reconstrucción tectónica de los bloques del norte los andes

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Artículo: Reconstrucción tectónica de los bloques del norte los Andes: Convergencia oblicua, y rotaciones derivadas de la cinemática del área de Piedras Girardot, Colombia. Presentado por: Juana Alfonso Báez Karen Jiménez Puerto. Resumen. Un estudio cinemático detallado en el área de Piedras- Girardot revela que aproximadamente 32 km de ENE WSW de convergencia oblicua está acomodada dentro de una zona de cizalla transpresional de tendencia noreste con una deformación de cizalla de 0.8 y un factor de convergencia de 2. La deformación del Campaniano temprano está marcada por la incipiente propagación de fallas con rumbo noreste que levantan leves domos donde la acumulación de unidades de arena no se produce. Destechamiento maastrichtiano de un terrane (una zona de falla delimitada o una región con estratigrafía distintiva, estructura e historia geológica) metamórfico al oeste está documentado por un conglomerado que fue deformado poco después de la deposición desarrollando un sobresaliente tejido intragranular de venas microscópicas que se acomodan en menos del 5% de la extensión. Estos tejidos extensionales, distorsión de moldes de fósiles, y clivaje moderado acomodan menos de los 5% de la contracción, desarrollados simultáneamente, pero antes de un fallamiento a gran escala y un plegamiento. Plegamiento del Paleógeno y la propagación de la lámina de empuje hacia el suroeste son registrados por estratos sintectónicos. La deformación del Neógeno se llevó a cabo sólo en el flanco occidental de ésta faja plegada. La cantidad, la dirección, y el tiempo de la deformación se documentan aquí contradiciendo los modelos tectónicos actuales para la Cordillera Oriental y demandan un nuevo marco tectónico para abordar el estudio de la estructura de los Andes del Norte. Por lo tanto, un modelo alternativo fue construido definiendo tres bloques continentales: El Maracaibo, Cordillera Central, y los bloques de la Cordillera Oriental. La deformación oblicua impuesta por el movimiento relativo hacia el este y noreste de la placa del Caribe fue modelada como una rotación de cuerpo rígido y una traslación para bloques rígidos (derivados de datos paleomagneticos y cinemáticos publicados), y como una distorsión interna para bloques débiles (derivados del área de Piedras - Girardot). Éste modelo explica no sólo una simultánea transgresión y transtensión de izquierda derecha, sino también una gran rotación en sentido horario documentado por estudios paleomagneticos en la región norte del Caribe Andino. INTRODUCCIÓN.

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bloque del norte de los andes

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  • Artculo: Reconstruccin tectnica de los bloques del norte los Andes: Convergencia oblicua, y rotaciones derivadas de la cinemtica del rea de Piedras Girardot, Colombia.

    Presentado por: Juana Alfonso Bez Karen Jimnez Puerto.

    Resumen. Un estudio cinemtico detallado en el rea de Piedras- Girardot revela que aproximadamente 32 km de ENE WSW de convergencia oblicua est acomodada dentro de una zona de cizalla transpresional de tendencia noreste con una deformacin de cizalla de 0.8 y un factor de convergencia de 2. La deformacin del Campaniano temprano est marcada por la incipiente propagacin de fallas con rumbo noreste que levantan leves domos donde la acumulacin de unidades de arena no se produce. Destechamiento maastrichtiano de un terrane (una zona de falla delimitada o una regin con estratigrafa distintiva, estructura e historia geolgica) metamrfico al oeste est documentado por un conglomerado que fue deformado poco despus de la deposicin desarrollando un sobresaliente tejido intragranular de venas microscpicas que se acomodan en menos del 5% de la extensin. Estos tejidos extensionales, distorsin de moldes de fsiles, y clivaje moderado acomodan menos de los 5% de la contraccin, desarrollados simultneamente, pero antes de un fallamiento a gran escala y un plegamiento. Plegamiento del Palegeno y la propagacin de la lmina de empuje hacia el suroeste son registrados por estratos sintectnicos. La deformacin del Negeno se llev a cabo slo en el flanco occidental de sta faja plegada. La cantidad, la direccin, y el tiempo de la deformacin se documentan aqu contradiciendo los modelos tectnicos actuales para la Cordillera Oriental y demandan un nuevo marco tectnico para abordar el estudio de la estructura de los Andes del Norte. Por lo tanto, un modelo alternativo fue construido definiendo tres bloques continentales: El Maracaibo, Cordillera Central, y los bloques de la Cordillera Oriental. La deformacin oblicua impuesta por el movimiento relativo hacia el este y noreste de la placa del Caribe fue modelada como una rotacin de cuerpo rgido y una traslacin para bloques rgidos (derivados de datos paleomagneticos y cinemticos publicados), y como una distorsin interna para bloques dbiles (derivados del rea de Piedras - Girardot). ste modelo explica no slo una simultnea transgresin y transtensin de izquierda derecha, sino tambin una gran rotacin en sentido horario documentado por estudios paleomagneticos en la regin norte del Caribe Andino.

    INTRODUCCIN.

  • La mayora coincide que la ltima evolucin del Mesozoico y cenozoico del norte

    de los Andes estaba dominada por el relativo avance hacia el Norte, y luego hacia

    el este de la placa flotante del Caribe con respecto a la estable de Sur Amrica. El

    relativo avance hacia el este de esta placa flotante favoreci el desarrollo de los

    lmites de placas transcurrentes a su norte y hacia el sur. A diferencia del claro

    lmite al norte, sin embargo, el lmite de la placa del Sur del caribe es una

    coleccin de fragmentos continentales que resisten el avance de la flotante Placa

    del Caribe y da lugar a la progresiva distorsin dextral transpresiva, ms el

    desmembramiento, translacin de cuerpos rgidos, y la rotacin en sentido de las

    agujas del reloj de fragmentos continentales que conforman el noroeste de los

    Andes.

    ste artculo documenta el estilo estructural y el momento de deformacin en el

    rea de piedras- Girardot, una pequea porcin del norte de los Andes que est

    caracterizado por transpresion dextral. La cinemtica y el momento de

    deformacin derivadas de observaciones hechas en este cinturn de plegamientos

    contradicen directamente los modelos tectnicos actuales para sta parte del

    Norte los Andes. En consecuencia, un nuevo modelo tectnico regional, que

    satisface el criterio de compatibilidad cinemtico, fue desarrollado para explicar

    algunos de los problemas desconcertantes de ste margen, como la relacin entre

    las fallas de salto sinistral y dextral de sta regin. Este modelo especulativo

    integra observaciones previas cinemticas, paleomagneticas y paleogrficas e

    hiptesis desde el margen de la placa del Caribe Sur, en el Norte de Venezuela y

    los Andes de Mrida con la tectnica de las cordilleras orientales y centrales en

    Colombia, temas desconectados en la literatura geolgica. El rea de Piedras

    Girardot proporcionaron una excelente oportunidad para establecer un punto de

    anclaje para estudiar la interaccin entre la Placa caribe y el Norte de los Andes

    porque este es el nico lugar donde las cordillera Central y oriental se superponen,

    su tamao moderado, una exposicin adecuada y la disponibilidad de datos del

    subsuelo de la industria petrolera.

    Mapeo geolgico detallado y recoleccin de datos estratigrficos en campo

    constituyen el ncleo de este estudio. Los estudios de campo se concentraron en

    colectar datos estructurales y mapear contactos litolgicos y unidades

    estratigrficas a una escala de 1:25000 para trazar los cambios en el grosor y

    acuamientos estratigrficos. Elementos mesoscopicos como clivaje, vetas,

    articulaciones sistemticas, pliegues, superficies de falla y adelgazamientos fueron

    medidos en campo, morfologa de la superficie, y una estimacin visual de

    separacin. Guijarros destrozados en conglomerados y moldes deformados de

    amonitas en esquistos negros fueron empleados para obtener la orientacin de

  • ejes de deformacin y su relacin geomtrica para generalizar elementos de

    fbrica como clivaje y vetas. Con la excepcin de las fallas de Ibagu y Cambao, y

    los sinclinales de Guaduas y Gualanday, la nomenclatura de pliegues y fallas del

    rea de Piedras- Girardot, presentadas aqu como nuevas.

    CONFIGURACION REGIONAL.

    Reconstrucciones cinemticas regionales indican que la placa caribe es en

    muchos aspectos una placa ocenica anormal que aparentemente resiste la

    subduccin debido a su origen como meseta gruesa y flotante en la placa del

    pacifico. Refracciones ssmicas, reflexin y estudios de gravedad revelan que la

    corteza ocenica del caribe es anormalmente gruesa (12-15 km) y 1-2km menos

    profunda de lo previsto por su mnima edad (Cretceo temprano.). Esta anormal,

    gruesa y poco profunda placa tambin muestra signos de deformacin interna que

    puede haber resultado de su relativa insercin al este a travs de un cuello de

    botella.(bottleneck- fig 1) entre los cinturones deformados de Los Muertos y Los de

    Caribe Sur. El desvo relativo hacia el este de la flotante Placa Caribe con

    respecto a la placa Americana necesariamente impone grandes componentes de

    desplazamientos segn su rumbo a lo largo del margen del norte y sur de la placa

    Caribe. La fosa Caimn (Fig. 1) a lo largo del fuerte lmite de la placa Caribe del

    Norte contiende evidencia de ms de 1100Km de movimientos sinestral desde el

    Eoceno.

  • Fig 1. Mapa General tectnico de la Regin Caribe.

