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REFLEXIONES EN TORNO A UNA MÁS EFICAZ INTERACCION CON EL MUNDO GLOBALIZADO Hugo E. Contreras Morales* “Se entiende aquí por modalidad de desarrollo una forma de funcionamiento del sistema económico y social que cumple con dos requisitos básicos: debe ser capaz de impulsar un proceso de acumulación y de crecimiento sostenido, y generar suficiente consenso político y base social. Ambos factores le son necesarios para mantenerse en el tiempo”. Alfredo Calcagno 1 INTRODUCCION Las recientes protestas sociales acontecidas en nuestro país en las pasadas semanas han avivado el debate acerca de cuál debería ser el modelo económico apropiado para nuestra realidad y que tipo de articulación debería ser la que debería ensayarse en la era de un mundo que se asume globalizado, interdependiente y complementario. El presente ensayo apunta ser un repaso de esas aproximaciones, a fin de comprender si el análisis dicotómico y de desconexión es el que nos conviene, o más bien el de una inserción más funcional, complementaria y basada en el desarrollo de nuestras capacidades. PRIMERA LECTURA: LA APROXIMACIÓN DICOTÓMICA De acuerdo con esta visión, el proceso de integración de las distintas regiones del mundo, separadas no sólo por la distancia, sino por distintos niveles de desarrollo, tuvo lugar entre los siglos XVI al XIX, período en el que, la unificación del mundo - a través de los descubrimientos marítimos y la colonización europea - tuvo lugar. Fue a partir de ese momento que, "la unificación", trajo consigo: “(…) la polarización del mundo entre un "Centro" y una "Periferia" (a saber: Europa y el resto del mundo), en donde, el dominio tecnológico, de riqueza material, de organización y de fuerza militar del viejo mundo se impuso sobre las civilizaciones ‘descubiertas’ “ 2 En América, por ejemplo, esto ocurrió con las Culturas Azteca e Inca. La polarización, trajo consigo la emergencia de una periferia subdesarrollada enfrente de un desarrollado centro europeo. El Mundo en el pasado Siglo XX Esa configuración "Centro-Periferia" es alterada en el Siglo XX con la emergencia de 3 países que pasan a ocupar lugares "centrales": 1 CALCAGNO, Alfredo F; “Capítulo 4°. Ajuste estructural, costo social y modalidades de desarrollo en América Latina”, en: El ajuste estructural en América Latina. Costos sociales y alternativas. CLACSO, 2003. 2 JAGUARIBE, Helio, “Los Tres Mundos”, en : “Estudios Internacionales Nº 84”, Santiago, Chile, 1988. 1

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REFLEXIONES EN TORNO A UNA MÁS EFICAZ INTERACCION CON EL MUNDO GLOBALIZADO

Hugo E. Contreras Morales*

“Se entiende aquí por modalidad de desarrollo una forma de funcionamiento del sistema económico y social que cumple con dos requisitos básicos: debe ser capaz de impulsar un proceso de acumulación y de crecimiento sostenido, y generar suficiente consenso político y base social. Ambos factores le son necesarios para mantenerse en el tiempo”.

Alfredo Calcagno1

INTRODUCCION

Las recientes protestas sociales acontecidas en nuestro país en las pasadas semanas han avivado el debate acerca de cuál debería ser el modelo económico apropiado para nuestra realidad y que tipo de articulación debería ser la que debería ensayarse en la era de un mundo que se asume globalizado, interdependiente y complementario. El presente ensayo apunta ser un repaso de esas aproximaciones, a fin de comprender si el análisis dicotómico y de desconexión es el que nos conviene, o más bien el de una inserción más funcional, complementaria y basada en el desarrollo de nuestras capacidades.

PRIMERA LECTURA: LA APROXIMACIÓN DICOTÓMICA

De acuerdo con esta visión, el proceso de integración de las distintas regiones del mundo, separadas no sólo por la distancia, sino por distintos niveles de desarrollo, tuvo lugar entre los siglos XVI al XIX, período en el que, la unificación del mundo - a través de los descubrimientos marítimos y la colonización europea - tuvo lugar. Fue a partir de ese momento que, "la unificación", trajo consigo:

“(…) la polarización del mundo entre un "Centro" y una "Periferia" (a saber: Europa y el resto del mundo), en donde, el dominio tecnológico, de riqueza material, de organización y de fuerza militar del viejo mundo se impuso sobre las civilizaciones ‘descubiertas’ “ 2

En América, por ejemplo, esto ocurrió con las Culturas Azteca e Inca. La polarización, trajo consigo la emergencia de una periferia subdesarrollada enfrente de un desarrollado centro europeo.

El Mundo en el pasado Siglo XX

Esa configuración "Centro-Periferia" es alterada en el Siglo XX con la emergencia de 3 países que pasan a ocupar lugares "centrales":

1 CALCAGNO, Alfredo F; “Capítulo 4°. Ajuste estructural, costo social y modalidades de desarrollo en América Latina”, en: El ajuste estructural en América Latina. Costos sociales y alternativas. CLACSO, 2003.2 JAGUARIBE, Helio, “Los Tres Mundos”, en: “Estudios Internacionales Nº 84”, Santiago, Chile, 1988.

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“Japón, vía el proceso de modernización acelerada impuesta por la restauración Meiji; Rusia, desarrollada y modernizada a través de los planes quinquenales” 3 y; los Estados Unidos de América.

El mundo alcanzó entonces, en el pasado siglo XX, una división triásica (marcada por hechos importantes tales como la Revolución de Octubre de 1917, la expansión del Capitalismo luego de la Gran Depresión, y el fin de la II Guerra Mundial), en términos de desarrollo.

El Primer Mundo, que comprendía a Europa Occidental, el Japón y los Estados Unidos de América ("países centrales"),

“(…) se caracterizó por un alto desarrollo científico y tecnológico, por un poder financiero y comercial a nivel mundial, por un respaldo militar de primer nivel, por una avanzada economía de mercado y, en casi todos los países que lo integraban, por la existencia de ‘sociedades abiertas’ bajo sistemas democrático-formales”.4

El Segundo Mundo, que nació bajo los auspicios de la planificación central y del Estado, supremo contralor de los bienes de la producción, estuvo integrado por los ex-países socialistas de Europa Oriental y por la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas. Poseía una alta distribución del ingreso (traducida en servicios sociales difundidos), capacidad industrial, desarrollo científico y tecnológico, gran poder militar, ausencia de estímulos al consumo, y formas políticas bajo el dominio del partido único.

El Tercer Mundo fue caracterizado por Jaguaribe como un amplio grueso de sociedades muy diferentes, y cuyo rasgo más común reside en su subdesarrollo. América Latina, aporta a él una importante cuota cultural occidental.

