realismo magico y lo real maravilloso

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El realismo mágico es un género artístico y literario de mediados del siglo **. El término fue inicialmente usado por un crítico de arte, el alemán Franz Roh, para describir una pintura que demostraba una realidad alterada, pero fue usado más tarde por el venezolano Arturo Uslar Pietri para describir el trabajo de ciertos escritores latinoamericanos. Entre sus principales exponentes están el guatemalteco Miguel Ángel Asturias y el colombiano Gabriel García Márquez, ambos galardonados con el Premio Nobel de Literatura, aunque muchos aclaman como padres del realismo mágico a Arturo Uslar Pietri, y a Juan Rulfo. Jorge Luis Borges también ha sido relacionado al realismo mágico pero su negación absoluta del realismo como género o mera posibilidad literaria lo pone contra este movimiento. Laura Esquivel de México con "Como agua para chocolate" y Alejo Carpentier, de Cuba, en su prólogo al Reino de este mundo, define su escritura inventando el concepto de "real maravilloso", que a pesar de sus semejanzas con el realismo mágico de Gabriel García Márquez, no se tiene que asimilar con él. El realismo mágico se desarrolló muy fuertemente en las décadas del '60 y '70, producto de las discrepancias entre dos visiones que convivían en Hispanoamérica en ese momento: la cultura de la tecnología y la cultura de la superstición. Además surgió como modo de reaccionar mediante la palabra a los regímenes dictatoriales de la época. Sin embargo, existen textos de este tipo desde la década de 1930, de la mano de las obras de José de la Cuadra El realismo mágico se define como la preocupación estilística y el interés de mostrar lo irreal o extra ño como algo cotidiano y común. No es una expresión literaria mágica, su finalidad no es la de suscitar emociones sino más bien expresarlas y es, sobre todas las cosas, una actitud frente a la realidad. Una de las obras más representativas de este estilo es Cien años de soledad de Gabriel García Márquez. El realismo mágico comparte ciertas características con el realismo épico, como la pretensión de dar verosimilitud interna a lo fantástico e irreal, a diferencia de la actitud nihilista asumida originalmente por las vanguardias como el surrealismo. Una vez Gabriel García Márquez dijo: “Mi problema más importante era destruir la línea de demarcación que separa lo que parece real de lo que parece fantástico. Porque en el mundo que trataba de evocar, esa barrera no existía. Pero necesitaba un tono inocente, que por su prestigio volviera verosímiles las cosas que menos lo parecían, y que lo hiciera sin perturbar la unidad del relato. También el lenguaje era una dificultad de fondo, pues la verdad no parece verdad simplemente porque lo sea, sino por la forma en que se diga.” Lo real maravilloso: A fines del año 1943 tuve la suerte de poder visitar el reino de Henrí Christophe — las ruinas, tan poéticas, de Sans-Souci; la mole, imponentemente intacta a pesar de rayos y terremotos, de la Ciudadela La Ferriére— y de conocer la todavía normanda

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Page 1: Realismo magico y lo real maravilloso

El realismo mágico es un género artístico y literario de mediados del siglo **. El término fue inicialmente usado por un crítico de arte, el alemán Franz Roh, para describir una pintura que demostraba una realidad alterada, pero fue usado más tarde por el venezolano Arturo Uslar Pietri para describir el trabajo de ciertos escritores latinoamericanos.

Entre sus principales exponentes están el guatemalteco Miguel Ángel Asturias y el colombiano Gabriel García Márquez, ambos galardonados con el Premio Nobel de Literatura, aunque muchos aclaman como padres del realismo mágico a Arturo Uslar Pietri, y a Juan Rulfo. Jorge Luis Borges también ha sido relacionado al realismo mágico pero su negación absoluta del realismo como género o mera posibilidad literaria lo pone contra este movimiento. Laura Esquivel de México con "Como agua para chocolate" y Alejo Carpentier, de Cuba, en su prólogo al Reino de este mundo, define su escritura inventando el concepto de "real maravilloso", que a pesar de sus semejanzas con el realismo mágico de Gabriel García Márquez, no se tiene que asimilar con él. El realismo mágico se desarrolló muy fuertemente en las décadas del '60 y '70, producto de las discrepancias entre dos visiones que convivían en Hispanoamérica en ese momento: la cultura de la tecnología y la cultura de la superstición. Además surgió como modo de reaccionar mediante la palabra a los regímenes dictatoriales de la época. Sin embargo, existen textos de este tipo desde la década de 1930, de la mano de las obras de José de la Cuadra

