977), la desensibilizacion sistemtica ha sido un paradig-ma para incrementar un sentido de maestra en el cliente,lo cual puede ser considerado no slo una de las metasfundamentales del proceso teraputico, sino la meta tera-putica fundamental. Asociado con un sentido deautoeficacia y a un dominio de retos que la vida presenta,hay sentimientos de emocin positiva, satisfaccin perso-nal y un sentido de optimismo hacia el futuro, tanto comoun sentido general de bienestar fsico y psicolgico.

    Aunque puede haber disposiciones por rasgos de per-sonalidad positivos (Seligman & Csikszenmihalyi, 2000),ha sido la experiencia de la autora del presente trabajoque estos rasgos positivos tambin pueden ser adquiridosdurante el proceso teraputico y dentro del paradigma dela desensibilizacin como resultado de un aumentadosentido de autoeficacia (Fleming-Holland, 1998, 2000a y

    2000b). Tres autores se han dirigido a esta cuestin:Bandura (1977, 1986, 1997, 2005), A.A. Lazarus (1971,1981, 1989, 1997, 2005) y Seligman (2003, 2005a, 2005b;Seligman & Csikszentmihalyi, 2000). Un breve sumariode las aproximaciones de Bandura es que un fuerte senti-do de eficacia incrementa el logro humano y el bienestarpersonal. La autoeficacia percibida se define como lacreencia personal en la capacidad para producir un cier-to nivel de desempeo, que ejercita una enorme influen-cia en el desempeo actual de esa persona a travs de losprocesos cognitivos mediadores (Bandura, 1997). Dichascreencias en la eficacia se originan en la familia, con ladisposicin de los padres, que incrementa la competen-cia cognitiva (Bandura, 1997; Siegel, 2001, 2005; Sroufe,2000). Bandura estableci que el nivel de motivacinde la gente, estadios afectivos y sus reacciones se basanms en lo que creen que en lo que es objetivamente ver-dadero (p. 2), y porque los seres humanos operan de ma-nera tanto colectiva como individual, la autoeficacia es almismo tiempo una construccin personal y social. Refi-riendo a los eventos internos, citando lo que dijo WilliamJames en 1890 sobre que la observacin introspectiva esen lo que tenemos que basarnos primero y siempre...(1890/1994, p. 185), Bandura afirm que una teora queniega que los pensamientos pueden regular acciones nose presta fcilmente a la explicacin de la conducta hu-mana compleja (1986, p. 15).5 A.A. Lazarus (1971, 1981,1984, 1989, 1997) propuso un procedimiento de asesoracompuesto de siete modalidades variables y sus efectosintegrativos: modalidad biolgica, sensaciones, afecto,cognicin, imgenes creadas, conducta, interaccininterpersonal o BASIC ID (acrnimo en ingls) para resu-mir. Lazarus no insisti en que la terapia conductualmultimodal es una nueva teora, ms bien es una aseso-ra bien afinada con procedimientos de intervencin fir-memente basados en teoras de aprendizaje social y teoraconductual. Seligman (2000, 2003) est explorando even-tos internos para evaluar los resultados en los procesosasesorados en cuestionarios de autoevaluacin. Mientrassus procedimientos de medicin son cuestionables des-de un punto de vista cientfico duro, sus metas estable-cidas y su intento por integrar valores en un marcopsicolgico positivo son admirables.

    4 Ejemplificado por una serie de artculos en el nmero de American Psychologist (junio, 2000), dedicado a investigacin de estrs y afrontamiento.5 Traduccin de la autora.

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    La psicologa positiva tiene cuatro intenciones primor-diales (Seligman, 2000, 2003). Primero, disear una psi-cologa de las fortalezas humanas para complementar lasdebilidades en la clasificacin del DSM-IV-TR/ICD-10.Segundo, estar tan interesado en desarrollar el floreci-miento del ser humano como en la reparacin de susdebilidades. Tercero, amplificar el bienestar de la gentenormal de acuerdo al criterio de prevencin de la Orga-nizacin Mundial de la Salud, as como hacer contribu-ciones de segundo orden (intervenciones clnicas) y detercer orden (rehabilitacin). Cuarto, crear maneras deincrementar el bienestar humano. La psicologa positivapostula tres tipos de vidas felices: la vida placentera,que implica la bsqueda hedonista de los placeres, ascomo la obtencin de habilidades para ampliarlos; la vidacomprometida, que incluye conocer nuestras fortalezaspersonales y recrear las actividades para ampliarlas, ypor ende ampliar la gratificacin (Eudemonia, en trmi-nos platnicos); y la vida con significado, que involucrael uso de las fortalezas personales amplificadas para per-tenecer a y estar al servicio de un contexto comunitariofuera del yo. La satisfaccin vital se postula como el pla-cer, ms el compromiso, ms la significacin (el placer esmarginal, es decir, el placer agrega satisfaccin vital slosi estn presentes el compromiso y la significacin).

