qué es la versión septuaginta

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¿Qué es la Versión Septuaginta y qué lugar ocupó en la iglesia primitiva? La primera traducción de la Biblia Hebrea (nuestro Antiguo Testamento) se llama la Septuaginta, palabra en latín que significa setenta. Este nombre se debe a una tradición errada, fundada en la pretendida Carta de Aristeas, en el sentido de que había alrededor de 70 traductores de esta versión. Según documenta Julio Trebolle, «la traducción de todo un cuerpo de literatura hebrea a la lengua griega constituye un esfuerzo único de interpretación en todos los sentidos: ortografía, morfología, sintaxis, semántica, teología, etc.» (1) «El rey de Macedonia, Alejandro Magno, abrió un área enorme a la influencia de la cultura griega cuando, entre 334 y 320 a.C., marchó hasta la frontera de la India e introdujo como medio de comunicación el idioma de Aristóteles y Plutarco en muchos pueblos que solo conocían sus lenguas particulares. Militares, comerciantes y obreros se servían de la nueva lengua, modificándola con expresiones vernáculas. Tal vehículo de relaciones humanas recibió el nombre de koineOE o lenguaje cotidiano y por ende común. Un grupo de judíos helenizados tradujo al griego koineOE el Antiguo Testamento ca.250 a.C. en Alejandría, capital de Egipto. Esta versión de los «setenta intérpretes» (la LXX) expresó, entonces, en lengua vulgar, los términos religiosos y éticos de los hebreos, cuya civilización era tan distinta. Para tal efecto, crearon locuciones con sabor hebreo, por ejemplo, «toda carne» y «fruto de las entrañas», y en vocabulario y sintaxis enriquecieron la lengua franca. Según la enciclopedia católica «La versión de los Setenta es la primera mencionada en una carta de Aristeas a su hermano Filocrates» La Carta de Aristeas pretende haber sido escrita por un oficial de la corte de Ptolomeo II Filadelfo, emperador de Egipto (285-247 a.C.). Relata el deseo de dicho emperador de tener en la Biblioteca Imperial de Alejandría una copia de todos los libros de ese tiempo. Según la enciclopedia católica «Ptolomeo II Fue persuadido por Demetrio de Falero, bibliotecario jefe, que la enriqueciera con una copia del libro sagrado de los hebreos» Por lo tanto estaba haciéndole un pedido al sumo sacerdote en Jerusalén, rogando que 72 hombres capaces (seis de cada tribu) tradujeran la Ley de Moisés al griego. Según la enciclopedia católica «La traducción fue leída en presencia de los sacerdotes judíos y de la gente reunida en Alejandría. Todos ellos reconocieron y alabaron su perfecta conformidad con el original hebreo. El rey quedó muy complacido con el trabajo y lo entregó a la biblioteca». (2) Debido a los muchos anacronismos que contiene, los eruditos han dudado «generalmente de su veracidad. Sin embargo, es una fuente valiosa de información de las opiniones existentes en la antigüedad acerca del origen de la LXX.» (3) Los 72 hombres trabajaron en el tranquilo retiro de una isla, la enciclopedia católica dice que «fueron llevados a la solitaria isla de Faros”, completando la traducción en 72 días.»(4) «Filón, el gran filósofo judío de Alejandría (30 a.C. -45 d.C.) dijo que los traductores trabajaron independientemente. Cuando uno había terminado la traducción completa, todas las 72 traducciones resultaron idénticas. Cualquier persona que tenga conocimiento alguno respecto al trabajo de traducción sabe que esto es completamente absurdo. Un escritor posterior, Epifanio, aun pretende que en ese tiempo todo el Antiguo Testamento (inclusive los libros Apócrifos) fue traducido. Pero sabemos que los Apócrifos se escribieron más tarde. ¿Cuál es la realidad? Generalmente se acepta que los cinco libros de Moisés fueron traducidos más o menos a mediados del tercer siglo a.C. y que el resto del Antiguo Testamento se tradujo al griego durante los cien años siguientes (250-150 a.C.). Estrictamente hablando, el término Septuaginta debe aplicarse solamente a la traducción griega del Pentateuco. Pero por los siglos se le ha aplicado a todo el Antiguo Testamento en griego, y por tanto seguimos esa costumbre. Todos admiten que la versión de los Setenta se hizo en griego popular, el koine

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Qué Es La Versión Septuaginta

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  • Qu es la Versin Septuaginta y qu lugar ocup en la iglesia

    primitiva?

