prehistoria de américa - parte 2

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    PARTE II

    MesoamericaEl marco geografico

    El area cultural mesoamcricana, definida por Kirchhoff([943), presenta una seric de elementos comunes derivadosde la participacion en una misma tradicion cultural: trilogiaalimenticia (maiz, calabazas, frijoles); construcciones reli-gio sas en las que resaltan la forma pirarnidal; deidifica-cion de la lIuvia y un heroe civilizador, la serpiente empluma-da; practica del juego a la pelota con claros fines religiosos ;est r atificacion de la sociedad; existencia de dases milita-res y comerciantes que gozaban de privilegios 'especiales, usodel cacao u otras semil ias como moneda; confeccion de figuri-lias de arcilla e incensarios, forma tipica de la ceramica; te-jidos de algodon y fibras vegetales; dos calendarios, uno re-ligioso de 260 dlas y otro civil de 365 dias; desarrollo delas ciencias exactas: maternaticas, geometria y astronomia;sistema jerogHfico de escritura y numerales, fabricacion deJ.ibros que se doblaban on forma de biornbo 0 codices, etc.Sus lim ires se extienden desdc 108 rios Sora la Marina

    y Sinaloa, en el norte de Mexico, h asttl e l nor sr e de Costa Ri~

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    buyen a aumentar aun mas la variada gama de paisajes. Elladio origen a subregiones, gue juga ron un papel importanteen la ocupacion humana.sffe acuer do a la altura se distinguen,basicarnerue, t res zonas' ~Tlerra Caliente (0 a 1.000 mrs); TIe;',rra Templada (1.000 a 2.000 rnts) y Tierra Fda (sobre 2.qOOmts);~con temperaturas que varian desde tropical a casi arti-'ca; p recip itacicnes de 0.000 m rn an uales Sf oponen a zonas

    1 serniaridas, 10 que n ec esaria rn en tc in flu yo en la adaptaci6nde las e sp e cie s v eg et ale s, en los a sen ta mien to s h um an os y lares pe ctiv a e vo lu cie n c ultu ral, EI cacao no puede cultivarsesabre los L000 metros; el pulque se da en zonas superioresa los 2.000 metros, altura a la que tam bien se adapta mejore I maiz. Sin embargo, el hombre ocupo todas aquellas areasy las civilizaeiones mesoamericanas se desarrollaron lldoquie-ra que el maiz creciar (Sanders y Price, 1968). A lllse encuentra la explicaci6n de los diversos sistemas de cul-tivo.

    Las variaciones mas marcadas se aprecian entre la costay I as tierras altas del interior. Una vegetaci6n exuberante,~on temperaturas que sobrepasan los 300 y precipitacionesan uales de mas de 1.200 mm caracterizan el escenario de lasIlanuras, donde cl principal problema era el exceso de aguay I a poca calidad de la tierra como resulrado de la escasamineralizaci6n derivada de la erosion pluvial. Diques selevantaban por doquicr a fin de proteger las rnilpas de las con-tinuas inundaclones p rcvoeadas pur cJ dcsborde de los rios.EI sistema agricola de la zonu dj~Fw rsflba la poblaci6n y l irni-taba su crecim iento. D u~ ~lJh;'lJ'c.1S rlrn tro de ella tuvieron es-pecial significado en 1 ;1 hl~ltll'iil elt' Mesoarneri ca: Veracruz-Tabasco y ehU I /l ll ,1 l+I/II.Las cadenas mOHtMtr)N,l,q. en eam bio, con ternperaturas

    y precipitaciones l 1 Ii t~ f J !l jd ~ , haeian de la escasez de agua suprimordial preotupaf;'iilfl ,L(]~ valles altos como el Centralde Mexico, el dr Purlila MOII'{I.).\' y el de Oaxaca, p.[esentaronotra clase de desaflea .1 l o~ mc soame ri ca n os . Los sistemas deirrigacion artificial Iueron I. t respuesta, Ah i se concentra-ron las mas altas densidades c i t ! poblacion y surgieron los cam-bios sociopoliticos que identifican a las civilizaciones.

    ,} EI contraste entre tierras altae y bajas fue, sin embargo,el principal impulsor del desarrollo evolutivo en Mesoarne-

    r rica. Las cUhura. s de la costa y del interior Irecuenternente~ntercambiaron sus experiencias y a traves de mutuas in-~r l1uencias perrnitieron la necesaria acumulaci6n de conoci-mientos en que se basa el progreso. Las dos tradicionesIter rninaron fundiendose en una sola, de manera muysemejante a 1 0 que Bennet (1948) ha denominado co- Ira-I . _ E l c z o n en el Peru.

    Las secuencias culturales mesoamencanasComo sen alamos mas atras, las etapas de la evolucion cultu-ral americana pueden tambien ser consideradas como perio-dos cuando se logran deterrninar sus respectivas cronologiasiniciales y terminales Tal sltuacion, de acuerdo al principiode cronologia de areas, 5610 debe apiicarse a una determinadaregi6n dentro de un area cultural. Aqui considerarernos a losperiodos como un todo, aunque ello induzca a ciertas confu-siones en culturas que, desde un punto de vista evolutivo, seencuentran en una etapa y, cronol6gicamente, pertenecena otro per iodo.EI Formativo marca los comienzos de las tradiciones cla- Isicas.~n la America f'JliCTear, E?f esa razon eoeser tomailri I~m9 ..tl~Runto de p;u:ti~a..de .Ias s e G o l J 0 R , e i . a s culturales l?ropi~s 'Jk Mesoamerica. Ta mbien se Ie llama Preclasico, cali fica-tivo que encierra el peligro de considerar a todo el period ocomo antecedente del Clasico, 1 0 que no ocurri6 en la realidad.

    De' acuerdo al duaiismo f1sico-geografico de Mesoame-rica, disringuirernos dos tradiciones forrnativas: costera e.interior; este mismo esq uema sera adoptado en las subsiguien-tes eta pas con una intencion meramente didactica, ya que,insistirnos, hubo una permanente inter accion entre ambasregrones.

    Los comienzos de la tradici6n maya tarnbien arran can deeste periodo. Aunque perteneciente a Mesoamerica y em-parentada con las culturas de la costa del Golfo de Mexico,estudiaremos su desarrollo como una unidad independiente,

    EI Periodo Forrnaliuo (2.300 a.C- 300 d.C)Se subdivide en tres fases:a) Formativo Temprano (2.300-ljOO a.Cc). Se carac-teriza por el establecimiento definitivo de la vida sedentaria

    y el surgimiento de las ~a~ agricolas tanto en las tierras

    I,I

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    La ciuilizacion olmeca. .. 1 ,,(1 -..La historia olmeca, Ilena de contradicciones y enigmas, em-pezo a trazarse en 18ti9 cuando se descubrieron las- cabezascolosales de San Andres de Tuxtla (Veracruz). En 1925Franz Bloom y Oliver La Farge llegaron a La Venia, su masfamoso centro, y 1 0 atribuycron a la civilizacion maya; dos afiosdespues Herman Beyer rebatio aquelJa conclusion soste-niendo que pertenecian a Ia ciuilizacion olmeca 0 totonaca'(Coe, 19o1:la), posicion que compartieron Marshall Savilley George Vaillant. Desde entonces se relaciono el peculiarest ilo artistico que la caracteriz a, can la cultura olmeca.Olmeca es, en realidad, una palabra nahuatl que significa

    ))habitante del pais del hule y que los aztecas aplicaban alos pobladores de la ~i_iI del Golfo de Mexico. As) los restosde La Venta fueron tornados "como coruernporaneos de aquelgran imperio. Hallazgos posteriores, en especial el de la Ha-mada Estela C de Tres Zapores, con una fecha inscrita en elantiguo sistema de la Cuenta Larga Maya, correspondienteal 31 a.C., demostraron que los creadores de ese estilo artis-tico que resalta por los ojos oblicuos, labios gruesos y narizancha de las cabezas colosales, no podian identificarse conlos olman de los aztecas ni con los mayas, cuya civilizacionclasica cornenzo, al rnenos, cuatro siglos despues. Para evitarconfusiones se propuso denominarla Cultura La Venia 0 Te-nocelome (EI pueblo de la boca de jaguar), pero el nombreolmeca se habia impuesto y aun sigue utilizandose. Bernal(Igbl:la) haee una distinci6n que nos parece la mas apropia-da; llama O . ! . . . . m e c a a los forjadores de la mas antigua civiliz a-cion mesoamericana; Ulmecuides a los habit antes de otrasregiones que, ocupadas morma sirnultanea a la anterior.tienen rasgos culturales 0 1 mecas mezclados con estilos pro-pios; O l m e . , c . a s Coloniales a aquellas culturas que, junto a suselement~ tlpicos, muestran caracteristicas olmecas; PostOlmecas a los heredcros de los olmecas que se establecieronen zonas don de la tradicion de estes no perduro por muchotiempo y Olmecas Historicos a los pobladores de la Costa delGolfo en\tiempos aztecas.

    Los olmecas vivieron y desarroJlaron su cultura en unarea delirnitada por el Golfo de Mexico al norte, las primeras

    ti n

    estribaciones de las montarias al sur, e 1 rio Papaloapan aloeste y la cuenca Blasillo-Tonala al este. Tal fue el area me-tropolitana segun Bernal (lgti8). Zona de vegetacion exube-"ante, dimas inhospitos con altas temperaturas y precipi-taciones, ha sido llamada, tarnbien, la MesopotamiaAmericana (Case, 1905) q ueriendo establecer un paralelocon el surgimiento de las civilizaciones orientales. En ambasfue el problema del agua eJ desafio que oblige a la respuestaadecuada; la diferencia estriba en que Mesopotamia careciadel liquido elemento y en la region olmeca sobraba. Quiz assi esta situacion, beneficiosa comparada con la de las tierrasaltas, fue la que atrajo la atenci6n de los agricultores incipien-tes de Oaxaca u otras regiones montafiosas.

    El origen del pueblo es un misterio. La humedad y acidezdel suelo han hecho imposible la conservacion de restos oseos.Las representaciones artist icas reflejan dos tipos fisicos, unode individuos bajos, obesos, cuello corto, caras redondas,mejillas abultadas, ojos oblicuos , nariz chata y ancha, la-bios gruesos con las comisuras fuertemente contraidas haciaabajo, posicion que les da el aspecto de recien nacidos a ja-guares gruriidores (Piiia Chan, 1907); abunda en las Ii-gurillas de arcilla. EI otro, presente en los bajorrelieves, mues-tra personajes altos de narices aguilerias. Pero, en general,pr edominan los rasgos asiaticos sobre los negroides, 10 quesugiere que los olmecas Iueron, en reaJidad, razas distintasque coexistieron en una armenia propicia para Ia evolucioncultural.A traves de las figur illas se deduce que ambos sexos anda- 1

    ban desnudos, se pintaban 0 tatuaban los cuerpos; los hom- ,bres se rapaban la cabeza dejando, a veces, un mechen sobrelos cost ados , las mujeres Ilevaban trenz as y turbantes. Practi-caban la deforrnacion craneana, alargaridolos mediante ver-daderos torniquetes aplicados en placas de madera colocadasentre la frente y el occipital de los recien nacidos. Acosrurn-br aban, tarnbien, Jim~rse los dientes a obj eta de incrustarles[ade y otras piedras preciosas.San Lorenzo, La Venta y Tres Zapotes fueron 10 princi-

    p.tles centros olmecas en la costa del Colfo de Mexi ;0; cadaunn de ellos reernplazo en irnportancia a T anterior cuando fue.;b.tndonado.

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    La fase Nacaste (qoo-joo a.C.) indica el final del dorni-nio olmeca en San Lorenzo. Sus monumentos fueron sistema-ticamente desrruidos quizas si por efecto de la invasion deotro pueblo, que introdujo sus propias formas y decoracionesen la cerarnica, Durante la fase Palangana (700 -400 a.C.)los conquistadores entraron en contacto con otras poblacio-nes olmecas sin que ello significase, empero, un renacimientode la antigua civilizacicn. Hacia el 400 a.C, toda aetividadceso en San Lorenzo; abandonado por cienros de arios, solovino a ser reocupado en el periodo postclasico, al cual perte-nece su ultima fase: Villa Alta (Coe, !g68).

