proyecto en valores: gerencia y evaluación

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PROYECTOS EN VALORES: GERENCIA Y EVALUACIÓN Dunia Mavare Adrianza 1 “Urge…Educar la capacidad de soñar, de imaginar nuevos mundos, y el coraje y la constancia de entregar la vida a realizarlos.(Antonio Pérez-Esclarín) 2 LOS VALORES EN EL CONTEXTO DE PROYECTOS El valor está referido, generalmente, a las necesidades y aspiraciones humanas. Se identifica con lo bueno, se capta como un bien, como un bien motivante. Cuando nos referimos al valor, pensamos en una propiedad de las cosas, de las personas, de las instituciones, de las realidades materiales y espirituales que las hace valiosas, buenas. Son también valores las cualidades de las personas, las relaciones justas, las conductas intrapersonales e interpersonales de promoción humana y social. Son valores todas aquellas acciones que expresen y hagan realidad modos y niveles de vida humana y humanizadora en los campos económico, cultural, estético, social, moral, religioso. Es valor todo lo que es vida auténtica y que, por eso mismo, da y comunica vida. Lo antagónico del valor es todo lo que atenta contra la vida, lo que la mortifica y, por ende es muerte y produce muerte. Según Frondizi (1987) 3 , este tema fue abordado por Max Scheler quien definió los valores como cualidades de orden especial que descansan en sí mismos y se justifican por su contenido. Para Scheler, el sentimiento de valor permite al ser humano captar valores, y esta capacidad para captar valores humaniza al hombre y a la mujer. Su interés por el tema lo llevó a profundizar acerca de la intencionalidad de las emociones 1 Profesora de la Universidad Cecilio Acosta (UNICA) 2 PÉREZ-ESCLARÍN, Antonio. (1999) Educar para el Tercer Milenio. Caracas. Editorial San Pablo. 1999. p. 107 3 FRONDIZI, R. (1987). ¿Qué son los Valores? Fondo de Cultura Económica. México. pp. 107-137.

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  • PROYECTOS EN VALORES: GERENCIA Y EVALUACIN

    Dunia Mavare Adrianza1

    UrgeEducar la capacidad de soar, de imaginar nuevos mundos,

    y el coraje y la constancia de entregar la vida a realizarlos.

    (Antonio Prez-Esclarn)2

    LOS VALORES EN EL CONTEXTO DE PROYECTOS

    El valor est referido, generalmente, a las necesidades y aspiraciones humanas.

    Se identifica con lo bueno, se capta como un bien, como un bien motivante. Cuando nos

    referimos al valor, pensamos en una propiedad de las cosas, de las personas, de las

    instituciones, de las realidades materiales y espirituales que las hace valiosas, buenas.

    Son tambin valores las cualidades de las personas, las relaciones justas, las conductas

    intrapersonales e interpersonales de promocin humana y social. Son valores todas

    aquellas acciones que expresen y hagan realidad modos y niveles de vida humana y

    humanizadora en los campos econmico, cultural, esttico, social, moral, religioso.

    Es valor todo lo que es vida autntica y que, por eso mismo, da y comunica vida.

    Lo antagnico del valor es todo lo que atenta contra la vida, lo que la mortifica y, por

    ende es muerte y produce muerte.

    Segn Frondizi (1987)3, este tema fue abordado por Max Scheler quien defini

    los valores como cualidades de orden especial que descansan en s mismos y se

    justifican por su contenido. Para Scheler, el sentimiento de valor permite al ser humano

    captar valores, y esta capacidad para captar valores humaniza al hombre y a la mujer. Su

    inters por el tema lo llev a profundizar acerca de la intencionalidad de las emociones

    1 Profesora de la Universidad Cecilio Acosta (UNICA)

    2 PREZ-ESCLARN, Antonio. (1999) Educar para el Tercer Milenio. Caracas. Editorial San Pablo.

    1999. p. 107 3 FRONDIZI, R. (1987). Qu son los Valores? Fondo de Cultura Econmica. Mxico. pp. 107-137.

  • y de los objetos intencionales de stas, los valores, porque, para l, el acceso a los

    valores se realiza por el camino de las emociones y se perciben o no desde la propia

    cultura.

    Para la educacin, el tema de los valores es de vital importancia, dada la

    relevancia de los procesos educativos formales o no en la transmisin de la cultura,

    mbito al que se plantea la mayor exigencia. A ella le corresponder primariamente

    sembrar y proponer valores desde los que se configurar una nueva cultura. En ella debe

    realizarse continuamente el proceso de revisin cultural y de ella debern dimanar los

    cambios necesarios para ir caracterizando el proceso de humanizacin y desarrollo

    personal y comunitario.

