que es el renacimiento
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QUE ES EL RENACIMIENTO.
El Renacimiento fue un movimiento cultural europeo que llegó a su
apogeo en España en el siglo XVI. Junto con el Barroco del siglo XVII, el
Renacimiento produjo un esplendor en las artes y ciencias nunca igualado, lo que
hoy conocemos como el Siglo de Oro. El Renacimiento se caracteriza por un
renovado interés en el mundo grecolatino, y por ende el Humanismo. En contraste
con el teocentrismo de la Edad Media, predomina el antropocentrismo, el
optimismo, la secularización, la curiosidad científica, la confianza en la razón y la
exaltación de la naturaleza de este mundo.
La estética renacentista valora las formas equilibradas y armónicas, y la
idealización de la realidad. Además, surge un nuevo prototipo del caballero: ya no
basta ser experto en las armas, como en la Edad Media, sino también en las letras
y artes. Es guerrero y a la vez poeta.
El Renacimiento es uno de los grandes momentos de la historia universal
que marcó el paso de mundo Medieval al mundo Moderno. Es un fenómeno muy
complejo que impregnó todos los ámbitos yendo por tanto, más allá de lo
puramente artístico como ha querido verse.
Para muchos autores empieza en 1453 con la conquista turca de
Constantinopla. Según otros es un nuevo periodo que surge desde el
descubrimiento de la imprenta, e incluso se considera que no se produce hasta que
Copérnico descubre el sistema heliocéntrico; pero la fecha tope es 1492, con el
descubrimiento de América
El término Renacimiento deriva de la expresión italiana rinascita, vocablo
usado por primera vez por el literato Petrarca y revalorada por el arquitecto y
teórico Giorgio Vasari, que la delimita en el mismo momento histórico en que
tuvo lugar este movimiento cultural. Vasari lo acuÒa en su obra Vidas de los más
ilustres artistas para referirse a un movimiento que hace resucitar en el arte y la
cultura los valores espirituales de la antiguedad clásica. El término no empieza a
utilizarse hasta el siglo XVI, pero no será consagrado en sentido histórico, social y
cultural hasta mediados del siglo XIX.
Será a partir de este momento cuando ya cobrará fuerza el
redescubrimiento del hombre como individuo, el redescubrimiento del mundo
como armonía y realidad que rodea al hombre liberado de todas las
preocupaciones religiosas.
El Renacimiento es ante todo, un espíritu que trnasforma no sólo las artes, sino
también las ciencias, las letras y formas de pensamiento. En su conjunto se ha
visto una clara reacción al espíritu teológico de la Edad Media, sin embargo la
ruptura no se produce de manera violenta porque no pocas de las concepciones
que se van a desarrollar tuvieron su origen durante el medievo, y esto es
claramente apreciable en el terreno artístico.
Durante buena parte del siglo XV perviven las formas del arte medieval,
iniciándose una convivencia entre los clasicismos, que poco a poco van a ir
imponiéndose a los elementos góticos en autores como Brunelleschi o Fra
Angelico que ensayan movimientos que posteriormente se van a desarrollar. Esta
serie de fenómenos nos dan a entender que hablar de ruptura no es del todo
correcto, es quizá más una evolución que nos permite comprender mejor ciertas
manifestaciones del siglo XV.
Este movimiento surge en Italia a fines del siglo XIV y principios del XV,
expandiéndose con fuerza a Europa a mediados del siglo XV, y desde mediados
del siglo XVI al mundo hispanoamericano. Es un movimiento universal pero que
adopta las características y modos propios del pasado de las naciones a través de
un proceso de asimilación. El que su origen sea italiano es porque Italia es
fundamental por su pasado histórico que ahora se quiere recuperar e impulsar.
Además hay otro factor relevante y es que en Italia nunca hubo un arraigo total y
fuerte de lo medieval como ocurrió en Europa, precisamente porque aún estaba
latente el espíritu clásico.
PORQUE SE INICIA EL RENACIMIENTO CON LA EDAD MODERNA
DEL PENSAMIENTO Y LA CULTURA UNIVERSAL.
El Renacimiento consistió en el fenómeno cultural iniciado en la Edad
Moderna que retoma los principios de la antigüedad clásica pero actualizándola,
sin renunciar a la tradición cristiana sustituyendo la omnipresencia de lo religioso
por el aumento y afirmación de los valores del mundo y del ser humano.
Todo esto va acompañado de una nueva visión del mundo, de unos
cambios sociales y políticos y determinados descubrimientos científicos y
geográficos (Copérnico, Galileo, Kepler…). Es muy importante el
descubrimiento de la imprenta (Gutenberg), ya que con ella se difunde más fácil
y rápidamente la información, así como los conocimientos.
Muchas de las premisas del Renacimiento se vislumbran e iban fraguando
ya en tiempos del gótico, en la Edad Media, por lo que el Renacimiento no supone
un corte con lo anterior. Es un arte que se aparta de la fe y la religión frente a la
razón, lo que se debe a las nuevas ideas de la sociedad del momento.
Hay un gran interés por traducir los textos clásicos que llegan tras la caída
de Constantinopla (1453) en manos de los turcos, muchos sabios emigran a Italia
aportando sus textos y cultura.
La palabra que define este movimiento es el humanismo, que se
caracteriza porque las ideas van centradas en la figura del hombre. Es un paso del
teocentrismo medieval al antropocentrismo renacentista.
En cuanto al aspecto artístico, la llegada del Renacimiento supone un
cambio de los elementos góticos por los elementos de la cultura grecorromana,
buscando las medidas que llevan a la armonía. Se intentan utilizar elementos
armónicos que rigen el universo para sus representaciones. Además, se buscan
unas relaciones de belleza y armonía a través de las matemáticas. La escultura del
ser humano se convierte en un elemento fundamental.
