Rojo y Negro 274 diciembre 2013

Las Casas Baratas de CanTunis, conocidas tambiéncomo Casa Antúnez o de

Francisco Ferrer i Guardia, fue-ron construidas en 1929 para laExposición Internacional deBarcelona con el objetivo de queno se visualizasen, en la falda dela montaña de Montjuïc, los«tugurios de hojalata y mal ajus-tada madera». Los desalojados ydesalojadas, ya asentados, prontose organizaron para apropiarse deaquel inhóspito espacio, apren-dieron en esa lucha y más tarderepitieron la experiencia parahacer suya toda la Ciudad Con-dal. En julio de 1936, junto aotros muchos, como ellas y ellos,vislumbraron su sueño: La Revo-lución Social.

Al terminar la Guerra Civil estenúcleo pasó a denominarse CasasBaratas de Eduardo Aunós. Losvencedores estigmatizaron el ba-rrio que, poblado por obreros yobreras, se convirtió para el ima-

ginario fascista en un “barrio pe-ligroso”. Por ellos y ellas y ese“Mundo Nuevo”, que tuvieron laosadía de soñar y la valentía debatallar hasta su último aliento,debemos reivindicar todos los es-pacios físicos y de pensamientovilipendiados y sepultados tras lavictoria de los golpistas.

El libro de Pere López Sánchezes un admirable ejercicio de refle-xión sobre la memoria colectivade un núcleo urbano en el con-texto sindical, revolucionario y dela construcción colectiva de espa-cios vitales; pero también un re-corrido por la represión policial,la autoorganización obrera, losexilios interiores y exteriores, elmiedo, la penuria y la margina-ción que representó el fran-quismo. Una historia socialbasada en testimonios del pa-sado, con una exhaustiva labor deinvestigación docu mental, perotambién con la memoria de loshabitantes de Can Tunis quienes

intentaron tejer la Revolución So-cial. La miseria del franquismo,pero también de la Transi ción,generó en aquellas personas una“vergüenza” y miedo “al quédirán”, que en algunos casos lesllevó a pasar “página”. El investi-gador coexistió con las dificulta-des de sus inter locutores pararelatar con fluidez y sinceridadlos recuerdos, ya fuesen propioso de sus padres y madres, sinlugar a dudas consecuencia de lasfrustraciones y miedos del un pa-sado tan castrador como ignomi-nioso.

Si algo podemos recomendares que no os perdáis este libro(compradlo, pedidlo prestado,solicitadlo en la biblioteca devuestro barrio…) porque en élvais a encontrar vivencias, sueñose ideas de nuestra historia conmayúsculas, esa historia que tren-zamos con cada aliento y en cadalucha. Una lectura apasionante ygratificante en la que se indaga

más allá de la crónica social de unbarrio y de su paisanaje para re-flesionar sobre el pasado del mo-vimiento obrero revolucionario.

Aquí y ahora aquellas luchas, siel fatum nos es propicio, seránejemplo para volver a prender lallama que será hoguera.

Estas cuatrocientas páginas sonun testimonio del “mundo nuevoque llevamos en nuestros cora-zones” que nunca ha dejado delatir generación tras generación.Recorred la gesta revolucionaríade los años 30 que sigue espe-rando el renacer revolucionarioque sólo las libertarias y los li-bertarios podemos hilar. Tomadejemplo de aquellos hombres ymujeres. Aprended de nuestrascompañeras y compañeros, desu ejemplo y de sus vidas pre-ñadas de La Idea: de espíriturevolucionario, de justicia, deigualdad, de solidaridad y sue-ños de libertad para toda la Hu-manidad.

Finalmente recomendar queno dejéis de visitar la página: http://rastrosderostros.word-press.com, donde podéis conti-nuar este periplo por Ítaca,guiados por el riguroso trabajode investigación histórica delautor y su entusiasmo mili-tante.

Gracias, Pere por esta aporta-ción a nuestra memoria colectiva.

Cristina Plaza Aguado

Ateneo Libertario La Idea

Rastros de rostros en un prado rojo (y negro)Las Casas Baratas de Can Tunis en la revolución social de los años treinta

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