por que existe el sufrimiento

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¿POR QUE EXISTE EL SUFRIMIENTO? La respuesta a este problema no puede hallarse al negar que Dios sea totalmente bueno o que él sea todopoderoso. La bondad de Dios es un hecho establecido claramente en la Biblia. Es más. Dios se manifiesta por su bondad. "Ningún hay bueno, sino sólo uno, Dios" (Marcos 10.18). Pero aunque Dios es perfecto en relación a todo lo que existe, su bondad revelada es totalmente consciente del sufrimiento que hay en el mundo. Pero es necesario aclara que el sufrimiento no siempre es maligno. Sin embargo la Biblia muestra que la rebelión del hombre contra Dios ha afectado adversamente a toda la creación, la cual "gime con dolores", en espera de la redención final (Romanos 8.19-23). Es interesante observar que cuando la Biblia habla de la entrada del pecado al mundo, también habla de la entrada del dolor, la fatiga y la muerte. Pablo enfatiza este punto: "Como el pecado entró en el mundo por un hombre, y por el pecado la muerte, así la muerte pasó a todos los hombres, por cuanto todos pecaron" (Romanos 5.12). Sin embargo, también se puede observar que Dios permite el sufrimiento en la vida de algunos cristianos para perfeccionarlos. Muchas virtudes han sido adquiridas por medio de duras experiencias para el que sufre. Esto lo enfatizan Pablo (Romanos 5.3), Santiago (1.3), y Pedro (1 Pedro 1.7). De todas maneras el problema no ha sido resuelto. Más bien parece que el sufrimiento aumenta con el paso de los años. Pero mucho del sufrimiento humano puede ser atribuido al libre albedrío del hombre. Dios utiliza el sufrimiento para un propósito benéfico, aunque ese propósito esté escondido de nosotros. Tarde o temprano él pone un alto al mal y da fin al sufrimiento trayendo un bien con ello. "Vosotros pensasteis mal contra mí, mas Dios lo encaminó a bien, para hacer lo que vemos hoy, para mantener en vida a mucho pueblo," dijo José a sus hermanos (Génesis 50.20). Esto se explica en todo el sentido de la palabra con la entrada de Cristo al mundo del sufrimiento humano. Cristo ha sido el único que ha sufrido como inocente, pagando el precio por el pecado que no era suyo. Sus sufrimientos fueron

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POR QUE EXISTE EL SUFRIMIENTO?

La respuesta a esteproblema no puede hallarse al negar que Dios sea totalmente bueno o que l sea todopoderoso. La bondad de Dios es un hecho establecido claramente en la Biblia. Es ms. Dios se manifiesta por su bondad."Ningn hay bueno, sino slo uno, Dios"(Marcos 10.18). Pero aunque Dios es perfecto en relacin a todo lo que existe, su bondad revelada es totalmente consciente del sufrimiento que hay en el mundo.Pero es necesario aclaraque el sufrimiento no siempre es maligno. Sin embargo la Biblia muestra que la rebelin del hombre contra Dios ha afectado adversamente a toda la creacin, la cual "gime con dolores", en espera de la redencin final (Romanos 8.19-23).Es interesante observar quecuando la Biblia habla de la entrada del pecado al mundo, tambin habla de la entrada del dolor, la fatiga y la muerte. Pablo enfatiza este punto:"Como el pecado entr en el mundo por un hombre, y por el pecado la muerte, as la muerte pas a todos los hombres, por cuanto todos pecaron"(Romanos 5.12).Sin embargo, tambin sepuede observar que Dios permite el sufrimiento en la vida de algunos cristianos para perfeccionarlos. Muchas virtudes han sido adquiridas por medio de duras experiencias para el que sufre. Esto lo enfatizan Pablo (Romanos 5.3), Santiago (1.3), y Pedro (1 Pedro 1.7).De todas maneras elproblema no ha sido resuelto. Ms bien parece que el sufrimiento aumenta con el paso de los aos. Pero mucho del sufrimiento humano puede ser atribuido al libre albedro del hombre. Dios utiliza el sufrimiento para un propsito benfico, aunque ese propsito est escondido de nosotros. Tarde o temprano l pone un alto al mal y da fin al sufrimiento trayendo un bien con ello."Vosotros pensasteis mal contra m, mas Dios lo encamin a bien, para hacer lo que vemos hoy, para mantener en vida a mucho pueblo,"dijo Jos a sus hermanos (Gnesis 50.20). Esto se explica en todo el sentido de la palabra con la entrada de Cristo al mundo del sufrimiento humano.Cristo ha sidoel nico que ha sufrido como inocente, pagando el precio por el pecado que no era suyo. Sus sufrimientos fueron anticipados por el Padre para bendicin de la humanidad, aunque su martirio haya sido en manos pecadoras (Hechos 2.23).Cristo es la respuestaal problema. Por medio de l Dios demuestra que no est alejado del sufrimiento. Porque en Cristo, no solamente perdona el mal, sino tambin socorre al que sufre."Pues en cuanto l mismo padeci siendo tentado, es poderoso para socorrer a los que son tentados"(Hebreos 2.18).- Doug VarnadoLa Voz Eterna, Mayo 1985(Tratado 0134)

