“Y Aquél Verbo fue hecho carne, y habitó entre

nosotros” (Juan 1:14)

1. Reconocer que Jesús es tanto divino como humano.

2. Sentir el deseo de cultivar la victoria sobre el pecado así como lo hizo Jesús.

3. Vivir libre de la esclavitud del pecado gracias al poder de Cristo.

Aunque Jesús era divino, sufrió en la carne y

experimentó nuestras debilidades. No usó su

divinidad para vencer el pecado y la tentación. No

obstante, vivió una vida sin pecado.

“Sin discusión, grande es el misterio de la piedad. Dios fue

manifestado en carne, justificado por el Espíritu, visto por los

ángeles, predicado a los gentiles, creído en el mundo, recibido en

gloria” (1 Timoteo 3:16)

“La humanidad del Hijo de Dios es todo para nosotros. […] Cuando

tratemos este tema, haríamos bien en prestar atención a las palabras pronunciadas por Cristo a Moisés

en la zarza ardiente: ‘Quita tu calzado de tus pies, porque el lugar

en que tú estás, tierra santa es’ (Éxodo 3:5). Deberíamos

emprender este estudio con la humildad del que aprende con corazón contrito” (Mensajes

selectos, tomo 1, p. 286)

“Percibo que hay peligro en tratar temas que se refieren a la

humanidad del Hijo del Dios infinito” (Comentarios de Elena White;

Comentario bíblico adventista, t. 5, p. 1103)

¿Por qué este estudio es un misterio? ¿Cuáles son estos

peligros, y cómo debiéramos tratar con ellos?

Experiencia de los primeros discípulos

Hubo preocupación entre los apóstoles para probar que Jesús era divino. Por

otra parte, no hubo preocupación, hasta el final del primer siglo de la era

cristiana, en probar que Él era humano. ¿Cuál fue la razón?

Por más extraño que resultara a la cultura romana, la propuesta

del cristianismo era la de un Dios preocupado con la humanidad, a

punto tal de sufrir por ella.

¿En qué difería esto del pensamiento corriente en

vigencia en Roma y en las demás naciones paganas?

¿Qué tienen en común estos pasajes?Mateo 1:18-24; Lucas 1:26-35; Juan 1:1, 14;

Gálatas 4:4; Filipenses 2:5-11

1.Aunque era Dios, Jesucristo consintió en asumir la naturaleza humana aún ante la degradación física de milenios de pecado.

2.La Biblia lo expresa de manera sencilla y sin intentar probar, argumentar u otorgarle credibilidad, como si este hecho fuera aceptado.

¿Por qué razón, hacia el final del primer siglo, el asunto se volvió controvertido?

Cuando el Evangelio se propagó más allá de las fronteras de Judea, los

conversos provenían de un mundo en el que la concepción griega del dualismo

materia/espíritu estaba profundamente arraigada. Según ello, el espíritu era

bueno y la materia mala. De allí la pregunta de los griegos: “¿Cómo Dios,

que es bueno, puede asumir la carne humana, que es mala?”

¿De qué manera Juan alude al énfasis gnóstico de los griegos? (1 Juan 4:1-3)

Juan responde de manera enfática, aclarando que Jesús era mucho más que espíritu, habiendo vivido corporalmente

entre nosotros.

Es que la comprensión de la humanidad de Jesús es esencial para la salvación.

Jesús declaró: “El que me ha visto a mí, ha visto al Padre” (Juan 14:9), mostrando así que Él también era

divino.

Jesús se llamó a sí mismo hombre (Juan 8:40).

Otros lo llamaron como hombre: Pedro (Hechos 2:22); Pablo (1

Corintios 15:21); Pilato ( Juan 19:5), y los escribas (1

Juan 4:46).

Tuvo una madre humana (Lucas 1:26).

Estuvo sujeto a las leyes naturales del crecimiento

(Lucas 2:40, 52).

Tuvo un cuerpo y una sangre verdaderos (Mateo 26:26).

