área temática 4: izquierdas y derechas ¿entre el realismo ... · pdf...

18
Montaña, María Jimena CHI-UNQ/CONICET [email protected] Área temática 4: Izquierdas y derechas ¿Entre el realismo y el desencanto? La Ciudad Futura y la “construcción del centro” Los años ochenta y noventa han sido para el campo intelectual argentino una época de extensas reubicaciones ideológicas y reestructuraciones del propio campo. Sin embargo, pese a que el proceso de recolocación de los intelectuales durante la transición a la democracia (así como las polémicas que dichos desplazamientos suscitaron) ha sido extensamente estudiado; no sucedió lo mismo con el advenimiento de una serie de mutaciones que comenzaron a hacerse evidentes hacia fines de la década del ochenta y principios de los noventa. Este momento, que bien podría ser caracterizado como un momento bisagraen el que una serie de acontecimientos de alcance global no sólo reestructuraron el espacio de las posibilidades ideológicas modificando el escenario de actuación de los intelectuales, sino que produjeron una profunda metamorfosis de los intelectuales; ha sido relativamente poco abordado desde la perspectiva de la historia de los intelectuales. Es por ello que en este trabajo nos proponemos abordar los efectos de reacomodamiento que tuvieron en el campo político-intelectual aquellos cambios más generales (entre los que pueden señalarse el fin de la guerra fría, el desmoronamiento institucional, político e ideológico de la Unión Soviética y los regímenes comunistas de Europa del Este -con la consecuente alteración del mapa de poder mundial que ello supuso-, la mediatización de la vida política y cultural, la mundialización cultural y la tendencia a la globalización de la economía entre otros) sumados a los cambios específicos del escenario local signado por el triunfo de Carlos Menem en 1989, a partir del análisis de la revista de cultura socialista La Ciudad Futura (1986-1998). En tanto epicentro de un proyecto político-ideológico colectivo destinado a renovar y organizar el espacio de izquierda en Argentina dotándolo de una perspectiva democrática y socialista de modo tal que, además de desempeñar una función crítica, fuera capaz de organización y acción política; creemos que su estudio nos permitirá dar

Upload: lynhan

Post on 06-Feb-2018

219 views

Category:

Documents


0 download

TRANSCRIPT

Page 1: Área temática 4: Izquierdas y derechas ¿Entre el realismo ... · PDF fileEn 1982, tras la derrota sufrida en la guerra por las Islas Malvinas y la agudización ... México1 puso

Montaña, María Jimena

CHI-UNQ/CONICET

[email protected]

Área temática 4: Izquierdas y derechas

¿Entre el realismo y el desencanto? La Ciudad Futura y la “construcción del

centro”

Los años ochenta y noventa han sido para el campo intelectual argentino una

época de extensas reubicaciones ideológicas y reestructuraciones del propio campo. Sin

embargo, pese a que el proceso de recolocación de los intelectuales durante la transición

a la democracia (así como las polémicas que dichos desplazamientos suscitaron) ha sido

extensamente estudiado; no sucedió lo mismo con el advenimiento de una serie de

mutaciones que comenzaron a hacerse evidentes hacia fines de la década del ochenta y

principios de los noventa. Este momento, que bien podría ser caracterizado como un

momento “bisagra” en el que una serie de acontecimientos de alcance global no sólo

reestructuraron el espacio de las posibilidades ideológicas modificando el escenario de

actuación de los intelectuales, sino que produjeron una profunda metamorfosis de los

intelectuales; ha sido relativamente poco abordado desde la perspectiva de la historia de

los intelectuales.

Es por ello que en este trabajo nos proponemos abordar los efectos de

reacomodamiento que tuvieron en el campo político-intelectual aquellos cambios más

generales (entre los que pueden señalarse el fin de la guerra fría, el desmoronamiento

institucional, político e ideológico de la Unión Soviética y los regímenes comunistas de

Europa del Este -con la consecuente alteración del mapa de poder mundial que ello

supuso-, la mediatización de la vida política y cultural, la mundialización cultural y la

tendencia a la globalización de la economía entre otros) sumados a los cambios

específicos del escenario local signado por el triunfo de Carlos Menem en 1989, a partir

del análisis de la revista de cultura socialista La Ciudad Futura (1986-1998).

En tanto epicentro de un proyecto político-ideológico colectivo destinado a

renovar y organizar el espacio de izquierda en Argentina dotándolo de una perspectiva

democrática y socialista de modo tal que, además de desempeñar una función crítica,

fuera capaz de organización y acción política; creemos que su estudio nos permitirá dar

Page 2: Área temática 4: Izquierdas y derechas ¿Entre el realismo ... · PDF fileEn 1982, tras la derrota sufrida en la guerra por las Islas Malvinas y la agudización ... México1 puso

cuenta de la recomposición ideológica progresiva del medio intelectual y de las

alternativas a las que se enfrentaron aquellos que habían sido socializados en el

paradigma marxista frente a la transformación profunda de los poderes dominantes.

La vida intelectual no estuvo ajena a la transformación que supuso el

advenimiento de mutaciones en diferentes órdenes que iban desde el político a los

tecnológicos y culturales, indicando el fin de una época y el comienzo de otra. De aquí

que los años 90, coincidiendo con el fin del siglo corto de Hosbawm, bien puedan ser

caracterizados como “una segunda transición” (Patiño: 2003).

A nuestro entender, el debate inaugurado en la revista hacia el año 1990 sobre

las posibilidades de la construcción de una corriente política de centroizquierda, da

cuenta del desplazamiento hacia el centro del espacio intelectual y político de un amplio

sector de la izquierda intelectual y de la inauguración de una nueva construcción

identitaria: el progresismo.

Es por ello que inscribiéndonos en la senda abierta por aquellos trabajos que

procuran anudar la reflexión sobre las ideas con la historia de la posición de los

hombres de ideas en el espacio social, nos proponemos abordar estas transformaciones

(estructurales, pero también conceptuales y culturales) analizando una publicación que

por la gravitación que tuvo en la escena política e intelectual, se constituyó en un

escenario privilegiado para participar en el debate público.

La Ciudad Futura. Inventar la democracia en democracia

En 1982, tras la derrota sufrida en la guerra por las Islas Malvinas y la

agudización de la crisis del autodenominado “Proceso de Reorganización Nacional”

tanto en el plano político como económico, comenzó en Argentina un proceso de

apertura política que culminó con el llamado a elecciones para octubre de 1983. Raúl

Alfonsín se convertiría en el primer candidato no peronista que triunfara en elecciones

generales presidenciales sin proscripciones ni condicionamientos por parte de las

Fuerzas Armadas. En este contexto, la izquierda intelectual argentina exiliada en

México1 puso en marcha su regreso a la Argentina.

1 Desplazados por los gobiernos militares en gran parte de la región, desde mediados de los años 70

convergieron en el D.F mexicano intelectuales brasileños, argentinos, uruguayos, chilenos y peruanos.

