que se levante la memoria escrito por amadeo castro 2

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PREMIO NACIONAL DE CRITICATtulo : Que la memoria se levante Seudnimo : Amadeo Castro Categora : Ensayo largo

ISe cans de la incertidumbre, del crculo vicioso de aquella guerra eterna que siempre lo encontraba a l en el mismo lugar, solo que cada vez ms viejo, ms acabado, ms sin saber por qu, ni cmo, ni hasta cundo. Siempre haba alguien por afuera del crculo de la tiza. Alguien a quien le haca falta tener dinero, que tena un hijo con tosferina o que quera irse a dormir para siempre porque ya no poda soportar en la boca el sabor a mierda de la guerra y que, sin embargo, se cuadraba en sus ltimas reservas de energa para informar : Todo normal, Mi Coronel. Y la normalidad era precisamente lo ms espantoso de aquella guerra infinita : que no pasaba nada. Solo, abandonado por los presagios, huyendo del fro que habra de acompaarlo hasta la muerte, busc un legtimo refugio en Macondo, al calor de sus recuerdos ms antiguos. Era tan grave su desidia que cuando le anunciaron la llegada de una comisin de su partido autorizada para discutir la encrucijada de la guerra, l se dio vuelta en la hamaca sin despertar por completo. Llvenlos donde las putas-, dijo.

IIEl futuro del arte est en el rostro de una mujer Modigliani

Su rostro es el que Frida Khalo no alcanz a pintar. Ni blanco, ni negro, ni mulato. En su

caso, el color es tambin una textura. Sus ojos sobresalen en el conjunto de su mestizaje. A veces, parece que su mirada balbuceara, como si estuviera aprendiendo a hablar. Lo que sus ojos no dicen, lo dicen sus cejas. Lo que s dicen, lo confirman sus cejas. Ellas guardan, ellas opinan y arrebatan el juicio. Son un teln negro que deja ver un teln rojo. Sale un bosquecito encantado. Un castillo de ladrillo. Un rbol de tres tallos sobre cuya madera viva golpea la luz del sol. Una princesa, eso es Anglica Mercedes Castro, una dama de mangas bombachas. Su cabello es tan negro como las letras entintadas con las que se escriben las horas largas de una tarde de nios : . . . Erase una vez . En el siglo XXI es pertinente preguntar si la belleza es indispensable al arte, de otra manera no sera tan interesante pronunciar la palabra arte. De otra manera, no nos atreveramos a amar el arte. El rostro de Anglica est marcado por los silencios de Mercedes Piedrahita y est reservado para algo grande. La nia duerme plcida con sus labios plcidos, pero ella tambin tiene otra forma de dialogar con la noche cuando se viste para ser cmplice del metal y del rock. Sus alas no le han impedido jugar ni poguear.

En dnde est la mejor defensa de el arte?. El Greco pintaba porque su pintura era la forma de ver de otra forma. El arte es una mirada que embellece, que critica, que

desenajena, que ennoblece. Hay belleza en la pasin, en el asombro, en la inocencia, en la nostalgia, en la fe, en la afectacin. El arte podr ser cualquier cosa, pero en sus preguntas y en su asombro del mundo, hay belleza. Es otra a la belleza que asiste : a la belleza del poder del descubrimiento. El arte es aquello que hace que la vida sea ms importante que el arte. El arte es conmocin. Los ojos de Anglica duermen en los ojos de Frida. Son los ojos Castro que estn en la memoria de los habitantes de Toro. Ojos certeros que miran profundo lo profundo y lo liviano. La belleza de una mujer siempre ser el escenario ms exquisito para creer que la vida dura para siempre. Los ojos de la tierra han visto mucho y hoy ven a travs de ella. Ella podr acariciar sus ideas en un da de mudo silencio pero sus ojos nunca sern una pgina en blanco. Uno se pregunta en dnde est mejor custodiada la vida, si en el arte o en el rostro de una mujer. Modigliani desafa a Picasso. Entra heroico al caf, Buenas tardes a todos, saluda en Italiano, el pblico le contesta emocionado, el respetable lo quiere, los pintores lo aman, antes de lanzar la pregunta burlona a Pablo Picasso : -cmo se le hace el amor a un cubo? y de decirle que no lo odia, que se odia a s mismo, pasa al lado de la mujer del amigo Soutine y declara : No hay que buscar ms, el futuro del arte est en el rostro de una mujer. Entonces era Pars de 1.919.