Uno de los cambios más destacados es la aparición de la perspectiva, que
consiste en la representación de la tercera dimensión.
CUALES SON LAS GRANDES DIFERENCIAS QUE EXISTEN ENTRE
EL ARTE MEDIEVAL Y EL ARTE RENACENTISTA.
La principal diferencia es que en el arte medieval tomaban como centro a
dios, y en el renacimiento tomaban como centro al hombre; a partir de ello
cambian varias cosas, por ejemplo, en el medioevo, la arquitectura tiene un papel
central y su expresión se da en la construcción de iglesias y capillas. En el
renacimiento surge la idea del cuadro, de poder transportar una pintura de un lado
a otro.
También en este mismo movimiento artístico se empieza a utilizar más el
óleo, ya que da profundidad. También surge la perspectiva, y así se podrá hacer el
hombre más real. Esto se lo demuestra en “El David” de Miguel Ángel.
En Edad Media surgieron formas políticas nuevas, que van desde el califato
islámico a los poderes universales de la cristiandad latina (Pontificado e Imperio)
o el Imperio bizantino y los reinos eslavos integrados en la cristiandad oriental
(aculturación y evangelización de Cirilo y Metodio); y en menor escala, todo tipo
de ciudades estado, desde las pequeñas ciudades episcopales alemanas hasta
repúblicas que mantuvieron imperios marítimos como Venecia; dejando en la
mitad de la escala a la que tuvo mayor proyección futura: las monarquías feudales,
que transformadas en monarquías autoritarias prefiguran el estado moderno.
De hecho, todos los conceptos asociados a lo que se ha venido en llamar
modernidad aparecen en la Edad Media, en sus aspectos intelectuales con la
misma crisis de la escolástica. Ninguno de ellos sería entendible sin el propio
feudalismo, se entienda éste como modo de producción (basado en las relaciones
sociales de producción en torno a la tierra del feudo) o como sistema político
(basado en las relaciones personales de poder en torno a la institución del
vasallaje), según las distintas interpretaciones historiográficas.
El choque de civilizaciones entre cristianismo e islamismo, manifestado en la
ruptura de la unidad del Mediterráneo (hito fundamental de la época, según Henri
Pirenne, en su clásico Mahoma y Carlomagno ), la Reconquista española y las
Cruzadas; tuvo también su parte de fértil intercambio cultural (escuela de
Traductores de Toledo, Escuela Médica Salernitana) que amplió los horizontes
intelectuales de Europa, hasta entonces limitada a los restos de la cultura clásica
salvados por el monacato altomedieval y adaptados al cristianismo.
El Renacimiento rompió, conscientemente, con la tradición artística de la
Edad Media, a la que calificó como un estilo de bárbaros, que más tarde recibirá el
calificativo de gótico. Con la misma conciencia, el movimiento renacentista se
opuso al arte contemporáneo del norte de Europa.
Desde una perspectiva de la evolución artística general de Europa, el
Renacimiento significó una «ruptura» con la unidad estilística que hasta ese
momento había sido supranacional.
Sobre el significado del concepto de Renacimiento y sobre su cronología se
ha discutido muchísimo; generalmente, con el término «humanismo» se indica el
proceso innovador, inspirado en la Antigüedad clásica y en la consolidación de la
importancia del hombre en la organización de las realidades histórica y natural
que se aplicó en los siglos XV y XVI.
El Renacimiento no fue un fenómeno unitario desde los puntos de vista
cronológico y geográfico. Su ámbito se limitó a la cultura europea y a los
territorios americanos recién descubiertos, a los que las novedades renacentistas
llegaron tardíamente. Su desarrollo coincidió con el inicio de la Edad Moderna,
marcada por la consolidación de los Estados europeos, los viajes transoceánicos
que pusieron en contacto a Europa y América, la descomposición del feudalismo,
el ascenso de la burguesía y la afirmación del capitalismo. Sin embargo, muchos
de estos fenómenos rebasan por su magnitud y mayor extensión en el tiempo el
ámbito renacentista.
QUE CARACTERISTICAS TIENE EL HUMANISMO COMO
IDEOLOGIA DEL RENACIMIENTO.
El humanismo es una corriente educativa, filosófica, artística e intelectual
europea estrechamente ligada al Renacimiento cuyo origen se sitúa en el siglo
XIV en la península Itálica (especialmente en Roma, Venecia y Florencia). Se
mantuvo hegemónica allí y en buena parte de Europa hasta fines del siglo XVI,
cuando se fue transformando y diversificando a merced de los cambios
espirituales provocados por la evolución social e ideológica de Europa,
fundamentalmente al coludir con los principios propugnados por las Reformas
(luterana, calvinista, etc.), la Contrarreforma católica, la Ilustración y la
Revolución francesa del siglo XVIII. El movimiento, fundamentalmente
ideológico, tuvo asimismo una estética, el clasicismo renacentista, plasmada, por
ejemplo, en un nuevo tipo de letra, la redonda conocida como letra humanística,
imitada de la letra uncial latina antigua, que vino a sustituir poco a poco a los
incómodos palotes de la letra gótica medieval.
MENCIONA 3 AUTORES RENACENTISTAS Y SUS OBRAS
RENACENTISTAS.
LEONARDO DA VINCI:
Algunas de sus obras renacentistas fueron las siguientes:
El bautismo de Cristo (en italiano, Battesimo di Cristo), es un cuadro del
taller del pintor renacentista italiano Andrea del Verrocchio, algunas de
cuyas partes se atribuyen a Leonardo da Vinci. Está realizado al óleo y
temple sobre tabla. Mide 177 cm de alto y 171 cm de ancho (151 cm según
otras fuentes). Fue pintado hacia 1475-1478, encontrándose actualmente
en la Galería de los Uffizi, Florencia (Italia).
