próceres depapel y héroes olvidados en la independencia argentina

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LIBRO DOCUMENTAL DE REVISIONISMO HISTÓRICO

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PRCERES DE PAPEL Y HROES OLVIDADOS En la independencia Argentina

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NORMA ESTELA FERREYRA

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AO DE COPYRIGHT 2011ISBN 978-1-105-18041-5

NOTA DE LA AUTORA He notado con tristeza, que la mayora de nuestras calles llevan el nombre de los peores hombres que transitaron por la Historia de nuestro pas. Todo esto, gracias a la pluma de la misma oligarqua que les dio origen y les otorg ttulos honorficos de hroes. Una especie de semidioses, que la clase dominante fue instalando en pginas de papel y que luego, se eternizaron sin mrito alguno, en los cartelitos que sealan las manos de nuestras calles o tal vez, en el frente de alguna escuela que lleva su nombre y adonde tambin hay bustos o alguna estatua para que sus rostros se nos graben en la memoria.5

Lo cierto es que hubo muchos hombres y mujeres, que s hicieron la grandeza de esta tierra que amamos. Ellos no pretendieron fundamentar el progreso slo en el desarrollo econmico sino en valores y principios que hasta hoy perduran en nuestra gente, como la solidaridad, el respeto a los derechos humanos, a la vida, al trabajo y con la prctica sostenida de la paz. Porque no son las guerras las que engrandecen a las naciones, ni el exterminio de otros seres humanos, sern los que nos hagan sentir el orgullo de pertenecer a esta Nacin. A los argentinos no nos asust nunca la pobreza, ni el trabajo, sino ms bien la barbarie de los pases que se autoproclaman del primer mundo o se dicen los ms civilizados, ttulos que no son, precisamente, de nobleza, ya que su poder se funda en la fuerza, la guerra desigual, el robo y el exterminio de los pueblos no blicos. Estoy orgullosa de pertenecer a una de las naciones latinoamericanas, que no eligieron esos mtodos para6

solucionar sus problemas, sino que prefiri retardar su desarrollo econmico para respetar el derecho de todos los pueblos y la dignidad de las naciones. Que eligi la paz y no la guerra, la pobreza y no el saqueo a los ms dbiles. Que no bombardeamos a la poblaciones civiles para obtener la rendicin del gobernante que deseamos derrocar, como lo estn haciendo EEUU y sus socios europeos e Israel, a travs de organizaciones delictivas y criminales como la OTAN y muchas otras peudo-organizaciones internacionales, donde la mayora de los pases no tienen voto y su voz, siempre llega a odos sordos. Pero volvamos a nuestros PRCERES DE PAPEL , como les llamo, para diferenciarlos de nuestros verdaderos HROES OLVIDADOS, que por suerte, s tuvimos y cuyo nombre no fue escrito en los libros oficiales de historia, porque a ella la escribieron los traidores de la patrias. Quiero aclarar que no hay una exacta continuidad cronolgica en los7

hechos narrados en estos documentos que he elegido, pues considero que tomando a los mismos como una unidad separada dentro de la historia, ayuda ms a la comprensin del suceso como tal. Dedico este libro a los caudillos: FACUNDO QUIROGA- La Rioja CHACHO PEALOZA- La Rioja JUAN BAUTISTA BUSTOS - Crdoba MARTIN DE GUEMES- Salta LOPEZ JORDAN- Entre Ros JOS GERVASIO ARTIGAS- La Banda Oriental JUSTO JOS DE URQUIZA- Entre Ros FELIPE VARELA: Catamarca JUAN MANUEL DE ROSAS: Buenos Aires. MARTN DE GUEMES: Salta MANUEL ORIBE Banda Oriental FELIPE IBARRA Santiago del Estero ESTANISLAO LPEZ FRANCISCO RAMIREZ JUAN MANUEL DE ROSAS A JUANA AZURDUY del Alto Per, a todas las mujeres que lucharon8

por la independencia y a todos aquellos indios y gauchos que lucharon por la libertad de nuestros pueblos, sin ser reconocidos en las pginas de papel de la Historia.

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La historia falsificada por Mitre, Sarmiento y Rivadavia, entre otros. El General Bartolom Mitre, triunfador en la batalla de Pavn en la provincia de Buenos Aires, llev a la historia argentina a un modelo de pas a la europea, que menospreciaba a nuestros pueblos. Como fundador del Diario La Nacin que an hoy circula, defendiendo los mismos intereses de aquellos tiempos, fue uno de los pseudo intelectuales que arm a voluntad, la historia de los prceres mancillando su honor y hasta falseando la verdad. Sarmiento, Rivadavia, Roca, entre muchos otros, secundaron a10

quienes pretendan entregar al pueblo a la esclavitud extranjera y que pretendieron pasar a la historia como hombres Ilustrados aunque slo fueron Salvajes sin sentimientos al servicio extranjero. As armaron el 25 de mayo de 1810, que toma forma con ese movimiento cultural y poltico llamado Generacin del 37 formada por un grupo de jvenes que unen sus esfuerzos e ideas en la agrupacin Asociacin de Mayo, y son ellos los primeros que hablan de la Revolucin de Mayo. De todos ellos, don Bartolom Mitre retoma sus ideas y va dando forma a ese acontecimiento. Recordemos que en esa fecha, no haba noticieros, ni periodistas y nada qued captado por una mquina fotogrfica o una cmara y nos tenemos que basar en testimonios escritos y relatos orales, con el peligro de que puedan ser parciales y falsos, como lo fueron en realidad. Pero nos han quedado los mitos del 25 de mayo, que todos los argentinos inocentemente hemos credo Todos hemos estudiado, que en el Cabildo del 25 de mayo de 1810 nace la11

Patria y que all se forma el Primer Gobierno Patrio. Y que los nueve hombres que formaron la Primera Junta son los abnegados hroes de la libertad. Lamento mucho decirlo, pero toda esta historia no es como nos la han contado, porque en las Actas del Cabildo del 24 de mayo y 25 de mayo, refirindose a los miembros de esa Junta de Gobierno dicen as: de rodillas y poniendo la mano derecha sobre los Santos Evangelios prestaron juramento de desempear legalmente el cargo, conservar ntegra esta parte de Amrica a nuestro Augusto Soberano don Fernando VII. Y la Proclama del 26 de mayo dice que es un deseo de la Junta el sostn de estas posesiones de Amrica en la ms constante fidelidad y adhesin a nuestro muy amado Rey y Seor Don Fernando VII. Dice el historiador Federico Ibarguren que la consigna fue: contra Napolen; con o sin el Rey. (Que ya estaba preso bajo el dominio de Napolen Bonaparte.)12

En ese grito de libertad, aquellos revoltosos hombres se cuidaban de no daar el comercio con Gran Bretaa. O sea que la Patria naci bajo la atenta mirada de los ingleses. Entonces s se puede entender por qu en esa heterognea Junta de Mayo los prceres que hoy nombramos estaban divididos, enfrentados en dos grupos: uno encabezado por el coronel Cornelio Saavedra, uno de los hroes de la Reconquista de la ciudad de Buenos Aires tras las invasiones inglesas, y encargado de hacer pesar el poder militar en las decisiones del 24 y 25 de mayo; y el otro bando estaba encabezado por un joven y lcido abogado, representante de los intereses comerciales britnicos en el Ro de La Plata, el Dr. Mariano Moreno. La gran pelea entre ambos era la forma de capitalizar hacia la independencia los hechos de la Semana de Mayo. El militar quera que la forma de gobierno fuese decidida en un Congreso que reuniera a los representantes de todas las Provincia del Ro de la Plata, en cambio el iracundo

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abogado pretenda que todo quedara en manos de la ciudad de Buenos Aires. Algunos historiadores ven en esa primer pelea, el origen de la lucha entre unitarios y federales. Tan al extremo lleg la diferencia de opinin que don Mariano Moreno, el hombre mas respetado y aplaudido por la historia armada de Mitre, no dud en mandar a asesinar a todos aquellos que se oponan a las pretensiones hegemnicas de Buenos Aires con la excusa de salvar a la Revolucin. Y fue Juan Jos Castelli, otro miembro de la Junta de Mayo, el encargado de cumplir y hacer cumplir las rdenes de Moreno de fusilar a los que se opusieron a la revolucin, entre ellos a Santiago de Liniers, hroe de la Reconquista. A todo esto, qu sentido tienen entonces los colores celeste y blanco que adornan este Acto? Pues ninguno. Y les cuento que el da de la Plaza del 25, es una imagen retrica del pintor Ceferino Carnacini, quien en un cuadro de su autora del ao 1938 destinado a adornar billetes en la segunda mitad del siglo pasado. Es ese cuadro, la gran14

imaginacin de un artista plstico, el que nos muestra una errnea visin histrica de la Plaza del 25 de mayo de 1810. Cuentan los historiadores que en la plaza no estaba ms del 1 o 2% de la poblacin total de Buenos Aires, que los paraguas eran muy pocos y caros. Pero lo ms mentiroso, es la historia que cuenta que French y Berutti repartan cintas celestes y blancas, los colores patrios. He aqu otra monumental mentira, porque estos dos jvenes entusiastas de las ideas de independencia, pertenecan a un grupo de gente que se llamaban Los Chisperos y pretendan exaltar a la gente en contra del Virrey Cisneros. Ellos comandaron una suerte de operativo cerrojo, e impidieron que a la Plaza del 25 de mayo, llegaran ciudadanos partidarios de Cisneros y esto fue el primer paso hacia la independencia. Para identificar a quienes dejaban quedarse y a quienes no, se les ocurri darles a los que iban llegando unos distintivos de color y el que los tena entraba, porque eran partidarios de una Junta sin Cisneros, Y el que no, era echado. No hay acuerdo acerca de cuales eran los colores de las15

cintas que repartieron Domingo French y Antonio Berutti Algunos dicen que azules como los colores de la casa real de los Borbones Reyes de Espaa; otros dicen que celeste y roja representando ste ltimo a la corona del Rey. Al fin y al cabo, estos dos revoltosos y agitadores muchachos fueron los primeros en llevar la gente a una plaza y ponerlos bajo unos colores que los identificaban como partidarios polticos. Este fue un acontecimiento porteo. El resto del pas, no estaba enterado ni fue consultado. En el Cabildo Abierto del da 22 se dej bien asentado que no se poda reunir un congreso representativo de todas las Provincias del Virreinato que en ese entonces lo formaban: Argentina, Uruguay, Paraguay y Bolivia. Por eso que se tarda ms de un ao en que todo el pas se identifique con la Primera Junta de Gobierno que asumi el 25 de mayo tras el golpe de estado militar que hizo con su Regimiento de Patricios Cornelio Saavedra, la noche del da 24. S, porque la Patria del 25 de mayo naci con un golpe de estado militar que derroc al16

muy odiado Virrey Cisneros, haciendo renunciar al representante del Rey de Espaa en estas zonas de Amrica.Fuente: Prof. CARLOS ALBERTO TORRES -Villa Mercedes (SL)

