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Material de cortesía

Programación y Reparación de TELEFONOS CELULARES

Principio de funcionamientoVista explotada

Rutinas de mantenimientoAverías frecuentes

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24 ELECTRONICA y servicio No. 93

SE

RV

IC

IO

T

ÉC

NIC

O

Millones de personas usan a diario la comunicación por teléfono celular. Por lo tanto, los teléfonos celulares pueden ser una fuente importante de trabajo para nosotros, máxime que continuamente están lanzándose al mercado refi nados modelos, cuyo servicio sí se justifi ca desde el punto de vista de su costo. De hecho, los modernos teléfonos celulares, en particular los más avanzados, ofrecen prestaciones que van más allá de la simple comunicación telefónica; por ejemplo, ya son comunes los aparatos con agenda electrónica, con funciones de fax, Internet, brújula electrónica, cámara fotográfi ca, calculadora, mensajería electrónica, etc. Todo un nuevo concepto de prestaciones y servicios hacia la convergencia digital.

En el presente artículo, dividido en dos partes, veremos en qué consiste la tec-nología celular, cómo trabaja un teléfono móvil y la conveniencia de incorporarlo a la lista de equipos que recibimos para reparación; incluso, explicaremos algunos detalles adicionales sobre fallas y soluciones comunes. Queremos que luego de leer este artículo, usted se anime a reparar este tipo de aparatos en su taller; después de todo, puede convertirse en una interesante fuente de ingresos.

PROGRAMACIÓN Y REPARACIÓN DE TELÉFONOS CELULARESPrimera de dos partesLeopoldo Parra Reynada

La tecnología de los teléfonos celulares

La telefonía celular surge de la combinación de dos

tecnologías ya probadas y fi rmemente establecidas: la

telefonía convencional por medio de cables y la co-

municación por ondas radiales.

Así, a pesar de toda su sofi sticación, un teléfono ce-

lular no es más que una radio capaz de enviar y re-

cibir señales, para establecer la comunicación entre

usuarios. Sin embargo, la telefonía celular ha tenido

que pasar por una evolución larga y compleja, y su-

perar muchos obstáculos, para llegar al grado de de-

sarrollo que hoy conocemos.

Volviendo la mirada hacia atrásSi hace memoria, recordará que hace unos 20 años,

algunas personas (realmente muy pocas) solían lle-

var consigo un teléfono móvil; era un sistema muy



25ELECTRONICA y servicio No. 93

Usuario dentro del área de cobertura

Antenacentral

Usuario fuera del área de cobertura

Figura 1 Figura 2 Figura 3

Una célula de comunicación

Área de cobertura:Aproximadamente 25 Km

Aproximadamente 3 KmFigura 4

rudimentario, cuyo uso implicaba contratar una línea

móvil con una empresa especializada. Esta compañía

colocaba una gran antena más o menos en el centro

de su zona de cobertura, y dicha antena podía mane-

jar cierto número de llamadas simultáneas (fi gura 1);

entonces, cuando alguien deseaba comunicarse con

uno de sus suscriptores, la compañía verifi caba si ha-

bía algún canal de comunicación disponible.

En caso afi rmativo, enviaba por ondas radiales la

señal de llamada hacia el teléfono móvil; éste debía

encontrarse montado en el automóvil, ya que una vez

que recibía la señal de llamada, enviaba una contes-

tación hacia la antena central, misma que podía estar

a muchos kilómetros de distancia (lo cual implicaba

el uso de un transmisor de mediana potencia, fi gura

2); fi nalmente, una vez que la antena central recibía

la confi rmación, se establecía el contacto y se podía

mantener la conversación telefónica, siempre y cuan-

do el usuario se mantuviera dentro del área de cober-

tura de la antena central.

Obviamente, existían entonces tres puntos que li-

mitaban en gran medida la fl exibilidad de estos teléfo-

nos: en primer lugar, como sólo había una serie de ca-

nales asignados, la empresa proveedora podía atender

al mismo tiempo a un número limitado de usuarios;

por otra parte, como sólo había una antena central, el

rango de alcance de la señal de radio era muy corto

(fuera de la zona de recepción, el usuario quedaba in-

comunicado); por último, dado que se necesitaba una

transmisión de potencia, el teléfono móvil tenía que

estar conectado al automóvil (esto signifi ca, en senti-

do estricto, que el aparato no era “portátil).

Pese a todo, los primeros teléfonos móviles tuvieron

cierto éxito; por tal motivo, las empresas del ramo co-

menzaron a investigar la forma de solucionar dichos

problemas; llegaron a la conclusión de que una sola

antena central era insufi ciente, y que se requerían va-

rias antenas distribuidas a lo largo y ancho de la ciu-




dad o zona que se deseara cubrir. Es de esta manera

como surge el concepto de “telefonía celular”.

Las bases de la telefonía celularTal como su nombre lo indica, la telefonía celular divi-

de el área de cobertura del servicio en “células”, mis-

mas que se forman alrededor de antenas de baja po-

tencia estratégicamente colocadas en puntos altos de

la ciudad (normalmente, sobre edifi cios o torres espe-

ciales, fi gura 3). Cada antena tiene una cobertura de

aproximadamente 2.5 ó 3 kilómetros a la redonda, lo

cual se traduce en un área efectiva de unos 25 kiló-

metros cuadrados; y esta zona de cobertura se empal-

ma ligeramente con las de antenas adyacentes, que

están acomodadas en un patrón que se asemeja a las

celdillas de un panal (fi gura 4).

A cada compañía participante se le asignan unos

cientos de frecuencias de comunicación, para que pue-

da proporcionar el servicio. Estas empresas, a su vez,

distribuyen dichas frecuencias entre sus distintas an-

tenas; pero cuidan que no queden antenas adyacen-

tes con las mismas frecuencias; es decir, tienen que

generar siete grupos de frecuencias, para repartirlas

en sus distintas celdillas (fi gura 5).

Caso 1Supongamos que un usuario más o menos estático de-

sea hacer una llamada. En el momento de encender el

teléfono y solicitar el tono de llamada, el aparato en-

vía una petición general, la cual llega con más poten-

cia a la antena más cercana (fi gura 6). La antena “re-

conoce” al usuario como parte de su red y le devuelve

el tono de llamada; y junto con éste, le asigna dos fre-

cuencias de comunicación (una de ida y otra de regre-

so); cuando el teléfono recibe esta información, confi -

gura sus circuitos internos para transmitir y recibir en

las frecuencias asignadas; luego expide el tono de lla-

mada y, fi nalmente, establece la comunicación.

Caso 2Para complicar un poco el asunto, supongamos ahora

que un usuario desea hacer una llamada, pero desde

su automóvil en movimiento. El proceso inicial para

establecer la comunicación, es igual al que describi-

mos en el caso anterior; pero en este caso, como el

usuario está desplazándose, es posible que salga del

área de cobertura de la antena con la que estableció

el contacto inicial.

Para evitar que se corte la llamada, tanto el teléfono

como las antenas receptoras distribuidas por la ciudad,

miden constantemente la potencia de la recepción del

usuario; dado que éste se encuentra en movimiento,

la fuerza de la señal que recibe disminuye en la ante-

na X (de la cual se va alejando) y aumenta en la ante-

na Y (a la cual se va acercando); así que cuando la se-

ñal sea débil y con esto se arriesgue la continuidad de

la comunicación, el proveedor de servicios le indicará

a la antena Y que “se ponga en contacto” con el telé-

fono del usuario en cuestión y que le asigne un nue-

vo juego de frecuencias de envío y recepción; y dicha

antena hará la conmutación de la llamada, para ha-

Figura 5

Figura 6

Petición de servicio

ID de usuario y asignación de frecuencias

Se establece la comunicación




cerse cargo de ella y relevar de esta responsabilidad

a la antena X (fi gura 7).

Si el usuario se sigue desplazando y abandona el

área de cobertura de la antena Y para entrar a la de la

antena Z, comenzará un nuevo ciclo. De esta manera,

una persona puede desplazarse de un extremo a otro

de la ciudad, y mantener todo el tiempo una conver-

sación telefónica normal.

Por eso decimos que un teléfono celular es simple-

mente una radio de comunicación de dos vías; bas-

tante sofi sticada, pero una radio al fi n. Sin embargo,

gracias a los avances de la tecnología digital, ahora

estos equipos ofrecen nuevas prestaciones a los usua-

rios. Veamos de qué se trata.

La telefonía celular digital

Para ninguno de nuestros lectores, es un secreto que la

tecnología digital ha cambiado muchos procesos que

antes se realizaban por medios estrictamente análo-

gos. Así como los tradicionales discos LP fueron des-

plazados por los discos compactos, o las películas en

VHS fueron sustituidas por los nuevos DVD, hoy casi

todos los proveedores de telefonía celular “han dado

el salto” hacia la tecnología digital; ésta proporcio-

na múltiples ventajas, en comparación con la tecno-

logía análoga.

Por ejemplo, como las señales que entraban y sa-

lían de un teléfono análogo (fi gura 8) no estaban co-

difi cadas, cualquier persona que tuviera un receptor

de radio sintonizado en las frecuencias adecuadas,

podía interceptar una conversación privada; era un

grave riesgo para los hablantes. En cambio, las co-

municaciones digitales suelen estar encriptadas; esto

signifi ca que no basta con interceptar la frecuencia

correcta; como también hay que descodifi car los da-

tos obtenidos y esto no es tan sencillo, cualquier es-

pía potencial puede desanimarse.

Veamos qué más nos ofrece la tec-

nología digital.