Para más datos ver: Bernetti, Jorge – Giardinelli, Mempo. México: el exilio que hemos vivido. Memoria

del exilio argentino en México durante la dictadura 1976-1983, Buenos Aires, UNQ, 2003. Ver también:

Yankelevich, Pablo. Ráfagas de un exilio. Argentinos en México, 1974-1983, México DF, El colegio de

México, 2009. Sobre el grupo de intelectuales bajo estudio ver: Casco, José, “El exilio Intelectual en

Page 3: Área temática 4: Izquierdas y derechas ¿Entre el realismo ... · PDF fileEn 1982, tras la derrota sufrida en la guerra por las Islas Malvinas y la agudización ... México1 puso

La Ciudad Futura, Revista de Cultura Socialista comenzará a publicarse en

agosto de 1986. Dirigida por José María Aricó, Juan Carlos Portantiero y Jorge Tula2, la

misma se posicionó en el espacio político-cultural como una revista que procuraba

impulsar y acompañar la conformación de una identidad de izquierda en la Argentina

sobre las bases de la plena aceptación de la democracia3. Aunque conformada por

integrantes que provenían de distintas experiencias políticas e intelectuales, sus

directores4 habían pertenecido al antiguo círculo que animara Pasado y Presente y

habían editado durante su exilio mexicano la revista Controversia en colaboración con

un sector de la izquierda peronista.

Un par de años antes, apenas regresados al país, algunos de los intelectuales que

habían formado parte de la revista Controversia y el Grupo de Discusión Socialista (y

que finalmente le darán vida a La Ciudad Futura), se habían incorporado al Consejo de

Dirección de la revista Punto de Vista5. Dos meses después, en Julio de 1984, junto al

grupo de intelectuales pertenecientes a dicha revista, fundarán el Club de Cultura

Socialista.

México. Notas sobre la experiencia argentina (1974-1983)”, en Iconos. Revista de Ciencias Sociales,

FLACSO, Ecuador, nº 31, mayo de 2008. 2 La Ciudad Futura Nº1, 1º de Agosto de 1986. Directores: José Aricó, Juan Carlos Portantiero y Jorge

Tula. Redacción: Sergio Bufano, Jorge Dotti, Ricardo Ibarlucía, Héctor Leis y Osvaldo Pedroso. Consejo

editorial: Carlos Altamirano, Emilio de Ipola, Rafael Filippelli, Julio Godio, Oscar R. González, Jorge

Kors, Carlos Kreimer, Jorge Liernur, Marcelo Lozada, Ricardo Nudelman, José Nun, Juan Pablo Renzi,

Sergio Rodríguez, Daniel Samoilovich, Beatríz Sarlo, Oscar Terán y Hugo Vezzetti. La publicación, sacó

de manera continua 49 números hasta la primavera de 1998 y sufrió algunos cambios en el comité a lo

largo de los años. Tras una interrupción de 3 años, su publicación es retomada en la primavera de 2001

hasta el otoño de 2004, año en que la revista deja de salir definitivamente. 3 Cabe señalar que la revalorización de la democracia fue el escenario en el que se posicionaron una serie

de publicaciones y grupos políticos, siendo las revistas Unidos -editada por un sector de la renovación

peronista en Argentina- y Punto de Vista -dirigida por aquel sector de la izquierda intelectual argentina

que no se exilió durante la dictadura- los interlocutores privilegiados del grupo nucleado en torno a La

Ciudad Futura. 4 De los tres directores de la revista, dos de ello, José Aricó y Juan Carlos Portantiero, habían formado

parte de la experiencia de Pasado y Presente tanto en su primera época (1963-1965) como en su breve

segunda época (de Abril a Diciembre de 1973) mientras que Jorge Tula, se había sumado en la segunda

etapa. Por su parte, Jorge Tula fue el director de la Revista Controversia. Para el examen de la realidad

argentina (1979-1981) mientras que José Aricó y Juan Carlos Portantiero, acompañaron desde el Comité

Editorial. 5 Ver: Punto de Vista Nº20, Mayo 1984.Creada en marzo de 1978 Punto de Vista se constituyó como una

revista de “disidencia intelectual” que al tiempo que procuró tener un papel activo en lo que se llamó la

lucha democrática contra la dictadura militar; comenzó el largo proceso de re-posicionarse al interior del

marxismo aun si algo oblicuamente durante los primeros años. En tanto parte de esos núcleos disgregados

de un sector intelectual que integraba las filas de los derrotados por el nuevo orden impuesto tras el 24 de

marzo, vivirían bajo la doble presión de la amenaza represiva y el terrorismo ideológico. Por este motivo,

el trabajo de disidencia y cuestionamiento interno, consistió principalmente en la apropiación informal de

cuerpos teóricos que fueron generando espacios de debate, confrontación y crítica poco

institucionalizados.

Page 4: Área temática 4: Izquierdas y derechas ¿Entre el realismo ... · PDF fileEn 1982, tras la derrota sufrida en la guerra por las Islas Malvinas y la agudización ... México1 puso

Colocado por fuera de “cualquier formación política, pero no por fuera de la

reflexión sobre lo político” (Aricó, 1999 [1984]: 45) el Club de Cultura Socialista

emergió como expresión de una nueva modalidad de relación entre intelectuales y

política6. Organizado como centro de reflexión y elaboración intelectual desde el cual

intervenir en el debate público, su objetivo estaba centrado en la reconstrucción de la

cultura política de izquierda y la formación de un terreno cultural común con todas

aquellas experiencias que quisieran operar en el mismo sentido interrogándose sobre el

significado del socialismo como identidad ideológica, cultural y política.

Junto al Club de Cultura Socialista, la revista La Ciudad Futura fue parte de un

proyecto destinado a renovar y organizar el espacio de izquierda dotándolo de una

perspectiva democrática y socialista, constituyéndose en los lugares de debate de las

problemáticas dentro de la izquierda.

Desde su primer número, La Ciudad Futura funcionó como un espacio de

articulación de las distintas voces que, partiendo del diagnóstico de que el ideal

socialista y la cultura de izquierda se encontraban en crisis, se interesaron por pensar las

alternativas de la izquierda en la Argentina y pretendieron darle alcance práctico a esa

preocupación. De aquí que desde sus páginas, no sólo se haya procurado intervenir en el

plano de los debates teóricos de las ciencias sociales (fundamentalmente haciéndose eco

de los debates europeos) sino también, medirse con la realidad política Argentina y

latinoamericana contribuyendo a un debate que permitiera la constitución del socialismo

como alternativa política o, al menos, como privilegiado tercero en discordia en la lucha

política.

La pregunta por cómo construir una línea de pensamiento y de acción

específicamente socialista y democrática en la coyuntura argentina, fue una

preocupación y un desafío compartido por el grupo de intelectuales vinculados a esta

publicación. Y aún cuando no siempre implicó las mismas trayectorias o puntos de

llegada, el intento por establecer ciertas coordenadas que dieran forma a una nueva

izquierda democrática y socialista, tuvo en común algunos presupuestos centrales.

6 A diferencia de lo sostenido en épocas anteriores, esta nueva “autonomía comprometida” o

“compromiso libre”, lejos de presentarse como un límite para llevar adelante el trabajo de reflexión y

transformación de la cultura de izquierda argentina, será considerada por sus propios integrantes

justamente como su virtud. Dicho esto, cabe señalar que aún si algunos de los miembros del Club de

Cultura Socialista (fundamentalmente Juan Carlos Portantiero y Emilio de Ípola) formaron parte de lo que

fuera conocido como El Grupo Esmeralda, llamado así por el nombre de la calle en la cual se reunía el

grupo de colaboradores no partidarios del entonces presidente Raúl Alfonsín; el vínculo con el

radicalismo alfonsinista fue a título individual y no orgánico del Club.

