politica criminal, criminología y sociología

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Política Criminal, Criminología y Sociología Como contexto de los delitos en contra de las mujeres en Colombia. “El hombre no puede vivir sin una confianza duradera de algo indestructible en sí; si bien pueden quedarle permanentemente ocultos, tanto lo indestructible, como la confianza. Otra de las posibilidades de manifestación de este permanecer oculto, es la fe en un dios personal” 1 Teoría sociológica y los delitos 1 A manera de marco conceptual. 1.1. De lo consciente y lo inconsciente. De lo individual y lo colectivo Se trata de establecer el nexo entre acciones individuales y las acciones colectivas; a partir de dilucidar el significado que adquiere la relación unilateral del sujeto, que ha internalizado determinadas pautas, con lo externo; entendido como entorno ajeno. Al tiempo que se define su interacción con respecto a los otros y otras que actúan también en ese mismo entorno. Algo así como proponer, desde lo conceptual, un hilo conductor que permita entender la dinámica de ese proceso y, por esta vía, las diferencias entre el sujeto individualmente considerado y el sujeto colectivo; con todo lo que esto tiene de complejo, comoquiera que toda acción individual o colectiva supone incidir sobre la exterioridad, a la manera de proceso que la transforma. 1.2 Acerca del (la) sujeto (a) individual. Elaborar una posición al respecto, supone la asunción de uno o varios referentes. Ante todo porque está involucrada una noción del ser; en términos de subjetividad. Es decir, retomar algunos insumos conceptuales que han ejercido como significantes; al momento de dirimir una contradicción básica entre el (la) sujeto (a) entendido (a) como uno (a) autónomo (a) y lo externo, entendido como universo que circunda al (la) sujeto (a) y lo (a) afecta; en cuanto lo (a) imprime, otorgándole elementos que pueden ser tramitados o procesados. Es, en consecuencia, un tipo de relación que permite identificar una aproximación a lo que podría llamarse utilitarismo primario; a partir del cual cada sujeto (a) establece su propia visión y decide acerca de las condiciones en las que delimita su territorio subjetivo, con respecto a la territorialidad general, externa; escenario que comparte con los (as) otros (as) sujetos (as). Lo anterior es tanto como entender la relación entre la naturaleza y el (la) sujeto individual. Ahora bien, desde la perspectiva estrictamente centrada en la teoría del conocimiento; cabe una aseveración (anterior a la lógica propuesta por la corriente del pensamiento complejo) la cual, a su vez, involucra una contradicción; relativamente simple: en principio, el ser como sujeto (a) individual, construye su internalización y su autonomía; a partir de un ejercicio, mediante el cual procesa la información proporcionada por la exterioridad. Solo a partir de ahí le es dado al (la) sujeto (a) una relación conciente con esa exterioridad; en razón a que la elaboración realizada por el (ella) define, de por sí, la particularidad propia de su identidad y autonomía. 1 F. Kafka, citado por profesor Manuel Ángel Vázquez Medel, Seminario Tendencias y métodos del compatismo literario (El proceso de Kafka como crítica de la modernidad. Tomado de página web

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Política Criminal, Criminología y Sociología Como contexto de los delitos en contra de las mujeres en Colombia.

“El hombre no puede vivir sin una confianza duradera de algo indestructible en sí; si bien pueden quedarle permanentemente ocultos, tanto lo indestructible, como la confianza. Otra de las posibilidades de manifestación de este permanecer oculto, es la fe en un dios

personal”1

Teoría sociológica y los delitos 1 A manera de marco conceptual.

1.1. De lo consciente y lo inconsciente. De lo individual y lo colectivo

Se trata de establecer el nexo entre acciones individuales y las acciones colectivas; a partir de

dilucidar el significado que adquiere la relación unilateral del sujeto, que ha internalizado

determinadas pautas, con lo externo; entendido como entorno ajeno. Al tiempo que se define su

interacción con respecto a los otros y otras que actúan también en ese mismo entorno. Algo así

como proponer, desde lo conceptual, un hilo conductor que permita entender la dinámica de ese

proceso y, por esta vía, las diferencias entre el sujeto individualmente considerado y el sujeto

colectivo; con todo lo que esto tiene de complejo, comoquiera que toda acción individual o

colectiva supone incidir sobre la exterioridad, a la manera de proceso que la transforma.

1.2 Acerca del (la) sujeto (a) individual. Elaborar una posición al respecto, supone la asunción de uno o varios referentes. Ante todo porque

está involucrada una noción del ser; en términos de subjetividad. Es decir, retomar algunos

insumos conceptuales que han ejercido como significantes; al momento de dirimir una

contradicción básica entre el (la) sujeto (a) entendido (a) como uno (a) autónomo (a) y lo externo,

entendido como universo que circunda al (la) sujeto (a) y lo (a) afecta; en cuanto lo (a) imprime,

otorgándole elementos que pueden ser tramitados o procesados. Es, en consecuencia, un tipo de

relación que permite identificar una aproximación a lo que podría llamarse utilitarismo primario; a

partir del cual cada sujeto (a) establece su propia visión y decide acerca de las condiciones en las

que delimita su territorio subjetivo, con respecto a la territorialidad general, externa; escenario que

comparte con los (as) otros (as) sujetos (as).

Lo anterior es tanto como entender la relación entre la naturaleza y el (la) sujeto individual. Ahora

bien, desde la perspectiva estrictamente centrada en la teoría del conocimiento; cabe una

aseveración (anterior a la lógica propuesta por la corriente del pensamiento complejo) la cual, a

su vez, involucra una contradicción; relativamente simple: en principio, el ser como sujeto (a) individual, construye su internalización y su autonomía; a partir de un ejercicio, mediante el cual procesa la información proporcionada por la exterioridad. Solo a partir de ahí le es dado al (la) sujeto (a) una relación conciente con esa exterioridad; en razón a que la elaboración realizada por el (ella) define, de por sí, la particularidad propia de su identidad y autonomía.

1F. Kafka, citado por profesor Manuel Ángel Vázquez Medel, Seminario Tendencias y métodos del

compatismo literario (El proceso de Kafka como crítica de la modernidad. Tomado de página web

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Así las cosas, entonces, hablar de la identidad del ser supone utilizar un concepto asociado a la

autonomía. Pero también al ejercicio que permite la apropiación de la exterioridad; como proceso

de internalización sin la cual no es posible una actuación individual conciente y diferenciada. Esto

es lo mismo que asumir como verificable, en la intervención de uno (a) sujeto (a), las acciones

inherentes a su identidad construida en términos de su relación con la exterioridad. Aquí cabe un

entendido, de ese proceso que conlleva a la internalización individual, diferenciado. Es decir

asociado a momentos y/o períodos históricos; los cuales determinan la calidad y complejidad que

adquiere la autonomía, la identidad; la capacidad para regresar a la exterioridad; bien sea para

transformar la naturaleza física; o para interactuar con los (as) otros (as) sujetos (as) en términos

de comunicación; generando opciones de transformación cuya concreción supone una actuación

conjunta.

La anterior interpretación conduce a plantearnos un interrogante relacionado con la diferenciación

primaria entre los (as) sujetos (as), con respecto a la visión adquirida a partir del proceso de

internalización de la exterioridad. Esto supone entender (la interpretación) como dinámica; ajena a

un procedimiento lineal homogéneo. Veamos:

La internalización individual está dada por la realización de un ejercicio de apropiación de la

exterioridad, independiente. Es válida para cada sujeto (a) en su condición de ser que se diferencia

de los (as) otros (as); así sea en el período más primario. Es decir en aquel en donde la relación

con la naturaleza se ejerce a partir de insumos y procedimientos elementales. A manera de

ejemplo: los hombres y las mujeres definidos (as) como primitivos (as) en la historia de la

humanidad; no establecieron un tipo de relación igual con la naturaleza; así el producto de esa relación se hubiera manifestado a través de una transformación y de uti lidad similar; en cuanto significó la provisión de recursos inmediatos en nexo con sus necesidades primarias. Cada uno (a), en su ejercicio de apropiación de la exterioridad, adquirió y procesó elementos de manera individual. Esto es lo que permite entender acciones posteriores diferenciadas; inclusive entre aquellos (as) que compartía un mismo territorio físico y tenían pautas similares; entendidas estas como insumos colectivos derivados de su relación con ese territorio común. Visto así, entonces, no es pertinente la afirmación que reclama la vida colectiva primitiva, como

sinónimo de unanimismo o identidad colectiva, que diluye la apropiación individual de la

exterioridad. Si bien es cierto, en principio, que la intervención colectiva para la transformación de

la naturaleza, se tradujo en acciones en las cuales la división de las mismas(...o del trabajo) no

implicaba diferenciaciones en jerarquía que permitieran la acumulación individual; no es menos

cierto que estas acciones colectivas no conllevaron a subsumir lo individual, como proceso de

internalización, mediante la cual cada uno (a) construía su propia visión y pudo elaborar conceptos

diferentes, comparados con las visiones y conceptos de los (as) demás.

