principio de incertidumbre o principio de indeterminaciÓn

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¿PRINCIPIO DE INCERTIDUMBRE O PRINCIPIO DE INDETERMINACIÓN? “Yo divido a los hombres en dos: Los que estudian y los que no estudian. A los que estudian los divido en dos: Los estudiantes y los estudiosos. A los primeros los gradúa una academia, y Eso es relativamente fácil. A los segundos los gradúa la historia, y Esto es realmente difícil” Eduardo Lasprilla En el año de 1927 uno de lo más geniales discípulos de Max Born y Arnold Sommerferld, Werner Karl Heisenberg 1 (1901-1976), hizo público un principio que cerró toda posibilidad de aplicar, con feliz término, los principios de la física clásica (newtoniana y einsteniana) a la naciente física cuántica, ya que para la primera era totalmente posible conocer, simultáneamente, pares de variables como el momentum y la posición de una ondícula (¿o cuerda?) o la energía y el tiempo implicados en la dinámica de la misma 2 . Matemáticamente, la primera relación de variables (momentum-posición) se expresa π 4 h p x y la segunda (energía-tiempo), π 4 h t E . Con estas ecuaciones es posible especificar cuantitativamente el grado de desconocimiento/conocimiento que cualquier físico puede tener respecto de dichas variables en un experimento concreto. Sin embargo, estas dos formulaciones específicas del principio de Heisenberg son expresiones de la siguiente condición general: “Si en un sistema cuántico existen dos magnitudes físicas a y b representadas por los operadores u observables denotados 1 Quien obtuvo el premio Nobel de Física en 1932 por «La creación de la mecánica cuántica, cuyo uso ha conducido, entre otras cosas, al descubrimiento de las formas alotrópicas del hidrógeno» (tomado de Wikipedia). 2 Y tanto es así que el Hamiltoniano clásico es una función que permite hallar la energía mecánica (cinética + potencial) de un objeto tomando como punto de partida el momentum y la posición del mismo en un instante cualquiera.

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Page 1: PRINCIPIO DE INCERTIDUMBRE O PRINCIPIO DE INDETERMINACIÓN

¿PRINCIPIO DE INCERTIDUMBRE O PRINCIPIO DE INDETERMINACIÓN?

“Yo divido a los hombres en dos:

Los que estudian y los que no estudian.

A los que estudian los divido en dos:

Los estudiantes y los estudiosos.

A los primeros los gradúa una academia, y

Eso es relativamente fácil.

A los segundos los gradúa la historia, y

Esto es realmente difícil”

Eduardo Lasprilla

En el año de 1927 uno de lo más geniales discípulos de Max Born y Arnold

Sommerferld, Werner Karl Heisenberg1 (1901-1976), hizo público un principio que

cerró toda posibilidad de aplicar, con feliz término, los principios de la física clásica

(newtoniana y einsteniana) a la naciente física cuántica, ya que para la primera era

totalmente posible conocer, simultáneamente, pares de variables como el momentum

y la posición de una ondícula (¿o cuerda?) o la energía y el tiempo implicados en la

dinámica de la misma2.

Matemáticamente, la primera relación de variables (momentum-posición) se expresa

π4

hpx ≥∆•∆ y la segunda (energía-tiempo),

π4

htE ≥∆•∆ . Con estas ecuaciones es

posible especificar cuantitativamente el grado de desconocimiento/conocimiento que

cualquier físico puede tener respecto de dichas variables en un experimento concreto.

Sin embargo, estas dos formulaciones específicas del principio de Heisenberg son

expresiones de la siguiente condición general: “Si en un sistema cuántico existen dos

magnitudes físicas a y b representadas por los operadores u observables denotados 1 Quien obtuvo el premio Nobel de Física en 1932 por «La creación de la mecánica cuántica, cuyo uso ha

conducido, entre otras cosas, al descubrimiento de las formas alotrópicas del hidrógeno» (tomado de

Wikipedia). 2 Y tanto es así que el Hamiltoniano clásico es una función que permite hallar la energía mecánica (cinética +

potencial) de un objeto tomando como punto de partida el momentum y la posición del mismo en un

instante cualquiera.

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como ΒΑ, , en general no será posible preparar una colección de sistemas todos ellos

en el estado Ψ , donde las desviaciones estándar3 de las medidas a y b no satisfagan

la ecuación [ ]ψψψψ ΒΑ≥∆•Α∆ ,2

hB ” (tomado de Wikipedia).

