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CARMEN GUIRAL PELEGRíNDepartamento de Prehistoria y Arqueología. UNED

A. MOSTALAC

Servicio de Arqueología. Ayuntamiento de Zaragoza

REEXCAVANDO POMPEYAVIEJOS CLÁSICOS DE LA ARQUEOLOGíA ROMANA

Pompeya, junto a Herculano y otros lugares dela Campania, fue destruida el 24 de agostodel año 79 d.C. par la erupción del volcán

Vesubio. Muy pronto su situación topográficafue borrada de la memoria histórica,

quedando únicamente la relación de loacontecido en dos cartas remitidas por Plinio

el Joven a Publio Cornelio Tácito, donde secuenta de primera mano la descripción precisa

y sugestiva de la erupción y de sus terriblesconsecuencias. No habrá más noticias de

Pompeya hasta 1748, año en el que elzaragozano Roque Joaquín de Alcubierre,

ingeniero militar y destacado en Portici (Italia)con el cortejo que acompañará al entonces-infante don Carlos de Barbón, comienza las

prospecciones arqueológicas en un lugardenominado <Civito> (Ciudad), en las

proximidades de Torre Anunziata, aunque esen el año 1763 cuando el lugar se asociacon Pompeya, gracias al hallazgo de una

inscripción en la que se aludía explícitamentea la Res Publica Pompeianarum.

Durante esta primera fase, carente de mé-todoarqueológico, las excavaciones se reducen alabúsqueda de «tesoros» en aquellos lugares enlosqueel terreno parecía prometedor. El método

de excavaciones puesto en práctica en Pompeya amediados del siglo XVIII hay que situarlo en el con-texto de su tiempo. El interés de Roque Joaquínde Alcubierre estuvo centrado, en todo momento,en recuperar objetos artísticos para ser expuestoscon posterioridad. Ése era el encargo que habíarecibido de sus superiores; sin embargo, dicha ac-tuación le granjeó duras críticas. Pero a pesar deello, y dada su formación de ingeniero y experto endibujo, Alcubierre llevó de forma meticulosa undiario de lo acontecido y de la correspondenciaque mantenía con especialistas de su tiempo, re-saltando los hallazgos más espectaculares, segúnsu entender. Sin embargo, cubrió de nuevo todoslos restos que descubrió durante el periodo en quefue director de las excavaciones. El criterio de ir ex-

nurnando la arquitectura y consolidando los restosque denotaban peligro de desmoronamiento no sepondrá en práctica hasta los años setenta del si-glo XVIII, precisamente por su sucesor en la direc-ción de las excavaciones: Francisco de la Vega.

En menos de cuarenta años, Roque J. deAlcubierre descubre el Anfitetaro, los Praedia deIulia Felix y una buena parte del sector de la Víade los Sepulcros. A partir de esos momentos,Pompeya se convertirá en el foco de atracciónde arquitectos, pintores y amantes del arte clásico,que harán gala de su estancia en esa ciudad y dehaber presenciado el hallazgo de restos singula-res. Es el caso de Winckelman, enemigo intelec-tual de Alcubierre, al que tildó, entre otros cali-

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ficativos, de ignorante, por no haberle permitidohusmear en los descubrimientos que en esos mo-mentos se estaban llevando a cabo por iniciati-va de Carlos III.

Tras la muerte de Roque J. de Alcubierre lesucede Francisco La Vega como director de las ex-cavaciones. Con La Vega se inicia lo que podría-mos considerar la segunda generación de las ex-cavaciones y se considera como el mejor de losexcavadores de Pompeya en el siglo XVIII. Los tra-bajos en Herculano se habían suspendido en elaño 1765, como consecuencia de las dificultadesy sobre todo de las amenazasconstantes de desprendi-mientos y es así como Pom-peya se convierte en la em-presa arqueológica del reinode los Borbones y no sólo seaumenta considerablementeel número de operarios tra-bajando en la ciudad, sino quese observa el nacimiento deuna cierta metodología en eltranscurso de las excavacio-nes: se intenta concentrar eltrabajo en núcleos orgánicos,para expandirse gradualmen-te con la finalidad de conec-tar zonas diversas y los edifi-cios excavados se dejan aldescubierto.

