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AÑO XI nº 33 Diciembre 2008 Profesionales Avances

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  • AÑO XI nº 33 Diciembre 2008

    ProfesionalesAvances

  • Documentos EnfermeríaAño XI Nº 30- Julio 2008

    Edita:

    Ilustre Colegio Oficial de Enfermería de Huelva

    Consejo de Administración:

    Junta de Gobierno del Ilustre Colegio Oficial de

    Enfermería de Huelva

    Consejo de Redacción

    Presidente:

    Gonzalo García Domínguez

    Director Técnico:

    Vicente Villa García-Noblejas

    Jefa de Redacción:

    Patricia Mauri Fábrega

    Redacción:

    Josefa Lorenzo Martín

    Enrique Aguiar Mojarro

    Eduardo Rico González

    Martín Vázquez Bermúdez

    Antonio Olid Torres

    Carmen D. Beltrán Camacho

    Mercedes González Hernández

    Asesora de redacción:

    Eva Mª Lorenzo Martín

    Fotografía:

    Archivo del Ilustre Colegio de Enfermería de

    Huelva

    Redacción: Sede Colegial

    Imprime: Tecnographic, S.L.

    Depósito Legal: H-1996-43

    I.S.S.N.: 1136-2243

    Tirada: 2.600 ejemplares

    Distribución gratuita

    Domicilio de la sede colegial

    C/ Berdigón, nº 33, pral. izq.

    21003 Huelva

    Telf. 959 54 09 04

    Correo electrónico:

    Línea Móvil 639/11 17 10

    Página www: ocenf.org/huelva/

    [email protected]

    Fax: 959 25 62 70

    Horario de Oficina:

    De lunes a viernes.

    De 9 a 14 h. y de 16 a 21 h.

    Horario de la Asesoría Jurídica

    Martes y jueves de 17,30 a 19 horas

    Entrevista con el presidente:

    Concertar cita

    D I C I E M B R E 2 0 0 8 / N º 3 3

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    NORMAS PARA LA PUBLICACIÓN EN DOCUMENTOS DE ENFERMERÍA

    Documentos de enfermería publica en sus distintas secciones trabajos sobre las diversas actividades de laprofesión: atención hospitalaria, atención primaria, docencia, investigación, epidemiología, gestión y adminis-tración, ética, relaciones laborales, la formación, historia de la profesión y recursos humanos en el campo dela enfermería y la salud en general.La presentación de un trabajo no implica la obligación por parte del Consejo Editorial de su aceptación parasu publicación, ni compromiso respecto a la fecha de la misma.El Consejo Editorial establecerá comunicación con los autores de los trabajos para manifestarles su recepcióny si es precisa alguna normalización del mismo.Los trabajos se presentarán en folios DIN-A-4, numerados, mecanografiados por una sola cara a doble espa-cio, dejando unos márgenes inferior y superior e izquierdo de 4 cms. y derecho de 2 cms. Los dibujos, gráficos y fotos, así como sus leyendas irán a parte bien identificados y numerados.La bibliografía, si la hubiera, se acompañará en folio aparte.Si se tratara de resúmenes de ponencias o comunicaciones a congresos, el autor deberá indicar el nombre delcongreso, fecha y lugar de celebración, así como si ha obtenido alguna mención.Los trabajos irán acompañados de una carta de presentación donde se indica el deseo de publicarlo en Documen-tos de Enfermería, así como el título del trabajo, lugar y año de realización, nombre completo del autor o autores,número de colegiado, D.N.I., dirección completa y teléfono para posterior comunicación.Los trabajos podrán ser remitidos por correo o entregados personalmente en la sede del Colegio de Enfer-mería de Huelva.Los trabajos aceptados quedan a disposición del Ilustre Colegio Oficial de Enfermería de Huelva para su pos-terior utilización.Queda prohibida la reproducción total o parcial de esta publicación por cualquier medio sin citar la fuente.Documentos de Enfermería no se hace responsable ni comparte necesariamente las opiniones manifestadas en los artículos, sien-do responsabilidad exclusiva de sus autores.

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    Editorial

    Póliza del Colegio

    “La perspectiva de género enla enfermería...”

    Calendario 2009

    Congreso Aracena

    18/19

    20 Encuentro de la Enfermería andaluza ydel Algarve

    21 I Jornadas de Enfermería “Zenobia Camprubí”

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    Infanta Elena

    Estudio del Consejo General

    24 Salud Mental

    25 Bolsa Trabajo / Cuidados

    26Presentación Lópe / Memorial MyriamOvalle

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    Felicitación Navidad 2009

    XV Certamen de Investigación en Enfermería Ciudad de Huelva

    Informe de la OMS sobre salud

    Sumario

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  • D I C I E M B R E 2 0 0 8 / N º 3 3

    2008está a punto de finalizar y con él se nos marcha un año ciertamente difícil,sea desde un prisma que abarque lo estrictamente profesional como en elplano mucho mas ampliado por donde discurre la enfermería. Pero con sereste un resumen no todo lo optimista que se deseara, la mayoría de los pro-nósticos auguran a que el calendario próximo a estrenar puede contener un rosario de peripecias en las quese alternen tanto las dificultades económicas inherentes a una crisis social sin precedentes como la inme-diatez de abordar capítulos sumamente importantes para el colectivo.

    A saber: enfermería, como otros grupos profesionales, va a tener que navegar por las aguas de un Sistema públicosanitario al que la crisis económica, –sí, la misma que negó, por activa y por pasiva, la administración regional– va aofrecer la cara menos agradable que se espera. Las carencias y recortes que ya se están confirmando de Jaén a Cá-diz y de Huelva a Almería, seguro que van a tener repercusión tanto en el nivel del empleo como en el dimensiona-miento de las plantillas de enfermería.

    No descubrimos nada nuevo si citamos que la ratio de enfermera/habitante en Andalucía ha sido y, es, una de las asig-naturas pendientes como hace tiempo denunció la Organización Colegial por boca de su responsable, Máximo Gon-zález Jurado cuando dio a conocer un riguroso estudio en el que quedaba en evidencia que la proporción numéricade personal de enfermería por cada 100.000 personas era "manifiestamente mejorables en el conjunto de nuestra re-gión" y, en consecuencia, de la provincia de Huelva. Sumen a esta realidad el "ajuste" que se está llevando a cabo,en forma de no cobertura de las bajas laborales y de la no renovación de contratos temporales, y se obtendrá el es-pejo mas cercano y fiable de una situación que –ojalá nos equivoquemos– puede presidir el horizonte en los próxi-mos meses.

    Pero junto a estas dificultades que afectan al conjunto de la sociedad, como receptora de la atención y los cuidados,a la enfermería española el 2009 se le presenta, también, como un año cargado de retos; además, de los auténtica-mente importantes. Por citar los de mas calibre: el futuro que aguarde a la Ley del Medicamento y su relación con laactuación profesional; el desarrollo de las Especialidades y, como gran telón de fondo, el impacto que va a suponer elinicio del "Plan Bolonia" en las universidades andaluzas donde se imparten las enseñanzas de enfermería.

    Del primer frente poco es preciso añadir a estas alturas del calendario. La tan famosa Ley del Medicamento nació conel handicap, incluido, de afectar, negativamente a los intereses de dos profesiones como enfermería y podología y des-pués de un año cargado de tensiones y forcejeos a los mayores niveles políticos y profesionales, menos mal que es-tán recientes las palabras del ministro de Sanidad, Bernat Soria pronunciadas en la sede madrileña del Consejo Ge-neral cuando proclamó que enfermería va a tener su lugar y funciones "dentro de la actual legislatura". A esta confe-sión, y compromiso, público, realizado ante los presidentes de Colegios provinciales reunidos al efecto, nos debemosremitir para cuando exista decisión al respecto de tan importante herramienta legislativa surgida del Congreso de losDiputados. Casi unida a esta cuestión hay que situar las Especialidades porque una cosa llevará a la otra. Todo seacon tal de ver desbloqueada la actual situación que se perpetua en el tiempo con esas dos únicas especialidades –Ma-tronas y Salud Mental– en el terreno de los hechos constatables.

    Y dejamos para final, el "Plan Bolonia" o la entrada en acción del tan anunciado y ya polémico Espacio Europeo deEducación Superior (EEES). En este contexto enfermería ha depositado muchas de sus esperanzas por lo que se im-pone mostrar toda la confianza posible para que, pese al rechazo que está produciéndose en el seno de la poblaciónuniversitaria, la "filosofía Bolonia" se consolide como una forma de avanzar por cuanto supondrá que, a partir del año2013, no solo aparecerá la primera promoción de titulados como Grado (cuatro años de duración) sino, lo mas im-portante, el acceso a los niveles de máster y doctorado que servirían para consolidar el futuro con todas las de la ley.Lo dicho: 2008 empieza a ser historia y debemos dar la bienvenida a un 2009 preñado de crisis, dificultades pero,también, esperanzas.

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    EditorialUN AÑO DE CRISIS Y COMPROMISOS

  • 3.000.000 €(500 MILLONES DE PESETAS)

    SEGURO RESPONSABILIDAD TU COLEGIOTE PROTEGECON

    ¡No te olvides!

    tu seguridad, ante todo

    ILUSTRE COLEGIO OFICIAL DE ENFERMERÍAHUELVA

    Nuevode

    Civil

  • Presentación

    Elinterpretar laigualdad entre se-xos con uniformi-dad nos lleva agrandes errores ymuy importantes

    en la salud al no contemplar lasdiferencias. La salud de las muje-res no se considera con equidaddesde el sistema sanitario y la su-merge en “el todo” de un históri-co patriarcado de la medicina tra-dicional. Resultaría extraño hacerun diagnóstico diferencial e indi-vidualizado sólo por el hecho deser una mujer. Seguramente lamayoría de los profesionales sa-nitarios que sesgan sus conductaspor razón de género, no son cons-ciente de ello o lo negarían en ca-so de serlo.