 El realismo mágico se define como la preocupación estilística y el interés de mostrar lo irreal o extraño como algo cotidiano y común. No es una expresión literaria mágica, su finalidad no es la de suscitar emociones sino más bien expresarlas y es, sobre todas las cosas, una actitud frente a la realidad. Una de las obras más representativas de este estilo es Cien años de soledad de Gabriel García Márquez. El realismo mágico comparte ciertas características con el realismo épico, como la pretensión de dar verosimilitud interna a lo fantástico e irreal, a diferencia de la actitud nihilista asumida originalmente por las vanguardias como el surrealismo.

 Una vez Gabriel García Márquez dijo: “Mi problema más importante era destruir la línea de demarcación que separa lo que parece real de lo que parece fantástico. Porque en el mundo que trataba de evocar, esa barrera no existía. Pero necesitaba un tono inocente, que por su prestigio volviera verosímiles las cosas que menos lo parecían, y que lo hiciera sin perturbar la unidad del relato. También el lenguaje era una dificultad de fondo, pues la verdad no parece verdad simplemente porque lo sea, sino por la forma en que se diga.”

Lo real maravilloso:

A fines del año 1943 tuve la suerte de poder visitar el reino de Henrí Christophe —las ruinas, tan poéticas, de Sans-Souci; la mole, imponentemente intacta a pesar de rayos y terremotos, de la Ciudadela La Ferriére— y de conocer la todavía normanda Ciudad del Cabo —el Cap Françáis de la antigua colonia—, donde una calle de larguísimos balcones conduce al palacio de cantería habitado antaño por Paulina Bonaparte. Después de sentir el nada mentido sortilegio de las tierras de Haití, de haber hallado advertencias mágicas en los caminos rojos de la Meseta Central, de haber oído los tambores del Petro y del Rada, me vi llevado a acercar la maravillosa realidad vivida a la acotante pretensión de suscitar lo  maravilloso que caracterizó ciertas literaturas europeas de estos últimos treinta años. Lo maravilloso, buscado a través de los viejos clisés de la selva de Brocelianda, de los caballeros de la Mesa Redonda, del encantador Merlín y del ciclo de Arturo. Lo maravilloso, pobremente sugerido por los oficios y deformidades de los personajes de feria — ¿no se cansarán los jóvenes poetas franceses de los fenómenos y payasos de la fête foraine, de los que ya Rimbaud se había despedido en su Alquimia del Verbo?—. Lo maravilloso, obtenido con trucos de prestidigitación, reuniéndose objetos que para riada suelen encontrarse: la vieja y embustera historia del encuentro fortuito del paraguas y de la máquina de coser sobre una mesa de disección, generador de las cucharas de armiño, los caracoles en el taxi pluvioso, la cabeza de león en la pelvis de una viuda, de las exposiciones surrealistas. O, todavía, lo maravilloso literario: el rey de la Julieta de Sade, el supermacho de Jarry, el monje de Lewis, la utilería escalofriante de la novela negra inglesa: fantasmas, sacerdotes emparedados, licantropías, manos clavadas sobre la puerta de un castillo.

El realismo mágico abunda en la novela Cien años de soledad (1967), de Gabriel García Márquez, por lo que es una obra emblemática de esta corriente del siglo XX. Estos son algunos ejemplos:

Aparición de muertos. Tras matar a Prudencio Aguilar en un duelo, su fantasma le persigue a José Arcadio. Melquíades también vuelve de la muerte en varias ocasiones (ve la sección sobre las pestes más abajo).

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Desaparición de Remedios, la bella. Mientras Remedios le ayuda a Fernanda a doblar una sábana, Fernanda nota que está pálida y le pregunta si se siente bien. Remedios le contesta que nunca se había sentido mejor y de repente comienza a levitar con la sábana y se despide de Fernanda con la mano mientras se eleva al cielo.

La larga vida de Úrsula y los augurios de su muerte. Muere con más de 100 años: "La última vez que la habían ayudado a sacar la cuenta de su edad, por los tiempos de la compañía bananera, le había calculado entre los ciento quince y los ciento veintidós años". Antes de fallecer, aparece una fila de luminosos discos anaranjados por el cielo, las rosas huelen a quenopodio y los garbanzos se caen al suelo en forma de estrella de mar.

