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Trabajo Final de Grado
Licenciatura en Psicología
El sueño, las emociones y sus influencias en la Memoria Episódica. Su relación con la Memoria Autobiográfica y el
Pensamiento Futuro Episódico.
Estudiante: Sebastián Pereira Cazzulo
Tutor: Alejandro Vásquez Echevarría
Modalidad: Artículo Científico
Montevideo, 11 de diciembre 2020
Resumen
En los últimos años las neurociencias han evidenciado la importancia del sueño y la emociones en
la consolidación de la memoria episódica, identificando la región medio-temporal del cerebro
(circuito Amígdala– Hipocampo) como áreas involucradas en este proceso. Pero aún resta conocer
más acerca de sus interacciones y sus potenciales aplicaciones clínicas. Generalmente problemas
en el sueño están asociado al desarrollo de alguna patología. Sin embargo, algunos estudios
sugieren que la privación del sueño inmediatamente después de un evento negativo podría ser
beneficioso para evitar los efectos del estrés postraumático. Dichas investigaciones se focalizaron
en medir las cargas afectivas ante respuesta a ciertos estresores y en las memorias intrusivas como
predictoras de futuras patologías. En este trabajo nos focalizamos en la interacción del sueño y las
emociones con la memoria episódica, autobiográfica y pensamiento futuro episódico. Se
consideraron no solo las emociones negativas y neutras, sino también las positivas, siendo el
primero a nuestro entender, en integrar estas variables en un mismo experimento. El objetivo es
recopilar evidencia empírica estudiando a 30 personas (17 mujeres y 13 hombres) de una edad
entre 18 y 50 años (M= 26.6 (DT= 7,86) divididos en dos grupos (experimenta, control). Podemos
afirmar que las personas que durmieron recordaron significativamente con más detalles el evento
con carga emocional negativa, en comparación con aquellos que se mantuvieron una noche (7-8hs)
despiertos. Por otro lado, el grupo que se mantuvo despierto recordó significativamente con más
detalle el evento con carga emocional positiva. Con respecto a la memoria autobiográfica y el
pensamiento futuro episodio, se observó una fuerte correlación positiva entre ambos. Además, el
grupo que duerme accede a un relato (pasado y futuro) con más detalles específicos, en
comparación con el grupo que se mantiene despierto, así como una emoción actual menos negativa.
Estos resultados aportan importantes elementos en la discusión sobre la conveniencia de la
privación del sueño ante ciertas circunstancias negativas y abren nuevas interrogantes que podrían
guiar futuras investigaciones.
Palabras claves: Memoria episódica, Memoria autobiográfica, Pensamiento futuro episódico,
Privación del sueño, Emociones
Abstract
In last years, neurosciences have evidenced the importance of sleep and emotions in the
consolidation of episodic memory, identifying the mid-temporal region of the brain (amygdala –
hippocampus circuit) as areas involved in this process. But there is still much to know about their
interactions and possible clinical applications. Generally, sleep problems are associated with the
development of some pathology. However, some studies suggested that sleep deprivation
immediately after a negative event could be beneficial in avoiding the effects of post-traumatic
stress disorder. Those investigations focused on measuring emotion`s response (arousal) to certain
stressors and on intrusive memories as predictors of future pathologies. In this work we focused
on the interaction of sleep and emotions with episodic, autobiographical memory and episodic
future thinking. Not only negative and neutral emotions, but also positive ones were considered,
being the first study, as far as we know, integrating these variables in the same experiment. The
objective is to collect empirical evidence by studying 30 people (17 women and 13 men) aged
between 18 and 50 years (M = 26.6 (SD = 7.86) divided into two groups (experiment, control).
We can affirm that persons who slept remembered significantly more details about the event with
negative valence, compared to those who stayed awake one night (7-8hs). In addition, wake group
recalled positive valence`s video with significantly more details in comparison to the group that
slept. Regarding autobiographical memory and episodic future thinking, a strong and positive
correlation was found between each other. Besides sleep`s group was able to access to more
specific details in their speech (past & future), compared to the group that stays awake, as well as
showing a less negative current emotion. These results provide important elements in the
discussion about whether sleep deprivation in particular negative circumstances could be
convenient and open up new questions that could guide future researches.
Keywords: Episodic memory, Autobiographical memory, Episodic future thinking, Sleep
deprivation, Emotions
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1. Introducción:
El sueño, la memoria y las emociones, son tres áreas fundamentales en el ser humano, que han
interesado a la psicología desde sus inicios y han sido abordados desde diferentes concepciones a
través del tiempo y culturas. Desde las ciencias cognitivas, en las últimas décadas se han realizado
numerosos estudios al respecto, generando grandes avances para entender sus funcionamientos.
Sin embargo, aún resta conocer mucho acerca de sus interacciones y sus potenciales aplicaciones
clínicas. Es común escuchar, que, ante una situación de mucho estrés y carga emocional negativa,
lo mejor es que la persona pueda relajarse y tener un buen descanso, sueño mediante; dado que
problemas en el sueño están asociados generalmente al desarrollo de alguna patología futura. ¿Pero
tenemos evidencia acerca de esta creencia? ¿O es solamente una respuesta intuitiva ante la falta de
herramientas probadas, que nos permitan actuar de forma segura ante esas situaciones? En este
trabajo intentaremos comenzar a responder esa pregunta.