    Para ello es necesario visibilizar a lamujer, específicamente en el áreade la salud, pues la invisibilidad yaexistente en la sociedad se agudizacuando hablamos de cuidados sa-nitarios hacia ellas. Este gran pade-cimiento conlleva que se trate a lamujer con la diferencia sólo biológi-ca, llevando a cabo programas es-pecíficos destinados casi siempre ala maternidad, ginecología y meno-pausia, marcando así una especialdiscriminación.Dentro de la marginación social quepadecen las mujeres en nuestra so-ciedad, creo que los malos tratosson la última parte y la más degra-dante a donde se puede llegar. Laviolencia de género es un área deinvestigación reciente en los servi-cios sanitarios y de Salud Pública,la mayoría están centrados en laviolencia física, fácil de medir ycuantificar. Y no es este tipo de vio-lencia un acto puntual sino un pro-ceso que se va instaurando y croni-ficando en el tiempo. Así se aban-dona la realización de un análisisprofundo de las causas y una deter-minación hacia la detección precozy la prevención. Esto conlleva dejarde lado la sintomatología síquica y

    sus adyacentes tales como ansie-dad, depresión, insomnio y estréspostraumático así como su relaciónentre ellos.La Enfermería posee una gran cajade herramientas y debe usarlas pa-ra aportar nuestro grano de arenajunto a toda la red multidisciplinarque obra en nuestra Comunidad.Podemos ayudar a las mujeres ha-blando de sus silencios, haciéndo-las anónimas para protegerlas yrescatándolas del anonimato paraaumentar su calidad de vida. No de-beríamos justificar los malos tratosque las mujeres sufren por el des-conocimiento absoluto de ellos.Los objetivos de este estudio sonanalizar los posicionamientos delas diversas Instituciones y Organi-zaciones tanto mundiales como es-tatales contra la violencia domésti-ca e indagar qué hay publicado des-de la Salud y qué se está haciendodesde la Enfermería. También sepretende comparar los posiciona-mientos políticos publicados y loque se está haciendo en la práctica.Para ello he tomado como referen-cia de Atención Primaria el Centrode Salud Adoratrices y Atención deUrgencias el Hospital General JuanRamón Jiménez.Este estudio lo realizo con la infini-ta ilusión de que llegaremos a unasociedad más justa, con menosviolencia en general, pero sobre to-do que jamás ésta se ejerza sobrealguien sólo por el hecho de seruna MUJER.

    1. SALUD Y GÉNERO

    En el caso de la salud, la adminis-tración sanitaria ha de incluir laperspectiva de género en su come-tido profesional. Frecuentemente,las mujeres acuden a las consultasmédicas con síntomas y signos va-rios e inespecíficos; tras la realiza-ción de pruebas diagnósticas y ad-ministración de medicamentos casisiempre continúa el mismo proble-ma. Para solventar este problema,sería conveniente que los/as profe-sionales analizarán más en profun-didad otros factores tales como el

    estilo de vida del paciente y su rela-ción con la familia. En el momentoactual se están promoviendo estu-dios que tratan de visibilizar cómolas actividades y roles cotidianos de

    las mujeres están asociados con elestado de salud percibido.En la salud, la perspectiva de géne-ro implica reconocer que existendistinciones en el estado de saludde las mujeres y los hombres, quetranscienden las diferencias bioló-gicas y que son construidas social-mente. Las desigualdades corres-ponden a lo que la OMS denomina”inequidades” atribuyéndoles unadimensión moral y ética puesto queson innecesarias, evitables e injus-tas y por ello no deben ser tolera-das.El enfoque integrado de género im-plica la búsqueda de la equidad en-tre mujeres y hombres, entendien-do que tengan las mismas oportu-nidades para el pleno desarrollo desu salud. Un análisis de salud queno integre la perspectiva de géneroda lugar a un resultado irreal, porello estos análisis producen resul-tados sesgados con consecuenciasnegativas para la salud de las muje-res. Para llevar a cabo un procesode análisis de salud construido conun enfoque de género es necesarioseguir las siguientes fases: en unprimer lugar identificando las dife-rencias en las formas de enfermar ymorir de las poblaciones, teniendoen cuenta fundamentalmente comofuentes las variables socioeconó-

    “LA PERSPECTIVA de GENEROBegoña Ruiz Adán (Enfermera)

    micas, las variables relativas al proceso de salud-en-fermedad y las relacionadas con la atención a la saluddesde los servicios sanitarios. En un segundo lugarhaciendo un análisis de de la morbilidad diferencial,teniendo en cuenta los determinantes de la salud se-gún su peso: biología humana, medio ambiente, po-breza, violencia contra las mujeres, condiciones detrabajo y salud ocupacional, trabajo doméstico y sa-lud de las mujeres, estilos de vida y sistemas de aten-ción a la salud.

    2. LA VIOLENCIA CONTRA LASMUJERES

    2.1. Marco de referenciaHace pocos años que la violencia contra las mujeresse ha planteado como un problema social. Los cam-bios en el papel de los sexos en nuestra sociedad, lalucha y reivindicación de las mujeres y su crecienteparticipación en lo público y lo social, están obligadosa una continua revisión por parte de las instituciones,con el objetivo de garantizar la igualdad de derechos yoportunidades, eliminando los obstáculos que impi-den la equidad entre hombres y mujeres. Aunque hayque reconocer el avance conseguido en materia de ga-rantías y derechos de participación en diferentes ám-bitos de la vida, las mujeres se encuentran en situa-ción de desigualdad y discriminación respecto a loshombres, por lo que la igualdad real es un objetivoprioritario.La cuestión de la violencia, y en particular los malostratos, ha estado presente en todas las ConferenciasInternacionales sobre las mujeres organizadas por Na-ciones Unidas. En 1993, la ONU aprobó en AsambleaGeneral una declaración sobre la eliminación de la vio-lencia contra la mujer, en virtud de la cual los estadosmiembros se comprometían a actuar para prevenir, in-vestigar y castigar los actos de violencia contra la mu-jer. La define como “cualquier acto violento por razo-nes de sexo que tenga o pueda tener como resultadodaños o sufrimientos físicos, sexuales o síquicos pa-ra las mujeres, incluyendo la amenaza de tales ac-tos, la coacción o la privación arbitraria de libertad”.Desde la Unión Europea, desde España y desde la Co-munidad Autónoma de Andalucía se van adoptandoResoluciones, Acuerdos y diversos Planes donde sedenuncia de diversas formas la discriminación por ra-zón de género y sus transcendencias tales como la vio-lencia doméstica. Podríamos decir que los mecanis-

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    en la Enfermería.

    Trabajo galardonado con el accesit del XIV CertamenCiudad de Huelva

    Líneas de actuaciónen la violencia deGénero”

  • mos internacionales y nacionales establecidos a favor de lasmujeres, tienen un valor real, pero reflejan en muchos casos ladistancia entre los derechos reconocidos a las mujeres y la re-alidad de esos derechos ejercidos en su ejercicio cotidiano.El Estatuto de Autonomía de Andalucía determina en su artí-culo 12.2 que propiciará la efectiva igualdad del hombre y dela mujer, promoviendo la plena incorporación de ésta en la vi-da social y superando cualquier discriminación laboral, cultu-ral, económica y política. El desarrollo de este mandato cons-titucional y estatutario se llevó a cabo con el I Plan de Igual-dad de Oportunidades, elaborado por el Instituto de la Mujery aprobado por el Consejo de Gobierno para el periodo 1990-1992. Este plan y la red de recursos que se estructuró hancontribuido a que Andalucía sea la Comunidad Autónomadonde más se denuncian las agresiones a las mujeres.En el II Plan andaluz para la Igualdad de las Mujeres (1995) seconsolida un conjunto de medidas dirigidas a prevenir la vio-lencia y a desarrollar programas de atención a las víctimas demalos tratos. Pese a todo, los resultados de la violencia siguensiendo graves, demostrado con las tasas de mortalidad, disca-pacidad y morbilidad que genera la violencia contra las mujeres.Hablamos entonces de un asunto de gravísimas dimensionesque destroza y desestabiliza muchas vidas.En 1998, el Consejo de Gobierno de la Junta de Andalucía apro-bó el Plan de Actuación del Gobierno Andaluz para avanzar en laErradicación de la Violencia contra las Mujeres, en el que se re-cogen las medidas aprobadas por el Parlamento Andaluz y laspropuestas elaboradas por las Asociaciones de Mujeres. Estasmedidas se estructuran en torno a dos ejes: aquellas dirigidas ala población en general (medidas de sensibilización y preven-ción) y las dirigidas a las mujeres víctimas de la violencia y a sushijos e hijas.

    2.2 Definición y características de laviolencia contra mujeres

    Ya en 1980 la ONU declaró que “la violencia contra lasmujeres es el crimen encubierto más numeroso delmundo”. Desde entonces, tal declaración y pese a su gra-vedad, no ha provocado una reacción suficiente y eficazpor parte de los Estados para poner fin a tan terrible mal.Tampoco la opinión pública se ha concienciado suficien-temente en dicho tema. Aún así, sí se le está dando “unaconsideración” especial en los últimos años.La violencia contra las mujeres no está localizada en ambientesmarginales e incultos, ni es consecuencia de la pobreza. Ésta seencuentra presente en todas las capas sociales y en todas lasmanifestaciones de nuestra cultura y de las demás. Hablamos,pues, de un fenómeno multicausal arropado por unas estructu-ras de poder y dominación en las que todas y todos estamos in-mersos y que se ha dado en definir como patriarcado.Los actos de violencia contra las mujeres son incontables ymuy pocas veces denunciados. Si nos referimos a la violencia

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    sexual, el 90% de las víctimasson mujeres y si hablamos demalos tratos, el porcentaje au-menta al 95%. Cada vez más,las mujeres, buscan ayuda yapoyo para hacer frente al trau-matismo de la agresión y susconsecuencias.Si bien estas agresiones afectandirectamente a aquellas mujeresque las sufren, afecta y conciernea todo el conjunto de mujeres.

