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Propuesta de recategorización para la sustentabilidad del área natural La Roqueta de Acapulco, Guerrero, México

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XIV Congreso Internacional de la Academia de Ciencias Administrativas A. C.

(ACACIA)

Propuesta de recategorización para la sustentabilidad del área natural La

Roqueta de Acapulco, Guerrero, México

Capítulo 6: Administración del Desarrollo Regional y Sustentabilidad

Naú Silverio Niño Gutiérrez

Universidad Autónoma de Guerrero

Unidad Habitacional Las Palmas Condominio C Casa 27 Km. 3.5 carretera a

Pinotepa Poblado de Tunzingo, Municipio de Acapulco, Guerrero, C.P. 39904

01-74-41-26-30-44

[email protected]

Cualquier comunicación con el autor

Monterrey, Nuevo León 27-29 de abril de 2010

mailto:[email protected]


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Resumen

El objetivo central implica exponer las razones científicas que facultan recategorizar

al área natural conocida como Unidad de Manejo Ambiental (UMA) La Roqueta. Es

importante realizar dicho estudio porque a la fecha existe un vacío en este sentido.

El método contempló el desarrollo de dos etapas que comprenden la caracterización

físico-biótica y antrópica de la isla y el establecimiento de la propuesta. La

metodología seguida fue el análisis integrado del paisaje (Niño, 2009). Entre los

resultados el estudio hace énfasis sobre la compleja problemática que afecta al área

natural de la isla La Roqueta de Acapulco, Guerrero, México, afectada por: su

incongruencia jurídica respecto a su actual categoría de manejo denominado Unidad

de Manejo ambiental (UMA) y el evidente abandono oficial en su gestión

administrativa; diagnóstico con base en el cual dicha área se redelimita, a fin de

rescatar los valores naturales más sobresalientes y cuyos atributos para fines de

manejo planificado, facultan recategorizar a la isla como Parque Nacional Marino y

Terrestre.

Palabras clave: Isla Roqueta, áreas naturales protegidas, parque nacional


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Naú Silverio Niño Gutiérrez

Introducción

Antecedentes. La naturaleza pródiga con nuestro país, dotó en lo particular al estado

de Guerrero con vastos y diversos recursos biológicos y físicos que enmarcan

valioso legado histórico-prehispánico y expresiones culturales, atributos que a nivel

nacional confieren a dicha entidad federativa quizás una de las mayores riquezas en

cuanto a variedad ecosistémica, climática, hídrica, suelos y paisajes naturales. Sin

embargo, a Guerrero también lo agobian índices de extrema pobreza y rezago social

reflejados en altas tasas de deforestación, alarmante pérdida de biodiversidad,

procesos erosivos y deterioro paisajístico.

Guerrero al momento tiene establecidos siete Áreas Naturales a saber: el Parque

Nacional El Veladero, el Parque Nacional Juan N. Álvarez y el Parque Nacional

Grutas de Cacahuamilpa están integrados del Sistema Nacional de Áreas Naturales

Protegidas (SINAP), hoy tuteladas a nivel federal por la Secretaría de Medio

Ambiente y Recursos Naturales (SEMARNAT), a través de la Comisión Nacional de

Áreas Naturales Protegidas (CONANP). Las cuatro restantes corresponden a la

Piedra Tlacoyunque, Playa de Tierra Colorada, Parque Estatal Omiltemi y la isla de

La Roqueta quienes ostentan jurisdicción estatal o municipal que no representan ni

el 10% del territorio estatal.

El objetivo, consiste en sintetizar los atributos ecogeográficos que sustentan la

propuesta de recategorización del área natural protegida Cascadas de Agua Azul

bajo la categoría de manejo denominada Parque Nacional Marino-Terrestre.

