por el color hacia la conciencia

POR EL COLOR HACIA LA CONCIENCIA

Centro de Exposiciones y Congresos Ibercaja

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Ana Mercedes Hoyos,por el color hacia la concienciaJULIO NIEBLA. COMISARIO DE LA EXPOSICIÓN

«El día que aprenda a pintar, se acabó la aventura» Ana Mercedes Hoyos

Hace años conocí en Madrid a Ana Mercedes Hoyos. Nos presentó un amigo común, el pintor Luis Caruncho. Después, varios encuentros en Barcelona y posteriores visitas a su estudio en Bogotá y en Nueva York, me confirmaron que estaba ante una persona de extensa cultura, extraordinaria artista y excelente conversadora, que vive la pintura y la palabra como un ejercicio de liberación.A mi vuelta a Barcelona memorizaba sus cuadros, y me perseguía la idea de mostrar una exposición de su obra en España. Creo que la primera en nuestro país. Propusimos a Ibercaja el proyecto, quien con la ilusión que le caracteriza e interés por el mejor arte, ofreció los medios para que ésta muestra fuera posible.

Zaragoza es ciudad de gente agradecida, acogedora, y una importante cuna de cultura. Desde el primer momento Ana Mercedes Hoyos se mostró muy ilusionada. Y nuevamente, en mi visita a Nueva York, me reciben en su casa-estudio del Soho Ana Mercedes y el gran arquitecto Jacques Mosseri, su marido (compañero, amigo y fiel admirador, como ella misma dice). Mientras conversamos de muchas cosas, me muestra parte de su obra antigua, que me parece de una gran coherencia evolutiva.

Ana Mercedes Hoyos con Julia en el Mercado de Bazurto.

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En unos días intensísimos, salimos a airearnos en varias ocasiones y, ¡untos, visitamos museos y exposiciones. Tuve la suerte de compartir mesa en diversos restaurantes, y hablar de gastronomía y vinos por la «gran manzana». Pasear con Hoyos por la ciudad de Nueva York es una experiencia muy enriquecedora. Mientras hablaba con vehemencia, y te hacía cómplice de todo lo que saltaba ante su aguda visión, pude observar cómo se impregnaba de todo lo que le rodeaba, captando impresiones, sentimientos y cualquier situación cotidiana de la gente que pasea por las calles. Cualquier elemento puede ser un símbolo, un aviso; ya sea un cartel, una portada de revista, o fotos de los periódicos.Es uno artista que vive con pasión entregada su tiempo. Una mujer luchadora y comprometida con las cuestiones universales que siempre han acompañado a la humanidad. Sensible ante la situación de los más débiles, denunciando las injusticias y colaborando en muchas causas por las gentes más necesitadas.Pienso en la obra de los últimos años y acuden a mi memoria ramalazos de imágenes. Le pregunto sobre personajes que aparecen en sus cuadros, en los retratos de palenqueras, concretamente ante el de Zenaida (a quien conoce desde hace muchos años) me comenta:«... Cuando pinto un retrato de alguien, tengo que conocer su alma, debo impregnarme de ese rostro y de todo aquello que conlleva su expresión...», cosa que puedo constatar. En su estudio me enseña su archivo fotográfico con más de 10.000 fotografías sobre San Basilio de Palenque. Una exhaustiva historia fotográfica de su gente, fiestas y tradiciones, y de su cultura presente y ancestral. La fotografía documental, herramienta hacia la memoria perseguida.La exposición Por el color hacia la concienciad conforma una selección de 50 pinturas y dibujos desde los años 70 hasta nuestros días. Son obras procedentes de colecciones de varios países del mundo, como Estados Unidos, México, Colombia y España.La selección de las obras de la exposición nace en torno a su afán por la recuperación étnica, que empieza hace más de veinticinco años.Esta búsqueda la centra especialmente en los descendientes de hombres y mujeres que fueron arrancados de sus familias y sus tierras, por el brutal comercio de esclavos desde África hacia América. Ella misma me dice: «soy una recuperadora de la memoria de un pasado ignorado aunque existente, una politóloga, una documentalista de las costumbres y tradiciones de los palenqueros...».La universalidad en la obra de Ana Mercedes Hoyos radica en sus raíces, en el conocimiento de las culturas antiguas e influyentes, que posteriormente conformaron las distintas culturas en los países que nuestra artista WÜD, estudió y vivió y vive profundamente.Al estudiar su trayectoria se denota claramente el propósito y el sueño de libertad que hierve en todo su camino. B contenido de su obra se manifiesta y nace en ella al viajar hacia su propia identidad, hacia los interrogantes perennes del alma humana, hacia el gran desafío de conocerse a sí mismo que tiene todo artista que se precie.Hoyos nos recuerda e insinúa sabiamente que todos al final del día necesitamos una historia para contar, y con sendez nos ofrece una historia sugerida desde la poética de lo cotidiano, como son las vivencias del pueblo más . Nos preciso con amor y con dolor la historia de esclavitud y libertad que vivió San Basilio de Palenque, el r pueblo que se libró del yugo colonial.