El ser individual, entonces, es tal en razón a su identidad y a su autonomía para elaborar visiones y

conceptos. Esto permite entender, a manera de ejemplo, el desarrollo y aplicación de opciones

individuales; en el mismo contexto de la transformación colectiva de la naturaleza. De no ser así, el

tránsito de un período a otro se hubiese producido sin ninguna contradicción; en condiciones de

homogeneidad en las cuales no habría lugar para el ensayo y la inventiva. Esto traduce: no todos

(as) reaccionaron de manera uniforme ante los retos derivados del proceso de transformación colectiva de la exterioridad. Entre otras razones, porque la construcción individual de visiones y conceptos, incluye un distanciamiento, una abstracción a través de la cual se construye la identidad individual, como instrumentos indispensable para desarrollar la autonomía como posibilidad y como requisito para la diferenciación. Esto no implica asimilar, de por sí diferenciación individual a jerarquía y/o acumulación primaria de poder atado a la apropiación del producto derivado del trabajo colectivo. Se trata, simplemente, de entenderlo como dinámica posible, necesaria y lógica; en el contexto de la evolución traumática y compleja de la humanidad; desde períodos históricos

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primarios hasta períodos en los cuales se expresan los logros alcanzados; por la vía de la

interacción entre las acciones colectivas e individuales. Como corolario inicial es pertinente expresar lo siguiente: La condición de sujeto (a) individual está dada por la asunción de la identidad y la autonomía; a partir de la diferenciación en el proceso de aprehensión de la exterioridad. Esta identidad y autonomía, a su vez, permite establecer una incidencia en la transformación de la exterioridad y una interacción con los (as) otros (as) sujetos (as); sin subsumirse; sin perder los referentes propios originados en su particular visión e interpretación (concepto) de la naturaleza y de la relación con los (a) otros (as).

1.3 De la interpretación (conceptos) individuales y su incidencia en lo colectivo.

El ser individual es, de por sí, complejo. En cuanto logra, aún en su condición de individuo (a)

primario (a), construir su propia visión de la exterioridad. Este proceso está asociado a los sentidos

biológicos. La percepción, como ejercicio inicial que permite acceder a insumos externos, ejerce

como instrumento para recolectar esos datos y procesarlos. Ya ahí, la diferenciación se establece

por la vía del seguimiento y continuidad, originados en la capacidad para retener la información e

interpretarla. No es una memoria simbólica ni formal, como la de los otros animales. Esa memoria trasciende a la repetición simple de lo aprendido, a manera de expresión espontánea y/o de respuesta instintiva a motivaciones externas. Por el contrario, es una memoria en constante actividad y que actúa como recurso pleno e intencional, cuando se hace necesario recordar lo visto

antes, lo vivido; a partir de experiencias individuales y colectivas. Así y solo así se puede entender la capacidad que adquiere cada sujeto (a), para proponer y desarrollar opciones dirigidas al proceso de transformación de la exterioridad. Pero también, para entender la construcción de una simbología para sí; de tal manera que ejerza como instrumento fundamental, a la hora de definir sus propias perspectivas; en cuanto expectativas originadas en su propia pulsación con respecto a los (as) ) otros (as). Entonces, la esperanza, la ilusión, los afectos, el placer como elaboración suya; constituyen referentes en los cuales se cruzan la individualidad y lo colectivo. No como derogación de lo primero en función de lo segundo; sino como interacción que el (la) sujeto (a) individual acepta, e incluso propone, en el camino hacia la obtención de un determinado fin. Ya, en esta expresión, es pertinente entrever la influencia (...en esa memoria individual, como acumulado constante) de las tradiciones aprehendidas por la vía de la imposición y/o de la experiencia directa,

que adquieren determinadas instancias simbólicas; construidas a partir de procesos individuales y colectivos. Así entonces, a manera de ejemplo, cabe analizar en ese espectro; el rol de la religión, de los códigos y paradigmas que ejercen como limitaciones al desarrollo pleno de la individualidad, en cuanto adquieren una significación que trasciende a cada sujeto (a) y lo (a) obliga a un acatamiento; so pena de quedar por fuera de esa figura de concertación colectiva que lo (a) compromete. No reconocer la concertación (a la manera de equilibrio); tuvo siempre (...y tiene ahora) para cada sujeto (a) repercusiones profundas. Inclusive, de su aceptación o no, depende en muchos casos la existencia suya como sujeto (a) individual vivo, como actor válido. En este contexto cabe una expresión relacionada con la incidencia que adquieren las opciones

propuestas, por parte de los (a) sujetos (as) individuales; en lo que hace referencia a la

interpretación de las pautas, paradigmas y condiciones vigentes en un determinado período

histórico. En sí esas pautas y condiciones, no son otra cosa que construcciones colectivas que

trasciendan a cada individuo (a). Podría aseverarse inclusive que, en las mismas; cada sujeto se

subsume, como quiera que no le está permitido transgredirlas. Está obligado, en consecuencia, a

asumir una interpretación similar a la que realizan los (as) otros (as). Si su decisión es hacer

trasgresión, bien sea por la vía de proponer una interpretación diferente y/o de asumir la opción

directa de cuestionarlas y trabajar por su destrucción; se entiende que asume las consecuencias a

que esto conlleva…Entonces se configura, a partir de esa intervención individual, una confrontación con la simbología e iconografías colectivas. Aquí, en esa confrontación, se enfrenta la construcción

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individual con la construcción colectiva. Esto es válido, como decíamos arriba, tanto para los

paradigmas colectivos asociados a la religión; como para aquellos paradigmas asociados a la noción de ordenamiento y de jerarquización. Queda claro, asimismo, que estas construcciones colectivas, son posteriores a la apropiación primigenia de la exterioridad, a la internalización primera realizada por cada sujeto (a) en su contacto inicial con la naturaleza. Es decir, son elaboraciones, desarrolladas en el tiempo y en el espacio; como acciones concientes o inconcientes (...o mediante una interacción entre los dos estados) en donde se aplica el conocimiento acumulado, a manera de ordenamiento de las percepciones recibidas y almacenadas en la memoria. Pasa a ser, por esta vía, una memoria de todos y todas. Una memoria colectiva que se construye a través de la comunicación y de la instauración de códigos e íconos que dan fe de la concertación. Toda herejía, en principio, es una acción individual. Compromete a quien realiza una interpretación

diferente y se decide a proponerla como opción. Bien sea como modificación parcial de las pautas,

paradigmas y condiciones instaurados como referentes colectivos; o como alternativa que conlleva

a una modificación total, radical. Algo así como o son esas pautas y paradigmas o son estas pautas y paradigmas alternativos. Ya ahí, en esa acción de proponer una alternativa, se configura un

distanciamiento con respecto al ordenamiento vigente. Adquiere ese hecho un significado asimilado

a la ruptura. En el proceso de enfrentar esa opción (...u opciones) con las existentes; el (la) sujeto

(a) que ejerce como cuestionador (a), desemboca en una posición herética. A partir de ahí, se trata

de definir las condiciones y el tipo de acciones a realizar, el proceso de difusión de la opción u

opciones nuevas. Aquí, condiciones, tienen que ver con los insumos recaudados para sustentar la

nueva opción. Tipo de acciones, tiene que ver con realizar una confrontación individual absoluta. O

la adquisición, mediante el proceso de persuasión o imposición, de una aceptación de los (as)

otros (as). De tal manera que pueda presentarse y desarrollar como opción u opciones colectivas.

Esto no es otra cosa que el comienzo de una sumatoria de acciones diferenciadas; en procura de

lograr la aceptación y acatamiento, bien sea de la modificación parcial o de la erradicación de las

anteriores pautas y paradigmas y, en su reemplazo, erigir las nuevas.

De todas maneras, bien sea que se actúe n un u otro sentido, es evidente la necesidad de cierta

subyugación hacia los otros y las otras. Algo así como entender y aceptar el principio básico

relacionado con el ordenamiento y el equilibrio por la vía de la imposición de pautas y paradigmas:

siempre existan referentes establecidos como condición para el ordenamiento y el equilibrio; habrá unos códigos y obligaciones que ejercen como limitación a la libertad individual. Alcanzar unos nuevos referentes, unos nuevos códigos y nuevas obligaciones; supone la realización de acciones

que controvierten lo anterior. 2. Del sujeto Colectivo Ahora se trata de establecer los términos de referencia, a partir de los cuales se configura la

presencia y las acciones del colectivo; como sujeto pleno que trasciende a la individualidad pero no

la puede subsumir.

Desde una interpretación etimológica, sujeto colectivo se entiende como figura plural. Es decir, se

asume su configuración como sumatoria, simple o compleja, de individualidades con presencia en

un determinado escenario, ámbito o territorio. También involucra un concepto adjunto, que da

cuenta de una posición asimilada a la conciencia y a su significado. Algo así como entender al

sujeto colectivo en condición vinculante con respecto a una visión (o visiones) y a una

interpretación de la exterioridad que lo circunda. El problema radica en la posibilidad efectiva para

precisar el nexo entre esa figura colectiva y la individualidad, sin que implique la disolución. Porque,

a partir de una interpretación centrada en el estricto comportamiento mecánico; podría pensarse

en una dicotomía elemental, en donde la conciencia colectiva es una expresión que traduce los

acumulados históricos, en cuanto vivencias, como información procesada que induce a una

definición desde la perspectiva cultural.

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De todas maneras, la interpretación de lo colectivo, supone un imaginario. Este, a su vez, debe

estar asociado al concepto de espacio físico. Algo así como establecer una dinámica en la cual

aparece la interrelación entre los (as) sujetos (as) individuales, asociados e integrados con

respecto a determinados códigos reconocidos como válidos. Ya decíamos ante, en esta misma

línea de reflexión: los referentes, entendidos como códigos, pueden ejercer como punto de equilibrio; a través del cual se expresan las coincidencias. Ahora bien, la complejidad en la interpretación del significado y alcance de este equilibrio, está dado por el análisis del recorrido previo para acceder al mismo. Tal parece que se presentan dos opciones en la interpretación. Una de ellas tiene que ver la identidad pasiva que realiza cada sujeto individual con los códigos o referentes generales que inducen al equilibrio. La otra tiene que ver con la coacción, con la imposición, por la vía de acciones ejercidas por parte de quien o quienes se erijan como centro y/o

como intérpretes únicos de esos códigos. La primera opción supone un tránsito no traumático, mediante el cual cada sujeto asume la identificación con los códigos (conciente o inconsciente). Es de suponer que, ya ahí en ese tránsito hacia la identificación o reconocimiento, se configura una ruptura con respecto al yo absoluto. Se traslada parte de la identidad personal, a la identidad colectiva; como condición indispensable para acceder al equilibrio. Se entiende y acepta esa necesidad, en una perspectiva grupal, plural. Ahora bien, los códigos pueden adquirir características religiosas, o de simples premisas para el trabajo asociado; o de compromisos para establecer una figura colectiva relacionada con el ordenamiento global de obligaciones; o una sumatoria compleja de todas estas las anteriores. Lo cierto es que la

aceptación se expresa como actitud soportada en la libertad para definir. La segunda opción supone la presencia de posiciones previas; en las cuales es evidente una diferenciación en términos no solo de interpretación y elaboración con respecto a la exterioridad; sino también en términos de apropiación unilateral de los acumulados históricos de las vivencias entendidas como insumos para la construcción de los códigos, referentes. O paradigmas. Aquí, entonces, se configura un recorrido traumático; por cuanto supone la restricción impuesta a las posibilidades individuales. No es ya la aceptación en libertad; es por el contrario la imposición a reconocer, tanto los referentes en sí, como también a quien o quienes los representan y los imponen.