Anglica Mercedes Castro Piedrahita 28 aos. Naci en Cali el 9 de Agosto de 1.982, por da : Lunes. Fue un da con sol. Un mes despus fue llevada a casa de sus abuelos que nunca salieron de Toro, Valle, a tres horas de Cali, al Norte, al lado de la Cordillera. Por las tardes el viento cambia el calor de lugar. Se mete debajo de las faldas de ellas, las mujeres que antes se casaban con los mdicos que iban a hacer el rural al hospital de Toro. Todos cayeron en las redes de los encantamientos. Los ingenieros y los jueces de instruccin criminal tambin. Para entonces la belleza era ms robusta y los sorbos del amor se pasaban con agua de chiminangos. Las frutas se podran en el suelo. La abundancia se caa de los rboles y brotaba de los ros. Es la imagen ms cercana al sptimo da de la creacin. A la entrada de Toro, ciudad confederada a propsito del bicentenario, hay un corredor sinuoso de rboles que ayud a sembrar el bisabuelo de Anglica, Jos Mara Castro V., miembro de la sociedad de mejoras pblicas, hombre cvico, inventor, maestro en el arte de disecar animales que no cazaba l. El nico defecto que tuvo el bisabuelo de Anglica fue morirse joven y justo para un Diciembre.

Durante su vida, en su casa (hoy el hogar de ancianos San Vicente de Paul) haba tantos

pjaros que Margarita Luna Lpez, -su esposa, maestra de vocacin y con ttulo conferido por la Normal de seoritas de Popayn-, adems de rsula Iguarn tena que ponerse cera en los odos para no perder el sentido de la realidad. Chepe fue a travs de sus retratos el mejor cronista de la poca entre 1915 y 1945. Valindose de sus fotografas narr la llegada del primer carro a Toro, la construccin de la planta hidroelctrica, la celebracin de los 125 aos de la independencia de Colombia, la visita del obispo, las primeras comuniones, los funerales clebres, las condecoraciones, las carrozas del 15 de Agosto durante las fiestas patronales de La Virgen de La Consolacin. Chepe Castro tena la virtud de contar cmo era la vida del pueblo, cmo se vestan las mujeres, cmo se disponan las familias para un retrato oficial, cul era la elegancia convenida para entonces. Tena el pincel para mostrar el aura. Slo que su pincel era su cmara. Tena el olfato para sentir la noticia cerca y salir corriendo a su encuentro, haca click y la detena en el tiempo. Tena la cordura del historiador para saber que su mejor legado era dejar testimonio visual de lo ocurrido. Su espritu era anticipadamente universal, saba que la aldea universal estaba en la aldea : para l el mundo no estaba afuera, sino en su pueblo y se dedic a engrandecerlo. Su hijo mayor, el abuelo de Anglica, Jos Gerardo Castro Luna, arreglaba radios y televisores. Haba estudiado en Cali para eso y por este oficio senta respeto, admiracin y pasin, pero al otro da de muerto su padre, el da del entierro, hered el oficio de la fotografa para dar de comer a la familia. Al fin y al cabo era el hijo mayor. Su primer retrato fue la nariz de un muerto, trabajo que le fue pagado.