    La primera traduccin de la Biblia Hebrea (nuestro Antiguo Testamento) se llama la Septuaginta, palabra en latn que significa

    setenta. Este nombre se debe a una tradicin errada, fundada en la pretendida Carta de Aristeas, en el sentido de que haba

    alrededor de 70 traductores de esta versin. Segn documenta Julio Trebolle, la traduccin de todo un cuerpo de literatura

    hebrea a la lengua griega constituye un esfuerzo nico de interpretacin en todos los sentidos: ortografa, morfologa, sintaxis,

    semntica, teologa, etc. (1) El rey de Macedonia, Alejandro Magno, abri un rea enorme a la influencia de la cultura griega cuando, entre

    334 y 320 a.C., march hasta la frontera de la India e introdujo como medio de comunicacin el idioma de

    Aristteles y Plutarco en muchos pueblos que solo conocan sus lenguas particulares. Militares, comerciantes y

    obreros se servan de la nueva lengua, modificndola con expresiones vernculas. Tal vehculo de relaciones

    humanas recibi el nombre de koineOE o lenguaje cotidiano y por ende comn.

    Un grupo de judos helenizados tradujo al griego koineOE el Antiguo Testamento ca.250 a.C. en Alejandra,

    capital de Egipto. Esta versin de los setenta intrpretes (la LXX) expres, entonces, en lengua vulgar, los

    trminos religiosos y ticos de los hebreos, cuya civilizacin era tan distinta. Para tal efecto, crearon locuciones

    con sabor hebreo, por ejemplo, toda carne y fruto de las entraas, y en vocabulario y sintaxis enriquecieron

    la lengua franca. Segn la enciclopedia catlica La versin de los Setenta es la primera mencionada en una carta

    de Aristeas a su hermano Filocrates La Carta de Aristeas pretende haber sido escrita por un oficial de la corte de

    Ptolomeo II Filadelfo, emperador de Egipto (285-247 a.C.). Relata el deseo de dicho emperador de tener en la

    Biblioteca Imperial de Alejandra una copia de todos los libros de ese tiempo.

    Segn la enciclopedia catlica Ptolomeo II Fue persuadido por Demetrio de Falero, bibliotecario jefe, que la

    enriqueciera con una copia del libro sagrado de los hebreos Por lo tanto estaba hacindole un pedido al sumo

    sacerdote en Jerusaln, rogando que 72 hombres capaces (seis de cada tribu) tradujeran la Ley de Moiss al

    griego. Segn la enciclopedia catlica La traduccin fue leda en presencia de los sacerdotes judos y de la gente

    reunida en Alejandra. Todos ellos reconocieron y alabaron su perfecta conformidad con el original hebreo. El rey

    qued muy complacido con el trabajo y lo entreg a la biblioteca. (2)

    Debido a los muchos anacronismos que contiene, los eruditos han dudado generalmente de su veracidad. Sin

    embargo, es una fuente valiosa de informacin de las opiniones existentes en la antigedad acerca del origen de

    la LXX. (3)

    Los 72 hombres trabajaron en el tranquilo retiro de una isla, la enciclopedia catlica dice que fueron llevados a

    la solitaria isla de Faros, completando la traduccin en 72 das.(4)

    Filn, el gran filsofo judo de Alejandra (30 a.C. -45 d.C.) dijo que los traductores trabajaron

    independientemente. Cuando uno haba terminado la traduccin completa, todas las 72 traducciones resultaron

    idnticas. Cualquier persona que tenga conocimiento alguno respecto al trabajo de traduccin sabe que esto es

    completamente absurdo. Un escritor posterior, Epifanio, aun pretende que en ese tiempo todo el Antiguo

    Testamento (inclusive los libros Apcrifos) fue traducido. Pero sabemos que los Apcrifos se escribieron ms

    tarde. Cul es la realidad? Generalmente se acepta que los cinco libros de Moiss fueron traducidos ms o

    menos a mediados del tercer siglo a.C. y que el resto del Antiguo Testamento se tradujo al griego durante los cien

    aos siguientes (250-150 a.C.). Estrictamente hablando, el trmino Septuaginta debe aplicarse solamente a la

    traduccin griega del Pentateuco. Pero por los siglos se le ha aplicado a todo el Antiguo Testamento en griego, y

    por tanto seguimos esa costumbre. Todos admiten que la versin de los Setenta se hizo en griego popular, el

    koine

  • dialectos. Pero es el griego de Antiguo Testamento un idioma especial? Muchas autoridades as lo afirman,

    aunque estn en desacuerdo respecto a su carcter real. El Dict. de la Bible, s.v. Grec biblique, afirma que era el

    griego hebraizante hablado por la comunidad juda de Alejandra, el griego popular de Alejandra con una gran

    mezcla de hebraicismos, El mismo diccionario, s.v. Septante, menciona la ms reciente opinin de Deissmann

    que el griego de los Setenta es meramente el griego ordinario vernacular, el puro koin de de su tiempo.