Pestes de insomnio y amnesia. Nadie en el pueblo puede conciliar el sueño por tanto tiempo que "se organizó la vida de tal modo que el trabajo recobró su ritmo y nadie volvió a preocuparse por la inútil costumbre de dormir". Pero luego llega la peste de amnesia y todos comienzan a olvidarse de las cosas, por lo que José Arcadio pone pequeños letreros por toda la casa para recordar los nombres de objetos básicos como mesa, silla, pared, cama, vaca, etc. El pueblo no se cura hasta que Melquíades se resucita de la muerte ("había regresado porque no pudo soportar la soledad") y trae una bebida que cura la peste.

Pergaminos que levitan. Mientras Aureliano está en la cocina, cuatro niños traviesos entran en su cuarto para destruir los pergaminos, pero una "fuerza angélica" los levanta del suelo y los mantiene suspendidos en el aire hasta que regresa Aureliano.

Invasión de mariposas amarillas. Preceden las apariciones de Mauricio Babilonia y hasta llegan a invadir la casa cuando Meme se cita con Mauricio a escondidas de Úrsula.

Lluvia de flores. Cuando muere José Arcadio Buendía caen del cielo minúsculas flores amarillas. "Tantas flores cayeron del cielo, que las calles amanecieron tapizadas de una colcha compacta, y tuvieron que despejarlas con palas y rastrillos para que pudiera pasar el entierro".

Lluvia (casi) incesante. Llueve por cuatro años, once meses y dos días.

 REAL MARAVILLOSOEjemplo

8. (…)Mackandal mostraba a la MamánLoi las hojas, las yerbas, los hongos, los simples que traía en la bolsa. Ella los examinaba cuidadosamente, apretando y oliendo unos, arrojando otros. A veces, se hablaba de animales egregios que habían tenido descendencia humana. Y también de hombre que ciertos ensalmos dotaban de poderes licantrópicos. Se sabía de mujeres violadas do. por grandes felinos que habían trocado, en la noche, la palabra por el rugido. Cierta vez, la MamánLoi enmudeció de extraña manera cuando se iba llegando a lo mejor de un relato. Respondiendo a una orden misteriosa, corrió a la cocina, hundiendo los brazos en una olla llena de aceite hirviente. Ti Noel observó que su cara reflejaba una tersa indiferencia y, lo que era más raro, que sus brazos, al ser sacados del aceite, no tenían ampollas ni huellas de quemaduras, a pesar del horroroso sonido de fritura que se había escuchado un poco antes. Como Mackandal parecía aceptar el hecho con la más absoluta calma, Ti Noel hizo esfuerzos por ocultar su asombro. Y la conversación siguió plácidamente entre el mandinga y la bruja, con grandes pausas para mirar a lo lejos.El reino de este mundo. Alejo Carpentier

El Realismo Mágico vs lo Real Maravilloso

Muchos términos se han creado en torno a la literatura latinoamericana para describirla y clasificarla, uno de ellos es el Realismo Social, por ejemplo con obras como Huasipungo del ecuatoriano Jorge Icaza o los de Abajo del mexicano Mariano Azuela. Ambas tratan realidades de los indígenas de Ecuador y México, además de sus situaciones de pobreza y explotación. Aunque los argumentos de cada una son diferentes, para mi punto de vista tienen básicamente el mismo propósito de crítica social. Creo que en algunas obras del Boom Latinoamericano hay todavía rezagos de crítica social y denuncias, pero en mucha menos cantidad que como en el Realismo Social. Incluso tal vez está ahí pero de otra manera y presentada en otras corrientes y no de la misma manera pesimista y con autocompasión como antes. Creo que fue importante dejar esa percepción de “pobrecitos los latinoamericanos y/o indígenas” para tener una nueva literatura y una nueva oportunidad como países en muchos ámbitos, es por eso que voy a escribir a cerca de esas corrientes que nacieron o se maximizaron alrededor del Boom.

Cada término literario está delimitado de acuerdo a sus características y se conocen claramente cuáles son sus obras. Pero hay dos términos de los que mucho se ha debatido sobre sus diferencias y las similitudes, estoy hablando del Realismo Mágico y lo Real Maravilloso. Algunos han dicho que son casi lo mismo, otros que son

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totalmente opuestos, han discutido sobre sus orígenes y creadores, etc. Incluso vino recientemente otro nuevo término a crear más controversia, el “Realismo Fantástico”, pero por el momento dejaré de lado lo nuevo y me concentraré en estos dos términos que podemos ver en los libros que estamos leyendo en la clase.

