portafolio yolanda reyes

115
Yolanda Reyes

Upload: jaime-angel

Post on 10-Mar-2016

255 views

Category:

Documents


0 download

DESCRIPTION

 

TRANSCRIPT

Page 1: Portafolio Yolanda Reyes

Yolanda Reyes

Page 2: Portafolio Yolanda Reyes

Premio Iberomericano SM de Literatura Infantil y Juvenil 2013

Page 3: Portafolio Yolanda Reyes

Yolanda Reyes Presentada por

Page 4: Portafolio Yolanda Reyes
Page 5: Portafolio Yolanda Reyes
Page 6: Portafolio Yolanda Reyes
Page 7: Portafolio Yolanda Reyes
Page 8: Portafolio Yolanda Reyes

♦ ♦

Medellín, Mayo 28 de 2013 Señoras y señores IX Premio Iberoamericano SM de Literatura Infantil y Juvenil 2013 Asunto: apoyo a la postulación de la escritora colombiana Yolanda Reyes La Corporación Cultural Diáfora es una entidad sin ánimo de lucro que trabaja, desde 2001, en la comuna 8 de Medellín en donde participa de la difusión y consolidación cultural comunitaria a partir de sus líneas de acción: Promoción de Lectura, Formación Artística, Participación, Convivencia y Desarrollo, y Memoria Cultural. En las acciones de Promoción de lectura que desarrollamos hemos podido conocer, disfrutar y divulgar la obra de la escritora Yolanda Reyes, en actividades como Clubes de Lectura para niños y jóvenes, Formación a docentes, madres comunitarias y mediadores, Hora del cuento y Cajas Viajeras, y hemos podido ver que la literatura de esta autora toca los sentimientos de los diferentes públicos y se les hace significativa y propia. Tal ha sido la acogida, que la tuvimos como invitada en el segundo encuentro comunal: Lectura, infancia y familia, abril de 2013, a petición de las comunidades y, especialmente, de las y los formadores de primera infancia. Consideramos que Yolanda Reyes ha dinamizado la literatura infantil y juvenil colombiana con la calidad de sus obras, la cual implica también respeto por los lectores, y se ha comprometido con la formación lectora de la primera infancia como editora académica de obras de excelente calidad

Page 9: Portafolio Yolanda Reyes

♦ ♦

y como formadora de diferente públicos entre los que tenemos a la comunidad de la comuna 8 de Medellín. Por lo anterior expresamos nuestro apoyo a la candidatura de la escritora colombiana Yolanda Reyes para recibir el IX Premio Iberoamericano SM de Literatura Infantil y Juvenil 2013. Atentamente, YURANY MONSALVE GARCÍA Directora Corporación Cultural Diáfora Integrante Red Lees

Page 10: Portafolio Yolanda Reyes
Page 11: Portafolio Yolanda Reyes

í n d i c e

¿ Q u i é n e s Y o l a n d a R e y e s ?

Perf i les , entrevis tas , reporta jes

L a c r í t i c a h a d i c h o

Opinión – Diar io El Tiempo

P a r a l e e r m á s

F o r m a t o s d e i n s c r i p c i ó n

001 13

002 23

003 59

004 85

005 101

006 104

Page 12: Portafolio Yolanda Reyes

B i o g r a f í a

Premios y distinciones

Bibliografía

F i c c i ó n

L ib ro s de en sayo e i n v e s t i g a c i ó n

Trabajo periodístico

T r a b a j o E d i t o r i a l

001.1 13

001.2 16

18

001.3

001.4

001.5

001.6

Page 13: Portafolio Yolanda Reyes

“La vida me ha ido llevando a combinar el oficio de leer y escribir para los niños –autora de libros para niños y jóvenes, promotora de lectura, según los nombres oficiales– con el de columnista de opinión en el diario El Tiempo. Y como a todo se termina dando un nombre, en los medios de comunicación colombianos me he convertido en algo así como “la voz de los niños”, lo cual es un cliché, porque no siempre hablo de niños y muchas veces trato de olvidarlos para escribir sobre otros temas, para albergar y permitirme otros registros... Pero de tanto conversar, jugar, leer con ellos e intentar descifrar la media lengua de los que van a morder libros a la Bebeteca de Espantapájaros y aún no tienen todas las palabras, parece que arrastro algo de sus voces y que se me han vuelto cada vez más borrosas las fronteras entre escribir para los niños y escribir sobre la infancia –¿escribir desde la infancia? –.

¿Quién   es   Yolanda   Reyes?  

001

Page 14: Portafolio Yolanda Reyes

¿Quien es Yolanda Reyes?

…¿Qué es, qué significa ser una “autora c o l o m b i a n a ” . ¿ A c a s o e x i s t e e s a denominación de origen para englobar a un país tan complejo; a un país que son tantos países? Afortunadamente, cuando se elige “el punto de vista del autor”, no es necesario dar una respuesta concluyente y por eso prefiero formularla en primera persona del singular: ¿qué significa, o que ha significado para mí, en singular, el hecho de contar, hablar y escribir en un país llamado Colombia y, más exactamente, en el centro de Colombia, en una ciudad llamada Bogotá?”.

En un país donde la infancia tiene toques de tragedia, pero se narra desde el lugar común, he sentido la necesidad, casi la obligación, de recoger y hacer audibles las voces de los niños en el espacio público, en la polis, para contrarrestar esa mirada de conmiseración o de falsa indulgencia que se traduce en tantas frases hechas: “ah, escribes para niños, qué bonito. Trabajas para niños, qué paciencia, qué inocencia”… “Qué bueno tener una voz como la tuya en el periódico, –me dijo el director cuando me contrató–. Un enfoque distinto, otra mirada, con tantas noticias tan terribles”… Tal vez se le escaparon ciertos detalles: esas noticias tan terribles por lo general tienen como protagonistas a los niños. Y otro detalle: crecer es un rasgo inherente a los niños. Suelen crecer, lo cual significa que lo que hacemos o dejamos de hacer por ellos construye el país a la vuelta de unos años.

Yolanda Reyes. Escribir para los más jóvenes en

Colombia. (Fragmento). II Jornadas de Literatura Infantil y Juvenil

Latinoamericana. Casa de América, Cataluña, 2011.

14

Page 15: Portafolio Yolanda Reyes

Y o l a n d a R e y e s

Yolanda Reyes nació en Bucaramanga, Colombia, en 1959. Es licenciada en Ciencias de la Educación con especialización en Literatura de La Universidad Javeriana de Bogotá y realizó estudios de postgrado en Lengua y Literatura Española en el Instituto de Cooperación Iberoamericana de Madrid. Su trabajo es leer, escribir, dar de leer y formar lectores. Fue una de las fundadoras de Espantapájaros Taller, un proyecto que ha sido pionero en el fomento de la lectura desde la primera infancia en América Latina y que dirige desde 1990. Dicta seminarios en el ámbito nacional e internacional sobre lo que ha aprendido en la Bebeteca de Espantapájaros; es autora de numerosos artículos y ensayos que recogen ese trabajo de investigación y ha asesorado a diversas organizaciones nacionales e internacionales en el diseño de programas y lineamientos sobre políticas de infancia, lectura y literatura.   Es columnista del diario El Tiempo de Bogotá y obtuvo Mención Especial en el Premio Simón Bolívar de Periodismo 2009 por su columna “El ADN de Colombia”. Dirige la colección “Nidos para la Lectura” de Alfaguara Colombia, que ha rescatado, editado y divulgado un conjunto de obras destacadas de la literatura infantil universal y latinoamericana y dicta el curso “Escribir para niños” en el Máster a Distancia en Libros y Literatura de la Universidad Autónoma de Barcelona y el Banco del Libro de Venezuela.   Aunque su obra literaria se dirige a públicos diversos, desde los bebés hasta los adultos, su denominador común es el trabajo con el lenguaje y su preocupación por explorar registros, voces y matices. Su libro de cuentos, El terror de Sexto B (1994), ha sido leído por varias generaciones de niños, desde España hasta Brasil, y se considera una de las obras pioneras de la literatura infantil latinoamericana contemporánea pues abrió posibilidades para pensar en infancias urbanas, cotidianas y complejas, en un momento en que la literatura latinoamericana para niños estaba volcada casi exclusivamente hacia lo real maravilloso. Tanto en este libro como en Los agujeros negros y en sus dos novelas Los años terribles y Pasajera en tránsito, es posible rastrear una preocupación por crear personajes verosímiles, con voces muy trabajadas, pese a su aparente sencillez. La idea de que “los niños son gente”, atraviesa todo su trabajo y se refleja en la manera como escribe para ellos sin eludir temas difíciles y sin menospreciar sus capacidades para jugar, sentir y disfrutar con el lenguaje. Sus libros han sido publicados por editoriales como Alfaguara, Norma, Panamericana, Babel Libros, Lumen, Pearson y SM y casi todos están traducidos al portugués pues circulan en Brasil.

B I O G R A F Í A  

001.1

15

Page 16: Portafolio Yolanda Reyes

¿Quien es Yolanda Reyes?

Otorgados a Yolanda Reyes desde 1994 hasta la fecha.

P R EM I O S   Y   D I S T I N C I O N E S    

001.2

1994 Premio Noveles Talentos de Fundalectura. El terror de Sexto B

F U N D A L E C T U R A  

1996 Selección “Los mejores libros para niños. Mención Especial”. Banco del Libro de Venezuela. El terror de Sexto B. .

B A N C O   D E L   L I B R O   D E   V E N E Z U E L A  

1997 Lista de Honor The White Ravens. Biblioteca de la Juventud de Munich. El terror de Sexto B.

T H E   W H I T E   R A V E N S   –   LISTA  DE  HONOR  

1999 Beca de Creación Literaria. Ministerio de Cultura de Colombia. Los años terribles.

M I N I S T E R I O   D E   C U L T U R A   D E   C O L O M B I A  

1999 Lista de Honor The White Ravens. Biblioteca de la Juventud de Munich por Um amor grande demais.

T H E   W H I T E   R A V E N S   –   LISTA  DE  HONOR  

2000 Finalista en el Premio Latinoamericano de Literatura Infantil y Juvenil Norma-Fundalectura. Los años terribles.

N O R M A   -­‐   F U N D A L E C T U R A  

16

Page 17: Portafolio Yolanda Reyes

Y o l a n d a R e y e s 002.2

2001 Selección “Los mejores libros para niños. Mención Especial: Escritores Noveles Latinoamericanos”. Banco del Libro de Venezuela. Los años terribles.

B A N C O   D E L   L I B R O   D E   V E N E Z U E L A  

2004 Lista de Honor The White Ravens. Biblioteca de la Juventud de Munich. Una cama para tres.

T H E   W H I T E   R A V E N S   –   LISTA  DE  HONOR  

2008 Lista Arcadia. Colombia. Los diez mejores libros del año/ ficción. Pasajera en tránsito.

L I S T A   A R C A D I A  

2009 Premio Simón Bolívar de Periodismo. Colombia. Mención especial por la columna “El ADN de Colombia”, publicada en el diario El Tiempo.

P R E M I O   S I M Ó N   B O L Í V A R   D E   P E R I O D I S M O  

2011 Selección “Los mejores libros para niños”. Banco del Libro de Venezuela. Ernestina la gallina.

B A N C O   D E L   L I B R O   D E   V E N E Z U E L A  

2013 Lista Altamente Recomendados de la FNLIJ de Brasil. Ler e brincar, teçer e cantar: literatura, escrita e educação. Trad. Rodrigo Petronio.

L I S T A   F N L I J  

17

Page 18: Portafolio Yolanda Reyes

¿Quien es Yolanda Reyes?

BIBLIOGRAFIA  

001.3

Quito, Libresa, 1995 Bogotá, Lumen, 2011.

U n   c u e n t o   q u e   n o   e s   i n v e n t o  

Ilustrado por Patrícia Gwinner. Trad de Ruth Rocha. São Paulo, Mercuryo Jovem, 2008.

U m   c o n t o   q u e   n ã o   é   r e c o n t o  

Bogotá, Alfaguara, 1995.

E l   t e r r o r   d e   s e x t o   “ B ”  

São Paulo, FTD, 1996.

F r i d a  

São Paulo, FTD, 1996.

S a b e r   p e r d e r  

São Paulo, FTD, 1996.

T e r m i n a n t e m e n t e   p r o h i b i d o  

F I C C I Ó N  

São Paulo, FTD, 1996.

3 ª   f e i r a ,   4 ª   a u l a  

São Paulo, FTD, 1996.

U m   a m o r   g r a n d e   d e m a i s  

Bogotá, Editorial Norma, 1997

M a r í a   d e   l o s   D i n o s a u r i o s .  

Los meses del año son. Coautora: Clarisa Ruiz. Bogotá, Panamericana, 1999

L o s   m e s e s   d e l   a ñ o   s o n  

18

Page 19: Portafolio Yolanda Reyes

Bogotá, Editorial Norma, 2000.

L o s   a ñ o s   t e r r i b l e s  

Trad de Catarina Meloni. (En proceso de edición).

O s   a n o s   d i ` i c e i s  

Colección Los derechos de los niños. UNICEF-Alfaguara, Madrid, 2000.

L o s   a g u j e r o s   n e g r o s  

Bogotá, Alfaguara, 2005. Buenos Aires, Alfaguara, 2008

L o s   a g u j e r o s   n e g r o s  

Ilustrado por Ivar Da Coll. Alfaguara, Bogotá, 2002.

U m a   c a m a   p a r a   t r ê s  

Bogotá, Alfaguara, 2005.

E l   l i b r o   q u e   c a n t a  

Bogotá, Alfaguara, 2005.

P a s a j e r a   e n   t r á n s i t o  

En: “Un mundo de relatos”. Madrid, Pearson, 2008.

M i e n t r a s   t a n t o  

Y o l a n d a R e y e s

Coautoría con Rafael Yockteng. Babel Libros, Bogotá, 2011

M i   m a s c o t a  

Ilustrado por Mariana Massarani. Trad. Marina Colasanti, São Paulo, Editora FTD, 2013.

M e u   b i c h o   d e   e s t i m a ç ã o  

19

Page 20: Portafolio Yolanda Reyes

001.4

¿Quien es Yolanda Reyes? 001.3

Ilustrado por Christian Turdera. Océano. Mexico, 2009.

C u c ú  

Ilustrado por Aitana Carrasco. Océano, México, 2009.

E r n e s t i n a   l a   g a l l i n a  

Ediciones SM, Bogotá, En proceso de edición.

E x a m e n   d e   m i e d o  

L I B R O S   D E   E N S A Y O   E   I N V E S T I G A C I Ó N  

En: Lecturas sobre Lecturas. Consejo Nacional para la Cultura y las Artes, Conaculta, México, 2003.

Y o   n o   l e o ,   a l g u i e n   m e   l e e ,   m e  d e s c i f r a   y   e s c r i b e   e n   m i .  

Colección Catalejo, Grupo Editorial Norma, 2007.

L a   c a s a   i m a g i n a r i a :   l e c t u r a   y  l i t e r a t u r a   e n   l a   p r i m e r a   i n f a n c i a  

São Paulo, Editora Global, 2009 .

A   c a s a   i m a g i n á r i a  

En: “Bibliotecas y escuela”. México, Colección Ágora. Océano, 2008. .

L a   b i b l i o t e c a   p a r a   l o s   q u e   n o  s a b e n   l e e r  

20

Page 21: Portafolio Yolanda Reyes

Y o l a n d a R e y e s

Trad. Rodrigo Petronio. Pulo de Gato. São Paulo, 2011

L e e r   e   b r i n c a r ,   t e ç e r   e   c a n t a r :  l i t e r a t u r a ,   e s c r i t a   e   e d u c a ç ã o .  

CERLALC, Dirección Nacional de Derecho de Autor, 2005.

L o s   o ` i c i o s   d e   l a   i m a g i n a c i ó n .  G u í a   d e   D e r e c h o   d e   A u t o r   p a r a  J ó v e n e s   c r e a d o r e s :  

Página mensual de reseñas críticas sobre literatura infantil y juvenil. 1999-2005. .

R e v i s t a   C a m b i o .   B o g o t á ,   C o l o m b i a  

Columna “La Piedra en el Zapato”. 2000-2001.

R e v i s t a   C r o m o s .   B o g o t á ,   C o l o m b i a  

Columna de opinión en la página editorial. 2002 - 2013

D i a r i o   E l   T i e m p o .   B o g o t á ,   C o l o m b i a  

001.5 T R A B A J O   P E R I O D Í S T I C O  

C o l e c c i ó n   “ N i d o s   p a r a   l a   l e c t u r a ”  

001.6 T R A B A J O   E D I T O R I A L  

Directora y creadora del concepto editorial y editora de un conjunto de libros de literatura infantil universal, clásica y contemporánea. Bogotá, Alfaguara, 2004-2013

21

Page 22: Portafolio Yolanda Reyes

Periódico El Colombiano

Periódico El Espectador

D i a r i o E l T i e m p o

R e v i s t a B a r a t a r i a

Periódico Vanguardia Liberal

P e r i ó d i c o L a F i l

D i a r i o L a N a c i ó n

R e v i s t a A r c a d i a

R e v i s t a E l L i b r e r o

D i a r i o E l M e r c u r i o

P e r i ó d i c o O T e m p o

R e v i s t a N o v a E s c o l a

R e v i s t a ñ .