La memoria juega un rol clave para nuestra supervivencia. Esta puede ser definida como sistemas
cerebrales que nos permiten beneficiarnos de la experiencia. (Vásquez, 2014) Sin embargo, hay
veces que el recuerdo de un evento negativo no es procesado de manera satisfactoria y puede traer
consigo una serie de perjuicios emocionales para la persona (memorias intrusivas, trastorno del
sueño, ansiedad, depresión, etc.). Todo proceso de memoria requiere de cuatro etapas: codificación,
almacenamiento, consolidación y recuperación. Una vez realizado el proceso de codificación, el
recuerdo permanece temporalmente vulnerable hasta su consolidación (McGaugh, 2000). Además,
existen diferentes tipos de memorias: sensoriales, breves, largo plazo, dentro de estas últimas, se
encuentran las explicitas e implícitas. Las memorias explicitas o declarativas, son aquellos
recuerdos a los que podemos acceder de forma consciente. Dentro de esta categoría ubicamos a
la memoria episódica. Esta refiere a un tipo de recuerdo que tenemos de nuestras experiencias
pasadas. Este concepto fue propuesto por Tulving en 1970, quien definió la memoria episódica
como aquellos recuerdos personales experimentados en el pasado y conscientes de ser vividos por
el propio sujeto. La memoria episódica está muy relacionada a la identidad de uno y el sentido del
yo (self) (Levine et. Al.,1998; Tulving, 1985). Es considerada como la habilidad de ver el “self”
propio como una entidad continua a lo largo del tiempo, función conocida con el nombre de
conciencia autonoética (Tulving, 1985, 1989; Wheeler, Struss, & Tulving, 1997). Por otro lado,
debe distinguirse la memoria autobiográfica de la memoria episódica. De acuerdo al esquema en
2
la división de los sistemas de memoria episódica y semántica propuesta por Tulving (1972, 1983),
la memoria autobiográfica ha sido ampliamente conceptualizada como la información personal
semántica (ej; hechos sobre uno, como saber dónde uno nació) e información personal episódica
(ej; eventos únicos, como recordar el primer día de escuela). Por su parte, la memoria emocional
forma parte de las memorias implícitas, aquellas reacciones emocionales, conductuales,
perceptivas y sensitivas que despierta el recuerdo de un determinado evento. (Burín, 2002, Clark
& Beck, 2011; LeDoux, 1999). Hoy en día se ha evidenciado que las emociones tienen influencia
sobre los recuerdos. Puede alterar la probabilidad que una experiencia sea codificada en la
memoria, puede influir como los recuerdos son consolidados y afectar como los eventos son re-
experimentados en la recuperación (Payne & Kensinger, 2010). Además, las neurociencias
demostraron la activación de la región medio-temporal del cerebro (circuito Amígdala–
Hipocampo) durante la experiencia emocional y como esta activación incrementa la posibilidad
de recordar dicho evento emocional. Por otro lado, la noción que el sueño mejora las capacidades
cognitivas, en particular de los sistemas de memorias, ha sido estudiado y evidenciado desde 1924
con los primeros estudios de Jenkins & Dallenbach.(Aly et al. 2010). Desde entonces se han
llevado a cabo diferentes experimentos brindando evidencia de cómo los distintos tipos de
memoria son influenciados por el sueño y demostrando como el dormir provee condiciones ideales
para la consolidación de la memoria episódica, cumpliendo un rol fundamental, dado que tales
reactivaciones neurales, evidenciadas en trabajos de entrenamiento de memoria, son re-activadas
en fase del REM del sueño. Wagner et al. (2001) compararon la retención de textos neutros y
emocionales y encontraron que el recuerdo de los textos emocionales era incrementado por el
sueño REM. Según Payne et al. (2008) más que preservar imágenes intactas de escenas, cuando
dormimos el cerebro desvincula el objeto del contexto, para consolidar sólo las emocionalmente
más destacadas y quizás los elementos emocionales más adaptativos. De acuerdo con Menz et col.
(2013) sugieren la consolidación de la memoria emocionalmente negativa en la amígdala humana
asociado al sueño REM como mecanismo principalmente involucrado en este proceso. Para
Cartwright (2006), los sueños son una variable mediadora entre las preocupaciones emocionales
de vigilia (anterior al dormir) y el estado de ánimo posterior al sueño. Como tales, pueden volverse
disfuncionales debido a una sobrecarga de afecto perturbado, o una falla en lograr el vínculo con
recuerdos pasados, que es esencial para la reducción del estado de ánimo perturbado. Por su parte,
el modelo de Goldstein & Walker (2014) “Sleeping to Forget and Sleeping to Remember”,
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menciona que a lo largo del tiempo la emoción que estaba adjunta al recuerdo va desapareciendo,
mientras que la información de la experiencia permanece. Este modelo muestra cómo, si este
proceso no es realizado exitosamente, la magnitud de la carga emocional en la memoria persistirá,
resultando una condición de ansiedad crónica dentro de la red de memoria autobiográfica. En
cambio, si no hay perturbación en este proceso, en una persona sana, la memoria emocional, a
través de múltiples mecanismos de REM a lo largo de varias noches de sueño transformaría el
recuerdo emocional en recuerdo de un evento emocional que ya no es más emocional. Sin embargo,
de acuerdo con Wiesner et al. (2015), si bien pudieron comprobar que el sueño (tanto REM como
SWS (sueño lento)) favorece la consolidación de la memoria episodica (“Sleep to remember), el
mismo no mejora los estados emocionales (arousal) que el modelo “sleep to forget” propone.
Según este experimento, el mero pasaje del tiempo reduce la intensidad emocional (arousal) del
recuerdo, pero esto no sería efecto del sueño.
Por otro lado, al igual que las memorias, el pensamiento futuro episódico también es un aspecto
de gran relevancia de la cognición humana. Este se podría definir como la capacidad de imaginar
o simular experiencias que pueden llegar a ocurrir en el futuro de uno mismo. (Schacter et al 2018).
Recientes hallazgos han ilustrado sorprendentes similitudes en el sistema neuronal que soporta la
memoria episódica y la capacidad que las personas tienen en proyectar mentalmente su self en el
futuro (Schacter et al., 2012). Curiosamente, existe una considerable superposición entre los
circuitos neuronales implicados en la recuperación de recuerdos episódicos y los que participan en
la simulación de eventos futuros, lo que sugiere que las dos capacidades están intrínsecamente
relacionadas. (Schacter et al. 2017). En general, limitaciones en la habilidad para extraer detalles
de experiencias pasadas desde la memoria episódica están asociadas con la inhabilidad de generar
eventos detallados de simulaciones futuras, apoyando la hipótesis de que la memoria episódica
sirve de base para el pensamiento futuro episódico.
Hasta aquí vimos que son y cómo funciona la memoria episódica, autobiográfica y pensamiento
futuro episódico en condiciones normales, así como sus interacciones con las emociones y el sueño;
pero ¿qué sucede con estos procesos cuando ocurre algún evento muy estresante que desencadena
alguna patología como cuadros depresivos, de ansiedad o efectos de trastorno por estrés
postraumático (TEPT)? Esta es un área de estudio donde todavía resta mucho por saber y donde
se sigue investigando acerca de los cambios que ocurren las memorias después de un evento
4
traumático y como estos pueden relacionarse con futuras psicopatologías. De acuerdo a Porcheret
(2020) las memorias intrusivas podrían ser un síntoma común luego de una situación traumática.
Estas pueden ser definidas como recuerdos intrusivos autobiográficos con una fuerte carga
emocional, que aparecen de forma involuntaria en la consciencia de una persona y pueden ser muy
angustiantes, distractoras y debilitantes. Estas serían una característica central en la clínica, tanto
del estrés agudo como del TEPT. Otro posible indicador podría estar presente en el acceso a la
memoria autobiográfica. De acuerdo con Brown et al. (2013) y Lorenzzoni et al. (2014),
demostraron como los individuos diagnosticados con TEPT tendían a tener recuerdos
autobiográficos con menor especificidad episódica (detalles internos), en cambio mostraban mayor
sobre generalización de memoria autobiográfica (detalles externos). Además, de acuerdo a
Schönfeld & Ehlers, (2018) sobrevivientes a algún trauma con TEPT o algún problema agudo de
estrés, también mostraron menor especificidad en la memoria autobiográfica, en comparación con
aquellos sin esa patología. Por su parte, personas con cuadros de depresión mayor, también
mostraron dificultades en acceder a memoria autobiográfica especifica (Williams et al., 2007).
