qué son los agronegocios
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¿Qué son los Agronegocios?
El concepto de agronegocios comenzó a materializarse en la década de 1950. Davis y
Goldberg, apoyados en la matriz de Insumo-Producto de Leontieff, definen a los
agronegocios como “… la suma del total de operaciones involucradas en la manufactura
y en la distribución de la producción agrícola; operaciones de la producción en el campo,
en el almacenaje, el procesamiento, y distribución de los commodities agrícolas y las
manufacturas hechas con los mismos” (Davis y Goldberg, 1957). Esta visión neoclásica
de los agronegocios estaba enfocada a las operaciones. Pero: ¿Cómo se coordina un
agronegocio?, ¿quién es el líder del sistema?, ¿cuál es la unidad de análisis?, ¿qué nos
importa estudiar cuando estudiamos a los agronegocios?
Algunas de estas preguntas, intentó contestar posteriormente Ray Goldberg (1968). Once
años después de ese primer paper con Davis evoluciona a una definición donde el foco no
está en las operaciones, sino en las personas que llevan a cabo dichas operaciones, a
saber: “… un Agribusiness Commodity System reúne todos los participantes de la
producción, procesamiento, y comercialización de un simple producto agrícola-ganadero.
Este sistema incluye el campo y las personas que trabajan en él, las operaciones de
almacenamiento, los procesadores, los mayoristas, los supermercados o minoristas en el
flujo de los commodities desde los insumos iniciales hasta el consumidor final. También
incluye las instituciones que afectan y coordinan las sucesivas fases del flujo del
commodity como los gobiernos, los mercados de futuros y opciones y las asociaciones
comerciales”. Intenta identificar los actores que influyen sobre la coordinación de un
producto agrícola desde el campo hasta la góndola. Al incluir a los actores, obviamente
hay que tener en cuenta las actitudes de los mismos, alejándose entonces el modelo
económico neo-clásico como el más preciso a la hora de analizar a los agronegocios.
La escuela francesa y la holandesa también han trabajado en tratar de entender a los
agronegocios, siempre focalizando el análisis en base a un estudio vertical (del campo al
plato, “de la fourche a la fourchette”). Introducen el concepto de coordinación de una
cadena agroalimentaria, identificando que la misma puede ser a través del precio
(coordinación vía precio), pero no es el único, otras formas de coordinación pueden darse
en un sistema agroalimentario (ej. contratos). Zylbersztajn (1996) amplia y menciona que
“… la coordinación de los sistemas de agronegocios es definida como el resultado de
diferentes mecanimos que proveen las bases de los requerimientos de las necesidades de
los consumidores. Esto puede ser visto como una coordinación vía precio, en el caso que
los mercados funcionen correctamente, y una coordinación institucional o a traves de
mecanismos contractuales en su defecto”.
Justamente Zylbersztajn y otros autores relacionados con la nueva economía institucional
(Farina, Giordano, Neves, Chaddad, Cook, Menard) son los que cambian el enfoque de
estudio de los sistemas de Agronegocios. La limitación de estudiar a los agronegocios
desde la economía neo-clásica se basa en que el mecanismo vía precio para demostrar la
coordinación en los agronegocios es pobre, al tener en cuenta a la firma como una
“productora”. La firma Coasiana (Coase, 1991) es considerada un complejo sistema
contractual. Por ejemplo, la integración vertical es una herramienta de coordinación a
partir de relaciones contractuales definidas en el límite de la firma.
Por lo tanto, ¿por qué hay empresas agroalimentarias que utilizan el sistema de
coordinación vía-precio y hay otras que se coordinan vía los contratos o la integración
vertical? La respuesta la formula Williamson (1985, 1991, 1993) aunque no
específicamente aplicado a este sector. Williamson toma a Coase y afirma que la unidad
de todo análisis debería ser la transacción, y por ende se debería entender cuándo el
mecanismo vía precio (mercado) es eficiente para llevar a cabo la transacción (o sea, los
costos de utilización del mercado son bajos). Williamson menciona que el mecanismo de
coordinación o estructura de gobernancia dependerá de los atributos de la transacción:
frecuencia, incertidumbre y especificidad de activos, todo bajo los supuestos de
comportamiento del ser humano (oportunismo y racionalidad limitada) ante un ambiente
institucional dado. En la medida que ha avanzado la agroindustrialización, la
incertidumbre y la especificidad de los activos también aumentó haciendo que el
mecanismo de coordinación vía-precio genere altos costos de transacción (en base a
Chaddad & Cook, 1996), pasando así a relaciones más complejas enfocadas en generar
sistemas eficientes.