Marco teórico. Se fundamenta en los principios teóricos de la Geografía del paisaje a

través del conocido análisis integrado del paisaje eje rector para la planificación de

las áreas naturales desde los puntos de vista holístico y geoecosistémico donde se


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interrelacionan aspectos físicos, geográficos, bióticos, económicos, sociales,

políticos, administrativos y culturales (aspectos antrópicos). Donde se conjuga un

método multimodal sustentado en técnicas cuantitativas y cualitativas que explican la

dinámica compleja de la problemática actual en este caso de La Roqueta.

Retroalimentado por el enfoque del desarrollo endógeno, paradigma del desarrollo

económico que implica una transformación social, cultural y económica,

reconquistando tradiciones, respeto al ambiente y las relaciones equitativas de

producción para convertir los recurso naturales en productos novedosos con alto

contenido de nuevos conocimientos, que se pueden consumir, distribuir y exportar al

mundo entero. Es decir, incluye la participación social, fortalece la autonomía y la

capacidad de articulación de redes con otras regiones que permitirá que se

desarrolle la capacidad suficiente para solucionar autónomamente sus problemas

(Acevedo y Morales, 2005:143-144).

Problemática: A la fecha existe poca claridad en cuanto a la categoría de manejo

óptima para la protección y conservación del paisaje marino y terrestre en la isla más

importante del estado de Guerrero, La Roqueta.

Por otro lado, se tiene la afluencia poco planeada del turismo nacional y extranjero

de sol y playa que arriba al enclave insular y que de incrementarse podría alterar el

frágil equilibrio ecológico que aún existe sobretodo en laderas y cerros de dicho

enclave geográfico.

Pregunta rectora: ¿Cuál sería la categoría de manejo adecuada para la protección

del paisaje marino y terrestre de la isla Roqueta?

Justificación: La isla de La Roqueta, al igual que muchas otras áreas naturales del

estado y país, enfrentan múltiples impactos ambientales, paradójicamente surgidos e

incrementados a partir de 1981, año en que dicha región geográfica se declaró

“Parque Nacional Marino” (Diario Oficial, Noviembre 6 de 1981), cuyo decreto invoca

disposiciones de salvaguarda a la Secretaría de Marina (Semar) de la armada de

México y a la entonces Secretaría de Turismo (Sectur), para llegar a cabo su


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incorporación al desarrollo turístico de La Roqueta en el ámbito nacional e

internacional.

Históricamente, el conflictivo estado legal y sectorial que ha prevalecido sobre La

Roqueta, la han transformado en un área indefinida respecto al carácter de

protección y manejo que debe otorgársele con apego a sus actuales características

y potencial natural. Esta circunstancia, previo estudio geográfico integral de la

reserva, abre la posibilidad de que se actualice y promulgue una nueva declaratoria

jurídica, estrategia entonces contemplada en el Programa Nacional de Áreas

Naturales Protegidas 2007-2012, que faculta llevar a cabo la modificación de límites

originales, rezonificar el área y proponer la recategorización idónea para su ulterior

manejo (www.conanp.gob.mx).

Limitaciones: El estudio se llevó al cabo con la orientación de algunas personas

representantes del movimiento ambientalista en la isla como es el caso de la señora

Roby Sydney Gordon miembro de la Asociación Ecológica y Prodefensa de la Isla La

Roqueta A. C. y María Eugenia Walls integrante de Los Guerreros Verdes, además

de la concesionaria del restaurant Palao, señora Rosa María Rojas Mondragón. Pero

sería recomendable que participen también académicas e integrantes de la

Dirección General de Ecología Municipal y de Turismo de Acapulco e incluso,

integrantes de la Secretaría de Medio ambiente y Recursos Naturales (Semaren) del

estado de Guerrero y personal de la Procuraduría Federal y Protección al Ambiente

(Profepa) y la Procuraduría de Protección al Ambiente en el Estado de Guerrero

(Propeg).

Método: En su proceso, el método incluyó trabajo de gabinete comprendió la

elaboración de la base cartográfica construida a escala 1:5 000, que derivó en la

confección del mapa que precisa la topografía del relieve, la red fluvial y rasgos

culturales.

