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Publicación de Misioneros de Guadalupe Marzo 2016 / Año LXVII • Núm. 795 • Ejemplar gratuito

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Publicación de Misioneros de Guadalupe

Marzo 2016 / Año LXVII • Núm. 795 • Ejemplar gratuito

FranciscoExhortación apostólica

Evangelii Gaudium (núm. 265)

Toda la vida de Jesús, su forma de tratar a los pobres, sus gestos, su coherencia, su generosidad cotidiana y sencilla, y finalmente su entrega

total, todo es precioso y le habla a la propia vida. Cada vez que uno vuelve a descubrirlo, se convence de que eso mismo es lo que los demás necesitan, aunque no lo reconozcan [...] A veces perdemos el entusiasmo por la Misión al olvidar que el Evangelio responde a las necesidades más profundas de las personas, porque todos hemos sido creados para lo que el Evangelio nos propone: la amistad con Jesús y el amor fraterno. Cuando se logra expresar adecuadamente y con belleza el contenido esencial del Evangelio, segura-mente ese mensaje hablará a las búsquedas más hondas de los corazones.

PaPa Francisco

Vida que habla a la vida

intenciones

No son pocos los hombres y las mujeres que bajo el signo de la cruz desean dar su vida por el Reino de los cielos. Recientemente hemos sabido acerca de la violencia que muchos cristianos experimentan al ser perseguidos, expulsados e incluso asesinados en diferentes partes del mundo. La Iglesia tiene muchos már-tires que dieron cuenta de la fe con el derramamiento de su sangre. En nuestros días, al profesar nuestra creencia en Cristo, se exige el mismo acto heroico de los primeros Santos mártires. Pidamos a Dios que nos conceda la gracia de vivir coherentemente la fe que hemos recibido y ser fieles a la promesa del Señor, especialmente en los momentos de prueba y dificultad, cuando sabemos por la fe que Él siempre permanecerá con nosotros hasta el fin del mundo.

Una de las principales preocupaciones del Papa Francisco es la familia. En muchas partes del mundo esta unidad se ve constantemente amenazada por diferentes situaciones: violencia intrafamiliar, incomprensión, abandono, fal-ta de compromiso, que afectan tanto a la pareja como a los niños de esos ambientes. La familia no puede sobrevivir sin amor ni fe. Por tal motivo, so-mos invitados a realizar todo aquello que favorezca la unidad familiar; la oración lleva el primer lugar, pero además se deben fomentar la paciencia, el sacrificio, el esfuerzo para que los miembros de la familia crezcan juntos en el amor, los valores y la comprensión mutua. Unámonos en oración para que la presencia de Dios siempre sea el elemento esencial que nos permita vivir en unidad y armonía.

Universal: Las familias en dificultad

Por la evangelización: Los cristianos perseguidos

Para que las familias en dificultad reciban los apoyos necesarios y los niños puedan crecer en ambientes sanos y serenos.

Para que los cristianos discriminados o per-seguidos a causa de su fe se mantengan firmes en las pruebas, guardando fidelidad al Evangelio, gracias a la oración incesante de toda la Iglesia.

P. Ignacio Flores G., mg

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contenido

DIRECTORIO

Director:P. José Navarro González, mg

Codirector y edición web:Juan José Ramírez Escarza

Diseño editorial y edición web:Eréndira Vázquez Vega

Ilustración y edición web:Ricardo Hernández Hernández

Enlace administrativo y edición web:Antonia Hidalgo López

Webmaster:Jorge Hugo Guerrero Luna

Sitio web:www.revistaalmas.com.mx

PortadaEl Padre mg Jesús María Alba

Jaime (1926-2015) durante una Celebración Eucarística.

Tres mil figuras como consueloP. Sergio Abel Mata León

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Un apodo que comprometeP. Ricardo Gómez Fregoso, mg

Almas es editada por Editora Escalante, sa de cv, Córdoba 17, Pb, local 1, Col. Roma, Del. Cuauhtémoc, cP 06700, México, dF; editor responsable: P. José Alberto Contreras Téllez, mg. Distribuida por Misioneros de Guadalupe, ar, Cantera 29, Col. Tlalpan, Del. Tlalpan, cP 14000, México, dF. Certificado de Licitud de Título Núm. 555 (Época SEP), y Certificado de Licitud de Contenido Núm. 4414. Certificado de Reserva de Derechos al uso exclusivo del Título Núm. 04-1999-050317152800-102. Impresa en Reproducciones Fotomecánicas, sa de cv, Duraznos 1, esquina Ejido, Col. Las Peritas Tepepan, Del. Xochimilco, cP 16010, México, dF. Tel. 5334 1750. Registro Postal Publicaciones Núm. PP09-0298 autorizado por Sepomex.