La Anunciación (en italiano, Annunciazione) es uno de los cuadros más
célebres del pintor renacentista italiano Leonardo da Vinci. Está pintado al
óleo sobre tabla (madera de álamo) que mide 100 cm. de alto y 221 cm. de
ancho y data del periodo 1472-1475. Se conserva en la Galería de los
Uffizi de Florencia.
Ginebra de Benci Retrato de mujer el cual es un cuadro atribuido a
Leonardo Da Vinci, datado hacia 1474-76. Está realizado al temple y óleo
sobre tabla (madera de álamo). Mide 38,8 cm. de alto y 36,7 cm. de ancho.
Fue adquirido por la National Gallery of Art de Washington en 1967 por 5
millones de dólares pagados a la Casa Real de Liechtenstein, un precio
récord para ese tiempo.
La Virgen del clavel es el título de una obra del pintor renacentista italiano
Leonardo da Vinci realizada hacia 1470. Se conserva en la Alte
Pinakothek de Múnich. Se trata de una pintura al óleo sobre tabla que mide
62 cm de alto y 47,5 cm de ancho.
San Jerónimo (en italiano, San Gerolamo) es una pintura realizada al
temple y óleo sobre tabla, por el pintor renacentista italiano Leonardo da
Vinci. Mide 103 centímetros de alto y 75 cm. de ancho. Se conserva en la
Pinacoteca Vaticana, dentro de los Museos Vaticanos de la Ciudad del
Vaticano.
La Adoración de los Magos (en italiano, Adorazione dei Magi) fue la
primera gran obra del pintor renacentista italiano Leonardo da Vinci. Está
pintado al óleo sobre tabla que mide 246 cm. de alto y 243 cm. de ancho y
data del periodo 1481-1482. Se conserva en la Galería de los Uffizi de
Florencia.
La dama del armiño (en italiano, La dama con l'ermellino) es uno de los
cuadros más célebres del pintor renacentista italiano Leonardo da Vinci.
Está pintado al óleo sobre tabla que mide 54,8 cm. de alto y 40,3 cm de
ancho y data del periodo 1488-1490. Se conserva en el Museo Czartoryski
de Cracovia (Polonia), donde se exhibe con el título de Dama z
gronostajem.
La Virgen de las Rocas es un nombre usado para denominar dos cuadros
de Leonardo da Vinci pintados con idéntica técnica pictórica de óleo sobre
tabla. La versión del Museo del Louvre fue transferida a lienzo desde el
panel original de madera, pero la que se conserva en Londres aún
permanece sobre tabla.
La Última Cena (en italiano: Il cenacolo o L' ultima cena) es una pintura
mural original de Leonardo da Vinci ejecutada entre 1495 y 1497,1 2 se
encuentra en la pared sobre la que se pintó originariamente, en el
refectorio del convento dominico de Santa Maria delle Grazie en Milán
(Italia).3 La pintura fue elaborada, para su patrón, el duque Ludovico
Sforza de Milán. No es un fresco tradicional, sino un mural ejecutado al
temple y óleo sobre dos capas de preparación de yeso extendidas sobre
enlucido. Mide 460 cm. de alto por 880 cm. de ancho. Para muchos
expertos e historiadores del arte, La Última Cena de Leonardo es
considerada como la mejor obra pictórica del mundo.
El llamado Cartón de Burlington House, una representación de Santa
Ana, la Virgen, el Niño y san Juanito, es un dibujo del pintor renacentista
italiano Leonardo da Vinci. Mide 141,5 cm de alto y 104 cm de ancho, y
fue realizado en torno al año 1500, quizá en el período 1501-1505. Está
realizado con tiza negra, albayalde y difumino sobre ocho hojas de papel
pegadas. Se conserva en la National Gallery de Londres (Reino Unido).
El cuadro La Gioconda, también conocido como La Mona Lisa, La
Monna Lisa, La Joconde en francés o Madonna Elisa, es una obra pictórica
de Leonardo da Vinci. Desde el siglo XVI es propiedad del Estado
Francés, y se exhibe en el Museo del Louvre de París.
Su nombre oficial es Gioconda (que, traducido del italiano al castellano es
alegre), en honor a la tesis más aceptada acerca de la identidad de la
modelo, apoyada en el hecho de que era esposa de Francesco Bartolomeo
del Giocondo y que su nombre era Lisa Gherardini.
Es un óleo sobre tabla de álamo de 77 x 53 cm, pintado entre 1503 y
1506,1 y retocado varias veces por el autor. La técnica usada fue el
sfumato, procedimiento muy característico de Leonardo. El cuadro está
protegido por múltiples sistemas de seguridad y ambientado para su
preservación óptima.2 Es revisado constantemente para verificar y
prevenir su deterioro.
Además, se han usado herramientas tecnológicas para la investigación de
enigmas que rodean la obra. Por medio de estudios históricos se ha
determinado que la modelo podría ser una vecina de Leonardo, que
podrían conocerse sus descendientes y que la modelo podría haber estado
embarazada.3 Pese a todas las suposiciones, las respuestas en firme a los
varios interrogantes en torno a la obra de arte resultan francamente
insuficientes, lo cual genera más curiosidad entre los admiradores del
cuadro.
La fama de esta pintura no se basa únicamente en la técnica empleada o en
su belleza, sino también en los misterios que la rodean. Además, el robo
que sufrió en 1911, las reproducciones realizadas, las múltiples obras de
arte que se han inspirado en el cuadro y las parodias existentes contribuyen
a convertir a La Gioconda en el cuadro más famoso del mundo, visitado
por millones de personas anualmente.
San Juan Bautista (en italiano, San Giovanni Battista) es uno de los
últimos cuadros del pintor renacentista italiano Leonardo da Vinci, datado
hacia 1508-1513, época en que el Alto Renacimiento estaba
metamorfoseándose en el Manierismo. Está pintado al óleo sobre tabla que
mide 69 cm. de alto y 57 cm. de ancho. Se conserva en el Museo del
Louvre de París (Francia).