Page 5: Área temática 4: Izquierdas y derechas ¿Entre el realismo ... · PDF fileEn 1982, tras la derrota sufrida en la guerra por las Islas Malvinas y la agudización ... México1 puso

El interés por estudiar esta publicación reside en que sin haber sido una revista

de partido ni la expresión de un grupo preexistente de contornos claramente

delimitados, rápidamente se constituyó en un factor activo en el proceso de

reconstrucción y consolidación democrática, contribuyendo a instalar un debate sobre

las relaciones entre el liberalismo político, socialismo y democracia a partir de la

incorporación de temáticas y dimensiones culturales consideradas, por lo general, ajenas

al espacio y la reflexión de la política argentina.

Metamorfosis y desplazamientos en el campo intelectual

Reflexionar sobre la metamorfosis de las identidades intelectuales en el período

bajo análisis, hace necesario situar esta transformación en el marco de fenómenos más

amplios y no desatender al impacto que tuvo ese contexto internacional en la posición

de los intelectuales argentinos.

Sin pretensión de exhaustividad, es posible señalar una serie de acontecimientos

de alcance global que deben ser tenidos en cuenta. Por un lado, la caída de la

revolución, el derrumbe del comunismo y la crisis del marxismo provocó entre los

intelectuales de la izquierda argentina el inicio de un período de revisión crítica del

marxismo y de los regímenes del “socialismo real” que llevaron a una reestructuración

parcial o total de sus tradiciones ideológico-políticas, una redefinición de las

tradiciones culturales y de sus relaciones con la política así como del lugar y la función

del intelectual.

En el caso de los países del Cono Sur de América Latina que, como la

Argentina, habían atravesado la experiencia de los autoritarismos de estado y la

violencia represiva, este reconocimiento del fracaso del socialismo adquirió ribetes

particulares, que en nuestro país se combinaron con el hecho de que la caída de la

dictadura se produjera por colapso y sin la participación de ningún movimiento

revolucionario7. De aquí que la revisión de las tradiciones fuera acompañada de una

reflexión autocrítica acerca de la propia responsabilidad en la tragedia vivida.

Por el otro lado, el fin de la guerra fría acentuó la tendencia a la globalización de

la economía y desde los años 80, el diagnóstico neoliberal adquirió una posición

dominante en el mundo de la mano del gobierno de Margaret Thatcher en Inglaterra y la

7 Ver: Ansaldi, “Juegos de patriotas. Militares y políticos en elprimer gobierno postdictadura en Bolivia,

Brasil y Uruguay” en Pucciarelli (coord.) Los años de Alfonsín ¿El poder de la democracia o la

democracia del poder?, p.29.

Page 6: Área temática 4: Izquierdas y derechas ¿Entre el realismo ... · PDF fileEn 1982, tras la derrota sufrida en la guerra por las Islas Malvinas y la agudización ... México1 puso

administración del presidente Reagan en Estados Unidos. La creciente importancia del

mismo, coincidió con una profunda crisis económica de los países desarrollados que

puso un freno al crecimiento sostenido de la economía mundial iniciado en la segunda

posguerra, poniendo a su vez en cuestión los modelos basados en los Estados de

Bienestar y con un proceso sin precedentes: el profundo endeudamiento de los países

latinoamericanos. Si bien el torrente neoliberal tuvo diferentes manifestaciones

nacionales, tal como señala Quiroga (2005) “existió un común denominador en la

caracterización de la resolución de una crisis juzgada como universal: la apertura

económica, las privatizaciones, las desregulaciones y el equilibrio fiscal”.

En la Argentina, aunque podríamos datar el inicio de la “gran transformación” a

mediados de los 70, fue principalmente durante los años ochenta y noventa que el

neoliberalismo se erigió como paradigma dominante en la Argentina. El cambio suscitó

fuertes conflictos, de aquí que para generar la aceptación de los postulados neoliberales

que sirvieron de fundamento a las reformas estructurales8, haya sido fundamental el

papel desempeñado por ciertos intelectuales en la construcción de una ideología y un

clima de época, que hicieron aparecer lo político como una esfera ilegítima, a partir de

una “inversión del sentido por el cual la dimensión económica fuera sustraída a la

soberanía y a las relaciones de poder” (Keifman-Blaum, 2009:15).

De modo tal que hacia estos años, es posible advertir que el liberalismo

argentino, que había nacido atravesado por la enorme dificultad de articular su prédica

liberista en el mercado económico con la asunción de los valores de la democracia

moderna (Terán, 1986:5) había generado “nuevos intelectuales liberales” que se

incorporaron al debate por la conquista del sentido común9. Reconciliados con los

valores de la democracia, avanzaron sobre los espacios y sentando posiciones políticas y

éticas con el objetivo de disputar la construcción de una nueva hegemonía, pusieron en

8 El Consenso de Washington consistía en 10 medidas de política económica que apuntaban a establecer

reformas estructurales que consolidaran las reformas en los “mercados emergentes”: 1) disciplina fiscal;

2) priorización del gasto público en áreas de alto retorno económico; 3) reforma tributaria; 4) tasas

positivas de interés fijadas por el mercado; 5) tipos de cambio competitivos y liberalización financiera; 6)

políticas comerciales liberales; 7) apertura a la inversión extranjera; 8) privatizaciones; 9) desregulación

amplia; 10) protección de la propiedad privada. En el caso Argentino se llevó adelante un vasto programa

de reformas destinadas a impulsar la participación del capital privado nacional o extranjero en la

composición del capital y en la gestión de varias empresas públicas estratégicas como Aerolíneas

Argentinas, ENTEL, Ferrocarriles Argentinos, empresas eléctricas, petroquímicas y otras,

(privatizaciones) y una reestructuración de la “Administración pública”. Ley 23.696, Agosto de 1989. 9 A este respecto, Sergio Morresi (2008) ha señalado que para mediados de la década del 80, había

comenzado a estabilizarse el perfil de lo que él llama una “nueva derecha”; sumando a su poder

económico, un importante caudal de poder político y cultural. Para este autor, el poder que ha alcanzado

esta fuerza, es en buena medida el fruto de un triunfo cultural, ético político de gran envergadura.

Page 7: Área temática 4: Izquierdas y derechas ¿Entre el realismo ... · PDF fileEn 1982, tras la derrota sufrida en la guerra por las Islas Malvinas y la agudización ... México1 puso

cuestión y tensionaron la clásica división del campo entre intelectuales de derecha y de

izquierda.

El avance del discurso neoliberal, no sólo estuvo apoyado por esta construcción

de un soporte ideológico10

para las transformaciones impulsadas por el entonces

presidente Carlos Menem, sino que además, la pervivencia de sensibilidades y

mentalidades inclinadas a la defensa de la libertad individual que provenían de la

memoria del autoritarismo, las fallas de rendimiento del Estado, la creciente

segmentación de la sociedad, etc. (Landi,1988:184) así como la ausencia de crecimiento

económico y las disparadas inflacionarias, crearon un contexto de verosimilitud para el

avance del mismo.

Sin embargo, en este punto, es necesario advertir que el relanzamiento de los

planteos liberales fue un fenómeno complejo que no dependió simplemente del accionar

de los intelectuales liberales o de derecha. El “cambio de paradigma” que supuso el

retroceso del marxismo, la reflexión sobre el fenómeno totalitario y la corrosión de los

modelos revolucionarios de recambio que habían tomado el relevo de la Unión

Soviética11

, produjo una contracción del espacio político intelectual generando una

situación ventajosa para el pensamiento liberal. Pero si se resiste la tentación de

homologar sin más derecha con liberalismo, es posible advertir que este acercamiento a

las fuerzas liberales y al centro del campo intelectual y político también incluyó a los

intelectuales de izquierda.

