Facultad de Educación de Toledo Asignatura: Educación y Sociedad

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PUBLICIDAD INFANTIL Y SEXISTA

Los pequeños son bombardeados por anuncios televisivos y catálogos creados

especialmente para ellos. Es ahí en la publicidad donde vemos el primer rasgo patriarcal

que produce erróneas ideas en los niños desde temprana edad sin que apenas podamos

percibirlo.

Ya en las primeras páginas empleadas para publicitar juguetes para niños de entre 0 y 3

años vemos distinciones sexistas a la hora de elegir los colores o incluso el tipo de

juguete; por ejemplo hay distintos colores para corre pasillos o mantas de actividades

según sean recogidas para el sexo femenino o masculino las cuales son utilizadas por

bebés que no llegan al año.

El color estrella para la niña será el rosa y en el caso de los niños el azul o rojo. En

ocasiones se ofrecen una opción mixta a parte de los colores azul y rosa que suele ser

naranja o amarillo, el color de la igualdad, pretendiendo mostrar una alternativa en su

oferta para aquellos padres que quieran ofrecer a sus hijos una educación que no se

encuentre basada en el sexismo, lo cual lo único que demuestra es la aceptación de la

existencia de colores propios para cada sexo. Estos colores no son elegidos al azar ya

que tienen un significado subliminal acorde con los estrictos cánones de nuestra cultura.

Así el rojo es asociado a los conceptos de fuerza, vitalidad y poder. El azul denota

inteligencia, seguridad, confianza y profesionalidad, se asocia a lo tradicional. Por

último el rosa es el color del amor, del cariño, de la protección y está vinculado con la

debilidad.

A partir de los tres años empiezan a incluirse los juguetes relacionados con el mundo

laboral pudiendo encontrar un set de médico o herramientas en tonos azules y rojos

junto a un set de belleza en tonos rosas. De esta forma el niño le dará más importancia a

las profesiones relacionadas con la construcción y la mecánica mientras que la niña lo

primero que desarrollará será su capacidad de estar guapa sometiéndose así a los

cánones de belleza.

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A su vez empiezan a aparecer secciones dedicadas en exclusividad al niño y otras a la

niña. En estas últimas se hará hincapié en el cuidado de mascotas o muñecos de forma

que la niña empezará a desarrollar su instinto maternal y cuidador con tan solo cuatro o

cinco años. En este periodo destaca además el “boom” de las cocinitas siendo las

modelos de estos anuncios casi siempre femeninas. Así la niña cerrará su círculo de

juego a los juguetes dedicados a la realización de tareas domésticas y a la belleza

mediante juegos que se desarrollan en torno al concepto de sensibilidad y cuidado y

auto-cuidado.

Por otro lado, la infancia del niño se verá condicionada por juguetes que aumentan su

capacidad creativa como las construcciones, sus reflejos como los coches, las motos o

los circuitos, y su agresividad con los juegos de guerra y armas, sin que se vea

potenciada a través del juego su capacidad de cuidar o de exteriorizar sus sentimientos

ya que más bien aprenderán a no desarrollarlos al no coincidir con los cánones

estipulados para su sexo.

Debemos ofrecer a los niños y a las niñas todo el abanico de posibilidades a la hora de

desarrollar el juego ya que será decisivo y condicionante en su desarrollo personal y

laboral. A pesar de que las empresas sirvan a sus intereses económicos del capital y

sigan perpetuando la distinción de roles sexistas, es nuestra decisión como

consumidores, padres y maestros escoger los juguetes que creamos adecuados para

nuestros pequeños.

Lo cuestionable no es el juguete en sí, si no el uso que demos de él.

Aquí añado algunos de los anuncios que mejor representan lo escrito anteriormente:

http://www.youtube.com/watch?v=3AsITSRtvsM

http://www.youtube.com/watch?v=in4ozb_bFnU

http://www.youtube.com/watch?v=OtuKy4PJYEA

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