Entonces fue fotgrafo durante 50 aos, tom fotografas para la cedulacin a 3 generaciones y al igual que su padre tuvo el encargo del teatro municipal de Toro. Hoy

tiene 90 aos y dice que l retrat a Fulanito que ya est viejo y retrat al Sutanito que era el pap de Fulanito. Era el encargado de abrir y de cerrar las puertas, de colocar los rollos y de ejercer la censura sobre los films que llegaban de Mxico y de Hollywood. Por ese entonces, Toro era un lugar importante y obligado en la agenda cultural. Tena tanta notoriedad como Popayn. La escena ms obscena era la de una falda que dejaba apreciar las piernas de una dama por entonces no cercana a la anorexia. Durante 17 aos Anglica creci con su abuelo Jos Gerardo Castro Luna casado con Mercedes Piedrahta, ambos nacidos en Toro. En la familia Castro se repiten los nombres. Hay primos hermanos cuyos nombres y apellidos son los mismos entonces hay que preguntar : - Cul Jos Mara ?, el (hijo) de Gerardo o el de Jos Mara ? Cul Gloria, la de Mario o la de Gerardo?. En una de las lneas de parentesco primero hay siete Marios. El mayor muri el 28 de Diciembre del 2008 y su nieto, el menor de los Marios, tiene 11 aos. Mercedes Piedrahita tuvo 9 hijos y hasta hace muy poco tuvo odos para cada uno. Uno a uno hizo rumbo al andar. De esos andares algunos fueron ms aventureros que otros, cuatro hombres y cinco mujeres. Uno de ellos entr una noche a una casa de la zona de tolerancia y tomndole gusto a esa noche, se qued una segunda y una tercera noche, la cuarta noche se le volvi el quinto da y el da se alarg a otros hasta completar escandalosamente un mes. Su madre no toler ms esas vacaciones sin final y lo mand a sacar, misin que cumpli una ta materna que fue para ellos como un ngel de la guarda. Se llamaba tambin Gerardo y all encontr brazos que acariciaban contando historias. Y encontr mujeres alegres. Jos

Campo, el creador del saln de historietas de Cali que anda por su versin nmero diecisis, -la ms exitosa- dice que si las mujeres de la vida alegre estn en los moteles, las dems son tristes. l se queda con la casa de citas. Cada uno de los hijos de Mercedes le llev sus hijos y sus hijos llevaron a sus hijos. Mercedes Piedrahita tuvo brazos, ojos y odos solidarios para la descendencia. Las confesiones eran sencillas o de denso calibre y al llegar a los odos de Mercedes, la vida mejoraba significativamente. Ella escuchaba con su corazn, son sus ojos, con sus labios. Muri con el corazn grande el 20 de Junio de 2009 por la noche frente al televisor. La muerte vino por ella de afn y hay que agradecerle a la muerte que no la puso a sufrir y que le dio dos avisos uno de ellos 11 aos antes y otro el 22 de Marzo del 2007-, tiempo que ella aprovech para escuchar ms historias, para cargar bisnietos y para dar consejos que nunca tuvieron el tono ceremonial ni la carga rgida y gris de una moral estrecha. La noche del 20 de Junio, vspera de la fiesta del da del padre, ella hizo todo lo que siempre hizo un Sbado antes de que fueran las nueve de la noche. El mismo hijo que en sus aos mozos haba encontrado la felicidad en las mozas (puede leerse tambin musas), la auxili a tiempo, la carg entre sus brazos lo que no debi ser tarea de peso fcil, sali a la puerta, grit y encontr en la calle solitaria un carro oportuno que la llev hasta el hospital. Ya para entonces el alma bondadosa de Mercedes no tena inters en este mundo. La distancia no era mayor de 13 cuadras entre su casa y el hospital. La casa grande llena de matas, con un pasillo largo que la bisnieta aprovech para improvisar desfile de reinas y un patio atrs con gallinas y lora se haba vestido de fiesta 8 das antes para la primera comunin de Valentina. Los mismos rostros que se vieron en el velorio se haban visto en la fiesta de la bisnieta con escasas 192 horas de diferencia. Al momento de morir, ya haban sido encargados el pastel

y la misa para celebrar su aniversario de bodas nmero 64. Entonces la misa se celebr por su alma. Le quedaron faltando cuatro das para partir la torta de cumpleaos matrimonial.

