POR EL ESPÍRITU LA VIDA VENCIÓ A LA MUETE,

LA MUERTE QUEDÓ VENCIDA CON CRISTO RESUCITADO GRITAMOS VIVA LA VIDA!

Siglo XXI, siglo de grandes conquistas, de la ciencia, la tecnología y las comunicaciones; siglo de las contradicciones: El hombre de hoy está atrapado en la encrucijada de la historia que ha creado, ha cerrado el camino del amor con alambradas de egoísmo, y así, esta tierra, regalo de Dios para la vida, se ha convertido en una tierra de muerte

Por un hombre entró el pecado en el mundo y por el pecado la muerte....El hombre se ha empeñado en matar la vida, cortando antes de tiempo los hilos de la vida. Y se ha construido a su alrededor cementerios para los muertos muertos y para los muertos vivos que perdieron el sentido de la vida.

Sí, porque hay muchos que han hecho de la vida un desfilar detrás de la muerte, porque han matado en sus corazones el amor y de su corazón vacío de Dios, sólo nacen acciones generadoras de muerte.

Por valles y montañas de nuestra patria los hombres han dejado de mirarse como hermanos y se han empeñado en una guerra sin sentido, cuyo trofeo es la muerte.

A la violencia se ha respondido con más violencia y nos envolvemos en un espiral de muerte que causa desconcierto, caos, angustia, desesperación.

Hemos olvidado que la vida ni se compra ni se vende; hemos perdido la ruta del amor y por eso la muerte ronda bajo mil formas:

extorsión, secuestro, tortura,

desaparición,..................

Hemos cambiado al Dios vivo por el ídolo dinero, y en el afán por conseguirlo hemos sembrado la tierra de injusticia, de violencia que tiene su dolorosa expresión en el desplazamiento forzoso arrebatándoles a los pobres su pedazo de tierra

Hemos cerrado el corazón al amor que da la vida y hemos sembrado de muerte los caminos.....”ustedes saben que el que odia a su hermano es un homicida y en el asesino no hay vida eterna” ...La sangre de los asesinados clama desde la tierra justica ante Dios.

En esta tierra que está llamada a ser espacio de vida la sombra de la violencia, generando miseria, hambre y muerte, oscurece el horizonte aun de los niños que son el futuro de la humanidad.

Un signo de vida y esperanza, fue levantado en lo alto: Cristo Jesús, siendo el Hijo de Dios,

asumió todo el dolor, el pecado y la muerte de los hombres y mujeres de todos los tiempos, porque El dio su vida “para que todos tengan vida”.

Pero.... en la mañana del primer día de la semana, la luz de Dios rompió las tinieblas y la muerte fue aniquilada por la victoria definitiva de la vida.

Cristo resucitado, El mismo es nuestra Vida; grano de trigo que murió y fue enterrado para germinar en cosecha de abundante vida, de vida eterna.

Y la vida divina del Resucitado, se hace plenitud en el don maravilloso del Espíritu Santo, enviado sobre los apóstoles, reunidos con María el día de Pentecostés.

Espíritu de Dios que ya desde el principio se cernía sobre las aguas. Espíritu de Dios que es Luz y ...fuego, y ...fuerza, y... vida.

Espíritu de Dios que purifica, refresca y fecunda el alma de los fieles formando en ellos un manantial que salta hasta la vida eterna.

Espíritu de Dios que hace florecer el alma para abrirse al rocío fecundante de sus siete dones:

Sabiduría

Entendimiento

Ciencia

Consejo

Fortaleza

Piedad

Temor de Dios

Espíritu de Dios que nos hace dar

frutos de CARIDAD

GENEROSIDAD

BENIGNIDAD

FE

DOMINIO DE SÍ

GOZO

PACIENCIA

BONDAD

MANSEDUMBRE

MODESTIA

CASTIDAD

PAZ

Espíritu de Dios que alimenta nuestra debilidad cuando abrimos el corazón hacia su amor vivificante

haciendo que nos sintamos amados, que nos sintamos hijos y podamos exclamar confiados Padre. Abbá....

“Todos los que son guiados por el Espíritu de Dios esos son hijos de Dios”.

Espíritu de Dios que nos engendra de nuevo, que nos gesta en el vientre gigantesco del mundo....de la historia... de la Iglesia para el gran parto de los cielos nuevos y la tierra nueva.

Espíritu de Dios que hace posible nacer de nuevo en el bautismo

como creaturas nuevas, hijos de Dios en justicia y santidad

verdaderas.

Espíritu de Dios, que nos hace niños para descubrir el secreto del reino, secreto simple y sencillo que se resume en una palabra: palabra

que significa lo mismo que Dios, esa palabra es el amor.

Espíritu de Dios que reúne a los hombres y mujeres de toda raza, lengua y nación para construir la fraternidad, la solidaridad y la unidad; para que todos seamos uno

como el Padre y el Hijo y el Espíritu son Uno.

Espíritu de Dios que es el alma de la Iglesia, de esta Comunidad de creyentes

que se prepara en la oración y en la vivencia del amor de cada día la segunda

venida del Señor.

Historia de Salvación

realizada por el Padre Creador,

por el Hijo Redentor y por

el poder santificador del Espíritu Santo.