A pesar de la intensidad delos trabajos llevados a caboen los monumentos públicosy en distintas casas, villas y necrópolis la visiónes todavía insatisfactoria, ya que los monumen-tos están excavados de forma parcial. A pesar detodo, Pompeya comienza a convertirse en un lu-gar que visitar y en la realidad tangible de una ciu-dad extraída de las cenizas tras casi dos mile-nios. Pompeya se ha convertido ya en estosmomentos, en una imagen nueva e irrepetibledel mundo antiguo que literatos, anticuarios, ar-quitectos y curiosos admiran con reacciones con-tradictorias, pero siempre conscientes de en-contrarse ante un monumento excepcional.

También es en este momento cuando se in-tensifican las labores para consolidar los luga-res excavados y en este sentido tiene una parti-cular importancia el cambio que recibe eltratamiento de las pinturas, ya que, además de do-cumentar aquéllas que se arrancaban de sus mu-ros originales y se llevaban al Museo, tambiéncomienzan a documentarse las que se dejan insitu con objeto de «conservar la memoria con-tra las injurias de la atmósfera», tal y como seexpone en los diarios del año 1788.

Junto a todas estas propuestas novedosas hayque citar la cantidad ingentede información que se confec-ciona durante la dirección deLa Vega: diarios, a menudo coninteresantes anotaciones críti-cas, planimetrías de los edifi-cios, dibujos y acuarelas de laspinturas. Sin embargo, y sinrazón aparente, toda esta in-formación no se publica, porlo que la arqueología pompe-yana de esta época se conocepor las impresiones subjetivasde los diarios de viajes y losapuntes de visitantes y artistas.

La segunda época en lahistoria de las excavaciones dePompeya abarca los años1798-1815. Los primeros añosson tiempo de grandes con-vulsiones políticas y ello con-

lleva la práctica paralización de las excavaciones.En el año 1806, José Bonaparte se convierte en reyde Nápoles y comienza la etapa conocida como«los Franceses en Pompeya» de la cual se han ver-tido ríos de tinta, a menudo para confrontarlacon la etapa borbónica, injustamente denostadaen muchas ocasiones. Es cierto que la pasión porla arqueología de los soberanos franceses haceque se intensifiquen los trabajos en Pompeya, so-bre todo aumentando el número de operarios quetrabajan en las excavaciones, y tampoco hay quemenospreciar los nuevos planteamientos meto-

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Monográfico

Desdeentonces, Pompeyase convierte en la

atracción dearquitectos,

pintores y amantesdel arte clásico

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dológicos. Sin embargo, no olvidemos que las ex-cavaciones del siglo XVIII habían aclarado muchasde las incógnitas científicas que encerraba la Pom-peya sepultada, a saber: las trazas de abandonoy de falta de reconstrucción en algunos lugarestras el terremoto del año 62, las evidentes inter-venciones de recuperación de objetos y de sa-queos en los momentos posteriores a la erupcióny en épocas más recientes. Pero Pompeya podíaofrecer algo mucho más importante para la his-toria de la arqueología romana: la visión com-pleta de una ciudad, con la arquitectura de losmonumentos y hábitat priva-do y, sobre todo, con la distri-bución y organización de laestructura urbana. Por lo tan-to, las labores del periodo fran-cés se centraron en descubrirla muralla que rodeaba la ciu-dad y así poder elaborar unplano catastral con el que po-der comenzar a adquirir aque-llos terrenos privados que sesituaban en el interior de lasmurallas, hecho que se lograen 1811.

Es evidente que al final delperiodo francés no se había ex-cavado completamente la ciu-dad, como era la pretensión delos gobernantes, pero tambiénes cierto que el aspecto exte-rior de las excavaciones se ha-bía modificado notablemente.Sin embargo, los soberanos franceses no cam-biaron en nada la dirección de los trabajos quecontinúa en manos del equipo napolitano. Así, aFrancesco La Vega le sucede su hermano y a ésteAntonio Bonucci.

Es en estos momentos cuando se imprimen lasprimeras guías, en las que se incluyen algunasplanimetrías. Pero sobre todo hay que destacarla fantástica obra de F. Mazois, Les ruines de Pom-péi, editada entre los años 1824 y 1838 que es elprimer tratado sistemático, en cuatro volúme-nes, de la arquitectura y urbanismo pompeyano.

Con esta obra Pompeya entra en el horizonte delos estudios científicos.

En los años siguientes al periodo francés, en-tre 1815-1860, las excavaciones prosiguen inten-tando seguir con los ejes viales y, sobre todo, secontinúa trabajando en los edificios del foro. En-tre los años 1820 y 1830 se excavan numerososlugares de la denominada Via de Mercurio y delas insulae de la regio VI, donde se descubriránmuchas casas de gran tamaño, como la del PoetaTragico, los Dioscuri, Centauro, Naviglio, Melea-gro, etc., culminando en los primeros años del de-

cenio de los 30 con el hallazgode la Casa del Fauno.