"...Nos gloriamos en las tribulaciones, sabiendo que la tribulacin produce paciencia; y la paciencia, prueba; y la prueba, esperanza"(Romanos 5.3,4),"Y ciertamente, aun estimo todas las cosas como prdida por la excelencia del conocimiento de Cristo Jess, mi Seor, por amor del cual lo he perdido todo, y lo tengo por basura, para ganar a Cristo"(Filipenses 3.8)."Hermanos mos, tened por sumo gozo cuando os hallis en diversas pruebas, sabiendo que la prueba de vuestra fe produce paciencia"(Santiago 1.2,3).

EL PROBLEMA DEL DOLOR Y EL SUFRIMIENTO

Una de las cosas quehan dejado perplejos a los pensadores por siglos es el problema del sufrimiento. Por qu sufre la gente? Muchos han intentado tratar este problema con buscar una respuesta profunda e intelectual, y lo que han encontrado es que no saben qu es. El dolor y el sufrimiento han sido parte de la vida humana desde la cada de Adn y Eva en el jardn de Edn. Podemos darnos cuenta de su origen pero la respuesta al mismo permanece siendo un misterio. El propsito de este escrito no es llegar a una respuesta definitiva, sino un anlisis, con la presentacin de ciertas sugerencias, para confrontar el sufrimiento.Cuando contemplamos el mundo,viendo toda la gloria en la cual Dios lo cre, tambin notamos la existencia del dolor que juega un papel dominante en la vida. El dolor y el sufrimiento son reales. Son constantes porque todos experimentan el dolor y el sufrimiento de alguna forma en alguna etapa de la vida. El dolor y el sufrimiento pueden surgir de cualquier parte, en cualquier tiempo. El dolor y el sufrimiento no tienen preferencia por una u otra persona. La palabra de Dios revela la existencia del sufrimiento en el hombre."Pero como las chispas se levantan para volar por el aire, as el hombre nace para la afliccin"(Job 5.7). Sin embargo el dolor y el sufrimiento no se manifiestan de igual manera en todas las personas. Esto es un misterio.La pregunta que sehace es: "Quin es responsable?" Algunos personajes del Antiguo Testamento crean que el dolor y el sufrimiento eran un resultado directo del pecado. Los amigos de Job utilizaron esta asuncin como base de sus argumentos. Hay quienes han llegado a pensar que ya no tenemos sanidad divina porque somos muy dbiles en la fe; porque somos indignos de recibir el poder de Dios.Pero un estudio cuidadosode las Escrituras revela que Dios ni enva el sufrimiento ni tampoco lo detiene. En algunos casos lo permite:"Dijo Jehov a Satans: He aqu, todo lo que tiene est en tu mano: solamente no pongas tu mano sobre l"(Job 1.12)."En aquel mismo tiempo el rey Herodes ech mano de algunos de la iglesia para maltratarles. Y mat a espada a Jacobo, hermano de Juan. Y viendo que esto haba agradado a los judos, procedi a prender tambin a Pedro"(Hechos 12.1-3). Dios permiti que ocurrieran estas cosas, aunque l tena poder para impedirlas.Hay dos cosas quepueden ser tomadas en cuenta en relacin al problema que estamos tratando. Antes que nada, se ha sugerido que el Seor permite que el dolor y el sufrimiento aflijan a las personas, no importa qu relacin tengan con l. Porque si Dios lo impidiera, entonces en efecto l estara en contra de nuestro libre albedro. Cuando Dios organiz el universo fsico, puso en movimiento ciertas leyes naturales, leyes que aplican a todos los seres. Un ejemplo de esto es la ley de la gravedad. Si usted va a tirarse de una ventana del tercer piso, se supone que llegar al suelo con gran impacto. Dios no va a cambiar las leyes naturales; tampoco va a cambiar la libertad del hombre en hacer su propia decisin (en este caso de suicidarse).En segundo lugar, la muerteacompaada del dolor y el sufrimiento es una anticipacin a la victoria que los cristianos tendrn cuando Cristo vuelva. Nuestros cuerpos son de la primera creacin, y por fin tendrn que perecer y volver al polvo del cual fueron tomados. El dolor y el sufrimiento pueden ser sencillamente una seal que nos hace recordar que tenemos una naturaleza fsica mortal. Pablo anima a los corintios, quienes tenan problemas de este tipo:"Porque es necesario que esto corruptible se vista de incorrupcin, y esto mortal se vista de inmortalidad. Y cuando esto corruptible se haya vestido de incorrupcin... entonces se cumplir la palabra que est escrita: Sorbida es la muerte en victoria"(1 Corintios 15.53-54).Ahora que la realidaddel dolor y el sufrimiento ha sido aceptada, pongamos atencin a otra pregunta inquietante: "Cul es el propsito del dolor y el sufrimiento?" Segn Romanos 8.28, cmo puede ser este problema algo que se convierta en el bien de los cristianos?Antes que nada pongamosalgo en claro: no todas las cosas son buenas. La Biblia ensea estrictamente que hay dos fuerzas en el mundo, el bien y el mal. La prctica del mal nunca ha sido aprobada por Dios. Por lo tanto, aquellos que segn Romanos 8.28 creen que todo lo que les ocurre es bueno, han errado en distinguir entre las dos naturalezas opuestas del bien y el mal. Dios, en toda su omnipotencia, no cambia algo que es malo a algo que es bueno.Adems, hay que enfatizarque Romanos 8.28 dice:"todas las cosas... ayudan a bien"y no que "todas las cosas se convertirn en lo bueno". Muchos utilizan este pasaje para no ver una situacin tal cual es objetivamente. Mi conviccin firme es que cuando uno toma en consideracin una mala situacin y es reconocida por lo que es, la persona que as piensa va en camino a una recuperacin total. Por ejemplo, suponga que usted pierde a un amigo ntimo en un accidente automovilstico causado por un conductor ebrio. Entonces usted cita Romanos 8.28 y usted errneamente llega a la conclusin que tal accidente es en alguna manera algo bueno.