Para algunos investigadores (Sumner, 2012; Williams et al., 2007), esa generalización sería una
estrategia cognitiva de evitación. Esta asociación ocurriría en personas que tratan de eliminar
memorias negativas de su consciencia (Lemogne et al, 2009; Moradi et al., 2008; Schönfeld &
Ehlers, 2006; Schönfeld, Ehlers & Rief Böllinghaus 2007). Además, de acuerdo a la evidencia que
la memoria autobiográfica se relaciona con la capacidad de imaginar el futuro, investigaciones han
demostrado que las personas con TEPT también imaginan su futuro con menor especificidad
episódica.
a. Este Estudio:
Por todo lo expuesto hasta aquí, la alteración de las condiciones (privación) del sueño
inmediatamente después de exposición a eventos emocionalmente negativos, para evitar la
consolidación de esa memoria episódica y emocional, es un campo interesante de estudio, aunque
todavía se requiere más investigación. El objetivo de este trabajo es aportar evidencia empírica
sobre la interacción del sueño con la memoria episódica, memoria autobiográfica y pensamiento
futuro episódico, así como su relación con las emociones (positivas, neutras y negativas). Otro
estudio, realizado en laboratorio con ratas (Cohen et al. 2012), ha demostrado que el grupo privado
de sueño (6hs) luego de la escena traumática donde se enfrentaba con predadores (escenas con un
alto grado de estrés), al cabo de 8 días, mostraba menores índices de estrés versus el grupo de
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control no privado de sueño. Concluyeron que la privación del sueño inmediatamente después del
evento traumático aminora los efectos a largo plazo relacionados con el TEPT, reduciendo el
recuerdo de la escena traumática, al reducir las expresiones del hipocampo. En este trabajo
analizaremos el efecto del sueño en los recuerdos episódicos con escenas emocionalmente
negativas, pero realizando el estudio con personas; agregándole, además, escenas de valencia
emocional positiva y neutras, para entender también como estas se comportan en la interacción
con el sueño. Por su parte, según Porcheret el al. (2015), siguiendo los experimentos realizados
por Kuriyama et al. (2010), demostraron a través de un experimento de laboratorio, como el grupo
de personas privadas de sueño, inmediatamente luego de la exposición a un film con imágenes
traumáticas, tenían menos efectos emocionales y memorias intrusivas que aquellos que habían
dormido. Sin embargo, en ese trabajo no se midieron lo efectos sobre las memorias episódica y
autobiográfica, los cuales entendemos como otros indicadores para considerar eventuales efectos
del TEPT y que por tanto serán incluido como algo novedoso en este estudio. Estos experimentos
mencionados sugerirían que, aplicando la misma metodología, una persona que sufra o sea parte
de un evento traumático (ej.; desastre natural, accidente de tránsito, etc.) y se la prive del sueño en
la próxima noche inmediatamente después de tal evento, tendría menos riesgo de desarrollar
síntomas relacionados al TEPT, resultando menores efectos psicológicos y menos memorias
intrusivas relacionadas con tal hecho. Sin embargo, según Kleim et al. (2016) si bien han
demostrado como los niveles de estrés aumentaban en el grupo que dormía luego a la exposición
de material visual negativo, estos efectos se revertían en los siete días posterior a lo cual sugiere
más investigación al respecto. A su vez, el experimento de Khormizi et al. (2018) si bien concluyó
que la privación del sueño tiene efectos perjudiciales en la memoria autobiográfica, no consideró
los efectos sobre el pensamiento futuro episódico, lo cual también será incorporado en el presente
estudio.
Considerando lo investigado hasta el momento y aportando al diseño experimental nuevas
variables de análisis, llevamos adelante este trabajo empírico, siendo a nuestro entender, el primero
en medir el efecto del sueño en la memoria episódica con valencias neutras, positivas y negativas,
así como el efecto en la memoria autobiográfica y pensamiento futuro episódico. No se pretende
responder definitivamente a la interrogante sobre el uso de la privación del sueño como beneficioso
ante situaciones emocionalmente negativas, de forma de evitar el desarrollo de ciertas patologías
como TEPT o depresión; pero si contribuir con nuevos elementos a esa discusión.
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Para tal fin, se plantean las siguientes hipótesis:
⮚ H1: Las situaciones emocionalmente negativas, serán mejor recordadas en comparación
con situaciones de valencia emocional neutras o positivas, inmediatamente después del
proceso de codificación (sin mediar el sueño).
⮚ H2: Las personas privadas del sueño por una noche (7-8hrs), inmediatamente después de
un proceso de codificación con alto contenido emocional negativo, tendrán un recuerdo
debilitado de ese episodio al día siguiente.
⮚ H3: Las personas privadas del sueño por una noche (7-8hs) tendrán una memoria
autobiográfica y pensamiento futuro episódico menos específico en comparación con el
grupo que duerme.
2. Método:
2.1 Diseño
Para este estudio se diseñó un esquema donde se estableció que los participantes cumplieran con
ciertos requisitos previos, de forma de evitar que alguno de esos factores (ver Tabla 1) influyera
en los resultados. Luego, fueron divididos en dos grupos (control, experimental) de forma de medir
el efecto del sueño, siendo este el único factor diferencial entre los grupos (ver Figura 1)
Figura 1 - Flujograma del Estudio Experimental
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2.2 Participantes:
Participaron 30 personas (17 mujeres y 13 hombres) de una edad entre 18 y 50 años (M= 26.6
(DT= 7,86)), reclutados principalmente a través de la base de datos del CIBPsi de Facultad de
Psicología UDELAR y otras redes sociales. Todos participaron de forma totalmente voluntaria,
sin recibir ninguna remuneración económica y de ningún otro tipo. Cada participante fue asignado
a uno de los dos grupos, de acuerdo a su conveniencia: grupo de control (14 participantes – 7
hombres y 7 mujeres, M= 27.3 años)) quienes durmieron (7-8hs) en el transcurso de ambos días;
y el grupo experimental (16 participantes – 10 mujeres y 6 hombres, M= 25.7 años), quienes se
mantuvieron despiertos durante la noche (7-8hs) entre ambas pruebas. Todos previo a su selección,
realizaron diferentes test psicológicos de forma online (ver Tabla 1), para asegurar que ninguno
tuviese problemas de Depresión (BDI-II), ni en su calidad de sueño (PSQI), ni adicción a
sustancias (ASSIT), ni alteración en sus funciones cognitivas básicas (fluencia verba, mini mental):
Tabla 1:
Características de la Población
Variables Grupo sin sueño (*)(Experimental)
Grupo que duerme
(*)(Control) Tamaño de la Muestra
16
14
Genero Femenino/Masculino
10/6
7/7
Edad Media (DE)
26,18 (9,39)
27,07(5,96)
Test Depresión (BDI-II)
Media (DE)
7,68 (5,79)
8,84 (4,52)
Test Calidad Sueño (PSQI)
Media (DE)
5,81 (2,61)
6,00 (2,23)
Test de Fluencia Verbal Media (DE)
37,81 (7,53)
37,85 (7,47)
Mini mental Media (DE)
29,94 (0,42)
29,50 (0,51)
(*) Los valores reflejan la Media y (Desvío Estándar)
Notas: no existen diferencias significativas (P>0,05) entre ambos grupos con respecto a estas variables.
