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- 1 TIERNOS LAMENTOS o.o~ QUE :a:. ,A~~.A .:c:mVOIJ: . .A.

LLORA LOS GI\.A:Ví&I~IOS TORMENTOS, 1

QUE P ADECIO

LA NOCHF. DE SU PASION

NUESTRO SOBERANO JtEDENTO~

JESUS. Entrase para e~to espiritualmente en llr) rincon del calabozo, y d.e allí no quisiera salir jamás.

BI.SPlJ~STOS

por un R eligioso del comJti.nto de nuestm Se­ñora de la .M.e.1;r;ed, redencion de cm~ti'Pos,

afealo á e#e .. tiemísimo paso.

Impronta de D. Pedro Dlartinez, :tl8.11e de ViUegas n. 84.

PRE.fíMBULO A LA lVIEDITACION.

Armada de 'fortaleza (alma devota y a­companada de la admiraciOJiJ, dolor y ter­nura, anímate á visitar á tu amantÍsimo Redeliltor J esus en el lóbrego y asqueroso sótano, donde Jo arrojó la · tiranía de sus enemigos . para acabar de pasar la noche triste de sus penas, si es que tienes ánimo de admirar lo que pasma las illteligencias sagradas, ppesen este Jugar podemos de­cir, se vió lo que IsaÍas había profetizado, que · llorarian amargamente los Angeles de paz: Angeli pacis amare fiehunt: pues padeció. el Sen'or tantos tormentos en este calabozo que dice Saft Gerónimo que no se sabrán, hasta el dia del J uido; San Pas- -. casio, San Agustin y San Buenaveutura, ci-

. tados del V. P. Ulloa dicen, que cansados los malditos Príncipes de atormentar al Se­nor; llamaron á los· soldados principales y se lo entregaron, para que lo encerraran en un . sótano que estaba .en la parte inferior de

-4-. , la €asa de Caifás, para que ' allí estuviera a:-

segurado hasta que amaneciera. Era este sótan.o :QIIaQartolina iuservible

obscura, y tenebrosa aun al medio dia, a pues cual sería su Qbscurid ad á la media noehef" Con razon podia escIamal' aquí nuestro amorosísirno Jesus, quitándole á David aquellas sentida~ pa­labras del Salmo -87 Posuemnt me iI:t laclt in-.jeri~ri; in tmebrosis.E3 in lt71zbra mortis. lVIe han puesto en ;.UJdago inferior de tantas tinie­hlas; que es su confusioll una viva sombra ,de la· muerte. Era tan inmundo este sótano, que en él ¡arrojaban ,todas las hasuras del ' pala­cio, tan húmedo, que era un fiero lodazal, ó ¿lIbaRal donde solo habia gusanos, rato­nes, y otras za·bandijas a~querosas, tal, que la . misma muerte 'era menos rigurosa, que aquel ind.igIlGim..o luga,r, dice San Lauren­ci(i) J ustiniano ' eo el libro del triullfo de Cristo écap. 10. -In loco inclecentissimo po­suerzmt, I",bi fcetores purganzentorltm, ver­mium mltltituclo, €3 tenebrosus carcer qltce­clam erat mortis imago. Pues mira á tu Seno!' arrastrado por este cie1l,o" atormentado por las prisiones, cordeles y .cadenas; heri­do con puñadas, pescozones" .y punta pies ; y que luego; asiéndolo de su venerable bar- , ha, lo levantan .del suelo, diciéndole mil blasfemias, (U'.l!Ojando asquerosas salihas' á

-5-1.. su helHsimo Rostro~ dando carcajadas de ris'a ~ y que así lo llevan, vendados sus ' hermosísi~ ¡nos ojos, coa un ulldr'tljo puerco, tan sucio, que sol o sf'rvia de quitar el tizne de los tras­tos de la cocilla , así puesto mof~1han de su Soberanía , diciend f) : ¿Adivina quien te di6, si eres Profeta? De esta suerte lo IIp,van, y lo a marta n á uIIa med ia col ulla; 'ó peñasco; que esttlha en med io' del sótano" con tan peHosa ' postura, que lIi aun hien parado quedó el Se­ñor; pues solo estri va ba en -las- pUlltas de lús pies; las :"ogas y caoenas de los brazos, y cin­tura asidas á la pared; la del cuello ,tiraha con gran Crueldad hácia el suelo, de suerte,que quedó su Santísimo Cuerpo en el áire. Mira 10 que le cuestan al Seflol' tus ingratitudes, mira lo que el Señor padece, y no 01 vides tan~ tos beneficios; ve mirando con la considera­don todas ,estas cosas múy por menudo, sacan­do p~ra tu egercicio y provecho estos puntos.

