present de kath

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Lo que les pasa a las mujeres” Te odio, me amas, te amo, me odias... "¡Ay, cómo odio que no me ames! Por eso te amo“ Pareja #1) Él es Leonel, ella Gabriela. Pareja #2) Él lleva por nombre Paul, ella Paulina. Pareja #3) Él se hace llamar Román, ella Alexia. Ellos mueren por ellas. Ellas "sienten algo" por ellos. Ellos "son muy lindos" y tienen detalles que, en otra situación que no fuera digna del proceso del enamoramiento, criticarían, tacharían de cursis y se mofarían de aquel que osó realizar tal desfachatez. Pero en ese momento no les importa; están enamorados, cada uno en diferente tiempo, de diferente chica y tal vez en diferente modo, pero con la misma intensidad. Porque sus ojos brillan cada vez que las ven llegar; porque sus corazones palpitan más rápido cuando escuchan sus voces; porque, como diría Bryan Adams con pésimo acento español: todo lo que hacen, lo hacen por ellas. Y a ellas simplemente les vale madre. Porque, ¿qué sería de una obra sin los personajes secundarios? Claro, no olvidemos que esto es ficticio y que requiere que aparezcan los villanos... aunque para ellas no sea así... con ustedes: Tomás, Samuel y Abraham. Leonel, de 18 años, se desvive por Gaby, de 17. La invita a salir, le paga todo, quiere regalarle el mundo. Él la ama. Ella lo "adora porque es bien lindo"... pero desde que llegó Tomás, ella está "confundida" y no sabe qué hacer... porque, Tomás podrá ser un cabrón hijo de la chingada, pero existe un detalle que la vuelve loca: tiene 22 años. Vaya, difícil decisión: por un lado tenemos a Leonel que le ha dicho a Gaby que la ama, pero por el otro está Tomás que hace lo suyo: ser un gandalla de último semestre de universidad. El final es inminente: el amor no ganó... no esta vez... un corazón destrozado en manos de una confundida chica. Paul, de 20, llevó su creatividad a extremos. ¿Por qué? "Por quién", sería la pregunta correcta. Y la respuesta, no tan acertada para él, sería Paulina, también de 17. Todo comenzó... ¿cuándo comenzó? Mentiría si lo dijera... pues fue un día común y corriente, cuando el resto del sexo masculino hablaba de hazañas y conquistas dignas de la manada de sementales que no son (ni serán); Paul simplemente callaba y miraba fijamente a sus amigos, mientras pensaba en Paulina... y su mirada lo delató y tuvo que confesar: estaba loco por ella... y lo mejor de todo era que ella parecía corresponder... si un par de besos y miradas de amor no son correspondencia, entonces "que venga Dios y lo vea", como dice Paco González en FIFA 2005. / Así pasan los días... entre lo que sucede cuando una persona quiere y la otra hace como que también... besos, abrazos, caricias, detalles, postres, flores tal vez... y todo va en ascenso. Y llegó Samuel... y provocó un descenso más doloroso que el de la Jaiba Brava del Tampico-Madero a la Segunda División. Paul no se dio por vencido... pero al mal tiempo hay que darle prisa... ¿o cómo era?... el caso es que a Paulina le dio por hacer caso al tiempo, sí, pero al tiempo que le lleva recorrido Samuel (tanto en años como en kilometraje), y eso es precisamente lo que la vuelve loca; todo eso que atrae a este tipo de féminas de las que estoy hablando: el que sea tan mayor que ella, el que ya tenga novia, el que no muera por ella... oh, sí... toda esa gama de detalles que inexplicablemente provocaron que Paul se "pusiera las pilas" y echara a andar eso que le sobra: creatividad. Y la noche llegó: Paul se esmeró con una cena digna de chef, un leal mesero (de bajo presupuesto pero alto esmero), mesa para dos, luces de ornamenta, la mejor selección de baladas románticas, velas en la oscuridad y un sinfín de pétalos de rosa que mostraban el camino al lugar donde Paulina habría de presenciar todo aquello que Paul tenía que declararle y que ella ya conocía: su amor por ella. Amén de los lectores que en este momento deberán estar diciendo "¡cueeerooo!", las cosas no fueron ni 50% favorables... ¿pero qué estoy diciendo? ¿acaso en el amor las cosas pueden ser "medio buenas"? La respuesta dolió... pero es que ¿quiénes somos nosotros para juzgar lo que Paulina quiere? Así es: no somos nadie. Somos un montón de morbosos que no comprendemos que Paulina quiere sufrir. Adelante, niña. Samuel es una excelente opción para lo que buscas.