25 DE MAYO DE 1810: GOLPE PROBRITNICO O REVOLUCIN DEMOCRTICA? En estos das en que se celebra un nuevo aniversario del 25 de Mayo de 1810 puede ser til reflexionar aquel acontecimiento, su naturaleza histrica, sus protagonistas. La versin tradicional difundida por la Historia Oficial (es decir, la fundada por Mitre y divulgada por los historiadores liberal-conservadores) responde a una interpretacin elitista, antilatinoamericana y especialmente proimperialista, que resulta muy nociva para nuestras luchas de liberacin. Sus rasgos principales son los siguientes: l) Se tratara de una revolucin separatista,17

profundamente antihispnica y probritnica; 2) Habra sido impulsada por la gente decente de Buenos Aires, es decir, los ricos seorones, dueos de esclavos, reunidos en el Cabildo Abierto del 22 de mayo de 1810, siendo escasa o nula la presencia popular; 3) Su objetivo fundamental residira en abrirse al comercio con los ingleses, trabado por el monopolio espaol; 4) Su programa estara dado por La Representacin de los Hacendados, documento redactado por Mariano Moreno y presentado al Virrey, a favor del comercio libre, en 1809; 5) Sera -aunque no demasiadoun movimiento argentino pues French y Berutti habran repartido cintas celestes y blancas en los das previos al 25; 6) Las ideas de esta revolucin habran sido difundidas por los soldados ingleses que, derrotados despus de las invasiones de 1806 y 1807 y teniendo a la ciudad por crcel, concurran a las reuniones de la clase alta portea, donde persuadan acerca de las bondades de la libertad y la democracia; 7) El18

movimiento tendra dos protectores: uno, Lord Strangford, el cnsul ingls en Ro de Janeiro, que apoyaba y brindaba sugerencias a los revolucionarios del Plata, y aos ms tarde, George Canning, el primer ministro ingls, quien procedi a reconocer nuestra independencia. Esta versin se completa sosteniendo que a partir de ese da de mayo, dejamos atrs un oscuro perodo de supersticin, indolencia y autoritarismo, para recibir una avalancha de ideas y mercaderas inglesas que nos modernizaron, sacndonos de la modorra colonial y conectndonos con el mundo del progreso, aunque nuestras masas brbaras siempre se manifestaron renuentes a ingresar a esa civilizacin. Como se comprende, este 25 de mayo responde a la visin de la burguesa comercial del puerto de Buenos Aires. Se tratara de un mero golpe oligrquico y antinacional y por tanto, carecera de sentido convocar a alumnos y maestros en las escuelas para conmemorarlo sino,19

ms bien, habra que repudiarlo. Por el contrario, se festeja su efemrides aunque enmascarando los propsitos de dominacin con frases edulcoradaspues, tal como se lo presenta, sirve para legitimar las polticas de apertura econmica, los proyectos elitistas, la simpata por los anglosajones, as como la mirada desde Buenos Aires puesta en Europa o Estados Unidos dando la espalda al resto de Amrica Latina. El lector pensar, seguramente, que esta versin debe haber sido superada ampliamente por las nuevas investigaciones histricas y que habr quedado reducida a alguna revistita infantil para nenes medio tontuelos. Efectivamente, debera ser as, pero resulta que con algunos agregados interdisciplinarios que remozan la vieja versin- an hoy prevalece en los diversos niveles de la enseanza. Ello no impide que algunos nios inteligentes y algunos universitarios con20

vocacin histrica formulen algunas dudas: Por qu, si la revolucin era independentista, no declar la independencia sino que la proclam recin 6 aos despus, en condiciones mundiales mucho ms desfavorables que las de 1810? Cmo es posible que los miembros de la Primera Junta de Mayo jurasen por Fernando VII? Si el movimiento naca por odio a Espaa, como seala Mitre en las primeras pginas de su biografa de San Martn, por qu dos espaoles (Matheu y Larrea) integraban la Primera Junta? Como es esto de que ningn testigo vi las cintas celestes y blancas de que habla Mitre, sino, en cambio, cintas blancas, los primeros das, en seal de paz y cintas rojas, el 25, amenazando sangre? Cul es la razn por la cual la bandera espaola continu flameando en el Fuerte y otras instituciones oficiales hasta 1814? Qu explicacin hay que darle al regreso de San Martn un gallego que estuvo en Espaa desde los 6 hasta los 33 aos y dio 30 batallas21

como militar espaol para venir al Ro de la Plata a sumarse a una revolucin anti espaola? Eran enemigos de Espaa los hombres de Mayo, a pesar de que casi todos ellos tenan padres espaoles e incluso desempeaban cargos en la burocracia estatal? Los historiadores discpulos de Mitre han intentado, de una u otra manera, responder a algunos de estos interrogantes, con argumentos que si resultaban ms o menos aceptables en 1880, hoy deben ser calificados de pueriles. Por ejemplo: San Martn volvi en 1812 porque recibi un llamado de las fuerzas telricas o tuvo nostalgias de los pajaritos y los rboles de su Yapey natal, donde solo vivi cuatro aos. Otra es ms conocida y logr hacer camino: la jura por Fernando VII era solo una mscara para evitar que Espaa se diera cuenta del propsito de los revolucionarios y los reprimiera. Hoy, las ciencias sociales, han avanzado lo suficiente como para explicar que ningn grupo revolucionario llegado al poder22

puede jurar por la contrarrevolucin, pues si as contenta al enemigo, en cambio, enfrenta a su base social, que se ocupar bien pronto de derrocarlo por traidor. O a la inversa, si su base social sabe que se trata de una picarda, es un secreto a voces que tambin conocen los enemigos y carece de sentido instrumentarlo. Abandonemos, pues, esta versin por insuficiente y esperemos que los maestros e historiadores se decidan a polemizar sobre el tema, para encontrar la verdad y para que los alumnos no se aburran con fbulas inconsistentes. La revolucin desde otra ptica Juan Bautista Alberdi sostuvo, en sus Pequeos y grandes hombres del Plata, una posicin distinta a la que hemos reseado. Pero, como se sabe, Alberdi, en sus aos altos, tuvo el coraje de enfrentar a la oligarqua mitrista -especialmente definindose a favor del23

Paraguay en la Guerra de la Triple Alianza- de manera tal que sus ideas han sido condenadas por la ctedra y la Academia. Veamos, sin embargo, su planteo: La Revolucin de Mayo es un detalle de la Revolucin de Amrica, como sta es un detalle de la revolucin de Espaa, como sta lo es de la Revolucin Francesa y europea (Pequeos y grandes hombres del Plata, edit. Fernndez Blanco, Bs As, 1962, pgina 64). Es decir, se tratara, en todos los casos, -no de revoluciones separatistas, independentistas sino de revoluciones democrticas, por la libertad y los derechos del hombre, la divisin de poderes, etc., dirigidas contra el absolutismo, la monarqua, la Inquisicin, la esclavitud, los tributos serviles, etc. En principio, pues, en el Ro de la Plata, se tratara de un movimiento que integrara el proceso de cambio que recorre toda Hispanoamrica por entonces, bajo la influencia tanto de la24

revolucin espaola de l808 como de la Francesa de 1789. De manera tal que, desde el vamos, los ingleses no jugaran el rol protagnico que les adjudica Mitre y que a este historiador-poltico-militar le sirve en 1862, como presidente- para legitimar sus concesiones ferroviarias, bancarias, etc. al capital ingls, al cual juzga la fuerza que impulsa el progreso en la Argentina (Bartolom Mitre. Discurso 7/3/1861. Archivo Mitre) Pero, adems, si se trata de una revolucin democrtica no puede ser elitista, no la promueven los ricos que gozan plenamente su democracia absolutista al tiempo que le niegan la libertad a los dems- sino aquellos que tienen derechos por conquistar. Entonces, tampoco su objetivo es el comercio libre (que por otra parte, ya haba sido implantado por el virrey Cisneros en l809), ni la representacin de los hacendados puede ser su programa, sino que debi existir otro proyecto, otro conjunto de ideas capaces25

de unificar cambio.

a

quienes

ansiaban

el

Alberdi, aislado por la oligarqua, no logr discpulos, pero, sin embargo, quienes bucearon en los acontecimientos producidos en el resto de Amrica y en Espaa en la primera dcada del siglo XIX , advirtieron que el planteo alberdiano resultaba muy interesante y permita disipar dudas y equvocos que presentaba la versin mitrista. As, en 1916, Jos Len Surez publica Carcter de la revolucin americana. Un nuevo punto de vista ms verdadero y justo sobre la independencia hispanoamericana, donde retoma aquella interpretacin sosteniendo que entre 1808 y 1811, en Espaa y en Amrica, los revolucionarios democrticos, mulos de los franceses del 89, se levantaron contra el absolutismo que los oprima all y aqu. El ensayo recogi importantes coincidencias, especialmente por parte26

de latinoamericanistas y antiimperialistas a quienes repugnaba el nacimiento de la Patria parida y acunada por los britnicos, aunque tambin es cierto que la vieron con simpata algunos hispanistas de derecha quienes queran reforzar la filiacin hispnica de nuestros pases, pero se les atravesaba en la garganta la reivindicacin democrtica. Entre quienes bregaban ya contra el imperialismo y a favor de la unin latinoamericana, se encontraba Manuel Ugarte quien escribi inmediatamente a Jos L. Surez: El punto de vista en que usted se coloca es el nico razonable y verdaderamente filosfico en estos tiempos... En una conferencia que di, en 1910, en el Ayuntamiento de Barcelona, tuve ocasin de concretar esa manera de ver... Aquello fue un gesto regional, como el que pudiera hacer aqu una provincia. Su admirable trabajo confirma la tesis, que no es suya, ni ma, sino de toda la generacin emancipada de los odios y reintegrada por el sentimiento y27

el estudio de la realidad a su filiacin y su destino (M. Ugarte, comentario en Carcter de la revolucin americana, de J. L. Surez. Edit. libreraLa Facultad, Bs As, 1917, pgina 94). Ugarte haba sostenido en su conferencia de 1910: Ninguna fuerza puede ir contra s misma, ningn hombre logra insurreccionarse completamente contra su mentalidad y sus atavismos, ningn grupo consigue renunciar de pronto a su personalidad para improvisarse otra nueva. Espaoles fueron los habitantes de los primeros virreinatos y espaoles siguieron siendo los que se lanzaron a la revuelta. Si al calor de la lucha surgieron nuevos proyectos, si las quejas se transformaron en intimaciones, si el movimiento cobr un empuje definitivo y radical fue a causa de la inflexibilidad de la Metrpoli. Pero en ningn caso se puede decir que Amrica se emancip de Espaa. Se emancip del estancamiento y de las ideas retrgradas que impedan el libre desarrollo de su vitalidad.. Cmo iban a atacar a Espaa los mismos que28

en beneficio de Espaa la haban defendido, algunos aos antes, las colonias, contra la invasin inglesa?...Si el movimiento de protesta contra los virreyes cobr tan colosal empuje fue porque la mayora de los americanos ansiaba obtener las libertades econmicas, polticas, religiosas y sociales que un gobierno profundamente conservador negaba a todos, no slo a las colonias, sino a la misma Espaa... No nos levantamos contra Espaa, sino a favor de ella y contra el grupo retardatario que en uno y en otro hemisferio nos impeda vivir (M.Ugarte, Mi campaa hispanoamericana, Edit Cervantes, Espaa, 1922, pg 23). Otro socialista, Enrique Del Valle Iberlucea, en 1912, sustentaba una interpretacin semejante. (E. Del Valle Iberlucea, Las cortes de Cadiz, Edit. M. Garca, Bs As, 1912) Ms tarde, en otros pases latinoamericanos aparecieron historiadores que avalaron esta interpretacin, como as tambin investigadores espaoles (Eduardo29