(N.T.: Para aclarar un poco ms este concepto, se puede hacer la siguiente pregunta: "Causa Dios la muerte para algo bueno? No, porque la pregunta est mal hecha. Dios no es causa del mal. El mal procede de otra fuente. Es importante reconocer esta diferencia para que se pueda solicitar la ayuda de Dios, que es bueno, para que en efecto "todas las cosas ayuden a bien".)En este caso la realidades negada y usted no est viendo al problema tal cual es: un trgico accidente causado por el pecado de un individuo. Una confusin entre el bien y el mal puede conducir a una falsa concepcin de Dios. Uno puede asumir algo errneo: "Si Dios es bueno, cmo puede ser lo malo de la muerte de mi amigo algo de Dios? Es malo Dios?" Por eso es que muchos pierden su fe en lo bueno de Dios, cuando les ocurre una tragedia.Otro aspecto que contribuyea resolver esta cuestin es mencionado en el libroTheProblem of Painde C. S. Lewis. Este autor nos dice que quiz la percepcin que nosotros tengamos de Dios no sea la percepcin que Dios tiene del bien. Lo que nosotros veamos como bien o mal puede no ser lo mismo que Dios ve.Por ejemplo veamosla vida de Jos. Los eventos de su vida todos parecan malos, y en efecto varios de esos lo eran. Sin embargo Dios utiliz esos eventos para producir un bien."Vosotros pensasteis mal contra m, mas Dios lo encamin a bien, para hacer lo que vemos hoy, para mantener en vida a mucho pueblo"(Gnesis 50.20). Esta fue la manera en que se dirigi a sus malos hermanos que lo haban vendido como esclavo aos antes.Es importante que nosotrosasignemos un significado correcto al dolor y al sufrimiento. Al leer el libroMans Search for Meaning: An Introduction to Logotherapyde Vctor E. Franki, nos damos cuenta que aquellos que sufrieron duras torturas en los campos de concentracin nazi pudieron aceptar mejor la humillacin y el sufrimiento cuando llegaron a darse cuenta del significado de su situacin. Aquellos que constantemente se quejaban de su horrible situacin moran fcilmente, o si no, perdan la razn.En darle un valor aldolor y al sufrimiento depende de la manera en que uno lo vea. Las Escrituras dicen que el dolor ensea la obediencia."Y aunque era Hijo, por lo que padeci aprendi la obediencia"(Hebreos 5.8). Esto fue lo que el autor de Hebreos escribi acerca de Cristo. Tambin ensea la humildad, como en el caso de la actitud de Job hacia Dios (Job 50.1-5). El dolor tambin le ensea a uno la paciencia. Pablo escribi:"Y no slo esto, sino que tambin nos gloriamos en las tribulaciones, sabiendo que la tribulacin produce paciencia"(Romanos 5.3). Tambin puede producir confianza en Dios. Hablando de las cosas que haba sufrido en Asia, Pablo les cuenta a los corintios:"Pero tuvimos en nosotros mismos sentencia de muerte, para que no confisemos en nosotros mismos, sino en Dios que resucita a los muertos"(2 Corintios 1.9). El Seor inclusive puede utilizar el dolor y el sufrimiento como medios de purificacin."En lo cual vosotros os alegris, aunque ahora por un poco de tiempo, si es necesario, tengis que ser afligidos en diversas pruebas, para que sometida a prueba vuestra fe, mucho ms preciosa que el oro, el cual aunque perecedero se prueba con fuego"(1 Pedro 1.6,7). Al considerar el problema del color y el sufrimiento desde este punto de vista, se puede ver que cuando uno es afligido, Dios puede utilizar esta afliccin como medio para fortalecer nuestra vida espiritual y producir as una fe que pueda pasar la prueba del fuego.Qu es lo que ustedpuede hacer en cuanto al dolor y el sufrimiento? Aceptarlos como cosas reales y tratarlos de la mejor manera que se pueda. Puede haber dolor delante de usted cuando d este paso, y esto tambin debe aceptarse. Mientras se hace esto hay que recordar que Jesucristo ha ido a preparar morada para nosotros (Juan 14.1-6) y que ser un lugar donde"ya no habr muerte, ni habr ms llanto, ni clamor, ni dolor..."(Apocalipsis 21.4). Otra cosa que se puede hacer es tratar de tener control sobre el dolor y el sufrimiento, tanto como se pueda. Jesucristo hizo esto mismo durante su ministerio terrenal. Nosotros podemos, de igual manera, utilizar los medios que nos ha dado para aliviarnos del sufrimiento, ya sea fsico, mental o espiritual. Finalmente puedo decir que hay que confrontar el sufrimiento con valenta, fe y la firme conviccin de que nada lo puede separar a uno del amor de Dios (Romanos 8.35-39). Ya sea que usted est sobrecogido por algn dolor o por un sufrimiento, recuerde que usted tiene acceso al Seor que ha vivido como hombre, el cual puede identificarse con nuestro dolor (Hebreos 4.15,16). En obediencia a su voluntad, podemos acudir a l, ya que nos ha prometido que nunca nos dejar ni nos abandonar. Esta clase de fe no nos dar respuestas absolutas en cuanto a la profunda problemtica del dolor y el sufrimiento, pero nos puede equipar con la fortaleza necesaria para soportar esos duros momentos. Pero la victoria ser nuestra si permanecemos fieles al Seor.- Paul D. KearbyLa Voz Eterna, Noviembre 1982

