preludio

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Una pequeña historia que relata los recuerdos del joven diez colas en sus primeros meses en su nuevo hogar.

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Encadenado al suelo como la bestia que llevaba dentro; El vehculo del diez colas tena las muecas pegadas al suelo, as como el cuello y los tobillos, sin mencionar que un bonito arreglo de cadenas lo restringan en el pecho y caderas. Y encima de todo, estaba atrapado en el medio de un gran sello de gravedad conectado a las cadenas (entre ms se intentara mover, ms jalaban las cadenas hacia el suelo).

-Scame de aqu sabes que es la nica manera. Le recrimin la bestia que tena dentro. No es que fuera maligna, pero los pensamientos de su portador sobre muerte y lo que podran hacerle si lo llegaban a extraer de su interior lo ponan un tanto nervioso a pesar de que no sera la primera vez que le hubiera pasado.

-Eso es una sentencia contra la aldea. Le respondi con el pensamiento, sabiendo que aunque fuera a salvarse de sta, los enemigos volveran por l antes o despus. Claro que si eso era lo que tena que hacer para no morir, s, tendra que darles una muestra de una bestia con colas en plena accin.

Sin embargo, explosiones y golpes se escuchaban del otro lado de la puerta del calabozo donde estaba. Los bloques de roca que formaban el cuarto le permitan la conexin a la tierra para ver que haba un reducido grupo de rescate entrando por el laberinto y acabando con los guardias con ciertas tcnicas que el Leos saba eran exclusivas de su instituto sus compaeros venan al rescate.

-Y pensar que hace no ms de dos aos los despreciaba. Coment el Leos, recordando que en un principio haba odiado las rdenes de quedarse en el estado y mudarse de aldea, pasando encubierto para no llamar ms la atencin de sus enemigos.

*Dos aos atrs*

El da de escuela estaba de lo ms normal. Tan normal que el grupo donde el diez colas estaba tena una hora libre, lo que aprovechaban para repartirse por casi todo el instituto. Por desgracia una sombra se cerna por el lugar y ese da tan normal pasara a ser todo menos eso.

La universidad tena una gran proteccin conocida como el sello repelente; nicamente aquellos con identificacin podan pasar sin se detectados y aquellos que no tenan, tendran que ser identificados por el personal de seguridad, pero hoy se daran cuenta de que esa seguridad no era absolutamente nada.

Las nubes oscuras ocultaron la realidad del problema, pues exista una tcnica oculta diseada para desmaterializar personas y hacerlas parecer unas grandes nubes de humo negro que se deslizaban en el aire como si fueran cometas. Aunque experimental, ya se estaba utilizando en el campo de batalla y era una gran amenaza ya que permita a un pequeo nmero de tropas realizas una gran emboscada que casi siempre terminaba en victoria, ya que no solo tomaba desprevenidos, sino que tambin asombraba y asustaba al enemigo.

Para su desgracia, hoy ste instituto probara el fulgor de la batalla. Hoy perisciamente que ni los directivos ms importantes, ni los maestros ms fuertes se encontraban en las instalaciones. Hoy que los alumnos estaban casi por su cuenta en todo el terreno.

Del oscuro cielo que prometa lluvia, dos docenas de sombras negras cayeron directamente al suelo, atravesando la barrera como si no estuviera; esa accin liber un gran destello que se expandi por todo el campus, alertando a todos los guerreros que estaban por ah.

Siguiendo el instinto, el Leos se present como primera lnea de defensa del lugar, seguido de cerca por muchos de sus compaeros y algunos superiores. De su grupo poda distinguirse a dos morenos altos, uno delgado y vestido demasiado apropiadamente; el otro desgarbado y hasta agachado de nariz prominente. Otros dos morenos ms que estaban juntos era un joven de lentes y otro de tamao prodigioso. Incluso se poda ver a unas chicas de poca estatura y delgadas, de cabellos negro, castao y rojo.

Por otro lado, acompaadas de un sujeto de una buena altura y volumen intimidante de color blanquecino, un grupo de tres jovencitas se preparaban para el combate tambin.