El Tercer Mundo

En el Tercer Mundo, se pueden distinguir las siguientes divisiones, desde el punto de vista del desarrollo económico:

a) Países industrializados, en donde solo una minoría disfruta del estilo de vida de la sociedad industrial (Brasil, México),

b) Países subdesarrollados exportadores de petróleo (Emiratos Árabes, Kuwait),c) Sociedades Semiindustrializadas (Chile o Colombia),d) Países basados en actividades primarias (agro y minería, que es el caso del Perú,

y Bolivia por ejemplo).

Las causas del atraso y postración del Tercer Mundo son atribuidas a distintos factores (desde distintas aproximaciones teóricas), como por ejemplo, la relativa juventud de los países (la vivencia de una fase previa al desarrollo que también 3 JAGUARIBE, Helio, op. Cit.4 JAGUARIBE, Helio, op. Cit.

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conocieron los países desarrollados), o por aspectos culturales (opción por valores no materialistas), o a factores externos (colonialismo), o a factores endógenos (relación no funcional entre élite y masa, en donde la primera explota sistemáticamente a la segunda, en afán de mantener altos niveles de consumo y estilos de vida), o a aspectos económicos (expansión del capitalismo y explotación internacional del trabajo, desde el "Centro", que se verificarían en la fase capital-imperialista).

El Mundo en la era de la Globalización

A diferencia de distintas lecturas que sugieren que el mundo, tras el derrumbe del llamado “socialismo real”, pasó a vivir una etapa mundializante y post imperialista, el enfoque dicotómico repasado considera que la llamada polarización asimétrica entre el centro y las periferias no ha desaparecido5. En el decir de Samir Amín:

“el sistema mundial contemporáneo seguirá siendo, en consecuencia, imperialista, para cualquier futuro posible, en tanto la lógica fundamental de su despliegue siga estando dominada por las relaciones de producción capitalistas” 6.

Las relaciones centro-periferia con anterioridad a la II Guerra Mundial, de acuerdo a este enfoque, estuvieron signadas por la impronta de los imperialismos en conflicto, proceso al cual debe asociarse la lucha de clases verificada en distintos espacios nacionales y los procesos de liberación de distintas colectividades frente a sus colonizadores. Siempre de acuerdo a esta lectura, el mundo es caracterizado por la presencia de un imperialismo sustentado en tres grandes pilares: los Estados Unidos (desde una posición eminente, derivada de la II Guerra Mundial, que le otorgó una ventaja militar-tecnológica, además de una inicial superioridad económica tras el fin de la conflagración), el Japón y la Unión Europea, todos ellos constituyendo un nuevo sistema de pilares coordinados que sustituyen el escenario internacional de los viejos conflictos entre potencias imperialistas. El “imperialismo colectivo” – según Samir Amín - pasó a afirmarse cuando las condiciones de la competencia capitalista se trasladan, de los espacios nacionales, a la búsqueda del control de los mercados mundiales (el fenómeno de la

5 “El capitalismo ha sido siempre, desde sus orígenes, un sistema polarizante por naturaleza, es decir, imperialista. Esta polarización –es decir, la construcción concomitante de centros dominantes y periferias dominadas y su reproducción más profunda en cada etapa- es propia del proceso de acumulación del capital operante a escala mundial, fundado sobre lo que se ha llamado ‘la ley del valor mundializada’ “, AMIN, Samir, “Geopolítica del Imperialismo Contemporáneo”, en “ Nueva Hegemonía Mundial. Alternativas de Cambio y Movimientos Sociales”, CLACSO libros, Buenos Aires, 2004.

6 AMIN, Samir, op. cit.

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transnacionalización de la economía mundial)7.Según esta visión, la antes señalada eminencia norteamericana en la “triada” que hace a la fase de imperialismo colectivo actual no se sustenta, como se creería, en un absoluto dominio estadounidense en los campos económico, político, cultural, tecnológico. En respaldo a esta aseveración se afirma que “industrias de punta” norteamericanas como la aeronáutica y la del espacio vienen siendo superadas por productos europeos (ejemplos: las aeronaves “Airbus”, los turborreactores “Rolls Royce” y el programa espacial-comercial “Ariane”). Lo mismo ocurre con otros productos industriales, sean altamente tecnológicos (como los componentes electrónicos o la industria automotriz, sean estos de origen japonés o europeo) o basados en tecnologías más sencillas (producidos en Latinoamérica o en países de reciente industrialización), o con la producción agrícola y pecuaria de la Unión Europea, contra los cuales las manufacturas estadounidenses y sus productos del campo no están en capacidad de competir, en los términos en que en una economía auténticamente liberal debería hacerse.Siempre siguiendo este enfoque, se afirma que los Estados Unidos cubren sus abultados déficit a través de mecanismos comerciales que trastocan el sentido del pregonado “neoliberalismo”, mediante el control (a veces, por la fuerza) de productos sensibles al proceso productivo mundial (léase el petróleo), por aportes financieros (provenientes de Europa, el Japón, Rusia, países petroleros -como las naciones árabes y Venezuela, a pesar del discurso “antiimperialista” de su máximo conductor-), por exportaciones de productos originarios de Norteamérica –como artículos de diseñador y productos de la industria del entretenimiento- consumidos con avidez en Europa, el Japón y por las élites de los países periféricos, a través de las condiciones leoninas que el centro desarrollado impone a los países periféricos para el honramiento de su servicio de deuda externa, mediante la monetización en su economía de las ganancias provenientes del tráfico ilícito de drogas (que dice perseguir y sancionar) y, mediante la venta de armamentos (industria en la que los Estados Unidos si mantiene una amplia ventaja con relación al resto del mundo). Actúan como mecanismos para obligar al cumplimiento del modelo económico imperante, los países del G-8 e instituciones tales como la Organización Mundial de Comercio, el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional (y cuya expresión de efectividad reside en los programas de ajuste estructural que son impuestos a las periferias).

Doctrina Monroe ReinterpretadaEsta lectura sostiene que a la finalización de la II Guerra Mundial, las potencias vencedoras contribuyeron a la creación de un sistema internacional (las Naciones Unidas) orientado a garantizar la paz mundial (proclamando la ilegitimidad de las

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“La solidaridad de los segmentos dominantes del capital transnacional con todos los integrantes de la tríada (Estados Unidos, el Japón y Europa) es real y se expresa en su afición al neoliberalismo globalizado. Dentro de esta perspectiva, los Estados Unidos está considerado el defensor (militar si fuera necesario) de sus ‘intereses comunes’ “. AMIN, Samir, op cit.