EL MILAGRO DEL PERDON

Recientemente, cierto cristiano contabacon desconsuelo acerca del rechazo de que haba sido objeto. Siendo l casado al principio, su esposa lo abandon. Estando solo y desesperado conoci otra mujer a la cual se uni y con la que tuvo hijos. Sin embargo, con el correr del tiempo l no estaba satisfecho con su vida; principalmente l no se senta bien delante de Dios. Habl con la mujer y le dijo que no podan continuar juntos, y que para l era necesario volver a su verdadera mujer. Entonces fue y busc a su esposa, pero sta lo rechaz de nuevo. Fue a la iglesia, pero los lderes tambin lo rechazaron. Total todos lo rechazaron - y lo peor del caso es que lleg a pensar que aun Cristo lo haba rechazado. La pregunta es: Dnde est el perdn? Aunque este hombre se haba arrepentido, nadie lo quiso perdonar.Nosotros como cristianos, ennuestra enseanza frecuentemente mencionamos el perdn. Lo definimos, lo explicamos e instamos a los hermanos a que lo practiquen. Sin embargo es interesante observar que nuestra prctica del perdn est muy alejada del ejemplo que nos dio Cristo. Basta considerar un par de ilustraciones para ver que esto es as.En cuanto a la mujeradltera de Juan 8.3-11, veamos cmo Cristo fue capaz de perdonarla completamente. Aunque esta mujer en realidad mereca la muerte por su delito (segn la ley de Moiss), Jesucristo no la acus ni puso en relieve su maldad (ella ya haba sufrido lo suficiente a causa de esto). Para Cristo, todo qued olvidado desde ese momento. Es decir que el Seor no estara ms tarde recordndole que ella haba sido una adltera. Miremos lo que dice la Escritura respecto al perdn de Dios en Hebreos 8.12:"Yo les perdonar sus maldades y no me acordar ms de sus pecados"(DHH).Qu fue lo que Jesucristoconsider para otorgarle el perdn a esa mujer que haba sido sorprendida en adulterio? No fue que el Seor pensara que ese pecado era de menor importancia, y que no tena que ser castigado. Lo que vio Jess fue fundamentalmente la actitud dehumillacinyarrepentimientoque haba en ella. (La arrogancia no evoca ningn favor de parte de Dios.) Lo que esperaba el Seor, de ah en adelante era un cambio en el corazn de ella para que no fuera nuevamente presa del engao de Satans, por eso, despus de absolverla le dijo:"Vete, y no peques ms"(Juan 8.11c).Algo similar ocurricon la mujer pecadora que Jess encontr en casa de Simn el fariseo de Lucas 7.36-50. Simn cuestion la condicin de aquella mujer, pues para l no era ms que una "pecadora" (Lucas 7.39). Pero para Cristo no, aquella era una persona completa, con una gran necesidad espiritual. Mientras que el fariseo la rechaz, el Seor la acept, y ms bien procedi a censurar la insensibilidad de Simn. A raz de eso le refiri la historia de los dos deudores, y cmo el que deba ms am ms a su acreedor despus de haber sido perdonado.Es muy difcil paranosotros ver a travs de los ojos de Jess. Simn el fariseo slo miraba lo que los dems vean,"una mujer de la ciudad, que era pecadora"(Lucas 7.37). Pero Jess vio lo que el hombre no ve, y consider cmo aquella mujer quebrantada de espritu se postraba a sus pies en seal de arrepentimiento."Y a ella le dijo: Tus pecados te son perdonados"(versculo 48). Simn no poda perdonar porque slo poda ver el pecado de la mujer y no su arrepentimiento. Sin embargo Cristo vio al corazn de la mujer, y por eso la despidi diciendo:"Tu fe te ha salvado, ve en paz"(versculo 50).Hoy, dentro de laiglesia encontramos a predicadores y a hermanos insensibles al dolor humano que viene por causa del pecado. Son los que quiz nunca se han encontrado en situaciones crticas de la vida y no han sentido la necesidad del perdn. Son las que no han conocido las profundidades del infierno que agobian a los que son atrapados en el pecado. No saben cmo desgarra al alma la culpa. No conocen la tiniebla interior que experimenta el penitente. Ms bien son los que tratan de hundir ms en el pecado al que ha cado en las garras de Satans. Por eso a veces Dios permite que algunos de ellos sufran alguna dura prueba, para ablandar su corazn, para que conozcan el perdn de Dios y aprendan a perdonar a otros.Lo que hoy necesitamos, pues, es restaurar el ejemplo y la enseanza de Cristo en cuanto al perdn. Jesucristo (aunque era Dios) fue profundamente humano - y mucho ms humano que muchos de nosotros, porque l manifestaba una elevada sensibilidad ante el dolor del hombre. Necesitamos hoy su ejemplo de misericordia, compasin, consideracin y paciencia para con los que viven en un abismo de tormento a causa del pecado. Aunque nunca nos pase a nosotros algo tan serio, es necesario desarrollar la compasin y tratar de ponernos en el lugar de otros que han cado.Al igual que Cristo,necesitamos ser sensibles al arrepentimiento de aquellos que quieren cambiar su vida y ayudarlos, primero por aceptarlos, que aunque en pecado todava son imagen y semejanza de Dios, y luego sostenerlos, dndoles el apoyo moral que necesitan, lo cual se puede hacer por aconsejarles (en un espritu de mansedumbre) y por orar constantemente por ellos. No es esto ser cristiano? No es esto lo que el buen samaritano hizo con aquel que haba cado en las garras del destructor (Lucas 10.33-35)?- Arnoldo Meja A.(E. M. Avila)La Voz Eterna, Abril 1988Felicidad en el sufrimiento

Bienaventurados los que lloran, porque ellos recibirn consolacin.Mateo 5:4Todos los que hemos vivido unos treinta o ms aos hemos sufrido perdidas de seres queridos. Y como consecuencia, hemos llorado. Pese la alegra que los amigos nos quieren comunicar y animar, en una ocasin de pesar no hay nada que pueden decir que cambie el estado de animo en que nos encontramos. La muerte de mi mejor amigo hace algunos aos me caus llanto y mucho pesar. Tambin la muerte de mis padres fueran pocas muy difciles para mi.

Cuntos no han llorado por las victimas de las Torres Gemelas, de Nueva York, en septiembre de 2001? Pudimos acompaar por la televisin, el sufrimiento de los familiares de la victimas de aquel evento horroroso, el resultado de un acto terrorista. Y los daos causados por el temblor en la Cd. Mxico en 1983?Tambin me recuerdo el cicln de Matanzas, Cuba, en el mismo ao, el temblor de Colima, Mxico, en 2002, y otras catstrofes.

Vivir es sufrirEl sufrimiento es parte integral de la vida humana. Tanto creyentes como no creyentes sufren igual. La diferencia es que Dios da consuelo al creyente. El sufrimiento hace que anhelemos al cielo. Si en la tierra fuera todo agradable y libre de dolor, no anhelaramos al cielo.

El sufrimiento nos ayuda a identificarnos con otros que sufren y tambin con el sacrificio de Cristo en la cruz. El sufrimiento quita el orgullo y la arrogancia. Slo un corazn contrito o quebrantado puede disfrutar el verdadero gozo divino y consolar a otro que sufre.