Mira lo primero al Sol resplandeciente de justicia en las ohscuras tinieblas de un cala'::; 'hozo: mira cuan distinto se atiende ahora de lo que estuvo en el Tahor, allí con' los res­plandores de ' su Rostro afrentaba los ])rillos del Sol, y causaha tal alegría, que no quisie. ,ra apartarse de aquella gloria el Príncipe de los Apóstoles Sefíor San Pedro; aquí padece tales tinieblas, que mueve á .compasioll á las

._6~ piedra~, pues aun es mas su pena ver que aquel discípulo, que en el Tabor queria per­manecer con él en los lucimientos, en esta triste noche con juramentos lo niega. ¡O con cuanta "azon habia dicho su Magestad, que aquella noche habia de prevalecer la potes­tad de las tinieblas! Pues advierte, que sien­do estas tan penosas, mayores tormentos le causan los hombres con las tinieblas de su ignorancia; y pond~1'a cuanto le has agravia­do tú con las obscuridades de tus eul pas, pues haciéndote por ellas , su enemigo, has procurado ingrato obscurecer sus resplando­res, por dar gusto á tus apetitos: saca a­fectos de av.ivar la. luz de la fé, que tan 'muerta la tienes cun tus malas obras, y 0-

frece la á mi Senor en desagravio de este tor­mento.

Da otro paso mas adentro con la consi­deracion, y admira las basuras, é inmundas asquerosidadps en que la furia de los judíos tiene arrojado á tu Senor: mira aquella be­llísima flor del campo arrastrada, y ajada en aquel hediondo calabozo; y si el pacientí­simo Job cuando estaba en el esterquilinio causaba tallta lástima, que no hallaban sus amigos palabras con que esplicar su pena, sillo que se' estuvieron suspensos á su pre­sencia siete dias, sin articular una voz,; cuan ..

-7-to mayor debe ser tu sentimiento cuando ad-viertes al Soberano Rey de la Gloria en tal vil ultraje, y mas cuando tú con temeridad quizá lo has arrojado en las asquerosas basu­ras de tu conciencia dañada, y lo arrojan to- . dos aquellos que temerarios lo reciben Sacra­mentado en pecado mortal: j qué atrevimien­to! Procura tú en desagra vio asearIe un mag· nffico palacio' en tu corazon barriendolo y limpiándolo con un riguroso exámen de tus acciones; doliéndote de todo corazon de los defectos que hallares haber cometido contra su bondad.

Ponte ahora con la consideracion en me­dio de este calabozo, y mira una media co­luna ó peñasco, donde está . atado fuerte­mente tu amorosÍsimo dueflo: mira la pro­digiosÍsima coluna del desierto ligada á una media col una de vilipendio; la misma blan­dura y clemencia atada con escarnio á la ma­yor dureza; pues pondera en ese peñasco la dureza de tu corazon, aun mas duro que él, pues con tantos J lamamientos, é inspiracio­nes no se ablanda: cuanto mas sentirá el Señor esta dureza de tu obstinacion, que la de aquella peña; jÓ cuanto afligen al manso Cordero aquellos, que obstinados permane­cen como duros peñascos en ,la perniciosa 0-

casion de sus culpas! Llégate, y llorosa. de-

sagravia' á tu Padre (ó alma devóta) con t~ compasion y ternura" pídele ' te de la firme'" za de aquella col una en tus' propósitos ..

Pasa ahora á percibir el intoleI.'able he:... dor que le atormenta el sentido ·del olfato', porque siendo aquel un albafíal, con el con­junto d'el agua puere'a que allí derramaban basuras y todo género de inmundicias era un hervidero de gusanos, que junto con la humedad" despedia tal hedor que no' se' po­dia estar llfl instante por el asco qúe eausa­ba; l pues cual estaría en está indecenc'ia a· que! galante Esposo de la alma Santa, que solo con el, olor de sus vestidos arrastraba tras sí ta's voluntades'? Mira alma', si es que los ojos no se te' han liquidad·o en llanto, cual se h él'lla tu Sefíor en esta, bartolina .. Mas?, Ó'dolor! Que esos fetores son las gra· ·ves culpas del escándalo con que los hom­bres le ofenden, haciendo gala de sus deli .... tos, y arrastrand-o á otros con su mal ejem'" plQ á la perdicion., ¡Ay d'el mundo por los es'"

. cándalos! (dice el mismo· Senor en pluma de S .. Mateo, cap. 18.) pues examina tu modo de vi tir: si has escandalizado á tus prójimos, ¡ qué hedor tan insoportable has causado á tu Senor! Procura desagraviarlo; haciendo que tus a eeiones sean tales en adelante, que ' tu huen ejemplo sea incentivo al serv.icio de Dios.

