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No. 151

Sumario

Introducción. 1. El trabajo decentecomo anhelo de la gente. Los anheloscomparados con las realidades. ¿Solu-ción ideal para todos? 2. El conceptode trabajo decente como conjunto deobjetivos definidos internacional-

mente. 3. Los dividendos sociales yeconómicos del trabajo decente. Eltrabajo decente, la justicia social y lapaz. El trabajo decente y la competiti-vidad empresarial. 4. Políticas para eltrabajo decente. Un enfoque del de-sarrollo basado en los derechos. Políti-cas de pleno empleo. Políticas de in-

Problemasy políticasdel trabajo decente

Philippe EggerWerner Sengenberger

El concepto de trabajo decente se pre-senta como un campo semiótico quereúne los derechos fundamentales delos trabajadores del mundo, dispersosen diversos textos de derecho nacio-nal e internacional. Los autores co-mienzan por recopilar esta normativainternacional, a la vez que presentanel trabajo decente como un anhelo dela gente. Sin embargo, esto no es sufi-ciente, aunque sí un punto de partidapara formular un marco político parauna agenda de trabajo decente, quedebe alejarse de las definiciones de-masiado generales, que acaban porprivarla de todo contenido concreto, ybasarse en mediciones y agendas con-cretas, adecuadas a las nuevas reali-dades, que no se limitan a la actividadlegislativa de los gobiernos nacionales,sino que deben tener en cuenta tam-bién a las instancias supranacionales,a las empresas, sean estas multina-cionales o no, y a los gobiernos loca-les, cuya influencia en el mundo deltrabajo va en aumento. Philippe Eggery Werner Sengenberger son especia-listas de la OIT que han formulado esteestudio en el marco del Programa Pi-loto de Trabajo Decente.egger@ilo.org.

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clusión en el mercado laboral. Organi-zación del buen desempeño en el tra-bajo. Amplia protección social. Diálo-go social sostenido. 5. Secuencias dedesarrollo e instituciones. Secuenciasde desarrollo viciosas y virtuosas. Ins-tituciones del mercado laboral. Las ins-tituciones y el cambio. 6. Las institu-ciones y las vinculaciones para el tra-bajo decente. El nexo entre crecimien-to y empleo. El nexo del mercado detrabajo. El nexo de derechos y voz. 7.Implicancias para la OIT. Las políti-cas no son solo para los gobiernos.Medición del trabajo decente. Progra-ma piloto sobre trabajo decente. Lacooperación para el desarrollo interna-cional y el trabajo decente. 8. Conclu-siones tentativas. Bibliografía

I. Introducción

(anhelos, metas y marco político) es-tán fuertemente interrelacionadas yserán examinadas más a fondo aquí. Enparticular se considerarán las implican-cias políticas de un marco de trabajodecente.

Un anhelo básico de la gente entodo el mundo es el de poder obtenerempleo, para así sustentarse a sí mis-mos y sus familias en condiciones delibertad, equidad, seguridad y dignidadhumanas. Cada sociedad comprende-rá a su manera en qué consiste el tra-bajo decente, por lo tanto la definiciónprecisa deberá estar relacionada a lascondiciones que prevalecen en cadapaís en particular. Al mismo tiempo,las interpretaciones del concepto de

Una serie de instrumen-tos internacionales

tales como la Declara-ción Universal de los

Derecho Humanos(1948), el Pacto Interna-cional sobre Derechos

Económicos, Sociales yCulturales (1966), laDeclaración MundialSocial Cumbre y sus

Compromisos (1995), laDeclaración de OIT

sobre Principios Funda-mentales y Derechos alTrabajo (1998), y otrasnormas de OIT, definenun conjunto de dere-

chos básicos y orienta-ciones políticas quepermiten formular elcontenido del trabajo

decente

Se presenta el con-cepto de trabajo decen-te1 alternativamentecomo un anhelo de lagente, como una metaque se han impuesto lassociedades, los países yla comunidad interna-cional, y como un mar-co para crear las políti-cas que conduzcan alobjetivo de trabajo de-cente para las mujeres yhombres de todo el mun-do (El Trabajo Decente,Informe del DirectorGeneral, OIT, 1999).Estas tres dimensiones

trabajo decente estaránfuertemente influencia-das por los ejemplos deotros países, como tam-bién por las normasacordadas internacional-mente. Una serie de ins-trumentos internaciona-les tales como la Decla-ración Universal de losDerechos Humanos(1948), el Pacto Interna-cional sobre DerechosEconómicos, Sociales yCulturales (1966), laDeclaración MundialSocial Cumbre y susCompromisos (1995), laDeclaración de OIT so-bre Principios Funda-mentales y Derechos alTrabajo (1998), y otras

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normas de OIT, definen un conjuntode derechos básicos y orientacionespolíticas que permiten formular el con-tenido del trabajo decente. Tomadas enconjunto, estas orientaciones y normasforman un marco básico para definirlas políticas de trabajo decente quecombinen una perspectiva universalsobre los derechos, y una serie integra-da de políticas enfocadas hacia su rea-lización progresiva total, de acuerdo alas condiciones nacionales y locales.Este marco ofrece una gama más am-plia de políticas y un terreno más fértilpara su adopción de lo que sería posi-ble si se persiguieran objetivos inde-pendientes aislados.

Desde este punto de vista, el tra-bajo decente implica acceder al empleoen condiciones de libertad, de recono-cimiento de los derechos básicos al tra-bajo que garantizan que no haya dis-criminación ni hostigamiento en el tra-bajo, que se reciba un ingreso que per-mita satisfacer las necesidades y res-ponsabilidades básicas económicas,sociales y familiares, y que se logre unnivel de protección social para el tra-bajador y los miembros de su familia,así como el derecho de expresión yparticipación laboral, directa o indirec-tamente a través de organizaciones re-presentativas elegidas por él mismo.

El trabajo decente es un reflejoveraz de la Constitución de la OIT. Enel concepto de trabajo decente estáimplícita la idea expresada en la Cons-titución de que “el trabajo no es unamercancía”. No se puede tomar esto

únicamente como una postura de prin-cipios. Los trabajadores no son mer-cancías y el mercado laboral no fun-ciona de la misma forma que el mer-cado de manzanas o viviendas. El tra-to justo hacia los trabajadores es unadimensión importante de la estabilidadsocial y la paz. También influye críti-camente en el desempeño de las em-presas, ya que la más alta motivación,productividad y calidad del trabajo sonesenciales para mantener una posicióncompetitiva. Los niveles de producti-vidad y competitividad a su vez sonfactores determinantes esenciales de laproporción entre mayor inversión/PBIy el crecimiento económico sostenido.

Estas interrelaciones, que ya sesugerían en la Constitución de la OIT,también se ven en las tres dimensio-nes de trabajo decente expuestas aquí.Los anhelos de la gente reflejan lasnormas sociales y les dan forma, que asu vez influencian el comportamientoy los resultados. Los conceptos de quées un salario justo, o qué es un tratolaboral equitativo tienen una fuerte in-fluencia sobre los resultados del mer-cado laboral. La idea de justicia ya estápresente en los textos de derecho in-ternacional anteriormente menciona-dos, y en diversas maneras refleja losprofundos anhelos de la gente por lo-grar dignidad, seguridad, equidad y li-bertad. Estos textos, a su vez, conti-núan creando políticas tendientes aconvertir a estas aspiraciones y dere-chos en realidades. Las aspiracionesestán ahí indudablemente, y tambiénlos textos de derechos. La prioridad por

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lo tanto sería forjar mejores políticas,con una implementación más efectiva,para lograr la realización de las aspi-raciones de la gente.

En las secciones siguientes de estedocumento se examinan más detalla-damente estos problemas. Se toman enconsideración las diversas dimensionesdel trabajo decente como anhelo de lagente; luego se analizan brevementelos textos de derechos más importan-tes para examinar sus objetivos políti-cos, y finalmente se analiza un marcopolítico de trabajo decente. En la sec-ción final se consideran algunas de lasimplicancias operacionales para la OITde promover una agenda de trabajodecente a nivel nacional.

1. El trabajo decente comoanhelo de la gente

Hace tiempo que se viene obser-vando que el empleo juega un papelimportante en la realización personalde los individuos y de las sociedades.El empleo asegura un ingreso, promue-ve la integración social y el auto-reco-nocimiento del individuo y, por tanto,la cohesión de la sociedad. Sin embar-go, el empleo puede también ser fac-tor de exclusión si el acceso a él es li-mitado, ya que brindará un ingreso tanbajo que no llegará a satisfacer lasnecesidades básicas humanas y socia-les, y fomentará la sumisión y lamarginalización. Un buen empleo, osea un trabajo decente, se define deacuerdo a una serie de aspiraciones

básicas de los trabajadores en general.Los criterios que definen el trabajodecente incluyen algunos de los si-guientes conceptos:

i) Acceso al empleo

Significa que exista empleo (yasea asalariado o en forma de empresaunipersonal) para las personas que lobuscan, que la decisión de tomarlo seavoluntaria (excluyendo el empleo for-zado u obligatorio o la esclavitud), querespete las edades que se consideranmínimas para ejercerlo (lo cual prohi-biría el empleo infantil según defini-ción de las convenciones de la OIT), yque incluya la decisión voluntaria detrabajar a tiempo completo o por hora.

ii) Trato justo y equitativo en elempleo

Significa que se prohibiría la dis-criminación por sexo, nacionalidad,raza o edad, y que por los mismosmotivos se debería prohibir y desalen-tar el hostigamiento en el empleo, y queel trato entre empleados y entre la ge-rencia y los trabajadores debería res-petar los principios básicos de digni-dad humana.

iii) Remuneración laboraldecente

O sea, todo trabajo realizado de-bería ser remunerado, y especialmen-te en el caso de trabajadores asalaria-dos esta remuneración debería ser jus-ta y suficiente para subsistir, y también

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que a trabajo de igual valor se deberíarecibir igual paga.

iv) Condiciones laborales justas

Significa que los acuerdos hora-rios referentes a cantidad de horas dia-rias y semanales a trabajar, horas ex-traordinarias, pausas para descanso,etc. deberían ser conformes a prácti-cas justas y aceptables, compatiblescon las necesidades sociales y familia-res, y que la intensidad del trabajo de-bería evitar ser excesiva a fin de nodesembocar en excesos, estrés, osubutilización del trabajo.

v) Ámbito de trabajo seguro

Implica que en el entorno físicolaboral deberían evitarse las condicio-nes extremas (de calor, polvo, ruido,carga), y que deberían existir normasde seguridad (para la prevención deaccidentes laborales, lesiones y enfer-medades ocupacionales).

vi) Protección en caso dedesempleo

Deberían haber formas de protec-ción para el caso de pérdida del em-pleo, como también de apoyo adecua-do para facilitar la búsqueda de unonuevo.

vii) Protección social y empleo

Significa que deberían existir me-didas de protección para todos los tra-

bajadores en caso de surgir problemasde salud -lesiones, enfermedades odiscapacidad relacionadas al trabajo,y además pensiones a la vejez y parael cónyuge sobreviviente.

viii) Oportunidades de empleo yformación

Deberían haber oportunidades deformación y capacitación durante todoel ciclo de vida laboral, como tambiénoportunidades de promoción y movi-lidad a distintos cargos.

ix) Participación y motivación

Los empleados deberían teneroportunidades de participar en las de-cisiones que les afectan directamente,como ser en la organización del traba-jo y decisiones relacionadas.

x) Voz en la participacióncolectiva

Significa que exista la posibilidadde ventilar quejas y presentar denun-cias, como también hacer uso del apo-yo de un cuerpo representativo de losintereses de los trabajadores.

La combinación de todas o algu-nas de estas diez dimensiones puedenconformar el concepto de trabajo de-cente para todos los hombres y muje-res. La combinación exacta y la pon-deración otorgada a cada una depen-derá de las circunstancias particularesdel país, la región y la empresa.

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Los anhelos comparados con lasrealidades

La escasez de trabajo abunda. Losniveles actuales de escasez sonpreocupantes, como también lo son lasdirecciones hacia las cuales apuntanlos cambios. A continuación se inten-tan destacar algunas de las áreas endonde la escasez de trabajo decente esuna preocupación generalizada. No seintenta dar cuenta completa de las di-mensiones de los problemas que seenumeran.

La pobreza sigue siendo un temaintimidatorio. Casi una cuarta parte (24por ciento) de la población mundialvive con menos de un dólar diario, aun-que esta cifra ha bajado de un 28,3 porciento en 1987. La disminución máspronunciada ocurrió en el este de Asia,mientras que en otras regiones se hanregistrado aumentos en las cifras ab-solutas de pobres. El aumento más dra-mático ocurre en Europa oriental y lospaíses en transición de la economíasocialista a una de mercado, donde laincidencia de la pobreza pasó de sercasi cero en 1987 a encima de 5 porciento en 1998.

La pobreza es aún un tema impor-tante en los países de altos ingresos.En los Estados Unidos, el 14 por cien-to de la población vive por debajo delnivel nacional de pobreza de 1994.Además, durante el período 1988 a1993, el 52 por ciento de los pobrescontinuaban siéndolo por un mínimode 5 años (OECD, 2000). En el Reino

Unido, a pesar de haber un crecimien-to económico saludable, el nivel depobreza también aumentó en la déca-da de los ´90. En 1983, en un 14 porciento de los hogares faltaban tres omás de las necesidades básicas, por noexistir medios para satisfacerlos. Esteporcentaje aumentó a más del 24 porciento en 1999. Alrededor de 9,5 mi-llones de personas no tienen dinerosuficiente para pagar una vivienda ade-cuada. La pobreza impide a casi 7,5millones de personas participar en lasactividades sociales consideradas ne-cesarias por la mayoría de la población.Más de 10,5 millones sufren de inse-guridad financiera (Fundación J.Rowntree, 2000).