Garca del Real, Augusto Barcia Trelles, entre otros). Uno de los argumentos ms fuertes reside en que en la mayor parte de las revoluciones de Hispanoamrica aparecan espaoles liberales jugando destacado papel a favor de la revolucin (Larrea, Matheu, Arenales, Alvarez Jonte, Blas Parera, Chilavert, entre otros), as como americanos de origen pero fuertemente influidos por largos aos de estada en Espaa (San Martn, Carrera, Alvear, Zapiola, Iriarte, Blanco Encalada). Asimismo, son comunes los casos de nativos americanos que juegan roles importantes en el bando absolutista (Goyeneche, Olaeta, Po Tristn, Michelena). Asimismo, en la casi totalidad de las revoluciones, las juntas triunfantes juraban por Fernando VII y recin aos despus -cuando Fernando VII, que era promesa de democracia, gira a la derecha y reprime brutalmente a los revolucionarios a partir de l8l4- estalla con fuerza el reclamo de independencia, pues resulta condicin fundamental para no caer bajo el absolutismo restaurado.30

Puede afirmarse que mientras, en Espaa, la revolucin -inicialmente nacional en tanto pugna por rechazar al invasor napolenico - se transforma en democrtica a partir del estallido popular y la formacin de Juntas (1808), en Amrica, las revoluciones -inicialmente democrticas (ocurridas entre 1809 y 1811), bajo la influencia de la espaola y la francesa- se convierten en nacionales o independentistas (a partir de 1814) cuando fracasa el proceso espaol, se anula la Constitucin progresista de Cdiz y se reinstala el absolutismo. Los hechos Un relato abreviado de los acontecimientos desarrollados en Espaa y en Amrica quizs facilite la comprensin de esta tesis y permita iluminar de manera distinta los acontecimientos de Mayo. La invasin del ejrcito napolenico sobre territorio espaol, as como la31

abdicacin que el Gran Corso le impone a Carlos IV y a su hijo Fernando VII, detenidos en Bayona, provoca la insurreccin del pueblo espaol el 2 de mayo de 1808. Se trata de una revolucin nacional, contra el invasor, defendiendo la soberana de Espaa, pero inmediatamente asume al mismo tiempo otro carcter: el pueblo se organiza en Juntas y reclama, entonces, no slo expulsar a los franceses, sino sus derechos democrticos impugnando las viejas instituciones absolutistas. Las juntas diversas unifican su representacin en la Junta Central de Sevilla. As, 1808 es el 89 espaol. Estas juntas, en su propsito de ser coherentemente democrticas, declaran -el 22 de enero de 1809- que las tierras americanas no son colonias sino provincias, iguales a las de Espaa, por lo cual, al convocarse a las cortes constituyentes, se les reconoce representacin. Y ms an: la Junta de Cdiz, el 28/2/1810, informa a los americanos de los cambios producidos y32

les seala que la Junta que ellos han constituido debe ser modelo que deben tomar en Amrica, es decir, los incita a formar Juntas. Esta informacin no es demasiado conocida, pero s puede recordarse que el levantamiento del 1 de enero de 1809, en Buenos Aires, aunque de contenido espaolista contra la preponderancia francesa, proclama: Juntas como en Espaa. Esto significa que la revolucin que recorre el territorio espaol, se extiende a Amrica, explicndose por esta razn la sincrona de los levantamientos insurreccionales (La Paz l809, Caracas, Buenos Aires, Chile y Nueva Granada en 1810, Mjico, Paraguay y la Banda oriental, en l811). A la luz de esta interpretacin resulta coherente, tanto la metodologa juntista, como tambin la jura por Fernando, a quien tanto en Espaa como en Amrica se juzga una posibilidad democrtica, deslindndolo del resto de la familia real corrompida.33

El levantamiento de las nuevas banderas democrticas se torna urgente en Amrica cuando en Espaa el proceso se derechiza con la disolucin de la Junta central de Sevilla y la instalacin del Consejo de Regencia, al mismo tiempo que Napolen domina ya casi todo el pas ibrico. Ambas noticias llegan a Amrica en los primeros meses de l8l0 y apresuran los estallidos revolucionarios. Ahora bien, qu clases sociales se enfrentan en Buenos Aires en ese mes de mayo de l8l0? Por un lado, se encuentran los defensores del absolutismo, sector integrado por los comerciantes monopolistas (registreros, ligados a casas matrices de Espaa, beneficiados por el monopolio), es decir, los godos. Sus apellidos interesan porque luego reaparecen integrando la oligarqua argentina: Martnez de Hoz, Pinedo, Alzaga, Santa Coloma, Senz Valiente, Ocampo, Lezica, Belustegui, Arana, Orom, Ezcurra... En general, son dueos de esclavos, rentistas y ostentan34

escudos nobiliarios en las puertas de sus casas. Junto a ellos, el Virrey , los oidores (integrantes de la Audiencia) y la burocracia estatal, es decir, el funcionariado privilegiado vinculado al poder, que cuenta, adems, con el apoyo de la cpula eclesistica y de alguna fuerza armada. En la vereda opositora se ha gestado un frente antiabsolutista constituido por comerciantes nuevos, la pequea burguesa y sectores populares. La burguesa comercial en formacin se halla integrada preponderantemente por comerciantes ingleses a los cuales el virrey ha otorgado permisos precarios de radicacin y que muy pronto, si no se producen cambios en el poder, deberan levantar sus tiendas e irse a comerciar a otra parte ( El 18 de diciembre de l809 se les otorg autorizacin por 4 meses, el 18 de abril de l8l0 se les dio prrroga por 30 das y ya en los das de mayo, nadie se preocupa de ellos, hasta que35

producida la revolucin, consiguen radicacin definitiva). Entre otros, pueden citarse algunos apellidos ingleses que luego reaparecen en diversos momentos de nuestra historia: Robertson, Parish, Billinghurst, Miller, Craig, OGorman, Amstrong, Lynch, Gowland, Wilde, Brittain, Mackinnon, Dillon, Twaites. Gibson. Ramsay... Integran tambin ese grupo algunos comerciantes nativos que vienen del contrabando y ligan su suerte ya tempranamente al capital ingls. Entre otros: Aguirre, Riglos, Sarratea, Escalada y Garca. Este sector concurre a la revolucin para terminar con el absolutismo y establecer una amplia libertad comercial que permita una estrecha conexin con el comercio mundial. (Del 25 de Mayo visto desde esta ptica nos hablan Mitre y la Historia Oficial). En cambio, los dems integrantes del frente democrtico desean concluir con el viejo rgimen pero con un proyecto distinto: que el pueblo gobierne a travs de sus36

representantes, asegurando los derechos del hombre y del ciudadano, la libertad de imprenta y el libre pensamiento, integrando el movimiento al estallido que conmueve por entonces al resto de la Amrica Espaola e incluso, tambin al de Espaa si all prevalecen las fuerzas modernizadoras. En esa pequea burguesa se destacan varios abogados, como Moreno, Castelli, Belgrano y Paso, con el apoyo de unos seiscientos activistas que pertenecen a los sectores sociales de menores ingresos, conocidos como Los Chisperos, La Legin Infernal, o los manolos, en las crnicas espaolas. All, liderando, se encuentran French, cartero de la ciudad y Berutti, empleado de la Tesorera del Gobierno. All, se destacan tambin Agustn Donado, grfico, que se desempea en la imprenta oficial, Buenaventura de Arzac que no es nada, segn lo trata despectivamente un informe, Francisco Pancho Planes, abogado de exaltada posicin revolucionaria, Felipe Cardoso, Vicente37

Dupuy, Francisco Mariano de Orma y otros, ignorados por la Historia Oficial y a quienes, en los informes del virrey y de la Audiencia, as como en los testimonios y recuerdos de poca, se los designa como la chusma que verta especies subversivas. Tambin apoyan algunos sacerdotes populares como Alberti, Grela y Aparicio, este ltimo recorriendo los cuarteles y arengando a la tropa, con dos trabucos al cinto. En los sucesos que se desarrollan en la semana de Mayo, los militantes encabezados por French y Berutti juegan un rol decisivo pues son ellos los que exigen y logran el Cabildo Abierto del 22 de mayo e incluso participan del mismo utilizando invitaciones falsas que ha fabricado Donado en la imprenta de Expsitos, como tambin son ellos quienes forman piquetes en las esquinas del Cabildo impidiendo el ingreso de algunos seorones reaccionarios. Son ellos tambin los que se movilizan contra la Junta tramposa del da 24 (dos38

absolutistas, dos revolucionarios y el Virrey como quinto miembro para desempatar), especialmente despus que se contactan con Mariano Moreno, ese hombre que tena la mente clara y saba lo que haba que hacer, por lo cual French lo apoda el sabiecito del Sur. Llegado el da 25 y cuando el sordo Cisneros y el sndico Leiva apelan a toda clase de dilaciones e incluso intentan que la fuerza armada reprima al pueblo en la Plaza, French, Berutti, Planes y otros ingresan a la planta alta del Cabildo y exigen por la fuerza cuchillos y trabucos en mano- la designacin de una Primera Junta, cuyos integrantes ellos mismos presentan, y firman, en primer trmino: Por m y ante de los seiscientos, Antonio Luis Beruti, por m y a nombre de seiscientos Domingo French, siguindole entre otras, las firmas de Manuel Alberti, Hiplito Vieytes, Nicols Rodrguez Pea, Toms Guido (Historia de la Nacin Argentina. Academia Nacional de la Historia, Edit. El Ateneo, Bs As, 1969, tomo V, pg. 47)39

No existe duda de que el sector popular, como cabeza del frente democrtico, impone a la Primera Junta para reemplazar al virrey. Sus integrantes juran, entonces, en nombre del Rey Fernando VII porque ste resulta an una posibilidad democrtica tanto para los espaoles liberales como para los americanos de la misma filiacin ideolgica. Por esta razn, la base social de la revolucin acepta no slo esa jura sino que contine flameando la bandera espaola en el Fuerte y que dos espaoles integren el nuevo gobierno (Larrea y Matu ) Subsisten tambin la Real Audiencia (cuyos integrantes, junto con el virrey, son detenidos y desterrados el 22 de junio, por su confabulacin contrarrevolucionaria) y el Cabildo (a cuyos integrantes se los confina recin en octubre de 1810, por probrseles reuniones conspirativas). Tambin son desterrados, meses despus, varios ricachones, no por espaoles, sino por enemigos de esa revolucin que dirige ese Moreno para40

quien segn manifiesta horrorizado el godo Pinedo- ya todos somos iguales, mxima que vertida as en la generalidad ha causado tantos males ...y an faltan padecimientos por este maldito desorden (Manuel Arroyo y Pinedo, en La primera polmica sobre la revolucin de Mayo, de Ral Molina, folleto, pg 73). Como se sabe, la primera decisin de la Junta es convocar a todos los pueblos a sumarse e inmediatamente organizar dos expediciones -una al Paraguay, la otra, al Alto Per- as como vincularse a Artigas en la Banda Oriental, para insertarse plenamente en la revolucin que est estallando en las distintas ciudades latinoamericanas. Poco despus, Moreno redacta el Plan de Operaciones que constituye el verdadero programa de la Revolucin, documento que Bartolom Mitre pierde, distradamente, para poder mantener a la Representacin de los Hacendados 41

alegato por el comercio libre- como objetivo del movimiento. Sin embargo, la aparicin de nuevas copias del Plan, como asimismo de referencias de Fernando VII y de su hermana, Carlota Joaquina, respecto a ese documento, lo tornan hoy indiscutible. All se ratifica el proyecto latinoamericano, se plantea la destruccin del absolutismo en Amrica y asimismo se formula un proyecto inslito para esa poca: que el Estado reemplace, a una burguesa nacional inexistente, para promover el desarrollo econmico. A travs de qu capitales? De los que se obtengan expropiando a los mineros del alto Per pues como afirma Moreno, con argumentos sumamente actuales, las fortunas agigantadas en pocos individuos ...no slo son perniciosas sino que sirven de ruina a la sociedad civil, cuando no solamente con su poder absorben el jugo de todos los ramos de un Estado, sino cuando tambin en nada remedian las42

grandes necesidades de los infinitos miembros de la sociedad, demostrndose como una reunin de aguas estancadas, que no ofrecen otras producciones sino para el terreno que ocupan, pero que si corriendo rpidamente su curso baasen todas las partes, no habra un solo individuo que no las disfrutase... Como se advierte, esta revolucin igualitaria y expropiatoria nada tiene que ver con aquella del comercio libre y el abrazo con los ingleses de que nos habla la Historia Oficial. Los comerciantes anglo-criollos que participan en el movimiento por su inters de mantener su radicacin en Buenos Aires- logran, recin en septiembre de 1811, elevar sus hombres al Primer Triunvirato (Rivadavia y Garca): son los hombres de peso y de pesos, segn los califica Vicente Fidel Lpez. Pero pierden posiciones el 8 de octubre de 1812 cuando San Martn y Alvear derrocan a ese organismo y surge el segundo43

