predicando la palabra en tiempos de crisis

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“LA REVELACIÓN DE DIOS EN UN TIEMPO DE CRISIS TEXTO: Ezequiel 1:1-3 Introducción La Biblia enseña que Dios es soberano. Cada detalle de nuestras vidas está bajo Su control. No solo las cosas buenas, sino también las cosas malas. Aun en las ‘tormentas’ de la vida, estamos en las manos de Dios. Ezequiel vivió en un tiempo de crisis, y su ministerio debe entenderse a la luz de esta realidad. Fue el tiempo de crisis que hizo necesario el ministerio de este siervo de Dios. El Señor, en Su amor, quiso hablar a Su pueblo durante esta crisis, y fue esa revelación que dio lugar al ministerio profético de Ezequiel. Para entender mejor este tema, veamos tres detalles de la revelación que Dios concedió a Ezequiel. - El Momento de la Revelación Divina - El Lugar de la Revelación Divina - La Manera de la Revelación Divina 1. EL MOMENTO DE LA REVELACIÓN (v. 1-2) El primer paso en la interpretación de la Biblia, es tomar en cuenta el contexto original de la revelación divina. Dios nunca habla en un vacío; siempre hay un contexto en el cual Él habla. Y es muy importante entender el contexto histórico, para poder interpretar correctamente el mensaje de Dios. El texto bíblico indica el momento preciso en que Dios habló a este gran hombre, Ezequiel. Fue el quinto día, del cuarto mes (v.1-2). Lo que no está claro es el año de la revelación. La

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Que hacer cuando como predicadores estamos pasando tiempos de crisis. ¿Dejamos de predicar? no, esa es la enseñanza de este material.

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Page 1: Predicando La Palabra en Tiempos de Crisis

“LA REVELACIÓN DE DIOS EN UN TIEMPO DE CRISIS”

TEXTO: Ezequiel 1:1-3

Introducción

La Biblia enseña que Dios es soberano. Cada detalle de nuestras vidas está bajo Su control. No solo las cosas buenas, sino también las cosas malas. Aun en las ‘tormentas’ de la vida, estamos en las manos de Dios.

Ezequiel vivió en un tiempo de crisis, y su ministerio debe entenderse a la luz de esta realidad. Fue el tiempo de crisis que hizo necesario el ministerio de este siervo de Dios. El Señor, en Su amor, quiso hablar a Su pueblo durante esta crisis, y fue esa revelación que dio lugar al ministerio profético de Ezequiel.

Para entender mejor este tema, veamos tres detalles de la revelación que Dios concedió a Ezequiel.

- El Momento de la Revelación Divina- El Lugar de la Revelación Divina - La Manera de la Revelación Divina

1. EL MOMENTO DE LA REVELACIÓN (v. 1-2)

El primer paso en la interpretación de la Biblia, es tomar en cuenta el contexto original de la revelación divina. Dios nunca habla en un vacío; siempre hay un contexto en el cual Él habla. Y es muy importante entender el contexto histórico, para poder interpretar correctamente el mensaje de Dios.

El texto bíblico indica el momento preciso en que Dios habló a este gran hombre, Ezequiel. Fue el quinto día, del cuarto mes (v.1-2). Lo que no está claro es el año de la revelación. La confusión se debe a que los primeros versos de este libro mencionan dos fechas diferentes .

a. Fue el Trigésimo Año (v.1)

El libro de Ezequiel comienza en la siguiente manera: “Aconteció en el año treinta…” (v.1). El problema es que Ezequiel no dice a qué se refiere. ¿30 años de qué? La falta de claridad ha dado lugar a una variedad de interpretaciones:

i. La edad de Ezequiel

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El v.3 indica que Ezequiel era de una familia sacerdotal. Para los sacerdotes, el año 30 era significativo; era la edad en la cual podían comenzar a ejercer su ministerio sacerdotal (Núm 4:3)1.

Dios prometió ser un ‘pequeño santuario’ para los exiliados (Ezeq 11:16). La palabra, “santuario”, se aplicó a la morada de Dios (Éx 15:17; 25:8). Si Dios iba a ser un “santuario” para Israel, era apropiado que también les diera un sacerdote, que ministrara durante el exilio. ¡Ezequiel fue ese sacerdote! A los 30 años de edad, estaba listo para comenzar su ministerio, y por eso Dios lo llamó a esa edad, y lo consagró como profeta2.