La desigualdad global de ingresosha aumentado en forma pronunciada,mientras que se duplicó la diferenciaentre el ingreso promedio en los paí-ses más ricos y en los más pobres, lle-gando a ser 30 veces mayor. La des-igualdad de ingresos interna tambiénaumentó en algunos países, particular-mente en los más densamente pobla-dos, mientras que se redujo en otros.

Si bien el desempleo ha disminui-do en varios países, ha aumentado enmuchos otros, especialmente como re-sultado de las crisis financieras inter-nacionales. El problema de bajos in-gresos laborales sigue siendo aún elmayor desafío en un gran número depaíses. Sudáfrica se ve enfrentada a unserio problema de desempleo, con unatasa de entre 12 y 20 por ciento de sufuerza laboral. Sin embargo, Sudáfrica

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también sufre otro serio problema yaque el 46 por ciento de su fuerza labo-ral (7 millones de personas) recibeningresos que los mantiene debajo de lalínea de pobreza. Sería necesario queSudáfrica generara más empleos, perodel tipo que sirva para aumentar losingresos de los trabajadores pobres. LaIndia ha tenido un crecimiento econó-mico importante desde mediados de losaños 1980 (de alrededor de 6 por cien-to anual), sin embargo la tasa de em-pleo ha crecido aproximadamente almismo ritmo que la fuerza laboral (2por ciento). Aunque las tasas de nivelde pobreza han disminuido en formasignificativa (a 36 por ciento en 1993-94), la tasa de crecimiento del empleoen conjunto ha aumentado muy lenta-mente, especialmente en el sector mo-derno (donde el crecimiento ha sidodecepcionante – apenas de 1,7 porciento), y ha sido marcadamente másacelerada en el sector informal (quecompone un tercio del total de la fuer-za laboral de ese país) que en los em-pleos de ingreso fijo. Por lo tanto, In-dia se enfrenta a un desafío en la can-tidad y calidad de los empleos.

Durante la década 1990-99 enAmérica Latina solo 3 de cada 10 nue-vos empleos creados cumplía con loscriterios básicos de calidad, o sea pro-veer ingreso aceptable, y ofrecer con-diciones laborales y de protección so-cial adecuadas. El sector informal com-ponía el 46,4 por ciento del total deempleo urbano, es decir 6 de cada 10nuevos empleos creados, y principal-mente dentro del sector de empresa

El costo de las lesiones y enfer-medades causadas por el trabajo esmuy grande. Se estima que en los Es-tados Unidos este costo llegaba al 3 porciento del PBI en 1992. En Corea laslesiones fatales en el trabajo afectananualmente a 3 de cada 100 trabajado-res. Un tercio de toda la población tra-bajadora europea sufre de problemasde columna, un 4 por ciento ha sidovíctima de violencia física en el ámbi-to de trabajo, ya sea acoso sexual o ata-que físico, y un 10 por ciento sufre dedepresión, estrés y trabajo excesivo. Enla Unión Europea se estima que losproblemas de salud mental relaciona-dos con el estrés, el surmenage y ladepresión laboral tienen un costo deentre 3 y 4 por ciento del PBI. La vio-lencia laboral, incluyendo acoso sexualpero también trabajo excesivo, soncausas comunes de denuncias en elJapón. En Costa Rica, Egipto y Filipi-nas los horarios de trabajo en el sectormanufacturero exceden las 50 horassemanales.

Durante la década1990-99 en América

Latina solo 3 decada 10 nuevos

empleos creadoscumplía con los

criterios básicosde calidad, o seaproveer ingreso

aceptable, yofrecer condicio-

nes laborales y deprotección social

adecuadas

unipersonal de serviciosde bajo nivel. Más de untercio de todos los em-pleados urbanos no con-tribuían a ningún siste-ma de seguridad social.En contraste, en los Es-tados Unidos un 16,4por ciento de la pobla-ción no disponía de se-guro médico, y un 43 porciento solo tenía unaprotección muy limita-da.

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Los principios básicos de derecho a lalibre asociación y a la organización sonreiteradamente violados en una grancantidad de países.

En los países en vías de desarro-llo, más de 120 millones de niños deentre 5 y 14 años, es decir por debajode la edad apta para el trabajo reco-mendada por la convención de OITrelevante, están empleados a tiempocompleto.

Estos indicadores muestran lasserias deficiencias que aún presenta lavida laboral para muchos trabajadoresen el mundo entero. Esto no menosca-ba el enorme progreso económico ysocial que se ha registrado mundial-mente durante las últimas cuatro dé-cadas, en materia de esperanza de vida,

mortalidad infantil, fertilidad, ingresoreal y empleo. Y evidentemente, el pro-greso ha sido desigual en términos geo-gráficos, de género y ocupación.

¿Solución ideal para todos?

En su informe a la Conferencia In-ternacional del Trabajo de 1999, elDirector General de la OIT proponeque la obtención de trabajo decentepara todos los hombres y mujeres delmundo en edad laboral debe ser la metaprincipal de la OIT. ¿Cuán real es estapropuesta? Uno de los inconvenientesa menudo planteados es que un mismopatrón o fórmula del trabajo decenteno sirve para situaciones tan diversas(de ocupación, nivel de ingreso, y ta-maño de las empresas, entre otras co-sas) ni para países tan desiguales (entérminos de condiciones y niveles dedesarrollo),ya que se torna tan relati-vo que pierde su contenido real. Lapropuesta puede ser encarada de diver-sos modos. Uno, es como postura deprincipios: donde la gente trabaja, taltrabajo debe ser decente, en todas par-tes, y todo el trabajo (salvo excepcio-nes explícitas aceptadas de no-traba-jo). Otro, es el concepto de que la bús-queda de trabajo decente es una reali-dad en la mayoría de los países, sinotodos, a pesar de las enormes diferen-cias culturales e históricas, y sean lospaíses de ingresos bajos, medios o al-tos. En todas partes los trabajadores sepreocupan por la seguridad laboral, laprotección social, el trato humanitario,

Uno de losinconvenientes amenudo plantea-dos es que unmismo patrón ofórmula del trabajodecente no sirvepara situacionestan diversas (deocupación, nivel deingreso, y tamañode las empresas,entre otras cosas)ni para países tandesiguales (entérminos decondiciones yniveles dedesarrollo)

La agresiva viola-ción de los derechos sin-dicales y de la integri-dad física de los miem-bros de sindicatos con-tinúa siendo una reali-dad muy triste. El estu-dio anual de IFCTU re-gistra 113 asesinatos omuertes de sindicalistasen 1999, el arresto de3.000 sindicalistasmientras defendían losderechos laborales,1.500 heridos, golpea-dos o torturados, y 5.800hostigados durante eldesarrollo de activida-des sindicales legítimas.

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el ingreso justo y mu-chas otras dimensionesrelacionadas con el tra-bajo. Un tercer enfoquede trabajo decente pue-de ser que éste define unobjetivo a ser alcanzadoy mantenido, y por lotanto una vía de desarro-llo que es aplicable en

como la esclavitud y el trabajo infantilson inaceptables bajo cualquier cir-cunstancia. Sin embargo, el cumpli-miento total de estos principios univer-salmente aceptados (la prohibición dela esclavitud y el trabajo infantil se-gún definición de las convenciones dela OIT) requerirán mucho tiempo, y de-penderán en gran medida de las condi-ciones y políticas nacionales. Es porlo tanto múltiple la respuesta a si hayun umbral de trabajo decente. Existenprincipios y normas internacionalesque definen el trabajo decente. Su in-terpretación exacta depende de las con-diciones de cada país. Cada uno debe-rá definir su propio umbral de trabajodecente, dentro del conjunto de dere-chos y principios que lo defineninternacionalmente. En este sentido, ladecencia en el trabajo no es simple-mente en función del aumento de in-greso per cápita, donde a mayor ingre-so más decente se considerará el tra-bajo. Con bajos o altos ingresos, enpaíses de bajos o altos ingresos, lascondiciones de trabajo pueden ser nolibres, indignas, inseguras y desigua-les, o pueden por el contrario ser li-bres, seguras, dignas y justas. Por lo

La decencia en eltrabajo no es

simplemente en funcióndel aumento de ingreso

per cápita, donde amayor ingreso más

decente se consideraráel trabajo

visoria, definida interna-cionalmente, o por elcontrario, son muchas ydiferentes líneas de ca-rácter nacional? ¿Tienealguna utilidad definirun umbral global de tra-bajo decente? Obvia-mente que algunas for-mas de trabajo, tales

todos los países. Habrá diferencias enlos problemas en cuestión, en el énfa-sis puesto en los diferentes aspectos deltrabajo decente, y en los niveles deéxito a lograr. En algunos países lapobreza y el desempleo pueden ser lapreocupación preponderante, mientrasque en otros puede ser la baja produc-tividad, la exclusión social, el desem-pleo llano, el estrés laboral, las condi-ciones insalubres, el trato desigual ola falta de participación en las decisio-nes relativas al trabajo. Por último, elmétodo para lograr trabajo decentevariará según el país. Pero indudable-mente deberá existir tal método, consus consiguientes políticas para defi-nir y lograr el consiguiente progresomensurable.

Un umbral de trabajo decente

Si el concepto de trabajo decentees relevante en todos los países y paratodas las categorías laborales, enton-ces cabe preguntarse: ¿existe una de-finición aceptada de la diferencia en-tre trabajo decente y no decente? y siexiste ¿se trata de una única línea di-

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tanto el marco de trabajo decente enun país pobre es tan relevante y facti-ble como el que puede tener un paíscon niveles mayores de ingresos.

2. El concepto de trabajodecente como conjuntode objetivos definidosinternacionalmente

Hay varios textos utilizados por lacomunidad internacional que definenun conjunto de derechos intrínseca-mente relacionados al trabajo decentey que son aplicables a toda la gente entodo el mundo.

Todos los países miembros de lasNaciones Unidas aceptaron la Decla-ración Universal de los Derechos Hu-manos. Todos los miembros de la OITadoptaron la Declaración de PrincipiosFundamentales y Derechos al Traba-jo. Una cantidad importante de nacio-nes también acepta los compromisoscontraídos en la Cumbre Mundial so-bre Desarrollo Social. Hasta la fecha139 países han ratificado el Pacto In-ternacional sobre Derechos Económi-cos, Sociales y Culturales. Con respec-to al empleo, y a la protección laboraly social, estos cuatro textos enumeranclaramente una serie de valores y de-rechos con sus consiguientes objetivos,que pueden ser vinculados a determi-nadas políticas a fin de lograr su reali-zación. Y aquí se encuentra la princi-pal virtud de un enfoque de desarrollobasado en los derechos. La preocupa-ción por las oportunidades de trabajo

y empleo, el volumen total de empleodisponible, y las condiciones de talempleo aparece en todos los textosmencionados.

En su artículo 23 la DeclaraciónUniversal de los Derechos Humanosdice:

“(i) Toda persona tiene derechoal trabajo, a la libre elección de su tra-bajo, a condiciones equitativas y sa-tisfactorias de trabajo y a la protec-ción contra el desempleo.

(ii) Toda persona tiene derecho,sin discriminación alguna, a igual sa-lario por trabajo igual.

(iii) Toda persona que trabaja tie-ne derecho a una remuneración equi-tativa y satisfactoria, que le asegure,así como a su familia, una existenciaconforme a la dignidad humana y queserá completada, en caso necesario,por cualesquiera otros medios de pro-tección social.”

En el artículo 22, la DeclaraciónUniversal dice: “Toda persona, comomiembro de la sociedad, tiene derechoa la seguridad social…”. El Artículo25 se refiere a “un nivel de vida ade-cuado que asegure la salud y el bien-estar de las personas”, y al “derechoa los seguros en caso de desempleo,enfermedad,” etc.

El Pacto Internacional sobre De-rechos Económicos, Sociales y Cultu-rales formula en similares palabras el

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derecho de todos a la oportunidad deganarse la vida por medio de empleoelegido libremente, y de condicioneslaborales justas y favorables, que ase-guren especialmente a todos los traba-jadores una remuneración justa, igualsalario por trabajo igual, una existen-cia decente, y condiciones laboralesseguras y sanas.

Un requisito esencial del trabajodecente es que “haya trabajo para todoel que esté disponible y buscando em-pleo”, según dice el artículo 1 de laConvención Sobre Política de Empleo,1964 (Nº 122). Según estipula estaConvención, este debería ser el objeti-vo de una política explícitamente di-señada para fomentar “empleo pleno,productivo y libremente elegido”.

La Cumbre Mundial sobre Desa-rrollo Social, en su Tercer Compromi-so declara:

“Como prioridad básica de nues-tra política económica y social, noscomprometemos a fomentar la meta depleno empleo, y a posibilitar que todohombre y mujer logre una subsistenciasegura y sostenible por medio del em-pleo libremente elegido y productivo”.

La Declaración de Filadelfia de laOIT 1944, en un apéndice a su Consti-tución, declara que el objetivo centralde la política nacional e internacionales el de lograr las condiciones en lascuales todo ser humano, sin importarraza, religión o sexo, tenga derecho ala búsqueda del bienestar material y

desarrollo espiritual, en condiciones delibertad y dignidad, seguridad econó-mica e igualdad de oportunidades.