    En funcin del tema que nos atae, Gerencia y Evaluacin de Proyectos en

    Valores, considero conveniente revisar el concepto de Albers y Cummings, desde su

    teora del diseo organizacional:

    los valores son creencias relativamente duraderas respecto a los

    modos de conducta o los estados finales que se prefieran en lo personal

    y en lo social; sirven como estndares para guiar la accin y juzgar el

    progreso hacia los fines deseados4

    Podemos pensar el valor como un bien que sale al paso de nuestras necesidades,

    pero tambin como un criterio que nos ayuda a discernir nuestras acciones, pues nos

    permite evaluar la bondad de las mismas. En nuestro contexto de proyectos en valores,

    el valor asume la acepcin de una conviccin compartida por los integrantes de un

    grupo acerca de aquello que consideran importante y la conducta que sigue a tal

    conviccin. As, cuando se definen con cierta claridad y se comparten unos valores, se

    establece una forma de relacionamiento que llevar a profundizar sobre el valor en s

    mismo y, de alguna manera, tal estilo de relacin afectar a los dems componentes del

    contexto.

    4 ALBERS M., Susan y Thomas CUMMINGS. (1991) Autodiseo de organizaciones. Wilmington.

    Addison-Wesley Iberoamericana. p.71

  • En el ambiente educativo, asistimos durante mucho tiempo a una prctica que

    promova la conducta rutinaria y condescendiente, se privilegiaba la repeticin de

    conocimientos y se soaba con un desempeo confiable en un entorno lo ms estable

    posible. Para legitimarse ante la sociedad este sistema educativo intentaba lograrlo, al

    decir de Vizer (2005)5 tratando de:

    difundir el conocimiento certificado, asumiendo como absolutas y

    universales las reglas, los procedimientos, las tcnicas de investigacin

    que aparentemente aseguren normas y contenidos de enseanza de

    calidad inobjetable.

    Si acogemos el reto de educar en valores, debemos disponernos a la difcil tarea

    de asimilar los tiempos actuales de cambios tan acelerados y abrirnos, con actitud de

    bsqueda, a la flexibilidad y a los riesgos propios de una situacin en la cual puede

    afirmarse que lo ms estable es el cambio. La educacin en valores se inserta en el

    contexto de los descubrimientos; toca lo medular de la cultura, pues los valores estn en

    la raz de la cultura como se afirma en el Documento de Puebla (1979)6.

    Se inscribe, por tanto, en las diversas formas de relacin entre los integrantes de

    un grupo, y cuando se habla de relaciones, se hace referencia, en cierta forma, a

    inestabilidad, a riesgos, a encuentro con lo desconocido, as como a flexibilidad y a

    pluralismo. Tarea que se nos presenta sumamente compleja en un mundo

    interconectado, globalizado, en el que las relaciones se han universalizado.

    A la escuela le es bastante difcil asimilar cambios tan acelerados como los

    actuales, porque su creacin respondi a unos valores que procuraban igualar y, en

    5 VIZER, Eduardo. El desafo de la cultura tecnolgica y la educacin globalizada: homogeneizacin y

    diversidad. En Monografas virtuales. Ciudadana, democracia y valores en sociedades plurales. N 5.

    Mayo, 2005. En www, campus.ocei.org./valores/monografas 6 III CONFERENCIA GENERAL DEL EPISCOPADO LATINOAMERICANO. (1984) Puebla La

    evangelizacin en el presente y en el futuro de Amrica Latina. Caracas. Ediciones Paulinas, 8 edicin, 1

    N 387: La cultura, , abarca la totalidad de la vida de un pueblo; el conjunto de valores que lo animan y de desvalores que lo debilitan y que al ser participados en comn por sus miembros, los rene

    en base a una misma conciencia colectiva (EN 18). La cultura comprende, asimismo, las formas a travs de las cuales aquellos valores o desvalores se expresan y configuran, es decir, las costumbres, la

    lengua, las instituciones y estructuras de convivencia social, cuando no son impedidas o reprimidas por

    la intervencin de otras culturas dominantes.

  • cierta forma, homogeneizar a nios y jvenes segn modelos establecidos y en

    concordancia con los ideales socio-culturales y polticos del estado moderno.