    Del mismo modo, el segmento oriental del margen de la placa del Caribe Sur a lo

    largo del norte Venezuela contiene paleontolgica evidencia que documenta ms

    de 100 km de este-oeste, movimientos de desplazamiento destrales, de acuerdo

    con metamorfismo joven al este. En contraste con estos fuertes lmites de

    desplazamientos, el segmento suroeste del lmite de la placa del caribe sur en

    Colombia est caracterizado por una zona amplia y difusa de una deformacin

    oblicua con la Cordillera oriental formando su frontera oriental. Desplazamientos

    dextrales de hecho se registraron a lo largo de fallas en la cordillera Central, los

    Andes de Mrida pero se han considerado insignificantes en la Cordillera oriental o

    el valle del magdalena en reconstrucciones bidimensionales que han optado por

    ignorar este componente de deformacin. El rea de Piedras Girardot sin embargo

    contiene evidencia de transporte tectnico ENE relativo a la estable Sur Amrica,

    la cual es oblicua en general a los granos estructurales del norte de los Andes

    (FIG 2), e indica que el desplazamiento es significante y debe ser tenido en cuenta

    para reconstrucciones regionales. ste articulo documenta esta direccin de

    transporte tectnico, discute la implicacin de stos hallazgos, y enmarca los

    resultados en un nuevo modelo tectnico que satisface el criterio de compatibilidad

    cinemtico.

  • Fig. 2. Mapa tectnico del Norte de los Andes de Colombia y Venezuela.

    3.rea piedras- Girardot.

    Las escarpadas colinas de la zona de Piedras- Girardot interrumpen de otra

    manera plana y amplia en el valle del magdalena en el centro de Colombia. El

    relieve topogrfico en sta rea supera localmente los 500 mts con una elevacin

    mxima llegando a 900mts sobre el nivel del mar. Esta provincia geomorfolgica

    constituye la nica barrera encontrada por el rio Magdalena en su curso hacia el

    Mar Caribe. El rea de estudio tiene lmites naturales geogrficos al este, en el

    oeste la elevacin excede los 1000mts, y al norte a lo largo del frente abrupto de la

    cordillera Central. Depsitos cuaternarios volcanoclasticos cubren la parte sur de

    sta rea. La estructura de esta provincia geolgica fue previamente explicada

    como el resultado de patrones de interferencia de plegado o deslizamiento de

    tectnica de gravedad.

  • Fig. 3. Mapa tectnico de la parte Norte de los Andes.

    Cuatro estructuras de escala regional del norte de los Andes terminan en el rea

    de Piedras- Girardot: Las fallas de Ibagu, Cambao, el Alto del trigo y el sinclinal

    de Guaduas (Fig 3). Esta rea relativamente pequea (aproximadamente 500km2)

    exhibe una amplia variedad de estructuras, estilos de deformacin, y tendencias-

    un indicio de sta compleja evolucin estructural. Esto exhibe una serie de fallas

    de rumbo-deslizante dextrales, noreste y sureste- acercndose a fallas inversas,

    una estructura positiva doblemente convergente, pliegues ajustados con rumbo

    noreste, e inmersin hacia el norte de fallas normales. Tendencias estructurales

    oscilan de este-oeste a norte-sur con una aproximacin lateral sinistral sigmoidal

    con fallas acercndose externamente en direcciones opuestas, y divergiendo

    hacia el sur desde la terminacin meridional del sinclinal de Guaduas (Fig 4)

    Debido a los dramticos cambios en las tendencias antes mencionados, la

    direccin de transporte tectnico para estructuras del rea de Piedras-girardot no

  • pueden ser simplemente asumidos a ser perpendiculares a las tendencias

    estructurales.

    Fig. 4. Mapa Geolgico Simplificado del rea de Piedras- Girardot.

    Un anlisis cinemtico indica que ste cinturn de plegamiento es un sistema

    transpresional destral donde aproximadamente el 52% ENE acortamiento

    (alrededor de 32 km) est acomodado, de acuerdo con el mnimo desplazamiento

    de la falla de Ibagu, y otros estimados de acortamiento en el margen de la

    cordillera oriental (entre 16 y 30km). sta direccin de transporte tectnico fue

    derivado de tres fuentes independientes: (1) la asimetra de los estratos

    sintectonicos (2) un mapa a escala de puntos de perforacin estratigrfica: y (3)

    Una reconstruccin palinspatica validada en tres dimensiones. Los dos primeros

    criterios sern discutidos en este artculo, mientras que la ltima slo se resume

    brevemente a continuacin.

    La reconstruccin palinspatica se vio limitada por un punto de perforacin de mapa

    a escala resultante de la deposicin discontinua de unidades de arenisca durante

    tiempos del campaniano. Tal marcador registr un desplazamiento de 8km lateral-

    derecho a travs de una falla, y jug un papel decisivo en la determinacin del

  • estilo estructural dominante en sta rea. sta y otras estructuras estaba

    proyectadas a profundidad en un juego de ocho secciones transversales usando

    Geosec 2DR (dos de las cuales son mostradas en la Figura 5A). Cada hoja de

    empuje en cada seccin transversal fue luego desplegada para obtener una vista

    de mapa de su forma no deformada y su extensin. Las resultantes lminas de

    empuje fueron transportadas a lo largo de la direccin para conseguir un ajuste

    geomtrico, como las piezas de un rompecabezas, de acuerdo con la observacin

    de una deformacin plana y el punto estratigrfico de perforacin. Los resultados

    arrojan una restauracin palinspatica cuantitativa (Figura 5B) indicando que ste

    cinturn de plegamiento acomoda contraccin a lo largo de los segmentos Norte y

    Noroeste de la fallas Cotomal y Camaito, dextral rumbo-deslizante a lo largo de

    sus segmentos que tienden al Noreste, y extensin a lo largo del norte de la Falla

    Luni. En total, aproximadamente 32 Km de contraccin ENE-WSW est registrada

    en ste cinturn de plegamiento, 17 km est acomodado al WSW en la falla de

    Cambao, aproximadamente 7Km en la falla Camaito, y aproximadamente 8Km al

    ENE en la falla Cotomal. La falla Cambao representa la falla maestra en ste

    cinturn de plegamiento transportando la secuencia completa del Mesozoico y el

    basamento a lo largo de la tortuosa geometra de la rampa plana. El borde

    Noroeste de la hoja de empuje Camaito oblicuamente transporta la secuencia

    entera del cretceo y una porcin del basamento al suroeste sobre una superficie

    de forma irregular en la falla Cambao. El emplazamiento de la hoja de empuje

    Camaito fue acomodado por dos elementos; Acuamiento tectnico con el borde

    sureste de la falla Cotomal como un empuje de techo que tiene un significante

    desplazamiento destral, y el desarrollo de una estructura de flor positiva entre las

    fallas camaito y Santuario en la punta de la cua. (FIG 5A) . Los

    aproximadamente 32 km de la contraccin ENE-WSW est de acuerdo con el

    desplazamiento mnimo de la falla de Ibagu. Esta falla atraviesa la Cordillera

    central el rea de estudio, donde las exposiciones ms al norte del batolito de

    granodiorita de Ibagu, y al norte el frente topogrfico de la Cordillera central

    (marcada por los 1000 m intervalo de contorno Fig. 3) estn separados

    aproximadamente 30 km. Debido a que el batolito de granodiorita no est

    expuesto ms hacia el este ms all del rea de Piedras Girardot, 30km pueden

    ser considerados una aproximacin de primer orden para el desplazamiento

    mnimo horizontal de la falla de Ibagu. La falla de Ibagu separa las provincias

    con diferentes estilos estructurales marcados. El bloque Norte de la falla de Ibagu

    se ha comportado como un bloque rgido porque contiene estratos sin deformar en

    una regin donde las rocas de la misma edad son ubicuas plegadas y falladas. Al

    sur de la falla de Ibagu, en contraste, las mismas rocas cristalinas son empujadas

    sobre unos estratos fallados y plegados del Mesozoico y del Cenozoico. La falla

  • de Ibagu tambin marca un significante cambio a lo largo del margen este del

    valle del magdalena, tan grande con un rumbo Norte, al borde oeste fallas de

    empuje marcan el frente topogrfico del Norte De la Cordillera Oriental en la falla

    de Ibagu. Al sur de sta, la estructura doblemente convergente del rea de

    Piedras Girardot rompe sta tendencia, y el frente topogrfico y la deformacin de

    la cordillera oriental se aleja hacia el este varias decenas de kilmetros (FIG 3)

    Fig.5 Estructura del rea de Piedras- Girardot.

    Por lo menos 30 km de ENE destral, traslacin de cuerpo rgido del bloque norte

    de la falla de Ibagu fue acomodada de diferentes maneras dependiendo de la

    posicin relativa de la cubierta de rocas con respecto a ste bloque rgido. El

    segmento del flanco este de la Cordillera Oriental inmediatamente al norte del rea

    de Piedras, est directamente al frente de ste bloque de avance ENE, y

    aparentemente acomoda sta contraccin a lo largo de las principales fallas

    Bituima y Cambao y plegando en el sinclinal de Guaduas. La cantidad de

    acortamiento este-oeste calculado para estas estructuras fue entre 16 y 26 km. De

    este modo, los 32 km de la contraccin ENE-WSW calculados

    independientemente para el rea de Piedras es compatible con la cantidad de

    contraccin acumulada para el flanco oeste de la Cordillera oriental y el

    desplazamiento mnimo de la falla de Ibagu (alrededor de 30km). Pliegues y

  • fallas de tendencia Norte a lo largo del flanco oeste de la Cordillera Oriental y un

    cinturn de plegamiento transpresional divergente en el rea de piedra son la

    respuesta del avance ENE del bloque norte de la falla de Ibagu. Ambos sistemas

    registran cantidades similares de contraccin, y ambos son compatibles con la

    cantidad de contracciones impuestas por el intentador (intender) rgido.