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2.3 Instrumentos
Para la realización de este estudio experimental y contrastación de hipótesis planteadas, se usaron
los siguientes instrumentos:
Para medir el nivel de depresión en la población, se utilizó el Inventario de Depresión de Beck
(BDI-II) el cual consiste en 21 preguntas que miden las características, actitudes y síntomas de la
depresión (Beck.et al., 1961). Este instrumento demuestra una alta consistencia interna, con un
coeficiente de alfa de 0.86 y 0.81 para población psiquiátrica y no psiquiátrica respectivamente
(Beck et al., 1988). Para este estudio se consideró un punto de corte de 14 puntos como máximo
(mínima depresión). Para descartar problemas de sueño, se consideró el test: Pittsburgh Sleep
Quality Index (PSQI), siendo un instrumento efectivo, usado para medir la calidad del sueño y
sus patrones en el adulto, con una consistencia interna y un confiable coeficiente (Cronbach’s
alpha) de 0.83 para sus siete componentes (Buysse, 1989). Se considero un punto de corte de 10
puntos máximo (mediana calidad de sueño). Por su parte, para la detección del consumo
problemático de alcohol, tabaco y sustancias, se utilizó el Test de Adicción a Sustancias
(ASSIST, por sus siglas en inglés) que fue desarrollado por un grupo internacional de
investigadores y médicos especialistas en adicciones bajo el auspicio de la Organización Mundial
de la Salud (OMS), mostrando una alta fiabilidad. El coeficiente alfa de Cronbach obtuvo un valor
de 0,779 para los seis elementos de la escala. Se utilizó un punto de corte de 4 puntos máximo (11
para el caso del alcohol). Además, se tomó en cuenta el apartado dedicado al “Estado por estrés
postraumático” de la MINI Entrevista Neuropsiquiátrica Internacional, de forma de descartar
cualquier postulante que tuviese algún síntoma relacionado con este estado.
También se utilizó el Mini-Mental (MMSE por sus siglas en ingles) de Folstein, que es empleado
habitualmente como un instrumento práctico para un rastreo inicial de alteraciones cognitivas. Se
tomo un punto de corte de 27 puntos mínimo. Se consideró el Test de Fluidez Verbal para evaluar
la capacidad de almacenamiento semántico, la habilidad de recuperación de la información y la
indemnidad de las funciones ejecutivas, considerando 25 puntos totales como mínimo. Para medir
el acceso a los detalles episódicos y pensamiento futuro, se utilizó la Entrevista de Memoria
Autobiográfica (EMA) que es una prueba estándar (Levine et al. 2002, Wong & Schacter, 2008)
para medir la especificidad de la memoria autobiográfica y el pensamiento futuro episódico. La
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misma consiste en mostrarle a los participantes palabras claves y se le pide que accedan a algún
recuerdo especifico (no mayor a 1 día de duración) que esa palabra les dispare. Se les pide a los
participantes que relaten un recuerdo personal lo más detalladamente posible, o un pensamiento
futuro episódico, sobre un evento que sea pasible de sucederle. En este estudio se manejaron dos
orientaciones temporales: pasado próximo (1 año aprox.) y futuro próximo (1 año aprox). A través
de esta técnica, se analizó cómo los participantes accedían a sus recuerdos episódicos pasado
próximo y cómo imaginaban su futuro próximo. Para exponer a los participantes a eventos que
despierten diferentes emociones, se utilizó el Paradigma “trauma-film” (material visual extraído
de películas). Este modelo es generalmente utilizado en psicopatología experimental para estudiar
tanto la exposición visual como las reacciones psicológicas ante la simulación de un evento
traumático. (James et al., 2016). Con este paradigma, se buscó exponer a los participantes a
situaciones que despertaron determinadas emociones (negativas, positivas y neutras), a través de
extracto de películas tomadas del estudio “The emotional movie database (EMDB)”, las cuales
fueron sistematizadas y normalizadas de acuerdo a la valencia, arousal y dominancia esperada (ver
Tabla 2) . Por último, para medir las emociones, se utilizó el Self Assesment Manikin (Bradley
and Lang 1994). Este es un cuestionario con imágenes orientativas de la respuesta emocional. El
cuestionario está diseñado para medir tres características de la respuesta emocional: valencia (que
tan placentera es la emoción) desde negativa hasta positiva, el arousal (intensidad) desde alto a
bajo nivel y dominancia (control) desde alto a bajo nivel.
2.4 Procedimiento:
Una vez seleccionados los participantes, fueron citados a la Facultad de Psicología donde se
llevaron a cabo las pruebas de acuerdo al diseño experimental (ver Figura 1). Previo a comenzar
con las pruebas los participantes firmaron un consentimiento donde se informaba acerca del
material a utilizar, resaltando que alguna de las escenas a ser vistas podía herir su sensibilidad. Se
remarcaban los posibles riesgos y la posibilidad de abandonar las pruebas cuando ellos quisieran,
sin ninguna consecuencia. Se conformaron dos grupos (control y experimental) a conveniencia de
los participantes. El grupo experimental paso toda la noche despiertos. Las pruebas en este grupo
se llevaron a cabo en dos instancias de días separados, para que fuese viable la ejecución y control
por parte del grupo investigador. Además, a este grupo se le realizó examen médico, llevado a
cabo en Facultad de Psicología, en la noche antes de comenzar con las primeras pruebas. Ese
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examen implico: asegurar que no tenían problemas del corazón (arritmias, latidos irregulares), no
tenían problemas de presión arterial, no tuviesen problemas de diabetes y que no estuvieran
cursando un embarazo. Se dejo constancia en la certificación médica, permitiéndole a los
participantes avanzar con el resto de las pruebas y mantenerse una noche despiertos, minimizando
así los posibles riesgos médicos implicados. Una sola persona fue descartada, luego que del
examen médico se constató el consumo de sustancias estupefacientes 48hs previas a las pruebas.
La privación del sueño fue realizada en un salón de Facultad de Psicología (UDELAR). Se otorgó
comida y bebida durante toda la noche y se les permitió interactuar entre ellos, con la condición
que no podían mencionar nada de lo sucedido dentro del laboratorio. El grupo investigador
supervisó que se cumplieran las condiciones y al cabo de 7-8hs se volvieron a realizar las pruebas
en la mañana siguiente (7-8am). Todos los participantes lograron llevar adelante todas las pruebas
cumpliendo las pautas establecidas. Por su parte, los participantes del grupo de control, fueron
citados de forma individual, en día convenido previamente, respetando los horarios pactados de
las primeras (noche 9-11pm) y segundas pruebas (mañana siguiente 7 -9am). Cuando regresaban
a las segundas pruebas, se les interrogaba acerca de la hora que fueron a dormir y la hora que se
despertaron, así como la calidad del sueño, de forma de asegurar que hayan dormido un mínimo
de 7-8hs. Todas las pruebas, de ambos grupos, fueron realizadas en el laboratorio del CIBPsi de
Facultad de Psicología.
En relación la Entrevista de Memoria Autobiográfica, se utilizaron cuatro palabras por bloque
(pasado-futuro) las cuales fueron presentadas en un orden contrabalanceado, de forma de evitar
cualquier sesgo. Al terminar el relato se entregaba una ficha con una escala Likert: (1 (negativo) a
5 (positivo), donde tenía que completar acerca de: la emoción que le había generado el relato, que
tan detallado o vivido fue, que tan emocional lo hace sentir ahora y que tan significante fue para
su vida el episodio relatado. Al día siguiente (re-test) se repetía la entrevista, pero con otras palaras.