    No obstante, el camino de transformacin ha comenzado a transitarse con la

    toma de conciencia de la necesidad de cambios y de innovaciones pedaggicas que

    promueven el descubrimiento, la diversidad pluralista, la pregunta, la duda, la crtica, la

    participacin, la cooperacin. El trnsito de este camino es un proceso que requiere del

    diseo de iniciativas concretas en el mbito de la educacin en valores.

    EXIGENCIAS DE LOS PROYECTOS EN VALORES

    El diseo de proyectos en valores exige la presencia de una serie de

    componentes entre los que pueden anotarse, la participacin, las estrategias de

    informacin y comunicacin, estructura organizacional y contenidos consensuados. La

    integracin de estos elementos del diseo puede conducir al descubrimiento de nuevos

    valores y normas, y a la consecuente transformacin personal y grupal7. Sugerir a

    continuacin algunos de ellos de vital importancia en un proyecto de educacin en

    valores.

    Participacin. sta debe darse en un alto grado. Se prefiere aqu llamar

    participantes a los involucrados en el proceso, tanto a los responsables o

    mayormente implicados, entre los que se ubica el educador, como los

    destinatarios. Todos deben tomarse en cuenta de forma personal, pues,

    cada uno tiene su propia historia, sus creencias, valores, su propio mundo

    interior y su manera peculiar de relacionarse con el entorno.

    Estrategias de informacin y comunicacin. Constituyen un factor de

    importancia capital en el diseo del proyecto en el cual debe atenderse

    las diversas formas de comunicacin, la definicin de metas, los datos

    sobre el entorno, las acciones para integrar a los miembros del grupo. No

    deber obviarse el uso de las tecnologas de informacin y comunicacin.

    7 Cf. ALBERS y CUMMINGS. Op. Cit. pp. 72-73.

  • Estructura. La cual hace referencia a la seleccin de objetivos y metas,

    a la organizacin de tareas y a la distribucin de las mismas entre los

    miembros del grupo. Se hace indispensable el esfuerzo de implicar a

    todos a travs de las diversas tareas demandadas por la concrecin del

    proyecto.

    Contenidos. La puesta en comn de los contenidos a travs de espacios

    de reflexin comunitaria llevar a descubrir los valores y normas que

    regirn la accin. Ello permitir llegar a una conviccin compartida de lo

    que es importante y de la forma de comportamiento comn. Los

    contenidos por excelencia seran los propios valores referidos a las

    circunstancias del momento histrico que vivimos y a las propias

    circunstancias personales. Hay que dar tiempo a los integrantes del grupo

    para que cada uno comunique cules son sus valores y para que asuma

    los valores del grupo, pues son muchos los esfuerzos en este campo que

    se han visto neutralizados por la influencia de valores tcitos que pueden

    mover, probablemente de manera inconsciente, a algunos miembros del

    grupo o a sus animadores y conducir la accin por una direccin

    diferente a la de los objetivos y fines del proyecto y llegar a frenar, y

    hasta a abortar, el logro de las metas propuestas.

    Una de las tentaciones contra las que habr de luchar es la tendencia de

    instalarse, la de anclarse en las acciones confiables y en los entornos estables. Cuando

    se llega a un estado considerado positivo, se tiende a conservar esas condiciones y no

    pocas veces sacrificando la apertura al cambio y hasta a valiosos miembros del grupo.

    Con estas conductas se corre el riego de estancamiento del proyecto con su consecuente

    agotamiento y desarticulacin de la realidad, lo cual le restara vigencia.

    GERENCIAR PROYECTOS EN VALORES.

    El vocablo gerencia, para Henry Sisk y Mario Sverdlik (1979), citado por

    Jonathan Villasmil en Gerencia y Liderazgo (2006)8:

    8 VILLASMIL, Jonathan. Gerencia y Liderazgo. En www. Monografas.com.2006

  • el trmino es difcil de definir: significa cosas diferentes para

    personas diferentes. Algunos lo identifican con funciones realizadas por

    empresarios, gerentes o supervisores, otros lo refieren a un grupo

    particular de personas. Para los trabajadores, gerencia es sinnimo de

    ejercicio de autoridad sobre sus vidas de trabajo

    Cuando aqu se habla de gerenciar, se hace referencia a los esfuerzos realizados

    con la finalidad de alcanzar unos objetivos, una meta. Implica la coordinacin de los

    recursos disponibles por medio de un proceso de planeamiento, organizacin, direccin

    y control. Y al igual que una buena gerencia es necesaria para el xito de una empresa,

    se requiere de ella como elemento fundamental de los proyectos en valores porque

    permite al grupo trabajar unido y de manera organizada y sistemtica en el logro de sus

    objetivos. Es, entonces, la gerencia un proceso conveniente y necesario para el xito de

    un proyecto.