¿Por qué razón la humanidad de Jesús es

tan importante para nosotros? ¿De qué

manera el saber que Jesús compartió nuestras

limitaciones humanas puede traernos ánimo?

¿Por qué razón Jesús tuvo que asumir la naturaleza humana?

1.Para revelar a Deus:

“Cristo vino para revelar a Dios al mundo como un Dios de amor, lleno de misericordia, ternura y compasión” (Joyas de los testimonios, tomo 2, p. 335).

2. Para tratar con el problema del pecado.

“En esto consiste el amor. No en que nosotros hayamos amado a Dios, sino en que Él nos amó a nosotros, y envió a su Hijo como expiación por nuestros pecados”

(1 Juan 4:10)

¡Es impresionante! Pensar que Dios haya condescendido tanto

con nosotros, a punto tal de tomar sobre sí la naturaleza

humana para resolver el problema del pecado…

Pero hay más todavía. ¡Permanecerá por la eternidad reteniendo nuestra naturaleza

en solidaridad con nosotros!

¿Cómo reaccionamos frente al hecho de que Él permanecerá

semejante a nosotros por toda la eternidad? Por más increíble

que esto parezca, ¿qué nos dice esto acerca del amor de

Dios por la humanidad?

Basados en los siguientes pasajes, ¿de qué manera esto

facilita nuestra salvación?

Lucas 24:36-43 Hechos 1:10, 11 Hechos 17:30 1 Timoteo 2:5

Jesús conserva la naturaleza humana por toda la eternidad. (Lucas 24:36-43)

Él volverá a buscarnos, como sus hermanos. (Hechos 1:10, 11)

El juicio será llevado a cabo por uno de nosotros, que conoce nuestras deficiencias. (Hechos 17:31)

Jesús intercede por nosotros en un estatus de Ser divino-humano. (1 Timoteo 2:5)

1. Los discípulos testificaron con convicción acerca del misterio de la naturaleza humana y divina de Jesús.

2. La Biblia revela atributos de la naturaleza de Cristo, los cuales prueban su humanidad, tales como la sed, el cansancio, el agotamiento y el lloro.

3. Los apóstoles, mientras estuvieron vivos, combatieron cualquier punto de vista diferente relativo a la naturaleza de Cristo.

4. Jesús, por libre elección, rehusó ejercer su poder divino mientras vivió en la tierra.

5. Jesús fue tentado como nosotros, aunque obediente. Finalmente, sufrió la muerte de un pecador, todo ello en beneficio de los pecadores.

6. Como nuestro Sumo Sacerdote, entiende nuestras debilidades humanas. Porque Él mismo vivió y sufrió en la carne.

“Al contemplar la encarnación de Cristo en la humanidad, quedamos

perplejos ante un misterio insondable. […] Cuánto más

reflexionamos sobre él, tanto más asombroso aparece. ¡Cuán amplio es

el contraste entre la divinidad de Cristo y el infante indefenso en el

pesebre de Belén! ¿Cómo podemos cubrir la distancia entre el poderoso

Dios y un niño indefenso? Y, no obstante, el Creador de los mundos, aquél en quien estaba la plenitud de

la Deidad corporalmente, se manifestó en el bebé indefenso en el

pesebre…”

“¡Más alto que cualquiera de los ángeles, igual con el Padre en

dignidad y gloria, y no obstante vestido con el ropaje de la

humanidad! La divinidad y la humanidad se combinaron

misteriosamente, y el hombre y Dios llegaron a ser uno. En esta

unión encontramos la esperanza para nuestra raza caída”

(Signs of the Times, 30 de julio de 1896)

DISEÑO ORIGINALDpto. MiPES (Unión Sur del Brasil)

Coordinación: Ana Tostes

ADAPTACIÓN GRAFICOS & TEXTOS al Español

Rolando D. Chuquimia

Para recibir las próximas lecciones inscríbase enviando un mail a:rdchuquimia@ciudad.com.ar

Asunto: Lecciones en Powerpoint

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