    3.1 Estratigrafa general del rea de Piedras Girardot.

    Relaciones estratigrficas ensambladas durante el mapeo geolgico fueron

    analizadas para deducir la distribucin espacial y temporal de deformacin. En

    primer lugar, relaciones estratigrficas bsicas ayudaron a descifrar la mxima y

    mnima edad de deformacin de estructuras especficas. Por ejemplo la edad de la

    unidad ms antigua fosilizando una falla dada, o no afectada por plegamiento,

    parntesis (Brackets) el tiempo de deformacin a algn tiempo entre la

    acumulacin de estratos no deformados ms antiguos, y los estratos deformados

    ms jvenes. Segundo, pronunciados cambios de espesor y acuamientos

    deposicionales registran acumulacin sintectonica directamente datando la edad

    de deformacin y duracin alrededor del lugar de acumulacin. Estos dos criterios

    son fundamentalmente diferentes: Uno provee la mnima y/o mxima edad de

    deformacin a lo largo de estructuras especficas, mientras que el otro data la

    duracin de deformacin sin un enlace directo a una estructura dada. Tercero, la

    composicin de grano grueso de depsitos sintectonicos mantiene un registro de

    la composicin de la fuente, proporcionando evidencia de soporte para interpretar

    otras caractersticas que registran deformacin local o regional. En cuarto lugar,

    los pliegues de crecimiento contienen informacin acerca del tiempo, y lugar de la

    deformacin, y s edades absolutas estn disponibles dentro de los estratos de

    crecimiento, tasas de fallamiento y plegamiento pueden ser derivadas. En adicin,

    si se conservan patrones de pliegues axiales, la direccin del transporte tectnico

    puede ser deducida.

    Una advertencia importante cuando se trata de descifrar el tiempo absoluto de la

    deformacin Cenozoica en el parea de Piedras es el extremadamente complejo

    marco crono estratigrfico de la secuencia sedimentaria del Terciario, y la

    ausencia de material adecuado para determinaciones de edad. En contraste,

    abundantes fsiles dan edades precisas en la mayora de la secuencia

    sedimentaria del cretcico (FIG 6), y permiti determinar con precisin el tiempo

    en la deformacin del Mesozoico tardo. La contribucin principal de las

    observaciones estratigrficas consisten de mapeo previamente no reconocido de

    acuamientos estratigrficos (FIG 4) una referencia de la columna estratigrfica

    del Cretceo fue establecida a lo largo de la Tabla Ridge, donde las buenas

  • exposiciones y estructuras simples permiten una mejor observacin de la

    secuencia y una estimacin precisa de los estratos estratigrficos. Los estratos

    estratigrficos fueron calculados mediante la correccin de ancho de afloramiento

    con inclinaciones medidas en el mapa.

    Fig 6. Columna estratigrfica del rea de Piedras.

    Dos paquetes estratigrficos muy distintivos estn expuestos en el rea de

    Piedras, un carbonato marino del cretceo Superior y una secuencia siliciclastica,

    y un no marino terciario, de grano grueso, y la secuencia siliciclastica la mayora

  • de color rojo. Estas secuencias descansan en la base del Trisico- Jursico

    volcanoclstico y plutnico. Se remite al lector a obras publicadas para el

    Palozoico Trisico-Jursico, y la estratigrafa del terciario.

    3.1.1 SEDIMENTACIN SINTECTONICA, CRETACICO SUPERIOR.

    Acuamientos estratigrficos ocurren en toda el rea de estudio en los estratos del

    Cretceo Superior a travs y dentro de los bloques de falla. Dos unidades gruesas

    de acantilado-formacin de arenisca estn presentes en el sur de Piedras; el

    miembro arenoso del Nivel de lutitas y arenas, y el miembro arenoso del el Nivel

    Intermedio. Ests unidades del campaniano estn ausentes al sur cerca a Girardot

    y desaparecen o se adelgazan ms notablemente a travs de las fallas Camaito y

    Cotomal. (Fig 4). Ests dos unidades arenosas de hasta 200 m de espesor

    constan de montonos granos finos similares, areniscas liricas ocurren

    comnmente en camas planares de hasta 50 cm de espesor, con abundante

    material conchfero y cemento calcreo. Al norte, un tercero miembro arenoso,

    presente localmente a lo largo de la Tabla Ridge, es el miembro arenoso de la

    formacin la Tabla de la edad del Maastrichtiano, A diferencia de los otros dos

    miembros arenosos, sta unidad es una arenisca limpia, de grano medio, bien

    sorteada y permeable que ocurre en camas masivas de hasta 10 mts de espesor

    inmediatamente debajo de camas de conglomerado de la formacin la Tabla.

    El miembro arenoso del nivel intermedio del grupo Olini (FIG 6), tambin conocido

    como la formacin El Cobre, desaparece a travs de la inclinacin norte, lo

    segmentos norte de las fallas Camaito y Cotomal y a lo largo del Anticlinal El

    Guaco (marcado 1-4 en FIG 4) . sta unidad se adelgaza a cero en el segmento

    ms septentrional del techo de la falla Cotomal y en la parte inferior de la misma

    falla aproximadamente 8km al sur (marcado 2 y 3 en FIG 4). Secciones

    estratigrficas publicadas indican que sta unidad tambin est ausente en el

    ncleo del anticlinal El Guaco (marcado 1 en FIG 4) inmediatamente al norte de

    Girardot. A pesar de estos hiatos y truncamientos estratigrficos, la unidad

    inmediatamente superior (Formacin Lidita Superior) est presente en todo ste

    cinturn de plegamiento, descansando concordantemente sobre las unidades

    inferiores y manteniendo un espesor constante. El miembro arenoso del Nivelde

    Lutitas y Arenas tambin se adelgaza desde aproximadamente 200mts a lo largo

    de la Tabla Ridge a cero a lo largo del segmento Sur del anticlinal el Guaco cerca

    a Girardot. Cambios en el espesor a travs de las falla Cotomal y Camaito, sin

    embargo no pueden ser evaluadas por que sta unidad ha sido erosionada desde

    stas partes superiores (hanging walls)

  • 3.1.2 SEDIMENTACIN SINTECTONICA, PALEOGENO.

    Las arcillas y limolitas masivas del Paleoceno de la formacin Guaduas exhibe

    cambios notables de espesor dentro del sinclinal de Gualanday. sta unidad es

    rara vez expuesta, por lo tanto la mayora de las observaciones e interpretaciones

    estn basadas en datos de reflexin ssmica (FIG 7), y anlisis de los patrones de

    mapas regionales, (FIG 4).

    Fig 7. Seccion ssmica a travs del Sinclinal de Gualanday.

    En la estratificacin cruzada, el sinclinal gualanday es un pliegue asmetrico, casi

    cuadrado con extremidades fuertemente inclinadas, y una muy amplia, casi

    horizontal zona de bisagra. Los estratos del grupo Gualanday dentro de sta

    zona de bisagra buzan suavemente al oeste, mientras los estratos del Cretceo

    inmediatamente debajo buzan suavemente al este. (Fig 7). La geometra de ste

    sinclinal est directamente relacionado con los cambios de espesor pronunciados

    que toman lugar dentro de la intervencin de la Formacin Guaduas. Al mismo

    tiempo el mapa geolgico (FIG 4) y el perfil de reflexin ssmica (Fig 7) muestran

    que la formacin Guaduas engrosa significantemente hacia el este, desde el eje

    del Domo anticlinal hacia el eje del sinclinal de Gualanday donde alcanza su

    mximo espesor.

    La formacin Guaduas aparentemente descansa concordantemente sobre los

    estratos del Certcico Superior. En contraste, existe marcada angulosidad entre

  • los fuertes reflectores de la base del Grupo Gualanday y los reflectores tenues en

    la parte superior de la formacin Guaduas. (Fig 7). Esta angulosidad, sin embargo,

    desaparece en el buzamiento del oeste, extremidades orientales del sinclinal de

    Gualanday donde reflectores de la Formacin Guaduas y el grupo Gualanday se

    vuelven paralelas. La traza del pliegue axial del sinclinal Gualanday en el perfil de

    tiempo es compleja porque ste diverge hacia abajo desde la parte superior de la

    Formacin Guaduas (FIG 7). Un patrn similar divergente es evidente en el mapa

    geolgico donde el amplio, buzamiento hacia el sur, la parte ms septentrional del

    sinclinal de gualanday consiste en tres pendientes de inclinacin relativamente

    uniformes: una tendencia NNE, flanco oriental con buzamiento hacia el sureste, y

    un NNE-NNW flanco con tendencia oriental que define una traza axial

    convergente. (Etiqueta 6 en FIG 4).

    Variaciones de espesor definen un pliegue complejo de morfologa de traza axial

    que se divide, con las trazas axiales delineando una zona ms o menos triangular

    que se ensancha hacia abajo (FIG 7), y hacia el norte (Con la etiqueta 6 en la FIG

    4). El vrtice de esta zona triangular est en la base el grupo Gualanday,

    marcando el final de los estratos de crecimiento. Cambios de espesor y la

    morfologa de la traza del pliegue axial del sinclinal de Gualanday (tanto en el

    mapa y visto en seccin transversal), revelan un tiempo de sedimentacin

    sintectonica, el crecimiento de pliegues y propagacin (Paleoceno de la formacin

    Guaduas), seguidos por un tiempo de acumulacin de conglomerados y

    plegamiento, (Grupo Gualanday).// Sea o no ste tardo plegamiento tom lugar

    como el conglomerado del grupo Gualanday estaba acumulndose, no puede ser

    probado por que la erosin ha removido altos niveles estratigrficos en el rea de

    Piedras.//

    El engrosamiento de los estratos de crecimiento hacia el este, la ubicacin del

    punto de corte de la pared colgante (hanging wall) (FIG 7) al este del eje del

    sinclinal de Gualanday, y la preservacin del este, pero no de las trazas axiales de

    crecimiento, indican que la hoja de empuje de Cambao estaba movindose del

    este al suroeste relativa a estable Amrica del Sur cuando los estratos de

    crecimiento se acumularon.

    3.1.3 SEDIMENTACIN SINTECTONICA, NEOGENO.

    La distintiva arenisca volcanoclastica del Oligoceno tardo al Mioceno de la

    formacin Honda ofrece restricciones adicionales para construir una lnea de

    tiempo de deformacin. Esta unidad descansa sobre la discordancia y se

    superpone en los estratos plegados del Cretceo Superior cerca a Girardot. Cerca

  • de Piedras, en contraste, la misma unidad est plegada, y un contacto fallado con

    los estratos del Cretceo a lo largo de la falla Cambao (Con la etiqueta 8 y 9 en la

    FIG 4). Estas relaciones simplemente indican que mientras a deformacin tomo

    lugar a lo largo de la falla Cambao despus del Mioceno, esto no sucedi en el

    Sur, cerca de Girardot. Adems, esto demuestra que el plegamiento en la parte

    sur del rea de Piedras es pre-Mioceno.