¿Nuevas fronteras de la izquierda?

Tal como hubiéramos señalado, la puesta en cuestión de los postulados centrales

del socialismo revolucionario y la teoría marxista que le daba sustento, había abierto

una serie de debates teórico-ideológicos en torno al problema de la democracia en las

10

Al igual que Alfonsín, Menem también convocó a “intelectuales” a colaborar en ciertas áreas de

gobierno. Sin embargo, tal como señalara Hugo Quiroga (2003:219) esto se debió primordialmente a la

necesidad de conocimientos técnicos reclamados por la complejidad del proceso de toma de decisiones en

las sociedades contemporáneas y no a la intención de contribuir a que la sociedad deliberase sobre sus

problemas y discutiese metas a largo plazo. De aquí que la mayoría de las incorporaciones fueran sobre

todo expertos en la esfera de la economía. 11

Ya desde 1987 PCUS de la URSS, bajo el liderazgo de Gorbachov, había impulsado una política de

cambios sustanciales en la economía soviética (la llamada “Perestroika”) acompañada por una

democratización política –o Glasnost- que abarcaba las instituciones políticas centrales (creación del

Congreso de Diputados del Pueblo por encima de la cámara de los Soviets) y promovía nuevas relaciones

entre las nacionalidades de la URSS. El viraje en la URSS fue de tal magnitud, que los ritmos de cambios

se aceleraron en todos los países del Pacto de Varsovia y se autonomizaron en cada uno de ellos entre

agosto/89 y marzo/90. El llamado “sistema socialista” dejó de existir”. Godio, Julio (1990:20) “¿Hacia

dónde va el este?”, La Ciudad Futura Nº 22, Abril – Mayo.

Page 8: Área temática 4: Izquierdas y derechas ¿Entre el realismo ... · PDF fileEn 1982, tras la derrota sufrida en la guerra por las Islas Malvinas y la agudización ... México1 puso

izquierdas del Cono Sur. Las experiencias compartidas de gobiernos autoritarios en

Brasil, Chile, Uruguay y Argentina12, así como el rechazo hacia los fenómenos de

autoritarismo y burocratización en las sociedades socialistas, habían conducido a una

revalorización de los derechos civiles y políticos. De este modo, el estado liberal era

planteado como presupuesto no sólo histórico sino también jurídico del estado

democrático; pero puesto que punto de partida no significaba punto de llegada, la

democracia también podía implicar una discontinuidad con el liberalismo clásico en la

medida en que se abriera hacia otros campos de lo social más allá de las instituciones

políticas. O como lo planteara Sarlo en las páginas de la revista que estamos estudiando:

“Así como la afirmación de derechos políticos universales construye el horizonte del

liberalismo democrático, este horizonte no se clausura alrededor de su dimensión liberal

y el socialismo podría extender el sentido del discurso liberal. Ni negarlo, ni superarlo:

ampliarlo.”13

La Ciudad Futura se posicionará en el espacio político-cultural como una revista

que procuraba impulsar y acompañar la conformación de una nueva identidad de

izquierda en la Argentina que al tiempo que se ocupara del desarrollo de la idea

democrática, re-interrogase la relación entre liberalismo y socialismo sin perder de vista

que había oposiciones muy netas sobre la parte de la herencia liberal que el socialismo

debía aceptar.

Para estos intelectuales, la construcción de un socialismo democrático implicaba

no sólo la articulación entre socialismo y democracia, sino que además, requería

recuperar ciertos principios éticos del liberalismo que permitieran anudarlo al par. Bajo

el presupuesto de que no existía incompatibilidad entre liberalismo y democracia, y por

tanto, entre liberalismo y socialismo; la construcción de una sociedad socialista dentro

de la tradición liberal heredada del liberalismo, era una propuesta que implicaba –a su

vez- deslindar liberalismo político de liberalismo económico.

Sin embargo, esta posición no será totalmente compartida por el campo de la

izquierda en su conjunto. Mientras algunos intelectuales, como los de La Ciudad

Futura, procuraron explotar los recursos simbólicos existentes en el centro-izquierda del

espacio intelectual utilizando de manera consciente elementos tomados tanto de la

12

Sin ignorar los rasgos específicos de cada país, cabe señalar que el autoritarismo se constituye como

una experiencia compartida en la región que comienza con el golpe en Brasil (1964-1985) y continúa con

los casos de Perú (1968-1980), Uruguay (1973-1985), Chile (1973-1990) y Argentina (1976-1983). 13

Beatriz Sarlo “Un desafío socialista. La construcción de un ideal de transformación”, La Ciudad Futura

Nº21, Febrero-Marzo 1990, p.7.

Page 9: Área temática 4: Izquierdas y derechas ¿Entre el realismo ... · PDF fileEn 1982, tras la derrota sufrida en la guerra por las Islas Malvinas y la agudización ... México1 puso

tradición marxista como del liberalismo clásico; hubo otros que se mantuvieron dentro

de las premisas de una izquierda heterodoxa o “anacrónica” tal como la clasificara

Emilio De Ipola14

.

Estos desplazamientos político-ideológicos, suelen ser leídos como un

“silenciamiento” de la izquierda y una amplificación de las voces de la derecha. Sin

embargo, tal como venimos señalando, sería más ajustado decir que lo que sucedió fue

que la hegemonía del campo intelectual quedó en manos de un relanzamiento de los

planteos liberales. De aquí que no coincidamos con la rápida caracterización de este

período como un momento de “crisis”, “declive” o “silencio” de los intelectuales de

izquierda que habría redundado en que los mismos no ocuparan un lugar de tanta

exposición pública a pesar de los progresos democratizadores que se dieron en el ámbito

latinoamericano15

.

El caso de la publicación bajo estudio, demuestra claramente que hubo un sector

de la izquierda intelectual16

que lejos de replegarse hacia los campos de saber específico

y convertirse en “intelectuales especialistas” recluidos en el recinto de la academia

(Svampa, 2007) no abandonó la pretensión de intervenir en la esfera pública.

Si bien para muchos de los intelectuales que estamos analizando la universidad

fue uno de los espacios privilegiados de su actuación17

, este “proceso de

institucionalización del intelectual” o “inflexión academicista” como lo llamó Maristella

Svampa (2007) no necesariamente debe ser leído como “un efecto de reacomodamiento

que en vez de agrupar a los intelectuales en la oposición, más bien los recluyó en el

ámbito de sus especificidades (fortaleciendo) la autonomía del campo al elevado precio

de abandonar por cansancio un campo de lucha en el que sólo se había experimentado el

sabor de la derrota.” (De Diego, 2007: 67).

