psicoanálisis & intersubjetividad_ transmisión psíquica escuela francesa

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  • Transmisin Psquica Escuela Francesa

    Mirta Segoviano

    Trmino utilizado en psicoanlisis para designar tanto los procesos, las vas y los mecanismosmentales capaces de operar transferencias de organizaciones y contenidos psquicos entre distintossujetos y, particularmente, de una generacin a otra, como los efectos de dichas transferencias.

    Sin haber hecho de ella un concepto, Freud se ha interesado en el fenmeno de la transmisinpsquica en numerosos trabajos. En primer lugar, cuando considera, muy tempranamente, la etiologade la neurosis, donde las transmisiones operan tanto en la diacrona de las generaciones como en la

    sincrona de los contemporneos[1]. Ms tarde, al interesarse en la psicologa de los conjuntos y en lacontinuidad de la vida psquica a travs de las generaciones, profundiza en el fenmeno de latransmisin como propio del funcionamiento mental. En Ttem y tab (1912), propone que no haynada verdaderamente importante que una generacin pueda sustraer a la siguiente, porque cadahombre tiene un aparato capaz de corregir las deformaciones que el otro le impone a sus emociones.Con esta observacin introduce la idea de una transmisin en negativo, o de lo negativo, es decir, eneste caso, de aquello que result afectado por ejemplo por la represin del predecesor. La mismaidea reaparece en 1914, en Introduccin del narcisismo, cuando postula que el nio debe cumplir lossueos, los deseos irrealizados de sus padres.

    A partir de la dcada de 1970, los psicoanalistas franceses dan muestras de un marcado inters porlos procesos y las formaciones capaces de explicar las vas y los efectos de la transmisin de la vidapsquica entre las generaciones. En primer lugar se apoyan sobre todo en los estudios que, desde1959, haban comenzado a publicar Nicols Abraham y Maria Torok, dos analistas de origen hngaroemigrados a Francia, que propusieron una importante innovacin en la comprensin psicoanaltica denumerosos trastornos.

    Criptas y fantasmas

    Nicols Abraham, fuertemente inscripto en la lnea de trabajo de Ferenczi, continu su bsqueda deesclarecimiento de los sntomas por el lado del trauma, la va que Freud por muchos aos dej enparte de lado, interesado ante todo por los poderes de la fantasa. El trauma resulta, en los estudiosde Abraham y Torok, mucho ms narcisista que sexual, y la psicologa o la psicopatologa del otro, delobjeto, entra de pleno derecho a formar parte de la realidad con la que el sujeto trata, la parte ms

  • significativa de esa realidad: la realidad psquica de los otros.

    De los aportes de estos autores al problema de la transmisin, han trascendido sobre todo aquellosque se refieren a la transmisin de un secreto inconfesable. Dicho secreto puede ser un crimen, perotambin, y con mayor frecuencia, una prdida de objeto que no puede ser confesada como tal por servivida como una afrenta narcisista imposible de elaborar. La imposibilidad de perder al objeto puedesuscitar entonces la puesta en marcha de una maniobra mgica de incorporacin, opuesta a laintroyeccin elaborativa que caracteriza a un duelo normal. Mediante la incorporacin, que es unaforma de renegacin radical del duelo, el sujeto pretende no haber perdido nada, gracias a unaconservacin del objeto amado y ofensivo tal cual es, sin transformarlo y sin transformarse tampocoel sujeto mismo. Se conserva as al objeto con toda su propia tpica psquica, sus objetos, susafectos, creando un mundo fantasmtico inconsciente que, dicen los autores, lleva una vidaseparada y oculta. Esta incorporacin puede hacerse gracias a una escisin en el yo, que resulta deeste modo parcial o casi totalmente ocupado por esta otra tpica, la del objeto, que los autoresllaman realitaria, y que se resguarda, como un muerto-vivo, dentro de la cripta que se ha formado enel seno del yo. Por otra parte, esta formacin es tambin transmisible a otra generacin, en la cual elfantasma habitante de la cripta vuelve en la forma de actos, signos, sntomas incomprensibles para elsujeto habitado, que no tiene las claves para desencriptar el secreto.