R e v i s t a E m í l i a

Revista Tiempo de Leer

Pantalia, Gestión de ideas

002.1 24

002.2 25

002.3 28

002.4 30

002.5 34

002.6 36

002.7 37

002.8 38

002.9 40

002.10 42

002.11 43

002.12 45

002.13 48

002.14 49

002.15 54

002.16 56

Page 23: Portafolio Yolanda Reyes

P e r ` i l e s ,   E n t r e v i s t a s  Y       r e p o r t a j e s  

002

Page 24: Portafolio Yolanda Reyes

002.1 Perfiles, entrevistas, reportajes

Uno de los primeros reportajes sobre los cuentos de El terror de Sexto B, escrito por Beatriz Marín, per iod i s ta an t ioqueña especializada en lectura y l i t e ra tura in fan t i l . E l movimiento de bibliotecas públicas de Medellín fue fundamental en la acogida que tuvo este libro.   “Mi libro es una reacción a n t e l a l i t e r a t u r a colombiana de mensaje moralista, donde siempre dicen que la niñez es la época más linda.”

Yolanda Reyes, 1996. El Colombiano

P E R I Ó D I C O   E L  C O L O M B I A N O  Periódico El Colombiano. (Abril, 1996). “Hay un terror llamado Yolanda Reyes.” M e d e l l í n , C o l o m b i a .

24

Page 25: Portafolio Yolanda Reyes

Y o l a n d a R e y e s

Periódico El Espectador. (Abril, 2001). “Los niños son asunto de grandes.” Colombia.

P E R I Ó D I C O   E L   E S P E C T ADOR  

002.2

Los escritores colombianos Clarisa Ruiz, Irene Vasco, Jairo Aníbal Niño y Yolanda Reyes en entrevista del diario El Espectador.

25

Page 26: Portafolio Yolanda Reyes

002.2

El Espectador. (Octubre, 2009). “Letras grandotas para lectores pequeños.” Bogotá, Colombia.

P E R I Ó D I C O   E L   E S P E C T ADOR  

Perfiles, entrevistas, reportajes

26

Page 27: Portafolio Yolanda Reyes

Y o l a n d a R e y e s

27

Page 28: Portafolio Yolanda Reyes

002.3

Diario El Tiempo. (Junio, 2002). “Literatura para niños en tiempos de guerra.” Bogotá, Colombia

D I A R I O   E L   T I EM PO  

Perfiles, entrevistas, reportajes

28

Page 29: Portafolio Yolanda Reyes

Y o l a n d a R e y e s

Colombia, 2002. En tiempos tan difíciles, la literatura, de cierta forma, permitía dar nombre y dar palabras al dolor de los niños. “Si bien es cierto que las palabras no curan heridas físicas ni pueden devolver las páginas de la historia para inventar finales menos tristes, sus poderes simbólicos nos acogen en tiempos difíciles, para dejar salir el dolor y hacerlo soportable. Los libros no mienten ni cambian de tema para distraernos; no nos mandan a jugar cuando tenemos ganas de llorar, ni nos cierran la puerta en las narices. Nos hacen, simplemente, con-movernos: nos dan permiso de sentir con otros, nos prestan la experiencia, la larga experiencia de la especie para que podamos ver cómo han vivido otros…”

Yolanda Reyes. Escribir para los más jóvenes en Colombia. Ponencia leída en la Casa de América

de Catalunya, en las II Jornadas de Literatura Infantil de 2011, 9 años después de este reportaje.

29

Page 30: Portafolio Yolanda Reyes

002.4

Revista Barataria. Vol 1, No. 3 . (2004). “Entrevista a Yolanda Reyes por Fanuel Díaz”. Bogotá, Colombia

R E V I S T A   B A R A T A R I A  

Perfiles, entrevistas, reportajes

30

Page 31: Portafolio Yolanda Reyes

Y o l a n d a R e y e s

El crítico venezolano Fanuel Díaz entrevista a Yolanda Reyes en este número de Barataria dedicado a las tendencias del realismo en la literatura infantil y juvenil: ¿Tú crees que realmente existen temas prohibidos? “Escribir y leer son formas de explorar todo aquello de lo que no se habla en las visitas; indagar en torno a los miedos, los sueños, las fantasías; revelar nuestra cara oculta.” Tal vez tenga ya muchísimas arrugas y siga buscando por distintas vías respuestas a las mismas preguntas de la infancia que ni siquiera sé bien cuáles son”

31

Page 32: Portafolio Yolanda Reyes

002.4 Perfiles, entrevistas, reportajes

32

Page 33: Portafolio Yolanda Reyes

Y o l a n d a R e y e s

33

Page 34: Portafolio Yolanda Reyes

002.5

Periódico Vanguardia Liberal. (2007). “Yolanda Reyes, Escritora para niños de los 2 a los 40 años.”. Bucaramanga, Colombia.

P E R I Ó D I C O   V A N G U A RD I A   L I B E R A L  

Perfiles, entrevistas, reportajes

34

Page 35: Portafolio Yolanda Reyes

Y o l a n d a R e y e s

Entrevista para Vanguardia Liberal de Bucaramanga a propósito del lanzamiento de la novela Pasajera en tránsito. La continuidad entre Los años terribles y Pasajera ratifica la consideración de la autora acerca de las tenues fronteras entre la literatura llamada “juvenil” y la literatura considerada “adulta”.

35

Page 36: Portafolio Yolanda Reyes

002.6

Periódico La Fil. (2007). “Escribir para niños, cosa de adultos.” Guadalajara, México.

P E R I O D I C O   L A   F I L  

Perfiles, entrevistas, reportajes

36

Page 37: Portafolio Yolanda Reyes

Y o l a n d a R e y e s

Diario La Nación. (Agosto 2008). “Al llegar al colegio los niños se distancian del placer de leer.“ Buenos Aires, Argentina.

D I A R I O   L A   N A C I Ó N  

002.7

37

En esta página, nota del diario La Nación, en el marco de la Feria del Libro Infantil de Buenos Aires, 2008 a la que fue invitada.

Page 38: Portafolio Yolanda Reyes

002.8

Revista Arcadia. No 47. (Agosto, 2009). “Científicos Vs. Literatos – Un debate sobre las opiniones escritas.” Colombia.

R E V I S T A   A R C A D I A  

Perfiles, entrevistas, reportajes

38

Page 39: Portafolio Yolanda Reyes

Y o l a n d a R e y e s

Arcadia, 2009, propone un debate entre los principales columnistas de opinión de Colombia acerca de los puntos de vista que se eligen para dar cuenta de la actualidad.

“Sin encasillarme en escribir exclusivamente desde el territorio de las emociones, me parece válido albergarlas: dar cuenta no solo de los hechos sino de cómo los sentimos”.

39

Page 40: Portafolio Yolanda Reyes

002.9

El Librero. (Febrero, 2011). “El oficio de hacer libros que se muerden” Por Leandro Varanda. Colombia. Entrevista en el Taller Espantapájaros después del lanzamiento dos de los libros más mordidos de la Bebeteca de Espantapájaros, Ernestina la gallina y Cucú

R E V I S T A   E L   L I B R E R O   ‘  

40

Perfiles, entrevistas, reportajes

Page 41: Portafolio Yolanda Reyes

Y o l a n d a R e y e s

41

Page 42: Portafolio Yolanda Reyes

002.10

Diario El Mercurio. (2011). “La lectura en la primera infancia favorece a los niños y a sus papás.” Chile.

D I A R I O   E L   M E R C U R I O  

Perfiles, entrevistas, reportajes

42

Page 43: Portafolio Yolanda Reyes

Y o l a n d a R e y e s 002.11

Periódico O Tempo. (Junio, 2012). “Vontade de ler comença com o exemplo dentro de casa.” Belo Horizonte, Brasil.

P E R I Ó D I C O   O   T EM PO  

8 “Ler e brincar, tecer ecantar: Literatura, escrita eeducação”, de YolandaReyes, reúne quatro ensaiossobre a importância daliteratura no processoeducativo e na formação dejovens leitores.

8 Entre os temas abordadospelaautora, está o trabalhocomcrianças colombianas que,muitasvezes, estão inseridasem umcontexto de violaçõesde direitosà infância.

8 A coletânea “GatoLetrado”, da editora Pulo doGato, contempla outras cincoobras com temáticaparecida, como “O Direito deLer e Escrever”, de SilviaCastrillón.

8 Encontro com o Autor éum projeto contemplado comrecursos do Fundo Municipalde Cultura de BeloHorizonte. Informações:www.encontrocomoautor.blogspot.com.br.

¬ ANDRÉA JUSTE

Quando você era criança,gostava de leitura? Quan-do criança, eu era leito-ra, mas, antes de ser lei-tora, era ouvidora de his-tórias, e minha avó mecontava muitas histó-rias, meu pai me levava àbiblioteca. Não sei se fuileitora ou se me fizeramleitora. Vivia em uma ca-sa onde os livros era im-portantes e tinham mui-ta relação com a vida.

Qual o papel dos pais paradespertar o interesse dascrianças pelos livros? Nainfância, o exemplo mar-ca. O que é importantepara os pais é importan-te para os filhos. Nas fa-mílias esportistas, comhábitos saudáveis, os fi-lhos entendem isso. Asfamílias muito sedentá-rias, com pais muito se-dentários, os filhos geral-mente são preguiçosos.Nas famílias nas quais li-vros e histórias são im-portantes, os pais leito-res, de uma maneira ge-ral, mostram que a leitu-ra tem uso fora do siste-ma acadêmico – e isso émuito importante. Mastambém os pais podemcontar contos às crian-ças, ler histórias na horade dormir, reservar tem-po para falar com eles.

O que a escola deve fazerpara incentivar a leitura? Oque é preciso mudar atual-mente para haver esse in-centivo? Muitas coisasprecisam ser mudadas.Os professores leitoressão tão importantesquanto os pais leitores.As crianças não creem

num discurso que nãoveem na vida prática. A es-cola ensina coisas úteis eacadêmicas sobre a leitu-ra, mas não se pode esque-cer que a leitura tambémpassa pelo coração e quea literatura precisa ter aver com a experiência hu-mana mais profunda. E is-so, às vezes, se perde devista na obsessão por ensi-nar, passar nos exames.

Você aborda a perda da infân-cia pelos problemas sociais.O que os limites sociais pro-vocam no desenvolvimentoda criança? A desigualdadesocial se constrói muitocedo na vida, a desigual-dade nas oportunidadesde aprendizagem. Aos 3

anos idade, já há evidên-cias no vocabulário, namaneira de aprender, deprocurar por livros, e issoé muito grave, pois é aos3 anos que as crianças

aprendem de forma natu-ral. É muito importanteque a escola ofereça opor-tunidade (de leitura)àqueles que não têm emcasa por razões históricase sociais.

Como fica a leitura nos tem-pos do computador? De queforma ele prejudica ou podeajudar na leitura? Não pre-judica em nada. É precisoagregar todas as lingua-gens e suportes possíveispara ler de todas as manei-ras. Hoje os jovens escre-

vem mais que nunca. Elesestão descobrindo que,com a escrita, podem di-zer coisas que na vidareal não poderiam. Mashá coisas que os livrospermitem, e essa conver-sação com as pessoas queviveram antes e que escre-veram de outras formas éimportante. Que não fi-que tudo reduzido ao quecircula pela web. Há coi-sas na vida que estão emlugares distintos. Precisa-mos reconhecer que fala-mos diferentes lingua-gens, escrevemos e lemosem muitos suportes e quetodas essas são possibili-dades. Se não reconhece-mos que os jovens falamoutras linguagens, esta-mos perdendo.

A leitura é uma forma debrincadeira. Qual a sua reco-mendação de estilo de leitu-ra para crianças? Quandofalamos de crianças, hámuitas idades. Na primei-ra infância, o jogo com aspalavras é essencial, e osencantam as histórias ri-madas, literárias, sono-ras. As crianças atraves-

sam muitos momentos naformação, e é importanteo jogo com a linguagem.Mas não existe uma recei-ta especial. A boa literatu-ra possui muitas possibili-dades.

A criança precisa ter tempopara brincar. Qual a impor-tância de ter esse tempo? Pa-ra ler, também necessita-sede tempo. Que horas vão lerse vão para o colégio, ginás-tica etc? Esse tempo de so-nhar, imaginar, estarcom amigos, fazer de con-ta é o tempo gratuito decultivar a imaginação, e aaprendizagem necessitada imaginação.

O que os governos devem fa-zer para incentivar a leitu-ra? É preciso que haja bi-bliotecas, que haja pessoasformadas, que haja livros eque eles cheguem a lugaresdiferentes, que haja tudo oque possa ser feito para va-lorizar a cultura à infância,e é preciso preparar as pes-soas que trabalham comcrianças, que os pequenospassem por uma aprendiza-gem vivencial que tenha aver com a imaginação.

EducadoracolombianaesteveemBeloHorizonte,nes-tasemana,edeuumapalestranaBibliotecaPúblicaIn-fantileJuvenil.EntreossetelivrospublicadosnoBrasil,elaaapresentaorecente“LereBrincar,TecereCantar:Literatura,EscritaeEducação”(PulodoGato,2012).

Sobre a obra e o projeto

‘“Exemplomarca.

O que éimportante

para os paisé para os

filhos.”

G

YolandaReyesEscritora colombiana

“Criançasnão creem

numdiscurso que

não veemna vida

prática.”

“É precisoagregartodas as

linguagense suportes

possíveispara ler.”

Vontade de ler começa como exemplodentrodecasa

EntrevistaARQUIVO PESSOAL

REPRODUÇÃO

Capa do livro da educadora colombiana Yolanda Reyes

20O TEMPO Belo HorizonteSÁBADO, 30 DE JUNHO DE 2012

INTERESSA

El libro Ler e brincar, teçer e cantar: literatura, escrita e educação recoge varias ponencias y artículos teóricos sobre esos temas. Fue publicado por Pulo de Gato en Brasil, donde la autora es reconocida por su trabajo sobre fomento lector. Entrevista para Interessa de Belo Horizonte.

43

Page 44: Portafolio Yolanda Reyes

002.11

Periódico O Tempo. (Junio, 2012). “A importancia de leitura na primeira infancia” Belo Horizonte, Brasil.

A partir de la conferencia “Poética y política en la primera infancia” dictada en la Biblioteca Pública Infantil de Belo Horizonte y del lanzamiento del libro de ponencias publicado por Pulo de Gato, Yolanda Reyes habla sobre la relación más temprana con el lenguaje y la literatura durante la primera infancia.

P E R I Ó D I C O   O   T EM PO  

Perfiles, entrevistas, reportajes

44

Page 45: Portafolio Yolanda Reyes

Y o l a n d a R e y e s

Revista Nova Escola. (Agosto, 2012). “Os jovens leem e escrevem bastante mas tem poco contato com os libros”. Belo Horizonte, Brasil.

R E V I S T A   N O V A   E S C O L A  

002.12

Entrevista en Belo Horizonte sobre el lugar de la literatura en la educación durante la adolescencia y la juventud para una de las revistas de mayor circulación entre los maestros brasileños.

45

Page 46: Portafolio Yolanda Reyes

002.12 Perfiles, entrevistas, reportajes

46

Page 47: Portafolio Yolanda Reyes

Y o l a n d a R e y e s

47

Page 48: Portafolio Yolanda Reyes

002.13

Revista ñ, Diario El Clarín. (2012). “La lectura en la temprana edad”. Buenos Aires, Argentina.

R E V I S T A   Ñ  

Entrevista realizada en Buenos Aires durante Filbita, la versión para niños de Filba, organizada por “Eterna Cadencia”.

Perfiles, entrevistas, reportajes

48

Page 49: Portafolio Yolanda Reyes

Y o l a n d a R e y e s

literatura e leitura realizado entre os meses de maio e agosto no SESC Pinheiros, em São Paulo. Ocasião também em que lançou seu mais recente livro no Brasil Ler e brincar, tecer e cantar – literatura, escrita e educação, pela editora Pulo do Gato.

* * * Gabriela Romeu – Em seu livro “A Casa Imaginária” (Global), você escreve: “A literatura oferece material simbólico inicial para que a criança comece a descobrir não apenas quem é, mas também quem quer e pode ser”. Pode falar um pouco sobre a importância desse material simbólico já na primeira infância? Yolanda Reyes – Antes de nascer, já fazemos parte de um mundo que nos diferencia dos outros animais: é esse mundo do simbólico, do significado.          

Yolanda Reyes Triângulo amoroso na primeira infância

  * P O R G A B R I E L A R O M E U

Um pai, um filho e um livro, os três entrelaçados numa só história. Esse é um intenso triângulo amoroso na primeira infância, segundo a escritora colombiana Yolanda Reyes. Pesquisadora das relações entre leitura e primeira infância desde os años 1980, Yolanda fundou o Instituto Espantapájaros, um espaço literário para a infância em Bogotá, a “casa imaginária” construída com o cimento simbólico – da literatura. Ali, numa “bebeteca”, crianças bem pequenas leem ao ouvir a voz de seus pais, leem ao morder os livros, leem ao folhear suas páginas. Conversei com Yolanda, por ocasião de sua vinda a São Paulo para participar em uma das deliciosas rodas de prosas do Conversas ao Pé da Página, série de encontros sobre

002.14

Revista Emilia. (Septiembre, 2012). “Triangulo amoroso na primeira infância”. Brasil.

