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Mirtha Gicela Paz Castro

MAGIS III 1

Datos del participante MAGIS III Apellidos y nombres Paz Castro Mirtha Gicela Profesión Ingeniera agrónoma Ocupación Consultoría en Recursos de agua, medio ambiente y proyectos C.V.X. PERU Núcleo C.V.X. SIEMPRE

¿QUÉ HUBIERA HECHO EL RÍO SIN SU CAUCE?

Río Amazonas-Perú

CONTENIDO

I. INTRODUCCIÓN.

II. EL RÍO EN LA BIBLIA

� LA CONCEPCIÓN DEL RÍO SEGÚN DIOS.

� OTROS RELATOS EN LA HISTORIA DE LA SALVACIÓN.

� EL RÍO EN LA VIDA DE JESÚS.

� LA FUENTE DEL AGUA COMO LUGAR DE ENCUENTRO.

III. EL MUNDO Y EL PERÚ HOY.

IV. JESÚS MODELO DE HERMANO RESPONSABLE.

V. A QUÉ NOS LLAMA EL SEÑOR.

VI. A MANERA DE CONCLUSIÓN.

VII. BIBLIOGRAFÍA.


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Nuestras vidas son los ríos que van a dar en la mar,

que es el morir; allí van los señoríos derechos a se acabar

y consumir; allí los ríos caudales, allí los otros medianos

e más chicos, allegados, son iguales

los que viven por sus manos e los ricos.( )

Jorge Manrique.1 I. INTRODUCCIÓN Mi vida es como un río: sin el cauce de Jesús en ella no hubiese sido posible escribir este ensayo porque atendiendo lo que Ignacio me dice “Hay muy pocas personas que se dan cuenta lo que Dios haría en ellas si se abandonaran totalmente en sus manos, y se dejaran formar por su Gracia” 2. Es lo que intento. En la ciudad de Recife en el Brasil, donde la pobreza es escandalosa, el Obispo Helder Cámara enseñaba a sus catequistas diciéndoles "Hermanas y hermanos, cuiden la forma como viven. Vuestras vidas pueden ser los únicos evangelios que vuestros vecinos podrán leer." Todos somos testigos, en cada minuto del día. Eso no significa declamar el Credo desde los balcones; significa vivir de tal manera que nuestras vidas no tendrían sentido si Dios no existiera.” 3 Considero importante, para entrar en materia, definir ¿Qué son los ríos?: los ríos son cursos de agua permanente o temporarios que recorren la superficie terrestre siguiendo la pendiente del suelo y desembocan en el mar, otros ríos, lagos o se pierden en el interior de los continentes. El origen de los mismos se debe a la acumulación de agua de lluvia o al deshielo de las cumbres montañosas. De acuerdo a su origen, el caudal de los mismos, no es igual en todas las épocas del año, pudiendo presentar variaciones en su régimen ( )4. En el presente ensayo comparto desde mi experiencia asumir este hermoso río que es mi vida, en el que Jesús es mi cauce y quien me permitirá llegar al inmenso mar de Dios Padre. Para ello lo primero es reconocer que nuestro maravilloso cuerpo humano es 80% agua, la vida no es posible sin este elemento vital y finito.

1 Manrique, Jorge. Poesía Completa. Edición preparada por Miguel de Santiago. Madrid, Ediciones 29, 1989, pág. 121. 2 Espacio Sagrado, EN: http://www.sacredspace.ie/?lang=es#advice consultada el 10 de marzo del 2008. 3 Espacio Sagrado, EN: http://www.sacredspace.ie/?lang=es#advice consultada el 10 de marzo del 2008. 4 Diálogo de políticas. Edición 9 – Diciembre 2007. Publicación de InfoAndina. Ed. Maria Sofía Chumpitaz A. ISBN: 978-92-9060-333-7


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II. EL RÍO EN LA BIBLIA. Antes de entrar en materia una líneas del libro “Para leer El Nuevo Testamento”:

“La historia de un amor no se escribe con la misma tinta cuando se va redactando día tras día que cuando se revive en el recuerdo, después de que la muerte lo ha dejado todo sellado. Se necesita tiempo – y quizás la muerte – para interpretar la riqueza de esos millares de instantes vividos juntamente”. (Chalendar)5

La Biblia es la “Palabra de Dios en Palabra Humana” (4) significa que se encuentra ubicada en un doble contexto, histórico y cultural. El “río” se encuentra presente en 31 libros de la Biblia, de los cuales corresponden 27 libros al Antiguo testamento y 04 libros al Nuevo testamento. A continuación, reflexionaremos en los diversos contextos como el recurso río es utilizado para diversos mensajes: � La concepción del río según Dios. En el libro del Génesis el río es conceptualizado en el capítulo 2, 10-14:

De Edén salía un río que regaba el jardín, y desde allí se repartía en cuatro brazos. El uno se llama Pisón: es el que rodea todo el país de Javilá, donde hay oro. El oro de aquel país es fino. Allí se encuentra el bedelio y el ónice. El segundo río se llama Guijón: es el que rodea el país de Kus. El tercer río se llama Tigris: es el que corre al oriente de Asur. Y el cuarto río es el Eufrates (5).

