por las venas de america latina

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sábado 21 de marzo de 2015 | | FORO INTERNACIONAL EMANCIPACIÓN E IGUALDAD | TIEMPO ARGENTINO 1 Foro internacional emancipación e igualdad www.tiempoargentino.com | sábado 21 de marzo de 2015 Por las venas de América Latina INTRODUCCIÓN POR UNA SOCIEDAD MÁS JUSTA L a convocatoria en Buenos Aires al Foro Internacional por la Emancipación y la Igualdad, que realizamos con gran emoción y esfuerzo en el Teatro Nacional Cervantes, surgió como resultado directo de una época histórica en la que se cruzan y comienzan a dialogar diversas experiencias políticas latinoamericanas que, desde principios de este siglo, iniciaron una profunda revisión crítica de la hegemonía neoliberal, y las que desde Europa han comenzado a revertir la imposición de brutales planes de ajuste asociados al desmontaje del Estado de Bienestar. En lo que respecta a nuestra incumbencia en el Ministerio de Cultura de la Nación, a través de la Secretaría de Coordinación Estratégica para el Pensamiento Nacional, consideramos necesario generar los puentes necesarios para articular una serie de acontecimientos que han venido transformando la vida concreta de nuestros pueblos y sus instituciones, y a los que debíamos un tiempo aparte para reflexionar, para hacer un balance, para encontrar las palabras que los nombraran y proyectaran a futuro. Era indispensable generar las condiciones para que se reencontraran y revitalizaran las grandes tradiciones de la emancipación social y política.Desde finales de los setenta, la ideología neoliberal acusó al Estado, que había sido el gran protagonista en la era del bienestar social, de ser el malo de la película. El Estado pasó a resumir todo lo que habría de malo en la sociedad. En su lugar, se colocó al mercado como centralidad reguladora de las relaciones sociales, favoreciendo de un modo exponencial la concentración de la riqueza. Pensar esta y otras cuestiones era doblemente necesario, y hacerlo desde el Ministerio de Cultura de la Nación, junto a referentes políticos, sociales e intelectuales de 18 países, supuso un paso clave, heterodoxo y motivador. En este marco, con el Foro Internacional por la Emancipación y la Igualdad creamos un espacio de encuentro y debate en el que las voces de dos continentes, voces herederas de los ideales populares y democráticos, y pudimos profundizar el camino de una sociedad más justa. » Ricardo Forster / Secretario de Coordinación Estratégica para el Pensamiento Nacional sigue en pág. 2 S aludarlos a todas y todos y, de manera muy espe- cial, a los colombianos y colombianas que se encuen- tran aquí en este auditorio y que nos están viendo (aplausos) y que, en razón de lo que ha significado el conflicto colom- biano de la pobreza, la mise- ria, la exclusión, la mayoría de ellos están aquí precisamente en razón de que es muy difícil con los costos de las matrícu- las en Colombia poder estu- diar. Y eso hace parte de un modelo neoliberal que toda- vía sigue vigente en Colombia, campante en Colombia y que hace parte también de lo que ha sido esa participación en la guerra que divide el país. Cuando se me invita a parti- cipar con un título tan sugesti- vo, como han dicho algunos de mis compañeros que me han an- tecedido en la palabra, "Eman- cipación e Igualdad, desafíos y retos de la región", yo me puse a pensar que lo más importante que debería yo plantear (...) Una región donde uno tiene que decir, como decía Gramsci, "lo viejo no termina de morir y lo nuevo no termina de nacer". Y es ahí donde nosotros tenemos que recoger esa ola de cambios que se vino dando en las calles de nuestra América. Lo que fue el caracazo en Venezuela, lo que fueron las luchas por el agua y por el gas en Bolivia, lo que fue- ron precisamente esos procesos destituyentes en el Ecuador e igualmente, también, el estalli- do que se dio aquí en Argenti- na, pero, fundamentalmente, una gran movilización que se dio en nuestra América. Y yo creo que el capitalismo pensó, o muchos pensaron, que con la implantación del modelo neoli- beral, pues el capitalismo se iba a disparar. Y otros hemos visto recientemente, de estos 15 años hacia atrás, que eso no es preci- caribeños, estuvo muy presente cuando se da el golpe en Hondu- ras y cuando se da ese golpe en Paraguay, y donde, además, una de las discusiones más fuertes que se va antecediendo a la re- forma constitucional que hacía el presidente Zelaya, también se da sobre la decisión que tenía de desmontar la base militar que estaba en esta región. Yo he venido pensando, y quería compartir con ustedes, porque, nosotros como un país vecino, un país hermano a la República Bolivariana de Venezuela, pues no solamente compartimos una larga fronte- ra sino, también, una serie de problemas que nos son comu- nes a los dos países. Yo pienso que Estados Unidos tiene como una meta inmediata mellar ese proceso de la Revolución Bolivariana en cabeza de Hu- go Chávez, y que hoy defiende Nicolás Maduro. Y mellarla, precisamente, porque tiene mucho que ver con la pérdida del dominio y el control del pa- tio trasero, como nos veían los el Canal de Panamá con el tra- tado Torrijos-Carter, o cuando, por ejemplo, Rafael Correa saca la base de Manta a los militares y exige y además acaba con las fumigaciones que eran parte, precisamente, de esa política imperialista en términos de la dominación. Hoy es muy preocupante, por ejemplo, ver cómo se reacomoda la cuarta flota. Y esa cuarta flota, que es- tá, precisamente, en los mares que juega Colombia en el pro- ceso de pago de armas, no tene- mos la posibilidad de visibilizar y de visionar realmente qué ha significado este proceso y toda esta arquitectura en América Latina. Nosotros diríamos que tendríamos que reconocer avances muy significativos que, entre otras cosas, entre un pro- ceso y otro se demoraron, se dio mucho espacio de tiempo como por ejemplo cuando se recupera gión. Es así como vemos el pro- ceso que se da en Brasil, que se da en Bolivia, en Argentina, en Uruguay, en Paraguay, en Chi le, en Honduras, en Ecuador, en Nicaragua, en El Salvador y varios procesos que también se dan en Centroamérica (...) Yo creo que nosotros, tal vez por la lejanía de lo que es estos países del sur, nuestro Cono Sur, de lo que significan los países andinos y de su papel inclusive samente lo que ha ocurrido, que la utopía no se ha muerto, como tampoco podría decir uno que el capitalismo ha desaparecido. Y pienso que mucho de lo que está aconteciendo reciente- mente con golpes de Estado de frente como los que ocurrieron en Paraguay y en Honduras o golpes blandos como el que está ocurriendo, precisamen- te, tanto en Salvador con una reforma al sistema electoral en medio de unas elecciones. O el que se viene dando aquí, en Argentina, pues son una de- mostración clara de lo que para nosotros embarga una inmen- sa tarea que tiene que ir de la mano, precisamente, de todos esos procesos continentales que se han venido dando, que son importantes, que tienen simili- tudes pero que tienen diferen- cias también en las dinámicas propias de cada uno de nuestros países. Y yo creo que, con el ini- cio de la revolución bolivariana con Hugo Chávez, con el coman- dante eterno ( aplausos ), nosotros comenzamos un proceso que prende la mecha en toda la re- Piedad Córdoba Piedad Córdoba / Emir Sader PRIMERA ENTREGA

