Virtud que perfecciona el juicio para los casos insólitos evitando la rigidez;

un ejemplo en el campo del derecho es la epiqueya.

Las pasiones, en especial el miedo y la lujuria, entorpecen el

funcionamiento de la inteligencia, y por tanto, de la prudencia

Prudencia sectorial: elevada prudencia en determinados ámbitos y elevada

despreocupación en otros ámbitos importantes

Si la prudencia de la carne es una falsificación de la prudencia con

respecto a los fines, la astucia lo es con respecto a los medios. El astuto

propone fines correctos pero con medios incorrectos.

La corrupción por excelencia de la prudencia es la prudencia de la carne.

“El hombre no espiritual no percibe las cosas del Espíritu de Dios, pues son

necedad para él y no puede conocerlas, porque sólo se pueden enjuiciar

según el Espíritu” (1 Co 2, 14).

Actos opuestos a cada una de las partes integrales y actos de la prudencia.

Falsificaciones

de la prudencia

Acto principal de la prudencia; comunica a la voluntad a modo de

conclusión lo que dicta la prudencia, omitirlo sería imprudencia.Imperio

Dimensión

preceptiva

Gnome

Virtud que perfecciona el juicio para los casos ordinarios: sentenciar bien,

juzgar con precisión y buen sentido, también se llama sensatezSynesis

Juicio práctico

Eubulia - buen consejoConsejo o deliberación: ponderación de alternativas

 Dimensión

cognoscitivaLos actos de

la prudencia

La prudencia exige una cierta agilidad para decidir; es imprudente retrasar

la decisión por temor a los riesgos que conllevaSolercia

Parte más importante de la prudencia, significa ver de lejos, anticiparsePrevisión

Dejarse enseñar por otros, pedir consejo y atenderloDocilidad

Recordar y aprovechar la experiencia de la vidaMemoria

Ponderación de las diversas circunstanciasCircunspección

  Partes

integrales

Al análisis griego, el cristianismo hace dos aportaciones: el conocimiento

del pecado original y el supremo modelo de prudencia que es Jesucristo.

La prudencia, llamada por los griegos  frónesis, es la recta razón en el

obrar. Por medio de esta virtud, que es a la vez intelectual y moral

(intelectual por su sujeto, la inteligencia; y moral por su objeto, la conducta

humana)  se consigue el conocimiento del justo medio.Noción

La prudencia no señala a las demás virtudes el fin que deben perseguir.

Ese papel corresponde a la sindéresis o hábito de los primeros principios

prácticos, que incluso dirige a la misma prudencia a un fin bueno. Lo propio

de la prudencia es indicar los medios óptimos para alcanzar ese fin.

Cabe hablar de una doble dimensión en la virtud moral: la dimensión

intencional y la dimensión electiva. La primera da al hombre el deseo firme

y estable de actuar siempre en congruencia con esa virtud; mientras que la

segunda, la electiva, se despliega en dos fases. Primero la prudencia

determina qué exige la virtud en tal o cual ocasión y, después, la virtud

actúa facilitando la acción correcta.

El término medio no se coloca en un lugar equidistante de los dos

extremos; con frecuencia estará más cerca del uno que del otro.

Aristóteles define la virtud moral como un hábito electivo del término

medio relativo a nosotros, regulado por la recta razón de un hombre

verdaderamente prudente. La virtud elige el justo medio, “cumbre” entre

dos extremos desordenados: el exceso y el defecto.

Introducción

Prudencia