El Instituto de Santa María de Guadalupe para las Misiones Extranjeras fue fundado en 1949 por el Episcopado Mexicano y la Pontificia Unión Misional del Clero para formar y enviar misioneros a los países no cristianos que le señale el Santo Padre. El Papa Pío xii aprobó sus Constituciones. El Primer Superior General fue Mons. Alonso M. Escalante. El Instituto es sostenido por los católicos mexicanos.

www.mg.org.mx

/misionerosdeguadalupe

@misionerosmg

Línea Misionera: 01 800 00 58 100

Ejemplar gratuito. Prohibida su venta.Año LXVII • Núm. 795 • Marzo 2016

Publicación de Misioneros de Guadalupe

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Papa FranciscoIntencionesEditorialPágina del lectorBienhechoresVida mg

Memoria de las MisionesIn MemoriamPastoral vocacionalCentro de Orientación VocacionalSólo para niños. Club de Niños mg

Animación misionera

editorial

Este mes en todo el mundo se celebra la fiesta de san José, quien fue honrado con la alta dignidad de ser el custodio elegido por Dios para velar y educar a Jesús en los primeros años de su vida, y procurar así tan-to su bienestar como el de la Virgen María.

Este honor es conferido primeramente por la indiscutible fe que José muestra hacia los designios de nuestro Padre; confía en lo que quiere Dios cuando es-cucha al ángel mensajero que se le aparece en sueños para decirle: “José, hijo de David, no temas tomar contigo a María, tu mujer, porque el engendrado en ella es del Espíritu Santo. Dará a luz un hijo, y le pondrás por nombre Jesús, porque él salvará a su pueblo de sus pecados”(Mt 1, 20-21).

Al hacer como le dijo el ángel, san José da una prueba irrefutable de confianza en Dios. Por ello, es patrono de la Iglesia universal y ejemplo a seguir para todos los cristianos, primordialmente en lo que refiere a la esperaza en el Señor y el cuidado de una familia.

En la figura de José vemos mucha fe, pero también un camino para transmitir, de padres a hijos, los valores humanos y espirituales que nos llevan a vivir de la forma en que Jesús nos enseñó, con amor y respeto hacia nosotros mismos y nuestros semejantes.

No hace falta recordar que hoy nuestros valores y estructuras sociales se ven confrontados por muchísimos elementos y circunstancias que hacen dudar de nuestras creencias, que retan la fortaleza de nuestra fe. No sólo las familias, sino cada individuo es puesto a prueba en el camino de hallar el sentido de la vida.

Sin embargo, lo que es necesario recordar es que, así como Dios le dio a san José la fortaleza para aceptar y cumplir su voluntad, por sorprendente que esta fuera, de la misma manera Él permanece, amoroso, a nuestro lado para ayudarnos a perseverar en el bien y procurar la felicidad propia y comunitaria.

Únicamente hace falta que nos acerquemos a su presencia. Es necesario pedirle por ese bienestar que Él mismo quiere darnos, pero también agradecer todas las gracias y los dones que nos ha dado, además de confiar, como san José, en los senderos que pone en nuestro camino para llegar a la realización de nuestras vidas.

El ejemplo de san JoséJuan José Ramírez E.

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Revista Almas4

Página del lector

Hola, estimados Misioneros de Guadalupe:

Los invitamos a compartir brevemente con nosotros sus experiencias de fe derivadas de la ayuda que brindan a las Misiones. Pueden escribir al correo electrónico: [email protected], o a cualquiera de las di-recciones que aparecen en la contraportada de nuestra revista.

Todos los textos serán revisados y, en caso de ser publicados, podrán ser modificados según los criterios de contenido de nuestra revista.

Por este medio les hacemos partíci-pes de la nostalgia que sentimos por la pérdida de su Madrina, la señora María Remedios S. de S., quien fue llamada a la Casa del Padre en julio del año 2014.

Ella fue una gran y maravillosa mujer, que nos dejó una vida llena de recuer-dos gratos. Siempre tuvo mucha fuerza, mucha vitalidad, mucha vida. Sabemos que de alguna manera segui-rá viviendo con nosotros, gracias al ejemplo de fe, valor y esfuerzo que ha quedado plasmado en la memoria y los corazones de toda su familia.

Agradecemos todo lo que ustedes, Misioneros de Guadalupe, hacen por nosotros, sus bienhechores, y por tanta gente que no conoce de nuestra fe. Los felicito por este noble trabajo que realizan al llevar el Evangelio a otras partes del mundo donde no lo conocen.

Reciban un afectuoso saludos.

Salvador S. S.

Estimados lectores:

Estimados lectores de la revista Almas, mi nombre es Sergio Abel Mata León, originario de Degollado, Jal. Fui ordenado sacerdote el 3 de junio de 2006 en la Diócesis de San Juan de los Lagos, y actualmente me encuentro realizando trabajo misio-nal en la Diócesis de San Clemente de Saratov, Rusia. Tengo poco más de un año en este servicio, y hace poco fui a visitar al P. José Alfredo González Márquez, Misionero de Guadalupe en Japón. Con el viví la experiencia que ahora compartimos en este artículo.

Un día el señor Onuma tomó un tro-zo de madera y, con su navaja afilada, comenzó a tallarla hasta descubrir la

figura de una mujer en meditación. Nada podía describir el dolor que invadía su interior: había perdido amigos, familiares y, sobre todo, es-taba a punto de perder la esperanza.

