quedándote o yéndote laura cordoba

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Quedándote o yéndote -acrílico y carbonilla sobre lienzo- 100 x 100 cm 2013 Laura Cordoba Este trabajo supuso un desafío ya que implicó un cambio en la forma en la que vengo haciéndolo en el último tiempo. El cambio tuvo que ver con el tamaño, y como todo cambio implica temor ante algo que no es conocido o que no se puede tener bajo control. Por suerte estos temores que quizás me acompañan en la vida no lo hacen en el arte, y aunque mayormente trabajo en pequeño formato, Quedándote o yéndotecreo que terminó siendo una puerta de entrada a otros tamaños con otras posibilidades expresivas. Si bien tengo solo 24 años, hace mucho que dibujo, pinto y hago collages. La participación en salones es algo que me interesa y la limitación del tamaño en la mayoría de los reglamentos era algo que no podía interponerse más. Usé una técnica que aprendí con mi maestro Nicolás Menza y que me parece muy lúdica y expresiva. Utilicé carbonillas, acrílico, barnices de colores y diferentes fijadores al agua y al aceite. Todo eso, trabajado en diferentes capas permite perder y recuperarmuchas líneas o colores, y volver a generar nuevos. Pero debido a los materiales, demora un tiempo en secar entre capa y capa, que particularmente uso para trabajar en otra obra. Generalmente similares en cuanto a técnica o temática. Esto hace que inevitablemente uno construya seriesde diferentes obras, que por haber sido abordadas en un mismo momentoespiritual, por así decirlo, tienen muchos elementos en común. En cuanto a la temática, la figura humana es lo que más me atrae, particularmente la femenina y sobre todo los retratos. Supongo que tiene que ver con una cuestión de identificación, y de lo importante que parece ser el rostro a la hora de reflejar una identidad, que es lo que particularmente creo que me interesa construir/conocer de mi, por lo tanto de mi trabajo. A lo largo de esa búsqueda de la propia identidad, en la construcción del camino, uno tiene sin lugar a dudas, referentes. En cuanto a lo conceptual en mi caso son literarios y de nuestro país: Silvina Ocampo y Alejandra Pizarnik. También Julio Cortázar. Después, a nivel imagen, la influencia de mi maestro Nicolás Menza (con quien estudié becada) se hace notoria por las similitudes en las técnicas, o los fuertes contraste de luces y sombras. Hay mucho de él en mi forma de entender el trabajo, el oficio y los lenguajes del dibujo y la pintura. Me apasionan grandes artistas como Schiele, Bacon, Van Gogh, Alonso, Schussheim, o claramente Velázquez, de quién tomo ese llamativo corte de pelode mi retratada, dándole un encuadre que luego vinculé con el título, tomado de una canción de Luis Alberto Spinetta.

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Quedándote o yéndote

-acrílico y carbonilla sobre lienzo-

100 x 100 cm

2013

Laura Cordoba

Este trabajo supuso un desafío ya que implicó un cambio en la forma en la que vengo haciéndolo

en el último tiempo. El cambio tuvo que ver con el tamaño, y como todo cambio implica temor

ante algo que no es conocido o que no se puede tener bajo control.

Por suerte estos temores que quizás me acompañan en la vida no lo hacen en el arte, y aunque

mayormente trabajo en pequeño formato, “Quedándote o yéndote” creo que terminó siendo una

puerta de entrada a otros tamaños con otras posibilidades expresivas.

Si bien tengo solo 24 años, hace mucho que dibujo, pinto y hago collages. La participación en

salones es algo que me interesa y la limitación del tamaño en la mayoría de los reglamentos era

algo que no podía interponerse más.

Usé una técnica que aprendí con mi maestro Nicolás Menza y que me parece muy lúdica y

expresiva. Utilicé carbonillas, acrílico, barnices de colores y diferentes fijadores al agua y al aceite.

Todo eso, trabajado en diferentes capas permite “perder y recuperar” muchas líneas o colores, y

volver a generar nuevos. Pero debido a los materiales, demora un tiempo en secar entre capa y

capa, que particularmente uso para trabajar en otra obra. Generalmente similares en cuanto a

técnica o temática. Esto hace que inevitablemente uno construya “series” de diferentes obras, que

por haber sido abordadas en un mismo momento… “espiritual”, por así decirlo, tienen muchos

elementos en común.

En cuanto a la temática, la figura humana es lo que más me atrae, particularmente la femenina y

sobre todo los retratos. Supongo que tiene que ver con una cuestión de identificación, y de lo

importante que parece ser el rostro a la hora de reflejar una identidad, que es lo que

particularmente creo que me interesa construir/conocer de mi, por lo tanto de mi trabajo.

A lo largo de esa búsqueda de la propia identidad, en la construcción del camino, uno tiene sin

lugar a dudas, referentes. En cuanto a lo conceptual en mi caso son literarios y de nuestro país:

Silvina Ocampo y Alejandra Pizarnik. También Julio Cortázar. Después, a nivel imagen, la influencia

de mi maestro Nicolás Menza (con quien estudié becada) se hace notoria por las similitudes en las

técnicas, o los fuertes contraste de luces y sombras. Hay mucho de él en mi forma de entender el

trabajo, el oficio y los lenguajes del dibujo y la pintura. Me apasionan grandes artistas como

Schiele, Bacon, Van Gogh, Alonso, Schussheim, o claramente Velázquez, de quién tomo ese

llamativo “corte de pelo” de mi retratada, dándole un encuadre que luego vinculé con el título,

tomado de una canción de Luis Alberto Spinetta.

El que no se sabe si se va o se queda en lo objetivo de la imagen es el pelo. Puede ser ella. Puede

ser él, en la vida de ella. Pero en el sentido universal del quedarse/irse lo vinculé a las decisiones

que uno toma o deja de tomar, o en su defecto… ninguna de las dos.

Estar en esa dicotomía me llevó a hacer este trabajo. Pero todo este autoanálisis es posterior,

claramente. Por suerte nada de todo esto que luce tan racional, se interpone cuando trabajo. Lo

único racional es el saber que todos los días tengo que/necesito trabajar en esto.