    2.3. Causas de laviolencia contramujeres: unaperspectivasociológica

    Esta violencia está basada en elreparto desigual del poder entrehombres y mujeres. De hechoestá sustentada directamente enla opresión social sobre las mu-jeres, cuya responsabilidad in-cumbe a estructuras como lacultura, la educación o la reli-gión. Todo esto se agrava por ladependencia económica y la fal-ta de poder político. Paralela-mente, la ley proclama la igual-dad entre sexos y sanciona a losautores de dicha violencia.La violencia de género está ínti-mamente ligada a otras formasde discriminación como el ac-ceso al trabajo, la educación, lacultura, poder político,.. Laevolución de los últimos 10años viene dada por una pro-funda modificación en la condi-ción jurídica de la mujer, su as-censo en la escolarización, sumayor integración en el mundolaboral, intervenciones públicasy en definitiva una gran partici-pación en la sociedad.Hay tópicos (terribles a mi pare-cer) en nuestro medio acerca dela violencia contra las mujeres,como “las mujeres maltratadasson masoquistas”. La opinión deque desean y consiguen algo delabuso que soportan, se apoya enla cognición tradicional de quelas mujeres son masoquistas pornaturaleza. Frente a esto, se hadescrito el proceso de “vincula-ción traumática”, según el cualla maltratada está unida al mal-tratador en virtud a su conductade enamoramiento arrepentido,que suele ocurrir seguidamenteal episodio violento, y no a causade su conducta abusiva. Lasmaltratadas describen a vecesque su compañero es cariñoso,y cuando ocurre esta experien-cia es cuando la mujer maltrata-da tiene esperanza de que él vaa cambiar. Esto explica por quémantienen la relación abusiva ytienden a minimizar la severidadde la violencia.

    El uso de la violencia como for-ma de controlar a sus compañe-ras, además de ser perpetuadopor las normas socioculturalesrelacionadas como derechos delhombre, tiene sumada la depen-dencia económica de la esposarespecto del marido.El gran conflicto de la violenciahabría que situarlo en un contex-to más amplio. Desde unas pers-pectivas sistémica cabría situareste conflicto dentro de una so-ciedad violenta, en donde la vio-lencia contra la mujer es fácil-mente tolerada y que está enrai-zada en las desigualdades entrehombre y mujer. Esto no justificauna menor actuación, sino queexige el apoyo de hombres ymujeres para paralizar la vio-lencia contra la mujer y la vio-lencia en general a gran escala.

    2.4. Malos tratosComo violencia doméstica con-tra la mujer se entiende:

    “ todo acto de violencia basa-do en el género que tiene co-mo resultado posible o realun daño físico, sexual o psi-cológico, incluidas las ame-nazas, la coerción o la priva-ción arbitraria de la libertad,ya sea que ocurra en la vidapública o en la vida privada, laviolencia física, sexual y psi-cológica en la familia, inclui-dos los golpes, el abuso se-xual de las niñas en el hogar,la violencia relacionada con ladote, la violación por el mari-do, la mutilación genital yotras prácticas tradicionalesque atentan contra la mujer,la violencia ejercida por per-sonas distintas del marido yla violencia relacionada con laexplotación; la violencia físi-ca, sexual y psicológica al ni-vel de la comunidad en gene-ral, incluidas las violaciones,los abusos sexuales, el hosti-gamiento y la intimidaciónsexual en el trabajo, en insti-tuciones educacionales y enotros ámbitos, el tráfico demujeres y la prostitución for-zada; y la violencia física, se-xual y psicológica perpetradao tolerada por el Estado, don-dequiera que ocurra”. (Decla-ración sobre la eliminación dela violencia contra la mujer,Resolución Asamblea Gene-ral 48/104, ONU, 1994).

    Así, los malos tratos que aquí seabordan se producen mayorita-riamente en el ámbito familiar,privado y el agresor tiene o hatenido un vínculo afectivo con lavíctima.

    Se insiste en que no es un pro-blema del Tercer Mundo, segúnun estudio de Naciones Unidas,en los Estados Unidos la violen-cia doméstica es la causa princi-pal de lesiones en las mujeres,con más ingresos hospitalariosque las violaciones, atracos yaccidentes de carretera suma-dos.Tanto la solución como su medi-ción resultan difíciles ya que es-te tipo de agresión se producecasi siempre en el hogar, dondelos amigos, familiares y vecinosson reacios a inmiscuirse. Laconsideración de la situacióncomo “privada” dificulta el co-nocimiento de su magnitud real,aquí y en todos los países. Losdatos existentes son incomple-tos y a veces no homologables.Se puede deducir que cuandohablamos de cifras, siempre ha-bría que pensar en un númeromucho más elevado.Las mujeres sufridoras de ma-los tratos acuden menos a lajusticia que las víctimas de cual-quier otra forma de violencia. Lamayoría están atrapadas en elcírculo de la violencia como par-te inevitable del rol de inferiori-dad de la mujer en la familia.

    Han asumido es-te rol

    co-mo seres

    dependientes del varón, y losmalos tratos como asuntos pri-vados de familia. De esta mane-ra, cuando llegan a una situa-ción extrema e intentan salir dela relación violenta, caen en sen-timientos de culpa y tardan endarse cuenta de que, ademásde que no son culpables, sonvíctimas de un delito.Esta puede ser una de las expli-caciones a que las mujeres mal-tratadas tarden de 7 a 10 añosen denunciarlo, aún consideran-do que es sólo un bajo porcen-taje de los malos tratos realeslos que son denunciados en co-misarías y juzgados. La ver-güenza y el temor de hacer pú-blico una conducta tan degra-dante como ésta, hace explica-ble la alta tolerancia de las mu-jeres ante los comportamientosviolentos de sus parejas. Así seconfiguran los malos tratos co-mo fenómeno oculto, invisible,del que solo tenemos constan-cia en una ínfima parte y cuya

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    magnitud real no conocemos.La mentalidad tradicional influyeen ocultar en privado la violenciafamiliar, pero hay otros factores.El desconocimiento de las pro-pias mujeres de sus derechos, lafalta de recursos económicos pa-ra su supervivencia y el miedo acriar a sus hijas/os en solitario,hacen que soporten la situación yno denuncien hasta cuando real-mente llegan a un gran deteriorofísico o síquico o advierten quelas secuelas se están manifestan-do en sus hijas/os. Otras mu-chas, más sensibles a la presiónde la sociedad, no llegan a de-nunciarlo nunca.Otra característica importante delos malos tratos, deriva nueva-mente del ámbito en el que se de-sarrollan, lo doméstico y privadoentorpecen el tratamiento judicialdificultando las pruebas y benefi-ciando la impunidad del delito.Los malos tratos suelen ocurriren la intimidad, sin testigos o contestigos dependientes del agre-

    sor por razón de parentesco.Tampoco es fácil para la vícti-ma aportar otros testigos, talescomo vecinos que hayan oídogritos.Así a veces, los certificados delesiones no tienen siempre elpoder verificador de que existeviolencia familiar, ya que nopueden certificar quien produ-ce las lesiones, argumento uti-lizado a menudo en las senten-cias absolutorias. Con esto de-ducimos ya la gran dificultadpara probar amenazas o mal-trato sicológico.Sabiendo esto, y que es ciertoque muchas mujeres retiranlas denuncias, no es menoscierto que lo hacen realmentepor miedo y bajo amenazas.Es difícil no hacerlo compar-tiendo domicilio con el agre-sor, consciente, como soloellas saben, de que las amena-zas se suelen cumplir.Por otro lado, la víctima de-pende de su agresor y no soloen el plano económico sinotambién sentimentalmente,con lo que el grado de toleran-cia hacia el delito es mayor queen otros supuestos de violen-cia. Es precisamente la depen-dencia emocional la que ha si-do puesta en estudios recien-tes, como una de las razonesfundamentales que dificultan laruptura de la relación de agre-siones repetidas.Todas estas características ex-puestas explican las causasexógenas de los malos tratos.Como causa endógena solopodemos destacar una comorelevante y es la existencia demaltrato en la familia de ori-

    gen. La mayoría de los maltrata-dores fueron víctimas directas ensu infancia, o al menos, testigosde la violencia de su padre contrasu madre. Así, tanto niñas comoniños han vivido el maltrato en sufamilia, lugar donde se sociabili-zan, y lo integran e interiorizan ensus conductas, como medio decomunicación o incluso comoparte de su lenguaje.Normalmente se atribuyen algu-nas circunstancias coyunturalesque atraviesan la pareja o el mis-mo agresor (situación de crisispersonal), como factores desen-cadenantes. Pero aunque la situa-ción de maltrato tiene un origenmulticausal, se considera que enestas circunstancias no está la ra-íz del problema, sino que podríafuncionar simplemente como de-sencadenante.Es conveniente insistir en que losfactores desencadenantes no ex-plican, ni muchísimo menos jus-tifican, la situación de domina-ción y terror en que viven mu-

    chas mujeres en su propia casa.Las consecuencias aumentan,tanto en número como en grave-dad, cuanto más conciencia setiene del problema y de sus efec-tos. Son inmediatas y traumáticaspara las mujeres desde el puntode vista sicológico y físico. Si te-nemos en cuenta la cantidad demujeres que hay en esta situa-ción, ya hay motivos suficientespara considerarlo como un pro-blema social relevante.Sin embargo, los catastróficosefectos de la violencia familiar noquedan aquí. En muchas ocasio-nes, el maltrato a la mujer suce-de conjuntamente con el maltratoa los menores. Es importantedestacar el efecto que el maltratoa la madre suele causar en los hi-jos: crecen en un mundo de inse-guridad y terror. A veces ya na-cen dañados física o síquicamen-te debido al maltrato recibido du-rante el embarazo. “Estos niños yniñas van a vivir día a día en unmundo amenazante, dependien-do de una madre que no puedeproporcionarles ningún tipo deseguridad ni de estabilidad emo-cional y de un padre al que mirancon terror”.Además, los hijos de estas fami-lias están aprendiendo los rolesque van a desempeñar en la vida,en un ambiente de violencia en elque las mujeres son desprecia-das y en el que la relación basadaen el respeto, el amor, la armoníay la igualdad de ambos es susti-tuida por una relación basada enla fuerza y en la supremacía deun sexo sobre otro.Si recordamos que un porcentajealto, tanto de agresores comovíctimas que muestran mayorgrado de tolerancia hacia el mal-trato, sufrieron o presenciaronmalos tratos en su familia, pode-mos confirmar que existe una“cadena de violencia doméstica”.Esta se transmite de generaciónen generación y consigue perpe-tuar unas relaciones de poder ysubordinación entre lo sexos. “Laviolencia sólo engendra violencia,y ésta por muy oculta y calladaque esté, no es menos perniciosaque la que sale a la luz pública,sólo es la cara de la misma mo-neda. La sociedad no puede llegara ser plenamente democrática silos hábitos democráticos no seproducen en los núcleos de con-vivencia básicos”.Conviene denunciar la contradic-ción existente entre el posiciona-miento verbal de la sociedad ha-cia el problema de la violenciacontra las mujeres, y la actitudreal hacia la misma. Esto se debea una ficción más de nuestra cul-tura que continúa tolerando ladiscriminación.

