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Primera locomotora, tipo 020, de 1os Ferrocarriles Andaluces. Muyueta de la primera locomotora del Madrid-Aran juez en 1851. Pequeños trenes que repro- ducen máquinas de gran valor histórico, acciones de las pri- meras compañías que explo- [aron el transporte ferrovia- rio español, maquetas, obje- tos, señales, fotografías, his- torias de trenes reales v de pequeños recorridos que pa- recían ilimitados ante la no- vedad de la máquina. Aquí está casi toda la historia de w^ medio de transporte que revolucionó el mundo y dio a la vida de los pueblos otro sentido: el de la rapidez. Es- 31

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Page 1: Primera locomotora, tipo 020, de 1os Ferrocarriles Andaluces. · 2014. 12. 18. · Primera locomotora, tipo 020, de 1os Ferrocarriles Andaluces. Muyueta de la primera locomotora del

Primera locomotora, tipo 020, de 1os Ferrocarriles Andaluces.

Muyueta de la primera locomotora del Madrid-Aran juez en 1851.Pequeños trenes que repro-

ducen máquinas de gran valorhistórico, acciones de las pri-meras compañías que explo-[aron el transporte ferrovia-rio español, maquetas, obje-tos, señales, fotografías, his-torias de trenes reales v depequeños recorridos que pa-recían ilimitados ante la no-vedad de la máquina. Aquíestá casi toda la historia dew^ medio de transporte querevolucionó el mundo y dio ala vida de los pueblos otrosentido: el de la rapidez. Es-

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Page 2: Primera locomotora, tipo 020, de 1os Ferrocarriles Andaluces. · 2014. 12. 18. · Primera locomotora, tipo 020, de 1os Ferrocarriles Andaluces. Muyueta de la primera locomotora del

paña tiene un Museo del Fe-rrocarril. Pequeño, pero llenode documentos y de anécdo-tas de lo que fue a mediadosdel siglo pasado algo así comola fiebre del oro en el Oeste:la fiebre del ferrocarril.

En 1830, cuando el tren, uncoche impulsado por una má-quina y que circulaba por uncarril de «fierroA, llevaba unoscuantos años en Inglaterra, unespañol arriesgado pidió laprimera licencia para ĉons-truir una línea ferroviaria.Una acción emitida por esaprimera compañía se conser-va todavía en el museo comotestimonio de la historia eco-nómica del tren español.

En la estrecha calle de SanCosme y San Damián, en elnúmero 1, se halla el Museodel Ferrocarril. De diez de lamañana a una y media de latarde, de martes a domingo,las puertas del museo seabren gratuitamente al pú-blico.

El ferrocarril significó en elsiglo XIX el aceleramientomás importante en la vida dia-ria de los europeos. A partirde él se produjo más, porquese pudo transportar con ra-pidez y traer materias primasdesde diversos lugares.

Importantes técnicos ingle-ses y franceses vinieron a laPenínsula para conseguir laconcesión y licencia necesa-rias para construir las prime-ras vías.

LOS PRIMEROSVEINTINUEVEKILOMETROS

La historia comienza verda-deramente no con esa prime-ra acción de una compañíaestablecida en 1830, sino conla puesta en marcha del pri-mer ferrocarril: el Barcelona-Mataró. Fue un catalán y fuecon el dinero de las gentes dela provincia como se cons^,truyó el primer trayecto. Lamáquina de vapor se estabaaplicando ya a la industriacatalana de tejidos y el comer-cio necesitaba alcanzar otrasfronteras.

Don José María Roca soli-cita en 1843 un privilegio parala explotación del camino dehierro y se le concede esemísmo año. La «gran compa-ñía española del camino dehierro de Barcelona a Mataróy viceversa, bajo la protecciónde S. M. la Reina madre doñaMaría Cristina» tiene un ca-pital de 20.000.000 de reales yla participación de dos sociosextranjeros, técnicos de ferro-carriles. E1 recorrido total esde 29 kilómetros. El primerbalance de esta empresa, deoctubre de 1845, se conservaen perfecto estado en unasala del museo.