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guerras) y dotado de un conjunto de sanciones para asegurar el efectivo cumplimiento de sus normas.Sin embargo, se sostiene la ausencia de voluntad de los Estados Unidos por honrar esos compromisos (como lo demostraría, por ejemplo, en la reciente Guerra contra Irak), cuando el Derecho Internacional Público contraviene los postulados de lo que se considera “la seguridad nacional norteamericana”.Samir Amin sostiene la existencia de un contexto internacional en el que, militarmente, predomina la unipolaridad de la triada imperialista y en el que, a través de la eminencia norteamericana en dicho campo, se pretende hacer cumplir los postulados de una “doctrina Monroe” reinterpretada, que busca que garantizar los Estados Unidos de todos aquellos recursos y espacios geográficos necesarios para su subsistencia y desarrollo8. De acuerdo con esta interpretación habría una voluntad de hacer uso de las fuerzas armadas en defensa de los intereses nacionales norteamericanos –pasando por alto, si es preciso, al Derecho Internacional Público-, y que ello es saludado y respaldado también por los otros países dominantes en el nuevo escenario internacional (que aceptarían esa conducta otorgándole a la fuerza militar norteamericana un carácter de “policía internacional”, con la esperanza que ella esté presta a defender sus intereses y negocios transnacionales, de ser el caso). Las llamadas “guerras preventivas” y el ejercicio del monopolio internacional de la

8 En un documento oficial perteneciente al Comando Sur de las Fuerzas Armadas de los Estados Unidos, se desprende que dicha fuerza ha superado sus usuales postulados hacia Latinoamérica y el Caribe (inscritos tradicionalmente en apoyo a los gobiernos de la región en su lucha contra el “narcoterrorismo”), para enumerar siete grandes objetivos de su accionar en la región, y que son sintomáticos de la nueva concepción estadounidense en este mundo militarmente unipolar los que, a saber, son los siguientes:

1. Los abastecimientos de energéticos deberán fluir libremente a los mercados internacionales y no serán objeto de agresión,

2. Los países ejercitarán su soberanía sobre sus territorios,3. Los países socios de la región tendrán la capacidad y la disposición para conducir operaciones

marítimas limitadas de interceptación y otras operaciones combinadas, particularmente en las áreas de contraterrorismo, operaciones de paz, asistencia en caso de desastre, y asistencia humanitaria, con mínimo apoyo estadounidense,

4. clasificado-no revelado,5. clasificado-no revelado,6. Prevenir que “estados inviables” (“rogue states”) ayuden a la formación de grupos terroristas,7. Fortalecer y mantener estables a los gobiernos elegidos democráticamente en el área de

responsabilidad (del Comando Sur). (tomado de BARRY, Tom; “Mission Creep in Latin America - US Southern Command’s New Security Strategy”, Julio 2005, http://www.americaspolicy.org).

En pocas palabras, nos encontramos enfrente de una fuerza militar que actuará en defensa de sus “intereses nacionales” aunque estos no coincidan necesariamente con los mecanismos multilaterales y lo contemplado en el Derecho internacional Público (tomar atención a los puntos 1), 6) y 7) de la nueva estrategia del Comando Sur). Conforme un reciente estudio de Noam Chomsky, (“Los Dilemas de la Dominación”, en “Nueva Hegemonía Mundial, Alternativas de Cambio y Movimientos Sociales”), los Estados Unidos buscará depender del petróleo de las –políticamente- más estables cuencas del Atlántico (África Occidental, Canadá, México, Colombia y Venezuela, incorporándose, a futuro, el Brasil tras los nuevos descubrimientos energéticos) y, por esa razón, es que preocupa tanto a los Estados Unidos la conflictividad existente en la región andino-amazónica. La reciente reactivación de la IV Flota norteamericana puede largamente obedecer a ese objetivo.

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violencia serían expresiones de este nuevo orden “de seguridad” impuesto en lo que Amín llama “fase del imperialismo colectivo”.La Globalización en las periferias: el caso de América LatinaDe acuerdo a la lectura reseñada, las necesidades de inversión, tecnología, y fuentes de trabajo de las periferias habrían potenciado el papel del capital transnacional en dichas zonas, remontando así condiciones antes adversas (como las amenazas de expropiaciones, mayores controles estatales y nacionalizaciones).

“Así, liquidando la resistencia de los estados-nación, sometiendo a los trabajadores y completando su proceso de mixturización-fusión-integración con capitales locales y estatales, el capital transnacional inicia un nuevo ciclo de sometimiento de las periferias, las cuales son articuladas a su nueva dinámica, conforme los tiempos presentes”9.

Hay en Latinoamérica un reacomodo estructural interno cuya valorización de capital vuelca las economías hacia la exportación. Sin embargo, el citado reacomodo tiene lugar en tiempos de disminuciones de los términos de intercambio para los productos primarios (agrícolas y mineros, por excelencia los de exportación en la región), de medidas proteccionistas para los productos industriales de exportación (sobre los que reposa el mayor dinamismo de ciertas economías regionales: Brasil y México, por ejemplo).

La lectura reseñada analiza el proceso de “relocalizaciones” industriales, las mismas que favorecerían el desarrollo de algunas regiones de la periferia. Sin embargo, sólo se estaría produciendo el desplazamiento desde el centro desarrollado de bienes de capital relativamente obsoletos (por el avance de nuevas tecnologías que sustituyen ciertas materias primas ), lo cual repercutiría en el proceso de exportaciones de América Latina al Primer Mundo, conservando éste ciertas capacidades productivas nuevas (tecnologías de punta), otras no modificadas en ese aspecto, y otras que solo implican el mantenimiento de segmentos claves del proceso productivo.

Desnacionalización de los Estados Latinoamericanos

Las visiones dicotómicas postulan que en el actual estadio del capitalismo en las sociedades latinoamericanas, en grados diversos y distintas modalidades, se apreciaría un debilitamiento de los estados nacionales. Se sostiene que estaría ocurriendo una disociación de las fuerzas políticas vinculadas a la economía internacional, de aquellos cuya movilización política se facilita principalmente a partir de estímulos nacionalistas. La enajenación del Estado, otrora catalizador de las formaciones nacionales latinoamericanas y expresión de sus comunidades políticas, vendría a ser otro de los rasgos del momento actual.

9 SOLARI Vicente, Andrés, “Economías Nacionales y Autonomía del Capital Transnacional”, en “Análisis 15”, Lima, Universidad Nacional Agraria.

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Se sostiene que los Estados habrían pasado a identificarse con los intereses capitalistas internacionales, integrándose a las empresas multinacionales como socios, estimulando directamente o indirectamente el flujo internacional de capitales, o simplemente reprimiendo las fuerzas sociales percibidas como problema”10.