3 De la teoría acerca de la dominación y el sometimiento.

9.1 La noción de poder y su ejercicio. Ahora es pertinente desarrollar algunos conceptos en relación al comportamiento del sujeto

colectivo; a partir de su separación con respecto a los (as) sujetos (as) individualmente

considerados. Supone, entonces, la aceptación de su existencia con expresión propia; regida por

pautas que, a su vez, pueden ejercer como referentes generales. El problema tiene que ver con

precisar las condiciones y/o prerrequisitos necesarios para consolidar la figura de la instancia

abstracta; aquella que se desprende del sujeto colectivo y se rige como referente que debe ser acatado; no solo por los (as) sujetos (as) individuales; sino también por la colectividad que se construye y se hace plena en razón a la interacción constante entre los (as) sujetos (as). Ya, aquí, puede hablarse de una prefiguración territorial y de unos vínculos que hace posible esa interacción. Supone la aceptación de la identidad individual propia de cada sujeto (a); pero también la existencia de los (as) otros (as) como pares que comparten una misma identidad colectiva.

3.2 ¿Qué es el poder?

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Hablábamos arriba acerca de las condiciones en las cuales se puede concretar la aceptación, por

parte de los (as) sujetos (as) individuales, de unos referentes y/o principios básicos; por fuera de

si. Es decir, externos a cada uno a cada una. Quedó clara, en esta l ínea de análisis, la

interpretación, a partir de dos opciones. Una u otra, definen tránsitos diferentes hacia la

consolidación de de los principios, referentes o paradigmas que han de centrar y orientar el

quehacer de los (as) sujetos (as) individuales; en un entorno preciso, en el cual se involucra la

aceptación de los (as) otros (as) como pares. Pero, al mismo tiempo, adquiere el significado

inherente a la separación de esos principios-referentes con respecto a lo colectivo, entendido como

sujeto que simplemente asume como sumatoria de las individualidades. Es decir, empieza a erigirse

como figura que trasciende a los (as) sujetos (as); tanto en lo individual como en lo colectivo.

También habíamos expresado acerca de la connotación que esto adquiere; en cuanto supone la

presencia de quien o quienes asumen como responsables del manejo o supervisión del acatamiento debido en torno a esos principios-referentes. Es algo así como indagar con respecto a las

condiciones que debe o deben reunir ese sujeto (a), o esos (as) sujetos (as).

Desde la interpretación propuesta por Marx y Engels; podría aseverarse que el ejercicio de esa

responsabilidad supone la asunción de una posición de dominio, como efecto colateral de una apropiación con respecto a los excedentes de los bienes producidos por la vía del trabajo, de la transformación de la naturaleza. A lo anterior podría agregarse, como extensión necesaria, la apropiación de los acumulados del conocimiento adquirido en ese mismo proceso. De ser así,

entonces, surge un nuevo elemento alusivo a la cultura; entendida como superestructura construida a partir de la relación establecida con la exterioridad (naturaleza). Aparece, por esa misma vía, la figura de beneficiarios o beneficiarios. Esto, de por sí, adquiere el signif icado propio de unas relaciones, ya no en igualdad de condiciones; sino en las cuales se establece un dominio sobre aquellos (as) que no ejercen como tal. Otra alternativa, para la interpretación, tiene que ver con la posición Kantiana; en la cual aparece

la razón como sujeto abstracto que conduce los procesos. Por lo tanto, adquiere una connotación ajena a los (as) sujetos (as), en tanto se entiende como condición preexistente al proceso de transformación de la naturaleza. Por lo mismo, entonces, se entiende como extensión y aplicación modificada de la posición socrática y aristotélica. La variante tiene que ver con el de que, en Kant,

la Razón aparece como abstracción que ejerce como referente, inherente a la noción de poder; como instancia que convoca y que debe ser acatada; en cuanto se concreta a través de una figura asimilada al concepto de Estado. Ya, aún antes de Marx, Engels y Kant; Juan Jacobo Rousseau; Tomas Hobbes y Nicolás

Maquiavelo, desarrollaron teorías alrededor de ese concepto de poder y de dominio. Opciones

diferencias hacia la interpretación de ese hecho. Variantes como el equilibrio entre lo colectivo y lo individual, a través de la aceptación y la concertación (Contrato Social, postulado por Rousseau); o como la exaltación y justificación de un ejercicio de dominio, desde una perspectiva centrada en la imposición (Leviatán, de Hobbes); o como figura asociada a la intermediación y trámite conciente de un sujeto individual que impone una determinadas condiciones (El Príncipe, de Nicolás

Maquiavelo).

El asunto queda planteado y requiere de un desarrollo, si se pretende dilucidar el significado del

control ejercido sobre los (as) sujetos (as) individualmente considerados (as)...o sobre estos (as),

entendido como colectivo que no ejercen como beneficiarios (as) de este control.

Tal y como lo hemos insinuado, el poder no es otra cosa que el control ejercido por parte de quien o quienes adquieren la capacidad para hacerlo Acceder a esta capacidad, su explicación, se explica según sea la interpretación asumida. De todas maneras, en estricto, desde el momento en que se

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configura una determinada forma de control; este actúa como condicionante que impide el

desarrollo, pleno y absoluto, de la libertad individual entendida en los términos ya señalados: como posibilidad que tiene cada individuo (a) para interactuar con la exterioridad; a partir de sus propias vivencias. De su particular nexo con la misma y con el (la) otro (a). Supone, en fin, la pérdida de la autonomía primaria. Esto explica, hasta cierto punto, la tensión latente que acompaña todo proceso mediante el cual se efectúa una imposición. Una tensión ya prefigurada por Freíd en “Tótem y Tabú”. Y desarrollada por (sin saberlo) por Engels en “El origen de la familia, la propiedad privada y el estado”. Con mayor claridad, Marcase, identifica ese nexo en sus trabajos: “El hombre unidimensional” (en tanto que sitúa una interpretación del control político, como yunta que inhibe al –la- sujeto –a-) y en “Eros y Civilización” (en tanto se retoma todo el espectro, derivado del malestar que acompaña a cada sujeto – a-, desde el momento mismo de su vinculación forzada a la vida colectiva.).

Así entendido, entonces, el poder inhibe el desarrollo del (la) sujeto (a). Supone la instauración de

unos referentes para interpretar el nexo que cada uno (a) realiza con la exterioridad y de la internalización que este (a) efectúa, como efecto colateral de esa relación primaria. Algo así, entonces, como objetivar los acumulados de procesos anteriores, convirtiéndolos en pautas que deben ser aceptadas. Por esta vía, en consecuencia, podría entenderse esa inhibición, en condiciones similares a la que existe con respecto a los condicionantes primarios anclados en los contenidos propios de la religión. En principio, podría aseverarse que (en estricto) poder y religión causan el mismo efecto en cada sujeto (a)...la inhibición. En torno a este hecho, cabe expresar desde ahora un elemento que será desarrollado posteriormente: Cuando se actúa, de manera

individual o colectiva, en contra de esa inhibición; se configura un conflicto que origina un castigo, una sanción; por parte de quienes ejercen como controladores hacia quien o quienes actúan en contravía de los referentes. Es el caso, a manera de ejemplo, de lo sucedido con Prometeo. 3.3 El poder político. A manera de ilustración (...Con reservas obvias), es pertinente presentar la reflexión efectuada por

Francisco Segui, el prólogo a una de las ediciones de La República (Platón); veamos: “...Si la vida

ciudadana, la polis como forma comunitaria, se hunde desgarrada por el escepticismo, el

agnosticismo y el relativismo, la polis como organización política sucumbe ante el empuje de la

democracia. Y si Sócrates buscaba la solución invitando a revisar los conceptos éticos, a encontrar

lo absoluto, Platón idea todo un mecanismo político-social. Su República no es una descripción de

un mundo ideal: es una técnica de formación de una sociedad. Aunque de vez en vez caiga en

ciertas disquisiciones sobre conceptos tales el de justicia o felicidad, está orientada al estudio de los

aparatos de control social. Su objetivo es el orden, la estabilidad (rechazará todo cambio que no

sea un acercamiento al ideal descrito en la obra). Y para ello parte de la educación. La educación

es el principal elemento represivo, el medio más eficaz para el control, el más apropiado

homogeneizador social. Educar es, para Platón, construir ciudadanos. En la educación se hará al

ciudadano: se condicionará su sensibilidad, su voluntad y su pensamiento, de modo que nada

pueda desear sino aquella situación que por naturaleza le pertenece.