Cuando el primer ferroca-rril circuló por la costa cata-lana, España contaba en totalcon 400 leguas de caminostransitables. Por ellos circu-laban carros, postas, coches,diligencias...; éstas era, másque ningún otro medio, lasdueñas del camino

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MAQUINAS FAMOSASY ALGUNADE TAMAÑO NATURAL,COMO LA 01,QUE TRANSPORTABALOS VI NOS DE JEREZ;DOCUMENTOS,FAROLES, VIASY MEDIOSDE COMUNICACIONPRIMITIVOS.

La diligencia corría largostrayectos y llevaba a los via-jeros de fonda en fonda hastallegar hasta su destino final.Transportaban el correo y lasnoticias de un extremo a otrodel país. Cuando el tren co-menzó a ampliarse, la diligen-cia se aprovechó de él y ha-cía los trayectos ferroviariossobre un vagón especial. Allíviajaban coche, caballos y pa-sajeros, para acortar así lasdistancias. Si el coche iba lle-no, el valor del billete era ma-yor que si iba vacío. La dili-gencia alternó mucho tiempocon el tren, incluso se forina-ron compañías mixtas cuyopunto de partida era casisiempre Madrid.

EL TREN DEL CENTENARIOEl primer tren que circuló

en España por el trayectoBarcelona-Mataró está presen-te en el museo en una repro-ducción en miniatura: la lo-comotora y tres vagones deprimera, segunda y terceraclase. Una copia exacta deltren original se conserva to-davía. La que se hizo para ce-lebrar el centenario del pri-mer tren en 1948.

Como anécdota se recuerdaen la «Historia General de losFerrocarriles Españoles:>, queuna vez pasada la inaugura-ción del Barcelona-Mataró, co-menzaron a aparecer chistesy comentarios sobre el graninvento. Como aquel de unmédico ilustre, el doctor Ami-gó, que lo tachó de nefastoalegando que los gases queproducía la locomotora erande carácter tóxico y que «eltraqueteo producido por eltren sería causa de frecuen-tes enfermedades nerviosas».

LAS PRIMERAS VIASDespués de pasar, a la en-

trada, los faroles de cola delcoche-salón de Alfonso XIII,se llega a la sala de ínstala-ciones fijas. Allí se exhibe elsistema de vías sobre el quehizo su recorrido el primertren español. Los tipos de víahan evolucionado, y lo habíanhecho ya en el resto de Euro-pa cuando se inició el Barce-lona-Mataró. Para éste se ins-talaron carriles de doble ca-beza apoyados en traviesas demadera y asegurados con untrozo de este material. Unavez gastada la superficie dela vía, se le daba vuelta paraaprovechar así los dos lados.

En cuanto a la anchura devía, una Real Orden del 24 dediciembre de 1844 determinóque fuese de seis pies caste-llanos, es decir, 1,6716 metros.En los demás países vecinos,en general, se había adoptadola vía estrecha, de 1,45 metros.Francia inauguró su primertrayecto en 1837, el París-St.Germain, con un ancho de1,45 metros; pero los inglesesllegaron a utilizar una vía de2,15 metros, que después de-secharon. Era la época en queBélgica comenzaba la cons-trucción de sus caminos dehierro, concediendo todos losprivilegios al Estado, caso es-pecial en aquel tiempo en laadministración de los ferro-carriles europeos.

SEi^ALESY ENCLAVAMIENTOS

Las primeras formas de se-ñalización para los trenes fue-ron las distintas posiciones delos brazos del hombre. Luegose construyeron señales dediscos, redondas y cuadradas,y por último señales lumino-sas: faroles y semáforos. Lasque se conservan en el museoproceden de las distintas com^pañías que funcionaron en laPenínsula antes de que el fe-rrocarril español se unificaseen la Red Nacional. Los encla-vamientos, un sistema pararelacionar las señales, las agu-jas y otros aparatos para con-trol del tránsito de los trenes,no son de origen muy antiguo.En el museo se conserva unsistema que inventó, a finalesdel siglo XIX, un español, donLeonardo Torres Quevedo. E1s i s t e m a se utilizó pocotiempo.