Acontecería ahora, que, los estados, vía los gobiernos, se estarían debatiendo entre la presión de amplias fuerzas sociales dispersas que intuyen la necesidad de reivindicaciones nacionalistas, y una parte económicamente importante de sectores dominantes que no están interesados en el bosquejo y liderazgo de proyectos de solución nacionales (al estar insertos funcionalmente a la dinámica transnacional). Sobre esas bases estos pensadores afirman que, los estados nacionales de América Latina estarían en un gran dilema:

i) Por un lado, los estados permanecerían anclados a la sociedad civil, con la pretensión de ser motores del proceso de formación histórica nacional; y,

ii) De otro lado, los mismos estados tenderían a su enajenación con relación a lo nacional, como reflejo de las condiciones estructurales impuestas por el alto grado de internacionalización del capital.

SEGUNDA LECTURA: HACIA UNA INSERCION COMPETITIVA A UN MUNDO GLOBALIZADO E INTERDEPENDIENTE

Primera parte: Diagnóstico

“La Autodeterminación”, catalizador de la emergencia de nuevos estado-nación

El principio de la autodeterminación fue el instrumento político-jurídico de los sueños nacionalistas del Siglo XX, suponiendo que pueden proliferar tantos Estados-Naciones como élites nacionalistas lo deseen, sin importar que los nuevos Estados sean visibles y gobernables. Esto debido a que, si bien las independencias devolvieron dignidad a los pueblos dominados y discriminados, ello no originó Estados-Naciones viables.11

El principio de la autodeterminación en la Carta de las Naciones Unidas fue aplicado, en la descolonización, sin tener en cuenta los factores políticos, económicos, sociales y culturales que determinan la gobernabilidad y viabilidad de un Estado-Nación. Se les reconoció a los nuevos Estados como soberanos, pero, en la práctica, se concluyó que necesitaban ayuda internacional para sobrevivir. Esto representa una contradicción al pensamiento base, original, que creó el Leviatán, pues un Estado “igual” no necesita de la ayuda de otros, que también son “sus iguales”. El tiempo probaría que esas nuevas formaciones no se completarían, ni como Estados, 10 SOLARI VICENTE, Andrés, op. cit.11 “El resultado es que a fines de este siglo un gran número de países se encuentran en peor situación que cuando eran colonias…”. DE RIVERO, Oswaldo; “El Mito del Desarrollo, Los Países Inviables del Siglo XXI”, Fondo de Cultura Económica, Lima, 2001.

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ni como naciones, y que la mayoría de esas entidades subdesarrolladas no son Leviatanes.

En algunas zonas del mundo, durante la vigencia de la Guerra Fría, esos falsos Leviatanes procuraron alinearse a las potencias en conflicto por zonas de influencia, lo que les garantizó algún tipo de beneficio económico o político, paliativos que contribuyeron a prolongar su inviabilidad.

Tras la finalización de la Guerra Fría, muchos de los Estados-Nación “En Desarrollo” despiertan ante la realidad del nuevo tiempo, con mercados internos no consolidados, con escasa producción de alimentos y energía, con bajos precios de sus materias primas, y con la falta de una situación estratégica internacional que les permita maniobrar para obtener más ayuda, o tener un trato especial y diferenciado en el comercio, las inversiones o la propiedad intelectual.

En la coyuntura de la Globalización, todas esas formaciones enclenques, bajo la supervisión del FMI, del Banco Mundial, o bajo el marco de negociación asimétrico de la Organización Mundial de Comercio, están compelidas a insertarse en la economía global casi en igualdad de condiciones que los países industrializados, existiendo serias dudas que muchos puedan resistir, o tengan capacidad de competir, en el nuevo escenario.

En la mayoría de Estados industrializados, la identidad nacional precedió a la cristalización de la autoridad estatal. La Nación, reflejada en una cultura común, sobre todo en la emergencia de una burguesía y un mercado nacional, existió antes y posibilitó el Estado capitalista moderno. Por contraste, en las periferias subdesarrolladas, la secuencia ha sido al revés. Como consecuencia de ello, en muchos de estos países, las élites políticas, la burocracia estatal y los militares, intentan consolidar un proyecto nacional, utilizando símbolos y persiguiendo mitos que les sirvan de sustento.

A lo largo del siglo XX, las élites de los países subdesarrollados han querido replicar el Estado-nación moderno europeo o norteamericano, o las formaciones socialistas surgidas a partir de las experiencias soviética o china, con resultados bastante discutibles. Sea sobre la base de proyectos desarrollistas desde el Estado (al costo de la libertad y la escasez) o por los privados (al costo de desempleo y exclusión social), esas empresas han reclamado sacrificios sin eliminar la pobreza ni constituir una auténtica “sociedad civil” (“El Tercer Estado”), con derroteros signados por la ley y las instituciones.

El surgimiento de un Estado-Nación cohesionado por un mercado nacional, alto nivel de vida y, libertad individual, conforme el diagnóstico del Embajador de Rivero, sería cada vez más difícil de alcanzar para la gran mayoría de los países en desarrollo, dadas sus actuales condiciones económicas, sociopolíticas y culturales.

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Segunda parte: Alternativas para una inserción más competitiva a un mundo global

Construir una capacidad negociadora

Conforme la lectura de Pedro Reyes Vásquez12, con la desaparición del orden bipolar y el decaimiento de los enfoques tercermundistas, el mundo podría discurrir en dos grandes escenarios:

i) un régimen multipolar, o,ii) un régimen global de gobierno, prefigurado por organismos multilaterales.

Contrariamente a la visión dicotómica anteriormente repasada, los Países en Desarrollo (PED) podrían influir, en forma determinante, en la configuración definitiva de ese nuevo orden y lograr una posición revalorizada que les permita una participación más provechosa.

Siempre siguiendo la línea de pensamiento de Reyes Vásquez, este tema debería ser debidamente tomado en cuenta en la formulación de estrategias de desarrollo nacional en cada país, pero, para que esas suposiciones se cumplan, se debería tomar en cuenta lo siguiente:

i) ¿cuál será - o debería ser - la contribución de los PED en la construcción de un mundo multipolar o global?

ii) ¿existe la posibilidad de que los PED tengan una posición no subordinada en el nuevo orden mundial?

iii) ¿en cuales factores descansa esa posibilidad?

En respaldo a sus reflexiones, el autor consultado señala lo siguiente:

i) La participación de los PED en foros internacionales, usualmente fue de denuncia por el comportamiento de las grandes potencias. En esas comparecencias los PED demostraron cierta posición de debilidad que no trascendió la denuncia y la demanda para un orden justo.

ii) Sin embargo, menciona variada evidencia empírica y opiniones de autores diversos que señalan que algunos PED tienen recursos de influencia de diversa índole que no sólo pueden ejercerse, sino además fortalecerse e incrementarse.

iii) Que, en el contexto de la Globalización y, a pesar de la asimetría, los PED tienen márgenes de acción, por ejemplo, en el campo de sus políticas económicas.