En este periodo comienzala publicación de revistas cien-tíficas, como el Bollettino Ar-cheologico Napoletano o el Bo-llettino dell’Istituto Germanicodi Correspondenza Archeologi-ca que son un medio esencialen la difusión de los impor-tantes hallazgos que se reali-zaban en las excavaciones.

Después de 1860 el emer-gente reino de Italia se dacuenta del prestigio que le pue-de suponer la continuación delas excavaciones pompeyanas,en esta época bajo de la di-rección de G. Fiorelli. El pe-riodo de Fiorelli representaquizás uno de los momentos

más gloriosos de la antigua arqueología de Pom-peya. Con Fiorelli se suceden dos novedades me-todológicas. En primer lugar cambia completa-mente el sistema de excavación: en lugar decomenzar por las puertas, se comienza a excavarpor la parte alta de los edificios, es decir por el te-jado, con objeto de poder salvar los elementos es-tructurales y permitir la reconstrucción. La se-gunda aportación de Fiorelli es el ingeniososistema de los denominados calcos. Desde las pri-meras excavaciones del Settecento se habían re-conocido en las cenizas las improntas de los cuer-

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Reexcavando Pompeya

Los trabajos enHerculano se

habían suspendidoen el año 1765,

comoconsecuencia delas dificultades


pos de los seres vivos, ya sean humanos, anima-les o plantas. En 1863 Fiorelli tiene la idea de re-llenar con yeso la cavidad creada por la descom-posición de la materia orgánica y así se pudoconocer, no sólo la expresión de los pompeyanosmuertos durante la erupción, sino también todoslos elementos que adornaban sus ropas, así comotodos los objetos elaborados con materiales pe-recederos, tales como muebles y objetos de ma-dera. Este mismo sistema aplicado a las impron-tas de las raíces, ha permitido reconocer yreconstruir árboles y otros cultivos de los jardinesy de los huertos del área ve-subiana.

Junto a estos hechos hayque destacar, de la brillantísi-ma época de Fiorelli, la im-portancia de la documenta-ción de las labores realizadasy la edición crítica de los re-sultados. Además de la famo-sa planimetría de Tascone, esen este momento cuando serealiza la conocida maquetade Pompeya que, aún hoy, seexhibe en el centro de una delas salas del Museo de Nápo-les. Está realizada a escala1/100. Se considera una obraejemplar por la precisión delos detalles. Pero para reali-zar estas planimetrías fue ne-cesario dividir Pompeya en re-giones e ínsulas y otorgar acada casa o a cada edificio un número de iden-tificación. Este sistema, apenas modificado, per-vive todavía en a actualidad.

En esta misma óptica científica se deben in-cluir la publicación de varias obras insustitui-bles: Pompeianarum Antiquitatum Historia, querecoge toda la documentación de archivo de lasexcavaciones borbónicas entre 1748 y 1860 y losGiornali degli scavi di Pompei, en los que se re-cogen las trabajos en curso de realización.

A pesar de todas estas novedades, también laobra pompeyana de Fiorelli suscitó ciertas críti-

cas, que se centraban en el tema de la conserva-ción. A Fiorelli se le acusa de no haber atendidode forma suficiente la conservación de los edifi-cios. El escrupuloso respeto por los edificios ro-manos le impedía realizar reconstrucciones. Nohay que olvidar, sin embargo, su gran mérito,consistente en la invención de un método y enhaber tenido la tenacidad de aplicarlo.

El tema de la conservación in situ y de larestauración será el interés primordial de la ge-neración científica siguiente. Incluso después de

1860 se continuaba, al igualque en el periodo borbónico,arrancando las pinturas y mo-saicos que tenían cierta cali-dad estética. Esto hacía quese perdiera el sentido decora-tivo general, tan importanteen la pintura romana. En lasolución del problema tuvomucha influencia la obra deMau que clasificaba la pintu-ra pompeyana en los conoci-dos cuatro estilos, valorandoel conjunto orgánico de la pa-red y no sólo los cuadros decarácter figurativo. Durantela época en la que la direcciónde las excavaciones estuvoasumida por Ruggiero, se des-cubrieron 700 pinturas, de lascuales ya sólo 50 se envían alMuseo de Nápoles. De esta

forma, a finales del siglo XIX se toma la decisiónde dejar in situ no sólo las pinturas y mosaicos,sino también los elementos ornamentales y unaselección de objetos que facilitasen la compren-sión del visitante, pudiendo reconstruir la vida co-tidiana de la ciudad. Es evidente que este inten-to didáctico era selectivo, se elegían las mejorescasas, lo que suponía una distorsión en la com-prensión de la ciudad, ya que la unidad del com-plejo urbano que se conservaba de forma inte-gral se desvanecía, mostrando únicamente losedificios más lujosos.