R E V I S T A   EM Í L I A  

49

Page 50: Portafolio Yolanda Reyes

GR – Por isso você fala da “casa imaginária”. A leitura entra como se fosse um espaço...   YR – Sim, como o cimento, os pilares da casa imaginária. Quando existe um edifício muito alto, não se vê que, por baixo, tem fundações muito, muito profundas para sustentá-lo. Então, mais que buscar alfabetizações prematuras, o que temos que trabalhar é todo o substrato, tudo o que está por baixo, que depois nos permite fazer leituras mais sofisticadas, mais complexas. Mas o que começa por construir essa hospitalidade é a linguagem, que estabelece a sua relação consigo e depois com o mundo, com os outros, com o entorno... GR – Você tem uma experiência muito rica com a oficina Espantapájaros em Bogotá. Pode falar um pouco desse trabalho?   YR – Bom, Espantapájaros começou faz muito tempo, mais de vinte anos, quando estava começando a ser mãe – antes, inclusive. E começou sendo uma pequena livraria para crianças. Nesse momento, na Colômbia, não havia livrarias especializadas para crianças. E começamos a perceber como não se pensavam e não se consideravam as crianças menores como leitores, estou falando da década de 1980. Na época, a leitura começava quando as crianças aprendiam a ler uma equação. E nós começamos a perceber como as crianças menores ficavam fascinadas pelos livros: como os viam, mordiam, liam de cabeça para baixo, enfim... E isso foi uma descoberta para mim que vinha da escola normal (do magistério), onde se falava muito dos problemas de leitura. Passei a descobrir como era possível fazer leituras tão diferentes, a começar por comer os livros... E como esse assombro que sentiam os pequenos – todos os que não estavam contemplados nos projetos de leitura que se promoviam à época – era o mesmo que sentiam muitos os que trabalhávamos no magistério. Foi esse o momento em que, na Colômbia, houve uma sensibilização para essas questões. Isso foi em 1988, uma grande descoberta.

E creio que por isso escolhemos as crianças para conectá-las consigo mesmas e com os significados que constroem com os outros. Creio que a vida é esse intercâmbio permanente de significados, entre o que damos, o que recebemos e o que deixamos. E tudo isso ocorre na linguagem. E por isso me parece que a literatura é o espaço simbólico onde se começa essa construção. Não me interessa a literatura apenas para os alunos irem melhor nas provas ou porque agora todo mundo fala de leitura em um sentido muito utilitário. GR – Ao tratarmos de literatura e leitura na primeira infância, esbarramos em uma questão séria que você aborda em seu livro, que é justamente usar a literatura como algo muito instrumental para criar pequenos gênios, para que a criança seja uma espécie de superdotado. Como fugir desse risco? YR – Está comprovado que ler para crianças pequenas permite desenvolver capacidades e ampliar as conexões neurológicas. E também porque somos, de alguma forma, o que pensamos – linguagem e expressão –, e linguagem e pensamento estão muito ligados. Mas às vezes estamos errando na emoção e me parece que a leitura na primeira infância começa pela emoção, pela pele, pelo tato... Essas primeiras leituras de que tanto fala Evelio Cabrejo-Parra, esses primeiros encontros entre alguém que não tem as palavras e o outro que lê. Então, creio que tudo o que acontece na primeira infância é um passo simbólico importante, mas também um passo auditivo, um passo corporal, é como um ninho na comunicação que se constrói aí, através de múltiplas linguagens, as crianças entram nesse mundo. Por isso, temos que olhar muito as crianças, para ver como leem na primeira infância. As linguagens da infância são muitas e todas se conectam entre si. O que a palavra faz é criar esse espaço de encontro com uma cultura que já existe e que depois deixaremos. E isso torna os bebês partícipes dessa experiência de palavras.

002.14 Perfiles, entrevistas, reportajes

50

Page 51: Portafolio Yolanda Reyes

Y o l a n d a R e y e s

YR – Sim, funciona diariamente. Neste momento, temos, pela manhã, um jardim da infância, para os pequenos, centrado em jogos, artes e literatura. Temos uma “bebeteca” – uma biblioteca para bebês – com um programa que se chama “Cuentos en pañales” (“Contos em fraldas”), em que um bebê vai com alguém da sua família e escuta uma história, uma vez por semana. Organizamos também cursos periódicos para adultos, além de um blog e um site na internet. Essa experiência foi importante e ajudou muito no trabalho com as políticas públicas de leitura. Trabalhei na cidade de Bogotá, com primeira infância, e agora estamos fazendo um projeto nacional, para o Ministério da Educação, para repensar a ideia de que a primeira infância é para brincar, para descobrir a arte e explorar o meio. GR – Aqui no Brasil, existe o movimento cruel por uma alfabetização cada vez mais precoce. Isso ocorre na Colômbia também?   YR – Também. Há um movimento obsessivo pelo que se chama de alfabetização precoce. E os pais dizem: “Quando vão aprender a ler? Só brincam! O que é isso? Só brincam, brincam”. E que bom que só brincam! A vida de uma criança é isso, brincar. Então, o que tratamos de dizer e de mostrar é que ler não depende só de ter acesso ao alfabeto. Porque, quando as pessoas dizem que querem que as crianças leiam, não estão falando que querem que as crianças interpretem, que construam sentido, que se expressem. Não, estão dizendo que querem a leitura das letras de seu nome e que saibam uma quantidade de coisas que ainda não é o momento de saber. Então, a ideia fundamental é a de oferecer uma base simbólica, uma base emocional, muito mais que as letras. É o cimento, a base dessa grande casa imaginária. Depois, a leitura alfabética vai chegar e se instalar sobre todas essas chaves que estão aí, que são chaves emocionais e motivacionais...  

Foi aí que começaram a mudar nossas ideias sobre a leitura: “Desde quando lemos?”, “Quem nos faz leitores?”, “Como nos tornamos leitores?”. E foi rastreando essas questões que terminamos chegando, mais ou menos, no útero! E a partir daí não paramos de pensar e pensar será que “Começamos a ler quando alguém nos conta um conto”... “Não, se lê quando alguém”...e lá fomos nós para trás, cada vez mais para trás... Paralelamente a isso, surgiram as oficinas em Espantapájaros onde começamos a trabalhar com adultos. Isto porque, outra coisa que ficava clara era que as crianças gostavam de ler fora da escola, momento em que adquiriam mais confiança no livro, pois o viam como um jogo. Na escola, o professor estava mais preocupado em verificar “O que quer dizer isto?”, “Qual a ideia principal do livro?”, ou “Leiam outra vez... Haverá prova...”. Frente a isso, nos demos conta que, sem dúvida, tínhamos que trabalhar com as crianças, mas tínhamos que trabalhar com os adultos também. Então, Espantapájaros começou a fazer um trabalho com pais e professores para mostrar mil maneiras de ler, todas as possibilidades da literatura infantil e, ao mesmo tempo, começamos a oferecer oficinas para as crianças. Na época, iniciamos um trabalho com crianças que todos achavam muito pequenas: “Mas como, se nem sabem ler?”; “Oficinas de literatura para quem não lee?”. Aos poucos isso foi mudando. Essa é a trajetória de Espantapájaros. Por um lado, uma aposta em todas as possibilidades de leitura na primeira infância e nas linguagens artísticas muito ligadas à leitura nessa época da vida. Por outro lado, o trabalho permanente com os adultos. Por isso sempre digo que é um laboratório. Tudo o que falamos para os adultos que é possível fazer está baseado em uma experiência cotidiana com as crianças. Quando não estou aqui, estou tomando sopa de limão, de pedra com as crianças, falando, lendo...   GR – Esse espaço funciona diariamente?  

51

Page 52: Portafolio Yolanda Reyes

YR – Sim, há espaço. Procuramos não censurar livros ou dizer “isto é muito ruim”. Fazemos uma boa seleção de livros e as crianças aprendem também a ser seletivos em seu processo de relação com os livros e seus encontros com adultos que lêem. Observamos muito como as crianças leem, o que querem ler , por que procuram sempre um determinado livro. No final do semestre, temos uma seleção que s e c h a m a “ O s m a i s m o r d i d o s d e Espantapájaros”. Alguns têm dentes pequenos – os livros para bebês sempre tem dentes pequenos – porque quando se observa um bebê lendo, ele o faz com os dentes, eles os experimentam. Observando a lista dos mais mordidos, vemos que quando se dá bons livros às crianças se tornam muito seletivas, muito sofisticadas. Nessa lista, também podemos identificar quem são essas crianças, quem lê esses livros. Por exemplo: há dois anos, as crianças queriam livros de monstros, livros terríveis, monstruosamente terríveis. As mães não queriam ler esses livros e elas ficavam bravas, mas e os livros como Fernando Furioso, Onde vivem os monstros, O irmãozinho que vai nascer...   GR – Que outras experiências interessantes na América Latina com relação à leitura na primeira infância você citaria?   YR – Na Colômbia, existe um trabalho de políticas públicas bem interessante que abriu os olhos para a primeira infância. Creio que a América Latina finalmente descobriu a primeira infância e se o fez por pressão de fatores econômicos, do Banco Mundial, seja lá por que for, não importa. O que vale é que foi descoberta e que o que se faz na primeira infância tem um retorno de investimento muito grande. E isso nos ajudou muito para não ter que convencer os que dão o dinheiro de que isso dá retorno. Me parece que a Colômbia está fazendo um trabalho bom. Há uma estratégia que se chama “De zero a sempre”, liderada pela

GR – Fale um pouco dos livros que são trabalhados na oficina Espantapájaros. Qual material, quais livros vocês usam?   YR – Espantapájaros tem uma livraria aberta ao público, especializada em livros infantil. Sempre digo que é uma livraria de garagem, porque é na garagem da casa que ela está instalada. É pequena, longe de ser uma cadeia de livrarias, tem livros selecionados com cuidado e é aberta para todas as idades. Temos também a biblioteca para crianças de 0 a 6 anos, onde elas andam, vão e vem, e onde fazemos a hora do conto. Há livros selecionados por idade. É difícil definir a primeira infância – entre 0 e 6 anos – como um todo homogêneo , pois há diferenças muito grandes que se processam nesses anos: temos, desde um feto na barriga da mãe, até uma criança que já perdeu os dentes. Não há praticamente relação alguma entre um bebê e uma criança de 6 anos, no entanto ambos são considerados como da primeira infância. Numa “bebeteca”, as crianças não estão sozinhas: estão com os avós, a mãe, os irmãos maiores... Muitas vezes, as crianças leem livros muito grandes, estranhos e “gordos” e se sentam e começam a balbuciar histórias. Há também crianças de 6 anos que só querem ler livros com imagens para bebês. E existem outros que leem mordendo os livros e outros que leem sentados na perna de alguém que conta uma história. Então, quais são esses livros? Creio que é muito ampla a possibilidade, pois existem livros para os mediadores de leitura, para os pais, livros que cantam... que tem música, livros para morder, livros para olhar, livros com muitas letras ou poucas letras. O que tratamos de fazer é uma seleção de livros que nos digam algo, que sejam bons livros, que sejam escritos a partir do coração... livros que sejam emocionalmente e literalmente poderosos. GR – Há espaço para os livros brinquedo?

002.14 Perfiles, entrevistas, reportajes

52

Page 53: Portafolio Yolanda Reyes

crianças deslizam no sono e precisam entrar em outro reino por outras ferramentas. Essa é uma experiência emocional muito profunda. As crianças gostam de livros e, quando descobrem que os pais param tudo para ler para elas, pedem um, mais um e mais outro... O que às crianças querem é estar junto, querem que sejam seus “escravos”. E a leitura é uma bela forma de escravizar os pais. Em outras palavras: tornar os pais e os filhos sujeitos amarrados a uma história. Nesse sentido o que eu posso dizer é: prepare suas crianças, prepare a casa e entre em um rito, para o que chamo de triângulo amoroso: uma criança, um adulto e um livro. E essas relações que se constroem entre o livro, um leitor e o adulto são muito poderosas.   GR – Lydia Hortélio se referiu, na mesa de vocês no Conversas ao Pé da Página, à importância de adultos e crianças terem esses momentos de brincadeira, em que o adulto traz os brinquedos sonoros, os brincos, os primeiros brinquedos do adulto com a criança...   YR – Chamo isso de livros sem páginas. São jogos, músicas que você canta. A literatura na primeira infância não está tanto nos livros, mas na memória, nos corpos que cantam, em algo que escreveram e que você entrega ao outro. Em todas as culturas existe isso que minha filha, quando era pequena, chamava de “livros sem páginas”, aqueles que estão inscritos na nossa memória poética e, na presença de um bebê, parecem aflorar. São essas pequenas histórias que “escrevemos” nos dedos das mãos, nas dobras dos braços dos bebês. Talvez não exista lugar melhor para o nascimento da poesia...

esposa do presidente e por todos os que quiserem apoiar. O México está fazendo coisas interessantes também na educação inicial e com “bebetecas”. Há uma biblioteca em Querétaro que é maravilhosa e outra em Puebla. Nas feiras de livro infantil, há um espaço pra ler com os bebês. Faz dois anos, vi isso também no Salão do Livro Infantil e Juvenil da FNLIJ no Rio. Na Argentina também está se fazendo um trabalho interessante, lá sempre houve iniciativas muito boas com a primeira infância e a produção para essa faixa etária também está aumentando. O Chile está começando um trabalho maravilhoso com primeira infância e está incorporando isso à leitura.   GR – Como criar o espaço, a oportunidade e o tempo para essa leitura com os bebês em casa?   YR – Não é só um espaço físico, embora ele ajude. O principal é a disponibilidade: ser um “corpo que canta”. E descobrir que as palavras da mãe e do pai são o primeiro texto da leitura de um bebê: o rosto, a voz, os movimentos corporais, o abraço, a carícia, a massagem. Ouvir, ler para as crianças, estar alerta ao que a criança deseja, isso é fundamental. Além disso, os livros devem estar ao alcance das crianças, como parte da vida, como os jogos e as brincadeiras. Para as crianças pequenas, os pais são tudo. Então, uma família que lê, que lê junto com o bebê, é uma família que está contando para esse bebê que ler é importante. Às vezes, os pais dizem para os filhos lerem, mas eles não leem. E os bebês sabem o que é importante para seus pais... Creio, também, que à noite, nesse espaço entre a vigília e o sono, nesse momento em que as crianças vão “apagando”, é um bom momento. Na hora de ir para a cama, do rito, quando os pais deixam sua vida em suspenso, desconec tam os apare lhos (ce lu lar , computador, redes sociais) e sentam na cabeceira da cama e leem para seu filho antes de apagar a luz. É nesse momento em que as

Y o l a n d a R e y e s

53

Page 54: Portafolio Yolanda Reyes

002.15

Revista Tiempo de Leer. (Marzo/Abril, 2013). “Tiempo de leer, No.5, Entrevista a Yolanda Reyes”. Colombia.

R E V I S T A   T I EM PO   D E   L E E R  

Yolanda Reyes participó de nuevo como ponente en la segunda versión del Congreso Iberoamericano de Lengua y Literatura infantil CILELIJ, organizado por la Fundación SM en Bogotá, 2013. Esta publicación recogió entrevistas con distintos autores, promotores de lectura y bibliotecarios colombianos.

Perfiles, entrevistas, reportajes

54

Page 55: Portafolio Yolanda Reyes

Y o l a n d a R e y e s

55

Page 56: Portafolio Yolanda Reyes

●● TransCurso

RUTA DE LITERATURA INFANTIL PARA ADULTOS

18ª Sesión: 2 junio.

Conferencia de clausuraYolanda Reyes (Bucaramanga, Colombia, 1959)

Presenta: Ana G. Lartitegui, ilustradora y coordinadora TransCurso.

Una de las escritoras de literatura infantil más y mejor reconocidas fuera y dentro de su país. A

su perfil creativo hay que sumar una dilatada actividad volcada a la divulgación, la enseñanza

y la formación lectora tanto para niños como para adultos mediadores. Profesora universitaria

en las áreas de literatura y lectoescritura. Es fundadora y directora de Espantapájaros Taller,

http://www.espantapajaros.com/, un proyecto que arranca en el año 88 con la intención de

crear un espacio para el intercambio, el estudio y la puesta en marcha de experiencias

relativas a la lectura y al acceso a los lenguajes en la primera infancia.

Colabora habitualmente como columnista en diversos medios de la prensa colombiana como la

revista Cambio, el Diario El tiempo y Piedepágina, para los que escribe artículos de diversa

índole. Escribe en prensa especializada como Hojas de Lectura, publicada por Fundalectura,

Revista latinoamericana de literatura infantil y juvenil, publicación de los IBBY de América

Latina y El libro en América Latina y el Caribe, del Cerlalc. Ha sido asesora y colaboradora en

instituciones como CERLALC (Centro Regional para el Fomento del Libro en América Latina y el

Pantalia Gestión de Ideas • c/Mayor, 34, 1- Bajo • 50190 Zaragoza • España • Tf. 976 780 390 www.pantalia.es

002.16

Pantalia, Gestión de ideas. (Junio). “Conferencia de clausura, Yolanda Reyes”. La Alhóndiga, Bilbao, España.

P A N T A L I A ,   G E S T I Ó N   D E   I D E A S  

Perfiles, entrevistas, reportajes

56

Page 57: Portafolio Yolanda Reyes

Caribe), el Ministerio de Educación de Colombia para el diseño del

Programa Nacional de Lectura, y la Secretaría de Integración Social

de Bogotá. Ha escrito libros de texto en el área de español y

literatura. Es autora de varios ensayos entre los que destacamos La

Casa Imaginaria. Lectura y literatura en la primera infancia.(2007,

Norma Editorial).