    Potrero Nuevo y Tenochtitlan constituyeron, a no dudarlo,centros satelites de San Lorenzo debido a la gran afinidadentre sus respect ivos monumentos y construcciones.La Venta (goo-500 a.C.) se levantaba sobre una isla ro-

    deada de pantanos. Su superficie apenas supera los 5 krn".Entre las estructuras sobresale la pirarnide euya forma no seaserneja a ninguna otra en Mesoamerica. De plano casi re-dondo, sus paredes simulan Ialdas de una montana en la quese distinguen claramente diez lornos y diez depresiones; q ue-brada en la cima tiene la apariencia de un cono truncado:(Heizer, 1968) . Alcanzaba una altura de !10 mts. y, sorpren-dentemente, no poseia rarnpa de acceso a la cumbre. Haciael norte se alzaban dos largos y bajos monticules que dejabanal medio una pequena plataforma. Las ceremonias se reali-zaban dentro de des arnplias y rectangulares plazas rodea-das por columnas de basalto empotradas en bases de adobe.Un mont iculo de tierra, escalonado, cerraba el conjunto que,en su parte principal, parece representar la mascara abstrac-ta de un jaguar (Coe, 19(2) .Tanto los edificios como el piso estaban recubiertos par un

    estueo coloreado rojo, amarillo y purpura. Entre ell os se dis-'tribuian monumentos esculpidos en basalto: columnas, es-tel as, alta res y las cabezas colosales.

    Desde el punto de vista a r tistico., los monumentos mas so-bresalientes de La Venta son tres mosaicos hechos en bloquesde serpentina verde. Confeccionados en forma de pavimento,al mirarlos desde arriba se aprecia que poseen la fisura deuna mascara de jaguar; los espacios entre las baldosas es-

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    laban rellenos con tierra de color. Una vez term in ados fueroncuidadosamente cubiertos por tierra como si se tratase deuna ofrenda coleetiva al dios jaguar.

    Importante es tarnbien la tumba del Monticulo 2 A. Enel interior de sus columnas de basalto descansaban loscadaveres de dos jovenes, probablemente dignatarios de altostatus, cuyos cuerpos habian sido cubiertos por una espesacap a de color rojo; a su alrededor se hallaba gran cantidadde figurillas y obj etos de jade.

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    San Lorenzo y La Venta hacen pensar que la esfera de in-fluencia de sus dirigentes abarcaba superficies mas extensasque las correspondientes al propio centro ceremonial. LaVenta, por ejemplo, por las caracteristicas fisicas de su redu-cida area, no p od ria so sten er una p oblaclon de mas de 50 fa-milias (250 personas); elias Iueron incap aces de levarrtartodos los ed ificios. S61 0 la p iram ide c l b i6 re qu er ir 1:100.000hornbres-d ia de trabajo (Heizer, 1 g oo ) . Estirnaciones re-cientes deterrninan que la superficle real mente dorninadapor La V en ta ab arc ab a goo km2; 1 0 que, con una densidadde 20 hab. por km~ rnantendria una poblacion total de18.000 personas (Heizer, Ig(0). Los padrories de asenta-miento corresponden a 1 0 que hernos llamado ciudad dl'Sper-sa en donde el foco 0 centro ceremonial aglutinaba a los ran-cherios y parajes que deb ian desplaz arse constantementetras las milpas.

    La: base econornica de subsistencia fue caza, pesca y el culti-vo del maiz bajo el sj~t

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    ter ias prirnas que no se daban en sus terntorios los llevo alej a rias regiones de las tierras altas; de Hidalgo importabanjade verde, variedad cuyo color tenia una honda signifi-cacion religiosa; basalto, transport ado a traves de balsas f1u-viales, de las rnontafias Tuxtla; obsidiana, serpentina ypedernal del Valle de Mexico, de Oaxaca e, incluso, de lastierras altas mayas. Durante estos viajes dL--i.~bioentablaron una serie de relaciones que CQ : t : i : b u ; on el ve-hiculo propicio para ejercer _ pLO_ of.l.u.er.Li.'d.\"---I-.I.U.I..l.Irales como 1 0 atestiguan Monte Alban, Tlatilco,e lzapa en la costa Pacifica de Guatema adernasitios enlazados a la.rilla comercial del jade.

    Flannery ( 1 9 6 1 : : 1 ) ha propuesto un interesante modele queexplica la forma en que se produjeron las difusiones desdeLa Vent a hacia Monte Alban. So stiene que, adernas del co-mercia, hubo un g_c_ti.w.__in_tq.ambi9d_e~s y adopcionesde rniernbros de un grupo par e l otro, 1 0 gue ref1eja, por unaparte, el deseo que sienten las sociedades menos sofisticadas(Monte Alban) de adoptar las formas de conducta propiasde las mas sofisticadas y, par la otra, seguridad de la man-tencion del comercio que les daba acceso a las cosechas masregulares de las tierras bajas. Esta imperiosa necesidad semanifiesta en el hecho que, posteriormente, fueron losmonlealbanos quienes confeccionaron los mas bellos es-pej as de magnetita olmecas hall ados en las of rend as deLa Venta. Los espejos poseian forma concava y estaban tanbien pulidos que reflejaban la imagen 0 pod ian ser utili-zados para encender fuego. Pequenas perforaciones enen sus bordes sugieren que se llevaba colgado alrededor delcuello, EI prestigio que aquello irnplica, hace pensar que suuso estaba reservado s6lo a los dignatarios.De acuerdo al esquema anterior se gestaron otras culturas

    olmecoides distribuidas en Oaxaca, Puebla, Valle de Mexi-co, Morelos, Guerrero, Chiapas y Guatemala. Alli 'Ios 01 -mecas encontraron pueblos capaces de aprender y utilizarsus tecnicas, 1 0 que produjo aquella interaccion de diversospueblos y areas, de Is cual, par mutua Iertiliz acien, surgenlas civilizaciones (Bernal, 1968 a).

    A rte y est ilo olmecaUno de los rasgos mas caracteristicos de la civilizacion 0 1

    tiS

    r ! I ' , , ( SOn las cabezas colosales que casi en su totalidad (1 0r l r I}), provienen de San Lorenzo y La Vent.i. Se trata de enOf-1 1 1 t' ~ csculturas de basalto con alturas gue fluctuan entreI , 1 1 Y 3 metros y un peso cercano ados toneladas. N unca'Irlll'll cuerpo. La cabeza, cubierta par una especie de casco,rrmcrra un rostro de ojos oblicuos. nariz ancha y chata, labios1I111(,S05 Y abultados. Bernal (1968) piensa que deb i e r onIrpresentar jefes 0guerreros en general.

    Del mismo material se construyeron a l t a r e s y estelas;lo~ primeros son blog ues rectangulares en cuyos eostados~I' grabaron, en bajo y sobre rrelieve, diversas escenas y fi-)J;uras. Las estelas, siernpre asociadas a los altares, son elum-nus que Ilegan a los 5 metros de alto (Estela A de Tres Zapo-If'~) donde se esculpian deidades 0 remernoraban aconte-l'i rnientos can la respectiva referencia cronol6gica.

    Aparte de la confeccion de figurillIas de arciUa, los olme-IL IS no fueron grandes ceramistas; su genio artistico se con-rr-ntro en la eiaboracion del jade can el cual tallaron una serielit' hermosas figuras y otros objetos, que enterraban comoII I rcndas funebres en las tumbas de dignatarios a ricos co-lIH'r~'iant.es. La mas famosa de la serie es la constituida porIh hgunllas de jade y serpentina, arregladas, alrededor deb eolumnas, en una especie de escena ceremonial.EI est ilo artisrico olmeca es inconfundible. Esta entera-

    mente pl asrnado por la figura del jaguar que, em parent ado(on la raza humana, dio origen a una serie de seres can rasgosde nifios pequefios y regordetes, los Hcaritas de nino 0hab) l a c . . ! ! . J _ cuyos rostros muestran labios caid os, ojos dila-LIIlos y oblicuos; mas tarde derivaron en verdaderos mons-tlLIOS de bocas grurientes, encias sin dientes 0, a veces, lar-~lJS y curvos colmillosr (Coe, 1962).Furst ( 1 9 6 1 : : 1 ) expresa que la asociacion de caracteristicas

    lellnas y humanas se combinan en la personalidad dels IIerdote q uien, poseyendo las cualidades sobrenat uraJes.m~nadas al jaguar es, adernas, capaz de lograr una cornpleraIIMI~fonnacion espiritual. Ella une, pues, 10 ideal conIn rr,.[,IOne paso con los olrnecas? La respuesta entra en el cam-f :t tic las hipotesis, Se piensa que el sistema de Ia roza obli-

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    FIJi. 15. Cabeza c olo sa i. V ill a H erm os a. Mex,co.

    g o al abandono de los centres y a la emigra

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    Fig. 17 . FiguriliaIdearcilla. La Venta(W1IIey, 1966}.

    Pzg. 78 . Places dejade con la tip ica boca olmeca (jimenez Moreno, 79(6).

    tes. Aun probables invasjorres de pueblos cultural menteinferiores, pudieron provocar destrucciones violentas como1 0 evidencian San Lorenzo y 24 de los 40 monumentos de LaVenta, pero dichas mutilaciones, tarnbien pudieron ser elproducto de revoluciones.Lo mas seguro es que se hayan conj ugado varios de esosfactores para que, en un momenta dado, los centros cesaransus actividades creadoras.No obstante 1 0 antiguo de l a c iv il iz a ci on olmeca, muchas

    de sus manifestaciones son propias de las civil izaciones cla-sicas, con excepcron del urbanisrno. En ella se hunden lasraices del complejo altar-estela, y, quizas, calendario ma-ya; sus influencias se encuentran en toda Mesoamericay la fundacion de colonias que protegiesen rutas cornercia-les como la del jade, explica la identificacion de nurnerosossitios como olmecoides u olmecas coloniales,

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    1 I!' 108 olmecas proviene rarnbien la estructura social y[1I lIHH:Fl que caracterizo a los asentarnientos posteriores enl il a uerras bajas.

    1 , ' 1 s influencias olmecas se hicieron sentir en puntos tan1 11'lfHlOS como Chavin en Perit, adonde ~Iegaron, posiblemen-te, por via maritima, desde Izap en Chiapas 0 desde la costaguaeernalteca.De 10 anterior se desprende que muchos de los rasgos 01 -mecas perduraron indefin idam ente, en ello reside el pape lpreponderante que j ugaron dentro del desarrollo culturalmesoamericano.

    En resumen, las evidencias sen alan que fue en las tierras alias donde se gestaron las formas t ipicas de la etapa Forma-tiva: de alli se difundieron h acia la costa don de las mayo-res 'disponibil ida des de agua aseguraron un incremento dela cantidad de energia consumida por habitante; ella y elexcedente agricola permitieron el surgimiento de la J_~rim~-ra civilizacicn americana'Lhacia- el-- 1-5QO a.C. No fue, SIDembargo, .una ))cultura madre: ya que no creo a ningunaotra. Sus influencias encontraron terrene propicio en ague-lias sociedades que estaban en un nivel. optimo para recibirel impulso civilizador. ...Zona marginal hasta ese entonces, las verdaderas civil i-zaciones urbanas se centraran en los valles interiores mientrasque la regi6n costera sera escenarro de la muerte de las altaseult uras formativas y el posterior resurgimiento como cul-turas regionales inf1uidas desde el interior.

    El Formauuo en las Tierras AltasRecientes ~a~ azgos arqueol6gicos indican que mas tem-prana.s sec, .. ias de este periodo se localizaron ,en los valles'de Tehuacan . axaca y en la costa del estado de Guerrero.

    La fuse Purron (2300-1500 a.C.) de Teh uacan sefialala aparici6n de la cerarnica, cuyas forrnas, entre las que so-bresale el Tecomate, imitan las de vasijas y ollas de piedracornunes en las rases anteriores (ABE] AS), clio, junto alf'ul tivo de nuevos ti pos de maiz hibrido, provocaran unasr-rie de cambios culturales que contribuyeron a acelerard proceso de transformaci6n de las sociedades con agricul-lLII'a incipiente a agrieolas de riernpo completo.