Triunvirato integrado por los morenistas que recin han vuelto de su confinamiento. A travs de la dcada, en sucesivos avances, la burguesa comercial anglocriolla refuerza sus posiciones y a principios de 1820, recin se hallar plenamente en el poder, siempre representada por Rivadavia y Garca. Es el perodo en que se inicia la contrarrevolucin, le escribe Vicente Lpez y Planes al General San Martn, quien acuerda con ese juicio.(Cartas de enero y mayo de 1830, Archivo San Martn) Su proyecto se despliega en esos aos: emprstito Baring Brothers, libre importacin, sociedades mixtas del Estado con capitales ingleses, Banco de Descuentos y Banco Nacional en poder de los comerciantes extranjeros, poltica anti latinoamericana contra San Martn y Bolvar, disgregacin de la Banda Oriental y del Alto Per.

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Esta s es la poltica contrarrevolucionaria de la burguesa comercial rivadaviana en esa poca, mitrista, en los aos 60- que la Historia Escolar celebra como triunfo de la civilizacin contra la barbarie. Pero, por supuesto, no es el programa de Mariano Moreno y los revolucionarios de Mayo.Publicado adems en Cuadernos para la

Emancipacin

2002-Norberto

Galazo-Centro

Cultural "E. S. Discpolo"

Manuel Belgrano(1770-1820) Si bien los textos escolares lo recuerdan como el Creador de la Bandera Nacional y uno de los ms importantes jefes del Ejrcito revolucionario, a Manuel Belgrano le cabe tambin una fundamental tarea en el establecimiento

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de las primeras instituciones educativas y culturales del pas. Don Manuel Belgrano, su historia (1 Parte) Escrito por Guillermo Sebastin Mircovich. Es as, que en muchos casos, la figura de Belgrano se asienta solamente en la creacin de la Bandera, en la Batalla de Salta o en el xodo jujeo, proeza inigualable de un Pueblo con mayscula, que no permiti que el enemigo disfrutara de su trabajo, su economa y de su lugar de asentamiento dejando a sus espaldas todo un pueblo arrasado por ellos mismos. De esta forma queremos comenzar a conocer a Belgrano, no al General, sino aquel, que no siendo General, se puso al frente de un ejrcito solamente para defender a la Patria. Manuel Belgrano naci el 3 de Junio de 1770, hijo de padre italiano, (Domingo Belgrano y Peri y una argentina Doa Mara Josefa Gonzlez Casero). Este Militar adquiri conocimiento en la escuela sobre Latn, Tecnologa, Lgica,46

Metafsica, Filosofa, tica y Literatura, obteniendo as el ttulo de Bachiller. Luego en Espaa, se recibi de Abogado, logrando distinciones en dicho pas. En 1874, Belgrano comienza a desempearse como Secretario y Abogado en el Consulado inaugurado en 1873 en Buenos Aires. Entre sus importantes iniciativas, figura la de establecer una escuela de Dibujo, cuya utilidad era la de perfeccionarse, tanto en el oficio de Carpintero, Cantero, Bordador, Sastre, Herrero, Zapateros y ...fomentar la Agricultura, animar la industria y proteger el Comercio, es importante destacar que en esos aos la principal fuente de economa era precisamente la agricultura, pero el pensamiento no era solamente hacer figurar el impulso econmico en ese aspecto, sino agrega ...que las artes se hallen en manos de hombres industriosos con principios, ya con sus dichos, desactivaba las posibles prebendas que muy posiblemente buscaran los poseedores de campos agricultores, sabiendo que el sistema ganadero todava no tena una47

determinada expansin en lo respecta al mercado de esa poca.

que

No solamente proclama, incentiva y advierte, a quien debe manejarlas, sino que expresa que ...la agricultura es el verdadero destino del hombre. En el principio de todos los pueblos cada individuo cultivaba una porcin de tierra, 150 aos despus un General de la Nacin pronunciaba ...cada argentino debe producir, por lo menos, lo que consume. Belgrano, estaba plenamente convencido que solamente la produccin, que hoy llamaramos en escala, servira para hacer una Nacin econmicamente fuerte elevando el nivel de vida, como veremos mas adelante. No se queda con el pronunciamiento evocado en un discurso, ni le echa la culpa al agricultor por hacer solamente lo que sabe hacer, sino, propone ...el poco producto de las tierras, no es culpa del labrador...y de que modo podemos manifestar estos misterios y corregir la ignorancia...estableciendo una Escuela de Agricultura, donde los jvenes48

Labradores se les hiciese conocer los principios generales de la vegetacin y desenvoltura de plantas. Poda ser Belgrano un filsofo confabulador, al dar semejante pujanza a la mejor industria de esos momentos?, recordemos, que casi dos siglos despus, se crearon cientos de Escuelas Fbricas para instruir a los jvenes, y potenciarlos en la incipiente industria que se estaba activando desde 1943. Como lo hara Don Juan Manuel de Rosas, aos despus en su libro Manual para el pen del campo, donde esclareca la forma del trabajar dentro de las manualidades mas minuciosas de una estancia, Belgrano, en sus discursos no deja de establecer la forma en la cual se debe proceder en el trabajo ...hecha la siembra no debe abandonar el Labrador su sembrado, es preciso que est atento y vigilante para cuando haya brotado la semilla, y as, sigue explicando todo el mtodo a seguir para obtener una buena cosecha. Comienza en sus discursos a fomentar la forma en cual se debe exportar los productos y el porque, metodologa revindicada por el49

General Pern en 1943, el primer eslabn corresponde para los que producen, el sobrante es el que se exporta o se cambia por otro producto necesario para el pas, lo que Pern deline como Acuerdos Bilaterales. Belgrano dice, ...el sobrante de estos artculos nos proporcionara grandes utilidades, ya extrayndolos para la Isla de Francia donde subsisten siempre con estimacin por su gran consumo en las muchas naves que van al oriente y hacen escala sin el repuesto de estos menesteres. Sobre estas reflexiones, no solamente piensa en embarcar la mercadera en buques mercantes extranjeros, sino, que argumenta ...segn las actuales circunstancias, la extraccin no se podr ejecutar atendiendo a que los fletes son carsimos, no solo defiende al productor en su forma de produccin, sino que advierte, la posible confrontacin con otras naciones debido al precio, ya sea por su acercamiento, o por subsidios. No olvidemos que Europa, en aquellos momentos, tena por edad 1800 aos ms que nosotros, es as que aconseja50

...al gobierno hacindole presente a Su Majestad, el estado actual de la navegacin y falta de buques mercantes, a pesar de ser reiterativo, debemos recordar que en la poca Peronista, se baj el costo de los envos al exterior mediante la formacin de una flota mercante propia que lleg a poseer ms de 1200 barcos, con una solvencia de traslado de millones de toneladas de materias primas. Pero lo fundamental de Belgrano, todava estaba por llegar, solicita ..el gobierno poda igualmente adoptar el medio de comprar todos los Linos y Caamos que se cosechasen; teniendo los labradores la certeza de la venta de sus cosechas Estaba adelantndose 150 aos, a la creacin del I.A.P.I, Institucin formalizada por el General Pern par la seguridad de la venta de la produccin argentina!! Y como no poda ser de otra manera, expresa lo que Pern manifest toda su vida : La Justa Distribucin de la Riqueza, Belgrano dice ...es indudable que el hombre se abandona luego que no halla recompensa en su trabajo, y que no ve51

premio de sus fatigas, premia a la nias de un colegio por su excelente labor en el hilado de algodn, porque ...estas labores son tiles al estado, y va desplegando todo tipo de accin ...que sirva a las enseanzas en los colegios, como las matemticas. Este es el Belgrano, estudioso, uno de los primeros economistas que pis nuestro suelo y hbil en el manejo del comercio exterior. Mientras tanto, se va formando el Belgrano poltico, aquel que tambin tiene como idea fundamental la libertad de su Patria, sale a defenderla con sus principios nacidos en su tierra ya alejados de sus estudios en Espaa. Es por eso que expresa...la deplorable situacin que nos hallamos, casi rotos todos los vnculos de nuestro comercio nacional por el tirano de Europa, va deshojando despacito la paternalidad de Espaa y enfrenta a los amos del comercio de ese tiempo, Francia e Inglaterra, que luego se enfrentaran contra Juan Manuel de Rosas. Sus palabras son dirigidas, en 1809, contra los mismos lacayos que tuvo que52

enfrentar Rosas ...otros amparados del espritu cruel de la codicia, hollando todas las obligaciones y respetos, corren precipitadamente al inicuo trfico del contrabando, al parecer como empeados en acabar y ultimar al comercio lcito, y con el acelerar la destruccin del Estado. Tambin comienza a explayarse sobre los ...productos abarrotados en los almacenes como algodones, lanas...que solo han podido conducir esos barcos ingleses que hemos tenido a la vista y todava tenemos...y cuales son las ventajas que hemos conseguido. La destruccin, el aniquilamiento de nuestros fondos, la existencia de una multitud de extranjeros, corrompedores de nuestras costumbres. Vuelve a reiterar ...si, es cierto, como lo aseguran todos los economistas, que la reparticin de las riquezas hace la riqueza real y verdadera de un Pas, de un Estado entero. Belgrano insiste sobre el comercio, exterior e interior, y manifiesta ...es un error creer que la baratura de los gneros que tenemos trados por los53

contrabandistas sea benfica para la Patria; lo que a esta le conviene es que sus producciones tengan valor. Los cipayos terratenientes que comerciaban en el puerto afianzaban sus garras sobre las producciones argentinas, en el tiempo, solo Rosas y Pern entendieron y enfrentaron esta situacin. Belgrano estaba en lo cierto, grandes nubarrones oscurecan los albores de la Patria, con su espada los sali a defender, mientras que otros se dedicaron a hacer funcionar sus contactos con el extranjero: Rivadavia, Sarmiento, Florencio Varela, su hermano, Esteban Echeverra, Lavalle, Urquiza, por nombrar solamente algunos. Belgrano sali a luchar por su Patria. En 1807, particip repudiando la segunda Invasin Inglesa, entonces se fue relacionando con grupos revolucionarios secretos que tenan como pensamiento la independencia de la Patria, por consiguiente a su participacin, fue elegido vocal en la primera Junta del Gobierno de Mayo, lo cual no especifica que compartiera las ideas de los nombrados. Sin ser militar su marcado54

nacionalismo, su palabra, su pensamiento, lo llev a ser respetado, an por aquellos que no compartan sus ideales, fue nombrado a fines de 1810 para formar el ejrcito de la expedicin al Paraguay. La inteligencia de Belgrano era conceptuosa, ardiente y encomiable, de ninguna forma poda considerrselo como un principiante. Su sentido de responsabilidad lo llev a ocupar el cargo de Sargento Mayor en las invasiones inglesas, hasta tanto lleg su compromiso, que solicito tomar nociones tericas de guerra ...y no defraudar a quienes confiaron en mi, su valor lo llev a enfrentar en el Paraguay a tropas espaolas cuatro veces superiores a las que el conduca y a pesar de su derrota, dej un altsimo ejemplo y valor. Se traslad a Salta y cre la Compaa de Cazadores de Infantera, armando al estilo europeo una caballera de lanzas que actuaban con rapidez ante el enemigo. En Jujuy se enter que el enemigo avanzaba en mayor nmero sobre sus fuerzas, y motiv uno de los mejores ejemplos cuando se lucha por la55