La Declaración de la OIT sobreprincipios fundamentales y derechosen el trabajo compromete a todos susMiembros a respetar, fomentar y ase-gurar los principios referentes a losderechos fundamentales a la libertadde asociación y al reconocimiento delderecho a la negociación colectiva, laeliminación de todo tipo de trabajoforzado o esclavitud, la abolición delempleo infantil, y la eliminación de ladiscriminación en el empleo. Estosprincipios fundamentales y derechosen el trabajo son una recordatoria desu esencialidad como vínculo entre elprogreso social y el crecimiento eco-nómico, al permitir a las personas re-clamar libremente y en una base de

El trabajo decentebusca expresar ensolo dos palabras

un conjunto deprincipios y dere-chos con referen-

cia a los conceptosde dignidad huma-

na, libertad, seguri-dad y equidad. Espor lo tanto apro-

piado tomar encuenta las

implicanciaspolíticas que

derivan de estosprincipios

fundamentales yderechos

igualdad de oportunida-des, su cuota justa de lariqueza que han contri-buido a generar.

El trabajo decentebusca expresar en solodos palabras un conjun-to de principios y dere-chos que los textos an-teriormente menciona-dos exponían con refe-rencia a los conceptos dedignidad humana, liber-tad, seguridad y equi-dad. Es por lo tantoapropiado tomar encuenta las implicanciaspolíticas que derivan de

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justicia social es hablarde un conjunto de regla-mentos, instituciones ypolíticas que aseguranun tratamiento justopara todos los miembrosde la sociedad, y unadistribución relativa-mente equitativa de lasoportunidades y el in-greso. Estos temas sonparte fundamental de laagenda sobre trabajo de-cente. Se manejan va-rios razonamientos al

promover la justicia social. Diferentesestudios han demostrado que la grandesigualdad de ingresos es contrapro-ducente al crecimiento, por varios mo-tivos, ya que reduce el ritmo de creci-miento del empleo, restringe el accesoa la educación básica, y orienta a lademanda de consumo hacia las impor-taciones, encauzando el gasto fiscalhacia inversiones improductivas, entreotras cosas. Recíprocamente, hay unatendencia a mayor igualdad de distri-bución de ingresos en los países queinvierten mucho en educación, en don-de existe una política activa de sala-rios mínimos, y donde se le da un pa-pel importante a la negociación colec-tiva. En términos generales, la nego-ciación colectiva favorece otros logrossociales deseables al disminuir la dis-paridad salarial, facilitando la soluciónde los conflictos laborales, y estable-ciendo principios comunes de determi-nación de salario por ejemplo, que ayu-dan a las empresas individuales a fijarsu propia política salarial. Un nivelmenor de conflicto social reflejado eninstituciones laborales poderosas, lo-gra una innegable contribución a lacohesión social y el crecimiento eco-nómico. Esto no excluye, sin embar-go, que puedan haber ineficiencias enla legislación laboral, o que las insti-tuciones de mercado de trabajo pue-dan ser remodeladas de una maneramás eficiente. Lo que sí ha comproba-do la experiencia es que el procesomismo de reforma es más efectivocuando es el resultado de extensas con-sultas y negociaciones entre partícipessociales.

Diferentes estudioshan demostradoque la grandesigualdad deingresos escontraproducenteal crecimiento, porvarios motivos,encauzando elgasto fiscal haciainversionesimproductivas,entre otras cosas

estos principios fundamentales y de-rechos.

3. Los dividendos sociales yeconómicos del trabajo decente

Más allá de las aspiraciones de lagente y los principios y objetivos delas declaraciones internacionales, hayuna serie de dividendos sociales y eco-nómicos que emanan del trabajo de-cente.

Trabajo decente, justicia socialy paz

La Constitución de la OIT decla-ra que la justicia social es un elementoesencial de la paz universal y durade-ra. La justicia social es la base mismade la OIT, cuya tarea es la elaboracióny monitoreo de las normas internacio-nales laborales que buscan reglamen-tar las condiciones de empleo y traba-jo. Expresado de este modo, hablar de

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El trabajo decentey la competitividad empresarial

No existe una razón a priori paracreer que la eficiencia económica ge-neralmente se contrapone al conjuntode derechos y beneficios asociados altrabajo decente. Es más, cada vez esmás aceptado que la reglamentaciónjuega un papel importante en el logrode resultados de eficiencia. Esto sepuede considerar desde diversos ángu-los. La mejora continua de la tecnolo-gía, la disminución de barreras comer-ciales, la mayor integración de merca-dos, y la creciente importancia de lossistemas informáticos, todos han con-tribuido a aumentar la demanda de tra-bajadores capacitados, y renovado elénfasis que se le da a la capacitación ycompetencia de la fuerza laboral. Lamotivación, capacitación y organiza-ción laboral conforman los atributosesenciales de las estrategias competi-tivas empresariales. Es ampliamentereconocida la importancia de la forma-ción y capacitación de los trabajado-res, a medida que las empresas vannecesitando mayor número de emplea-dos, más altamente calificados, paraadministrar los complejos procesos deproducción o sistemas de servicios, quea menudo se basan en avanzados sis-temas computarizados. Sin embargo laformación es solo un aspecto de lacompetitividad empresarial, que en sídepende de un entorno en el cual lostrabajadores estén motivados paraaprender, innovar, y aplicar nuevos co-nocimientos, lo que a su vez dependede que las condiciones laborales, de

les como estabilidad, nivel salarial, be-neficios sociales y otros beneficios.Asimismo las empresas estarán dis-puestas a pagar mayores salarios a losempleados capacitados, con la condi-ción que estos empleados estén dis-puestos a permanecer en la empresa porun período razonable y trabajar máseficientemente. La calidad de los pro-ductos, competitividad en precios yeficiencia de marketing todos depen-den de la compleja interacción decondicionantes de organización y em-presariales, donde la tecnología, loscostos y los trabajadores juegan unpapel importante. Para lo cual se nece-sita una fuerza laboral capacitada,motivada y experimentada. Desde estepunto de vista el trabajo decente estáestrechamente vinculado a la compe-titividad empresarial.

4. Políticas para el trabajodecente

El trabajo decente es para el biende la gente. Un marco político de tra-

No existe unarazón a priori para

creer que laeficiencia

económicageneralmente se

contrapone alconjunto dederechos ybeneficios

asociados altrabajo decente

empleo y de protecciónsocial sean adecuadas.Las empresas únicamen-te invertirán en forma-ción si se sienten razo-nablemente seguras deque podrán retener a losempleados que entre-nan. El rendimiento delas inversiones en for-mación está muy vincu-lado a las condicioneslaborales generales, ta-

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bajo decente supone unfuerte compromiso paraobtener resultados rele-vantes en términos decondiciones humanas devida y trabajo. Este fuer-te compromiso solo pue-de resultar de una volun-tad política, por mediode la articulación de unaserie de objetivos y po-líticas por parte del go-bierno nacional. Losgobiernos son el resul-tado de las políticas na-cionales y los procesos

tos adoptados por todos los paísesmiembros, y en el caso de los textosde la OIT, por sus partícipes socialestripartitos. En segundo lugar, este con-junto de derechos define las correspon-dientes obligaciones que aseguran sucumplimiento, y que, asimismo, fo-mentan la discusión de las políticas yde las instituciones que se encargaránde cumplir estos objetivos, lo cual in-cluye una mirada más cercana a cómoles va a los distintos países, qué pro-gresos se han logrado, y si se podríanlograr mejores y más rápidos resulta-dos por vías alternativas. Las políticasque un país adopta deben trazar unatrayectoria hacia la realización de esteconjunto básico de derechos. Así, elvalor de estos derechos se ve constan-temente reafirmado, y además se invi-ta a la reflexión sobre cuánto se ha lo-grado y cuánto resta aún por hacer. Deesta forma, siempre se tiene presentela importancia –no tanto de una tasaparticular de crecimiento, o una tasade inflación o de aumento de empleo–sino de la completa realización de losderechos básicos en el trabajo y en lasociedad. Esta manera de encarar y for-mular los problemas de política, pormedio de vínculos entre los derechosy su realización, tiene la virtud de en-focar la atención en las institucionesresponsables de la implementación delos objetivos en particular y del con-trol de los resultados. Cuanto más pú-blico y participativo se hace el ejerci-cio, mejores son los resultados.

Lo que más le concierne a la OITes el conjunto de convenciones enu-

Esta manera deencarar y formularlos problemas depolítica, por mediode vínculos entrelos derechos y surealización, tiene lavirtud de enfocar laatención en lasinstitucionesresponsables de laimplementación delos objetivos enparticular y delcontrol de losresultados

electorales. A nivel internacional pue-den ser influenciados por los principiosy las obligaciones. El compromiso de-pende también fundamentalmente deun marco político coherente, y de ins-tituciones que sean capaces de poneren práctica estas políticas. Y la capa-cidad de monitorear el progreso pormedio de indicadores facilita mucho eldebate transparente.

El concepto de trabajo decentecomo marco político se debería basaren la combinación de los siguientesseis conjuntos de políticas:

Un enfoque del desarrollo basadoen los derechos

Este tipo de enfoque ofrece dosventajas. En primer lugar el conjuntode derechos adoptados por la comuni-dad internacional está claramente de-finido y es de fácil acceso en los tex-

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meradas en la Declaración sobre Prin-cipios Fundamentales y Derechos alTrabajo. No obstante, el resto de lasconvenciones son igualmente compro-metedoras, en cuanto que los países lashan ratificado. Además, los distintospaíses también participan de los otrostextos mencionados aquí, tales comola Declaración Universal de los Dere-cho Humanos, y la Cumbre Mundialsobre Desarrollo Social. Es por lo tan-to deseable que el conjunto de dere-chos sea considerado en su totalidad yno que se preste atención solamente aalgunas de sus partes. Además, al serel trabajo decente un tema del mundodel trabajo, se debería considerar todoel conjunto de derechos aplicables almundo del trabajo. Se considera apro-piado por lo tanto reagrupar el conjuntode derechos bajo cuatro categoríasprincipales, a saber: derechos en el tra-bajo, empleo, protección social y diá-logo social. En realidad el conjunto dederechos en el trabajo incluye todosaquellos derechos mencionados ante-riormente relacionados a la libertad deasociación y al derecho a la negocia-ción colectiva, derecho al empleo li-bremente elegido, y a la protecciónsocial.

Recientemente, los derechos hu-manos y el desarrollo humano han sidoanalizados desde el punto de vista delas libertades de las personas, que lespermiten desarrollar vidas saludablesy productivas. El programa de trabajodecente está estrechamente relaciona-do con este enfoque, ya que los dere-

chos y su realización permiten a laspersonas lograr sus metas al tiempo queasumen sus responsabilidades sociales.

Políticas de pleno empleo

Las políticas de pleno empleo aúnson un importante objetivo, según afir-mó enfáticamente la OIT en 1996 aladoptar una resolución referente alempleo en el contexto global (Confe-rencia Internacional del Trabajo, juniode 1996) donde se declara:

“El objetivo de empleo pleno, pro-ductivo y libremente elegido, a travésdel mayor crecimiento económico sos-tenido debería continuar siendo unobjetivo principal de las políticas eco-nómicas, sociales y laborales…”

La resolución recuerda que el ple-no empleo es válido para todos los paí-ses, aunque en los países en vías dedesarrollo el concepto necesite una in-terpretación diferente, mediante el usode una combinación de indicadorestales como variaciones en remunera-ciones reales, y el grado de subempleoen los sectores informales rurales yurbanos.

Las políticas de pleno empleosiempre implican una tasa de creci-miento de la economía que por lo me-nos debe ir al ritmo de la tasa de creci-miento de la fuerza laboral. Tambiénimplican una composición sectorial delcrecimiento económico que asegure

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llos sectores que tienen más alto nivelde empleo y elasticidad de producción.Puede ser aconsejable tomar medidassimilares en el sector de pequeñas em-presas, para asegurar su participaciónplena y su contribución al aumento deproducción y empleo. Sería ideal quese realizara algún análisis anual del em-pleo y el desarrollo económico y polí-ticas, con la participación de los partí-cipes sociales, a fin de realizar unmonitoreo continuo de la situación dela economía y el mercado laboral, y dediscutir la mejor combinación de polí-ticas para lograr mayor crecimiento yempleo.

Al examinar la experiencia de lasdos últimas décadas, se observa quesolamente unos pocos países lograronaltas tasas de crecimiento económicosimultáneamente con altas tasas dedemanda laboral. Estos países diseña-ron sus políticas de fomento de creci-miento en condiciones de estabilidadmacroeconómica, orientando su com-posición y ritmo de crecimiento hacia

una alta demanda laboral. Lo que haocurrido es que la mayoría de los paí-ses fallaron, ya sea en su ritmo de cre-cimiento, o en su previsión de la estabi-lidad macroeconómica, o en el factorde demanda laboral, o en alguna com-binación de dos o tres de estos facto-res. Se ha sugerido que a veces seenfatiza demasiado la restauración acorto plazo de la estabilidad macroe-conómica, principalmente la inflación,mediante instrumentos políticos (equi-librio fiscal, anclaje de tipo de cambioy/o política monetaria restrictiva) queno siempre conducen a una tasa de cre-cimiento alta y de base amplia. Mu-chos países parecen estar estancadosen un equilibrio de bajo crecimiento,caracterizado principalmente por unabaja tasa de crecimiento del empleo.Es muy importante apuntar hacia lamás alta tasa de crecimiento económi-co que sea compatible con la estabili-dad macroeconómica, y así evitar eldilema entre crecimiento y estabilidad.Las políticas de liberalización y glo-balización implican una capacidad yesfuerzos continuos y cada vez mayo-res, a fin de poderse adaptar a los cam-bios en las condiciones económicasinternacionales, ya sean en los merca-dos financieros, de productos o de ser-vicios, o de las estructuras económi-cas. Esto puede hacer necesaria unacombinación más activa de políticasque las que se utilizaron en la décadade 1990 en muchos países.