Era el año 2011, unas semanas antes, el 11 de marzo, había sucedido una de las peores catástrofes naturales en la historia de Japón: el gran terremo-to que provocó un enorme tsunami. Aquel día todo parecía normal, hasta que a las 2:46 de la tarde se sintió uno de los temblores más fuertes de la historia, se activaron las alarmas y el pánico no se hizo esperar. El movimiento de la tie-rra duró aproximadamente cinco

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artículo

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Revista Almas6

minutos, los cuales parecieron eter-nos. Sin embargo, lo peor estaba por venir. Después de unos momentos de relativa calma, las aguas del mar invadieron las playas con olas de hasta 10 metros de altura, a lo lar-go de más de 500 kilómetros sobre las playas del noroeste de Japón.

Las autoridades declararon más de 2 mil muertes, además de varios desaparecidos, lo que rebasaba toda comprensión humana. La incer-tidumbre y el caos reinaron. La desesperación y la impotencia se anidaron en las almas.

Pero es también ahí donde empe-zaron a suceder los milagros. Las historias de supervivencia que se cuentan son innumerables, heroicas e increíbles. La fortaleza y la solida-

ridad del pueblo japonés se hicieron ver, y las ayudas internacionales no se hicieron esperar. La grandeza del espíritu humano sale a relucir ante las adversidades.

Muchos fueron los voluntarios que arriesgaron salud, vida y bienestar para ayudar a los afectados, y aún hoy en día hay miles de personas que siguen reconstruyendo los lugares destruidos. Sobre todo, son muchos los voluntarios que siguen dando es-peranza a quienes han perdido todo. Organismos internacionales, como Cáritas, realizaron labores titánicas, y todavía en estos días siguen realizan-do trabajos heroicos.

Al caminar por los lugares de la tra-gedia se percibe una relativa calma, pero es imposible no pensar en lo

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ocurrido hace cinco años. Las heri-das del desastre aún se pueden ver en los campos y en los pueblos, y, sobre todo, todavía persiste una sombra en los ojos de las personas que vivieron aquel drama.

Nos detuvimos en uno de estos si-tios durante un tiempo para rezar por las almas de las víctimas y por las vidas de los sobrevivientes. Vi-sitar los centros de refugiados es una acción noble, pues no sólo es necesario reconstruir los edifi-cios, sino que es necesario revivir la esperanza. Por eso, muchos de los voluntarios únicamente tenían la misión de ir a platicar con los refugiados, darles ánimos y, sobre todo, escucharlos. Tal vez una lá-grima en solidaridad hoy no pueda cambiar el pasado, pero es un mila-gro que alienta a afrontar el futuro con nuevos ánimos.

Tallando madera, el señor Onuma ha realizado más de 3 mil figuras. Es su personal manera de expresar solidaridad con los damnificados; es una manera de orar, descubriendo en cada leño una imagen de esperanza. Figuras de mujeres todas, algunas con niños en brazos y otras simple-mente en calma, son el signo de la paz que buscamos cuando quitamos las apariencias.

Las imágenes son de todos tama-ños y todas de pie. Así se puede ver

aquella casa sembrada de pequeñas y grandes estatuas, tanto en la entrada como en el patio, en la cocina como en la parte trasera.

En acciones como esta es fácil descubrir que la oración y los ac-tos de piedad son una necesidad del espíritu humano que busca a Dios y que encuentra maneras de ayudar a los demás por caminos que la ciencia no sabe explicar.

Queridos Padrinos y Madrinas:Les proporcionamos la siguiente información acerca de los recibos que les entregan los Promotores Misioneros, para que la tengan en cuenta a lo largo de este año.

Recibos provicionales 2016

El recibo provisional se llena de forma manual. Se indica nombre, dirección, importe y concepto del donativo. Este recibo se le entregará por cualquier donativo diferente (mayor o menor) al que regularmente realiza, o bien, para dar de alta a nuevos Padrinos. Posteriormente le llegará por correo postal el recibo impreso que sustituye al provisional.

El Promotor Misionero le entregará el recibo original y se quedará con la copia, que proporcionará al Instituto. El recibo original debe tener las siguientes características:

1) Número de folio del recibo enmarcado con fondo negro.2) Fecha de vigencia 2016 en color negro.3) Dirección fiscal del Instituto: Cantera 29, Col. Tlalpan, C. P. 14000,

México, D. F.4) Importe del donativo (número y letra).5) Código de barras en la parte inferior izquierda.6) Leyenda: COMPROBANTE PARA EL PADRINO/MADRINA, en color rojo.

¡Gracias por su apoyo a las Misiones!

Les recordamos que el Promotor Misionero que les visite siempre debe entregar un recibo y un ejemplar de la revista Almas en el momento en que reciba cualquier donativo.

Para cualquier comentario o pregunta, no duden en ponerse en contacto con nosotros a: Línea Misionera (sin costo) 01 800 00 58 100, o bien, escríbannos a nuestro correo electrónico: [email protected]

Recibos de emisión 2016

1) Número de folio del reciboenmarcado con fondo negro.

2) Fecha de vigencia 2016 en colornegro.

3) Dirección fiscal del Instituto: Cantera 29, Col. Tlalpan, C. P. 14000, México, D. F.