    IMPORTANCIA DE LA PLANIFICACIN. EL MTODO ANTROPOLGICO.

    La gerencia de proyectos en valores pasa por dos momentos fundamentales: la

    planificacin y la evaluacin.

    Cuando hablamos de gerencia de proyectos, por supuesto que nos referimos a la

    planificacin, y sta bastante general, de largo plazo, pues este tipo de planificacin

    orienta y direcciona, adems de contribuir a dar unidad y propsito al grupo.

    Se requiere, entonces, de un mtodo que est centrado en la persona humana, por

    lo que se propone, sin negar la validez, efectividad y necesidad de otros, el mtodo

    antropolgico que parte del conocimiento de la realidad, promueve profundos

    compromisos con ella e involucra a los destinatarios en el proceso de realizacin del

    proyecto desde sus primeros momentos. Hace nfasis en extraer de las crisis

    experiencias positivas generadoras de nuevas realidades; promueve el encuentro y el

    dilogo y asume como parte de la realidad la experiencia de los participantes.

  • ALGUNAS CARACTERSTICAS DEL MTODO.

    Beneficia rpida y directamente al grupo porque el propio proceso es escuela

    que permite al grupo una mayor capacidad de comprensin de sus propios

    procesos de transformacin. Aunque requiere de mayor inversin de tiempo y

    posiblemente de otros recursos, evita que se convierta al grupo en objeto de

    estudio o de investigacin de las hiptesis de unos expertos.

    Involucra a los participantes. No es asitencialista ni separado de los procesos

    que se dan a lo interno del grupo. Exige una participacin activa en todo el

    proceso tanto de los responsables como de los destinatarios del proyecto.

    Forma parte de un proceso educativo. El aprendizaje se realiza en torno a una

    realidad concreta en la que se busca descubrir los valores existentes y, a partir de

    ellos, dinamizar y fundamentar el logro de objetivos comunes. Se fomenta la

    creatividad, la movilizacin de recursos y se impulsa la organizacin, lo que ya,

    por si misma, es garanta para el cambio.

    Busca un conocimiento intersubjetivo. La relacin establecida entre los

    responsables del proyecto y los destinatarios no es la de sujeto-objeto, sino la de

    sujeto-sujeto. Se parte de la premisa de que el conocimiento, la percepcin y la

    interpretacin de los hechos slo se da en una mutua y abierta intercomunicacin

    entre los miembros del grupo.

    Exige que la ptica sea desde dentro y desde abajo. Un proyecto en valores

    no es un puesto de observacin. Es una accin de implicacin, de situarse dentro

    de la realidad del grupo con actitud crtica. Esto permitir ver los

    acontecimientos con la mirada de quien vive los problemas y sufren sus efectos

    y participa ms activamente en las acciones de transformacin de esa realidad.

    Posibilita una visin integral. Procura evitar las visiones parciales o las

    perspectivas individualizadas. Al involucrar a todos los participantes se logra

    obtener una visin ms integral de la realidad.

    Va a las causas. No se queda en lo externo y experiencial. Como se quiere

    conocer la realidad para incidir en ella, transformarla, procura llegar a la raz, a

    las causas que pudieran haber intervenido en la gestacin de una determinada

    situacin.

  • Posibilita la concrecin del proyecto, porque ste se convierte en propiedad

    del grupo o comunidad.

    ETAPAS DE APLICACIN DEL MTODO

    A continuacin procurar describir algunas de las etapas de un proyecto desde la

    perspectiva del mtodo propuesto.

    Primera etapa: Conocimiento de la realidad.

    Para conocer esa realidad deber responderse no slo a la pregunta dnde

    estamos?, sino tambin a la interrogante quines somos? Conocimiento que no debe

    quedarse en el campo del saber intelectual, pues, un verdadero encuentro con la realidad

    personal y comunitaria conlleva a hacernos conscientes del lugar que cada uno ocupa en

    ese entorno, de cmo lo afecta y de cmo est respondiendo ante l.