Ventajas de la tecnología digitalLa tecnología digital ha permiti-

do aumentar considerablemente

la duración de las baterías recar-

gables que alimentan a los teléfo-

nos celulares digitales. Como sus

circuitos de stand -by pueden fun-

cionar en un modo de muestreo,

cada aparato puede captar rápi-

damente si está tratando de entrar una llamada; y al

mismo tiempo, ahorra energía mientras el teléfono no

se encuentra en uso.

Además, la introducción de la tecnología digital,

también ha permitido incorporar algunas prestaciones

que se han vuelto indispensables para la vida moder-

na; por ejemplo, la mensajería instantánea, con la que

los usuarios de celulares pueden intercambiar men-

sajes de texto cortos en tiempo real, a un precio me-

nor que el de una llamada (fi gura 9A). Esto se com-

plementa con algunos videojuegos ejecutables en la

pantalla del celular, para entretenimiento del usuario

(B); y, algunos modelos, permiten guardar música en

formato MP3; en este caso, el teléfono funge también

como radiocasete portátil (walkman).

Otra de las ventajas de la tecnología celular, es que

permite conectarse a Internet; de esta manera, los

usuarios pueden navegar por sus páginas favoritas, re-

cibir correo electrónico, enviar y recibir archivos, etc.

(C); o bien, tienen la opción de usar su teléfono como

directorio personal, agenda electrónica, recordatorio

de actividades, despertador, etc. Y la moda es incor-

porar una pequeña cámara digital (D), con la que el

usuario puede tomar fotografías instantáneas de cual-

quier evento que le interese (si bien es cierto que la

calidad de estas fotografías no es igual a la de las que

se obtienen con una cámara digital independiente, al

menos satisface las necesidades de algunos usuarios).

Esto ha traído consigo la necesidad de incorporar pan-

tallas en color de alta resolución, que hacen todavía

más atractivos a los teléfonos modernos (E).

Finalmente, el proceso digital también ha permi-

tido incorporar a los teléfonos celulares la tecnolo-

X

Y

Z

Figura 8Figura 7




gía Bluetooth, para comunicaciones inalámbricas de

rango corto. Esto ha dado pie a la aparición de los

auriculares de “manos libres” (F), y a la posibilidad

de intercambiar información de teléfono a teléfono

sin necesidad de conectarlos con cables o algo por

el estilo. Esto tiene algunos riesgos de seguridad, de

los cuales pocos usuarios están concientes; y es que

cualquier persona malintencionada puede robar in-

formación personal, sin que el propietario del teléfo-

no se dé cuenta.

En resumen, podemos decir que la tecnología digi-

tal ha incrementado considerablemente el grado de

versatilidad de los teléfonos modernos; de ahí la pa-

sión de los jóvenes, por obtener lo más nuevo y avan-

zado que ofrecen los fabricantes de estos aparatos;

pero evolucionan con tanta rapidez, que lo que hoy

es novedad, en un año será obsoleto. Mas como los

jóvenes siempre tratan de tener el celular más sofi s-

ticado –y costoso– en sus manos, no cabe duda que

resultará benefi ciado el ámbito del servicio; más ade-

lante, volveremos a hablar de esto.

Diagrama a bloques de unteléfono celular típico

Por todo lo que acabamos de explicar, es probable

que usted se imagine que los circuitos internos de un

teléfono celular moderno deben ser extremadamen-

te avanzados; de hecho, se considera que, medido en

complejidad por volumen ocupado, un teléfono mó-

vil es el aparato más sofi sticado que una persona uti-

liza cotidianamente (y aunque una computadora por-

tátil es más compleja, ocupa mayor espacio); y es que

en sus reducidas dimensiones, un teléfono móvil tiene

que combinar una enorme cantidad de bloques funcio-

nales, que le permitan realizar sin problemas su fun-

ción de comunicar al usuario.

Ahora bien, gracias a la extraordinaria capacidad

de miniaturización de los circuitos digitales, las la-

bores en que antes se requerían varios circuitos in-

tegrados que funcionan de forma independiente, hoy

pueden ser llevadas a cabo por uno o dos circuitos de

muy alta escala de integración (ocupan poco espacio

y consumen un mínimo de energía, fi gura 10). No por

esto, sin embargo, podemos afi rmar que los circuitos

de los celulares no son complejos. Y para muestra, vea

los dos diagramas a bloques que aparecen en la fi gu-

ra 11; ahí encontrará las principales etapas de un te-

léfono Samsung SGH-T100; observe que se ha dividi-

do en dos grandes grupos: uno, es el de los circuitos

de procesamiento digital de información, fuente, dis-

play y entrada-salida de señal (etapa digital); el otro

grupo se forma con los circuitos dedicados exclusiva-

mente a la transmisión y recepción de ondas de ra-

dio (etapa de manejo de radio). Analicemos ambos

grupos por separado.

Etapa de manejo de radioEn el extremo izquierdo de este bloque, se encuen-

tra la antena de emisión-recepción de datos. Está co-

Figura 9

AB

C

D

E F

Figura 10




Figura 11

ETAPA DIGITAL

yrettaBepyT

yrettaBegatloV

yrettaBerutarepmeT

CFA,CGA

LLP

gnigrahCtiucriC

yrettaB noI-iL)dradnatS,milS(

C ENO

ROTARBIV

)zHM31(

MORPEE

KCOLC_CTR)zHK867.23(

DRAOB_YEK

DRAC MIS

REVIECER

CIM

DCL

ECAFRETNI FR

XTV3

CCVX

FRV3

3V3_CTR

CCV_CTR

LESDNABV3

CCVA

CCV

ataD laireSecafretnI

O/IecafretnI

D/AecafretnI

ECAFRETNI BB

CI YDOLEM)yloP 61(

REKAEPS

HSALF)tib M46(

SYSTEM CLOCK

SRAM(16M bit)

ETAPA DE MANEJO DE RADIO

WAS FIretliF

)zHM522(

CLretliF

)zHM54(

eludoM PMA rewoP lauD

2MX-G3314IS

OXCTCVzHM31

FT821551DH

OCV FIzHM0801

zHM069~529

W/S .tnA

)MSG(1CV)SCD(2CV

FPL FPL

.piD

XT XR3CV

LAUDWASretlif

zHM0881~5081xR

WASretlif

ANL

ANL

1LLP

2LLP

AGP

09 ∆°tfihS

÷2

zHM09

÷6

09 ∆°tfihS

÷2

zHM072 : SCD

zHM045 : MSG

Q&I.doM

zHM072 : MSGzHM531 : SCD

esahProtceteD

pooLretlif

zHM072 : MSGzHM531 : SCD

dnabesaBkcolB

)MSGP(zHM519 ~ 098

)SCD(zHM5871 ~ 0171

lauD xTOCV

CPAtiucriC

2 rexiM

atad laireSecafretni

zHM54

zHM072

÷2

zHM5811~0511 : MSG zHM5561~0851 : SCD

II-QQ-

.omeD Q&I

II-QQ-

KLCATADS

NEtiucric saib

1 rexiM

OCV FR

÷2

xR WAS

retlif

zHM045

lanoitceriD lauDrelpuoC

zHM5811~0511 : MSGzHM0561~5751 : SCD

)zHM4.749 : 26HC(

)zHM4.2481 : 896 HC(

)zHM4.209 : 26 HC(

)zHM2.7471 : 896 HC(

zHM4.2711 : 26 HC zHM4.7161 : 896 HC

)MSGE(zHM519 ~ 088




Figura 12

nectada directamente a un circuito interruptor, el cual

permite desactivarla cuando el usuario tiene su telé-

fono en modo “apagado”; y cuando el aparato se en-

cuentra activado, la antena puede recibir las señales

provenientes de las torres de transmisión, e iniciar el

proceso de captura y recuperación de datos.

Para mayor facilidad, en el diagrama se han dividido

los procesos de recepción y envío de señal; la recep-

ción se lleva a cabo en la parte superior del diagrama,

y el envío en la parte inferior del mismo. Sigamos el

recorrido de la señal de antena, en su camino de en-

trada hacia el celular; en primer lugar, llega a un blo-

que de fi ltrado (doble SAW); y luego, a un par de am-

plifi cadores de bajo ruido; también pasa por nuevas

etapas de fi ltrado, y fi nalmente llega a la primera eta-

pa de mezclado (donde se combina con una oscila-

ción generada de forma local, cuya frecuencia depen-

de del canal de recepción que se haya asignado a la

unidad), para generar una frecuencia intermedia pri-

maria de 225MHz.

Su salida pasa nuevamente por un fi ltrado, y llega

a una segunda etapa de mezclado; aquí se recupera

una señal montada en una frecuencia de 45MHz, que

es donde fi nalmente se tiene montada la información

digital recibida. Esta señal pasa por un amplifi cador

controlado en ganancia y por un demodulador, que la

convierten en un par de señales: I y Q, las cuales se

envían hacia la etapa de procesamiento digital, donde

son interpretadas para que aparezcan ante el usuario

en su forma conveniente.

Cuando el teléfono celular se encuentra en modo

de envío, las señales I y Q, que vienen desde la eta-

pa de procesamiento digital, llegan hasta el bloque

de transmisión (esquina inferior derecha); después

pasan por un modulador, un amplifi cador, un detec-

tor de fase, una etapa de fi ltrado y, fi nalmente, un os-

cilador VCO (controlado por voltaje). Este último, se

encarga de generar las frecuencias que serán expedi-

das por el teléfono.

Dicha oscilación se envía a un amplifi cador de po-

tencia, y fi nalmente llega a la antena; y desde aquí,

se expide en forma de ondas de radio (que alcanzan

a la torre correspondiente, para establecer así la co-

municación).

Como ha podido apreciar, la etapa de manejo de ra-

dio, en realidad es muy sencilla de entender.