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Monográfico

En 1806, JoséBonaparte se

convierte en rey deNápoles. La etapase conoce como«los Franceses en

Pompeya»


Los dos primeros tercios del siglo XX.Madurar y solventar este problema fue la tareade la generación siguiente que podemos englobarentre 1910 y 1961. La figura ejemplar fue V. Spi-nazzola, que en la época de la I Guerra Mundialexcava la principal arteria ciudadana; la deno-minada Via dell’Abbondanza, con objeto de unirel anfiteatro con el resto de la ciudad. Spinazzo-la se había planteado el problema de la diferen-cia entre las casas conservadas y la imagen quede éstas existía en la pintura pompeyana, en laque se mostraban balcones, ventanas y logias concolumnas. Spinazzola pensa-ba que esta diferencia radica-ba en el método de excava-ción, que no había reparadoen ellas. Efectivamente la es-crupulosa excavación de la Viadell’Abbondanza confirmó sussuposiciones.

Aunque los trabajos de Spi-nazzola habían cambiado no-tablemente el aspecto de la ciu-dad, la figura dominante de laarqueología pompeyana del si-glo XX es A. Maiuri, quién fuesoprintendente de la ciudaddesde 1924 hasta 1961. Su ac-tividad arqueológica se debeinsertar en el contexto del fas-cismo y del crecimiento del na-cionalismo en Italia. De igualmanera que durante la unifi-cación italiana, Pompeya cons-tituye un orgullo nacional y se intensifican las ex-cavaciones, centrándose, sobre todo, en el ladosur de la Via dell’Abbondanza, en las denomina-das regiones I y II. En el periodo precedente a laGuerra Mundial se deben ubicar los espectacula-res hallazgos de la Villa de los Misterios y de laCasa del Menandro, con su espléndido tesoro ar-génteo compuesto por 119 piezas. La villa de losMisterios ya había sido descubierta con anterio-ridad y Maiuri consigue un crédito extraordinariopara proceder a su liberación total, que permitedescubrir una villa suburbana del patriciado del

siglo I. Su restauración y cubierta permitieron unaespléndida conservación que se mantiene hastanuestros días.

Los años entre las dos grandes guerras estu-vieron dominados por la figura de Maiuri y hayque subrayar dos aspectos esenciales: por unlado, la organización turística de las excavacio-nes, con los accesos y recorridos que actualmenteestán todavía en funcionamiento; el segundo as-pecto, mucho más científico, es la realización desondeos estratigráficos en el subsuelo de la ciu-dad, bajo el nivel del año 79 d.C. Ciertamente, la

excavación y la restauración,cada vez más refinadas tantoen técnica como en resulta-dos, habían conservado, y po-demos decir que acentuado,una tendencia estética quemás que intentar comprenderla realidad del terreno ar-queológico, intentaba una re-construcción de la ciudad. Lascatas arqueológicas en el sub-suelo intentaban aclarar lasfases históricas y urbanísticasde la ciudad que antes de lallegada de los romanos, per-tenecía a una de las másgrandes civilizaciones de laItalia prerromana.

La II Guerra Mundial pa-raliza todos los trabajos enPompeya y la ciudad es bom-bardeada por los aliados en el

año 1943, con los consiguientes destrozos. Tras laGuerra se retoman las excavaciones como partede una campaña de trabajo público. Algunas em-presas de construcción proporcionan mano deobra a cambio del «lapilli» procedente de las ex-cavaciones, que se utilizaba para construir la au-topista Nápoles-Salerno. Como el objetivo fun-damental es la extracción del «lapilli», los trabajosse centran en los jardines y espacios abiertos y,como consecuencia, la excavación de pequeñasestancias se deja inconclusa. El resultado es quelos registros de estos trabajos son de pésima ca-

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Reexcavando Pompeya

Después de1860, Italia se da cuenta delprestigio que le supone las

excavaciones dePompeya


lidad, las excavaciones de los años 50 están to-davía sin publicar y en algunas zonas cerradas alpúblico, pero sin los cuidados necesarios, por loque su estado de ruina es cada vez mayor.