Con respecto al instrumento del “Paradigma Trauma Film” tres fragmentos de videos sin audio
fueron seleccionados (neutro, positivo y negativo), con una duración cada uno de 40 segundos. El
video neutro: mostraba un paisaje de un desierto, el positivo: una pareja interactuando de forma
amistosa en medio del campo y el negativo: el proceso de amputación de una pierna a una persona
herida. Se mostraron en diferente orden para cada entrevista y se le pidió a cada uno de los
participantes que presentara plena atención, sin cerrar los ojos o mirar para otro lado durante las
escenas. Una vez visto los tres fragmentos, se solicitaba que relaten con la mayor cantidad de
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detalle lo observado en cada fragmento de video. Además, se les pedía completar una escala Likert
emocional de 1(muy negativo) a 9(muy positivo), siguiendo las pautas del “Self Assesment
Manikin” (Bradley and Lang 1994). Al día siguiente (re-test), se le pedía a cada participante relatar
con la mayor cantidad de detalle posible el recuerdo de cada fragmento de video visto. Para la
posterior codificación, se elaboró un “check list”, donde se detallaban todos los aspectos
descriptivos de cada video a ser mencionado. Cada mención en los relatos, a alguno de esos detalles,
sumaban 1 punto. Cada entrevista fue registrada mediante grabadora de voz, de forma de poder
realizar posteriormente la transcripción y codificación, para el armado de la base de datos.
El grupo investigador, compuesto por 4 personas (Investigador principal y tres colaboradoras)
recibió entrenamiento específico sobre el protocolo de cada instrumento a ser ejecutado en las
entrevistas. Además, se recibió entrenamiento particular en la aplicación, segmentación y
codificación de la Entrevista de Memoria Autobiográfica, dada su especificidad metodológica. El
entrenamiento estuvo basado en el “Manual de codificación de Entrevista Autobiográfica” (Levine
et al., 2002, Addis, Wong & Schacter, 2008) adaptado al castellano por A. Vásquez Echevarría.
Previo al experimento, se realizaron varias simulaciones supervisadas, para conseguir seguir
correctamente las pautas establecidas de forma homogénea por todo el grupo.
Previo a la ejecución de este estudio experimental, se obtuvo la aprobación del Comité de Ética de
Facultad de Psicología, UDELAR. Se tomaron todas las medias requeridas por dicho comité, las
cuales constan en el aval emitido por este órgano, donde se establece que el estudio cumple con
los criterios éticos para la protección de seres humanos que participan como sujetos en proceso de
investigación.
2.5 Plan de análisis:
El estudio estadístico fue realizado utilizando el programa SPSS para Windows, versión 22 (IBM,
SPSS, Chicago, IL, USA). Con respecto a las características demográficas (Tabla 1), se realizó
una prueba T para muestras independientes, de forma de medir la normalidad y homogeneidad de
ambos grupos, sin mostrar diferencias estadísticamente significativas (P=<0,05). Para analizar los
efectos de la privación del sueño con respecto a la Memoria Episódica (ME) y Memoria
Autobiográfica (MA) así como su relación con las emociones (Em) , se realizaron estudios
12
multifactoriales con covariables (ANCOVA) usando los factores (variables independientes): Tipo
de video (positivo, negativo y neutro) & Sueño (grupo privado de sueño y grupo que duerme) para
la primera prueba (films clips); y Orientación Temporal (pasado, futuro) & Sueño (grupo privado
de sueño y grupo que duerme) para la entrevista de Memoria Autobiográfica (MA). Los resultados
de las distintas pruebas de la primera noche (test) como covariables y los resultados de las pruebas
de la mañana (re-test) como variables dependientes. Un nivel de significancia de p<.05 fue
utilizado para todos los análisis estadísticos. Además, se realizaron correlaciones bivariadas,
utilizando el coeficiente de Pearson, entre Recuerdo de videos e intensidad generadas, así como
entre Memoria Autobiográfica y Pensamiento Futuro. Los valores perdidos representaron 3% en
el caso de las pruebas de videos (1 caso) y 7% en las pruebas de Memorias Autobiográfica y
Pensamiento Futuro (33 ítems en 480 totales), los cuales no fueron tenidos en cuenta en los
resultados.
3. Resultados:
3.1 Pruebas de Memoria Episódica (Film-clips)
Se realizo un ANOVA de forma de comprobar si los recuerdos, emociones (valencia) y arousals
(intensidad) generados en la noche 1 por los tres videos presentados a ambos grupos (control,
experimental) eran los esperados. De acuerdo a la siguiente Tabla2, podemos confirmar que los
videos generaron las emociones e intensidad esperadas en ambo grupos, sin diferencias
significativas entre ellos (p>0,05):
Tabla 2 Valencia Emocional y Arousal (Intensidad) Esperados y Generados
Noche 1
Video Valencia Esperada
(*) Media (DT) Valencia generada
Media (DT) Intensidad Esperada
(*) Media (DT) Intensidad Generada
Media (DT) Categoría
Neutro 5,32 (1,06) 4,88 (1,08) 2,86 (1,97) 4,30 (1,57) Escenas de
Paisaje
Positivo 7,01 (1,48) 6,62 (1,17) 4,26 (1,09) 5,26 (1,63) Interacciones
Sociales Positivas
Negativo 2,04 (1.98) 2,96 (1,42) 7,11 (1,77) 6,23 (1,89) Horror
Notas: (*) Valencias y Arousals esperados tomados de "The Emotional Movie Database” (EMBD)
(**) No hay diferencias significativas entre ambos grupos (p>0,05) con respecto a estas variables. DT = desvío típico
Se muestran las emociones e intensidad generadas por cada fragmento de videos en la noche . Todos los videos tuvieron una duración de 40 segundos
13
El video con mayor valencia (emoción) negativa y arousal (intensidad) más alto, fue el más
recordado por ambos grupos (ver Figura 2) (enseguida al proceso de codificación – noche 1) con
un puntaje de (M=11,55 DT=3,72), seguido del video con mayor valencia positiva y arousal medio
(M=10,14 DT=3,98). Por último, el video con valencia neutra y arousal (intensidad) bajo, fue el
menos recordado (M=4,97 DT=1,93). Tampoco se registraron diferencias significativas entre
ambos grupos (p>0.05) en cuanto al recuerdo de los videos en la primera noche.
Figura 2:
Registros (Media) sobre los Recuerdos, Valencia Emocional e Intensidad – Noche 1
Notas: las barras de error representan el error estándar (+/-1)
La valencia emocional se midió en una escala de 1(negativo) a 9 (+positivo). La intensidad se midió en una escala de 1 (menor) a 9 (mayor)
En cuanto a las diferencias del Dia 2 (re-test), se realizó una ANCOVA para determinar en qué
medida el sueño y el tipo de video afectaba a la memoria episódica, así como su valencia
emocional e intensidad (arousal). El modelo incluyó: 2(condición de sueño: dormir/no dormir) x
3 tipo de video (neutro, positivo, negativo), siendo 3 las covariables: los recuerdos, valencia
emocional e intensidad generadas para cada video en la noche 1 , así como 3 sus variables
dependientes: los resultados del día 2 (recuerdo, valencia emocional e intensidad).