Etapa digitalPor su parte, la etapa digital casi siempre gira alrede-

dor de un solo circuito integrado de muy alta escala de

integración, que hace las veces de microcontrolador

central (identifi cado en el diagrama como “One-C”).

Este circuito se hace cargo de casi todas las funciones

avanzadas del teléfono: recibe y genera las señales I y

Q para la etapa de manejo de radio; se comunica con

la memoria interna para consultar la agenda perso-

nal; maneja el despliegue de la pantalla LCD; recibe

las señales provenientes del teclado y cuando se re-

cibe una llamada, genera el repiqueteo o la vibración

correspondiente. Tras recibir la señal de voz que pro-

viene del micrófono, la digitaliza y le da forma ade-

cuada para su posterior manejo; controla el proceso

de carga de la batería y, por si fuera poco, vigila que

la etapa de fuente de poder genere los voltajes nece-

sarios para el correcto funcionamiento de las demás

etapas del equipo, etc.

A pesar de su aparente sencillez, el procesamien-

to digital de señales es en verdad muy complejo; y si

se ha simplifi cado tanto, es porque en un solo circuito

electrónico se concentran los bloques que antes ne-

cesitaban de varios circuitos individuales. Pese a este

grado de integración, el interior de un teléfono celular

sigue siendo lo sufi cientemente complejo como para

intimidar a cualquiera que lo mira por primera vez (fi -

gura 12); sin embargo, muchos de los pasos de repa-

ración de este equipo, suelen ser relativamente sen-

cillos. De esto hablaremos a continuación.

¿Conviene reparar teléfonoscelulares en nuestro taller?

Para muchos técnicos en electrónica, es una pregun-

ta clave para considerar si dan el salto hacia la repa-

ración de estos equipos, o si los siguen rechazando




cada vez que llegan a su centro de servicio. Para mu-

chos de ellos, no es rentable este tipo de trabajos; so-

bre todo, si se toma en cuenta que son aparatos que

pueden conseguirse a muy bajo costo (algunas empre-

sas los ofrecen a menos de 40 dólares, ¡y con 30 dó-

lares de tiempo aire incluido!); pero esto sólo se apli-

ca a las unidades más básicas y con menor cantidad

de características, porque los teléfonos más moder-

nos defi nitivamente cuestan mucho más.

En efecto, un teléfono con cámara integrada, pan-

talla a color, tamaño reducido, diseño atractivo, etc.,

fácilmente puede costar entre 300 y 400 dólares (fi -

gura 13); de manera que cuando este aparato tiene

algún problema, su propietario no se deshace de él

tan fácilmente (casi se lo podemos asegurar, porque

en este caso le “duele” el bolsillo); en vez de esto, lo

manda reparar para seguir usándolo.

Pero para suerte de los técnicos en servicio, muchas

de las fallas de los teléfonos celulares son fáciles de

detectar y solucionar; por ejemplo, un buen porcen-

taje de ellas se debe a baterías defectuosas, que ya no

retienen su carga por mucho tiempo (o a falsos con-

tactos en las terminales en donde llega el cable para

cargar la batería). Son comunes los problemas relacio-

nados con el desplazamiento de unas pequeñas gomas

conductoras que se colocan dentro del equipo, y que

sirven para enviar y recibir señales; o problemas que

tienen que ver con la fractura de un conector fl exible

(lo cual es común en los teléfonos que se abren y cie-

rran, ya que estos conectores suelen doblarse y fallar

por el uso continuo). Todas estas fallas son relativa-

mente fáciles de solucionar; al menos para quien está

acostumbrado a lidiar con circuitos electrónicos; por

lo tanto, la solución de un buen porcentaje de fallas

en el hardware de estas unidades, no debe implicar

demasiado tiempo y esfuerzo.

Programación de los teléfonos celulares

Desde este momento,

cabe aclarar que se tra-

ta de fallas en hardware;

y es que un teléfono ce-

lular, al igual que cual-

quier otro equipo digital

complejo, posee un programa interno que realiza to-

das sus funciones; y cualquier falla en el lenguaje de

programación, en la memoria donde se almacena, en

la comunicación entre circuitos, etc., puede ocasionar

diversas alteraciones: desde equipos en que no se pue-

de ejecutar función alguna, hasta unidades comple-

tamente desconfi guradas e inoperantes. Esto signifi ca

que una porción signifi cativa de su labor de servicio a

estos teléfonos, consiste en solucionar problemas en

la programación de los mismos; y un buen porcentaje

de las fallas en estas unidades, se corrige simplemen-

te a través de su teclado; o en ocasiones, utilizando

un cable de conexión especial hacia la computadora

y un software de diagnóstico especializado.

Por ejemplo, una de las fallas más comunes de un

teléfono celular, es el “desbloqueo” ocasionado por

Figura 13

Figura 14

Figura 15




el usuario, que le pone una clave de acceso al equi-

po y luego ya no la recuerda. Entonces, se puede re-

currir a un programa especialmente diseñado para

tal propósito (fi gura 14); y mediante un cable de co-

municación especial, hay que recuperar el uso del te-

léfono a través de una simple instrucción dada en la

computadora.

Cabe aclarar que algunos programas son demasia-

do fáciles de utilizar, y que otros requieren un profun-

do estudio por parte del técnico (fi gura 15); con ellos,

se pueden confi gurar muchos de los aspectos funcio-

nales del teléfono; y una opción mal colocada, puede

arruinar por completo la unidad. Si es usted usuario

de Internet, en la red mundial encontrará una amplia

variedad de foros de discusión, en donde los técnicos

especializados en la materia intercambian opinio-

nes y consejos (fi gura 16); así que no le resultará difí-

cil encontrar en alguno de ellos la solución a su pro-

blema particular.

Pero en ocasiones, los problemas son absurdamen-

te sencillos de solucionar; por ejemplo, se ha descu-

bierto que en lugares donde hay mucha humedad,

ésta se llega a acumular en los contactos de la bate-

ría, del chip GSM, del cargador, etc.; así que basta con

limpiar adecuadamente dichos contactos, para que el

teléfono vuelva a funcionar de manera normal. En el

caso del chip GSM, la solución de muchas fallas con-

siste en extraer este circuito, limpiar los contactos y

volverlo a colocar. Otras fallas se solucionan, con el

simple hecho de reiniciar el teléfono (existen diversos

procedimientos para hacer esto, y varían entre las dis-

tintas marcas y modelos de celulares); en todo caso,

consulte los manuales correspondientes o los foros de

discusión; seguramente encontrará la forma de reini-

ciar su teléfono.

En fi n, para reparar teléfonos celulares, hay que sa-

ber cómo lidiar con circuitos electrónicos y tener un

buen conocimiento sobre la programación de la par-

te lógica de los mismos. Esta última parte es la que

más intimida al técnico tradicional; pero si se anima

a entrar en este campo y se inscribe en los foros ade-

cuados, pronto estará reparando estos equipos de for-

ma rápida y efectiva; piénselo; esto puede convertirse

en una muy interesante fuente de ingresos adiciona-

les para su taller.

Entonces, no menosprecie los teléfonos celulares,

ni los siga considerando “equipos desechables”. Mu-

chas de sus fallas son extremadamente sencillas de

solucionar, y ni siquiera implican abrir el aparato; de

manera que si por ejemplo cobra 10 o 20 dólares por

reparar un teléfono que en el mercado vale 100 o más,

los usuarios solicitarán sus servicios; y usted, tendrá

una remuneración adicional segura.

Nota fi nal

En la segunda y última parte de este artículo, entrare-

mos de lleno a diversas cuestiones relacionadas con

el servicio a teléfonos celulares. Sabemos que se tra-

ta de una tecnología que, en principio, puede resul-

tarnos intimidante, pero es sólo la primera impresión:

se lo aseguramos.

Usted verá que muchas veces es más difícil loca-

lizar una falla en un circuito de un televisor, que dar

mantenimiento a un teléfono celular, aunque cabe

aclarar que en este caso el servicio no llega al nivel

de los circuitos, dada la extrema compactación de es-

tos aparatos.

Concluye en el próximo número

Figura 16




SE

RV

IC

IO

T

ÉC

NIC

O

Millones de personas usan a diario la comunicación por teléfono celular. Por lo tanto, los teléfonos celulares pueden ser una fuente importante de trabajo para nosotros, máxime que continuamente están lanzándose al mercado refi nados modelos, cuyo servicio sí se justifi ca desde el punto de vista de su costo. De hecho, los modernos teléfonos celulares, en particular los más avanzados, ofrecen prestaciones que van más allá de la simple comunicación telefónica; por ejemplo, ya son comunes los aparatos con agenda electrónica, con funciones de fax, Internet, brújula electrónica, cámara fotográfi ca, calculadora, mensajería electrónica, etc. Todo un nuevo concepto de prestaciones y servicios hacia la convergencia digital.

En el presente artículo, dividido en tres partes, veremos en qué consiste la tec-nología celular, cómo trabaja un teléfono móvil y la conveniencia de incorporarlo a la lista de equipos que recibimos para reparación; incluso, explicaremos algunos detalles adicionales sobre fallas y soluciones comunes. Queremos que luego de leer este artículo, usted se anime a reparar este tipo de aparatos en su taller; después de todo, puede convertirse en una interesante fuente de ingresos.

PROGRAMACIÓN Y REPARACIÓN DE TELÉFONOS CELULARESSegunda de tres partesLeopoldo Parra Reynada

En comunicación

En el artículo anterior, dimos un vistazo a la tecnología

de los teléfonos celulares y exploramos su estructura

interna; también comentamos que una reparación a

fondo es prácticamente imposible, debido, sobre todo,

a la falta de repuestos adecuados. A pesar de ello, exis-

ten ciertas reparaciones que sí se pueden llevar a cabo

con relativa facilidad, y que no implican demasiado

esfuerzo para el técnico; esto será tema de la terce-

ra parte, pues en esta ocasión nos ocuparemos de los

aspectos relacionados con la programación.