El sufrimiento hace del cristiano un seguidor fiel a Dios. As como el oro tiene que pasar por fuego para refinarse, para quitar todas las impurezas, tambin el cristiano para quitar impurezas como el orgullo y el egosmo, tiene que pasar por el fuego del sufrimiento (1 Pedro 1:7)

Jesucristo aprendi obediencia a travs del sufrimiento (Hebreos 5:8). La obediencia la aprendi como la aprendimos nosotros, de la manera ms difcil. El sufrimiento tanto sucede a los ricos como a los pobres. Nadie est excluido del sufrimiento. Alguien ha dicho: El terreno es parejo al pie de la cruz. O sea, el sufrimiento es para todos.

Cmo aliviar el sufrimientoAl auxiliar a otras personas nuestro sufrimiento, nuestros problemas no parecen ser tan serios. Al mismo tiempo, al ayudar a nuestro prjimo, nos deshacemos de nuestro egosmo personal (Glatas 6:2). Jesucristo fue un ejemplo perfecto en la compasin. l era conocido como el hombre de dolores (Isaas 53:3) porque poda sentir el dolor ajeno. Ojal podamos llegar un da a sentir el sufrimiento ajeno.

Uno de los pasajes ms cortos de la Biblia es Juan 11:35: Jess llor. El llanto es el sentimiento ms humano que hay. Hay padres que no admiten que sus hijos varones lloren, porque deben aprender desde nios que son machos. Mas, por qu llor Jess? Jess llor al ver a su amigo Lzaro muerto. Pero tambin por compasin de las personas presentes.

Hay mucho consuelo para los que sufren al leer los Salmos. David y otros que los escribieron pasaron por mucho dolor y nosotros podemos identificarnos con ellos. Los pasajes de los Salmos que siguen tienen a ver con el sufrimiento: Salmos 6:4-9; 39:12-13.

Sufrir en la tierra es temporal y pasar. Una vez que el sufrimiento es acompaado de oraciones, de meditaciones, de la lectura de la Biblia Sagrada y sobre todo de la compaa de cristianos sensibles, suele ser ms fcil soportarlo. Tenemos la promesa que todas las lgrimas que derramamos de noche sern cambiadas en gozo por la maana (Salmos 30:5). Segn el plan de Dios, sus seguidores deben bajar hasta el valle del pesar antes de escalar las alturas de la gloria espiritual. Hay que sentirse cansado y trabajado de vivir sin Cristo antes de buscar y encontrar un grupo de personas que adora al Dios eterno.

El lloro del arrepentimientoComo seres humanos no tenemos control sobre el pecado que existe en todo el mundo. Pero como individuos dotados del libre albedro somos responsables cuando el pecado entra en nuestra vida. Porque todos hemos pecado y necesitamos la gloria de Dios (Romanos 3:23). Todos lamentamos cuando somos victimas del pecado.

El cuarto paso de los Alcohlicos Annimos dice que debemos hacer un inventario de nuestra vida, una lista de las cosas buenas y todos los pecados. Luego, el sptimo paso, dice que debemos entregar todos los pecados que hemos cometido a Dios quien nos limpiar todas las fallas. Se siente un gran alivio tras haber confesado todos los pecados que nos recordamos y luego pedir que Dios nos los limpie antes de empezar una vida nueva en Cristo. Dios dijo: ... convertos a m con todo vuestro corazn, con lloro y lamento (Joel 2:12)

El llanto del arrepentimiento no es una manera de apenarse por algo que hicimos, sino un llanto que nos lleva a Dios para que nuestros pecados nos sean perdonados. Cuando Pedro predic sobre Jesucristo, recordando a los presentes de la muerte del mismo, sus corazones fueron quebrantados profundamente. Luego preguntaron: Qu haremos? Pedro les dijo: Arrepentos, y bautcese cada uno de vosotros en el nombre de Jesucristo para perdn de los pecados y recibiris el don del Espritu Santo ( Hechos 2:38). Nuestro deber es arrepentirnos. Dios har lo dems: la conversin, la transformacin y el perdn.

