quinto domingo de cuaresma · ore por los difuntos y las personas ... la referencia al...

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Lecturas del día: Ezequiel 37:12 –14; Salmo 130:1– 2, 3 – 4, 5 – 6, 7– 8; Romanos 8:8 –11; Juan 11:1– 45. La muerte aterro- riza, pero no a los cristianos: ¡Seremos resucitados! Todos moriremos como Lázaro, el amigo de Jesús, pero los discí- pulos fieles encontrarán vida nueva en la resurrección del último día. El simple pero profundo acto de participar en la Eucaristía y de recibir el cuerpo y la sangre de Cristo nos asegura un sitio en el banquete celestial. La liturgia de hoy nos invita a considerar la vida nueva que los elegidos, y los ya iniciados, celebrarán en Pascua. La enfermedad no termi- nará en muerte. La palabra de Dios es puntual. Tanto María como Marta desarrollan y profundizan su fe al platicar con Jesús que las va guiando a creer en la resurrección de Cristo y en la gloria de Dios. Incluso en la pena y el sufrimiento, aprendemos de la muerte. El Espíritu, en el que Padre e Hijo participan, infunde vida en nuestros huesos secos. Las palabras del Salmo 130: “Del Señor viene la misericordia, la redención copiosa”, invitan a la esperanza y a confiar en la resurrec- ción de todos los creyentes. Pablo anota que “Si el Espíritu de quien resucitó a Jesús de entre los muertos habita en uste- des… dará también vida a sus cuerpos mortales”. Ore por los difuntos y las personas enfermas y moribun- das. Coma y beba en la mesa del Señor, y renueve su espe- ranza en que ¡seremos resucitados el último día! Domingo, 6 de abril de 2014 Ahondar la fe en la resurrección Quinto Domingo de Cuaresma Devuélvenos a la vida Padre de vivos y muertos, tú has prometido abrir los sepulcros y hacer que todas las gentes vuelvan a vivir en el Espíritu. Abre los sepulcros en nuestras mentes y en nuestros corazones, para que experimentemos tu gran amor y demos testimonio de la resurrección de tu Hijo. Danos una fe fuerte, como a tus siervas, Marta y María, a cuyo hermano sacó Cristo de la tumba. Que cuando sintamos las ataduras del sepulcro, la oscuridad y el pecado, nos acerquemos al sacramento de la reconciliación para romper esos lazos. Te lo pedimos por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo, y es Dios por los siglos de los siglos. Amén.

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Lecturas del día: Ezequiel 37:12 –14; Salmo 130:1– 2, 3 – 4, 5 – 6, 7– 8; Romanos 8:8 –11; Juan 11:1– 45. La muerte aterro-riza, pero no a los cristianos: ¡Seremos resucitados! Todos moriremos como Lázaro, el amigo de Jesús, pero los discí-pulos fieles encontrarán vida nueva en la resurrección del último día. El simple pero profundo acto de participar en la Eucaristía y de recibir el cuerpo y la sangre de Cristo nos asegura un sitio en el banquete celestial. La liturgia de hoy nos invita a considerar la vida nueva que los elegidos, y los ya iniciados, celebrarán en Pascua. La enfermedad no termi-nará en muerte. La palabra de Dios es puntual. Tanto María como Marta desarrollan y profundizan su fe al platicar con

Jesús que las va guiando a creer en la resurrección de Cristo y en la gloria de Dios. Incluso en la pena y el sufrimiento, aprendemos de la muerte. El Espíritu, en el que Padre e Hijo participan, infunde vida en nuestros huesos secos. Las palabras del Salmo 130: “Del Señor viene la misericordia, la redención copiosa”, invitan a la esperanza y a confiar en la resurrec-ción de todos los creyentes. Pablo anota que “Si el Espíritu de quien resucitó a Jesús de entre los muertos habita en uste-des… dará también vida a sus cuerpos mortales”. Ore por los difuntos y las personas enfermas y moribun-das. Coma y beba en la mesa del Señor, y renueve su espe-ranza en que ¡seremos resucitados el último día!

Domingo, 6 de abril de 2014Ahondar la fe en la resurrección

Quinto Domingo de Cuaresma

Devuélvenos a la vidaPadre de vivos y muertos, tú has prometido abrir los sepulcros y hacer que todas las gentes vuelvan a

vivir en el Espíritu. Abre los sepulcros en nuestras mentes y

en nuestros corazones, para que experimentemos tu gran amor y demos testimonio de la resurrección de

tu Hijo. Danos una fe fuerte, como a tus siervas, Marta y María, a cuyo hermano sacó Cristo de la tumba. Que cuando sintamos las ataduras

del sepulcro, la oscuridad y el pecado, nos acerquemos al sacramento

de la reconciliación para romper esos lazos.