12 REYES VASQUEZ, Pedro; “Los Países en Desarrollo y la emergencia de un nuevo orden internacional”. Separata Maestría en Relaciones Internacionales e Integración, Módulo IX: Políticas Públicas e Inserción Internacional. Compilador profesor Marco Romay. CIDES, Universidad Mayor de San Andrés, La Paz, 2008.

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Al respecto existe un excelente trabajo de Sheila Page13 en el que se recoge la siguiente evidencia:

i) En la Ronda Uruguay de 1994, ganaron los que participaron y perdieron los que se abstuvieron;

ii) En Seattle de 1999, los PED bloquearon la negociación, y probaron tener peso especifico;

iii) En la Ronda de Doha de 2001 el peso de los PED fue crucial para rechazar los subsidios agrícolas, además consagraron negociaciones para un tratamiento especial y diferenciado que seria parte integral de otro acuerdo, y lograron la extensión de plazos para cumplir con las normas sobre propiedad intelectual y subsidios.

iv) En Doha 2001, los PED comprobaron que pudieron incluir: a) temas de interés tradicional (agricultura, barreras no arancelarias, etc); b) la importancia de la infraestructura comercial; c) vínculos entre deuda, financiamiento y comercio; d) análisis de las particularidades de los mercados de “comodities”; e) por todo esto, los “temas de desarrollo” tratados ahí trascendieron los meros temas de asistencia técnica y liberalización comercial.

Si bien en las grandes negociaciones multilaterales, el poder de negociación de los grandes países está limitado por su necesidad de llegar a un acuerdo, Page recomienda que los PED no se limitan a ello y que destinen (como lo están haciendo ya) más recursos para las negociaciones, lo que significa fortalecer su capacidad de negociación, lo que se logra:

i) Participando de las negociaciones (por insignificantes que ellas parezcan),ii) Teniendo posiciones y ofreciendo detalladas propuestas, informadas y

precisas,iii) Que se tome en cuenta que un compromiso, aún éste sea vago, al inicio de

una negociación, puede llevar a acuerdos significativos,iv) Que se identifiquen los intereses propios para orientar la participación en

las negociaciones;v) Que una negociación larga puede ser más propicia para lograr beneficios,

que aquellas que procuran un resultado más pronto vi) Que invertir más tiempo en una negociación significa más información y

aprendizaje, especialmente en temas nuevos y para aquellos países con poca o ninguna experiencia en negociación.

Conforme Reyes Vásquez, en el campo interno se requiere un esfuerzo sostenido, no ideologizado, hacia la institucionalización y constante actualización de las capacidades técnicas e institucionales.

13 PAGE, Sheila; “Developing Countries: Victims or Participants. Their Changing Role in the International Negotiations”. Overseas Developing Institute, London, 2003.

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Para el caso latinoamericano, la decisión política para alcanzar el objetivo de ser buenos negociadores representa:

i) Construir liderazgo y ser más afirmativos,ii) Diseñar e implementar una política de integración, diversificación

externa y acción multilateraliii) Diseñar e implementar una concepción respecto a las relaciones

con Estados Unidos (que seguirá siendo un importante actor internacional y hemisférico)

iv) “Poner en orden la casa”, especialmente en política económica, conteniendo las fuerzas del populismo14.

Es importante, en la actual coyuntura, tomar nota de las siguientes reflexiones para países latinoamericanos como el nuestro:

i) La soberanía, actualmente, depende de cuanto poder que se tenga para participar en organismos internacionales de todo tipo y depende menos del aislamiento externo.

ii) Que siguiendo a Huntington, el rol activo de diversas civilizaciones en el escenario mundial, da fundamento al reconocimiento de las fuerzas motrices de Latinoamérica (en este caso su cultura).

iii) Que los esfuerzos por crear sociedades de nuevo tipo se originaron en países subdesarrollados. en países desarrollados no han existido ni necesidad social objetiva, ni fuerzas sociales ni políticas que lideren este proyecto.

iv) Que, en consecuencia, se debe trabajar muy fuertemente a hacer posible un escenario multipolar y multilateral del nuevo orden internacional.

14 Estudios efectuados de las experiencias de países en desarrollo en negociaciones internacionales, citados por Reyes Vásquez, sintetizan algunas lecciones de interés para fortalecer las capacidades nacionales y que pueden enumerarse así:

i) Identificar los intereses nacionales para orientar la participación en las negociacionesii) Conocer el proceso de toma de decisiones de la otra parte, oportunamente,iii) Tener posiciones y ofrecer propuestas detalladas,iv) Desplegar recursos de influencia,v) Participar en negociaciones (de cualquier magnitud) permite adquirir y fortalecer

capacidades negociadoras, siempre que se sistematice la experiencia y se extraigan lecciones.

vi) Adquirir compromisos vagos puede conducir a acuerdos significativos al finalvii) Efectuar una mejor integración de las preocupaciones y expectativas regionalesviii) Negociar duro, cuando lo ameriteix) Preparar las etapas finales de una negociaciónx) Retener la capacidad de negociación una vez que hayan terminado éstasxi) Negociaciones largas pueden ser más propicias para lograr beneficios (mas tiempo es más

información y aprendizaje, especialmente en temas nuevos y para países con poca o nula experiencia de negociación).

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Qué tipo de economía, qué tipo de desarrollo

Para examinar las mejores condiciones de una inserción internacional en el siglo XXI, es importante constatar, en primer lugar, que el proceso de globalización comprende una tendencia general a disminuir los aranceles para el intercambio de bienes y servicios y a facilitar los flujos de capitales. Una segunda característica de la globalización contemporánea es el alto grado de dependencia de todos los países del mundo en relación con los recursos de otros países y regiones. Ello se ve acompañado de un proceso de relocalización productiva, financiera y del conocimiento aplicado, dependiendo de la capacidad competitiva de los diversos países y regiones, lo que plantea desafíos adicionales para participar en un proceso de globalización que tiende a excluir rápidamente a los rezagados.

Para los países en desarrollo, como es el caso del Perú, el principal problema es garantizar el desarrollo mismo, mediante programas y proyectos que, en un contexto de regionalismo abierto15, deben incorporar, entre otras: i) capacidad de atracción de capitales y tecnología, ii) mayores flujos de comercio, iii) capacidad productiva endógena, y iv) capacitación de recursos humanos. En el caso de los países menos desarrollados o aquellos de desarrollo intermedio, el imperativo es lograr un desarrollo con inclusión social, indispensable para asegurar una gobernabilidad democrática y la generación de consensos políticos de largo plazo que den continuidad a los procesos de desarrollo.