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    Las actuales evidencias hacen suponer que la ceramicsprovino de. Sudamerica. Sitios como Valdioia (Ecuador)y Puerto Hormiga (Colombia), con fechados C-N de 3200y 3ogo a.C., constituyen , h asta ah ora, las p r imeras mani-festaciones .ceramoiogicas amerieanas. Se ha propuesto(Meggers, 1972) una difusi6n de su tecniea desde la costaecuatoriana hacia el norte y el sur. La presencia en Puerto},farques, costa del Pacifico mexicano, de una cerarnicacontemporanea y tipol6gicamente semejante a la de Pu-rron (Brush; r gt ig) , avala la posibilidad.

    EI Formative Media can la fase AJa/pan (1500-900 a.C.)evidencia un incremento de las especies cultivadas y la cons-trucci6n de aldeas que, en sus chozas de barro y paja, alber-gaban poblaciones entre 100 y 300 individuos. Todaviano se levantaban construcciones ceremoniales, pero las figu-rill as de arcilla, en su gran mayoria femeninas, atestiguan ac-tividades relacionadas con el cult a a la fertilidacl. Probable-mente hacia fines de la fase, los olmecas entraron en contactocon elias.

    La cerarnica, en las formas y decoraciones, se asemeja alas de la costa del Golfo de Mexico y el Pacifico guatemalte-co. Ubicadas en niveles contemporaneos podrian ser indi-ce de 1a existencia de una etapa formativa com un a toda Meso-america, como result ado de respuestas adaptativas a losdesafios planteados por diferentes medios geograficos;el hecho afirma, adernas, la concepcion de que las culturasmesoamericanas hunden sus raices en una misma tradicionenriquecida, posteriormente, por constantes interrelacionesy difusiones.

    En la fase ,)'anta Maria (900-200 a.C.), Formative Tar-dio, aument6 el tamafio de las aldeas y aparecieron las pri-mer as construcciones de estructuras cerernoniales en lastierras altas. Su s habitantes, sin duda, ya eran )agricultoresde tiempo completo. Una naciente casta de dirigentes habiaasumido la direccinn de las tareas agrarias y el culto canellas relacionado. Los .ampesinos, asegurada la base. alimen-ticia, ten ian el suficiente tiempo libre como para ser obliga-dos a tributar en mano de obra.

    A partir de est a epoca adoptaron sus formas definitivaslas dos tradiciones mesoamericanas; la de las tierras bajasdebio estar basada eo la agricultura de roz a (rnilpa) y cul-

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    mln6, COn el, desarrollo de centres ceremoniales dirigidos porLUI.l ierarquia sacerdotal. La de las tierras altas se. bas6 en1 < 1 , 'lgricult~ra de irrigacion artificial y culmina con e1 surgi-fl1lN1.10 de eiudades seculares: (Mac Neish, 1964:536)., Palo Blanco (200 a.C-700 d.C.), penultirna fase de Tehua-

    li~!I, se ub,lca en~re el Formative Terminal y e J Clasico. Sus111~des mas annguos anuncian las innovaciones que dieronortgen a las llsociedades hidraulicas , entre las cuales d~s-tacan el pe~eccionamiento de los sistemas de irrigaciony las concepciones urbanisticas promotoras de las ciudades.La au~o~idad maxima estaba en manos de reyes sacerdo-tcs, aSlsu~os por bu:acratas y especialistas de tiempo com.pleto , . q ulenes,. desligados de las tareas agricolas, eransostenidos gracias a l?s excedentes obtenidos por aquellaenorrne masa de carnpesinos cuyo destino y quehaceres regian.

    En el Valle de O~ca~ el FptalixQ.,Medio esta represen-tado por las fases S f ! . . . l o s e ' i . _ G u g 1 . . E . l J j p e (Flannery y col.,,~6?). ~u aspecto mas sobresaliente es la presencia de un pri-mrnvo intento de control de las aguas, el nego a braze. Enlo~ campos de cultivo se excavaban una sene'ae-pozos pocoprofundos. que permitl~n lao captacion de aguas subterra-neas. ~a simpleza de dicho sistema de irrigacion artificial noI{:guer~a de un poder central que la organizara, como suce-r 1 l 6 , mas tarde, en las sociedades hidraulicas.San J o s e de M agate es una aldea constituida por chozas rec-

    r ftngulares cuyos muros de adobe se alzaban sobre unahnse de piedra. La creciente importancia de la religion,y, per ende, de la clase sacerdotal, queda de manifiesto en lasrtgurI.lI,as de arcilla y. ciertas estructuras que podrian serIftl'lItlflCada.s como basame~os ceremoniales.. El h.allazgo de concKa arinas procedentes del Golfo01 ' M C~ICO Y la presenbr, al I, ~e espejos de magnetita, mine-r.d. native de C?a~aca, )~te apreciado por los olmecas,UI~IC'r{'n Ia pracnca dJlfih activo cornercio entre ambas zo-fl"~ ~. traves de e t se originaron las mutuas influencias quebl'!1FrlClI!tn el proceso de evolucion cultural.

    L !"r.l":'lmica de San Jose Mogote se relaciona con Ajat-PIl,II (Pllr.bla), Tlatilco (Cuenca de Mexico), San Lorenzo,r 'rth41IYiI:), C.ua~ros (Soconusco) y Colona (Chiapas).j 01 til' Iii r,l~r' Rigulente, Guadalupe, refle] a cercanos laws con

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    las culturas del Golfo de Mexico. A su terrnino, sin embargo.los rasgos olrnecas se habian adapt ado al esrilo local (Ber-nal,1965) Mont"e Alban 1 (700-300 a.C .) refleja el Formativo Tar-dio y Terminal en Oaxaca. EI exito del riego a brazo hizoposible el sostenimiento de una poblaci6n en aumento. Lasladeras de la montana se t ranefcrmaron en terrazas de cul-tivo, las mas bajas sirvieron de asiento a las aldeas carnpesi-nas, rnientras que la clase dirigente se ubico en 10 alto de loscerros. Sobre plataformas artificiales, disposici6n caracte-ristica de la ciuilizacion de Monte Al ban, se e dlfic aro ntemples y palacios cuyo crecimiento sigui6 un camino para-lelo al mejoramiento de las tecnicas agricolas. EI sistemadel tlacolol, la roza de las tierras alras, disminuy6 aun maslos factores de presiones dernograficas y enriquecio las fuen-tes de trabajo tributario disponible por la clase dirigente

    Las relaciones de Monte Alban 1 con el centro olmeca deLa Venta se manifiestan clararnente en el estilo art lstico, es-

    F(!f. 19 Replica de Los DanttmlL'.1 " t ' Monte Alban (Willey. 7966)

    prr'ialmente en 10 que se refiere al tema del jaguar en la es-ltil; ur a Utica. Notables son tam bien Los Danzantes, serieti{' hajorrelieves en piedra. Representan figuras en extraiias,l( Ihudes, generalmente, desnudas y con sefias de rnutilacio-III'~ en los miernbros viriles. Las bocas son tipicarnente olrne-r as , rnientras que la nariz que nace desde la f rente es rasgot urnun en el arte maya clasico. En ellas se grabaron glifosy signes nurnerales.

    Monte Alban [ pareee haber iniciado el verdadero urba-nismo mesoamericano El sitio de Monte Negro, can fechaterminal de 5 0 a.C, es mas que una aldea. Tiene un clarosistema de calles y varias construcciones publicas (Pad-rlock, 1966: 95). Sin embargo, la creacion mas significativade dicho periodo parece ser el CIcio calendarico de 52 ariospopularizado, mas tarde, por los mayas,

    El Formativo, considerado como periodo, abarca aun dosniveles mas de Monte Alban: Monte Alban II (300-100 a.C.)y r r t a (100 a.C.-30o d.C.); a este verdadero eslab6n con elelasico, pertenece el sitio Hierue el Agua, cuyos sistemasd f ' canales indican que a fines del tercer siglo de nuestra era1 '1 p o de r central fue ya 10 suficienternente fuerte y puderosoInrno para emprender tareas caracteristicas de las socieda-n rN hidraulicas

    Las rel'aciones olmecas can Oaxaca les sefialaron las ru-l.l~aria el6:' rte a traves de pasos naturales en las montaiias

    ~ " ,/" . .. ' " , - I i . . . . " .Ll i Puebla,'i' :~aJca:tzi1J!fo,~en e l e sta do de Merelos, fue I masunportante siti() o'[m'eca en las tiehas altas, Grove (1968)r~ttrfla que pudo servir como control del trafico comercial ya~ P ll' ,IW se entrecruz an las rutas provenientes del Golfo con14' que se dirigian haeia el norte (Cuenca de Mexico) y hacia1 '1 xu r (Guerrero). Cronol6gicamente, Grove (1968) ubica~II~ rnrnienzos conternporaneamenre can San Lorenzo y1 1 1 ~ rulrios de La Venta.En C halcarzingo. sobresalen- Ius bajorrelieves de estiloflhl1f't II, (micas en la s tierras altas, que forman grupos proba-

    blfl1l1

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    . tal nivel, estuvieron asentadas en las tierras bajas. La unicaexplicacion a dicho fen6meno es el agua, eterno problema delas montarias interiores. Debido a su escasez las poblacio-nes que ya habian adoptado una vida agricola de tiernpocomplete, emigraron hacia las Ilanuras costeras donde elproblema es la abundancia de agua. Alii, practicando e!sistema de la roza y ensayando merodos de irrigacion arti-ficial (Coe, 1 9 68 ), o btu vie ro n los excedentes alimenticiosque motivan las alteraeiones de las estructuras sociopoliri-cas en que se basa la civilizacion. EI empuje creador fue de-tenido par las presiones dernograficas que encierran la ro-za; entonces volvieron a las tierras altas donde, en contactocon otros pueblos que estaban en condiciones de absorberlas nuevas tecnicas y ensefianzas, contribuyeron al desarro-llo de las eivilizaciones mesoarnericanas.

    EI Periodo C!6.S!CO (300-900 c.)En est a epoca, la acumulacion de conocimientos iniciadaen el Formative provoco una serie de innovaciones cul-turales que caracterizarian a la etapa clasica, Entreellos el surgimiento de las ciudades verdaderamente urbanas;el perfeccionamiento de las ciencias exactas y su relacional calendario; aparicion d e 1 0 1 es cr itu ra jeroglifica y de loscodices, libros con hejas de cuero de venado que se doblaban en forma de biombo; adopcion de una religion cu yas co nc ep -ciones filo soflcas m oraies se ex tend iero n a toda el area. Lasdeidades de la I luvi a, 1 '1 sol , 1 8 luna y el heroe civilizador Quet-zalcoatl , la serp ienre ernp lum ada, fueron figuras cornunesen las expresiones artisticaspEscultura, pintura y arquitec-tura alcanaaron un espectacular desarrollo plasmado desentimiento religiose, E~ par ello que las civiliz acionesclasicas de Mesoamerica han sido denorninadas cultistas,queriendo iden tiflcarlas P Of Ii :S.8 gran espiritualidad que re -tlej an sus obras y como oposici6n al crude militarismo de laetapa siguiente.