Se elaboró la carta de zonificación natural de la reserva, a fin de esbozar las

aptitudes del paisaje para responder a variados fines de manejo. y 4) regeneración

de la cubierta vegetal primaria. Con base en esta zonificación global se sintetiza el

potencial natural insular aún rescatable. Esta acción finalmente conlleva a proponer


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se recategorice el área en congruencia a su actual condición ecológica, atributos

paisajísticos y funciones ambientales.

Instrumentos: Fueron material impreso como la carta topográfica de Acapulco

E14C57 de 2005 en escala 1:50 000 del Instituto Nacional de Estadística, Geografía

e Informática (INEGI); material digital como las ortofotos comprendidas en los discos

A25111-A25115 de 2009 en escala 1:20 000 además de trabajo de campo que

consistió en cuatro recorridos exploratorios en el bimestre enero-febrero de 2010,

observación in situ y participante.

Resultados: La isla de La Roqueta, fue en 1981 declarada por causa de interés

público y mediante decreto presidencial “Parque Nacional Marino”, cuyo cubrimiento

fue de 75 ha (Diario Oficial, noviembre 6 de 1981).

Geográficamente, la reserva se localiza al extremo suroeste de la bahía de santa

Lucía en Acapulco, posición limítrofe con las estribaciones meridionales de la

Planicie Costera del Pacífico Mexicano. A nivel local se circunscribe a las

coordenadas extremas de 16°49’30’’ a 16°49’02’’ de latitud norte a 99°54’03’’ a

99°55’07’’ de longitud oeste de Greenwich con extensión aproximada de 75 ha

(figura 1).

La reserva establece comunicación marina con el municipio de Acapulco, a través

del canal Boca Chica que localmente interconecta a las playas de Caleta y Caletilla

en el denominado Acapulco tradicional.

Análisis vertical y horizontal del paisaje. Los afloramientos litológicos corresponden a

rocas sedimentarias del terciario Paleoceno y Eoceno bien estratificadas y

dispuestas básicamente en conglomerados que ocupan la casi totalidad de la

interfase mar-tierra del entorno insular.


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Figura 1. Localización geográfica e hipsometría del área en estudio.

Fuente: Niño, 2008:12.

Hay afloramiento aluvial del Cuaternario de origen fluvial y coluvio-aluvial en los

arroyos de corto trayecto que desembocan en la playa Palmitas. Donde se observan

depósitos de mantos arcillosos, arcilloarenosos, arenas, guijarros y cantos rodados.

Los depósitos coluvio-aluviales producto de la acción conjunta de procesos erosivos

mecánicos y químicos, afloran en la base de abruptos estructurales entre las

paredes escarpadas de las playas Palao, La Fantasía y La Marina.

La intensa actividad tectónica a que han estado sometidas las estructuras de roca

sedimentaria se expresa en relieve fuertemente plegado, fracturado y dispuesto en

bloques afallados y dislocados, relieve sobre el cual la acción climática extremosa

con marcada estación húmeda (mayo-octubre) que concentra casi todo el volumen

pluvial anual superior a 2000 mm y régimen térmico con medias máximas de 30 °C y

medias mínimas de 26 °C, han favorecido intensa acción de factores morfogenéticos


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niveladores del relieve. Las formas características de este relieve son mesetas y

laderas.

Las mesetas se localizan sobre crestas de pliegues anticlinales disponiéndose en

forma escalonada en el predio conocido como de los mangos y la baliza antigua que

se ubica en la cercanía del restaurante Palao que ocupan el nivel hipsométrico (60 a

80 msnm) (figura 2).

Figura 2. Impactos en el relieve insular.


En este relieve cerril el modelado del terreno está determinado por el lento

escurrimiento fluvial auspiciado por la infiltración del agua en grietas y fisuras de la

roca madre, desarrollándose valles reducidos que evidencian la erosión hídrica

laminar diferencial en este ecosistema selvático. Relacionado con el color rojo donde

concurre el turismo de sol y playa a practicar la recreación intensiva.