Una política macroeconómica orientada hacia la estabilidad representa una condición necesaria para el desarrollo socioeconómico, pero para ello es necesario también producir conocimientos y generar innovaciones, a fin de lograr niveles de auténtica competitividad sistémica. Las naciones no deberían estar solamente a merced del capital vagabundo internacional en la economía global, sino que, por el contrario, pueden y deben desarrollar y mejorar las condiciones para la creación de empresas que resulten atractivas a la Inversión Extranjera Directa (IED). Mano de obra cualificada, parques de investigación y estabilidad política son para ello factores más importantes que bajos sueldos y zonas libres de sindicatos.

Acciones

En el contexto de un sistema internacional signado por las asimetrías, por la emergencia de un orden unimultipolar cuya posible partida ocurriría después de mucho tiempo, los Estados latinoamericanos deberían acometer las siguientes acciones en los planos político, económico y comercial:

15 El regionalismo es el mecanismo mediante el cual, los gobiernos regionales, pueden diseñar un proceso de integración económica, sin perder su autonomía, implementando políticas públicas que influyan en el comercio y atraigan inversiones. El “regionalismo abierto” podría definirse como la interdependencia entre los acuerdos preferenciales y la integración de hecho, que liberaliza el mercado en forma gradual, amplia y generalizada, en países que han adoptado el modelo neoliberal. La apertura del mercado a través del “regionalismo abierto”, representa oportunidades de exportación para más empresas (PYMES o MIPES), más puestos de trabajo con mejores remuneraciones, y una mayor diversificación de la oferta exportable.

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1. Plano político-institucional

1.1 Es necesario para los países latinoamericanos, para mejorar su posición mundial:

i) Construir un liderazgo, siendo más afirmativos en el diseño y administración de estrechas relaciones con el mundo. Si bien las asimetrías son constatables y deberían significar una alta preocupación en los sectores decisores de Latinoamérica, los países de nuestra región han mostrado poca confianza o innovación en explorar opciones para mejorar su posición en los asuntos mundiales.

ii) Para ello es necesario potenciar las capacidades de los actores estatales encargados del diseño de las estrategias y las políticas exteriores, económicas y comerciales, fortaleciendo la capacidad de los agentes negociadores, diplomáticos y comerciales, encargados de la ejecución de esas políticas,

iii) Ese diseño representa la creación de estrategias y políticas de Estado, que trasciendan las coyunturas y los gobiernos de turno,

iv) El concurso de los mejores, y la conformación de cuadros ulteriores. Esto es, privilegiar las capacidades de los mejores actores existentes, y el fomento de la excelencia de los nuevos cuadros que hayan de venir.

1.2 La soberanía actualmente depende de cuanto poder que se tenga para participar en relaciones internacionales de todo tipo. Por consiguiente depende menos del aislamiento externo. En ese orden de ideas es importante aprovechar el proceso de reacomodo del sistema internacional, tras la finalización de la Guerra Fría y la emergencia de la Globalización, que si bien constituye retos, también significa oportunidades. Para tal efecto, y como anota Reyes Vázquez16:

i) Es menester diseñar e implementar una política de integración, diversificación externa y acción multilateral. Esto significa privilegiar las relaciones bilaterales, de integración intrarregional, interregionales y multilaterales mundiales, en sus planos político, económico y comercial

ii) Dada su situación en la región (donde existe una identificable potencia hegemónica) diseñar e implementar una concepción respecto a las relaciones con los Estados Unidos en los planos político-diplomático, económico, comercial, cultural y de seguridad.

1.3 La interacción internacional implica efectuar un trabajo profesional de relacionamiento diplomático. La Diplomacia (profesional) se sustenta en tres pilares: la representación del soberano, la información al soberano, y la negociación, en el nombre del soberano, para preservar los intereses nacionales.

1.4 En cuanto los aspectos que atañen a la negociación, es importante consolidar cuadros y un experticio nacional en estos menesteres. Para ello se deberá:

16 REYES VAZQUEZ, Pedro; “Los Países en Desarrollo y la emergencia de un Nuevo Orden Internacional”. COMPENDIUM, diciembre de 2005. En: Separata Módulo IX, Políticas Públicas e Inserción Internacional, CIDES-UMSA. La Paz, 2008

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i) identificar los intereses nacionales a ser defendidos en las negociaciones,ii) conocer el proceso de toma de decisiones de la otra parte oportunamente,

así como sus intereses, objetivos y recursos negociadores, iii) tener posiciones claras y ofrecer propuestas detalladas,iv) desplegar recursos de influencia,v) sistematizar la experiencia de ejercicios anteriores,vi) conformar un equipo negociador, retener sus experiencias, y propiciar

nuevas promociones de agentes negociadores.

1.5 Todo lo enunciado anteriormente servirá siempre que “la casa se encuentre en orden”. Para tal efecto es importante:

i) Darle sustento material (económico y social) a la interacción internacional. Es indispensable entonces transformar la economía de mercado neoliberal en una economía de mercado social y de desarrollo sustentable. También democratizar el proceso de toma de decisiones, a través de la “Democracia Participativa” (base de la identidad nacional-regional).

ii) Cada país se ve confrontado, de manera diferente, con desafíos y oportunidades, en la era de la globalización. La evolución económica de los países, su historia y su evolución actual, se pueden explicar por la forma como se han encarado los desafíos de la globalización. Aparatos productivos no competitivos, marcos legales-institucionales débiles, mercados desintegrados y sociedades signadas por la asimetría no ofrecen buenas respuestas a la globalización.

iii) Para corregir los males internos, es importante observar con realismo como funciona realmente el sistema internacional, para lo cual se debería: a) observar la asimetría internacional y sus consecuencias en acceso a mercados, al sistema financiero, y como funcionan los nuevos regímenes de propiedad intelectual y de transferencia tecnológica; b) observar como se asimilan las reglas de juego en el mundo asimétrico y como lo han hacho países con niveles recientes de industrialización o de desarrollos intermedios. Ello es importante porque las mejores respuestas al nuevo tiempo provienen de Estados con mejores capacidades nacionales.

1.6 Son necesarios, a su vez, algunos presupuestos legales y normativos necesarios para el “funcionamiento de la casa”:

i) la existencia de claras reglas de juego, a ser plenamente observadas por parte de gobernantes y gobernados,

ii) la vigencia de un estado de irrestrictas libertades para la acción empresarial reguladas por ley nacional, a ser ejercitadas por individuos y por colectivos organizados bajo distintas formas societarias contempladas por la ley.

iii) pero, además, es importante señalar, que el andamiaje de seguridad jurídica para el proceso económico resulta insuficiente si no se goza de un

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estado de derecho pleno, donde la democracia, el imperio de la ley y la justicia, la vigencia de los derechos humanos, el acceso a la información y la capacidad de participar, votar y ser electo, y fiscalizar el correcto tratamiento de la cosa pública, constituyan los basamentos fundamentales para la vida en sociedad, para la convivencia, para la posibilidad de un esfuerzo nacional conjunto y para la concreción de los ideales comunes de una formación estatal.