Los modelos neo-clásicos, como los que derivan de la demanda y los mecanismos de
transmisión de precios, pueden considerar las relaciones inter-sectoriales, aunque afirman
que los precios reflejan toda la información relevante para las necesidades de las
organizaciones y las estrategias de las mismas. Cuando esto no ocurre, la teoría menciona
que las fallas de mercados pueden ser “corregidas” con una apropiada definición de los
derechos de propiedad a través de otras estructuras de gobernancia (contratos o
integración vertical). Este estudio alternativo propone que los costos de transacción y las
consideraciones del ambiente institucional son importantes para determinar los modos de
gobernancia y luego ser de fundamental importancia en entender y diseñar estructuras de
gobernancia en los agronegocios.
El concepto de agronegocios evolucionó en dos niveles paralelos de análisis: el estudio
de la coordinación entre los participantes verticales y horizontales de la cadena
alimentaria –conocido como economía de los agronegocios– y el estudio de la toma de
decisiones en estructuras de gobernancia alternativas de la cadena alimentaria, conocido
como gestión de los agronegocios.
Resumiendo:
• La aproximación a los agronegocios es una aproximación sistémica que delimita
sistemas abiertos construidos verticalmente “del campo al plato”; el sistema
agroalimentario aparece como un todo expresado en cadenas de abastecimiento que
recorren la producción, la transformación y la distribución.
• La aproximación al sistema agroalimentario se lleva adelante desde distintos
abordajes teóricos: el Agribusiness (commoditty systems), filieres, redes de empresas y
distritos agroindustriales y comerciales. De alguna manera, estas distintas
aproximaciones sistémicas teóricas cubren toda la gama de expresión real del negocio
agroalimentario y constituyen un conjunto de análisis apropiado.
• El núcleo teórico esta conformado por la nueva economía institucional, la
organización industrial, los costos de transacción, los derechos de propiedad, la agencia,
el evolucionismo, las convenciones y la regulación.
• La conjunción de la aproximación sistémica y el núcleo teórico conforma el
“sistema de agronegocios coasiano” que conceptualiza al sistema agroalimentario como
un “nexus de contratos” que coordina (gobernancia) la cadena de valor focalizado en el
consumidor. Siendo en este caso la transacción la unidad de análisis de las relaciones.
• El marco operativo o la intervención se focalizan en los mecanismos de
gobernancia y coordinación de los distintos subsistemas, conformados en torno a un
producto, una región o una empresa focal, que atienden distintos segmentos de mercado.
BIBLIOGRAFIA
https://sites.google.com/a/agro.uba.ar/newsletter-paa/newsletter-5/-que-son-los-
agronegocios/Consulta 2 junio 2010
Suplemento Rural
Asunción, Paraguay, Miércoles 14 de Diciembre de 2005
Agronegocios
Cualquier emprendimiento agropecuario debe realizarse en base a un estudio de
factibilidad que permita al productor saber de antemano cuál puede ser la rentabilidad
del trabajo realizado. De esta forma, se pueden manejar costos de producción, precios
de venta y posibilidades de colocación en el mercado nacional e internacional. Esta
planificación es independiente de la cantidad de tierra de que se disponga.
Los agronegocios son aquellos que se establecen de antemano mediante una
planificación adecuada al rubro que está destinado, de tal forma que el productor ha
estudiado cuál es el rubro que más le conviene encarar en su finca. Para ello, primero
hay que realizar un análisis de suelo, de modo a saber cuáles son las correcciones que
necesita para encarar una determinada producción. Con esto se puede saber qué
producir en ese terreno con mayor o menor costo de mantenimiento del suelo. Luego, se
establece la demanda que hay sobre el producto a elaborar; con ello se elige la variedad
de semillas adecuadas al suelo y al requerimiento del consumidor.