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Piedad Córdoba y Emir Sader Introducción: “Por una sociedad más justa”, por Ricardo Forster ¿Cómo los vi?: “La simbiosis entre la palabra y la gente”, por Víctor Hugo Morales

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sábado 21 de marzo de 2015 | | FORO INTERNACIONAL EMANCIPACIÓN E IGUALDAD | TIEMPO ARGENTINO 1

Foro internacional emancipación e igualdad

www.tiempoargentino.com | sábado 21 de marzo de 2015

Por las venas de América Latina

INTRODUCCIÓN

POR UNA SOCIEDAD MÁS JUSTA

La convocatoria en Buenos Aires al Foro Internacional por la Emancipación y la Igualdad, que

realizamos con gran emoción y esfuerzo en el Teatro Nacional Cervantes, surgió como resultado directo de una época histórica en la que se cruzan y comienzan a dialogar diversas experiencias políticas latinoamericanas que, desde principios de este siglo, iniciaron una profunda revisión crítica de la hegemonía neoliberal, y las que desde Europa han comenzado a revertir la imposición de brutales planes de ajuste asociados al

desmontaje del Estado de Bienestar. En lo que respecta a nuestra incumbencia en el Ministerio de Cultura de la Nación, a través de la Secretaría de Coordinación Estratégica para el Pensamiento Nacional, consideramos necesario generar los puentes necesarios para articular una serie de acontecimientos que han venido transformando la vida concreta de nuestros pueblos y sus instituciones, y a los que debíamos un tiempo aparte para reflexionar, para hacer un balance, para encontrar las palabras que los nombraran y

proyectaran a futuro. Era indispensable generar las condiciones para que se reencontraran y revitalizaran las grandes tradiciones de la emancipación social y política.Desde finales de los setenta, la ideología neoliberal acusó al Estado, que había sido el gran protagonista en la era del bienestar social, de ser el malo de la película. El Estado pasó a resumir todo lo que habría de malo en la sociedad. En su lugar, se colocó al mercado como centralidad reguladora de las relaciones sociales, favoreciendo de un modo exponencial la concentración

de la riqueza. Pensar esta y otras cuestiones era doblemente necesario, y hacerlo desde el Ministerio de Cultura de la Nación, junto a referentes políticos, sociales e intelectuales de 18 países, supuso un paso clave, heterodoxo y motivador. En este marco, con el Foro Internacional por la Emancipación y la Igualdad creamos un espacio de encuentro y debate en el que las voces de dos continentes, voces herederas de los ideales populares y democráticos, y pudimos profundizar el camino de una sociedad más justa.

» Ricardo Forster / Secretario de Coordinación Estratégica para el Pensamiento Nacional

sigue en pág. 2

S aludarlos a todas y todos y, de manera muy espe-cial, a los colombianos y

colombianas que se encuen-tran aquí en este auditorio y que nos están viendo (aplausos) y que, en razón de lo que ha significado el conflicto colom-biano de la pobreza, la mise-ria, la exclusión, la mayoría de ellos están aquí precisamente en razón de que es muy difícil con los costos de las matrícu-las en Colombia poder estu-diar. Y eso hace parte de un modelo neoliberal que toda-vía sigue vigente en Colombia, campante en Colombia y que hace parte también de lo que ha sido esa participación en la guerra que divide el país.

Cuando se me invita a parti-cipar con un título tan sugesti-vo, como han dicho algunos de mis compañeros que me han an-tecedido en la palabra, "Eman-cipación e Igualdad, desafíos y retos de la región", yo me puse a pensar que lo más importante que debería yo plantear (...) Una región donde uno tiene que decir, como decía Gramsci, "lo viejo no termina de morir y lo nuevo no termina de nacer". Y es ahí donde nosotros tenemos que recoger esa ola de cambios que se vino dando en las calles de nuestra América. Lo que fue el caracazo en Venezuela, lo que fueron las luchas por el agua y por el gas en Bolivia, lo que fue-ron precisamente esos procesos destituyentes en el Ecuador e igualmente, también, el estalli-do que se dio aquí en Argenti-na, pero, fundamentalmente, una gran movilización que se dio en nuestra América. Y yo creo que el capitalismo pensó, o muchos pensaron, que con la implantación del modelo neoli-beral, pues el capitalismo se iba a disparar. Y otros hemos visto recientemente, de estos 15 años hacia atrás, que eso no es preci-

caribeños, estuvo muy presente cuando se da el golpe en Hondu-ras y cuando se da ese golpe en Paraguay, y donde, además, una de las discusiones más fuertes que se va antecediendo a la re-forma constitucional que hacía el presidente Zelaya, también se da sobre la decisión que tenía de desmontar la base militar que estaba en esta región.