De acuerdo a los resultados de dicho ANCOVA, podemos afirmar, que la interacción del tipo de
video (neutro, positivo, negativo) y la mediación del sueño de una noche (7-8hs) provocan
14
diferencias significativas, (F=9,22), (p=0,00), (η²=0,191), en los recuerdo del día 2 entre ambos
grupos. En la siguiente (Tabla 3) se detallan las diferencias en cuanto a los recuerdos para cada
uno de los videos.
Tabla 3
Efecto del sueño y las emociones en la Memoria Episódica
Recuerdos Dia 2 Diferencia
Video Control (*) Experimental (**)
F p η² M(DT) M(DT)
Neutro 5,86(1,61) 4,67 (1,44) 7,124 0,013 0,229 Positivo 10,29 (4,63) 11,00 (3,07) 5,006 0,035 0,173 Negativo 13,50(2,92) 11,60 (2,69) 5,223 0,027 0,329
Notas: (*) Grupo control= duerme una noche (7-8hs)
(**) Grupo Experimental= se mantiene despierto una noche (7-8hs)
Como se aprecia en la Figura 3, el grupo que duerme (control) recuerda en la mañana siguiente
con más detalle el video negativo y neutro, de forma significativa, en comparación con el grupo
que se mantuvo la noche despierto (experimental). Por otro lado, en cambio, el grupo que no
durmió recordó significativamente más detalles del video positivo, a la mañana siguiente.
Figura 3:
Diferencias (Medias) en Recuerdos Episódicos sobre fragmentos de videos, entre Noche y Día
15
Con respecto a la valencia emocional y arousal (intensidad) generados en el Dia 2, no se
observaron diferencias significativas entre ambos grupos como efecto de la interacción con el
sueño. Sin embargo, como se observa (Tabla 4) existe una fuerte correlación positiva entre el
recuerdo de los videos de ambos días y la intensidad emocional generada por cada uno de ello.
Esto se cumple en ambos grupos.
Tabla 4 Correlación entre Recuerdo e Intensidad Emocional (Arousal)
Intensidad Emocional______
Noche 1 Día 2 Recuerdo Noche 1
Correlación de Pearson ,35** ,26*
Sig. (bilateral) ,00 ,01
Recuerdo Día 2
Correlación de Pearson ,36** ,29**
Sig. (bilateral) ,00 ,00
**. La correlación es significativa en el nivel 0,01 (2 colas).
*. La correlación es significativa en el nivel 0,05 (2 colas).
En la Figura 4 se puede observar una tendencia en las emociones (valencia) generadas por el video
negativo a comportarse diferente en ambos grupos, en relación con las generadas por videos
positivos y neutros. El grupo experimental (privado de sueño) recordó al video negativo con una
valencia emocional promedio más positiva en relación con el grupo que durmió.
Figura 4 Diferencias (Medias) en Valencia Emocional entre Noche 1 y Día 2
16
A su vez, en la Figura 5 se muestra una tendencia, con respecto a la intensidad emocional (arousal)
generada por los videos, a cambiar su variación promedio en cada grupo. Mientras el grupo que
duerme (grupo control) mantiene prácticamente la misma intensidad emocional para el video
negativo, el grupo que se mantiene despierto (grupo experimental) en cambio tiene una pérdida de
intensidad emocional para ese video (negativo). La situación contrapuesta se observa para los
videos neutro y positivo.
Figura 5
Diferencias en Intensidad Emocional (Noche – Día)
Nota: las barras de error representan el error estándar (+/-1).
17
3.2 Pruebas de Memoria Autobiográfica (MA):
Al igual que en los videos, se compararon ambos grupos en relación al relato episódico (interno,
externo) y las emociones (emoción del relato, emoción actual) sobre ambos tiempos (pasado-
futuro), no encontrándose diferencias significativas (p>0,05) en ninguna de estas variables, para
la noche 1. (Figura 6). Es decir, ambos grupos mostraron una performance similar en la prueba de
MA, generando similares relatos detallados (interno) y genéricos (externos), siendo ambos grupos
muy específicos (ratio =66% (detalle interno/recuerdo total)) en ambos tiempos (pasado-futuro).
Además, los relatos generaron similares emociones: sobre el relato y emoción actual (p>0,05). Se
puede decir que las palabras disparadoras de la entrevista autobiográfica no incidieron en los
resultados, dado que fueron presentadas en diferentes órdenes, de forma contrabalanceadas, sin
constituir por tanto como un factor diferenciador significativo de los relatos y emociones generadas
(p>0,05).
Figura 6
Descripción (Media) sobre diferentes variables en Memoria Autobiográfica, Noche
18
Comparando los resultados de la noche 1 con el día 2, en ambos grupos hay una disminución en
los totales (M=-0,89 DT=8,44) de recuerdos autobiográfico y pensamiento futuro (ver Figura 7),
siendo mayor la variación en el grupo sin dormir (M=-1,32 DT=7,96) en comparación con el que
duerme (M=-0,37 DT=9,00). Sin embargo, se observa una variación positiva en el grupo que
duerme, con respecto a los detalles internos (específicos). Esto se cumple tanto para los relatos de
orientación temporal: pasado y futuro.
Figura 7
Variaciones (Medias) en Memoria Autobiográfica entre Noche 1 y Día 2
Para conocer el efecto del sueño y orientación temporal (pasado- futuro) sobre la variación de la
memoria autobiográfica y pensamiento futuro, así como en las emociones generadas, se realizó un
ANCOVA (ver Tabla 5). El análisis factorial incluyo 2 condiciones de sueño (dormir, no dormir)
x 2 orientaciones de tiempo (pasado, futuro) y cuyas covariables fueron los recuerdos 3 (interno,
externo, total) generados en la Noche 1, así como las emociones 2 (valencia emocional del relato
y la emoción actual que ese relato genera); siendo sus variables dependientes (re-test) las mismas
variables de la Noche 1, pero con los registros generados en el Día 2 .
19
Tabla 5
Descripción de Recuerdos Autobiográficos Específicos y No Específicos (pasado-futuro)
Relato Autobiográfico Tiempo Grupo sin sueño
Grupo que duerme
Diferencias (modelo corregido)
Componentes M (DT) M (DT) F p η² Recuerdos específicos
Pasado 17,10 (6,53)
20,87 (6,65) 3,280 0,013 0,596
Recuerdos no específicos
9,19 (5,86)
7,47 (4,60) 4,066 0,004 0,647
Recuerdo total Pasado 26,41
28,13
Emoción del relato Pasado
3,61 (0,47)
3,20 (0,49) 1,428 0,241 0,391
Emoción ahora 2,89 (0,97)
3,10 (0,45) 3,920 0,005 0,638
Recuerdos específicos Futuro 14,22 (5,75)
16,29 (6,63) 3,226 0,014 0,592
Recuerdos no específicos
8,42(5,63)
6,02 (5,29) 1,915 0,109 0,463
Recuerdo total Futuro 22,61
22,33
Emoción del relato Futuro
3,79 (0,43)
3,54 (0,54) 4,144 0,004 0,651
Emoción ahora 2,85 (0,90) 3,29 (0,75) 7,419 0,000 0,770
Se observa que el factor sueño (dormir) (ver Tabla 6) es el único factor que incide de forma
significativa (F=9,19 p=0.03 η²=0,043) en la especificidad del recuerdo y previsión autobiográfica
(detalles internos), indistintamente de la orientación temporal. Además, incide de forma
significativa en las emociones generadas al momento actual y las relacionadas con el relato elegido,
tanto para pasado como futuro.