Toda técnica de control social responde a una concepción del hombre y de la vida, sin duda. Pero

es un error pensar que Platón extrae sus ideas políticas de la teoría de las ideas. Al contrario, la

Ideas serán una metafísica, una cosmovisión, una especie de creencia favorable para llevar a cabo

la política…”2

Desde la interpretación acerca del poder, propuesta y desarrollado en este escrito, es evidente la

asimilación al concepto de control. El asunto siguiente tiene que ver con su definición en términos

de control político. Lo anterior, por cuanto la noción de política, adquiere una connotación

2 Segui, Francisco. Prólogo a La República, Tomo I. Ed. Universales, Bogotá

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relacionada con la actuación colectiva. Algo así como entenderla, en el contexto permitido por los

agregados adquiridos a través de determinados procesos previos. Es decir: la política no constituye una opción originada en el proceso de internalización que efectúa cada sujeto (a), con respecto a la exterioridad. Es, por el contrario, el desarrollo de elaboraciones acumuladas, a través de procesos que trascienden a cada sujeto (a); comoquiera que se configuran a partir de una forma de apropiación realizada por parte de quien o quienes convierten esas elaboraciones, en opciones que entran a ejercer como referentes. En consecuencia constituyen, por esto mismo, un mandato; una convocatoria que pretende el reconocimiento individual y colectivo. Está expresada en códigos (...o definiciones) que conforman un cuerpo teórico, con repercusiones prácticas en el quehacer cotidiano. Es, en otras palabras, el soporte necesario para ejercer gobierno, autoridad; por parte de quien o quienes se han separado de los (as) otros (as); en su condición de usufructuarios (as) de esos mismos códigos.

La diferenciación comienza, desde el momento mismo en que aparecen insumos que la permiten. Si

bien es ilustrativa la interpretación (...un poco lineal) propuesta en el recorrido: sociedad primitiva-esclavismo-feudalismo-capitalismo; como proceso explicativo en cuanto al origen de la dominación. Lo cierto es que el asunto es mucho más complejo. Porque supone, entre otras cosas, retomar el entendido de la apropiación de los referentes y su imposición; a partir de un ejercicio originado en la diferenciación; pero asimismo, en nexo con el proceso de internalización individual. Valga presentarlo de la siguiente manera: si la sociedad primitiva descrita por Lewis H. Morgan, constituyó un estado en el desarrollo de la humanidad; no puede inferirse, necesariamente, la ausencia de determinadas formas de diferenciación...y de control. Con las limitaciones sociológicas

y políticas propias de su investigación, el texto que la resume, tiene elementos importantes; en cuanto a la interpretación de los hechos originados en la misma investigación que se relacionan con la actividad humana. Por lo mismo es pertinente resaltar lo siguiente:

“..Los hechos indican la formación gradual y el desarrollo subsiguiente de ciertas ideas, pasiones y

aspiraciones. Aquellos que ocupan las posiciones más prominentes, caben ser generalizados como

crecimientos de ideas particulares, a las que se encuentran íntimamente vinculadas…

..ÚLTIMO. La idea de propiedad se formó lentamente en el pensamiento humano, permaneciendo

naciente y endeble durante períodos inmensos de tiempo. Adquiriendo vida en el salvajismo,

requirió toda la experiencia de este período y del subsiguiente, de la barbarie, para desarrollar el

germen y preparar el cerebro humano para la aceptación de su influencia de contralor. Su imperio

como pasión por sobre todas las demás pasiones, señala el comienzo de la civilización...”3

Ahora bien, como lo hemos señalado arriba, el poder adquiere significado a partir de la

apropiación unilateral de insumos relacionados con el conocimiento acumulado. Esta apropiación

permite la elaboración de unas determinadas condiciones que deben ser acatadas, por parte de

quien o quienes no actúan en posición de usufructuarios. Así planteado, entonces, no implica

necesariamente un nexo primario con la posesión de bienes. Otra cosa es que la posesión permita

el desarrollo y consolidación posteriores de mecanismos de control y, por esta vía, de imposición.

Lo anterior es lo mismo que entender la dinámica del poder y del control; como una sucesión de eventos en los cuales se van estructurando unas instancias en las que predominan instrumentos

conceptuales, como opciones únicas para la interpretación de la naturaleza y de las relaciones necesarias para transformarla…o, simplemente, para convivir con ella.

A partir de esta lógica para la interpretación del poder; se entiende que este adquiere una

connotación política, como opción válida en el proceso de consolidación y defensa del mismo, por

parte de quien o quienes actúan como detentadores. Lo que, en principio, era un control en

3 Morgan, Lewis H. La Sociedad Primitiva, edición Divulgación Cultural Universidad Nacional de Colombia,

1972.

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términos de pautas y códigos propuestos (...o impuestos) como única alternativa para establecer

un nexo con la externalidad; se convierte un la instauración de instancias que identifican esos

pautas y códigos con los usufructuarios. Esto supone el desarrollo de mecanismos constitutivos de

reglas orientadas a distanciar, aún más, el poder con respecto a quienes se controla. Es decir este

(el poder) se torna mucho más complejo; comoquiera que se configura la intermediación como

requisito indispensable para acceder a sus representantes. El territorio, en este contexto, deja de

ser simple externalidad primaria, natural en la cual se efectúa la interacción y el intercambio por

parte de los (as) sujetos (as). Se convierte, por lo mismo que se consolida la figura del poder, en

escenario en el cual la relaciones (...Sociales) adquieren características, cada vez, más complejas.

Ya no es, entonces, la simple aceptación de los códigos originarios, casi siempre asociados a la

religiosidad. Ahora se trata de una figura ensanchada de este. Una ampliación del espectro; en

función de los nuevos elementos que lo acompañan y sustentan.

Vale la pena reiterar acerca del condicionamiento que se le imprime a la actuación individual. El

proceso, por medio del cual se instaura la dominación, supone una inhibición a la libertad. Ya no

existe la posibilidad de ejercer la autonomía inicial; para exteriorizar los conceptos elaborados a

partir de la relación con la naturaleza, con la externalidad. Lo que prevalece, ahora, es la asunción

de los referentes establecidos como única opción posible. Es una interpretación mediada por los códigos y las instancias desarrolladas por parte de quien o quienes ejercen como detentadores de esos referentes. A esto se agrega el hecho del nexo entre esa acción de control primaria y la evolución del sistema de apropiación de los excedentes derivados del trabajo. S e configuran, entonces, unas relaciones sociales en las que prevalece la imposición de reglas. Algo así como una

sumatoria de conceptos básicos que obligan. Actuar en contravía de los mismos sitúa, a quien o quienes lo hacen, por fuera de esas condiciones. Por lo tanto debe ser entendió como desafío, como rebelión. Esto es lo que explica, en términos del concepto de legalidad, la estructuración de figuras que describen y validan el castigo; como procedimiento indispensable para mantener el control. Es ahí en donde, el poder, adquiere su connotación política. Es pertinente, para este caso, citar la posición expresada por J.C. Friedrich, en su texto La filosofía del derecho. “..Puesto que para el derecho siempre tiene importancia fundamental que la

obligación de sus normas se encuentre firmemente anclada en la convicción de la legitimidad de la

autoridad que crea la ley, sea Dios, sea la acción popular, la importancia de las normas legales en

la vida social estará, en todo momento, hondamente influida por la fe en la legitimidad del

gobierno que las impone y por la cual son creadas. El nomos y el jus de griegos y romanos

estuvieron en vigor mientras se mantuvo la fe en la comunidad de la polis, pues la polis estaba

regulada por el nomos y el jus, debido a la constante fe del pueblo en la heroica sabiduría de

algún antiguo legislador, ya fuera un Solón, un Licurgo, o las Doce Tablas. Sin embargo, para los

judíos del Antiguo Testamento, no fue Moisés, ni siquiera los profetas, sino el Dios único, quien

habló a Moisés y le ordenó que comunicara sus leyes a su pueblo (Levítico 19: 1-2). Y fue su

pueblo el que quedó convertido en una comunidad sagrada gracias a esa comunicación, por la

santidad misma del Dios que había dictado las leyes. Y de esta santificación, al dar y obedecer la

ley, se desarrolló o, quizá fuera mejor decir que se derivó, como corolario la doctrina del pueblo

elegido...”4

3.4 El concepto de Estado

Ya quedó planteada la interpretación en torno al poder y al control. Se infiere, en consecuencia,

una connotación asociada al concepto de sociedad; entendida como interacción colectiva en un

determinado territorio y cohesionada por una reglamentación; impuesta como norma de obligatorio

acatamiento.

4 Friedrich, C.J., La Filosofía del derecho, ed. Fondo de Cultura Económica

Page 10: Politica criminal, criminología y sociología

Cabe ahora extender esa interpretación. Ya no tanto en lo que hace referencia a la implementación

coercitiva de los códigos y de las instancias a cuyo cargo está la vigilancia y desarrollo de los

mismos. Se trata de entender la dinámica que adquiere esa implementación; a través de un

proceso que va instaurando instancias, como figuras mucho más complejas en lo que hace

referencia a los mecanismos de control, de su desarrollo y distanciamiento con respecto a la

interpretación primaria, rígida de la inhibición y subyugación hacia el (..o los) sujeto (os).

Lo que antes era un escenario en el cual se exhibían unas relaciones simples de dominación; ahora

se va convirtiendo en territorio en donde los códigos y normas conforman un sistema lógico,

abstracto. De tal manera que los (as) sujetos (as) involucrados (as) como dominados (as), pasan a

ser un colectivo que es obligado a identificarse con ese sistema complejo de mandatos y

requerimientos; intermediado por instancias próximas y lejanas. Es, en otras palabras, una asociación forzada que tiene como justificación y como centro, la aceptación de ese sistema normativo. Al mismo tiempo, implica el reconocimiento de intermediarios que ejercen como representación válida de esa asociación (...de ese Contrato Social, diría Rousseau).

Lo anterior no supone, en estricto, la pérdida de las aspiraciones íntimas de cada sujeto (a),

entendido en los términos propuestos arriba. Por el contrario, a pesar de la imposición del sistema

de normas, persiste ese conflicto (...o malestar que llamaría Freud) latente con respecto a esa

misma imposición. Veámoslo, un poco, en los siguientes términos:

“..Creo poder decir, en resumen, que la filosofía estoico-ciceroniana del derecho tiene sus raíces en

una ética racional a la que se adjudica una validez universal, como ley de la naturaleza humana.