    Podemos caer en la idea ilusoria de que conocemos muy bien la realidad porque

    somos parte de un mundo globalizado, en el que tenemos acceso a innumerables fuentes

    de informacin. Sin embargo, esa misma y enorme, casi ilimitada, posibilidad de acceso

    a la informacin, por su magnitud, no nos permite procesar y discernir con profundidad

    el conocimiento. As, se ha generado una cultura de la superficialidad, en la cual, el

    acelerado ritmo de nuestra vida, nos lleva, no en pocas ocasiones, a quedarnos en los

    titulares, en lo grueso de la informacin, en los datos irrelevantes.

    Para encontrarnos con la realidad, necesitamos:

    Sentir: usar nuestros sentidos para conocer el entorno con su complejidad. Es

    indispensable ver, or, tocar, oler gustar nuestra propia existencia y la de los

    dems integrantes de nuestro grupo para, despus, trascender ese espacio e ir

    ms all. Hay que prestar mucha atencin para que los ruidos que envuelven

    nuestra vida no nos distraigan de lo verdaderamente esencial y que toca el plano

    de los valores.

  • Dolernos: de qu? De esta cotidianidad que nos anuncia la urgencia de

    liberacin, de justicia, de solidaridad, de una comunicacin que acerque, de

    tolerancia. Dolor experimentado al darnos cuenta del inmenso abismo entre la

    realidad en la cual vivimos y aquella en la que podramos vivir, con sus

    posibilidades de realizacin humano-cristiana. ste es un momento para las

    preguntas: cmo nos-me ha afectado esta realidad?, porqu nosotros-yo no

    hemos podido cambiarla?, habr algo que podamos-pueda hacer para

    transformarla? En la respuesta a estas preguntas tiene su gnesis la motivacin

    para el compromiso, para tomar postura. Las respuestas pueden llevarnos a dar

    el salto de umbral de la teora a la praxis. Porque cada vez ms comprobamos

    que el saber no nos moviliza. Para comprometernos hacen falta dos experiencias

    que tocan lo ms profundo del ser humano e iluminan sus posibilidades reales de

    alcance: sentir dolor de la situacin existente y soar un posible mundo nuevo.

    Sin estos sentimientos no se podr iniciar una comprensin de la realidad,

    porque no sabremos mirar adecuadamente. Los sentimientos de dolor y los

    sueos nos impulsan a querer a querer comprender, y no slo para conocer esa

    realidad, sino tambin para comprometernos en su transformacin en cuanto

    nuestra posibilidades nos lo permitan. Contribuiremos, de esta manera, con la

    creacin de una ms autntica comunidad, de una sociedad ms humana y

    fraterna.

    Conocer y comprender: es en esta fase donde entra en juego nuestra capacidad

    intelectual. Es el momento de nuevas preguntas y explicaciones para buscar las

    causas y procurar soluciones para superar los aspectos que deban ser

    solventados. Se echar mano del anlisis crtico de la realidad, pues tal examen

    nos llevar a determinar las acciones que permiten la concrecin de una nueva

    realidad, la cual implicar cambios de las relaciones, del comportamiento

    comunitario y del de cada uno de los integrantes del grupo. Nos llevar,

    tambin, con toda seguridad al descubrimiento de unos valores y a la creacin de

    otros.

    Creer: nuestros proyectos estn profundamente motivados por la fe en Jess,

    Seor y Salvador, quien ha venido para que tengamos vida y la tengamos en

  • abundancia9. l es quien nos ha llamado a responsabilizarnos de la realidad con

    su mandato Vayan y hagan discpulos10 y nos formula continuamente la

    pregunta Dnde est tu hermano?11 Porque el dolor de los oprimidos por las

    diversas clases de pobreza: ignorancia, manipulacin, hambre, enfermedad,

    desorientacin, soledad, abandono, delincuencia, clama a nuestra condicin de

    cristianos como clam al Seor la sangre de Can. La fe nos insta a tomar

    postura y a poner la mano en el arado para cultivar la tierra personal e

    igualmente la colectiva. La fe capacita nuestros ojos para mirar ms all de lo

    evidente y descubrir, no nicamente las situaciones de opresin, injusticia y

    dolor, sino, adems, la luz que refleja esa misma realidad, lo positivo de ella y

    de nosotros mismos como signos de esperanza e impulso transformador.

    Con Mara Guadalupe Ramos (2000) podemos decir que

    el objetivo es llegar a la conducta, pasando por el sentimiento y la

    claridad de ideas.12

    Segunda etapa: Apertura al cambio.

    Para la ejecucin de esta etapa se requiere, ante todo, seguir un proceso de

    profunda reflexin que nos llevar a sentirnos implicados en la vida de todos y de todas,

    lo cual nos ayudar a pasar de ser personas competitivas a ser personas cooperativas.