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Page 1: Present De Kath

“Lo que les pasa a las mujeres”

• Te odio, me amas, te amo, me odias... • "¡Ay, cómo odio que no me ames! Por eso te amo“

• Pareja #1) Él es Leonel, ella Gabriela.•

Pareja #2) Él lleva por nombre Paul, ella Paulina.•

Pareja #3) Él se hace llamar Román, ella Alexia.•

Ellos mueren por ellas. Ellas "sienten algo" por ellos. Ellos "son muy lindos" y tienen detalles que, en otra situación que no fuera digna del proceso del enamoramiento, criticarían, tacharían de cursis y se mofarían de aquel que osó realizar tal desfachatez. Pero en ese momento no les importa; están enamorados, cada uno en diferente tiempo, de diferente chica y tal vez en diferente modo, pero con la misma intensidad. Porque sus ojos brillan cada vez que las ven llegar; porque sus corazones palpitan más rápido cuando escuchan sus voces; porque, como diría Bryan Adams con pésimo acento español: todo lo que hacen, lo hacen por ellas. Y a ellas simplemente les vale madre. Porque, ¿qué sería de una obra sin los personajes secundarios? Claro, no olvidemos que esto es ficticio y que requiere que aparezcan los villanos... aunque para ellas no sea así... con ustedes: Tomás, Samuel y Abraham.

• Leonel, de 18 años, se desvive por Gaby, de 17. La invita a salir, le paga todo, quiere regalarle el mundo. Él la ama. Ella lo "adora porque es bien lindo"... pero desde que llegó Tomás, ella está "confundida" y no sabe qué hacer... porque, Tomás podrá ser un cabrón hijo de la chingada, pero existe un detalle que la vuelve loca: tiene 22 años. Vaya, difícil decisión: por un lado tenemos a Leonel que le ha dicho a Gaby que la ama, pero por el otro está Tomás que hace lo suyo: ser un gandalla de último semestre de universidad. El final es inminente: el amor no ganó... no esta vez... un corazón destrozado en manos de una confundida chica.

• Paul, de 20, llevó su creatividad a extremos. ¿Por qué? "Por quién", sería la pregunta correcta. Y la respuesta, no tan acertada para él, sería Paulina, también de 17. Todo comenzó... ¿cuándo comenzó? Mentiría si lo dijera... pues fue un día común y corriente, cuando el resto del sexo masculino hablaba de hazañas y conquistas dignas de la manada de sementales que no son (ni serán); Paul simplemente callaba y miraba fijamente a sus amigos, mientras pensaba en Paulina... y su mirada lo delató y tuvo que confesar: estaba loco por ella... y lo mejor de todo era que ella parecía corresponder... si un par de besos y miradas de amor no son correspondencia, entonces "que venga Dios y lo vea", como dice Paco González en FIFA 2005. / Así pasan los días... entre lo que sucede cuando una persona quiere y la otra hace como que también... besos, abrazos, caricias, detalles, postres, flores tal vez... y todo va en ascenso. Y llegó Samuel... y provocó un descenso más doloroso que el de la Jaiba Brava del Tampico-Madero a la Segunda División. Paul no se dio por vencido... pero al mal tiempo hay que darle prisa... ¿o cómo era?... el caso es que a Paulina le dio por hacer caso al tiempo, sí, pero al tiempo que le lleva recorrido Samuel (tanto en años como en kilometraje), y eso es precisamente lo que la vuelve loca; todo eso que atrae a este tipo de féminas de las que estoy hablando: el que sea tan mayor que ella, el que ya tenga novia, el que no muera por ella... oh, sí... toda esa gama de detalles que inexplicablemente provocaron que Paul se "pusiera las pilas" y echara a andar eso que le sobra: creatividad. Y la noche llegó: Paul se esmeró con una cena digna de chef, un leal mesero (de bajo presupuesto pero alto esmero), mesa para dos, luces de ornamenta, la mejor selección de baladas románticas, velas en la oscuridad y un sinfín de pétalos de rosa que mostraban el camino al lugar donde Paulina habría de presenciar todo aquello que Paul tenía que declararle y que ella ya conocía: su amor por ella. Amén de los lectores que en este momento deberán estar diciendo "¡cueeerooo!", las cosas no fueron ni 50% favorables... ¿pero qué estoy diciendo? ¿acaso en el amor las cosas pueden ser "medio buenas"? La respuesta dolió... pero es que ¿quiénes somos nosotros para juzgar lo que Paulina quiere? Así es: no somos nadie. Somos un montón de morbosos que no comprendemos que Paulina quiere sufrir. Adelante, niña. Samuel es una excelente opción para lo que buscas.