Esta ley, como todas las leyes de la naturaleza, es la razón inherente a la naturaleza toda; es su

significado. Por tanto, podemos, y debemos derivar leyes de esta ley (a legue ducendum est juris

exordium), porque esta ley, la ley natural, es la fuerza de la naturaleza (naturae vis) y, por tal

motivo, es la norma que define lo que es bueno y lo que es malo. El cumplimiento de esta ley

natural es tarea impuesta a los diversos estados (civitates) que expresan la verdadera ley en las

normas del jus pentium, común a todas ellas. Cada comunidad, sin embargo, tiene su propio jus civile, válido sólo para sus ciudadanos, ya que toma en consideración las condiciones especiales,

tanto espirituales como materiales, que son peculiares de tal comunidad. Pero ni el jus Pentium ni

el jus civile deberán estar en conflicto con el jus naturae. Si lo están, tales normas no son

verdaderas leyes, sino mandatos arbitrarios...”5

Hasta aquí queda claro, en nuestra línea de interpretación, la dicotomía que subyace a la

implementación del poder político, como una expresión de la coacción hacia el sujeto. Este ejercicio

de dominación tiene, como colateral, una forma de subyugación; en tanto supone la imposición de

limitaciones al desarrollo autónomo individual que permite acceder a la naturaleza y tomar de ella

las percepciones e impresiones necesarias para construir el bagaje conceptual indispensable, como

proceso que consolida la independencia de cada sujeto (a). La inhibición, derivada de la imposición

de ese tipo de poder, induce a reprimir la autonomía y la libertad; como cuota necesaria que debe otorgar el (la) sujeto (a) para disfrutar las posibilidades derivadas del poder que, a su vez, se erige como avance colectivo en la escala de la evolución humana...de la civilización; pero implica

asimismo la latencia del conflicto, del deseo de libertad reprimido. Veámoslo, en términos de

Marcase:

“El desarrollo del sistema jerárquico de trabajo social no solo racionaliza la dominación, sino que

también contiene la rebelión contra la dominación. En el nivel individual, la rebelión original es

contenida dentro del marco del conflicto de Edipo normal. En el nivel social, las recurrentes

rebeliones y revoluciones han sido seguidas por contrarrevoluciones y restauraciones. Desde la

5 Friedrich, C.J., obra citada.

Page 11: Politica criminal, criminología y sociología

rebelión de los esclavos en el mundo antiguo hasta la revolución socialista, la lucha de los

oprimidos ha terminado siempre con el establecimiento de un nuevo, y mejor, sistema de

dominación; el progreso ha tenido lugar a través de una cadena de control cada vez más eficaz...* 6

Son evidentes las limitaciones en el enfoque Freudiano propuesto por Marcase. No solo en lo que

respecta al espectro social y su dinámica; sino también en lo que hace referencia al desarrollo y

manifestación de los mecanismos de dominación, mucho más complejos que los esbozados en ese

enfoque. Habría que mirar, en perspectiva, análisis desde la interpretación sociológica y política.

Pero, de todas maneras, Marcuse permite reconocer e identificar el conflicto entre sujeto y poder,

que subyace a la tensión constante que acompaña a cada individuo inmerso en el sujeto colectivo y

en su expresión orgánica; como instancias de control.

Así la cosas, entonces, existe un nexo insoslayable entre poder político y Estado. Este último no es

otra cosa que la racionalización y organización del poder político; por la vía de instancias

jerárquicas, independientes del sujeto individual y del sujeto colectivo. A través de ellas se

expresan unas relaciones de dominio que abarcan territorios definidos. Es, el Estado, un

ordenamiento a partir del poder político. Le imprime a este una connotación abstracta, en razón a

que ejerce como referente que convoca a la aceptación; como garantía para la cohesión de quienes

comparten el territorio y que, asimismo, tienen un origen y expresiones culturales comunes.

Constituye, en otras palabras, la única posibilidad para acceder a beneficios en condiciones de igualdad. Uno de ellos, a manera de ejemplo, tiene que ver con la opción para dirimir conflictos, entre los súbditos. Lo anterior por la vía de la interpretación lógica y neutral; a cargo de instancias

creadas y desarrolladas en el marco permitido por el Estado. 4. De la dominación, y los (as) dominados (as). Hasta aquí hemos presentado una interpretación, acerca del origen y desarrollo del concepto de

poder; así como del conflicto latente que acompaña a cada sujeto (a) con respecto al mismo. En lo

que sigue, se trata de profundizar en torno al contenido que adquiere la dominación,

particularmente en su connotación política. También, con mucho mayor énfasis en razón al

significado que tiene para el desarrollo posterior de las acciones organizadas en contra de la

dominación en sus diferentes manifestaciones, en lo que tiene que ver con la asunción de opciones

de ruptura y/o de cuestionamiento; por parte de los (as) sujetos asociados y dirigidos a partir de esas relaciones de dominación impuestas.

4.1La dominación como imposición y control.

Como quedó dicho, el ejercicio del poder, supone la instauración de referentes y de mecanismos

que permiten su imposición. Lo anterior significa la concreción de condicionantes en el proceso

inherente a las relaciones sociales. Es como si estas se transformaran. Desde un intercambio

autónomo y libertario de experiencias, saberes y acciones de transformación de la naturaleza; hacia

un intercambio relacional mediado por la imposición de opciones, a partir de los instrumentos e

instancias jerarquizadas. En términos del desarrollo histórico, se instauran unas relaciones de

dominación.

La jerarquización y su expresión a través de determinadas instancias; no es otra cosa que

condicionar y limitar a quienes no ejercen como beneficiarios del poder. Adquiere presencia, por

esta vía, la segregación al interior de los ámbitos geográficos que delimitan los territorios físicos,

como expresión de las denominaciones asimiladas a países y/o naciones. Esto, a su vez, debe ser

6 Marcuse, Hebert, Eros y Civilización, Ed. Seix Barral Barcelona, 1968, página 92

Page 12: Politica criminal, criminología y sociología

entendido en el contexto insinuado arriba; cuando se hizo referencia a los elementos de identidad

colectiva asociados a raza, cultura, religión, etc.

En relación con el objeto de este trabajo, el énfasis se sitúa en la figura del poder como soporte

para la implementación de las relaciones de dominación; con todos sus efectos colaterales. Mucho

más preciso aún: sus efectos en términos de control, de restricción a la libertad y la autonomía;

tanto para cada sujeto (a) individualmente considerado (a); como también para los (as) sujetos

(as) colectivos que tienen como nexo una determinada identidad que los diferencia de los

detentadores del poder. Así planteado, entonces, adquieren la condición de dominados (a). Las

afectaciones están dadas, como ya lo expresamos, de manera diferenciada; bien sea que se analice

desde una perspectiva individual, o desde una la perspectiva colectiva. Desde esta interpretación,

es pertinente presentar la siguiente expresión:

“..La civilización es considerada como una serie de impedimentos y obstrucciones que impiden al

hombre natural la realización de sí mismo. Esta concepción representa una inversión de la doctrina

de Hobbes de la ´guerra de todos contra todos´. En Hobbes, el Leviatán tiene como único fin el

refrenar el carácter solitario, avieso, grosero y brusco del hombre natural. Desde el punto de vista

anarquista, la doctrina de Rousseau de la bondad natural del hombre es sólo una solución parcial

de los problemas que presenta la concepción de la naturaleza humana de Hobbes. Pues para el

anarquista tiene menos importancia que el hombre sea bueno o bestial que lo que los hombres

hagan para preservar su fuero interno. Rousseau comparte con los teóricos del poder la idea de

que la auto preservación exige que los hombres cedan contractualmente sus derechos privados . La

paradoja rousseauniana se encuentra en que la consecución de la supervivencia lleva implícita una

pérdida del carácter humano. Las obligaciones absorben los derechos. El Estado absorbe a la

sociedad civil. El hombre natural se ve flanqueado y vencido por la estrategia de la sociedad...”7

En consecuencia, la dominación, adquiere la posición de condicionante. En ese escenario (en el que

se aplica la dominación); los (as) individuos (as) asumen un rol que no corresponde con la opción

internalizada de libertad y de acción. Por lo tanto, el dominio político, tiene razón de ser siempre y

cuando coaccione y restrinja las posibilidades autonómicas y libertarias de quienes no son

usufructuarios (as) del mismo. En ese mismo contexto, la simbología e iconografía que acompañan

a las relaciones de dominio, son fundamentales para consolidar la dominación; para apuntalarla con

arreglo a los intereses de quienes ejercen como beneficiarios y usufructuarios del poder.

Cabe analizar, en esa misma dirección, las figuras de intermediación. Aquellas que permiten el

ejercicio del poder delegado. Instancias en las cuales se replica el control y los condicionantes; por

la vía de desmitificar el poder, acercándolo a los (as) dominados (as); de tal manera que este

pueda aparecer y entenderse como identificación posible; como coincidencia de intereses, en razón

a su neutralidad con respecto a la diferenciación y segregación objetiva, derivada de la apropiación

y el control ejercido por los beneficiarios directos. Con las limitaciones y prevenciones obvias,

respecto a análisis e interpretaciones en determinados contextos; vale la pena transcribir una

opinión en relación con el objeto de nuestro análisis en este apartado.

“..He aquí el origen del sistema parlamentario moderno.

Hoy en día, el gobierno, compuesto de propietarios y de gente puesta a su servicio, hállase del todo

a disposición de los propietarios, hasta el punto de que los más ricos no consideran necesario

formar parte de él. Rothschild no tiene necesidad ni de ser diputado ni de ser ministro; le basta,

simplemente, con tener a su disposición a los ministros y a los diputados.

7 Horowitz, Irving Louis (compilador), “Los Anarquistas parte I (La teoría), Ed. Alianza Editorial tercer

edición 1982, páginas 15-16.