    Esto se reproducepor un fuerte

    condicionamientosocial que tiende ademostrar hombrescomo seres fuertes,

    protectores,tomadores dedecisiones ymuestra a lasmujeres como

    débiles, frágiles,cargadas deocupacionesfamiliares,

    dependientes y ensuma, vulnerables y

    víctimaspropiciatorias. Estascreencias se basanen prejuicios que

    pretenden justificarla opresión sexista.

    2.4.1. Formas de maltratoHay que tener presente que para detectar la violencia degénero hay que estar alerta sobre muchas y diferentesformas de conducta con las que el agresor ejerce sucontrol. Por lo tanto es fundamental saber a qué nos re-ferimos cuando hablamos de diferentes formas de vio-lencia. Los malos tratos pueden ser:a. Psíquicos: Son aquellos actos o conductas que pro-

    ducen descrédito o sufrimiento a la mujer. Compren-den amenazas, humillaciones, exigencia de obedien-cia, tratar de convencer a la víctima de que ella es laculpable de cualquier problema. Incluye conductasverbales represivas como los insultos. Otras formasde maltrato sicológico son también el aislamiento, elcontrol de salidas de casa, la desvalorización o el es-carnio de sus opiniones, humillaciones en público, …

    b. Verbales: Este tipo de violencia incluye: coerción oamenazas, comentarios sobre el divorcio, suicidio,denunciarla a la autoridad, hacerla cometer actos ilí-citos… intimidarla o asustarla mediante determina-da acciones o gestos, atemorizarla o vigilarla acu-sándola de infidelidad,….

    c. Físicos: Este tipo de violencia comprende cualquieracto, no accidental, que provoque o pueda afectar ala integridad corporal de la mujer, tales como: bofe-tadas, golpes, palizas, heridas, fracturas, quemadu-ras,…En ocasiones la conducta de maltrato posi-ciona a la mujer en situaciones de peligro y a no so-correrla, por lo que muchos accidentes tienen suorigen en una clara conducta agresiva por omisión.Pueden llegar al homicidio.

    d. Sexuales: Ocurre siempre que se imponga a la mu-jer un contacto sexual contra su voluntad. Cuando enesa relación se produce una penetración forzada seconsidera violación. La violación comprende todapenetración por vagina, ano o boca usando la fuerzao intimidación. También se considera violación la pe-netración con objetos. Aunque una mujer haya sidoforzada a realizar estos actos por un amigo, compa-ñero o esposo se considera una violación.

    Estas cuatro formas de violencia física, verbal, síquica ysexual suelen combinarse, y es muy difícil a veces separaro encontrar solamente uno de estos tipos de maltrato enuna pareja donde se de la violencia.

    2.5 La escalada y el ciclo de la violenciaLa violencia en el hogar se establece de forma crecientey se va agravando conforme pasa el tiempo. Normal-mente la violencia comienza con agresiones sicológicasy verbales. El agresor va así mermando la confianzapersonal de la víctima, lanzando mensajes negativossobre su autoestima. Más adelante intentará aislarla desu entorno e intimidarla con amenazas o empleando laviolencia contra objetos de la casa. Muchas veces, estoes la antesala a la agresión física.Este aumento progresivo suele extenderse a un períodoprolongado de tiempo, de manera que es difícil para lavíctima darse cuenta del proceso en el que está inmersa.En efecto, desde dentro, la curva ascendente no se ve.Sólo con el paso del tiempo la víctima constata la esca-lada. En esta medida, la primera agresión se ha olvida-do, puesto que no ha sido identificada como el comien-zo de un esquema de violencia.No obstante, la escalada puede llegar a producir lamuerte, por lo que es muy importante que la mujerque sufre malos tratos sea consciente del peligro quecorre y de la necesidad de protegerse (a ella y a sus hi-jos/as), así como de la imposibilidad de controlar laconducta del agresor.

  • Así, puede haber años de violencia sicológica y verbal an-tes de la primera agresión física. Además, las reincidenciaspueden producirse en un intervalo de tiempo más o menoslargo, pero cada vez se irán haciendo más cortas en eltiempo, y también más brutales en sus diferentes formas.Dentro de esta escalada es muy importante identificar losfactores que nos pueden ayudar a reconocer los casos enlos que hay un alto riesgo para la vida de la mujer. En lamayoría de los casos de maltrato que terminan en muerte,la víctima veía claramente su peligro y había pedido ayuda(amigos, sanitarios, policía, familia), sin encontrar dichaprotección.Se han identificado los siguientes factores de riesgo demuerte violenta:- Frecuencia creciente de incidentes violentos por parte

    del hombre, severidad de las heridas infringidas, agre-sión sexual repetida, amenazas de muerte, uso o pre-sencia de armas, intento de homicidio e intentos de po-ner fin a la relación.

    Aunque algunas mujeres detecten cuándo se van a produ-cir las agresiones, la mayoría no son conscientes de queestán inmersas en un ciclo de violencia. Este ciclo explicala gran dificultad para algunas mujeres de alejarse del mal-tratador una vez agredidas. Se desarrolla en tres fases:- Tensión. Las tensiones se van construyendo a partir de

    pequeños incidentes o conflictos y de frecuencia esporá-dica: son la suma de frustraciones del agresor, quien com-portándose de manera tiránica con su pareja, espera de sumujer la satisfacción de todos sus caprichos, los que llegaa expresar y los que imagina. Es inútil esperar de un agre-sor un comportamiento racional en este terreno.

    - Agresión o explosión violenta. La frecuencia y la viru-lencia dependerán del momento de la curva de violen-cia en que se encuentren. En esta fase, la mujer es in-capaz de reaccionar, quedando paralizada y sin res-puesta a la agresión. Cuánto más antigua sea la rela-ción, más frecuentes y peligrosas serán las agresiones(escalada de la violencia).

    - Remisión o luna de miel. La fase de calma. Siempresucede en este ciclo y se llega a esta tercera fase de re-lativa tranquilidad, también conocida como “interludioamoroso”. El agresor proporciona una conducta de re-fuerzo hacia la víctima para mantenerla junto a él (ellosnecesitan siempre una pareja a la que dominar). Sesuele mostrar atento, cariñoso y disculpa su compor-tamiento con regalos y actitudes agradables. En reali-dad busca una estrategia para compensarla y evitarque la víctima se proteja.. El agresor encuentra mil ma-neras tras la explosión, de convencer a su pareja deque la quiere y que él es bueno en el fondo y que el fu-turo será diferente, así la víctima piensa que él va acambiar y la agresión nunca volverá a ocurrir.

    (Véase gráfico página 10)

    Como los conflictos no se han solucionado y no hay con-secuencias para el agresor, el clima violento se reproducecon todas sus fases. El ciclo se ha completado. La fre-cuencia y peligrosidad de este ciclo irán aumentando, so-bre todo si el agresor percibe que su estrategia de domina-ción tiránica funciona.Por su parte, la mujer que se ve inmersa en este ciclo ne-cesita mucho tiempo para comprenderlo. Poco a poco seva dando cuenta de que siempre es igual y el violento ade-más de no cambiar, empeora. No obstante, a lo largo de es-te proceso la mujer va a sufrir una pérdida de su autoesti-ma y desconfianza de su capacidad para mejorar la situa-ción, con lo que frecuentemente su respuesta es de mayorsumisión hacia el maltratador. Esta actitud, refuerza en él elconvencimiento de que su estrategia funciona.

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    Así, el problema de los malos tratos deja de pertenecer al ámbitoprivado y pasa a ser un asunto de interés público en las relaciones

    sociales de nuestra sociedad.

    “Así, cuando una mujer mal-tratada hace una petición deayuda ha dado varias vueltasal ciclo de la violencia. Cadavez que se cierra un ciclo pier-de más confianza en ella mis-ma. Por todo lo anterior, es ne-cesario que las víctimas reci-ban ayuda concreta y refuer-zos, en todas las ocasiones enque, tras la agresión, decidadar pasos encaminados a me-jorar su situación. Si esta ayu-da no surge, llega la fase decalma donde es más difícilmovilizarla para que tome de-cisiones”.

    3. ENFERMERÍA YVIOLENCIA DEGÉNERO

    Según el CIE (Consejo Interna-cional de Enfermería), la enfer-mería abarca los cuidados autó-nomos y en colaboración que seprestan a las personas de todaslas edades, familias, grupos ycomunidades, enfermos o sanos,en todos los contextos, e inclusola promoción de la salud, la pre-vención de la enfermedad y loscuidados de los enfermos, disca-pacitados y personas moribun-das. Funciones esenciales de laenfermería son la defensa, el fo-mento de un entorno seguro, lainvestigación, la participación enlas políticas de salud y en la ges-tión de los pacientes y los Siste-mas de Salud y la formación.

    3.1 Declaración de la Or-ganización Colegialde Enfermería ante laviolencia de género

    La institución oficial de la Enfer-mería se posicionó, con el con-senso de toda la Enfermería espa-ñola, ante la violencia de géneroen unas Jornadas celebradas en20041. Allí se reunió a represen-tantes de asociaciones de vícti-mas, profesionales sanitarios y atodos los agentes que intervienenen la lucha contra esta lacra so-cial. Las Jornadas fueron promo-vidas por el Consejo General deEnfermería (CGE), en su condiciónde máximo órgano de representa-ción de los más de 200.000 profe-sionales de enfermería que desa-rrollan su labor en España.El CGE suscribe, en el artículo 4del Código Deontológico de la En-fermería Española, la DeclaraciónUniversal de Derechos Humanosde la ONU (Organización de Nacio-nes Unidas), la Declaración delConsejo Internacional de Enfer-meras (CIE) sobre “Salud de laMujer” y, por tanto, se opone acti-vamente a las actitudes que con-lleven violencia de género, com-prometiéndose para eliminar estalacra social. Asimismo, estimaque las enfermeras/os puedencontribuir de manera positiva yeficaz a los esfuerzos nacionales einternacionales para su elimina-ción.Por todo ello la enfermería conde-na decididamente todo tipo de vio-lencia de género cometido contracualquier persona.