    ' Una armoniosa serenidad rclacionaba 1 0 mundane can. . . 1 0 extranatural bajo un pacifismo. que favorecia el q uehacercultural. Tal es Ia concepcion tradicional de la etapa clasi-

    H I)

    f ,\ rnesoamericana y que, ala luz de los nuevos descubrimien-I f lM arqucologicos , aparece ahora como demasiado idealista.III!'rras y sacrificios humanos no estuvieron ausentes en lasc lv lliz ac io ne s c la sic as . La ))explosion demografica- activo1 . 1 irnperiosa necesidad de conquistar nuevas tierras agri-cnlas y con ella se crearon vinculos de dependencia y domi-Iiio entre los estados cuyas estructuras correspond ian, ahora,u 1 < 1 de las sociedades hidraulicas,Monte Alban es la mas antigua manifestacion de las civi-I iz aciones urbanas mesoamericanas. Paddock ( t 96b) con-sidera que Monte Alban II (300-100 a.C.), seiiala el puntode partida del temprano urbantsmo; la ciudad comenzaba a

    ('n~~~charse sobre las cirnas truncadas de las montarias y losedificios se trazaban de acuerdo a un plano urbanisticoen donde las calles, delineadas funcionalmente, se conver-tlan en arterias que relacionaban todas las estructuras.Paddock, siguiendo el esquema de Childr identifica urban is-1110 con civiliz acion, Utiliza el lenni no de HUr6anismo{f,mprano para la p rimera generacion d e las civilizacionesmesoarnericanas, aquellos sistemas Iuerternente teocrati-cos que no ernergieron de otras civilizaciones urbanas sino delorrnas mas simples. Sus sucesores militaristicos de lasulrimas centurias prehi spanicas, seran Ilamados UrbanismoTardi. Constituyen segundas generaciones que descien-tI('n de las teocracias urbanas ternpranas (lg66: 112).

    Interesantes son los conceptos de primera y segunda ge-neraeion, que coinciden con 1 0 que Fried (19b7) ha denomina-do, desde un punta de vista de evolucion politica, estado pris-tino y estado secundario; los primeros surgen par a i m is rn o s,rorno natural consecuencia del proceso evolutivo, mientras~Iue los segundos son derivaciones de aq uellos,

    Monte Alban y Teotihuaca.n constituyen las prirneras ge-neraciones de las civilizaciones interiores en Mexico' son lost's(.!ldos pristinos de los cuales, de una-ti otra forma, se orr-I{inadtn los de la etapa postclasica,

    La cunlizacion de Monte AlbanMonte Alban clasico esta representado par [as fases MonteI lhan III a (100 aC.-30o d.C.) y Monte Alban lll,b, (300-

    ~/I",,I .

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    goo d.C.), cuyo desarrollo muestra influencias de -aquellaotra gran civilizaei6n inter ior , Teotihuacan.1 a poblaei6n del Monte Alban clasico ha sido atribuida

    a los z ap ote c. a s de la.s cro.'niea. s aztecas e hispanas. Puebloobsesionado por la muerte, tuvo en la confeccion de urn asy turnbas su preocupacion esencial.

    Las umas funerarias son vases cilindricos de cerarnicaen cuya parte anterior se colocaban efigies de diversas deida-des Durante Monte Alban lila se modelaban a mano y setendia a representar figuras hurnanas; Monte Alban mb,por el contrario, muestra figuras estilizadas y sofisticadasque intentan expresar complicados simbolismos reli-giosos.Toda la religion zapoteca debio girar en torno a los miste-

    rios de Ia vida extraterrenal. Firrnemente convencidos deella se preocuparon de construir tumbas para preservar loscadaveres. Las de Monte Alban I eran bast ante pequefias;en Monte Alban IIaparecen con techos en forma de bovedaquebrada y nichos en las paredes, padr6n que se conservaen los periodos siguientes. Esculturas y pinturas adornabanfachadas e interiores,

    En la arquitectura, las formas lisas de los periodos I y IIse rompen abruptamente en el rna con la adopcion del ta -lud y tablero teotihuacano. Al mismo tiempo, aparecen lascanehas de juego a la pelota.

    Edificada en 1 0 alto de las rnontafias, Monte Alban nonecesito de defensas, 1 0 que no encierra, como se dij 0 , un es-piritu pacifista. Par el eontrario, la estela de la PlataformaSur incluye figuras de cautivos y conquistadores enterrandolanzas sobre un glifo que representa una desconocida ciudad.Can Monte Alban III b la eiudad alcanz6 su maxima ex-

    tension; los edificios abarcaban una superficie cercana alos 80 km", distribuidos en 1 0 alto de la montana, foeo del

    Fig. 21 . Plano de Monte AIMn. 1. Plataforma sur; 2. Sistema M.; 3. Edifi-c io de Los Don.zantes; 4. Sistema IV; 5. Escalinata de la Plataforma norte;6. Cancha de j uego a la pelota; 7. EI PalaCIO; 8. Monticulo j., 9. Tumba 7;10. Tumba 104; 17 . Estela 18; 12. Estelas 72 y 13; 73. Localizacuin Estelas1-4; 74. Estelas 6 y 8. A-B-C.H./.P-Q y X monticules denominados parla misma tetra (Paddock, 7966).

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    centro CIVICO 0 ceremonial y asiento de la burocracia diri-gente, y en las terrazas baj as donde habitaban los campesinos.Hacia el goo d.C. fue abandonada en un Ienomeno serne-jante al experimentado par Teotihuacan y los centrosmayas clasicos, Su lugar sera ocupado, en el Postclasico, parlos Mixtecas, pueblo que tuvo su capital en Mula, espor a-dicos visitantes de Monte Alban.

    Las relaciones entre Monte Alban y Teotihuacan, segunPaddock (1968), se remontan hacia fines del formativo;sin embargo, se estrechan solo a partir de la fase IIIa.

    Fig. 22 . Uma zafJoteca con la f igum del dios de! tnaiz .

    I < I herencia religiosa de los zapotecas se unio a la de Teo-ihllil~ilTl para dar forma definitiva al panteon del Mexico' 1 hl~rilno. Cocijo, el dios de la lIuvia; Pitao CO::061, diosI I tlI.tlL: e l dios M urcielago y, probablemente, el dios viej 0I I r url'{o, Huehueteotl, la diosa de las aguas Chalchitlicue11 v+piente emplumada, con antecedentes que se rernon-

    [l,t'llte y los carnpesinos cesaron de sostenerlos; asi, lenta-mente, la comunidad se disolvi6 por falta de autoridad cen-IIul, La frustraci6n de aquella masa traicionada pudo serrnot ivo de la ruptura intencional de algunos monumentos quett'presentaban el poder ya inservible. Sin embargo, la mayo-ria de los edificios debi6 caerse piedra por piedra al nod i spener de qu ien los reparara y mantuviera.

    E J agotamiento intelectual y la perdida de prestigio de lar luse dirigente, mas que revoluciones u atras acciones via.lentas, parecen, pues, haber sido la causa principal del aban-dono de las ciudades clasicas, La [alta de direcci6n permiti61 '1 avance de pueblos culturalmente mas atrasados: ellosinvadieron y terminaron por romper definitivamente las es-i ructuras caducas; mezclados con los restos de las poblaciones

    85

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    moribundas, les inyectaron la sangre revitalizadora que diosurgimiento a nuevas y puj antes civilizaciones. c

    La cunlizacion de TeotihuacanEn los alrededores del lago Texcoco, Teotihuacan asunuola hegemonia que habla mantenido Cuicuilco. Localiza-da al NE del lago, ocupaba una posicion estrategica ya quebordeaba el estrecho valle, regado por el rio San Juan, quecomunica los valles de Mexico y Puebla, este ultimo puertahacia la costa del Golfo JDos aspectos favorecieron, adernas, el asentamiento en

    aquel lugar agricolamente, las tierras bajas del valle, ricasen suelos aluviales y fuentes permanentes de agua, dabanmayor seguridad a los cultivos y los depositos de obsidianaproveian una apetecida mercaderia de intereambio. V

    ~

    Los comienzos de Teotihuacan se fijan hacia el Forma

    uva Terminal con la fase Patlachique- Tezoyuca (200 a.C.~ 0). En poco mas de dos centurias habia experimentado talesarrollo que bien puede considerarse como clasica en tiem-pas de Cristo.En la fase Tzacualli a Teotihuacdn 1(100-200 d.C.) la ciu-dad cub ria una superficie de casi 5 km2 donde se levantabanestructuras cerernoniales y residenciales; adq uirio su for-mas definitivas en las fases Teotihuacan II y III (:200-600d.C.). Un eje central de Na S, la Calle de los Muertos, divi-dia en dos sectores al area (13 km") urbana de Teotihuacan,. Entre las construcciones sobresalen dos grandes pira-mides truncadas, La Pirdmide del Sol, con 64 m de alto,es una de las mas altas de America; estaba rellena de adobes;cuatro cuerpos le daban el caracterist ico aspecto escalona-do de construcciones similares en Mesoamerica. Una seriede planes inelinados y rectos conforman el talud y tablero,sistema arquitecrenico tipico de las fachadas teotihua-canas; hechas en piedras, se estucaban can un fino polvo pin-tado de raja. La Pirdmide de fa Luna se levantaba en el ex-trerno norte de la avenida central; en suo costado occidental,una de las mas bellas expresiones de la arq uitectura teo-tihuacana, el Palacio de Quetzalmariposa, cubria un anti-guo temple.

    8 6

    A B

    D

    f'lg. 23 . Dtferentes [ases de la construcci6n de un talud tablero teotshuacanorM 'l rq tJ in o. , 1 9 6 4 ).

    Dos recintos cerrados constituian el corazon de la ciudad:1 . 1 Ciudadela y el Gran Grupo que, tambien, determinaban laexrstencia de una amplia avenida en direccion este-oesre(Millon, 1967). A la Ciudadela se entraba a traves de murosrscnlonados. El interior guardaba la Pirdmide de Quetzal.IIWU, unica estructura cuya fachada estaba adarnada canf'~('ulturas que representaban ados dioses, Ttdloc y Quetzal-'!JIlt!, Por razones desconocidas fue recubierta par otro

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    umpln; un corte practicado en medio de el ha dejado a lav i ~ L t parte de la fachada anterior.

    ".'g. 25 . Parle de 1(/ [achada del Templo de Quelzalcnall . \"ri /ne la repre-Ii" tacion de los dioses Quelzalcnall y Tlaloc.

    Palacios y conjuntos residenciales conforrnaban el sec-lor habitacional. La gente cornun vivia en ~Y_lJ.esque, __por su aspecto, asemejan de~rtam~ De ellos seconocen-mas'de 4.ooo,siendo Tlamimilolpa, con sus 3.500

    J m2 de su e icie.,_eLmay..oJ.:..'enia 126 iezas, 21 tiosplazas. isternas de drenaje y espacios a iertos asegurabanla circulacion del agua, aire y luz. Seguramente cada conjun-10 albergaba familias de artesanos que poseian la mismacspecializacion.

    8 9

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    Cere an as a la ciudad. una serie de aldeas rurales cobij abaa los campesinos q. ue laboraban jen sectores cada vez 'masalejados de Teotihuacan. V

    Las embajadas extranjeras tarnbien poseian sus disrr i-tos especiales dentro de 121 ciudad segun evidencian lasconcentraciones de cerarnicas m9a 0 montealbanense(Paddock, 19t:i8). VLa industria teotihuaeana est aba conformada por una

    multitud de objetos fabricados en piedra, obsidiana, hueso,madera, conchas, fibras vegetales y cerarnica que se produ-ian en serie mediante el ernpleo de moldes. Destinadas, engran parte, al culto y al intercambio comercial, fueron elvehiculo apropiado para 121 expansion de la cultura teoti-huacana,

    ~

    EI prestigio de los artifices sobrepas6 los lirnites tempcl-. \ U rales de Teot ihuacan. Llamados toltecas (maestros, ar tesa~-If - 1 nos), en nahuatl , seran el espejo de una futura civilizaci6n que,

    can orgullo, se autodesigno con aq uel nornbre, la Tolteca.La importancia del cornercio se dernuestra en la cantidadde materiales extranjeros presentes en Teotihuacan: de la

    costa del Golfo procedian conchas, caracoles y estrellas defV1ar; de Veracruz 1 0 : yugos. y la madera del chicozapote, el

    \1trbol de la goma; de Chiapas y Guatemala, plumas de Quetzal,i copal y cacao, semilla utilizada como moneda y en la prepa-I racion de una bebida ceremonial; de la distante Guerrero elLjade verde, etc.