La Declaración de los principiosfundamentales y derechos en el traba-

Al examinar laexperiencia de lasdos últimas déca-das, se observaque solamenteunos pocos paíseslograron altas tasasde crecimientoeconómicosimultáneamentecon altas tasas dedemanda laboral

una relación estrechaentre crecimiento y ge-neración de empleos, locual exige el reconoci-miento explícito de lasmúltiples interaccionesy trueques entre las po-líticas macroeconómi-cas (fiscal, monetaria yde tipo de cambio) y elempleo. Pueden tam-bién exigir algunas me-didas de apoyo a aque-

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jo de la OIT vuelve a afirmar que elcrecimiento económico es esencial,pero no suficiente por sí solo, para lo-grar la equidad, el progreso social y laerradicación de la pobreza. Se podríadecir lo mismo referente al crecimien-to y el empleo, particularmente en lospaíses donde el factor pobreza es aúnuna de las mayores preocupaciones. Elcrecimiento económico es esencialpara generar empleo, pero no aseguranecesariamente un aumento de lasoportunidades de empleo para los po-bres, y para esos sectores de la socie-dad que siempre están excluidos delmercado laboral. Por lo tanto son ne-cesarias políticas de empleo comple-mentarias para asegurar que el creci-miento económico se convierta en unamayor demanda laboral, en especial enesos sectores y áreas donde hay uncomponente grande de personas po-bres, es decir los sectores de escasacapacitación, en la agricultura, en lasfábricas, en los establecimientos pe-queños, en servicios de baja producti-vidad tales como el transporte y el co-mercio de pequeña escala. Las inves-tigaciones de la OIT han puesto en evi-dencia, una y otra vez, que se combatemejor la pobreza por medio de estrate-gias de fomento de crecimiento conbase alta y ancha a la vez, complemen-tadas por políticas sociales y laboralesfuertes dirigidas hacia el sector pobre.Las políticas de pleno empleo exigenque se preste mayor atención a lainteracción entre el crecimiento eco-nómico y las políticas de crecimientosectorial balanceado, según el tamaño

ticas de mercado laboral se sobreen-tiende que los ajustes de mercado ba-sados en mecanismos de precio sonineficientes e injustos, por lo que sedeben complementar con una serie demedidas tendientes a mejorar la efi-ciencia y equidad del funcionamientodel mercado laboral. Comúnmente sediferencia entre políticas de mercadolaboral pasivas, basadas en beneficiosa los desempleados, y políticas activas.Estas últimas se agrupan en: medidasorientadas a la demanda, las cualesbuscan influenciar el costo laboral ofavorecen la creación directa de em-pleos; y las medidas orientadas a laoferta, las cuales consisten fundamen-talmente en capacitación como mediode mantener a los trabajadores en el

Las políticas depleno empleoexigen que sepreste mayoratención a la

interacción entre elcrecimiento econó-mico y las políticas

de crecimientosectorial balancea-do, según el tama-

ño de las empresasy la tecnología queusan, de modo de

lograr una más altay sostenida de-manda laboral,

especialmente depersonal no capa-citado en el casode los países de

bajos ingresos

de las empresas y la tec-nología que usan, demodo de lograr una másalta y sostenida deman-da laboral, especialmen-te de personal no capa-citado en el caso de lospaíses de bajos ingresos.

Políticas deinclusión en elmercado laboral

Las políticas demercado laboral sonesenciales para aumen-tar la eficiencia del mer-cado de trabajo y paraasegurar resultadosequitativos. En las polí-

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mercado laboral, armonizando sus ca-pacidades con las necesidades de per-feccionamiento tecnológico continuoy la cambiante organización laboral.Las políticas de inclusión en el merca-do laboral buscan asegurar la justiciay evitar que haya segregación y exclu-sión en el mercado laboral, particular-mente referente a discriminación porsexo, grupos demográficos (de traba-jadores jóvenes o mayores) o en regio-nes o industrias específicas. No obs-tante, la inclusión en el mercado labo-ral debe realizarse en forma compati-ble con un nivel de remuneración queesté por encima de la línea de pobrezanacional y con las políticas de ingre-sos domésticas y los objetivos de igual-dad. Se subraya así la importancia deuna política activa de salario mínimoque asegure que el empleo sustente unacalidad de vida decente.

En las últimas dos décadas, unagran parte del debate se ha centrado yse centra en el tema de la flexibilidaddel mercado laboral; en los ajustes demenor costo y más alta velocidad delmercado laboral a las condiciones cam-biantes del ciclo económico; en la com-posición por sector de la producción,y en la composición de tecnología ycapacitación a niveles agregados e in-dividuales empresariales. Se alega queexiste inflexibilidad en la legislaciónlaboral y en la reglamentación del em-pleo y el desempleo, lo cual aumentael costo de los mencionados ajustes,reduce la demanda de empleos a causade la segmentación del mercado labo-ral, y nutre al desempleo, especialmen-

te en el largo plazo. Se ha habladomucho sobre la experiencia de bajaprotección y alto crecimiento de em-pleos en los Estados Unidos en la dé-cada de 1990, contra la experienciaeuropea de alto grado de empleo y pro-tección por desempleo, y bajo creci-miento de empleos. El debate no ha lle-gado a su fin, pero afortunadamenteestá madurando. Una tasa alta de cre-cimiento de empleos no es garantía deaumento del trabajo decente ni de altainclusión social. Por el otro lado, la altaprotección del empleo no es garantíade inclusión social de todos aquellosque están excluidos del empleo. Mu-chos de los países en desarrollo eindustrializados ya tienen ahora más deuna década de experiencia en la apli-cación de políticas activas de mercadolaboral. En algunos países europeos seestá demostrando que es posible com-binar una alta movilidad de empleosque se toman y se dejan, con un bajocosto para el empleador y alta protec-ción de los ingresos de los trabajado-res. Aunque ésta puede no ser la fór-mula mágica que combine flexibilidady seguridad, parece acercarse bastan-te. Sería importante que la OIT demos-trara la validez empírica de vincular laspolíticas activas de mercado laboral alas normas laborales, como forma decombinar la flexibilidad que necesitanlas empresas y la seguridad que nece-sitan los trabajadores.

Existe una noción implícita en laspolíticas de mercado laboral en cuan-to a que la inclusión social a través deltrabajo siempre es preferible a la asis-

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tencia social y a la exclusión cuandono hay trabajo, ya sea por motivos depobreza o por incapacidad de accedera bienes productivos, o por estrategiasde mercado laboral que desestimulanla obtención de trabajo. No es que secuestione la protección del ingreso enlos casos de desempleo, que está in-cluida en el conjunto básico de dere-chos mencionados anteriormente. Sinembargo la intención es que los bene-ficios por desempleo sean una asisten-cia temporaria para las personas quehan perdido su empleo y están buscan-do uno nuevo, y no una razón para queellas permanezcan fuera del mercadolaboral. Se ha planteado un argumentosimilar en contra de las redes de segu-ridad social, las cuales pueden ser esen-ciales a la hora de enfrentar las conse-cuencias de una crisis importante, perode ninguna manera deben ser conside-radas como programas o políticas efec-tivas para combatir la pobreza.

El logro de la armonía entre el tra-bajo y la vida familiar es otro tema queestá recibiendo creciente atención. Esparticularmente importante para lasmujeres y su participación laboral, perotambién para los hombres, ya que lascondiciones de su empleo tienen impli-cancias en la posible participación la-boral de su cónyuge o compañera. Sondirectamente relevantes las políticas demercado laboral, y otras, que definenlos horarios de trabajo, el tiempo in-vertido en trasladarse al trabajo, la dis-ponibilidad de guarderías infantiles, ylos arreglos de trabajo por hora.

ción. Esto se observa tanto en los paí-ses de bajo ingreso como en los de altoingreso. En muchos de ellos, se consi-dera un objetivo explícito de las polí-ticas de mercado laboral el facilitar elacceso a los trabajadores más jóvenesa una formación adecuada, además defortalecer la oferta de oportunidades deformación continua y capacitación a lafuerza laboral en general. Se le ha dadomucha importancia a la noción deempleabilidad como medida de que lafuerza laboral continúa siendo relevan-te en cuanto a capacitación, a la luz delos rápidos cambios de contenido delos empleos, de la tecnología y de losprocesos de trabajo. Aunque por cier-to es deseable que se logre una mayoradaptación a las situaciones cambian-tes, y paralelamente a la adecuación dela fuerza laboral a los cambiantes em-pleos, se debe considerar también lanoción de la “categoría” de los em-pleos, es decir si ellos son suficiente-

Sería importanteque la OIT demos-

trara la validezempírica de

vincular las políti-cas activas de

mercado laboral alas normas

laborales, comoforma de combinar

la flexibilidad quenecesitan las

empresas y laseguridad quenecesitan lostrabajadores

Una medida deter-minante del crecimientoy la competitividad es lafuerte inversión en edu-cación y formación, y lacontinua creación deoportunidades para ac-ceder a ellas. Las altastasas de crecimiento, losbajos niveles de desem-pleo y la fuerte compe-titividad empresarialson tres factores estre-chamente relacionadoscon los niveles de gastoen educación y forma-

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Una medidadeterminante delcrecimiento y lacompetitividad esla fuerte inversiónen educación yformación

sultadas, discutidas, negociadas,implementadas, monitoreadas y eva-luadas por los partícipes sociales. Elhecho que los partícipes sociales seinvolucren en la elaboración de políti-cas de mercado laboral no es garantíade su éxito, pero es una medida esen-cial de su mayor efectividad. Muchodepende de un marco institucional quepermita tal participación medianteacuerdos puntuales para un menor ni-vel de compromiso donde no funcio-nen las estructuras institucionales másrígidas.

La demanda laboral, la protecciónde los ingresos, la equidad de ingresosy la discriminación, son todos temascentrales en la agenda del trabajo de-cente y en las políticas de mercado la-boral. Es más, en términos de costos ybeneficios, el tema de evaluación depolíticas de mercado laboral aun seconsidera poco investigado, y es bienposible que la OIT se aboque a ello enel futuro.

Organización del buen desempe-ño en el trabajo

La organización del trabajo, inclu-yendo las condiciones ambientales,

siempre ha sido vista como elementoesencial del desempeño de cada em-presa individual. A comienzos del si-glo XX, de acuerdo al modelo de Fordde organización laboral, se buscabalograr mayor eficiencia y productivi-dad mediante una separación total delas tareas gerenciales y de fabricación,y un mayor grado de especializaciónde tareas. Las opiniones sobre los mé-ritos de tal organización laboral indus-trial han seguido evolucionando, sobretodo con respecto a la separación en-tre gerencia y producción, la partici-pación de los trabajadores en la tomade decisiones, y la definición del con-tenido de las tareas como algo multi-funcional en vez de una única función.Además, y a medida que las estructu-ras económicas evolucionan hacia lasactividades de servicios, incluso den-tro del sector manufacturero, aumentael contenido necesario de capacitaciónpara cada empleo y también la diver-sificación de tareas. Se le está dandomás énfasis a la motivación de los tra-bajadores mediante su participación enla toma de decisiones. Paralelamentese ha desarrollado mayor concienciarespecto al costo de las malas condi-ciones de trabajo, y se le ha prestadomás importancia al tema de seguridad,y al de la adaptación de los ambienteslaborales y los horarios a los cada vezmás exigentes cronogramas de produc-ción. En muchos países se ha reducidoel total de horas trabajadas, pero enotros las jornadas aun continúan sien-do muy largas o han aumentado recien-temente (de más de 45-48 horas sema-nales). Se le dedica más atención al

mente decentes comopara ser ofrecidos y to-mados.

Un elemento cen-tral de las políticas demercado laboral es verhasta qué punto son con-

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tema de integración de horarios de tra-bajo y horas de vida, en especial conrespecto a los padres jóvenes y susobligaciones familiares.