Impactos


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La segunda forma del relieve cerril y elemento típico del paisaje, son laderas cuyo

gran vigor muestra frentes abruptos con valores de pendiente que van desde 13.5°

(15%) a más de 36° (40%), siendo comunes las paredes rocosas en zonas inferiores

de las laderas que terminan en acantilados en la Zona Federal Marítimo Terrestre

(Zofemat) local.

En la isla, solo las laderas con amplia exposición horizontal y por ende, menos

pronunciadas que se ubican en el sector de la playa La Fantasía están surcadas por

corrientes de régimen intermitente que forman barrancos de escasa profundidad con

cabeceras en proceso de erosión remontante a la altura de islote de la Yerbabuena,.

A excepción de escasas corrientes que se insuman antes de establecer contacto con

la depresión fluvial creando vallecitos ciegos, los restantes cauces funcionan como

arroyos temporales. El factor pendiente y la escasa cubierta vegetal han inhibido la

formación de suelo, prevaleciendo litosoles en la interfase mar-tierra manifestados

como afloramientos rocosos en la superficie entre los 0-20 msnm.

La segunda unidad geomorfológica en la isla, es la depresión de tipo planicie aluvial

formada por procesos acumulativos de sedimentos que a través del tiempo

geológico ha generado la acción hídrica, el cual surca amplia superficie cubierta por

depósitos del Cuaternario. Esta planicie fluvio-acumulativa comprende los niveles

hipsométricos más bajos del relieve (0 a 20 msnm), presentándose llanuras aluviales

altas y bajas en las que la geoforma predominante son terrazas antiguas que ocupan

sitios adyacentes a las riberas superiores o áreas deprimidas sujetas a inundación

temporal o permanente, donde se han desarrollado suelos Solonchak por sus

características salinas. En lo general, el suelo presenta textura arcillosa y estructura

amorfa, permitiendo la instalación de plantas hidrófilas riparias conformando así un

medio de tipo palustre.

La isla a pesar de haber sido declarada como Parque Nacional Marino en 1981, en

la actualidad padece alteración antrópica que modifica la belleza del paisaje

selvático que sirve de refugio a diversas especies de aves marinas, provocando su

muerte o migración.


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Por la cercanía con la ciudad, es común el tránsito migratorio de aves marinas a

sitios más seguros como La Roqueta aunque las islas son en general ecosistemas

frágiles principalmente por la pérdida de flora y fauna silvestre. Los ejemplares

característicos en el ámbito marino son: Pelícano café (Pelicanus occidentalis),

Pelícano blanco (Pelicanus erythrorhynchos), Tijereta (Fregata magnificens), Gaviota

de Herman (Larus heermanus), Golondrina de mar (Sterna hirundo), Pájaro bobo

(Sula nebouxii); Tortuga golfina (Dermochelys olivacea); en el ámbito terrestre loro

cabeza amarilla (Amazona oratrix), pericos serranos (Bolborhynchus lineola),

quebrantahuesos (Polyborus plancus), urraca hermosa cariblanca (Calocitta

formosa) y zopilote (Coragyps atratus), entre otras especies de interés ecológico,

que son urgentes proteger, conservar y propagar las especies de flora y fauna

silvestres existentes en esta isla, a fin de permitir la reproducción de especies,

subespecies, endemismos y relictos que la catalogan como una reserva génica casi

pura (Araujo, 2003: 63-78).

Análisis de resultados: La zona costera es un terreno entre la tierra y el mar que se

extiende tierra adentro y hacia el mar en una extensión variable. Y que remite a un

espacio geográfico que no ha sido definido como una región. El establecimiento de

los límites de una “zona costera” en un área determinada (“zonificación”) dependerá

de consideraciones políticas, administrativas, ecológicas y pragmáticas

(DGZOFEMAT, 2004:3).