Yo he venido pensando, y quería compartir con ustedes, porque, nosotros como un país vecino, un país hermano a la República Bolivariana de Venezuela, pues no solamente compartimos una larga fronte-ra sino, también, una serie de problemas que nos son comu-nes a los dos países. Yo pienso que Estados Unidos tiene como una meta inmediata mellar ese proceso de la Revolución Bolivariana en cabeza de Hu-go Chávez, y que hoy defiende Nicolás Maduro. Y mellarla, precisamente, porque tiene mucho que ver con la pérdida del dominio y el control del pa-tio trasero, como nos veían los

el Canal de Panamá con el tra-tado Torrijos-Carter, o cuando, por ejemplo, Rafael Correa saca la base de Manta a los militares y exige y además acaba con las fumigaciones que eran parte, precisamente, de esa política imperialista en términos de la dominación. Hoy es muy preocupante, por ejemplo, ver cómo se reacomoda la cuarta flota. Y esa cuarta flota, que es-tá, precisamente, en los mares

que juega Colombia en el pro-ceso de pago de armas, no tene-mos la posibilidad de visibilizar y de visionar realmente qué ha significado este proceso y toda esta arquitectura en América Latina. Nosotros diríamos que tendríamos que reconocer avances muy significativos que, entre otras cosas, entre un pro-ceso y otro se demoraron, se dio mucho espacio de tiempo como por ejemplo cuando se recupera

gión. Es así como vemos el pro-ceso que se da en Brasil, que se da en Bolivia, en Argentina, en Uruguay, en Paraguay, en Chi le, en Honduras, en Ecuador, en Nicaragua, en El Salvador y varios procesos que también se dan en Centroamérica (...)

Yo creo que nosotros, tal vez por la lejanía de lo que es estos países del sur, nuestro Cono Sur, de lo que significan los países andinos y de su papel inclusive

samente lo que ha ocurrido, que la utopía no se ha muerto, como tampoco podría decir uno que el capitalismo ha desaparecido. Y pienso que mucho de lo que está aconteciendo reciente-mente con golpes de Estado de frente como los que ocurrieron en Paraguay y en Honduras o golpes blandos como el que está ocurriendo, precisamen-te, tanto en Salvador con una reforma al sistema electoral en medio de unas elecciones. O el que se viene dando aquí, en Argentina, pues son una de-mostración clara de lo que para nosotros embarga una inmen-sa tarea que tiene que ir de la mano, precisamente, de todos esos procesos continentales que se han venido dando, que son importantes, que tienen simili-tudes pero que tienen diferen-cias también en las dinámicas propias de cada uno de nuestros países. Y yo creo que, con el ini-cio de la revolución bolivariana con Hugo Chávez, con el coman-dante eterno (aplausos), nosotros comenzamos un proceso que prende la mecha en toda la re-

Piedad Córdoba

Piedad Córdoba / Emir SaderPRIMERA ENTREGA

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una estrategia que ya muchos de nosotros conocemos y es, su-puestamente, la lucha contra la insurgencia, la lucha contra el narcotráfico, se establece una serie de bases militares con anuencia de Colombia. Y ahora nosotros podríamos decir que esas bases militares fueron, in-clusive, aumentadas en su mo-mento por la agresión y yo di-ría malquerencia, en términos muy políticos, de Álvaro Uribe Vélez que, desde su gobierno, inició también, conjuntamen-te con los Estados Unidos, toda una política de agresión y des-estabilización del gobierno de Venezuela. Es ahí cuando, preci-samente, Álvaro Uribe Vélez les propone a los Estados Unidos el establecimiento de una serie de bases militares y, entre esas, la base de Palanquero, una base si-tuada en la costa norte que per-mite que muchos de sus aviones puedan volar largos y extensos kilómetros sin siquiera tener que proveerse de gasolina o de combustible. Y la reacción de Chávez en ese momento fue impresionante, yo la recuerdo. Y nosotros, en su momento, re-cogimos un discurso del presi-dente Chávez que decía "bases militares, no. Bases para la paz." Y fue así como se estableció un recorrido impresionante en Ve-nezuela y yo diría cada vez más que definitivamente Chávez

fue un visionario muy impor-tante porque la formulación y la creación de esta estructura multilateral como el Banco del Sur, como Celac, como Unasur, como el fortalecimiento del Mercosur, como el Sucre, como todas estas organizaciones, Pe-trocaribe entre otras, son lo que hoy le permite, no solamente a Venezuela, sino a toda la región, tener mecanismos, instrumen-tos, para enfrentar la arreme-tida del imperialismo frente a la posibilidad de desbaratar el proceso revolucionario de la región.

Por eso decía yo que, real-mente, el compromiso de Was-hington es el debilitamiento de

todos estos procesos. Procesos además que, para debilitarlos, se valen de lo que decía uno de los que abrió la intervención en la tarde de hoy, de los medios de comunicación poderosísi-mos, misiles tierra-aire que son capaces de desvertebrar cualquier proceso importante cuando no se tiene ni la solidez ni el acompañamiento de las masas populares y de los secto-res populares para lograr defen-der estos procesos en la región. Y esto a mí me parece que es muy importante dejarlo en cla-ro aquí. Nosotros pertenecemos y hacemos parte de un proceso revolucionario, bolivariano, transformador, humanista en la región. Y eso no nos impide a nosotros reconocer que en Co-lombia se ha instalado una base para desestabilizar la región de la mano del narcotráfico que, diría yo, es la multinacional del capitalismo que, además, con el neoliberalismo, ha per-mitido los paraísos fiscales. Ha permitido toda la irregulación financiera. Ha permitido ade-más que se creen sectores em-presariales de bolsa para poder engordar los bancos a partir de los productos de ese narcotrá-fico. Narcotráfico además que ha suministrado las armas del paramilitarismo. Paramilitaris-mo hermano del narcotráfico que, además, ha azotado en Colombia la posibilidad de las reformas, de las transforma-ciones, de los procesos de paz y que hoy ese paramilitarismo se convierte, también, en una tras-nacional. Trasnacional paralela que ha desestabilizado, lo que pasó en Honduras. Entre otras cosas, llama poderosamente la atención que sectores de la de-recha continental, una derecha trasnacional que se ha unido a lo largo de toda América Latina, que, entre otras cosas, posibi-lita la creación, precisamente, de la Alianza del Pacífico. Esa trasnacional se nutre y se rego-dea de las ideas de ultradere-cha de Álvaro Uribe Vélez. Y es como uno ve que vienen aquí a, supuestamente, asesorar a Macri para hablar de la segu-ridad (aplausos). Para ofrecerle propuestas de apoyo en segu-ridad. Yo les quiero decir que eso es puro cuento. Esos no son sino el paramilitarismo reen-carnado nuevamente en unas dictaduras militares que ya no lo hacen directamente sino que lo hacen a través de estos gestores. O también asesorando a los nuevos pinochetistas en