En el caso específico de la producción de lechuga, he visto cómo se realiza en una
pequeña población del sur de Brasil, donde una familia -integrada por el padre, la madre
y un hijo de 16 años- trabajaba en la producción de lechuga. La estrategia de
planificación que hizo este productor, antes que nada, fue ver qué producto hacía falta
en el supermercado más cercano a su finca. Segundo, vio la posibilidad de obtener
gallinaza de algún productor avícola que también estuviera cerca de su finca. Tercero,
consultó con un técnico cuál era la mejor manera de producir lechuga en el terreno
disponible. Hechos los análisis correspondientes, determinó que podía producir varias
clases de lechuga en forma alternativa, de acuerdo a los requerimientos del mercado.
Este productor se contactó con otro que se dedicaba solamente a la producción de
plantines de lechuga, de acuerdo a la variedad solicitada. Es decir, que el trabajo de esta
familia estaba limitado a producir la planta después de los diez días de haber germinado
la semilla.
Estas plántulas eran puestas en un orificio que estaba en el plástico blanco, con una
separación de 40 centímetros entre plantas y 60 centímetros entre hileras, lo que le
permitía tener espacio suficiente para trabajar en la cosecha. Desde que era instalada la
planta hasta la cosecha, esta nunca había tocado suelo, lo cual producía una planta de
lechuga vigorosa y limpia, con un desarrollo adecuado de unos 800 gramos por planta,
tal como lo solicitaba el mercado.
Esta planta cortada sin raíz es almacenada en una caja de plástico especial cuya
capacidad es de una docena de plantas. Después de cosechadas, y llenados los cajones
de la mañana, estos eran ubicados en un camión refrigerado para ser llevados al
supermercado que estaba contratado de antemano.
El plástico blanco era levantado por tablones, cada cuatro meses, donde era
acondicionado el terreno, mezclándolo con gallinaza y alguna otra corrección que el
suelo necesitara para seguir produciendo solamente lechugas.
Este agronegocio permitía al productor vivir decorosamente con una hectárea de
terreno, teniendo una entrada suficiente que le garantizaba su bienestar, salud y
educación para el hijo.
Las grandes empresas que producen oleaginosas u otros granos en grandes extensiones
también planifican de antemano, conociendo la calidad del suelo, las correcciones
necesarias y los precios que van a ser pagados al final de la cosecha. Algunos financian
su cultivo con la venta anticipada; otros, con mayores posibilidades de capital, esperan
la cosecha para ver los precios que están en el mercado.
La horticultura es un agronegocio que, bien encarado, puede dejar buenos dividendos al
productor como se demuestra en varias fincas que producen verduras, las cuales son
comercializadas cada martes en el Agroshopping. Estos productores no solamente
hicieron las correcciones adecuadas del suelo, pusieron sistemas de riego adecuado y el
uso de media sombra cuando es requerido, sino que estudiaron cuáles son los
requerimientos que tiene el consumidor y cuáles son las verduras que tienen mayor
demanda. Esto les permite planificar qué van a plantar y con qué densidad van a
trabajar.
La producción pecuaria también debe ser planificada, de tal forma que se pueda obtener
más cantidad de carne, lana, o huevos en el momento adecuado y cuando mayor
beneficio se puede obtener de esa producción. Los ganaderos tienen un ciclo crítico de
100 días, que corresponde al invierno de nuestro país, cuando las pasturas no son
suficientes para mantener el ganado en forma adecuada para su comercialización en el
momento de mayores precios; por eso se hace necesaria la planificación de un cultivo
que permita alimentar el ganado a menor costo y con mayor beneficio. Este trabajo se
está realizando en San Pedro, donde este año, en los momentos críticos de la
claudicación de las posturas, se utilizó mandioca fresca como fuente de energía, y
semilla de algodón como fuente de proteína. Los resultados fueron positivos, porque se
obtuvieron más de 750 gramos de aumento de peso vivo por día del ganado, y en estos
momentos, en que la mayoría de los ganaderos tienen una oferta de ganado de poco
peso, este criador tiene un producto de alta calidad y con la posibilidad de obtener un
mayor precio. Esta planificación permitió no solamente hacer un agronegocio, sino que
también dio la posibilidad de dar mano de obra a la población cercana a la finca de la
producción ganadera.