Mercedes pasaba mucho tiempo sentada estratgicamente en la mecedora de mimbre de la primera sala en donde estaba la televisin dando la espalda al cuarto oscuro que ahora parece un cuarto de alquimia. La puerta se abra que es una manera descriptiva de contarle al lector que haba dos puertas pero que las dos permanecan abiertas desde las siete de la maana hasta las diez de la noche. Durante muchos aos la segunda puerta era de vaivn. Cuando Anglica sala al parque la puerta de afuera quedaba trancada y la de adentro cerrada sin llave. Esa puerta nunca ha sabido lo que es tener llave. Rosario alias Charo es el nombre del puente que une a Mercedes con su nieta. Ha recorrido el pas sin miedo, un tanto para ir a los conciertos de rock de los aos sesenta y setenta y otro tanto para mejorar la economa de su casa. Es artista plstica sin ttulo. Las escenas del trigo cultivado en el campo, de los obreros en la ciudad, de las fbricas en la metrpoli, de los tractores en el campo, todas ellas contadas en la historias de la pintura cuentan tambin todo lo que ha hecho Charo por ganarse la vida. Si alguien conoce las historias no oficiales del pueblo es ella. La historia que dice por qu mataron al uno y por qu mataron al otro.

Y ese por qu se lo ha contado a ella el propio que dispar. Ella ha cuidado enfermos, ella ha abierto los caminos de la universidad a los sobrinos, ella ha acompaado al buen morir,

ella ha defendido la vida, tarea no fcil y muchas veces no grata en este pas y en un pueblo en donde la llamada violencia golpe con mucha sangre. Hubo ms de una masacre.

Manuel Mara Castro Marmolejo, el tatarabuelo de Angie, como le dicen sus amigos, reuna las bondades de su tiempo ms las de su corazn. Y as toda la familia que sobrevivi con oficios varios : la enseanza, la carpintera, la modistera, la peluquera, la ebanistera, todo en torno a un abundante universo domstico. Alguno que otro cargo pblico. Slo un hijo de Manuel Mara se dedic al comercio y lleg a tener una pequea flota de carros que comunicaban a Toro con La Unin, La Victoria, Roldanillo, Cartago y Cali y que se convertira en semilla de una fortuna mayor. Cuenta Gerardo Henao Castro, nieto de Manuel Mara Castro, que su abuelo deca que si un hijo le sala liberal dejara de ser su hijo. No est muy lejos esa sentencia de otra de color opuesto que afirmaba : Slo conozco dos conservadores buenos : mi pap y el que naci muerto. Nuestras violencias son hijas y nietas de esa.

Ficha biogrfica de Anglica Castro

Madre de dos nias : Mara Paz, 3 de Enero del 2008, naci por parto natural. Sara, 26 de Diciembre del 2008, naci por cesrea. Artista plstica del instituto Departamental de Bellas Artes de Cali, ttulo obtenido en ceremonia realizada en la Sala Beethoven. Cali, Julio 15 del ao 2006. Su monografa de grado obtuvo el calificativo de meritoria. El mismo da de su grado recibi un segundo lugar en un concurso de universidades con su obra Caja Musical Repblica de Colombia. Dos aos despus fue llamada para ser docente de horas ctedra en el instituto departamental de bellas artes. En Septiembre del ao 2006 viaj a Francia para hacer uso de un premio: la beca Egide que obtuvo el 3 de Noviembre del 2005 en ceremonia realizada en el Museo de arte moderno La Tertulia con su obra La figura del pueblo inspirada en La libertad guiando al pueblo. La convocatoria fue realizada por La Embajada de Francia en Colombia y la Alianza Colombo Francesa de Cali que andaba por entonces celebrando sus 60 aos de vida cultural en Colombia. En el ao 2008 Anglica Castro es invitada a realizar una obra a propsito del Urgente! 41 Saln Nacional de Artistas que por primera vez tuvo lugar en Cali. Anglica piensa que el arte que ella hace es para la sociedad, no para una lite de artistas. Obras : Gajes del oficio (instalacin y fotografa), El personaje grfico (video) Caja musical repblica de Colombia (videoinstalacin), La figura del pueblo (fotografa e instalacin), Cadena sinttica alimenticia (instalacin) y Levantamiento (fotografa, esculturas e instalacin). La que sigue es su voz.

