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DOCTOR EN CASA | 17 | junio 2008 POR PERLA GRACIANO DOCTOR EN CASA A l hablar de poliomielitis, sarampión, rubéola o té- tanos, de inmediato viene a nuestra mente la etapa de la infancia, como si recordáramos viejos monstruos que un día una car- tilla de vacunación prometió que no nos dañarían. Pero la mayoría de estas enfermedades no son sólo temores in- fantiles, ni atacan exclusivamente a los niños. Algunas se pueden presentar en la edad adulta, en personas que no fueron inmunizadas en una etapa tem- prana de su vida, llegando a causarles complicaciones. Una de estas enfermedades es la rubéola, una infección viral que ataca principalmente durante la infancia. “Generalmente se considera benigna, pero en las mujeres embarazadas es peligrosa, sobre todo durante el primer trimestre del embarazo, pues produce daños al feto” es lo que nos menciona el doctor Jesús de Lara Huerta, Pe- diatra especializado en Infectología, quien con su experiencia como Jefe de la Sala de Infectología del Hospital Infantil Universitario, nos habla acerca de este tema. “La rubéola es una de las enferme- dades que producen exantemas (erup- ción) y se confunde fácilmente con el sarampión. De hecho también se le conoce como sarampión alemán, por- que si los comparamos en el momento en que ambos están brotando, sus manifestaciones son iguales”. El doc- tor De Lara aclara que el sarampión es mucho más grave que la rubéola, pues en esta última el paciente no decae de manera importante y no existe fiebre alta. “Otra enfermedad que en su inicio se puede confundir con la rubéola es la escarlatina, sin embargo en el curso de estas enfermedades se presentan otros síntomas, con los cuales pode- mos diferenciarlas”. ADiviNA, ADiviNADOR... Sintomatología de la Rubéola Al tener antecedentes de haber con- vivido con una persona que padece de rubéola, estos son las señales con las que podemos identificar que la enfermedad también se encuentra en nuestro organismo: Después de dos semanas de haber estado en contacto con el enfermo, se presentan molestias de un cuadro gripal ligero. Al segundo día empiezan a aparecer manchas rojizas pequeñas en cara, las cuales se van extendiendo al tórax y después a los miembros. Los exantemas o ronchas no provo- can comezón, y a los 3 ó 4 días desa- parecen sin dejar despellejamiento ni manchas. Cuando aparecen las erupciones, crecen los ganglios, sobre todo los re- trocervicales y retroauriculares y entre más edad tenga el paciente, se intensi- fica el crecimiento y el dolor. En el adulto y en el adolescente, una vez que aparecen las ronchas, también pueden inflamarse las articulaciones. Rodillos, codos y tobillos molestan al momento de caminar. Los niños no presentan este síntoma. En el sarampión aparecen ronchas que al principio son muy parecidas a las provocadas por la rubéola, pero cuando el médico realiza una revisión en la cara interna de la boca del niño, encuentra un enantema, una mancha blanca rodeada de un círculo rojo. En la rubéola únicamente aparecen ronchas externas o exantemas; además en el sarampión las marcas se vuelven de color café y al final de la enfermedad que dura alrededor de 8 a 10 días, toda la piel del paciente empieza a despelle- jarse de forma muy fina. La escarlatina inicia con una infec- ción muy fuerte en la garganta, fiebre muy elevada, aparecen ronchas como en la rubéola, pero se forman placas rojas completas cubriendo la cara, sin aparecer alrededor de la boca. Al despellejamiento se le nombra “dedo de guante”, ya que se despelleja prin- cipalmente toda la palma de las manos y las plantas de los pies. Tú lA TRAES Formas comunes de contagio La rubéola se presenta principalmente durante las estaciones de invierno y primavera, y es una infección que se transmite normalmente a través de las vías respiratorias. El periodo de incubación de la enfermedad es de dos semanas, después de este tiempo aparecen las erupciones. La rubéola es contagiosa 2 días antes del brote, cuando la mayo- ría de los pacientes aún no se han dado cuenta que está en su organismo, y sigue siendo contagiosa durante una semana más. Hay un caso en donde no aparecen erupciones, sin embargo el contagio es latente en personas susceptibles. Esta excepción se da cuando un bebé es contagiado mientras está recibiendo seno materno o dos meses después de haber terminado su alimentación por este medio. En este caso, la ma- dre inmunizada otorga anticuerpos al bebé, protegiéndolo parcialmente. La rubéola se presenta de manera muy benigna en el bebé, el cual se infecta manifestando un cuadro gripal pero sin erupción. Esta protección no garantiza la inmunidad, por eso cuando el niño llega al año de edad tiene que recibir la vacuna. El contagio se produce a través de pequeñas gotitas de saliva que el infectado expele al toser o estornu- dar, consecuencia del cuadro gripal que presenta. Otra forma de contagio ocurre al beber del mismo vaso de la persona infectada. Existe otro tipo de transmisión que involucra a las mujeres embarazadas y al feto. Ocurre cuando la mujer no inmunizada adquiere la enfermedad y contagia al producto, ocasionán- dole diferentes daños de acuerdo al tiempo de gestación en el que se encontraba cuando ocurrió el contagio. No existe un tratamiento específico cuando un paciente con- Primavera e invierno son estaciones idóneas para la rubéola, la cual, ya es contagiosa desde dos días antes del brote Se considera benigna, pero en las mujeres embarazadas es peligrosa” Dr. Jesús de Lara Huerta Pediatra especializado en Infectología Las vías respiratorias es el conducto común de contagio

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DOCTOR EN CASA | 17 | junio 2008

POR PERLA GRACIANODOCTOR EN CASA

Al hablar de poliomielitis, sarampión, rubéola o té-tanos, de inmediato viene a nuestra mente la etapa

de la infancia, como si recordáramos viejos monstruos que un día una car-tilla de vacunación prometió que no nos dañarían. Pero la mayoría de estas enfermedades no son sólo temores in-fantiles, ni atacan exclusivamente a los niños. Algunas se pueden presentar en la edad adulta, en personas que no fueron inmunizadas en una etapa tem-prana de su vida, llegando a causarles complicaciones.