En un agronegocio, se debe establecer primero cuál es la demanda, cómo puede ser
satisfecha y en qué forma, de tal manera que el productor puede encarar una producción
adecuada con menores riesgos.
La producción de alcohol a partir de la mandioca crea una nueva alternativa a los
productores de esta raíz, y se establece una mayor oportunidad a este cultivo que,
anteriormente, era considerado solo de autoconsumo; sin embargo, hoy en día, se
convierte en un verdadero agronegocio.
La producción de carburantes de diferentes tipos requiere el planteamiento de los
agronegocios en el Paraguay, ya que son varios los cultivos que pueden ser utilizados
para producir diferentes tipos de carburantes.
BIBLIOFRAFIA:
Gibert, P. M. “Agronegocios”. – ABC Color : suplemento rural. – 14 dic. 2005. – p. 3
Suplemento Rural
Asunción, Paraguay, Miércoles 28 de Diciembre de 2005 Agronegocios
Dr. P. M. Gibert
Cualquier emprendimiento agropecuario debe ser realizado en base a un estudio de
factibilidad, que permita al productor saber de antemano cuál puede ser la rentabilidad
del trabajo realizado. De esta forma se pueden manejar costos de producción, precios de
venta, y posibilidades de colocación en el mercado nacional e internacional. Esta
planificación es independiente de la cantidad de tierra que se disponga, utilizando la
tecnología y las normas actuales de comercialización. Los productores agropecuarios
deben hacer sus emprendimientos como agronegocios y deben encararlos como tales,
realizando de antemano una planificación adecuada del rubro que están trabajando, de
tal forma que puedan decidir cuál es el rubro que más le conviene llevar a cabo en su
finca. Para ello, lo primero se debe realizar es un análisis de suelo, para saber cuáles son
las correcciones que necesita para enfrentar una determinada producción, ya sea
agrícola o ganadera. Con el resultado del análisis, ya se sabe qué se puede producir en
ese terreno y hacer las correcciones indicadas; luego, se establece la demanda que hay
sobre el producto que se va a producir, se elige la variedad de semillas adecuadas al
suelo y al requerimiento del consumidor.
Este mismo criterio se debe utilizar para la cría de animales, teniendo en cuenta la
capacidad de producción del alimento necesario para abaratar los costos que representan
más del 60% del costo final.
En el caso específico de la producción de lechuga, que he visto cómo se realiza en una
pequeña población del sur de Brasil en forma familiar, integrada por el padre, la madre
y un hijo de 16 años, la estrategia de planificación que hizo este productor antes que
nada, fue ver qué producto hacía falta en el supermercado más cercano a su finca.
Segundo, ver la posibilidad de obtener gallinaza, de algún productor avícola que
también estuviera cerca de su finca. Tercero, consultar con un técnico cuál es la mejor
manera de producir lechuga en el terreno disponible. Hechos los análisis
correspondientes, se determinó que se podían hacer varias clases de lechuga en forma
alternativa, de acuerdo a los requerimientos del mercado. Este productor se contactó con
otro que se dedicaba solamente a la producción de plantines de lechuga, de acuerdo a la
variedad solicitada. Es decir, que el trabajo de esta familia estaba limitado a producir la
planta después de los diez días de haber germinado la semilla.
Estas plántulas eran puestas en un orificio que estaba en el plástico blanco, con una
separación de 40 centímetros entre plantas y 60 centímetros entre hileras, lo que le
permitía tener espacio suficiente para trabajar en la cosecha. Desde que era instalada la
planta hasta la cosecha, esta nunca había tocado suelo, lo cual producía una planta de
lechuga vigorosa y limpia, con un desarrollo adecuado de unos 800 gramos por planta,
tal como lo solicitaba el mercado. Esta planta cortada sin raíz es almacenada en unas
cajas de plásticos especiales, que contienen una docena. Después de cosechadas, y
llenados los cajones por la mañana, estos eran ubicados en un camión refrigerado para
ser llevados al supermercado contratado de antemano.