Es difcil hacer que las personas cambien, sobre todo en lo que concierne a la voluntad que es tan terca y tan habituada a una vida diferente a la que Dios espera de cada uno. Pero cuando eso sucede es como si una vrtebra que estuviese fuera de su sitio volviera al lugar original. En vez de tensin hay una perfecta armona con Dios y la serenidad de la reconciliacin.La promesa de consueloHe aqu unos pasajes sobre el sufrimiento para tu meditacin:Salmos 23:1-4 Jehov es mi pastor; nada me faltar. En lugares de delicados pastos me har descansar; Junto a aguas de reposo me pastorear. Confortar mi alma; Me guiar por sendas de justicia por amor de su nombre. Aunque ande en valle de sombra de muerte, No temer mal alguno, porque t estars conmigo; Tu vara y tu cayado me infundirn aliento.Salmos 71:20-21 T, que me has hecho ver muchas angustias y males, volvers a darme vida, y de nuevo me levantars de los abismos de la tierra. Aumentars mi grandeza, y volvers a consolarme.Salmos 121:2 Mi socorro viene de Jehov, que hizo los cielos y la tierra.Tienes esperanza en tu corazn? Ests seguro de que, si murieras sta noche iras al cielo a vivir con Cristo para siempre? Eso es posible, si confas en el Seor; l te llevar al Padre despus de tu ultimo suspiro aqu en la tierra. Jesucristo fue al cielo a prepararnos lugar para que estemos con l en la eternidad. (Juan 14:2-3)Bienaventurados o dichosos los que lloran. Ellos son felices porque saben que su porvenir est asegurado. El dolor que ahora sienten es como el dolor de parto, que es una preparacin para un nuevo nacimiento en un nuevo mundo. Estn felices o alegres porque dice la Palabra de Dios que: si somos muertos con l tambin viviremos con l; si sufrimos tambin reinaremos con l (2 Timoteo 2:11-12)ConclusinMientras Dios nos da un poco de tiempo, por su misericordia, espera que tomemos una decisin: seguirle a l y su Palabra o rechazarle a ambos. Quizs ese tiempo sea corto, lleno de frustraciones e iras, amarguras y temores, pero hay tiempo. Es el tiempo de pensar en Dios, en su amor a un pueblo desobediente; en el envo de su Hijo Jesucristo que sufri en la cruz por nosotros. Tiempo de acercarse a l a travs de un cambio de vida, una confesin, un bautismo y una vida nueva. Jesucristo tiene el poder de transformarte y de darte una vida eterna. Decide ya!

Preguntas para meditacin y repaso:

1. Cmo se puede encontrar la felicidad en el sufrimiento?

2. Qu es el sufrimiento?

3. Cmo se puede aliviar el sufrimiento?

4. Por qu solemos esconder las lgrimas?

5. Qu debemos hacer cuando alguien arrependido llora en la iglesia?

6. Cul es la promesa de consuelo que encontramos en la Biblia?

8. Qu clase de esperanza encontramos en 2 Timoteo 2:11-12?

POR QUE LOS JOVENES SE REBELAN?por Elmer N. Dunlap RouseEl pap de Maritza era ministro de una ciudad grande, pero se mud a un pueblo pequeo para trabajar con una iglesia. En la iglesia anterior de la ciudad, Maritza era una de las jvenes ms activas y estaba muy orgullosa de su padre y todos eran felices. Pero en la nueva iglesia del pueblo pequeo, todo era muy diferente. Era una iglesia introvertida, sospechosa y cerrada a la aceptacin de nuevas personas. Era un pueblo donde todos conocan los asuntos de todos los dems. Sucedi que Maritza se senta ms cmoda con los Jvenes del mundo que con los de la iglesia ya que los del mundo la trataban mejor que los jvenes de la iglesia. Pronto la iglesia fue escandalizada de que la hija del ministro corra con los del mundo. Sus padres confiaban en ella, pero ahora haban muchos miembros hablando.Todo lleg a una crisis cuando un joven del mundo la invit a una fiesta. Molesta por la actitud de los de su iglesia, ella acept. Su mam le prohibi ir. Maritza pensaba, "No soy yo suficientemente adulta para escoger mis amistades?" En medio de una discusin, se fue de la casa. Descalza, caminaba sin saber hacia dnde se diriga y pas la noche en un carro abandonado. Aquella noche sus padres no durmieron sino que experimentaron la angustia y el pnico mayor de sus vidas, ya que Maritza era su nica hija. Por la maana Maritza apareci al ser encontrada por uno que recoga la basura. Aunque Maritza regres a su casa, sus padres siguieron torturados con la pregunta de en qu haban fallado a su hija.As como los padres de Maritza, muchos padres no pueden comprenderla rebelin en su hijo. Frustrados por desconocer lo que pasa, slo aumentan la distancia entre ellos y el hijo rebelde. Para poder ayudar al hijo, hay que mantener una relacin de amor, no importa lo que venga. El orgullo de familia tiene que echarse al lado si es que queremos rescatar el futuro. Sentirse ofendido por lo que el hijo haya hecho no remedia nada. Reacciones e insultos, amenazas, dimes y diretes y hasta la violencia no resuelven nada sino slo alejan ms a las personas que ms necesitan de nuestro amor. Un padre sabio pensara largo rato antes de proceder. Tomara tiempo para dominar las emociones, especialmente cuando un hijo cuestione la autoridad de sus padres.Todo padre debe hacer distincin entre dos cosas: la necesaria supervisin de un adolescente y la libre determinacin de un joven que rpidamente se est acercando a ser adulto. Adems, el adolescente juzga lo que sus padres le dicen, que si lo dicen por amor al hijo, por lo que ms le convenga al hijo, o si los padres slo quieren hacer lo que mejor les convenga a ellos. Los jvenes se sienten frustrados muchas veces por la confusin que trae la adolescencia. No saben si son nios o adultos y muchas veces quieren que se les trate como a adultos sin ellos aceptar las responsabilidades de adulto. Tienen un cuerpo ya capaz de hacer todo lo que hacen los adultos pero no tiene la madurez para funcionar como adulto. Todos los das el adolescente se pregunta "Quin soy yo?" y se apura por ser adulto. Constantemente compara a sus padres con los padres de sus amistades y no entiende por qu no puede hacer todo lo que hacen dichas amistades. Rebelarse contra la autoridad de los padres es un