En esta época, junto a los tradicionales siste-mas de registros, los «Giornali di scavo», se con-solida el empleo del dibujo técnico y de la foto-grafía, que se convierten en un instrumentoprimordial de documentación. La difusión de losresultados, además de exponerse en revistas cien-tíficas, comienza a canalizarse a través de mo-nografías científicas, entre ellas la obra de V. Spi-nazzola, Pompei alla luce degliScavi Nuovi di Via dell’Ab-bonda nza, o las escritas por A.Maiuri, La Villa dei Misteri yLa Casa del Menandro e il suotesoro d’argenteria.

Una Arqueología de in-vestigación en Pompeya.Los trabajos multidisci-plinares y la participa-ción internacional. Trasla jubilación de Maiuri en1962, las excavaciones a granescala desaparecen en favor dela excavación y conservaciónlimitadas, pero realizadas conun método arqueológico muydepurado. En esta óptica hayque analizar la excavación dela Casa de Giulio Polibio en laVia dell’Abbondanza, realiza-da por De Franciscis entre 1964 y 1977, y la villaurbana de M. Fabio Rufo cuya excavación finali-za en la década de los 70, aunque se había inicia-do ya en 1958 y también se documenta la entra-da a través de «cuniculi» de excavadores del sigloXVIII con objeto de recuperar los materiales mue-bles. La planta arquitectónica de esta casa supo-ne una cierta novedad en relación a la clásica do-mus pompeyana, acercándose a las denominadasvillas suburbanas, obligada tal vez por la posiciónque ocupa en el urbanismo de la ciudad y articu-lada en distintas terrazas.

Los daños causados por el terremoto de1980 obligan a establecer una dotación de fon-dos especiales para Pompeya que han permitidointervenciones puntuales de excavación y de res-tauración en algunas insulae de las regiones I yII, así como la excavación de las Termas Subur-banas, entre los años 1985 y 1988, situadas cer-ca de Porta Marina y para cuya construcción seconstruyó una terraza artificial que salvaba lapendiente de la zona. Entre los hallazgos de esteinteresante complejo termal se debe destacar el re-pertorio de pintura erótica que decoraba la zona

superior del apodyterium.Desde 1987 se excava en la

regio IX, en particular en la «In-sula dei Casti Amanti». En pa-labras de A. Varone, directorde los trabajos, la excavaciónse ha organizado como un ver-dadero laboratorio de investi-gación en el que trabajan dis-tintos profesionales paraindagar, cada uno en su ámbi-to de especialización, la com-pleja realidad del mundo anti-guo en la forma más complejay articulada posible. Entre losresultados obtenidos hay quedestacar el hallazgo de un tallerde pintores que se hallaban tra-bajando en el momento de laerupción, lo que ha supuestoimportantes avances en el co-nocimiento de la técnica, de

los instrumentos y de los pigmentos. También seha llevado a cabo una minuciosa investigación delos espacios ajardinados, con la reconstrucción delas especies y sobre todo de los cercados de maderay cañas que articulaban el espacio. Un importan-te avance en la metodología del trabajo es la res-tauración realizada de manera simultánea a la ex-cavación. Está previsto cubrir la zona con unaestructura definitiva que permita la conservacióny a la vez la continuación de los trabajos de exca-vación y restauración. También está prevista la po-sibilidad de que la casa se pueda visitar en el trans-

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Monográfico

La obrapompeyana deFiorelli suscitó

ciertas críticas, quese centraban en el

tema de laconservación


curso de los trabajos y que, mediante instrumen-tos multimedia situados a lo largo de un recorri-do establecido, se puedan seguir y comprender losresultados de la investigación y los métodos y téc-nicas empleados en la excavación.

Además de estos recientes proyectos de ex-cavación que todavía se encuentran en curso, enesta fase, que debe centrarse cronológicamenteentre los años 1961 y 1997, se lleva a cabo una im-portante labor de documentación. Desde 1977 has-ta 1980 una campaña de fotografía llevada a cabopor el Istituto Centrale per ilCatalogo e la Documentazio-ne documenta la totalidad delas pinturas y pavimentos dela ciudad. Junto a la docu-mentación fotográfica tambiénse realiza, por parte de la So-printendenza, la reorganiza-ción de los almacenes y la ca-talogación de los materialesmuebles. El Progetto Neapo-lis, entre 1987 y 1989, ha per-mitido la puesta en valor de losrecursos ambientales y artísti-cos del área vesubiana, cata-logando los restos arqueológi-cos, sobre todo las pinturas ylos mosaicos; asimismo, tam-bién se ha elaborado una car-tografía informatizada queafecta tanto a Pompeya comoal resto de la zona vesubiana.