La memoria como un levantamiento desde lo esttico

Lleg un tiempo en que me promet, me lo dije a m misma que no iba a volver a hacer nada que no tuviera un compromiso directo con los problemas reales de la sociedad tal vez no para mejorarla, sino, por lo menos, para observarla, para hacer que los otros se fijasen en esos problemas aunque fuera mirndolos desde lo esttico, por un momento y sin

morbosidad. De una manera recursiva, me propuse lograr una memoria a travs de esos mecanismos de los que el artista se vale para poder interpretar la realidad. Yo pensaba en aquello del espacio de lo lejano Ya desde mi viaje a Francia yo pensaba en cmo traer a la memoria aquellos espacios que son importantes. Hubo un tiempo en que para m fue muy fuerte pensar en las masacres, pensar en el hecho de la masacre en s, sea en Colombia, sea en El frica, -en toda parte se ha dado ese fenmeno-. El hombre siempre infringe el poder sobre las clases ms pobres o sobre los nios o sobre los animales es como una cosa que hace parte de esa cadena alimenticia entonces de all se me haca totalmente necesario recrear esos espacios y esos momentos en los que las personas eran masacradas y de no ser posible eso yo quera recrear el momento en donde se recogan los cuerpos. Para m esos eran recuerdos muy fuertes de mi niez en el pueblo tan marcado por la violencia. Particularmente tena miedo de observar los muertos bocabajo, casi que los vea como dormidos.

La necesidad de recrear la escena

All empieza la necesidad, yo dira la urgencia, de poder recrear esa escena. Me voy a las imgenes de peridicos porque es algo que me gusta mucho hacer, no tanto empaparme de la historia por medio del peridico sino solamente observar las imgenes porque me parece que tambin hay algo muy especial dentro de ese camargrafo que est apreciando a los muertos.

Una realidad permeada Tambin el camargrafo tiene esa forma de interpretar la realidad, no es una realidad directa sino permeada : a partir de lo que l ve, nosotros alcanzamos a ver, nosotros alcanzamos a ver lo que sus registros permiten ver y sus registros estn permeados por otras circunstancias que escapan de su control. All intervienen otras mediaciones.

Obsequiar un espacio La idea fue tratar de hacer un souvenir. Mencionaba el viaje a Francia porque me suscit la idea de traer un espacio de un lugar a otro. Me gustaba mucho la idea de obsequiar ese espacio.

Empiezo a verme en la tarea de conseguir muchas imgenes las que fueran posibles sobre las masacres que han pasado en Colombia ms que todo lo que tena que ver con el proceso de paramilitarismo, era muy oportuno en ese momento (Octubre ao 2008) porque dizque estaban teniendo en cuenta a las vctimas del conflicto. Tomo la decisin de hacerlo por la invitacin del saln nacional de artistas. Se me ocurri trabajar ese tema y no tanto porque fuera tema de actualidad sino por una necesidad personal. Empec a desarrollar las imgenes con un mtodo de ir desde lo bidimensional a lo tridimensional. El resultado fueron pequeas esculturas. Despus me voy dando cuenta al observar las esculturas que la mirada que se produce es desde arriba como si fuera un dios que las estuviera observando y ese mismo regalo se lo quise ofrecer a ese pblico que fue a mirar el saln de artistas. Es una obra que est en proceso. Es una obra que adems permite ver esas fotografas que yo he podido recoger a manera de un pequeo archivo y que siguen el hilo conductor de mis investigaciones.