--9-- .. Pasa ahora á fijar la consideracion en el

grave peso de las cadenas con que tu dueno está aprisionado en el inmundo céllabozo: cual estaría sin poderse mover con una ca­dena gruesa al cuello, que le impedia la respiracion; otra liada . por los brams, que daba vuelta á la cintura; las manos atadas con una cuerda COIl · tal rigor, que no solo le ahogaba los pulsos, sino ' que por entre las unas de los dedos le reventaba Ja .sangré. Mira erial está mi Senor ~hogado con tan­tas prisiones como que fuera ~l mayor fa­cineroso del. mundo, cargado de hierro. el libertador del género humano~ ¡O lo 'que puede la malicia! Pues adviei"fe~ que no ' es otra cosa estar el Senor cargado de prisiones, que estar fatigado con la gravedad y peso de las culpas de los hombres. ¡Ojalá ellos cono­cieran siquiera la gravedad y peso de una cul­pa mortal, como la escusaran! Culpas aprisio­nan á tu Senor, alma ingrata, y de eso se queja en el salmo 118. Funes peccatorum circum­plexi sunt me. Y estas cadenas no se quiebran COIl otr~ cosa, que con una verdadera contri­cion: pues si conoces esto, c6mo no te desha­ces en verdadero llanto? Procura quita r las prisiones á tu Senor y dueno, . con dO'loro~as lágrimas de tu corazon, sintiendo en él 'ser la (:ausa de sus' tormentos con ··tuS culpas. ; ! ..

_10_

Levanta ahora los ojos de la considera. cion á mirar al cielo (que mas bello que el cielo es el hermosísimo Rostro de Jesus) y

· verás el mas lamentable eclipse que se pu­do imaginar, pues los resplandecientes soles de sus ojos, se hallan cubiertos con una ben­da asquerosa, ó sucio. andrajo. O! cómo in-

· ventaba la malicia lIuevos modos de ator-· mentar á mi Senor; pues para tener su di­ver:,ion cubre con un asqueroso velo aque­llos ojos lillces, á cuyos reflejos nada se o­culta! Para qué, Padre amoroso, os dejais. cu.brir esos hermosos luceros! J Es acaso por no ver la· fealdad de mis culpas que tanto os atormentan P Bien pudiera ser J pero qué haré yo que DO esté patente á . vuestra vista para el castigo? ¿ Pues para qué puede ser sino para que yo conpzca la ceguedad con

· que cubiertos los ojos de mi a lma con la ellganosa venda del amor propio, me I~e ar­rojado á vuestras ofensas? De esta suerte vendad9 . el Seilor padecia infinitos ultra­jes en aquel maldito juego, c.on que dándole fieros golpes le decian: Adivina , qztien te dió? No tienes tú, alma ingrata, que pre­guntar, pues atrevida le has dado tantos gol­pes~ cuantas culpas has cometido. Desagrá­viajo con abrir los ojos del entendiniiento á ver Y. conocer tus culpas para llorarlas, quita

~IJ_

'~e tus ojos la maldita venda de la pasíon que te ciega, desecha el asqueroso' velú de la "I~I'güenza que te estorva á la penitencia en desagravio de este ultfélge de mi Sellor.

LVlira por tiltimo (si es que te ha queda­do CllraZOll para sentir) el doloroso llanto de mi Seilor, las a hundaJltes lágrimas que des­tilan sus bellísimos ojus, con tanta copia, que llegó á mojar con ellas aquel asqueroso velo con que los tellia cu biertos. A prende á llorar~ alma, que si hasta aquí no te habian movido s~s pellas, quizá te aSOInaréÍlI las lá­grimas tÍ lus ojos . las tiernas lágrimas que tu duelÍo vierte. No imagines que llora por los ultrages que padece, ni por las irrisio­nes que pasa, por tí llora, tu misel'ia sien­te, tu perdicion lamenta Jesus; atiende en aquel iumundo sótano tu ceguedad~ las ha­suras de tus culpas, el hedor de tllS C'seán­dalos, y la dureza d,e tu COl'aZClIl: esto es lo que "le oca~iona tan tierno lIallto. Pt'les si así llora tu Redentor á vista de' tus delitos, como no te deshaces en llanto de dolor de haberlos cometido r Entrate, si te lo permite la pena, á su afligidísimo corazon, y lo verás cercéido de angustias ' de considerar tu ingra..; titud. O corazon amorosísimo, que así te a­fliges á vista d'e mis iniquidades 1 No' te a­niquila, alma, el' pesar de ser causa de ta~

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tas congojas r Desagrávialo con verdaderas lágrimas nacidas de lo íntimo de tu cora­zon, y de lo dicho toma materia ' para la meditacion, y pasa al egercicio.

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MODO DE HACER ESTE EGERC]CIO.

Juntas todas las personas que huhieren de egercitarse en esta santa devocion, y ha­

. biéndose persignado dirá en voz atta y con pausa proporcionada, el que leyere . lo si-guiente: .

ACTO DE CONTRICION.