    Las capas de abanico del Cuaternario de Ibagu la mitad occidental del rea de

    estudio con el material volcanoclastico de pleistoceno 50 a 300 mts de espesor

    derivados del eje de la Cordillera Central. Este abanico, sin embargo, est

    inclinado, levantado y desplazado cerca de Piedras, y a lo largo de la traza de la

    falla de Ibagu alineados en domos escalonados con ejes orientados

    oblicuamente a la traza principal de la falla (etiquetados 10 y 11 en la FIG 4),

    restringiendo la actividad ms reciente de la falla de Ibagu a tiempos del

    Holoceno. Todas las dems estructuras en el lado occidental de la zona de

    Piedras (fallas de Cambao y camaito, Sinclinal de Gualanday y antilclinal Doima)

    estn fosilizados por estos depsitos jvenes.

    3.2 INTERPRETACIN PALEOGRFICA.

    Acuamientos estratigrficos en estratos de grano fino del Cretceo son

    interpretados para registrar un leve levantamiento del Campaniano temprano (FIG

    8a), a lo largo del norte, tendencias noreste, segmentos de la falla Cotomal y

    Camaito, y a lo largo de la la ms oriental, tambin con tendencia noreste, la

    estructura de este cinturn de plegamiento (Anticlinal el Guaco). Rejuvenecimiento

    del Campaniano tardo puede ocurrir porque el miembro arenoso del nivel de

    Lutitas y Arenas (Fig 6) est tambin perdido en el anticlinal El Guaco.

    En total, estas unidades clsticas marinas de grano grueso representan el

    Campaniano tardo y temprano (~84 y ~74 Ma) deformacin suave cerca de la

    tendencia noreste, segmentos del norte de las fallas de Cotomal y Camaito.

    Aunque suaves levantamientos pueden ser responsables de estos acuamietos y

    truncamientos, grandes discontinuidades no fueron desarrolladas en este tiempo,

    como unidades suprayacentes descansan aparentemente concordantemente con

    las unidades sintectonicas inferiores. Ya que la geometra de estratificacin

    permanece mayormente paralela, es poco probable que las fallas Cotomal y

    Camaito se hayan propagado a la superficie en este tiempo. Estos acuamientos

    estratigrficos pueden tambin ser interpretados como el resultado de cambios

    eustaticos del nivel del mar. Sin embargo, la llegada del Cretcico tardo de la

    seccin entre techo de plano geolgico y superficie de falla de la placa del Caribe

  • en sta latitud proporciona la fuerza impulsadora inicial para la deformacin en

    sta parte de los Andes. A pesar de que una firma eusttica debe ser

    sobrecargada, el componente tectnico es probamente dominante empezando en

    tiempos del Cretcico tardo. Luego durante tiempos del Maastrichtiano, una

    cobertera poco contina de conglomerado y arena cubren concordantemente

    unidades subyacentes, registrando un tiempo de quietud local, y destechamiento

    regional para el oeste (FIG 8a)- El anlisis paleogrfico del Cretceo superior de la

  • Fig 8. Reconstruccin Paleogrfica y palinspatica de la traslacin ENE del cuerpo

    rgido de la Cordillera Central.

    Formacin Cimarrona ms al norte ofrece un modelo donde una serie de abanicos

    deltaicos son dominados por ros trenzados progradados de oeste a este ya que

    drenan el flanco oriental de la cordillera central cubriendo un suave relieve

    previamente establecido.

    La cordillera central cerca es un buen candidato como fuente porque contiene

    cuarcita y filitas del basamento metamrfico, y fue probablemente cubierta por un

    revestimiento Cretceo sedimentario de cherts negro y limolita. La amplia

    distribucin, de continuidad lateral y la uniformidad general de sta unidad en el

    rea de Piedras indica que la ltima elevacin y deformacin del Cretceo fueron

    menores, de menos de 400mts, estimados a partir de los espesores combinados

    de unidades sintectonicas.

    El ajuste deposicional del Palegeno del rea de Piedras comenz a ser dividida

    por una meseta alargada creciente con tendencia norte y noreste que impeda la

    acumulacin de sedimentos entre la falla Camaito y el anticlinal El Guaco (FIG 8b).

    Como sta meseta subi, sedimentacin molasa tom lugar a lo largo de sus

    flancos suroeste y noreste, en los sinclinales Guaduas y Gualanday. Estratos de

    crecimiento en el sinclinal Gualanday (Fig 7) registran continua elevacin del

    Palegeno temprano y movimiento de la lmina de empuje de Cambao hacia el

    oeste o suroeste relativamente a estable sur Amrica. Sedimentacin del terciario

    ocurre solo al oeste de la falla Camaito, al norte de la falla Lun y al este den

    anticlinal Guaco (Fig 8b y c). Esto se debe a que incluso en las posiciones

    estructurales muy bajas como la bisagra del sinclinal de la Vega, la muy notable

    secuencia del Terciario est ausente. A pesar de que es posible que la secuencia

    del palegeno se haba acumulado a lo largo, esto es poco probable por que los

    despsitos sintectonicos claramente indican que movimientos de lminas de

    empuje a gran escala y elevacin de la superficie estaban teniendo lugar en ste

    tiempo entre la falla Camaito y el anticlinal el Guaco.

    Loa cambios en la composicin de los clastos entre la base del grupo Gualanday

    (Formacion Chicoral) y su parte superior (Formacin Doima) han sido

    interpretados como un resultado de un cambio de fuente metamrfica a

    sedimentaria. Esto est de acuerdo con la interpretacin paleogeografica

    presentada aqu porque las rocas metamrficas de la cordillera central ya fueron

    expuestas y contribuyen activamente clastos a depsitos sedimentarios del

    Mastrichtiano, especialmente notables en la Formacin la tabla. La composicin

  • de clastos en el grupo Gualanday registra el cambio desde el este a fuentes

    locales por que la contribucin de clastos de rocas metamrficas decrecen desde

    la formacin Chicoral hasta la Formacin Doima, La fuente de la formacin Doima

    debe ser local por que el levantamiento del palegeno claramente tom lugar en el

    rea de Piedras en ste tiempo (Fig 7). La cordillera Oriental al este se puede

    descartar por que la paleoflora recogida en la cresta de la Cordillera Oriental

    registra levantamiento de 500mts hasta alrededor de 300mts solo hasta tiempo del

    Pleistoceno. Los rangos de levantamiento temprano son muy bajas (0.03-

    0.05mm/ao), comparados con los rangos del Plioceno (0.6-3.0mm/ao). Por lo

    tanto la procedencia de este material clstico debe ser local, con las

    contribuciones iniciales de la Cordillera Central y la creciente rea de Piedras

    proporcionando la mayora de los sedimentos para los depsitos molasa del

    palegeno.

    3.3 Deformacin Microscpica y mesoscpica.

    Esta seccin presenta un anlisis de elementos de fbrica mesoscopicos y

    microscpicos del rea de Piedras-Girardot para evaluar la cantidad y direcciones

    de finitas deformaciones no-rgidas. Tres elementos son investigados: (1) Fsiles

    deformados (2) clivaje, y (3) vetas microscpicas y mesoscopicas. Aunque los

    fsiles deformados registran fielmente orientaciones de ejes de deformaciones

    finitos, ellos solo no poder ser usados para estimar la magnitud de la deformacin

    porque los fsiles tiles son poco frecuentes y se limita a unos pocos horizontes

    estratigrficos. El Clivaje, mientras tanto es ubicuo en algunos tipos litolgicos,

    ausente en otros y puede ser usado para estimar magnitud de deformaciones

    cuando estn presentes. Vetas microscpicas intraclsticas registran cantidades y

    direcciones de extensin, pero son estratigrficamente limitadas a una pequea

    parte de la columna, Juntos, estos elementos son usados para construir un

    resumen de deformaciones finitas, y la contribucin de deformacin de cuerpos

    no-rgidos en la zona de Piedras.

    3.3.1 Fsiles Deformados.

    Moldes externos deformados de conchas de amonitas preservados en esquistos

    negros en el grupo inferior del grupo Villeta fueron usados como marcadores de

    deformaciones: La fosilizacin elimin por completo la concha original, dejando

    atrs solo la concha impresa en una superficie de estratificacin por eso no hay

    contraste de ductilidad entre la roca y el marcador de deformacin. La friabilidad

    de los esquistos negros donde estos moldes son encontrados impidieron la

  • recoleccin de muestras para estudios de laboratorio por eso solo medidas de

    campo pudieron hacerse. Aunque mejor preservados macro y micro fsiles

    (amonitas, bivalvos, foraminferos y gasterpodos) estn presentes a veces de

    forma ubicua, ya sea que su plano de simetra no est propiamente alineado con

    respecto a la estratificacin, o fueron reemplazados por conchas que pudieron

    registrar apropiadamente deformaciones finitas debido al contraste de ductilidad

    entre la muestra y la matriz. Si bien la determinacin de la modificacin de las

    deformaciones del ngulo de la espiral de las amonitas habra sido preferida para

    la medicin de deformaciones, dificultad en la medida de los ngulos sobre huellas

    frgiles en pizarras dbiles impidi este enfoque. En su lugar porque la mayora de

    conchas de gasterpodos tenan ngulos tpicos de espiral de ms de 808, lo cual

    se aproxima a un crculo, los moldes de amonita fueron tratados como crculos

    deformados para los que se midieron largas y cortas longitudes axiales y

    orientaciones. Mediciones de campo de moldes externos deformados de conchas

    de amonitas son presentados en la figura 9 (adiciones 1-4) cada estacin

    representa un resumen hecho a lo largo de intervalos estratigrficos de unos

    pocos centmetros donde moldes eran abundantes. Todas las cuatro estaciones

    (adiciones 1 a 4 en la Fig 9) se encuentran en los esquistos negros del grupo

    Villeta, excepto para una muestra medida dentro de la parte ms baja del grupo

    Olini, el radio axial midi en stas localidades rangos entre 1.0 y 2.3, con un

    promedio de 1.5. La estacin 4 (adicin 4 en la figura 9) contiene moldes

    ligeramente deformados donde la diferencia en la longitud axial es muy pequea.