4) Datos generales del Padrino/Madrina.

5) Importe del donativo (número yletra).

6) Código de barras al costadoderecho.

7) Leyenda: COMPROBANTE PARAEL PADRINO/MADRINA, en color rojo.

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Un apodo que comprometeP. Ricardo Gómez Fregoso, mg

A lo largo de 15 años de trabajar en Kenia nunca mencioné ni escribí sobre un apodo que me dieron. Pero en el contexto de la celebración de mis 25 años como sacerdote, me di cuenta de que me sentía honrado y me gustaba el apodo que, hasta esas fechas, algunas personas usaban para llamarme cuando visitaba la Parroquia de Guadalupe, en Nairobi. Reflexionaba que aquel era un apodo que me comprometía y me retaba para vivir mejor mi sacerdocio misionero.

Desde que llegue a trabajar a la Parroquia de Guadalupe, en Nairobi, las niñas de la danza litúrgica comenzaron a llamarme Father Jesus, pues decían que con la barba y el pelo largo me parecía mucho a Jesucristo. Yo siempre les respondía que Él era el jefe, y yo únicamente su secretario.

Al paso de algunas semanas viviendo en esa parroquia me di cuenta de que también algunas de las hermanas religiosas y los jóvenes de la parroquia comenzaron a llamarme abiertamente Father Jesus. Eso me hizo reflexionar que no sólo mi apariencia les debería hablar de Jesucristo, sino principalmente mi vida diaria, mi comportamiento, mi cercanía, mi trato hacia ellos, detalles de cariño… en fin, toda mi persona y ministerio sacerdotal deberían relacionarme con Jesús.

Después de 15 años en Kenia y mientras celebraba el 25º aniversario de mi ordenación sacerdotal, me di cuenta de que me faltaba mucho por trabajar, por ser otro “Cristo” en medio de la gente de aquel país. Reconocía que Dios me ha

dado un carácter agradable, la facilidad de relacionarme con la gente y hacerla sentir cercana, bienvenida. También agradecía que a lo largo de los 10 años de trabajar en la formación de seminaristas había ganado la experiencia y el gusto por estar con la gente, escuchar a los demás y hacerles sentir que los apoyo en sus problemas. Pero todavía necesitaba trabajar mucho para confiar en la gente local, creer en su palabra, delegarles asuntos importantes, orar más por ellos.

Un pecado que cargamos algunos de los misioneros extranjeros que trabajamos en Kenia es que, por las pocas malas experiencias que podemos tener con personas locales, poco a poco cerramos la mente y el corazón a todos. Algunos se quejaban de que los kenianos abusaban de nosotros, o que la gente de nuestros grupos o parroquias nos buscaba por la ayuda o el dinero que le podíamos dar. Incluso llegué a escuchar a algunos que aseguraban que era muy difícil encontrar verdaderas amistades entre la gente local.

La problemática social y económica que se vive en Kenia también va cansando y

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cambiando la mentalidad de algunos misioneros hacia la gente local. Sentir que quieren abusar de ti en los precios de artículos que compras o en el transporte público, o que, por ser extranjero, te pidan dinero cuando vas caminado por la calle son vivencias que van haciéndonos más indiferentes a la verdadera problemática de nuestra gente.

Por todo ello, en la celebración de mis 25 años como sacerdote, 15 de los cuales había pasado en la Misión de Kenia, le pedí a Dios, como un regalo muy especial, que me permitiera siempre tener un corazón de carne, que me diera sabiduría para saber discernir entre la verdad y la mentira, pero siempre con una mano abierta para ayudar, para ser ese Cristo vivo que la gente necesita.

Padrinos, sigan pidiendo por sus ahijados, para que desde el lugar donde estemos podamos ser otros “Cristos” en medio de nuestra gente.

Revista Almas12

50º aniversario sacerdotalP. Maurilio Franco Pérez

vida mg

El P. Maurilio Franco Pérez, mg, nació el 21 de mayo de 1939 en Moroleón, Gto. Sus padres fueron los señores José Franco y Agustina Pérez.

Realizó sus estudios básicos en Villa Yanga, Ver. En 1954 ingresó al Seminario Mexicano de Misiones, donde realizó sus estudios de se-cundaria y comenzó su formación sacerdotal misionera.

El P. Maurilio comenta que su vo-cación surgió por la gracia de Dios y debido a la devoción de su madre, además de que la lectura de la revista Almas lo inspiró y motivó bastante para seguir el llamado de Cristo.

Entre 1959 y 1962 hizo sus estu-dios de Filosofía, en el Seminario Mayor de Misiones, en la ciudad de

México. Así mismo, de 1962 a 1966 recibió la instrucción en Teología en el Colegio Máximo de Cristo Rey, de sacerdotes jesuitas.

El 5 de enero de 1966 hizo su Juramen-to perpetuo de pertenencia a nuestro Instituto, y unos meses después, el 10 de julio, recibió el Sacramento del Orden del presbiterado en la Capilla del Se-minario Mayor de Misiones, de manos de Mons. Alonso Manuel Escalante y Escalante, Superior General de los Misioneros de Guadalupe.