Una de estas enfermedades es la rubéola, una infección viral que ataca principalmente durante la infancia. “Generalmente se considera benigna, pero en las mujeres embarazadas es peligrosa, sobre todo durante el primer trimestre del embarazo, pues produce daños al feto” es lo que nos menciona el doctor Jesús de Lara Huerta, Pe-diatra especializado en Infectología, quien con su experiencia como Jefe de la Sala de Infectología del Hospital Infantil Universitario, nos habla acerca de este tema.

“La rubéola es una de las enferme-dades que producen exantemas (erup-ción) y se confunde fácilmente con el sarampión. De hecho también se le conoce como sarampión alemán, por-que si los comparamos en el momento en que ambos están brotando, sus manifestaciones son iguales”. El doc-tor De Lara aclara que el sarampión es mucho más grave que la rubéola, pues en esta última el paciente no decae de manera importante y no existe fiebre alta. “Otra enfermedad que en su inicio se puede confundir con la rubéola es la escarlatina, sin embargo en el curso de estas enfermedades se presentan otros síntomas, con los cuales pode-mos diferenciarlas”.

ADiviNA, ADiviNADOR...Sintomatología de la Rubéola

Al tener antecedentes de haber con-vivido con una persona que padece

de rubéola, estos son las señales con las que podemos identificar que la enfermedad también se encuentra en nuestro organismo:

Después de dos semanas de haber estado en contacto con el enfermo, se presentan molestias de un cuadro gripal ligero. Al segundo día empiezan a aparecer manchas rojizas pequeñas en cara, las cuales se van extendiendo al tórax y después a los miembros.

Los exantemas o ronchas no provo-can comezón, y a los 3 ó 4 días desa-parecen sin dejar despellejamiento ni manchas.

Cuando aparecen las erupciones, crecen los ganglios, sobre todo los re-trocervicales y retroauriculares y entre más edad tenga el paciente, se intensi-fica el crecimiento y el dolor.

En el adulto y en el adolescente, una vez que aparecen las ronchas, también pueden inflamarse las articulaciones. Rodillos, codos y tobillos molestan al momento de caminar. Los niños no presentan este síntoma.

En el sarampión aparecen ronchas que al principio son muy parecidas a las provocadas por la rubéola, pero cuando el médico realiza una revisión en la cara interna de la boca del niño, encuentra un enantema, una mancha blanca rodeada de un círculo rojo. En la rubéola únicamente aparecen ronchas externas o exantemas; además en el sarampión las marcas se vuelven de color café y al final de la enfermedad que dura alrededor de 8 a 10 días, toda la piel del paciente empieza a despelle-jarse de forma muy fina.

La escarlatina inicia con una infec-ción muy fuerte en la garganta, fiebre muy elevada, aparecen ronchas como en la rubéola, pero se forman placas rojas completas cubriendo la cara, sin aparecer alrededor de la boca. Al despellejamiento se le nombra “dedo de guante”, ya que se despelleja prin-cipalmente toda la palma de las manos y las plantas de los pies.

Tú lA TRAESFormas comunes de contagio

La rubéola se presenta principalmente durante las estaciones de invierno y

primavera, y es una infección que se transmite normalmente a través de las vías respiratorias.

El periodo de incubación de la enfermedad es de dos semanas, después de este tiempo aparecen las erupciones. La rubéola es contagiosa 2 días antes del brote, cuando la mayo-ría de los pacientes aún no se han dado cuenta que está en su organismo, y sigue siendo contagiosa durante una semana más.

Hay un caso en donde no aparecen erupciones, sin embargo el contagio es latente en personas susceptibles. Esta excepción se da cuando un bebé es contagiado mientras está recibiendo seno materno o dos meses después de haber terminado su alimentación por este medio. En este caso, la ma-dre inmunizada otorga anticuerpos al bebé, protegiéndolo parcialmente. La rubéola se presenta de manera muy benigna en el bebé, el cual se infecta

manifestando un cuadro gripal pero sin erupción. Esta protección no garantiza la inmunidad, por eso cuando el niño llega al año de edad tiene que recibir la vacuna.

El contagio se produce a través de pequeñas gotitas de saliva que el infectado expele al toser o estornu-dar, consecuencia del cuadro gripal que presenta. Otra forma de contagio ocurre al beber del mismo vaso de la persona infectada.

Existe otro tipo de transmisión que involucra a las mujeres embarazadas y al feto. Ocurre cuando la mujer no inmunizada adquiere la enfermedad y contagia al producto, ocasionán-dole diferentes daños de acuerdo al tiempo de gestación en el que se encontraba cuando ocurrió el contagio.

No existe un tratamiento específico cuando un paciente con-

Primavera e invierno son estaciones idóneas para la rubéola, la cual,ya es contagiosa desde dos días antes del brote

“Se considera benigna, pero

en las mujeres embarazadas es

peligrosa”Dr. Jesús de Lara Huerta

Pediatra especializado en Infectología

Las vías respiratorias es el conducto común de contagio

NO sólO juega