Sin duda el comercio y los merca-dos más abiertos han aumentado la pre-sión competitiva entre muchas empre-sas, tanto en los países de ingresos al-tos como bajos. El acelerado ritmo delos cambios tecnológicos obliga a au-mentar la capacitación de la fuerza la-boral para que adquiera más conoci-mientos con mayor rapidez. Un mayornúmero de empresas ahora reconoceque la organización laboral, incluyen-do horarios de trabajo, participación entoma de decisiones, incentivos finan-cieros, seguridad del trabajo, oportu-nidades de entrenamiento dentro de lajornada laboral, y protección social,son todos parte del conjunto de nor-mas altamente exigentes que mejoranla productividad laboral y por tanto laeficiencia y competitividad empresa-riales. Cada vez se reduce más el nú-mero de países y empresas que pue-den competir en el mercado global so-bre la base de salarios bajos y baja pro-ductividad, lo cual se debe principal-mente a la incursión masiva de un im-portante participante asiático. Por lotanto, la alternativa es competir basán-dose en la calidad de los productos yservicios, y a costos laborales unita-rios competitivos. Esto implica pres-tar mayor atención a la productividad,que depende en parte de la inversión yel mejor desempeño tecnológico. Ytambién la respaldan fuertemente losmejores sistemas de organización la-

pación, en las tiendas, en las fábricas,y con consejos laborales, aunque másen las empresas grandes que en las pe-queñas. Generalmente estas experien-cias son evaluadas positivamente. Untestimonio de ello es que en la profe-sión administrativa y en los niveles ge-renciales más destacados se apoyaabiertamente y practica intensivamentela consulta y participación con los tra-bajadores. Las estructuras jerárquicasmás planas, la toma de decisiones másampliamente compartida, la evaluaciónde desempeño de tareas por los resul-tados, y los mecanismos participativosde fijación de metas, son todas prácti-cas utilizadas intensamente, y experi-mentadas y refinadas, en las empresas

Un mayor númerode empresas ahora

reconoce que laorganización laboral,incluyendo horarios

de trabajo, partici-pación en toma de

decisiones, incenti-vos financieros,

seguridad del trabajo,oportunidades de

entrenamientodentro de la jornadalaboral, y protección

social, son todosparte del conjunto

de normas altamen-te exigentes que

mejoran la pro-ductividad laboral ypor tanto la eficien-

cia y competitividadempresariales

boral, que incluyen am-biente de trabajo más se-guro y limpio, condicio-nes laborales participa-tivas, y beneficios quepromueven mayor com-promiso y motivaciónde la fuerza laboral.

Es un hecho larga-mente reconocido, aun-que no suficientementetomado en cuenta, que laparticipación y voz delos trabajadores y sus re-presentantes en el ámbi-to laboral son un ele-mento esencial para ase-gurar una buena calidadde vida laboral. Se hanhecho experimentos conuna gran variedad demecanismos de partici-

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presentan una dimensión esencial deltrabajo decente.

Amplia protección social

Representan un papel muy impor-tante para la calidad de vida las dispo-siciones públicas y privadas existen-tes a los efectos de asegurar el accesoa la protección social cuando ocurrenproblemas de salud, accidentes labora-les, y luego de la edad de retiro. El ac-ceso a la protección social es un dere-cho básico, y es indiscutible mejora lacalidad de vida y la productividad detodos los trabajadores. El tema es unode costos y beneficios, y existen treselementos principales a considerar.

Primero está la cobertura de lossistemas existentes. En muchos paísesen vías de desarrollo, la cobertura ac-tual no es ni suficientemente amplia niprofunda. Es indudable que se han he-cho progresos, y en muchos países elnivel de cobertura ha aumentado sus-

tancialmente durante la última década.Pero se necesita mejorar aun más. Sepueden asociar claramente los nivelesaltos de pobreza con la ausencia de sis-temas efectivos de protección socialpara los pobres, aunque indudablemen-te la protección social no es la únicarespuesta a la pobreza. Los hogarespobres se enfrentan a una mucho ma-yor variabilidad de los ingresos que losdemás, y la posibilidad de acceder aalgún tipo de sistema de seguro de in-greso para el caso de problemas de sa-lud, vida o empleo, proporcionaría unabuena forma de evitar que los hogarespobres quedaran aun más sumergidosy les permitiría emerger de la pobreza.La pobreza en la vejez es otro ejem-plo. Es un tema prioritario el aumentode este tipo de cobertura, ya sea porparte del estado, las empresas o por lasasociaciones de previsión. El perfec-cionamiento de las coberturas de pro-tección social ha sido demasiado len-to. En los países en desarrollo, los es-quemas tienden a estar diseñados paraaquellas personas que tienen ingresosde empleos formales, lo cual excluyea un gran segmento de la fuerza labo-ral. En algunos países se experimentacon planes innovadores para introdu-cir algunos elementos de seguridad deingreso para los casos de riesgos quese consideran prioritarios en los secto-res de bajos ingresos, tales como be-neficios al cónyuge sobreviviente ycobertura para los altos costos de lasalud. Sin duda se requieren planesmucho más innovadores para adecuarlos sistemas de protección social a las

Para muchasempresas elmantener unaventaja competitivadepende del hábilmanejo de losrecursos humanos,basadoprincipalmente enlas formasparticipativas deorganizaciónlaboral

del mundo entero. Paramuchas empresas elmantener una ventajacompetitiva depende delhábil manejo de los re-cursos humanos, basadoprincipalmente en lasformas participativas deorganización laboral. Laparticipación y voz en elámbito de trabajo, encuanto a los temas deorganización laboral, re-

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necesidades de los hogares de bajosingresos y de trabajadores informalesmal remunerados. En muchos de lospaíses industrializados aún hay caren-cias importantes en cuanto al acceso alos servicios básicos.

El segundo problema, estrecha-mente relacionado al anterior, concier-ne el costo de la protección social. Estotiene implicancias macroeconómicasen cuanto a política fiscal, y manejode ingresos y egresos. Si se aplicaradirectamente el enfoque basado en de-rechos, sería menester dar prioridadfiscal a las necesidades de protecciónsocial de todos los hogares. Es intere-sante observar que la proporción degasto en protección social como por-centaje del PBI no está directamenterelacionada al nivel del ingreso percápita del PBI. Existen ejemplos depaíses con ingresos bajos y medianosque tienen una cobertura de seguridadsocial casi universal. Por otro lado,también existen ejemplos de países conaltos ingresos donde hay una ausencianotoria de cobertura. Lo cual sugiereque, efectivamente, hay otras variablesaparte del ingreso per cápita, que en-tran en juego y afectan la cobertura yel nivel de financiamiento de la pro-tección social, especialmente por par-te del estado. Ya sea si se financia pormedio de impuestos o por medio decontribuciones relacionadas a ingresos,o aun mediante una combinación deambos, en muchos países el costo dela protección social es consideradoexcesivo, y además un desestímulo a

la inversión y la creación de empleos.En los países de altos ingresos se con-sidera que los esquemas de contribu-ción o esquemas de beneficios univer-sales son demasiado costosos y afec-tan negativamente al mercado laboral.El comentario que se oye frecuente-mente es que el estado de bienestar esdemasiado costoso, lo cual preocupa alos encargados de planificar las políti-cas estatales cuando se enfrentan a loscrecientes costos de salud y pensiones.Efectivamente, muchos países con al-tos ingresos han tenido que introducirgrandes reformas a fin de reducir loscostos de la protección social para losempleados y para el Estado, al tiempoque han tenido que aumentar las con-tribuciones de los beneficiarios y/o li-mitar los niveles de beneficios. En lospaíses de más bajos ingresos se oyenargumentos similares, las empresas seresisten a realizar contribuciones ma-yores, y la situación fiscal es tal queimpide efectuar un mayor gasto en pro-tección social. Al mismo tiempo, seasocia el estado de bienestar con losniveles menores de pobreza, mayorequidad de ingresos, mayor integraciónsocial y a veces mayor flexibilidad delmercado laboral.

El tercer problema es la forma definanciar la protección social, y la for-ma de administrar el riesgo, lo cual giraen torno al debate sobre seguridad so-cial y seguro social, y el rol y responsa-bilidades del estado. Hay una tenden-cia a financiar los sistemas de seguri-dad social por medio de contribucio-

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de administración de fondos. Se debe-rá contemplar, en primer lugar, al sec-tor de trabajadores informales, perotambién a los trabajadores rurales, a laspersonas que realizan tareas en su do-micilio, y a todos aquellos cuya situa-ción laboral los excluye de recibir pro-tección social. El objetivo debería serasegurar un nivel básico de protecciónsocial a la totalidad de los trabajadores.

Diálogo social sostenido

La capacidad de que, por interme-dio de sus representantes, los trabaja-

bien cuál es la manera de tornarlos máseficientes, en términos sociales y eco-nómicos, a fin de lograr resultadossustentables de trabajo decente. Unacondición imprescindible de un ámbi-to adecuado para la negociación colec-tiva es la existencia de organizacionesde empleadores y empleados fuertes yrepresentativas. Las negociaciones sa-lariales en el ámbito de empresas, in-dustrias o del estado aún representanel elemento central de la negociacióncolectiva, aunque ha aumentado enor-memente la diversidad de asuntos quese negocian dentro de marcos bi otripartitos, ya sea sobre condiciones

El aumento de lacobertura es el objetivoprimario, particularmen-te para la mayor parte

de la fuerza laboral quese encuentra excluida

de toda protección.Sería necesario discutir

a escala nacional dequé manera se financia-ría y por medio de cuál

esquema de administra-ción de fondos. Se

deberá contemplar, enprimer lugar, al sector

de trabajadoresinformales, pero

también a los trabajado-res rurales, a las

personas que realizantareas en su domicilio,y a todos aquellos cuya

situación laboral losexcluye de recibirprotección social

nes basadas en las remu-neraciones, o en los ca-sos de esquemas univer-sales, mediante impues-tos generales, mientrasque los esquemas de se-guro privado continúansiendo una decisión in-dividual basada en la dis-ponibilidad de medios.Muchos de estos planescombinan ciertos elemen-tos de los tres sistemas.

El aumento de lacobertura es el objetivoprimario, particularmen-te para la mayor parte dela fuerza laboral que seencuentra excluida detoda protección. Seríanecesario discutir a es-cala nacional de qué ma-nera se financiaría y pormedio de cuál esquema

dores negocien en formacolectiva las condicio-nes laborales en su másamplio sentido, serásiempre considerada underecho fundamental eimportante dimensiónde la democracia en elámbito de trabajo. Estacapacidad es considera-da cada vez más un me-canismo económica-mente eficiente, de efec-tos beneficiosos en eldesempeño empresarialy la productividad labo-ral. El diálogo social yla negociación colectivason una dimensión esen-cial del trabajo decente.El tema aquí no es si eldiálogo social y las re-laciones industriales sono no elementos positivosen sí mismos, sino más

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5 1igualdad salarial. Pero esto dependemucho de las muy diversas institucio-nes y prácticas relacionadas al traba-jo. Los estudiosos de las relacionesindustriales han establecido vínculosentre la moderación salarial y los mo-delos altamente centralizados o muydescentralizados, mientras el desempe-ño de los niveles intermedios ha sidomenor en términos de coordinación decrecimiento salarial.

Las consultas y negociaciones en-tre partícipes sociales influyen cadavez más en la formulación de las polí-ticas económicas y sociales. Existedocumentación que demuestra que tan-to las reformas de la legislación labo-ral, como los procesos de privatización,las reestructuras empresariales, y laspolíticas de mercado laboral, todas son

rosas que hacen imposible que una ne-gociación se resuelva con éxito.

Las mismas tendencias del mer-cado laboral a veces impiden la prácti-ca de la representación y negociacióncolectiva. La integración de miembrosde los sindicatos, que en algunos paí-ses es baja y decreciente, mientras quees alta y estable en otros, puede ser unode los motivos, posiblemente asocia-do a la tendencia de que existan for-mas de empleo atípicas, temporarias yno permanentes, donde se hace másdifícil la práctica de la negociacióncolectiva. También puede explicar estatendencia el aumento del número deestablecimientos pequeños que coexis-ten con otros pocos y muy grandes,como es el caso de firmas locales deempresas multinacionales, y en siste-

No tiene límite la varie-dad de temas que seplantean mediante la

negociación colectiva,incluyendo salarios,horarios de trabajo,seguridad y salud,

condiciones contractua-les, protección social, y

muchos otros. Estosestán obviamente entre-lazados en cuanto que lavida laboral los abarcatodos. Lo cual nueva-

mente destaca la esenciadel trabajo decente, queno se refiere únicamentea una dimensión, sino atoda la problemática de

la vida laboral

laborales, de formacióno de resolución de con-flictos, lo cual da unapauta de la madurez ysalud de la práctica. Enmateria de determina-ción salarial, el procesode negociación de acuer-dos salariales no es tansencillo. La negociacióncolectiva tiende a pre-sionar hacia arriba losniveles de salarios,cuando las pautas delmercado los hubiesenmantenido bajos. Almismo tiempo, se tien-de a asociar la negocia-ción colectiva con unamenor dispersión e des-

mejor formuladas e im-plementadas cuando sonel resultado de extensasconsultas y diálogo, ycuando hay compromisode parte de los partícipessociales de lograr un re-sultado negociado.