Puesto que aún cuando efectivamente se debilitara la idea del intelectual como

portador de las grandes síntesis ideológico-políticas, como portavoz de un sentido de la

14

“La izquierda anacrónica defiende una concepción redencionista y totalizante del socialismo; se define

como marxista-leninista –en las diversas variantes de esa doctrina: trotskista, maoísta, etc.- y

revolucionaria; es dogmática, históricamente determinista y orgánicamente autoritaria. (…) La izquierda

moderna, en cambio, no sólo rechaza resueltamente esos planteos mesiánicos sino que, además, orienta

sus política hacia el logro de transformaciones sustentadas en un amplio consenso social.” De Ipola, “La

izquierda en tres tiempos”, en La Ciudad Futura Nº11, Junio 1988. El resaltado es nuestro. 15

Mansilla (2003: 24) señala que en este período “se podía constatar una atmósfera general de desencanto

y pesimismo, una declinación del espíritu crítico y la incapacidad de articular síntesis globales”. 16

Un sector que sin lugar a dudas excede a esta sola publicación. El caso de la revista Punto de Vista,

también es paradigmático en este sentido. 17

Muchos de ellos fueron profesores universitarios que encabezaron cátedras, dictaron materias,

seminarios e incluso, ayudaron a crear la naciente Facultad de Ciencias Sociales de la UBA en 1988

siendo Juan Carlos Portantiero el primer rector electo.

Page 10: Área temática 4: Izquierdas y derechas ¿Entre el realismo ... · PDF fileEn 1982, tras la derrota sufrida en la guerra por las Islas Malvinas y la agudización ... México1 puso

historia, así como sus funciones clásicas: la resistencia, la oposición, la organicidad

(Patiño, 2003:5); la eventual clausura de un universo identitario nunca se lleva a cabo de

manera homogénea ni mucho menos armónica. E incluso más, desde el momento en que

desde las páginas de La Ciudad Futura, se hace claro el intento por disputar de manera

permanente la hegemonía del campo intelectual, la radicalidad de la clausura debe ser

puesta en suspenso.

La “construcción” del centro

Desde sus inicios, desde las páginas de La Ciudad Futura se planteó la

necesidad de abrirse a todas las contribuciones teóricas de alto nivel, inclusive, cuando

éstas probaban ser ajenas al pensamiento de izquierda de la época (como fue el caso de

Weber y Schmitt) como modo de que la cultura de izquierda y el ideal socialista en

crisis se pudieran “medir” con los problemas de las sociedades complejas.

Para ello, los intelectuales que participaban de la publicación encararon junto a

otros sectores de la izquierda un examen crítico – en términos teóricos y prácticos- de

posiciones, puntos de partida y objetivos que se plasmó formalmente en el “Debate

sobre la izquierda” que inaugurado en el Nº6 de La Ciudad Futura, se extendió hasta el

número 22. El mismo estuvo dedicado al intento de hacer posible la gestación de una

fuerza socialista y de desarrollar proyectos concretos de conducción y reforma de las

realidades sociales abandonando la pura negatividad. La reflexión sobre la construcción

de un “socialismo democrático” se extendió a lo largo de 16 números y contó con las

colaboraciones más diversas de distintos referentes políticos del espacio de izquierda así

como teóricos políticos de América Latina y Europa18

. El objetivo era generar una

forma de existencia de la izquierda como proposición, como partido y movimiento; y no

sólo como izquierda intelectual19

(entendida como cultura inscripta en el campo

ideológico y habituada al ejercicio de la crítica ideológica).

Sin embargo, el triunfo electoral del justicialismo encarnado en la figura de

Carlos Menem, implicó un cimbronazo para el proyecto de los intelectuales nucleados

en torno a esta publicación, que frente a la reforma y ajuste estatal de corte neoliberal

impulsada por el nuevo presidente, se vieron obligados a replantear su estrategia. La

puesta en primer plano de las alianzas entre poder político y poder económico por parte

18

Por sus páginas pasaron figuras de la talla de Norberto Bobbio, Adam Pzeworski, Fernando Henrique

Cardoso, Fernando Claudín, Pierre Rosanvallón, Chantal Mouffe, Ernesto Laclau, etc. 19

Ver: Carlos Altamirano, “Comencemos por reconocer los problemas”, La Ciudad Futura, Nº6, Agosto

de 1987.

Page 11: Área temática 4: Izquierdas y derechas ¿Entre el realismo ... · PDF fileEn 1982, tras la derrota sufrida en la guerra por las Islas Malvinas y la agudización ... México1 puso

del gobierno de Menem, los llevará a lamentar que la ansiedad de muchos de ellos por

construir un régimen democrático de gobierno en la Argentina tras décadas de

autoritarismo se hubiera traducido en un desdén por los hechos sociales estructurales

sacrificados a una visión demasiado autónoma de la política; “error” que los habría

hecho caer en una “exageración politicista”20

.

De aquí que hacia abril-mayo de 1990, en el número 22 de La Ciudad Futura se

publicará el Suplemento/8 titulado “Posibilidades y límites del Centroizquierda en

Argentina” abriéndose el debate en la revista respecto de las posibilidades de

construcción de una corriente política de centroizquierda. La preocupación, nacida del

triunfo de Carlos Menem en las elecciones de 1989 y de la convicción de que era

necesario romper con el esquema bipartidista formando un bloque social y político

alternativo que fuera capaz de llevar adelante aquellas reformas que ni el radicalismo ni

el peronismo habían sido capaces de implementar, desplazará al debate sobre la

izquierda21

para dar comienzo a lo que podríamos llamar “la construcción del centro”.

A diferencia de otros órganos periodísticos, La Ciudad Futura no pretendía ser

sólo un espacio que reflejara opiniones coincidentes con aquellos actores y espacios que

encarnaban las fuerzas progresistas en nuestro país. Puesto que intentaba representar a

una franja importante de socialistas sin partido en la Argentina, aspiraba a ser un

interlocutor en el debate sobre la posibilidad de una recomposición de fuerzas

alternativas que –frente a la coalición populista-conservadora que gobernaba al país-

fuera capaz de avanzar en un plan de reformas democráticas.

Para contribuir a la constitución de en un polo “progresista” de aglutinación- en

el que los tres planos de agregación (socialismo, izquierda y centroizquierda) pudieran

confluir, pero distinguiéndose; juzgaban necesario un debate múltiple y plural tanto en

propuestas como actores que apuntara a definir y penetrar en los rasgos del eventual

“progresismo” argentino como un escalón superior del compromiso democrático.

De aquí que a lo largo de sus números desde las páginas de la revista se

motorizó este debate publicándose desde una mesa redonda dónde se discutiera sobre

20

Ver el editorial del Nº17/18 de La Ciudad Futura (Septiembre de 1989) titulado “¿Y ahora qué?”. 21

La pregunta respecto de cómo compatibilizar socialismo y democracia, en tanto no estaba resuelta,

continuará fundamentalmente en el plano teórico; pero en el plano político, se dará paso a la preocupación

por ampliar el espacio de la izquierda creando una opción de centro que funcionara como alternativa. Para

un análisis de la construcción de un socialismo democrático en La Ciudad Futura ver: Montaña Jimena

(2015) “De Controversia a La Ciudad Futura. La construcción de una identidad de izquierda socialista y

democrática”, en: Alfredo Remo Lazzeretti y Fernando Manuel Suárez (coords.)Socialismo &

Democracia, Mar del Plata: EUDEM.