Desde que Heisenberg expuso en la comunidad científica su principio, se han

desarrollado dos interpretaciones antagónicas del mismo. Una de ellas recibe el

nombre de “Interpretación Ontológica” y la otra, “Interpretación Gnoseológica”. La

primera plantea que la razón por la cual no se pueden conocer, simultáneamente, las

variables a y b es porque la imprecisión de las mismas es una característica inherente

a la naturaleza y no una imposibilidad cognoscitiva o física del investigador. La

segunda, no obstante, nos dice todo lo contrario: El investigador no puede conocer,

simultáneamente, las variables a y b por causa de sus propias limitaciones

perceptuales y no porque ambas sean imprecisas en su naturaleza.

Wolfgang Pauli, Max Born, Richard Feynman, Sheldon Glasow, el mismo Werner

Heisenberg y muchos otros, han sido partidarios de la Interpretación Ontológica. Pero

otros como Albert Einstein, Max Planck y Erwin Schrödinger, fueron fervientes

defensores de la Interpretación Gnoseológica. Lastimosamente, la interpretación

reinante en la comunidad de físicos, hoy por hoy, es la primera.

Pero para entender esto de mejor manera es menester dilucidar los conceptos de

indeterminación e incertidumbre. La incertidumbre es la ignorancia o el

desconocimiento respecto de la dinámica de un holón; se opone a certidumbre, que se

define como la sabiduría o el conocimiento poseído acerca de la dinámica del mismo

(Lasprilla, E. 2007). La incertidumbre -y su antónimo, la certidumbre- están en el

sujeto epistémico (a decir de Piaget), no por fuera de él. Pero la indeterminación, es

una característica del mundo y no del hombre (Lasprilla, E. 2007), que se define como

la ausencia de una creoda4 escogida de antemano por la dinámica de un holón. Es el

antónimo de determinación, que la podemos definir como la presencia de una creoda

escogida de antemano por la dinámica de un holón.

Las ciencias de la complejidad han puesto al descubierto que la ausencia de

determinación es una característica inherente -en un alto grado- a la dinámica de los

3 La desviación estándar o típica es una medida de dispersión para variables de razón o de intervalo en la

estadística descriptiva, que indica la media de distancias que tienen los “captos” (R. Laing) respecto de su

media aritmética, expresada en las mismas unidades de la variable. 4 Creoda es un concepto acuñado por el biólogo, paleontólogo y genetista escocés, Conrad Hall Waddington

(1905-1975), que se define como vía canalizada de cambio de un holón en su paisaje epigenético (Sheldrake,

1990). Deriva de los vocablos griegos χρή = necesario y ‘οδόσ = camino, es decir, camino necesario u

obligado (para un holón en su evolución espacio-temporal).

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entes de la naturaleza. El determinismo laplaciano/einsteniano ha dejado de tener

vigencia en la vanguardia científica: no es que no podamos predecir el futuro del

cosmos por imperfecciones nuestras, sino que él mismo está lleno de

indeterminaciones en su evolución. (¡La naturaleza está llena de sorpresas!,

acostumbran decir los científicos sistémicos). Por ello como sustento experimental de

este planteamiento, Ilya Prigogine, en su termodinámica del no-equilibrio, dejó

claramente comprobado que en los puntos de bifurcación o ramificación

característicos de los momentos críticos de heterogeneidad térmica en la dinámica

evolutiva de una estructura disipativa5 era absolutamente imposible predecir el

nuevo orden que habrá de emerger6. En sus palabras: “…Un elemento irreductible de

indeterminación caracteriza la evolución de un sistema más allá del umbral de la

inestabilidad. No todo está dado cuando se especifican las condiciones en los límites y

la composición del sistema. Naturalmente, son calculables los distintos estados

estables posibles, pero hay que esperar y observar la evolución del sistema para saber

qué fluctuación se producirá y se amplificará, y hacia qué estado estable se dirigirá el

sistema” (Prigogine, 1997, p. 91).

