pràctiques a l'institut de medicina legal de catalunya

Posgrado en Infoanálisis y Técnicas avanzadas en Ciencias Forenses

Sara García Martínez

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ANTROPOLOGIA FORENSE

Prácticas en el Instituto de Medicina Legal (IML)

El sábado 28 de marzo se llevo a cabo la práctica de Antropología Forense en el

Instituto de Medicina Legal (IML) en Ciudad de la Justicia.

La experiencia práctica se dividió en tres partes: la primera era averiguar a partir de la

observación de unos huesos encontrados el pasado martes 24, la causa de la muerte de

la persona a la que pertenecían los restos hallados. La segunda era conocer a partir de

tres trozos pequeños de huesos desconocidos si pertenecían a un ser humano o animal.

Por último, saber diferenciarhuesos de humanos o animales.

CASO REAL: ¿Causa de la muerte?

El martes 24 de marzo de 2015 se encontraron restos óseos durante la realización de una

obra que se estaban llevando a cabo en un descampado. Los trabajadores llamaron

inmediatamente a la policía. Una vez personados en la escena, éstos solicitaron los

servicios del Instituto de Medicina Legal (IML) para que comparecieran en el lugar del

hecho.

Una vez llegaron a la zona, encontraron pequeños restos óseos esparcidos por el terreno

a causa de la extracción (previa al descubrimiento) de tierra que habían realizado los

trabajadores de la obra con la máquina excavadora. Una vez delimitada la zona, los

expertos forenses fueron exhumando los restos óseos que iban encontrando,

fotografiando y recogiéndolos. Asimismo, también recogieron todas aquellas pruebas

que los técnicos consideraban relevantes para la investigación. Hay que tener mucho

cuidado cuando se realiza la extracción de partes de un cadáver y seguir

meticulosamente la cadena de custodia.

Así pues, delimitaron el terreno donde habían encontrado parte de los restos en la

superficie y, finalmente, encontraron más restos óseos en una zona determinada, en un

pequeño hueco de aproximadamente 30 metros cuadrados (era el desagüe donde se

encontraba la antigua caseta ya derruida).



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Encontradas y recogidas todas las pruebas, se trasladaron al IML para empezar la

investigación de la autopsia.

El conocido antropólogo forense, José Manuel Reverte Coma declaró que “los huesos

hablan” y no se alejaba de la realidad. Conocer qué ha ocurrido es una de las partes más

importantes para la investigación de un suceso, por ello, existe un trabajo meticuloso y

constante en la preparación y organización de los restos humanos encontrados.

Imagen 1: Restos de la estructura ósea hallada en la escena

Primordialmente hay que conocer cuantos individuos hay. Para conocer eso, se

organizan todos los fragmentos (tal y como se muestra en la imagen 1) para salir de

dudas. En este caso, solo se encontraron huesos de un solo individuo.

Seguidamente, se ha de saber si son o no huesos, y si pertenecen a un ser humano o a un

animal. Estos dos análisis se les llama diagnóstico genérico y diagnóstico de especie,

respectivamente.



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Por último, si se conoce que son restos humanos se procede con el diagnóstico

individual. Es fundamental conocer si pertenecen a un hombre o a una mujer. Zonas

para poder diferenciar uno u otro es la forma del acabamiento de la frente (los hombres

tienen la frente continua gradualmente en una curva regular y las mujeres la tienen

perpendicula), la apófisis marginal (muy marcada en hombres e inexistente en mujeres)

así como la apófisis estiloides (más larga en mujeres), entre otros aspectos.

Es importante saber la edad aproximada de los restos humanos en estos casos donde la

identidad se desconoce. La mandíbula, los dientes, la satura del cráneo (más visible

tienen edad, menos visible más edad) son algunos de los aspectos que ayudan a conocer

la edad que tenía la persona.

Así pues, tras las investigaciones llevadas a cabo a la hora de hacer la autopsia se

averiguó que era una mujer adulta, de mediana edad. A través de las investigaciones

policiales, pudieron averiguar que podría pertenecer a una mujer que había desaparecido

hacía siete meses y tenía 31 años. Vivía en la zona, más concretamente en la caseta

abandonada, y ahora derrumbada, donde se habían encontrado los restos óseos. La

mujer era prostituta y toxicómana.

A más a más, un aspecto esclarecedor acerca de la identidad de la víctima fue el catéter

que se encontró en el cráneo (imagen 2) propia de una operación cerebral realizada a la

mujer. Casualmente, la mujer que había desaparecido estos meses se la hizo años atrás.