Ese mismo año fue nombrado para llevar el Evangelio y colaborar con el esfuerzo de los sacerdotes mg en la Misión de Corea.

50º aniversario sacerdotalP. Maurilio Franco Pérez

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Entre 1977 y 1981 regresó a México para incorporarse al trabajo de formación de jóvenes aspirantes al sacerdocio misionero en el Semi-nario Mayor.

Posteriormente volvió a la Misión de Corea, donde permaneció du-rante 20 años realizando diversos trabajos, aunque principalmente enfocado en la atención a parro-quias; entre ellas destacan: Posong, Koksong, Megok Tong, Kwangju y Sangbong Dong.

En el año 2002 volvió nuevamente a la patria para cursar una licenciatura en Espiritualidad en la Universidad Pontificia de México.

En 2008 fue nombrado a colaborar en la multicultural Parroquia de San Pablo, que es atendida por Misione-ros de Guadalupe, en Los Ángeles, Cal., eua.

Acerca de su labor sacerdotal, el P. Maurilio afirma que ha sentido que todo el trabajo que ha realiza-do ha sido bueno en general.

El próximo mes de julio el P. Maurilio celebrará 50 años de entregarse por llevar el mensaje de Salvación de Jesucristo a quienes más lo necesi-tan en diversos lugares del mundo. Por eso, lo felicitamos y pedimos que mantenga el ánimo constante por servir al prójimo durante mu-chos años más. ¡Muchas felicidades, P. Maurilio!

vida mg

Revista Almas14

Estimados lectores de Almas, este mes iniciamos un recorrido por la historia misionera de nuestro país. En esta nueva sección, llamada Memoria de las Misiones, volveremos a compartir con ustedes algunos de los artículos más significativos que se han publicado en nuestra revista desde hace más de 60 años. Esperamos que este recorrido por la memoria de los misioneros que ha dado nuestro país al mundo fortalezca su amor por la evangelización hacia los no cristianos.

El 4 de octubre de 1948 salían rumbo a China las ocho primeras misioneras mexicanas.

El Instituto de las Misioneras Eucarísticas de la Santísima Trinidad abría, al fin, los horizontes y señalaba las rutas apostólicas a las embajadas femeninas cristianizadoras de México.

Después de un año, el 13 de octubre de 1949, se despedían a los pies de la Guadalupana —en el Tepeyac— cinco nuevas Misioneras Eucarísticas, que el día 15, es decir, dos días después, partirían anhelosas al Japón.

En estas líneas nos referimos tan sólo a esta última embajada.

Algunos meses antes de su salida, habíanse venido gestionando sus permisos de emigración con miras a establecerse definitivamente en el Japón. No careció de dificultades tal empresa. Era la primera vez en la historia que las autoridades de México se enfrentaban a un caso de esta especie: cinco mujeres solteras, que voluntariamente abandonaban su patria para ir a radicarse en aquel lejano país.

El gobierno del Japón, por su parte, no tuvo dificultad alguna en permitir que cinco nuevas portadoras de la cultura y caridad cristianas se establecieran en su territorio como un nuevo centro de civilización occidental; no obstante, exigió, como en todos los casos semejantes, una detenida y minuciosa tramitación.

Mas, al fin, fue posible vencer todo obstáculo y prepararse a la partida.

memoria de las misiones

Publicado en enero de 1950

Misioneras mexicanas en Japón

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memoria de las misiones

Al mismo tiempo se presentaba otra dificultad, al parecer más complicada de allanar: la parte económica, pues un viaje de esta naturaleza implica fuertes gastos. Las mismas Misioneras Eucarísticas resolvieron el problema: una gira por los estados del norte de la república, haciendo un llamado de caridad a los fieles de aquellas regiones, y la consiguiente generosa respuesta de los católicos fueron la clave del éxito.

Y fue así cómo aquel 15 de octubre inolvidable e histórico pudieron las cinco misioneras alejarse de su patria para llevar a nuestros hermanos japoneses el mensaje sagrado de nuestra fe y el auxilio divino de la caridad cristiana.

He aquí los nombres de las cinco misioneras:

•R. M. Ma. del Sagrado Corazón Narro (superiora), nacida en Guanajuato, Gto.; •R. M. Ma. Elena Orozco, de Guadalajara, Jal.; •R. M. Ma. Oliva de la Cruz Sereno, nacida en Morelia, Mich.; •R. M. María Concepción del Sagrado Corazón Silva, oriunda de Chilapa, Gro., •Hna. Ana Ma. del Niño Jesús García, de Encarnación, Jal.

Fue necesario que el viaje lo hicieran en barco, tan grande era la cantidad de medicinas, objetos, ornamentos sagrados, ropa, etc., que el generoso pueblo mexicano les había regalado. El avión resultaba incapaz de transportar aquel pesado equipaje.

El 28 del mismo octubre se embarcaron en San Francisco, California, rumbo a su ansiado destino.

Tokio las esperaba con la magnificencia de sus castillos orientales y allá llegaron el 15 de noviembre.