Chile. O, perdón Cuauhtemoc, dándoles asesoría policial a los mexicanos. Y lo único que han hecho con eso es, realmente, lograr llevar esos elementos de desestabilización a todas estas regiones. Quiero decir con ello que no es cierto que el plan Co-lombia haya surgido como una cruzada contra el terrorismo, una avanzada contra el narcote-rrorismo porque, mucho antes de que existieran los narcotra-ficantes y mucho antes de que existiera la fuerza insurgente que hoy existe en Colombia, ya existía el paramilitarismo a través de las policías políticas, de los Chulavitas, de los pájaros que, entre otras cosas, asesina-ron cantidades y cantidades de campesinos pobres en mi país. Ahora que la compañera (Cons-tanza Moreira, anterior exposi-tora) hablaba sobre dónde está la reforma agraria, yo quiero contarles que, precisamente, ese narcotráfico, por despose-sión, le ha quitado 8 millones y medio de hectáreas a campesi-nos pobres, es decir, ha despla-zado casi 6 millones de cam-pesinos en mi país. Aupados, precisamente, en la doctrina contrainsurgente, aupados en la lucha contra el narcotráfico pero hoy, estableciendo ejér-citos a la usanza de la época anterior, precisamente, para lograr esa desestabilización. En Colombia, el coeficiente de Gini en el camp o es de 0,88. Es decir, de una miseria espanto-sa, dantesca, que es similar y parecida a lo que pasa en Haití que decía la compañera, por eso tienen que tener ejércitos para controlar a la gente y no la reforma de un proceso boliva-riano que tiene que instalarse en toda la región.

Hay dos o tres cosas que son muy importantes, que tienen que ver con el correlato que Uri-be Vélez, que hoy posa de ser el jefe de un centro democrático, que no es ni de centro ni es de-mocrático, ha acuñado con el argumento de que nosotros te-nemos un vecino expansionista,

peligroso, que pone en riesgo la región y, a su vez, el ministro de defensa de Colombia , en un es-crito que los invito a que lo bus-quen y lean, plantea que Colom-bia tiene que reconsiderarse, reconformarse, en sus fuerzas armadas, que requiere un 11,5% del PIB, porque hacia el 2018 hay que tener mucho cuidado de que esa expansión del vecino nos vaya a acaparar la región. Y es ahí cuando, para oponerse al proceso de paz, acuñan la frase de "castro-chavismo", que son quienes de un momento a otro pueden desequilibrar al país. No es nada distinto al mascarón de proa, al lenguaje eufemista de lo que ha sido la política injeren-cista, intervencionista de Esta-dos Unidos en Colombia. Es más, en los últimos diez años el

gasto militar, o sea, el apoyo al plan Colombia de parte de Esta-dos Unidos ha ascendido a 10.500 millones de dólares. Y la Escuela de las Américas ha lle-gado a preparar a 6000 oficiales colombianos, altos oficiales co-lombianos, con el argumento del enemigo interno. Pues con la teoría de la seguridad nacio-nal, que no es otra cosa que el aplastamiento de la posibilidad de que crezcan en Colombia fuerzas y movimientos sociales que se opongan a este aplasta-miento civil. Por eso les decía yo ahora que la paz de Colombia es la paz de la región. Colombia en este momento tiene todavía ocho bases militares. Y en la re-gión hay 76 bases militares. Y por eso decía anteriormente, en una reunión en estos días, si en Colombia no se firma el acuer-do de paz, si en Colombia no se potencia la salida política y ne-gociada, es muy factible que, al no darse, esto se convierta en una real amenaza para toda la región. Por eso, a las dos otras cositas que decía la compañera que había que agregar, lo de Bo-livia y la salida al mar, lo que tiene que ver con la discusión que se da en Uruguay, a la de-fensa de Venezuela, a la defensa de Argentina, yo tendría que agregar que la paz de Colombia es la paz de la región. Sin la paz en Colombia, no habrá paz (aplausos). Por eso, parafrasean-do a Bolívar, al padre libertador Bolívar, que decía "la indepen-dencia se da continental o no se da", yo diría hoy la paz, la sobe-ranía y la igualdad se dan o no se dan. Se dan continentales o no se dan. Por eso yo llamo un poco a los compañeros y compa-ñeras que están aquí para decir-les que esto es un conflicto que lleva más de 50 años. Que ha pasado por manos de 14 gobier-nos, que tal vez en este momen-to es cuando mayor avance se tiene frente a ese proceso de paz con las FARC ejército del pueblo, con las conversaciones que se tienen con el ejército de libera-ción nacional, que se han hecho

Foro internacional emancipación e igualdad

viene de tapa

Piedad Esneda Córdoba Ruíz, 60 años, nacida en Medellín, Colombia. Abogada y política.