Tabla 6:
Incidencia del Sueño en Memoria Autobiográfica, Pensamiento Futuro y Emociones (Pasado y Futuro)
Factor F Sig. η²
Sueño Detalles Específicos 9,193 ,003 ,043
Detalles Generales 5,479 ,020 ,026
Relato total 1,218 ,271 ,006
Emoción del relato 4,612 ,033 ,022
Emoción actual 6,456 ,012 ,031 Sueño * Tiempo Detalles Específicos ,727 ,395 ,004
Detalles Generales ,029 ,865 ,000
Relato total ,810 ,369 ,004
Emoción del relato ,759 ,385 ,004
Emoción actual ,235 ,629 ,001
20
Por otro lado, se evidencia (ver Tabla 7) una fuerte correlación positiva entre el relato del pasado
y el pensamiento futuro episódico (específico y genérico) en ambos grupos.
Tabla 7
Correlaciones entre Memoria Autobiográfica y Pensamiento Futuro
Noche Día
Relato Especifico (Pasado)
Relato Genérico (Pasado)
Relato Especifico (Pasado)
Relato Genérico (Pasado)
Noche Relato Especifico (Futuro) Correlación
de Pearson
,58** -,46*
Relato Genérico (Futuro) -,19 ,78**
Dia Relato Especifico (Futuro) Correlación
de Pearson
,75** -,25
Relato Genérico (Futuro) -,21 ,83**
*. La correlación es significativa en el nivel 0,05 (2 colas).
**. La correlación es significativa en el nivel 0,01 (2 colas).
4 Discusión
El presente estudio investigó los efectos del sueño sobre la memoria episódica, así como su
relación con las emociones, los componentes de la memoria autobiográfica y pensamiento futuro
episódico; comparando dos grupos, uno que paso toda la noche despierto (7-8hs) (experimental) y
otro que durmió. En primer lugar, encontramos que el video que generó una valencia
emocionalmente más negativa e intensidad (arousal) más alta, fue el más recordado en la noche 1,
en ambos grupos, sin diferencias significativas entre sí (P>0,05). Esto nos confirmaría que la
performance de la memoria episódica mejora con mayor intensidad emocional (Payne et al. 2014)
sobre todo con material emocional negativo (H1). Además, encontramos que el grupo que durmió,
tuvo, en la mañana siguiente, una memoria episódica significativamente más detallada en cuanto
al recuerdo del video con valencia emocional negativa y neutra en comparación con el grupo
privado de sueño (H2). En cambio, el grupo que se mantuvo despierto recordó significativamente
con más detalle el video positivo en relación al grupo que durmió. Pareciera entonces que no solo
el sueño genera una mejora en cuanto a la consolidación de la memoria episódica, priorizando lo
emocionalmente más intenso y negativo, sino que además el hecho de no dormir, generaría el
efecto contrapuesto, consolidándose mejor lo emocionalmente más positivo. Este último efecto
21
hallado podría tener potenciales efectos prácticos en la clínica, por ejemplo, para el tratamiento de
cuadros depresivos.
Por su parte con respecto a las valencias emocionales y arousal generados por los recuerdos de los
videos en el día 2, si bien existieron diferencias entre ambos grupos, las mismas no fueron
significativas (Intensidad P=0,31) (Valencia P=0,39). El recuerdo del video negativo generó una
tendencia a una emoción más negativa y más intensa en el grupo que durmió, mientras lo contrario
se observó con el grupo que se mantuvo despierto. La fuerte correlación positiva encontrada entre
la intensidad emocional y el recuerdo de los videos, podría explicar en parte por qué el grupo que
duerme recuerda más el video negativo. De esta manera, el efecto del sueño sobre la consolidación
del recuerdo episódico emocionalmente negativo, se vería potenciando por la intensidad (arousal)
de esa emoción. Esto estaría en línea con las investigaciones llevadas adelante por Porcheret el al.
(2015), Kleim et al. (2016), teniendo el grupo que duerme una emoción más negativa e intensa que
el grupo que no duerme, en la mañana siguiente. También estaría alineado con la investigación
realizada por Menz et col.(2013) quienes sugerían que el sueño REM facilita la consolidación de
la memoria emocional negativa luego de un evento estresante. Sin embargo, este resultado estaría
contradiciendo en parte al modelo de Goldstein & Walker (2014) “Sleep to Forget, Sleep to
Remember”. Si bien el dormir mejoraría la consolidación del recuerdo episódico “Sleep to
remember”, esto se daría solo para lo emocionalmente negativo. Además, no se cumpliría la parte
del “sleep to forget”, dado que la carga emocional (arousal) del recuerdo negativo, al igual que lo
hallado en la investigación de Wiesner et al.(2015), fue más intensa para el grupo que durmió y
disminuyo en el grupo que se mantuvo despierto. La intensidad emocional para el recuerdo
emocionalmente negativo estaría siendo protegida por el sueño y disminuida con la vigilia. Por lo
tanto, de acuerdo a los resultados de este estudio, podemos afirmar que dormir (7-8hs)
inmediatamente después de codificar un evento emocionalmente negativo y de alta intensidad
emocional, refuerza ese recuerdo episódico y tiende a intensificar la emoción negativa. En cambio,
no dormir, favorecería la consolidación de la memoria episódica del evento positivo, en
contraposición al material negativo, tendiendo a disminuir la carga emocional (intensidad), sobre
todo en el recuerdo emocionalmente negativo. De esta manera, los efectos del sueño y las
emociones estarían claros con respecto al recuerdo episódico en ambos grupos. Sin embargo, más
evidencia se deberá reunir con respecto a los efectos emocionales (valencia y arousal), de forma
de poder confirmarlos de manera significativa.
22
Con respeto a la memoria autobiográfica y pensamiento futuro episódico, en ambos grupos hay
una disminución en los relatos totales de ambas orientaciones temporales en el día 2 (re-test), sobre
todo en el grupo que se mantiene despierto. Muy probablemente el factor cansancio este incidiendo
en este hecho, aunque no fue un factor medido en este estudio. Sin embargo, la principal diferencia
entre ambos grupos estuvo en los relatos específicos de ambas orientaciones temporales (pasado-
futuro). El grupo que durmió, tuvo un acceso más específico en sus relatos tanto en pasado como
en futuro, siendo esta diferencia significativa entre ambos. Por su parte el grupo que se mantuvo
despierto, tuvo un relato más genérico para ambas orientaciones temporales (H3), también con
diferencias significativas. Estos resultados están alineados a la investigación realizada por
Khormizi et al. (2018) donde el grupo privado de sueño tuvo una significativa memoria
autobiográfica más pobre y menos específica, en comparación con el grupo que durmió. Además,
los resultados evidenciaron una fuerte correlación positiva entre memoria autobiográfica y
pensamiento futuro episódico, confirmando de este modo que ambas capacidades están
intrínsicamente relacionadas. Esto también estaría alineado al estudio realizado por Schacter et al.
(2017) donde indica que la memoria episódica sirve de base para el pensamiento futuro episódico.