pecado, por cierto, pero es de esperarse donde no existe una relacin sana de dilogo, amor y discernimiento de parte de los, padres.Al contrario, el trabajo de los padres es criar al hijo, ayudarlo a encontrarse e iluminar su camino hacia la libertad de tomar su lugar entre la sociedad de adultos. Padres que quieren mantener al hijo siempre en la condicin de nio pierden tanto la relacin como tambin el respeto. Los padres tiene que decidir si quieren amarrarle los zapatos al hijo para siempre, hacindolo dependiente a ellos o si quieren ensear al hijo a amarrarse su propios zapatos, hacindolo independiente de sus padres pero no independiente de una relacin con ellos.Para mantener una relacin, tiene que haber tanto amor como respeto. Si para recibir amor hay que dar amor, es tambin cierto que para recibir respeto, hay que ser respetuoso con los dems. Cuando un hijo consigui trabajo en el verano, su madre, sin pensar, dijo: "Ahora tu puedes pagar por tu cuarto y por tu comida para que sepas lo mucho que nos cuestas". El hijo respondi, "Parece que ya no pertenezco aqu` ". La madre slo pensaba en estar cansado de trabajar por uno hijos que nunca le agradecan a ella por sus sacrificios. Habl por lo que le convena a ella y no por lo que le convena decir a un hijo que no piensa. El hijo se rebel. Otra madre ms madura decidi que ella hablaba demasiado, que a sus hijos les pareca que los acosaba y los molestaba. Al aguantar la lengua cuando ella se senta frustrada, notaba que su relacin con sus hijos empezaba a mejorar. Tanto ella como sus hijos empezaron a expresar su agradecimiento por cosas muy sencillas. El momento ms triunfante fue cuando su hijo menor, el ms rebelde, se entreg a Dios un domingo en la iglesia.Vamos a enumerar las razones de los jvenes por rebelarse con los padres. Estos son las cosas que ms molestan a los jvenes.1. No me respetan. No respetan a mis amigos, mis decisiones, ni mi privacidad. Rebuscan en mis cosas. Me hacen pasar bochornos frente a mis amistades. Me gritan.2. No me quieren escuchar. Por esto yo prefiero contar mis problemas a mis amigos que a mis padres.3. Mis padres son inflexibles. Nunca admiten la culpa. Nunca se disculpan. Con mis padres no se puede hablar. Es imposible. Siempre me estn obligando. Creen que lo saben todo.4. No confan en mi. Creen que soy un pillo y un mentiroso. No me quieren dejar usar el carro. Siempre tengo que dar cuenta y explicar dnde yo estaba y qu yo haca. Siempre sospechan lo peor.5. Yo no entiendo a mis padres. Dicen una cosa y hacen otra. Me confunden. No se les puede creer porque dicen que hasta aqu yo puedo llegar y yo s que paso y no me hacen nada. Mi padre dice una cosa y mi mam dice otra. Son hipcritas porque me hacen obedecer reglas que no aplican a ellos.Pablo dijo "Y vosotros, padres, no provoquis a ira a vuestros hijos, sino criadlos en disciplina y amonestacin del Seor" (Ef. 6:4). Tambin 'dijo, "Padres, no exasperis a vuestros hijos, para que no se desalienten" (Col. 3:21). Hay muchas familias donde los hijos se crian sin rebelin. Son familias sanas unidas por amor y mutuo respeto. Los hijos no tienen que rebelarse para hacer su vida. No hay ninguna razn por qu tu familia no puede tambin ser feliz y todo lo que Dios quiera. Si tu, como padre, o tu, como madre, lees estas palabras y no eres cristiano, esto debe ser el primer paso para ayudar a tu familia aceptar a Cristo. Nuestro Salvador nos dijo: "Yo he venido para que tengan vida, y para que la tengan en abundancia" (Jn. 10:10). Tu puedes dar dinero y muchas otras cosas a tus hijos, pero hasta que no les des un padre o madre cristiano, te quedas corto.