En el año 1975 se inicia un ambicioso pro-grama de investigación por parte del Instituto Ar-queológico Alemán de Berlín, Haüser in Pompe-ji, encaminado a la publicación de variasestructuras domésticas, que han visto la luz enmagníficas publicaciones. El proyecto se inter-nacionaliza en el 1978 con la colaboración delequipo australiano que sigue líneas de investiga-ción similares. El sistema de documentación sebasa en las reproducciones fotográficas a grantamaño, posteriormente convertidas en dibujos.No sólo se documenta la historia de la casa y la

arquitectura sino también la decoración parietaly los pavimentos. Las pinturas, calcadas a tama-ño 1:1 y posteriormente reducidas, se incluyenen los alzados de las estructuras arquitectónicas.Estos dibujos publicados en diversos tonos de gri-ses se complementan con fotografías a color quepermiten conocer la policromía pictórica. Las ca-sas publicadas por el momento, en una esplén-dida serie que lleva por título el nombre del pro-yecto, son la Casa del Principe di Napoli, Casadell’Ara Massima, Casa del Labirinto, Casa degliAmorin Dorati, Casa dei Cei, Casa della Caccia

antica, Casa dell’Orso, Casadella Parete nera, Casa delleForme di creta, Casa del Gran-duca, Casa dei Capitelli figu-rati, Casa del Granduca, Casadi Paquius Proculus y Casa de-lle Nozze d’Argento.

En la misma línea debemoscitar los trabajos ingleses, diri-gidos por J. B. Ward-Perkins yR. Ling, encaminados a la do-cumentación de la Insula I, 10,en la que se encuentra la mag-nífica Casa del Menandro y quese han desarrollado desde 1978hasta 1986, concluyendo concuatro espléndidas monogra-fías en las que se estudian lasestructuras arquitectónicas, lasdecoraciones pictóricas y lospavimentos, los hallazgos ma-teriales y sus contextos, reser-

vando uno de los volúmenes para el famoso teso-ro de plata hallado en la Casa del Menandro.

Una finalidad mucho más didáctica tiene ladocumentación del Centre National de la Re-cherche Scientifique (Francia) que, dirigida porJ. P. Adam, centró sus trabajos en el análisis delas técnicas de construcción, lo cual ha supues-to un notable avance en el conocimiento de laarquitectura de época romana.

El año 1989 comienzan los trabajos de la Mi-sión Arqueológica Española sufragada por el Mi-nisterio de Cultura español y con la ayuda de la

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Reexcavando Pompeya

La II GuerraMundial paralizatodos los trabajosen Pompeya y los

aliados labombardean en el

año 1943


Academia Española de Bellas Artes y la Escuela deArqueología de Roma. La zona seleccionada parala investigación es la Insula I, 8, situada en la Viadell’Abbondanza. Hasta el momento se ha traba-jado en la Casa/Caupona (I 8, 8-9) de Lucius Be-tutius Placidus (1989-1992), el Hospitium (I 8, 10)(1995) e la Casa della Statuetta Indiana (I 8, 5)(1996-1998) Para obtener los resultados propues-tos se ha aplicado una completa metodología quese inicia con el análisis de la documentación an-tigua (diarios e inventarios), para continuar con laplanimetría, el estudio de arquitectura, pavimen-tos, pinturas, inscripciones yrestos muebles; como com-plemento se ha efectuado elanálisis de las distintas inter-venciones de restauración re-alizadas en los edificio desdeel momento de su excavación.

A partir de ese momentose concluye la necesidad derealizar excavaciones arqueo-lógicas para determinar unaserie de lagunas históricas queconciernen a la arquitecturade finales del siglo III y co-mienzos del II a.C. en este sec-tor de la ciudad. Las excava-ciones realizadas durante1996 y 1997 comienzan a des-velar las casas de la Pompeyasamnita, ocultas por las quepodemos ver en la actualidad.Pavimentos, pinturas del I es-tilo, útiles domésticos y un variado repertorio deobjetos de diversa índole comienzan a salir a laluz, mostrándonos una parte de la dilatada his-toria de la ciudad de Pompeya.