    Deissmann basa su teora en el perfecto parecido del idioma de los Setenta y el de los papiros e inscripciones del

    mismo aquel tiempo y cree que las peculiaridades sintcticas de los Setenta, que al principio parecen favorecer la

    teora del idioma especial, un griego hebraizante, se explican suficientemente por el hecho de que los Setenta son

    una traduccin de libros hebreos.

    Ya hemos notado que el alfabeto hebreo tiene solamente consonantes. En consecuencia, el texto hebreo del

    Antiguo Testamento es ms corto que la traduccin griega, siendo que el alfabeto griego incluye vocales. Como

    resultado, los libros de Samuel, Reyes y Crnicas resultaron demasiado largos para caber cada uno en un solo

    rollo. De modo que los tres se dividen cada uno en dos libros. Sin embargo, en la Septuaginta los dos libros de

    Samuel se llaman I y II Reyes, y nuestros dos libros de Reyes son III y IV Reyes. Este cambio se llev a la Vulgata

    Latina y a las Biblias catlicas en ingls.

    Ya que la mayora de las citas del Antiguo Testamento que se hacen en el Nuevo Testamento son de la

    Septuaginta, esta versin tiene grande significado para nosotros. Y adems de las citar, directas, mucha de la

    terminologa del Nuevo Testamento en griego tiene su base en la Septuaginta.

    En el primer siglo, la LXX (Septuaginta) lleg a conocerse cada vez ms como la Biblia de los cristianos. De ella

    sacaron sus textos de prueba para establecer que Jess era el Mesas, y para respaldar sus argumentos en contra

    del judasmo.- De modo que, no obstante el hecho que la LXX era muy popular entre los judos de habla griega de

    la Dispora.

    La enciclopedia catlica dice que la septuaginta fue bien acogida por los judos de Alejandra, se extendi

    rpidamente por los pases de habla griega, fue utilizada por diferentes escritores y suplant al texto original en

    los servicios litrgicos. Filn de Alejandra la us en sus escritos y pensaba que los traductores estaban inspirados

    como los profetas. Por fin fue recibida hasta por los judos de Palestina y fue empleada notablemente por Josefo.,

    el historiador palestino judo. Sabemos tambin que los escritores del Nuevo Testamento hicieron uso de ella,

    tomando de ella la mayora de sus citas. Se convirti en el Antiguo Testamento de la Iglesia y se la tenan en tan

    alta estima por los primitivos cristianos que muchos escritores y Padres declararon que estaba inspirada. Los

    cristianos haban recurrido a ella constantemente en su controversias con los judos, que pronto reconocieron sus

    imperfecciones y finalmente rechazaron a favor del texto hebreo o de traducciones ms literales (Aquila,

    Teodocion)..(5)

    Restauracin del texto de la septuaginta

    Las copias de los Setenta se multiplicaron para ser distribuidas entre los judos helenizantes y los primeros

    cristianos. Y como era de esperar, se colaron muchos cambios deliberados o involuntarios. Se Senta la necesidad

    de restaurar el texto en lo posible a su prstina pureza. La siguiente es una relacin de esos intentos de

    correccin: a. Orgenes reprodujo el texto de los Setenta en la quinta columna de sus Hexapla, marcando con

    obeliscos los textos que ocurran en los Setenta que no estaban en el original, aadiendo, segn la versin de

    Teodocin, y distinguiendo con asteriscos y metobeliscos los textos del original que no estaban en los Setenta

    adoptando el texto, de entre las variaciones, que estuviera ms cerca del texto hebreo y finalmente trasponiendo

    all donde el orden de los Setenta no se corresponda con el orden del hebreo. Su recensin, copiada por Panfilio y

    Eusebio se llama hexaplar, para distinguirla de la previamente empleada y que se llama comn, Vulgata, koin o

    antehexaplar. Fue adoptada en Palestina.

    B. S. Luciano, sacerdote de Antioqua y mrtir. A principios del siglo cuarto, public una edicin corregida de

    acuerdo con el hebreo, que retuvo el nombre de koin, edicin Vulgata y a veces llamada Loukianos por su autor.