PRIMITIVOS MEDIOSDE COMUNICACIONFERROVIARIA

Hasta que Morse no inven-tara su telégrafo, se utilizaronen toda Europa distintos apa-ratos que permitían emitir se-ñales de una estación a otra.En Cataluña se utilizó el Jou-selin, un aparato francés quepermitía comunicar una esta-ción con la anterior y la si-guiente. Sólo tenía capacidadpara emitir veinte mensajes:«Auxilio, Vuelta a Villanueva,Detenga tren».

E1 Breguet fue otro aparatosemejante, que también seutilizó en España, algunas ve-ces alternando con el Morse.Se diferencia del Jouselin enque su capacidad de transmi-sión de mensajes es ilimitada.

Junto con estos sistemas, enel museo se conservan mode-los de distintos tipos de telé-fonos, casi todos fabricadospor Ericsson. Por último, fueel Morse el que se impuso. Enla sala más grande está lamesa con dos transmisores ydos receptores, que funcionómucho tiempo en la estaciónde Córdoba. Como pieza cu-riosa, se exhibe también untelégrafo portátil.

EL TREN DE LA FRESA

La capital no tardó muchotiempo en construir y hacerfuncionar su primer ferroca-rril. El marqués de Salaman-ca consigue en 1846 un RealPrivilegio para establecer elMadrid-Aranjuez, «el tren dela fresa», inaugurado contodo esplendor el 9 de octu-bre de 1851. Ese día, un vagónreai y dos coches, arrastrados

Magueta de coche imperiat de terraza de 1912. Ferrocarril del Norte.

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Vitrina, cuadros y sillas del

por la «Isabel II», llevó a losReyes desde la estación deAtocha hasta el interior delpalacio real de Aranjuez porunas barras instaladas a tra-vés de los jardines y de laPuerta de las Damas, hastallegar casi a la escalera prin-cipal de la casa regia. Cuentala fama del marqués de Sala-manca que esas barras puestasen palacio fueron de plata pu-ra. El recorrido del tren dura-ba hora y media y se hacía

Carril de dos eabezas que f ueel primero utilizado en Españaen la Iír2ea Barcelona-Mataró.

Bombos utilizados para sortearlas amortizaciones de los prime-

ros ferrocarriles.

coche-salón del Rey Alfonso XIII.

parando en muchos pueblosintermedios. Desde el comien-zo fue a los viajeros a los quese dio mayor importancia porparte de la empresa, porqueresultaban más rentables queel transporte de mercancías.

Una locomotora reproduci-da por manos expertas a esca-la minúscula representa esasegunda máquina que circulópor tierras de Castilla y dioa Madrid su primer ferroca-rril.

Uno de los primeros teléfonos utiliza-dos en las estaciones.

Estanterías con faroles, teléfonos, etc,de los primeros tiempos del ferrocarril.

UN VAGON DE VERANOUna pieza curiosa del museo

es la maqueta de un vagónque circuló por tierras de Le•vante tirado por una locomo-tora de vapor. Se trata de uncoche con bancos al aire li-bre, un vagón con terraza quesólo pudo circular en un cli-ma como el de Levante. Enla misma sala donde se exhí-be hay fotografías muy anti-guas de los distintos tipos decoches que se utilizaron en elsíglo pasado, todos traídos delextranjero, entre ellos uno detercera clase, sin pasillos: elvagón real de Isabel II, y unafoto que recuerda la inaugu-ración del primer coche-camaentre Madrid y Lisboa. Tam-bién un primitivo sistema decalefacción, que consistía entanques de metal que se Ile-naban de agua caliente cadacierto tiempo, librando delfrío a los viajeros.

LOS PRIMEROSTRENES ELECTRICOS

En la sala contigua a aque-Ila donde se exhiben las seña-les y las fotografías históri-cas, se conserva en una vitri-na una colecciór. de medallasconmemorativas de la histo-ria del ferrocarril español.También muebles del tren realde Alfonso XIII y el reloj queseñaló la hora de salida delBarcelona-Mataró.