Fue una de las últimas pinturas del autor y, sin duda, una de las más
debatidas. Hay mucha polémica sobre el significado de la mano del santo
apuntando hacia arriba, y su sonrisa enigmática ha provocado discusiones
semejantes a las de la Mona Lisa.
MIGUEL ANGEL.
Alguna de sus obras renacentistas fueron las siguientes:
La Virgen de la escalera es una escultura en relieve de mármol del
escultor Miguel Ángel, datada hacia 1491 y que se guarda en la Casa
Buonarroti de Florencia. La obra inacabada tiene unas medidas de 55,5 x
40 cm.
Es una de las primeras esculturas realizadas por Miguel Ángel, de la misma
época de cuando ejecutó la Batalla de los Centauros. Los detalles de cómo están
realizados los pies de la Virgen, hacen pensar que es realmente una de sus
primeras obras, incluso anterior a la de la Batalla.
La Virgen está representada sentada, encima de un cubo de piedra; el Niño se
encuentra de espaldas sentado sobre su regazo y mamando. La escalera puesta en
la parte izquierda se cree que hace referencia a un libro publicado en 1477: Libro
de la escalera del Paraíso, con la metáfora atribuida a San Agustín por la que la
Virgen se convierte en escalera para la bajada de Jesús a la tierra y, a la vez, por la
que pueden subir los mortales al cielo. También se cree que los cinco escalones
representan las cinco letras del nombre de María y, siguiendo con los símbolos, la
piedra cuadrada donde está sentada podría referirse a San Pedro, la roca sobre la
que la iglesia fue fundada.
El Crucifijo del Santo Spirito, es una obra escultórica de la juventud
de Miguel Ángel, que se encuentra en la sacristía de la Basílica del Santo
Spirito en Florencia.
Después de la muerte de su gran mecenas Lorenzo el Magnífico, Miguel
Ángel fue hospedado en el convento del Santo Spirito en el año 1492. En este
lugar, con la autorización del padre prior Niccolò di Giovanni di Lapo Bichiellini,
tuvo la posibilidad de analizar los cadáveres provenientes del hospital del
convento para estudiantes deanatomía, consiguiendo de esta manera una gran
experiencia para sus futuros trabajos en la representación del cuerpo humano.
Como agradecimiento a la hospitalidad recibida, Miguel Ángel realizó un
crucifijo en madera policromada donde resolvió el cuerpo de Cristo desnudo,
como el de unadolescente, sin resaltar la musculatura, así mismo el rostro parece
el de un adulto con una medida desproporcionada respecto al cuerpo;
la policromía está realizada con colores muy tenues y unos leves hilos de sangre
en armonía con la simplicidad de la talla de la escultura. Se dio por perdido
durante la dominación francesa, hasta su recuperación en el año 1962, en el
mismo convento, cubierto con una espesa capa de pintura que lo hacia, casi
irreconocible.
La Batalla de los centauros es una escultura en relieve en mármol del
escultor Miguel Ángeldatada cerca de 1493 y que se guarda en el museo
de la Casa Buonarroti de Florencia. Sus medidas son de 84,5 x 90,5 cm.
Está realizada en mármol de Carrara donado por Lorenzo el Magnífico para su
realización,Ascanio Condivi resalta en su biografía sobre Miguel Ángel, que fue
ejecutada poco antes de la defunción de Lorenzo hacia principios de 1492. El
relieve representa la batalla entre los griegos y los centauros y seguramente la idea
se la sugirió un bronce de Bertoldo imitando la batalla de un sarcófago romano y
que se encontraba en aquel tiempo en el palacio de los Médici.
Representa la acción del rapto de la princesa Hipodamia (esposa de Pirítou)
por un centauro, historia relatada por Ovidio, la princesa se encuentra de espaldas,
y la mitad de las figuras que serían los centauros, solamente se ve la parte superior
de sus cuerpos, por lo que da la impresión que el relieve son todo desnudos
masculinos, tiene un cierto parecido con el relieve del púlpito de la catedral de
Siena, de los condenados al infierno de Nicola Pisano.
El Arca de Santo Domingo,es el monumento funerario que contiene los
restos deSanto Domingo de Guzmán, en la basílica de San Dominico
de Bolonia.
Después de la muerte de Domingo de Guzmán en 1221, sus restos fueron
puestos el año 1233, en un simple sarcófago de mármol dentro del altar de una
capilla lateral de la Basílica de San Domenico. Con el objeto de ser visible para
los fieles, en 1267 los restos del santo fueron trasladados a un monumento mayor
decorado con episodios de la vida del santo, obra de Nicola Pisano y sus
discípulos Fra Gugliemo Agnelli yArnolfo di Cambio. Más adelante fue
modificada su decoración por Niccolo da Bari (que a partir de esta obra sería más
conocido como Niccolo dell'Arca),el cual realizó las estatuas de los cuatro
evangelistas, de San Francisco de Asís, Santo Domingo de Guzmán, San Floriano,
San Vitale y un Cristo muerto adorado por ángeles, todo coronado por la imagen
de Dios Padre. Por la muerte en 1494 de este artista, se recurrió a Miguel
Ángel para la terminación de las imágenes de San Petronio, San Próculo y
un Ángel portacandelabro haciendo pareja con el de Niccolo dell’Arca. El
año1531 hizo el escultor Alfonso Lombardi, los bajo reieves para la predela de
mármol del Arca con Escenas de la vida de Santo Domingo de Guzmán y
la Adoración de los Reyes Magos.