    En tiempos de S. Jernimo se utilizaba en Constantinopla y Antioqua. c. Finalmente Hesiquio un obispo egipcio,

    public por el mismo tiempo una nueva

  • recensin empleada principalmente en Egipto.

    Manuscritos

    Los tres ms celebrados manuscritos de los Setenta que se conocen son el Vaticano, Codex Vaticanus (siglo

    cuarto), el Alejandrino Codex Alexandrinus ( siglo quinto) ahora en el Museo Britnico de Londres y el del Sinai

    Codex Sinaiticus ( siglo cuarto) encontrado por Tischendorf en el convento de Santa Catalina en el Monte Sina

    en 1844 y 1849, y que ahora est parte en Leipzig y parte en S. Petersburgo. Todos ellos escritos en unciales. El

    Codex Vaticanus es el ms puro de los tres. Generalmente da le texto ms antiguo, mientras que el Codex

    Alexandrinus toma mucho prestado del texto hexaplar y est cambiado siguiendo el texto masortico ( Al Codex

    Vaticanus se le asigna la letras B, al Codex Alexandrinus la A y y al Codex Sinaiticus la primera letra del alefato

    hebreo Alef o la S). La Bibliotheque Nationale de Pars posee tambin un importante manuscrito palimsesto de

    los Setenta Codex Ephraemi rescriptus (designado por la letra C) y dos manuscritos de menos valor (64 y 114),

    en cursivas, uno perteneciente al siglo diez u once y el otro al trece (Bacuez and Vigouroux, 12th ed., n. 109).

    Todas las ediciones impresas de los Setenta se derivan de las tres recensiones mencionadas arriba La editio

    princeps es la Complutense o de Alcal. Fue impresa en 1514-18 del texto hexaplar de Orgenes y no fue publicada

    hasta que apareci en la Biblia Polglota del cardenal Jimnez de Cisneros en 1520. La Edicin Aldina

    (comenzada por Aldus Manucius) apareci en Venecia en 1518. El texto es ms puro que el de la edicin

    Complutense. Y ms cercana al Cdice B. El editor dice que cotej manuscritos antiguos pero no los especifica. Se

    ha reimpreso varias veces. La ms importante es la Romana o Sixtina que reproduce el Codex Vaticanus casi

    exclusivamente. Se public bajo la direccin del cardenal Caraffa con la ayuda de varios sirvientes en 1586 por la

    autoridad de Sixto V, para asistir a los que estaban revisando para una nueva edicin de la Vulgata latina

    ordenada por el Concilio de Trento. Se ha convertido en el textus receptus del Antiguo Testamento Griego y ha

    tenido muchas nuevas ediciones, como la de Holmes y Pearsons (Oxford, 1798-1827), las siete ediciones de

    Tischendorf que aparecieron en Leipzig entre 1850 y 1887, las dos ltimas publicadas tras la muerte del autor y

    revisadas por Nestl, las cuatro ediciones de Swete (Cambridge, 1887-95, 1901, 1909), etc. La edicin de Grabe

    publicada en Oxford, de 1707 a 1720, reproduca imperfectamente, el Codex Alexandrinus de Londres. Para las

    ediciones parciales ver Vigouroux, Dict. de la Bible, 1643 sqq. (6)

    Respecto de su valor crtico y lenguaje, la enciclopedia catlica nos dice que La Versin de los Setenta, mientras

    que daba exactamente tanto en la forma como en la sustancia el verdadero sentido de los Libros Sagrados, difiere

    considerablemente de nuestro texto hebreo actual. Estas discrepancias, sin embargo, no son de gran importancia,

    cuestin solamente de interpretacin. Pueden clasificarse as. Algunos resultados de los traductores que

    habiendo tenido a su disposicin recensiones hebreas que diferan de las que eran conocidas por los Masoretas.