Estos versículos nos relatan como Dios concibe el río, productivo y generoso, con cuatro brazos para llegar a toda la tierra. Encuentro aquí una idea de plenitud para todos, de inclusión, de brindar posibilidades de vida abierta a la humanidad entera. La transmisión de esta visión de recursos naturales suficientes y abundantes es clave dado que ese proyecto actualmente está amenazado: el agua se creó para todos.

� Otros relatos en la Historia de la Salvación.

El río como frontera o delimitador natural. También Dios lo utiliza para manifestarle a Abram los límites físicos y geográficos de su descendencia, como parte del pacto establecido con el ser humano:

Aquel día firmó Yahveh una alianza con Abram, diciendo: «A tu descendencia he dado esta tierra, desde el río de Egipto hasta el Río Grande, el río Eufrates»(Gén., 15, 18).

Resalta que la tierra prometida comprende los recursos naturales que permiten la vida de un pueblo. Sin ellos, no sería posible el proyecto de Dios ni ningún proyecto humano.6 El río como lugar de paso en la repatriación. El relato del retorno de Jacob a su tierra luego de 15 años, siguiendo el consejo del Señor expresado en su sueño, está descrito en el Génesis, capítulo 31, versículo 21:

5 Charpentier Etienne. Para leer El Nuevo Testamento. Editorial Verbo Divino. 1990, pág. 11. 6 Igualmente, para los límites de la tierra prometida, Dt 1,7 y 11,24.


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En efecto, se fugó con todo lo suyo; se levantó, pasó el Río y enderezó hacia la montaña de Galaad.

… o para el combate con Dios… Jacob, antes de luchar con Dios e ingresar a la tierra prometida, en su camino hizo que su familia cruzara otro río, física y espiritualmente, preparando lo que sería un encuentro singular:

Aquella misma noche Jacob se levantó, tomó a sus dos esposas, a sus dos sirvientas y a sus once hijos, y los hizo cruzar el vado de Yaboc. A todos los hizo pasar al otro lado del torrente, y también hizo pasar todo lo que traía con él. Y Jacob se quedó solo. (Gén. 32,24)

Dios nos presenta el río como lugar de paso en su proyecto, aunque no todos avanzan en el mismo momento, ni acompañados. Para estar en su presencia, el Señor nos puede dejar solos con él. El río como medio para la destrucción de la vida. El Exodo nos relata como el río se vincula a la historia de Moisés, cuando el Faraón ordenó que se abandone a los niños en el río. El poder imperial egipcio, que había sometido a los hebreos a esclavitud, pretendió transformar un recurso para la vida como el río Nilo convirtiéndolo en un lugar para matar y no dejar huella del crimen:

Entonces Faraón dio a todo su pueblo esta orden: «Todo niño que nazca lo echaréis al Río; pero a las niñas las dejaréis con vida.» (Ex, 1, 22).

Pero no pudiendo ocultarlo ya por más tiempo, tomó una cestilla de papiro, la calafateó con betún y pez, metió en ella al niño, y la puso entre los juncos, a la orilla del Río. La hermana del niño se apostó a lo lejos para ver lo que le pasaba. Bajó la hija de Faraón a bañarse en el Río y, mientras sus doncellas se paseaban por la orilla del Río, divisó la cestilla entre los juncos, y envió una criada suya para que la cogiera (Ex, 2, 3-5).

Sabemos por este texto que la solidaridad humana pudo más que la maldad del Faraón. La salvación de Moisés resultó luego en la salvación de todo su pueblo, como ocurriría después, al ser un instrumento de la voluntad divina en la liberación de los hebreos de la esclavitud a la que fueron sometidos. Dios también utiliza como símbolo el río para profetizar las plagas de Egipto y pedir la intercesión de Moisés (Ex. 4, 9 y 7, 15-28). El Señor reveló su poder, hiriendo el río, mediante una contaminación temporal, que lo privó de su calidad esencial, ser fuente de agua potable. En resumen, la Biblia nos presenta al río como parte de la naturaleza, de la geografía del pueblo de Dios. Desde allí también habla el Señor: en la creación, como lugar de paso, símbolo de su acción favorable a su pueblo. El río naturalmente ha estado asociado a la vida.


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� El río en la vida de Jesús.

La vida de Jesús estuvo muy ligada al río, así lo encontramos en su bautismo en el río Jordán (Mt. 3, 13-16), donde bautizaba Juan Bautista (Mt. 3, 6). Lo importante del acontecimiento es que Jesús empezó a darse a conocer por sus señales, como dice la Biblia latinoamericana. Y lo hizo al bautizarse con Juan. Escogió un lugar de la naturaleza, un río, una de las fuentes de vida para el hombre, para revelarse a los demás. Benedicto XVI, en su comentario a la fiesta de Juan Bautista en el año 2007 resalta:

“Sin duda, él fue el primer “testigo” de Jesús, habiendo recibido instrucciones del Cielo: “Verás al Espíritu bajar sobre aquel que ha de bautizar con el Espíritu Santo.” (Jn. 1, 33). 7

El bautismo es nacer de nuevo a una vida sin pecado, por ello los que acudían donde Juan Bautista confesaban sus pecados, con esa actitud de rectificación, eran bautizados, como refiere Mc., 1, 5.8 Se trataba entonces de asumir una actitud de conversión y de llamar a las cosas por su nombre, tal como hizo el Bautista, a costa de su propia vida.