    Seligman (2003) afirm que Bandura fue el abuelofundador de la psicologa positiva; sin embargo, hay di-ferencias marcadas en sus posiciones tericas: Banduraniega una nocin del yo, por lo que Seligman (2003)prefiere la palabra estado de ser persona (personhood) yla utiliz ms como una agencia que como un estado enuna de tres maneras: 1. Agencia por apoderamiento, enque una persona influye a otra que tiene las habilidadespara ayudar. 2. Agencia colectiva o logros a travs de lacolaboracin. 3. Agencia individual o autoeficacia.Bandura (1997) insiste en que la autoeficacia es libre deun sistema de valores, mientras que Seligman (2003) in-siste que cualquier psicologa positiva tienen que consi-derarlos. Cmo empezar a asesorar la efectividad de estosmdulos de intervencin desde Wolpe y Lazarus hastaBandura y Seligman? El propsito de nuestra teora es[...] que la ansiedad condicionada, una constelacin au-tomtica de respuestas, es el meollo de la neurosis [...] La

    falla para extinguir la conducta automtica primaria delas neurosis experimentales por sencilla evocacin es elhallazgo consistente de un literatura extensiva6 (Wolpe,1973, p. 277). Ms de un cuarto de siglo despus de queWolpe hizo esta observacin, todava est bajo debate.Una confirmacin de la posicin terica de Wolpe vienede Beutler (2000) en un artculo reciente, donde propo-ne ocho principios para aumentar los efectos positivosteraputicos. Estos principios se derivaron de una bs-queda extensiva de la literatura, seguido por un estudiode validacin cruzada de 284 pacientes de cuatro sitiosde investigacin, en cinco estudios diferentes y con unavariedad de desordenes asociados con nimo deprimi-do, desde abuso del alcohol hasta desajustes interperso-nales. De todo este estudio, Beutler destil ocho principiosgenerales para aumentar la efectividad teraputica: elprimer principio enfatiza la importancia de la alianza te-raputica y las cualidades Rogerianas, como la habilidaddel terapeuta, el respeto, la aceptacin y la habilidad parainspirar confianza tanto como el deseo de experimentarriesgo, aunque en un medio teraputico seguro. Beutlerconsidera bsico este principio para todos los dems,como una condicin generalizada facilitadora subyacen-te al proceso teraputico. El segundo principio valida laefectividad del proceso de desensibilizacin en general:el cambio teraputico es ms probable cuando el clientese expone a aquellos objetos o situaciones que producenevitacin conductual o emotiva. El tercero y cuarto prin-cipios dicen que el cambio teraputico es mayor cuandoel balance de intervenciones utiliza procedimientos paraedificar habilidades o quitar sntomas, enfatizando enquitar dichos sntomas al principio del tratamiento. Cier-tos estilos de afrontamiento deficientes pueden ser subse-cuentemente tratados con intervenciones enfocadas alconflicto en s. Esto valida tambin la posicin ms tem-prana de Wolpe y la observacin de R.S. Lazarus (2000),que dice:

    He estado convencido desde hace mucho tiempo quela investigacin sobre el estrs, el afrontamiento y lasemociones tiene que tomar en cuenta los procesosinmanentes y la defensa yica. Existe la crecienteconviccin de que una gran proporcin de valuaciones

    6 Traduccin de la autora.

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    o estimaciones humanas ocurren sin autoconciencia delos factores que influyen el proceso emotivo. (p. 671)7

    Regresando a Beutler (2000), el quinto y sexto princi-pios reflejan reglas clnicas tradicionales: el cambio tera-putico es mayor cuando los procedimientos no evocanresistencia en el cliente y, si existe resistencia, o se adoptaun estilo no directivo o se opta por prescribir el sntomade manera autoritaria, invocando as un cambio paradji-co. Los dos ltimos principios confirman que el cambioteraputico es mayor cuando el nivel de estrs del clientees moderado, ni muy alto ni muy bajo, y cuando el clientees estimulado a un nivel adecuado de emotividad en unmedio teraputico seguro hasta que las respuestas inde-seables disminuyen o se extinguen. Esto representa anotra confirmacin de la teora de inhibicin recproca.

    Queda la cuestin de R.S. Lazarus (2000) y otros acer-ca de qu est sucediendo dentro del cliente cuando laterapia es efectiva. Se puede examinar esta cuestin enparte por examinar el modelo de Wessler y Wessler (1980;citados por R.S. Lazarus & Folkman, 1984 y por R.S.Lazarus, 1991) de terapia de estimacin cognitiva. Wesslery Wessler propusieron ocho etapas o pasos en cualquierepisodio cognitivo emotivo conductual, mientras toma encuenta la variedad intersujeto que puede existir. Cual-quiera de esos pasos puede servir como blanco posiblede intervencin. Primero, el estmulo interno-externo,como una emocin o un objeto fbico o la conducta deotra persona. Segundo, la seleccin del cliente a qu po-ner atencin. Tercero, la percepcin del estmulo y surepresentacin simblica. Cuarto, las interpretaciones noevaluativas acerca de lo que pasar y otras cognicionesfras. Quinto, las interpretaciones evaluativas de infor-macin mejor procesada o cogniciones calientes. Sex-to, la respuesta emocional a la informacin procesada.Sptimo, la respuesta conductual; por ejemplo: aproxi-macin, evitacin o agresin. Octavo, retroalimentacincognitiva de la reaccin y las consecuencias positivas onegativas de la conducta.