En efecto, algo que caracteriza a los teléfonos ce-

lulares modernos, es que combinan una sección de

hardware muy compleja (fi gura 17) y una porción de

software que también tiene muchos detalles impor-




Figura 18

tantes, los cuales inciden directamente en el funcio-

namiento del equipo. De hecho, podríamos decir que

un teléfono móvil es una especie de microcomputa-

dora portátil (fi gura 18), que posee un sistema opera-

tivo propio, aplicaciones, memoria, confi guración de

fábrica y de usuario, etc.; y al igual que cualquier otro

programa, estas líneas de código a veces pueden traer

errores ocultos, que se corrigen mediante la actuali-

zación del código interno del equipo. En este artícu-

lo veremos cómo se hace dicha tarea.

También existen algunas restricciones impuestas

por los propios fabricantes o por los distribuidores de

teléfonos celulares, mismas que, por ejemplo, impiden

usar un aparato que originalmente pertenecía a cierto

proveedor de servicios, con tarjetas de otro proveedor.

Esto es por demás frustrante para quienes viajan con

frecuencia, cuando, al querer usar su teléfono móvil,

se dan cuenta de que está fuera del área de cobertura

de su proveedor de servicios o de sus empresas afi lia-

das, y que tampoco pueden usarlo con una tarjeta

de un proveedor local. Para abrir estos “canda-

dos” que se colocan en el software, se han

elaborado algunos métodos de “desblo-

queo” de teléfonos móviles. Una vez

aplicada la “contrallave” correcta,

estos aparatos pueden conver-

tirse en unidades “universa-

les”, capaces de funcio-

nar con casi cualquier

proveedor del mun-

do. De esto también

hablaremos en el

presente artículo.

Finalmente, cabe señalar que en su calidad de equi-

pos electrónicos modernos, los teléfonos móviles po-

seen un modo de servicio que permite conocer a fondo

la confi guración interna de estos equipos. Por lo deli-

cado que puede ser el trabajo de modifi cación de es-

tos parámetros, sólo veremos un caso real; describi-

remos brevemente los puntos que se pueden llegar a

encontrar. Pero no está de más decirle que debe pro-

ceder con mucho cuidado, ya que un parámetro mal

puesto en el teléfono móvil, puede arruinarlo por com-

pleto e imposibilitar su recuperación.

Como puede darse cuenta, hay mucho terreno por

recorrer. Con lo que será analizado en este artículo,

apenas estamos viendo “la punta del iceberg” del cam-

po de servicio de los teléfonos celulares. Sin embar-

go, esperamos que usted se motive a seguir estudian-

do y profundizando en el tema; después de todo, los

teléfonos móviles se han convertido en una verdade-

ra necesidad para un alto porcentaje de la población;

y representan una enorme fuente de ingresos poten-

cial, para quien sepa confi gurarlos y repararlos. ¿Le

parece bien si comenzamos a hablar?

Desbloqueo de teléfonos

Una de las peticiones que con mayor frecuencia re-

ciben los especialistas en servicio a teléfonos celula-

res, es retirar de la unidad una restricción impuesta

por los propios proveedores de telefonía celular; por

decirlo así, “amarran” o limitan el uso del aparato, de

modo que no sea posible hacerlo funcionar con tar-

jetas y con la red de comunicaciones de una empre-

sa que no sea la titular. ¿Y qué pasa si de repente un

usuario viaja a una región o a un país en donde el pro-

veedor del servicio no tiene cobertura? ¿Qué puede

hacer para usar su teléfono celular? ¿Adquirir y usar

una tarjeta telefónica SIM de cualquier proveedor lo-

cal, en tanto regresa a su lugar de origen? No; recuer-

de usted que existen ciertos “candados” que anulan

esta posibilidad.

Por suerte, hay maneras de desbloquear los telé-

fonos celulares. Tal como usted se imaginará, los fa-

bricantes no producen unidades para un país espe-

cífi co; de origen, sus aparatos son “universales”. Así,

para que un proveedor de servicios de telefonía celu-

lar adquiera derechos de explotación y pueda limitar

Figura 17




Figura 21

el uso de los aparatos de su competencia (mediante

la aplicación de “candados”), es necesario que colo-

que un código en el software de operación de los mis-

mos (fi gura 19). Pero si somos capaces de retirar esos

“candados” de software, devolveremos al teléfono en

cuestión su condición de “universal”; y el cliente po-

drá usar cualquier red de comunicaciones, con el solo

hecho de pagar la cuota correspondiente.

Para realizar el desbloqueo, existen diversos mé-

todos; algunos de ellos implican el uso de cables es-

peciales, con los que el teléfono se conecta a una

computadora (que es la que se encarga de enviar las

instrucciones necesarias para desbloquear al apara-

to). Pero en el caso de ciertas marcas de teléfonos ce-

lulares, sólo se requiere obtener un código numérico

especial; la clave sirve para “liberar” al teléfono, sin

necesidad de usar cables o una computadora; en esta

situación se encuentran los aparatos de Nokia, uno

de los cuales hemos elegido para ejemplifi car cómo

se hace este tipo de desbloqueo. Veamos.

Caso 1Lo primero que debemos conocer, es el número par-

ticular del teléfono. En el medio, a este número se le

conoce como el IMEI (siglas en inglés de “identifi ca-

ción de equipo móvil internacional”). Es un conjunto

de 15 dígitos, que tiene la forma:

Aaaaaa-bb-cccccc-d

Los seis primeros números forman un código interno

que identifi ca al país en que fue vendido el teléfono;

y los otros cuatro, son un código interno de cada fa-

bricante. El subconjunto “bb” identifi ca al fabricante

del equipo (07 ó 40 para Motorola, 10 ó 20 para No-

kia, 41 ó 44 para Siemens, etc.). El tercer grupo de

números es propiamente el número de serie del te-

léfono; y la última cifra, fue colocada para usos futu-

ros (como todavía no se usa, normalmente se queda

en 0 (fi gura 20).

¿Cómo podemos conocer el IMEI de un teléfono ce-

lular? Muy sencillo: sólo teclee la combinación *#06#,

y en la pantalla aparecerá el número de serie del apa-

rato (fi gura 21). Si usted desea desbloquearlo, deberá

copiar cuidadosamente este número; la combinación

de teclas que debe presionar para liberar el teléfono,

depende directamente del IMEI de éste.

¿Por qué es tan importante conocer el IMEI del te-

léfono? Si, por ejemplo, roban la unidad, el usuario

podrá reportar el hecho a la compañía celular, y exi-

gir que el aparato sea incluido en la “lista negra” de

los proveedores de telefonía celular; así, automática-

mente, el aparato será desactivado.

El IMEI es uno de los primeros datos que el teléfo-

no transmite hacia el proveedor, en el momento en

que se intenta establecer una comunicación. De ma-

nera que si desde un principio la compañía se perca-

ta de que alguien está tratando de hablar por un telé-

fono robado, simplemente cancela la llamada (fi gura

Figura 19 Figura 20

Estructura del IMEI típico de un teléfono celular.

123456-XX-123456-0

Código interno, identifi ca el país

donde se construyó el teléfono, dónde

se vendió, etc. ID d

el fa

bri

can

te

Número de serie

Cifraadicional




Figura 23

22). Y al contrario de lo que sucede con otros pará-

metros, que pueden ser cambiados o desbloqueados

por medio de software o hardware, cuando un teléfo-

no entra a la “lista negra”, sólo el proveedor de servi-

cios puede retirarlo de ella; y lo hará, siempre y cuan-

do el interesado acredite debidamente que la unidad

le pertenece. Además, como es imposible modifi car

el número de serie de un teléfono, una vez que en-

tra a las “listas negras” queda inhabilitado para todos

los proveedores de telefonía celular del área en cues-

tión, e incluso para los prestadores del servicio en el

resto del mundo.

Pero regresemos al proceso de desbloqueo del pro-

veedor celular. Una vez que usted conozca el IMEI

del teléfono, deberá usar alguno de los programas

especialmente diseñados para calcular el código de

desbloqueo del mismo; por ejemplo, el NokTool, el

NokiaFreeUnlock, etc. (fi gura 23). Y aunque existen

programas “universales” para calcular códigos de des-

bloqueo, generalmente hay que usar el programa es-

pecialmente diseñado para la marca del equipo suje-

to a reparación.

Dado que los aparatos de Nokia son de los más co-

nocidos y utilizados en todo el mundo, incluso existe

una “calculadora de códigos” en línea, en la siguien-

te página (fi gura 24):

http://unlock.nokiafree.org

Lo único que usted tiene que hacer, es indicar el IMEI

del teléfono, el país y el proveedor con que original-

mente fue contratado, el modelo y algunos otros datos

adicionales; y con esto, automáticamente, se genera

una serie de códigos de desbloqueo (por lo general, en-

tre seis y siete); elija el que usted cree que puede servir

para desbloquear el aparato. Mas si no confía en un

sitio gratuito, puede usar los servicios que se brindan

en algunas páginas de Internet; por una suma que va

Se envía la petición de servicio

Figura 22

Solicitud de identifi cación

Se transmite el IMEI

Si el número es válido,

se da el servicio; si está

en una “lista negra”, se

niega la comunicación

Figura 24




de 1 a 20 dólares, le calculan la serie de códigos y le

indican cuál de ellos es el que probablemente funcio-

nará para su teléfono en particular (fi gura 25).