    Por supuesto que difcilmente se transitar este momento sin enfrentarnos con

    un estado de tensin, ya que la implicacin produce resquemores, miedos, y podramos

    sucumbir a la tentacin de argumentar que an no estamos preparados para enfrentar el

    reto. El porqu de tales miedos quiz podamos encontrarlo en la amenaza que significa

    ampliar los horizontes ms all de los mos. Nuestra gran tarea de apertura al cambio

    9 Jn 10,10b: Yo he venido para que tengan vida y la tengan en abundancia

    10 Mt 28,19: Vayan, pues, y hagan discpulos a todas las gentes bautizndolas en el nombre del Padre y

    del Hijo y del Espritu Santo. 11

    Gn 4, 9-10: Yahveh dijo a Can: Dnde est tu hermano, Abel? Contest: Soy yo acaso el guarda de mi hermano? Replic Yahveh: Qu has hecho? Se oye la sangre de tu hermano clamar a m desde el cielo. 12

    RAMOS; Mara Guadalupe. Programa para Educar en Valores. La educacin que transformar al pas.

    Ediciones Paulinas. Caracas, 2000. p. 64.

  • ser la de interconectarnos con el dolor, los temores, las alegras y las esperanzas de la

    humanidad, la de ponernos en el lugar de los otros.

    Asimismo, se tratar aqu de descubrir en nosotros y de ayudar a los dems a

    identificar las defensas que no nos permiten comprometernos con la transformacin de

    la realidad. Cuntas veces nos hemos escudado en la prudencia para no asumir

    compromisos! O esgrimimos argumentos para justificar nuestra parlisis, nuestra

    indiferencia y apata, por ejemplo, son pobres porque son perezosos, no quieren

    estudiar ni trabajar, estos problemas superan nuestra capacidad de respuesta, nada

    podemos hacer. Se atribuye a Sneca la afirmacin de que no es que no se puede hacer

    nada porque las cosas son difciles, sino que son difciles porque no se ha hecho nada.

    La apertura al cambio exige, entonces, desenmascarar las justificaciones que

    pueden anclarnos en el temor y en el desinters para asumir compromisos.

    Tercera etapa: Actuar.

    La apertura al cambio conducir consecuentemente a la accin. Una accin que

    debe ser planificada para ser acometida en forma progresiva en concordancia con

    nuestras posibilidades reales. En esta etapa, si no se quiere acabar presas de la

    decepcin y del escepticismo, la atencin ha de centrarse en los objetivos y metas, pues

    se puede correr el riesgo de la inmediatez, de querer resolver la situacin problemtica

    en breve tiempo. Para salir al paso de esta tendencia, hay que profundizar en el

    conocimiento de las limitaciones, tanto las propias de cada participante en el proyecto,

    como las que son producto de las estructuras: sin embargo, con la actitud de quien

    asume sus limitaciones con sencillez y serenidad, pero sabe que la accin perseverante

    de voluntades aunadas puede lograr la superacin de las dificultades.

    Como hemos acotado, es importante tener presente continuamente la

    fundamentacin, metas y objetivos, las motivaciones. No podemos perder de vista ni la

    eficacia ni los procedimientos. Para una autntica y eficaz participacin-implicacin se

    requiere de una seria y ordenada programacin. Los proyectos en valores se realizan

  • dando pequeos pasos con la mirada fija en el horizonte que nos sealan los objetivos y

    metas del proyecto. Exige esto una continua y permanente evaluacin de todo lo que

    incida en el desarrollo del proyecto, sobre todo aquello que hacemos y sentimos.

    Ahora bien, la exigencia que nos hacen la cotidianidad y nuestra fe ha de

    abordarse tomando en cuenta nuestras capacidades y medios reales, para lo cual,

    debemos tener presentes cules son nuestras propias fuerzas, los medios y recursos con

    los que contamos. Entonces, el criterio evaluador no podr ser la magnitud del

    problema, ya que si ponemos la mirada en l correremos el riesgo de desanimarnos al

    observar la desproporcin entre el reto y los recursos de que disponemos.

    La diferencia estar en utilizar adecuadamente nuestras capacidades y recursos,

    para hacerlos crecer e imprimirles eficacia. Estar, reiteramos, en estimular la

    participacin en el proceso hacia el logro de las metas comunitarias y personales, en

    este sentido, todas los involucrados deberemos aportar algo y todos y cada uno

    deberemos asumir el compromiso de mejorar algo en nuestras propias personas y

    realidades particulares.