Han venido debilitando, al gobierno de una mujer como Cristina Kirchner. Sentimos enormemente la desaparición física de Kirchner, de Chávez. Eran dos titanes.Piedad Córdoba

Estados Unidos. Y la pérdida y la mella fundamentalmente hoy, cada vez más, comienza con un proceso de desprestigio, con un proceso de descalificación de unas elecciones donde se ganan, precisamente, la presidencia de la República de una forma clara y transparente, pero que hoy co-mienza con toda esa estrategia, fundamentalmente, al porte de unas elecciones. Yo diría que es parte lo que pasa aquí en la Argentina, donde empieza también todo este proceso de debilitamiento, descalificación, de agotamiento a la misma opi-nión pública porque aquí hay unas elecciones presidenciales en mayo y hay una disputa grandísima por ese poder. E igualmente, las elecciones en Venezuela, que son elecciones hacia la Asamblea Nacional, que se van a dar, precisamen-te, a finales del mes de octubre o a principios de noviembre, en todo caso a final del año, y elecciones locales y territoriales también en Colombia. La cam-paña que se ha hecho contra el gobierno de Venezuela ha sido una campaña espantosa. Muchos de ustedes, pues obvia-mente, no tienen la posibilidad de apreciarlo como lo aprecia-mos nosotros, pero a nosotros nos queda absolutamente claro que la campaña que se está dando tiene por objetivo recuperar toda la región. Y qué mejor manera de recuperarla que atentar contra lo que ha sido, precisamente, el proceso en la República Bolivariana de Venezuela. A nosotros no se nos puede olvidar que Venezuela es uno de los países o, mejor dicho, el país que tiene mayor canti-dad de reservas petroleras. Un país que tiene agua, que hace parte de la Cuenca Amazónica. Cuenca Amazónica además, que ustedes tienen que recor-dar que ya hace algunos años, 15 años, cuando el gobierno del presidente Pastrana, comenzan-do precisamente un proceso de paz con las FARC, e iniciándose claramente la Revolución Bo-livariana donde en esa misma época se da el golpe de Estado, el presidente Pastrana hace lo que se denominó un convenio con los Estados Unidos, el "plan Colombia". Y ese plan Colombia, que luego se convierte en un plan de la región andina, tiene fundamentalmente, como ob-jetivo claro, el control no sola-mente de Colombia sino de toda la región. Con el argumento de

Córdoba y Sader participaron de la mesa "Desafíos y encrucijadas en América Latina", junto a Cuauhtémoc Cárdenas (México) y Constanza Moreira (Uruguay).

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que fue apresado en el país, que estaba haciendo entrenamiento en la escuela de guerra colom-biana pero que, en sus espacios de tiempo, se iba, precisamente, a la frontera a provocar las gua-rimbas, a llevar grupos parami-litares. Ustedes tienen que ver el video que presentó el presidente Maduro en su momento y estu-vo aupado por el inocente alcal-de preso Ledesma. Porque tam-bién está en los v ideos. Provocadores de las guarimbas. Provocadores además de la esca-sez de alimentos, de los asesina-tos selectivos pero además de una impresionante campaña de desprestigio que, entre otras cosas, esa oposición venezolana tiene asiento económico en Co-lombia, fundamentalmente en Bogotá y en algunas fronteras como la de Cúcuta, y desde ahí, estratégicamente, por la posi-ción de Colombia, diseñan todo el plan desestabilizador. Por eso, avances como el tema agrario, como el tema de la política, de las reformas políticas, avances como en el tema de víctimas, que por primera vez se dan en procesos como en del país, la creación de desescalamiento del conflicto, conformada por gene-rales activos, la decisión de las FARC de decretar un cese unila-teral de fuegos, de entregar a un general que fue retenido hace aproximadamente dos meses, de presentarle al gobierno na-cional el plan de minas antiper-sonas, pero, además, de tener un protocolo para no recibir ni-ños menores de 17 años en el conflicto, son elementos muy esperanzadores, supremamente importantes, que nosotros tene-mos que empujar y privilegiar. Yo realmente sigo con mucho interés, pero mi solidaridad con Venezuela no es de declaración ni es retórica. Mi solidaridad, como la de muchos colombia-nos y colombianas, es una soli-daridad activa. Nosotros y noso-

tras estamos dispuestos a hacer lo que sea para defender la revo-lución venezolana. Para defen-der la Revolución Bolivariana (aplausos). Porque lo que no se le puede olvidar a la gente, lo que no se les puede olvidar a mu-chos intelectuales que ahora les da pena salir a defender la revo-lución de Hugo Chávez, o les da miedo, lo que no se le puede ol-vidar a mucha gente que se cree por encima, además, de estos factores desestabilizadores, de un imperialismo que quiere re-tomar la región, es que si Vene-zuela se cae, el efecto dominó aplasta a toda la región (aplau-sos). No es Venezuela, no es que Nicolás Maduro no sea inteli-gente. No es que tenga un len-guaje procaz, como quieren decir algunos. No es que Vene-zuela esté regenteada por los militares. No es eso. Es que el imperialismo viene con toda la fuerza, y por eso tiene tamba-

leando la posibilidad de que Dilma Rousseff sea derrotada en una tercera elección. Ya se acabaron las elecciones en Bra-sil. Ella ganó las elecciones y tienen que respetar el resultado electoral de una democracia. Guste o no les guste. Y de igual manera, la forma en que han venido debilitando, despresti-giando al gobierno de una mu-jer a la que le ha tocado real-mente duro como Cristina Kirchner. Nosotros sentimos enormemente la desaparición tanto física de Kirchner como de Chávez. Porque además eran dos titanes de la región. En Co-lombia empezó a bordar el pro-ceso de paz. Él estuvo conmigo en las liberaciones que fueron el prolegómeno de la mesa de La Habana. Y con Chávez, que era un soñador empedernido por la paz en Colombia. Pero, más allá era porque él entendía que, si en Colombia no hay paz, esas bases militares van a estar ahí. Colom-bia se precia de ser el Israel de Sudamérica. Y así lo reconocen y lo aplauden en Colombia co-mo que fuera mucha gracia. Y en la medida en que nosotros no tengamos absolutamente claro que hay que rodear el proceso de paz en Colombia, la mesa de La Habana está exigiendo sola-mente dos cosas: garantías polí-ticas para que el pueblo colom-biano y que la insurgencia pueda ser política, no como ocu-rrió en el pasado donde asesina-ron a 5000 miembros de la Unión Patriótica, el genocidio de la Unión Patriótica después de un acuerdo de paz. Y tam-bién, la discusión del modelo de desarrollo, que se contrapone, precisamente, a los deseos y a los intereses imperialistas que se dan en la región. Por eso, yo quiero dejar muy claro aquí que a nosotros, como colombianos y como colombianas, nos interesa muchísimo el proceso de paz. Nosotros tenemos que ser capa-ces de transformar la guerra de las balas por l a guerra, por la batalla de las ideas. Nosotros tenemos que ser capaces de construir un país de nuestros sueños, pero nosotros pertene-cemos a la América, a la Améri-ca de Bolívar, nosotros solos no somos. Nosotros somos en to-dos. Nosotros somos nosotros y nosotras. Por eso, vuelvo y reite-ro. A veces yo pienso que la paz sí nos irá a traer la posibilidad de transformar el país. Por eso, nosotros exigimos que haya una asamblea constituyente, donde participe todo el pueblo, donde