El tablero ensea a desmembrar un cuerpo Esa obra tambin est marcada por el hecho de que fui invitada al 41 saln de artistas y me encontr con que el espacio expositivo era un saln de clases (en el colegio La Sagrada Familia) y me di a la tarea de aprovecharlo al mximo. Me encontr con el tablero, el tablero que remite al profe, a la educacin. Supe que haba un supuesto documento

educativo de un paramilitar que enseaba a desmembrar los cuerpos. Eso me pareci que era muy de ac, del escenario Colombiano. Empec a indagar sobre mtodos para ampliar ese documento buscando una manera plstica para hablar de el, una manera que tuviera que ver con el tablero, entonces apareci la tiza como otro recurso que permita hablar de levantamiento y se sumaba al levantamiento de fotos de peridico. Las fotos, especialmente las de la masacre de El Nilo, permiten observar muchos indgenas muertos, muchos nios muertos, muchos campesinos muertos, y todo porque estn metidos dentro del conflicto : paramilitarismo, guerrilla, gobierno, corrupcin. Hay que pertenecer a algn bando. Vuelvo en esta obra a encontrarme con esa cosa voraz del hombre que haba sido el tema de la obra Cadena sinttica alimenticia, voracidad por tener dinero, voracidad de poder, poder por alcanzar riqueza, poder por alimentarse ms.

Ficha tcnica

Ttulo : levantamientos Autor : Anglica Castro Instalacin : esculturas, fotografas, dibujo con tiza sobre tablero.

Yo no hago arte para artistas Ah estaba lo que hablbamos de lo que es el significado de la belleza en el arte. Cmo una masacre puede volverse algo muy bello!. Yo no lo estoy diciendo por irrespetar el hecho en s sino que es necesario embellecerlo para que por un momento exista concentracin y reflexin sobre ese fenmeno dentro de la sociedad que pasa tan de largo. Repito : por lo menos que la sociedad mire por un momento este hecho desde lo esttico. Para m el arte es algo que debe ir a la sociedad, yo no hago arte para artistas, para m el arte debe ser algo que debe estar encaminado a la gente del comn, hasta me encantara que lo observara el vendedor de frutas que se hace afuera de la exposicin y no solamente el crtico de arte y el historiador de arte. Por eso me gustara trabajar con plastilina para hacer que esas personas se acerquen aun ms a esta reflexin que tengo como tal.

Levantamientos : un ensamblaje fotogrfico con leo

En muy poquito tiempo toc resolver la obra. Las esculturas estn sobre una base de madera, fueron elaboradas con porcelanicrn, fotografa y de leo utilic simplemente el negro y el blanco para reproducir una escala de grises. Las esculturas estn colocadas sobre mesas de madera que deben ser muy sencillas y altas para que ellas se puedan apreciar mejor. Sobre una pared lateral estn las fotografas ampliadas de las masacres (las mismas que estn representadas en las esculturas). Cada una de estas fotografas est montada sobre un soporte transparente de alto relieve y tiene una luz desde adentro. En conjunto semejan bvedas sobre pared. Diagonal a las bvedas y al frente de las esculturas est el tablero con el dibujo hecho en tiza que ensea a desmembrar un cuerpo. Frente a la pared que contiene el tablero y a unos 50 pasos de distancia est sobre un marco pequeo la reproduccin de uno de los mapas alusivo a una zona en donde se realiz en el ao 2008 un levantamiento de cuerpos por parte de una comisin de mdicos forenses y de antroplogos internacionales versados en el tema. Levantamientos Tal vez muchos criticaron el nombre porque vena a ser algo demasiado idealista, pero para m tena que ser as, tena que estar en la ficha tcnica las diferentes interpretaciones del trmino. El trmino levantamiento cabe dentro de lo arquitectnico como el estudio del terreno para desde all empezar a asentar los cimientos, se refiere mucho a la etapa de mover el terreno; dentro de la criminalstica sera el procedimiento que oficializa, reconoce y describe la escena del crimen. Al tratarse de las masacres es la descripcin del terreno para sacar los cuerpos y tambin hago uso del trmino levantamiento como accin de traer a la memoria, que la memoria se