Al mismo tiempo,es imposible ignorar loscasos en los cuales la li-bertad de asociación esilegal, en donde las con-diciones estipuladas delibertad de asociaciónson una negación de susprincipios básicos, o endonde las fuentes deconflicto son tan nume-

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nuevamente destaca laesencia del trabajo de-cente, que no se refiereúnicamente a una di-mensión, sino a toda laproblemática de la vidalaboral. A menudo sepondrá a prueba la capa-cidad que demuestrenlos partícipes sociales enlos diferentes contextosnacionales y empresa-riales, al abordar todosestos temas y presentar-los en la agenda de ne-gociaciones. Obviamen-te se necesitarán organi-zaciones fuertes de par-tícipes sociales y nego-ciadores altamente capa-citados, que además sur-girán de los marcosinstitucionales que apo-

res durante mucho tiem-po. Algunos países eranpobres pero salieron dela pobreza rápidamente,aumentando su ingresoper cápita en forma sig-nificativa. En el sigloXIX, Suecia y Suizaeran países pobres agra-rios con tendencia a laemigración laboral;Corea en los años de1950 era un país pobresin recursos naturales;Irlanda estaba plagadade una baja tasa de cre-cimiento y alto desem-pleo hasta principios delos años de 1980. Algu-nos países han tenidogran crecimiento peroéste no se ha visto refle-jado en los niveles de

Algunos países hantenido gran crecimientopero éste no se ha vistoreflejado en los nivelesde vida del pueblo. Unaexplicación clásica es el

libre comercio, queasegura una eficiente

distribución de factorescon la consiguiente alta

tasa de crecimiento.Ahora, si bien se admite

que los mercadosciertamente influyen,

tampoco son la explica-ción completa. Las

instituciones, con susnormas y reglamentos ysus políticas, también

juegan un papel impor-tante. Y esto tiene

relevancia directa sobreel tema de trabajo

decente

mas complejos de propiedad empresa-rial. Por otro lado, la globalización hafomentado nuevas formas de negocia-ción colectiva, tales como los acuer-dos regionales, y otras a nivel empre-sarial global, las cuales han traspasa-do las fronteras nacionales de la ma-yoría de los sistemas de relaciones in-dustriales.

No tiene límite la variedad de te-mas que se plantean mediante la nego-ciación colectiva, incluyendo salarios,horarios de trabajo, seguridad y salud,condiciones contractuales, protecciónsocial, y muchos otros. Estos están ob-viamente entrelazados en cuanto quela vida laboral los abarca todos. Lo cual

yen los acuerdos negociados. Lo cualinvita a mayor reflexión sobre las ins-tituciones que sustentan el diálogo so-cial con una perspectiva comparativa,a fin de ganar conocimientos de las ex-periencias exitosas que podrían servirde inspiración para los partícipes so-ciales en otras ocasiones.

5. Secuencias de desarrollo einstituciones

La pregunta de por qué algunospaíses se han desempeñado muchomejor que otros en términos de creci-miento económico y desarrollo huma-no ha desconcertado a los observado-

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vida del pueblo. Unaexplicación clásica es ellibre comercio, que ase-gura una eficiente distri-bución de factores con laconsiguiente alta tasa decrecimiento. Ahora, sibien se admite que losmercados ciertamenteinfluyen, tampoco son laexplicación completa.Las instituciones, con

• salud deficiente;• baja productividad;• bajos salarios; bajosahorros; baja inversión;baja tasa de crecimiento;• alta tasa de sub-empleo;• bajo consumo;• trabajo infantil;• insuficiente protec-ción social; y• baja productividad.

Generalmente seasocian los salarios

bajos con niveles bajosde productividad

laboral, como resultadode los bajos niveles deeducación y formación

de trabajadores,la inestabilidad laboral,la falta de motivación,y la alta rotación de

empleos

sus normas y reglamentos y sus políti-cas, también juegan un papel impor-tante. Y esto tiene relevancia directasobre el tema de trabajo decente. Asícomo en los años de 1970 se sabía queel crecimiento por sí solo era insufi-ciente para eliminar la pobreza, hoy endía no se puede asumir que el alto ni-vel de crecimiento o los altos nivelesde ingreso per cápita producirán mástrabajo decente.

Secuencias de desarrolloviciosas y virtuosas

Últimamente se ha mostrado reno-vado interés en la literatura sobre creci-miento de los años de 1950, específi-camente referente al concepto de tram-pas de pobreza que expresó R. NURK-SE (1953). Las trampas de pobreza des-criben una situación de círculo vicio-so con la siguiente secuencia:

• bajos niveles de acumulación decapital;• bajas tasas de enrolamiento en laeducación;

A la inversa, algunos países hanatravesado y mantenido círculos dedesarrollo virtuosos (a pesar de habersoportado períodos de crisis), con se-cuencias del siguiente tipo:

• altos niveles de crecimiento y em-pleo;• alta productividad;• altos sueldos; grandes ahorros;• altos niveles de inversión;• innovación, apertura comercial;• altos niveles de protección socialy formación;• productividad creciente; y• altas tasas de crecimiento.

La diferencia entre ambas secuen-cias se encuentra, obviamente, en lasaltas tasas de crecimiento económicologradas en algunos países y no enotros, pero también influyen una seriede determinantes de crecimiento eco-nómico, y son éstas las que cada vezdespiertan más interés en cuanto a queexplican cómo los países se trasladande un equilibrio a bajo nivel, a una sen-da de alto crecimiento.

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productos. A nivel internacional, lasempresas que busquen competir enbase a salarios absolutos bajos debe-rán tener presente la existencia del grancontingente asiático, con su enormeoferta de mano de obra no capacitada,que podrá hacer que su competitividadsea arriesgada y de corta duración.

Alternativamente, se pueden ele-var los salarios bajos mediante másaltas tasas de demanda laboral, perotambién mediante la negociación co-lectiva y mediante la fijación de un sala-

ductivo de los empleados, medianteuna mejor administración, organiza-ción del trabajo, inversión en forma-ción, en seguridad y salud, y en pro-tección social. Más aun, un cierto gra-do de inflexibilidad salarial podrá con-llevar a una serie de característicaspositivas, tanto para las empresas comopara los trabajadores. Al mejorar lacalidad de los empleados se mejorarásu productividad, y por tanto aumenta-rá la tasa de crecimiento, lo cual produ-cirá mayores inversiones, mayor consu-mo y ciclos de negocios más estables.

Durante la década de1980 se reiteraba

enfáticamente que elmecanismo del mercadoera el instrumento másefectivo de generación

de riqueza. Enconsecuencia se decía

que la mejor política erala de mínima

intervención en elfuncionamiento del

mercado. Por ende seponía especial énfasis en

las políticas deestabilización, reforma

del Estado yliberalización. En ladécada de 1990 se

volvieron a encarar estostemas, sugiriéndose quelos beneficios máximosdel crecimiento basado

en el mercado dependenexpresamente de las

instituciones y laspolíticas elaboradas por

las instituciones

Usando el mismoargumento, se puedenasociar los salarios ba-jos a una serie de efec-tos micro y macroeconó-micos que tienden adesestimular la inver-sión, la productividad yel crecimiento. General-mente se asocian los sa-larios bajos con nivelesbajos de productividadlaboral, como resultadode los bajos niveles deeducación y formaciónde trabajadores, la ines-tabilidad laboral, la fal-ta de motivación, y laalta rotación de em-pleos. A su vez el bajocrecimiento de la pro-ductividad socava el cre-cimiento económico, elahorro y la inversión.También puede verseminada la inversión y lasnuevas tecnologías o

rio mínimo. Una combi-nación apropiada de po-lítica macroeconómicapuede proveer los incen-tivos adecuados a fin deestimular un marcadoaumento del empleo,que gradualmente eleva-rá los niveles salariales.La tecnología, el tama-ño empresarial, las in-versiones sectoriales, lapromoción de las expor-taciones, y los perfilesde consumo, son todoslos componentes de unasenda de crecimiento in-tensivo del empleo, quedependerá en formacrucial de políticas ex-pansionarias. La nego-ciación colectiva y la fi-jación del salario míni-mo pueden elevar los ni-veles mínimos salarialesa niveles donde se esti-mulará un uso más pro-

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Durante la década de 1980 se rei-teraba enfáticamente que el mecanis-mo del mercado era el instrumento másefectivo de generación de riqueza. Enconsecuencia se decía que la mejorpolítica era la de mínima intervenciónen el funcionamiento del mercado. Porende se ponía especial énfasis en laspolíticas de estabilización, reforma delEstado y liberalización. En la décadade 1990 se volvieron a encarar estostemas, sugiriéndose que los beneficiosmáximos del crecimiento basado en elmercado dependen expresamente delas instituciones y las políticas elabo-radas por las instituciones. La expe-riencia de ciertos países que han logra-do un registro mucho mejor de creci-miento sugiere que, efectivamente, sehan introducido normas, reglamentose instituciones que han tenido una fuer-te influencia sobre su sendero de cre-cimiento. Países tan diversos comoChile, Corea y Mauritius muestran unaserie de factores en común sorprenden-tes, referentes, por ejemplo, al alto ni-vel de gasto del estado en la educación,instituciones sofisticadas que facilitanla cooperación estrecha entre el sectorgobierno y sector privado para promo-ver las exportaciones, una gama demedidas de apoyo a industrias críticas,generalmente orientadas a la exporta-ción, y una secuencia gradual de cam-bios de política. Otros países que op-taron por una muy rápida introducciónde cambios radicales en pro de la libe-ralización del mercado, tales comoGhana o Perú, tuvieron un desempeñonotablemente inferior. Observacionessimilares caben para los países en tran-

Instituciones del mercado laboral

Muchos países que se enfrentan aun alto nivel de desempleo, alto supe-rávit laboral o baja demanda laboral,son forzados a realizar reformas queaumenten la determinación por partedel mercado de los salarios, y que re-duzcan los costos relativos a las regla-mentaciones del empleo y los benefi-cios de la protección social. La políti-ca de desregulación del mercado labo-ral apunta a reducir los costos labora-les (costos laborales de salarios y otroscostos) a los efectos de elevar la de-manda laboral y disminuir el desem-pleo o el superávit laboral. Sin embar-go, solamente unos pocos países queoptaron por liberalizar drásticamentesu mercado laboral han logrado comoresultado un marcado crecimiento del

En varios estudiosse ha argumentado

que el mercadolaboral difiere delmercado de man-zanas, ya que los

precios y lascantidades los

determinan unaserie de normas,

incluyendo lasnormas sociales de

justicia, negocia-ción cooperativa,

estrategias demiembros asocia-

dos, y normasvinculadas a la

intensidad y cali-dad del trabajo

sición de Europa delEste y Central y AsiaCentral.

La lección a apren-der es que las institucio-nes y las políticas im-portan y mucho. Esto loconfirma también elmercado laboral, dondelas instituciones y laspolíticas pueden teneruna influencia aún ma-yor. Y estas institucio-nes y políticas estánmuy directamente rela-cionadas al trabajo de-cente.

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empleo, en parte porque los factoresdeterminantes del aumento del empleono se encuentran en forma primaria enel mercado laboral, y en parte tambiénporque el mercado laboral necesita nor-mas y reglamentos tanto como cual-quier otro mercado, a fin de funcionarcorrectamente. Es más, existe muypoca evidencia de los efectos sobre elempleo de la desregulación del merca-do laboral. Mientras que la teoría delos textos clásicos puede defender fuer-temente esta posición (la curva de de-manda laboral es descendiente, no esni vertical ni horizontal, y la elastici-dad del empleo-salarios es usualmen-te negativa, no es ni cero ni positiva),la interpretación exacta del intercam-bio entre el empleo y los salarios pue-de ser algo más compleja que el sim-ple planteamiento de que un aumentode costo salarial de 1 por ciento pro-ducirá una reducción del empleo de 0,3por ciento, que es la escala de magni-tud de la mayoría de los estudios deelasticidad salarial. No cabe duda que,a la larga, los salarios altos tienden a

zanas, ya que los precios y las cantida-des los determinan una serie de nor-mas, incluyendo las normas sociales dejusticia, negociación cooperativa, es-trategias de miembros asociados, ynormas vinculadas a la intensidad ycalidad del trabajo. R. SOLOW ha ana-lizado al mercado laboral como insti-tución social, y antes de él J. HICKS yA. MARSHALL también exploraronsimilares líneas de pensamiento.

No por esto se sugiere que los sa-larios relativamente bajos no continua-rán siendo una fuerte ventaja compa-rativa. Lo serán. Pero los salarios sonsolo uno de entre los varios elementosque determinan la competitividad. Delo contrario sería difícil comprenderporqué los países con salarios altos,aun los muy abiertos, han podido sus-tentar su competitividad en la econo-mía global.

La controversia donde se oponenlos modelos de mercado laboral deEuropa y Estados Unidos, y el recien-

Los países que hansalido de una situación

de crisis, tales comoIrlanda a principios de

los años 1980,y Finlandia a los

comienzos de los años1990, no contaron conla desregulación delmercado laboral parapasar de una tasa dealto desempleo a una

tasa baja

bajar el empleo y que lossalarios bajos producenun aumento del empleo.No obstante, en el cortoplazo, el nivel de sala-rio que producirá elequilibrio entre oferta ydemanda puede depen-der de más variables delas que se ven a primeravista. En varios estudiosse ha argumentado queel mercado laboral difie-re del mercado de man-

te y alentador aumentoen los niveles de empleoen Europa, demuestranefectivamente que ladesregulación puede noser la solución apropia-da para el alto desem-pleo o el subempleo. Esmás, los países que hansalido de una situaciónde crisis, tales como Ir-landa a principios de losaños 1980, y Finlandiaa los comienzos de los

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años 1990, no contaron con ladesregulación del mercado laboral parapasar de una tasa de alto desempleo auna tasa baja. Fueron necesarias am-plias y extensas negociación socialesy acuerdos entre el gobierno y las or-ganizaciones de empleadores y traba-jadores para que estos dos países lle-garan a acuerdos sobre ajustes salaria-les, protección social y desarrollo decapacitación, los cuales han prepara-do las condiciones de alto crecimientoeconómico y de empleo. Nuevamentese destacan los factores institucionalescomo la base sobre la cual ha prospe-rado el crecimiento económico.