    {: Cacao y obsidiaria constituyeron los principales bienesde i~portacion teorihuacarios. Los cornerciantes y artificesobtuvieron el monopolio de la obsidiana mediante el domi-Vlio de los yacirnientos del Cerro de las Navaj'as, cerca deJ , \faChuca, en el actual estado de Hidalgo; los de Guadalupe. Victoria en Puebla y de El Cbaya! en Guatemala. Spence

    .I ('967), conjuntarnente con Coe y Cobean (1970), al identifi-car los sitios de procedencia de la obsidiana elaborada en laciudad, lograron reconstruir la direccion en que se oriente laexpansion y difusicn de la civiliz acion teotihuacana. Del mis-rno modo Sanders y Price (1968) han trazado una ruta delcac~~ hacja la rt'gi.n ~t~'-La actividad cornercial debio concentrarse en el GranGrupe, complejo urbanistico rodeado de arnplias calles y

    phil. IB , Alii, en pionero ejemplo de 1 0 que seria el gran mer-I!HIli de Tenochtitlan, se apilaban rnercader ias y productosWIhxndos en las diarias transacciones. /I.;.t agricultura del ilacolol fue la base de la s ub sis te ncia a li-lell' icia. Posteriormente comenzaron a desarrollar sistemasIwlrfHllicos como 1 0 demuestra el trazado de canales de rega-dill ell los terrenos bajos del valle (Millon, 1967); asimismoUpiensa que hacia la epoca terminal pudieron hab~~lciadolri instruccion de chinampas (Sanders y Price, Igbl:l) I

    1';1 teotihuacano, en su a sp ec to fis ico , noses desconocidoIII~cadaveres se incineraban y el unico documento que posee-tllO~ para su reconstruccion son las figurillas de arc ilia. EnII,I~ Y otras representaciones artisticas se ven tipos cont ~I'.u'teristicas costefias, como la estatura baja, cabeza de-[urnrada y una hendidura frontal que pareee represenrar la :mollera 0 fontanela bregrnatica de los recien nacidos, junto1 \ IlpoS mas esbeltos, con ojos oblicuos y otras caracteristicasm ~ mongoloides (Pifia Chan, 1907: Ig8).

    Mucho se ha especulado sobre la verdadera funcion de lalud.id. Se ha q uerido ve r en ella un activo centro ceremonialrJ!Mido por sacerdotes, posicion que las actuales investigacio-II ~rlcmuestran que estan erradas. Teotihuacan fue, ante todo,M" ~r'an centro urbane. Nacido como aldea se transforrno enn Irntro ceremonial que alcanzo el predorninio sobre todosI_lrfOS asentamientos del valle. Para entonces tom o las ca-ntl It

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    jando su poblacion una ur be en proceso de desintegracion.Muchos de sus monumentos habian sido incendiados intencio-rial mente por rnotivos que aun no han side aclarados. Quizasel misrno crecimiento poblaeional q uebro la organizacionclasica y con ello vino la crisis social que pudo manifestarseen rebeliones ante un poder incapaz de mantener el orden y laarrnonia interior. Tambien se arguyen causas climaticas:la intensa desforestacion, practicada con el objeto de habili-tar terrenos para los cultivos, ocasiono una erosion que tuvodos efectos inmediatos: acab6 can los suelos agricolas y pro-voce una mayor aridez haciendo lrnposible, desde un punta devista alimenricio, el sostenimiento de una poblaci6n cercariaa los roo.ooo individuos, Tampoco se descarta la probabilidadde invasiones de pueblos guerreros provenientes del norte, loschichimecas.

    '-1 abandono de la ciudad, sin embargo, no signific6 el finel periodo StaS'12Ela cuenca de Mexico. Grupos de refu-

    o iados t:oti~ ua a os St; dirigieron hacia. el lago TexcocoestableClend, fu .amentalmente, en Cerro Portezuelo yAzcapotzalco, donde, mezclados con elementos provenieruesde X ochicalco y Cholula, continuaron su tradicion cultural.

    A la caida de Teotihuacan, las civiliz aciones en las tierJsaltas habian echado profundas raices cuyos esquernas se\repetiran , mas adelante, como confirrrrtn~d ~oncepci6~\ciclica del ti~mpo y la hi,storia mesoaIj1l~ri1'f'l.a~os . . rest 0 : )de la poblacion se mezclaran can otros pue IQ~/tal union en-gendrara civilizaciones mas pod eros as que, paradojas deldestine, tendran un fin semej ante al teotihuacano.Desde el siglo IX d.C. hasta la conquista del imperio az-

    teca, el sello inconfundible de Teotihuacan continuo presenteen las manifestaciones art isticas y religiosas. Ellas constitu-veron la herencia a la que siempre rendiran tributo las civili-zaciones aztec a y tolteca, orgulJosos descendientes de aque-lias creadores de una nueva estirpe humana y cultural, latol tequidad.

    La herencia artistica de TeotihuacanEn ceramica, vas os de paredes rectas y soportes basales enforma de tripodes, belJamente decorados mediante incisio-

    \ I ,

    F i . , f ( . 26 . Plano de Teotihuacdn. Noiese la nucleacion de ladue/ad ( M , : I I O I 1 .10(17).

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    nes 0 pmturas al estuco; floreros, jarros con altos y delgadoscuellos, y el tipo llamado anaranjado fino, probablemente ori-ginario de Puebla, son e l rn ej or in dic e de la presencia teotihua-cana en otras areas.

    Gran parte de Ja cerarnica se fabric6 con el sistema de mol-des, 1 0 que asegur6 una producci6n en serie beneficiosa alintercambio comercial.

    Las figurillas de arcilla son tan realistas que incluso hansido denorninadas cabezas retratos. Sus formas est an pre-sentes en el arte t~ y ...zteca especialrnente.

    Fue en la p intura donde se .manifesto con mayor vigor elgenio artistico teotihuacano. Las escenas de los frescos, conSUs colores brillantes, aparecen como vividos reflejos de lascostumbres y el pensamiento teol6gico.

    Fig. 27 . Ejemplos de cerilmica teotihuacana {Coe, 1%2;.< : ) 4

    Clara Millon (I9bb), en un acabado estudio de los muralesteqtihuacanos; sefiala que en los mas antiguos predominanserpientes emplumadas, jaguares, peces, aves y otros seresmitol6gicos entre los wales es posible identificar a todos losdioses del panteon teotihuacano. Zacuala, Tepantitla, Teli-tla y Teopancaxco son los mas brill antes represent antes deesa epoca. A continuacion vinieron una serie de rnurales, co-nocidos como pinturas realistas , en los que la presencia deldios de la nariz ganchuda evidencia las influencias mayasFinalmente, al terrnin ar el clasico , aparecen d ioses y sacer-dotes armados, guerreros y elementos belicos (escudos, lan-zas y atlatls), simbolo de la catasrrofica situacion por la queatravesaba la urbe,La escultura estaba subordinada al estilo arq uitectonico;

    de formas deshumanizadas constituyen abstr acciones queToscano (1952) considera un verdadero cubismo primitivo.

    La herencia religiosa de TeotihuaednTeotihuacan, segun serial an los cronistas, significa el lugarde los dioses. De ahi deriva la cantidad de mitos y leyendasque han hecho obscura la interpretacion de los restos arqueo-logicos. Abandonada por m u cho nernpo, sus estructuras fue-ron cubiertas por el polvo, Iorrnandose monticules que losaztecas supusieron tumbas de una humanidad gigante, cons-t ructora de las dos pirarnides que aun eran testigos del pasadoesplendor. Les atribuyeron, adernas , la creacion de un mundonuevo; por tanto consideraron sagrado el lugar y creyeron queIos muertos que alii se enterraban se convertian en dioses ,Las Leyendas de los Cinco Sales y de Quetzalc6all fueron pro-ducto de dichas concepciones.

    Los mesoamericanos pensaban que todo el mundo se moviaalrededor de cielos de 260 afios en los wales la historia, comouna cadena sinfin, se repetia constantemente. Cada cicloestaba alumbrado por un sol determinado, el quinto correspon-dia al cicio de la tolrequidad, habiendose formado y adqulridomovimiento gracias al sacrificio de los dioses, ) J a l i t L en 'I 'en-tihuacan .

    Bajo el reinado del quinto sol, Quetz alcoatl , la ~el'Pin)rremplumada, actuando como heroe civilizador, {'Ull ~II ]]10[11,195

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    sangre dio nacimiento a la humanidad tolteca cuya lenguacornun, el ndhuatl les otorgaba la misma nacionalidad. Nocontento con e110, les entrego el maiz , alimento robado a lashormigas, y les enserio las artes y oficios. Transformado enel perrnanente protector de sus criaturas, Quetzalcoatl fue elcentro de todos lo~ acontecimientos posterioresvConcebidocomo la eterria dualidad de las cosas -la vida y la muerte-,es la serpierue que desde la tierra, ellugar donde se asienta lavida, trata de alcanzar e l cielo bajo la forma de un paj aro; esel sol que muere al atardecer y es la estrella Venus, la que cargael Sol a cuestas, la que anuncia el retorno de la vida (5ejour-ne, 1964) ',/-z::-EI agua, junto al sol, era considerada Iuente de vida. Laencarnaba Tldloc, el dios de la mascara grotesca, can gran desoj os, colmillos salientes y bigotes. Desde su morada, el Tlalo-can, auxiliado par los tlaloques hacia llorar a las nubes quetodo 1 0 fertilizan. Chalchiutlicue era la diosa de las aguas te-rrestres; Xipe Totec, el dios vestido con piel humana, repre-sentaba las cosechas, la prirnavera y la renovacion de la vege-tacion. Huehueteotl 'el dios del brasero sabre la cabeza, eltorso desnudo y las piernas cruzadas, identificaba al fuego ya la ancianidad.

    Las deidades anteriores Iorrnaran parte del panteon tol-teca y, por consiguiente, del azteca. La filosofia de la vida quehay tras ellos, perduro hasta muy entradala conq uista hispanay contribuy6 a dar la unidad caracteristica del Mexico de latoltequidad, cuyas bases se encuentran en Teotihuacan, Tal'es el sentido que atribuirnos a s u herencia religiosa.

    La citnlizacion cltisica de VeracruzLa tradici6n olmeca continuo en el periodo clasico con losulrirnos niveles de Tres Zapotes y el sitio Cerr; de las Mesas.Ambos, ubicados en el corazon de los olmecas metropolita-nos, evidencian influencias de Teotihuacan, especialmenteen 10 ue se refiere a las rormas ceramicas. nco tripoc e- y a :- 0 aJe e as Igurillas de arcilla, DeCerro las Mesas provienen dos estelas con fechas que, tradu-cidas del sistema de la Cuenca Larga maya, correspondenal 468 y 533 d.C. Asirnisrno alii se encontro una de las mas

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    FIg. 28. Ejemplos de yugos, hachas ypnlmas (Covarrubias, 1957).

    ricas of rend as de objetos de jade; se trata de 782 piezas cuyosestilos son una verdadera mezcla de los olrnecas, mayas yMonte Alban.

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    hechos tal vez de material como cuero y corteza vegetal, a

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    Fig. 29 . Reli~ve de EI Tajin en que Se muesira como se lleoaba ia palma(Covarrubias, 1957),

    EI centro de Veracruz Iue sede del llarnado Estilo 0 Civi-liz acion Clasica de Veracruz, caracterizado par un intrinca-do ornamentalisrno en el que se entrelazan, al estilo oriental,grecas y volutas, rodeando a la figura central (ranas, ser-pienres, jaguares) de sus motivos escultoricos. Entre ellos. resaltan tres elementos que par Sus formas han side denorni-nados yugos, palm as y hachas. Se desconoce la funcion quecumplian. Probablernenre son replicas en piedra, ut ilizadascon fines ceremoniales, de ciertos instrumentos relativos aljuego a la pelora. Los yugos son copias de los cinturonesque usaban los jugadores de pelota. los cuales eran anchos y

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    veces decorados; las palmas son especies de petos 0 protee-tares del estornago, que se sujetaban por media de un cinturon;y las haehas son como emblemas del vencedor , ligadas a ladecapitacion de los vencidos (Piria Chin, [967-66).

