Generalmente, se conoce a Ráquira como un sector turístico, cultural e histórico, donde las costumbres y creencias son plasmadas en el arte de la cerámica tan ejemplarmente manejada por los artesanos de la zona.

Sin embargo los recursos que eran utilizados para practicar esta actividad, extraídos en su mayoría de la naturaleza, pasaron de tener un carácter público a ser privados; pues son el paso del tiempo y al observar la creciente demanda que originaba la cerámica, empresas ambiciosas y en busca de un gran negocio se apropiaron de aquella zona para poder adquirir de primera mano la materia prima para las artesanías dejando a los artesanos desprovistos de materia prima para lograr subsistir.

En la práctica, se tuvo la posibilidad de conocer a un artesano que se dedica al negocio de la cerámica, inicialmente, él nos introdujo en el contexto social, cultural y económico, para entender mejor la problemática que se ha venido desarrollando.

Como se dijo inicialmente, a nivel departamental Ráquira es reconocida por sus bellas artesanías, el turismo que se genera gracias a ellas es el sustento de muchas personas que han crecido en este ambiente; el hombre, con quien se tuvo la oportunidad de conversar, toda su vida se ha dedicado a la cerámica, su padre, mientras vivió se encargó del negocio de la familia, así se convirtió en una tradición familiar, que se vuelve algo poco sostenible si no da lo suficiente para vivir, fenómeno que empezó a verse con la implementación de grandes empresas en lugares estratégicos, quienes sin siquiera ser de la región piensan que tienen el derecho de apropiarse de costumbres y actividades que llevan décadas en el sector y lo vuelven una actividad lucrativa.

Por otra parte estas empresas se ubican estratégicamente para que el turismo las favorezca más que a los otros artesanos tradicionales, pues se pudo corroborar como las grandes compañías se ubican a la entrada y en el centro de Ráquira, mientras que los pequeños artesanos se encuentras en terrenos alejados del centro.

Otro de los puntos importantes es que la mayoría de artesanos tradicionales deben de comprar los recursos a las empresas más grandes, así dependen directamente de la extracción de ellos y tienen que atenerse a las condiciones de las grandes empresas.

La mano de obra de los artesanos tampoco es lo suficientemente valorada a la hora de pagar por las artesanías y apenas si cubren los gastos de la arcilla, desmotivando a los artesanos y obligándolos a dejar su labor; además las artesanías extranjeras son más apreciadas que las autóctonas y esto también afecta de forma negativa a la economía de la región.