Las sombras aterrizaron en el medio del patio, rematerializandose lentamente del humo, volviendo a formar sus miembros del aire puro. Los soldados de la oscuridad tenan capas negras y largas; las mangas ocultaban sus manos y en la cara tenan mscaras plateadas con forma de calavera. De un aspecto horroroso, pero de movan con una gracia propia de un fantasma.

-Bsquenle lo quiero vivo. Les grit a sus soldados, quienes desaparecieron de nueva cuenta salvo por dos de ellos. En ese momento se desat el caos. Ya que se encontraban en la primera lnea defensiva, los primeros en ser atacados fueron los alumnos de los primeros dos semestres.

A pesar del nivel de guerreros medios o algunos de nivel experto, la pelea no fue la gran cosa de ver en sus primeros momentos. Casi al instante, veinte alumnos fueron derribados e inmovilizados con un sello de captura de almas. Sin embargo, en el segundo arranque, ms de un soldado de la oscuridad se tuvo que detener porque los estudiantes opusieron resistencia.

El contenedor tena compaeros que haban pertenecido a su instituto en la aldea de las nueve estrellas y de inmediato salt a la vista que haban sido entrenados tan bien como l mismo; el joven moreno de gran tamao utiliz un movimiento de lucha cuerpo a cuerpo utilizando su volumen como arma principal, endurecido por una tcnica de elemento tierra era como una mole de menor tamao.

Por otro lado, otro joven de piel moreno claro estaba luchando a mediana distancia con dos columnas de agua, manteniendo a raya al soldado.

Si bien la lucha individual es la primordial de todo guerrero, es la lucha en equipo la que hace la diferencia en una batalla; tres soldados estaban enfrentndose cara a cara con las tres jovencitas, quienes empleaban una estrategia muy singular. Una de ellas tena la tez clara y estatura promedio con cabello castao y largo, ella se encargaba de distraer a los guerreros con una tcnica relmpago, llamada onda elctrica, la cual causa muchas corrientes de electricidad visibles.

Luego segua la chica de tez ms oscura y de menor altura; su grcil forma le permita efectuar unos movimientos ms elaborados, los cuales conjuntaba con lucha cuerpo a cuerpo del estilo de fuego, provocando que tanto manos y piernas desprendieran grandes llamaradas al chocar contra la defensa del soldado.

Finalmente, la chica de mayor tamao estaba detrs de sus compaeras, protegidas por ellas y a su vez, brindando proteccin. Con el poder del agua que sostena en una mano, la chica poda lanzar disparos certeros que conducan la electricidad directamente al cuerpo de los enemigos; con el poder del viento que llevaba en la otra, poda alimentar el fuego para que el golpe siempre diera en el blanco. De esta manera, mantuvieron en control a tres enemigos.

Sin saber quien era, el mismsimo contenedor tena aliados de su parte; el ms alto de sus compaeros lo asista en una lucha cuerpo a cuerpo. El joven contenedor tena el cabello largo y ojos cafs oscuros, su estatura no superaba los ciento setenta centmetros, pero gracias a su linaje, el chico tena mucha habilidad para el combate cuerpo a cuerpo porque tena garras y colmillos. Y mientras a su lado, su compaero se desenvolva con grandes puos de fuego, l exteriorizaba su energa en forma de un len fantasmal y azul en sus puos, el cual morda cada vez que un golpe haca contacto.

En otro escenario, el joven de lentes y el alto de peculiar aspecto facial se enfrentaban valientemente a uno solo de los guerreros, quien al bloquear una patada alta descubri su mano de la gran manga negra y estaba cubierta con una garra metlica parecida a cuchillas.

Utilizando una combinacin poco usual, los chicos utilizaron lodo de secado rpido junto con llamaradas de alta potencia para convertir al soldado en una estatua, sin embargo la astucia del guerrero oscuro fue ms que la de los estudiantes; simplemente se sustituy con una roca que haba cerca y evadi el ataque, pudiendo inmovilizar a los dos con un solo sello.

A pesar de ser solo veintids personas, en menos de una hora, lograron someter a ocho grupos de ms de treinta personas cada uno. Y esto se debi a que todos los grupos estaban dispersos: los primeros estaban en los laboratorios, a un lado del terreno; Los segundos los recibieron y fueron rpidamente neutralizados. Los terceros estaban ms al norte, en sus salones; los cuartos estaban dentro del saln audiovisual.