Ken Wilber dice en su tercer principio holónico, siguiendo a A. N. Whitehead, que “los

holones emergen” (1998, p. 63) como producto de la creatividad kósmica última que

se inscribe en éstos con la forma de autotrascendencia (principio holónico 2c) y que

por ello su aparición es totalmente inesperada para nosotros7. Es decir, que la

pregunta por la creatividad Kósmica (¿a través de qué mecanismos aparece un nuevo

orden?) es un misterio que debe ser develado y no un problema que deba ser explicado

intelectualmente (Lasprilla, 2007). Esta es la razón por la cual el concepto de

emergencia en las ciencias sistémicas es totalmente descriptivo y para nada

explicativo: “…La <<emergencia>> tal como se usa en la ciencia no explica realmente

nada, sólo describe lo que ocurre. La explicación debe residir en algo así como la

categoría de creatividad última de Whitehead, un rasgo de la realidad misma que

explica la emergencia y que en sí mismo no puede ser explicado” (Wilber, 1998, p.

358).

Por otra parte, no está de más recordar que los Maestros de la Espiritualidad siempre

han recalcado que no todo es Karma de Destino, sino que siempre se conserva un

5 Una estructura disipativa es un sistema que surge en situaciones alejadas del equilibrio termodinámico y

que se mantiene como tal gracias a un flujo constante de materia, energía y/o información durante el cual

ella disipa su entropía al medio al tiempo que se alimenta de la negentropía del mismo. Es un “orden

mediante la fluctuación” (en palabras de Prigogine) que se mantiene estable gracias a un flujo constante. 6 Podemos tomar como ejemplo la reacción de Belousov-Zhabotinski (en química) o la inestabilidad de

Benard (en hidrodinámica). 7 “Vivimos en un universo de novedad emergente”, nos recuerda K. R. Popper (citado por K. Wilber en Sexo,

Ecología, Espiritualidad, 1998, p. 64).

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margen de libertad (indeterminación) con el que el individuo puede o no crear Karma

Presente8. Si todo ya estuviese determinado de antemano el libre albedrío fuese una

ilusión creada por la mente, como lo creía Einstein9, y no una realidad.

Ahora bien, debemos tener claro que la indeterminación siempre genera en el sujeto

incertidumbre10, pero no toda incertidumbre es generada por indeterminación. Así

por ejemplo, tenemos que mi desconocimiento de las intenciones ajenas me llevaría a

dudar de si debería o no prestarle una suma de dinero considerable a un conocido del

barrio (¿me pagará o me robará?), pero en la formación de un nuevo cristal en

ambiente natural, yo no puedo saber exactamente la forma periférica que él tendrá

porque, habiendo varias posibilidades (puntos de bifurcación), él escogerá una de

ellas de acuerdo con su propia dinámica y las exigencias del medio (recordar el

“elemento irreductible de indeterminación” de Prigogine).

Teniendo claro los conceptos de indeterminación e incertidumbre podemos decir que

los seguidores de la Interpretación Ontológica del principio de Heisenberg deberían

llamarlo Principio de Indeterminación y, los seguidores de la Interpretación

Gnoseológica, Principio de Incertidumbre. Pero, ¿cuál de las dos interpretaciones es la

correcta? Mi respuesta ante este dilema es que Planck, Einstein y Schrödinger tenían

la razón. Veamos por qué.

Heisenberg enuncia su principio como consecuencia del hecho de que cuando los

físicos experimentales buscaban hallar la posición de una ondícula en estudio

utilizaban una frecuencia fotónico-electromagnética lo suficientemente alta como para

cambiar el momentum (masa por velocidad) de la misma, haciéndola indistinguible. Y,

cuando se interesaban por hallar, en un experimento cualquiera, su momentum

utilizaban una frecuencia fotónico-electromagnética lo suficientemente baja como

para no registrar la posición de la misma. Es decir, que el diseño experimental para

cuantificar una variable excluye inmediatamente la posibilidad de cuantificar la otra,

con el agravante de que ninguna de las dos variables puede tener al cero como

8 El margen de libertad varía de acuerdo con la carga kármica negativa del sujeto, pero siempre queda algo

de él. 9 Einstein pensaba que todo estaba ya dibujado en el lienzo espacio-temporal y que el transcurrir del tiempo

era sólo una ilusión originada por nuestra imposibilidad de observar directamente al mismo de una sola vez.

Explicando a Einstein Gary Zukav nos dice: “Si pudiésemos contemplar nuestra realidad de manera

tetradimensional…. podríamos verlo todo, el pasado, el presente y el futuro con sólo una mirada” (1991, p.

158). 10

Y esta produce un estado de inseguridad afectiva (ansiedad básica de la psicología fenomenológico-

existencial) llamado incerteza. La certeza es la seguridad sensitiva derivada de la certidumbre.