    Las orientaciones axiales fueron registradas en el campo, y luego giradas para

    eliminar el buzamiento de la estratificacin asumiendo las lneas axiales de pliegue

    horizontal.

  • Fig 9. Mapa de estructuras mesoscopicas en el rea de Piedras- Girardot.

    Los ejes longitudinales de moldes deformados en general paralelos de la

    tendencia de clivaje (FIG 9) que van en orientacin entre ENE aproximadamente 5

    km lejos desde la falla Ibagu al NNE menos de 1km lejos de la falla Ibagu.

    Magnitud de los coeficientes axiales est igualmente relacionada con la distancia a

    fallas donde altos valores de epliticidad son encontrados en menos de 400mts

    desde una falla, mientras que bajos a casi moldes no deformados son econtrados

    a ms de 100mts desde una falla. La verdadera distancia a la superficie de la falla

    in todos los casos debe ser menor que la distancia horizontal medida en el mapa

    por que las estaciones son en todos los casos localizadas en la pared colgante de

    una falla. Estas observaciones indican que la magnitud de deformacin, en

    algunos casos relativamente grandes, no es generalizada a travs de toda la

    columna estratigrfica pero est limitada a intervalos estratigrficos altamente

    deformados cerca a las fallas. La orientacin de los ejes largosde moldes

    deformados definen la orientacin cambiante de una deformacin mxima

    horizontal finita que vuelve ms al norte como la distancia al decrecimiento de la

    falla de Ibagu.

    3.3.2 CLIVAJE.

  • Clivaje es la ms generalizada, uniforme y prominente estructura de afloramiento a

    escala encontrado en los estratos de grano fino del Cretceo del rea de Piedras.

    El Clivaje es comnmente anastomosado, estratificacin normal, y regularmente

    espaciado aun en las bisagras del mapa a escala y pliegues mesoscopicos, se

    destaca en la exposicin por el tiempo, donde la interseccin entre dominios

    ondulados y laminacin en esquistos define estructuras de lpiz. Las superficies

    de dominio de clivaje son comnmente suaves en la muestra de mano, y

    microlitones no contienen estructuras de deformacin detectables. Espaciamiento

    entre dominios del clivaje es independiente de la distancia a fallas o pliegues de

    traza axiales, pero es dependiente de la litologa, lutita silicea, limolita, y esquistos

    calcreos contienen de moderada a fuerte, no suturado, clivaje ondulado.

    Areniscas de grano fino comnmente desarrolla un clivaje planar dbil. Capas de

    arenisca de grano grueso carecen de clivaje, pero tienen amplias fracturas

    espaciadas no sistemticas. Chert, tambin no muestra clivaje.

    El examen microscpico de los dominios de clivaje en limolita silicea revela

    superficies con una morfologa suturada, donde pelculas delgadas

    (aproximadamente 0.1mm) de material insoluble se concentran indicando solucin

    de presin (FIG 10). Cada dominio de clivaje consiste en unos pocos (tres o

    cuatro) superposiciones discontinuas, y superficies que se desvan a alrededor de

    las partculas grandes (FIG 10). Los microlitones no muestran evidencia de

    disolucin, y la roca es pristina. Asumiendo que una cantidad extrema de

    disolucin (por ejemplo 50%) tom lugar a lo largo de cada pelcula de material

    insoluble, y que cada dominio de clivaje consiste de 5 orillas superpuestas, cada

    una de 0.1 mm de espesor, la cantidad de acortamiento acomodada por una roca

    con un dominio de 2cm de espaciamiento es solo del 5%. El acortamiento de

    valores, sin embargo, es probable que sean mucho menos ya que la prdida de

    volumen a lo largo de cada pelcula es probable que represente menos valores

    extremos, y por qu las observaciones microscpicas no soportan valores de

    acortamiento extremos.

  • Fig.10. Fotomicrografa de clivaje.

    El clivaje comnmente tiende a ENE, casi paralelo a la falla Ibagu y a las trazas

    de la falla en el tercio Norte del rea de estudio (segmentos norte de las fallas

    Cotomal, Camaito y Santuario). Como estas fallas giran al NNE en el tercio medio

    del rea mapeada, las tendencias del clivaje permanecen sin cambiar, ahora

    oblicuas al segmento del sur, norte y NNE, segmentos de tendencia de las fallas

    Camaito y Santuario, y casi perpendicular a la mitad del sur del segmento con

    tendencia norte de la falla Cotomal. Densidades de muestreo disminuyen en el

    tercio sur del mapa y evitan ms observaciones. Las trazas de clivaje tambin son

    oblicuas a las trazas de la mayora de los pliegues en el rea de estudio. Una

    parcela estratigrafica Kamb equalareo muestra una simple distribucin unimodal

    de polos a clivaje (FIG 9e)que coincide con la observacin que las trazas de

    clivaje son casi independientes de cambios en la tendencia de estructuras de

    mapa a escala como son fallas y pliegues, Estos cambios en la orientacin de

    clivaje, como los ejes longitudinales de moldes de amonita deformados, definen

    una orientacin sistemtica ENE.

    Removiendo el buzamiento de estratificacin debido a plegamiento y fallamiento

    desde la actitud de las superficies de clivaje resulta una distribucin unimodal de

    polos a clivaje, ligeramente apretado y con un pronunciado polo medio (Fig 9f) que

    el original es todava 148 desde el vertical. Observaciones de campo de clivajes

    son casi siempre perpendiculares, o muy cerca a la estratificacin perpendicular

    indicando que esto se desarroll en su mayora antes del plegamiento, s el clivaje

    se desarroll despus del plegamiento este sera con estratificacin cruzada en

    ngulos diferentes, y la eliminacin del buzamiento de la estratificacin debera

  • resultar en la difusin de los polos. Si, por otra parte, el clivaje se desarroll

    completamente antes del plegamiento, la distribucin resultante de los polos

    despus de remover la inclinacin de la estratificacin debera ser muy apretada y

    cercana a la vertical, o vertical. Una explicacin por el fracaso de estos polos para

    alcanzar una actitud vertical apretada despus de remover la inclinacin de la

    estratificacin puede ser que algunos plegamientos suaves ya han tomado lugar

    por el tiempo que el clivaje empez a desarrollarse por LPS (Fig 8a)

    Observaciones estratigrficas discutidas anteriormente indican que plegamientos

    suaves fueron nucleados como ya en los ltimos tiempos del Campaniano. Por lo

    tanto, el desarrollo del clivaje debi ocurrir despus del crecimiento de pliegues

    inicial (campaniano tardo) y pudo haber continuado desarrollando durante tiempos

    del Cretceo tardo y el Paleoceno temprano. La formacin del clivaje, sin

    embargo pudo haber cesado antes de la propagacin de largas lminas de

    empuje, y el desarrollo e grandes pliegues, ya que est pasivamente trasladado

    por estas estructuras.

    3.3.3 Guijarros destruidos y vetas.

    La unidad conglomeratica en lo alto de la secuencia del Cretceo del rea de

    Piedras (Formacion la Tabla) contiene una fractura conspicua intragranular de

    fbrica de deformacin (Fig 11). Clasto soportada, conglomerados ricos en

    cuarcita sobre todo cerca a la parte alta de esta unidad constantemente

    desarrollando un sistema de fbrica de microvetas intragranulares perpendiculares

    a la estratificacin (Fig 12.), mientras que el conglomerado matriz soportado

    carece de ste tejido. Anlisis microscpico revela que este tejido consiste en

    venas microscpicas llenas de calcita (Fig 13) que se vuelve visible en la

    exposicin de afloramientos debido a meteorizacin diferencial de calcita. La

    tendencia de estos tejidos microscpicos intragranulares permanece ms o menos

    constante de guijarro a guijarro definiendo un tejido de deformacin mesoscopico

    sistemtico. Marcas microscpicas de picaduras donde la disolucin ocurri (Fig

    13) son tambin comunes en contactos grano a grano, aunque la pobre estructura

    de empaquetamiento en este conglomerado se opone a una alta densidad de

    estos contactos. Examinacin microscpica tambin revela que la matriz calcrea

    est emparejada.

  • Fig. 11 Mapa de estructuras mesoscopicas en el rea de Piedras-Girardot.

    Aunque menos sistemtica que el clivaje, la tendencia general de vetas

    microscpicas y mesoscopicas es noroeste, girando ms al este oeste

    tendencias hacia la falla de Ibagu. Localmente, cambios abruptos y significantes

    en la tendencia toman lugar: tendencia noreste de vetas mesoscopicas fueron

    medidas a lo largo de ambos flancos de la Tabla de Ridge paralelos a la falla

    Camaito y al oeste de la falla Santuario, que es un cambio 908 desde vetas con

    tendencia al sur, norte y este (Fig 11a, insercin 4 y 5). Al sureste de la falla

    Cotomal, vetas microscpicas e intraclasticas tienen tendencia casi idntica al

    noroeste en casi ngulos rectos a los ejes de trazas axiales de grandes pliegues y

    la tendencia norte y noreste de los segmentos de la falla Cotomal. (Fig 11,

    inserciones 6 -10), vetas intraclasticas ymesoscopicas tambin tienden al noroeste

    aunque la variabilidad es ms pronunciada, y cambia a WNW cerca de Piedras.

  • Fig. 12. Guijarros destrozados

    Debido a que este tejido intragranular microscpico es visible en las exposiciones

    de afloramiento, fotografas de campo fueron usadas para medir en la

    estratificacin la orientacin y longitud de venas intergranulares, registrando la

    longitud de cada traza de vena visible en las fotografas. Fotografas de campo en

    10 diferentes estaciones fueron analizadas para contar el nmero, longitud y

    orientacin de todas las vetas visibles. En total 3463 vetas intragranulares fueron

    medidas con un total de 2348 cm en un rea de superficie total de 11.201cm2.

    (Tabla 1). Los porcentajes de matriz vs granos en tres secciones delgadas de un

    conglomerado de la Formacin la Tabla (estacin 5 en la tabla 1, y FIG 11) fueron

    tambin medidas, y el total de rea de vetas intraclasticas fueron calculadas con el

    fin de obtener el cambio del rea total.