El análisis integrado del paisaje es fundamental para la elaboración del

ordenamiento costero. Este ordenamiento tiene como objetivo central definir y medir

la calidad de vida en base a valores objetivos y subjetivos que conlleven al

desarrollo de indicadores de calidad ambiental (Vázquez, 2006:150).

La Organización para la Cooperación y Desarrollo Económico (OCDE), ha aplicado

uns serie de indicadores ambientales para zonas costeras, los cuales son

desarrollados a partir del esquema de Presión-Estado-Respuesta (PER). Estos

indicadores sirven como diagnóstico del estado del medio ambiente donde se

describen los aspectos antropogénicos que generan presión sobre el medio

ambiente y los aspectos socioeconómicos resultantes. El esquema PER es una

relación causal, la cual explica la presión ejercida sobre el medio ambiente y


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desemboca en impactos. La situación deseable es aquella que se presenta cuando

la sociedad crea respuestas a esos impactos, en términos de políticas y programas

para prevenir, mitigar o reparar el impacto (Ibid, 2006:152-153).

Una opción para limitar en lo posible los impactos negativos del turismo de sol y

playa sería la declaratoria como Parque Nacional Marino-Terrestre de la isla la cual

aumentará su extensión en 400% es decir, de 75 ha que ostenta en la actualidad

ascenderá a 375 ha donde quedarán incluidos los elementos agua marina

circundante y la parte terrestre de la isla.

La isla servirá de reservorio de la biodiversidad (que hoy día está amenazada y en

peligro de extinción), pero también facultará el uso turístico planificado de las

actividades recreativas intensivas y pasivas que a la fecha se llevan a cabo en la isla

(Niño, 2008:15).

Las condiciones geográficas y medioambientales prevalecientes son las óptimas

para proponer su recategorización como Parque Nacional (Niño et al, 2009:12).

Hallazgos: La influencia que ejerce el medio físico sobre el ámbito de la isla,

determina un paisaje de vocación forestal antaño expresado por exuberante

desarrollo primario de selva baja caducifolia, que es el tipo de vegetación más rica y

compleja a nivel planetario. Bajo condiciones de estado clímax, en esta comunidad

predominan elementos arbóreos con tallas superiores a 25 m, por lo común muestra

tres estratos arbóreos más o menos diferenciables, además del arbustivo y

herbáceo.

El estrato superior promedia 30 m de altura con surgencia frecuente de individuos

que rebasan los 45 m; los árboles son de troncos rectos pero ramificados en su

mitad inferior, con diámetros entre 40 y 80 cm aunque algunos alcanzan dos y tres

metros (Ceiba), las copas exhiben formas esféricas.

El estrato arbóreo lo conforman gran cantidad de especies entre las que destacan:

Schyzolobium parahybum y Ceiba pentandra, aunque también son frecuentes

Tabebuia rosea, Phithecellobium leucallyx (guancastle), Dalium guianensis,


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Manikara zapota (zapote), Licania platibus (zapote de mico), Ficus carica, F.

cotinifolia, F. elastica, F. pertus y Licaria alata.

De acuerdo con el análisis actualizado de la fotointerpretación y su restitución

cartográfica, el paisaje forestal en la isla muestra cubierta arbórea muy continua y

con mínimos síntomas de perturbación del bosque tropical primario. Al efecto, se

identifican los siguientes grupos: Selva baja caducifolia, selva baja caducifolia de

carácter ripario y medio selvático desprovisto de vegetación original en las cercanías

a las playas.

La Selva baja caducifolia. Se vincula estrechamente al sustrato de roca granítica. En

el pasado esta comunidad tuvo exuberante desarrollo, ocupaba laderas vigorosas o

suaves, terrenos planos u ondulados y suelos someros o aluviales, es decir, alcanzó

su estado óptimo en equilibrio con el medio ambiente.