    Un modelo ms comprensivo llamado Modelo deAnsiedad de la Vulnerabilidad Vislumbrante fue presen-tado en el Congreso Internacional de la APA por Riskindet al. (2000). Este modelo toma en consideracin que el

    manejo de estrs, como la terapia individual, tiene queestar cortado a la medida del cliente.8 En la Tabla 2 semuestra este modelo.

    El trabajo teraputico hecho por la autora de este tra-bajo sugerira que modificando el procedimiento dedesensibilizacin con intervencin cognitiva, a nivel delas cogniciones calientes de Wessler y Wessler (1980) yla respuesta emocional resultante de dicha cognicin, semodifica tambin la respuesta conductual que sigue, tan-to como las condiciones fras que preceden esas dosetapas.

    En trminos del modelo de Riskind et al. (2000), loscambios en el cliente vienen de modificar cognicionesque en cambio modifican creencias, operando as a nivelde pensamientos o imgenes automticas que modificantanto las estimaciones anteriores de peligro como el mie-do y malestar que sigue. Entonces habra que preguntar:cmo se pueden modificar las cogniciones? La respues-ta viene de investigaciones recientes en el campo de laneurobiologa interpersonal.

    Siegel (2001) representa un grupo de investigadoresde la neuroplasticidad interpersonal que est demostran-do que el funcionamiento grupal ha sido una fuerza de-terminante en el moldeamiento de la mente humana,porque las relaciones con otros forman y moldean el flu-jo de la energa y de la informacin. Esta interconexinentre el cerebro, la mente y las relaciones forman un trin-gulo de la realidad de la existencia humana. En la Tabla3 se muestra este tringulo.

    La funcin de los terapeutas es la de neuroescultoresde sus clientes, dado que se ha comprobado que expe-riencias positivas pueden activar nuevas conexionesneuronales en el cerebro; en el meollo de este proceso seda la conciencia (awareness), el darse cuenta de qu es loque hace uno, siempre ms enriquecido por el contactocon el otro. Procesos mentales forman conexionesneuronales, las cuales forman nuevos procesos mentales.As, el darse cuenta es una herramienta biolgica deneuroescultura, dado que estas veredas nuevas se danprimeramente por el contacto con el otro. Convivir con-tribuyendo a la comunidad colectiva que representa lafamilia, la sociedad y la aldea global, no es solamenteuna afirmacin de que uno es ser humano; adems, con-

    7 Traduccin de la autora.8 Traduccin de la autora.

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    tribuye al bienestar y hasta a la salud fsica de la persona.Siegel (2001) lo resume as:

    [...] la mente se desarrolla en la interfase entre lasrelaciones humanas y la estructura y funcin del cerebroen pleno proceso del desarrollo, dando como resultadolos procesos mentales, los cuales son formados direc-tamente por las experiencias interpersonales. Estaneurobiologa interpersonal ocurre dentro de un mundosocial en transicin con el funcionamiento de la mente,lo cual sucede (fsicamente) en el cerebro [...] En el meollode estos procesos se da el mecanismo fundamental dela integracin, el cual puede ser visto en una variedadde niveles, desde lo interpersonal hasta lo neurolgico.La integracin se puede conceptualizar como el procesobsico, facilitado por los apegos seguros y facilitadordel bienestar psicolgico. (p. 67)9

    Regresando a la cita de R.S. Lazarus (2000), el papelde la emocin otra vez emerge en la literatura de afron-tamiento. Varias revistas han dedicado nmeros enterosal rol de la emocin positiva en afrontamiento y la ten-dencia creciente a examinar las emociones positivas enlugar de concentrarse en las negativas, no solamente eninvestigacin del estrs y afrontamiento, sino tambin enprocedimientos y procesos adaptativos. Esto se puedecondensar en la Figura 4, donde se describe lo que laautora llama Modelo de Determinismo Recproco.

    Al parecer, hay una embestida determinada para intro-ducirse en la caja negra y ahora, con el trabajo de Siegel(1999, 2001, 2006) y otros, se tiene la sofisticacin tcnicay metodolgica necesaria para observar y medir el proce-so de cambio emotivo y de adaptacin, basndose en ope-racionalizar estos constructos faltos de rigor cientfico.Puede estar a nuestro alcance ya la sofisticacin terica?

    9 Traduccin de la autora.

    Figura 2. Modelo de ansiedad de la vulnerabilidad vislumbrante (Riskind et al., 2000).

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    Figura 3. Tringulo de la realidad de la existencia humana basado en los conceptos de Siegel (2001).

    Figura 4. Modelo de determinismo recproco basado en las ideas de R. S. Lazarus (2000).

  • Dentro de la caja negra: reflexiones sobre el futuro del anlisis 69

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