2. Plano Económico

Es en el marco de libertad y democracia –el fundamento de la viabilidad de las naciones- que es posible que las “reglas de juego claras”, expresada en la estabilidad jurídica para el proceso económico, surtan efecto en un determinado país.Es en ese clima que adquieren sentido acciones favorables a la iniciativa privada, local y extranjera, mediante normas y políticas destinadas a la apertura a las inversiones, la protección de la propiedad intelectual, a la libertad de precios, y a las privatizaciones, asumiendo el Estado las funciones que le son propias –Gobierno y Policía, Relaciones Exteriores, Educación y Salud públicas, caminos y comunicaciones, preservación de las riquezas naturales entregándolas en concesión en el marco establecido por la ley, preservación del medio ambiente y regulación de la actividad económica sustentable -, correspondiendo a los privados la explotación de los negocios y las empresas, en el ya señalado marco de la ley vigente.

Es en tal sentido que los Estados deberán propiciar:

i) Un ordenado programa de asignación de los recursos con el propósito de aumentar la capacidad de producción de la economía. Creemos que esa asignación debe de hacerse fundamentalmente a través del mercado.

ii) La asignación de recursos a través del mercado presupone la existencia de una determinada estructura de precios relativos. Esa estructura determina el patrón de crecimiento de una economía, es decir, nos permite identificar no sólo a los sectores que lideran el crecimiento económico, sino también el carácter de la relación que establece la economía de un país con el resto del mundo. Proponemos un esquema de política monetaria que no utilice el tipo de cambio con propósitos antiinflacionarios y que estimule un mercado doméstico de capitales.

iii) Ello permitirá crear condiciones para que la inversión productiva privada nacional encuentre financiamiento de mediano y largo plazos en el mercado doméstico de capitales, que no esté siempre asociada a flujos de capital externos.

iv) El patrón de crecimiento y la tecnología que se adopta, permite saber si el modelo económico es capaz de generar empleo e ingresos, y también de multiplicarlos. Si este patrón es primario exportador y no se sustenta en la expansión del mercado interno, entonces el crecimiento económico generará relativamente poco empleo y se frenará, más temprano que tarde, por el creciente desequilibrio externo que él origina.

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v) Se trata de propiciar un crecimiento económico relativamente menos adicto a importaciones e impulsado también por el repunte de las exportaciones no tradicionales, sobre todo agroindustriales y textiles, cuidando los posibles desequilibrios generados por la importación de bienes de capital.

vi) En resumen, se busca un modelo económico que resuelva la contradicción entre la estabilización y el crecimiento y que satisfaga la demanda de la población.

3. Plano Comercial

Este aspecto podrá ser entendido, si antes se repasan algunas consideraciones como las bondades del “regionalismo abierto” y el fomento a la competitividad local.

3.1 Bondades del Regionalismo abierto en la Globalización

Los países latinoamericanos deberían observar con profunda atención los beneficios de una política de regionalismo abierto, que permita desarrollar las complementariedades entre los países miembros de una subregión para que, sobre esas bases, puedan lograrse aún más provechosos relacionamientos con otros países, con otras regiones y con otros bloques del mundo.

Para examinar las mejores condiciones de una inserción internacional en la primera década del siglo XXI, es importante constatar, en primer lugar, que el proceso de globalización comprende una tendencia general a disminuir los aranceles para el intercambio de bienes y servicios y a facilitar los flujos de capitales.

Una segunda característica de la globalización contemporánea es el alto grado de dependencia de todos los países del mundo en relación con los recursos de otros países y regiones. Ello se ve acompañado de un proceso de relocalización productiva, financiera y del conocimiento aplicado, dependiendo de la capacidad competitiva de los diversos países y regiones, lo que plantea desafíos adicionales para participar en un proceso de globalización que tiende a excluir rápidamente a los rezagados.

Sin embargo, y por paradójico que parezca, la tendencia contemporánea muestra, a la par, la creación y ampliación de bloques económicos y políticos, no sólo en el mundo desarrollado sino también en el mundo en desarrollo. Encontramos, además, la asociación conjunta de países en desarrollo y países desarrollados en grandes consensos regionales e interregionales de cooperación. Tal tendencia puede observarse en Europa, las Américas, Asia- Pacífico y sur del continente africano, entre otros.

Así, en contra de lo que hubiera podido pensarse en los años noventa, la globalización creciente no parece implicar la desaparición sino, por el contrario, el refuerzo de la necesidad de mejores y más amplias unidades regionales y subregionales, al mismo tiempo que se da una creciente apertura al mundo y se estructuran relaciones de geometría variable con otras regiones.

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Para los países en desarrollo, como lo son todos los de la América Latina, el principal problema es garantizar el desarrollo mismo, mediante programas y proyectos que, en un contexto de regionalismo abierto, deben incorporar, entre otras, las siguientes características:

i) capacidad de atracción de capitales y tecnología,ii) mayores flujos de comercio, iii) capacidad productiva endógena, y iv) capacitación de recursos humanos.

En el caso de los países menos desarrollados o aquellos de desarrollo intermedio, el imperativo es lograr un desarrollo con inclusión social, indispensable para asegurar una gobernabilidad democrática y la generación de consensos políticos de largo plazo que den continuidad a los procesos de desarrollo.

El regionalismo abierto entonces es una excelente ventana de oportunidad para optimizar nuestros recursos humanos y materiales, y ampliar nuestra capacidad productiva, ampliando mercados para nuestras manufacturas, permitiendo la creación de pequeñas y medianas empresas, vinculando al sector productivo a sectores más amplios de la población, y preparándonos para competir mejor en los grandes escenarios del mundo.

3.2 Fomento a la Competitividad

La estabilidad macroeconómica resulta insuficiente si no se propician estrategias destinadas a crear una competitividad "auténtica", es decir, duradera: al contrario de las ventajas competitivas estáticas del pasado, esencialmente "espurias", una competitividad estructural sólo puede basarse en el progreso tecnológico y en vastas reformas institucionales.

El objetivo no es tanto copiar "modelos exitosos" del Norte en el sentido de una teoría cruda de la modernización, sino hacer que procesos globales de búsqueda y aprendizaje pudieran aplicarse fructíferamente también en América Latina.