7 EN: http://www.vatican.va/news_services/or/or_eng/text.html#1 consultada el 28 de junio de 2007.

8 Benedicto XVI, reflexión citada.


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La fuente de agua como lugar de encuentro. En el evangelio de Juan encontramos dos momentos, los primeros capítulos están dedicados a los “signos que anuncian la vida.”9 Un relato muy bello es el encuentro de Jesús con la samaritana, que si bien no se produjo en un río, fue en un pozo, lugar habilitado por el hombre para extraer el agua al no haber un río cercano. Jesús toma una segunda decisión como lo menciona Nolan10 busca ayudar y servir a todos los excluidos de su tiempo, entre los que se encontraba esta mujer, por dos aspectos. El primero, por ser mujer y el segundo, por ser una samaritana. Refiere Juan que Jesús se encontraba cansado y sediento luego de una larga travesía, era mediodía, se sienta en el parapeto de un pozo donde se encontraba una Samaritana e intrépidamente le pide agua (Jn. 4, 7). Sorprendida, la mujer le pregunta ¿Cómo él siendo judío le pide agua? Jesús le responde “El que bebe de esta agua Vuelve a tener sed, pero el que beba del agua que yo le daré Se hará en él manantial de agua Que brotará para vida eterna.” (Jn, 4, 13-14). En el diálogo, la mujer le dice a Jesús que no tenía con qué sacar agua y el pozo era profundo. Se concentró en el acto físico, el acceso material al recurso vital, sin entender que Jesús hablaba de otra dimensión. Es de observar que ella misma se había sorprendido de cómo Jesús le dirigió la palabra y que le pidió de beber, como dijimos y, reiteramos, siendo ella samaritana y mujer. Jesús rompió la convención social, la exclusión entonces existente. Se acercó a la mujer marginada, por su género y por su pertenencia étnica y cultural. Una actitud a tomar en cuenta hoy, en un mundo y en un país como el Perú donde también excluimos, marginamos, no nos comunicamos, sentimos que hay otros que no son dignos de dirigirles siquiera la palabra. Aún así, la mujer peruana, la campesina y los agricultores son interlocutores válidos y luchan por que se les reconozca. Pese a la hondura del diálogo en el evangelio, en el mundo actual y en el Perú si ni siquiera todos pueden acceder al agua, menos en esas condiciones se podrá vivir para que la gracia habite entre nosotros. La limitación física y técnica de no poder sacar agua del pozo ejemplifica una realidad: habrán medios humanos para llegar al agua. También deberán extenderse para que ésta no sea otro instrumento de exclusión y marginación, por las consecuencias directas que trae sobre la vida de la gente, y en particular, de los más pobres. Me imagino la mirada de Jesús a la buena Samaritana y comparto lo afirmado por Nolan “Jesús era una persona notablemente alegre, junto a su fe y esperanza eran contagiosas, estar su compañía era experiencia liberadora de profunda alegría”. Estoy segura que la Samaritana así lo percibió. El comentario de la Biblia Latinoamericana11 a este relato es que “Empezando por el agua material, sigue hacia el agua viva, la gracia, la presencia del Espíritu en nosotros”.

9 Charpentier, Etienne. Ob. cit., pág. 127. 10 Nolan Albert. ¿Quién es este hombre?. Jesús, antes del cristianismo. Ed. Presencia Palestina. 1984. 232

págs. 11 La Biblia Latinoamericana. Ed. Verbo Divino. 1972, pág. 1190.


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Otro relato en la vida de Jesús relacionado al agua es cuando estando en la cruz, se le negó el agua (Mt. 27, 34; Mc. 15, 23; Jn. 19, 28-30). Al morir un soldado le atravesó una lanza y de su costado salió sangre y agua (Jn. 19, 34). III. EL MUNDO Y EL PERÚ HOY. El recurso agua era considerado hace un tiempo como un bien infinito. Hoy, en pleno siglo XXI como dice Leonardo Boff “el crecimiento ilimitado viene sacrificando las dos terceras partes de la humanidad, agota los recursos de la tierra y compromete el futuro de las generaciones venideras” 12. Actualmente, estamos preocupados por lo que ocurre en nuestra querida tierra. Pero será importante compartir unos datos que nos permitan situarnos como cristianos concientes de esta terrible realidad. La población actual en el planeta tierra es de 6,500 millones de habitantes en una superficie de 510 millones de kilómetros cuadrados, en donde la superficie terrestre representa el 29%, es decir, 147.9millones de kilómetros cuadrados. Corresponde al mar 362.1 millones de kilómetros cuadrados. En el pasado, el mundo se dividía en oeste y este, en la actualidad se considera más bien el hemisferio norte y sur. Hemisferio Norte Hemisferio Sur

Porcentaje Millones Km 2 Porcentaje Millones Km 2 Superficie terrestre 39% 57.7 13% 19.3 Glaciales 1% 1.5 5% 7.4 Mar 60% 217.3 82% 296.9 Fuente: Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación. La nueva generación de programas y proyectos de gestión de cuencas hidrográficas. Roma, 2007. Elaboración propia.