Además de su relevante actividad pedagógica y divulgadora, Yolanda

Reyes es una de las más destacadas escritoras de habla hispana. En

su obra literaria para lectores jóvenes la autora recrea con acierto

los conflictos e intereses del niño contemporáneo, apelando para ello

al humor, la irreverencia y la complicidad, autor-lector. Con su obra

ha contribuido significativamente al desarrollo de la literatura infantil

en Colombia en un momento de transición. Entre su producción

destacamos El terror de sexto B (1995) el cual fue premio

Noveles Talentos en 1994; Un cuento que no es invento (1997);

María de los dinosaurios (1998); Los años terribles (2000),

novela que obtuvo una Beca de Creación Literaria del Ministerio

de Cultura de Colombia en 1997 y fue finalista en el Premio

Norma-Fundalectura en 1999; Los agujeros negros (2000)

publicado por Alfaguara y UNICEF en la Colección de los

Derechos del Niño; Una cama para tres (2003) obra que estuvo

en la lista de Honor White Ravens de la Internationale

Jugenbibliothek de Alemania en 2004. Otros reconocimientos

obtenidos son: el Cuadro de Honor Los Mejores del Banco del

Libro de Venezuela en 1996, la inclusión en la publicación de libros recomendados White

Ravens en los años 1996 y 1999.

Recientemente ha publicado dos títulos muy

recomendables para “bebés” en Editorial Océano:

Ernestina la Gallina, con ilustraciones de Aitana

Carrasco, y Cucú, con ilustraciones de Cristian

Turdera.

En 2006 escribió Pasajera en tránsito, su primera

novela para lectores adultos.

Pantalia Gestión de Ideas • c/Mayor, 34, 1- Bajo • 50190 Zaragoza • España • Tf. 976 780 390 www.pantalia.es

Y o l a n d a R e y e s

Información sobre Yolanda Reyes para invitar al cierre del curso literario “Transcurso” en la Alhóndiga de Bilbao. 2011. Su ponencia titulada “La sustancia oculta de los cuentos”, se puede leer en www.espantapajaros.com

57

Page 58: Portafolio Yolanda Reyes

El terror de Sexto B

L o s a ñ o s t e r r i b l e s

L o s a g u j e r o s n e g r o s

L e e r e b r i n c a r

P a s a j e r a e n t r a n s i t o

O b r a l i t e r a r i a

003.1 60

003.2 64

003.3 68

003.4 72

003.5 74

003.6 78

Page 59: Portafolio Yolanda Reyes

LA   CRÍTICA   HA   DICHO  R e p e r c u s i ó n   d e   s u s   o b r a s  

 

 

003

Page 60: Portafolio Yolanda Reyes

003.1 L a c r í t i c a h a d i c h o

E L   T E R R O R   D E   S E X T O   B  

60

Premio Noveles Talentos de Fundalectura. Bogotá, 1994. Separata especial de la revista Hojas de lectura. Fundalectura, Bogotá, 1994.

Page 61: Portafolio Yolanda Reyes

Y o l a n d a R e y e s

61

“Con esta obra comienza a explorarse una posibilidad que permitiría renovar nuestra literatura infantil, por lo general solemne, nostálgica y que se ha quedado en la reproducción de la realidad infantil o en un exceso de fantasía.” Beatriz Helena Robledo, crítica colombiana de literatura infantil.

Page 62: Portafolio Yolanda Reyes

003.1 L a c r í t i c a h a d i c h o

E L   T E R R O R   D E   S E X T O   B  

62

Tomado del libro: Hitos de la literatura infantil y juvenil iberoamericana. Coordinación: Beatriz Helena Robledo. Bogotá, SM, 2013.

Page 63: Portafolio Yolanda Reyes

Y o l a n d a R e y e s

63

“Como una bola de nieve, imparable y veloz, el libro se convirtió, en pocos meses, en el primer best seller de la literatura infantil y juvenil colombiana. Sin duda alguna, se puede hablar de una narrativa infantil antes y después de El terror de Sexto “B” , pues ins tauró una novedosa forma de narrar con la libertad y con gozo, además, la vida de los niños en el colegio.” Carlos Sánchez Lozano

Page 64: Portafolio Yolanda Reyes

003.2 L a c r í t i c a h a d i c h o

Revista Semana. (Mayo, 2000). “La palabra no ha muerto”. Colombia.

L O S   A N O S   T E R R I B L E S  ˜  

64

Page 65: Portafolio Yolanda Reyes

Y o l a n d a R e y e s

65

Después de ganar una beca de creación literaria del Ministerio de Cultura de Colombia, Los años terribles se lanzó en la Feria del Libro de Bogotá.

Page 66: Portafolio Yolanda Reyes

003.2 L a c r í t i c a h a d i c h o

Tinta fresca. (Mayo, 2000), “Los años terribles” Por María Osorio actual editora de Babel Libros y subdirectora de Fundalectura en la época en que escribió esta reseña. 2000. México

L O S   A N O S   T E R R I B L E S  ˜  

66

Page 67: Portafolio Yolanda Reyes

Y o l a n d a R e y e s

67

“Son narraciones autóctonas, transcurren en Bogotá, la gente se comporta y vive como vivimos en Bogotá y, a pesar de este localismo, adquieren dimensión universal… En razón de todo ello, creemos con alegría que la literatura infantil y juvenil colombiana está dejando atrás la etapa pueril y está entrando con paso firme en la adultez.” María Osorio.

Page 68: Portafolio Yolanda Reyes

003.3 L a c r í t i c a h a d i c h o

L O S   A G U J E R O S   N E G R O S  Revista Arcadia. No 90. (2013). Colombia

68

Page 69: Portafolio Yolanda Reyes

Y o l a n d a R e y e s

69

Page 70: Portafolio Yolanda Reyes

003.3 L a c r í t i c a h a d i c h o

El Espectador. (Marzo, 2013). “Los agujeros negros”. Por Tatiana Acevedo. Colombia

L O S   A G U J E R O S   N E G R O S  

En días en que se nos explica nuestro pasado reciente en términos de maldad y bondad. En que damos a ciertos actores cualidades sobrenaturales o animales (caínes, monstruos, patrones del mal, arañas del demonio), este cuento para niños sobresale por su honestidad. No cae en la tentación de buscar al lobo feroz, de deshumanizarlo, enunciando soluciones fáciles de mala película de acción. Así esto nos deje, al llegar a las páginas finales, con una suerte de desasosiego. “—¿Quiénes eran los malos, abuela? —No sé —dijo—. No es nada fácil. No es como en los cuentos. No creo que puedas entenderlo por ahora. —Tal vez sí. Ya no soy un bebé. —Yo soy muy vieja y todavía no lo entiendo”.  

Había una vez una cabra que tenía siete hijos. Un día, mientras la cabra no está, el lobo feroz engaña a los cabritos y engulle a seis de ellos. Horas después la madre y el hijo sobreviviente abren el estómago del lobo, reemplazando los cabritos por piedras. El lobo muere y los cabritos bailan cantando: “ ¡E l lobo ma ld i to ha muer to ! ” . Esta, la del lobo y los siete cabritos, es la historia favorita de Juan, el niño de ocho años que protagoniza Los agujeros negros, un cuento escrito por Yolanda Reyes. El cuento está inspirado en la posible vida de Iván, el hijo de Mario Calderón y Elsa Alvarado, investigadores del Cinep asesinados en mayo de 1997. Por el crimen, al cual sobrevivieron el niño y su abuela, hay sólo un condenado como autor material. Otros posibles autores fueron asesinados. H.H. afirma que Carlos Castaño ordenó el crimen, con participación de miembros de la Fuerza Pública.

70

Page 71: Portafolio Yolanda Reyes

Y o l a n d a R e y e s

71

“…hay una historia, un relato de país que, de cierta forma, compartimos los grandes y pequeños, en todos los puntos cardinales de Colombia y que puede ser una marca. Estoy hablando de ciertas heridas, reales y simbólicas: de una larga guerra de la que aún no nos libramos y que no solo me ha formado como gente y como autora desde que era una niña, o incluso desde antes de nacer, sino que también han recibido como se hereda el ADN, los niños de hoy, los niños con los que trabajo”.

Yolanda Reyes. Escribir para los más jóvenes en Colombia. Ponencia leída en la Casa de América

de Catalunya, en las II Jornadas de Literatura Infantil de 2011

Page 72: Portafolio Yolanda Reyes

003.4 L a c r í t i c a h a d i c h o

L E E R   E   B R I N C A R ,   T E C E R   E   C A N T A R  

72

Ler e brincar, tecer e cantar: literatura, escrita e educação. Trad. Rodrigo Petronio. Pulo de Gato. São Paulo, 2011. Reseña tomada de la revista de la Fundación Saramago, Lisboa, 2013

Page 73: Portafolio Yolanda Reyes

Y o l a n d a R e y e s

73

Su mensaje queda mucho más claro en el capítulo siguiente, “Escribir para los más jóvenes en Colombia”, cuando explica la urgencia de escribir sobre una cotidianidad cruel y violenta y deja testimonios y situaciones reales que impresionan a quien los leen”. Andreia Brites.

Page 74: Portafolio Yolanda Reyes

003.5 L a c r í t i c a h a d i c h o

Revista Arcadia, (Octubre, 2010) “Otra Lista caprichosa”. Colombia

P A S A J E R A   E N   T R A N S I T O  

74

Page 75: Portafolio Yolanda Reyes

Y o l a n d a R e y e s

75

“Logra, en su primera novela, lo más difícil que puede lograr una obra de ficción: la sensación de que era necesario que existiera. Pasajera en tránsito es, en pocas palabras, una conmovedora novela de iniciación…” Lista Arcadia, Bogotá, 2007.

Page 76: Portafolio Yolanda Reyes

003.5 L a c r í t i c a h a d i c h o

P A S A J E R A   E N   T R A N S I T O  Revista Arcadia, (2007) “La lista Arcadia – Los mejores libros del 2007”. Colombia

76

Page 77: Portafolio Yolanda Reyes

Y o l a n d a R e y e s

77

Page 78: Portafolio Yolanda Reyes

003.6 L a c r í t i c a h a d i c h o

OB R A   L I T E R A R I A  Revista Arcadia. No 73. (2011) “Tres mundos literarios”. Por César Mackenzie. Colombia

78

Page 79: Portafolio Yolanda Reyes

Y o l a n d a R e y e s

79

Page 80: Portafolio Yolanda Reyes

003.6 L a c r í t i c a h a d i c h o

OB R A   L I T E R A R I A  Fundación FSM. Gran diccionario de autores de literatura infantil y juvenil. “Yolanda Reyes” Por Jaime García Padrino. Diccionario lanzado en el CILELIJ. Santiago de Chile, 2010.

80

Page 81: Portafolio Yolanda Reyes

Y o l a n d a R e y e s

81

Page 82: Portafolio Yolanda Reyes

003.6 L a c r í t i c a h a d i c h o

82

Page 83: Portafolio Yolanda Reyes

Y o l a n d a R e y e s

83

Page 84: Portafolio Yolanda Reyes

C o l u m n a Y o l a n d a R e y e s

Mi papá está perdido en la tierra

E l n i ñ o i n c i e r t o

E l A D N d e C o l o m b i a

P a r a E m m a n u e l

P a l a b r a s p a r a u n n i ñ o

Buenos libros para niños no tan buenos

¿Librerías para nativos digitales?

L a i n v e n c i ó n d e l a i n f a n c i a

004.1 86

004.2 87

004.3 88

004.4 90

004.5 91

004.6 92

004.7 93

004.8 95

004.9 97

Page 85: Portafolio Yolanda Reyes

O p i n i ó n    D i a r i o     E l   T i e m p o  

004

Page 86: Portafolio Yolanda Reyes

004.1

Tomado del diario digital El Tiempo, opinión, columnistas, Yolanda Reyes, http://www.eltiempo.com/noticias/yolanda-reyes

C O L UMNA   Y O L A NDA   R E Y E S   -­‐ D I A R I O   E L   T I EM PO  

Opinión – Diario El Tiempo

86

Columnista del diario El Tiempo desde el 2002.

Page 87: Portafolio Yolanda Reyes

Y o l a n d a R e y e s

Diario El Tiempo. (Junio 2005). “Mi papá está perdido en la tierra”. Colombia.

E L   T I EM PO  

004.2

87

Dar voz a los que no salen en los diarios: contar la guerra desde la perspectiva de los niños que han perdido a sus familias y a los que nadie tiene tiempo (ni ganas) de explicarles nada. Una columna d o l o r o s a s o b r e u n p a p á “ d e s a p a r e c i d o ” p o r l o s paramilitares o “perdido en la tierra”, según decía su hija.

Page 88: Portafolio Yolanda Reyes

un símbolo. ¿Un símbolo de qué? ¿De la ignominia, de la guerra, de la libertad, de la opresión? Ya nos lo irán contando las noticias: ya lo reclamarán organizaciones y bandos en conflicto para erigirlo en el símbolo que convenga a cada cual. Desde tiempos de La Pola, el Sabio Caldas y Ricaurte en San Mateo, en Colombia veneramos nuestros símbolos y somos propensos a preferir los mártires frente a las personas comunes y corrientes. Pero de unos años para acá �y ojo, que resulta escalofriante� la costumbre se ha extendido a incluir niños en el perverso ranking nacional. Omaira, la niña de Armero; Juan Diego, el recién nacido que fue robado en la clínica; los niños de Pueblo Rico, los de Bojayá, los de El Nogal y tantos otros, al estilo de �los santos inocentes�, se convierten en héroes de temporada.

E l n i ñ o i n c i e r t o No sabemos si es un niño o una niña, ni su nombre ni, mucho menos, su apellido. Ignoramos sus señales particulares: de qué color tiene los ojos o a quién evocan sus gestos cuando llora o cuando ríe. Seguramente camina y hasta corre, pues se especula que ya tiene dos años. Quizás está aprendiendo a hablar a media lengua, como todos los niños de su edad. ¿Cuáles habrán sido sus primeras palabras? ¿Qué pregunta, con qué sueña, cuáles son sus pesadillas, a qué juega? ¿Come bien, lo vacunaron? ¿Cómo está su desarrollo? Este niño anónimo e incierto, sin fecha de cumpleaños ni lugar de nacimiento �salvo las selvas o los montes de Colombia�, sin prueba real de su existencia �salvo la palabra de un hombre en la que nadie cree� se ha convertido, según pregonan, en    

Opinión – Diario El Tiempo

Diario El Tiempo. (Abril 2006). “El niño incierto”. Colombia.

E L   T I EM PO  

004.3

88

Page 89: Portafolio Yolanda Reyes

Y o l a n d a R e y e s

Si lo único seguro es que venimos de la i n f anc i a y que s e gu imos s i endo , esencialmente, lo que construimos al comienzo, ¿por qué insistimos en hablar de los niños como si pertenecieran a una categoría abstracta; a una especie diferente de la nuestra? No me refiero solo a ese niño anónimo e incierto que, en caso de existir, merece tratamiento de persona y no de símbolo, sino a todos los demás que estamos criando (¡y de qué modo!). Y es una simple coincidencia que esta columna salga en �el mes de los niños� porque no creo en esas fiestas que sirven a intereses del mercado o a fotos de primeras damas. Hay poco para celebrar en ese campo. A no ser que celebremos ser líderes en la exportación de niños para dar en adopción o para convertir en símbolos que conmueven al mundo, vía satélite. Pero tampoco sé para qué vuelvo a insistir sobre lo mismo, si aquí ese tema parece no importarle a nadie.  

Publicación eltiempo.com

Sección Editorial - opinión

Fecha de publicación 9 de abril de 2006

Autor YOLANDA REYES

Hasta que un día desaparecen para ser remplazados por símbolos de mayor actualidad. Lo único que se salva del olvido es el dolor de las familias. Sus profundas heridas no son coyunturales ni simbólicas, sino reales e imborrables. Porque trabajo con niños y niñas de carne y hueso, con nombres, rostros y voces particulares, o tal vez simplemente porque tengo hijos, me sobrecoge leer la crónica de este niño cautivo, a quien se ha bautizado como hijo de la guerra. Me impresiona constatar que, en tantas páginas, a nadie se le ocurra hablar de él (o ella), en términos de ser humano, con una historia singular y familiar en marcha, que lo afectará durante el resto de su vida. Y más allá de las repercusiones éticas del caso, tan hondas y terribles, me preocupa el tratamiento que reciben, una vez más, las noticias sobre niños. Como si se tratara de los miembros de una extraña tribu o conejitos de peluche o criaturas sin uso de razón�, el tema se aborda con actitudes que oscilan entre el paternal ismo, la conmiseración, la negligencia y, sobre todo, la más atrevida e irrespetuosa de las ignorancias. Pienso en la cara de Lucía, minutos después del nacimiento, mirando por primera vez a sus papás. Pienso en el instante mágico en que Felisa dio tres pasos y se cayó con nuestros aplausos, o en Miguel jugando a ser un monstruo, o en Isabel, a los dos años y medio, preguntando a dónde vamos cuando nos morimos. Pienso en Freud, en Brunner y en Piaget y en todo lo que ya sabemos �o deberíamos saber� sobre lo que nos jugamos durante los primeros años de la vida.

89

Page 90: Portafolio Yolanda Reyes

004.4 Opinión – Diario El Tiempo

Diario El Tiempo. (Octubre 2008). “A propósito de infancia. El ADN de Colombia”. Colombia. Mención especial en el Premio Simón Bolívar de Periodismo, 2009.