O bondad infinita! i\mable principio mio, mi lesus, mi Señor, mi Duei'io, mi Redentor y Padre mio,por tantos títulos mio, cuantos I

son los que vos, bien eterno de las almas, firmasteis con vuestra preciosa sangre, para q.ue yo fuese vuestro. Quiéll podrá bastan­temente llorar mis miserias? Quién podrá Sellor, gemir tal porfía en mí para perder,­me, y en vos para perdonarme? Qué os . .9~ movido, Dios mio, para usar conmigo ta11ta:s mi~ericordias? Os movieron acaso mis miser

.t¡~.s, .sol~Je .cpalltas se han cometid9 ~~s.d~ . ~l

. . , -13-principio dél mundo? Qué amor' correspon:"\" derá á vuestro amoroso perdonar? O santos' penitentes, contritos y doloridos, que habeis~ llorado perfectamente vuestras culpas, dad~ me lágrimas para llorar mis pecados. Pero Sef'íor, Redentor mio á vos apelo, basta una gota de sangre ó del sudor de vuestras fa­t igas, para consumir el fuego de mis pasio-­nes. Pésame, Senor de haberos ofendido: pé­same Padre mio, de haberos agraviado: yo propongo firmemente no ofenderos mas: no mas pecar, dueno 'amoroso, permitidme llo""" ra1' de tal manera, que merezca verme lava-' do con el agua del dolor, para que así lim­pio en esta vida merezca ir á adoraros en la eterna._Amén. .

Inmediatamente se dice' la sigzeiente

ORACION PREPARATORIA.

Santísima Trinidad Dios Padre, Dios Hi­jo y Dios Espíritu Santo, tres personas dis­tintas, y un S019 Dios verdadero, ante 'VUts:' fro divino acatamiento se postra y arroja hu­milde la mas vil de vuestras criaturas: bien conozco Dios mio, que mis muchas ingrati­tudes me hacen indigno, mas tambien co­nozco que ya de mi parte no hay mérito a1-·

~14-guno para estar á vuestra vista; valdrán por mí los . inf1nitos méritos de la sagrada vida, pasion y muerte de mi Seno.r Jesucristo, los de mi Senora la Vírgen María, el amor y méritos de mi SeI'Íor tian José, la gloria que os dan mi Angel Custodio, los siete prínci­pes asistentes á vuestro 'J1rono, los Santos del cielo y justos de la tierra, entre los cuales indignamente asisto. Quién soy yo, Dios mio, para: tener tan santa compailÍa, cuando con tanto arrojo os he ofendido ~ Mas si es vues­tro gusto, hágase _ vuestra s8ut(sima voluntad. Oli doy: gracias por los heneficios hasta aquí recibidos, y en,peticion particular os pido me deis vuestra divina luz y gracia, para con·· ~iderar los tormentos que p<'ldeció vuestro Santísimo Hijo mi Sei'íor Jesucristo esta fu nesta noche, y ' en peticion comun os pido 10 mismo para todos mis prójimos, que se ocupan en el santo egercicio de la oracion; I

espero Serior alcanzar esta gracia._Amén.

Ahora se lee el punto, ó puntos de la me­clitacion conio estan puestos al- principio. Si se hace pltblicamente en la" iglesia, y hay Plática, se predica, dichas ,estas dos oracio­nes antecedentes; y acabCf-da la Plática Ó leido el pltn~o se dice la invocacion del Es-

.pfritu Santo como sigue:

-'

_1"5-O bondad de Díos .infinita! O· misericor­

dia sin número! O <livino Espíritu I Ven; y' llena nuestros corazones del dlllce fuego de tu amor. O Padre de los pobres I Ven, y has que perpetuamente te amemog. O Maes­tro Sapientísimo T Ven, y alumbra nuestros entendimientos, para que podamos egercitar­nos en .esta santél meditacíon. (:::) O Dios eteno UIlO con el Padre y el Hijo I Ven, ven, ven, é inflama nuestros afectos con tu abra­sada caridad, para que . viniendo contritos á este santo egercicio, salga mos gozosos, co­giendo por fruto tus Divinos Dones y en es­pecial el de tu santo temor, con el cual ha­gamos una resolucion firme de morir pri­mero que pecar._Amén.

Advierte que /te oracion que comienza Santísima Triuidad, esta invocaciorA del Es­píritu Santo, y la accion de gracias !fue va al fin y empieza: Altísimo Señor, te pu,eden· servir toelas las veces que hubieres de tmer oracion, mudando en las oraciones lns té,'­minos cuando llegues á esta señal (:::) con- ' forme el pwzto que fueres á meditar. .

\ Acabada ele hacer la invocacion antece-· üente, se tiene la meditacion el tiempo qTte },areciere necesario, y al fin de glla se le- ,.

_16 _ _ vantan aos personas -tomando dos luces, y haciendo tres postraciones las ofrecen al Sá'íor, y en tanto que las u frecen , canta la música con voz tierna y devota. '

,

Triste la noche zozobra En sombras, y el Emisferio Da al través, y no ya,soplos, Gemidos respira 'el viento.