Las instituciones y el cambio

No se pretende sugerir que loscambios no son posibles ni deseablesen materia de regulación del mercadolaboral. Todo lo contrario. Como su-cede con las instituciones y con lasnormas y reglamentos en general, es-tos deben evolucionar y ser constante-mente adaptados a las necesidades deuna situación cambiante. De hecho, lacapacidad de adaptar y cambiar las ins-tituciones de una forma gradual yproactiva es quizás el factor real de-terminante de una transformación eco-nómica exitosa. Hay ejemplos innume-rables de instituciones que no han lo-grado adaptarse, y de otras que sí lohan hecho. En los años 1980 la econo-mía de Estados Unidos enfrentaba lafuerte competencia de las industriasjaponesas que compraban empresas

norteamericanas que daban pérdidas.Los empresarios japoneses criticabanlas malas técnicas administrativas yrelaciones con los empleados, que pa-recían no estar capacitados ni motiva-dos. De hecho las técnicas modernasjaponesas de administración hicierondar un giro de 180 grados a muchas delas empresas norteamericanas que ma-nufacturaban acero y automóviles, y lascuales están ahora entre las compañíasmás rentables del mundo. Sin embar-go, en los años de 1990, mientras laeconomía de Estados Unidos experi-mentaba un período sorprendentemen-te largo de gran crecimiento, la econo-mía japonesa estaba estancada en unequilibrio a bajo nivel que aun subsis-te hoy en día. Un resultado laboral deesta crisis son los reglamentos de em-pleo que actúan de anclaje de los em-pleados en sus empresas asegurando suestabilidad y lealtad. Anunciados conbeneplácito anteriormente, estos regla-mentos son vistos ahora como obstá-culos, en un momento en que las em-presas japonesas en reestructuraciónnecesitan mayor movilidad laboral.

La capacidad de adaptación de lasinstituciones a las circunstancias cam-biantes, preservando a la vez los prin-cipios básicos sobre los cuales se fun-damentan, es quizás el secreto de loscambios proactivos institucionales po-sitivos. En materia de instituciones demercado laboral, algunos países sí pa-recen haber logrado cambiar muchomás fácilmente que otros, aun sin sa-crificar sus principios básicos.

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6. Las instituciones y lasvinculaciones para el trabajodecente

El concepto de trabajo decente esun objetivo de largo alcance, que in-tenta obtener una serie de beneficiosbásicos para todos los trabajadores. Lamayoría de estos beneficios están re-lacionados al trabajo, aunque estánestrechamente ligados a otros derechosmás universales, tales como la liber-tad de expresión por ejemplo, y losderechos humanos en general. Al com-prender distintas áreas, es importanteexaminar los enlaces que las vinculan,y en particular ver si un punto de vistamás amplio del trabajo decente, podríapermitir que se obtuvieran mejores re-sultados. Aquí, la hipótesis implícitaes que el tomar las cosas en conjunto yactuar en varios frentes simultánea-mente, con una visión más amplia delos posibles canjes, puede ayudar amoverse más rápidamente hacia el ob-jetivo. La cuestión es: ¿la formulaciónde políticas integradas realmente pro-mete resultados más deseables y efec-tivos?

Al menos tres documentos recien-tes apoyan este enfoque con autoridad.El Informe del 2000 sobre DesarrolloHumano examina los derechos huma-nos y los temas de desarrollo y sugiereque se puede ganar mucho otorgándo-le una dimensión de desarrollo a losderechos humanos y una dimensión dederechos al desarrollo humano. A. Senhace un planteo convincente sobre este

enfoque en el informe. El Informe so-bre Desarrollo Mundial 2000/2001 delBanco Mundial al tratar la pobreza pro-pone una estrategia de tres puntas ba-sada en el crecimiento con uso inten-sivo del empleo, los servicios socialesefectivos, y el derecho a voz y adqui-sición de poder. El Informe sobre Tra-bajo Decente del Director General dela OIT (junio de 1999) se basa en unenfoque amplio similar.

Estos enfoques se apoyan en elcreciente reconocimiento de que hayun nexo de interrelaciones entre el de-sarrollo social y el económico. Se hanpronunciado argumentos muy convin-centes sobre el hecho de que el desa-rrollo social aumenta las capacidadeshumanas y por lo tanto la productivi-dad y el crecimiento (SEN, 1997). Seha descubierto que las inversiones enla educación y la salud de la poblacióngeneran una gama de beneficios socia-les y económicos. Se considera que elmodelo de gasto social público es lavariable crítica que explica el desem-peño social superior de varios países(GHAI, 1997). Las múltiples interac-ciones entre la educación, la salud, lanutrición y el crecimiento económico,la productividad, la igualdad de ingre-sos, los patrones demográficos, y lafertilidad han sido estudiados cada vezmás. La educación femenina y su par-ticipación en la fuerza laboral hasido identificada como el hecho sin-gular más significativo correlacionadoa la menor tasa de fertilidad y la espe-ranza de vida. Se han observado co-

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rrelaciones similares entre la indepen-dencia económica de las mujeres y ladisminución en la desigualdad de in-gresos y la pobreza (CASSEN yWIGNARAJA, 1997). La estrecha co-rrelación entre desempeño económicoy logros en la educación también estábien documentada y es reconocida yadesde algún tiempo.

Son estos solo algunos ejemplosde las interrelaciones significativas quedan rumbo a la formulación de políti-cas a niveles nacionales e internacio-nales. Interrelaciones similares estánactivas en áreas de vanguardia de losproblemas económicos y sociales, ta-les como el empleo, los mercados la-borales y el trabajo decente. Basándo-se en esta revisión de los problemas ypolíticas, es posible identificar tresgrandes racimos de vínculos, el nexode crecimiento y empleo, el nexo delmercado laboral, y el nexo de derechosy voz.

El nexo de crecimiento y empleo

Se comprenden mejor ahora losresultados de empleo logrados median-te diferentes combinaciones de políti-cas macroeconómicas (fiscal, moneta-ria y de política de tasa de cambio).No obstante, aun falta la inclusión ex-plícita de objetivos de empleo dentrode la toma de decisiones macroeconó-micas, aunque en varios países se haprogresado al respecto. La habilidad delos partícipes sociales de ponerse de

El empleo dependefundamentalmente

de la educación y laformación, al igualque la productivi-

dad laboral. Lafinanciación de lossistemas de forma-ción, el acceso a talformación y el tipode formación que

se requiere depen-den de las políticas

públicas, aunquetambién de la

participación de losempleadores y

trabajadores en lacreación de políti-cas de formación

acuerdo sobre una seriede metas macroeco-nómicas en pos de la ge-neración de un mayorcrecimiento del empleo,y para complementar elcrecimiento salarial mo-derado con beneficiossociales y tributaciónprogresiva, seguro deingresos, protección pordesempleo y objetivosde política social, hasido un elemento impor-tante en la experienciasobre crecimiento infla-cionario no salarial. Unaampliación de la agendade negociación por par-te de los partícipes so-ciales y el gobierno ha sido una carac-terística clave de este enfoque. Ade-más, el impacto sobre la reducciónde la pobreza que causa el crecimientoeconómico depende del aumento deempleo de personal no capacitado.Un mayor crecimiento y mayores ni-veles de empleo de personal no capa-citado prepara las condiciones para elaumento gradual de los salarios y losniveles de capacitación de la fuerzalaboral. Tal crecimiento dependeráprincipalmente de las políticas comple-mentarias de educación, protecciónsocial, seguridad y salud. Hoy en díano es ya posible contemplar los temasde empleo sin tomar en cuenta la cali-dad de los empleos que se generan. Enefecto, es considerado un gran desafíola solución del dilema de cantidad y

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calidad de empleo. El fomento de ca-lidad en el empleo ahora preocupa a lamayoría de los países, independien-temente de los niveles de PBI percápita.

El nexo del mercado laboral

Surgen aquí tres alcances impor-tantes. En primer lugar, el empleo de-pende fundamentalmente de la educa-ción y la formación, al igual que la pro-ductividad laboral. La financiación delos sistemas de formación, el acceso atal formación y el tipo de formaciónque se requiere dependen de las políti-cas públicas, aunque también de laparticipación de los empleadores y tra-bajadores en la creación de políticasde formación. En segundo lugar, la pro-tección social está directamente rela-

empleo, es crítico en cuanto a la per-cepción general de seguridad que brin-da. Nuevamente los empleadores y tra-bajadores se encargan de tomar las de-cisiones conjuntamente con el gobier-no. La habilidad que demuestren lospaíses para sobrellevar los shocksmacroeconómicos depende en granmedida del nivel y la composición delgasto social. Finalmente, la estabilidadde empleo está vinculada a la legisla-ción laboral, y también a las prácticasde empleadores y trabajadores. Es de-seable que haya cierto nivel de estabi-lidad laboral. Las modalidades difie-ren mucho de país en país. La falta deestabilidad y protección es una fuentede inseguridad y insatisfacción porparte de los trabajadores. Al nivel deempresa existen interrelaciones evi-dentes entre el desempeño económicoen conjunto y variables tales como laformación de los empleados, motiva-ción, participación en toma de decisio-nes y salarios. A medida que las em-presas evolucionan cada vez más ha-cia procesos complejos de produccióny servicios, la calidad de la fuerza detrabajo y su motivación juegan un pa-pel cada vez más preponderante. Lainterrelación entre regulación, forma-ción y resultados de empleo cada vezcondiciona más las políticas activas demercado laboral. Sería una tarea im-portante documentar mejor los efectosreferentes a género de las diferentespolíticas de mercado laboral. Asimis-mo, las decisiones de inversión ahoracada vez toman más en cuenta las di-mensiones laborales específicas, inclu-yendo a los salarios y costos no sala-

El impacto sobre lareducción de lapobreza que causael crecimientoeconómico dependedel aumento deempleo de personalno capacitado. Unmayor crecimiento ymayores niveles deempleo de personalno capacitadopreparalas condicionespara el aumentogradual de lossalarios y los nive-les de capacitaciónde la fuerza laboral

cionada a la productivi-dad y motivación deltrabajador. El acceso alos servicios de salud esesencial para una fuer-za laboral sana y pro-ductiva. A menudo sefinancian estos serviciosde salud con contribu-ciones que se extraen delos salarios, por lo cualtanto empleadores comotrabajadores participanen la decisión de concuánto quieren contri-buir a la financiación delos servicios de salud. Elseguro de salario, parael caso de pérdida del

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riales, y también la legislación labo-ral, el diálogo social y la capacitación.Al evaluar el riesgo país, los bancosinversionistas integran tales criteriosen su análisis.

El nexo de derechos y voz

Se requiere más y no menos diá-logo social y negociación colectiva alos efectos de lograr resultados de tra-bajo decente en la empresa, la indus-tria o a escala nacional. En efecto, entodas las áreas mencionadas, los resul-tados de calidad dependen estrecha-mente de la calidad del diálogo social.Las consultas exhaustivas y los meca-nismos institucionales elaborados quefacilitan tales consultas y negociacio-nes siempre producirán mejores resul-tados que las consultas superficiales yapresuradas. La globalización deman-da ajustes más frecuentes que requie-ren un mayor compromiso de la fuerzalaboral. Los estilos gerenciales buscanmayor participación por parte de susempleados, quienes a su vez presentanreclamos de trabajo decente. Así sepone a prueba la calidad de las institu-ciones de diálogo social.

Muchas de estas interrelaciones einterdependencias tiene buena acepta-ción. El tema es determinar si se estándando relaciones causales. ¿Se deter-minan de alguna forma positiva losresultados de crecimiento y empleo,mediante la imposición de derechoslaborales básicos, alto gasto social yamplio diálogo social? Esta es una in-

vestigación empírica que debe ser rea-lizada. ¿Existen dividendos económi-cos claros para el trabajo decente? Untema relacionado sería preguntarse sipodrían derivarse lecciones políticas deestas relaciones causales.

El desafío principal de una agen-da de trabajo decente es obtener másinformación empírica que verifique laefectividad de las políticas integradas.Se debe saber mucho más sobre estosvínculos para poder progresar en cuan-to a la proposición de que un enfoquemás amplio promete mejores y másrápidos resultados. Por ejemplo, enmateria de políticas de lucha contra lapobreza, sería necesario saber más so-bre cómo las políticas más integradasque vinculan los derechos, la voz, elempleo y la protección social ofrecenmejores posibilidades de avance rápi-do. Las políticas para el sector infor-mal también se beneficiarían median-te una ampliación de la agenda políti-ca. El trabajo decente en las pequeñasempresas, o las empresas de trabajo

El concepto detrabajo decente hallamado poderosa-mente la atención.

El desafío ahoraserá de transfor-

mar el concepto detrabajo decente en

un conjunto depolíticas aplicables

que prometanresultados

tangibles

decente en general,abren un campo relativa-mente nuevo de investi-gación que podría con-tribuir a una mejor com-prensión de las diferen-tes dimensiones políti-cas y posibles trueques.A un nivel más global,para que el trabajo de-cente se torne una res-puesta importante a losnuevos desafíos plantea-dos por la globalización,

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serían bienvenidos otros análisis debuenas prácticas y políticas efectivas,en una perspectiva comparativa. Esurgente crear una masa de conocimien-tos sobre las políticas de trabajo de-cente.

7. Implicancias para la OIT

La agenda de trabajo decente harecibido el apoyo incondicional de laintegración tripartita de la OIT. La se-sión Extraordinaria de la AsambleaGeneral de las Naciones Unidas, Ju-nio 2000, sobre la Cumbre Social Mun-dial + 5 también la apoyó. El conceptode trabajo decente ha llamado podero-samente la atención. El desafío ahoraserá de transformar el concepto de tra-bajo decente en un conjunto de políti-cas aplicables que prometan resultadostangibles. Lo cual significará grandesimplicancias para la OIT y su formade funcionar.