    La enfermería promueve la igualdadde géneros y la capacitación de lamujer en la vida pública y en la pri-vada; y es favorable a las reformassociales fundamentales para resol-ver las desigualdades de poder,condición y funciones sociales.Los Servicios de Salud juegan unpapel importante en el afronta-miento de la violencia de género,como lo proponen numerosasinstituciones y organizaciones in-ternacionales (ONU, OMS, Comi-sión Europea, etc.). Y dentro deéstos especialmente las enfer-meras constituyen un grupo fun-damental, no solo en la aten-ción, sino en la prevención, de-tección precoz e identificaciónde la violencia de género.La atención de enfermería debe,por tanto, estar enfocada en tres,de la violencia y la educación, re-habilitación y reinserción de lospotenciales agresores.

    La enfermería ante la preven-ción de laviolencia de género. (CGE)

    Dada la gran concienciación socialque existe en España sobre la gra-vedad del tema de la violencia degénero parece que sería oportunoempezar a trabajar seriamente enel desarrollo de acciones destina-das explícitamente a prevenir laviolencia masculina y a reeducar alos varones que la ejercen traba-jando principalmente en dos cam-pos: el educativo y el sanitario, so-bre todo en el ámbito de la pre-vención, detección y rehabilitaciónde este problema.

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    Las enfermeras deben integrarseen equipos multidisciplinares quedesarrollen programas de trata-miento psicosocial para varonesque podrían ejercer o ejercen vio-lencia partiendo de la idea que de-ben existir diferentes y escalona-dos abordajes dirigidos a subgru-pos específicos (edad, situaciónsocial, etc.):- Estableciendo redes de contac-

    to con otras disciplinas profe-sionales, entidades guberna-mentales y no gubernamenta-les nacionales e internaciona-les.

    - Colaborando con las capacida-des, las habilidades, los recur-sos y las estructuras organiza-tivas profesionales existentes.

    - Fomentando la participación delas enfermeras en los debates,la política general y la legisla-ción relacionados con los pro-blemas de violencia de género.

    - Asociándose con medios decomunicación independientesy objetivos.

    La enfermería debe instar a quese elaboren y apliquen procedi-mientos, medidas y legislaciónpertinente, además de desarrollarprotocolos profesionales adecua-dos para la detección precoz delos malos tratos.A largo plazo, deben ayudar enlos programas contra la violenciade género y a satisfacer las nece-sidades psíquicas, sociales, eco-nómicas y jurídicas.

    La enfermería ante laatención de las víctimas

    Las enfermeras son miembrosclave de los equipos multidiscipli-nares que prestan cuidado a lasvíctimas de la violencia de géne-ro. Atienden a quienes sufren laviolencia de género. Para que es-ta asistencia sea eficaz, se debencuidar los siguientes aspectosimportantes:a) La atención necesaria de las le-siones físicas y psíquicas sufridaspor la víctima.b) Posibilitar la recogida de indi-cios y pruebas que después sir-van pericialmente para probar loshechos, contribuyendo al acopiode datos fiables sobre la violenciade género.c) Formar sistemáticamente alpersonal de enfermería para quesea eficaz en este tipo de situa-ciones, incorporando la concien-cia de realizar este tipo de forma-ción en los programas educativosde los niveles de pregrado e im-partiendo formación continua pa-ra conseguir una base sólida deconocimientos, el desarrollo de

    las capacidades y un marco éticopara la práctica profesional.Para esto, no basta un entrena-miento puntual, sino que debe sernecesario un proceso de forma-ción / sensibilización continuossin el cual la interiorización denuevas disposiciones es imposi-ble de lograr.Finalmente, la enfermería deberápromover y participar en la inves-tigación, recogiendo datos ycompilando estadísticas, fomen-tando las investigaciones sobrelas causas y publicando las con-clusiones de los estudios científi-cos.En virtud de todo ello:a) El CGE apoya la protecciónmás absoluta de los derechos dela mujer rechazando cualquierforma de violencia de género.b) El CGE promueve la igualdadde los géneros y se declara im-pulsor de cuantas medidas esténdirigidas a resolver desigualda-des de poder, condición y funcio-nes sociales.c) El CGE considera que los profe-sionales de enfermería, en tantoque mayoritariamente mujeres, seencuentran especialmente capaci-tadas para dispensar atención desalud a las víctimas de la violenciade género así como para fortalecersu capacidad de mejora de suscondiciones de vida.d) El CGE expresa su convicción ysu compromiso relativo a la nece-sidad de facilitar una formaciónespecífica en el ámbito de la vio-lencia de género capaz de generarconocimientos, habilidades y ac-titudes necesarias para afrontareste grave problema social.e) El CGE condena cualquier actode violencia o abuso cometidocontra cualquier persona y mani-fiesta su firme compromiso deconcienciar a los ciudadanos y alconjunto de los profesionales so-bre la necesidad de erradicar unalacra social como la que constitu-ye esa creciente agresión contrala dignidad, la salud y la integri-dad de la mujer.

    4. LA ENFERMERÍAY LA DETECCIÓNDE LAVIOLENCIA DEGÉNERO ENHUELVA

    Al inicio de este estudio me mar-qué como objetivo valorar losprotocolos de enfermería ante laviolencia de género existentes enAndalucía, para así poder analizar

    su funcionamiento, tanto sus as-pectos positivos como sus posi-bles lagunas. Decidí tomar el áreade urgencias del hospital generalJuan Ramón Jiménez y el Centrode Salud de Adoratrices, de laciudad de Huelva como muestrarepresentativa.Al acudir a la Gerencia del SAS enHuelva, se me informó que noexiste en la actualidad ningúnprotocolo específico de enferme-ría ante la violencia de género, nide prevención, ni de detecciónprecoz, aunque piensan que “qui-zás se está elaborando”. Aquí seme proporcionó el “Procedimien-to de Coordinación para la Aten-ción a las Mujeres Víctimas deMalos Tratos y Agresiones Sexua-les” como único material disponi-ble. Tras nueva consulta realizadael de 22 de Agosto de 2007, con-cluyo que no existe nada nuevoen la actualidad, ni tampoco ma-teriales o iniciativas al respecto.

    4.1 Aspectos generalesdel Procedimiento deCoordinación para laatención a lasMujeres Víctimas deMalos Tratos yAgresiones Sexuales

    Según este documento, el 30 deAbril de 1998, el Consejo de Mi-nistros del Gobierno del Estadoaprobó el Plan de Acción sobre Laviolencia contra la Mujer, en elque se recogen las propuestasconsensuadas en la ConferenciaSectorial Extraordinaria sobreViolencia de la que forman partelas Comunidades Autónomas.Concretamente en la medida nº3.6 del mencionado Plan de Ac-ción, se establece la necesidad decoordinación de los servicios sa-nitarios, sociales, policiales y ju-diciales con el fin de facilitar a lasmujeres un tratamiento integral.El “Procedimiento” establece, através de las diferentes pautas deactuación, una coordinación glo-bal que, completando con las dis-tintas recomendaciones, instruc-ciones y directrices que se adjun-tan, acordadas desde la respon-sabilidad que le compete, preten-de conseguir una mejora y unamás eficaz acción pública en or-den a erradicar la violencia de gé-nero.Para ello las distintas instanciasresponsables en la atención a lasmujeres víctimas de malos tratosy agresiones sexuales se compro-meten a actuar, en cumplimientode los compromisos que asumen,de forma inmediata, intercam-biando información o prestandocolaboración en el momento que

    Analizando estas clasificaciones delmaltrato pienso que la detección delmaltrato sicológico es fundamental porsí mismo y porque se ha demostradoque existe progresión desde el abusosicológico al físico, lo cual tiene unaclara implicación para la comprensión,prevención y detención de lasagresiones conyugales.

    sea requerida por cualquiera de las demás instancias y a ga-rantizar una formación continua y permanente al personal queinterviene. Las pautas de actuación van dirigidas a CentrosSanitarios, Juzgados de Guardia, Comisaría de Policía, Guar-dia Civil, Servicios Sociales Comunitarios y Red de Serviciosde Información a la Mujer, entre otros.En el ámbito sanitario, se recuerda la obligatoriedad de relle-nar el Parte de lesiones cuando acuda una mujer demandan-do asistencia sanitaria, por agresión o maltrato en el ámbitodoméstico, tanto en asistencia primaria como especializada.Asimismo si en el reconocimiento médico que se efectúa auna mujer se detecta que las lesiones han sido provocadaspor una agresión y no por otra causa alegada por ella o suacompañante, debe darse el correspondiente parte al juzgado.Ante los casos que lo requieran, por su urgencia y gravedad,deberá comunicarse al Juzgado de Guardia, para que facilitela presencia del médico forense y de la autoridad policial, alobjeto de que quede cumplimentados de una sola vez los as-pectos médicos, policiales, judiciales y sociales y de los re-cursos del IAM, al objeto de: proceder a la recogida de la de-nuncia, solicitud de orden de protección, según formularioexistente, prever el aseguramiento de pruebas y recogida demuestras y garantizar el acompañamiento.En este “Procedimiento” se establecen pautas para el esta-blecimiento de un protocolo para la atención sanitaria a vícti-mas de malos tratos o agresiones sexuales, que dice: “La im-portancia legal y social de este tipo de delitos hace nece-saria la elaboración de un protocolo de diagnóstico y trata-miento que permita una atención sanitaria adecuada y ho-mogénea a las mujeres agredidas y evite omisiones im-portantes”.En la elaboración del protocolo, los servicios sanitarios debentener en cuenta varios aspectos: la actitud del profesional, losdatos personales y sociales, la anamnesis, exploración, pruebasy exámenes de laboratorio, el tratamiento, información.