    Lo anterior permite deducir que el j uego a la pelota pudotener origen en la zona del Golfo de Mexico, Su finalidad erahacer pasar una pelot a decaucho por entre un arco colocadovertical mente sabre I as paredes del campo cuya forma eli-sica era de una I mayuscula. Los j ugadores no podian emplearlas manos, golpeando la pelota can rnuslos, pecho, antebrazo,etc., 1 0 que exigia defensas especiales para resguardarsede los golpes. EI juego tuvo una' amplia difusion par Meso-america y segun 10 atestigua un bajorrelieve de ChichenItz a, encerraba un significado religioso ya que el capitan deleq uipo vencido era sacrificado a los dioses,El Tajin fue el sitio mas import ante de la Civilizacion

    Clasica de Veracruz. Ubicado en las cercanias del Papan-tla, sobre terrenos apropiados para cultivos de rnaiz y cacao,su mayor estructura es la Pirtimide los Niches; de plantacuadrada (35 m por lado) y una altura de 2 5 rn, esta compues-ta par siete plataformas cuyos tableros, a manera de decora-cion, presentan una serie de nichos (364 en total). La esca-linata, con alfardas, de la fachada principal, tiene, en Ja partecentral, cinco grupos de tres nichos cada uno. Se piensaque, par el nurnero, debieron tener alguna relacion con el ca-lendario solar, aunque tarnbien pudieron utilizarse para co-Iocar imageries. Cere a de ella se alza un campo de j uego a lapelota de 60 metros de largo por 10 metros de ancho; las pa-redes estaban revestidas en piedra rematando los extremesen cuatro relieves de exce cional bellez a.

    Al norte de la pirarnide y sabre uterreno se levanta un segundo conj untomente denominado EI Tajin Chico .

    Erronearnente se ha confundido a los habitantes de EI Ta-j in can los totonacas de los tiempos aztecas. Desconocemosquienes 10 habitaron, pero las figurillas de arcilla senalanque sus pobladores rnantenian rnuchas de las practicas olme-CaS como la deforrnacion craneana, mutilaci6n de los client's,raspado de la cabeza y pintura corporal. Su gran obst!si6n de-

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    F,g. 30. Uno de los frisos er! la banquete del fuego de Pelota. AI centro lap elota con ~n S.gnD d. la Mu;rte, a la cual se dmgen siete jugadores lujosa-ment: a!a~lQ,doscon. e.' traJe titnco del juego; e/ jugudor que encabeza el gru-/w d, I(~d~lf'h(j: (1,/)(11":('(' arroddla.do y.l"ln cabl'za, dt' Sli cW.J llo sal: la sangrt'conuert.da en seis serpientes y IJnaguia con hojas y f lores; el que estd al jren:I,' d,'1 "Iu) gn-,/J: ' !/I'un

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    Fig. 32 . Ejemplo de las [igurii las sonrtentes de Las Remojadas (Covarrubias,1957). .102

    sin embargo, los sistemas de cultivo impidieron lalQrmaei6n __ ,de centros nucleados. ;AlIi los padrones de asentarniento si-gUleron correspondiendo a ciudades dispersas.La actividad religiosa juga un papel primordial en los co-mienzos del clasico. Ello se entiende por la dependencia de

    Ienomenos naturales en 1 0 que se refiere a la obrencion de al i-t~~o u~~ctlV-; intercam~o comercia'l ~idir:::~~~eas,

    , equisito esencial para la maduraci6n y fructificaci6n de lascivilizaciones. En este aSQecto Teotihuacan fu~ el rector delCIasico, constituy..rnd.Q_Jill__hQrlzonte que se extendio ha'c-ialodos los rincones de Mesoameriea~ .A finales de la etapa hay evidencias del surgimiento de

    una pujante casta rnilitar que debio dirigir las actividadespol iticas, compartiendo el poderio con el Supremo Sacerdote.Alli se encuentra el embri6n de la difereneiaci6n Iglesia yEstado. Fueron estos dos poderes, sin embargo, los que ac- I Ituando en conjunto y adecuindose perfectamente, caracteri-zaran a las civilizaciones militares del Postclasico.

    EL PERIODO POSTCLASICO (900- 7520 d.C.)

    A Ia caida de las ciudades sobrevino un periodo de readap-taciones en 1 0 que se refiere a las esferas de influencia. Enrealidad parece ser que el abandono a que hemos hecho men-rion, corresponde mas bien a un reemplazo de los antiguoscentres reetores de la cultur a por otros nuevos , Aunque lascausas de aquel fen6meno debieron ser muchas, hubo unaindudable conexion con las invasiones gue se evidencian enaquella epor;aj- Ello, insistimos, no explica por si solo laeaida de grainles urbes como Teotihuacan. Una multitud defactores sociales, econ6micos y aun politico-religiosos, quevenian gestandose desde antiguo, anunciaban la crisis euyoproceso fue acelerado por los invasores, pueblos de guerrerosharbaros. Luego de la victoria, atraidos por el prestigio de susvencidos, terminaron ident ifieandose con ellos; se mezclarony transformados en sus legitimos herederos culturales, origi-naron nuevas civilizaciones impregnadas de un hondo mil i ta-rismo que, en la practica, no fueron mas que espejos de las

    [0 3

    anteriores. La unica mnovaeion tecnologica Iue la metalurgia

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    difundida des de America del SurSe cree que los invasores fueron los chichimecas, nombre

    con que los aztecas designaban a las tribus del norte cuyonivel cultural se encontraba todavia a la altura de las Cultu-ras del Desierto. Los chichirnecas no formaban un pueblo,eran, simplemente, un conjunto de tribus que cad a ciertotiempo se descolgaban de las aridas montarias hacia los fh.tiles valles centrales de Mexico. Divididos en varias f'arni-lia s lingiiisticas , la rarna mas i mporta rite f ue la nahualtl;a ella pertenecian los futuros toltecas y aztecas 1 0 que expli-ca la identidad que siernpre hubo entre ambos.

    La ciuiliracion toltecaLos prirneros invasores chichimecas debieron caer sabre Teo.tihuacan a mediados del siglo VI! d.C. Luego de una violentalucha, se instalaron en la ciudad mezclandose can la poblacionsobreviviente. Poco tiempo despues comenzaron a autode-norninarse toltecas , seguramente para expresar e 1 abismoque separaba a los cbichimecas ciuilizados de los chichimecasbdrbaros. En el mismo sentido comenzo para ellos una nUevaera que conectaron con mites y leyendas derivados de lamisma tradicion teotihuacana.Las fuentes toltecas sen alan que los inicios de la toltequi-dad se encuentran en Teotihuacan, donde nacio (I sol el ano

    751 d.C. Un afio despues inauguraron su sefiorio al subir aitrono Mixcoamatzin quien goberno hasta el BI7 d.C. Am.bas fechas han heche pensar a muchos arqueologos que Teo.tihuacan fu~pjtal de los toltecas.J.a.LuL~tl-d@-,J sley~EI asunto se complica cuando las mismas Fuentesesrablecen que el ario 843 nacio Topiltzin-Quetzalc6atl,figura centra'! en los acontecimienros posteriores, y que el870 llego a Tulancmgo donde, despues de permanecer_cuatroafios, fue hecho rey de Tollan par los toltecas. .

    ~anten(jr se aesprende 'que debieron ex istir al menosdos Tollan: Tectihuacan y Tula, 10 que no tiene nada deextraordinario si consideramos que rollan es la palabra na-hualtl para ciudad 0 rnetropoli. 'La prirnera Tolian, Teotihua.'can, representa el mornento en que los chichimecas se can vier

    104

    FIg. 33. DetaUe de iajacnada. Piramide Tiahul.Zcalpantecuhtli, Tuia.ten en toltecas: Orgullosos de sus creaciones, se sintieronforjadores de una nueva estirpe hurnana que nacio junto alquinto sol. Como ello sucedio en Teotihuacan, la transforma.Ion c'n -j centro de las leyendas sobre su genesis

    IlaeiH el siglo IX d.C.. los toltecas abandonaron definiti-\in lIu'fI1r Tcotihuacin y dearnbularon pOl' el valle de Mexicot'tl ImNr H del lugar apropiado para levantar su capital. Eli ..g1 lOp 1111f rti] valle a orillas del rio Tula (Estado de Hidalgo),i'1.mriamlo lJ ~p.gtmda Tollan que, como demuestran recientesinvestig,i! J"lI B arq ueologicas, fue el verdadero escenariode la historia toll ca.

    Tula siguio en mucho los rnoldes arquitect6nicos de Teo- Rasgo caracterisnco de la escultura tolteca fueron los

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    tihuacan. Piramides construidas con eJ sistema del talud ytablero; plazas; palacios, templos, etc" aunque con elernen-tos nuevos como el uso de las -columnas y las canchas de j uegoa I-pelota., La Piramide de Tlahuizcalpantecuhtli, el Serior del Alba,debio estar dedicado a Quetzalcoatl bajo la forma de Venus,Constaba de cinco cuerpos cuyos frisos estaban decoradoscon Jaguares y coyotes, Un muro con relieves de aguilas devo-rando corazones huroanCiS- y rostros'erfrt;rgiendo de las faucesde serpientes la rodeaba cornplejamente. En la parte superiorse alzaba el templo cuyo dintel de--entrad~, era sostenido pordos columnas serpentinas: el techo se :,i~maba sobre cuatrocariatides, .E_o!~j_de piedra- 0 atlantes, soldados adorriadoscon todos sus simbolos estaban grabados en los lados.

    Adyacente a la pirarnide se hallaba el Palacio Quemado,de columnas redondas y banquetas con multicolores pinturasal fresco. A 5onfinUac-mn-veni.a-Ia_0"an Plaza y la cancha dejuego a la pelota, Otras piramides (canjuntos cerernonialesdaban forma definitiva a la ciudad.Fig. 34. Guerrero esculpido en unade las columnar del Temp!o a Quel-zalcoatl, Tula.

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    chacmoois, personaj es en extraiia postura: sentados en for-ma', ;ecJinada, sosten ian sobre el vientre un recipiente quedebio servir para ciertas of rend as cerernoniales. La cabezarniraba hacia un costado. Escalpieron ademas atlantespara sostener altares de piedra, lapidas que representabana Quetzalcoatl bajo la forma de hombre-pajaro-serpienre,pilast ras con soldados y los colosos ya mencionados.

    En general, la mayoria de las expresiones artisticas serefieren a la casta de los gucrreros. Estos Ilevaban unbraguero, y a veces un faldellin, cintur6n con broches, san-da l ias, escudos circulares con adornos de pluma, lanzadardosy man oj os de flechas, muriequeras y cascos protectores(Pifia Chan, 1967:~219)

    La arquitectura aparece pobre comparada con la de Teo-tihuacan, Las piedras se utilizaban sin pulir y los muros eran Ide adobes. Dan la impresion de que los arquitectos toltecas ' Jrniraban mas ala suntuosidad que a la duracion de sus obras r->'1 unico elernento, nuevo que crearon fue el coatepantli 0 mu-ro de la serpiente, en el eual, a 1 0 largo de frisos geometricos,se repite la escena de una serpiente devorando un cadaver'solo la cabeza de este asoma por sus fauces; brazos y piernas,elesmembrados del cuerpo, se encuentran en los cost ados delsuurio.

    El panteon religiose incluia a las deidades teotihuaca-nus Quetzalc6atl y Tlaloc; Centiotl, dios del maiz maduro;hpclpdlotl, la mariposa de obsidiana y Tezcatlipoca, el anti-~un dios tribal, eran los mas irnportarues. .

    Los toltecas, desde el misrno instante en que fundaronl'u la , debieron imponer una fuerte autoridad militar enrrgi6n. Las tierras serniaridas en que estaba asentadadrmandaban la construccion de canales de regadio que, aHI v :t, exigian abundante mano de obra. Ello, unido a laIH'It'si.dad de exigir alimentos como tribute y al peligro queI'fHt'rraba la cercania de los chichimecas, agudizo su espi-ruu Idleo,

    J "l~ agudas disensiones internas, producto de la rnezclad Iulturas que conforrnaban la civilizac ion tolteca, y elJUH!Llfino desecarniento de [a region, explica las connnuasmlM' sclnnes que afectaron a la ciudad, Grupos en busca de11lI1'~ ccndiciones para las actividades agricolas se til.