En América Latina y el Caribe vive el 8.5% de la población mundial, ocupando el 15% de la superficie terrestre, recibe el 30% de la precipitación anual y genera el 33% del agua dulce disponible en el planeta. Según cifras estimadas del Banco Mundial el agua dulce disponible por persona por año es 8.513 metros cúbicos. Esto equivale a 8,513 litros, lo cual significa que diariamente cada persona dispone de 23.32 litros de agua dulce. En América Latina la disponibilidad es la siguiente:

País Metros cúbicos/año Litros/año Día Ecuador 33.703 33,703 92.34 Bolivia 35.271 35,271 96.63 Colombia 48.293 48,293 132.31 Perú 65.797 65,797 180.27 América Latina 30.925 30,925 84.73

Fuente: Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación. La nueva generación de programas y proyectos de gestión de cuencas hidrográficas. Roma, 2007. Elaboración propia.

En Perú los ríos se encuentran integrando las siguientes cuencas: Vertiente Sistemas Nº de Ríos

Cuenca de la Vertiente del Pacífico 53 Cuenca de la Vertiente del Atlántico Sistema del Río Marañon 18

Sistema del Río Ucayali 9 Sistema del Río Amazonas 11

Cuenca de la Vertiente del Lago Titicaca 10

12 Boff, Leonardo. El Cuidado esencial. Etica de lo humano. Compasión por la tierra. Madrid, Editorial Trotta

S.A., 2002, pág. 17.


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Se clasifican en permanentes, porque todo el año tienen agua y, estacionales, porque solo en época de lluvias tienen agua. Como afirma Gerard Manley Hopkins “El mundo está lleno de la grandeza de Dios” pero en el Perú hemos sido. El Perú es un país megadiverso, lo cual es un privilegio. Por contraste, la ciudad de Lima es la segunda ciudad más grande construida en un desierto. La vida fue posible por el esfuerzo de los antiguos peruanos que canalizaron el recurso hídrico e hicieron posible cultivar la tierra. A su vez, la ubicación de Perú en el continente sudamericano nos expuso a desastres naturales desde tiempos inmemorables como el fenómeno de “El Niño”, “La Niña”. Desde esta parte del mundo, en particular, se comparte la presente reflexión. IV. Jesús, modelo de hermano responsable. Siguiendo a Boff, Jesús es la encarnación del cuidado13. Hemos visto en los párrafos precedentes su decisión de hacerse bautizar por Juan Bautista, como uno de tantos que acudían a él, con ánimo de conversión, en medio del pueblo, y de romper las exclusiones sociales y culturales como hizo cuando dialogó con la samaritana. Boff reflexiona que Jesús encarna el «modo-de-ser-cuidado», pues nos reveló a un Dios como Padre y Madre divinos, compasivo, misericordioso (Mt., 25, 34-41, parábola del buen samaritano; Lc., 15, 11-32, parábola del padre bondadoso o del hijo pródigo). También, algo inusual en su época, fue cercano amigo de mujeres (Jn 11, 20-28, Lc. 10, 38-42), hizo de ellas varias discípulas (Lc 8, 2-3), aceptó los gestos de amor de una pecadora pública (Lc 7, 37-39). El mencionado autor resalta que Jesús mostró a un Dios preocupado por todas sus criaturas y la naturaleza (Mt 5, 45, Lc 21, 18) pues “El cuida cada pelo de nuestra cabeza, de la comida de los pájaros, del sol y de la lluvia para todos”14 . Este hombre solidario, “Hizo de la misericordia la clave de su ética”, al extremo que se preocupaba de los dos ladrones crucificados con El y cuidaba de su madre encargándosela a Juan (Jn 19, 26-27). Tal ejemplo de vida, nos dice cuáles son las guías que pueden ayudarnos para vivir según su testimonio del Dios Padre. El magisterio de la Iglesia. Una visión cristiana de la naturaleza, la ecología y del agua. Explicando las pocas referencias en la Biblia al descubrimiento del universo, se argumenta que no había esa necesidad, dado que:

“No existía el peligro ecológico actual. El cosmos, como revelación de lo divino, se daba por sentado. Esta percepción se ha ido abandonando gradualmente. Estamos en un planeta que se está destruyendo. Las manifestaciones de lo divino se están perdiendo y seguimos leyendo el libro en vez de leer el mundo que nos rodea. Nos ahogaremos leyendo el libro.”15

13 Boff, Leonardo. Ob. Cit., pág. 134. 14 Boff, Leonardo, Ob. Cit., pág. 134. 15 Berry Thomas y Clarke, Thomas. Reconciliación con la tierra. La nueva Teología Ecológica. Santiago,

Editorial Cuatro Vientos, 1997, pág. 88.