Aquí hay que hacer una advertencia: los teléfo-

nos Nokia sólo soportan cuatro intentos de desblo-

queo; después de ello, se bloquean de tal forma que

ya no es posible liberarlos a través del teclado. Pero

no todo está perdido; incluso en estos casos, los apa-

ratos pueden ser reactivados con el uso de un cable,

una computadora y un software especial (regresare-

mos a esto más tarde).

Para tener mayores posibilidades de elegir correc-

tamente la combinación con que se desbloquea el te-

léfono, consulte los foros especializados en el tema;

abundan en Internet, y sirven para que los técnicos

de distintas partes del mundo expongan lo que les ha

sucedido en el momento de reparar estos aparatos.

Puede probar por ejemplo el GSM-Forum (www.gs-

mhosting.com/vbb/index.php), que está en inglés;

o los foros en español, de “Yo reparo” (www.yorepa-

ro.com/foros/celulares/index.html, fi gura 26). Entre

a este fascinante mundo, y comprobará que la comu-

nidad de técnicos especializados en telefonía celular

se compone de personas abiertas, que no dudan en

compartir sus conocimientos y experiencias con los

interesados en el tema.

Una vez que haya liberado el teléfono, su clien-

te podrá usarlo prácticamente en cualquier lugar del

mundo; y para ello, sólo tendrá que comprar tarjetas

SIM locales. Además, así evitará los altos cargos por

concepto de roaming internacional.

Sólo como referencia, cabe mencionar que los ce-

lulares Nokia no son los únicos que pueden desblo-

quearse por medio de su teclado; esto también se pue-

de hacer en ciertos modelos de aparatos Motorola,

Panasonic y Sagem, entre otros. En todo caso, consul-

te las páginas de Internet especializadas en el desblo-

queo de celulares, para saber si el teléfono en cues-

tión puede liberarse con un simple código de teclado;

o si hay que realizar un proceso más complejo, como

el que describiremos enseguida.

Caso 2 Los aparatos celulares de ciertas marcas, no pueden

ser desbloqueados utilizando tan sólo su teclado.

Los equipos de muchas marcas (entre ellas Motoro-

la, Sony-Ericsson, Siemens, Panasonic, etc.) requie-

ren el uso de un cable especial de comunicación, para

conectarse a la computadora; y en ésta se debe eje-

cutar un programa especial, que facilite la comunica-

ción entre ambos aparatos y permita modifi car algu-

nas confi guraciones internas del celular.

Para ejemplifi car este procedimiento, veamos el

caso de desbloqueo de un teléfono Samsung.

Figura 25

Figura 26




Figura 28

Consiga entonces el cable especial para conec-

tar el teléfono a la computadora (fi gura 27), así como

uno de los programas especiales con que estos apa-

ratos pueden intercambiar información. En este últi-

mo caso, elegimos el Unlocker; este software produ-

cido por la compañía Cerberos, puede conseguirse en

Internet (fi gura 28).

Coloque el cable entre el teléfono y la computado-

ra, y busque en ésta el IMEI del teléfono en cuestión.

En los respectivos campos del programa, introduzca

este dato y el modelo del aparato Samsung que quie-

re desbloquear.

Presione el botón UNLOCK, para que el programa se

comunique con el teléfono y cambie su confi guración

interna, de modo que quede libre y pueda ser utilizado

con cualquier proveedor de telefonía celular.

Con la descripción de este caso, queda claro que

si usted desea dar servicio a los teléfonos móviles,

deberá tener una buena colección de cables de co-

municación; recuerde que hay una gran variedad de

marcas y modelos de celulares (fi gura 29). También

requiere de varios programas de software especial-

mente diseñados para la confi guración de estos apa-

ratos (fi gura 30).

Por cierto, ya que estamos hablando de estos pro-

cedimientos, es muy importante aclarar un punto:

siempre que vaya a modifi car parámetros de un celu-

lar, ya sea a través de su propio teclado o de un ca-

ble conectado a la computadora, asegúrese de que la

batería del teléfono esté completamente cargada. En

vez de ser desbloqueados, muchos aparatos terminan

con fallas intermitentes, problemas de confi guración

o totalmente arruinados; y todo, porque el técnico en

turno decidió realizar una confi guración complicada

sin verifi car antes el estado de la batería (fi gura 31).

Así que ya lo sabe: ANTES de utilizar un programa

que modifi ca de alguna manera la programación in-

terna del celular, verifi que que la batería del aparato

esté completamente cargada; hágalo, si quiere evitar

muchos problemas.

Figura 27 Figura 29




Por último, cabe señalar que algunos programas sir-

ven únicamente para desbloquear los móviles; y que

para labores de mayor grado de difi cultad, debe uti-

lizarse software más avanzado. De esto hablaremos

a continuación.

Confi guración profunda vía software

Al igual que cualquier otro equipo digital moderno de

alta complejidad, casi todo el funcionamiento de los

teléfonos celulares se basa en una porción de software

extremadamente avanzado. Este tipo de programas,

administra todas las tareas que puede realizar el ce-

lular; desde la detección de las teclas que se oprimen,

hasta la captura y almacenamiento de imágenes; des-

de la realización de una llamada, hasta el control de

la agenda del usuario; desde la memorización de un

número telefónico, hasta el ingreso a Internet para re-

visar el correo electrónico del usuario. En fi n, las ta-

reas de un teléfono celular son cada vez más varia-

das; y de hecho, en muchos casos ya sustituyen a las

tradicionales agendas digitales personales (los llama-

dos PDA). Esto ha generado algunas críticas por par-

te de ciertos analistas del mercado y de la tecnología,

quienes mencionan que durante mucho tiempo, soña-

ron que las computadoras personales serían tan fáci-

les de manejar como los teléfonos tradicionales; dicen

que actualmente vamos en sentido contrario, porque

el manejo de los celulares se está volviendo tan com-

plejo como el de las computadoras; incluso, que pue-

de llegar a ser todavía más difícil (fi gura 32).

Ahora bien, los usuarios de computadoras saben

que periódicamente deben revisar si alguno de sus

programas requiere ser actualizado. Pero para facili-

tarle las cosas al usuario, muchos programas ya inclu-

yen una opción de “actualización automática”, con la

que el propio software se comunica vía Internet con

Figura 30

Figura 31




la página del fabricante; y si encuentra alguna actua-

lización, la descarga y la instala con una mínima par-

ticipación del usuario; sin duda, es una gran ventaja

en la mayoría de los casos (fi gura 33).

Con la descripción que acabamos de hacer, nos in-

troduciremos en un aspecto que muchas personas no

tienen presente: que como el software de los teléfo-

nos móviles es un programa de alta complejidad, se-

guramente (como sucede en el caso del software para

computadora) trae errores u omisiones desde fábrica;

pero todo esto se va corrigiendo, conforme el fabri-

cante recibe los informes correspondientes. Esto sig-

nifi ca que si su celular es un aparato de reciente apa-

rición en el mercado, hay muchas probabilidades de

que su programa interno tenga errores sin corregir o

que no esté debidamente optimizado.

Pero no sólo para corregir errores, se modifi ca el

software de un teléfono (o de cualquier otro equipo

digital complejo). Algunas actualizaciones sirven para

mejorar las prestaciones del equipo; o bien, le dan

mayor fl exibilidad al usuario, añaden módulos nue-

vos (por ejemplo, juegos, pantallas, tonos), etc. Resul-

ta evidente entonces, que son muchas y muy variadas

las razones por las que conviene mantener perfecta-

mente actualizado el software de un teléfono celular;

el problema, es que casi nadie sabe que hay que ha-

cer esto; y pocas personas, tienen idea de la forma en

que se lleva a cabo. Pero ya es momento de que se-

pamos cómo hacer esta actualización.

Al fondo del asuntoComo usted comprenderá, para realizar una tarea tan

delicada como cambiar el software básico de un te-

léfono celular, no podemos confi ar solamente en có-

digos introducidos a través del teclado; forzosamen-

te, necesitamos de una conexión a una PC (y como

los archivos de actualización llegan a medir más de

10MB, difícilmente podríamos introducir de forma ma-

nual tal cantidad de datos, sin cometer errores). Este

enlace depende completamente del modelo del telé-

fono; casi todos los celulares pueden conectarse a la

PC por medio de un cable USB; los aparatos que tie-

nen un puerto de comunicaciones infrarrojo o la ca-

racterística Bluetooth, pueden comunicarse con la

computadora si es que ésta tiene también dicho tipo

de puertos (fi gura 34).

Dado que la situación más común es que la actua-

lización se realice a través de un cable USB, es la que

explicaremos enseguida.

En primer lugar, busque en la página electrónica del

fabricante, la nueva versión del software de su equi-

po (conocido genéricamente como fi rmware, porque

se encuentra grabado en una memoria tipo EEPROM,

en la que puede leerse fácilmente pero no tan fácil se

escribe). En ocasiones, este paso es el más comple-

jo; algunos fabricantes son muy renuentes a liberar el

software de control de sus equipos, y lo envían úni-

camente a sus centros de servicio autorizados, con la

idea de que incluso para algo tan sencillo como una

actualización del software, el usuario tenga que acu-

dir a ellos. Sin embargo, tomando en cuenta que mu-

chas veces estos centros de atención sólo se locali-

zan en las grandes ciudades, los usuarios que viven

en poblaciones pequeñas tienen que recorrer grandes

distancias para realizar un proceso que generalmente

no dura más de 10 minutos.

MANUAL DE USUARIO

MANUAL DEUSUARIO

Figura 32

Figura 33

Figura 34




Ante este panorama, los especialistas en servicio a

celulares han desarrollado una cultura de intercam-

bio de archivos a través de Internet; esto pone al al-

cance de los técnicos, los archivos de fi rmware nece-

sarios para actualizar casi cualquier marca y modelo

de teléfono celular; sólo hay que ser pacientes, y par-

ticipar en los foros adecuados (fi gura 35).