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“número”11 asociado ya que eso equivaldría a tener pleno conocimiento de la otra por

ser ambas inversamente proporcionales y el producto de esta igualdad/desigualdad

( ≥ ) sería cero y no π2

h, como Heisenberg exigía. Esto hace que el conocimiento del

valor numérico de las variables nunca sea exacto sino aproximado, incluida aquella que

nos interesa hallar12.

Como corolario de lo dicho previamente la razón de esta imposibilidad radica en los

diseños experimentales estructurados por individuos cuya operatividad gnoseológica

se encuentra enraizada en el Operacional Formal de Piaget y en muy pocos casos, en la

estructura de consciencia Visión Lógica temprana de Ken Wilber (como era el caso de

David Bohm). Estas estructuras son todavía muy superficiales como para dar una

respuesta definitiva al tema de la substancia de los entes (y las ondículas son entes

microscópicos), para ello se requieren estructuras divinas de consciencia que ningún

físico experimental en estos momentos posee. El ojo de la razón tiene límites

gnseológicos hasta en la fisiosfera (¿qué decir, entonces, de sus límites en la biosfera,

la misma noosfera y la teosfera?), como queda constatado por el principio aquí

estudiado, la complementariedad de N. Bohr, los resultados probabilísticos de las

ecuaciones cuánticas y el descubrimiento reciente de la energía y la materia oscuras

(que indican que los físicos sólo conocen el 1% de la masa/energía que se encuentra

en el universo).

Con base en la Interpretación Ontológica del principio de Heisenberg se ha dado una

explicación un poco equivocada del Efecto Casimir-Polder13, ya que parten de la base

de que por la indeterminación cuántica del tiempo y la energía en el espacio “vacío”

aparecen y desaparecen, en lapsos supremamente cortos, pares de ondículas virtuales.

Los físicos dicen que como en tiempos indefinidamente cortos hay mucha precisión y

11

Es necesario recordar que el cero no es un número, sino la negación del número. Pero ante la

imposibilidad que tuve de expresar la idea en otros términos tuve que valerme de esta expresión

consensual. 12

Lo mismo puede decirse de la energía y el tiempo implicados en la dinámica de una ondícula, ya que la

energía se asocia al momentum y el tiempo a la posición. Por ello estos pares de variables sí pueden

conocerse simultáneamente en un experimento.

13 Es una fuerza ejercida sobre objetos separados a muy cortas distancias debido al diferencial energético del

espacio “vacío” que hay entre ellos y el resto del espacio que los rodea. La corta distancia que llega a haber

entre ellos disminuye o impide (de acuerdo con la distancia) la aparición de ondículas virtuales en ese lugar,

pero no impide la aparición de las mismas en el resto del espacio. Esto hace que las ondículas virtuales del

“resto del espacio” presionen a los objetos para juntarlos. Fue descubierto por los físicos holandeses

Hendrik Burgt Gerhard Casimir y Dirk Polder en 1948. ”En una escala por debajo del micrómetro, esta fuerza

llega a ser tan fuerte que se convierte en la fuerza dominante entre dos conductores neutros. De hecho, en

separaciones de 10 nanómetros, alrededor de cientos de veces el tamaño típico de un átomo, el efecto

Casimir-Polder produce el equivalente de 1 atmósfera de presión (101.3 kPa)” (Tomado de Wikipedia).

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especificación temporal debe haber por lo tanto mucha indeterminación e imprecisión

energética, lo que hace que durante estos lapsos se produzca más energía de la que

puede haber en el universo violándose así el principio de conservación de la energía.

Pero como esto se da “tan rápidamente” el efecto macroscópico neto es la constancia

de la energía, por ello Herman von Helmholtz pudo enunciar este principio. Pero si

tenemos en cuenta lo dicho antes acerca de la Interpretación Ontológica y la presencia

de la materia/energía oscura, ¿por qué mejor no pensar como explicación más

consistente que el inmerso mar de actividad cuántica, debido a las ondículas virtuales,

es sólo una manifestación ostensible de la actividad incesante de la energía oscura?

Así el efecto Casimir-Polder sería el producto de la dinámica energética oscura y no el

resultado de una indeterminación propia de la masa/energía conocida (el 1% del

total).

Lo mismo podría decirse, entre otras cosas, de la explicación que da Stephen Hawking

acerca de la “evaporación de los agujeros negros”.

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