La llegada de P. G. Guzzo en el año 1995 a laSoprintendenza de Pompeya ha supuesto un im-pulso decisivo en el conocimiento científico de laciudad pompeyana. En el año 1996 se hace pú-blica una invitación a las universidades italianasy extranjeras para realizar investigaciones ar-queológicas en la ciudad, invitación seguida conun gran éxito y que se plasma en numerosos pro-

yectos que no sólo estudian las estructuras visi-bles, sino que tienen como objetivo analizar losniveles más antiguos mediante sondeos estrati-gráficos. La posibilidad de realizar estas exca-vaciones es quizás la aportación científica másimportante del nuevo periodo iniciado por el So-printendente Guzzo.

El nuevo planteamiento de documentar lo yaexcavado, analizar dichos restos con nuevas tec-nologías, realizar sondeos puntuales y establecerplanes precisos y concretos con el objetivo de co-nocer para poder conservar uno de los yacimien-

tos arqueológicos de mayortrascendencia de la cultura gre-co-romana ha sido el hilo con-ductor para que España (Mi-sión Arqueológica del Institutodel Patrimonio Histórico), Rei-no Unido (Academia Britani-ca de Roma), Holanda (Uni-versidad de Leyden) e Italia, através de la Universidad de Sa-lerno, Sorpintendenza Arche-ologica de Nápoles y de Pom-peya, se unieran para presentarun proyecto común al Conse-jo de Europa, que fue conce-dido en 1996. Este proyectoRaphael, centrado en zonasconcretas de la Regio I culmi-nará en 1998 con una exposi-ción donde se mostrarán loslogros conseguidos en el te-rreno científico, museológico y

de conservación del Patrimonio.En la actualidad se están llevando a cabo nu-

merosos proyectos científicos patrocinados pordistintas universidades y centros de investiga-ción que afectan tanto a los edificios públicoscomo a las domus privadas.

El Japan Institute of Paleological Studies (Kyo-to, Japón) realiza desde el año 1989 una investi-gación a lo largo de las fortificaciones de Pom-peya y, a partir de 1993, excavaciones en algunospuntos de la muralla destinadas a determinar lasdistintas fases de la misma.

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Monográfico

Junto a lostradicionalessistemas deregistros, se

consolida el dibujotécnico y de la

fotografía


Los estudios llevados a cabo en algunos edifi-cios del foro en el marco del proyecto americanode la Universidad de Virginia, Pompei Forum Pro-ject, han permitido el establecimiento de crono-logías más recientes para algunos edificios foren-ses, dataciones que han sido objeto de unainteresante y fructífera discusión científica en elmarco del Congreso Internacional del año 2002.

En el citado Congreso también se presenta-ron los resultados de las excavaciones estrati-gráficas en el Foro Triangular, que se realizandesde 1994, cuyas conclusiones entran en con-flicto con los datos admitidostradicionalmente tras algunaspublicaciones monográficasdedicadas al tema.

También polémicas fueronlas conclusiones elaboradasen el marco del proyecto de laUniversidad de Ginebra, Pom-pei extra Muros, en las que sediscute la existencia de la pre-tendida zona portuaria en elárea de Porta Marina, ya queen los sondeos estratigráficosno se han hallado restos de de-pósitos marinos y, por lo tan-to, se niega la interpretaciónde los orificios del muro comola prueba de la zona de ancla-je de las embarcaciones.

Los resultados consegui-dos con las excavaciones lle-vadas a cabo en la Regio VIpor las Universidades de Perugia y Venecia y elInstituto Oriental de Nápoles permiten compro-bar la existencia en la zona de domus del siglo IIIa.C., que demuestran que la estructura urbanade Pompeya puede remontarse al citado siglo. Aesta misma conclusión cronológica llegan tam-bién los equipos de investigación que trabajanen otras zonas de la misma Regio VI. Así, la in-sula 16, que estudia el Istituto Archeologico Ger-manico de Roma desde 1997, y la Casa degliScienziati (VI, 14, 43), analizada por la Univer-sidad de Nimega.

El proyecto de colaboración entre la Soprin-tendenza Archeologica de Pompeya y la Univer-sidad di Bolonia (1999-2004) se propone el es-tudio, la restauración y la puesta en valor de laInsula IX 8, conocida como Insula del Centena-rio. El Departamento de Arqueología de Bolonialleva a cabo la documentación y el estudio de laInsula y la Soprintendenza se compromete a larestauración y puesta en valor.

El Istituto Archeologico Germanico de Roma,en colaboración con la Bayerische Akademie derWissenscahften de Monaco, tiene también la pre-

tensión del conocimiento inte-gral de la Casa dei Postumii(VIII 4,4.49) e la sua insula através de la excavación, la pla-nimetría y el estudio de los ma-teriales hallados en las excava-ciones antiguas. También larestauración desempeña unimportante papel con objeto derealizar un proyecto de puestaen valor y musealización.