  • Fig 13. Fotomicrografia de conglomerada de la Tabla.

    En general, la longitud promedio de la veta es de 0.73 cm, lo cual es indicativo que

    la dimensin del grano promedio es paralelo a las venas porque la mayora de las

    vetas cruzan completamente los guijarros. Un nmero ms significativo es la

    intensidad o longitud promedio de vetas intragranulares por centmetro cuadrado,

    y su variacin a travs del rea mapeada (fig 11). Exposiciones del conglomerado

    de la formacin la tabla del lado noroeste del rea de Piedras tiene pequeos

    valores de longitud por centmetro cuadrado (entre 0.07 y 0.22) que se exponen en

    el lado sureste (entre 0.42 y 2.08).

    Este aumento en la intensidad es indicativo de una gran cantidad de extensin por

    el desarrollo de vetas al sureste, lejos de la falla de Ibagu. A pesar de la

    apariencia visible de ste tejido, la medida total del cambio de rea se acomoda

    por venas intraclasticas con un promedio de intensidad de 0.22 en el lado noroeste

    del rea de Piedras (adicin 5 en fig 11a) es slo entre 1% y 2%. Valores

    extremos (adicin 6 en Fig 11a) no son representativos y pueden ser debido a

    efectos locales a lo largo de zonas de fractura discretas. Mas valores medios de

    aproximadamente 0.4 (tabla 1), por lo tanto registran menos del 5% de extensin.

    Estudios previos similares en conglomerados deformados indican que la direccin

    perpendicular a las vetas intragranulares o fracturas es paralela a los ejes

    mximos finitos de esfuerzos de deformacin de la elipse. Clastos similares

    fracturados han sido reportados en depsitos recientes adyacentes a fallas

    activas, y pueden desarrollarse bajo poca sobrecarga.

  • Estudios fotomecnicos y experimentales indican que las fracturas extensionales

    en granos sometidos a tensin de agregados de cemento donde los granos y la

    matriz tienen mdulos elsticos similares exhiben un mayor grado de orientacin

    preferida que los agregados no cementados. Estos experimentos indican que las

    microfracturas tienden a desarrollarse en paralelo a la trayectoria mayor de los

    esfuerzos principales, con un poco de influencia de esfuerzos de concentracin en

    contactos grano a grano en cementos agregados. Por lo tanto, el tejido de

    deformacin en el conglomerado de la Formacin la tabla puede haberse

    desarrollado un poco despus de su acumulacin, con poca sobrecarga, y puede

    ser usado para deducir la orientacin del eje de esfuerzo mximo finito de la

    deformacin elipsoidal, como la direccin perpendicular a las vetas de tendencia

    noroeste. Este esfuerzo es aproximadamente perpendicular a la direccin de

    esfuerzos mnimos finitos deducidos desde el clivaje y fsiles deformados. Las

    vetas de conglomerado microscpicas intraclsticas en la Formacin la Tabla

    registran pequeas cantidades de extensin (menos el 5%) en sta direccin.

    4. Desarrollo Cinemtico del rea de piedras Girardot.

    En resumen, los elementos de tejido microscpicos y mesoscopicos en el rea de

    Piedras, aunque prominentes y penetrantes, registran menos del 5% de

    acortamiento en una direccin general noroeste, y menos del 5% de extensin en

    una direccin noreste. Dentro de los lmites de error, estos dos tipos de

    estructuras pueden representar compensacin mutua de mecanismos de

    disolucin y precipitacin de materiales solubles dentro de un sistema casi

    cerrado. La orientacin de todos los tejidos de fbrica y la magnitud de

    deformacin interna son una funcin de la distancia horizontal a la falla de Ibagu:

    la tendencia del clivaje y ejes longitudinales de moldes de amonita deformados se

    vuelven ms cercanos a la tendencia de esta falla como la distancia a disminuir.

    Similarmente la intensidad de las vetas aumenta y la magnitud de los esfuerzos

    internos disminuye a medida que la distancia de la falla aumenta. Tejidos de

    fbrica mesoscopicos, como fallas y pliegues de mapa a escala, son oblicuos a la

    direccin apretada relativa independiente de transporte tectnico.

    Los tejidos de deformacin del Campaniano tardo como el clivaje y las venas

    empezaron a desarrollarse muy temprano, despus de la propagacin inicial de

    los segmentos con tendencia ms al norte y al noreste de la fallas Camaito y

    Cotomal, y el anticlinal el Guaco. Aunque stas primeras fallas no rompen la

    superficie, ellas estaban probablemente arraigadas a lo largo de un

    desprendimiento basal a lo largo de la parte inferior del Grupo Villeta. Estas

    estructuras suaves estaban despus superpuestas por el conglomerado de la

  • Formacin la tabla, que registra destechamiento Maastrictiano sl oeste, los cuales

    fueron ms probablemente suministrados por ls erosin en la Cordillera Central. El

    palegeno temprano marca un tiempo de segmentacin de una vez un ambiente

    de acumulacin continua debido a la propagacin oeste o suroeste de la falla

    Cambao (y probablemente otras fallas en este cinturn de plegamiento) y la

    generacin de espacios de acomodacin en los sinclinales de Gualanday y

    Guaduas, al noreste y suroeste del rea de Piedras respectivamente. Palegeno y

    deformacin ms joven, aunque espectacularmente registrada por espesor,

    depsitos de molasa plegados y fallas y pliegues a escala de mapa, le falta un

    tejido mesoscopico de fbrica. Elementos de tejido tempranos fueron trasladados

    pasivamente dentro de una propagacin de lminas de empuje, Este cinturn de

    plegamiento ha sido n rea positiva desde entonces, derramando material clstico

    dentro de estos depocentros deformantes palegenos activos. Solo la parte norte

    del rea de estudio contiene evidencia e deformacin del post- Mioceno, lo cual

    est al menos parcialmente relacionado con el ltimo movimiento a lo largo de la

    falla de Ibagu.

    Las observaciones trazadas por encima pueden trazarse dentro de un concepto

    donde la tendencia ENE de la falla de Ibagu representa una de las cizallas

    sintticas en una zona regional de cizallas con tendencia dextral paralela a la

    tendencia general de la Cordillera Oriental (Fig 2). En tal zona, la orientacin de

    los tejidos de fbrica como clivaje inicialmente podran ser orientados norte-sur,

    como la deformacin progres, los infinitesimales ejes de deformacin debieron

    rotar hacia orientaciones ms cercanas al lmite de ka zona de cizalla. Por lo tanto,

    en etapas avanzadas de deformacin, y ms intensamente cerca a la falla, la

    orientacin de los ejes de deformacin mximos finitos se convertira en ms

    oriental. Una tendencia al noreste (~N40E) para el mximo eje finito de

    deformacin horizontal en el rea de Piedras, cerca de la falla, es consistente con

    la prediccin teoprica basada en la cinematica de una zona de cizallas con un

    factor de convergencia de 2.0, y una deformacin de cizalla de 0.8 (Fig 5)

    Analisis de paleoesfuerzos en otras partes de la cordillera oriental no fueron

    incorporados aqu porque los mtodos para determinacin de los paleoesfuerzos

    de rocas deformadas naturalmente deben asumir un simple, coaxial, induciendo

    eventos de deformacin sin la interaccin de fallas vecinas. ste no es el caso del

    Norte de los Andes, una regin con una larga historia de deformacin y

    reactivacin de fallas remontndose al rifting del Mesozoico temprano.

    5. ESPECULACIONES SOBRE LA TECTONICA DEL NORTE DE LOS ANDES.

  • Los resultados de la cinemtica descritos anteriormente contrastan marcadamente

    con los modelos tradicionales cinemticos de dos dimensiones de la Cordillera

    Oriental. La diferencia clave es que la direccin del transporte tectnico no ha sido

    establecida fuera de la zona de Piedras, y que los anlisis estructurales modernos

    adicionales estn ausentes en sta parte de los Andes. Por razones de

    simplicidad, los modelos de reconstruccin regional de la geometra pre-

    deformacional de la cordillera Oriental debe asumir deformacin plana y amplia

    (N300Km de ancho) compuestos de lminas de empuje que se montan a lo largo

    de una escala de corteza terrestre, el desprendimiento maestro acercndose al

    este arraigado debajo de la cordillera Central, con subduccin de la placa Caribe,

    y otra placa ocenica, conduciendo a la deformacin.

    Estos modelos simplificados, sin embargo, logran producir soluciones aceptables

    porque: (1) la mencionada dificultad de subconducto de la corteza de la corteza de

    la flotante Placa del Caribe, que es ms probable que solo se doble debajo del

    noroeste de la Sur Amrica y (2) Restauracin de los cinturones de pliegues de

    empuje de ante pas tambin requieren el desplazamiento de los conjuntos

    metamrficos y del basamento sobreponiendo las partes internas del

    desprendimiento basal. La restauracin de estos largos compuestos de lminas de

    empuje a lo largo del desprendimiento de la corteza media, como sugiere en

    algunos de estos modelos, tambin requiere desplazamiento de las rocas

    metamrficas y del basamento por encima del desprendimiento basal. Esta

    operacin, sin embargo, podra desplazar el ncleo metamrfico de la Cordillera

    central ms all del borde de la corteza continental en el norte de los Andes, y de

    ste modo las masas sub-desprendidas faltaran. (FIG 14).

    Fig 14. Seccion esquemtica destacando la contradiccin existente en los modelos

    actuales.