    Algunas veces los textos variaban, otras eran idnticos, pero ledos en diferente orden. Otras diferencias se deben

    a los mismos traductores, por no hablar de la influencia ejercida sobre su trabajo por sus mtodos de

    interpretacin, las inherentes dificultades del trabajo, su mayor o menor conocimiento del griego y del hebreo, de

    vez en cuando eran traducidos de forma diferente de los Masoretas, porque lean los textos de forma diferente, lo

    que era natural ya que el hebreo, escrito en caracteres cuadrados y con ciertas consonantes que eran iguales en la

    forma, era fcil confundirlas ocasionalmente y por ello dar una traduccin errnea; ms an, como el texto

    hebreo se escriba sin espacios entre las palabras, podan fcilmente cometer un error en la separacin de las

    palabras y finalmente, el texto hebreo que tenan a su disposicin no llevaba vocales y podan poner vocales

    diferentes de las que despus usaron los Masoretas. Es ms, no debemos pensar que tenemos actualmente el

    texto griego tal como fue escrito por los traductores. Las frecuentes transcripciones durante los primeros siglos,

    de la misma forma que las correcciones y ediciones de Orgenes, Luciano y Hesiquio, perjudicaron la pureza del

    texto. Voluntaria o involuntariamente los copistas permitieron que muchas corruptelas textuales,

    transposiciones, adiciones y omisiones se colaran en el primitivo texto de los Setenta. En particular podemos

    notar la adicin de pasajes paralelos, notas explicatorias o traducciones dobles causadas por notas al

    margen. Sobre sto, consultar Dict. de la Bible, art. cit., and Swete, An Introduction to the Old Testament in

    Greek.(7)

    Yehuda Ribco dice que a la septuaginta los judos la consideran notable por su cercana a la Tor, su precisin

    en ciertos pasajes de difcil captacin y un uso de tcnicas interpretativas similares a los deltargum (del que

    hablaremos en siguientes textos). En el Talmud se la considera como la versin griega de la Tor (atento, de la

  • Tor solamente, no del Tanaj). Se asumi como real una leyenda que enfatizaba su inspiracin (TB Meguil 9a),

    pero realmente, cuenta con defectos, aumentados por el paso de los milenios. (8)

    Para los judos de habla griega establecidos en Palestina y los habitantes de la Dispora -y ms tarde para los

    cristianos- la Septuaginta tuvo el carcter de texto inspirado. En este sentido la Carta de Aristeas expres que la

    traduccin fue realizada de forma milagrosa con la intervencin de Dios. Aristeas narr cmo,tras haber dado

    lectura a los libros, los sacerdotes y los ancianos traductores y la comunidad juda y los lderes del pueblo se

    colocaron de pie y manifestaron, que habindose realizado una tan excelente y sagrada y precisa traduccin, era

    correcto que se conservase como estaba, y ninguna alteracin deba hacrsele. Y cuando toda

    la comunidad expres su aprobacin, pronunciaron un anatema de acuerdo a sus costumbres, para que nadie se

    atreva a realizar ninguna alteracin, aadiendo o cambiando de ninguna manera su contenido, y ninguna de las

    palabras que hayan sido escritas, o cometer ninguna omisin. Esta fue una precaucin muy sabia para asegurar

    que el libro se preserve inalterado en el tiempo futuro (9)

    Opiniones de los Padres respecto a la septuaginta:

    El filsofo judo Aristbulo, que vivi en Alejandra durante el reinado de Tolomeo VI Filometor(181-145 A. d.

    C.), confirm la existencia de la versin de los Setenta con anterioridad a la carta de Aristeas. Aristbulo atribuy

    incluso a Platn el conocimiento de la Ley Mosaica. El filsofo judo alejandrino relata en una carta al rey

    Tolomeo que la completa traduccin de todos los libros de la Ley (fue hecha) en los tiempos del Rey llamado

    Filadelfo, vuestro ancestro (10)

    A pesar de la accin tarda de los dirigentes del Judasmo Rabnico, la tradicin que consider la Septuaginta

    como divinamente inspirada fue reconocida por autores hebreos como Flavio Josefo y Filn, as como por la

    Patrstica cristiana. Filn afirm, en su Vida de Moiss, la inspiracin divina de los traductores de la

    Septuaginta (11)

    A mediados del siglo II D. de C., San Justino, el filsofo cristiano, describi cmo se reverenciaban copias de la

    Septuaginta en algunas sinagogas judas, aun cuando un influyente nmero de rabinos haba renegado de su

    empleo por considerar que el Cristianismo las haba hecho suyas. (12)

    San Ireneo de Lyon se refiri a la Septuaginta como autnticamente divina. Las Escrituras fueron

    interpretadas con tal fidelidad y por la gracia de Dios, y de la misma forma en que Dios prepar y form nuestra

    fe hacia su Hijo, ha preservado inadulteradas las Escrituras en Egipto, sentenci San Ireneo(13)

    En el siglo IV D. de C., Eusebio, obispo de Cesrea e historiador de la Iglesia, desarroll con amplitud el camino

    seguido para la realizacin de la Septuaginta y su carcter inspirado: Antes que los romanos establecieran su

    gobierno, cuando aun los Macedonios posean Asia, Ptolomeo, hijo de Lago, muy ansioso por adornar su

    biblioteca, que haba fundado en Alejandra, con las mejores obras de todos los hombres, requiri de los

    habitantes de Jerusaln obtener una traduccin de sus Escrituras al griego. En ese tiempo estaban sujetos a los

    Macedonios. Por lo que enviaron a Ptolomeo setenta sabios, los ms experimentados en las Sagradas Escrituras y

    en ambos lenguajes (hebreo y griego), deseando Dios que se laborase.