Page 12: Área temática 4: Izquierdas y derechas ¿Entre el realismo ... · PDF fileEn 1982, tras la derrota sufrida en la guerra por las Islas Malvinas y la agudización ... México1 puso

los problemas de la (re)constitución de un partido socialista en Argentina22

hasta un

debate sobre la viabilidad del “progresismo” entre los radicales23

pasando por

indagaciones sobre los mismos temas en sectores afines de la “izquierda democrática”24

y de los peronistas disconformes25

con el viraje conservador populista que ofrecía el

menemismo, ya fuera bajo la forma de mesas-debate, entrevistas o invitaciones a

publicar en las páginas de la revista26

. Desde el Club de Cultura Socialista también se

contribuyó a generar espacios de debate a través de la realización de Encuentros y

Coloquios de los que participaban tanto políticos como cientistas sociales y que eran

luego publicados en la revista27

.

Englobados por el “progresismo” se presentaban tres objetivos diferentes pero

considerados igualmente valiosos: reconstituir un partido socialista unificado; la

formación de una coalición con fuerzas democráticas de “izquierda” y finalmente, una

apertura mayor hacia sectores del “centro” del espectro político ubicados en los grandes

partidos tradicionales. Desde la revista y desde el Club de Cultura Socialista, se

trabajará en las tres direcciones. Y así como algunos de sus miembros habían

22

En el Nº32 de Abril de 1992. La Ciudad Futura invitó a una mesa redonda al diputado Alfredo Bravo y

al concejal Norberto Laporta por el Partido Socialista Democrático, y al diputado Guillermo Estévez

Boero y al concejal Ernesto Jaimovich, por el Partido Socialista Popular. En nombre de la revista

participaron Juan Carlos Portantiero y Jorge Tula. El propósito era debatir acerca de los proyectos de

fusión orgánica entre los partidos que componen la Unidad Socialista y el papel que en ese proceso

podrían jugar sectores de los llamados “socialistas sin partido” en el marco de la idea de construcción de

una fuerza socialista en la Argentina. Ver: “Debate sobre la unidad de los partidos socialistas”, p.4. 23

El 30 de diciembre de 1991, poco después de las elecciones que convalidaran el avance del menemismo

a partir de los éxitos iniciales del Plan de Convertibilidad, tuvo lugar una mesa redonda de la que

participaron dos cientistas sociales y dos dirigentes políticos. Los primeros, Emilio Tenti Fanfani y

Ricardo Sidicaro. Los segundos, Adolfo Stubrin y Jesús Rodriguez, diputados y funcionarios del gobierno

de Raúl Alfonsín. El tema: la definición del progresismo en la Argentina actual y el papel que puede jugar

el radicalismo en esa configuración. Debate “¿Hay espacio para un radicalismo progresista?”, La Ciudad

Futura Nº33, Julio 1992, p.4. 24 Entrevista a Héctor Polino “Unificación y vocación de poder”, Ernesto Semán, La Ciudad Futura Nº37,

Primavera 1993 25

Conversación con Carlos Chacho Álvarez “¿Una nueva identidad política?” Martin Plot y Alejandro

Blanco, La Ciudad Futura Nº37, Primavera 1993, p. 26 Jesús Rodriguez, “No alcanza con triunfar electoralmente” La Ciudad Futura Nº37, Primavera 1993; Federico Storani “El futuro: un enorme desafío” La Ciudad Futura Nº37, Primavera 1993; Bravo Alfredo

“Reformar la Constitución para profundizar la democracia” La Ciudad Futura, Nº38, Otoño 1994, p.7. 27

Por ejemplo, en Junio de 1990, Club de Cultura Socialista y el Institut Socialiste d’Etudes et de

Recherches organizaron en Buenos Aires el coloquio sobre “Alternativas políticas para la crisis

argentina”. El debate que incluyó a figuras como Carlos Auyero, Dante Caputo, Raúl Dellepiane,

Guillermo Estévez Boero, Juan Carlos Portantiero y contaron con el contrapunto de Pierre Guidoni,

secretario de relaciones internacionales del PS Francés y Juan Carlos Rodríguez, investigador del centro

de Documentacióin y Estudios en Asunción (Paraguay).

Page 13: Área temática 4: Izquierdas y derechas ¿Entre el realismo ... · PDF fileEn 1982, tras la derrota sufrida en la guerra por las Islas Malvinas y la agudización ... México1 puso

colaborado con el gobierno de Raúl Alfonsín28

, en este período algunos colaborarán con

la Unidad Socialista29

y otros actuarán en el Frente Grande.

El centroizquierda era enfocado como un espacio político dentro del cual se

reconocían dos grandes familias ideológico-culturales. Por un lado, “la corriente

proveniente del socialismo clásico, de una tradición de izquierda democrática y

reformista fundada en la Argentina por Justo, e identificada a nivel mundial con la

Internacional Socialista. (por el otro) la familia vinculada histórica e ideológicamente a

los partidos populares mayoritarios. Esta familia se compone de sectores desprendidos

de esas grandes formaciones (es el caso del PI y del Grupo de los Ocho) y otros que, si

bien se reclaman de inspiración socialista, se hallan inscriptos en una tradición

nacionalista (por ejemplo, la izquierda nacional, el maoísmo o el Socialismo

Auténtico)” (Franzé, 1991: 4). Es decir, en el espacio político llamado centroizquierda,

se distinguían la familia socialista y la nacional populista, conviviendo no siempre

armónicamente.

La apuesta consistía en construir una articulación de izquierda democrática con

un claro programa de reformas inserto en la práctica social, en camino hacia la

posibilidad de una gran coalición de centro-izquierda que incorporase fuerzas enroladas

en los grandes partidos mayoritarios. En ese contexto, y como contribución para que ese

arco posible de izquierda democrática pudiera constituirse, es que muchos de sus

miembros acompañaron críticamente las vicisitudes del desarrollo de la Unidad

Socialista30

. La expectativa, era que el socialismo democrático31

condujera el espacio de

28

Juan Carlos Portantiero y Emilio de Ipola (director y miembro del Consejo de Redacción

respectivamente) formaron parte del “Grupo Esmeralda” llamado así por el nombre de la calle en la cual

se reunía el grupo de colaboradores no partidarios del entonces presidente Raúl Alfonsín del que

formaban parte. Fue en el marco de las tareas de asesoría que realizaron en este grupo que estos

intelectuales contribuyeron, por ejemplo, en la redacción del Discurso de Parque Norte. 29

De hecho, en las elecciones de la Capital Federal de 1991, la Unidad Socialista abrió sus listas de

candidatos a diputados y concejales, incorporando a miembros del Club de Cultura Socialista “José

Aricó” y la revista La Ciudad Futura. Si bien inicialmente ninguno de ellos obtuvo banca, en abril de

1995 Jorge Tula fue convocado a incorporarse al Concejo Deliberante tras la muerte del Concejal

Jaimovich. 30

Desde 1984, el Partido Socialista Popular y el Partido Socialista Democrático se presentaron juntos a

múltiples elecciones bajo la “Unidad Socialista” y se discutió durante muchos años la posibilidad de crear

un partido socialista unificado sin éxito. 31

“La últimas elecciones no sólo permitieron aumentar la representación parlamentaria socialista sino que

convirtieron a la Unidad Socialista en la fuerza que está en mejores condiciones para articular el frente

electoral de centroizquierda que reiteradamente es reclamado por las agrupaciones que integran ese arco”

Jorge Tula, “Desafíos y posibilidades del socialismo democrático” en La Ciudad Futura Nº32, Abril 1992

pp.8-9.

Page 14: Área temática 4: Izquierdas y derechas ¿Entre el realismo ... · PDF fileEn 1982, tras la derrota sufrida en la guerra por las Islas Malvinas y la agudización ... México1 puso

centroizquierda construyendo una fuerza capaz de hegemonizar, redefinir y expandir el

espacio de la izquierda32

.