    La accin, que siempre ser compartida, coadyuvar a complementar los

    esfuerzos de todos, a aunar capacidades, experiencias, conocimientos, intuiciones. Se

    trata de una actividad colaborativa, cooperativa y solidaria, no competitiva, en la que

    todas y todos comprenden su tarea como un esfuerzo que se suma al esfuerzo de los

    dems.

    El logro de los objetivos propuestos, por arduos que se nos presenten, pueden

    acometerse, como lo hemos acotado ya, de manera progresiva. Requiere de

    discernimiento y de un paciente acompaamiento para que los participantes en el

    proyecto no se sientan desbordados por las dificultades. Es aqu donde cobra

    importancia fundamental la presencia del educador, quien como un miembro ms del

    grupo, tendr la tarea de salir al paso de las frustraciones, que surgirn inevitablemente,

    y de estimular la perseverancia. No ser, quiz, pocas las veces en las que ser

    necesario empezar de nuevo.

  • Una de las acciones que, a veces, se toma poco en cuenta es la de celebrar los

    logros. Una muestra de la necesidad de cambio es en nuestra tendencia a privilegiar lo

    negativo. Acostumbrarnos a celebrar los logros nos permitir, poco a poco, transformar

    nuestra mirada hacia la esperanza y hacia la bondad existente en las circunstancias que

    nos rodean y, sobre todo, en las personas con las cuales compartimos la vida. Nos

    llevar a trascender las fronteras de nuestra cotidianidad para descubrir el paso salvador

    de Jess por la historia humana.

    La celebracin abre la posibilidad de re-crear, de soar y de pensar esos sueos

    como posibles. Estimula a la perseverancia, puesto que reanima y fortalece para no

    desmayar en la lucha asumida, renueva las energas personales y grupales y transmite la

    confianza en las capacidades propias y ajenas.

    No se trata de desconocer el dolor y las situaciones que ameritan ser cambiadas,

    se trata de aprender a descubrir, an en ellas, la oportunidad de experimentar la

    presencia bondadosa del Dios-con-nosotros.

    Cuarta etapa: Evaluar.

    Comprometerse con proyectos de educacin en valores es, de alguna forma,

    construir el futuro. Es un camino que se va haciendo con el caminar, como bien dijo

    Antonio Machado. Es una tarea de largo plazo que se ir consolidando en la marcha, de

    la cual se generarn nuevas iniciativas, motivaciones, tareas. Si se desea educar desde

    una perspectiva de respuesta a los desafos del entorno y que, adems, contribuya a

    echar las bases de una sociedad ms humana y fraterna, se debe privilegiar las

    actividades de evaluacin.

    Para educar en valores es indispensable una permanente evaluacin del

    proyecto. Hay que revisar continuamente su articulacin e integracin con la vida en

    sus diversos planos: personal, comunitario, institucional y social. Es la metodologa de

    la reflexin-accin-reflexin-accin. Pero la nocin de evaluacin manejada aqu va

    ms all de la tendencia a ensear para evaluar; en estos procesos se evala para

    aprender, para impulsar. Siguiendo a Prez-Esclarn (1999) diremos que

  • El objetivo ltimo de la educacin no es la enseanza, sino el

    aprendizaje, y es a partir de l que debe evaluarse al alumno, al docente

    y a la calidad del proyecto de la escuela, que no tiene sentido si no se

    traduce en ms y mejores conocimientos (el saber), ms y mejores

    destrezas y habilidades (el saber hacer), y ms y mejores actitudes y

    valores (el ser).13

    EVALUACIN DE PROYECTOS EN VALORES

    Para evaluar debe atenderse a criterios y estrategias. El gran criterio orientador

    sern los valores, pues stos se constituyen para nuestros proyectos en fines y objetivos,

    contenidos, motivos y lugares de ejercicio formativo. El valor nos ayuda a discernir

    nuestras acciones, pues nos permite evaluar la bondad de las mismas.

    El mtodo propuesto es un camino de aprendizaje en y para la accin. Es

    importante, sobre todo en las etapas iniciales, enterarse rpida y continuamente de los

    avances del proyecto, de si se lleva o no la direccin adecuada. Esta informacin

    permitir detectar errores o carencias, si los hay, y se aprender a poner en accin

    conductas requeridas por la concrecin del proyecto.