Una vez que tenga en sus manos la nueva versión

del fi rmware, proceda a grabarla en el teléfono móvil.

Esto debe hacerse de la siguiente manera:

Paso 1Como la versión de software que acaba de obtener

debe ser más reciente que aquella que ya se encuen-

tra instalada en el teléfono, usted tiene que ser cui-

dadoso; no vaya a cargar en el aparato una versión

anterior del fi rmware. Para averiguar qué versión de

software está instalada en el móvil, deberá teclear

un código que varía entre fabricantes y modelos; por

ejemplo, algunos modelos de Nokia expiden esta in-

formación al teclear el código *#9999#; en otros casos

es necesario teclear el código *#68237115812125#, o

el código *#170602112302#. Para algunos teléfonos

Samsung, también es útil el código *#9999#; o bien,

el código *#0837#. En algunos teléfonos Motorola, el

proceso es más complejo; implica la colocación de

un puente conductor entre algunas terminales, y la

introducción de un código; en el caso de los teléfo-

nos Sony-Ericsson, hay que entrar al modo de servi-

cio para buscar el dato.

En todo caso, si tiene dudas, ingrese a los foros de

Internet; ahí le dirán cuál es el mejor procedimien-

to para obtener la versión de software del teléfono

en cuestión.

Paso 2Una vez que haya comprobado que el fi rmware que

descargó de la red mundial es más reciente que el ya

incluido en el teléfono, deberá cargarlo en la memo-

ria. En este ámbito del servicio, a dicha tarea se le lla-

ma “fl ashear”).

Paso 3Mediante un programa especial para el grabado de me-

morias EEPROM o FLASH, como el PonyProg o el EE-PROM-Tools (fi gura 36), y luego de conectar el teléfono

a la computadora por medio de su cable de transferen-

cia de datos, proporcione las instrucciones necesarias

para que el nuevo sistema operativo y demás aplica-

ciones auxiliares se carguen en la memoria interna del

teléfono móvil. A veces, este proceso tarda unos mi-

nutos; y no olvide que debe hacerse con la batería del

celular completamente cargada y en buen estado (si

no está seguro de las condiciones en que se encuentra

la batería, mejor reemplácela; al menos, para realizar

esta operación). Si usted no verifi ca este punto, pro-

bablemente no se realizará de forma correcta el gra-

bado de la memoria; y se producirán algunos errores

no deseados (bugs), que pueden afectar gravemente

el desempeño de la unidad.

Figura 35

Figura 36




Sólo como precaución, y si el programa le da la

oportunidad de hacerlo, antes de grabar la nueva ver-

sión de fi rmware, copie la versión anterior; y si es po-

sible, también haga un respaldo de todos los datos del

usuario (agenda, fotografías, etc.); se han reportado ca-

sos en que después de una actualización de fi rmware,

deja de haber acceso a dicha información.

Si usted respalda la versión anterior del software,

tendrá un punto de retorno seguro en caso de que la

nueva versión ocasione más problemas que los que

soluciona.

Paso 4No le devuelva a su cliente el aparato en cuanto haya

hecho la actualización; pruebe su funcionamiento du-

rante un día, para estar seguro de que ya no tiene pro-

blema alguno. Si durante este periodo de prueba no

encuentra nada extraño en la operación del celular,

devuélvalo a su propietario con toda confi anza.

Actualización y carga de otros programas

Una de las principales características de los teléfo-

nos celulares nuevos, es su capacidad de almacenar y

ejecutar programas externos, siempre y cuando estén

diseñados conforme a las pautas establecidas por su

respectivo fabricante. Esto se debe a que cada com-

pañía utiliza un sistema operativo propio, que gene-

ralmente no es compatible con el de otras marcas; de

manera que si le interesa obtener y cargar en su te-

léfono móvil este tipo de programas, primero tendrá

que ver si efectivamente han sido diseñados para la

marca y modelo del mismo; así evitará problemas de

compatibilidad.

Casi siempre, estos programas son juegos que se

ejecutan en la pantalla del celular (fi gura 37); pero ya

comienzan a aparecer algunas aplicaciones auxilia-

res para el hogar o la ofi cina. Generalmente, se pue-

den encontrar en las páginas dedicadas al tema, en

los sitios Web de las compañías fabricantes de telé-

fonos celulares.

Dado que se trata de programas dedicados al con-

sumidor fi nal, el proceso de carga de dichas aplica-

ciones es muy sencillo; incluso, las compañías fabri-

cantes de celulares ponen a disposición del público en

general las herramientas necesarias para hacer esto

en casa; pero, naturalmente, debe contarse también

con una computadora personal.

Como Nokia es una de las empresas que más faci-

lidades brindan al usuario y a los técnicos en servicio,

para explicar el procedimiento de carga de software

nuevo en un teléfono, nos servirá de base un apara-

to de esta marca:

1. Primero, hay que conectarse a la página Web de esta

compañía y descargar desde ahí su “Nokia PC Sui-

te” (búsquela en www.nokia.com/pcsuite). Es un ar-

chivo de 16MB, cuya curiosa extensión, *.MSI, pue-

de confundir a algunos de nuestros lectores; pero

es un nuevo tipo de archivo ejecutable para Win-

dows 2000 y XP (NOTA: Si su computadora no tiene

ninguno de estos sistemas operativos, en la pági-

na de descarga de esta aplicación existen otras op-

ciones para versiones anteriores; incluso, algunas

están dedicadas a teléfonos muy antiguos; consul-

te la ayuda de la página, para obtener mayor in-

formación).

2. Cuando termine la descarga, ejecute el archivo men-

cionado (deberá tener usted privilegios de admi-

nistrador). Después de esto, al lanzar el programa,

aparecerá una pantalla como la que se muestra en

la fi gura 38. Observe que hay muchas herramien-

tas para el mantenimiento periódico de la informa-

ción almacenada en el teléfono celular; entonces,

podemos hacer un respaldo de los datos persona-

les del usuario, descargar en el disco duro de la PC

las imágenes capturadas con el celular, administrar

los mensajes enviados y recibidos, etc. Sin embar-

Figura 37




Figura 39

Figura 38

go, nos interesa más la utilería de “instalar aplica-

ciones”; con ella, podemos cargar nuevos progra-

mas en el teléfono celular. Siga las instrucciones

que van apareciendo en pantalla (fi gura 39); y en

pocos minutos, podrá disfrutar de nuevos progra-

mas en su teléfono móvil.

El modo de servicio en teléfonos celulares

Como último punto de este artículo, vamos a ver la

forma en que se puede entrar a una modalidad que se

llama “modo de servicio”; sirve para realizar algunas

confi guraciones avanzadas en el teléfono, y que nor-

malmente no deben quedar en manos del usuario.

Para entrar a esta modalidad, introduzca un código

de teclado similar al que vimos para obtener el IMEI

o la versión de software del aparato. Aunque el có-

digo específi co varía de modelo en modelo, sólo hay

que consultar los foros correspondientes en Internet

para saber cuál es el código de una marca y mode-

lo de celular.

Sólo como un ejemplo, enseguida veremos de qué

forma se puede entrar al modo de servicio de un telé-

fono Nokia 5120 (este código también sirve para otros

modelos de esta marca):

1. Oprima la clave *#3001#abcde#. Aquí, “abcde” es

el código de seguridad del teléfono. La combina-

ción fi jada desde fábrica, es 12345; pero si el usua-

rio cambió este número, usted deberá introducir el

nuevo código de seguridad para entrar al modo de

servicio.

Le recomendamos que explore cuidadosamen-

te estas opciones; primeramente sin tocar nada, y

luego haciendo cambios pequeños que no compro-

metan la operación normal del móvil.

2. Cuando haya realizado los cambios, para que éstos

se graben en la memoria del teléfono y usted pueda

salir del modo de servicio, apague la unidad. Esto

es lo único que tiene que hacer, para que se reali-

cen los cambios solicitados.

Comentarios fi nales

Como ha podido apreciar, el servicio a teléfonos ce-

lulares implica que el conocimiento del concepto de

software debe ser más profundo que el que normal-

mente se necesita para dar servicio a un televisor o

a un equipo de audio. Pero consideramos que vale la

pena entrar a este campo de trabajo, porque puede

convertirse en una fuente de ingresos adicional para

usted y su familia; piénselo bien.

En la tercera y última parte de este artículo, revi-

saremos algunas fallas en el hardware de un teléfono

celular, que son susceptibles de corrección.




SE

RV

IC

IO

T

ÉC

NIC

O

Millones de personas usan a diario la comunicación por teléfono celular. Por lo tanto, los teléfonos celulares pueden ser una fuente importante de trabajo para nosotros, máxime que continuamente están lanzándose al mercado refi nados modelos, cuyo servicio sí se justifi ca desde el punto de vista de su costo. De hecho, los modernos teléfonos celulares, en particular los más avanzados, ofrecen prestaciones que van más allá de la simple comunicación telefónica; por ejemplo, ya son comunes los aparatos con agenda electró-nica, con funciones de fax, Internet, brújula electrónica, cámara fotográfi ca, calculadora, mensajería electrónica, etc. Todo un nuevo concepto de prestaciones y servicios hacia la convergencia digital.

En el presente artículo, dividido en tres partes, veremos en qué consiste la tecnología celular, cómo trabaja un teléfono móvil y la conveniencia de incorporarlo a la lista de equipos que recibimos para reparación; incluso, explicaremos algunos detalles adicionales sobre fallas y soluciones comunes. Queremos que luego de leer este artículo, usted se anime a reparar este tipo de aparatos en su taller; después de todo, puede convertirse en una interesante fuente de ingresos.