Al final y tras tres horas de arduo combate (que los pocos que pasaban cerca de la escuela confundan con un simulacro), solo cinco personas estaban de pie en el medio de todos sus compaeros cados: El contenedor, dos compaeros de primero, Demian, uno de los compaeros del Leos de haca tiempo en la aldea de las nueve estrellas que ahora estaba en tercero y la lder de uno de los cuartos semestres; todos rodeados por la totalidad de enemigos.

-Rndanse y dganme donde est el diez colas. Ofreci el lder, quien no tena la cara cubierta y su piel era plida con ojos rojos. Si lo hacen, no mataremos a nadie solo nos llevaremos al contenedor y nos iremos. Prometi con un tono frio y calmado, agitando su mano para dar un aire de elementalidad.

-De que habla? Pregunt la chica. Todos estaban en formacin de estrella, dndose la espalda unos a otros para poder proteger todos los flancos.

Ya que en un inicio, la aldea de las nueve estrellas haba sido atacada presuntamente para obtener al contenedor, los altos mandos haban decidido mandarlo a otra aldea, la aldea portogris, otra aldea importante del estado, muy a pesar de los deseos del Leos de ir a la capital en lugar de, pero nadie saba nada al respecto. Los altos mandos haban acordado que sera un secreto de estado, donde solo sabran de l, la escuela a donde asista, el gobierno de portogris y aquellas personas que lo conocan de su pasada aldea.

-Si de verdad est entre nosotros no tendra un chacra imposible de no ver. Les respondi Demian, intentando convencerlos de que la persona que buscaban no se encontraba entre ellos. l saba que cuando hicieron que el pelilargo saliera de la aldea le pusieron una serie de sellos en l para ocultar su sistema circulatorio de energa, por lo que la bestia pasaba desapercibida y el joven siempre pareca tener una capa de energa fantasmal rodendolo.

-Ya intentamos eso. Acept el lder. Pero ya que no funcion, los tomaremos a ustedes de rehenes y les sacaremos la informacin. Dicho esto, el lder mismo entr en combate, sacando de su manga una larga espada.

Con la gracia y el poder necesario, los dos chicos menores detuvieron el golpe con sus propias espadas, sin embargo, dos soldados ms entraron en combate tambin utilizando sus garras aunadas a sus elementos base, uno con fuego y el otro con electricidad. Como buen soldado, el diez colas defendi a Demian, ya que era un mdico eficiente para curar heridas y por tanto no deba entrar en batalla.

-Y as los vencimos a todos. Se burlaron los tres, antes de que se disolvieran en humo y atraparan a todos los restantes dentro de una nube negra, sellndolos finalmente.

En poco tiempo, tenan a todos arrodillados e inmovilizados en cuatro lneas, siendo revisados por guerreros sensores para averiguar la identidad del contenedor. Sin embargo el diez colas permaneca tranquilo. Si alcanzaban a escanearlo antes de que su escape fuera total, el sello de la capa del demonio impedira que vieran ms que una sola y gruesa capa de energa rodendolo completamente; Aunque no s si eso es ms o menos indicador que la bestia misma pensaba el pelilargo.

El clan Leos, al que el contenedor perteneca, era experto en sellos, sellos muy poderosos, ms que los que los mantenan atados al suelo. Aprovechando esto el joven destruy sus cadenas de la manera ms discreta posible, pasando desapercibido completamente. Mientras sus captores les daban la espalda el joven pudo hablar con algunos de sus compaeros de clase en susurros.

-Ustedes saben usar el escudo guardin? Pregunt el pelilargo a Iko, el chico grande y moreno de la tierra, y a Daros, otro joven de ms o menos su altura pero este era de elemento agua; Los dos asintieron, dndole la seal para proceder. El guerrero experto suspir y asinti. En un rpido movimiento, movi sus manos hacia adelante y las junt como en una plegaria, activando la tcnica:

-Estilo Kalahi, escudo guardin. Clam, creando un campo de fuerza que dej dentro a sus compaeros pero sus enemigos se vieron forzados a retirarse del rea del campo con forma de semiesfera. En tiempo, Iko y Daros donaron su energa para hacer el campo ms grande. Ambos jvenes eran de la misma institucin que el diez colas lo que le aseguraba algo de calidad aunque ellos no supieran quien era el dueo de la bestia, aun as seguramente podran trabajar bien en equipo.