Desde el punto de vista de las emociones, el grupo que durmió tuvo una emoción actual generada
en sus relatos significativamente menos negativa, en comparación con el grupo sin sueño. Esto se
observó de igual manera para los relatos de orientación pasado y futuro.
Por lo tanto, el dormir mejoraría la performance en la memoria autobiográfica, permitiendo
acceder a detalles más específicos en nuestros recuerdos personales. Además, mejora la valencia
emocional, generando una emoción actual menos negativa sobre estos recuerdos, en comparación
con el grupo que se mantiene despierto. Considerando que la menor especificidad en el relato tanto
del pasado como del futuro es una característica encontradas en personas con TEPT (Brown et al.
2013) y en personas con cuadros de depresión (Williams et al., 2007), la privación del sueño no
sería algo recomendable desde este punto de vista. Con los resultados obtenidos en ambas pruebas,
podemos decir que los efectos de no dormir inmediatamente después de un evento emocionalmente
negativo, son en cierta medida contrapuestos. Por un lado, la privación del sueño generaría una
menor especificidad en los relatos autobiográficos (pasado y futuro), así como una valencia
emocional más negativa, por lo que, desde este punto de vista, no habría un efecto positivo. Sin
embargo, por otro lado, el hecho de no dormir una noche disminuye la performance de la
consolidación en la memoria episódica, particularmente sobre el material emocionalmente
23
negativo, generando un menor recuerdo, así como una menor intensidad emocional al otro día, lo
cual a priori podría considerarse un efecto positivo ante ciertas circunstancias. Si bien recordar lo
negativo más que lo positivo puede ser considerado como una función adaptativa (sesgo de
negatividad); sin embargo, de acuerdo a Cartwright (2016) una sobrecarga de afecto perturbado
puede volverse disfuncional. Por lo tanto, desde este punto de vista, mantenerse una noche
despierto luego de un evento con alta carga emocional negativa provocaría un efecto positivo en
la memoria episódica, reduciendo su recuerdo e intensidad emocional, a costa de un efecto
negativo en la memoria autobiográfica y pensamiento futuro episódico. Para poder hacer una mejor
evaluación, habría que entender si el potencial efecto positivo generado por la privación del sueño
sobre la memoria episódica, produce algún cambio en la memoria autobiográfica y pensamiento
futuro episódico. En tal caso habría que cuantificarlo para poder medir su efecto. Además, sería
interesante incorporar el factor tiempo (semanas, meses) para poder hacer un seguimiento de las
alteraciones en los recuerdos, pensamiento futuro episódico y emociones, así como medir el factor
fatiga como otra variable independiente. De esta manera se podría llegar a una conclusión más
general y comprensiva, sobre los efectos de la privación del sueño en una noche ante particulares
circunstancias con una alta carga emocional negativa. Esto último, si bien excede el alcance de
este estudio, se presenta como un diseño experimental interesante a ser abordado a futuro.
4.1 Limitaciones y Futuras Direcciones:
A pesar de los recaudos metodológicos, este estudio no estuvo carente de limitaciones. En primer
lugar, la población estudiada fue mayoritariamente estudiantes de Psicología (70%), lo cual se
debería diversificar en futuras investigaciones para evitar un sesgo en los resultados. Además, se
debería ampliar el tamaño de muestra a un número mayor de 30 personas. Con respecto a la
formación de los grupos (control, experimental), se debería aleatorizar la conformación de los
mismo y que no esté sujeto a la preferencia de cada participante. Por otro lado, si bien los
resultados fueron codificados por el investigador principal siguiendo la metodología específica
para cada prueba, sería conveniente realizar una revisión con inter-jueces que permita validarlos.
Por último, no todas las variables ambientales en el grupo que se mantuvo despierto pudieron ser
controlados en su totalidad (comida, bebida, luz, etc.) Este punto deberá ser considerado en el
diseño de futuras investigaciones, para asegurar que ningún factor ambiental pueda alterar los
resultados.
24
4.2 Conclusiones:
El presente estudio aportó nueva evidencia empírica sobre la interacción del sueño y las emociones
con respecto a la memoria episódica, memoria autobiográfica y pensamiento futuro episódico. Con
un diseño experimental que incorporó nuevas variables en la investigación, midiendo no solo los
efectos de las emociones negativas y neutras, sino también las positivas. De acuerdo a los
resultados obtenidos podemos confirmar de forma significativa, que la consolidación de la
memoria episódica se ve favorecida por los eventos emocionalmente negativos con alto arousal
(intensidad) (H1). Además, la intermediación del sueño, mejora la consolidación de la memoria
episódica, sobre todo de aquellos eventos con valencia emocionalmente más negativa (H2). Por su
parte los recuerdos de eventos positivos son mejor recordados de forma significativa por el grupo
que no durmió, observándose además en el día 2, una intensidad emocional más baja para el
recuerdo del evento negativo, aunque esta última diferencia no fue significativa. A su vez, el
dormir mejoró de forma significativa la recuperación de los recuerdos autobiográficos y
pensamiento futuro episódico con mayor especificidad (H3). Ambos procesos mostraron una
fuerte correlación positiva entre sí en los dos grupos (control, experimental), confirmando de este
modo que están intrínsicamente relacionados. Los efectos contrapuestos en ambas pruebas, abren
una nueva interrogante sobre el efecto de la consolidación de la memoria episódica
emocionalmente negativa, en la performance de la memoria autobiográfica y pensamiento futuro
episódico. Si bien recordar mejor el episodio negativo generalmente es considerado como una
función adaptativa, el recuerdo de determinados episodios particulares con una elevada carga
emocional negativa podría resultar disfuncional (ej.; accidentes, desastres naturales, etc.). Por tanto,
más estudios se deberán realizar sobre este punto. Resultaría interesante agregar nuevos factores
de análisis como la fatiga, el tiempo (semanas, meses), de forma de medir los efectos más allá de
un día y así poder evaluar empíricamente y con más elementos, si el hecho de no dormir
inmediatamente después a un evento de valencia emocional negativa y alta intensidad, podría ser
beneficioso para evitar el desarrollo de futuras patologías relacionadas con TEPT.
25
5 Agradecimientos
Especial agradecimiento a quienes participaron de forma totalmente voluntaria en este trabajo
experimental, con todo el sacrificio que representaron las pruebas en términos de tiempo y
cansancio. Otro agradecimiento muy especial al equipo colaborador (Manuela Freitas, Mariana
Pascual y Karem Silvestri) sin el cual no hubiese podido llevar adelante todas las entrevistas y
pruebas. Al equipo de psicólogos (Margarito Valiente, Gastón Campo y Daniel Meyer) quienes
estuvieron a la orden al momento de las pruebas, en caso de requerir asistencia psicológica por
parte de los participantes. A la Doctora Tania Rodríguez por su participación voluntaria realizando
los controles médicos necesarios para llevar adelante las pruebas. Agradezco también a la Facultad
de Psicología y al CIBPsi, por haberme permitido utilizar las instalaciones, sobre todo en la noche,
constituyendo el primer experimento de este estilo allí efectuado.
El producto de esta investigación, fue el fruto de mucho trabajo interdisciplinario y en equipo, lo
cual enriqueció aún más su desarrollo y espero motive futuras investigaciones.
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