Actualmente este grupo vegetal (7 ha) con estrato arbóreo lo integran además de

algunos elementos aislados típicos de la selva alta (ejem.: Tabebuia rosae, Ceiba

pentandra y Licaria platibus), especies leñosas y arbustivas con alturas fluctuantes

de 15 a 20 m entre las que sobresalen Lycania sparsipilis, Tabebuia guayacán,

Ceiba pentandra, Inga punctata, I. jinicuil, Nectandra glandulosa, N. sanguinea,

Annona clerimilla, A. diversifolia, A. purpurea, A. reticulata, etc.

La Selva baja caducifolia de carácter ripario. Este grupo también denominado selva

de galería se desarrolla bajo condiciones de intensa humedad edáfica, situación que

en la reserva corresponde a la planicie acumulativa aluvial donde el mar ejerce

influencia directa sobre los suelos.

En este ámbito, la selva primaria antes exuberante, ahora es de carácter mediana a

causa de pasadas extracciones que afectaron el estrato superior y después el

aclareo del sotobosque con fines de recreación y turismo. La selva riparia ocupa 20

ha, en casi todo el rededor del área drenada por los cauces de arroyos cortos. Pese

a que su estructura y continuidad ha sido alterada por la introducción de

plantaciones frutícolas, la selva aún presenta núcleos cerrados con dosel arbóreo

entre 15 a 20 m emergiendo elementos hasta de 30 m de alto.


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Su riqueza florística comprende elementos arbóreos de origen primario por lo que

son comunes las especies Ceiba aesculifolia, C. pentandra, Inga spp, Lycania

platibus, Ficus cotinifolia, F. pertusa, Nectandra glandulosa, N. alicastrum, Cecropia

obtusifolia, C. peltata y Abebuia rosea, entre otras.

Las siguientes plantas son indicadoras de disturbio: Trema micrantha, Cecropia

obtusifolia, C. peltata, Guazuma ulmiflia, Phithecellobium spp., Leucaena sculenta,

Gliricidina sepium, Casearia aculeata, Conosteogia icosandra, Zanthoxylum fagana,

Sapindus saponaria y Luehea candida.

Otras especies indicativas de deterioro en los estratos arbóreo y arbustivo se

encuentran: Bursera graveolens, B. simaruba, Trema micrantha, Alvaradoa

amorphoides, Calliandra arborea, C. houstoniana, Bauhinia spp., Crotalaria incana,

C. retusa, Manikara achras, Cecropia obtusifolia, C. peltata, Cliricidina sepium,

Leucaena scultata, Stchizolblium pruriens, Acacia dolichostachya, Eugenia

chiapensis, Abizinia tomentosa, etcétera.

La metodología empleada permitió cumplir satisfactoriamente el objetivo

originalmente planteado mediante el enfoque del análisis integrado del paisaje a fin

de caracterizar, analizar, diagnosticar y planear la declaración bajo la categoría más

adecuada a la problemática actual que enfrenta la isla.

Capitalización: Las técnicas cuantitativas y cualitativas reforzaron el análisis

integrado del paisaje que conlleva a pensar que el antiguo soslayamiento de los

considerandos y la nula observancia jurídica del decreto que en origen motivó y

sustentó declarar área natural protegida a la isla La Roqueta, junto a la ulterior

carencia de voluntad política federal y estatal en aplicar disposiciones legales a

través de las correspondientes instancias ecológico-administrativas en materia de

áreas naturales protegidas; son factores asociados que han influido en el devenir

histórico de la isla y que hoy día se traducen en condiciones de marcado abandono

oficial no sólo en lo que respecta a la indefinición de su carácter jurídico, sino

también, en el paulatino pero constante estado degradativo de sus recursos


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naturales, procesos que al unísono repercuten sobre el funcionamiento ecosistémico

amenazando la integridad y sobrevivencia del bioma selvático.