La tarea principal de la OIT seríala de ayudar a los países y constituyen-tes en el diseño e implementación deestrategias de trabajo decente a escalanacional, empresarial o local. Estoimplicaría trabajar en estrecha coordi-nación con los constituyentes de OITy otras instituciones nacionales impor-tantes, a fin de identificar los mayoresproblemas sobre trabajo decente quesurgen en determinado país, y definirun conjunto de objetivos en el tiempo,además de políticas y programas paraencararlos. De ahí en adelante la OIT

asistiría a los países en la puesta enpráctica de las políticas y programasidentificados, y quizás también parti-ciparía en el monitoreo del progreso yla documentación de resultados. Unasecuencia posible podría ser: revisiónrápida de la situación inicial referentea trabajo decente, fijación de priorida-des, definición de objetivos (incluyen-do los cuantificables, sobre la base deun punto de partida inicial), elabora-ción de políticas para cumplir los ob-jetivos, y definición de un procedi-miento de control.

Tal estrategia tiene una serie deimplicancias. En primer lugar, implicauna discusión un tanto ambiciosa a es-cala nacional para identificar los temascríticos, y además formular políticasde trabajo decente. Esto supone el usode algún tipo de mecanismo para pla-nificar que estas discusiones se reali-cen con cierta regularidad. Este meca-nismo debería ser tripartito, pero de-bería contemplar también de la parti-cipación de otras instituciones. La par-ticipación del gobierno debería tenermás peso que la del Ministerio de Tra-bajo. También se debe considerar elestatus de este mecanismo (consulti-vo, deliberativo, asesor, con o sin po-deres de toma de decisión). En segun-do lugar, la estrategia implica lograrcierta continuidad en las políticas acor-dadas, e inclusive deberían definirselas prioridades políticas y que el go-bierno esté dispuesto a considerarlas.La definición de un marco políticopodría facilitar esta tarea. En tercer

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lugar, la estrategia implica cierta ca-pacidad para monitorear y evaluar losresultados políticos.

Hay implicancias obvias sobre laforma de operación de la OIT. Seríanecesario lograr una mejor coordina-ción de los diferentes insumos y acti-vidades técnicas de la OIT a escala na-cional, un perfeccionamiento de lasresponsabilidades de los distintos pro-gramas y unidades de la OIT, ya sea enla oficina central o en el mundo. Afec-tará también a la identificación y pla-nificación de nuevas actividades. Elprincipal esfuerzo en asistencia de laOIT debería ser el de influenciar a laspolíticas de gobierno, así como a lasde los partícipes sociales, en pos deltrabajo decente. Sería importante crearuna mejor documentación de algunasde las implicancias metodológicas deeste enfoque, en cuanto a la manera quela OIT ofrece sus servicios a los cons-tituyentes, a nivel nacional, y posible-mente también a nivel regional. La OITdebería monitorear regularmente losresultados de las políticas y programas,en base a indicadores establecidos yencuestas. Lo cual toca el tema de lamedición de trabajo decente a nivelnacional.

Las políticas no son solo para losgobiernos

Muchas veces se asume que el tér-mino políticas se refiere exclusivamen-te a las del gobierno nacional. En al-gunos aspectos esto es totalmente cier-

cionales aun son actores importantes,pero también intervienen otras institu-ciones. Están las instancias suprana-cionales, tales como las asociacionesregionales. Están las empresas indivi-duales, ya sea las muy grandes multi-nacionales, o las locales, las cuales de-terminan las condiciones de empleo ysociales de sus empleados de formasmucho más directas y significativasque los gobiernos nacionales. Tambiénestán los gobiernos locales que inter-vienen considerablemente en los pro-cesos laborales e industriales, y cuyainfluencia va en aumento. Es impor-tante percatarse de estos cambios y deincluir estos diferentes aspectos al ela-borar las agendas de trabajo decente.En muchos aspectos el trabajo decen-te puede depender más de las políticasempresariales que de las del gobiernonacional. La reflexión sobre las estra-tegias de trabajo decente a nivel em-presarial puede llegar a abrir vías máscoherentes y efectivas de promover losobjetivos, de los que se lograrían me-diante el análisis de políticas alterna-tivas a nivel nacional. De igual mane-ra, el trabajo en colaboración con lasasociaciones regionales puede resultarmás efectivo que hacerlo en los paísesindividuales.

En muchos aspec-tos el trabajo

decente puededepender más delas políticas em-

presariales que delas del gobierno

nacional

to, ya que las atribucio-nes de los gobiernos na-cionales son específicas.En materia de políticaseconómicas, laborales ysociales, sin embargo, esnecesario darle ciertaperspectiva a este enfo-que. Los gobiernos na-

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Medición del trabajo decente

Sería esencial contar con indica-dores apropiados para medir el trabajodecente, para fijar metas y monitorearlos resultados. Es importante reflexio-nar profundamente sobre la elección deindicadores, sopesando lo que está dis-ponible y lo que sería deseable tener.La tasa de desempleo es consideradael indicador de mercado laboral másimportante, en muchos aspectos, auncuando pocas veces es comparable en-tre países, está condicionada por dife-rentes fuentes de variaciones, y captasolamente un aspecto del mercado la-boral. Últimamente se le ha prestadomás importancia a la proporción deempleo (proporción entre empleo ytotal de población en edad laboral) yaque parece ser un más fiel reflejo deldesempeño del mercado laboral. Noexiste un indicador único de trabajodecente, ni tampoco hay un indicadorcompuesto aceptable. Es más, es dis-cutible si realmente resultaría desea-ble tener un único indicador de traba-jo decente compuesto a nivel nacional,o aun a nivel internacional de formade poder comparar entre países. El ran-king de países puede no ser una priori-dad tan importante como la fijación demetas nacionales y el seguimiento desu desempeño a este nivel.

Aparentemente sería esencialidentificar un conjunto de indicadoresnacionales de trabajo decente, en lasseis áreas amplias mencionadas ante-riormente (derechos, empleo, merca-dos laborales, organización del traba-

jo incluyendo condiciones laborales,protección social y diálogo social).Una lista muy preliminar comprende-ría algunos de los siguientes puntos:

Derechos básicos: el derecho deorganización, el trabajo forzado(se podría elaborar un indicadorbasado en las observaciones delComité de Expertos sobre la apli-cación de convenios y recomen-daciones), participación de niñosde hasta 14 años de edad en lafuerza laboral, discriminacióncontra la mujer (comparación en-tre salarios de mujeres y hombres,segregación ocupacional);

Empleo: tasas de participación enla fuerza laboral, proporción en-tre empleo y total de población enedad laboral, tasa de desempleo,tasa de inactividad, empleo deacuerdo al tamaño del estableci-miento, empleo según estatus,empleo por hora involuntario,empleo por tipo de contrato o es-tabilidad de tarea, empleo por ni-vel de capacitación, coeficientesalarial de Gini, franja de la fuer-za laboral que gana menos que elsalario mínimo, incidencia de lapobreza;

Protección social y condicioneslaborales: la cobertura de seguri-dad social (personas que se en-cuentran amparadas como porcen-taje de la población total), lesio-nes y enfermedades del trabajo (ta-sas de lesionados), horarios de tra-

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bajo (totales anuales de horas tra-bajadas según estatus de empleoo actividad económica, empleadosque trabajan más que el límite se-manal nacional, o menos que lamitad de este límite);

Diálogo social: tasa de integra-ción de los sindicatos, coberturade negociaciones colectivas, re-presentación en los organismos bio tripartitos, huelgas.

Para la mayoría de estosindicadores, sería importante recabardatos con especificación de género, ytambién presentarlos desagregados porgénero.

También se deberían definir y re-cabar los indicadores a nivel empresa-rial (mediante definición de una em-presa de trabajo decente) y posible-mente también a otros niveles, ya seasubnacionales o supranacionales. Otraserie de indicadores intentaría analizarla orientación de las políticas (en vezde los resultados) a la luz de las deci-siones que afectarán los resultados. Sepodría analizar la composición del gas-to fiscal desde este punto de vista,como también la combinación de polí-ticas macroeconómicas, y los recursosfinancieros y humanos necesarios parala inspección laboral, la protecciónsocial y el diálogo social.

Algunos países podrían tener da-tos sobre satisfacción laboral del tra-bajador, u otros indicadores de tipo

cualitativo, que también podría ser útilrecabar y destacar.

Finalmente, se podrían realizarestudios ocasionales sobre temas espe-cíficos, los cuales ampliarían la infor-mación sobre la vida laboral que nor-malmente no captan los estudios clá-sicos.

Programa piloto sobre trabajodecente

Se ha establecido un nuevo pro-grama piloto en la OIT para diseñarmétodos de promover políticas yprogramas de trabajo decente a nivelnacional. El programa piloto funcionaen estrecha colaboración con las uni-dades técnicas en la oficina central yen todos los países, como también conlos constituyentes de OIT, en unnúmero reducido de países pilotos, alos efectos de comprobar nuevos en-foques y sacar conclusiones para suaplicación más generalizada. Las tresprincipales características del nuevoenfoque son:i) un enfoque integrado del análisis

de los problemas y la formulaciónde respuestas políticas;

ii) un enfoque a nivel nacional don-de se encara la situación y las prio-ridades del país; y

iii) un horizonte de más largo plazopara un programa de una duraciónestimada de cinco años, con elobjetivo de monitorear el progre-so adecuadamente.

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La cooperación para el desarrollointernacional y el trabajodecente

Varias instituciones importanteshan comenzado a reconsiderar la or-ganización de sus intervenciones a ni-vel de país, poniendo mayor énfasis enla propiedad del país, la coordinaciónde las intervenciones, participación desociedades civiles y el sector privado,e integración de políticas. El BancoMundial va a presentar su Marco deDesarrollo Comprensivo, y las Nacio-nes Unidas su Marco de Asistenciapara el Desarrollo. Otras iniciativas re-lacionadas son la reducción de la deu-da, para unos 22 países que hasta aho-ra están profundamente endeudados, ylas estrategias de reducción de la po-breza; ambas iniciativas involucraríanal Banco Mundial y el FMI. Muchasde estas iniciativas tienen en comúnciertas características que también es-tán cercanas a la agenda de trabajodecente. Sería importante que la OITparticipase plenamente en estas inicia-tivas e integrase su aporte articuladoen torno a la agenda de trabajo decen-te. El enfoque nacional ofrece las me-jores perspectivas para realizar tal co-laboración.

8. Conclusiones tentativas

Mediante estas breves notas se haintentado trazar un bosquejo de varios

temas relacionados al trabajo decente,la agenda de los constituyentes de laOIT, de los gobiernos, empleadores ytrabajadores en 175 países. Se ha ba-sado la discusión sobre los cuatro pi-lares principales de trabajo decente, asaber: los derechos laborales básicos,el empleo, la protección social, y eldiálogo social. Ya sea si se toman in-dividualmente o en conjunto, estasáreas presentan una cantidad de pro-blemas y perspectivas políticas. En unmomento en que se está reinterpretan-do el concepto de desarrollo como unode libertad, en que los derechos huma-nos y laborales son vistos como partede tal desarrollo, en que el acceso alingreso y el trabajo es consideradocomo la base de la cohesión social y lademocracia, es decir cuando se le aso-cia a aquellas instituciones que vali-dan el ejercicio de los derechos bási-cos y el acceso a la protección social yotros mecanismos que mejoran el ni-vel de vida, es en este momento en queresulta más que apropiado que el tra-bajo sea decente, y que las políticasfomenten el trabajo que es decente,oponiéndose activamente al trabajoque no cumple con estos parámetros.Las políticas de promoción del trabajodecente no son totalmente nuevas nidesconocidas. Sin embargo, serán ne-cesarios mucha reflexión innovadoray muchos enfoques nuevos para lograrque estas políticas aseguren trabajo de-cente para todos los hombres y muje-res del mundo.♦

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REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

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(Oxford, Clarendon Press, United Nations).NURKSE, R. 1953. Problems of Capital Formation in Underdeveloped Countries (New York, Oxford

University Press), ps. 4-5.OECD 2000. Révue économique de l’OCDE, Nº 30, 2000/1.SOLOW, R.M. 1990. The Labor Market as a Social Institution (Cambridge, Mass., Basil Blackwell).UNDP. 2000. Human Development Report 2000 (Nueva York, UNDP)WORLD BANK. 2000. World Development Report 2000/2001 (Washington, D.C., World Bank and

Oxford University Press).

NOTAS1 Puede ser útil aclarar como se define la palabra decente en los diccionarios: El New Oxford Dictionary

of English: (traducido) a) que conforma con las normas generalmente aceptadas sobre moral y comporta-miento respetable; b) apropiado, conveniente; c) de nivel aceptable, satisfactorio; d) bueno. En francés, LePetit Robert: a) qui est conforme à la décence, bienséant, convenable; b) acceptable, pasable, correct;Trésor de la Langue Francaise: qui est d’un niveau, d’une qualité convenable. En español, Diccionario de laReal Academia: a) honesto, justo, debido, digno; b) de buena calidad o en cantidad suficiente; DiccionarioMaria Moliner: Decoroso, sueldo no demasiado pequeño, permite vivir decentemente, sin pobreza o mise-ria pero sin lujo, honrado.

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