Sin embargo, es posible advertir que a medida que se acercaban las elecciones

presidenciales de 1995 y las elecciones legislativas de 1993 ponían en evidencia no sólo

el grado de solidez logrado por el gobierno sino también el vertiginoso crecimiento del

recientemente fundado Frente Grande33

(potenciado por los efectos negativos del Pacto

de Olivos) y la pérdida de votos del socialismo democrático y el radicalismo, cobra

fuerza la idea de que sólo “una amplia coalición de centro-izquierda puede ponerse en

condiciones de enfrentar a la actual coalición gobernante de centro-derecha. No debería

haber tarea más prioritaria que esa en nuestra agenda política” (Portantiero, 1994:5).

El ascenso del Frente Grande y del peronismo descontento representado por el

dirigente justicialista José Octavio Bordón, que alejado del Partido Justicialista y

formaría su propio partido, “PAIS” (Política Abierta para la Integridad Social), abrirá

una serie de escollos a ser sorteados y no menos desafíos para la propuesta encarnada en

La Ciudad Futura. Por lo pronto, tras el buen desempeño electoral del Frente Grande se

hacía necesaria la “construcción de una fuerza sólida y coherente de izquierda

democrática en la que no deben estar ausentes los socialistas y realizar alianzas

electorales con los sectores progresistas que habitan en los dos partidos hasta ahora

mayoritarios, en especial en las distintas tendencias que integran el radicalismo” (Tula,

1994:10).

Es decir, aunque se consideraba que el liderazgo de Carlos “Chacho” Álvarez

había surgido del seno de la izquierda democrática, no había que perder de vista que en

tanto espacio político, el centroizquierda estaba habitado por familias políticas que pese

a la compartida oposición al menemismo neoconservador, se fundaban en valores

diferenciados y programas a menudo contrapuestos reflejados en los modos en que

interpretaban al mundo y el tipo de oposición que desarrollaban ante el menemismo. La

32 Ver: Semán Pablo. "Un paso adelante, dos atrás" Sobre la actualización del centro izquierda, La Ciudad

Futura Nº30-31, Diciembre-Febrero 1992. 33

En 1990 y en oposición a las políticas neoliberales aplicadas por el primer gobierno de Carlos Saúl

Menem, los diputados nacionales Carlos Álvarez, Germán Abdala, Juan Pablo Cafiero, Darío Alessandro,

Luís Brunati, Franco Caviglia, Moisés Fontenla y José Ramos, pertenecientes al Partido Justicialista,

abandonan el bloque oficial y conforman el “Grupo de los ocho”. En 1991 se acuerda el Frente para la

Democracia y la Justicia Social (FREDEJUSO) integrado, además de independientes, por el Movimiento

por la Democracia y la Justicia Social (MODEJUSO), el Partido Intransigente (PI), la Corriente

Progresista Popular (CPP), la Democracia Popular, el Partido Humanista y el Partido Comunista.

Finalmente, en abril de 1993 se forma el Frente Grande a partir de la unión del Fredejuso y el Frente del

Sur de Fernando “Pino” Solanas. Para más datos ver: Ollier, María Matilde (2001) Las coaliciones

políticas en la Argentina. El caso de la Alianza, FCE: Buenos Aires.

Page 15: Área temática 4: Izquierdas y derechas ¿Entre el realismo ... · PDF fileEn 1982, tras la derrota sufrida en la guerra por las Islas Malvinas y la agudización ... México1 puso

pregunta que emergía era ¿cómo transformarlo en fuerza social e instrumento político

sin que la vertiente socialista fuera desplazada por las vertientes peronistas?34

.

Los temores de que el sentido originario de la empresa política que se

caracterizaba por una presencia cultural y política significativa de los valores del

socialismo democrático se desvirtuara, probarán no ser infundados. Por un lado, a fines

de 1994, el Frente Sur de Pino Solanas (coalición de sectores escindidos del peronismo

unido con el PC tradicional y otros grupos aún menores de la izquierda masomenos

clásica) abandonará el Frente Grande por diferencias ideológicas. Por el otro, en

diciembre de 1994 el Frente Grande y el Partido PAIS de Bordón conformaron una

alianza política en vistas a la elección presidencial de 1995 dando origen al FREPASO

(Frente País Solidario) y acompañaron la coalición con la realización de una interna

abierta entre Carlos Alvarez y Bordón para elegir el candidato presidencial en la que

inesperadamente el segundo triunfó por un margen estrecho35

.

Sumado a esto, la derrota de Storani frente a Massaccesi en la interna radical,

acentuó la crisis radical alejando la posibilidad de un acuerdo con el radicalismo. De tal

modo, el derrotero que había comenzado como una coalición de izquierda con el Frente

Grande (con Solanas y el PC en su interior) rápidamente se deslizaría hacia el centro en

su culminación con el FREPASO.

Pese a los temores y dudas que suscitaba el perfil político que acabaría por

dominar el espacio de centro-izquierda encarnado por el Frepaso, desde las páginas de

la revista se llamaría a votar por la fórmula Bordón – Álvarez como única alternativa

posible frete a la coalición neoconservadora del menemismo (Partido

Justicialista/UCEDÉ). Sin embargo, en las elecciones presidenciales del 14 de mayo de

1995 “un elector de cada dos decidió prorrogar por otros cuatro años el período

presidencial de Carlos Menem” (Portantiero, 1995:3) dejando al FREPASO en segundo

lugar y relegando a la UCR al tercer lugar.

34

En un artículo del Nº 39 de La Ciudad Futura, Invierno 1994, Jorge Tula advierte con preocupación la

“tendencia cada vez más marcada a preferir, destacar y otorgar roles de mayor relevancia a las vertientes

peronistas que se ubican en el centro político (…) y por el otro, la vertiente socialista aparece relegada a

desempeñar papeles secundarios, dando la sensación de que son más convidados de piedra que pares

políticos con los que es conveniente y hasta indispensable discutir estrategias políticas y electorales.”

Jorge Tula “Entre los principios y la realidad” pp.6-8. 35

Tras el acercamiento Frente Grande-PAIS que derivaría en el FREPASO Sergio Bufano se preguntaba

“¿Vamos a ser testigos del nacimiento de una fuerza neoperonista con insuficiencia socialcristiana? La

pregunta surge inevitable cuando Chacho elige a Bordón para presentar el binomio para el 95 y cuando el

Frente comienza a actuar como el imán que atrae al peronismo histórico decepcionado por el menemismo

de mercado”. “¿Centroizquierda o neoperonismo?” en La Ciudad Futura Nº40, Primavera 1994.

Page 16: Área temática 4: Izquierdas y derechas ¿Entre el realismo ... · PDF fileEn 1982, tras la derrota sufrida en la guerra por las Islas Malvinas y la agudización ... México1 puso

A modo de conclusión

En las páginas precedentes, hemos tratado de abordar a partir del análisis de una

publicación político-cultural un período de la historia reciente del pensamiento político

de izquierda que suele ser pasado por alto. La mayor parte de los trabajos existentes

suelen estar referidos al período que se abre en 1955 y culmina con el golpe de 1976 y

sólo en los últimos años han comenzado a proliferar trabajos centrados en la década del

70 y parte de los 80. De manera casi invariable, el año 89 suele ser establecido como el

momento de cierre del ciclo de intervenciones intelectuales en el espacio público.