E L   T I EM PO  

<$$US1>EL_TIEMPO - NACIONAL-1 - 29 - 05/10/08 - Composite - ARCHIVO - 05/10/08 06:05

*20081005-1-1-29-NACIONAL-1*10/05/08-1-29-

<$$CP09>EL_TIEMPO - NACIONAL-1 - 29 - 05/10/08

La principal sorpresadel primer debate entrelos candidatos a la presi-dencia de Estados Uni-dos fue lo aburrido queresultó. John McCain yBarack Obama pasaron90 minutos debatiendo sin decir na-da nuevo o interesante. “Usted, sena-dor Obama, es inexperto y no estápreparado”, fue, sin decirlo con esaspalabras, el mensaje central de Mc-Cain, quien repitió, siete veces, “loque el senador Obama no entiendees que...”. Esta opinión de McCain,que es el pilar fundamental de su es-trategia para llegar a la Casa Blanca,la conocíamos. “Tú, John, eres igualque George W. Bush y, como él, tehas equivocado mucho”, fue el men-saje de Obama. Esto también lo sa-bíamos y lo único nuevo es que Oba-ma tuteaba a McCain mirándolo fija-mente, mientras que McCain se refe-ría a él en tercera persona sin diri-girle la mirada. McCain ni siquieralevantó la vista cuando Obama le di-jo mentiroso o, para ser preciso,cuando le dijo, nueve veces, que loque decía no era verdad.

Los dos competidores en la carre-ra más vista del mundo (55 paísestransmitieron el debate en directo)corrían un gran riesgo con este pri-mer encuentro y fue evidente que,para ambos, más importante que ga-nar el debate era no perderlo. Por lotanto, ambos fueron enormementecautelosos, procurando no equivo-carse ni en la forma ni en el fondo, oen decir algo fuera de lugar. Y lo lo-graron. Y así, el gran ganador fue eltedio.

Esto no quiere decir que el debate,en vez de ofrecernos momentos me-morables cargados de drama y pa-sión, nos haya aclarado cómo pien-san los candidatos enfrentar los pro-blemas de su país, que se han conver-tido también en problemas para elresto del mundo.

El intercambio entreMcCain y Obama con-trastó con los sorpren-dentes eventos de la se-mana que lo precedie-ron. El sistema financie-ro en caída libre, la bús-

queda de soluciones a través de unrescate sin precedentes, el melodra-mático anuncio de McCain de quesuspendía su campaña electoral pa-ra volver a Washington a ocuparsede la crisis financiera, su decisiónde no participar en el debate conObama hasta que hubiese un acuer-do sobre cómo enfrentar la crisis, lainmediata respuesta de Obama so-bre que este debate era ahora másimportante que nunca, la exigenciade McCain de convocar una reuniónen la Casa Blanca con Obama, Bushy los líderes de ambos partidos parallegar a un acuerdo sobre el rescate,el fracaso de esta reunión y, final-mente, la decisión de McCain de ac-ceder al debate crearon un contextode gran drama y mucha urgencia.

¿Cuánto de todo esto se reflejó enel debate? Muy poco. La primera pre-gunta del moderador se refirió a lacrisis financiera y ambos candida-tos respondieron con generalidadesnada distintas de sus reiteradas de-claraciones previas sobre el tema. Ynunca volvieron a discutir sobre lacrisis que cambiará más al mundoque los ataques del 11-S o la guerraen Irak.

En cambio, dedicaron más tiempoa distracciones menores, que pare-cen importantes solo porque los can-didatos y sus asesores mediáticoslas inflan, ya que son temas que en-cuentran resonancia entre los votan-tes. McCain repite que el Congresoestadounidense aprueba aportes pre-supuestarios de manera poco trans-parente, y que cuando él esté en laCasa Blanca no solo no aprobará nin-

PASA A LA PÁGINA 1-30

Si no es por la eficazprotección de la policía,los chirajos de los cuer-pos de sus tres victima-rios estarían hoy colgan-do del campanario de la

catedral de Chía.En su lugar, se está abriendo paso la tesis de en-

durecer la pena para los delitos contra menores.Aunque merece un reconocimiento especial la lu-cha frontal de la concejal Gilma Jiménez contra elabuso físico de menores, en su propuesta de intro-ducir la cadena perpetua contra ese tipo de delitosno puedo acompañarla y tampoco debería hacerloel Congreso.

Así fuera ahora aprobada en nuestra legislación,no cobijará ya al padre del bebé ni a sus secuaces,cuyos actos fueron cometidos bajo la legislación ac-tual. Más aún: de haber existido, no habría cambia-do la suerte de Luis Santiago, cuyo padre siempreactuó bajo el convencimiento de que no lo iban a co-ger, sin importar cuál fuera la pena que lo espera-ba.

Curiosamente, ha sido esta la única actitud popu-lista que yo le he visto resistir al presidente ÁlvaroUribe, que le hace fácilmente eco al clamor popu-lar. Dijo que no comparte la idea de instaurar enColombia ni la cadena perpetua ni la pena de muer-te, porque ambas figuras son exóticas en nuestratradición judicial. Su vicepresidente, Pacho San-tos, sí cayó en la emboscada del facilismo legislati-vo, porque si algo lo caracteriza son sus impulsosemocionales.

¿Por qué no es conveniente, si no inoficiosa, lapropuesta de incluir la cadena perpetua o la penade muerte en nuestra legislación?

Primero: la ley de infancia y adolescencia prohi-bió reconocer cualquier beneficio que conduzca ala reducción de la pena para quienes atenten con-tra la integridad de un menor de edad. Es decir,que el padre de Luis Santiago y sus secuaces recibi-rán la pena máxima, 60 años de prisión, que debe-rán cumplir por completo. Si la expectativa de vidaen Colombia es de 70 años para los hombres y de 75para las mujeres, ¿no equivale en la práctica a la deprisión perpetua?

Segundo: ni la pena de muerte ni la prisión perpe-tua son causas disuasivas. El único elemento disua-sivo del delito es una justicia que opere. ¿Por quélos grupos ilegales, principalmente las Farc, conti-núan reclutando a menores en sus filas? ¿Por quésiguen armando a los niños, y a las niñas las emba-razan y las obligan a abortar? Porque sin capturas,la justicia está atada de manos para actuar. El fenó-meno seguirá rampante, no porque no exista la ca-dena perpetua, sino porque no hay un solo condena-do por este delito.

Por otro lado, establecer la cadena perpetua parael violador o el asesino de un niño produciría undesbalance completo de nuestro sistema penal.Que la misma pena no se contemple para el autorde una masacre, que recibiría una inferior, suscep-tible de ser rebajada a punta de beneficios, es que-brarle una pata a nuestro Código Penal.

Pero, además, este artificial endurecimiento dela pena desvía el problema social en sí mismo. Unaadecuada campaña educativa debería concientizara los colombianos de que el bienestar de sus niñosy sus adolescentes es un bien estimable y digno deprotección, aun si quienes se los vulneran son suspropios padres.

Concentrémonos más bien en hacer operante lajusticia en Colombia. Porque si no es eficaz bajouna pena mínima, tampoco lo será bajo una máxi-ma.

Y una recomendación adicional para los medios,sobre todo para la televisión: ¿no habrá una mane-ra menos loba de transmitir los detalles de una tra-gedia semejante? ¡Fueron tres días de máxima cur-silería informativa!

SE ME OLVIDABA. La retractación de alias‘H..H.’ por intermedio de su abogada, con respectoa que el jefe de prensa de Palacio, César MauricioVelásquez, lo había presionado para que no decla-rara contra el ex embajador Juan José Chaux, de-muestra que a los delincuentes no hay que creerlestodo lo que dicen.

Existe cierta semejanza, a lo me-jor cierto aire, entre nuestra famo-sa actriz Ana María Orozco comointérprete de Betty la fea –que si-gue siendo una gran telenovela, apesar de que la repitan, cosa quehace bien RCN, además de su éxi-to internacional– con Sarah Palin, la fórmulavicepresidencial del aspirante republicano, Jo-hn McCain. La vimos más de cerca en el deba-te del jueves, sin el frenillo, sin la risa ronca,pero con el capul de Betty y hasta con similarexpresión en los ojos.

Su nombramiento ha sido muy controverti-do. Mujer gafufa como Betty la fea. Quizás ahíestá su atractivo y para no pocos el curiosomorbo que ambas suscitan.

Sin embargo, el palo contra la Palin es cadadía más implacable. Ya es la mayoría de la ban-cada parlamentaria de los propios republica-nos la que pidió sustituirla. La tachan de igno-rante y, simultáneamente, de arrogante.

La gran preocupación es que se convirtió enuna evangélica fanática y se teme que si Mc-

Cain fuera elegido presidente po-dría enfermarse y entraría Saraha reemplazarlo. Y el peligro radi-ca, según algunos, en que por tra-tarse de una fanática religiosa dela Biblia, no está en condicionesde ecuanimidad para manejar las

diferencias –y menos las guerras– que EstadoUnidos libra en Medio Oriente, comenzandopor Irak.

Pero, volviendo a nuestra semejanza, ¿enqué se parecen Sarah Palin y la fea de la teleno-vela escrita por Fernando Gaitán? Yo mismono tengo ni idea. Lo único cierto es que a am-bas les ha tocado difícil, y aun cuando dudo deque la artista Ana María Orozco sea homófo-ba, lo único cierto es que Sarah Palin se oponeno solo al aborto, sino al matrimonio homo-sexual, y Betty alcanza posiciones célebres deascenso dentro de la empresa para la cual tra-baja sin dejarse afectar por su fealdad.

Los televidentes no olvidamos el hecho deque Betty tuviera que ser constantemente víc-tima de los insultos y desprecios de sus compa-

ñeros de trabajo, en especialdel diseñador gay Hugo Lom-bardi. A propósito, en una delas pocas cosas en que coinci-dieron Joe Biden y Sarah Pa-lin fue en que no estaban deacuerdo con matrimonios gay,aunque les reconocen, como esnatural, los derechos de los de-más ciudadanos. El tema de lasexualidad puede volverse más importante alganar preponderancia electoral.

Todos pensaban que a la señora Palin la ibaa apabullar el veterano senador. Fue el gana-dor, especialmente en temas de economía, enlos que Biden se vio experto y a doña Sarah lehizo falta ese financista en la sombra, que erasu amigo Nicolás Mora, en Betty la fea. Pero laseñora Palin, que quiere convertirse en laBetty de ‘Don Armando’, o sea don McCain, su-po capotear el temporal y salir airosa en situa-ciones complicadas, especialmente, repito, eneconomía y en política internacional. Pero,con una sonrisa seductora y algún parpadeo

coqueto, combinados con queechaba mano de la parte huma-na, con su discurso popularmanejó la situación. Dicho deotra manera, acudió a lo sensi-ble, para llegar al ciudadanodel común, estrato 3, ese enque nació y creció Betty la fea.En lo cual –hay que decirlo–no se le quedó atrás Biden. Un

senador muy preparado, curtido en la políticay con una larga carrera, que mostró que tam-poco tuvo una vida color de rosa. Y es un caba-llero. Siempre trató a Palin con altura, casi entono paternal –al estilo de don Hermes, en lanovela–.

En fin, Betty, qué digo, Palin, no es ignoran-te. Se preparó y no dejó la imagen que nos ha-bían vendido. Pero, ¿es la indicada para en unmomento dado ser la presidenta de EstadosUnidos? Al fin y al cabo, Alaska es un estadopoderoso, aún más que muchas repúblicas in-dependientes. Y ella será recordada como bue-na líder, al igual que Betty la fea.

Nosotros envejecere-mos y nuestros niñostambién, pero más tarde.Así como ahora los cuida-mos, ellos nos cuidarándespués aunque diga-mos, con la suficiencia de

no tener un cuerpo cansado, que no queremos quese sacrifiquen por nosotros. Sucederá, como ha ve-nido sucediendo en nuestra especie humana, y qui-zás más tarde nos parezca una fortuna.

El día llegará, más pronto de lo que pensamos.Empezarán a decidir, y no sólo por ellos, sino pornosotros. Los elegiremos en los cargos importantes(presidentes, alcaldes, senadores); nos diagnostica-rán y curarán las enfermedades que ahora parecenincurables y lucharán con otras que todavía no tie-nen nombre. Evaluarán los presupuestos, elegiránlas inversiones prioritarias y determinarán si hayreservas para pagar nuestras pensiones.

Esos que ahora juegan a ser doctoras, constructo-res, policías y ladrones, tarde o temprano seránnuestros enfermeros, nuestros policías, nuestrosladrones. Harán los libros, las películas y las noti-cias que leeremos, quién sabe en qué soportes, e in-ventarán objetos que nos resultarán tan inverosí-miles, como les habrían parecido a nuestros abue-los esas minúsculas pantallas que nos permiten ha-blar con amigos en la China.

Es probable que vivan lejos de nosotros y no esdescabellado suponer que, en pocas décadas, am-pliarán las fronteras del mundo conocido, como su-cedió en tiempos de Colón. Por eso, resulta difícilvaticinar los mundos posibles en donde edificaránsus residencias o en donde pasarán sus vacacio-nes.

Así como nosotros, se enamorarán, vaya uno asaber de quién, y tendrán hijos y nietos de policías,de bomberos, de constructores, de inventores, dedesplazados, de artistas, de ladrones. Esos peque-ños que hoy dan pasos inciertos; esos a los que aho-ra podemos ver chupando dedo en las ecografías oaquellos que todavía no conocemos, forman partede lo que genéricamente denominamos “la pobla-ción infantil”. Lo que también genéricamente lla-mamos “el futuro” se construye entre sus tripas,su corazón y su cerebro y depende, no sólo de loque hoy les brindamos a unos pocos consentidos, si-no de las oportunidades que a tantos millones lesnegamos.

En las alarmantes cifras del embarazo adolescen-te, en las estadísticas de familias y niños desplaza-dos, en los pequeños malabaristas que cualquierapuede ver en los semáforos –y eso por no hablar dedramas como el de Luis Santiago–, ya está escritonuestro proyecto de país. Y no hay que ser videntespara leer la información sobre el futuro de Colom-bia en las desigualdades de la infancia. El gen de laexclusión y el de la inequidad, sumados a tantas he-ridas físicas y emocionales, anuncian los proble-mas que afrontarán quienes ahora son bebés.¿Cómo garantizarles a todos, y no solo a unos po-cos, que tengan las herramientas básicas para habi-tar esos mundos posibles que los esperan y para in-ventar su propia historia? ¿Cómo romper este ciclode la fatalidad, sin ocuparnos seriamente de la in-fancia?

El tema parece importar sólo a los maestros quecuidamos a los niños, para que no molesten dema-siado, o a los especialistas que nos reunimos en fo-ros académicos para decir las cosas obvias que to-dos sabemos que hay que hacer (y no se hacen). Pe-ro los políticos que inauguran nuestros foros ja-más se quedan a oír lo que decimos sobre la urgen-cia inaplazable de invertir en la primera infancia.Quizás el hecho de vivir tan ocupados los hace de-cir en sus discursos los típicos lugares comunes:que hay que aumentar las penas e invertir en másseguridad y que los niños son el futuro de la patria.Habría que recordarles que los niños, impacientespor naturaleza, no saben esperar. Y que, como cre-cen rapidísimo, en unos cuantos años nosotros es-taremos en sus manos.

EL OBSERVADOR GLOBAL

¿El debate? Muy aburridoLos dos competidores –Obama y McCain– corrían riesgosy era más importante no perder el debate que ganarlo.

EL ASESINATO DE LUIS SANTIAGO

Legislando segúnlas emociones¿Pena de muerte o la cadena perpetuahabrían evitado la muerte del bebé?

TORRE

Betty y Sarah, atractivo de las feas

A PROPÓSITO DE INFANCIA

El ADN deColombia¿Cómo romper el ciclo de la fatalidad,sin ocuparnos seriamente de la niñez?

SARAH PALIN

MOISÉS NAÍM*

D’ ARTAGNAN

YOLANDA YERES MARÍA ISABEL RUEDA

PLAN DE RESCATE

BETTY LA FEA

DOMINGO 5 DE OCTUBRE DE 2008

OPINIÓN 1-29

<$$US1>EL_TIEMPO - NACIONAL-1 - 29 - 05/10/08 - Composite - ARCHIVO - 05/10/08 06:05

*20081005-1-1-29-NACIONAL-1*10/05/08-1-29-

<$$CP09>EL_TIEMPO - NACIONAL-1 - 29 - 05/10/08

La principal sorpresadel primer debate entrelos candidatos a la presi-dencia de Estados Uni-dos fue lo aburrido queresultó. John McCain yBarack Obama pasaron90 minutos debatiendo sin decir na-da nuevo o interesante. “Usted, sena-dor Obama, es inexperto y no estápreparado”, fue, sin decirlo con esaspalabras, el mensaje central de Mc-Cain, quien repitió, siete veces, “loque el senador Obama no entiendees que...”. Esta opinión de McCain,que es el pilar fundamental de su es-trategia para llegar a la Casa Blanca,la conocíamos. “Tú, John, eres igualque George W. Bush y, como él, tehas equivocado mucho”, fue el men-saje de Obama. Esto también lo sa-bíamos y lo único nuevo es que Oba-ma tuteaba a McCain mirándolo fija-mente, mientras que McCain se refe-ría a él en tercera persona sin diri-girle la mirada. McCain ni siquieralevantó la vista cuando Obama le di-jo mentiroso o, para ser preciso,cuando le dijo, nueve veces, que loque decía no era verdad.

Los dos competidores en la carre-ra más vista del mundo (55 paísestransmitieron el debate en directo)corrían un gran riesgo con este pri-mer encuentro y fue evidente que,para ambos, más importante que ga-nar el debate era no perderlo. Por lotanto, ambos fueron enormementecautelosos, procurando no equivo-carse ni en la forma ni en el fondo, oen decir algo fuera de lugar. Y lo lo-graron. Y así, el gran ganador fue eltedio.

Esto no quiere decir que el debate,en vez de ofrecernos momentos me-morables cargados de drama y pa-sión, nos haya aclarado cómo pien-san los candidatos enfrentar los pro-blemas de su país, que se han conver-tido también en problemas para elresto del mundo.