Pero para definir que es el Realismo Mágico y lo Real Maravilloso creo que es importante primero entender que es la magia y que es lo maravilloso, ambas palabras bases en estas corrientes literarias. La magia pues la podemos describir sencillamente como una “ciencia” que mediante objetos naturales y/o comunes crea efectos que al parecer son sobrenaturales. Por otro lado lo maravilloso es un hecho y/o suceso extraordinario que causa admiración a quien o quienes lo presencian.

El Realismo Mágico ya existía en Europa (término acuñado por el alemán Franz Roh quien lo utilizó primeramente para la pintura) por así decirlo pero alcanzó su máximo esplendor en la década de 1960 con la literatura latinoamericana. Ahora bien, mi definición basada en todo lo que he leído acerca del Realismo Mágico y sus obras es que es un movimiento literario que básicamente mezcla hechos asombrosos e improbables (pero creíbles) en una historia, pero no la altera el mundo real de la obra. Es un fenómeno internacional se podría decir, e incluso se da también en la pintura no solo en la literatura. Algunas personas también consideran que el Realismo Mágico es el postexpresionismo. Un ejemplo de este movimiento lo podemos ver en un cuento de Quiroga donde un hombre se cae sobre su machete y una cerca de alambre de púas, pero mientras agoniza no siente dolor alguno y no hay rastro de sangre. Este hecho como muchos del Realismo Mágico, se da en una realidad “normal” por así decirlo y por ende aunque sucede algo increíble, se adhiere a la historia como si fuera parte de ella y no asombra a nadie.

El lenguaje que utiliza el Realismo Mágico es claro y preciso, simple. Otra de sus características es que distorsiona el tiempo, no lo relata en horas y días reales, es algo relativo. Además el tratamiento de la muerte es algo especial, gente que estaba muerta vuelva a aparecer de alguna manera. Hay muchos ejemplos como estos que nos remiten al Realismo Mágico.

"En el realismo mágico, tal como lo veía Franz Roh, el realismo mágico venía fabricado por el artista, por así decirlo. El artista se colocaba ante una tela y al representar una calle de una ciudad moderna, la llenaba de elementos misteriosos, extraños, contrastados, en una atmósfera exenta de aire, exenta de espesor, transeúntes misteriosos que nunca se miran a la cara, que nunca dialogan...es un mecanismo fabricado, un elemento maravilloso fabricado, un realismo mágico fabricado. Los surrealistas también, en la mayoría de los casos, producían lo maravilloso combinando objetos en una mesa, creando contrastes. Es decir, es un mundo maravilloso fabricado, premeditado". Comentario de Alejo Carpentier acerca del Realismo Mágico.

A lo Real Maravilloso lo describiría como un movimiento literario que nació y es propio de América Latina y que se caracteriza por idealizar la historia del continente a través de hechos extraordinarios que sí alteran la realidad de la obra. No tiene límites cronológicos como parece que el Realismo Mágico sí los tiene y pertenece a las raíces africanas e indígenas y su lenguaje lejos de ser preciso, es barroco y muy adornado. Se basan en la fe y creencias las personas, que hacen que lo Real Maravilloso sea posible y al mismo tiempo increíble para muchos. Un ejemplo de este movimiento lo podemos ver en el libro de Alejo Carpentier, donde Mackandal se transforma en varios animales para que los blancos no lo encuentren, es parte de la cultura africana y solamente de ella. Incluso cuando estos hechos alteran la realidad de la obra y salen fuera de cualquier realidad, para los latinoamericanos es algo totalmente normal y cotidiano, y es ahí exactamente donde reside lo maravilloso de lo real maravilloso valga la redundancia.

"En América Latina, lo maravilloso se encuentra en vuelta de cada esquina, en el desorden, en lo pintoresco de nuestras ciudades, en los rótulos callejeros o en nuestra vegetación o en nuestra naturaleza y, por decirlo todo, también en nuestra historia". Comentario de Alejo Carpentier acerca de lo Real Maravilloso.

Page 4: Realismo magico y lo real maravilloso

La diferencia básica entre ambas corrientes para mi punto de vista es que mientras en el Realismo Mágico se presenta la realidad como si fuera mágica y en lo Real Maravilloso se presenta la magia como si fuera real. En el Realismo Mágico no se contradice ni se trata de separar a la realidad de lo mágico mientras que en lo Real Maravillo está diferencia es exaltada y celebrada, como parte fundamental de nuestras culturas latinoamericanas.