  • Tal contradiccin geomtrica podra ser fcilmente explicada por particin

    completa de deformacin de la convergencia oblicua impuesta por la placa Caribe

    entre la cordillera oriental (desplazamiento-buzamiento) y Central (Desplazamiento

    segn el rumbo). Sin embargo, fallas inversas de escala regional cerca al rea de

    Piedras acomodan desplazamientos oblicuos, descartando la posibilidad de

    particin de deformacin completa, e indicando que la convergencia oblicua

    impuesta por el avance relativo hacia el este de la Palca Caribe est distribuida en

    una zona amplia de deformacin que al menos incluye el flanco oeste de la

    cordillera Oriental. La anchura de esta zona y su gradiente son desconocidos, pero

    la mayora probablemente comprende el dominio de la Cordillera oriental, con una

    mayor contribucin de desplazamiento segn el rumbo hacia el oeste, y un mayor

    componente de desplazamiento hacia el este. La escasez de estudios

    estructurales modernos detallados en otros lugares impide una ms completa

    caracterizacin del estilo estructural que se realicen; sin embargo un nuevo

    modelo cinemtico basad en observaciones de campo y reconstrucciones

    cinemticas del rea de Piedras, como bien otro afloramiento publicado,

    paleomagnetico, y datos tectnicos se presentan a continuacin.

    5.1. Modelo cinemtico transpresional dextralmente.

    El nuevo modelo cinemtico presentado aqu est basado en observaciones

    hechas en el rea de piedras. Estas observaciones tienen importancia regional

    porque las caractersticas estructurales como el sinclinal de Guaduas y las fallas

    de Ibagu, Alto del Trigo y Cambao acomodan cantidades significativas de

    deformacin con respecto a todo el juego de fallas y pliegues en el margen este

    del Valle de la Cordillera Oriental y Valle Magdalena. Por lo tanto, el rea de

    Piedras es un punto de anclaje que permite la determinacin independiente de la

    direccin de transporte tectnico, deformaciones finitas y el momento de

    deformacin. Por lo tanto el estilo estructural descrito para el rea de piedras debe

    representar el estilo dominante de deformacin y no un caso nico.

    Debido a que las observaciones hechas aqu tienen importancia regional, nosotros

    postulamos que la deformacin transpresional jug un papel importante del

    desarrollo estructural de la Cordillera Oriental y el valle de Magdalena. Esto no

    significa que el deslizamiento a lo largo de la falla inversa est ausente, esto

    simplemente significa que, en aras de la simplicidad, estudios previos han optado

    por ignorar un componente muy importante de deformacin destral de

    desplazamiento segn el rumbo. Si este componente de deformacin se tiene en

    cuenta para la estructura del norte de los Andes debe ser modelado como un

    sistema destralmente transpresional.

  • 5.1.1 LAS SUPOSICIONES Y LAS CONDICIONES LMITES.

    Modelando la estructura del norte de los Andes como un margen destralmente

    transpresional se requiere un nmero de suposiciones y simplificaciones. Estas

    suposiciones delimitan el nmero de variables a ser consideradas, facilitan la

    construccin del modelo, y permiten predicciones generales y comparaciones

    regionales a realizar. Un modelo simple, amplio y generalizado de la estructura del

    Norte de los Andes es preferido en este tiempo debido a la escasez de datos

    estructurales restringidos impide el desarrollo de una reconstruccin ms

    elaborada. Reconstrucciones simples como la que se presenta en este documento

    debe resaltar las reas clave para estudios adicionales, y ayudan a establecer

    marcos conceptuales para estudiar la estructura del norte de los Andes.

    En primer lugar, la lnea ms notable de la tendencia noreste del flanco este de la

    cordillera Oriental (Fig 2) puede ser asumida para representar el limite este de

    deformacin debido al cratn y a los estratos superpuestos al este que estn

    esencialmente no-deformados. Segundo, las secciones cruzadas contienen

    informacin del subsuelo, datos de campo, y mapas geolgicos muestran que en

    un sentido muy general, el estilo estructural de la Cordillera Oriental es

    relativamente uniforme, En pocas palabras, este estilo est caracterizado por

    fallas con tendencia norte y noreste y pliegues dispuestos en cinturones

    deformados en ambos flancos de la Cordillera acercndose hacia afuera en

    direcciones opuestas de una zona desde una zona no deformada y

    topogrficamente axial alta.

    La suposicin aqu es que este estilo relativamente uniforme refleja un proceso

    gentico comn a lo largo de la Cordillera Oriental. Finalmente, con el finde de

    modelar el desarrollo estructural del Norte de los Andes, la deformacin debe ser

    sintticamente factorizada en dos componentes: Una de traslado de cuerpo rgido

    al ENE, oblicua a tendencias estructurales; y segundo, una componente

    homognea de deformacin simple de cizallas. El primer componente representa

    el traslado de un cuerpo rgido de grandes, sistemas de fallas a escala regional

    (FIG 2). El segundo componente intenta incorporar un traslado de un cuerpo rigido

    y la rotacin por debajo de la resolucin de esta reconstruccin, esto no intenta

    tener en cuenta deformaciones internas. La deformacin interna al menos en el

    rea de Piedras, fue mostrada aqu a ser menor (menos del 5%) cuando se

    compar con el traslado de cuerpos rgidos.

    5.1.2 BLOQUES DE LA CORTEZA.

  • Una reconstruccin cinemtica del rompecabezas del norte de los Andes tambin

    requiere definir los fragmentos de la corteza continental as como su

    comportamiento mecnico. Debido a que el estilo estructural refleja la respuesta

    mecnica de la corteza a la deformacin, se usa aqu como el criterio principal de

    esta divisin. Fallas importantes o sistemas de fallas descritos en la Figura 2 son

    usados para definir los lmites de tres grandes bloques en el norte de los Andes:

    (1) Cordillera Central- En el bloque del Magdalena medio (2) Cordillera oriental- En

    el bloque superior del Magdalena, y (3) Bloque de Maracaibo (FIG 15). En ste

    esquema simple, el cratn al este es considerado estacionario y rgido, mientas

    que los terrenos ocenicos al oeste de la Cordillera Central y al norte del bloque

    Maracaibo se aaden a medida que el frente de deformacin del caribe avanza a

    lo largo del margen suroeste de Sur Amrica.

    Fig. 15 Bloques de la corteza de la regin del Norte de los Andes usados para esta

    reconstruccin.

  • La Cordillera central en el Magdalena medio y la Cordillera oriental en la parte

    superior del Magdalena fueron separados por la latitud sobre la base de sus

    estilos estructurales contrastantes, la antigua dominada por fallas de salto, y las

    ultimas por fallas inversas, Estos cambios en estilos estructurales probablemente

    reflejan contraste en las propiedades mecnicas resultantes de diferentes historias

    tectnicas. La Cordillera Centran no acomoda grandes volmenes de estratos

    cretceos, y puede haber sido un rea positiva desde tiempos del Mesozoico

    temprano, haciendo un relativamente bloque rgido de corteza (FIG 15). La relativa

    rigidez de la Cordillera Central del bloque del Magdalena medio est expresada

    por los no- deformados, en la superposicin al oeste de los estratos Mesozoicos y

    Cenozoicos a lo largo del flanco este de la Cordillera Central del norte de la falla

    de Ibagu. La relativa debilidad de la Cordillera Central al sur de la falla de Ibagu

    est, a su vez, indicada por deformacin generalizada de estratos Mesozoicos y

    Cenozoicos a lo largo de su flanco este.

    La rigidez de la Cordillera central al norte de la falla de Ibagu puede ser la causa

    de los parones radicales de diferentes afloramientos entre los Batolitos de Ibagu

    y Antioquia, mientras que el formador muestra un patrn de afloramiento

    alargados (FIG 2) y est usualmente limitada por fallas, el ultimo muestra un

    patrn de afloramiento casi circular (FIG 2), y sus contactos son comnmente

    intrusivos. Tentativamente, estas relaciones pueden mostrar que el dominio de la

    Cordillera central al norte de la falla de Ibagu ha sufrido de poca distorsin

    interna desde la intrusin del batolito Mesozoico de Antioquia.

    En contraste, la Cordillera oriental y el Valle Superior del Magdalena se deforman

    a fondo, y se han acomodado un gran espesor de sedimentos, en una corteza

    delgazada. Esta relativa debilidad del Valle del magdalena Sur de la falla de

    Ibagu, y de la Cordillera Oriental puede haber resultado de Adelgazamiento de

    corteza seguido de rifting mesozoico, elevacin de gradientes geotermales, y el

    efecto de cubrimiento termal de una delgada cubierta sedimentaria. El dbil bloque

    de la Cordillera Oriental puede subdividirse usando las huellas de los sistemas de

    fallas mayores (FIG 15), para intentar modelar el traslado de cuerpos rgidos que

    evidentemente tomaron logar a lo largo de estos sistemas.

    El tercer elemento fue definido entre las fallas Bocono, Oca, Bucaramga-Santa

    Marta. Estas fallas definen un bloque ms o menos triangular con un cinturn

    dentro de un cinturn de plegamiento intermedio con tendencia noreste, una

    esquina noroeste lejos del equilibrio isosttico, una regin noreste limitada al este

    por secuencias ocenicas aloctonas, y una depresin central donde un gran

    espesor de sedimentos se han acumulado, La relativamente geometra sin

  • deformar reportada en la parte central de este bloque (cuenca de Maracaibo) es

    evidencia de su relativa rigidez.

    La cinemtica de dos de los lmites de fallas (Fallas destral Oca, y sinestral

    Bucaramanga- Santa Marta) han sido usadas para proponer un escape hacia el

    noreste de este bloque con respecto a estable Sur amrica. Esta hiptesis est

    apoyada por estudios de GPS que indican una migracin relativa consistente con

    la cinemtica propuesta y por un anlisis cinemtico dentro del rango Perij. Esta

    hiptesis, sin embargo, ignora el tercer lmite de falla en este bloque (dextral

    Bocono), as como los datos paleomagneticos (tabla 2) indicando que este bloque

    ha sufrido grandes rotaciones en sentido horario. Algunos de estos estudios

    paleomagneticos han obtenido resultados ambiguos, como la rotacin en sentido

    antihorario del rango de Perij, o ninguna rotacin de la Sierra Nevada de Santa

    Marta, estudios que fueron rechazados aqu sobre la base de los grades lmites de

    error reportados (Tabla 2). La hiptesis alternativa presentada en este documento

    incorpora todos los datos cinemticos y paleomagneticos para modelar el bloque

    Maracaibo como un bloque rgido que se someti a largas rotaciones en sentido

    horario que se expresa en los datos paleomagneticos y aparentemente

    contradiciendo la cinemtica de las fallas que limitan este bloque.