Pese a la constante y compleja problemática que afronta la reserva, aún es factible

el rescate y salvaguarda de ciertos enclaves naturales, propósito que tiene por un

lado, fundamento en la vigente y actualizada Ley General del Equilibrio Ecológico y

la Protección al Ambiente (LGEEyPA) y su órgano administrativo representado por la

Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (CONANP), adscrita a la

SEMARNAT; y por el otro, en el contexto ecogeográfico que aporta el presente

estudio.

Al respecto, el Artículo 46, Sección II, Título Segundo, de la LGEEyPA (SEMARNAP,

1996:37), ofrece a la isla favorable oportunidad de asignársele nueva categoría de

manejo que, en congruencia a las características actuales de su medio natural,

responda eficaz y eficientemente a posteriores fines de conservación, manejo y

desarrollo. Para acceder a la correcta recategorización de la isla, el presente estudio

con sustento en los resultados obtenidos plantea como fase previa, efectuar

modificaciones territoriales a fin de redelimitar el actual polígono del área, proceso

que obedece fundamentalmente al estado conservado del paisaje de vegetación

tropical selvática y paulatina alteración del agua marina. Al efecto, tanto la zona de

preservación para vida silvestre como la de sobresaliente paisaje escénico,

constituyen los ámbitos geográficos que poseen los más óptimos niveles de

equilibrio ecológico, condición que lamentablemente sólo engloba 40 ha, lo cual para

la isla significa el 55% de su territorio total.

Su amplia magnitud, confieren a ambas zonas relevancia natural y espacios

prioritarios que deben mantenerse como territorio patrimonial de la isla toda vez que

la primer zona (vida silvestre), alberga relictos representativos y son muestra valiosa

del ecosistema original de selva baja caducifolia antaño exuberante en la región;

mientras que la segunda zona (sobresaliente paisaje escénico-natural) aún mantiene

en diversos especímenes de selva primaria, conformando así el más importante y

espectacular paisaje escénico en La Roqueta (figura 3).


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Figura 3. Panorámica desde la isla hacia sus alrededores.


Frente a las zonas anteriores, contrasta fuertemente el precario nivel de

conservación, implícito al paisaje natural ya degradado o en proceso de

transformación en las cercanías a la playa La fantasía, cuyo cubrimiento superficial

ocupa 5 ha que significan el 7% de su territorio. Tal condición de disturbio en gran

medida involucra a la zona destinada para regeneración natural de la selva primaria

que se extiende en 10 ha representando el 14% y la zona de asentamiento humano

que ocupa 5 ha (7%).

El panorama descrito justifica redelimitar la isla, labor que entraña complejidad en

razón de problemas derivados no sólo del notable desequilibrio entre las superficies

del medio natural conservado y el degradado o transformado, así como las diversas

presiones e influencias antropogénicas sobre los recursos. No obstante, bajo una

óptica conservacionista que pretende el rescate de las zonas que aún mantienen

vocación forestal, resulta estratégicamente obligado incluir en su entorno ciertas

porciones de las restantes zonas alteradas, mismas que para fines de manejo


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podrán subordinarse al control y directrices que contemplen una futura planificación

del área.

Con fundamento en el carácter natural y los atributos escénico-paisajísticos que

ostenta el espacio geográfico comprendido en el polígono y, dado que jurídicamente

la reserva original carece de figura de manejo, estando por ello sujeta a obtener

nueva categoría; ésta, según lo establece la ley ecológica, deberá estar acorde al

uso prioritario del que es objeto.

Dichos aspectos con apego a las características que definen y diferencian los ocho

tipos de área naturales protegidas en nuestro país, confieren al polígono obtenido

clara afinidad con la categoría de Parques Nacionales, cuya definición entre otras

cosas, menciona que son representaciones de ecosistemas importantes por su

belleza escénica, existencia de flora y fauna y, valores educativos y recreativos;

enfatizándose su notable aptitud para el desarrollo del turismo, o bien, por otras

razones análogas de interés general. Asimismo, se precisa que en los Parques

Nacionales junto a la realización específica de actividades vinculadas con la

protección de los recursos naturales y la preservación de ecosistemas, es permisible

el fomento de la recreación, el turismo y la educación ambiental (SEMARNAP,

1996:46).