La Piedad del Vaticano o Pietà, es un grupo escultórico
en mármol realizado por Miguel Ángel entre 1498 y 1499. Sus
dimensiones son 174 por 195 cm. Se encuentra en la Basílica de San
Pedro del Vaticano.
Esta obra es de bulto redondo, lo que significa que se puede ver en todos los
ángulos, pero el punto de vista preferente es el frontal.
La Virgen María joven, bella y piadosa cuyas vestiduras se expanden con
numerosos pliegues, sostiene a Cristo muerto y que, intencionadamente, aparenta
mayor edad que la Madre, en una composición triangular sosegada y llena de
ternura. La juventud de la Virgen María es muestra del idealismo renacentista: se
trata de representar el ideal de belleza y juventud, una Madre eternamente joven y
bella.
Vasari dice de ella «es una obra a la que ningún artífice excelente podrá añadir
nada en dibujo, ni en gracia, ni, por mucho que se fatigue, en poder de finura,
tersura y cincelado del mármol».
La obra fue encargada por el cardenal de san Dionisio Jean Bilhères de
Lagraulas o de Villiers, benedictino embajador del monarca francés ante la Santa
Sede, al que el autor conoció en Roma. El contrato entre el artista y el cliente se
firmó el 26 de agosto de 1498, y en el que se estipulaba, además del pago de 450
ducados de oro, que habría de estar terminada antes de un año, y en efecto, dos
días antes de cumplirse el plazo la obra maestra ya estaba terminada, cuando el
cardenal había muerto unos días antes, por lo que su primer emplazamiento fue
sobre la propia tumba del prelado en la Capilla de Santa Petronila del Vaticano.
La Piedad fue trasladada en 1749 a su ubicación actual en la Basílica de San
Pedro, la primera capilla a la derecha.
Fue la primera vez que el artista aborda este tema iconográfico, luego
repetido a lo largo de su vida con diversos tratamientos, que ponen de manifiesto
su evolución artística y espiritual. La última de esta serie de Piedades sería la
denominada Piedad Rondanini, que dejó inacabada al caer enfermo y morir, y
cuyo patetismo, que anticipa el barroco, nada tiene que ver con la serenidad
clásicamente renacentista de esta obra de juventud.
El artista contaba entonces veinticuatro años, había trabajado los dos
últimos años en la realización de las figuras de la Virgen con el cuerpo de Cristo
en las rodillas y el pulimentado de todos los detalles. Miguel Ángel comenzó por
escoger personalmente en las canteras de los Alpes Apuanos de la Toscana el
bloque de mármol más apropiado, sobre el que después no haría más que seguir
los impulsos de su arte como escultor, es decir, como refiere Vasari, quitando toda
la materia pétrea sobrante del bloque hasta conseguir la forma pensada, pues para
Miguel Ángel en el interior de un bloque de mármol está contenida toda la
Naturaleza, el artista ve con los ojos del intelecto las formas encerradas en la
piedra, en este caso el dolor de una madre que tiene sobre sus rodillas a un hijo
asesinado, lo demás es cuestión de técnica y paciencia hasta descubrir las formas
concretas.
Rafael ( Raffaello sandio) 1483-1520.
Algunas obras:
La Fornarina (Ritratto di Giovane Donna, amante de Rafael), Autor:
Rafael Sanzio. 1518-19. Óleo sobre tabla, 85 x 60 cm. Galleria Nazionale
d'Arte Antica. Uno de sus mejores retratos. La Fornarina (Ritratto di Giovane
Donna, amante de Rafael) Fornarina es el nombre que románticamente se dio
a la mujer que posa para Rafael en este y otros muchos lienzos. No se sabe a
ciencia cierta cuál es su identidad, aunque ultimamente los especialistas se
decantan por que es Giovane Donna; pero siglos después se ha querido ver en
ella a la supuesta amante del pintor. El apodo de Fornarina le vendría del
vocablo italiano que designa la harina; se debe a que se trataba de una joven
sienesa llamada Margherita Luti, hija de un panadero de la comarca de Santa
Dorotea, en Roma, llamado Francisco. Sin embargo, otras teorías parecen
cobrar mayor peso y de este modo se apunta a que la joven fue una famosa
cortesana de Roma, modelo de varios pintores del Renacimiento que la
inmortalizaron en sus lienzos. La relación con Rafael, pues, no está clara; sin
embargo, el brazalete que la joven lleva en el brazo muestra el nombre del
pintor. En cualquier caso, la pose de la muchacha y el realismo del retrato
hablan de una actitud desenvuelta y confiada con el artista. Esta pose informal
y el aura romántico que durante siglos se atribuyó a la muchacha fascinaron a
pintores del siglo XIX, especialmente a Ingres, que empleó el modelo de la
Fornarina para sus lienzos, manteniendo incluso el curioso tocado de rayas
que porta la muchacha. Algunos especialistas consideran que el retrato sería
obra de Giulio Romano aunque Sanzio tuviera una extensa participación. La
penetrante mirada de la joven indica el interés del artista por captar la
expresión de sus modelos, enlazando con los retratos que más tarde ejecutará
Tiziano.
La velada (Donna velata). Obra de Rafael Sanzio. 1514-6. Óleo sobre
lienzo, 82 x 60´5 cm. Galería Palatina, (Palacio Pitti), Florencia, Italia. Los
retratos de Rafael serán la parte más desconocida de su producción por el
gran público, demostrando Sanzio sus excelentes dotes en esta temática
como podemos observar en esta bella imagen. Se considera que el pintor
utilizó como modelo a la Fornarina, su amante y modelo de aquellos años
como atestiguan su presencia en los rostros de la Madonna Sixtina o la
Virgen de la silla. La figura se recorta ante un fondo neutro, centrando la
atención en el rostro que queda en semipenumbra, cuyos ojos se dirigen
abiertamente al espectador. El elegante vestido ha sido captado en todo su
esplendor, destacando la plegada manga que observamos en primer plano,
reforzando la volumetría del conjunto. La calidad táctil de las telas han
sido obtenida con maestría, contrastando el brillo de la seda con la textura
más densa del velo que cubre la cabeza de la mujer y que da el nombre al
cuadro, detallando minuciosamente el broche de la cabeza, el collar de
ámbar o el rizado cabello que cae por la frente. La delicadeza de la mano
que se aprecia en el pecho refuerza el aspecto general de la composición,
anticipando Sanzio las bellas obras de Tiziano.