Patria. Moviliz a todo un Pueblo, en contra de las indicaciones que les enviaban desde Buenos Aires, Belgrano les hizo frente, en contra de la coyuntura militar conocida hasta el momento, hombre contra hombre, batera contra batera, carga de lanceros contra carga de lanceros. Instruy al Pueblo a no dejar nada de valor en manos del enemigo, ceg los pozos donde se poda sacar agua, destroz lo que poda usar el adversario, arras con fuego toda la cosecha y todo un Pueblo inici una retirada con la mente preparada para organizar la lucha final. Fue ese Exodo Jujeo, la hazaa invalorable de un Pueblo luchando por su nacionalidad, que le dio la oportunidad en Tucumn lejos del presagio de los pueblerinos porteos, fue tanto el aprecio a este hecho, que los que vean pasar la marcha, especialmente indgenas se despojaban de todo y lo entregaban en seal de apoyo y valenta, fue el Exodo Jujeo, la mayor virtud de argentinidad y demostracin del que nadie est vencido, an vencido.

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Belgrano lleg a Tucumn. El, y despus Gemes resistieron nueve ataques!! de las fuerzas realistas, que nunca concretaron el sueo de llegar a Buenos Aires. Despus de tantos avatares, recibi como ofrenda 40.000 pesos, los cuales don para construir cuatro escuelas, ...he credo propio de mi honor y de los deseos que me inflaman por la prosperidad de mi Patria, destinar los expresados cuarenta mil pesos para la dotacin de cuatro escuelas pblicas de primeras letras,la ltima la termin de edificar un gobierno Peronista en la dcada del 2000. El gobierno de Buenos Aires nombr a San Martn, poco menos para que destituyera a Belgrano y se haga cargo del ejrcito del norte. Con el apego que tena San Martn al gobierno porteo cualquiera se puede imaginar que hizo el General, solamente formalizar el mando, agradecer la proeza de los soldados y civiles y hablarles en nombre de la nacionalidad que muchos desde los escritorios de Buenos Aires nunca haban ejercido, pero Belgrano hace mucho ms aberrante el hecho consumado desde57

Buenos Aires porque anticipndose a lo que vendra, escribe ...por casualidad, o mejor dicho porque Dios lo ha querido me hallo de General, sin saber en que esfera estoy, no ha sido esa mi carrera. Y Belgrano le escribe a Rivadavia, quin seguramente se encontraba cmodamente sentado en su silln, Ud. persudase que soy sincero y un hombre de bien, amante de mi Patria; tendr mis debilidades porque esto es propio de hombres, pero est Ud. en lo cierto que todo mi estudio, y los auxilios que pido al todopoderoso se dirigen a proceder con justicia. Mis errores no son de mi voluntad, sino de mi entendimiento, lindas frases para un traidor como Rivadavia, amigo de Belgrano, fue el primer Presidente corrupto de la Repblica Argentina, que tom por asalto las minas de Faimaill, que se nombr su presidente director, que dur solamente un ao en el gobierno, que destroz la economa Argentina, y form el Partido Unitario, amigo de ingleses y franceses que conjuraron conjuntamente con los brasileros la triste Batalla de Caseros.58

Para finalizar queda la famosa ancdota de la creacin de la bandera, que no fue otra cosa que hizo Belgrano para diferenciarse de los enemigos realistas, ya que los dos bandos tenan la misma bandera, desde Buenos Aires le contestan ...haga pasar como un rango de entusiasmo el suceso de la bandera blanca y celeste ( era Azul y Blanca) enarbolada, ocultndola disimuladamente y sustituyndola con la que se le enva, y le enviaron una bandera espaola, la contestacin de Belgrano lo hace mas grande como Patriota ...puede V. E. hacer de mi lo que quiera, en el firme supuesto de que hallndose mi conciencia tranquila, y no conducindome a esa ni otras demostraciones de mis deseos por la felicidad y glorias de la Patria, algo muy parecido al dicho de la Doctrina Peronista: Por la Felicidad del Pueblo y la Grandeza de la Nacin BELGRANO Y SUS CARTAS (PRRAFOS) CANDELARIA, 15 DE MARZO DE 1811 ( al Jefe de las Fuerzas paraguayas)

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...usted no puede concebir cul est mi corazn condolido de la sangre que tan desgraciadamente se ha derramado entre nosotros...permita que corresponda por mi parte, a aliviar estos males, auxiliando a las viudas de mis hermanos, los paraguayos TUCUMAN, 14 DE SEPTIEMBRE DE 1812 a Benardino Rivadavia ...Belgrano no puede hacer milagros, trabaja por el honor de su Patria...pero tiene la desgracia que siempre se lo abandone JUJUY, 29 DE MAYO DE 1813 ...no hay que detenerse contra losque haya recelos fundados; palos en ellos, y que vayan a arar con su piel y otro buey: sostener a los buenos debe ser nuestro objeto TUCUMAN 10 DE AGOSTO DE 1813 ...es verdad que la necesidad me ha hecho dar algn paso contra mis mismos principios, y esto exige disculpa de todo hombre que piense60

TUCUMAN, 26 DE AGOSTO DE 1813 ...no quiero repetir emprstitos forzosos que no pueden llenarse, y siempre disgustan. As es que clamo y clamar porque me auxilien MACHA, 30 DE OCTUBRE DE 1813 ...aunque no tenga ms que un hombre, con orden y disciplina: estoy contento con los que hay aqu. Adis que no puedo ms

HUMAHUACA, 15 DE DICIEMBRE DE 1813 ...no veo ms que pcaros y cobardes por todas partes, y lo peor es que no vislumbro todava el remedio de este mal OCTUBRE 19 Anchorena DE 1814. Carta a

...querra Ud, creer que cada vez me convenzo ms que debemos reducirnos a la vida de pampas, y que si no estamos61

resueltos a esto, esas y otras escenas, aun peores, se han de repetir entre nosotros. El General Manuel Belgrano, falleci el 20 de Junio de 1820, se lo recuerda ese da por la creacin de su bandera, la misma que le mand ocultar Rivadavia y le envi una espaola como la que estaba izada en el fuerte de Buenos Aires. DON MANUEL BELGRANO, SU HISTORIA (2 Parte)Escrito por Guillermo Sebastin Mircovich. BELGRANO, SAN MARTN Y GUEMES LA IDEA DE UN MONARCA INCAICO El famoso Congreso de Tucumn del 9 de Julio de 1816, fue trado a Buenos Aires para que nada sucediera y desaprob la idea de San Martn, Belgrano y Gemes por mayora simple y no por los dos tercios necesarios, porque los diputados porteos no conceban a un "Indio" en el trono, en Buenos Aires y sus alrededores habitaban 60.000 personas desde Crdoba a Lima, denominada las Provincias Unidas del62

Sud convivan 2.500.000, pero eran la chusma, salvajes, infieles, negros o cabecitas. As disgregaron la Patria Grande. As comienza esta historia donde los intelectuales pasan a ser los representativos y los trabajadores deben ser negritos que le amasen su fortuna que de ninguna forma puede ser distributiva. DON JUAN BAUTISTA TUPAC AMARU No se puede desconocer en estos momentos el podero del pueblo inca de hace 200 aos, todava sus descubrimientos dejan boquiabiertos a ms de un antroplogo o historiador que siguen hurgando en el tiempo la existencia de este pueblo que eclips al mundo desde su descubrimiento. Al temerario Don Domingo Faustino Sarmiento le deben haber temblado sus piernas cuando conoci "la barbarie" incsica que an a 200 aos sigue produciendo estupor a los "civilizados" europeos que desbastaron ese imperio.63

El protagonismo de Tpac Amaru en la gesta por la emancipacin fue el ltimo inca que inspir el ideario de Belgrano y San Martn, Juan Bautista Condorcanqui Tpac Amaru fue mucho ms que la figura elegida por Manuel Belgrano para el "Plan del Inca", un proyecto que impulsaba la restauracin de un descendiente de la casa de los Incas en el "trono de las Provincias Unidas de Sudamrica". Un anhelo en el que tambin se haba embarcado Jos de San Martn. El ltimo inca vivo arribado a Buenos Aires casi por casualidad fue en realidad uno de los principales idelogos del primer proyecto de integracin sudamericana surgido all por el 1.800. Este episodio de nuestra historia, omitido casi por completo en los libros de texto estudiantiles, comenz a salir a la luz no hace mucho gracias al trabajo de investigadores interesados en que se conozca la "verdadera identidad" de Sudamrica. La historia de Juan Bautista Tpac Amaru es un rompecabezas que poco a poco fue tomando forma, haba nacido en Tungasuca, provincia de Tinta (Cuzco) y64

era el hermano menor de Jos Gabriel Condorcanqui Tpac Amaru, lder de la mayor sublevacin indo americana hasta su posterior asesinato. Su muerte fue muy cruel, le arrancaron la lengua y despus lo descuartizaron y enviaron sus miembros a Surimana, Pampamarca, Cheqakupe y Tinta, para que todo el mundo aprendiera la leccin". Ese 4 de noviembre de 1781 toda la familia Tpac Amaru corri la misma suerte, pero hubo alguien que se salv de pura casualidad. Juan Bautista fue confundido con un reo comn y se salv del descuartizamiento. Fue apresado y encerrado en Cuzco; y el 22 de noviembre de 1783 fue enviado a un calabozo del Callao. De ah fue embarcado rumbo a Cdiz", en el Museo Inca de la Universidad Nacional de San Antonio Abad de Cusco se encontraron actas donde figuran las listas de los reos deportados a Espaa. Entre los nombres figura el de Juan Bautista y el de un to suyo de 125 aos, que tambin haba sobrevivido a la matanza despus de pasar cuatro meses en condiciones infrahumanas en Ro de Janeiro, los65

prisioneros partieron rumbo a Cdiz, donde desembarcaron en 1785. De all, Tpac Amaru fue conducido al Castillo de San Sebastin, donde estuvo 3 aos. Luego fue enviado a Ceuta (frica), donde estuvo encerrado 35 aos. "En 1813 lleg all el padre Marcos Durn Martel, religioso agustino y revolucionario peruano, que lo ayud a conseguir su libertad y lo embarc rumbo a Buenos Aires", mientras algunos libros fechan la llegada del inca a la Argentina en el ao 1823, algunos sostienen que el arribo se produje en realidad el mismo ao de su liberacin: 1813. Su fuente: las propias memorias escritas por Tpac Amaru, un impugnable que muy pocos pudieron consultar. "Aunque la historia oficial no lo mencione, probablemente Tpac Amaru, el inca que Belgrano quera en el trono de la Monarqua Sudamericana, fue uno de los principales idelogos del proyecto libertario que se gest en Argentina. El 8 de julio de 1816, en Tucumn, Belgrano propuso su Plan Inca y sugiri que la capital del reino deba ser el Cuzco".66