    4.1.1 Análisis del documentoEl establecer una coordinación interinstitucional, da al graveproblema el enfoque multidisciplinar que requiere, así comosus comisiones de seguimiento. El objetivo es renovar y po-

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    tenciar la actuación coordinada de las distintas institucionesresponsables de la prevención y atención a las víctimas, quepermita un tratamiento integral de la violencia de género y uncompromiso de aunar esfuerzos en orden a erradicarla. EsteProcedimiento solo está desarrollado en la Comunidad de Ca-narias y en nuestra Comunidad de Andalucía.En él se recogen los derechos de las mujeres víctimas de ma-los tratos, en los que cabría destacar como muy importante,el derecho a no verse obligada a relatar los hechos reiterada-mente y el derecho a ser informada de la existencia de los ser-vicios y ayudas.El resto de este Procedimiento va destinado a los demás ám-bitos. Cabe destacar como importante que se encuentran es-pecificadas “actuaciones preventivas” en las recomendacio-nes del ámbito penal. Siendo éste área, la prevención, uno delos pilares básicos de la Salud Pública, y la enfermería un ele-mento clave, ni siquiera queda nombrada en el Procedimien-to destinado al ámbito sanitario, ni en las pautas de elabora-ción de los protocolos.Sin embargo, a pesar de quedar claro el objetivo de la pre-vención, no se contempla en la elaboración del protocolo sa-nitario. Este queda casi exclusivamente destinado en la inter-vención a la actuación en casos de violencia grave y como he-cho puntual, a la cumplimentación del parte de lesiones, re-cogida de muestras y contacto con otras instituciones.No se tiene presente la “captación del sistema sanitario”, quela violencia es un proceso y que habitualmente los síntomasno son las lesiones, no plantea como principal actuación laprevención y la detección precoz.Con respecto a la formación de los profesionales sanitariosno aparece nada en el material que me proporcionó la geren-cia del SAS. Sin embargo, otro documento publicado dosaños más tarde por el IAM (2005)2 haciendo referencia almismo “Procedimiento de Actuación”, sí especifica en el ám-bito sanitario, las actuaciones de prevención y detección pre-coz. Aquí desarrolla un poco más los distintos ámbitos y conrespecto al de atención sanitaria dice: “desde este ámbito serealizarán especialmente actuaciones tendentes a la atencióna la salud física y sicológica de las víctimas, así como la de-tección precoz de la violencia y la prevención de las mismas”,y dice también, “ se realizarán las siguientes actuaciones: Im-pulsar las actividades de prevención, detección precoz eintervención continuada con la mujer sometida a violenciade género o con riesgo de padecerla”.

    4.1.2 Crítica del documentoCon todas las leyes y documentos aprobados y publicados, enla práctica poco o nada se está haciendo en objeto de detec-ción precoz y prevención hacia la violencia de género y muje-res maltratadas desde la sanidad. En el ámbito de mi estudio,no hay ningún programa ni actividad dedicada a ello en la ac-tualidad, tampoco existe formación específica alguna sobre eltema de violencia de género entre el personal de Enfermería;pero sí he observado una gran demanda e interés por parte dedichos profesionales (veánse a este respecto, más adelante,las entrevistas realizadas a profesionales en el curso de estetrabajo de investigación).No descarto que en la actualidad, si dicho Procedimiento es-tá aprobado hace algunos años desde nuestro Gobierno auto-nómico, se estén preparando actividades y programas dentrode la Cartera de Servicios,. Desconozco las causas de la faltade implantación de protocolos destinados a la detección yprevención de la violencia doméstica, desde la Sanidad. Su-poniendo que fuese un tema económico, se me ocurre com-parar cuántas horas de formación se podrían dar con el cos-te de una radiografía o aún más fácil, cuántos fármacos po-dríamos evitar a las mujeres, a cambio de un diagnóstico cer-tero y/o preventivo, evitando así años de sufrimiento y enfer-

    medad a las mujeres que silencian su maltrato y soninvisibles ante los ojos del personal sanitario.Es urgente y necesario poner en marcha cursos deformación y sensibilización a todos los profesionalessanitarios, así como la elaboración de protocolosdestinados a ellos. Entre las múltiples facetas de laviolencia contra las mujeres, sólo se “ven” las agre-siones físicas por gran parte de los sanitarios, y elmaltrato síquico y sexual así como sus secuelas pa-sa desapercibido por la mayoría de los serviciosasistenciales.Debido a su labor, las enfermeras/os son considera-das un grupo en excelente posición para la deteccióny ayuda a las víctimas de malos tratos. Seríamospues, el eslabón principal de la cadena, que serían elresto de profesionales encargados de colaborar conlas afectadas (sicólogos, médicos, trabajador social,jueces, policía, etc).Conviene recordar la definición de Protocolo: “es unprograma escrito en el que se especifican los proce-dimientos a seguir para la prestación de asistenciasanitaria para una determinada enfermedad” o “es-quema de procedimientos médicos y de enfermeríade asistencia básica, que incluye pruebas diagnósti-cas, mediciones y consultas, diseñados para llevar acabo un programa de tratamiento eficaz y coordina-do” 3.

    4.2 El caso de HuelvaConsultado el Servicio de Información y Atención Di-recta del IAM (Instituto Andaluz de la Mujer), se meinforma que no hay datos estadísticos disponiblessobre si las mujeres que acuden a pedir ayuda alIAM, que han sido maltratadas, han acudido primeroa los servicios sanitarios, ni cuántas veces.La mayoría de las mujeres demandan ayuda sicológicay centros de acogida. Desde la experiencia de la perso-na responsable del Servicio se puede constatar que:

    - Algunas, pocas, sí refieren venir derivadas porsu médico de familia, no conoce ningún casoderivado de su enfermera de zona. Con lo cualse puede pensar o bien que el profesional ha de-tectado la situación, o bien la mujer lo ha dichoabiertamente, y el médico en este caso, está in-

    formado de la Red de Apoyo.- Otras vienen derivadas de Salud Mental.- La mayoría de las mujeres están siendo tratadas

    farmacológicamente contra la depresión o sínto-mas análogos por su médico de zona.

    - Las mujeres que vienen derivadas de serviciossanitarios, expresan junto con su depresión, sín-tomas de cansancio generalizado y malestar fa-miliar (casos ocultos) y éstas son las menos,pues al IAM llegan pocas derivaciones desde lasInstituciones Sanitarias, por lo general primerolas derivan a Salud Mental.

    4.2.1 Centro de Salud de AdoratricesEn este Centro se me facilitó el protocolo existente(anexo 2). Destacaría como positivo que hace alusióna la actitud que debe tomar la enfermera y ofrece al-gunos teléfonos de la Red de Apoyo. Pero incluso te-niéndolo elaborado, los/as enfermeros/as tienen pococonocimiento sobre dicho protocolo y lo han usadopocas veces, pues cuando aparecen casos de maltra-to la víctima se deriva a Urgencias hospitalarias o se lepasa al médico del Centro directamente.El protocolo es demasiado breve y está poco desa-rrollado. En el se hace una pequeña referencia a losdistintos profesionales (aunque no incluye al Traba-jador Social). El documento va dirigido a la atenciónde la víctima en situación de urgencias, pero trae undocumento adjunto de los indicadores de situaciónde riesgo para la prevención. Aunque estos indica-dores están bien descritos, simplemente se detallan

    Tensión Agresión

    Remisión

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    y utilizan el término “Prevención”sin describir cómo realizarla, nidónde, ni quién ni hay informaciónanexa.Cuando pregunto si conocen losnúmeros de teléfono del IAM,Guardia civil,… se me da una res-puesta ambigua y aunque algunosestán especificados en el protoco-lo, da la impresión de que no usanestos medios con regularidad. Co-mo se puede observar en el anexo2, proporciona los teléfonos de laPolicía, Guardia Civil y no apareceel del IAM, la línea gratuita y de 24horas de Atención a la Mujer (900200 999).Tampoco hay ningún proyecto for-mativo ni programa para puesta enmarcha en este año.Se pasa a detallar la entrevista alDirector Adjunto de Enfermería:¿Disponéis de protocolos ante ca-sos violencia doméstica?Sí, es el mismo que para los médi-cos y es para los casos de urgen-cia. Debería de haber uno en cadaconsulta, tanto de enfermeras co-mo médicos. Protocolo de enfer-mería no tenemos, ni para la de-tección precoz tampoco.¿Ha recibido formación específica elpersonal de enfermería sobre la ac-tuación ante un caso de violenciadoméstica?No, aunque creo que sería necesa-rio pues es un grave problema deSalud.¿Conoce la actuación, derivación,seguimiento y red de apoyo a lasvíctimas de maltrato?No, si viene algo en el protocolodebería mirarlo. No tenemos infor-mación del tema.¿Quedan estos casos sólo en ma-nos del personal médico?Creo que sí, pues Enfermería noforma parte de ningún programa,tampoco nos llega ningún segui-miento de las víctimas desde elHospital. Posiblemente la Trabaja-dora Social si esté más implicada,nosotros estamos inmersos en mu-chos programas de crónicos, meta-dona, visitas domiciliarias… perosobre este tema no tenemos nada.¿Sabría identificar los distintosmalos tratos (síquicos, verbales,físicos, sexuales?Creo que sí, aunque no tengo unaformación específica.¿Sabría explicar en qué consiste laescalada y el ciclo de la violencia?No.Independientemente del parte delesiones y su curso legal, que lodebe realizar un facultativo, ¿sa-bría detectar desde su consulta loscasos ocultos (existen técnicas ysugerencias)?Creo que seríamos capaces de de-tectarlo, incluso sin formación,pues la población en general esmás dada a comentar todos sus

    problemas, aunque lo considerenpersonales, a la enfermera. Pero síes cierto que nos sería de granayuda esas técnicas y sugerenciasexistentes.El cuadro típico es el SAM (síndro-me del maltrato), ¿conoce los sín-tomas más relevantes? ¿lo ha oídoalguna vez?No, nunca.En caso afirmativo, ¿vuestro cono-cimiento procede de una forma-ción personal o por parte de la Ins-titución?¿Qué haría si en su consulta sos-pecha que la mujer está siendomaltratada y acude con su mari-do?La citaría otro día para realizarleuna prueba, por ejemplo un elec-trocardiograma, aunque fuese fal-so.¿Y si acudiese sola?Intentaría ayudarla sobre todo, uti-lizaría mis herramientas persona-les, pero no conozco la red de apo-yo.Hay un teléfono de Atención a laMujer (IAM), ¿lo conoce el perso-nal o lo tiene a su disposición?No, lo buscaría.El problema de la violencia escomplejo y complicado ¿cree quea veces los propios sanitarios, vencierto grado de culpabilidad en lavíctima y restan trascendencia alagresor?Creo que sí, como todo ser huma-no tendemos a hacer juicios de va-lor, aunque como personal de lasalud no debería ser así, somosmuy dados a enjuiciar.¿Tendemos a prejuzgar a la víctimapor su estilo de vida, comporta-mientos, consumo de drogas…?Sí, la verdad es que valoramos lapresencia y todo lo demás… aun-que pienso que el sufrimiento hu-mano es el mismo.¿Se actúa con la misma rapidez yefectividad ante un caso o sospe-cha de maltrato en un niño quecuando es en una mujer?No, para nada, con los niños hayuna especial sensibilidad y se ac-túa mucho más rápido.¿Se considera a veces que se tratade un caso privado entre parejas(sobre todo en el maltrato sicoló-gico) que es mejor no franquear?Pues creo que sí, aunque piensoque el maltrato sicológico es mu-cho más dañino.¿Cree que el maltrato verbal o si-cológico puede quedarse ahí o porel contrario que conduce al físico?Indudablemente es una cadena deascenso.¿Se suele tratar como un proble-ma sólo clínico o judicial?Así solemos hacerlo.El descubrimiento del síndromedel maltrato, posibilita iniciar unared de mecanismo para evitar nue-