Aunque esta idea es interesante, no es del todo convincente. Si el número 30 se refiere a la edad de Ezequiel, ¿por qué mencionar el día y el mes de su trigésimo año de vida? No es normal hablar de esta manera. Podemos decir, ‘Dios me llamó al ministerio a los treinta años’, pero nadie dice, ‘Dios me llamó al ministerio cuando tenía 30 años, cuatro meses y cinco días’.

ii. 30 años del descubrimiento del libro de la ley

Una copia del libro de la ley (¿Deuteronomio?) fue descubierto en el año 18 del reinado de Josías (2 Crón 34:8, 14-21). 13 años después, Josías murió. El pueblo coronó a Joacaz rey, pero él solo gobernó tres meses. Luego reinó Joaquin 11 años, hasta que fue llevado prisionero a Babilonia. Por lo tanto, entre el descubrimiento del libro de la ley, y el exilio de Joaquín, pasaron 24 o 25 años. Sumando 5 años de cautiverio, llegamos a la cifra de 30 años.

Esta interpretación encuentra sustento en el Tárgum3 de Ezequiel 1:1, que dice explícitamente que “el año treinta” se refiere al año en que se descubrió el libro de la ley.

Aunque la afirmación del Tárgum de Ezequiel 1:1 es interesante, dicha interpretación sufre de la misma desventaja de la interpretación anterior. La referencia al quinto día del cuarto mes, parece indicar una fecha del calendario, mas que el aniversario de una fecha significativa para Israel, como la del descubrimiento del libro de la ley4.

Esto nos deja una tercera interpretación, que nos parece la más acertada:

iii. 30 años del imperio babilónico

30 años antes del llamado de Ezequiel, el padre de Nabucodonosor (Nabopolasar), independizó Babilonia del imperio de Asiria. Esto sucedió en el año 625 a.C., y esa fecha vino a ser considerada como el inicio del imperio babilónico. Por lo tanto, algunos comentaristas son de la opinión de que cuando Ezequiel habla del año 30, se estaba refiriendo al calendario del imperio babilónico. Esta interpretación es más factible, y explica la referencia al cuarto mes del año, y al quinto día de ese mes.

1 Aunque habría que notar que según Núm 8:24, la edad en la cual los sacerdotes podían iniciar su ministerio era 25 años (1 Crón 23:24 menciona una edad de 20 años). 2 Recordemos que Juan el Bautista y el Señor Jesús comenzaron sus respectivos ministerios a los 30 años de edad.3 Es decir, en la traducción del Antiguo Testamento al idioma arameo.4 Por ejemplo, se suele hablar de “500 años del descubrimiento de las Américas”, pero sería muy extraño que un escritor establezca una fecha, diciendo que es “500 años, cuatro meses, y cinco días después del descubrimiento de las Américas”.

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CONCLUSIÓN: De ser así, podemos afirmar que el llamado de Ezequiel ocurrió en el año 595 a.C.

b. El Quinto Año (v.2)

Esta fecha es mucho más clara. Ezequiel dice que la revelación de Dios vino en el quinto año del cautiverio del rey Joaquín. Leemos de este rey en 2 Rey 24:8-12. Joaquín comenzó a reinar a los 18 años5, pero fue un rey malo, dedicado a la idolatría. Por eso, a los tres meses de su reinado, el rey Nabucodonosor atacó la ciudad de Jerusalén, y lo llevó prisionero (2 Rey 24:12). Esto ocurrió en el octavo año del reinado de Nabucodonosor.

Joaquín fue el último rey en la dinastía de David (ver Jer 22:30). El siguiente rey (Zedequías) fue un familiar suyo, pero no fue su hijo.

Daniel fue llevado en el año 605 a.C., cuando la ciudad de Jerusalén fue tomada por primera vez. Es probable que Ezequiel haya sido llevado juntamente con Joaquín, que fue unos 8 años después, cuando Daniel ya estaba en la corte de Nabucodonosor (ver Dan 1:5, 18-20).

Por cinco años, Ezequiel vivió en Babilonia, entre los cautivos. Fue llevado al cautiverio, no porque cometió pecado, sino porque Dios tenía una tarea para él.

¿No fue suficiente la presencia de Daniel? Los dos tuvieron ministerios muy diferentes. Daniel animó a los exiliados, mostrando la fidelidad de Dios, en tiempos de apostasía. Dios habló por medio de él acerca del futuro. La tarea de Ezequiel fue hablar a los exiliados acerca de los eventos en Jerusalén.