    Entre la diversidad de estrategias, proponemos las siguientes:

    Entrevistas informales. Una manera rpida y efectiva de recopilar

    informacin valiosa es realizar entrevistas informales y breves con

    algunos miembros del grupo, que pueden ser seleccionados previamente

    o no por los animadores o responsables del proyecto. La informacin

    puede ser procesada y utilizada para reorientar el proyecto si se considera

    conveniente.

    Encuestas. No puede perderse de vista las metas y objetivos propuestos.

    Por ello, las entrevistas deben complementarse con la aplicacin de

    encuestas para evaluar las experiencias de los participantes respecto de

    13

    PREZ-ESCLARN. Op. Cit. p. 73.

  • los cambios, de las relaciones y del desempeo en las tareas y

    compromisos de cada uno.

    Evaluacin formal. Cuando el grupo considere que ha logrado

    experimentar el aprendizaje para la accin, deber detenerse en forma

    peridica a evaluar, en lo posible, la totalidad del proyecto. Esto

    permitir determinar si deben reorientar el proceso total o parcialmente o

    si se debe continuar por la direccin inicial. Para esto puede usarse

    cuestionarios, encuestas, entrevistas formales y registros.

    Puesta en comn. Una herramienta muy eficaz son las discusiones

    grupales porque permiten compartir y analizar los diversos puntos de

    vista de un mayor nmero de participantes, asimismo, ayudar a llegar a

    un consenso sobre la puesta en marcha del proyecto. Esta es una

    oportunidad propicia para usar la creatividad. Se ha comprobado que da

    muy buenos resultados utilizar como instrumentos de evaluacin el teatro

    popular, los tteres, el sociodrama, las composiciones fotogrficas, las

    lminas, la composicin de coplas y canciones, entre otros.

    Debemos saber que una evaluacin rigurosa es ciertamente difcil, porque los

    proyectos pueden verse afectados por variables independientes como el aspecto

    econmico, la movilidad de los participantes o el uso de una u otra tecnologa. Otro

    aspecto a considerar es el uso de la informacin recopilada. Nunca debe ser usada para

    reprender sino para aprender. Tampoco debemos aferrarnos al estado de cosas

    establecido por bueno que se presente; un proyecto en valores es un camino abierto de

    aprendizaje para el riesgo.

    Se debe promover que todos los miembros participen en la interpretacin y el

    anlisis de la informacin. Este procedimiento profundiza el sentido de pertenencia al

    grupo al permitir a los miembros comprender y asimilar los datos recopilados y

    compartir sus opiniones. Al analizar de esta manera la informacin, se podr sacar

    conclusiones que contribuirn a mejorar y hasta a modificar el proyecto.

  • Aunque cueste un poco, en conveniente incorporar en las discusiones a las

    personas escpticas, porque sus puntos de vista pueden llamarnos la atencin sobre

    aspectos que no habamos detectado.

    Asimismo, es fundamental difundir lo ms ampliamente posible los resultados

    de la evaluacin, puesto que puede ayudar a aclarar y a asimilar los cambios que se

    estn produciendo como parte de un proceso consciente de aprendizaje y de apertura al

    cambio y no del azar.

    A MANERA DE CONCLUSIN

    Un proyecto en valores es un camino de aprendizaje. Se trata, como hemos

    repetido una y otra vez, de una actividad colaborativa, cooperativa y solidaria, no

    competitiva, en la que todas y todos comprenden su tarea como un esfuerzo que se suma

    al esfuerzo de los dems. No hay espacio para la exclusin porque el aporte de cada uno

    de los miembros se valora dentro de un todo de construccin comunitaria.

    Sin embargo, el esfuerzo de transformacin personal y social, en el que se

    inscriben los proyectos en valores, no es reaccionario, sino el producto de una labor

    organizada. Exige direccin, planificacin, control y evaluacin, por lo cual necesita

    una gerencia capaz de implicar a todos los involucrados en un proyecto comn.

    Es, asimismo, un camino abierto en el cual la conquista de una meta da apertura

    a inmensas posibilidades de crecimiento personal y comunitario, y la mayor validez de

    estos proyectos es la capacitacin de los participantes para establecer nuevas formas de

    relacionamiento consigo mismos, con los dems, con las instituciones, con Dios, con la

    realidad.14

    A esta ltima la se mirar con nuevos ojos, como gama de oportunidades y

    no como amenazas insalvables. Pero, eso s, oportunidades accesibles en la medida en

    que se valore y acepte el esfuerzo organizado de todos y cada uno como miembros

    importantes para la construccin de una nueva sociedad.

    14

    Cf. Documento de Puebla, N 386.

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