Cuando Tpac Amaru lleg a Buenos Aires conoci en persona a Belgrano, San Martn e "incluso debi conocer a Gemes". La amistad con los dos primeros no figura en los libros, pero s est documentada en las memorias que escribi el inca bajo el ttulo "Cuarenta aos de cautiverio" (editada en 1824). La idea de Belgrano no prosper no porque no tuviera consenso entre el grueso del pueblo y las tropas, sino porque "tuvimos hombres en nuestra historia que eran pro britnicos, pro italianos, pro franceses y pro espaoles, lo que menos queran era una monarqua inca. Es ms, en muchas actas figura que a los morochos de esta tierra les llamaban despectivamente 'los chocolates'", "...un Rey Patas sucias", "una monarqua en ojotas". Un dato importante que habla de la fuerte influencia que debi tener Tpac Amaru en el proyecto libertario es el hecho de que el acta redactada el 9 de julio de 1816 est escrita en aimara, en quechua "y hasta en jeroglficos del Tiahuanaco". Martn Miguel de Gemes en el Norte argentino y Juana Azurduy de Padilla en67

Chuquisaca (Bolivia) saban de la existencia del inca y apoyaban el proyecto de la integracin sudamericana bajo su potestad. En sus ejrcitos, adems, haba muchos descendientes de familias cuzqueas que haban huido al Sur y que luego poblaron los Valles Calchaques". Hoy se sabe fehacientemente que Juan Bautista Condorcanqui Tpac Amaru, descendiente en sptima generacin de los reyes incas, muri en Buenos Aires el 2 de Septiembre de 1827, a los 88 aos. Sus restos fueron encontrados hace unos meses en el cementerio de Recoleta. En las actas de entierro figura claramente su nombre. La historia de este personaje increble se va armando poco a poco, pero ms all del relato puntual de sus periplos, lo valioso es que su vida sirva "para probar que el proyecto de la unidad sudamericana estuvo presente ya desde nuestro pasado amerindio", ese pensamiento que luego enarbolaron hroes mestizos como San Martn y Bolvar es lo que ayudar al pueblo a seguir adelante, adems es importante saber que Gemes conoca68

perfectamente la identidad amerindia y que, bajo rdenes de San Martn, luch por este movimiento de integracin nacido en el Cuzco". En estos tiempos que nos tocan vivir hay dos sucesos importantsimos para la revisin de nuestra identidad, en el Norte, tres nios de Llullaillaco, de ascendencia inca del siglo XV, aparecen para mostrar quines fueron realmente los famosos 'indios' (palabra globalizada por la colonia). Y en el corazn de Buenos Aires aparece un inca de sptima generacin que fue protagonista de nuestra emancipacin y nuestra historia, dos mensajes atrapados en el tiempo cclico. Para reflexionar. No creemos que haya sido casualidad que San Martn, Belgrano y Gemes vieran la posibilidad de un Monarca Inca dirigiendo los destinos de unos de los mas grandes pases que hubiese tenido el mundo si sus ideales fuesen cumplidos y no dilapidados por un Congreso denominado independentista de Tucumn, un Congreso infame, inmoral y malicioso, trasladado a Buenos Aires para que no concurran los diputados del69

Alto Per que presagiaban la traicin que se estaba consumando y para que aos despus declarara lo que no fue una verdadera independencia, sino, justamente la dependencia a otros pases europeos a los cuales todava algunos canales de televisin le rinden pleitesa trasmitindole las bodas reales, mientras nuestros muertos en Malvinas siguen esperando el desagravio que merecen como hroes, pero esto es otra historia y la consideramos en otra parte de esta pgina web. La idea de un monarca incaico, no era de ninguna manera una locura porque para aquel momento el pueblo incaico era unos de los mejores modelos culturales y de civilizacin adelantada, an mas inteligentes que sus descubridores, por lo tanto la idea de nuestros prceres era perfectamente adecuada al tratado de Independencia Latinoamericana por la cual luchaban. Los que idealizaban esa gran patria grande entendan que la filosofa encarnada en este pueblo era la que ellos haban soado y luchado para conquistarla, era como el haber70

encontrado el famoso remedio para una cruel enfermedad, era ni mas ni menos que la devolucin del poder a manos americanas y no entregar como ddivas nuestra independencia abierta a los intereses de cualquier nacin que en aquel tiempo tena sus referentes u obsecuentes en franceses, espaoles o ingleses. Es esta la verdad sucedida en la declaracin de la independencia, los intereses comerciales de los europeos que peleaban por su comercio y que tenan sus respectivos representantes cada uno de ellos idnticamente como en la semana de mayo, porque si en Mayo, Cornelio Saavedra fue nombrado presidente de la junta, no fue justamente porque el cabildo de notables lo haba consensuado, sino, que el Pueblo un 22 de mayo se resisti al nombramiento del Virrey Cisneros como presidente de esa junta, porque esa fue el argumento y la equivocacin de los prceres de aquel momento en donde por un instante confundieron la idea independentista americana y se confundieron revalidando la frase de hoy, una consigna remanida y71

malgastada por el tiempo, "...cambiar algo, para que nada cambie". EL PENSAMIENTO DE SAN MARTIN, BELGRANO Y GUEMES Nuestros tres prceres tenan en claro lo que pretendan, dentro de sus cerebros revoloteaba un plan poltico, que contena una situacin histrica indigenista a la cual ellos respetaban como primer punto, era la identidad del suelo, eran hijos de esa misma tierra que los vio nacer, en realidad era una verdadera revolucin americana. El Pueblo Inca, vena a reemplazar a la antigua Roma, Persia, Grecia y a los imperios que sometan a los pueblos a sus voluntades, un ejemplo es la Argentina de Mitre, donde en la historia oficial expresa "...a este plan es imposible concederle sentido prctico, ni siquiera sentido comn, ni an en su tiempo; extravagante en la forma e irrealizable en los medios, concebido sobre falsas ideas, con mas inocencia que sentido practico", ese era Mitre, anti americanista en lo mas profundo de su ser, no olvidemos que fue factor72

fundamental en la guerra de la triple alianza contra el Paraguay, al que dej con sus aliados brasileros y uruguayos, en una total desolacin econmica que aprovecharon a su favor los inmaculados colonialistas ingleses, y a un pueblo totalmente desolado y despoblado de hombres por la matanza realizada. Cual es la diferencia sustancial de la pretendida independencia de julio y la guerra contra el Paraguay con casi cincuenta aos de diferencia: Respuesta, la entrega del territorio americano a manos europeas, lo mismo que sucede hoy, ciento cincuenta aos despus, los lobbies, las empresas monoplicas, y los hombres vendidos al precio vil de aquellos que aos, los mismos que sojuzgaran a sus hijos, nietos y parentela que dejen en el camino, porque a ellos solos les importa el dinero actual y su vida personal aptrida, lo que no pueden hacer porque les da vergenza ajena es forzar a concretar un partido poltico y ponerle el apelativo de "PARTIDO UNITARIO", porque entonces sus intelectos quedaran al descubierto dentro del pensamiento popular y73

deberan estar explicando por aos enteros por sus falacias, atropellos, derrocamientos de gobiernos, fusilados, mentiras periodsticas y centenares de causas ms que alcanzaran hasta sus ancestros y sus tumbas tendran que ser enrejadas como las plazas de la Ciudad de Buenos Aires, para que el Pueblo no se tome venganza del ultraje al que fue sometido por aos. Aquel que cree que estos tres lderes no tenan la planificacin adecuada para llevar adelante tamaa empresa estn totalmente equivocados y lo explica Don A.J. Prez Amuchstegui, opus cit.tomoII.pg2-LX1 "...el plan se inscribe en el tono sudamericano de la Declaracin de la Independencia que fue hecha a nombre de las Provincias Unidas en Sud Amrica y no "del Ro de la Plata" como tergiversar Don Bartolom Mitre. Y porque Tucumn estaba casi centralmente en el lugar intermedio mejor ubicado se realiz el acto en esa ciudad y no en Buenos Aires, Ro del Plata.

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SARRATEA, PAZOS SILVA, RIVADAVIA, LOS FONTEVECCHIA DE 1816 Y as como comentamos el momento actual, tambin debemos volver a remitirnos a la historia que vamos deshojando en forma pausada de ese 1816, porque Don Manuel Belgrano se tubo que aguantar las plumas de los vende patrias como Sarratea, Pazos Silva y otros que no se cansaron de denostar la idea de Belgrano, tan elocuente eran sus comentarios sobre el continentalismo indgena que olvidaron que en la misma lnea de pensamiento figuraban Don Jos de San Martn y Don Juan Miguel de Gemes, quedando deshilvanados sus comentarios por la altura patritica de estos hombres. Belgrano, como San Martn, ya haban vivido el ocaso espaol asqueado en insubordinaciones y actos deshonestos y nauseabundos hasta donde haba cado la monarqua, sin olvidarnos de los ingleses que comenzaron a nombrar "Sires", titulo de nobleza, a todos los75

piratas que robaban para la corona, por eso el nombramiento de un monarca americano incaico no era una irrealidad absoluta, sino, devolverle a Amrica lo que le haban saqueado durante siglos o por lo menos restituirle la dignidad a un familiar de Jos Gabriel Tpac Amaru que estuvo treinta y cuatro aos cautivo de los espaoles y que a los 80 aos lleg un da a Buenos Aires a contar su historia de cautiverio. Por eso la propuesta de Belgrano, tenia un amplio contenido americanista que fue captado en primer instancia por Don Jos de San Martn, que imparti las ordenes para que los diputados de su provincia apoyaran la tesis belgraniana, mientras Don Bernardino Rivadavia en Londres segua espantado por las noticias que le llegaban desde Buenos Aires, Un monarca indio!! Un negro!! Un cabecita negra!! Un Peronista!!,dira Don Pedro Eugenio Aramburu. LA HISTORIA LA ESCRIBEN LOS QUE GANAN Y LA INVESTIGAN LOS QUE QUIEREN AL PAIS76

Puede ser que alguien equivocadamente cree que los habitantes indgenas del ayer, tal el caso de los Apaches, los Sioux, etc. se llamaban "Caballo Loco", "Luz de Luna", "Hijo del Viento", "Anca de Potro" o "Pistola Grande", y que sus nombres los transformaban en salvajes, lo que de ninguna forma quiere explicitar una discriminacin racial nuestra actualizada, no es nuestra pretensin, lo que pretendemos es ubicar a los lectores en el tiempo que vivan y las costumbres que tenan por cultura en el caso de Apaches o sioux o conviccin, en el caso del Pueblo Inca, a los que los porteos denominaban "indios", tenan nombre como nosotros tal el caso de Juan Bautista, Jos Gabriel, ambos Tpac Amaru de apellido, Moctezuma, Atahualpa, Lautaro, etc. Y el caso supera la intuicin histrica al conocer que en aquel tiempo su cultura era superior a la europea y que adems fue jerarquizada con la aparicin de las misiones jesuitas, quiere decir que lisa y llanamente los espaoles destruyeron todo vestigio cultural y a pesar de ello, los Incas, revivieron o resistieron todos los desmanes a los que fueron sometidos.77

Nos queda preguntarle a Don Faustino Sarmiento, donde estaba la Civilizacin y que lugar ocupaba la barbarie, esa es la mentira histrica de Mitre, Levenne, Fidel Lpez y otros que mienten en sus libros que aun leen en estos tiempos nuestros propios hijos en las escuelas. EL IMPERIO DECADENTE DE EUROPA Y LA EXPROPIACION LA