    El telescopaje de las generaciones

    Haydee Faimberg, psicoanalista argentina radicada en Francia, se interes por esa misma dcada de1970 en los avatares del narcisismo filial afectado por una regulacin narcisista de objeto en elpsiquismo de los padres. Esta regulacin narcisista lleva a los padres, por un lado, a atribuir al nio,mediante la funcin de intrusin narcisista, todo lo que odian en ellos mismos, su no-yo. El nioadquiere de este modo una identidad negativa. Por otro lado, mediante la funcin de apropiacin, seatribuyen a s mismos todo lo que aman en el hijo, con lo que se apropian de su identidad positiva. Elhijo se identifica con esta distribucin de las atribuciones negativas y positivas por un tipo deidentificacin que permanece clivada de su yo, y que la autora denomina identificacin alienada. Esalienada porque no supone, en ninguno de los participantes, el reconocimiento de un espacio psquicopropio del nio, y porque ste se identifica con una organizacin extraa que pertenece a otro, a losaspectos que ese otro rechaza de su historia personal. De este modo, la historia de los padres pasa aestar como encajada en la historia vital del nio, configurando una condensacin de tresgeneraciones, un telescopaje generacional.

    Alianza negadora y transmisin del delirio

    De la visin de Piera Aulagnier en cuanto a la formacin del sujeto y sus condicionamientosambientales, as como en cuanto a su modelo de la represin fallida, tambin se han derivado algunasproposiciones interesantes en relacin con la transmisin.

    M. T. Couchoud ha propuesto la nocin de alianza negadora a partir de las observaciones einferencias que pudo realizar durante el tratamiento conjunto de una joven psictica y su madre. Laanalista verific la existencia de un fenmeno muy particular: las alucinaciones de la hija no hacanreferencia a su propia historia, sino a elementos de la historia de la madre que la joven desconoca.Estos elementos, que la madre no haba logrado reprimir ni elaborar, se mantenan as cotidianamentepresentes, pero desprovistos de sentido, slo imputables a la locura de la hija. La autora lleg a laconclusin de que, mediante esta alianza negadora, la madre induca en la hija lo que hubiera sido supropio delirio y la hija permita que la madre siguiera olvidando lo que no poda albergar comocontenido psquico sin enloquecer.

  • Micheline Enriquez estudi, por su parte, la herencia delirante que reciben los hijos de sujetospsicticos que han implicado a sus hijos en sus delirios, as como las consecuencias en stos de unafiliacin delirante que ataca la funcin del pensamiento, particularmente en cuestiones acerca delorigen.

    Transmisin transicional; transmisin traumtica

    Ren Kas comenz sus estudios sobre la transmisin psquica en la dcada de 1980. Se interes,como Freud lo haba hecho, tanto por la transmisin que se opera entre las generaciones como por laque tiene lugar entre los contemporneos. Distingui dos modalidades de la transmisin: por unaparte, aquella en la que hay una transformacin de lo transmitido, y por lo tanto el sujeto receptorencuentra a la vez que crea lo que recibe en un terreno que es transicional, y por otra parte, aquelladonde lo transmitido no es objeto de transformacin y la transmisin resulta entonces traumtica. Essiguiendo esta ltima modalidad que se producen las patologas de la transmisin.

    Como hemos mencionado, cuando el psicoanlisis considera el fenmeno de la transmisin se ve porfuerza obligado a prestar atencin a las caractersticas del objeto: el objeto es un sujeto, otro sujeto,con una subjetividad propia que no puede ser indiferente a la hora de considerar la realidad externacon la que cada uno se encuentra. La realidad psquica, constituida por las interpretaciones que unsujeto hace de s y de su entorno, no est construida slo a partir de las vicisitudes de la pulsin de unsujeto considerado aisladamente. Las significaciones que su psiquismo est exigido a retomar, estnya-ah, desde antes de su llegada al mundo, y le son impuestas como modos de percibir y deinterpretar.

    Al proponer que la pulsin, como el psiquismo todo entero, no se apuntala solamente en el cuerpo,sino adems en la intersubjetividad, el autor postula una comprensin original y articuladora del sujetodel inconsciente: este es, en primer lugar, sujeto del grupo, de su espacio y de su tiempo, con todaslas consecuencias que de esto derivan.

    Las determinaciones que el psiquismo encuentra en sus apuntalamientos, tanto en la experienciacorporal como en la intersubjetividad, trabajan los procesos y formaciones tanto intrapsquicos comointersubjetivos.