Otros proyectos de investi-gación desarrollados en los úl-timos años, siempre con loscriterios establecidos de do-cumentación y sondeos estra-tigráficos, son el Anglo-Ame-rican Project en la Regio I, 6(Universidades de Bradford yde Oxford), Pompei Archeolo-gical Research Project: PortaStabia (Universidad de Michi-

gan y la Universidad Stanford de California) Ex-peditio Pompeiana Universitatis Helsingiensis InsulaIX, 3 y Swedish Pompei Project en la Insula V.

Las excavaciones estratigráficas en la InsulaVII, 10, llevadas a cabo por la Universidad deRoma La Sapienza, se desarrollan con el méto-do puesto a punto por A. Carandini para el es-tudio de las insulae pompeyanas que se basa enla identificación de las unidades más pequeñasque la investigación arqueológica pueda indivi-dualizar. «Dalla singola azione al complesso edi-lizio» es la frase italiana que define el método: las

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Reexcavando Pompeya

A esta misma conclusión

cronológica llegan

también losequipos de

investigación


simples acciones que han contribuido a realizarla estructura y los elementos decorativos de lainsula. Ésta, analizada a través de los elementosque la conforman, es el resultado de un conjun-to de acciones que se deben individualizar y do-cumentar como unidades estratigráficas.

Junto a estos proyectos de colaboración coninstituciones italianas y extranjeras, la Soprin-tendenza asume también sus propios proyectos dedocumentación, excavación, conservación, res-tauración y puesta en valor de carácter didácticaque contribuyen a la presentación de la ciudad.

El proyecto denominado Un Piano per Pompeinace en 1997 por iniciativa de la Soprintendenza Ar-cheologica di Pompei y financiación del World Mo-numents Fund, como instrumento para la gestiónde las informaciones y de las actividades encamina-das a conservación de Pompeya. El GIS está com-puesto por una planta bidimensional de la ciudad yla planta está conectada a un banco de datos quecontiene diversas informaciones, como las denomi-naciones de edificios, calles, insulae y regiones; losdatos relativos al estado de conservación de los mo-numentos, a los distintos grados de riesgo, a las res-tauraciones efectuadas, a las obras de mantenimientoque se deben efectuar indicando costes y prioridadesy los datos sobre los materiales situados o proce-dentes de los distintos edificios. Todo esto permiteconstruir programas de intervención relacionadoscon la conservación y también programas de inves-tigación centrados sobre categorías histórico-ar-queológicas bien definidas. Otra posibilidad es laconstrucción de itinerarios de visita representativosde la compleja realidad de la antigua Pompeya.

Con el proyecto Luce per l’Arte, la empresa Enel,en colaboración con la Soprintendenza Archeolo-gica di Pompei durante el año 1999, pretenden po-ner en valor la visión nocturna de Pompeya. Me-diante una estrategia basada en el respeto a losrestos arqueológicos, la iluminación permite el co-nocimiento de una ciudad diferente a la diurna.

Es evidente que, junto a éstos proyectos demayor envergadura, se han realizado numero-sos estudios parciales, encaminados sobre todoal análisis de la pintura romana, pero también alos restos muebles que hasta el momento prác-

ticamente no se habían estudiado, como sucedecon la más que espectacular colección de bron-ces exhumada en las diversas excavaciones de laciudad. Durante los años 2000-2003, el CentreNational de la Recherche Scientifique y el Mi-nisterio de Asuntos Exteriores francés amparanun proyecto de investigación dedicado a pro-ducciones artesanales tales como los textiles, elcuero, la cestería o los perfumes.

Hasta aquí hemos recorrido dos siglos y me-dio de trabajos que, con momentos de sombra yde luz, convierten a Pompeya en un hito funda-mental, no sólo para la arqueología romana sinopara la cultura europea.

BIBLIOGRAFÍA

Además de la breve selección de obras que cita-mos a continuación, las actividades arqueológicas yde restauración, así como distintos estudios mono-gráficos que se publican en la Rivista di Studi Pom-peiani (I -XVI, 1987-2005, Roma, L’ Erma di Brets-chneider), que tuvo anteriormente las denominacionesde Cronache Pompeiane (ed. Macchiaroli, Napoli, nn.I a V, 1975-1979), y Pompei,Herculaneum e Stabia(número único I, 1983, Napoli ed. Macchiaroli).

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Monográfico


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