Después de pasar un día en la capital del que fuera Imperio nipón, se trasladaron a la ruinosa Hiroshima —víctima desventurada de la bomba atómica— para después deslizarse, entre paisajes de ensueño y sugestión, hasta la ciudad de Shimonoseki, lugar definitivo de su residencia y campo de sus apostolados.

Ahora se encuentran ya entregadas por entero a su gloriosa Misión. Los primeros pasos dados han sido aún de alistamiento: aprender y perfeccionar el idioma japonés, acondicionar su casa-habitación, escuela, centros de beneficencia, etc. El campo de su labor es inmenso: las miserias espirituales y morales que aliviar son numerosísimas.

México queda, pues, vinculado con el Japón por medio de sus misioneras y es deber nuestro —patriótico y cristiano— sostenerlas en una posición digna, aun a costa de nuestros sacrificios.

Revista Almas16

In Memoriam

In MemoriamP. Jesús María Alba Jaime, mg

El P. Jesús María Alba Jaime, mg, nació el 10 de julio de 1926, en la familia formada por los señores Francisco Alba Calvillo y María del Carmen Jaime Romo. Fue uno de los doce alumnos que integraron el grupo con el que se fundó el Seminario Mexicano de Misiones, y recibió la ordenación sacer-dotal en septiembre de 1955. Dedicó su ministerio a diversos trabajos en favor de la Misión de la Iglesia y proclamó el Evangelio en Misiones de África, América y Asia.

Vivió de cerca las consecuenias de la persecusión religiosa en las primeras déca-das del siglo pasado en nuestro país. Su padre luchó a favor de la fe y, cuando algún conocido le sugirió dejar de hacerlo, en atención a sus hijos, contestó: “Pre-cisamente porque los tengo –repuso don Francisco– y porque me despojaron de todo el patrimonio que para ellos había reunido, ahora sólo me queda eseñarles cómo se defiende a Dios y cómo se muere por Cristo” (Pioneros, pág. 25).

Cuando el P. Jesús contaba apenas con siete años de edad, su madre le narró la historia que culminó con el sacrificio de su padre, y él empezó a cuestionarse interiormente: “¿Cuál va a ser mi respuesta al sacrificio y al precio de la sangre de mi padre?” (Pioneros, pág. 25). Ese fue el primer asomo de su vocación sacerdotal misionera.

El P. Alba recordaba que años después, ya como alumno del Seminario de León: “Aprovechando la biblioteca y la hemeroteca, Jesús María no dejaba de ver las revistas, sobre todo El Siglo de las Misiones, Anales de la Propagación de la Fe y El Misionero, así como libros relati-vos a la actividad misionera de la Igle-sia, particularmente las aventuras del P. Segundo Llorente en Alaska.Esas lec-turas avivaron en él, seguramente, un ideal que desde pequeño anidaba en su corazón, pero sin perfilarse claramente: la vida misionera” (Pioneros, pp. 38-39).

In Memoriam

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Años más tarde llegó la primera expe-riencia en Misiones. Su destino era Corea y, junto con otros sacerdotes, tuvo que hacer el viaje en diversos tipos de embarcaciones, entre ellos unos bar-cos costeros que contaban con algunos servicios: “Todos los sentidos tienen su actividad: la vista de muchas novedades que nunca terminaríamos de exponer; el oído de música exótica para nosotros; el olfato de cocina popular en la que tanto ajo predomina; las bancas súper duras de cubierta y las astillas de algunas barandas, que nos invitaban a tener cuidado; los sabores de algunos antojos coreanos que algunas señoras nos ofrecían, como las ‘témporas’ (rodajas de cebolla envueltas en huevo y fritas), etc.” (Tinta firme, pág. 116).

Él sabía que la vida en Misiones estaba llena de alegrías, pero también de arduo trabajo: “El primer domingo vivido en Koksong hubo mucho que hacer: con-fesiones antes de Misa, atención a fieles que deseaban conocer al nuevo párroco [...] una visita al salón parroquial para la presentación de los catecúmenos, etc....

Ese domingo ya podía respirar diferente, con calefacción en casa; pero aún quedaba otro problema: el de la reparación del sis-tema sanitario [...] Esto finalmente resultó muy bien” (Tinta firme, pág. 153).

En la Navidad del año pasado, el P. Alba fue llamado a la presencia de nuestro Señor. En honor a su ministerio quisimos compartir estos fragmentos de textos que escribió, esperando que alimenten el ánimo misio-nero de nuestros lectores, especialmente los más jóvenes.

Revista Almas18

Pastoral vocacional

Una experiencia en el cov

P. Ignacio Flores García, mg

Queridos Padrinos y Madrinas, el mes pasado escribí acerca del Centro de Orientación Vocacional (cov) de los Misioneros de Guadalupe. Por eso, a continuación quiero compartirles una experiencia muy significativa que un muchacho, en busca de su vocación, descubrió en el cov:

La mayor experiencia en mi proceso dentro del cov fue mi primer campo Misión, donde descubrí la realidad de la Misión, el trabajo, que es mucho pero con la ayuda de Dios se hará fácil, y vi la necesidad que tiene la gente y la falta de enseñanza de Dios. Por eso, con esta experiencia reafirmo mi vocación.