    10 7

    rigieron hacia el valle de Mexico, ocupando Azcapotzalco,

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    Xicco, Texcoco, Xaltocdn y, especial mente, Colhuacan;otros, conjuntamente can grupos chichimecas, se dirigierona Cholula en Puebla, y unos terceros alcanzaron hast a la pe-ninsula del Yucatan donde, mezclados con ernigrados rna-yas, contribuyeron al renacimiento de est a ultima civiliz a-cion. Tales acontecimientos se encuentran, sirnbol icamenteentrelazados, en la leyenda de QuetzQcoatl.

    Leyenda y reaiidad en fa caida de TufaQuetzaJc6atl, la serpiente emplumada, tam bien se repre-sentaba bajo la forma de un anciano can rostra barbado. Fueeste p erso na] e la figura central en la levenda de Quetzal-coati yean e! se identifica a Topilzin QuetzaLc6atl, quiendebio existir real mente como 1 0 atestigua un monumento delCerro de la Malinche, Tula, grabado con su rostro y una fe-cha correspondiente al 968 d. C .AI pareeer fue costumbre generalizada el que los SumosSacerdores de cada deidad principal adoptaron su nombrejunto al propio. De acuerdo can ella, debieron existir mu-chos quetzalcoatles que, como simbolo de la sabiduria desu dios, llevaban barba. Ya en Teetihuacan se haH6 un frag-menta de cerarnica can ese motive (Sejourne, 1959)

    No sabernos por que raz6n, el sacerdote Topilrzin Quet-zalcoatl fue elegido rey de Tula, heche con que debio comen-zar una serie de conflictos que, en e J fondo, evidencian lasdos tradiciones amalgamadas para dar vida a los toltecas:la teotihuacana y la chichimeca La leyenda 10 expresa comouna perrnanente lueha entre los dioses Quetzalceatl (Teo-tihuacan) y Tezcatlipoca (Chichimeca). Este ultimo trata-ba de inducir a pecar camalmente a su rival, 10 que logr6 trasmultiples arguciasTal episodio reflej a el t riunio de la fraccion guerrera,los chichimecas, sabre la de los artesanos que rnantenianvivida la tradici6n teotihuacana. Como resultado de la de-rrota, Topilzin Querzalccatl abandon6 Tula. Can sus par-tidarios fundo la ciudad de Colhuacan en el valle de Mexico.Huernac, el nuevo rey tolreca, terneroso de la cercania de susrivales, orgamzo sisternaticas expediciones contra ellos,obi igandolos a buscar refugio cada vez mas hacia el sur. As!

    108 log

    ('lit- 35. Repre sentacion de Quelzalc6all con el rosin) barbado (Cova-irubtas, 1957).

    Ilef;aron a la peninsula de Yucatan, donde dieron nuevo irn-pulse a la civilizacion maya en el centro de Chichen-Itz a.

    L,as larg~s lu~has que caracterizarcn este periodo, lasrnnunuas mlgraClones, y las expediciories mil itares, fueronlif'~pob~ando, PoC? a poco, Tula. Hacia el I r68 d.C., sole] ,t h,\lJl taban .anClanos, 1 0 que la hizo facil presa de otrospu-hlos chichimecas, especial mente tie los futures a;,:;tl.WOlS,'i IIf' In ocuparon durante 19 arios.';d reconstruccion hist6rica t ier,e su version It!gt'nrillri.u,

    Se dice que cuando Quetzalc6atl sucumbio a las tentacio-nes de Tezcatlipoca, se sint io tan avergonzado que busco la necesidad de elevar muros de proteccion. Una serie de glifos

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    redencion en su propio sacrificio. Acornpafiado de ungrupo de sus seguidores, dej6 Tub en direcci6n a la costa.All i se autoinmoJ6 en una pira. Sus cenizas subieron al cielotransforrnandose en Ia estrella Venus, la que anunciaba elamanecer. Sin embargo otra version, mas difundida, indicaque Topiltzin Quetzalc6atl se alejo mar adentro, prometien-do que algun dia habria de volver a reinar sobre los suyos.

    La anterior leyenda resulto fundamental en el periodoazteca. De acuerdo con la tradici6n, la toltequidad esperabacada 5 2 afios , cuando se cumplia el cielo en que los aconte-cirnienros volvian a repetirse, e I retorno de su dios y rey. Parextrafia circunstancia una de aquellas ocasiones coincidiocon las primeras noticias del arribo espafiol a Verac:uz.Hombres barbados, que caminaban sobre el mar proveOlen-tes del este, la direcci6nen que se habia ido Quetzalcoatl,no podian ser otros que el mismo dios y sus acompafiantesque volvian a recuperar el cargo ejercido por MoctezumaII, el religioso emperador azteca. Asi, Hernan Cortes y suhueste, los dioses blancos, tuvieron una acogida que noesperaban, recibiendo, en un comienzo, el regale del imperiocuya creacion y mantenci6n habia sido obra de Quetzal-coatl, el patrono de la toltequidad que habia nacido "alla, enTeotihuacan: .

    La cnnlizacion Mixteca

    En Oaxaca la fase Monte Alban IV refleja importantes cam-bios. La tradicion zapoteca, aunq ue subsiste en algunos ras_-gas, es desplazada por la mtxteca cuyo pueblo parece haberinvadido la ciudad hacia el siglo IX d.C., a juzgar pOT laintensa actividad militar que se deduce de los restos deMonte Alban IIIb.

    Los mixtecos tuvieron como e;milal a Mitla, una ciudad.foft'iieza. Ubicada en la cima aplanada de las montafias, es-taba protegida par una larga muraUa de piedr~. Las aldeascarnpesinas se situaban en las laderas de las col mas, cerca delos campos de cultivo, Tal disposicion urbanistica sefiala cla- .ramente la aparicion de un militarismo acornpafiado de la

    110

    confirrnan dicha impresion, El mismo padron present a Yagu{,la ciudad vecina a Mitla.La c iviliz acio n m ix te ca e stu vo formada por un conj unto de

    peq uefias ciudades establecidas en los valles de las rnontafiasMixtecas del oeste oaxaqueno. Politicamente se organizabanen seriorios que tributaban a ciertos reinos. Existia unaampJia estratificaci6n social en la cual los guerreros ocupabanun lugar primordial. De la Iuerz a y poder io de cada ciudaddependia su rango de ))principal( a vasalla .

    La historia mixteca nos es conocida gracias al descifra-miento de sus codices, Decian ser descendientes de la Ser-piente EmpJumada, can 1 0 que su mitologia se emparientaa la nahuat l y la Leyenda de los Cinco Soles. Hacia el 1 35 0avanzarcn a la zona zapoteca de Oaxaca, y a tr aves de ma-trimonios mixtos entre sus dignatanos y las familias gober-nantes zapotecas, lograron apoderarse de todas las ciudades.Mas que grandes arquitectos los mixtecas fueron verda-

    deros orfebres, maestros en el tallado del oro y el trabaja deIa turquesa. Uno de los mas espectaculares restos proviened e la tumba 7 de Monte Alban, lugar que utilizaron como ce-rnenterio de los gobernantes de Mitla. Tarnbien sobresalie-ro n en la decoraci6.n arq uitectonica. Las paredes de los edif'i-cios se adornaban con una multitud de greeas en sobrerrelieve,ruyos motivos nunea se repiten. Los interiores se pinta ban alI resco con colores acre oro, verde oliva, rojo, gris, negro, azulIurq uesa, etc. La belleza decorativa ha dado odgen a un estilorlvnominado Mixteca-Pue6la que tamblto se aprecia en Ia. eramica. Los vases tripodes terminaban sus soportes encnbez as de aguilas y serpientes; las paredes interiores y exte-Ilores estaban pintadas ~on figuras rnitologicas que se alter-11.1 ban con franj as de grecas_ rLa religion reflej aba la organizacion politica. Cada ciudad

    rrnll:l Sus propios dioses. Sacerdotes principales, ayudados!-tilT" otros menores, celebraban oficios en los que se ofreciandlllfT~ les, pajaros y copal. En las cerernonias se acost umbra.ha d.tnzar y practicar ciertos entretenimientos como cl j uegoII I t peleta y el Volador que se cornponia ))deun palo girato-tlo wn des 0 cuatro aspas en cuyos descansos de los eXI'fCmOS

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    Fig. 36. Ejemplos degrecas en las murnllas de M~lla

    se ponian dos 0 cuatro hombres disfrazados de rnonos(Dahlgren, 1951).

    112

    /'i'g. 36 a). Representaeion deiJuer

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    Mencion especial merece el culto a los rnuert os. Gran can-tidad de of rend as accmpafiaba al cuerpo del difunto cup fi-gura era tall ada en mascara de madera a metal. A veces sesol ia sar rificar a los sirvientes de los senores principales afin de que le acornpanaran en la vida extraterrenal.

    Los mixtecos fueron conoeidos por los esparioles. Aunqueformaban parte del Imperio Azteca, nunca est uvieron com-pletamente sornetidos. Orgullosos de su lengua y tradiciones,las conservaron evitando, de tal modo, contaminaciones fora-rieas.

    La ciuilizacion de CholulaLa fundaci6n de este centro se remonta al lor mativo. Su es-tructura principal era una pequeria pirarnide cuyas pa-redes estaban cubiertas por mitol6gicos insectos pint adosen colores rojo, negro y amarillo. Lentarnente Iueron agran-dandola hasta convert irl a , en el clasico, en la mas alta de Me-soamerica; ello , un id o a sus casi 400 templos, convirtierona Cholula en activo centro de peregrinacion, situacion refle-jada en el estilo arquitectonico y en la cerarnica Mixteca-Puebla, que sintetiaan elementos teotihuacanos y del Golfode Mexico.

    La ciuilizacuin de CempoalaEn la costa del Golfo de Mexico, Cempoala, cercaria a laactual Veracruz, fue una de las mas extensas ciudades post-clasicas de Mexico, Can una superficie de 200 km2 constituyoun centro que aglutinc, segun testimonies de los cronistas, acasi 30.000 habitantes, Entre sus construcciones destaca elTemple Mayor, cuya piramide, rodeada de almenas, se levan-ta sobre una plataforma; el Temple de las Chimeneas y el Al-tar son tarnbien estructuras escalonadas, La Gran Piramuleprobablernente fue una de las ultimas construcciones monu-mentales prehispanicas. La parte superior del Temple de lasCantas estaba decorada can 260 calaveras blancas.

    I J 4

    supuestos en el desarrollo de las civilizaciones cost eras. Ajuzgar por las cronicas, fue una sociedad hidraulica ya queun amplio sistema de canales de regadio aseguraba una agri-cul.tur.~rmanente, ajena a los vaivenes de la roza. Inclusoten ian ;{macigos de rnaiz que transportaban de un lugar aotro (Palerm, 1 9 5 3 )

    En surna, tal fue el desarrollo de las culturas que, de unau otra forma, tuvieron contacto con los aztecas. Estos, anima-dos por un arnplio espiritu de cohesion, incorporaron muchosde los rasgos a su propia civiliz acion, transformandose, de talrnanera, en verdadera sintesis de las tradiciones del interiory de la costa. Pero dicha sintesis, a su vez , era el producto decstrechasinterrelaciones que reflejaban un origen cornun ,cuya base, hasta donde llegan los conocimientos actuales, seencuentra en la civilizaciori olmeca Una cantidad de repe-Iiciones, especial mente en el aspecto religioso, da testimoniofie ello . .Los aztecas pronto se dieron cuenta de que era nece-sacio reinterpretar aquellas manifestaciones y volverlas a supurez a conceptual primitiva. Asi se preparaba e l camino parala completa unidad del imperio. La conquista hispana tronchortiles aspiraciones y dej6 inconclusa la tarea en que se encon-rraban ernperiados sacerdotes y altos dignatarios civiles.