2. EL LUGAR DE LA REVELACIÓN (v.1, 3)

Hay DOS detalles que debemos notar:

a. Ezequiel estaba en Babilonia (v.3)

Estaba “en la tierra de los caldeos”. Esta tierra quedaba a miles de kilómetros de Palestina, su tierra natal. Estaba allí contra su voluntad; era una suerte de prisionero de guerra. No sabemos cuando fue llevado a Babilonia, pero es probable que haya sido con el rey Joaquín. De ser así, entonces Ezequiel formó parte del grupo del cual leemos en 2 Rey 24:14. Como sacerdote, tuvo la triste experiencia de ver algunas de las cosas sagradas del templo siendo manipuladas por gente pagana, y llevadas lejos de Jerusalén, a la tierra de Babilonia (2 Rey 24:13). Fue una experiencia desastrosa para él, como creyente. Pero fue en ese lugar, tan lejano de donde había conocido a Dios, que Ezequiel experimentó una tremenda revelación de Dios. Quizá si hubiera quedado en

5 En 2 Crón 36:9 leemos que comenzó a reinar en su octavo año; pero esto tiene que ser un error en el texto. Algunos comentaristas afirman que el padre de Joaquín lo hizo rey a esta edad, pero que no comenzó a reinar en forma independiente hasta que su padre murió, cuando Joaquín tuvo 18 años; pero este argumento no es muy convincente.

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Jerusalén, nunca habría recibido estas revelaciones. Dios ya tenía a un profeta en esa ciudad – a Jeremías. Pero en Babilonia, Dios necesitaba otro profeta; por eso se manifestó a Ezequiel.

REFLEXIÓN: Dios permite las circunstancias de nuestras vidas para cumplir Sus propósitos.

b. Ezequiel estaba entre los Cautivos (v.1)

Estando en Babilonia, Ezequiel se encontró entre los cautivos; es decir, entre las demás personas que fueron llevadas al exilio, en la segunda deportación. En Jerusalén, Ezequiel los habría servido como sacerdote; en Babilonia los sirvió como profeta.

¡Qué audiencia! Era gente preparada, gente culta y educada. La ‘crema’ de la sociedad de Jerusalén. Sin embargo, no eran personas muy sensibles a la Palabra de Dios. Por un lado, fingían espiritualidad; fingían el deseo de escuchar la voz de Dios (ver Ezeq 8:1); pero en realidad eran tercos y desobedientes (ver Ezeq 12:2

Sin embargo, Dios tenía un propósito para esta gente. Leemos de ello en Jer 24:5; eran los ‘higos buenos’. Ezequiel lo confirma, en Ezeq 11:15-20. Dios los sacó de Jerusalén para salvarlos de la destrucción, y para salvarlos de la contaminación de la idolatría, y para salvarlos de los falsos profetas, que abundaban en Jerusalén (Ezeq 13:2-6). Y para ayudarles en todo este proceso, Dios les dio a Ezequiel, como un fiel profeta. Su tarea era convencerlos del juicio que vendría sobre la ciudad – su destrucción total. También tenía que animarles a poner su mirada en Dios; a arrepentirse, y volver a Dios en humildad. Todo esto llevó tiempo, y Ezequiel recibió revelaciones de Dios para cumplir esta tarea.

REFLEXIÓN: ¿Cuál es el propósito de Dios para nuestras vidas?

3. LA MANERA DE LA REVELACIÓN (v.1, 3)

¿Cómo se manifestó Dios a Ezequiel? ¿Qué fue lo que hizo para preparar su corazón y mente para el ministerio profético?

Hay cuatro frases que debemos analizar:

a. “fueron abiertos los cielos” (v.1b)

La frase aquí es un modismo hebreo; es decir, es una forma de hablar, una expresión que los judíos usaban. No es para tomar literalmente, quizá; es una expresión figurativa. En el Perú, algunos dicen: “Se me prendió un foco”, para dar a entender: ‘tuve una idea’.

Dios, ¿a quién concede esta clase de experiencia? Hay ciertas condiciones que cumplir:

i. Es una persona que está queriendo entender los propósitos de Dios…ii. Es una persona que quiere ver más allá de las circunstancias terrenales que lo

rodea…

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iii. Es una persona que da tiempo para estar en la presencia de Dios…

Fue la experiencia prometida a Natanael (Juan 1:49-51), a Esteban (Hch 7:55-56), y a Juan (Apo 19:11).