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La reflexión sobre el mundo no consideraba entonces una situación de amenaza o riesgo, pues la realidad del tiempo de los antiguos creyentes era muy distinta a la actual. La Iglesia de América Latina, en Aparecida, Brasil, ha reflexionado en el año 2007 tanto sobre la biodiversidad y la ecología, entre otros aspectos de la región (párrs. 83 a 87), como sobre la dignidad humana, la justicia social y la caridad (párrs. 382 a 430) y el cuidado del medio ambiente (párrs. 470 a 475). Respecto a la realidad nuestro continente, la Conferencia Episcopal Latinoamericana hace caer en la cuenta de la riqueza existente, pero como ésta también, viene siendo utilizada de forma ajena al bien común:

“La naturaleza ha sido y continúa siendo agredida. La tierra fue depredada. Las aguas están siendo tratadas como si fueran una mercancía negociable por las empresas, además de haber sido transformadas en un bien disputado por las grandes potencias. Un ejemplo muy importante en esta situación es la Amazonia” (párr. 84).

En una cita a pie de página, el citado documento menciona que la Amazonia “Contiene 20% de la disponibilidad mundial de agua dulce no congelada.” El texto de Aparecida reconoce con admiración la maravilla de la creación:

Como discípulos de Jesús, nos sentimos invitados a dar gracias por el don de la creación, reflejo de la sabiduría y belleza del Logos creador. (párr. 470).

En ese contexto, los Obispos se fijan en las actitudes de Jesús:

Jesús conocía bien la preocupación del Padre por las criaturas que Él alimenta (cf. Lc 12, 24) y embellece (cf. Lc 12, 27). Y, mientras andaba por los caminos de su tierra, no sólo se detenía a contemplar la hermosura de la naturaleza, sino que invitaba a sus discípulos a reconocer el mensaje escondido en las cosas (cf. Lc 12, 24-27; Jn 4, 35). (párr. 470).

Ello es resaltado por Arana quien destaca que la defensa del ambiente y de la justicia es tarea propia de los cristianos, a contracorriente de quienes critican a obispos, religiosos y laicos que reclaman por una protección eficaz y a favor de los más pobres en las actividades económicas extractivas. Apoyándose en el documento preliminar de Aparecida, Arana menciona el sólido fundamento teológico del compromiso cristiano

"Ante la naturaleza amenazada, Jesús, que conocía el cuidado del Padre por las criaturas que Él alimenta y embellece, (Lc 12,24-28), nos convoca a cuidar la tierra para que brinde abrigo y sustento a todos los hombres (Gn 2,15).”16

Por su parte, Benedicto XVI en su mensaje por la Jornada Mundial de la Paz del 1 de enero de 2008 nos manifiesta:

16 Arana, Marco. Obispos y compromiso ecológico, EN: http://www.larepublica.com.pe/component/option,com_contentant/task,view/id,161686/Itemid,0/ consultada el 13 de junio de 2007.


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“La familia necesita una casa a su medida, un ambiente donde vivir sus propias relaciones. Para la familia humana, esta casa es la tierra, el ambiente que Dios Creador nos ha dado para que lo habitemos con creatividad y responsabilidad. Hemos de cuidar el medio ambiente: éste ha sido confiado al hombre para que lo cuide y lo cultive con libertad responsable, teniendo siempre como criterio orientador el bien de todos”.17

En la lógica y las actitudes de Jesús, de solidaridad y compasión hacia el otro, de cuidar del otro, también se sigue que disfrutó de la vida y se deleitó con las maravillas de la creación. Ese amor sin límites por la vida le llevó también a cuidar del entorno para que sea más acogedor para el ser humano e inclusivo para todos: pobres, enfermos, abandonados por las familias y la sociedad. V. ¿A qué nos llama el Señor ante esta realidad?.

Las alternativas para unos consistirán, entre otras medidas, en privatizar el agua. Se indica con justificada preocupación que “La peor de todas las crisis visibles, la carestía del agua, aún no llega, pero empieza a perfilarse en el horizonte.”18 La empresa Goldman Sachs, banca de inversión, aconseja a sus clientes invertir en la industria del agua.19

De otro lado, está la alternativa de reconocer el derecho al agua20, en una perspectiva de preservar el mayor bien de todos y no de unos cuantos. Inspirado en los mandatos bíblicos del cuidar y guardar del Génesis y Sabiduría 11, 24 y 26,21) Boff propone “rehacer la conexión rota con la naturaleza” entendiendo que “guardar” es “garantizar un desarrollo sostenible”22.