El intercambio entreMcCain y Obama con-trastó con los sorpren-dentes eventos de la se-mana que lo precedie-ron. El sistema financie-ro en caída libre, la bús-

queda de soluciones a través de unrescate sin precedentes, el melodra-mático anuncio de McCain de quesuspendía su campaña electoral pa-ra volver a Washington a ocuparsede la crisis financiera, su decisiónde no participar en el debate conObama hasta que hubiese un acuer-do sobre cómo enfrentar la crisis, lainmediata respuesta de Obama so-bre que este debate era ahora másimportante que nunca, la exigenciade McCain de convocar una reuniónen la Casa Blanca con Obama, Bushy los líderes de ambos partidos parallegar a un acuerdo sobre el rescate,el fracaso de esta reunión y, final-mente, la decisión de McCain de ac-ceder al debate crearon un contextode gran drama y mucha urgencia.

¿Cuánto de todo esto se reflejó enel debate? Muy poco. La primera pre-gunta del moderador se refirió a lacrisis financiera y ambos candida-tos respondieron con generalidadesnada distintas de sus reiteradas de-claraciones previas sobre el tema. Ynunca volvieron a discutir sobre lacrisis que cambiará más al mundoque los ataques del 11-S o la guerraen Irak.

En cambio, dedicaron más tiempoa distracciones menores, que pare-cen importantes solo porque los can-didatos y sus asesores mediáticoslas inflan, ya que son temas que en-cuentran resonancia entre los votan-tes. McCain repite que el Congresoestadounidense aprueba aportes pre-supuestarios de manera poco trans-parente, y que cuando él esté en laCasa Blanca no solo no aprobará nin-

PASA A LA PÁGINA 1-30

Si no es por la eficazprotección de la policía,los chirajos de los cuer-pos de sus tres victima-rios estarían hoy colgan-do del campanario de la

catedral de Chía.En su lugar, se está abriendo paso la tesis de en-

durecer la pena para los delitos contra menores.Aunque merece un reconocimiento especial la lu-cha frontal de la concejal Gilma Jiménez contra elabuso físico de menores, en su propuesta de intro-ducir la cadena perpetua contra ese tipo de delitosno puedo acompañarla y tampoco debería hacerloel Congreso.

Así fuera ahora aprobada en nuestra legislación,no cobijará ya al padre del bebé ni a sus secuaces,cuyos actos fueron cometidos bajo la legislación ac-tual. Más aún: de haber existido, no habría cambia-do la suerte de Luis Santiago, cuyo padre siempreactuó bajo el convencimiento de que no lo iban a co-ger, sin importar cuál fuera la pena que lo espera-ba.

Curiosamente, ha sido esta la única actitud popu-lista que yo le he visto resistir al presidente ÁlvaroUribe, que le hace fácilmente eco al clamor popu-lar. Dijo que no comparte la idea de instaurar enColombia ni la cadena perpetua ni la pena de muer-te, porque ambas figuras son exóticas en nuestratradición judicial. Su vicepresidente, Pacho San-tos, sí cayó en la emboscada del facilismo legislati-vo, porque si algo lo caracteriza son sus impulsosemocionales.

¿Por qué no es conveniente, si no inoficiosa, lapropuesta de incluir la cadena perpetua o la penade muerte en nuestra legislación?

Primero: la ley de infancia y adolescencia prohi-bió reconocer cualquier beneficio que conduzca ala reducción de la pena para quienes atenten con-tra la integridad de un menor de edad. Es decir,que el padre de Luis Santiago y sus secuaces recibi-rán la pena máxima, 60 años de prisión, que debe-rán cumplir por completo. Si la expectativa de vidaen Colombia es de 70 años para los hombres y de 75para las mujeres, ¿no equivale en la práctica a la deprisión perpetua?

Segundo: ni la pena de muerte ni la prisión perpe-tua son causas disuasivas. El único elemento disua-sivo del delito es una justicia que opere. ¿Por quélos grupos ilegales, principalmente las Farc, conti-núan reclutando a menores en sus filas? ¿Por quésiguen armando a los niños, y a las niñas las emba-razan y las obligan a abortar? Porque sin capturas,la justicia está atada de manos para actuar. El fenó-meno seguirá rampante, no porque no exista la ca-dena perpetua, sino porque no hay un solo condena-do por este delito.

Por otro lado, establecer la cadena perpetua parael violador o el asesino de un niño produciría undesbalance completo de nuestro sistema penal.Que la misma pena no se contemple para el autorde una masacre, que recibiría una inferior, suscep-tible de ser rebajada a punta de beneficios, es que-brarle una pata a nuestro Código Penal.

Pero, además, este artificial endurecimiento dela pena desvía el problema social en sí mismo. Unaadecuada campaña educativa debería concientizara los colombianos de que el bienestar de sus niñosy sus adolescentes es un bien estimable y digno deprotección, aun si quienes se los vulneran son suspropios padres.

Concentrémonos más bien en hacer operante lajusticia en Colombia. Porque si no es eficaz bajouna pena mínima, tampoco lo será bajo una máxi-ma.

Y una recomendación adicional para los medios,sobre todo para la televisión: ¿no habrá una mane-ra menos loba de transmitir los detalles de una tra-gedia semejante? ¡Fueron tres días de máxima cur-silería informativa!

SE ME OLVIDABA. La retractación de alias‘H..H.’ por intermedio de su abogada, con respectoa que el jefe de prensa de Palacio, César MauricioVelásquez, lo había presionado para que no decla-rara contra el ex embajador Juan José Chaux, de-muestra que a los delincuentes no hay que creerlestodo lo que dicen.

Existe cierta semejanza, a lo me-jor cierto aire, entre nuestra famo-sa actriz Ana María Orozco comointérprete de Betty la fea –que si-gue siendo una gran telenovela, apesar de que la repitan, cosa quehace bien RCN, además de su éxi-to internacional– con Sarah Palin, la fórmulavicepresidencial del aspirante republicano, Jo-hn McCain. La vimos más de cerca en el deba-te del jueves, sin el frenillo, sin la risa ronca,pero con el capul de Betty y hasta con similarexpresión en los ojos.

Su nombramiento ha sido muy controverti-do. Mujer gafufa como Betty la fea. Quizás ahíestá su atractivo y para no pocos el curiosomorbo que ambas suscitan.

Sin embargo, el palo contra la Palin es cadadía más implacable. Ya es la mayoría de la ban-cada parlamentaria de los propios republica-nos la que pidió sustituirla. La tachan de igno-rante y, simultáneamente, de arrogante.

La gran preocupación es que se convirtió enuna evangélica fanática y se teme que si Mc-

Cain fuera elegido presidente po-dría enfermarse y entraría Saraha reemplazarlo. Y el peligro radi-ca, según algunos, en que por tra-tarse de una fanática religiosa dela Biblia, no está en condicionesde ecuanimidad para manejar las

diferencias –y menos las guerras– que EstadoUnidos libra en Medio Oriente, comenzandopor Irak.

Pero, volviendo a nuestra semejanza, ¿enqué se parecen Sarah Palin y la fea de la teleno-vela escrita por Fernando Gaitán? Yo mismono tengo ni idea. Lo único cierto es que a am-bas les ha tocado difícil, y aun cuando dudo deque la artista Ana María Orozco sea homófo-ba, lo único cierto es que Sarah Palin se oponeno solo al aborto, sino al matrimonio homo-sexual, y Betty alcanza posiciones célebres deascenso dentro de la empresa para la cual tra-baja sin dejarse afectar por su fealdad.

Los televidentes no olvidamos el hecho deque Betty tuviera que ser constantemente víc-tima de los insultos y desprecios de sus compa-

ñeros de trabajo, en especialdel diseñador gay Hugo Lom-bardi. A propósito, en una delas pocas cosas en que coinci-dieron Joe Biden y Sarah Pa-lin fue en que no estaban deacuerdo con matrimonios gay,aunque les reconocen, como esnatural, los derechos de los de-más ciudadanos. El tema de lasexualidad puede volverse más importante alganar preponderancia electoral.

Todos pensaban que a la señora Palin la ibaa apabullar el veterano senador. Fue el gana-dor, especialmente en temas de economía, enlos que Biden se vio experto y a doña Sarah lehizo falta ese financista en la sombra, que erasu amigo Nicolás Mora, en Betty la fea. Pero laseñora Palin, que quiere convertirse en laBetty de ‘Don Armando’, o sea don McCain, su-po capotear el temporal y salir airosa en situa-ciones complicadas, especialmente, repito, eneconomía y en política internacional. Pero,con una sonrisa seductora y algún parpadeo

coqueto, combinados con queechaba mano de la parte huma-na, con su discurso popularmanejó la situación. Dicho deotra manera, acudió a lo sensi-ble, para llegar al ciudadanodel común, estrato 3, ese enque nació y creció Betty la fea.En lo cual –hay que decirlo–no se le quedó atrás Biden. Un

senador muy preparado, curtido en la políticay con una larga carrera, que mostró que tam-poco tuvo una vida color de rosa. Y es un caba-llero. Siempre trató a Palin con altura, casi entono paternal –al estilo de don Hermes, en lanovela–.

En fin, Betty, qué digo, Palin, no es ignoran-te. Se preparó y no dejó la imagen que nos ha-bían vendido. Pero, ¿es la indicada para en unmomento dado ser la presidenta de EstadosUnidos? Al fin y al cabo, Alaska es un estadopoderoso, aún más que muchas repúblicas in-dependientes. Y ella será recordada como bue-na líder, al igual que Betty la fea.

Nosotros envejecere-mos y nuestros niñostambién, pero más tarde.Así como ahora los cuida-mos, ellos nos cuidarándespués aunque diga-mos, con la suficiencia de

no tener un cuerpo cansado, que no queremos quese sacrifiquen por nosotros. Sucederá, como ha ve-nido sucediendo en nuestra especie humana, y qui-zás más tarde nos parezca una fortuna.

El día llegará, más pronto de lo que pensamos.Empezarán a decidir, y no sólo por ellos, sino pornosotros. Los elegiremos en los cargos importantes(presidentes, alcaldes, senadores); nos diagnostica-rán y curarán las enfermedades que ahora parecenincurables y lucharán con otras que todavía no tie-nen nombre. Evaluarán los presupuestos, elegiránlas inversiones prioritarias y determinarán si hayreservas para pagar nuestras pensiones.

Esos que ahora juegan a ser doctoras, constructo-res, policías y ladrones, tarde o temprano seránnuestros enfermeros, nuestros policías, nuestrosladrones. Harán los libros, las películas y las noti-cias que leeremos, quién sabe en qué soportes, e in-ventarán objetos que nos resultarán tan inverosí-miles, como les habrían parecido a nuestros abue-los esas minúsculas pantallas que nos permiten ha-blar con amigos en la China.

Es probable que vivan lejos de nosotros y no esdescabellado suponer que, en pocas décadas, am-pliarán las fronteras del mundo conocido, como su-cedió en tiempos de Colón. Por eso, resulta difícilvaticinar los mundos posibles en donde edificaránsus residencias o en donde pasarán sus vacacio-nes.

Así como nosotros, se enamorarán, vaya uno asaber de quién, y tendrán hijos y nietos de policías,de bomberos, de constructores, de inventores, dedesplazados, de artistas, de ladrones. Esos peque-ños que hoy dan pasos inciertos; esos a los que aho-ra podemos ver chupando dedo en las ecografías oaquellos que todavía no conocemos, forman partede lo que genéricamente denominamos “la pobla-ción infantil”. Lo que también genéricamente lla-mamos “el futuro” se construye entre sus tripas,su corazón y su cerebro y depende, no sólo de loque hoy les brindamos a unos pocos consentidos, si-no de las oportunidades que a tantos millones lesnegamos.

En las alarmantes cifras del embarazo adolescen-te, en las estadísticas de familias y niños desplaza-dos, en los pequeños malabaristas que cualquierapuede ver en los semáforos –y eso por no hablar dedramas como el de Luis Santiago–, ya está escritonuestro proyecto de país. Y no hay que ser videntespara leer la información sobre el futuro de Colom-bia en las desigualdades de la infancia. El gen de laexclusión y el de la inequidad, sumados a tantas he-ridas físicas y emocionales, anuncian los proble-mas que afrontarán quienes ahora son bebés.¿Cómo garantizarles a todos, y no solo a unos po-cos, que tengan las herramientas básicas para habi-tar esos mundos posibles que los esperan y para in-ventar su propia historia? ¿Cómo romper este ciclode la fatalidad, sin ocuparnos seriamente de la in-fancia?

El tema parece importar sólo a los maestros quecuidamos a los niños, para que no molesten dema-siado, o a los especialistas que nos reunimos en fo-ros académicos para decir las cosas obvias que to-dos sabemos que hay que hacer (y no se hacen). Pe-ro los políticos que inauguran nuestros foros ja-más se quedan a oír lo que decimos sobre la urgen-cia inaplazable de invertir en la primera infancia.Quizás el hecho de vivir tan ocupados los hace de-cir en sus discursos los típicos lugares comunes:que hay que aumentar las penas e invertir en másseguridad y que los niños son el futuro de la patria.Habría que recordarles que los niños, impacientespor naturaleza, no saben esperar. Y que, como cre-cen rapidísimo, en unos cuantos años nosotros es-taremos en sus manos.

EL OBSERVADOR GLOBAL

¿El debate? Muy aburridoLos dos competidores –Obama y McCain– corrían riesgosy era más importante no perder el debate que ganarlo.

EL ASESINATO DE LUIS SANTIAGO

Legislando segúnlas emociones¿Pena de muerte o la cadena perpetuahabrían evitado la muerte del bebé?

TORRE

Betty y Sarah, atractivo de las feas

A PROPÓSITO DE INFANCIA

El ADN deColombia¿Cómo romper el ciclo de la fatalidad,sin ocuparnos seriamente de la niñez?

SARAH PALIN

MOISÉS NAÍM*

D’ ARTAGNAN

YOLANDA YERES MARÍA ISABEL RUEDA

PLAN DE RESCATE

BETTY LA FEA

DOMINGO 5 DE OCTUBRE DE 2008

OPINIÓN 1-29

90

..Esos que ahora juegan a ser doctoras, constructores, policías y ladrones tarde o temprano serán nuestros enfermeros, nuestros policías, nuestros ladrones… Lo que genéricamente llamamos el futuro se construye entre sus tripas, su corazón y su cerebro y depende, no solo de lo que hoy les brindamos a unos pocos consentidos, sino de las oportunidades que a tantos millones les negamos”.

Page 91: Portafolio Yolanda Reyes

Y o l a n d a R e y e s 004.5

Diario El Tiempo. (2008). “Final abierto. Para Emmanuel”. Colombia.

E L   T I EM PO  

Columna dedicada a Emmanuel, el hijo de Clara Rojas, unos días después del reencuentro con su madre. Para pensarlo, no como un símbolo ni un botín de guerra, sino como un niño, con todo el derecho de ser niño.

91

Page 92: Portafolio Yolanda Reyes

004.6 Opinión – Diario El Tiempo

E L   T I EM PO  Diario El Tiempo. (Febrero 2013). “Palabras para un niño”. Colombia.

92

Page 93: Portafolio Yolanda Reyes

Y o l a n d a R e y e s 004.7 E L   T I EM PO  

Diario El Tiempo. (Mayo 2012). “Buenos libros para niños no tan buenos”. Colombia.

¿Cómo podía morirse ese niño terrible que había logrado domesticar a tantas criaturas indómitas, durante tantas horas de cuento, y mantenerlas en vilo, sin pestañear? No puedo llevar la cuenta de las veces que he leído su libro, Donde viven los monstruos, hasta conocer cada palabra, cada intersticio, cada ilustración de memoria. Lo "descubrí" el s iglo pasado, cuando armábamos la biblioteca de la Fundación Rafael Pombo y la literatura infantil era niña en Colombia. Jamás olvidaré la sensación de haber encontrado algo que estaba buscando en la vida: algo que conectaba el fondo de mi propia infancia -no la de Disney, sino la otra: la infancia oscura, incierta y terrible- con el deseo de escribir para niños

Buenos libros para niños no tan buenos El pasado 8 de mayo, cuando The New York Times informó sobre la muerte de Maurice Sendak, "el artista de libros para niños más importante del siglo XX", una ola de correos en muchas lenguas atravesó el mundo. Todos nos dábamos el pésame y agradecíamos haber sido informados, como si fuéramos una gran familia. (Y es cierto.) Sendak, algo así como un padre o un hermano mayor, se había ido "en su barco particular... navegando a través del día y de la noche, entrando y saliendo por las semanas... a donde viven los monstruos". Tenía 83 años, me sorprendí leyendo. ¿Cómo podía tener 83 el eterno compinche de mis lectores de "dos años y miedo"?

93

Page 94: Portafolio Yolanda Reyes

004.7 Opinión – Diario El Tiempo

Max, el héroe de la historia, ha sido visto como el primer Odiseo y Donde viven los monstruos, además de libro de culto de artistas, diseñadores, lectores y autores, se considera un punto de quiebre en la literatura infantil. Sin duda, es un clásico contemporáneo que ha marcado la infancia de varias generaciones en todo el mundo, pero eso no les importa a sus pequeños lectores. Con su breve experiencia de la vida y, apenas con el repertorio de palabras indispensables, ellos parecen agradecerle a Sendak que haya antepuesto la honestidad estética frente a cualquier cri terio domesticador o moralista, para tratarlos como gente y no como ositos de peluche. Al hacerlo, no solo reinventó la literatura infantil, también, de cierta forma, los reinventó a ellos. En el fondo, eso hacen los l ibros imprescindibles: nos dan la posibilidad de leer-nos de otra forma; nos dejan albergar otras versiones de nosotros mismos.  