    I,

    La cnnlizacion Azleca ILa historia de los aztecas esta intimarnente ligada a los aeon-tecimientos posteriores a la huida de Topiltzin Quetzalc6atl.lesde la capital tolteca. La epoca de desorden que Ie siguio~t" caraeter izo por continuas migraciones que dejaron a Tulannverrida en una ciudad morada solo par viejos. La mayo riadl " los ernigrad os se instalaron en e l valle de Mexico, rnezc lan-d U M C con las poblaciones ya existentes, 0 fundandos nuevas"Ideas como Colhuacdn a orillas del lago Xochimilco, primerIelugio de Quetzalc6atl y sus seguidores. A consecuencia dert ('lins movimientos, el lago Texcoco quedo rodeado, a co-II1H'IIZ0S del siglo XIV d.C., de nurnerosas ciudades 0 serio-tlll~, habirados por una amalgam a de razas y culturas. Suce-

    lI

    i;1 5L

    TENOCHTJTLA.N Aparenrernente y a pesar de la rel at iva independencia(lolitka, las ciudades ten ian lazes de union basadas en una

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    .~,

    Fig. 37 Mapa del Valle de Mexico (Covarrubias, 1957).

    siva s alianzas establecieron ciertas hegemanias que no. setradujeran en d om in ic c om p le te .

    Las crorucas aztecas per mit en identificar algunas de aq ue-lias riudades y a los grupos que las poblaban: Colhuacdn fueel asiento de los refugiados toltecas al igual que XICO; loschichimccas de Xolotl se establecieron primero en Tena-vuea y poster iarmente fundaran Texcoco , la ciudad modelede Tcnochtidcn, los tepaneco: en Azrapoteaico, etc.

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    ( .

    Ir'ngH

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    monial. Odiados, y tarnbien ternidos, otra vez erraron por elvalle de Mexico en busca del lugar donde un aguila, posadasobre el nopal, estuviese devorando la serpiente para fundar ,de acuerdo con las profecias de Huitzilopochtli, la ciudaddesde donde extenderian su dominic sobre el resto del valle.

    Cornandados por Tenoch el afio 1325 d.C. en una isla ari-da y casi esteril, cubierta de carrizos, avistaron al aguila devo-rando la serpiente y decidieron echar las bases de su futuracapital construyendo el templo en honor a Huitzilopochtli.As; nacio Tenochtitldn. Por rivalidades intern as, la tribu seseparo en dos grupos, e J segundo de los cuales ocup6 un isloteal norte de Tenochtirlan, sede de la ciudad de Tlateiolco .S610 volverian a unirse en 1473.

    Establecidos en Tenocbtitlan iniciaron los trabajos de dre-naje que terminarian dando a la ciudad su aspecto definitive.Por esa epoca delinearon los que serian los cuatro barrios 0calpullis. Eligieron como primer rey al principe de Colhua-c a n , Acamapichtli, en 1376. Desde esa fecha hasta 1427, losaztecas estuvieron sornetidos a Azcapotzalco. lzc6atl, sucuarto re v (1 427 -1 44 0), habil politico, organiz6 una triplealianza - Tenochtitlan , Texcoco y Tlacopan-> que termin6con el dominio de Azcapotzalco. EI echo las bases de las es-tructuras sociales y politicas que caracterizaron al imperioSu sobrino Tlocaelel fue gran figura rnilitar. Gracias a susconsejos e influencias los cuarro reyes posteriores, Moclezu-rna 1([44 0 -146 9 ), Axayac6 atl (1 469-1481 ), Tizoc (14 81 -1486) Y Ahultzotl (1486- r502) lograron expandir las fron-teras hasta dar forma definitive al Imperio Azteca. Moctezu-rn a II (1502-1520) fue el rey religiose; lIeno de vacilacionesy titubeos, emprendi6, sin embargo, la dificil tarea de aunartodos los elementos que integraban la civilizacion azteca afin de sintetizarlos y fundirlos en unidades mas cornprensiblesal cornun de la gente. Desde ese punta de vista puede conside-rarse el verdadero impulsor de la unidad cultural del imperio.M uerto a comienzos de la conquista, sus sucesores Cuitia-huac (1520) Y Cuauhtemoc (1520-1525) correrian lamisma suerte.

    Tenochtitlan poco a poco fue transformindose en aquellaciudad que maravi1l6 a los esparioles. La necesidad de incor-

    el gran poderio de una sociedad hidraulica. La isla termin6uniendose a Tlatelolco por medio de una amplia calzada quecontinuaba hacia el norte; se l larnaba Tepeyac para distin-guirla de la Ixtapalapa y Tlacop dn que la comunicaban conel sur y el oeste, respectivarnente.

    J':ig. j8 . El Teocaili y sus dos temples gemelos segun el cronisla Durdn,f.fj ~aparte inferior, el Cotepanti, 0 muro de serpientes que rOdi'lI/J11 lu PI.IJ"JI(t~.

    Calles-canales, de tierra 0 mixtos (canales y cal~adas) eru-zaban a 10 ancho y a 10 largo Tenochtitlan, comumcando has-

    el de Huitzilopochtli, decorado en raja, presidian toda la ciu-dad desde 1 0 alto de su plataforma piramidal, el Teocalli. Fren-

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    I a s apartados sectores con el co razon de la ciudad , elta as m . d d 'd 00 mtscentro ceremonial, una plaza cast cua ra a, mas e 3 .'par lade, resguardada par murallas almenadas. En su mterior,los temples gemelos, el de Tldloc pintado de blanco y azul y

    Ffg. 3 9 . E! 'l'zompantli, segun Sahagun.[20 121

    te a elias se levantaba eI Templo de Quetzalc6atl, cuya plan-ta era circular; a continuacion estaba el campo de juego a lapelota. Un templo dedicado al Sol, el Temaldcatl 0 platafor-ma de los sacrificios gladiatorios; el Coateocalii, temple delos dioses rnenores: la Pirdmide de Tezcatlipoca y el Tzom-pantl: a muro de las calaveras, completaban el conj unto reI i.glOso.Fuera de este foco se encontraban los palacios de lo s dig-

    natarios y algunos edificios publicos como el Tlacochcalii (ar-senal), el Cuicacalli (escuela de musica y danza) y el Calme-nac (Colegio de los nobl es),

    A 1 0 largo de los canales y calles se alzaban las casas delos hombres comunes, los maceh.uales, cuyos estilos arquitec-tonicos recuerdan a los de Teotihuacan, en especial por laodistribucion interna de los departamentos. A diferencia de lospalacios, eran de un solo piso.

    En la epoca de la conquista la poblacion de TenochtitlanlIegaba a los 300.000 habitantes.

    Estructuras sociales ypoliticasLa sociedad azteca estaba basada en un complicado sistemade clases que aun conservaban eiertos elementos de los clanestotemicos. Los uetnte calpullis reflejaban fielmente tal si-tuacion El calpulli agrupaba a aquella parte de la poblacionque tenia un antepasado comun. Formaban 1 0 que Kirchhoff(1959) ha denominado clan conico, es decir, sociedades cuyosmiernbros estan un i dos par lazos de parentesco, pero en dondeno existe igualdad, ya que se aprecian diferencias de rangoy riqueza. Disfrutaban de un territorio cuya adrninistracionest aba en manes del calpulleque; eJ distribuia las tierras en-tre los capullaii 0 j efes de familia, en forma proporcional alnurnero de individuos; repartia el trabajo; adrninistraba lo stiatecatlalli y teopantlalli, tierras del rey y de los dioses, res-pectivarnente, y, par sabre todo, relacionaba al calpulli cancl emperador. Era degido par el grupo de calpullalis,

    La propiedad privada no se conocio sino basta el reinadode Moctezuma !I, cuando los jefes militares comenzaron arocibir, a titulo personal, pillalt 0 tierras en las regiones re-cien conquistadas Cada calpullali usufructuaba de Ia tierra

    hasta su muerte; el Estado, entonces, las traspasaba a su here- rid n e ~II$ amos. Los prisioneros de uerra eran I ,.! In\'''~ destinados al s ifici h g os urncos es-~ acri icio urnano

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    dero y si no existia la volvia a repartir.La clase dirigente reeibia e l nornbre generico de pilli (noble)

    y el rratarniento de tecuhtli (senor). A su eabeza se eneontra-ba e l Tlacatecuhtli, emperador, que acumulaba el poder civil,rei igioso y mil itar. Estaba asesorado por un Conseja integra-do par los miernbros de la familia real. No habia sueesionlineal; el emperador se elegia entre los parientes del rev di-[unto, de aeuerdo a sus meritos y prestigio.En el campo mil itar, el Cihuac6atl era el general encargadode dirigir los ej heitos en lucha. Convertido en .asesor especialdel gobierno, sus consejos motivaron muchas de las conquis-tas aztecas.El poder religioso estaba eneabezado por el ernperador deleual dependian los dos supremos saeerdotes, el de Huitzilo-pochtli 0 Quetzalc6atl- T6tec-tlamacazqui, y el de Tlaloc 0Quetzalc6atl- Tldloc-tlamaeazqui. Una serie de saeerdotes in-feriores se eneargaban del desarrollo de las ciencias , la pre-diccion del futuro, la conservaci6n de la historia a traves delos c6dices, las cuentas del calendario, el cuidado de los en-fermos, etc. Ellos rambien ensefiaban en el Calmenae, laeseuela de los nobles y en el Telpoehcall!, la casa de los j6ve-nes maeehuales.Los macehuales constituian la gran mas a de plebeyos Ji-bres. Vivian en los calpullis donde alternaban los trabajosagricolas can el ejercicia de las armas y la artesania.

    En los ultirnos lugares del escalafon social estaban los ma-yeques y tamenes 0 esclavos. Los primer@s, verdaderos siervos ,proven ian de las tierras entregadas en propiedad a los nobles.Campesinos sin tierras, estuvieron obligados a vender susservicios a nobles y comerciantes. Usualmente quedabanadscritos a la tierra en forma muy similar a los siervos de lagleba medievales.La esclavitud tenia multiples fuentes: deudores, asesinos,delincuentes, prostitutas y prisioneros de guerra eran los mascornunes. Contratos especiales permitian que los macehualesse autovendiesen como esclavos. Podian recuperar la libertaduna vez que devolvian la cantidad recibida de sus amos. Vi-vian en sus propias casas y legal mente quedaban lib res sicomprobaban sufrir males tratos 0 si enfermaban en la vivien-

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    1..1 rornunidad aztec . ..l 'ilJ" lu tip ica formaz eea, drgalnizada polirica y socialmenteI . . ptrarrnnai, no presentaba b~, I.iracteriscicas de cerradas castas h ' SIlO em argo,'\1 Ii que mue as e atr ibuyen

    J en es crerro que la mayoria de las lt: f .. .I"hlmadas a miembros de la familia rea~ :~ u~C1ones. estaban,I runlquier ciudadano que hubiese d~mo:~~aodoera ~eceslbleIHVlI'SC el prestigio necesari mentes v.. res IglO n~cesano para ser elegido. lncluso habi~:Iilll't!~~r~aedero escalafon que ase~uraba el ascenso desde los,., ... nos Import antes a los mas destacados.

    Los p ochlecas 0 cornercianres escapaban del1lor E t b ., - esquema ante-. sa an s ujetos solo a I a autoridad .. I 'dlre~tamente de ella. En una sociedad d~~e~ta fY dependianlus individ b . e as unciones de,'u'rnplian u~o: ~S~fti:undc~:r~7::nt~reaS~:~ipf\~asdas,. / o s poehtecasrimes Y com. . T' ' rru nares, sacer-, erciantes. eruan su propio dios Ya t h IYmcn I e i f ' i b ' ca ecu ui asacri lea an esclavos cornprados entr I' .. 'ill' gue .. e os pnSlOnerosl rra; cortes especiales ventilaban sus j uicios etc N~.l 11; : de donde proven ian tales privilegios pero 1 0 'm' .0 seI'S Clue est b I ,as seguro, a an re acionados coh el importante papel I'III'D que dese - b V po I-. mpena an. isitantes de los mas apartadosnncones del Imperio conocian I1 . 1 ~diversas razas '. enguas y costumbres deI .\nJuf1a::es yrazas q~e los ocupaban; poseian gran faeilidad para. mezc arse entre ellos, enterandose de SLiS sen-1,lllllcntos can r~specto al gobierno central; otras veces, guia-, liS. par el alan comercial , financiaban conquistas eu arlnminio entregaban al emperador EI ficio : heredita: _ Yvivian eo Tlatelolco. . a lCIO era ereditario;

    Economia y comereior ,II actividad mercantil continuo siendo el I ..tlDI' en la cultura .