    En lo que hace al nivel intrapsquico, la segunda tpica provee al autor de un ejemplo notable del papelde lo heredado en la formacin del psiquismo: el Yo deriva del Ello hereditario, mientras que elSupery es heredero del Complejo de Edipo y del Supery de los padres. No hay instancia, por lotanto, del aparato psquico, que pueda recortarse sin ms de las formaciones anlogas ocomplementarias de los predecesores.

    La intersubjetividad, por su parte, constituye, en el seno de la familia, de los grupos, de lasinstituciones, incluso de las formaciones de masa en que el sujeto participa, una exigencia de trabajopsquico que ste no podr soslayar. Ms an, es esta exigencia de trabajo psquico la que, junto a lasexigencias de trabajo psquico procedentes de la experiencia corporal, ser responsable de la fuerzaformadora de psiquismo. Para mediar entre ambos, el sujeto cuenta con el aparato al que Freud serefera en Ttem y tab, el que le permite significar, interpretar, rectificar, las expresiones deformadasde los sentimientos de los otros.

    A partir de ambos apuntalamientos, el corporal y el intersubjetivo, el sujeto encuentra laspredisposiciones significantes que eventualmente podr apropiarse en significaciones capaces dealimentar los procesos de auto- y de alo-representacin. A partir de estas predisposicionessignificantes, constituidas por las formaciones ideales, las referencias identificatorias, los enunciadosmticos e ideolgicos, los ritos, los mecanismos de defensa, los avatares de la represin en lasalianzas que deba suscribir, etc., el sujeto podr representarse su mundo y su lugar en ese mundo

  • del que depende y que en parte lo determina.

    Estas disposiciones significantes ya-ah, no son todas efectivamente apropiables, es decirtransformables por el sujeto mediante el trabajo de metabolizacin que supone la representacin.

    Cuando son apropiables, es decir transformables, el aparato de significar/interpretar podraprovecharlas en sus identificaciones, entendidas stas como producto de un proceso deapropiacin, como dice Freud, y no simples imitaciones; podr tratar esta materia como objetosencontrados/creados, a medio camino entre lo interno y lo externo; podr someter esta materia atranscripcin, con la prdida de lo idntico, el dejado de lado, la negatividad, que toda traduccinimplica. El sujeto toma entonces las significaciones puestas a disposicin y produce con ellas suspropias significaciones, parecidas y diferentes, comunes pero singulares. En estos casos, latransmisin se realiza mediante la palabra, que es precisamente el objeto que se transmite, y tiene uncarcter transicional.

    Cuando, por el contrario, las predisposiciones significantes no son apropiables, existe un defecto en latransmisin, la cual se produce, en ese caso, a travs de los sujetos. La transmisin es entoncestraumtica: lo que se transmite es lo que falta o falla, lo que no fue inscrito. Sus efectos son losincorporos, productos de la incorporacin mgica del objeto que reemplaza a la introyeccinelaborativa, los fantasmas y las criptas a que se refieren Abraham y Torok, los mandatos, y otrasformas a-subjetivas determinantes de sntomas. Lo que caracteriza a la transmisin traumtica esque, en lugar de transmitirse palabras, se transmiten cosas, en bruto, y, siendo en ese puntosuperadas las funciones del preconsciente del sujeto, las funciones del preconsciente del analista seven all especialmente convocadas a un trabajo elaborativo que exige en primer lugar, como el trabajodel sueo, una puesta en imgenes, una figuracin.

    Otros aportes

    El psicoanlisis francs contemporneo ha producido y contina produciendo, tanto en lasproposiciones expuestas como en otras que no hemos abarcado, un importante acervo de conceptosy formulaciones que aportan a la comprensin de la transmisin de la vida psquica. Entre otros, elcomplejo psquico que Andr Green describe como la madre muerta, el objeto transgeneracionaldefinido por Alberto Eiguer, la conceptualizacin de Andr Ruffiot sobre el aparato psquico familiar,con sus funciones continente y elaborativa, y la lista est muy lejos de ser exhaustiva.

    Mirta SegovianoMiembro Titular de la Asociacin Argentina de Psicoterapia de Grupo (Buenos Aires)

    NOTAS

    [1] Cf. entre otros, S. Freud, 1896, La etiologa de la histeria. A. E. vol. 3

    BIBLIOGRAFA

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