También conocí los grandes beneficios que te deja la Misión, como son conocer a más gente que es muy “buena onda”, y darme cuenta de que ellos quieren que uno les enseñe la Palabra de Dios, y todo esto en un espacio de respeto mutuo. También me di cuenta de que al mismo tiempo que ofrecía un servicio yo estaba aprendiendo de la gente:

el trabajo en equipo, la convivencia, a ser humilde y generoso, pero sobre todo solidario y lleno de ánimo hacia la Misión.

Les doy gracias a mis papás y a los sacer-dotes que nos acompañaron en este proceso; ¡siempre lo recordaré!

¡Ánimo joven, ven y acércate a una experien-cia que nunca olvidarás! Te invito a que te unas al equipo cov de los mg.

Con estas sencillas palabras, el joven Cristian Arrellanes describió los momentos más significativos que tuvo durante su experiencia en el cov. Su inquietud por servir a Dios en las Misiones y llevar su Palabra a lugares como África lo ha entusiasmado continuamente en el seguimiento de Cristo, por lo que actualmente se encuentra muy contento en el Seminario Menor, realizando sus primeros estudios en la formación para el sacerdo-cio misionero.

que dan en favor de nuestra for-mación misionera. Los invito a ver un videoclip en el siguiente enlace: http://www.revistaalmas.com.mx/experienciacov. En él, Cristian nos compartió parte de su experiencia a todo el grupo de muchachos que buscan su vocación.

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Pastoral vocacional

Cristian, como tantos jóvenes, puede vivir esta experiencia de encuentro con Dios entre nuestros hermanos de México, y posteriormente com-partirá lo “buena onda”, el respeto y la Palabra de Dios con aquellos hermanos y hermanas de otros con-tinentes que aún esperan escuchar la Palabra de Dios.

En lo personal creo que Cristian expresó una parte muy significati-va de su proceso vocacional, pero siempre hay muchas cosas más que podemos descubrir de lo que Dios nos pide. Yo me sumo a la invitación de Cristian a que los muchachos se den una oportunidad para conocer la vida religiosa, y animo a los papás, abuelitos, madrinas, padrinos, tíos y hermanos a que motiven a aquellos jóvenes que sienten un llamado espe-cial por parte de Dios en sus vidas.

Que Dios Nuestro Señor les bendiga y retribuya generosamente la ayuda

¡Sigue los pasos de Jesús!A ti, joven mexicano que has sentido el llamado de Jesús para compartir su mensaje de vida con la gente que más lo necesita en México y en otros países, te invitamos a participar en las actividades del Centro de Orien-tación Vocacional (cov) de los Misioneros de Guadalupe.

cov MéxicoTel. (01 55) 5573 3000Correo electrónico: [email protected]ínea Misionera (sin costo): 01 800 00 58 100

cov MonterreyTel. (01 81) 8358 2101Correo electrónico: [email protected]ínea Misionera (sin costo): 01 800 83 15 350

cov GuadalajaraTel. (01 33) 3601 0815Correo electrónico:[email protected]

cov VillahermosaTel. (01 993) 315 2934Correo electrónico: [email protected]

¡Ven y encuentra el sentido que el Señor quiere para tu vida!

¡Hola, amiguitos! Hoyquiero que hablemosacerca del respeto a

la propiedad de otros.¿Alguien recuerda quédice la Biblia acerca

del robo?

Pues uno delos 10 mandamientosde la Ley de Dios es

“No robarás”.

¡Muy bien,Yupanki!

¿Por quées malo robar,

Padre?

No apropiarnos de loque no nos pertenece es

una invitación a la paz. Muchagente usa engaños o violencia

para quitarnos nuestraspertenencias, como la billetera,

el carro, la mochila, y eso vaen contra de lo que nos

enseña Jesucristo.

En Japón se tienela costumbre de no

tomar nada que no seade nuestra propiedad, pero

en los aeropuertos y lugaresturísticos se ha tenido que poner

un mensaje para cuidarnos delos turistas, pues muchos deellos, al ver cosas solas,

¡se las llevan!

Así es Akira,en Japón hanaprendido arespetar lascosas ajenas,pero la gente deotros lugaresno actúa igual.

En muchasescuelas de

donde yo vivo escomún que uno tengaque salir al descansocon su mochila, porque

si no, al regresar yano está o faltanalgunos útiles

escolares.

Yupanki, esa es una realidad no sólode donde vives, sino de muchas partesdel mundo, tanto que es necesarioasegurar puertas y ventanas conbarrotes fuertes, o poner alarmasen casas y carros, para defendernuestras propiedades.

Estas situacionesgeneran mucha violencia,

pero si aprendemos a respetary compartir lo que Diosnos ha dado podremos

vivir mejor.

Así notendríamos que

preocuparnos pornuestras cosas; si

aprendemos arespetarnos, nohabrá robos ni

violencia.

Deberíamos seguir el ejemplo deAlemania, pues en cada ciudad se tieneun lugar para objetos perdidos. Siuno encuentra algo en la calle y

no sabe quién es el dueño, se llevAa ese lugar para que el propietariopueda comunicarse por teléfono

y recupere sus pertenencias.