En el mercado internacional compiten economías donde la empresa constituye un elemento que, siendo crucial, está integrado a una red de vinculaciones con el sistema educativo, la infraestructura tecnológica, energética y de transportes, las relaciones entre empleados y empleadores, el aparato institucional público y privado y el sistema financiero: es decir, está integrado a todo un sistema socioeconómico. Los acelerados cambios tecnológicos exigen políticas macroeconómicas y sectoriales y la creación de sistemas nacionales de innovación. Esto presupone la existencia de una estabilidad macroeconómica, pero exige además realizar alianzas estratégicas entre el Estado, las empresas y una densa red de instituciones públicas y privadas tecnológicas, de capacitación y perfeccionamiento profesional, de investigación y ambientales, que coadyuven a la creación de ventajas competitivas específicas.

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Así, la auténtica competitividad sólo podrá surgir del accionar conjunto de empresas con una orientación tecnológica, ventajas competitivas institucionales de regiones y países y la capacidad de cooperación entre protagonistas privados y públicos.

Es importante subrayar que las naciones no solamente deberían considerarse a merced del capital vagabundo internacional en la economía global, sino que, por el contrario, pueden y deben desarrollar y mejorar las condiciones para la creación de empresas. Mano de obra cualificada, parques de investigación y estabilidad política, son para ello factores más importantes que bajos sueldos y zonas libres de sindicatos.

3.3 Encontrar nichos de mercados en el mundo, donde pueda vender y ser competitivo.

El comercio mundial, máxime en la era de la globalización, ofrece importantes oportunidades de crecimiento y desarrollo, si es que existe “una casa en orden”, si se practica una apertura responsable, y si se está en capacidades de articularse competitivamente a esa dinámica.

Con el libre comercio, economías pequeñas pero competitivas pueden obtener grandes réditos, particularmente en su agricultura e industria. El comercio exterior ofrece la oportunidad a economías pequeñas. Un mercado pequeño con un bajo poder de compra, es un mercado restringido para el resto del mundo, mientras que para un país latinoamericano pequeño o mediano, con sólo penetrar una fracción de un mercado grande (Estados Unidos, el Japón, China o la Unión Europea), con productos en los que tenemos ventajas, permitiría jugosos incrementos en los PBI locales.

El libre comercio, bajo una modalidad de regionalismos abierto, representará más exportaciones, más empresas exportadoras (mayormente pequeñas), más empleos mejor pagados y mayor diversificación de la oferta exportable. Sin embargo, ello no conlleva beneficios automáticos. Por ello, es necesario adecuar tanto la institucionalidad pública como la privada a los desafíos de una economía abierta y global. Los sectores público y privado tienen que continuar haciendo su tarea para superar los problemas estructurales del país y elevar la competitividad de las empresas con el fin de maximizar los beneficios potenciales del libre comercio.

Debido a la creciente globalización económica, la participación de las exportaciones con respecto al PBI mundial ha crecido significativamente. El crecimiento del sector exportador mejora la balanza de pagos y los indicadores de vulnerabilidad externa, lo cual tiene un impacto significativo en la disminución del riesgo-país y la atracción de inversión.

En consecuencia, siendo más competitivos en mercados cada vez más globalizados se logrará generar empleo a niveles de calidad y cantidad necesarios para elevar de manera permanente el bienestar de la población

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Asimismo, a través de la introducción a un mayor desarrollo tecnológico se logra un impacto positivo sobre el empleo, tanto en su cantidad como en su calidad, como consecuencia de la acumulación de conocimiento y capital humano.

Por otro lado, permite a los consumidores tener acceso a una mayor variedad y calidad de productos, a más bajo precio. El incremento del intercambio comercial con el exterior genera una mejora de la calidad de vida de la población.

CONCLUSION

Es importante diseñar e implementar una política de integración, diversificación externa y acción multilateral. Esto significa privilegiar las relaciones bilaterales, de integración intrarregional, interregionales y multilaterales mundiales, en sus planos político, económico y comercial. La interacción internacional implica efectuar un trabajo profesional de relacionamiento diplomático.

Es necesario adecuar tanto la institucionalidad pública como la privada a los desafíos de una economía abierta y global17. Los sectores público y privado tienen que continuar haciendo su tarea para superar los problemas estructurales del país y elevar la competitividad de las empresas con el fin de maximizar los beneficios potenciales del libre comercio. Debido a la creciente globalización económica, la participación de las exportaciones con respecto al PBI mundial ha crecido significativamente. El crecimiento del sector exportador mejora la balanza de pagos y los indicadores de vulnerabilidad externa, lo cual tiene un impacto significativo en la disminución del riesgo-país y la atracción de inversión. En consecuencia, siendo más competitivos en mercados cada vez más globalizados se logrará generar empleo a niveles de calidad y cantidad necesarios para elevar de manera permanente el bienestar de la población. Asimismo, a través de la introducción a un mayor desarrollo tecnológico, se logra un impacto positivo sobre el empleo, tanto en su cantidad como en su calidad, como consecuencia de la acumulación de conocimiento y capital humano. Estos son un componente esencial en el proceso de forjar una auténtica competitividad para el Perú y una mejor inserción internacional en un mundo globalizado, “que tiende a excluir rápidamente a los rezagados”.

Como se afirmado ya en la presente investigación, la soberanía, actualmente, depende menos del aislamiento externo, y más bien se expresa en cuanto poder se dispone para participar en negociaciones y organismos internacionales de todo tipo, 17 El problema de la industrialización por sustitución de importaciones (“crecimiento hacia adentro”) trajo como consecuencia una integración pasiva a los mercados mundiales (con productos de escaso valor agregado sin alcanzar la transformación tecnológica). La orientación hacia el mercado interno permitió, en un momento, un desarrollo industrial, pero tuvo como consecuencia última un apartamiento de la región de procesos de aprendizaje tecnológico globales, una fuerte oligopolización de la industria, una integración pasiva en los mercados mundiales sobre la base de la exportación de bienes primarios y -en última instancia - la gran crisis de endeudamiento de los años 80. En una economía mundial cada vez más interrelacionada, una industrialización sin competitividad sólo puede llevar al ocaso económico. En tal sentido se estima necesaria la búsqueda de nuevos caminos que permitan impulsar dinámicas de crecimiento y creatividad, las que necesariamente requerían una mayor integración en la economía internacional, así como el fortalecimiento de núcleos endógenos de progreso técnico como condición de inserción competitiva y sustentable en los mercados.

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hacia los cuales habrá de marcharse con una tarea plena y anticipadamente desarrollada.

Creemos, finalmente, que las lecturas sustentadas en las visiones dicotómicas, más allá de la denuncia de las asimetrías existentes, no favorece la aplicación de verdaderas alternativas en favor del crecimiento y el desarrollo y de la superación de los problemas antiguos y presentes.

* Lima, 1964. Abogado, Licenciado en Relaciones Internacionales, Master en Relaciones Internacionales, Diplomático de Carrera.

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