    Pero Ptolomeo, queriendo probarlos a su manera, y temiendo que hayan hecho algn acuerdo previo para

    esconder las verdaderas Escrituras mediante su traduccin, los separ uno del otro, y les mand escribir la

    misma traduccin. Y esto hizo en el caso de todos los libros. Pero, cuando fueron reunidos por Ptolomeo, y

    compararon cada uno sus traducciones, Dios fue glorificado y las Escrituras fueron reconocidas como divinas,

    porque todos presentaron las mismas cosas en las mismas palabras y en los mismos nombres, de principio a fin,

    as que incluso los paganos que estaban presentes supieron que las Escrituras fueron traducidas por la

    inspiracin de Dios. (14)

    Opiniones actuales

  • El Dr. Julio Trebolle Barrera (Miembro del Comit Internacional de edicin de los Manuscritos del Mar Muerto,

    autor de varios libros de critica textual y literaria de la Biblia, Profesor del Dpto. de estudios hebreos y arameos.

    Director del Instituto de ciencias de las religiones de la U. Complutense de Madrid. Doctor en Filologa Semtica y

    Teologa, Licenciado en Filosofa Pura y en Ciencias Bblicas y lve honoraire de lEcole Biblique de Jerusaln),

    quien escribe: Si desde el punto de vista de la crtica textual la versin de los LXX refleja en ocasiones un texto

    hebreo diferente del TM (texto masortico), desde el punto de vista de la interpretacin targmica y de la historia

    de la religin, la versin de los LXX es reflejo a un tiempo de las ideas teolgicas y de las tendencias

    hermenuticas del judasmo de la poca. La versin de los LXX constituye una verdadera obra de exgesis juda,

    comparable en ocasiones a un Trgum. (Frnkel, Prijs, Seeligman, Gehman, Gooding, Le Deaut, etc.).

    Las tendencias teolgicas de la versin griega aparecen con mayor claridad en versiones ms librescomo la de

    Isaas de Proverbios que ms parecen un midrs judo helenstico que no una verdadera traduccin al griego a

    partir de un original hebreo. (15)

    La traduccin de Isaas es muy libre. No es apenas utilizable para la crtica del texto hebreo de este libro.

    Representa, por el contrario, una fuente inestimable de datos para el estudio de la antigua exgesis juda, pues se

    basa en tradiciones exegticas que aparecen ms tarde en el Trgum y en la Pesitta. Las frecuentes citas del texto

    de Isaas en el NT y en la apologtica cristiana y juda confieren a esta traduccin un valor aadido. Mas

    adelante aade: Las numerosas y significativas coincidencias existentes entre LXX y manuscritos hebreos de

    Qumram, ha revalorizado el testimonio del texto griego frente a las corrientes imperantes en la poca anterior al

    descubrimiento (1947), que consideraban el texto griego desprovisto de valor crtico y muy valioso en cambio

    como testimonio de la exgesis juda contempornea de la poca de la traduccin. Es decir que, si por una parte

    la mayora de los crticos estaban de acuerdo en que representaba un fiel reflejo del pensamiento judo de su

    tiempo ahora, desde la comparacin con los manuscritos de los esenios, es reconocido tambin como una fuente

    muy precisa y fidedigna del texto original. Esto ratifica la afirmacin de Josefo en el captulo antes mencionado,

    prrafo 13, donde dice que con toda atencin y celo se dieron a la tarea de traducir la ley. (16)

    El Padre Pierre Benoit ha sostenido el carcter inspirado de la Septuaginta. Benoit argument que el extenso

    uso de los LXX, realizado por los autores sagrados del Nuevo Testamento se deba a que los evangelistas la

    consideraron como fidelsima traduccin del original hebreo. Por lo tanto, asumieron que sus palabras reunan

    las mismas condiciones de inspiracin debida a la Biblia juda. Esta inspiracin se haba hecho extensiva a los

    traductores. En este sentido Benoit y quienes se adhirieron a esta enseanza repetan las enseanzas antiguas de

    los Padres, particularmente de San Justino el P. Benoit emple una referencia penetrante de San Juan

    Crisstomo para ilustrar su tesis: el Espritu Santo habra inspirado a Moiss la composicin de las Escrituras;

    inspir a Esdras su restitucin en Jud, cuando concluy el destierro de Babilonia; envi a los Profetas y,

    finalmente, dispuso a los Setenta para traducir.