estén los compañeros y compa-ñeras que en el exilio están por-que tuvieron que salir por la persecución. Porque en Colom-bia hay más de 42 mil personas desaparecidas. Porque hay 7 mi-llones de desplazados. Porque hay 18 millones de pobres. Por-que hay 7 millones de gente que no come. Por esto estamos 5 mi-llones en Venezuela. Por eso hay un millón en el Ecuador. Por eso hay como 500 mil en Panamá. Por eso hay 50 mil estudiantes en Argentina, otros más en el Brasil. No porque no queramos nuestra patria, nosotros la que-remos. Pero la patria nos expul-sa a la gente, porque es una guerra que nosotros queremos resolver. Pero no la guerra de los sepulcros, no es el armisticio, no es el cese del fuego porque sí. Es una posibilidad de transfor-mar a Colombia y, de ahí, lograr fortalecer esa patria grande. Por eso, el cambio de época nos lla-ma hoy, Emir, a una cosa muy concreta. Vamos a ver si Unasur sirve. Vamos a ver si se da cuan-do dijo que América era una región de paz, si es cierto. Va-mos a ver si es verdad que fun-ciona el Mercosur. Vamos a ver si es cierto que esta arquitectura multilateral del socialismo des-de el humanismo es capaz hoy de lograr la paz en Colombia, de resolver con la política los enor-mes conflictos y las ambiciones del imperialismo que viene con todo. Y vamos a ver si somos ca-paces de defender a Venezu ela. Venezuela no está sola. Nicolás no está solo. Venezuela somos todos. Y somos todas. Muchísi-mas gracias (ovación).

A ntes de las palabras quería recordar que esta extraordinaria

colombiana (se refiere a Cór-doba), esta extraordinaria la-tinoamericana, esta morocha sensacional, tiene hoy día sus derechos políticos suspendidos por 32 años en la democracia colombiana. Una brutalidad. (...) Fue con gran orgullo que he recibido la invitación de venir, de nuevo, a mi querida Argentina. País con el cual ten-go vínculos profundos, lazos profundos de amor y de san-gre, por qué no decirlo. Sobre todo en este año. Un año en el

que somos todos Argentina. Un año en el que somos todos Cristina. Porque este año les toca a ustedes, argentinos. Y nos toca a nosotros, que tam-bién somos argentinos.

Dilemas y encrucijadas. Voy a volver a Brasil al final, pero los dilemas y encrucijadas de Bra-sil no son distintos de los otros. Atacan al gobierno de Brasil por las mismas buenas razones que atacan al gobierno de Argenti-na, al gobierno de Venezuela, al gobierno de Ecuador. Por buenas razones. Porque hemos roto con el modelo neoliberal. No atacan al gobierno de Méxi-co, no atacan al gobierno de Pe-rú. Porque son gobiernos que se han mantenido en el marco del modelo neoliberal. Nosotros podemos estar orgullosos de nuestra querida América Latina en este siglo 21 porque algunos de nuestros países, aun en un marco de crisis internacional del capitalismo, en un marco de hegemonía imperial norte-americana, hemos disminuido la desigualdad, disminuido la miseria, disminuido la pobreza. Hemos construido un proceso de integración regional como no hay en ninguna otra parte del mundo. Podemos estar or-gullosos de todo lo que hemos hecho. Por eso nos atacan. Si no, no lo harían. Al contrario de nuestro querido México. Méxi-co se casó con Estados Unidos creyendo que se casaba con una viuda rica (risas). Se casó con una viuda quebrada. Uno de los epicentros de recesión internacional. El país de mayor grado de consumo de drogas en el mundo por todas las razones que sabemos. El modo de vida norteamericano (...)

(Entran las Madres de Plaza de Mayo. Todos aplauden, in-cluido Sader) Es extraordinario tu ejemplo, Hebe. Si hubiera al-gún tipo de justicia, hubieran ganado hace rato el premio Nobel de la paz (aplausos).

Hemos optado no por la cen-tralidad del mercado. Hemos rescatado el Estado como agente activo de desarrollo económico y de garantía de derechos socia-les. Por eso tenemos hoy una capacidad de resistencia a la cri-sis internacional. El capitalismo vive en su centro la más prolon-gada y profunda crisis desde el 29. En otras circunstancias, hu-biéramos estado en recesión profunda y prolongada como ellos. Qué cuadro triste ver a Europa, que había construido el

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importantísimos avances que jamás se hubieran dado en el Parlamento colombiano, que no ha sido posible darlos y yo qui-siera contarles a ustedes que, por ejemplo, nosotros tenemos 9500 presos políticos en las cár-celes de mi país, que al movi-miento político al que yo perte-nezco y soy vocera, La Marcha Patriótica, le han asesinado al-rededor de casi 90 personas en los dos años que tenemos de ha-ber aparecido en el panorama político del país. Un movimien-to con mucha presencia campe-sina, indígena, afrodescendien-te, de muchos jóvenes, que sobre esas nuevas subjetividades polí-ticas hoy se levantan a pesar de la férula de Washington. Este proceso, además, ha logrado discusiones importantes como la reforma agraria, discusiones importantísimas como lo que tiene que ver con las reformas políticas que debe darse el país, y yo quiero decir muy abierta-mente que en Colombia no pue-de haber reformas estructurales que no conlleven la inclusión de la fuerza insurgente que hoy está negociando en La Habana. Colombia no tiene estatuto de la oposición, y no la tiene porque es más fácil asimilarnos a los que estamos en contra del statu quo actual de ese establecimien-to acumulador, depredador, que además privilegia un modelo extractivista que se queda con los recursos naturales, que se lleva la madera, que ahora quie-re avanzar en un proyecto, co-mo el que aprobaron en México, de privatización de la concesión de los nacimientos de agua del país pero que, además, asisti-mos a una reparamilitarización y es más, es importante y se me estaba quedando por fuera, Ál-varo Uribe Vélez, de la mano de un muchacho de apellido Saleh,

Emir Sader, 71 años, nació en San Pablo, Brasil. Profesor sociólogo y escritor.