Page 13: Politica criminal, criminología y sociología

En multitud de países, el proletariado obtiene una mayor o menor participación nominal en la

elección del gobierno. Es ésa una concesión hecha por la burguesía, bien para obtener el concurso

del pueblo en la lucha contra el poder real o aristocrático, bien para apartar al pueblo de la idea de

su emancipación, concediéndole una participación aparente en el poder político...”8

Se infiere que la dominación política no es una aplicación lineal, homogénea. Casi siempre adquiere

matices e intermediaciones; según sea el período histórico analizado y/o las manifestaciones que

adquiere la apropiación, en el contexto de determinadas relaciones de producción y de poder. De

todas maneras, sin embargo, se erige como condicionante último el control ejercido por los

beneficiarios del poder.

4.2 De los (as) dominados (as). De la subversión.

Las relaciones de dominación son tal, en la medida en que existen sujetos (as) sobre los (as) cuales

se ejerce dominio. Son los (as) damnificados (as). Aquellos y aquellas que aparecen como objetos

susceptibles de subyugación; en cuanto están separados y separadas, no sólo de los beneficios

derivados de la apropiación; sino también de las instancias de poder que la soportan y consolidan.

Se entiende que esos (as) sujetos (as), como colectivo y como individualidad, no constituyen por el

hecho de ser dominados (as) una figura homogénea. Lo anterior, en razón a sus particularidades.

Estas pueden, inclusive, remitir a diferenciaciones por raza, cultura, etnia, etc. Lo que si es cierto es

la convergencia, la similitud y la coincidencia derivadas de su condición de dominados (a); aún

manteniendo esas diferenciaciones.

Para ilustrar, desde una interpretación filosófica, la aseveración precedente; consideramos

importante, a pesar de su extensión, transcribir apartes de un texto sobre el solipsismo de Jean

Paul Sartre.

“…Es curioso que el problema de los Otros no haya inquietado nunca de veras a los realistas. En la

medida en que para el realista se da todo, le parece, sin duda, que el prójimo se da también. En

medio de lo real, en efecto ¿qué hay más real que el prójimo? Es una sustancia pensante de la

misma esencia que yo, la cual no podría desvanecerse en cualidades secundarias y cualidades

primarias, y cuyas estructuras esenciales encuentro en mí. Empero, en la medida en que el

realismo procura dar razón del conocimiento del conocimiento por una acción del mundo sobre la

sustancia pensante, no se ha cuidado de establecer una acción inmediata y recíproca de las

sustancias pensantes entre sí: ellas se comunican por intermedio del mundo; entre la conciencia

ajena y la mía, mi cuerpo, como cosa del mundo, y el cuerpo del otro son intermediarios

necesarios. El alma ajena está, pues, separada de la mía por toda la distancia que separa ante todo

mil alma de mi cuerpo, y luego mi cuerpo del cuerpo ajeno, y, por último, el cuerpo del otro de su

propia alma. Y, si no es verdad que la relación entre el Para-sí y el cuerpo sea una relación de

exterioridad (problema que hemos de tratar más adelante), por lo menos es evidente que la

relación de mi cuerpo con el cuerpo del prójimo es una relación de pura exterioridad indiferente. Si

las almas están separadas por sus respectivos cuerpos, son distintas como ese tintero es distinto de

este libro; es decir, no se puede concebir ninguna presencia inmediata de la una a la otra. Y, aún si

se admite una presencia inmediata de mi alma al cuerpo ajeno, queda todavía todo el espesor de

un cuerpo para que su alma me sea alcanzada. Así pues, si el realismo funda su certeza sobre la

presencia en persona de la cosa espacio temporal a mi conciencia, no podría postular la misma

evidencia para la realidad del alma ajena, puesto que, como el propio realismo lo confiesa, esta

alma no se da en persona a la mía: es una ausencia, una significación; el cuerpo apunta a ella sin

entregarla; en una palabra: en una filosofía fundada en la intuición, no hay intuición alguna del

alma ajena. Ahora bien, si no se juega con las palabras, esto significa que el realismo no deja lugar

8 Ibíd., pagina 94, tomado de la Anarquía Errico Malatesta (1853-1932),

Page 14: Politica criminal, criminología y sociología

alguno a la intuición del prójimo: de nada serviría decir que, por lo menos, no es dado el cuerpo del

prójimo, y que este cuerpo es cierta presencia del otro o de una parte de él…”9

Así las cosas, la individualidad no se diluye en el sujeto colectivo; pero tampoco lo niega. Es una

coexistencia en la diferenciación. Para el caso que nos ocupa, significa la convivencia en un

escenario real que los convoca a una identificación, en tanto que aparecen subyugados (as),

dominados (as) y restringidos en su autonomía; por cuenta de unas relaciones de dominación

ejercidas por parte de quienes aparecen como detentadores del poder. Es partir de ahí, esa identificación les permite desarrollar acciones, bien sea de asimilación pasiva con respecto al poder;

o bien sea de cuestionamiento del mismo. Una figura que puede entenderse como causa común,

dentro de la diferencia. Esto es lo que explica, hasta cierto punto, la posibilidad de desarrollar

interpretaciones diferenciadas en torno a la dominación y al poder. Sin la perspectiva de esas

opciones, sería imposible pensar en la asunción de posiciones de liderazgo, en el evento de la

confrontación al poder. No de otra manera puede entenderse el surgimiento de personajes

históricos que han conducido procesos específicos en contra de la dominación. Lo cierto, sin

embargo, es que las rupturas, con respecto a determinadas relaciones de dominación, no pueden constituir un tránsito hacia alternativas diferentes, sin la intervención de los sujetos (as) como colectivo. La acción de confrontar al poder establecido, está asociada al concepto de subversión; en tanto que

significa oponer a la dominación, alternativas y opciones; cuya concreción supone la ruptura, la

eliminación parcial o total del tipo de relaciones que la sustentan.

Ahora bien, subvertir el ordenamiento establecido, puede originar o no una transformación radical

de las relaciones sociales conducidas y condicionadas por las relaciones de dominación política. Lo

anterior traduce: puede presentarse una modificación total, radical; en términos de desvertebrar la

hegemonía impuesta por quienes ejercen como beneficiarios del poder. O puede darse

modificaciones parciales en las condiciones de la dominación; de tal manera que implique la

instauración de reformas parciales; a partir de las cuales los (as) dominados (as) adquieran

determinados derechos o atenuaciones de la subyugación y del control ejercido hacia ellos (as).

Dependiendo de las características y los alcances que adquiera la confrontación, como acción de

subversión, puede entenderse y valorase sus implicaciones; tanto en relación con las condiciones

específicas en las que se concretan las relaciones de dominación, como en lo puedan tener de

referente histórico y como influencia en procesos posteriores.

A manera de ilustración, conviene la siguiente cita, tomada del texto: Historia del Movimiento

Obrero, en el cual se cita, a su vez al autor en su texto Le Chartisme; escrita por Eduard Dolléans:

“...Esos rostros humanos concretan y encarnan las doctrinas que se mezclaron con el cartismo.

Pero, por encima de los diques de la ideología, hubo corrientes que arrastraron ese movimiento de

masas como un río; su curso fue tan impetuoso que, franqueando los obstáculos que le ponían en

su camino las circunstancias adversas o la perversidad de los hombres, a veces lo arrasó todo,

inclusive las ideologías. 10El cartismo debe su fuerza a ese ímpetu de las masas obreras que han

hecho para sí, su primera experiencia histórica...”

Desde nuestra interpretación, toda acción en contra de expresiones objetivas de la dominación,

supone la asunción de posiciones, por medio de las cuales se cuestiona al poder ejercido por parte

de los beneficiarios directos. Esto, por cuanto la dominación no puede ser entendida como yunta

etérea; o como coerción implementada a través de instancias abstractas. De lo que se trata,

9 Sartre, Jean Paul, El ser y la nada, Ed.Altaya, 1993, página 252. 10 Dolléans, Eduard, Historia del Movimiento Obrero, Tomo I, pagina 123, traducción de Diego Abad de

Santillán de la sexta edición, 1957

Page 15: Politica criminal, criminología y sociología

entonces, es situar e identificar los contenidos concretos que adquiere la dominación politica y, a

partir de ahí, entender la dinámica y la autonomía de la acción o las acciones desarrolladas, por

parte de un sector (...o sectores) en contra de manifestaciones de esa dominación; comoquiera

que estas manifestaciones afectan, limitan y/o vulneran intereses concretos o, simplemente, limitan

y condicionan las aspiraciones de bienestar individual y colectivo.

Visto así, se propone superar la interpretación un tanto elusiva, asumida por quienes han

desarrollado la opción derivada de la teoría acerca de los aparatos ideológicos del estado. Decimos

esto, no en el afán impertinente de descalificar propuestas y teorías que han incidido en el

quehacer vinculado a la confrontación y a los conflictos sociales. Se trata, más bien, de centrar la

atención en un aspecto que ejerce como eje de nuestra visión: las manifestaciones concretas que adquiere la dominación y el poder que la sustenta; es necesario analizarlas y valorarlas, no solo en

el contexto global en el cual actúan las diferentes instancias como un todo. Esto traduce la posibilidad de encontrar manifestaciones de esa dominación, en diferentes ámbitos del territorio físico y social. Es allí, con los insumos que otorga esa identificación y valoración, en donde es posible la caracterización de los conflictos particulares. Inclusive, con la precisión en cuanto a su dimensión y trascendencia.