Sendak parecía decirnos que el arte de estrenar las palabras, como las estrenan los niños, para hacerlas decir lo esencial no era un trabajo sencillo. Por ser artista, además de palabras, tenía las imágenes. Y en esa conversación entre texto e ilustraciones construyó un poema visual, como él mismo llamaba al género de los libros-álbum. Donde viven los monstruos fue publicado en 1963 y las buenas conciencias estadounidenses de padres, maestros y bibliotecarios mandaron cartas exigiendo retirarlo. ¿Cómo era posible que el mal comportamiento de Max con su madre fuera premiado con un viaje al mundo de los monstruos y que allí lo convirtieran en rey? Los niños, en cambio, lo recibieron como a uno de los suyos y, al año siguiente, la Asociación Americana de Bibliotecarios le otorgó la Medalla Caldecott, el máximo galardón para libros ilustrados, al que siguieron muchos más, incluyendo el Premio Andersen. Quizás es la impronta de la belleza -o el nacimiento del arte- lo que se alcanza a vislumbrar en los ojos de los niños, mientras miran fijamente a los ojos amarillos de los monstruos, para descifrarse por dentro. Esa experiencia poética de descubrir que habitamos en dos orillas, que la habitación conocida no está tan lejos como creemos de la otra, la imaginaria, y que es posible navegar en un barco a "donde están las cosas salvajes" (así es el título original en inglés), y regresar a casa, justo a tiempo de cenar, es la que lo ha convertido en un libro fundacional para la psiquis infantil.

YOLANDA REYES Publicación

eltiempo.com Sección

Editorial - opinión Fecha de publicación 14 de mayo de 2012

Autor Yolanda Reyes

 

94

Page 95: Portafolio Yolanda Reyes

Y o l a n d a R e y e s 004.8 E L   T I EM PO  

Diario El Tiempo. (Octubre 2012). “¿Librerías para nativos digitales?”. Colombia.

Entre Juan y su primo de 10 años hay una brecha mayor que la que me separaba de mi abuela y por eso me maravilla escribir sobre -o para- estos jóvenes lectores que desvelan a la industria editorial y que suscitan más preguntas que respuestas. Paradójicamente, hoy se habla más que nunca de lectura. El Estado, la escuela, los editores y los investigadores ponen sus ojos en los lectores: los cuentan, los examinan, los involucran en agendas políticas y los convierten en titulares de prensa, casi siempre apocalípticos. Que aquí se lee medio libro al año y allá 2,1; que subieron los índices en la última encuesta y que, según Pisa o Saber, los estudiantes no comprenden siquiera las preguntas.

¿Librerias para nativos digitales? La mano diminuta de Juan, un niño de 2 años, despliega, con envidiable precisión, un e-book y la "hiperactividad" propia de su edad da paso a una quietud interactiva. Con voz maquinal, la tableta habla, canta y mantiene a Juan en vilo: lo invita a colorear, lo recompensa si lo hace bien, y si se equivoca, lo guía y lo corrige con paciencia. Aunque hay excelentes libros para niños en formato digital, mucho mejores que el de Juan, supongo que los artistas descubrirán cada vez más posibilidades, y la fascinación por los dispositivos electrónicos irá mutando, del continente, al contenido. Es cuestión de tiempo y el tiempo anda de prisa.  

95

Page 96: Portafolio Yolanda Reyes

004.8 Opinión – Diario El Tiempo

Esa necesidad que lleva a Juan a moverse de un soporte a otro podría explicar que, mientras asistimos a la agonía de los libros de papel, haya otras señales que aún no sabemos bien cómo leer. En Madrid, por ejemplo, la Fundación Sánchez Ruypérez inauguró en estos días de crisis La Casa del Lector y en Bogotá acabamos de asistir al Festival de Librerías Arcadia, donde se dieron cita 17 librerías y miles de lectores, y que coincide con la celebración de la Semana del Libro Infantil. Quizás junto a las bibliotecas virtuales, ubicuas y portátiles, esas librerías donde un librero, sin conocer cifras ni bases de datos, mira a los ojos al lector y lo acompaña a dar con ese ejemplar que parece escrito en cifra, exclusivamente para él, nos recuerdan que seguimos siendo gente y que, sobre todo en la infancia (y siempre), necesitamos tocarnos, hablarnos y encontrarnos.  

El "comportamiento lector" ha remplazado a la experiencia privada de cerrar la puerta para refugiarse en un libro y se ha hecho público. Así como Google conoce nuestros deseos mejor que nosotros mismos y nos sugiere viajes cuando estamos cansados o restaurantes cuando tenemos hambre, los dispositivos digitales recogen datos que la industria editorial jamás imaginó: qué libros compramos, cuáles no leemos o no terminamos, y cuántos lectores subrayamos el mismo párrafo. Los autores pueden tener feedback instantáneo sobre las preferencias lectoras para resolver la suerte de sus personajes, según el rating, y las emociones, que son la materia prima de la literatura, podrían también "monitorearse", como hacen los publicistas o los libretistas de telenovelas, a partir de las reacciones de los clientes. Pero volvamos a Juan, que ha abandonado la tableta para recargarse, como hacen los pequeños, en brazos de sus padres. "Pónganme atención", parece decir, y recurre al mecanismo que tantas veces ha funcionado, de traer su libro favorito. Ese libro, mordido y gastado por el uso, requiere de la voz adulta y el padre le presta la suya. No importa que Juan conozca el relato casi de memoria: así puede abandonarse a la contemplación del rostro de su padre y descubrir, en sus ojos y en las modulaciones de esa voz que lee (y que lo lee mejor que nadie), las emociones compartidas por su especie. Y mientras la historia avanza, Juan se recuesta más en ese cuerpo que ahora habla con voz de lobo: que es lobo y cueva, las dos cosas a la vez -miedo y refugio-, y que conecta su voz con la del libro para decirle, diciendo otras palabras, que los libros transportan la experiencia humana, y que, antes de libro, fueron voces.

Yolanda Reyes Publicación

eltiempo.com Sección

Editorial - opinión Fecha de publicación

29 de octubre de 2012 Autor

Yolanda Reyes    

96

Page 97: Portafolio Yolanda Reyes

Y o l a n d a R e y e s 004.9 E L   T I EM PO  

Diario El Tiempo. (Marzo 2013). “La invención de la infancia”. Colombia.

reencuentro en Bogotá. Sin embargo, la asociación con Ginzburg no es por el terremoto, sino porque en ese artículo titulado ‘El hijo del hombre,’ que hace parte de su libro Las pequeñas virtudes (Acantilado, 2002), ella atribuye a las guerras mundiales el derrumbe de una idea de infancia idílica y edulcorada. “Nosotros no podemos mentir en los libros... acaso sea el único bien que nos ha traído la guerra”, dice Ginzburg, en alusión a ese abismo que la separa de las generaciones anteriores, donde floreció también una literatura infantil europea, inédita hasta entonces. “Nuestros padres nos reprochan la forma que tenemos de criar a los niños. Querrían que mintiésemos a nuestros hijos como ellos nos mentían a nosotros...

La invención de la infancia “Quien ha visto derrumbarse las casas sabe demasiado claramente cuán frágiles son los jarrones con flores, los cuadros, las paredes blancas”. Recordé las palabras de la italiana Natalia Ginzburg, mientras escribía esta columna de bienvenida a los autores, ilustradores, críticos y lectores que llegan a Bogotá para asistir al segundo Congreso Iberoamericano de Lengua y Literatura Infantil y Juvenil (Cilelij). La primera versión de Cilelij en el 2010 tuvo un final abrupto con el terremoto de Chile y, durante los días siguientes, mientras intentábamos regresar a nuestros países en medio de la tragedia chi lena, los organizadores alcanzaron a entregar volantes con la promesa, en esos días tan incierta como incierto era el futuro, de un

97

Page 98: Portafolio Yolanda Reyes

004.9 Opinión – Diario El Tiempo

En estos tiempos en los que el “negocio de los libros” está en crisis, ¿por qué querrían los más jóvenes leer literatura, y cuál literatura? Explorar voces, acentos, géneros y posibilidades en el escenario de este país complejo, donde muchas casas se han derrumbado y muchos niños conocen secretos de la vida que deberían ignorar, y donde hay desafíos urgentes relacionados con la palabra y la memoria, tiene mucho significado. Y aunque, como dice Ginzburg, “no nos curaremos nunca de esta guerra” –o nunca del todo, digo yo–, es una maravilla estar aquí, pensando en escribir, a tantas manos, otros relatos de país y otros mundos posibles para los que hasta ahora están llegando. .  

Pero nosotros no lo podemos hacer. No lo podemos hacer con niños que han visto el espanto y el horror en nuestra cara. No podemos contarles... que los hemos encontrado en una col ni que quien ha muerto ha emprendido un largo viaje”. Esas palabras parecen más vigentes que nunca al examinar los tres ejes del Cilelij: el del primer día será la vida privada –el amor, el cuerpo, la sexualidad y la subjetividad, entre otros asuntos–; el segundo día, alrededor de la vida pública, se abordarán temas como escuela, ciudadanía, dimensión política, emigración, exilio, violencia y problemas sociales, y el tercero, bajo el título de ‘Lo trascendente’, se discutirán asuntos relacionados con fe, religión, muerte, esperanza, magia, creatividad y utopías. Muchas de esas cuestiones, antes proscritas en los libros para niños, dan cuenta de la complejidad de un campo que reclama autonomía artística y que busca deslindarse de esa confusión entre pedagogía y literatura a la que le debemos, aún hoy, tantas lecciones de buen comportamiento o de autoayuda, disfrazadas bajo el ropaje de cuento, que hacen bostezar a los niños y que, también hay que decirlo, son uno de los negocios más lucrativos de la industria educativa. Preguntarse cómo interpreta la literatura la realidad de los más jóvenes lectores será la tarea de este congreso, organizado por la Fundación SM y la Biblioteca Luis Ángel Arango. Si bien no tiene el mismo cubrimiento mediático de otros certámenes como el Hay Festival, más de cincuenta autores, ilustradores, críticos y especialistas de España y América Latina hablarán frente a un público de 600 personas, y los cupos se agotaron en diciembre del 2012, aunque hay exposiciones, lanzamientos de libros y un ‘picnic literario’ en el parque Nacional.

  Publicación

eltiempo.com Sección

Editorial - opinión Fecha de publicación

4 de marzo de 2013 Autor

Yolanda Reyes    

98

Page 99: Portafolio Yolanda Reyes

Y o l a n d a R e y e s

Page 100: Portafolio Yolanda Reyes

E s p a n t a p á j a r o s

Fundac ión Cua t ro Ga to s

G r e t e l - U A B

R e v i s t a E m í l i a

005.1 102

005.2 103

005.3 105

005.4 106

Page 101: Portafolio Yolanda Reyes

P a r a   l e e r   m á s  P u b l i c a c i o n e s     W E B    

005

Page 102: Portafolio Yolanda Reyes

005.1 P a r a l e e r m a s

E S P A N T A P Á J A R O S  http://www.espantapajaros.com/index.php

Espantapájaros Taller es un proyecto cultural de animación a la lectura y expresión artísitica que propicia el encuentro creativo con la literatura y el arte. A través de un permanente trabajo de investigación y práctica, nuestra propuesta se dirige al público infantil y se proyecta hacia la formación de padres, maestros, bibliotecarios y otras personas interesadas en la educación. Alrededor de la "Bebeteca", una biblioteca especializada en literatura para la primera infancia, del Taller de Educación Inicial, de la librería La Tienda de Oz y de los talleres para niños y adultos, construimos alternativas pedagógicas para que los niños crezcan como lectores, escritores y sujetos de lenguaje desde el comienzo de la vida.

102

Page 103: Portafolio Yolanda Reyes

Y o l a n d a R e y e s

F U ND A C I Ó N   C U A T RO   G A T O S  http://www.cuatrogatos.org/show.php?item=488

La que estaba antes y estará después de mí.Si es cierto que somos lo que hablamos, si es verdad que estamos hechos no sólo de carne y hueso, sino de símbolo (“y el verbo se hizo carne”), valdría la pena abrir el mundo de los niños a todos los acentos que transportan la infinita diversidad de lo que somos, sin “traducir” de un español a otro: del colombiano al mexicano o al argentino o al español peninsular, como sugieren maestros y editores de libros infantiles para facilitar la “comprensión” de nuestros jóvenes lectores. Recuerdo, cuando era muy pequeña, palabras que transportaban ecos de reinos muy lejanos. (Aquel rey que tenía “un quiosco de malaquita y un gran manto de tisú”). Recuerdo también el sabor de las galletas de jengibre, el olor de las castañas asadas en invierno, la polenta que comían los personajes de algún cuento italiano y muchas otras sensaciones que sólo he podido probar en páginas de libros.

Dejar que todos los acentos v a y a n a l o s n i ñ o s Llevo en mi voz las voces de los otros: los acentos que circulan por mi sangre y el registro del lugar de donde vengo. Lo que soy, lo que no soy, lo cantado y lo bailado –¿quién nos quita lo bailado?–. El sabor de la comida y el color de los paisajes, la fusión de historia y geografía, las lecciones de gramática, lo que nunca me dijeron, las costumbres y los juegos, las palabras prohibidas, la cartilla de primero de primaria, las abuelas, el país, los apellidos y los nombres de los vivos y los muertos. Patrimonio común y territorio personal es esta lengua que heredé y que vuelvo a estrenar todos los días. Esta lengua que reinvento y me reinventa. La que amarra a los que están con los que ya se fueron.

005.2

103

Page 104: Portafolio Yolanda Reyes

005.2

–así decía también mi abuela– pero en el comienzo era el verbo y entendíamos. Y yo entendía también cuando mi abuela llamaba condiscípulos a sus compañeros de colegio y asuetos a las vacaciones de su infancia y alberca a la piscina…y entonces lograba lo que parecía imposible: borrar las arrugas de su cara y ver en ella la niña que había sido en esos viejos tiempos tan lejanos para mí. La lengua: ese lugar de encuentro, donde conviven las voces y las historias de los otros. (De los que viven lejos, de los que ya se han ido, de los que están, de los que todavía no han sido). Hablarla y escribirla es encontrarse con todos, en esa línea del tiempo, fluctuante e invisible, que existe más allá de cada uno y que a la vez nos pertenece, sin ser estrictamente de ninguno. Habría que hacer partícipes a los niños de esa conversación a tantas voces, sin traducciones ni fronteras. Nos queda ese salvoconducto para borrar las jerarquías y las aduanas que pretenden imponernos. La lengua: quizá el único territorio de la libertad, de la imaginación, de lo posible…que nos queda. .  

Aún evoco la emoción en las palabras de Sherezada y en los viajes de Simbad que me llevaban a habitar mundos posibles, más allá de las estrechas fronteras de mi casa. Como en los juegos de la infancia, las palabras eran esa comida invisible que me servía en tacitas de mentira para saciar la sed de imaginar. “Yo le enseñé a decir camarón con chipichipi, chévere, zapote y otras cosas que no puedo repetir. Ella me enseñó a besar”, dice Santiago, un niño colombiano de once años que se enamoró de una sueca llamada Frida durante sus vacaciones en Cartagena. Santiago es el protagonista de uno de mis cuentos y me han sugerido que incluya un glosario para los otros países en donde los niños leen mis libros y comparten esta lengua en la que escribo. Así he ido coleccionando adaptaciones regionales de los distintos países a donde viajan mis historias y a veces me cuesta trabajo reconocer a esos personajes que fui engendrando palabra por palabra y que cobraron vida a través de ese proceso lento de hallar su propia manera de expresarse: su voz particular. Entonces pienso que habría que traducir también a Macondo y a Comala y la cachaza y las maracas. Y el ritmo de la zamba y del merengue y el sabor de las melcochas y el duende de los bailaores andaluces y el rumor del agua en los jardines de la Alhambra. Daría todo lo que tengo por recuperar la voz de mi abuela. “Había una vez un rey que era sumamente poderoso”. Sumamente. Cada vez que alguien pronuncia esa palabra –la dicen en los pueblos de Colombia los mayores – me devuelvo a esos tiempos en los que las palabras estrenaban el mundo y lo bautizaban con nombres nunca dichos: zaraza, tul, brocado y canesú. Nos vestíamos a diario con telas distintas a las que usaban las princesas de los suntuosos palacios

P a r a l e e r m a s

104

Page 105: Portafolio Yolanda Reyes

Y o l a n d a R e y e s 005.3 G R E T E L   -­‐   U A B  

La literatura infantil a la UAB. http://www.literatura.gretel.cat/es/content/yolanda-reyes

Escritora y profesora es fundadora y directora de Espantapájaros Taller, un proyecto cultural de formación de lectores, dirigido a los niños y a los mediadores adultos (padres, maestros y bibliotecarios). Dicta seminarios en el ámbito nacional e internacional sobre este tema y ha publicado artículos y ensayos sobre literatura infantil y fomento de la lectura en revistas especializadas de América Latina y España.

105

Page 106: Portafolio Yolanda Reyes

005.4

tempos... mais real que nossos rostos de então, que as tranças ou os rabos de cavalo ou o gel que já não usamos há anos... E agora, quando já esquecemos o rosto que tivemos, a idade exata e o vestido, talvez, continuemos nos lembrando de algum pedaço da história, de alguma fórmula mágica do começo, de algumas palavras que se repetiam como um refrão e que nomeavam tudo aquilo de que não se falava durante o resto das horas, tudo aquilo que não se dizia para as visitas, na mesa, nem na fila do colégio... Eis a substância oculta dos contos: esse poder das palavras para dar nome e sentido às realidades interiores, tantas vezes terríveis e incertas, apesar da suposta inocência que os adultos atribuem aos tempos da infância.