PROGRAMACIÓN Y REPARACIÓN DE TELÉFONOS CELULARESTercera y última parteLeopoldo Parra Reynada

Introducción

En las dos entregas anteriores de esta serie de

artículos, vimos algunos de los puntos importantes

sobre el servicio a teléfonos celulares; sobre todo, con

respecto a su programación y al mantenimiento de su

sección lógica o software. Sin embargo, y como usted

podrá imaginar, estos aparatos no sólo fallan en su

sección lógica; también llegan a presentar problemas

en sus secciones físicas (hardware); y es en este tipo

de reparaciones, donde nuestra experiencia como

técnicos en electrónica resulta invaluable.




Los teléfonos celulares, al

igual que cualquier otro equipo

electrónico, pueden tener

problemas que van desde los

más sencillos, hasta aquellos

en que es verdaderamente

incosteable su reparación.

Esto se ha acentuado con la

aparición de teléfonos muy

económicos, en cuyo bajo

costo se incluye una atractiva

oferta de tiempo-aire; por lo

tanto, el precio real de los

mismos termina siendo de

apenas unos 20 dólares o

menos; en tal caso, lo más seguro es que su respectivo

propietario no desee –porque no le conviene– gastar

en su reparación.

Sin embargo, existen teléfonos muy costosos,

cuyo precio inicial fácilmente supera los 300

dólares; además, están “plagados” de características

avanzadas tales como pantallas en color, cámara

digital, almacenamiento MP3, etc. (fi gura 40). Y en

estos casos, muchos usuarios sí están dispuestos

a desembolsar una suma considerable con tal de

recuperar su teléfono. Por tal motivo, en el presente

artículo, que constituye la tercera y última entrega de

la serie, describiremos las fallas de hardware de los

teléfonos celulares; explicaremos cómo se pueden

diagnosticar y cómo se determina si conviene o no

tratar de repararlos; o bien, si es mejor reemplazar el

aparato en cuestión. Pero, como siempre, la última

palabra –y la razón– la tiene el cliente; no lo olvide.

El hardware también puede fallar

Supongamos que lo peor ha ocurrido, y que tiene en sus

manos un teléfono que no funciona adecuadamente;

y que todos sus intentos por recuperarlo a través de

actualizaciones de software o métodos similares, no

han tenido éxito. En tal caso, no tiene más remedio que

abrir el aparato y buscar la razón del problema a través

de una revisión minuciosa de los circuitos del equipo

(fi gura 41). Este escenario suele ser poco común; y en

la mayoría de los casos, lleva directamente a desechar

el teléfono y a sustituirlo por un aparato nuevo

Figura 40

Figura 41

(después de todo, con frecuencia, los proveedores de

servicio celular lanzan al mercado ofertas a las que

difícilmente podemos resistirnos, donde casi regalan el

teléfono por el solo hecho de contratar alguno de sus

paquetes de servicios). Sin embargo, existen ocasiones

en que al usuario sí le interesa recuperar su teléfono

descompuesto y desea hacerlo, ya sea por razones

económicas, sentimentales o por la información que

está almacenada en él.

Veamos ahora un caso que es más común de lo que

pensamos: un teléfono que ha dejado de funcionar,

porque se mojó; lo peor del caso, es que contiene la

agenda de asuntos importantes, el directorio telefónico,

las fotografías familiares, etc., del usuario; por estas

razones, a él le interesa, más que simplemente

cambiar de teléfono, recuperar toda la información

almacenada en su equipo dañado.

Situaciones como las dos que acabamos de

mencionar, son un reto interesante para quienes nos

dedicamos al servicio electrónico. Si logramos rescatar

la información que le interesa a nuestro cliente,

difícilmente querrá dejarnos; incluso recomendará

nuestros servicios a sus familiares y amigos (observe

que es un caso parecido al de los técnicos en reparación

de computadoras personales, cuando logran rescatar

los valiosos archivos de trabajo del usuario). Y,

¡aunque usted no lo crea!, la reparación de teléfonos

celulares que se encuentran en las condiciones recién

especifi cadas, a veces no es tan difícil como parece.

Sin embargo, estos aparatos pueden tener problemas

más serios, relacionados con fallas en los circuitos

integrados fundamentales de la unidad. Y en estos

casos, es realmente poco lo que podemos hacer; es

prácticamente imposible conseguir reemplazos de




dichos componentes; además, suelen fabricarse con

una tecnología de montaje superfi cial extremadamente

delicada, que requiere de equipos especiales para el

retiro y el montaje de las piezas (fi gura 42). Incluso en

los centros de servicio autorizados, se prefi ere cambiar

toda la placa sospechosa como un módulo funcional,

en vez de reemplazar determinado componente. Por

suerte, estos casos no son muy comunes; la mayoría

de las fallas de hardware de teléfonos celulares, suelen

tener una solución relativamente sencilla; a veces, sólo

hay que hacer una limpieza a fondo; o bien, soldar

algún contacto fl ojo, reacomodar ciertos componentes,

reemplazar las gomas conductoras, etc. Precisamente

de esto hablaremos a continuación.

Herramientas necesariaspara el servicio a celulares

Si piensa dedicarse a la reparación de teléfonos

celulares, debe contar con las herramientas adecuadas

para este tipo de servicio. Seguramente, muchas de

ellas ya las tiene usted; forman parte del grupo de

piezas que emplea comúnmente para reparar equipos

electrónicos; pero tendrá que adquirir otras, que quizá

no conoce. Por tal motivo, enseguida especifi caremos

las principales herramientas para el servicio a celulares

(fi gura 43):

• Juego de desarmadores Torx de precisión, de los nú-

meros 5 a 10 (los del número 6, son los más usua-

Figura 42

Figura 43

A B

C

D

E

F

G

H I

J




les); de preferencia, que sean tipo Torx de seguridad

(de los que poseen un hueco en la parte central). En

varias marcas de teléfonos celulares, se usan torni-

llos de este tipo (A).

• Juego de destornilladores de relojero, para usos múl-

tiples; de preferencia, que sean piezas con cabeza

plana y tipo Philips (B).

• Pinzas de precisión, similares a las que utilizan los

dentistas (C).

• Una navaja de corte exacto, para usos múltiples

(D).

• Una navaja tipo cutter, de uso general (E).

• Una lente de aumento, para seguir las delgadas lí-

neas de los circuitos del teléfono (F). Si es posible,

consiga una lámpara que incluye esta lente; así, ten-

drá al mismo tiempo iluminación y ampliación (G).

• Para reemplazar componentes muy pequeños o unir

líneas de circuito impreso rotas, debe usar un mi-

croscopio de manipulación (H). Aunque su grado

de amplifi cación no es como el de los microscopios

utilizados en laboratorios de análisis clínicos, este

microscopio es ideal para manipular objetos muy

pequeños (por ejemplo, los circuitos de montaje su-

perfi cial).

• Un cautín con punta extrafi na, para poder manipu-

lar los pequeñísimos componentes de un celular (I).

Su potencia no debe exceder de 30W.

• Soldadura con aleación de plata.

• Flux y todos los implementos necesarios para sol-

daduras de precisión (J).

Y por supuesto, procure que su taller (o al menos el

banco dedicado a dar servicio a celulares) esté en una

zona con buena recepción de señal, para poder probar

rápidamente si un teléfono funciona o no.

Una vez que haya reunido todo esto, estará listo

para explorar el interior de los teléfonos celulares.

Abriendo un teléfono celular:consejos para el servicio

El primer consejo que le damos, es que antes de que

revise el teléfono pregunte al usuario si todavía se en-

cuentra vigente la garantía del aparato. En caso afi r-

mativo, dígale que es mejor que lo lleve a un centro

de servicio autorizado, para que ahí lo reparen (des-

pués de todo, no tiene costo alguno para él). No está

de más preguntar esto, ya que muchos clientes no es-

tán seguros de los términos de garantía que cubren a

su teléfono, y si usted abre una unidad que aún tiene

garantía, automáticamente la perderá. Mas si la falla

del aparato se debe a un mal uso por parte del usua-

rio, el centro de servicio autorizado se rehusará a re-

cibirlo; o lo recibirá, siempre y cuando el usuario esté

dispuesto a pagar el alto costo de su reparación.

En todo caso, usted debe saber que la simple aper-

tura de un teléfono celular normalmente tiene ciertas

peculiaridades; por ejemplo, la mayoría de las veces,

las carcasas inferior y superior de la unidad suelen es-

tar unidas por medio de varias uñas plásticas coloca-

das en toda su periferia; pero comúnmente, también

están reforzados con algunos tornillos pequeños (por

lo general, tienen cabeza tipo Torx del número 6). Es-

tos tornillos suelen estar ocultos, ya sea por una eti-

queta, algunas gomas antiderrapantes, el logotipo o

nombre de la empresa fabricante, etc. (fi gura 44).





Proceso de apertura del aparatoEntonces, para poder abrir el teléfono, lo primero que

debe hacerse es precisamente localizar dichos torni-

llos y retirar las gomas o etiquetas que los cubren. Para

hacer esto, lo mejor es utilizar un pequeño destornilla-

dor de joyero (si se le difi culta el trabajo con este mé-

todo, puede utilizar la navaja de corte exacto; proceda

con cuidado, para no dañar las gomas adhesivas). Y

para evitar que estas gomas o etiquetas se extravíen,

péguelas temporalmente en un objeto de vidrio. Una

vez que los tornillos queden expuestos, tome el des-

tornillador adecuado y retírelos; guárdelos en un reci-

piente cerrado, para que no se pierdan (por su reduci-

do tamaño, pueden extraviarse con facilidad).