Con la reserva conceptual, en torno al significado y alcance que adquieren las citas de texto,

consideramos pertinente reseñar dos expresiones divergentes, en lo que hace referencia a la

interpretación de la dominación y del poder. Una de ellas, es de Louis Althusser, en su obra La Revolución Teórica de Marx .La otra es de Manuel Castells, en su escrito Movimientos Sociales

Urbanos. En nuestra opinión, estas expresiones, permiten inferir diferencias sustanciales, las cuales

pueden coadyuvar la precisión, en lo que respecta a la identificación de los mecanismos de

dominación y su incidencia a la hora de entender la dinámica de los procesos de confrontación al

poder, por parte de sectores concretos de los no beneficiarios del mismo. Veamos:

“..No se puede, por lo tanto, emprender un estudio marxista de las obras de juventud de Marx (y

de todos los problemas que ellas plantean) sin haber roto con las tentaciones espontáneas o

reflexivas del método analítico-teleológico que se encuentra siempre más o menos asediado por los

principios hegelianos. Para lograrlo es necesario romper con los supuestos de este método, y

aplicar a nuestro objeto los principios marxistas de una teoría de la evolución ideológica.

Estos principios son radicalmente diferentes a los principios enunciados hasta aquí. Implican:

1. Que cada ideología sea considerada como un todo real, unificado interiormente por su

problemática propia, y en tal forma que no se pueda sacar un elemento sin alterar el sentido.

2. Que el sentido de este todo, de una ideología singular (aquí el pensamiento de un individuo)

depende no de su relación con una verdad diferente a él, sino de su relación con un campo ideológico existente y con los problemas y la estructura sociales que le sirven de base y se reflejan

en él; que el sentido del desarrollo de una ideología singular depende, no de la relación de este

desarrollo con su origen o con su término considerados como su verdad, sino de la ideología

singular y las mutaciones del campo ideológico y de los problemas y relaciones sociales que la

sostienen.

3. Que el principio motor del desarrollo de una ideología singular no reside, por lo tanto, en el seno

de la ideología misma, sino fuera de ella, en el más-allá de la ideología singular: su autor como

individuo concreto y las historia efectiva que se refleja en este desarrollo individual según los lazos

complejos del individuo con esta historia...” 11

11 Althusser, Louis. La Revolución Teórica de Marx, ed. Siglo Veintiuno, séptima edición en español, 1973,

páginas 49-50

Page 16: Politica criminal, criminología y sociología

“..Este conjunto de fenómenos forma un todo. No son sucesos característicos de una civilización en

crisis. Constituyen un proceso social estructurado cuya lógica y unidad dimanan del desarrollo

progresivo de nuevas contradicciones sociales en las sociedades capitalistas. En efecto, la

concentración acelerada de los medios de producción, la constitución de trusts económicos y

financieros, de grandes organizaciones de producción y gestión de la producción, vinculadas a una

interpenetración creciente de un aparato de Estado que se convierte en omnipresente; en una

palabra, la constitución del capitalismo monopolista de Estado y su articulación en el plano mundial

tienen como efecto directo la concentración progresiva de grandes masas de población en las

regiones metropolitanas y la constitución de vastas unidades colectivas de organización de la vida

cotidiana que corresponden a esta concentración de la fuerza de trabajo. Si bien este proceso está

sólidamente implantado desde los comienzos de la industrialización capitalista, la fase actual

presenta características que le confieren una importancia particular en tanto que fuente de

contradicciones...”12

Queda claro, para nosotros, la existencia de la dominación en términos concretos. Esta se

manifiesta de manera constante y en ámbitos diferentes. Significa la cobertura, el ensanchamiento

del control; a partir de de la posesión de los medios. Pero también, a partir del desarrollo de

instrumentos que ejercen como instancias a través de las cuales se efectúa ese control. No se trata

de proponer una interpretación, a manera de invisibilidad y abstracción de esas instancias.

Tampoco entenderlas a la manera de imaginario perverso, como simple réplica del control. Son, en

esta línea de interpretación, una mixtura que evidencia, de un lado, el progreso inherente a las

relaciones sociales históricas, específicas. De otro lado, significan manifestaciones concretas de la dominación. Algo así como instancias que se presentan como intermediación, como soporte” neutral” de la misma. Así las cosas, cuando un (a) sujeto (a), individual y/o colectivo, logra trascender la afectación que

producen esas instancias de control y de poder. Cuando logra establecer las condiciones concretas

en que se produce la afectación, bien como inhibidora de su autonomía vinculada a su

interpretación de las relaciones sociales, y/o como restrictiva de las posibilidades para acceder a

condiciones de bienestar inmediato-tendencial, como expresión de una subsistencia digna. O,

simplemente, como equilibrio necesario que le permita interactuar, en el escenario condicionado

por la dominación, en mejores condiciones, sin limitaciones absolutas. Es algo así, entonces, como

una asimilación a la dominación; a partir de alcanzar atenuantes a la misma…..Cuando esto sucede,

aún con las limitaciones propias de su alcance, se configura la confrontación al poder y a la

dominación. En otras palabras: la búsqueda de alternativas, originada en el (la) sujeto (a) individual y/o colectivo, significa confrontar manifestaciones concretas del poder y de la dominación. La dimensión que adquiera, esta confrontación, estará determinada por las características mismas de las alternativas propuestas, de los objetivos señalados como perspectiva que orienta el quehacer específico de la confrontación; de las acciones implementadas .De todas maneras, cualquiera sea el objetivo, en cuanto que adquiere la condición de alternativa que la diferencia con respecto a lo establecido como normal, legal y válido, en el contexto de las relaciones de dominación impuestas; se origina una expresión que subvierte; comoquiera que define la no aceptación de esa legalidad, normalidad y validez.

4.3 De la dominación sobre las mujeres.

Hasta ahora hemos desarrollado algunos conceptos acerca de la dominación, en términos

generales. Hemos resaltado aquellos aspectos vinculados con la relación existente entre poder -

12 Castells, Manuel. Movimientos Sociales Urbanos, ed...Siglo Veintiuno, segunda edición en español, página

5

Page 17: Politica criminal, criminología y sociología

dominadores y dominados. Corresponde en este momento, habida cuenta del hilo conductor

presente en la justificación, el objetivo general y los objetivos específicos de este trabajo; precisar

algunos conceptos en términos de la dominación vista en una perspectiva de género.

Abordar una reflexión, en términos de indagar-investigar, acerca de asuntos relacionados con

género; supone la asunción de referentes que permitan establecer un hilo conductor pertinente.

Algo así como precisar las condiciones y características que adquiere, en el contexto de un proceso

determinado.

Digamos que reconocerse, implica una primera identificación del significado básico como sujeto; en

lo que este tiene de vigencia como expresión de lo humano que se concreta. Aquí, entonces, lo

femenino y lo masculino, supone una interacción originada en el “descubrimiento” de la diferencia

que, a su vez, está asociado al desarrollo de las percepciones primarias que, por esto mismo,

permiten agregados hacia la construcción de acciones y realizaciones complejas. En otras palabras,

se trata de logros individuales y colectivos denominados (...en una sumatoria lógica, mas no de

lineal) cultura.

La desagregación de roles, en escenarios de intervención y presencia de los sujetos (hombres y

mujeres), trascienden a la sola posición adjudicada por la diferenciación biológica, natural. Se

entiende como elaboraciones en nexo con ese reconocimiento de sí; como esa expresión que

trasciende a lo primario y se convierte en pauta, en códigos instaurados como necesarios, que

requieren ser acatados, sin que necesariamente, implique a la identificación o, inclusive, así

supongan una posición en contravía de la autonomía y la libertad para el desarrollo de la

individualidad.

Entonces, cada construcción cultural; pasa por la imposición de un determinado modelo, de una

determinada guía o procedimiento para consolidar el reconocimiento que invoca cada individuo (a);

en un contexto que reclama y requiere ordenar y pautar la vida; como soporte para articular, para

justificar el “equilibrio” entre quienes conviven en un espacio territorial y han heredado

procedimientos, costumbres y visiones de lo natural. Por lo tanto se entienden comunes. Se asume,

en consecuencia, que “se ha estado ahí”..., “y se está ahora”; con los condicionantes y las

imposiciones que han sido previamente desarrolladas y acumuladas, como agregados que

comprometen.

Visto así, la noción de lo social, se erige como colateral de los acumulados y agregados culturales

compartidos (...Impuestos) y que ejercen como condicionantes; para hombres y mujeres en

escenarios territoriales y geográficos determinados. Inclusive, la misma noción de geografía,

territorio y espacio, está relacionada con las identificaciones previamente establecidas y

transmitidas.

Ahora bien, en el entendido moderno, se habla de civilización, cuando se quiere referenciar al

desarrollo de los seres humanos, precisamente con esas identificaciones, esos códigos, esas

herencias, como modelos y como pautas. Esto explica, entre otras razones, la existencia de

disciplinas y profesiones que investigan y analizan los momentos y periodos que ha precedido al

presente y, a partir de ahì, localizan bien sea estereotipos y/o expresiones valoradas como

“prueba”, cuando se trata de identificar aspectos específicos o líneas de comportamiento.

Para el caso que nos ocupa, hablar de género, como condicionante; como insumo que permite

entender la diferenciación biológica y que, al mismo tiempo, permite efectuar el seguimiento y

análisis de las elaboraciones culturales, las pautas y los códigos construidos, a partir del desarrollo

y agregados culturales. No es algo diferente a introducir esa variable subjetiva que nos permitan

entender las implicaciones; como quiera que (...ya lo dijimos arriba) las restricciones a que conlleva

Page 18: Politica criminal, criminología y sociología

cualquier modelo impuesto como válido y necesario para permitir los “equilibrios” entre la

individualidad y un colectivo (...O sociedad); están dadas por la inherente pérdida de la libertad, de

la autonomía absoluta de cada sujeto(a).

Podría decirse, entonces, que el género (como variable que se precisa y se hace visible en el

desarrollo cultural), convoca a entender dinámicas y lógicas adicionales, como expresiones

diferenciadas que permiten reconocerse e identificarse a los (as) sujetos (a), como portadores

(as), bien sea de restricciones adicionales o de derechos conferidos por las normativas y los códigos

culturales asumidos como válidos.