    vas agresiones (IAM, policía, SA-VA, trabajador/a social…). El per-sonal sanitario constituyen las per-sonas donde la mujer de maneramás explícita suele buscar ayuda“sin pedirla”, confiando que dichopersonal saque a relucir la situa-ción que ella se siente incapaz deexponer por diversos motivos. An-te esta situación, ¿qué personalpiensa que puede ser más recepti-vo?Pienso que la enfermera, pues lospacientes suelen mostrar muchamás confianza en ella que en elmédico. Las enfermeras tienen unacercanía especial con los pacientesy demuestran más empatía. Ade-más nuestra labor en los domici-lios lo propicia.¿Qué cree que necesitaría para po-ner en marcha un protocolo de de-tección de malos tratos en enfer-mería para las víctimas de maltra-to? ¿Formación, tiempo, formarparte del equipo multidisciplinar?Necesitaríamos formación y debe-ría ser conjunta para todo el equi-po multidisciplinar, para que ac-tuásemos de la misma forma.El protocolo existente en el SASpara los casos de violencia domés-tica, están destinados fundamen-talmente al personal médico y a lacumplimentación del parte de le-siones, ¿cree que es suficiente?No, debería de incluir también alos/as enfermeros/as y al cela-dor/a.Cuando se atiende algún caso ensituación de urgencias, ¿hacéisluego un seguimiento de la vícti-ma?No que yo sepa, quizás en la con-sulta médica o la Trabajadora So-cial.Dentro de las instrucciones que re-gulan la asistencia sanitaria a estasmujeres, a veces es necesarioefectuar la recogida de muestrascomo prueba pericial, ¿disponéisde material y sabe el personal có-mo hacerlo?Sí. Hay todo tipo de material pues-to que tenemos consultas de gine-cología.En caso de tener que derivar a lamujer a un dispositivo de apoyo,ginecológico o a nivel hospitalario,¿cómo lo hacéis? (se envía a lamujer sola, acompañada por per-sonal sanitario, se acude a agentespoliciales, se consulta al juzgadode guardia).No lo sé, no recuerdo bien los po-cos casos atendidos. Creo que lamayoría acuden a los servicios deurgencias.¿Existe en el Centro un lugar priva-do para ofrecer intimidad en la en-trevista y el reconocimiento?Sí, varios. Este es un Centro nuevoy grande.En caso de agresiones sexuales,

    ¿dispone el Centro de la píldora postcoital?Sí, en la consulta de urgencias.Comentario personal.Creo que necesitamos formación ante todo.

    4.2.2 Área de Urgencias, Hospital Juan Ramón JiménezEn el Servicio de Urgencias del hospital tienen elabora-do un protocolo (Anexo 3) mucho más completo y deacuerdo con las normas del “Procedimiento”. Están es-pecíficamente detallados los pasos a seguir en situa-ción de urgencias y con una importante intervenciónpor parte del Servicio de Trabajo Social. Nuevamente,sin embargo la mayor parte de las/os enfermeras/os notiene noticias de su existencia, en este caso algo sabíala Supervisora por haber formado parte en un principioen la elaboración del Protocolo.Cabe resaltar, que la primera atención a todo tipo deusuarios se hace desde el servicio de Triaje, y este lohacen exclusivamente las enfermeras y es la que deter-mina los niveles de cada paciente (prioridad en la ur-gencia). Aunque en el protocolo se nombre este servi-cio, solo lo hace para que derive con un nivel u otro ala consulta médica y desde aquí se supone que pondrí-an el protocolo en marcha o no, pero ese no es el obje-tivo de mi estudio.En este primer contacto, ya contaríamos con una “pér-dida” por parte de la enfermería. Las condiciones de di-cho Servicio (Triaje) sobre todo el factor tiempo, seríaun condicionamiento muy negativo para que se hicieraun filtro y la enfermera tomase posición, en los casosque no se requiera directamente una atención médicano especilizada.Precisamente por esto, se demuestra una vez más laimportante actuación de la enfermera, agilizando la es-pera del resto de los pacientes, pudiendo aislar a la mu-jer maltratada e iniciar el protocolo y derivaciones a es-pecialista y poner en marcha la red. Así se evitaría tiem-po de espera para la víctima y una mayor celeridad enel proceso. Para ello sería necesario un aumento de laplantilla de Triaje, pues sólo hay una. Debemos añadirque un parte de enfermera también tiene validez judi-cial, aunque no sea el parte de lesiones.Aunque ahora hay desde la Enfermería un proyecto deconexión con Atención Primaria, donde se derivan lospacientes de alta, bien de planta o de urgencias, tras uninforme enfermero/a, para conseguir una rápida actua-ción, cuando salen del hospital: “continuidad de pacien-tes frágiles”, no vienen aquí contempladas las víctimasde violencia doméstica.

  • Consultado el Servicio de Formación Continuada delHospital Juan Ramón Jiménez se me informó por lapersona responsable de dicho servicio, que nunca seha impartido docencia sobre la violencia de género nihay ningún proyecto próximo.Tras la entrevista con la Supervisora, se constata lafalta de formación de los profesionales enfermeros.Se pasa a detallar la entrevista:¿Disponéis de protocolos de ante casos de violenciade género?Hay uno elaborado pero lo usan los médicos.¿Han recibido las enfermeras formación específicasobre la actuación ante un casos de violencia domés-tica o el uso del protocolo?No, yo tengo algunos conocimientos porque colaboréen un principio en la elaboración del protocolo, peroluego lo abandoné por motivos profesionales. Sin em-bargo no se le ha informado ni comentado al personalde enfermería la existencia de éste.¿Quedan éstos casos sólo en manos del personal mé-dico?Sí, aunque la derivación siempre de cualquier asisten-cia pasa un primer filtro por la enfermera de triaje.¿Sabrías identificar los distintos malos tratos?No a no ser que me los comentara la paciente.¿Sabría explicar en qué consiste el ciclo y la escaladade la violencia doméstica?No, no lo he oído nunca.Independientemente del parte de lesiones y su cursolegal, que lo debe hacer un facultativo, sabrías detec-tar desde vuestra entrevista los casos ocultos) existentécnicas y sugerencias)?No.En caso afirmativo, ¿Vuestra formación procede demanera personal o por parte de la institución?¿Qué haría si en la consulta sospecha que la mujer hasido maltratada y acude con su pareja?Le invitaría a salir con las técnicas que tengo desde miexperiencia en otros casos.¿Y si acudiera sola?Intentaría sacárselo sutilmente.Hay algunas preguntas o técnicas para consolidar lasospecha, ¿las conoce?No.Hay un teléfono de Atención a la Mujer (IAM) ¿ lo co-noces personalmente, lo tenéis en el triaje?Está registrado en el protocolo, aunque enfermería elprotocolo no lo usa nunca, damos entrada a las pa-cientes derivándolos a alguna de las consultas de ur-gencias. No sé si todos los médicos tienen conoci-miento de su existencia.El problema de la violencia de género es complejo ycomplicado, ¿crees que a veces los propios sanitariosven cierto grado de culpabilidad en la víctima y restatrascendencia la agresor?Sí, aunque yo no personalmente, pero hay una graninfluencia cultural que tiende a disculpar al maltrata-dor. Es cuestión de educación a la población en gene-ral.¿Tendemos a prejuzgar a la víctima por su estilo de vi-da, comportamientos, consumos de drogas,…?Sí, esos prejuicios siempre existen, son culturalesigual que la pregunta anterior.¿Se trata con la misma rapidez y efectividad ante uncaso o sospecha de maltrato en un niño/a que cuandoes una mujer?Creo que no debería ser así, pero es la realidad.¿Se considera a veces que se trata de un caso “priva-

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    do” entre parejas (sobre todo en elmaltrato sicológico) que es mejorno franquear?No lo sé, lo tratan las/os siquia-tras.¿Cree que el maltrato sicológico overbal suele quedarse ahí, o por elcontrario conduce al maltrato físi-co?Pienso que si el maltratador es in-teligente y se queda ahí puedeproducir mucho más daño porquela mujer soportaría más tiempo lasituación, ya que pienso que esmás difícil demostrarlo y que ellase dé cuenta.¿Se suelen tratar las agresionescomo un problema sólo clínico ojudicial?Sí, creo que atendemos las lesio-nes físicas y las sicológicas de ur-gencias y ya está.El descubrimiento de SAM (sín-drome del maltrato, posibilita ini-ciar una red de mecanismos paraevitar las nuevas agresiones (pre-vención), el personal sanitario,dentro de la Red de Apoyo, quizássean las personas a la que la mu-jer acuda en busca de ayuda “sinpedirla” de manera más explícita,confiando en que dicho personalsaque a relucir una situación queellas se sienten incapaz de expo-ner por falta de iniciativa derivadade las alteraciones sicológicas y elmiedo. Ante esta realidad ¿Quépersonal sanitario cree que puedeser más receptivo?Indudablemente la enfermería,pues es la que trabaja “al pie delcañón” con los pacientes.¿Qué cree que se necesitaría paraponer en marcha un protocolo dedetección para las víctimas de vio-lencia doméstica?Formación, tiempo para ponerloen marcha y dentro de un equipomultidisciplinar.Los protocolos existentes en elSAS están destinados fundamen-talmente al personal médico ¿Locree suficiente?No, enfermería podría aportar mu-cho, sobre todo por la cercanía y launión que tenemos hacia los pa-cientes. Pero aquí en urgencias nohabría tiempo, la Atención Primariacreo que es la encargada de esto.Cuando se atiende algún caso ensituación de urgencias ¿hacéis al-gún seguimiento de la víctima?Si hay algún seguimiento quedaen manos de los médicos. Ahoraestamos en proceso de elabora-ción del alta de enfermería desdeurgencias para conectar rápidocon el enfermero de enlace, perosólo con un perfil de pacientes yahí no se incluye a las mujeresatendidas por maltrato (Pacientesfrágiles).¿Existe en el Área un lugar privadopara ofrecer intimidad en la entre-

    vista y el reconocimento?Sí, hay una sala de entrevistas.Comentario personal.Como mujer estoy muy sensibili-zada con el tema, aunque reconoz-co que no tengo muchos conoci-mientos. Aquí en urgencias, podrí-amos colaborar con las víctimasquizás, pero creo que lo más im-portante está desde la educación yaquí se incluye la educación sani-taria a la población total.