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Imagen 2: Lateral derecho del cráneo de la víctima; en él se observa el catéter así como una de las

quemaduras

Al conocer que la víctima podría ser una mujer que desapareció hace aproximadamente

siete meses, surge la pregunta ¿a qué se debe el estado de descomposición tan

avanzado? Es decir, tras siete meses, el cuerpo debería haber sido encontrado en un

estado de putrefacción de la carne humana y no sin rastro de ella. ¿Por qué?.

La importancia de conocer todos los datos de la escena (como se ha encontrado el

cuerpo, en qué estado, superficie en la que estaba,..) es fundamental para poder hacer

una autopsia. Esos elementos facilitan conocer qué ha ocurrido.

Así pues, los médicos forenses concluyeron que la causa de ese avanzado estado tenía

relación con el lugar donde se halló el cuerpo. Al encontrarlo en el desagüe, animales

como roedores (ratas principalmente) pueden llegar a ser los causantes que ese estado

de putrefacción llegue a ser esquelético en pocos meses.



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Una de las incógnitas más importantes a realizar una autopsia de esta índole es saber la

causa de la muerte. En un primer momento, se observan quemaduras en diferentes

partes de los restos óseos. Como se observa en las siguientes imágenes, las partes

señalizadas de color rojo son las que han sido quemadas. ¿A qué puede deberse este

hecho?

Imagen 3: Panorámica del esqueleto encontrado

Hay diferentes fragmentos calcinados y en diferentes partes del cuerpo pero sin relación

aparente. En el cráneo, la columna, la pelvis, el fémur,.. son algunos de los focos donde

se quiso quemar el cuerpo.

Llegados a este punto, y tras las primeras informaciones recogidas se puede obtener que

se trata de un homicidio.

Se ha localizado el cuerpo en el desagüe y envuelto en una alfombra (imagen 7), por lo

que alguien tuvo que trasladarla hasta ahí. Existen quemaduras en diferentes partes de

los huesos por lo que se prevé que quizás el asesino quiso quemarla pero por los

motivos que sucedieran no pudo llevarse a cabo. No es común localizar quemaduras en

esas partes del cuerpo ya que generalmente se realizan quemaduras en las huellas

dactilares (tanto de manos como de pies) para evitar la identificación de la víctima.



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Imagen 4 y 5: Pequeños fragmentos óseos calcinados

Imagen 6: Visión frontal y lateral derecho del cráneo



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Imagen 7: Pruebas del tejido de la alfombra en la escena dónde se encontró el cuerpo

Las quemaduras no fueron la causa principal de la muerte. Los forenses estiman que

esas quemaduras puede haber sido realizadas una vez que la víctima ya estuviera

muerta.

Al observar detenidamente el cráneo (se encuentra destrozado debido a la extracción

que se hizo con la excavadora) se observaron que habían tres contusiones (imagen 7).

Las tres se encontraban en la parte izquierda del cráneo.

La primera contusión y más clara que se observó, es la que se encuentra en la zona más

baja del cráneo, en el extremo de la quemadura. Es una contusión pequeña pero a la vez

profunda. La segunda es la que se encuentra en la parte izquierda de la frente y, la

tercera está cerca de la cuenca del ojo (ambas están sombreadas de un color más oscuro

debido al impacto). Por tanto, y dada la gravedad y zona localizada, los médicos

forenses valoraron que la causa de la muerte fueran las contusiones que presentaba el

cráneo.



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Imagen 7: Visión lateral izquierda del cráneo

Tras los datos obtenidos de la autopsia y de la investigación policial que se estaba

realizando se llegó a la conclusión que era un caso de homicidio. No era la primera vez

que veían ese modus operandi ya que, años atrás, se encontró una mujer asesinada con

esa similitud. Se encontraron golpes en la cabeza y quemaduras en diferentes partes del

cuepo. En ese caso, no se pudo culpar a nadie ya que no hubieron suficientes pruebas

esclarecedoras para ello. El presunto asesino era su pareja.

Curiosamente, éste mismo hasta hace unos meses, era la última pareja de la víctima de

este caso. Es más, unos meses atrás de encontrar el cuerpo, otra mujer presentó una

denuncia por maltrato y amenazas llevadas a cabo por su pareja, el mismo hombre que

se hace referencia en el primer caso y en el segundo.

Lamentablemente, no se conocerá si finalmente ha habido justicia para la víctima. El

caso está en juzgados pendiente de realizar el juicio y la investigación policial sigue

buscando todos los datos posibles para poder culpabilizar con pruebas feacientes el



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asesinato de la mujer. Se espera que en esta ocasión se pueda llegar a esclarecer los

hechos y castigar al presunto asesino de ambas víctimas.

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