Dama con Unicornio. Obra de Rafael. 1505-06. Características:Óleo
sobre lienzo, 67 x 51 cm. Museo: Galería Borghese (Roma). La bella y
noble dama que aparece retratada con un Unicornio en su regazo ha sido
identificada con muy serias dudas como Maddalena Doni, apuntándose
también a una joven de la familia Borghese o la propia hermana del pintor,
Elisabetta, nacida en 1491. El Unicornio es un símbolo de castidad,
poniéndose en relación con la mirada limpia y directa de la muchacha,
ofreciéndonos su carácter. La joven se sitúa ante una logia con columnas
que nos permite contemplar un amplio paisaje, relacionándose la
composición con la Gioconda de Leonardo. La calidad del dibujo y los
detalles serán notas identificativas de los retratos rafaelescos sin olvidar la
importancia de las expresiones de los modelos, verdadero centro de
atención.Curiosamente la muchacha fue transformada en el siglo XVI en
santa Catalina al añadir una rueda y la palma del martirio - sus símbolos
identificativos - catalogándola como obra de Perugino hasta que fue
restaurada en 1935 y considerada como obra de Rafael. Se trata de un
excelente retrato fechado hacia 1505-1506 gracias al escotado vestido,
muy de moda en aquellos años iniciales del Cinquecento.
La embarazada. 1506 h. Óleo sobre tabla. Características:66´8 x 52´7 cm.
Museo:Palazzo Pitti. Desconocemos la identidad de esta dama embarazada
retratada por Rafael con una sublime exquisitez. Se apunta a Emilia Pia de
Montefeltro aunque son muy vagas las opiniones que apoyan esta
dirección. La mujer recorta su figura ante un fondo neutro obteniendo un
sensacional efecto volumétrico en sintonía con las obras de Masaccio o la
Pintura Flamenca y que más tarde popularizará Tiziano. Dirige su mirada
al espectador y posa su mano izquierda en su abultada tripa para reforzar
su estado de buena esperanza. Viste elegantes y ricos trajes, creando
atractivos contrastes cromáticos entre el amarillo-rojo y el blanco-negro,
destacando las calidades táctiles de las telas así como la riqueza del collar
que viste su elegante escote, muy similar al de Maddalena Doni o la Dama
con Unicornio. Pero el centro de atención lo encontramos en el rostro de la
dama cuyos inteligentes y cálidos ojos se dirigen al espectador como
solicitando comprensión y cariño. Las manos son otro llamativo foco de
interés tanto por los anillos como por su expresividad, resultando un
admirable ejemplo de la retratística rafaelesca.
La muda. Rafael. 1507 h. Museo: Galería Nacional de las Marcas.
Características: Óleo sobre tabla, 64 x 48 cm. Los recientes análisis
radiográficos efectuados en esta tabla han encontrado variaciones respecto
al retrato original que sería de los primeros años del siglo XVI. Los
especialistas han llegado a la conclusión de que podría tratarse de una
modificación motivada por un cambio en el estado civil de la modelo,
posiblemente al enviudar. Esta hipótesis ha traído consigo incluso una
identidad para la retratada, considerándose que sería Giovanna Feltria
della Rovere, una de las primeras protectoras de Sanzio.La influencia de
Leonardo se manifiesta en la posición en tres cuartos mientras que el
fondo oscuro ante el que se recorta la dama es un recurso propio ya
utilizado en anteriores retratos como La embarazada. De esta manera se
concentra la atención en el gesto de la mujer, destacando su personalidad,
quedando en un segundo plano los detalles del vestido perfectamente
representados. Las manos son el siguiente foco de atención,
proyectándolas hacia el espectador y ubicándolas en una posición que
refuerza su carácter. El pronunciado escote que exhibe la dama indica su
cronología cercana a los retratos de Maddalena Doni o la Dama del
Unicornio.
Retrato de Elisabetta Gonzaga,Rafael, c. 1504. Óleo sobre tabla. 52,9 x
37,3 cm. Galería de los Uffizi. Florencia. La mujer retratada es Elisabetta
Gonzaga (h. 1471-1526), hija de Federico I Gonzaga y esposa del duque
Guido. Los detalles incluidos son un negro vestido con bordados dorados,
y una diadema en forma de escorpión en la frente de la mujer.
Las tres gracias. Rafael. 1503-1504. Óleo sobre tabla. 17 x 17 cm. Museo
Condé. Chantilly. Francia. Durante su estancia en Florencia. Pintada sobre
tabla, esta obra, que apenas mide 17 centimetros de altura, es una joya
artística que a lo largo de la historia ha pasado por diversos dueños. Entre
ellos, el pintor Thomas Lawrence, lord Derby, la Colección Borghese o
lord Ward. Actualmente se conserva en el Museo Condé de Chantilly
(Francia). Fue una obra de encargo que forma pareja con El sueño del
caballero (National Gallery de Londres). Siempre se ha considerado a
Scipione di Tomaso Borghese como el cliente pero en la actualidad se
especula con la posibilidad de Francesco Maria della Rovere, apuntándose
también como el protagonista del retrato de Joven con manzana de la
Galería Uffizi. Por un dibujo a pluma hecho por Rafael que se conserva en
Venecia, se ve que el célebre pintor se inspiró en el grupo escultórico de
las tres Gracias de Siena para llevar a cabo su obra. Si bien utilizando los
recursos de su genio, dio a la obra tal sentimiento de castidad y de gracia
al mismo tiempo que el cuadro resulta original y moderno. Las Gracias
aparecen desnudas y agrupadas como en la antigüedad. La de enmedio,
vista de espaldas, vuelve la cabeza enseñando un perfil ideal. Las otras
dos, de frente, inclinan graciosamente la cabeza en sentido opuesto y sus
brazos se enlazan con los de su hermana apoyándose las tres mutuamente.