Si en lo obscuro, de esta lloche' Os colocó mi desgracia, Dadme la luz de la gracia, Que en desagravio desbroche~

En amor profundo, fundo, . . De desagraviarte, alte, Que sin que se aparte, parte, Al lugar inmundo, mundo.

El que dice las oraciones, leerá esta hien' sentida.

Amantísimo Jesus mio, espejo clarísimo" 1- sin mancha, viva imágen ,del Eterno Pa-\ dre~ ya que por mi amor os habeis humilla­do tanto, que vuestra venerable persona lle­gó á ser ajada de los hombres mas viles, hasta arrojaros en este inmundo sótano, per- I ~itidme haceros compaiíía este corto ratol con las lágrimas de mis ojos hay me quiero ,

-17-~star SeDor, ya que no con la pureza de los ángeles que confusos os acompanan, si quie­ra entre las asquerosas sabandijas que os a­turmentan, pues he~sido yo quien mas que todas las sabandijas pecadoras os he of~l1di­do. Pero qué es esto que atiende mi 'respe-~ to? Qué obscuridad es esta f No sois vos.se-': ñor, el resplandeciente Sol de JustiCia, pues cómo os hallo en estas ' lobregueces? Quién os ha puesto, Padre mio; en lugar: tan in­decente? Para cuando se fabricó aquel mis­terioso candelero, lleno de 1 uces para que os alumbrara, sino para ahora? Pues quién os ha abatido á este sumo desprecio, sino las confusas tinieblas de mi ignorancia? Cómo no ciegan ' mis ojos en perpetuo llanto de veros en tanta obscuridad? Ay Senor t Ay a­mor mio t Luz de mis ojos, r~cibid en desa­gravio la luz de la Fé Católica que pr~fesé en 'la sagrada ' fuente del bautismo, { dester­rad de. todos los' hereges las tinieblas de sus. errores, dad les -luz y conodmiento de las: verdades católicas,,y á todos nosotros la luz, del conocimiento de nuestra iniseria, ' para', que os agrademos y desagraviemos._Amén.

-.. . ::..

_1-8_

COMIÉNZASE LA- CORONA

DE DESAGRAVIOS.

"ir ....... Deus in adjutorium meum ' intende. JI¡:.--.Domine ad adjuvandum me jestina.

Gloria Patri, ~c.

Dadnos Hcencia SeiÍor, . Para que esta noche triste

L Podamos lJorar la pena, Que en vuestro fiel pecho asiste.

Purificad nuestros labios~ para que asi glorifiquen Vuestro Ser que es inmutable, Vuestra paciencia in vencible. ..

En amor profundo, &c. .

Se reza un · Padre nleestro y siete Ave·: Martas, y dicho el gloria Patri con las pos-o traciones dichas, se barre y riega .delante del Seiíor con agua de olor, en honra del~ llanto 'de mi Seno,..

El llanto y dolor porfian Cual mas grande compitiendo, Sin c~der jamás alguno, Cualquiera vence en su estremo.

· ...... 19-Sean agua", y de olor

Del desagravio el abrigo, Si vuestro llaoto á un amigo Supo librar del fetor.

En amor profundo, &c.

OFRECIMIENTO.

Perenne y hermosa fuente de la vida, es­pejo sin mancha y cristalino: como no mue­ro de sentimiento cuando advierto á la mis­ma pureza por esencia en el asqueroso loda­zar de esa bartolina? Vos, Padre amantÍsi­mo, para librar á los hombres de la eterna cá,'cel del infierno, tan abatido en ese sóta­no! Qué lodo es este en que os miro amo­roso duenó de mi alma, sino mi mala con­ciencia! Y por es·o vuestros hermosísimos o­jos vierten copiosas lágrimas? O preciosas perlas que así os derramais en esa sentina! Quién tuviera copiosas lágrimas de verdade­ra contricion para limpiar mi conciencia su­cia que os atormenta! Recibid Senor la con­tricion y lágrimas de los santos penitentes, y por el infinito amor con que padecisteis este ultrage, os suplico nos concedais verda­dero dolor y llanto de nuestras culpas, pa­ra . que así os agrademos y desagraviemos._ Amén •.

SEGUNDO MISTERIO.

Un Padre nu~stro y siete Ave Martas.

Se ofrecen flores -deshojadas en desagravio de las , c;ts!]uerosas hasuras.

Si con in~uÍldicias tantas ~ ~ ,: , Te efenden los pecadores, _ ':\ r; ¡ :pesag'ravi~n~e las flores, _. . Que· ofrecemos á tus plantas. . . ¡ Llls flore/) de las virtude~ , , ;Y el buen .olor q;1i~ desprend~n

, i

" . Desagravien lo que ofenden A Dios mis ingratitudes.

_ . En amor profundo, &c. !

- r : O;FR~CIMIE.NTO.