    Muy claramente Benoit afirm que podra hablarse de inspiracin para todo ese impulso que suscit y llev a

    cabo la transposicin del mensaje bblico en pensamiento griego, y de revelacin para todas las verdades

    nuevas que los traductores recibieron antes de su trabajo o en el curso del mismo y que han enseado en nombre

    de Dios a travs de su obra. La Iglesia -escribi Benoit-, ha admitido ciertamente la inspiracin de los Sesenta en

    los primeros siglos () esta creencia es al mismo tiempo convincente y posible. (17)

    Por qu el Judasmo Rabnico posterior a la destruccin de Jerusaln el ao 70 D. de C.

    abandon la Septuaginta? (18)

    a. La confrontacin con el Cristianismo y el abandono de la Septuaginta: El empleo que hicieron los cristianos

    de la Septuaginta, sobre todo en lo referente a los pasajes que mostraban el cumplimiento en el Seor Jess de

    las profecas mesinicas, determin que a finales del siglo I de la era cristiana los rabinos reaccionasen contra el

    antiguo texto. A partir del siglo II D. de C. intervinieron para que se proscribiese su empleo. Los rabinos y los

    hebreos en general comenzaron a considerar errneamente a la Septuaginta como la Biblia de los Cristianos.

    Este criterio est equivocado porque al mismo tiempo que los primeros cristianos, la Septuaginta fue venerada y

    empleada por las comunidades de judos helenizados. Sin embargo cerca del ochenta por ciento de las citas del

    Antiguo Testamento contenidas en el Nuevo Testamento pertenecen a la versin de los LXX. Como evidencia

  • Trifn, los judos se vieron en la disyuntiva de negar el valor textual de los Setenta. Tampoco aceptaron como

    inspirados ciertos libros Septuagintos (Tobas, Judit, Baruc, Eclesistico, 1 y 2 Macabeos y Sabidura), que

    segn las enseanzas rabnicas, databan de una poca posterior a Esdras y Nehemas, cuando ya habra

    culminado la poca de los Profetas. En realidad la exclusin de la Septuaginta y los siete libros errneamente

    llamados en la poca contempornea Deuterocannicos, se produjo de forma gradual El proceso culmin bien

    entrado el siglo III D. de C., definitivamente con posterioridad a la supuesta definicin de los libros inspirados en

    las deliberaciones que los rabinos sostuvieron en Jamnia (aprox. ao 90 D. de C.). Los descubrimientos de

    manuscritos bblicos y extrabblicos en las cuevas de Qumrn han demostrado que los judos en Palestina

    conocan y empleaban los libros Santos o Hagigrafos. En grutas y cuevas del Mar Muerto se hallaron

    fragmentos de tres textos: del Eclesistico (cueva n. 3); de Tobas (cueva n. 4) y Baruc (cueva n. 7).Tras de la

    destruccin de Jerusaln en el ao 70 D. de C. ocurri un cambio radical en la actitud de aquellos judos que

    aceptaron el liderazgo de los rabinos fariseos. Como expone Lee Martin McDonald, los lmites finales que se le

    sealan al Canon hebreo del Antiguo Testamento parecen haber sido determinados en el contexto de los

    conflictos judeocristianos, cuando los judos intentaron apartar a su pueblo de la lectura de los libros

    considerados como cristianos Ese nimo explica el violento y apasionado abandono de la Septuaginta ocurrido

    entre las comunidades hebreas. En lugar de la fiesta que se celebraba en tiempos de Filn (m. 42 D. de C.), para

    solemnizar la traduccin griega de los LXX, se mand observar un da de ayuno para llorar el da en que la Ley

    fue traducida a una lengua profana.

    b. El abandono de la Septuaginta y los conflictos entre griegos y judos: El abandono de la antigua Septuaginta,

    alentada por crculos rabnicos de Palestina, fue facilitado por la precaria situacin por la que atravesaba la

    influyente comunidad judeo-helnica de Alejandra. El texto de los LXX, venerado como exponente fiel de las