Desde afuera no se poda ver el interior; los soldados negros lanzaron cuchillas dentro para derribar a cuantos pudieran pero desconocan el poder del escudo, el cual desviaba su disparo casi 90 hacia arriba, hacindolos fallar inevitablemente. Pero desde adentro, cual vidrio polarizado, se poda ver como el cristal lo que hacan afuera.

-Escuchen cuidadosamente. Les dijo el Leos, sin separar las manos. Si quieren sobrevivir, tendremos que actuar conjuntamente. Advirti, creando tres clones de roca que salieron del suelo y ayudaron a romper todos los sellos de los presentes. Al terminar comenzaron a concentrar energa en sus cuerpos.

La batalla no sera fcil, pero con la direccin correcta, podra ser ms rpida y con menos bajas. Organizndolos de mejor manera, el ojicaf arm cuatro equipos dividindolos por su elemento. Teniendo sesenta y tres soldados a su disposicin, lo utilizara a su mximo potencial.

Sin bajar el campo, varias voces se escucharon, y luego una serie de ataques salieron desde adentro:

-Bomba de agua a presin

-Alas del infierno

-Culebra de viento

-Rio de fango

La primera reaccin fue retirarse, esquivando los ataques, pero esos no eran ms que una gran cubierta para lo que vena; el campo descendi: solo cuatro clones del mismo sujeto estaban dentro de la esfera, todos con la posicin de mano necesaria para lanzar esos ataques. Eso elevaba la duda de donde estaban los dems mocosos atrapados dentro de la esfera.

Bueno, pues la realidad era que dentro de ese primer ataque, los jvenes iban ocultos, y cuando ste toc el suelo, salieron de entre los restos y atacaron brutalmente a todo enemigo que tuvieran cerca; el contrataque cobr venganza rpidamente. Gracias al factor sorpresa pudieron matar a una cuarta parte de los guerreros, dejando tan solo quince ms para el combate.

Y no solo fue contra los soldados, los movimientos tan repentinos tambin sirvieron para liberar a ms cautivos. Superados a ms de tres a uno, quedaba suficiente personal como para entretener a los soldados oscuros y para romper los sellos que contenan a sus compaeros. Mientras hacan eso, les deca el plan que deban seguir.

-Como lograron regresar? Preguntaba el lder, colrico de ver a sus tropas caer como moscas mientras l mismo combata contra los clones del vehculo. Pronto caeran ante su tcnica de doble espada, pero sera detenido no solo por un nuevo oponente, sino por tres ms.

-Quin eres y que quieres? Pregunt el Leos y sus dos clones: cada uno tena una posicin diferente, cada uno atacara con un diferente estilo. Dentro de todas las mejoras que conllevaba contener a una bestia con colas, una de las ms grandes eran las diferentes habilidades que la bestia tiene y que el contenedor puede utilizar; el diez colas, por ejemplo, puede utilizar todas las naturalezas elementales, incluyendo la luz y la oscuridad, las ltimas dos dndole una gama de habilidades extras como el control de marionetas guerreras o unos ojos privilegiados.

-Yo soy el general de la primera divisin del ejrcito oscuro en la aldea de las sombras. Se present, hacindose ligeramente hacia adelante sin bajar la guardia. La aldea de las sombras se ubicaba en Guatemala, la ms grande aldea del pas. Y busco al diez colas No le conocen? Pregunt, sonriendo burlonamente.

-S. Respondi el pelilargo con burla en su voz; Uno de los clones invoc un enorme dragn blanco y azul con ojos verdes. A ojos inexpertos era un dragn real, para quien ya saba el truco, una marioneta del tamao de una casa.

-Pero no te diremos donde est todava. Otro de los clones, abriendo la bracera de madera que tena en la mano derecha, dejando ver que era algo as como unas hlices cuyo centro era la mueca del joven.