Sin desconocer las mutaciones sufridas por los intelectuales en lo referente a la

propia categoría de intelectual como categoría social legítima, al cambio en la forma de

legitimar sus discursos y la forma en que se insertan en los asuntos de la sociedad, a lo

largo de este trabajo hemos procurado matizar la idea de que los intelectuales

(fundamentalmente de izquierda) se habrían desplazado del centro del campo intelectual

hacia la institución académica liberando espacios y favoreciendo la multiplicación y

aparición de otras figuras que actualizando sus discursos, se incorporaron a la lucha por

el dominio cultural.

La constancia de La Ciudad Futura -que se publicará de manera ininterrumpida

durante 12 años- da cuenta de una intensa actividad intelectual que propició nuevas

modalidades de intervención, que profundizó transformaciones iniciadas en los años

previos y que libró una ardua batalla en su intento por disputar los esquemas

interpretativos que hegemonizaron la sociedad. En sus páginas, quedan las marcas del

proceso de construcción/conformación de una nueva identidad de izquierda en clave

democrática de una importante franja de intelectuales.

Bibliografía

Altamirano, Carlos “Comencemos por reconocer los problemas”, La Ciudad Futura,

Nº6, Agosto de 1987.

Ansaldi, Waldo (2006) “Juegos de patriotas. Militares y políticos en elprimer gobierno

postdictadura en Bolivia, Brasil y Uruguay” en Pucciarelli (coord.) Los años de Alfonsín

¿El poder de la democracia o la democracia del poder?, Buenos Aires: Siglo XXI.

Bernetti, Jorge – Giardinelli, Mempo (2003) México: el exilio que hemos vivido.

Memoria del exilio argentino en México durante la dictadura 1976-1983, Buenos

Aires: UNQ.

Page 17: Área temática 4: Izquierdas y derechas ¿Entre el realismo ... · PDF fileEn 1982, tras la derrota sufrida en la guerra por las Islas Malvinas y la agudización ... México1 puso

Blaum, Luis y Saúl Keifman (2009), “Contingencia y fetichismo: variaciones en torno a

Polanyi, Marx y Keynes”. Revista de Historia Antigua y Oriental 14/15.

Bravo Alfredo “Reformar la Constitución para profundizar la democracia” La Ciudad

Futura, Nº38, Otoño 1994.

Casco, José, “El exilio Intelectual en México. Notas sobre la experiencia argentina

(1974-1983)”, en Iconos. Revista de Ciencias Sociales, FLACSO, Ecuador, nº 31, mayo

de 2008.

De Diego, José Luis (2007). “La transición democrática: intelectuales y escritores” en

en Camou, Antonio; Tortti, María Cristina; Viguera, Aníbal (coords.), La Argentina

democrática. Los años y los libros. Buenos Aires: Prometeo.

De Ipola, “La izquierda en tres tiempos”, en La Ciudad Futura Nº11, Junio 1988.

Editorial “En la mitad del Camino” La Ciudad Futura, Nº33, Julio 1992

Editorial “¿Y ahora qué?” Nº17/18 de La Ciudad Futura, Septiembre de 1989.

Franzé Javier - “La ilusión de la unidad. Los centroizquierdas”, La Ciudad Futura Nº29,

Junio-Septiembre, 1991.

Godio, Julio (1990:20) “¿Hacia dónde va el este?”, La Ciudad Futura Nº 22, Abril –

Mayo.

Landi, Oscar (1988), Reconstrucciones, Las nuevas formas de la cultura política.

Buenos Aires: Puntosur.

Mansilla, H.C.F (2003), “Intelectuales y política en América Latina. Breve

aproximación a una ambivalencia fundamental”, en: Hofmeister-Mansilla (eds.).

Intelectuales y política en América Latina. El desencantamiento del espíritu crítico.

Rosario: Homo Sapiens.

Mesa redonda “¿Hay espacio para un radicalismo progresista?”, La Ciudad Futura

Nº33, Julio 1992.

Montaña Jimena (2015) “De Controversia a La Ciudad Futura. La construcción de una

identidad de izquierda socialista y democrática”, en: Alfredo Remo Lazzeretti y

Fernando Manuel Suárez (coords.)Socialismo & Democracia, Mar del Plata: EUDEM.

Morresi, Sergio (2008), La nueva derecha argentina. La democracia sin política.

Buenos Aires: UNGS-Biblioteca Nacional.

Ollier, María Matilde (2001) Las coaliciones políticas en la Argentina. El caso de la

Alianza, FCE: Buenos Aires.

Page 18: Área temática 4: Izquierdas y derechas ¿Entre el realismo ... · PDF fileEn 1982, tras la derrota sufrida en la guerra por las Islas Malvinas y la agudización ... México1 puso

Patiño, Roxana (2003), “Narrativas políticas e identidades intelectuales en Argentina

(1990-2000)”, en: Working Paper Nº 10, Latin American Studies Center, University of

Maryland, College Park.

Portantiero, Juan Carlos. “La Constituyente y la encrucijada del progresismo” La

Ciudad Futura, Nº38, Otoño 1994.

Portantiero, Juan Carlos “Tiempos de oscuridad”, La Ciudad Futura, Nº 43, Invierno

1995.

Plot, Martin y Blanco, Alejandro. “Conversación con Carlos Chacho Álvarez ¿Una

nueva identidad política?”, La Ciudad Futura Nº37, Primavera 1993.

Quiroga, Hugo (2003): “Intelectuales y política en la Argentina. Notas sobre una

relación problemática”, en: Hofmeister-Mansilla (eds.). Intelectuales y política en

América Latina. El desencantamiento del espíritu crítico. Rosario: Homo Sapiens.

Quiroga, Hugo (2005), La Argentina en emergencia permanente. Buenos Aires: Edhasa.

Quiroga, Hugo, (2005), “La Reconstrucción de la democracia argentina”, en: Suriano,

Juan (dir.), Dictadura y democracia, (1976-2001). Buenos Aires: Sudamericana.

Rodriguez, Jesús “No alcanza con triunfar electoralmente” La Ciudad Futura Nº37,

Primavera 1993.

Sarlo Beatriz, “Un desafío socialista. La construcción de un ideal de transformación”,

La Ciudad Futura Nº21, Febrero-Marzo 1990

Semán, Ernesto “Entrevista a Héctor Polino. Unificación y vocación de poder”, La

Ciudad Futura Nº37, Primavera 1993

Semán Pablo. "Un paso adelante, dos atrás" Sobre la actualización del centro izquierda,

La Ciudad Futura Nº30-31, Diciembre-Febrero 1992.

Storani, Federico “El futuro: un enorme desafío” La Ciudad Futura Nº37, Primavera

1993

Svampa, Maristella (2007), “¿Hacia un nuevo modelo de intelectual?” en Revista Ñ,

Buenos Aires, 29 de Septiembre.

Terán, Oscar (1986), “Perfil de la nueva derecha” en La Ciudad Futura Nº2.

Tula, Jorge “Desafíos y posibilidades del socialismo democrático” en La Ciudad Futura

Nº32, Abril 1992 pp.8-9.

Tula, Jorge “Entre los principios y la realidad” La Ciudad Futura Nº39, Invierno 1994

Yankelevich, Pablo. Ráfagas de un exilio. Argentinos en México, 1974-1983, México

DF, El colegio de México, 2009.