    Escrituras Sagradas, conform el ncleo del culto y del estudio de la Ley en las sinagogas Alejandrinas. El gran

    puerto mediterrneo haba sido el principal lugar de encuentro y acrisolamiento entre la cultura helnica y el

    judasmo. Pensadores judeo-helnicos como Filn creyeron firmemente que la Revelacin de Dios, manifestada

    al pueblo hebreo a travs de la Torah y los Profetas, junto con la filosofa racional de los griegos, deba

    constituirse en base del pensamiento humano. En este sentido, Filn sostuvo que la Septuaginta fue inspirada en

    orden a iluminar el mundo grecorromano en su camino a Yahv. A principios del siglo I D. de C. una serie de

    prejuicios religiosos, raciales, econmicos y sociales enfrentaron a judos y griegos. La marginacin ritual

    practicada por la mayora de los judos, separndose de sus vecinos gentiles, tampoco contribuy a mejorar las

    cosas. El conflicto fue asusado por la colaboracin que la comunidad hebrea prestaba a los romanos. Los griegos,

    desilusionados tras medio siglo de gobierno imperial romano, favorecieron un partido de nacionalistas

    antiromanos extremistas. Al alinearse contra Roma, asumieron una postura antijuda militante. En el ao 38 de

    la era cristiana la comunidad juda solicit al emperador Calgula la concesin de la ciudadana alejandrina,

    privilegio reservado solamente a los griegos. La mayora griega consider la solicitud como una grave usurpacin.

    La reaccin violenta no se hizo esperar. Hordas helnicas descontentas y vengativas invadieron los barrios

    hebreos, entregndose al pillaje y la matanza. Las sinagogas fueron saqueadas. Las viviendas, los comercios y los

    talleres artesanales fueron arrasados. La violencia oblig a la poblacin hebrea a emigrar a una estrecha localidad

    en el delta del Nilo. Este barrio sobrepoblado, asediado por la enfermedad y el hambre, se transform en el

    primer ghetto de refugiados judos en el mundo romano. La antigua comunidad juda de Alejandra, otrora la

    ms rica y poderosa del Imperio, cay en una situacin de pobreza y destitucin de la que nunca se recuper.

    Estos enfrentamientos se multiplicaron en otras localidades donde convivan judos y griegos. Los griegos fueron

    quienes llevaron la peor parte en Cesrea de Filipo, Gaza y Jamnia,. La revisin de la Septuaginta coincidi con el

    clima de rencor generalizado contra toda expresin de Helenismo. El antiguo texto hebreo perdi a sus abogados

    y difusores ms calificados entre los judos. Al debilitarse la cultura judeo-helnica en

    Alejandra, el venerable texto de los Setenta solamente tuvo defensores entre los cristianos. Como explic el

    historiador Michael Grant, el judasmo helenizado desapareci sin dejar rastro alguno, sustituido por la

    tradicin rabnica Filn, el principal exponente del helenismo judo, se transform en anatema para los autores

    rabnicos. Su nombre nunca fue mencionado en el Talmud o en otros libros religiosos. El farisesmo fue

    promovido al rango de forma normal del judasmo, expone Schalit.

    Al rechazar la antigua Septuaginta, los hebreos intentaron reemplazarla con otras versiones en griego, ms

    ajustadas al texto llamado Proto-Masortico. El reto de preparar una nueva traduccin fue asumido por un

  • proslito judo del Ponto, llamado Aquila. La versin de Aquila (c. 128 D. de C.) fue tan textual y similar al texto

    judo, que solamente poda ser comprendida por quien supiese leer hebreo.

    Notas: 1. http://www.parresia.org/teologia/teo_02a.htm 2. www.enciclopediacatolica.com/v/versiondelossetenta.htm 3. Ibid

    4. Ibid 5. www.enciclopediacatolica.com/v/versiondelossetenta.htm 6. http://www.enciclopediacatolica.com/v/versiondelossetenta.htm 7. Ibid 8. http://serjudio.com/rap601_650/rap619.htm 9. Ibid 10. http://www.parresia.org/teologia/teo_02a.htm 11. Ibid 12. Ibid

    13. Ibid

    14. Ibid

    15. http://estudios.iglesia.net/index.php?/estudios-biblicos/leer/la-virgen-concebir/ 16. Ibid

    17. http://www.parresia.org/teologia/teo_02b.htm 18. http://www.parresia.org/teologia/teo_02b.htm#n6 Share this:

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