Una maqueta colocada enel centro de la sala representala primera locomotora eléc-trica que circuló por vías es-pañolas, haciendo el recorridoGérgal-Santa Fe, de la líneaLinares-Almería, en 1911. Y enotra se reproduce el puerto dePajares, de Asturias, en el queel tren español de vapor tuvoque pasar verdaderas odiseas..

El puerto de Pajares, consetenta y dos túneles y 49 ki-lómetros de recorrido, teníaque atravesarse parando con-tinuamente. A1 llegar al pasode La Perruca, los viajeros yel personal presentaban sínto-mas de asfixia. En realidad,por allí circulaba un tren demineral con algunos pasaje-ros, ,y tepía que llevar siem-pre dos máquinas en cabezav una en cola. En razón de to-dos los problemas que presen-taba, el puer.to de Pajares fueel segundo tramo ferroviarioque se electrificó en Españaen 1924.

LA GRAN Ol DE ANDALUCESEn la sala más grande del

museo está la única pieza pe-sada de tamaño natural queen él se guarda. Se trajo almuseo porque debido a su ta-maño y tipo de construcción sepodía armar dentro de la sala.La O1 de los ferrocarriles deAndalucía es una locomotora-ténder- que se empleó pa-ra el transporte de los vinosde Jerez. Es una máquina demaniobras que hacía su reco-rrído entre las bodegas de Je-rez y la estación y el Puertode Santa María; en su épocaera Ilamada «el u r b a n o deJerez».

En esta sala hay, además,maquetas de diferentes tiposde máquinas, locomotoras, fe-rrobuses, sistemas de circula-ción y documentos.

LAS PRIMERAS,TODAS EXTRANJERAS

España no construyó sus lo-comotoras hasta el año 1900,y entonces lo hizo con mate-rial extranjero. En el museose conserva una fotografía dela primera locomotora cons-truída en el país por la Maqui-nista Terrestre y Marítima deBarcelona y la maqueta de lapenúltima locomotora c o n s-truida por la m i s m a com-pañía.

La RENFE conserva algu-nos modelos de esas locomo-toras anteriores a 1900, im-portadas de diversos países.Las placas con sus nombressé exhiben en la s a 1 a másgrande. Entre ellas destacantres incripciones en ruso: porencargo, en 1870.

LO QUE NO SE PUEDE VEREI pequeño museo ferrovia-

rio es un sitio obligado paralos amantes de la Historia. Notodas las piezas son origina-les, pero pueden contar episo-dios de la vida del tren espa-ñol de vía ancha, pionero deltransporte acelerado.

En un futuro, cuando se dis-ponga de instalaciones pro-pias y de espacio suficiente,la RENFE podrá enseñar ensu museo más de treinta lo-comotoras que tiene en inven-tario y que son piezas de mu-cho interés. En Cuenca está,por ejemplo, la reproduccióndel Barcelona-Mataró, el trendel centenario al que antesnos hemos referido.

En Alcázar de San Juan seconservan modelos de auto-motores antiguos de las fir-mas Ganz, Maybach y Re-nault. La «Pucheta», una má-quina construida por Sharpen 1887,se conserva en Logro-ño; perteneció al ferrocarrilde Triano, a la línea por don-de ba,ja el mineral de hierroa la ría de Bilbao.

Además existen en reser-va varios coches Harland delaño 1878, con «boggie» de ma-dera, tipo americano. Un «con-tainer» de la casa de trans-portes Ayxela, de Barcelona,y Marsans, de Igualada. Unautomotor de vapor y variostipos de máquina y ténder, yvarias máquinas de las prime-ras construidas en España.

La historia del ferrocarrilespañol es importante, y conella lo son los objetos y do-cumentos que la atestiguan.

EI Barcelona-Mataró quedóatrás, allá en Cataluña, consus 29 kilómetros de recorrida.Los ferrocarriles q u e hoycirculan serán Historia maña-na. Los que permitieron reco-rrer grandes distancias y co-municar con rapidez a loshombres del siglo pasado sonya Historia en el pequeño mu-seo de la calle San Cosme ySan Damián, en el número 1.n ANA CRISTINA NAVARRO.

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