Las figuras forman un conjunto encantador por la elegancia de las
actitudes y la pureza de las líneas que se destacan sobre el fondo de un
paisaje accidentado. Se puede afirmar que la fisonomía de las tres
doncellas se hallan a la altura de las mejores realizadas por el pintor y
representan el prototipo de la belleza de la escuela clásica italiana.
Madonna del jilguero. Rafael. 1505-06. Óleo sobre tabla, 107 x 77 cm.
Galería de los Uffizi. Florencia. Con motivo de su matrimonio con Sandra
di Matteo di Giovanni Canigiani, Lorenzo Nasi encargó a Rafael esta
maravillosa Madonna para la decoración de su palacio. El edificio sufrió
un importante desplome en 1547 provocando fuertes daños en la tabla que
fueron restaurados por Michele di Ridolfo del Ghirlandaio. Las
radiografías actuales han puesto de manifiesto la rotura del soporte en 17
trozos, apareciendo cuatro añadidos.En esta composición encontramos el
estilo definitivo de Rafael durante su estancia florentina, destacando la
blandura, la belleza y el humanismo de las figuras, interpretando de
manera correcta la filosofía católica del momento. La escena está inspirada
en Leonardo al emplear una composición piramidal muy admirada por los
artistas del Cinquecento, asimilando también el atractivo contrastes de
luces y sombras con el que crea una admirable sensación atmosférica. Las
figuras se ubican ante un amplio paisaje de aspecto umbro con el que
obtiene un prodigioso efecto de perspectiva. Las referencias a Fra
Bartolomeo y Miguel Ángel también están presentes, inspirándose en éste
último al colocar la figura del Niño entre las rodillas de su madre. La
relación existente entre los personajes gracias al juego de miradas es
destacable, reforzando el humanismo de la escena.
Traslado de Cristo o Deposición Borghese. Obra de Rafael Sanzio, 1507,
óleo sobre tabla, 176 cm × 184 cm. Galería Borghese, Roma, Italia.
Traslado de Cristo, también conocida como Deposición Borghese, es la
tabla central del retablo Baglioni de Rafael Sanzio concluido en 1507. Se
trata de una de las pinturas más ambiciosas del periodo florentino de
Rafael, puesto que en ella tuvo que armonizar una composición de muchas
figuras en actitudes contrapuestas. La reflexión que le exigió esta obra se
comprueba en la cantidad de estudios preparatorios que se conservan
desde 1505.
La tabla conforma el centro del retablo (en italiano pala) Baglioni, que se
completaba con un Dios padre bendiciente en el coronamiento y con unas
personificaciones de las virtudes teologales en la predela, además de otros
elementos decorativos de transición. Del retablo original se han desgajado
las obras, ya que la imagen del Padre Eterno bendiciente se conserva en la
Galería Nacional de Umbría, mientras que las Virtudes teologales y
angelitos, en la pinacoteca Vaticana. Recibe el nombre de retablo Baglioni
porque fue encargado por Atalanta Baglioni, miembro de una de las
familias más importantes de Perugia, ciudad donde Rafael seguía estando
activo.
El Traslado de Cristo experimentó grandes cambios desde su proyecto inicial.
Un dibujo preparatorio que se encuentra en Oxford y data de hacia 1505 muestra
que su primera idea era una Lamentación sobre Cristo muerto similar a la
realizada por Il Perugino en 1495 para el templo de Santa Clara de Florencia, en la
que la composición estaba exenta de dramatismo y resultaba bastante
convencional, quizá por responder a las ideas compositivas pedidas por Atalanta.
Sin embargo en el cuadro final lo que se representa es el traslado del cadáver
de Cristo sostenido por dos hombres que sujetan una sábana con fuerza donde
reposa el peso de Jesús. Esta escena se sitúa en el primer término de la
composición y a la derecha, y en segundo plano, se produce la lamentación de la
Virgen, que se ha convertido en un espasmo o desmayo. El dinamismo de la
escena se refuerza gracias a la tremolina en los cabellos de María Magdalena, que
sostiene la mano izquierda inerte de Cristo y en el faldón del joven que de
espaldas y en posición de tres cuartos carga el peso de sus piernas. El grupo de la
Virgen atendida por varias mujeres se ha desplazado a un plano secundario,
variando así lo previsto en la primera composición, pero se ha acentuado su
desgarro mediante la presentación de su desvanecimiento. Se crea de este modo
un paralelismo entre Cristo y su madre, pues ambos tienen que ser sostenidos por
otras figuras.
Sagrada Familia, o la Perla. Autores: Rafael y primer discípulp Giulio
Romano. Cronología: Hacia 1518. Técnica: Óleo sobre tabla, 147,4 cm x
116 cm x 2,8 cm. Procedencia: Colección Real (Palacio Real Nuevo,
Madrid, pieza verde de chimenea, 1794, s.n.). Museo del Prado. Madrid.
Llamada La Perla por Felipe IV por considerarla la pintura más preciada
de su colección, su autoría está sujeta a discusión, atribuyéndose el diseño
de la composición a Rafael, que habría delegado en Giulio Romano parte
de su realización.