Entiendo que es una labor de pedagogía y una labor también política. En el nivel macro, con acciones y decisiones también de envergadura, como proponen los Obispos en Aparecida:

a) “Evangelizar a nuestros pueblos para descubrir el don de la creación, sabiéndola contemplar y cuidar como casa de todos los seres vivos y matriz de la vida del planeta, a fin de ejercitar responsablemente el señorío humano sobre la tierra y los recursos, para que pueda rendir todos sus frutos en su destinación universal, educando para un estilo de vida de sobriedad y austeridad solidarias.

17 Benedicto XVI. Mensaje para la celebración de la Jornada Mundial de la Paz, 1 de enero de 2008, párr. 7.

18 Jalife–Rahme, Alfredo. Goldman Sachs promueve la privatización global del agua, EN:

http://www.jornada.unam.mx/2008/06/08/index.php?section=opinion&article=012o1pol consultada el 13 de junio de 2008.

19 Jalife–Rahme, Alfredo. Art. citado.

20 Boff, Leonardo. Actuar rápido, actuar juntos. EN: http://www.redescristianas.net/2008/06/07/actuar-

rapido-actuar-juntosleonardo-boff/ consultada el 13-6-2008.

21 “Porque tú amas todo lo que existe y no aborreces nada de lo que has hecho; de lo contrario, ¿cómo lo habrías creado? (…) Tú tienes lástima de todo: porque todas las cosas son tuyas, Señor, que amas la vida”. 22 Boff, Leonardo. Art. citado.


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b) Profundizar la presencia pastoral en las poblaciones más frágiles y amenazadas por el desarrollo depredatorio, y apoyarlas en sus esfuerzos para lograr una equitativa distribución de la tierra, del agua y de los espacios urbanos.”

c) Buscar un modelo de desarrollo alternativo, integral y solidario, basado en una ética que incluya la responsabilidad por una auténtica ecología natural y humana, que se fundamenta en el evangelio de la justicia, la solidaridad y el destino universal de los bienes, y que supere la lógica utilitarista e individualista, que no somete a criterios éticos los poderes económicos y tecnológicos. Por tanto, alentar a nuestros campesinos a que se organicen de tal manera que puedan lograr su justo reclamo. d) Empeñar nuestros esfuerzos en la promulgación de políticas públicas y participaciones ciudadanas que garanticen la protección, conservación y restauración de la naturaleza. e) Determinar medidas de monitoreo y control social sobre la aplicación en los países de los estándares ambientales internacionales.” (párr. 474).

En adición, los Obispos proponen “Crear conciencia en las Américas sobre la importancia de la Amazonia para toda la humanidad.” (párr. 475). Me detengo un instante, dentro del rico y complejo conjunto de líneas de acción del episcopado latinoamericano, en “lograr una equitativa distribución (…) del agua (…)”. Como hemos visto al inicio, el Perú es un país con una situación de recursos naturales privilegiada, mejor que otros países de la región y del mundo. Pero, al mismo tiempo, el recurso agua no llega a todos. Y, a los que llega en ciudades como Lima, en medio de un desierto, con administración deficiente que produce desperdicio, eso debe ser urgentemente corregido. Los obispos van a la raíz de los problemas: cuestionan el modelo de desarrollo y exhortan a otro “alternativo, integral y solidario”, cuyo contenido está por construirse en políticas públicas y demandas más articuladas y propositivas por parte de la sociedad civil peruana y regional. Como dice Benedicto XVI:

“Para hacer frente a la situación de manera eficaz es preciso actuar de común acuerdo. Un ámbito en el que sería particularmente necesario intensificar el diálogo entre las Naciones es el de la gestión de los recursos energéticos del planeta. A este respecto, se plantea una doble urgencia para los países tecnológicamente avanzados: por un lado, hay que revisar los elevados niveles de consumo debidos al modelo actual de desarrollo y, por otro, predisponer inversiones adecuadas para diversificar las fuentes de energía y mejorar la eficiencia energética. Los países emergentes tienen hambre de energía, pero a veces este hambre se sacia a costa de los países pobres que, por la insuficiencia de sus infraestructuras y tecnología, se ven obligados a malvender los recursos energéticos que tienen. A veces, su misma libertad política queda en entredicho con formas de protectorado o, en todo caso, de condicionamiento que se muestran claramente humillantes”.23

Esta conciencia de vivir en un mundo signado por la degradación ambiental, como parte de los conflictos contemporáneos, llevó a que el Papa señale a la Compañía de Jesús: 23 Benedicto XVI, Mensaje en la Jornada Mundial de la Paz de fecha 1 de enero de 2008 EN:Fuente:

http://www.vatican.va/holy_father/benedict_xvi/messages/peace/documents/hf_ben-xvi_mes_20071208_xli-world-day-peace_sp.html consultada el 17 de junio de 2008.