Flor hermosísima del campo, graciosa a-, zucena de los valles, acardenalado lirio de mi vida, qué ultrage es este que admiro en tu grandeza? Tú jazmin. peregrino, y mirasol bellísimo arrojado entre las asquerosas basu­r,as y 'telaraiías de esa sentina? Es por ven­tura este el ameno jardin á que te convi­daba tu Esp.osa la alma santa? Me parece que' n.o; y si 1.0 es, cóm.o se han c.onvertid.o sus fl.ores en. las su.cias basuras de este sóta­no f Quién 1.0 ha c.onvertid.o en ab.ominable

~2I_

esterquilinio sino yo, que en lugar 'de flore­cer hermosas violetas de virtuqe's, . vistosas amapolas de penitencias, y doloridos jacin­tos de contricion, he convertido los dones so­brenaturales que me dis'teis, ~n asquerosas ba­suras de culpas con que os he ofendido? O I

Jesus mio, como , me puedo manten~r sin morir en el rincon que rrie permitisteis en este calabozo á vista de las feas escorias de mis culpas? Qué haré yo' en desagravio de este ultrage f Nle valdré de las admirables virtudes de vuestra afligidísima Madre, y de­mas cortesanos del cielo-que son vistosas flo­res que os agradan. Recibidlas Padre mio, ~Il desagravio de este desprecio, y conceded­nos el egercicio de las virtudes, y gracia pa­ra hacer un exacto examen de mi conciencia para limpiarme, mediante una buena confe­'sion, qQe os agrade y desag t'avie._Amén.

TERCERO MISTERIO.

Un Padre '~luestro y siete Ave Marías. , Se ofrecen unos perfumadores en desO:l5ravio ele los fetor~s que atormentaron el olfato de

, nuestro, Salvador. ,

Si el fetor que es tan ageno - l " .De . e~e o!f~to os a,gravió."

, )

_22_

Ya hijo vuestro ofrezco yo Sahumerios de un campo lleno.

Las flores de la& virtudes, y el buen olor que desprenden Desagravien lo que ofenden A Dios mis ingratitudes.

En amor profundo, &c.

OFRECIMIENTO.

. Suavidad de la gloria, olor ceJ{'stial, con cuya fragancia se pasman las espirituales in­teligencias, suavísimo Jesus del alma mía: qué hediondés pestilente es la que vuestro olfato así lastima? No sois vos, Senor, el Esposo celebrado, cuya fragancia llevaba tras sí las atenciones todas de la Esposa? Si: pues cómo ahora os miro entre tan abominables fetores? Oué hedor es ese que os atormenta! Que ha d~ ser ; sino la hediondez de mis vi'­cios, con que he escandalizado á mis próji­mos. Ay dueno mio, y cómo conozco ahora lo mucho que acosijan nlis pecados! Qué haré en desagravio de mis muchos delitos! Supla por mí, y' por mi tibieza, el buen e­jemplo de los santos, que como con suave olor escitaron á sus prójimos con sus virtu­des, para que arrepentidos de sus culpas os agradaran; y comprimid, piadosísimo Pa-

· ~23-dre, á los que como yo con el mal ejemplo escandalizan, dándonos á todos verdadero co­nocimiellto de nuestra miseria, para que ob­servando vuestros preceptos, os· agrademos y desagra v iemos.=Amén.

CUARTO MISTERIO. . . En de6agravio de las prisiones se ofrecen

l¿nos ramilletes.

Qué asombro, qué Dios se mira De los hombres prisionero; y en todo, menos de culpas, Que libres se hallaron ellos 1

Mis . virtudes religadas, Como azezico1:i de flores, Desagravien los rigores De esas cadenas pesadas.

En amor profundo, . &c.

OFRECIMIENTO.

Fortísimo Senor de los egércitos, imán que aprisionas voluntades, invencible y Divino Sanson, qué es ésto f Donde éstá la admira-hle fuerza de · vuestro brazo que tan tirana­mente os miro aprisionado f Quiénes fueron los crueles Filisteos que tan cruelmente os ataron f Quiénes hábian de ser, sino los COl',:"

-_24-deles de 'Adan, las sogas del amor, y las cade­·nas de mis culpas que os han aprisionado. Yo ·he sid~ la ilJfiel Esposa, que corno ingrata Dalida os ,entregué á los Filisteos de mis ape­titos. Yo os aprisioné, dueno mio, con mis pecados, que eslabonátldose unos á otros, se multiplican para atormentaros. Pues Sei'ior, aquí estoy arl'inconado en este sótano, casti­gadme, t)oberano Jesus, pues yo he sido el homicida de un Dios Hombre, qué haré en desagra vio de esta traicion, sino ofreceros la union de ~os fieles, que os agradan, junta con las prisiones y tormentos de los Santos Már­tires? Yo os suplico, aprisionado dueno de mi alma, rompais las cadenas de los cautivos fiele~, y deshaced las prisiones de nuestros pe­cados, para que libres por la gl'acia, os agra­demo~ y desagraviemos.=Amén.