Page 2: Present De Kath

Una de las mejores soluciones es llorar.

• Uy, pero cuidado con Román: 19 años... no, mejor dicho, cuidado con Alexia: 15 años. Ay, otra vez me equivoqué, cuidado con Abraham, de 22, que acaba de cortar a su novia y necesita una niña para olvidarla. Si me apuran, esto es ilegal. Pero como yo no soy Licenciado en Derecho y no pretendo serlo, mejor les contaré lo que pasó con la pseudo pareja antes mencionada, antes de que Abraham apareciera en escena después de que su novia no le perdonara por decimonovena vez sus canalladas. / Enero. Alexia conoce a Román. Román conoce a Alexia... al menos parecía conocer algo de ella... su nombre y su gusto por aparentar mayor edad. Desde el primer momento, hubo algo, eso que ellos nunca llegaron a explicarse con el paso del tiempo: ese no sé qué que qué sé yo. Llamadas telefónicas a diario, salidas (esporádicas, cabe señalar, porque la señorita tenía muchos compromisos y pocos permisos), "te quiero", "te extraño", y el blablablá correspondiente al proceso de enamoramiento. Febrero. El cine poco permitía... el café no se prestaba... el 14 de febrero tuvo que esperarse a convertirse en 14 de marzo para que ella pudiera tener tiempo de aceptar el regalito que él y su no tan barata ingenuidad compraron. Marzo. Y Alexia cumplió años... se sentía toda una mujer... tan segura de sí misma... y tan insegura de lo que sentía, que Román tuvo que adelantarse y decirle todo con el mayor nerviosismo del mundo, acompañado de un beso robado, para aliviar la tensión, claro está. Y ella le pidió tiempo, mismo que de no haber sido detenido por Román, en este momento seguiría corriendo, pero que sirvió para que ella aprovechara para durar 3 días con su amado exnovio que le recordó porqué ya no eran novios... bueno, a cualquiera le falla la memoria, en especial cuando eres una niña de 15 años y alguien te trató pésimo y en frente tienes a alguien que te está ofreciendo todo su cariño sin esperar ni la mitad a cambio, pues claro que eliges al que te trató pésimo, ¿no? (¡¡¡pues claro que no!!! Pero que alguien le explique a la pobre). Y así pasaron los días, las semanas y algunos meses, hasta que Román decidió ponerle fin a la situación tan desesperante (yo digo que se tardó, pero él no lo quiere reconocer)... y ella corrió a sus brazos, muriendo lento, como dice el refrito de Moderatto y Belinda, buscando otra oportunidad... y para sorpresa de ustedes, público inteligente, él se la dio... (es aquí cuando debería ir el sonido de la multitud abucheando y gritándole lo tonto que es)... y para no tan sorpresa de todo mundo... las cosas no funcionaron, porque simplemente ella nunca se sintió segura... ella quería tiempo, sí, amigos, tiempo para sufrir a gusto, que te queme, chico, que te queme, o como diría el típico wannabe gringo: "burn, baby, burrrn" (ay, hasta me dio calor). Meses después, Alexia no tardó ni 5 minutos pensando (¿se le puede llamar así?) para aceptar algo con Abraham... y es que nadie más le ofrecía lo de Abraham... sufrimiento pleno y seguro.

Y así son las cosas... grande cariño, inminente amor... y por alguna extraña y estúpida razón, las tres parejas que antes mencioné, no son, nunca fueron y jamás serán pareja. Un aplauso para lo hirientemente imposible... el irreverente deseo de la gente común.

• Made by: Katherine Mejia