Los resultados de la investigación manifiestan la necesidad de llevar a cabo

acciones para proteger a la isla. En tal sentido, la propuesta es recategorizarla con

carácter de Parque Nacional con base en un nuevo polígono resultante del estudio y

absolutamente compatible a dicha categoría de manejo, al satisfacer los requisitos

jurídicos que la tipifican, dado que La Roqueta además de su innata relevancia

científica en lo ecológico, biológico, geomorfológico, hídrico y estético, también figura

entre los más sobresalientes y sui géneris enclaves paisajísticos de nuestro país

(figura 4).

La interrelación de ambas cualidades, ha despertado el paulatino interés de la

industria turística cuyas empresas privadas (Agencias de viajes y la Asociación de

Hoteleros y Restauranteros de Acapulco Aheta), dependencias públicas,

(FONATUR), organismos ecológicos no gubernamentales (Asociación Ecológica y


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Pro Defensa de la Isla La Roquesta A.C. y Guerreros Verdes) y otras instancias, al

atender la promoción y difusión de los atributos del área mediante documentales

fílmicos, telenovelas, guías especializadas, artículos periodísticos, organizaciones de

viajes, mapas turísticos, etc., han propiciado una creciente afluencia de visitantes

nacionales y extranjeros, lo cual ya ubica a la isla entre los destinos turísticos más

relevantes de México.

Figura 4. Elemento marino que rodea a la isla.


Tal circunstancia ratifica la aptitud natural y el gran potencial que el área propuesta

tiene para un enfoque ecoturístico planificado, debiendo aprovecharse

sustentablemente a través de su gestión como Parque Nacional.

Conclusiones: Bajo estas circunstancias y con apego al criterio señalado, redelimitar

el nuevo polígono de la isla tiene implícito aplicar las siguientes acciones: En primera

instancia, dado que amplia superficie correspondiente a la zona de aprovechamiento

recreativo en el canal Boca chica y la Zona Federal Marítimo Terrestre (Zofemat)

está sujeta al permanente uso turístico intensivo con clara tendencia a mantenerse y

acrecentarse sobre el ámbito de selva secundaria, tal superficie se incluye como


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integrante del Parque Nacional en virtud de las altas expectativas para reducir dicho

fenómeno antropogénico. Esta medida entraña significativo incremento territorial

(alrededor de 300 ha), lo cual facilita el proceso de redelimitación y la ulterior

recategorización del espacio potencialmente útil para fines de manejo planificado, en

tanto que la interfase mar-tierra, puede operar considerándose área de

amortiguamiento, la que bajo una adecuada normatividad contribuirá a mitigar

riesgos e impactos ambientales a favor de la nueva área a delimitarse.

En la restante superficie localizada al centro-sur de la reserva, prevalece un

complejo mosaico natural donde indistintamente alternan ámbitos a preservar y

rescatar (zonas de vida silvestre en el Faro y paisaje escénico sobresaliente en las

laderas), específicos medios deteriorados (zona de regeneración natural en la

cercanía de la playa La Fantasía) y la zona de aprovechamiento turístico-recreativo

(zona de asentamiento humano en los restaurantes).

Finalmente, los resultados del estudio ecogeográfico que sustentan la redelimitación

de La Roqueta, se traducen en la propuesta de una nueva poligonal cuyo territorio

conformado aproximadamente por 375 ha alberga los recursos biológicos, físicos y

escénicos mejor conservados y con mayor aptitud para manejarse social y

ambientalmente bajo un esquema de planificación sustentable y desarrollo regional.

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propuesta de recategorización para la sustentabilidad del área natural la roqueta de ... ·...

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