Una vez retirados todos los tornillos, localice y libe-

re los seguros plásticos de la periferia; de esta manera,

podrá abrir el aparato (fi gura 45). Aquí hay que tener

mucho cuidado, porque en ocasiones la tapa también

posee algunos conectores o cables por los que circula

energía o señales; así que no la levante de súbito, sino

que primero separe ambas partes sólo un par de cen-

tímetros, y asómese al interior (fi gura 46); si encuen-

tra algún cable entre ambas secciones, localice el co-

nector que permite separarlas por completo, y retírelo

con cuidado; con esto, evitará que se dañen los deli-

cados componentes del aparato.

Descubrimiento del “nuevo mundo”Veamos el panorama típico interno de los teléfonos

celulares modernos. La enorme mayoría de ellos cons-

tan de una sola placa de circuito impreso, en la cual

se encuentran algunos circuitos integrados grandes y

una amplia variedad de componentes pequeños (fi gu-

ra 47). Si vemos la placa por el otro lado, descubrire-

mos un panorama mucho más despejado; en él se lo-

calizan los puntos de contacto del teclado (fi gura 48);

y en ciertos casos, también la pantalla LCD (aunque a

veces, ésta va adherida en la carcasa frontal; sólo se

ven algunos contactos metálicos, que sirven para el

intercambio de información).

Mención aparte, merecen los modernos celulares

que se “doblan” a la mitad; en este caso, tenemos que

abrir con mucho cuidado, una por una, las dos seccio-

nes; sólo así, no resultará dañado el conector fl exible

que las une (fi gura 49). Con excepción de este deta-

lle, no hay diferencias signifi cativas entre los métodos

para diagnosticar un teléfono de este tipo (que se do-

bla) y un teléfono “completo”.

Figura 47 Figura 48

Figura 49




Figura 51

Origen y solución de fallas comunes

Debido a su naturaleza portátil, los teléfonos celula-

res suelen presentar múltiples fallas relacionadas con

el abuso por parte del usuario; o con su exposición a

condiciones para las que no fueron diseñados. Vea-

mos de qué se trata.

El agua es vida... pero no para un celularPor increíble que parezca, es frecuente que el descuido

del usuario sea la causa de fallas en el aparato; hemos

sabido de casos en que éste es mojado por la lluvia o

–escúchelo bien– porque su propietario lo usa mien-

tras se está bañando. ¡Aguas! Sí, ¡aguas con el agua!

En estos casos, cuando el agua llega a los circuitos del

teléfono, ocasiona fallas en su funcionamiento; puede

llegar a bloquearse por completo. Y como usted podrá

imaginar, entonces lo mejor es abrir cuidadosamente

el equipo, secarlo con la ayuda de una pistola de aire

(una secadora de pelo que no genere demasiado ca-

lor es sufi ciente, fi gura 50), verifi car que ninguna de

sus terminales metálicas haya sufrido corrosión, vol-

ver a cerrarlo y verifi car si funciona.

La experiencia nos indica que en un buen porcen-

taje de los casos, es posible restaurar las condiciones

operativas originales de un teléfono; claro, siempre y

cuando sea sólo agua lo que se le introdujo (si el apa-

rato cayó al mar, la sal comenzará a corroer, casi de

inmediato, sus partes metálicas; así que es práctica-

mente imposible repararlo).

Falta de energíaOtro problema recurrente, es que comienzan a apa-

recer falsos contactos en la entrada de alimentación

externa; esto ocasiona que no se cargue bien la bate-

ría (fi gura 51). En estos casos, lo mejor es abrir el te-

léfono, localizar el punto exacto al que llegan estas

terminales y volver a soldar con mucho cuidado las

partes que están comunicadas con el circuito impre-

so (fi gura 52). Si lo considera necesario, reemplace la

terminal que está dañada (para ello, siempre convie-

ne tener a la mano algunos teléfonos desechados cu-

yas partes sean todavía útiles). Lo mismo puede de-

cirse de las terminales de la batería, que en algunos

modelos de teléfonos se estropean con mucha facili-

dad (fi gura 53).

Y ya que mencionamos la batería, recuerde usted

que siempre debe verifi car el estado de la misma. Des-

pués de todo, muchos problemas en el funcionamien-

to de los celulares están relacionados con una bate-

ría que ya no se carga por completo o que no entrega

el voltaje sufi ciente. Para nuestra fortuna, el mercado

de baterías para celulares es bastante amplio; así que

no debe costar mucho trabajo conseguir un reempla-

zo idéntico (fi gura 54).

Comunicación rotaUn problema que ocurre con más frecuencia de lo que

se imagina, es que de repente el micrófono, la boci-

na u otro elemento del teléfono (como la pantalla de

cristal líquido), comienza a funcionar de forma errá-

tica, como si tuviera un falso contacto interno. Nor-

malmente, esto se debe a que los teléfonos de ciertas

Figura 50

Figura 52




Figura 56

marcas y modelos utilizan unas gomas conductoras

para llevar la señal desde la placa principal hasta es-

tos componentes; el problema es que cuando un te-

léfono sufre maltrato o es expuesto a condiciones de

calor-frío muy pronunciadas, a veces estas gomitas se

salen de lugar; o se encogen, y comienzan a ocasio-

nar falsos contactos.

La solución consiste en reemplazar las gomas con-

ductoras; y si no sabe dónde puede conseguirlas, déje-

nos decirle que la mayoría de las calculadoras electró-

nicas que cuestan un dólar, incluyen una goma como

éstas para llevar la señal hacia la pantalla LCD (fi gura

55); así que bien puede sacrifi car un dólar por tener a

la mano una tira de goma conductora, que le puede

servir para reparar dos o tres teléfonos.

También verifi que si está sucio el teclado; sobre

todo, si su cliente se queja de que las teclas ya no

le responden (fi gura 56). Si fallan todas las teclas, lo

más probable es que alguna sustancia se ha introdu-

cido al teléfono; es ella la que impide que las teclas

hagan buen contacto (en tal caso, una buena limpie-

za del teclado soluciona la falla). Pero si están fallan-

do sólo unas cuantas teclas, se trata de una pista de

circuito impreso rota (fi gura 57).

Es aquí donde resulta muy útil la lámpara con lente

de aumento integrada, y todo el equipo de soldadura

de precisión que se mencionó al principio. Localice la

línea de circuito impreso defectuosa; y después, con

mucho cuidado, suelde un puente que restituya el fl u-

jo de señal; con esto, el aparato recuperará su funcio-

namiento normal.

Casos gravesCuando se rompe la pantalla LCD o se presentan pro-

blemas en la operación de la cámara digital integra-


Figura 57




da en el celular, es necesario (a menos que se tengan

a la mano aparatos de desecho, cuya marca y mode-

lo sean iguales a los del aparato sujeto a reparación

y cuyas partes sean reutilizables) reemplazar algunas

piezas relativamente costosas y difíciles de conseguir.

De lo contrario, difícilmente podrán solucionarse este

tipo de problemas.

¿Y si falla algún circuito integrado?El peor de los casos al que podemos enfrentarnos, es

que esté dañado alguno de los circuitos integrados que

se encargan de manejar la señal o los datos (fi gura 58).

Para reparar la unidad, tendríamos que reemplazar el

componente en cuestión; el problema (¿uno más?), es

que estos chips suelen ser diseñados para una cierta

marca y modelo de teléfono; así que la única mane-

ra de conseguir el componente de reemplazo adecua-

do, es acudir directamente a la compañía que los fa-

brica (pero en raras ocasiones, pone a disposición de

los técnicos sus circuitos integrados). Además, estos

Figura 57

circuitos suelen venir en un encapsulado de montaje

superfi cial tipo miniatura; esto signifi ca que sus termi-

nales y las pistas de circuito impreso correspondien-

tes, son extremadamente fi nas y delicadas; y que se

requiere de instrumentos realmente especiales, para

extraer y montar cada circuito (si se tuvo la suerte de

conseguirlo).

Por todo esto, la mayoría de los técnicos prefi eren

reemplazar la placa completa, siempre y cuando el

cliente autorice semejante movimiento. Esto tiene una

desventaja: en el momento de cambiar la placa, auto-

máticamente cambia también el IMEI del teléfono; de

modo que aunque el equipo ya esté funcionando a la

perfección, probablemente no podrá comunicarse con

su proveedor de servicios; cuando, con la fi nalidad de

establecer el enlace, se verifi que el IMEI del teléfono

celular, el número recuperado no coincidirá con el nú-

mero almacenado en el banco de datos de la empresa;

y por lo tanto, se cortará la comunicación.

Si a pesar de todo esto el usuario desea recuperar

su teléfono, dígale que debe llevarlo a un centro de

servicio autorizado de la empresa fabricante del apa-

rato; ahí podrán hacer este cambio y recuperar el IMEI

original del equipo, para que pueda comunicarse sin

problemas con su respectivo proveedor del servicio.

Pero la mayoría de las veces, una reparación de este

tipo es demasiado costosa; tanto, que conviene más

comprar un teléfono nuevo (sobre todo, si tiene más

y mejores prestaciones que el aparato dañado). En

otras palabras, pese a la altísima sofi sticación de es-

tos equipos, una falla grave puede convertirlos en ar-

tículos desechables; es una lástima, por los teléfonos

en sí, por los datos que almacenaban y por la opor-

tunidad (de darles servicio) que se nos escapa a los

técnicos en electrónica; pero entre todo lo malo del

asunto, hay algo positivo (si lo queremos ver así): es

un pretexto perfecto para que los verdaderos fanáti-

cos de la telefonía celular cambien de teléfono. Lo que

hace la comunicación, ¿verdad?


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