LUCÍA MARTÍN PIÑEIRO

EL PUENTE DE SAN MARTÍN

acia el 1390 el arzobispo de Toledo don Pedro Tenorio ordenó reconstruir el

puente de San Martín ya que había sido dañado y contrató a un afamado

arquitecto. Convinieron en el precio y el arquitecto empezó su obra con mucha

ilusión. Pero según pasaba el tiempo el arquitecto estaba cada vez más y más triste y

su mujer estaba preocupada por su cambio de ánimo.

La obra avanzaba con rapidez pero el alarife cada vez estaba de peor humor hasta

que un día, abatido le confesó a su mujer que se había equivocado en los cálculos de

cimentación del puente, y que al darse cuenta había intentado subsanar el error

cometido pero ya era demasiado tarde. Cuando se quitase la cimbra del arco central

todo se vendría abajo y que él además de deshonrado y arruinado sería castigado por

su negligencia. Había pasado muchas horas buscando una solución al problema, pero

no hallaba ninguna solución. Su esposa empezó a buscar una solución y después de unos días en una noche de

tormenta se acercó sigilosa al puente llevando consigo unas antorchas y una yesca.

Se situó bajo el arco

central y prendió los

andamios y todo lo que

sujetaba el puente y con

suma rapidez se alejó del

lugar.

Cuando los vecinos

quisieron darse cuenta

del incendio ya era

demasiado tarde. El

fuego consumió la cimbra

y tras un crujido se vino

abajo, arrastrando el

arco. Al día siguiente la noticia

del accidente se fue extendiendo por toda la ciudad acechando la catástrofe a la

casualidad.

El Arzobispo al enterarse del hecho llamó al arquitecto

y le ordenó que de inmediato se pusiera manos a la

obra con la reconstrucción del puente, este corrigió los

errores y poco tiempo después el nuevo y flamante

puente se hallaba terminado y en disposición de

prestar todos los servicios que se le requerían.

H

Ubicación de la leyenda. Links informativos de la leyenda:

http://es.wikipedia.org/wiki/Puente_de_San_Mart%C3%ADn_(Toledo)

http://www.toledoaldia.com/nuevoproyecto/Leyenda_09PuenteSanMartin.htm