El mismo ejemplo lo tenemos en una huerta en el kilómetro 31 de la ruta 1, donde la
familia de Martha Ibáñez, viendo la demanda de verduras del Agroshopping, contrata al
Ing. Agr. especialista Miguel Alonzo, que tecnifica la granja para producir lo que el
consumidor quiere con buena calidad y mayor rendimiento.
Este agronegocio permite al productor vivir decorosamente, teniendo una entrada
suficiente que le garantiza su bienestar, salud y educación para sus hijos.
Las grandes empresas, que producen oleaginosas u otros granos en grandes extensiones,
también planifican previamente, conociendo la calidad del suelo, las correcciones
necesarias, y los precios que van a ser pagados a fin de la cosecha. Algunos financian su
cultivo con la venta anticipada; otros, con mayores posibilidades de capital, esperan la
cosecha para ver los precios están en el mercado.
La horticultura es un agronegocio que bien manejado puede dejar buenos dividendos,
como está demostrado en varias fincas que producen verduras y son comercializadas
cada martes en el Agroshopping. Estos productores, no solamente hicieron las
correcciones adecuadas del suelo, pusieron sistemas de riego adecuado y el uso de
media sombra cuando fue requerido, sino también estudiaron qué es lo que quiere el
consumidor y cuál es la verdura que mayor demanda tiene en una determinada época.
Esto les permite planificar qué van a plantar y cómo lo van a comercializar.
La producción pecuaria también debe ser planificada de tal forma que se pueda obtener
más cantidad de carne, lana, leche o huevos en el momento adecuado y cuando mayor
beneficio se pueda obtener de esa producción. Los ganaderos de engorde de novillos
tienen un ciclo crítico de 100 días, que corresponde al invierno de nuestro país, donde
las pasturas no son suficientes para mantener el ganado en forma adecuada para su
comercialización en el momento de mayor precio; es por ello se que hace necesaria la
planificación de un cultivo que permita alimentar el ganado a menor costo y con mayor
beneficio. Este trabajo se está realizando en San Pedro, donde este año en los momentos
críticos de la claudicación de las pasturas, se utilizó mandioca fresca como fuente de
energía y semilla de algodón como fuente de proteína, con resultados positivos porque
se obtuvieron más de 750 gramos de aumento de peso vivo por día del ganado, y en
estos momentos en que la mayoría de los ganaderos tienen una oferta de ganado de poco
peso, este productor tiene un producto de alta calidad, y con la posibilidad de obtener un
mayor precio. Esta planificación permitió no solamente hacer un agronegocio, sino que
también dio la posibilidad de dar mano de obra a la población cercana a la finca de la
producción ganadera.
En un agronegocio, se debe establecer primero cuál es la demanda, cómo puede ser
satisfecha y en qué forma, de tal manera que el productor puede encarar una producción
adecuada con menores riesgos.
La producción de alcohol a partir de la mandioca crea una nueva alternativa a los
productores de esta raíz y establece una mayor oportunidad a este cultivo que
anteriormente era considerado solo de autoconsumo; sin embargo, hoy en día se ha
convertido en un verdadero agronegocio.
La instalación de una planta deshidratadora de frutas en el parque Industrial Oriental de
Minga Guazú, gerenciada por la Misión Técnica de Taiwán abre nuevas oportunidades
en la fruticultura, que debe ser encarada con contratos de antemano para abastecer la
demanda de esa fábrica.
La producción de carburantes de diferentes tipos, requiere el planteamiento de los
agronegocios en el Paraguay, ya que son varios los cultivos que pueden ser utilizados
para producir diferentes tipos de carburantes.
Los emprendimientos agropecuarios deben ser encarados como agronegocios, de tal
forma que el productor sea un verdadero empresario que pueda enfrentar
adecuadamente el uso racional de la tierra.
BIBLIOFRAFIA:
Gibert, P. M. “Agronegocios”. – ABC Color : suplemento rural. – 28 dic. 2005. – p.3