1.   O fio da memória

Faz muito, mas muito tempo mesmo, muito tempo antes de aprender a ler sozinhos, que talvez uma voz amada tenha nos contado algum desses contos tradicionais que costumam ser contados às crianças e que resolvemos agrupar sob o rótulo “contos de fadas” ou “contos tradicionais”. Deveríamos seguir o fio da memória para evocar esse rosto, esse tom de voz, essas mãos que iam desenhando reinos e palácios longínquos, para construir uma arquitetura que não existia então e que, contudo, era mais real que todo o resto: mais real que os cantos dessa cama que já esquecemos; mais real que o quarto ou o quintal ou aquela noite daqueles

R E V I S T A   EM Í L I A  http://www.revistaemilia.com.br/mostra.php?id=137

A s u b s t â n c i a o c u l t a d o s c o n t o s

P a r a l e e r m a s

106

Page 107: Portafolio Yolanda Reyes

Y o l a n d a R e y e s

Até que chegava o Rato Perez e, quando ela dizia “depende: o que vai fazer para me conquistar?”, o rato respondia sussurrando suavemente: “bsbsbs”, e ela ficava fascinada. Imediatamente se casavam, mas a história não tinha final feliz, porque dias depois do casamento, a baratinha deixava o rato preparar um cozido e o pobre se afogava no caldeirão. De repente tudo ficava muito triste. A baratinha chorava e um passarinho que passava lhe perguntava por que ela estava tão triste. Ela respondia: “Porque o rato Perez caiu no caldeirão e a baratinha está muito triste, por isso chora”... então, o passarinho se unia a ela e dizia: “pois eu passarinho corto meu biquinho”... então,  passava a pomba passava e perguntava ao passarinho por que tinha cortado o biquinho  e a ladainha recomeçava: “porque o rato caiu na panela e a baratinha sente muito e chora, por isso o passarinho corto o biquinho”. E a pomba dizia: “pois eu, pomba, corto minha cauda”... e quando chegava o pombal e perguntava a mesma coisa, depois da resposta, dizia: “pois eu pombal vou parar de voar”, e se somava ao coro e a ladainha ficava cada vez mais comprida e apareciam novos personagens que repetiam uma e outra vez a mesma ladainha: Porque o rato Perez caiu na panela e a Baratinha sente e chora e o passarinho cortou seu biquinho, e a pomba cortou a cauda e que o pombal parou de voar e a fonte clara se pôs a chorar. E eu, que conto esse conto, acabo lamentando porque o rato Perez caiu no caldeirão e a baratinha... E, assim, sucessivamente, a dor ia se apoderando de tudo e as palavras eram tristes, mas de tanto se repetirem, pareciam ter poderes de cura... Obviamente, penso isso agora, porque então eu não sabia o que estava por trás das palavras do que minha avó contava . Ta lvez nem e la soubesse : simplesmente, éramos duas pessoas muito próximas, corpo a corpo, cara a cara, falando sem falar todas as noites, dos mistérios da vida, da morte e do amor. .  

Primeiro conto de que me lembro, talvez o mais triste dos contos que conheço, mais que um conto uma ladainha que indagava, como no fundo a literatura sempre faz, sobre os mistérios da vida, com dois de seus dramas decorrentes: o amor e a morte. Era a história da Cucarachita Martínez [A baratinha Martínez] contada muitas noites, por minha avó, sempre na mesma hora. Caso não conheçam o conto, a baratinha, varre que varre a porta de sua casa, encontrava uma moeda, e com ela, comprava uma fita para o cabelo. E, assim, tão linda, sentava-se na mesma porta e esperava que alguém se apaixonasse. Passavam o cachorro, o gato e outros animais, e todos lhe diziam a mesma coisa: “Baratinha, como você está bonita. De coração, te peço: quer casar comigo?”. Ela, como é costume nos contos tradicionais, respondia: “Depende: o que vai fazer para me conquistar?” Cachorro dizia “au, au”, o gato, “miau” e ela perguntava, invariavelmente: “Ah, não!, segue seu caminho, porque me você me assusta, me espanta, me assombra”.

107

Page 108: Portafolio Yolanda Reyes

005.4

e avaliar o processo de aprendizagem durante todas as etapas, do começo ao fim, sem que nada lhe escape das mãos. Essa concepção supõe que quanto mais a curto prazo são os objetivos a que se propõe um professor e quanto mais se materializem os indicadores concretos , mais fáceis serão v is tos , comprovados e avaliados em termos quantitativos. De alguma maneira, sua “eficácia” está ainda baseada em função de quanto consegue demonstrar do aprendizado que seus alunos conseguiram obter. O que não é visível, avaliável e observável não dá pontos. O que sai da resposta esperada não vale. O que acontece fora da sala de aula não conta. Os processos que são concluídos depois do ano acabar ou as revelações que ocorrem paulatinamente a um ser humano, ao longo de sua vida, talvez graças à voz de um professor que conta histórias sem esperar em troca nada mais que caras atentas, fascinadas ou aterradas, não se qualificam. E o que não se pode avaliar a curto prazo, é como se não existisse. .  

Creio que disso, exatamente, trata a literatura. E creio que os leitores de qualquer idade, quando nos refugiamos na cadeia de palavras de um livro, continuamos procurando essa possibilidade, muitas vezes descoberta do lado das primeiras vozes e dessas primeiras histórias inscritas em nós, de nomear, em um idioma secreto, em um Idioma Outro, aqueles mistérios essenciais que nunca conseguimos entender: a vida e a morte... e o que há no meio.   2. O lugar da literatura Se aceitamos que sabemos, desde esses tempos remotos de palácios e vozes antigas, que a matéria da literatura é precisamente a vida – e a morte e o que há no meio – caberia perguntar por que continua tão vigente em nossas práticas e em nossos currículos acadêmicos essa outra ideia, segundo a qual, o que se deve saber de literatura é tanto o que sobra e tão pouco o que basta: isto é, definições, atividades, rótulos... (“Dever antes que vida”, como disse algum ilustre. A letra morta primeiro e depois, quando já tenhamos aprendido bastante, talvez o prazer..). Mas o problema é que “depois” pode ser demasiado tarde. A literatura ensinada assim, com suas listas de autores e de obras ou como estratégias e padrões de decodificação, não dá segunda chance. De onde terá surgido esse consenso escolar que nos obriga a todos a sublinhar o mesmo no mesmo parág ra fo no con to da “Chapeuzinho Vermelho”, a entender rapidamente as mesmas ideias principais de “Barba Azul” e a ver todas as obras dos mesmos pontos de vista? De onde surgiu esse desprezo da educação pelo subjetivo, pelo inefável, pelo que não pode ser avaliado em uma prova acadêmica? Atrevo-me a pensar que há um pouco de vaidade nesse equívoco. Porque, em nossa concepção de ensino, ainda se pede ao professor que seja capaz de controlar, planejar

P a r a l e e r m a s

108

Page 109: Portafolio Yolanda Reyes

Y o l a n d a R e y e s

dicionário, mediante uma trama complexa de relações e de histórias. Assim, afora os rótulos, a linguagem que habitamos oculta zonas privadas e pessoais. Junto às zonas iluminadas existem grandes zonas de penumbra. Que significado tem isso tudo para o ensino da literatura? Pois nada menos que o reconhecimento dessas zonas. Dito de outro modo: não é o mesmo ler um manual de instruções para ligar um forno que ler um conto de fadas, e se a escola não se dá conta de “semelhante suti leza”, continuará ensinando a ler todos os textos desde uma mesma postura. Para ligar um forno, deve-se seguir, de maneira literal e obediente, os passos indicados no manual, pois, do contrário pode-se provocar um curto-circuito. Contudo, é igualmente certo que, no caso dos contos, dos poemas e da literatura como um todo, são, precisamente a liberdade do leitor e, de certa forma, sua desobediência ao sentido literal das palavras, o que permite “compreender” toda sua dimensão. Embora para os dois tipos de leitura falemos em compreender, o tipo de compreensão que se estabelece é muito diferente. Para entender um conto, é necessário conectá-lo com sensações, emoções, ritmos interiores, evocações, como as que fizemos no começo, símbolos talvez arcaicos, zonas recônditas e secretas de nossa experiência. Se não nos permitimos explorar essas zonas secretas com suas penumbras e suas ambiguidades, esses contos não nos dirão nada, de modo que serão feitas perguntas como qual o tema do texto, quando nasceram seus autores, ou o que identificamos na introdução, no conflito e no desenlace... Apesar dos dois tipos de leitura – o do manual de instruções e dos contos de fadas – compartilharem muitas palavras e signos, há algo neles que faz com que nós, como leitores, entremos em dinâmicas diferentes. E a escola, é importante esclarecer, deve ensinar a ler de todas as formas possíveis e com diversos propósitos. Porque precisamos seguir instruções cada vez mais complexas, não só .  

Se já esboçamos que a literatura trabalha com toda a experiência vital dos seres humanos – e não só com o pedacinho que se pode medir – podemos imaginar o pouco que esses contos e essas vozes representaram para sistemas pedagógicos calcados em perguntas fechadas de múltipla escolha ou em ideias meramente instrumentais que insistem em falar de leitura rápida, como se fosse uma competição acadêmica ou esportiva... no caso, o mesmo.   3. Casa de palavras Detenhamo-nos a pensar um momento na essência da linguagem literária, localizando-a dentro do contexto mais amplo da comunicação humana. Cada um de nós possui uma língua determinada para expressar seu mundo interior e para se relacionar com os outros. Em nosso caso, pertencemos a uma comunidade lingüística que fala castelhano. O castelhano tem um código próprio, um sistema de signos que permite a todos os falantes nomear, com certos parâmetros, umas imagens mentais ou uns significados determinados. Isso garante que possamos compartir, de certa maneira, um mesmo código. De fato, se escrevo a palavra “casa”, posso ter a certeza de que todos que compartilham dessa língua evocam em sua mente o conceito de casa. Contudo, nenhuma das imagens mentais que se formam corresponde ao significado standard do dicionário. Haverá mansões, apartamentos ou casas de campo; algumas serão grandes e outras pequenas. Muitos irão mais longe e associarão a palavra a um cheiro particular, a certa sensação de segurança ou de proteção, a uma lembrança ou a seus próprios segredos. E isso acontece porque todos vivemos em casas diferentes. Usemos essa imagem para mostrar nossa relação com a língua: cada um constrói sua própria casa de palavras. Temos um código comum, digamos, que são os materiais e as especificações básicas. Mas cada ser humano vai se apropriando do código através de suas próprias experiências vitais e forma seus significados, para além da definição de um

109

Page 110: Portafolio Yolanda Reyes

005.4 Cabe, então, promover uma pedagogia do amor à literatura que dê asas à imaginação de alunos, alunas e professores e ao livre exercício de sua sensibil idade, para impulsioná-los a ser re-criadores dos textos. 4. O que pode ensinar a literatura Nossas crianças e jovens estão imersos em uma cultura de pressa e efervescência que os iguala a todos e os impede de refugiar-se, em algum momento do dia, e até mesmo de sua vida, no mais profundo de si mesmos. Daí que a experiência do texto literário e o encontro com esses livros reveladores que não se lêem somente com os olhos ou com a razão, mas com o coração e o desejo, sejam hoje mais necessários do que nunca como alternativas para ir construindo essas casas ou palácios interiores. Em meio a uma avalanche de mensagens e estímulos externos, a experiência l i terár ia br inda o le i tor com umas coordenadas para nomear-se e ler-se nesses mundos simbólicos construídos por outros seres humanos. E, embora ler literatura não mude o mundo, pode sim torná-lo mais habitável, porque o fato de nos ver em perspectiva e de olhar para dentro, contribui para abrir novas portas para a sensibilidade e o entendimento de nós e dos outros. Precisamos de poemas, contos e de toda literatura possível em nossas escolas, não para sublinhar ideias principais, mas para favorecer uma educação sentimental. Não para identificar morais, ensinamentos e valores, mas para empreender essa antiga tarefa do “conhece-te a ti mesmo” e “conhece aos demais”. O desafio fundamental de um professor é o de acompanhar seus alunos nessa tarefa, criando, ao mesmo tempo, um clima de introspecção e umas condições de diálogo, para que, em volta de cada texto, possam tecer-se as vozes, as experiências, as particularidades de cada criança, de cada jovem de carne e osso, com seu nome e com sua história. .  

para ligar fornos, como também para que uma nave possa decolar e explorar lugares distantes. Mas também necessitamos, e cada vez com mais urgência, explorar o fundo de nós mesmos e nos conectar, de lá, com esses outros, iguais ou diferentes, que compartilham nossas raízes humanas, nossos sonhos e nossos terrores. Assim como algumas vezes devemos ser obedientes ou literais e outras vezes precisamos analisar com exatidão textos científicos e acadêmicos – e não nego que isto também pode e deve ser ensinado – também é verdade que precisamos de ferramentas para fazer leituras livres e transgressoras, para conversar profundamente com nós mesmos e com essas outras vozes, nesse idioma secreto que fluía entre nós e nossos narradores privados, enquanto compartilhávamos um conto. Por falar nesse Outro Idioma, e por nomear essas “casas próprias”, a literatura deve ser lida, vale dizer, sentida, a partir da própria vida. Aquele que escreve estreia as palavras e deve reinventá-las a cada vez, para imprimir sua marca pessoal. E o leitor de literatura recria esse processo de invenção para decifrar e decifrar-se na linguagem secreta do outro. Esse é um processo complexo que compromete, por assim dizer, dois sujeitos, com toda sua experiência, com toda sua história, com suas leituras prévias, com sua sensibilidade, com sua imaginação, com seu poder de se situar para além de si mesmo. Trata-se de uma experiência de leitura complexa e, é necessário dizer, difícil. Mas se pode ensinar. E sustento também que se pode ensinar a amar a literatura, assim como se ensinam e se aprendem números, vogais ou competências semânticas ou qualquer outra coisa. É possível ensinar a experiência essencial da literatura: ou seja, seu poder para revelarmos sentidos ocultos e secretos; para nos comover, nos assustar, nos abalar, nos nomear e nos fazer rir ou tremer, e para falar de tudo aquilo que não se diz para as visitas.

P a r a l e e r m a s

110

Page 111: Portafolio Yolanda Reyes

Y o l a n d a R e y e s

Lemos para conversar, e dizer e nos dizer, sem nunca entender nada totalmente. Como a Baratinha quando se refugiava sua ladainha, cada vez com mais vozes e esse ser nas palavras, esse fluir com as palavras de muitos outros, era como um feitiço que, de certa forma, curava a dor, mediante o rito de nomeá-lo. Talvez o tempo, sempre tão apressado, apague nos estudantes os rostos de agora e as coordenadas do lugar onde se lêem os contos, sem pedir-lhes nada em troca, salvo seus rostos de curiosidade, terror, surpresa ou deleite... Mas, talvez, quando forem randes leitores se lembrarão de algum conto inesquecível que os marcou para sempre, ou de uma voz que dizia: “Era uma vez, em um país muito distante...”. E ninguém estará lá para lhes premiar, nem lhes dar uma medalha ao mérito, nem tampouco atestar um milagre. Mas assim é como vão se fazendo os leitores: corpo a corpo; corpo e alma, num quarto ou numa sala de aula. Conto a conto. E um por um. .  

Precisamos de poemas, contos e de toda literatura possível em nossas escolas, não para sublinhar ideias principais, mas para favorecer uma educação sentimental. Não para identificar morais, ensinamentos e valores, mas para empreender essa antiga tarefa do “conhece-te a ti mesmo” e “conhece aos demais”. O desafio fundamental de um professor é o de acompanhar seus alunos nessa tarefa, criando, ao mesmo tempo, um clima de introspecção e umas condições de diálogo, para que, em volta de cada texto, possam tecer-se as vozes, as experiências, as particularidades de cada criança, de cada jovem de carne e osso, com seu nome e com sua história. Um professor de literatura, acima de tudo, é, como aqueles contadores referidos no início, uma voz que conta; uma mão que inventa palácios e arquitetura impossíveis, que abre portas proibidas e que traça caminhos entre a alma dos livros e a alma dos leitores. E para fazer seu trabalho, não deve esquecer que, antes de ser professor, é um ser humano, com zonas de luz e sombra; com uma vida secreta e uma casa de palavras que tem sua própria história. Seu trabalho, como a própria literatura, é risco e incertezas. Seu privilegiado ofício é, basicamente, ler. E seus textos de leitura não são os livros, mas também seus leitores. Não se trata de um ofício, mas de uma atitude de vida. Não figura no cânone, nem nos textos escolares, tampouco no manual de instruções, mas se pode ensinar. Tomara que esta ideia fique clara: que um professor pode “ensinar” o amor pela literatura mediante sua atitude frente a vida, que é o texto de seus alunos, por excelência. Quando saírem da escola e esquecerem datas e nomes, poderão lembrar da essência dessas conversas de vida tecidas entre linhas, quando seu professor pegava um livro de contos e dividia com eles a emoção de uma história, sem pedir-lhes nada em troca. Porque, no fundo, os livros são isso: conversações de vida. E sobre a vida, sim, é urgente aprender a conversar.

111

Page 112: Portafolio Yolanda Reyes
Page 113: Portafolio Yolanda Reyes

F o r m a t o s   d e    i n s c r i p c i ó n  

006

Page 114: Portafolio Yolanda Reyes
Page 115: Portafolio Yolanda Reyes

Yolanda Reyes