Como poltica americanista el plan tenia su estrategia planteada, permita sublevar 2,5 millones de personas e incorporarlas a la Patria Grande destruyendo el poder espaol y permita agregarse a la Banda Oriental, que no era otra que la denominada por el General Artigas "Provincias Unidas", por eso la pretensin era totalmente constitucional, as fue que Belgrano como jefe del Ejrcito del norte quien jug sus cartas ante el pueblo reunido en Tucumn dejando en claro su posicin respecto a la independencia, prometi el gran imperio americano gobernado por descendientes de los incas, mientras tanto Doa Juana Azurduy con solo veintisis aos al mando de mil cuatrocientos indgenas tomaba78

cuatrocientos prisioneros espaoles y Don Miguel de Gemes rechazaba nueve invasiones realistas espaolas (maturrangos, segn el decir de San Martn nombrando a los espaoles),y segn la historia de Mitre tachar la carta de Don Jos de San Martn donde deca nuestros gauchos y reemplazada por "...valientes campesinos a caballo", y esta nota enviada por San Martn a Sarratea est tachada y corregida en la Biblioteca Nacional argentina. La historia es esta, las batallas fueron ganadas, los pensamientos de libertad corrieron como regueros de agua, nuestros guerreros, gauchos y aborgenes estaban en plena conciencia de sus triunfos y no le negaban el mando a sus superiores que se ganaron sus ttulos en los campos de batalla, pero los papeles, siempre juegan una mala pasada, como actualmente Papel Prensa, es decir Magneto ocupa el lugar del jefe realista Tristn, mientras nuestros hroes se jugaban la vida en la lucha por la independencia y los ideales suban de tono cada da que pasaba, mientras que en Buenos Aires, los porteos vendan a79

la Nacin, aunque Don Juan Manuel de Rosas tubo su momento de revancha pero esto tambin es otra historia en esta pgina web. Mientras tanto el otro traidor, Juan Martn de Pueyrredn, Director supremo de las Provincias Unidas de Sud Amrica!! No del Ro de la Plata solamente, traicionaba al General Artigas entregando la Banda Oriental a los brasileos o portugueses, es lo mismo. Y esta historia que refresca la memoria termina cuando Rivadavia jefe del partido unitario de Buenos Aires traiciona a San Martn y a Bolvar impidiendo que la Amrica fuese una sola nacin, corra el ao 1822.. Juan Jos Castelli (1764-1812) Naci en Buenos Aires el 19 de julio de 1764. Estudi filosofa en el Real Colegio de San Carlos y en el Colegio Montserrat de Crdoba, se recibi de abogado en la Universidad de Charcas. Fue poltico y abogado, fundador de la Sociedad80

Patritica. Ya profesional comenz a interesarse en los problemas econmicos, siendo, junto con Vieytes y Belgrano, uno de los primeros argentinos en promover la industria, la educacin pblica, la agricultura y el libre comercio; estaba estrechamente vinculado a Belgrano por intereses y lazos familiares. Sometido a un proceso militar, del cual result absuelto, pero y abatido y enfermo, muri en la miseria. Juan Jos Paso Naci en la provincia de Buenos Aires el 2 de Junio de 1758. Estudi en la Universidad de Crdoba, recibindose de doctor en Jurisprudencia en 1779. En Buenos Aires fue luego profesor de filosofa en el Real Colegio de San Carlos. Y en 1783 se ausent al Per, donde permaneci por espacio de muchos aos. De vuelta en Buenos Aires, y con la Revolucin de Mayo empez su carrera poltica conocida. Fue orador decisivo en el famoso Cabildo Abierto del 22 de Mayo; en la cual propici la destitucin81

del virrey Cisneros secretario -con Moreno- de la 1 Junta Criolla; emisario de sta en Montevideo; miembro del 1er Triunvirato en 1811, y en 1813 de la Asamblea Constituyente, y al fin, diputado por Buenos Aires al Congreso de Tucumn. Particip en el Congreso de Tucumn de 1816 como secretario, y en carcter de tal dio lectura al Acta de Declaracin de la Independencia Argentina; ms tarde, a raz de su participacin en los planes monrquicos del congreso, fue juzgado con los dems diputados bajo el cargo de "traidor" y fue encarcelado. En 1822 fue elegido miembro de la Legislatura de Buenos Aires, intervino en el Congreso Constituyente de 1824, donde apoy la sancin de una constitucin unitaria y la designacin de Bernardino Rivadavia como primer presidente de la Repblica. Posteriormente se retir de la vida pblica falleci "en la tranquilidad de su hogar" el 10 de Septiembre de 1833. Fuente:http://www.todoargentina.net/biografias/Personajes/juan_ jose_paso.htm Juan Larrea (1782-1847)82

Comerciante espaol, miembro de la Primera Junta patriota. Nacido en Catalua, Larrea lleg a Buenos Aires a principios de la dcada de 1800 y se estableci como comerciante. Luch con el grado de capitn en el batalln de voluntarios de Catalua contra las invasiones inglesas; pronto se hizo lder de la independencia, perteneciendo al principio al llamado "Partido Republicano'', dominado por Martn de Alzaga y otros espaoles de la zona, que controlaba el Cabildo; algunos criollos, incluyendo a Mariano Moreno y Julin de Leyva formaban igualmente parte de este grupo, al cual cupo especialmente la responsabilidad de derrocar al virrey Sobremonte en 1807.. Larrea actu prominentemente en la Revolucin de Mayo y por clamor popular, integr la Primera Junta patriota; como enrgico partidario de Moreno y asiduo defensor de las ideas de este ltimo, aun despus de su alejamiento, Larrea fue vctima de la sublevacin del 5 y 6 de abril de 1811 y removido de sus funciones, sufriendo la confiscacin de su propiedad y el exilio83

en San Juan; con la creacin del Segundo Triunvirato regres a Buenos Aires; se convirti en uno de los miembros ms activos de la Asamblea Constituyente de 1813. Cuando se instituy el Directorio con Posadas, en 1814, Larrea fue nombrado ministro del Tesoro, recayendo sobre l, en gran medida, la responsabilidad de la creacin de la escuadra naval que, bajo el mando del almirante Guillermo Brown, oblig a los realistas a salir de las aguas del Ro de la Plata. Por razones polticas se lo oblig nuevamente a vivir en la indigencia y el exilio en 1815; aos despus reanud sus ocupaciones de comerciante en Buenos Aires; fue designado cnsul general argentino en Francia; falleci en Buenos Aires en1847.Fuente:http://www.todoargentina.net/biografias/Personajes/juan_larrea.htm

CORNELIO SAAVEDRA

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Cornelio Judas Tadeo de Saavedra vio la luz el 15 de Septiembre de 1759 en la Villa Imperial de Potos, en lo que hoy son los Andes bolivianos. Su familia era de vieja raigambre americana y su hogar rezumaba prestigio y tradicin. Pero las difciles condiciones climticas de aquella regin impulsaron a la familia Saavedra a regresar a Buenos Aires, de donde era oriundo el padre. Entonces Cornelio curs estudios en el Real Colegio de San Carlos, distinguindose por su inclinacin a la filosofa. No obstante, siguiendo el camino de sus mayores, se dedic al trabajo de la tierra. Casado en 1788 con su prima hermana Francisca de Cabrera y Saavedra, ingres a la funcin pblica en 1797 como Regidor. Dos aos despus fue nombrado procurador; en 1801 Alcalde de segundo voto y en 1805 Administrador del depsito pblico de trigo. De 1799 data un documento suyo poco conocido: un alegato en pro de la libertad de comercio y la libertad de trabajo. Las Invasiones Inglesas descubrieron en Saavedra una inesperada vocacin por85

las armas. A propsito de esta iniciacin castrense, estamp en sus memorias su propia explicacin: "Este fue el origen de mi carrera militar: el inminente peligro de la patria, el riesgo que amenazaba a nuestras vidas y propiedades, y la honrosa distincin que haban hecho los hijos de Buenos Aires prefirindome a otros muchos paisanos suyos para jefe y comandante, me hicieron entrar en ella". En efecto, durante las invasiones ingleses, el cuerpo de Patricios lo eligi Comandante, marchando l a la cabeza como primer combatiente de este cuerpo, integrado por tres batallones y 23 compaas. Entre quienes despedan a las tropas que iban rumbo a Barracas figuraba su segunda esposa - la primera haba fallecido en 1798 -, Saturnina Brbara de Otrola y del Ribera. Su prestigio creciente en la poblacin de Buenos Aires lo llev a desempear un papel decisivo en las jornadas de Mayo. En la reunin de comandantes del 20 de Mayo neg su apoyo a Cisneros. Dos das ms tarde, en el Cabildo abierto, al votar por la destitucin del Virrey, obtuvo la adhesin de 86 cabildantes, entre86

quienes figuraban French y otros.

Castelli,

Belgrano,

Presidente de la Junta del 25 de Mayo, Saavedra tuvo que enfrentar las alternativas de un clima el cual no estaba acostumbrado. Es decir, un clima poltico de sutilezas y argucias, de fervor revolucionario con todos los posibles excesos y deformaciones inevitables en un movimiento de esta naturaleza. Despus del golpe del 5 y 6 de Abril de 1811 (en el cual Saavedra crey fortalecerse, apresurndose a separar a los elementos morenistas) abandon Buenos Aires con rumbo a Salta, con el objeto de reorganizar el derrotado ejrcito del Desaguadero. Pero el viaje fue aprovechado por sus adversarios para asestara varios golpes: separado del gobierno y del ejrcito, se intent confinarlo en San Juan, pero, alertado a tiempo, Saavedra cruz la cordillera de los Andes por ignotos caminos, arribando a tierra chilena en compaa de su hijo Agustn, de 10 aos de edad. En 1814 decide volver a la patria, para no caer en manos espaolas, pues los ejrcitos reales amenazaban por entonces a87

Coquimbo. Y mientras vuelve a cruzar la cordillera, su esposa tramita en San Juan el ingreso de Saavedra, que es negado por el Teniente de Gobernador. Doa Saturnina apela al Gobernador Intendente de Cuyo, es decir a San Martn, quien accede a la solicitud.

