Me gusta ir al pediatraCmo lo han conseguido mis padres?

Autora y direccin pedaggicaCristina Garca Pedagoga, educadora y terapeuta. Espe-cialista en infancia, orientacin familiary educacin emocional. Dedicada aorientar a padres desde el momento delembarazo para que guen desde el amory no desde el miedo.

Licenciada en Pedagoga por la Universidad de Barcelona(Espaa), Tcnica en Educacin infantil, formada en PsicologaHumanista Gestalt de adultos y en Tcnicas de Psicodiagnsticoinfantil y Tcnicas Gestlticas aplicadas a la Infancia por elequipo de Loretta Cornejo. Autora del libro Ser padres y ma-dres Dnde est el manual de instrucciones? de Edkame. Hadesarrollado varios talleres de Acompaamiento emocional du-rante el embarazo. Autora

Natalia RamosLicenciada en Medicina por la Universi-dad de Valladolid. Doctora en Medicinapor la Universidad de Alcal. Especialistaen Pediatra. Subespecialidad CuidadosIntensivos Peditricos (Hospital Ramn yCajal. Madrid). Pediatra Intensivista Hos-pital Virgen de la Salud (Toledo).

ISSN: 2339-854X Edkame Servicios y contenidos educativos S.L.- 3 -

QU ES EDKAMESoluciones para educar jugandoA travs de juegos y actividades los padres junto a sushijos aprenden a resolver situaciones tpicas de la infancia:asumir hbitos y rutinas beneficiosas, y potenciar el buendesarrollo emocional del nio. Somos especialistas enpedagoga, educacin emocional, familia y desarrollo infan-til. Ayudar a madres y padres, maestros y educadores esnuestra misin.Qu hacemos? Ofrecemos herramientas a los padres y maestros, comolas nuestra Revista Digital, para ayudar a superar las tpi-cas fases o situaciones infantiles. Resolvemos dudas sobre cules son las necesidades quelos nios tienen a cada edad: necesidades emocionales,motrices, de aprendizaje, intelectuales, sociales... Ayudamos a los padres para que comprendan las con-ductas de sus hijos y sepan cmo ayudarles a crecer desdeel amor y los lmites. Fomentamos la importancia del vnculo afectivo entrepadres e hijos a travs del mundo emocional, la inteligencia e imaginacin de nuestros nios y nias.Por qu lo hacemos?Porque creemos en un mundo mejor y sta es nuestrapequea aportacin, para que los nios de hoy se convier-tan en adultos del maana con buena autoestima, sabiendoidentificar y gestionar lo que sienten, que sepan valerse pors mismos y ser responsables de sus acciones gracias a quesus padres y educadores aprendieron a orientarles desdeel amor, con pautas claras, lmites y desde la entrega incon-dicional. - 4 -

NDICE DE CONTENIDOSQU ES EDKAME................................................................................4

PRLOGO, POR CARLOS GONZLEZ.................................6

CAPTULO 1:QU SABER.....................................................8NUESTRO AMIGO EL PEDIATRA.................................................9MIEDOS Y PREOCUPACIONES MS HABITUALES SOBRE LAS VISITAS MDICAS...................................................12LA EXPRESIN EMOCIONAL POR QU LLORA? .........................................................................14REACCIONES DESPROPORCIONADAS ...................................17CAPTULO 2: QU PUEDEN HACER LOS PADRES .......22QU DEBEMOS EVITAR................................................................23CMO HACER LAS VISITAS AGRADABLES...........................25QU HACER ANTES DE LA VISITA MDICA ........................28QU HACER DURANTE LA VISITA MDICA ........................29QU HACER DESPUS DE LA VISITA MDICA ...................32EL MANEJO EMOCIONAL DEL NIO ENFERMO ....................................................................34QUE EL NIO PARTICIPE DE LA ENFERMEDAD...............38ANEXO: LAS CONSULTAS PEDITRICAS.........................39TIPOS DE CONSULTAS PEDITRICAS.....................................40CMO ES UNA CONSULTA...........................................................43