Como otras obras tardías de Rafael, destaca la importancia del paisaje, y el
interés por los contrastes lumínicos, consecuencia de su reencuentro con
Leonardo en Roma entre 1513 y 1516. La impronta leonardesca es
también evidente en la disposición piramidal de las figuras.
Pintada para Ludovico Canossa, perteneció sucesivamente a los duques de
Mantua, Carlos I de Inglaterra y Luis de Haro, quien la entregó a Felipe
IV.
Sagrada Familia del roble. Obra de Rafael con intervenció de Giulio
Romano. Hacia 1518. Óleo sobre tabla, 144 cm x 110 cm x 3 cm.
Procedencia: Colección Real. Museo del Prado.
San José, apoyado sobre una ruina clásica, mira cómo la Virgen María
sostiene al Niño Jesús, mientras Éste recibe de San Juan un rollo con el
Ecce Agnus Dei. La inscripción, que traducida del latín significa Éste es el
cordero de Dios, hace referencia a la Pasión de Cristo, quien se entrega en
sacrificio, como se hacía en el judaísmo con los corderos, para salvar a los
hombres del pecado.
El roble que aparece tras el grupo principal da nombre a la obra, y separa a
las figuras del paisaje del fondo y de las ruinas de las Termas de Caracalla
de la izquierda.
La composición de esta obra fue diseñada por Rafael, quien probablemente
también realizó un primer boceto, pero sería retocada y ultimada por Giulio
Romano. Podemos observar su proximidad con la composición de la pintura
conocida como La Perla (P-301), también de Rafael, por la importancia que se le
da al paisaje y por el interés por los contrastes lumínicos, aunque difieren en el
modo en el que se agrupan las figuras, que aquí lo hacen diagonal y no
piramidalmente.
Esta obra fue regalada por Niccolò Ludovissi a Felipe IV (1605-1665) en
1640, se cita en el Monasterio de El Escorial en 1667.
Sagrada Familia con San Juanito, o Virgen de la rosa. Obra de Rafael.
Hacia 1520. Óleo sobre lienzo, 103 cm x 84 cm. Procedencia: Colección
Real. Museo del Prado.
La Virgen María sostiene al Niño Jesús en sus brazos, que recibe de San Juan
un rótulo con el Agnus Dei bajo la mirada de San José. La inscripción, que
traducida del latín significa Cordero de Dios, hace referencia a la Pasión de Cristo,
quien se entrega en sacrificio, como se hacía en el judaísmo con los corderos, para
salvar a los hombres del pecado.
La composición de la escena deriva de la perdida Virgen de los husos de
Leonardo da Vinci, evidenciando que la influencia de este artista permanecerá en
la producción de Rafael hasta sus últimas obras.
Este cuadro es conocido con el sobrenombre de Sagrada Familia de la rosa, en
referencia a la flor que aparece sobre la mesa, aunque hoy en día se sabe que se
trata de un añadido posterior.
Se desconoce cuándo llegó a España esta pintura, que el Padre de los Santos cita
en 1667 en el capítulo del Prior de el Monasterio de El Escorial.
ANALISIS DE LA VIRGEN DE LAS ROCAS.
Leonardo nos dice que “ el furor, la inspiración, es el impulso profundo y
psicológico de la investigación y de la experiencia; que el espacio no es una
estructura abstracta y geométrica sino la extensión real de la intuición y de la
experiencia; que espacio es, por tanto, atmósfera, dado que vemos las cosas como
atmósfera coloreada. Lo que llamara “perspectiva aérea” no es otra cosa que la
medida de las distancias en profundidad según la densidad y el color de la
atmósfera interpuesta, de tal modo que todas las cosas nos aparecerán envueltas,
veladas, difuminadas. Esta morbidez, airosidad, fusión impalpable entre luz y
sombra, es lo bello de Leonardo. Un bello que no tiene una forma constante, sino
que nace de la inspiración o del impulso interior a indagar y a conocer, a
relacionarse o unificarse con la naturaleza, y por ellos depende tanto de la actitud
del animo como del lugar, de la hora o de la luz. Las cuatro figuras de la virgen de
las rocas no tienen gestos definidos o movimientos precisos: el ángel señala, Jesús
se recoge en si mismo, como retirándose de un espacio que no es el suyo, el
Bautista se adelanta, la Virgen presenta una actitud y una sonrisa llenas de
“melancolía”, como si supiese o previese el inevitable dolor de la experiencia.
Son, quizás, las imágenes de los móviles, de los profundos impulsos espirituales,
y por ellos se encuentra aun en la caverna subterránea, aunque en el umbral”.
Simbología icnográfica y geométrica.
El niño Jesús es la luz (triangulo). Tomas es el conocimiento (Circulo). Y
solo a través del conocimiento podremos conocer a la luz. Mensaje hermético que
nos presenta Leonardo en este primer cuadro. (En el segundo este mensaje
desapareció).
Uriel, el vigilante de la puerta del paraíso y por ello conocedor de la
verdad, nos indica quien es el heredero del mensaje de Jesús, Uriel señala a
Tomas como sucesor. Es Tomas el príncipe de los apóstoles.
La virgen en su composición geométrica forma un triangulo perfecto, que
es un símbolo de luz. Visualmente este triangulo es el que visualiza primero el
espectador.
El ángel Uriel forma un triangulo invertido en la composición de la obra
Este personaje ocupa un segundo lugar en la observación del espectador.
Irónicamente esta figura que forma es la única invertida en el cuadro.
El niño Jesús y el niño san Juan forman cada uno dos triángulos de igual
proporción.
Ambos visualmente son el tercer término de la composición final de la obra.
Como elemento de proporción, simetría, estética, armonía, la obra
pictórica3 forma en la composición total con el símbolo de la estrella, llamada
también sección Áurea o divina proporción. Este símbolo captura a todos los
elementos visuales que contiene la obra, realzadando el mensaje que quiere
transmitir.