Finalmente, Saavedra es enviado a Buenos Aires con escolta para hacer acto de presencia en el juicio que se lo haba iniciado y tras la revolucin del 15 de Abril de 1815, el Cabildo le devolvi su grado militar. De inmediato, sin embargo, al asumir Alvarez Thornas el cargo de Director suplente lo relega a Arrecifes. En 1818 obtuvo la rehabilitacin, Desempa varios cargos militares, aunque de escasa importancia, y en 1822 se le otorg el retiro absoluto del ejrcito. Muri el 29 de Marzo de 1829, y dos das despus el diario "El Tiempo" se hizo eco del fallecimiento en escuetas lneas: "A las 8 de la noche del domingo muri repentinamente el Brigadier General Cornelio de Saavedra. Los buenos88

patriotas deben sentir su prdida, por los servicios que aquel ciudadano ha prestado al pas". En Diciembre del mismo ao, el gobierno del General Juan Jos Viamonte concret su homenaje trasladando los restos de Saavedra a un mausoleo de la Recoleta. Alberdi lo reinvindicar: Que quera Saavedra? - pregunta Alberdi Que el gobierno argentino fuese obra de todas las provincias de la nacin: a eso llamaba Mitre, conservador! ...el partido de Saavedra era el partido verdaderamente nacional. Pues quera que la nacin toda interviniese en su gobierno... (Alberdi. Grandes y pequeos hombres) (AGM. Proceso al liberalismo argentino. p.76) Por su parte Rosas pocos meses despus de asumir el gobierno, dio el siguiente decreto de honores pstumos al prcer desconocido: Buenos Aires, diciembre 16 de 1829.- El primer comandante de Patricios, el primer presidente de un gobierno patrio, pudo slo quedar olvidado en su fallecimiento por las circunstancias89

calamitosas en que el pas se hallaba. Despus que ellas han terminado, sera una ingratitud negar a ciudadano tan eminente el tributo de honor rendido a su mrito, y a una vida ilustrada con tantas virtudes, que supo consagrar entera al servicio de su patria. El gobierno, para cumplir un deber tan sagrado, acuerda y decreta: Artculo 1: En el cementerio del Norte se levantar, por cuenta del gobierno, un monumento en que se depositarn los restos del brigadier general D. Cornelio Saavedra. Artculo 2: Se archivar en la Biblioteca Pblica un manuscrito autgrafo del mismo brigadier general, con arreglo a lo que previene el decreto de 6 de octubre de 1821. Artculo 3: Comunquese y publquese. Rosas Toms Guido. Fuente: www.lagazeta.com.ar/saavedra

Domingo Matheu (1765 - 1831) Naci en Barcelona, Espaa, en 1765, estudi la carrera naval y se gradu90

como piloto. Se asoci a su hermano Miguel y se instal como comerciante en Buenos Aires en 1793. Pronto su tienda era una de las ms importantes de la ciudad. Luch contra los ingleses en ambas invasiones y particip desde un principio en las reuniones de los grupos revolucionarios. Fue vocal de la Primera Junta y reemplaz a Saavedra en la presidencia en 1811. Al igual que Larrea, brind un importante apoyo financiero al primer gobierno patrio y a las expediciones militares al Alto Per y Paraguay. En 1813 fue nombrado director de la fbrica de armas y de uniformes militares. En 1817 se cans de la poltica y se dedic a su actividad comercial hasta su muerte acaecida en1831. Fuente: www.elhistoriador.com.ar- Felipe Pia

Manuel AlbertiDe Wikipedia, la enciclopedia libre

Manuel Mximo Alberti, (Buenos Aires, 28 de mayo de 1763 31 de enero de 1811), fue un sacerdote de Buenos Aires, en los tiempos en que la actual ciudad argentina formaba parte del Virreinato91

del Ro de la Plata. Form parte de la Primera Junta que reemplaz a las autoridades espaolas tras la Revolucin de Mayo. Sus padres eran Antonio Alberti y Juana Agustina Marn. Estudi teologa en la Universidad de Crdoba, obteniendo el doctorado en Teologa y Cnones el 16 de julio de 1785. Fue ordenado sacerdote el ao siguiente. Fue teniente cura de la ciudad de Concepcin del Uruguay durante unos tres aos, y en 1790 se lo nombr cura y vicario interino del partido de la Magdalena. Dirigi la Casa de Ejercicios de Buenos Aires, en donde fue considerado un eclesistico bien puesto, desinteresado, caritativo por sus superiores. Se lo design como cura prroco de la ciudad de Maldonado, actualmente parte de Uruguay. Fue encarcelado durante las Invasiones Inglesas, acusado de mantener contacto epistolar con jefes de las tropas espaolas. Fue liberado por los ejrcitos patriotas tras la derrota inglesa, tras lo cual volvi a sus funciones.92

Volvi a Buenos Aires en 1808 y se hizo cargo de la Parroquia de San Benito de Palermo, creada recientemente. En 1810 adhiri a los movimientos polticos que desembocaron en la Revolucin de Mayo. En este sentido particip en el Cabildo Abierto del 22 de mayo, donde vot por el inmediato cese en sus funciones del virrey Baltasar Hidalgo de Cisneros. Fue elegido vocal de la Primera Junta, presumiblemente como miembro del partido de su presidente, Cornelio Saavedra. No obstante, apoy especialmente a Mariano Moreno y sus propuestas reformistas. Debido a su carcter sacerdotal, vot en contra del fusilamiento de Santiago de Liniers posterior a su captura tras la sofocacin de la Contrarrevolucin de Crdoba dispuesto por la Primera Junta. El fusilamiento fue impulsado por el sector morenista, y firmado por todos los componentes de la Junta, excepto el propio Alberti. Fue tambin redactor de la Gazeta de Buenos Ayres, incluso tras el alejamiento de Moreno de dicha publicacin. Desde93

all respald todas las medidas de la Junta, a excepcin del fusilamiento de Liniers, mencionado con anterioridad. Alberti vot como todos los vocales de la Junta a favor de la incorporacin de los diputados del interior, lo cual llev a la transformacin de la Primera Junta en la Junta Grande. En dicha votacin se distanci de Moreno, quien se opuso a dicha incorporacin. Aun as, aclar que apoyaba la propuesta slo por conveniencia poltica. Fue el primero de los miembros de la Junta en morir, el 31 de enero de 1811, debido a un sncope cardaco, por lo cual el Dr. Miguel Mariano de Villegas, como Sndico del Cabildo, propuso a la Junta Grande que cubriese su vacante. Nada se sabe del destino de su cuerpo tras su fallecimiento, salvo que haba sido enterrado en el primer edificio que tuvo la iglesia de San Nicols, que se hallaba en el sitio que actualmente ocupa el Obelisco de Buenos Aires, y que fue destruido en 1936 para construir la Avenida 9 de Julio.94

En 1822, el gobierno de la ciudad de Buenos Aires dispuso ponerle su nombre a una calle de la ciudad, mientras que en junio de 1910 se esculpi una estatua en su homenaje en las barrancas de Belgrano. La localidad de Manuel Alberti, de la provincia de Buenos Aires, tambin est nombrada de dicha manera en su homenaje. El intrigante Sarratea Por Luciano lvarez La participacin de Manuel de Sarratea en nuestra Historia Patria es tan breve como dramtica. "El intrigante Sarratea"; el epteto de los manuales de HD, ha sido perdurable y adecuado. El episodio que lo gest es bien conocido y apenas lo referir. En junio de 1812 Manuel de Sarratea lleg hasta el campamento del Ayu, para ponerse al frente del ejrcito de la Banda Oriental; tena 37 aos, diez menos que Artigas. Pocos hombres podran ser ms inadecuados para tratarlo. Ignoraba hasta los ms elementales principios militares, era intrigante, soberbio,95

sinuoso, despectivo y monrquico convencido. El duro enfrentamiento entre ambos implicaba dos personalidades tan incompatibles como su pensamiento. A lo largo del 1812 Sarratea tram las clebres intrigas para sacarle gente a Artigas y hasta conspir para asesinarlo. El virulento intercambio de notas produjo algunas de las frases ms celebradas del caudillo oriental. En enero de 1813, un Sarratea humillado y rencoroso tuvo que volver, obligado, a Buenos Aires. En el camino de regreso, su pequea escolta militar cometi robos, asesinatos y secuestr dos muchachas, hijas de un estanciero. Cuando fueron rescatadas, Rondeau hizo la denuncia donde "probaba encubrimiento de delito", por parte de Sarratea. Todo qued en nada, lgicamente. Quines eran estos zafios como Artigas o Rondeau para desafiar a un Sarratea y Altolaguirre? Su padre, Martn de Sarratea se haba casado con Tomasa Altolaguirre, hija de su socio, un alto funcionario del gobierno. Juntos hicieron grandes negocios con la exportacin de frutos del96

pas, aprovisionamiento de tropas y trfico negrero, sin excluir el contrabando con los portugueses de Colonia del Sacramento. Sufrieron no pocos problemas judiciales, pero los salvaron con la ayuda de otros jueces "asociados", Pedro Medrano y Juan de Bustinaga. Tan ricos eran que, Manuel, nacido en 1774, fue uno de los tres porteos educados en el exclusivo Real Seminario de Nobles de Vergara, en el Pas Vasco; institucin nueva y de vanguardia alineada en las nuevas ideas de los ilustrados espaoles. Los jvenes que ingresaban, adems de pagar una alta cuota deban llegar provistos de un imponente ajuar que inclua cubiertos de plata, una docena de camisas con vueltas lisas, un frac de pao azul, con su calzn de pao y otro para el verano. Luego de sus estudios pas varios aos atendiendo los negocios de su padre en Madrid y Cdiz. Al regreso acrecent su propia fortuna adaptndose a los nuevos tiempos. A los negocios con Espaa sum una estrecha conexin con britnicos y norteamericanos que inclua97

el contrabando y los arreglos fraudulentos en el registro de navos. En las tertulias de su hermana, Melchora de Sarratea, alternaban los criollos con los comerciantes ingleses. En medio de juegos y bailes se pactaban negocios y matrimonios y se discutan las ideas ms avanzadas. Los hermanos Robertson alabaron aquellas tertulias como un modelo de refinado gusto, animadas por los Sarratea, "conversadores amensimos". Destacaron la belleza de Melchora as como la vasta cultura de su hermano -elegante y siempre de punta en blanco-, el dominio de varias lenguas, los modales exquisitos y el excelente trato. Sarratea fue triunviro en 1811-1812 y gobernador de Buenos Aires en 1820; su participacin en cargos polticos fue espasmdica y contradictoria; en cambio su influencia fue permanente. Una de sus armas preferidas fue la prensa, aunque jams dej que su nombre figurara en ella. En 1816 hizo traer de Londres una imprenta que le permiti manejar, desde las sombras, varios peridicos.98

Pero su pasin y mayor actividad pblica -sin descuidar sus negocios- fue la diplomacia. En 1811 fue enviado ante la corte portuguesa en Brasil, en 1814 a Londres y Madrid con el encargo de ofrecer a Fernando VII la sumisin de las Provincias Unidas a la corona espaola bajo una cierta autonoma. Cuando esto fall, propuso, junto a Belgrano y Rivadavia, lo que llam "el negocio de Italia" que consista en coronar como rey del Ro de la Plata a Francisco de Paula de Borbn, hermano de Fernando VII. Incluso redactaron un proyecto de Constitucin y disearon un escudo real. En Londres, Sarratea, que siempre se consider un whig criollo, tom contacto con muchos liberales espaoles y americanos, mientras esperaba un eventual apoyo ingls. Regres al Plata en 1816 y pronto se enfrent al director Juan Martn de Pueyrredn. Este quera un prncipe francs, Sarratea uno ingls. Luego entr en contacto con la oposicin federal portea, duramente reprimida y en noviembre de 1817 fue desterrado por "peligroso" a San Luis. Volvi triunfal en99

1820 para hacerse cargo del gobierno de Buenos Aires, firmar el Pacto del Pilar con los caudillos Lpez y Ramrez; estuvo a su lado cuando ataron sus caballos en la pirmide de Mayo, para humillacin de los porteos, que pronto lo destituyeron. Por una clusula secreta del tratado apoy a Pancho Ramrez con armas, tropas y su asesoramiento directo, para saciar un viejo rencor: la derrota definitiva de Artigas; "lo mejor que haba hecho en su vida", deca. Luego de purgar el rechazo porteo en Entre Ros, reapareci como diplomtico en 1825. Rivadavia lo envi a Londres para negociar la mediacin britnica en la guerra con el Brasil y apoy la separacin de la Banda Oriental de las dems provincias argentinas. En 1838, Juan Manuel de Rosas confi en su probado oficio y le nombr enviado extraordinario y Ministro Plenipotenciario ante el Brasil. En 1842, ya con 68 aos, culmin su carrera como embajador en Francia, donde muri en 1849, soltern y misgino con la sola compaa de su perro, Mouton.

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Un diario francs hizo su apologa: "Haba algo de Talleyrand en ese ministro. Nada ms fino que su aticismo, ms