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“Vuestra Congregación se celebra en un período de profundos cambios sociales, económicos, políticos; de acuciantes problemas éticos, culturales y medioambientales y de conflictos de todo tipo, pero también de comunicaciones más intensas entre los pueblos, de nuevas posibilidades de conocimiento y diálogo, de hondas aspiraciones a la paz.”24

En el terreno personal, mi labor como ingeniera me ha brindado la oportunidad de viajar y trabajar en obras y proyectos de ingeniería y proyectos sociales en varios lugares del Perú. Ya sean canales, pequeñas represas, formulando estudios de impacto ambiental o auditando programas estatales. Todo ello me ha permitido mirar, examinar y convencerme de la necesidad de brindar cuidados a pequeña, mediana y gran escala. He aportado desde mi especialidad profesional para un mejor uso de los recursos, un empleo más racional del agua y el cuidado del ambiente. Pero ello no solo es un asunto técnico. Muchas decisiones no son tomadas por el pueblo. El pueblo no participa o está poco informado. En la cultura de la pobreza parece que no hubiera opciones… Como en el bautismo en el río, nosotros los cristianos, las autoridades y los ciudadanos necesitamos de un cambio de vida y de corazón, de una conversión actual, sintonizada con las demandas y aspiraciones de justicia y bienestar de nuestros pueblos. Mi caminar a las orillas de los ríos, cuencas y cerros, acompañando a la gente y a las distintas autoridades me ha gratificado en compartirles herramientas técnicas y recibir sus experiencias, críticas y anhelos. Entiendo que cualquier mensaje para hacerse creíble supone ser veraces, honestos y así ganar confianza. De allí que sea convencida de la importancia de orientar e incentivar a la gente, como de la otra cara de la misma moneda: exigir integridad y decisiones racionales y democráticas a las autoridades y gobernantes. La vida y el ejemplo de Jesús, así como la enseñanza de la Escritura me invitan a ser buena administradora, a respetar la creación, siguiendo el mandato de Dios, interpretado por Boff, no en el sentido de dominio yexplotación, sino de “cuidar del propio nicho ecológico, experimentarlo con el corazón, como una extensión o prolongación del propio cuerpo; descubrir las razones para conservarlo y promover su desarrollo, obedeciendo a la dinámica del ecosistema autóctono.”25 A partir del diálogo de Jesús con la samaritana, puedo compartir que como parte de mi experiencia de ser mujer, he vivido en carne propia el machismo en mi propia familia, en los estudios, en el trabajo. Ser ingeniera ha sido duro y la mujer ingeniera viene ganando su reconocimiento palmo a palmo. Aún queda mucho por hacer. Por ejemplo, en aplicar eso de a igual trabajo igual remuneración. Incluso el campesino desconfiaba de mi opinión por ser mujer, antes que por ser ingeniera. Pero el espacio ganado retribuye las adversidades y motiva a perseverar y cuidar mejor de nuestra tierra y del agua. En el movimiento CVX la situación alarmante del agua viene siendo objeto de preocupación y de iniciativas que nos lleven a ser corresponsables en acciones adaptativas que permitan mitigar los efectos perjudiciales y enfatizando las medidas a favor de los poblados más pobres: 24 Servir al Señor y a su Iglesia en las nuevas fronteras de la fe. Discurso de Benedicto XVI a los participantes en el Capítulo General de la Compañía de Jesús. 21 de febrero de 2008. 25 Boff, Leonardo. Ob. cit., pág. 109.


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“El Encuentro de Norteamérica se centró en la formación CVX como cuerpo apostólico. Los participantes reflexionaron juntos acerca de la problemática del agua: el derecho de tener agua limpia y el creciente problema de la privatización del agua en el mundo”26.

El cuidado de la creación comprende cuidar el agua. Respetar la naturaleza no significa idolatrarla, como escuché a un sacerdote en una homilía, que criticaba a los ecologistas. Pienso que si Jesús no conduce al Padre, preguntémonos por lo qué hizo Jesús: sanó, enseñó, consoló, liberó, andó, hizo el bien. En ese cauce, el agua de nuestras vidas llegará al mar definitivo, que a diferencia de lo expresado por el poeta Jorge Manrique al introducir este ensayo, no será para el creyente el morir sino el vivir en la contemplación de Dios cara a cara. Por ello, cuidar el agua y no desperdiciarla es también cuidar la vida y no desperdiciarla. Al final, conducirá a un lago de remanso, belleza y mayor bondad,

“ (…) el mundo necesita con urgencia personas de fe sólida y profunda, de cultura seria y de auténtica sensibilidad humana y social; con valentía e inteligencia parejas, pero también con una motivación de fe y pasión…vuestra actividad apostólica no resulte ambiguo u oscuro, y con vistas a que muchas otras personas puedan compartir vuestros ideales y unirse a vosotros con eficiencia y entusiasmo, colaborando en vuestra dedicación al servicio de Dios y del hombre. No faltan, por desgracia, nuevas causas de pobreza y de marginación en un mundo marcado por graves desequilibrios económicos y medioambientales; por procesos de globalización regidos por el egoísmo más que por la solidaridad; por conflictos armados devastadores y absurdos.27

Las iniciativas en el mundo como las Metas de Desarrollo del Milenio, el Plan de Implementación de Johannesburgo, los Acuerdos Multilaterales de Medio Ambiente y el Foro de Ministros de Medio Ambiente de Latinoamérica y el Caribe del PNUMA, entre otros medios de acción, debe llevarnos a confirmar estas opciones.