    5.1. 3 RECONSTRUCCION.

    La reconstruccin de un estado pre- deformacional hipottico del Norte de los

    Andes implica dos modelos de retrodeformacion de bloques: Primero, bloques

    dbiles son retrodeformados aplicando cizallas simples para simular la

    deformacin mapa escala que de otra manera no puede explicarse a nivel

    regional. Las cantidades y direcciones de cizallas angulares usadas aqu estn de

    acuerdo con medidas cuantitativas hechas en el rea de Piedras. Segundo, la

    rotacin de cuerpos rgidos y traslacin de bloques (dbiles o rgidos) representa

    para desplazamientos medidos a lo largo y a travs de direcciones en fallas

    regionales y sistemas de fallas. La combinacin de estos dos modelos genera un

    rompecabezas geomtrico donde las diferencias entre los bloques representan

    acortamiento cortical tomando lugar a lo largo del sistema de fallas regionales, y

    rejillas distorsionadas representan una pequea deformacin a escala dentro de

    bloques dbiles.

    La aplicacin de la cinemtica de datos derivados del anlisis del rea de Piedras

    (cizalla angular de -40 a lo largo de N45E, factor de convergencia de ~2) al

    bloque de la Cordillera Oriental del Magdalena Alto y la rotacin del bloque 508 de

    Maracaibo resulta en grandes diferencias a lo largo del sistema de fallas que

  • aparentemente no acomodan cantidades importantes de acortamiento. En adicin,

    el contorno del batolito de Ibagu no alcanza a un patrn circular de afloramiento.

    Usando largos valores de cizallas angulares (-55 a lo largo N45E), un ajuste

    ms cercano se obtiene entre bloques, y el batolito de Ibagu alcanza a un patrn

    de afloramiento casi circular. Rotacin de 75 para el bloque de Maracaibo es

    necesaria para cerrar las brechas a lo largo del sistema de fallas que no

    acomodan acortamiento. Bien dentro de los rangos permitidos por los datos

    paleomagneticos (TABLA 2). La segunda alternativa se prefiere aqu debido a los

    datos cinemticos cuantitativos reunidos en el rea de Piedras, aunque es

    probable que refleje el estilo estructural dominante en la Cordillera oriental del

    magdalena Superior, no necesariamente registra cantidades promedio de

    deformacin a lo largo de todo el sistema. Por lo tanto, en esta preferencia de

    reconstruccin fue dado el estado no-deformado que contiene pequeas lagunas

    inexplicables o superposiciones. (FIG 16a). Un estado no deformado fue as

    construido aplicando una cizalla angular de -55 a lo largo de N45E a los bloques

    dbiles de la Cordillera oriental del magdalena Superior, y trasladando las lminas

    de empuje a lo largo de un vector N71E, oblicua las tendencias estructurales.

    Reconstruccin de la semi-rgida Cordillera central- Magdalena Medio implica

    menores cantidades de cizallas angulares (-20, a lo largo N45E). El componente

    de acortamiento perpendicular a las tendencias estructurales derivadas desde

    estndares de secciones cruzadas locales y regionales, ms notables aquellas

    con medidas directamente desde campo o datos de reflexin ssmica. El bloque

    Maracaibo fue rotado 75 hasta que cerr las brechas abiertas por cizallamiento y

    traslacin en los otros dos bloques.

  • Una vez el preferido estado hipottico no-deformado es escogido (FIG 16a), la

    deformacin hacia adelante puede ser aplicada paso a paso usando la

    propagacin este a noreste del frente de deformacin del Caribe con respecto a la

    estable Sur Amrica para conducir progresivamente deformacin en el norte de los

    Andes. El comportamiento mecnico de contraste permitido para los tres bloques

    causa movimiento simultaneo a lo largo de fallas destrales y sinistrales rumbo-

    deslizantes, transpresion destral, rotaciones en sentido horario, y apertura

    extensional de cuencas. Por ejemplo, el deslizamiento sinistral a lo largo de la falla

    Santa Marta-Bucaramanga es compatible con el deslizamiento destral simultaneo

    a lo largo de las fallas Oca y Mrida (Fig 16 c-f). Sin ms limitaciones son usadas

    para controlar el momento de deformacin guardando el modelo simple y

    prediciendo una deformacin de edad ms joven al noreste y este, como el frente

    avanzado de deformacin. El modelo predice un componente de acortamiento

    buzamiento-deslizante de aproximadamente 120 Km a lo largo de un hipottico

    NW-SE, dos dimensiones de seccin cruzada (Fig 16f), a aproximadamente la

    misma latitud de las otras secciones cruzadas de dos dimensiones de la Cordillera

    oriental que sugiere similares componentes de acortamiento de deformacin

    buzamiento-deslizante (dip-slip) (105 km).

    Tal reconstruccin sencilla destaca la posibilidad de combinar, en un marco nico

    cinemtica, la mayora de las desconcertantes caractersticas del norte de los

    Andes con la cinemtica regional de la Placa Caribe. Tambin demuestra que la

    deformacin transpresional dextral, impulsada por el avance del frente de

    deformacin del Caribe, puede explicar adecuadamente la estructura regional y la

    evolucin del complejo margen.

    Este modelo ofrece un marco conceptual alternativo para la interpretacin del

    Norte de los Andes. Este modelo es basado en el entendimiento de la cinemtica

    de la influencia de la placa Caribe, y la aplicacin de un criterio cinemtico de

    compatibilidad. Desde una revisin crtica de la literatura, es evidente que son

    posibles muchas soluciones a este rompecabezas, y que mientras los datos

    cinemticos son sistemticamente ignorados, esto seguir siendo de esta manera.

    Se espera, que este modelo sirva para la recopilacin de datos inteligentes en el

    norte de los Andes teniendo reas clave destacadas e hiptesis para probar.

    6. CONCLUSIONES.

    El rea de piedras es un sistema transpresional dextral donde aproximadamente

    32km de contraccin ENE-WSW est registrada como un resultado de la insercin

    ENE de un bloque rgido de la Cordillera Central dentro de una zona de

  • transpresional con tendencia N45E con una cizalla de deformacin de 0.8 y un

    factor de convergencia de 2.0. Elementos de tejidos microscpicos y

    mesoscopicos en el rea de Piedras registran menos del 5% de acortamiento en

    una direccin general noroeste, y menos del 5% de extensin en una direccin

    noreste. La orientacin de todos los tejidos de fbrica es oblicua a la relativa

    independiente limitada direccin de transporte tectnico (ENE).

    Los tejidos de deformacin del Campaniano tardo como clivaje y vetas

    empezaron a desarrollarse despus de la propagacin inicial de los segmentos al

    norte y al noreste de las fallas Camaito y Cotomal, y el anticlinal El Guaco. Estas

    estructuras luego fueron superpuestas por el conglomerado de la formacin La

    Tabla, lo cual registra destechamiento Maastrichtiano en la Cordillera Central. El

    palegeno temprano marca un tiempo de segmentacin de la acumulacin del

    entorno debido a la relativa propagacin oeste o suroeste de la falla de Cambao, y

    la generacin de espacios de acomodacin en los sinclinales de Guaduas y

    Gualanday. Palegeno y deformacin ms joven, tambin espectacularmente

    registrada por espesor, depsitos de molasa plegados y fallas y pliegues a mapa

    escala, carecen de un tejido de deformacin mesoscopico. Elementos de fbrica

    anteriores fueron rotados de forma pasiva a lo largo de ejes horizontales y

    trasladados dentro de la propagacin de las lminas de empuje. Este cinturn de

    plegamiento ha sido desde entonces un rea positiva, derramando material

    clstico dentro de depocentros deformantes activos del Palegeno. Solo la parte

    Norte del rea de estudio contiene evidencia para deformacin post-Mioceno, lo

    cual est relacionada con la ltima actividad a lo largo de la falla Ibagu.

    La orientacin de los elementos de tejido y la magnitud de deformacin interna son

    una funcin de la distancia horizontal a la falla de Ibagu, los ejes longitudinales

    marcadores de deformacin se encuentran ms cercanos a la tendencia de esta

    falla a medida que sta decrece. Similarmente, la magnitud de la deformacin

    interna disminuye cuando la distancia de la falla aumenta. Fallas y pliegues a

    escala de mapa son oblicuos a la relativamente apretada direccin de transporte

    tectnico. La tendencia ENE de la falla de Ibagu puede representar una de las

    cizallas sintticas en una zona regional de cizallas con tendencia noreste paralelas

    a la Cordillera oriental donde la orientacin de los elementos de tela pueden

    inicialmente ser orientados norte-sur y rotados progresivamente hacia

    orientaciones ms cercanas al lmite de la zona de cizallas como la deformacin

    ha progresado.

    Tres bloques continentales: el rgido de Maracaibo, el semi-rigido de la Cordillera

    Central, y los dbiles bloques de la Cordillera oriental interactuaron de forma

  • compleja para generar transpresion simultanea destral y sinestral, una larga

    rotacin en sentido horario, y una extensin a lo largo del margen noroeste de Sur

    Amrica. Cada uno de estos bloques estaba permitido aqu para acomodar

    deformacin de manera diferente de acuerdo a su relativa rigidez. Bloques rgidos

    acomodan deformacin por rotacin de cuerpos rgidos y traslacin, mientras que

    los bloques dbiles acomodan deformacin por distorsin interna y dilatacin. Esta

    deformacin se vio impulsada por el avance este a noreste de la deformacin del

    frente del Caribe con respecto a la estable Sur Amrica. Valores de esfuerzos,

    momento de la deformacin, direccin de transporte tectnico, y estilo estructural

    derivado del anlisis hecho en el rea de piedras fueron usados para llevar a cabo

    esta reconstruccin regional. El modelo resultante explica situaciones cinemticas

    aparentemente incompatibles registradas en el norte de los Andes como el

    movimiento simultneo de fallas rumbo-deslizantes destrales y sinistrales,

    transpresion destral, y una grande rotacin en sentido horario.