Te lo pedimos por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo,

que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo,

y es Dios por los siglos de los siglos. Amén.

Recursos reproducibles para Cuaresma-Triduo Pascual-Pascua 2014

Reproducibles para Cuaresma, Triduo y Pascua 2014. © Liturgy Training Publications. 1-800-933-1800. Texto bíblico conforme a La biblia de nuestro pueblo, ed. Mensajero-PBF, con el debido permiso. Comentarios de Michael R. Prendergast. Ilustración de James B. Janknegt. Derechos reservados. Permiso canónico de publicación: Arquidiócesis de Chicago el 24 de Octubre de 2013.

Esta semana en casaLunes, 7 de abrilSan Juan Bautista de la SalleJuan Bautista de la Salle, patrono de los maestros de escuela, fundó los Hermanos de las Escuelas Cristianas, los Lasallistas, presentes en muchas instituciones educativas. Mire la película en http://en.gloria.tv/?media=43645. En el evangelio, escribas y fariseos se dirigen a Jesús como ‘Maestro’. Ore por los maestros y sus estudiantes y por su seguridad, en estos días de zozobra. Lecturas del día: Daniel 13:1– 9, 15 –17, 19 – 30, 33 – 62; Salmo 23:1– 3a, 3b – 4, 5, 6; Juan 8:1–11.

Martes, 8 de abrilLevantadoPorque los hebreos se quejaban contra el Señor, fueron casti-gados con mordeduras de serpientes, pero el Señor indicó indicó a Moisés que Moisés que colocara en un poste una serpiente de bronce. Cuando la miraban quedaban curados. Aceptaron haber desobedecido a Dios. Jesús realizó siempre la voluntad del Padre. La referencia al levantamiento del Hijo del Hombre es señal del triunfo de la cruz. Esta semana quinta de Cuaresma, nos concentramos en la cruz. ¿De qué modo mueres a ti mismo para poder ser levantado con Jesús? Lecturas del día: Números 21:4 – 9; Salmo 102:2 – 3, 16 –18, 19 – 21; Juan 8:21– 30.

Miércoles, 9 de abrilConfiar en DiosEn la amplia lectura de Daniel, tres jóvenes hebreos pusieron su confianza en Dios sólo. El evangelio nos reta no sólo a conocer las enseñanzas de Jesús, sino a vivir conforme a ellas. El Salmo responsorial, por su parte, está tomado del Cántico de Daniel, y hace eco a las alabanzas y bendiciones proclama-das en la primera lectura. Haga suya esta oración: “¡Bendito seas, Señor para siempre!”. Lecturas del día: Daniel 3:14 – 20, 91– 92, 95; Daniel 3:52, 53, 54, 55, 56; Juan 8:31– 42.

Jueves, 10 de abrilYo soyEn el Génesis, Dios sella alianza con Abraham: una solemne promesa para él y sus descendientes. El Salmo (105) asegura que “el Señor nunca olvida sus promesas”. Cristo es el media-dor de la nueva alianza, con quien comprometemos nuestra vida, Palabra hecha carne, y Camino al Padre. ¿Cómo avan-zamos en santidad durante esta Cuaresma? Lecturas del día: Génesis 17:3 – 9; Salmo 105:4 – 5, 6 –7, 8 – 9; Juan 8:51– 59.

Viernes, 11 de abrilSan EstanislaoEstanislao (1030 –1079) fue un obispo polaco que se opuso a un rey cruel e injusto, y fue martirizado. En la historia de Polonia, también otros confrontaron injusticias. El Cardenal Stefan Wyszynski se opuso al nazismo. Lech Walesa es un activista de los derechos humanos, y Karol Wojtyla ha lle-gado a ser san Juan Pablo II, papa de de 1978 a 2005. En el evangelio, Jesús confronta a las autoridades de su día y las elude cuando tratan de arrestarlo. ¿Con qué medios se opone usted al mal y a la injusticia? Lecturas del día: Jeremías 20:10 –13; Salmo 18:2 – 3a, 3bc – 4, 5 – 6, 7; Juan 10:31– 42.

Sábado, 12 de abrilPreparar la Semana SantaLas lecturas nos disponen al drama que aguarda. El profeta Ezequiel habla de la promesa de Dios de reunir a Israel en un solo pueblo, de librarlo del pecado, morar con ellos, y santi-ficarlos. En el evangelio, Caifás, el sumo pontífice, profetiza que Jesús morirá por la nación para reunir a todos en uno solo. No se da cuenta de que Jesús resucitará de entre los muertos para ser sacerdote nuevo y eterno. ¿Cómo honrará usted el tiempo más santo del año? Planee participar en las liturgias del Triduo. Lecturas del día: Ezequiel 37:21– 28; Jeremías 31:10, 11–12abcd, 13; Juan 11:45 – 56.