26 Proyecto Nº 131 Abril 2006. Comunidad de Vida Cristiana

27 Servir al Señor y a su Iglesia en las nuevas fronteras de la fe. Discurso de Benedicto XVI a los

participantes en el Capítulo General de la Compañía de Jesús (21-2-2008).


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VI. A manera de conclusión. Leonardo Boff nos propone “una nueva alianza de paz y de sinergia con la Tierra y con los pueblos que habitan en ella.” En el Taller “Laicos y Aparecida, desafíos” realizado en el mes de marzo del presente año en Perú se concluía en lo siguiente: “Cuidar la casa de todos que es la tierra. Participar en campañas de concientización del medio ambiente y del cuidado del mismo”. Sin embargo, muchas veces nosotros adoptamos una aptitud pasiva cuando es urgente ser proactivos, devolver el sentirnos una gran familia humana. Es Jesús el cauce de mi vida, que es un río con sus desbordes, con presencia de agua permanente o estacionaria, donde Jesús es el agua inagotable que me permite, como la samaritana, compartir su compañía y me sumo a las reflexiones de Nolan:

“El reconocer a Jesús como nuestro Dios Señor y Salvador tiene sentido si tratamos de vivir como EL vivió y adecuarse nuestra vida A SU ESCALA DE VALORES….REPRODUCIR A JESUS EN NUESTRO TIEMPO Y CIRCUNSTANCIA. Decidir vivir y experimentar, solo una práctica verdadera de la fe puede hacer veraz lo que creemos.”28.

VII. Bibliografía: Arana, Marco. Obispos y compromiso ecológico, EN: http://www.larepublica.com.pe/component/option,com_contentant/task,view/id,161686/Itemid,0/ consultada el 13 de junio de 2007. P. Ascenso Gálvez, Luis, Villanueva Rodríguez, Mirtha. Taller “¿Cómo leer la Biblia?. Introducción a una lectura crítica”. Módulos de réplica. Instituto Fe y Cultura. Universidad Antonio Ruiz de Montoya. Jesuitas. 2007 Benedicto XVI. Reflexión en el nacimiento de Juan Bautista, el 24 de junio de 2007, EN: http://www.vatican.va/news_services/or/or_eng/text.html#1 consultada el 28 de junio de 2007. 28 Nolan Albert. ¿Quién es este hombre?. Jesús, antes del cristianismo. Ed. Presencia Palestina. 1984. 232

págs.


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Benedicto XVI, Mensaje en la Jornada Mundial de la Paz de fecha 1 de enero de 2008, EN:Fuente:http://www.vatican.va/holy_father/benedict_xvi/messages/peace/documents/hf_ben-xvi_mes_20071208_xli-world-day-peace_sp.html consultada el 17 de junio de 2008. Benedicto XVI. Servir al Señor y a su Iglesia en las nuevas fronteras de la fe. Discurso de Benedicto XVI a los participantes en el Capítulo General de la Compañía de Jesús. 21 de febrero de 2008. Berry Thomas y Clarke, Thomas. Reconciliación con la tierra. La nueva Teología Ecológica. Santiago, Editorial Cuatro Vientos, 1997, 166 págs. Boff, Leonardo. El Cuidado esencial. Etica de lo humano. Compasión por la tierra. Madrid, Editorial Trotta S.A., 2002.

Boff, Leonardo. Actuar rápido, actuar juntos. EN: http://www.redescristianas.net/2008/06/07/actuar-rapido-actuar-juntosleonardo-boff/ consultada el 13-6-2008.

Comunidad de Vida Cristiana. Proyecto Nº 131, Abril 2006.. Charpentier Etienne. Para leer El Nuevo Testamento. Editorial Verbo Divino. 1990, 172 págs. Chumpitaz, María Sofía (Editora). Diálogo de políticas. Edición 9 – Diciembre 2007. Publicación de InfoAndina. A. ISBN: 978-92-9060-333-7 Espacio Sagrado, EN: http://www.sacredspace.ie/?lang=es#advice consultada el día 10 de marzo del 2008.

Jalife–Rahme, Alfredo. Goldman Sachs promueve la privatización global del agua, EN:

http://www.jornada.unam.mx/2008/06/08/index.php?section=opinion&article=012o1pol consultada el 13 de junio de 2008. Manrique, Jorge. Poesía Completa. Edición preparada por Miguel de Santiago. Madrid, Ediciones 29, 1989, 138 págs.

Nolan Albert. ¿Quién es este hombre?. Jesús, antes del cristianismo. Ed. Presencia Palestina. 1984. 232 págs.

Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación. La nueva generación de programas y proyectos de gestión de cuencas hidrográficas. Roma, 2007, 139 págs. Biblia EN: http://www.vatican.va/archive/ESL0506/__P2.HTM La Biblia Latinoamericana. Ed. Verbo Divino. 1972, 1488 págs.


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¿quÉ hubiera hecho el rÍo sin su cauce?amoxcalli.leon.uia.mx/magis/ensayos_cristologia/... · mi...

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