QUINTO MISTERIO.

En de~agravio de la dureza del penasco á que ataron al Senor: ofrece agua de azar •

. Cuando las penas mas duras Su dureza '·depusieron, A lo duro de un peiíasco Ataron al Rey del cielo.

Pues si azares 'mi dureza Os . da con su obstinacion,

-..25.-. Bien eso¡ que la devooioll~ Tome el azar en fineza.

En amor profundo, · &c.

OFRECIMIE NTO.

Prodigiosísima columna del Desierto, .dul­cÍsimo Jesus del alma mía, ¿qué mutacion es esta tan es~raila? ¿ Donde está la blandura y apacibilidad con que en forma de nube se templaban los ardores del Sol? dComo os mi­ro ahora en la lobeeguez de este calabozo, ti­ranamente atado á la dureza de ese peñasco? Parece? Señor? que ha trasladado á vos su ser insensible, pues con ánimo quieto solo pensais pensamientos de paz? Y 110 de . aflic­cion. j Ay Jesus mio! ;. Qué dureza es esa á que os han aprisionado, sino la dureza ·de mf COl'azoo? pues llamándome vos con tan­tos ausilios, 110 correspondo á vuestras inspi­raciones? ¿ Qué haré . en desagravio de esta · ofensa, sino deshacer mi pecho en perpetuo llanto, pidielldoos perdon arrepentido? Ablan­dad pues, Padre amorosÍsimo mi dureza, y por el amor con que padecisteis esta igno­minia, os suplico, ablandeis la dureza de to­dos los que obstinados se mantienen en la per­niciosa ocasion de vuestras ofellsas, para que arrepentidos todos, nos pongamos en vuestra amistad y gracia.;::;Amén • .

:....26_

SE STO MISTERIO.

En desagravio de los ultrages, silvas, mofas y blasfemias de los judíos; se ofrecen unas

cazolejas.

Con Dios juegan, y de herirle Hacen entretenimiento, Qué será al furor, y alodio La rabia, que sirve al juego?

Cuando os agravia el sayon Con blasfemias insolente, Ofrezea el amor ardiente Cazoleja el coraZOl1.

En amor profnudo, &c.

OFRECIMIENTO.

Amoroso fuego, que me enciendes; cari­dad ardiente, que me inflamas; ardor divino, que en amor me abrasas, qué es ésto? Dos fuegos atiendo en este sitio, uno el de vuestro _ardiente amor, otro el voraz incendio del o­dio de voestros- enemigos que os han puesto por el objeto de los escarnios, mofas, bIas fe­_mias y vilipendios. Ay Esposo de mi alma! Qué se han hecho aquellos alegres motetes de alahanza? Cómo no escucho aquel miste­rioso Trisagio: Santo, Santo, Santo? O, c6mo la malicia y furor, lo ha convertido en risa-

-27-das, y desacato! Vos Rey de la gloria, que­reis sufrir por mis pecados tantos tormentos? Tantos baldones, Senor, t lllltas bofetadas y salivas? lVIas duro soy que el diamante, pues no muero aquí de sentimiento: recibid en desagravio de la voraz llama del ódio de vues­tros enemigos, la caridad y zelo ue los Varones Apost6licos que solicitall la conversíon ue los pecadores; y dad á los venerables sacerd.otes ardiente zelo de la salvacion de las almas, y á todos dadnos un ardiente amor vuestro, pa­ra agradaros y desagraviaros.=Amén.

SEPTIMO MISTERIO.

En desagravio del andrajo con que á nuestro Salvador le vendaron sus bellísimos ojos, se

ofrece Incienso.

Acabense los enojos, No á mis cülpas atendais, Si por ellos os ven dais Con esa venda los ojos .•

De iucienso aquestos dtspojos , Os ofrezco por la ofeusa,

Miradme ya en mi defensa Sin esa venda en los ojos.

En amor profundo, &c. .

OFRECIMIENTO.

Bellísimo iman de mis afectos, hermosura' que cautivas voluntades, qué eclipse es el que padecen los dos brillantes so'les de vuestros ojos f No es menester, 'Señor, para que yo crea que sois el verdadero amor, que oS dis­fraceis en Sagrado Cupido; cubriendo vuestros luceros con ese despreciable andrajo de la malicia. Bastan las amorosas saetas con q'ue me habeis herido. Si os cubris los ojos para no ver mis iniquidades, ¿ qué puedo yo ha­cer, que se esconda á vuestra vistaf Si es para ellsefíarme á llorar~ sirviendoos de paño (~e lágrimas ese andraJo" ya las lloro lucero ~e mis ojos, con verdadero dolor de haberos a­graviado. Recibíd, belleza de los cielos, en desagra v io de este desprecio, la fér'vorosa 0-

racion de vuestros escogidos, y pot la man­sedumbre COIl que lo sufristeis os suplico, Dueño amoroso, quiteis el feo velo de la ver­güenza á los que pOI' ella callan sus p~ca'dos en la confesion, y habi'id los ojos del cono­cimiento á los infieles y hereges, para que salgan de sus et'fores, y á todos nosotros qui­tadnos la venda del engaño, para que sigamos la recta vereda de vuestros preceptos, y que os agrademos en todo, y os desagravie!ll0s. Amén.