-Primero derrtanos. Le condicion el real, creando dos enormes cabezas de leones con su energa en sus manos. As fue como la lucha tres contra uno comenz. En primera instancia, el real atacaba de frente, golpeando sin cesar las espadas y las garras del enemigo cuando l se defenda. A pesar de tener la increble fuente de energa que era la bestia en su interior, los sellos en su cuerpo impedan que le sacara todo el provecho, impidiendo que se moviera a la velocidad normal que acostumbraba.

Lo siguiente que saba el general, era que una rfaga de fuego, columnas de agua o afiladas cuchillas volaban en su direccin, hacindolo retroceder porque no poda oponer resistencia. Sin embargo, el enorme dragn, que haba elevado el vuelo a pesar de su tamao, siempre terminaba por lanzarse contra l en embestidas o araazos que terminaban por desbalancearlo y permitindole al leonido original asestar algunos golpes.

Esa pequea invasin fue pronto repelida, pero tan solo sera una de las primeras que habra en el transcurso de los prximos dos aos. Poco a poco se ira revelando que a donde quiera que el diez colas iba, siempre haba destruccin. Pas en su aldea natal y pas en portogris.

*Tiempo presente*-Deja de recordar tus momentos de gloria y comienza a pensar en que hars para salir de aqu. Le regao la bestia que estaba guardada en medio de una jaula que pareca estar hecha de enredaderas de espinas pero de metal en vez de madera. El animal estaba echado sobre su costado, como aburrido.

-No tengo que hacer nada. Le contest el chico; en la mente del contenedor, en esta dimensin donde podan convivir la bestia y el domador, el joven pelilargo estaba sentado con las piernas cruzadas y dndole la espalda a su acompaante de por vida. Ellos han venido. A la mencin de estas personas, la enorme cabeza del animal se levant un poco, ahora interesado.

-No me digas que ELLOS te han venido a salvar! -Dijo incrdulo y con los ojos bien abiertos de la sorpresa.

-Al parecer s. Respondi de nueva cuenta, sin abrir los ojos y sonriendo, pues en el mundo real, la nica ventana que tena la puerta de su celda se ilumin al momento que un golpe en la puerta y un quejido llegaran a sus odos.

-Abre, creo que est ah metido. Escuch una voz decirle con fuerza a una persona. Una voz chillona y dulce que haba aprendido a querer. Luego escuch como el metal cruja y algo se rompi, abriendo la compuerta frente a sus ojos. Al caer, sta levant un poco de polvo, pero cuando se dispers, el equipo de rescate estaba ah. Dos chicas cuidaban el permetro, mientras que una tercera y un hombre grande entraron a la habitacin.

-Pens que ya te haban matado. Le confes el hombre, bajando la guardia al ver a su compaero en tan deplorable estado. Ella corri a desatarlo del sello, pero tomara cierto tiempo, tiempo que el Leos no iba a desperdiciar y antes de que ella le pudiera decir algo, l la mand:

-Corta las dos cadenas, nada ms, yo me ocupo del resto. Le sugiri, sealando con la cabeza a su izquierda y a la derecha, donde dos lneas de sellos corran hasta el muro. Ella asinti y con un suave movimiento de su mano, revent la lnea izquierda con el influjo de una energa verde que recubra su extremidad. Al sentir libertad en su mano derecha, el contenedor la levant y empez a acumular su energa ah. En cuestin de dos minutos ms, la otra mano fue libre tambin.

Apenas estuvo libre de esas ataduras, junt las dos manos en el suelo y pens retroalimentacin utilizando la misma energa del sello enorme que lo mantena en el suelo para romperlo. La versin prctica de una cucharada de su propia medicina.

Al poco rato se poda ver al equipo correr hacia la salida del lugar.

-Es la segunda vez que te capturan. Le record la chica de cabello enrolado como el suyo. -Qu se traen contra ti? Pregunt intrigada, ladeando la cabeza hacia el rescatado.

-Les contar cuando estemos seguros. Le respondi el joven, sabiendo que les tendra que mentir para mantener su seguridad. Las de ellos.

-Puedes decirles que quieren tus ojos. Ayud la bestia al sentir la molestia de su hospedador. Despus de todo, tienen esos tatuajes -El joven tendra que recordar agradecer al diez colas cuando pudiera.