¡Es una gran idea!Respetar lo ajeno

nos permitirá vivir enpaz y armonía connuestra sociedad,tal como lo quiere

el Señor.Así es, Akira. Recuerden que san Pablo,en su carta a los efesios, como parte

de sus recomendaciones para actuar ennombre de Jesús, dice: “El que robaba,

que deje de robar y se ponga a trabajarhonestamente con sus manos, para poder

ayudar al que está necesitado”.

¡Amiguitos,los invitamos a

vivir este mensajey ponerlo e

práctica!

En Japón se tienela costumbre de no

tomar nada que no seade nuestra propiedad, pero

en los aeropuertos y lugaresturísticos se ha tenido que poner

un mensaje para cuidarnos delos turistas, pues muchos deellos, al ver cosas solas,

¡se las llevan!

Así es Akira,en Japón hanaprendido arespetar lascosas ajenas,pero la gente deotros lugaresno actúa igual.

En muchasescuelas de

donde yo vivo escomún que uno tengaque salir al descansocon su mochila, porque

si no, al regresar yano está o faltanalgunos útiles

escolares.

Yupanki, esa es una realidad no sólode donde vives, sino de muchas partesdel mundo, tanto que es necesarioasegurar puertas y ventanas conbarrotes fuertes, o poner alarmasen casas y carros, para defendernuestras propiedades.

Estas situacionesgeneran mucha violencia,

pero si aprendemos a respetary compartir lo que Diosnos ha dado podremos

vivir mejor.

AnimaciónMisionera...

¿Por qué?

Para fortalecer más su fe, el Pueblo de Dios necesita formación misionera a través de actividades orientadas a informar acerca de la Misión universal de la Iglesia, promover vocaciones misioneras ad gentes (hacia los que todavía no conocen a Cristo) y suscitar cooperación para el trabajo de evangelización.

Esta tarea es responsabilidad de la Iglesia local, que recibe ayuda de Institutos misioneros. Por eso, a petición del párroco del lugar, los Misioneros de Guadalupe –a través de la Dirección de Promoción– ofrecemos los medios para animar, formar e informar al Pueblo de Dios respecto de la Misión de la Iglesia, y organizamos una Semana de Animación Misionera en diversas parroquias de México, para que los feligreses tomen conciencia de su compromiso como testigos y discípulos de la fe y la caridad de Cristo.

Ciudad de México

P. Rodolfo Rafael Sánchez D., mgCantera 29,Col. Tlalpan, Del. Tlalpan,cp 14000, México, df.Tel.: (01 55) 5655 2691

Guadalajara

P. Ángel Javier Tosca C., mgMadero 837, esq. Escorza,Centro, sj,cp 44100, Guadalajara, Jal.Tel.: (01 33) 3825 2315

Villahermosa

P. Miguel Ángel González A., mgEjército Mexicano 167,Col. Atasta de Serra,cp 86100, Villahermosa, Tab.Tel.: (01 993) 315 2934

Visita nuestra sitio web: animacion.mg.org.mx

Los párrocos interesados en tener una Semana de Animación Misionera pueden pedir informes a:

se realizará en el Santuario de San Judas Tadeo, en la colonia

Las Amapolas, Hermosillo, Son., del 6 al 13 de marzo.

¡Esperamos contar con su apoyo!

Nuestra próxima animación misionera

Buscan relevo

El P. Jesús María Alba Jaime, mg, nació el 10 de julio de 1926, en Unión de San Antonio, Jal. Formó parte del grupo de seminaristas

fundadores del Seminario de Misiones. Recibió la ordenación sacerdotal el 11 de septiembre de 1955, en la Basílica de Guadalupe. Desempeñó diversos cargos: Prefecto de disciplina y Ecónomo en el Seminario Mayor, Ecónomo y profesor en el Seminario Menor, y encargado de la promoción del Instituto en Guadalajara, Jal. Conocido como Misionero de tres continentes, proclamó el Evangelio con entusiasmo en las Misiones de Corea, Kenia y Perú.

El P. Jesús desde niño sintió el llamado a la vocación sacerdotal misionera. Murió el 25 de diciembre de 2015, en la espera de algún joven dispuesto a ocupar su lugar en el trabajo misionero de la Iglesia. Ese puedes ser tú...

¡Responde al llamado de tu vocación!

www.revistaalmas.com.mx Línea Misionera: 01 800 00 58 100

Oficinas de atención a bienhechores

MéxicoCantera 29, Col. Tlalpan,Del. Tlalpan, cP 14000,

México, df.Tel. (01 55) 5655 [email protected]

GuadalajaraMadero 837, esq. Escorza,

Centro, sj, cP 44100,Guadalajara, Jal.

Tel. (01 33) 3825 [email protected]

MonterreyHabana 105,

Col. Altavista, cP 64840,Monterrey, nL.

Tel. (01 81) 8358 [email protected]

VillahermosaEjército Mexicano 167, Col. Atasta de Serra,

cP 86100, Villahermosa, Tab.Tel. (01 993) 315 2934

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