    4.3. Documentos básicosy consideracionespara la propuestaformativa y de unprotocolo para ladetección deviolencia de génerodesde la enfermería

    Expuesta y constatada la falta deformación por parte de los profe-sionales enfermeros así como ladeficitaria implantación de pro-gramas de prevención y detecciónprecoz ante la violencia domésti-ca, se realiza desde aquí una pro-puesta de un protocolo para en-fermeras/os y un ofrecimientoformativo.Es preciso recordar que un proto-colo es una “conducta de míni-mos”. Se usará una “Valoraciónenfermera” (primer escalón delPlan de Atención de Enfermería)compatible para ambos ámbitossanitarios: Atención Primaria yAtención Especializada y unaspautas de la entrevista a seguir pa-ra su cumplimentación. Para ellose mostrará la valoración realizadapor el CGE como protocolo de en-fermería ante malos tratos.Para la elaboración de la entrevis-ta es fundamental escuchar activa-mente y aceptar el relato de la pa-ciente, cuidar la comunicación noverbal, mostrar empatía, lenguajeclaro con preguntas directas ysencillas que han demostrado serlas más eficaces, uso de silenciosque faciliten que la mujer reflexio-ne, retroalimentación, respeto ha-cia la víctima, ambiente de confi-dencialidad y mostrar apoyo.Evitar dar falsas esperanzas, noculpabilizar a la paciente, evitaremitir juicios de valor, no dar laimpresión de que todo se va aarreglar fácilmente. Se debe evitar

    la actitud paternalista, no manifes-tar prejuicios sobre la violencia depareja y no imponer nuestros pro-pios criterios y decisiones ya queante todo está la seguridad de lavíctima.Durante la entrevista se recibirá ala mujer sola, se le escuchará y seintentará que se sienta cómoda ysegura. Aseguraremos la confi-dencialidad.La informaremos de que el maltratoes un problema que afecta a muchasmujeres, esto puede ayudarla a dis-minuir el sentimiento de soledad yaislamiento. Le transmitiremossiempre que ella no tiene que la cul-pa, que precisa ayuda y se le puededar. Recomendar que no comenteesta conversación con el agresor.Dentro de la propuesta de forma-ción a profesionales sanitarios engeneral, así como el uso de unprotocolo general de detecciónprecoz, se ha analizado el existen-te en distintas entidades y Comu-nidades Autónomas4. Se destacapor su fácil comprensión, ampli-tud y descripción del tema tratadoun libro editado por el IAM5.Este libro está publicado contem-plando “El Procedimiento” mencio-nado a lo largo de este estudio y co-mo respuesta al Plan de Actuaciónpara avanzar en la erradicación de laviolencia contra las mujeres, apro-bado el 17 de febrero de 1998 por elConsejo de Gobierno de la Junta deAndalucía.Su publicación se basa en la medidanº 8 de dicho Plan que contempla larealización e impartición de módu-los formativos dirigidos a profesio-nales de las distintas áreas. Concre-tamente recoge las nociones y ele-mentos básicos para afrontar coneficacia la violencia de género desdeel sector sanitario. En él se puedenhallar las respuestas a la mayoría delas dudas e inquietudes que le pue-den surgir al profesional, facilitandouna guía de identificación y trata-miento adecuado a las situacionesde violencia.

    5. CONCLUSIONES

    Tras el análisis de este estudio seconcluye que, a pesar de haber undocumento editado por la Junta deAndalucía en la que se propone laelaboración de Protocolos para laatención a víctimas de malos tra-tos por parte del sistema sanitarioy la formación a los profesionalesde dicho ámbito, la confección delos protocolos no es completa de-jando fuera el factor de la preven-ción y detección precoz. Van des-tinados casi exclusivamente parala atención de urgencia de las víc-timas, es deficitario en conceptosy objetivos, en el caso del Centro

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    de Salud de Adoratrices y deja fuera a la enfermería en el caso de Ur-gencias del hospital Juan Ramón Jiménez. Se demuestra una impor-tante falta de formación por parte de las/os enfermeras/os sobre laviolencia doméstica, así como su actuación ante ella, pero a la mismavez un alto grado de interés y sensibilización hacia las mujeres mal-tratadas.

    Por otra lado, a lo largo de este estudio se describe un completo po-sicionamiento por parte del Consejo General de Enfermería incluyen-do y demostrando las importantes habilidades que poseen los/as pro-fesionales y su posición privilegiada para la implicación en el tema deviolencia doméstica, así como su compromiso.También se encuentra un excepcional libro editado por el IAM desti-nado a la formación de profesionales de Área de la Salud. Así se de-muestran las importantes iniciativas desde nuestro Gobierno Autonó-mico y que parte importante de ellas quedan plasmadas en este docu-mento formativo.Por lo tanto, ante la situación descrita se consideraría necesaria la co-nexión del IAM con los responsables de formación sanitaria de los dis-tintos Centros con la finalidad de distribuir el documento para su es-tudio e implementación.Las/os enfermeros y demás profesionales sanitarios debemos tomarconciencia de que la violencia de género es un grave problema de saludy además tomar parte activa en la detección precoz y enla prevención, así como en ofrecer una atención conti-nuada a las víctimas. Es necesario para ello una capaci-tación especial desde la formación general a una másespecífica que nos haga actuar ante las sospechas y nosólo ante los hechos y llevar a la práctica los plantea-mientos políticos existentes.En el ámbito sanitario todos tenemos la responsabili-dad y obligación de participar activamente en la lu-cha contra este grave problema. Aunque las enferme-ras sólo seamos un eslabón de la gran cadena exis-tente para erradicar el problema de la violencia do-méstica no nos exime de la responsabilidad que nosconcierne de sensibilización, actuación, detección,prevención y apoyo.

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    la Prevención de la Violencia de Género yAtención a las Víctimas en Andalucía. EditaIAM, Consejería para la Igualdad y Bienes-tar Social, 24 noviembre 2005.3 (Diccionario MOSBY, Medicina, Enferme-ría y Ciencias de la Salud, 5ª edición, 2001).4 Boletín editado por la Gerencia de Aten-ción Primaria de Talavera, Volumen III,Nº1.2005.Protocolo de actuación sanitaria ante malostratos, Consejería de Sanidad y ServiciosSociales. Gobierno de Cantabria. Febrero2005.Guía de Atención a la mujer víctima de vio-lencia de género. Departamento de Salud yConsumo. Gobierno de Aragón. 2005.Protocolo Sanitario ante malos tratos do-mésticos. Departamento de Sanidad. Go-bierno Vasco. 2005.5 Violencia contra las mujeres, ámbito sani-tario. IAM. Consejería de Presidencia. Jun-ta de Andalucía.1999.

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  • Huelva.- Redacción

    ElI Congreso regional de “enfermeras gesto-ras de casos" (o de enlace) celebrado enAracena sirvió para evidenciar la pujanzade este tipo de prestación sanitaria en laque Enfermería desempeña un papel ver-

    daderamente importante. Unos doscientos asistentes, no so-lo andaluces sino llegados desde distintas partes de España,se dieron cita en el Teatro de la ciudad serrana para inter-cambiar conocimientos sobre este modelo asistencial quebusca mejorar tanto la atención integral al paciente "espe-cialmente vulnerable o frágil", como al entorno familiar. ElCongreso, organizado por el Hospital Comarcal de Riotinto, seformalizó bajo el lema "Oportunidad de hoy, fortaleza de ma-ñana".

    La delegada provincial de la Consejería de Salud, María José Ri-co, fue la encargada de inaugurar este encuentro con una inter-vención en la que hizo hincapié acerca de la "relevancia" que tie-nen las enfermeras a las que definió como "uno de los pilares" enel conjunto del Sistema Sanitario Público Andaluz. Rico se refirió ala "firme apuesta" que la administración autonómica ha hecho por

    "el avance de esta profesión, incrementando su marco de com-petencias y el desarrollo como colectivo profesional". La delega-da aludió a este último aspecto del desarrollo significando que,desde la Consejería y el SAS, se está trabajando para crear unaslíneas de actuación entre las que se encuentran la posibilidad delmanejo de determinados grupos de productos, la capacidad dederivación desde la Enfermería o la solicitud y realización de de-terminadas pruebas diagnósticas y terapéuticas.

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    I Congreso regional en Aracena

    IMPULSO A LAS ENFERMERASGESTORAS DE CASOS

    Aspecto de una mesa del Congreso

    Vista panorámica de Aracena

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    FrágilA partir de este prólogo, el I Congreso se fue desarrollando en ba-se a un programa repleto de intervenciones referido a la gestiónde los casos en torno al llamando "paciente frágil". En síntesis,quedó patente cómo el personal de Enfermería ha asumido estenuevo modelo asistencial que se basa en el seguimiento, cons-tante, del enfermo como del entorno familiar para "identificar ymovilizar los recursos necesarios para su atención". La enferme-ra encargada, "como enlace entre el hospital y el domicilio delprotagonista en cuanto a receptor de los cuidados", garantiza lacontinuidad entre los dos niveles de prestación sanitaria y, de es-te modo, el ciudadano ve aumentar el acceso a los citados servi-cios. En las diferentes exposiciones quedó patente que "las en-fermeras gestoras de casos actúan fr