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Hoyos utiliza y pinta un utensilio frecuente en la vida de los palenqueros: la palangana como elemento multiuso, en su caso como ofrenda de frutas, como la retentiva ineludible de la memoria histórica que todos llevamos en las células. Pinto la palangana, como un referente o símbolo de hombres africanos, esclavizados por los negreros, despojados de familias y tierras, y llevados injustamente al otro lado del mar.La artista pinta en sus cuadros situaciones cotidianas, con el color del trópico como sinfonía. El ritmo mágico de formas y color teje un entramado de música viva que fluye detrás de la tela (-sale debajo de la cama- como diría Hoyos).En su obra siempre hay una música que se rige por un pentagrama exquisito, equilibrado y a la vez libertario. Una música visual, social y reivindicadora que tanto tiene que ver con el arte, que es lo historia parólela y sugerida de los hombres.Con esta música de formas y colores, Hoyos en ocasiones denuncia las tropelías constantes del ser humano, o traza sensualmente su lado poético y amoroso. Otras, con el dibujo o la pintura, refleja sensualmente cómo la naturaleza nos conduce con terquedad y pillería a su afán por la continuidad de la especie.La pintora con poesía y vehemencia nos propone la reflexión, que se acentúa especialmente en la producción de los últimos años.Los cuadros de escenas de mercado, vendedoras y vendedores de Son Basilio de Palenque, los palanqueros, los lazos, el colorido de sus ropas, palanganas llenas de fruta, sandías, papayas y plátanos nos sugieren lo viveza y exuberancia que caracteriza a los pueblos donde vive el hombre negro.

Ana Mercedes Hoyos en su estudio de Nueva York con Julio Niebla, octubre de 2006.

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La crítica internacional ha destacado siempre la fuerza, imaginación y calidad de su obra, y no es un cumplido. Hoyos tiene la virtud de escuchar con los ojos. Se entrega con pasión a su entorno, a la historia, y reseña sus injusticias. Su inquietud y perspicacia, desmenuza los pequeños detalles, y pone ante nuestros ojos de forma hermosa y sugerida el problema de los más débiles.Hoyos tiene un andar gatuno, y se mueve con soltura por el territorio movedizo de la pintura. Observen sus cautivadores paisajes cotidianos, de la etnia afro-americana.De la nitidez de sus colores nace un pop fresco, suelto y nuevo. Se nota que sabe que venimos de una historia antigua que se repite una y otra vez, que se lee, que se come, se bebe y se digiere, o se vomita. Y como único camino de futuro, para seguir andando con respeto ante la ética y la dignidad, nos avisa que al final sólo queda el mestizaje inevitable que nos llega con las olas de la historia.Somos herederos de una tradición milenaria, de una herencia ineludible de la que algunos insensatos tratan de escapar con pretenciosos disfraces. Nadie escapa de su historia.Hoyos nos recuerda con firmeza una situación que se repite con demasiada frecuencia en la historia del hombre, y ohí está el Arte, comprometido con su historia y con su tiempo. Tratando de hacer mejor al hombre.

Sin título, 2005 Dibujo sobre papel 56 x 48cm Colección Mutis, Colombia

Catálogo

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1. Vive la France (Homenaje a Cezanne)

1977Óleo sobre lienzo

100 x 100 cmColección particular, Colombia

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3. Palenquera 1988

Óleo sobre lienzo120 x 120 cm

Colección particular, Nueva York

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4. Lola 1989



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5. Zenaida 1990



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6. Mis Américas 1991


Cortesia Galería El Museo Bogotá

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7. Bodegón atmósfera 1992



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8. Sin título 1992



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9. Guacamayo Jacinto1992

Monotipo sobre lienzo80 x 142 cm

Colección particular, Colombia

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10. Pink knife1993



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