Ezequiel, estando lejos de Jerusalén, rodeado de personas desobedientes y rebeldes, cumplió estos requisitos, y gozó la tremenda experiencia de que los cielos se le abrieron, y tuvo una revelación celestial. ¿En que consistió esta revelación?

b. “vi visiones de Dios” (v.1b)

Los demás cautivos estaban mirando las cosas terrenales; estaban poniendo sus esperanzas en las cosas de este mundo; estaban interpretando sus circunstancias en términos simplemente materiales y terrenales. Un hombre vio más allá de eso…

¿Qué significa esta expresión? Podemos interpretarla en dos maneras:

i. Tuvo visiones de Dios mismo; es decir, vio a Dios. Eso parece ser el contenido del primer capítulo. Ezequiel vio la gloria de Dios. La vio en otros momentos (Ezeq 3:23; 10:1-4; 43:1-4).

ii. Tuvo visiones que vinieron de Dios; visiones que tuvieron que ver con la idolatría en Jerusalén, la gloria de Dios saliendo del templo, etc.

¿Cómo decidir entre estas dos interpretaciones? Bueno, las dos cosas fueron ciertas; pero el contenido del libro indica que el énfasis debe estar puesto sobre lo segundo. Dios concedió al profeta una serie de visiones que lo ayudó a entender los propósitos de Dios, y hablar con autoridad.

¡Hoy hace falta esta experiencia! Necesitamos personas que en medio de momentos de crisis, sepan mirar más allá de las cosas terrenales, y ver al mundo a través de los ojos de Dios y de Su palabra.

c. “vino la palabra de Jehová” (v.3a)

¡Qué tremenda experiencia! Ezequiel ya tenía la palabra de Dios – la palabra escrita. Había sido descubierta en el templo (2 Rey 22:8); es más que probable que Ezequiel, siendo sacerdote, conocía bien esta palabra. Su padre seguramente fue afectado por las reformas implementadas por el rey Josías (2 Rey 23).

Sin embargo, a esta persona que ya tenía la palabra de Dios, “vino la palabra de Jehová”.

El ministerio profético se basa sobre esta experiencia. Sin esta experiencia no puede haber un ministerio profético.

La iglesia debe ser caracterizada por el ministerio profético. “The Art of Prophesying”.

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Esta es la manera en que Dios obra. Cuando quiere hablar a Su pueblo, levanta un ‘profeta’. M. Lutero, etc.

¿Qué requisitos?

i. Un conocimiento profundo de la Palabra escrita ya dada.ii. Una sensibilidad a la voz de Dios.

Cuando estudiamos el contenido del libro de Ezequiel, encontramos algo muy interesante. La Palabra de Dios que vino a Ezequiel tuvo varios ingredientes:

i. Revelación – la idolatría en Jerusalén (¿ya lo sabían los cautivos?)ii. Predicción – la destrucción de Jerusalén.iii. Interpretación – la gloria se va del templo.iv. Exhortación – ‘entiendan’, ‘arrepiéntanse’. v. Instrucción – ‘haz esto’.

Ezequiel hizo muchas cosas extrañas. ¿Por qué? Porque el pueblo no quería escuchar la Palabra de Dios! Algunas de las cosas que Ezequiel tuvo que hacer fueron muy desagradables para él (Ezeq

¿Qué palabra hace falta hoy?

d. “vino sobre mi la mano de Jehová” (v.3b)

Esta frase es muy interesante. ¿Por qué se añade? ¿Qué significa? Habla del poder de la presencia de Dios. Ezequiel necesitaba esto, porque la tarea era difícil (Ezeq 2:3-8).

Ezequiel fue un ‘tipo’ de Cristo. El poder de Dios estaba sobre Él, para predicar la Palabra de Dios, a un pueblo terco y rebelde.

Conclusión

¿Qué de nosotros? ¿Tenemos la Palabra de Dios? ¿Qué está diciendo Dios a Su pueblo?

¿Somos sensibles a lo que el Espíritu dice a la Iglesia?

¿Hay visión de Dios? ¿Vemos los cielos abiertos?

Tenemos que tener una palabra de Dios para el mundo actual… para la Iglesia actual… para el remanente actual…