-29-, : . Inmediatamente se ri za la Coron.a del

.D~lcfsimo Nombre de Jesus: en lugar de Pa­dre nuestro, se dice: Gloria Patri, &c. y en lu­gar de Ave MarEa: el Dulcísimo Nombre de .lesos sea alabado, y el de María mi Senora .y-enerado • .y se termina con los epítetos si­guientes.

Jesus, tu por mi afrentado -En calabozo abatido; -¿ ~in tÍ~ }estis? ¿Yo perdido? ~Vivo yo? ¿-Tií ápl'isionado?

Siéntolo~ Jesus amado, Me pesa, Jesus~ me pes'a, Amo solo tu helleza~ -Repruebo la culpa mia: 'Y á vos Jesas y María Ap-Iaude mi alma~ y confiesa,

Jesus~ si los yerros doras, En el pecho que lastimas, Si muertus Jesus animas, Vidas dando con tnejoras,

Sea J esus, á todas horas Mi vida, y mi complacencia, Amar Jesus, tu presencia: Resucitame .lesus, y viva tu siervo en cruz Amando la penitencia.

.-:'30 -Dignate, ó benjguÍsimo Jesus, por este tu

santo nombre Jes{fs, ser .mi Jesus para que ·eoll tu dulzura me sustente, yarda de tal manera ell tu amor, que muera en tí, mi Je­sus Dulcísimo, mi Jesus Santísimo, invoc'an­do siempre este saludable nombre, Jesus, Jesus, Jesus. Amén .lesus.

Si se ha de tener disciplina, que l'S cuan­do se hace en la iglesia con hombrl's sola­mente ó entre Religtosas en Comunidad, se apagan las luces y se tienen lo que dura un Miserl're, ó una Estacion; despues se cantan las tns Ave MarEas, y la Letanía de .Nues­tra Senora, con el verso y oracion de los DoLores: y mientras se está cantando la L e­tanía, se hacen á la Senora las mismas o­fertas que se han hecho al Senor.

Para acg'ion de gracias, y concluir el e­gercicio, se reza el Trisagio de la Santlsi-7Jza Trinidad, que son tres Misterios, en lu­gar de Padre lluestro, 1m Credo, y diez ve­ces Gloria Patri; y se conclltye todo con este:

ir. Bendigamos al Padre, al Hijo y al Es­píritu Santo.

~. AlabemoslQ y gIorifiquemoslo por todo los siglos de los siglos.

ORACION DE ACCION DE GRACIAS.

Altísimo Senor Dios Trino y Uno, yo la mas indigna 'de vuestras criaturas, en el mo­do ,que puedo, os doy gracias por el benefi­cio recibido de haberme admitido, aunque indigna, y haberme permitido estar en vues­tra presencia este corto rato, que he dedica­do para adoraros: y para que tenga algun mérito, lo junto con los méritos de la Dolo­rosÍsima Pasion y muerte de vuestro SantÍ­simo Hijo mi Senor Jesucristo, los de María Santísima mi Senora, los de todos los Santos del cielo, y justos de la tierra: as ofrezco los propósitos que he sacado, y todo lo que he hecho y meditado, pidiendo me deis gracia para cumplir 10 prometido, fortaleza en mi alma y corazon, permanencia en los afectos y resoluciones. Pido, Senor, por todo aquello que debo pedir y en el grado que debo, y os fuere mas agradable. Amén •

.. -- .

CANTASE EL ALABADO SIGUIEN'l'~

Alabado sea mil veces, Mi Jeslls aprisionado,

. Que por úlIor de los hombres Fué cruelmente atormentado.

Belldjto sea el sufrimiento COIl que quiso ser burlado, "f en la casa de Cay fás En un sótanl? arrojado.

Benditos sean para siempre Aquellos ojos sagrados, Qu e COIl ~.m velo indecente Fueron .vilmente ocultados,

Bendígate eternamente El sacro coro e.Iev.ado De Angeles y Serafines4

D e todos seas v~nerado, y la Dolorosa Reyna

Cuyo pecho delicado . De la .daga del dolor, y pena fué traspasado ..

y esto por todos los sigJos De ]05 sig los dilatildos., Amén mi J esus piadoso, Amén mi Jesus amado.

Advierte que la Mdsica, ofertas de flores, aglJaS, ramilletes, sau!,terios, &c. no son circunstancias ne-cesadas.

O. S. C. S. M.E. C. A. R.