Brasil, Uruguay, Argentina, Venezuela, Ecuador, Bolivia, hemos escogido otro camino. En lugar de la centralidad del ajuste fiscal, la centralidad de las políticas sociales.Emir Sader

Emir Sader

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4 TIEMPO ARGENTINO | FORO INTERNACIONAL EMANCIPACIÓN E IGUALDAD | | sábado 21 de marzo de 2015

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el Estado. Pero el pobre con pla-ta en mano va a consumir, va a generar demanda económica. Va a pagar impuestos, va a gene-rar empleo. Esa es la dinámica.(...) La lucha ideológica, de valo-res, de cultura y sociabilidad es la determinante en los destinos de nuestra sociedad y del mun-do contemporáneo. El elemento más fuerte de hegemonía impe-rial norteamericana, capitalista y neoliberal es el modo de vida norteamericano, que destruye los derechos, destruye al ciuda-dano, que es sujeto de derecho para promover el consumidor. Por lo tanto selecciona por el poder de compra de la gente. En eso estamos debilitados, esta-mos desfasados. Tenemos el modelo económico y social lati-noamericano de esos países. Va a seguir adelante, se va a reade-cuar. Pero eso es lo que necesita-mos. Desarrollo económico y redistribución de renta. Pero tenemos que desarrollar me-dios, valores, formas de lucha, para que tengamos una ideolo-gía a la altura de las políticas solidarias y humanistas que te-nemos. Tenemos otros proble-mas por delante, y con eso voy a terminar. Porque el capitalismo ha exportado, también , la hege-monía del capital especulativo, muy bien llamada por ustedes "fondos buitre". Hoy es el sector hegemónico del capitalismo. Antes decían que la economía dejaba de crecer porque había

mucha reglamentación, mucha norma. "¡Liberemos el capital para que circule como le dé la gana! Va a volver a invertir, las economías van a volver a crecer y todos ganaremos." Lindo, ¿no? No fue lo que pasó. Sin trabas, el viejo y siempre nuevo Karl Marx dijo que el capital no está hecho para producir, está he-cho para acumular. Si gana más en la bolsa de valores, especula-ción financiera, va para allá. Porque la tasa de interés es alta, porque tiene liquidez, porque paga poco impuesto. Y es lo que pasó en la escala mundial, una gigantesca transferencia de ca-pitales del sector productivo al sector especulativo. El sector bancario, el sector financiero hoy vive de la especulación. No financia la producción, no fi-nancia el consumo, no financia la investigación tecnológica. Vive de compra y venta de pape-les. Esos datos que pone al final del día, no sé cuántos ceros, mo-vimientos de la bolsa de valores, no sé cuánto, no ha generado ni un bien ni un empleo. Al con-trario. Es el capital determinan-

te en el mundo de hoy y en nues-tras sociedades también. Nuestras economías tienen difi-cultades para crecer porque la burguesía pone su capital en la especulación financiera y no en la producción. Es el tema cen-tral nuestro hoy en día. Cómo reglamentar la circulación de capital especulativo, cómo fo-mentar formas de inversión productiva, cómo inducir un nuevo ciclo de expansión. Por-que hay un modelo económico y social que nuestro pueblo aprobó y sigue a probando, eli-giendo y reeligiendo. Desarrollo económico y distribución de renta. Pero al gran capital no le gusta. No le gusta porque no quiere producir para el consu-mo popular. Quieren producir o soja para exportación, coches, o poner plata en el exterior o paraísos fiscales. (...) (...) Es el te-ma, la encrucijada más impor-tante. Volver a poner una Din&aacute, mica de produc-ción, de generación de bienes, de generación de empleos. Hay otros dilemas que conocemos bastante bien y en Argentina se

conocen mejor todavía. La fabri-cación, como diría Noam Chomsky, de la opinión pública. Fabricación a través de monopo-lios mediáticos privados. ¿Quién ha elegido a esa gente para ha-blar en nombre del país? (aplau-sos) Con perdón de la palabra, ¿cuántos votos tuvo esa señora para dirigir el Clarín? Un voto: ¡el de su marido! Y quiere hablar en nombre de Argentina, ¿cómo puede ser eso? Es un tema fun-damental porque está vincula-do al tema anterior de la disputa de valores, disputa hegemónica, que es quebrar la hegemonía del monopolio privado de los me-dios de comunicación. Argenti-na ha avanzado, Uruguay ha

avanzado, Ecuador ha avanza-do, Bolivia ha avanzado, Vene-zuela ha avanzado. Y ahí yo en-tro en Brasil. Casi se perdió la elección porque Brasil no ha avanzado nada hasta ahora en la democratización de los me-dios de comunicación. Casi se pagó un precio irreversible por todo ello. (...) Somos sociedades plurales. Somos sociedades que tenemos miles de voces distin-tas y tenemos que hacerlas oír. Entonces, vivimos un momento de dilemas, de encrucijadas. Por eso el crecimiento económico disminuyó, por eso hay crisis políticas internas en algunos de nuestros países. No son las pri-meras ni serán las últimas. Te-nemos que fortalecer la cons-trucción de la hegemonía post neoliberal en América Latina. Y