PRLOGOMuchos nios pequeos lloran cuando van al mdico. Susmotivos tendrn.Es responsabilidad de nosotros, los mdicos, intentar nohacerles llorar. Recurriendo al juego, a la broma, a la distrac-cin, para crear un buen ambiente. Evitando en lo posible lasmaniobras molestas e invasivas (ese maldito palo en la gar-ganta!). Sobre todo, pidiendo permiso al nio para acercarnos,para tocarlo. Un permiso que no se pide con la palabra, sinocon el gesto, acercndonos lentamente, parndonos antes detocar, esperando su respuesta y respetando su negativa.Con paciencia y respeto es posible conseguir que losbebs ms pequeos no lloren casi nada. Es necesario, porsupuesto, que su madre est a su lado, sonrindole, murmu-rndole o acaricindole. Tpicamente, desde los primerosdas, el beb pide permiso a su madre para dejarse tocar porel mdico: en ese momento en que el mdico pide permiso albeb, en que acerca la mano y la detiene a unos centmetrosde su piel, el beb mira a su mam, esperando instrucciones.Si fuera un perro, una serpiente, un asesino en serie el que seacerca de ese modo, la madre pondra cara de angustia, y elbeb rompera a llorar. Cuando se trata del mdico, la madrehabitualmente sonre, dice unas palabras de aliento, y el bebvuelve a mirar al mdico, sonre y se deja tocar.Ahora bien, a partir de ms o menos los ocho o nuevemeses, y hasta ms o menos los dos o tres aos, casi todos losnios lloran, siempre, hagas lo que hagas. Les hago mil mone-ras con mi inseparable mono de peluche, le digo a la madreque lo desnude sobre su regazo y no en la camilla, ausculto a- 6 -

la madre, al padre y hasta al mono de peluche en presenciadel nio, caliento la campana del fonendo, me aparto con fin-gido temor y me vuelvo a acercar con ostentosa precaucin...pero en el mejor de los casos apenas consigo un silencio des-confiado, una respiracin entrecortada al borde del pnico.Muchos nios de esa edad estn sencillamente llorando desdeque entran por la puerta hasta que vuelven a salir.Qu se puede hacer? Ante todo, respetarlos. No burlarse,no reirles, no tratarles como si fueran raros o anormales. Re-conocer que tienen motivos para llorar y derecho a hacerlo.Que no son nios malcriados, ni caprichosos, ni temerosos, nicon problemas psicolgicos ni emociones mal gestionadas,sino sencillamente nios, nios pequeos que lloran ante laspersonas y situaciones que les atemorizan. Dejarn de hacerlo,con el tiempo, hacia los tres aos, no porque les hemos edu-cado, sino porque han crecido. Segundo, no tomarnos tampocosu llanto como una ofensa personal, como una denuncia denuestra incapacidad. No hemos hecho nada malo, ni como pa-dres ni como mdicos, no es que "no hemos sabido educarle"o que "no le damos suficiente seguridad"; simplemente es quetiene ao y medio, y a esta edad son as, y punto. Tercero, y msimportante, no llevarlo al mdico sin necesidad. Cuntos niosen el mdico por unos mocos o una tos sin importancia (y sintratamiento), o por nada, por nada en absoluto. Nios sanos enel mdico, llorando desesperados. Para nada.Carlos Gonzlez

Licenciado en Medicina por la Universidad Autnoma de Barcelona(Espaa), se form como pediatra en el Hospital de Sant Joan de Dude esta ciudad. Autor de varias obras y best sellers, como: Mi nio nome come (2002) traducido a diferentes lenguas, Entre tu pediatra y t(2010), Bsame mucho y Creciendo juntos (2013). Est casado, tiene treshijos (que ahora ya comen y ya duermen).

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CAPTULO 1:QU SABER

NUESTRO AMIGO ELPEDIATRACristina Garca, PedagogaPara el nio pequeo, el pediatra es una persona des-conocida o poco conocida, que le hace cosas extraasen un lugar con mobiliario y objetos extraos. No sedirige a l con excesivo afecto ni gran simpata para jugar, nipara ganarse su cario, ni para arrancarle miles de sonrisas.Sino para mirarle y tocarle como nadie ms lo hace: le aprietaen lugar de acariciarle, le hace movimientos bruscos que novienen a cuento de ningn juego, le abre la boca para meterlealgo spero y desagradable, le mira las orejas por dentro y losojos de forma extraa, etc. Y todo ello sin ropa, sin canciones,sin mimos y sin juguetes. - 9 -

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