levante tambin. Levantamiento desde mi obra es eso : observar el conflicto desde arriba casi que como un Dios. Yo quise regalarle ese espacio a los dems y tratar de que ese tema vuelva a la memoria. Podemos marcar como una lnea histrica pero en resumidas cuentas esa lnea histrica tampoco es nada, es como lo mismo todo el tiempo, algo que siempre se est repitiendo, como que el tiempo no pasa, siempre est all, la imagen no tiene pasado, no tiene futuro, es como un presente permanente y ese es el caso no slo de esta obra sino de mis obras, no sabemos realmente quien est detrs de todo el poder que es lo que en ltimas viene a ser la reflexin final. Pasa de todo y no pasa nada. Ocurren las masacres y no pasa nada, como si nadie las hubiera visto. Jos Arcadio Segundo ignoraba donde haba saltado, pero saba que caminando en sentido contrario al del tren llegara a Macondo. Al cabo de ms de 3 horas de marcha, empapado hasta los huesos, con un dolor de cabeza terrible divis las primeras casas a la luz del amanecer. Atrado por el olor del caf, entr a una cocina donde una mujer, con un nio en brazos, estaba inclinada sobre el fogn. Buenas dijo exhausto. Soy Jos Arcadio Segundo Buenda. Pronunci el nombre completo, letra por letra, para convencerse de que estaba vivo. Hizo bien porque la mujer haba pensado que era una aparicin al ver en la puerta la figura esculida, sombra, con la cabeza y la ropa sucia de sangre y tocada por la solemnidad de la muerte. La conoca.

Llev una manta para que se arropara mientras se secaba la ropa en el fogn, le calent agua para que se lavara la herida, que era slo un desgarramiento de la piel y le dio un

paal limpio para que se vendara la cabeza. Luego le sirvi un pocillo de caf, sin azcar como le haban dicho que lo tomaban Los Buenda y abri la ropa cerca del fuego. Jos Arcadio Segundo no habl mientras no termin de tomar caf. Deban ser como 3.000 muertos murmur-, -qu?-, -los muertos, aclar l-. Deban ser todos los que estaban en la estacin. Aqu no ha habido muertos- dijo- . desde los tiempos de tu to El Coronel, no ha pasado nada en Macondo .

Corolario de Ojos Las cosas tienen unos ojos los de s mismas, las cosas nos prestan sus ojos con los que

vemos, con los que imaginamos, con los que fabulamos, con los que coloreamos, con los que creemos sentir texturas, con los que encontramos alianzas, formas y comparaciones. Creemos ver. Hay un espacio para la ilusin. Son ojos para sentir diferentes temperaturas. Ojos con los que conocemos el vuelo de los pjaros, aunque no volamos como ellos. Ojos con los que vemos al pjaro atacar una rama, aunque no sabemos el sabor de una rama. Ojos con los que vemos el calor, pero no somos el calor. Ojos con los que apreciamos las distancias y no nos columpiamos entre ellas. Ojos de cordura con los que lloramos el absurdo y la locura. Vemos la lluvia, la humedad y tenemos la sal en el cuerpo, y tenemos

la esperanza en el corazn y tenemos los ojos abiertos al corazn.

Ojos

Castro : tan sembrados en otro mundo que no slo sirven para ver sino queinvitan a mirar adentro. Qu hay adentro ? Azabache y pensamiento. Cuna de estrellas fugadas hace mucho tiempo. Adivinanzas brujas. Ojos que desembarcaron y antes de volver a ser rfagas se volvieron cielos pero an son ojos de este mundo por eso miran con una inmensa dosis de melancola. Hay manos, hay odos, hay ojos en los que la luz y la soledad producen obras de sensible olfato creativo. As son las obras de Anglica Mercedes Castro Piedrahita.

Todos buscamos destino. Uno escribe para tener ms sed al tomar el vaso de agua. Uno escribe para que lo saquen a bailar. Tambin para viajar. Uno escribe porque la escritura es

otra forma de tomar fotos y de pintar. Uno escribe para comunicarse con el tiempo y para comunicar tiempos. Uno escribe para despertar a los que duermen. Uno escribe para que la papaya se levante a comenzar el da y para que el lulo vaya complacido a la licuadora. Escrito en Cali antes de que fuera el 19 de Agosto del ao vigente.

El da que vea tu alma, pintar tus ojos. Modigliani