allí vamos. Pero el último tema, absolutamente indispensable, es la integración regional. No vamos a poder nunca resistir a nivel individual a los empujes recesivos del capitalismo inter-nacional. A las ofensivas especu-lativas. En el Mercosur en parti-cular tenemos una gran homogeneidad con el ingreso de Venezuela, de Ecuador, de Bolivia. Sólo podemos avanzar, a partir de ahora, para superar la primarización de nuestra eco-nomía construyendo nuevos inicios de desarrollo industrial, desarrollo tecnológico. Tenemos capitales. Tenemos el Banco del Sur. Tenemos el Banco de Desa-rrollo de los BRICs, felizmente. Tenemos tecnología, tenemos personal calificado. Tenemos proyectos. Es nuestra responsa-bilidad hoy en día organizar proyectos de desarrollo no a ni-vel nacional, sino a nivel regio-nal. Proyecto que no sea sólo desarrollo económico, sino crea-ción de nuevas economías lati-noamericanas. Creación de mecanismos dinámicos nues-tros, basado en los recursos que sí tenemos. En la tecnología que sí la tenemos. Eso tiene que ser una obligación indispensable a partir de ahora. Sólo así podre-mos, efectivamente, superar esas inestabilidades promovidas por la especulación financiera, por los fondos buitre, etcétera. Pero estamos contentos. En un mundo en crisis, recesivo, de retrocesos enormes, resistimos. En esos países por lo menos re-sistimos. Resistimos bien. Con orgullo. Con democracia, con apoyo popular. Con líderes ex-traordinarios. ¿Qué continente del mundo puede tener a la vez, dirigiendo sus países, a tres mu-jeres que han resistido la dicta-dura militar como Michelle Ba-chelet, como Dilma Rousseff, como Cristina Kirchner? ¿Qué país puede tener en su presiden-cia, como hubo recién hace po-co, dos presidentes duramente torturados por la dictadura mi-litar? Pepe Mujica y Dilma Rous-seff. Que nos han quebrado, no han desistido. No han cambiado de lado. Cambiaron la forma de lucha, pero siguen en el mismo campo. En el campo popular, el campo democrático, el campo anti neoliberal. Para terminar, algunos países llegaron al siglo 21 sometidos, los que mantie-nen el modelo neoliberal. Los que están saliendo del modelo, llegamos soberanos, llegamos unidos, como dijo Juan Domin-go Perón.

generoso marco del estado de bienestar social, destruirlo y de la manera más cruel. Castigan-do a los más frágiles, a los sido-sos, a los inmigrantes, a los ni-ños, a las mujeres. Mientras tanto, nosotros tenemos que resistir a la crisis. No hemos en-trado en recesión. Bajamos, sí, nuestro nivel de crecimiento porque nos falta la demanda del centro del capitalismo. Pero te-nemos otro tipo de demanda. Tenemos la demanda de Asia, tenemos el intercambio intenso

de nuestros países por los proce-sos de integración regional y, mucho más importante, tene-mos la demanda de las capas populares que, con distribución de renta, han ganado capacidad de consumo. Porque, como dice Lula, el pobre no es problema, el pobre es solución. Distribuye renta; el pobre no va a depositar su plata en HSBC en Suiza. Ex-traño, ¿no? Que a la derecha le encanta denunciar supuestos casos de corrupción vinculados al Estado. Ese, como es un caso de ellos, corrupción privada, mucho más grande, la escon-den, no les interesa. Porque cla-ro, es protagonizado por ellos, que no tienen nada que ver con

"A ver si somos capaces de defender a Venezuela.No está sola. Nicolás no está solo. Venezuela somos todos. Y somos todas." (Córdoba)

"Los que están saliendo del modelo, llegamos soberanos, llegamos unidos, como dijo Juan Domingo Perón." (Sader)

CÓMO LOS VÍ

LA SIMBIOSIS ENTRE LA PALABRA Y LA GENTE

El aspecto que presentaba el teatro fue magnífico. Cuando miré desde la mesa hacia lo alto tuve un verdadero

sacudón: no estaba tocando Argerich, no estaba actuando Grandinetti. Estaba un público que estaba tratando de nutrirse del gran espectáculo de las ideas. Es demostrativo de un tiempo y de un sector de la sociedad que necesita crecer. Me tocó moderar la mesa de Emir Sader y Piedad Córdoba, que estuvieron con Cuauhtémoc Cárdenas y Constanza Moreira. La senadora del Frente Amplio, de una increíble claridad conceptual, hay que ver la naturalidad con la que dice cosas muy fuertes, muy importantes. Al final de su discurso el público tomó temperatura,

empezó a aplaudir frenéticamente y hasta se escuchó algún "bravo". Fue el preludio para la intervención de Piedad Córdoba, con la que se llegó a un clima emocional altísimo que terminó con el auditorio aplaudiendo de pie, sensibilizado. Lo logró Piedad, una luchadora muy reconocida de las causas latinoamericanas, que puso un énfasis muy emocionante. Provocó que su discurso terminara con el público de pie, aplaudiendo a rabiar, muy largamente, tributándole un justo homenaje a esa mujer gigante. Luego, Emir Sader puso una cuota de reflexión y profundidad más referida a los medios de comunicación, a la derecha enloquecida que tenemos en el continente, a las batallas que hay que dar. Hizo una

alusión muy fuerte a comportamientos disímiles que hay en América Latina. El corolario de una mesa que se elevó con la emoción y la capacidad para jugarse de ella y la profundidad de sociólogo de él. Quienes están acostumbrados como ellos a ir por el mundo dando charlas, compartiendo ideas, no debe ser frecuente la calidad de público que enfrentaron. Por su avidez, conocimiento de códigos y todo lo que hay en juego, por su hambruna política, por su apetencia por crecer. De los que participaban, uno podía esperar conceptos muy claros. Se encontraron sorpresivamente con un público muy esclarecido. Y deseoso de fundamentar mejor y de crecer más con ellos.

» Víctor Hugo Morales / Fue moderador de la mesa en el Foro

Foro internacional emancipación e igualdad