Así las cosas, nuestro punto de comienzo, supone la preexistencia de valores (...como concreciones

de lo cultural) que permiten e inhiben. Es lo siguiente: asumimos como vigentes (...sin que

implique aceptarlos) referentes que permiten una línea de interpretación primaria, en cuanto a la

diferenciación biológica entre hombres y mujeres, en la cual se erige como insumo condicionante la

“necesaria” coacción, la necesaria implementación de códigos que establecen un nexo lógico,

explicable, justo; entre esa diferenciación biológica-natural y las restricciones hacia las mujeres;

como una figura que, simplemente, expresa una interpretación de algo preestablecido. Una figura

que invoca la división de roles, en donde los (as) sujetos (as) deben reconocerse en relación con la

jerarquización de los mismos y, en donde, lo masculino emerge y se impone en condición de

superioridad.

Este punto de comienzo supone, asimismo, entender la dinámica histórica; como elaboración que

conlleva a precisar, analizar y validar momentos y períodos; en un contexto en el cual el

significante subjetivo puede o no ser cuestionado. Pero, de todas maneras, debe ser interpretado

como inherente a ese momento, a ese período determinado. Es como la asunción de una lectura y

una didáctica en donde se puede “explicar” lo cotidiano del pasado, con arreglo a los acumulados

culturales...o, lo que es lo mismo, al estado de desarrollo de la civilización en su momento.

Inclusive, a manera de ejemplo, pueden aparecer con posterioridad, expresiones en las cua les se

presentan “excusas” a nombre de los beneficiarios de determinados acumulados culturales(..como

los religiosos) por el hecho de haber permitido, desde la misma lógica inherente a esos agregados,

exterminios de aquellos y aquellas que ejercieron como contradictores, al margen del grado de

ruptura propuesto y desarrollado por estos (as). El caso patético de las Cruzadas Cristianas y de los

Tribunales de Inquisición. Y el “arrepentimiento” de la Jerarquía Católica, con el liderazgo de Juan

Pablo II; simplemente es una muestra de ello.

5 De la familia y el dominio sobre las mujeres.

De lo que hemos dicho, hasta ahora, acerca de las condiciones en las que se presenta la

dominación, queda clara la existencia de la connotación específica que esta adquiere tratándose

de la dominación en una perspectiva de género. Esta connotación pasa por entender una situación

de doble dominación; en la medida en que se configura la subyugación. Es decir, las mujeres, son

situadas en posición de desventaja, aún en el contexto general del dominio ejercido por los

detentadores del poder (a través de diferentes mecanismos de imposición) sobre quienes no son

beneficiarios del mismo.

Ahora bien, uno de los instrumentos constitutivos de poder tiene que ver con la familia. En esta

figura se ha centrado, por mucho tiempo, el ejercicio coercitivo. En particular sobre la mujeres. No

solo por lo que la familia tiene de organización colectiva que reproduce los mecanismos de control;

sino también por el concepto que la soporta; al menos en la forma en que se ha desarrollado y

como ha sido reivindicada culturalmente. Al respecto, consideramos pertinente citar la siguiente

reflexión, contenida en el texto: Honor, familia y Sociedad en la estructura patriarcal. El Caso de Santander. Veamos:

Page 19: Politica criminal, criminología y sociología

“Consideramos que la familia con su conjunto de valores y estructuras es suma integrada de

influjos y presiones que emanan del todo institucional y de la cultura. El patriarcalismo

santandereano que analizamos, es además resultante de contenidos provenientes de legados

pretéritos polimorfos, plasmados dentro de circunstancias ambientales nuestras y cuyo contenido

se va amoldando al devenir histórico. Las estructuras domésticas que se recibieron de la Península

y las posibles sumas indias o negras, sufren en la dinámica histórica un proceso de endo y

transculturación y de adecuación permanente a sucesivos influjos. Por esta razón, las

características actuales de la familia patriarcal santandereana aunque muestran rezagos de sus

formas clásicas, incrustados en algunas regiones y estratos sociales, han sufrido a la fecha hondos

procesos de cambio.

Así la familia patriarcal es entonces resultante de un ambiente social creado por el total

institucional, Economía, Religión, Socialización, Poder Político, Ley, etc., y por un cerco cultural. Las

estructuras institucionales no sólo actúan dentro de sí mismas como entidades, sino que se

proyectan unas sobre otras definiendo adaptaciones en las demás, dentro de un flujo

retroalimentado permanente. La familia trata de adecuarse a los mencionados influjos

institucionales y como respuesta adaptiva a sus presiones, se transforma, con lo cual promueve en

las demás, nuevas adecuaciones que se suceden en forma interactuante permanente y recíproca.

Por ejemplo, el paso de los asentamientos demográficos del campo a la ciudad y de la economía

ruro-agraria a la urbana industrial y de servicios, adecuó en parte, la familia corporada o bilateral

extensa a estructuras nuclearizadas y tipologías de conformación diferentes a las tradicionales, en

los sectores sociales medios y altos. Las demás instituciones también sintieron esta presión

dinámica y se transformaron…”13

Así, entonces, la familia adquiere una connotación en términos de poder; como estructura

organizada que, si bien es cierto se ha ido modificando en el contexto de las transformaciones

sociales, culturales y políticas; no es menos cierto que ha mantenido su fundamento como

escenario en el cual se reproduce ese sistema básico de control que permite la asignación y

reasignación de roles, siempre centrados en una figura asimilada a la noción de poder.

En lo que concierne a las mujeres, como decíamos arriba, la familia ha constituido un instrumento a

través del cual se profundizan y consolidan las condiciones de dominación. No solo en lo que tiene

que ver con la discriminación en lo que hace referencia a la distribución de roles; sino también en

lo relacionado con el significado que adquiere su imaginario de libertad y de realización como

sujeto. Es lo siguiente: para las mujeres, en la estructura familiar, las posibilidades de asumir su

autonomía, está condicionado por la jerarquización establecida a su interior. Siendo así, en

consecuencia, no hay lugar para una ruptura del esquema vinculado con el acumulado cultural que

soporta a la sociedad en su conjunto. Este acumulado cultural, a su vez, está profundamente

influenciado (e inclusive en muchas sociedades regido y orientado) por las enseñanzas y tradiciones

religiosas que sitúan a la mujer como sujeto pasivo, cuando no como sujeto con una carga

asimilada a la culpabilidad o al pecado.

Como quiera que el concepto formal y tradicional de familia, adquiera matices en lo que respecta a

su entendido y aplicación en los grupos sociales específicos; podemos hablar entonces de una

diversificación en cuanto a lo que se conoce, en la perspectiva de los estudios sociológicos y

antropológicos, como tipologías. Sin embargo esto no supone una modificación sustancial en

cuanto al significado que la familia tiene para las mujeres. Porque, aún con las variables inherentes

a estas tipologías, se mantiene la opción de discriminación como insumo básico. Veamos, en este

sentido, una descripción contenida en una compilación denominada Mujer y familia en Colombia.

13 Gutiérrez de P., Virginia. Vila de P., Patricia. “Honor, Familia y Sociedad en la estructura patriarcal. El

caso de Santander. Ed. Universidad Nacional de Colombia, 1ª. Reimpresión, 1992, página 29.

Page 20: Politica criminal, criminología y sociología

“..3. Para alcanzar los objetivos de la investigación se hizo primero un estudio histórico-jurídico que

recogía un material básico para comprender la evolución y la dinámica de la familia de hecho en

Colombia y en otros países que irradian su influencia sobre el nuestro. En lo antropológico, el

trabajo se fundamentó en los estudios de Virginia Gutiérrez de Pineda, que muestran cómo la

familia de hecho en Colombia nace del contacto físico y cultural entre americanos e hispanos y

cuáles fueron las características del proceso aculturativo que llevó a la imposición del patrón

familiar hispano, el cual no ha exhibido la misma dinámica a nivel nacional en los diferentes

períodos históricos, ni las mismas tendencias a nivel regional-cultural. Estos trabajos muestran

también cómo desde la Independencia hasta los comienzos de la década del 50, el país se

encontraba etnográficamente dividido en regiones, con asentamientos demográficos sui-géneris

que fueron conformando modos de vida propios, culturas localistas y estructuras institucionales y

familiares locales propiciadas por el aislamiento – por carencia o escasez de medios de

comunicación- y el tipo de economía característico de cada época. Surgen entonces los llamados

‘complejos culturales’ dentro de los cuales la Dra. Pineda tipifica las moda lidades familiares y

explica las tendencias que en cada uno acusa la familia de hecho y la familia legal...”14

Ahora bien, desde el punto de vista de la confrontación a los patrones y modelos impuestos, no

puede asumirse una visión en la cual predomine su absolutización en lo que respecta a su

acatamiento y a la permanencia sin rupturas. Esto, a pesar de las dificultades y limitaciones

originadas en esos mismos patrones y modelos. Ante todo para las mujeres, por las

consideraciones expuestas antes. Esto debe ser entendido así: cualquier sujeto, individual o

colectivo, ante la coerción y la dominación, tiende a construir imaginarios en los cuales aparece una

determinada opción de ruptura que reivindica una actitud y tránsito hacia el quiebre de esas

condiciones de dominación.

En el caso que nos ocupa, las mujeres han ido tejiendo ese tipo de opciones; a pesar de todas las

cargas culturales que las han sometido y ubicado en condiciones de inferioridad. Es algo así como

entender la presencia de una dinámica social e individual, en donde se reivindica el derecho a una

vida autónoma. Se configuran, por lo mismo, actitudes que subvierten el soporte de esos modelos

culturales y sociales. Al mismo tiempo, ese tipo de actitudes individuales y colectivas, originan

rupturas que conducen a la modificación de esos modelos, incluida la noción misma de familia. Sin

embargo, esa tendencia, adquiere un avance relativo global; sin que pueda ser entendida como el

logro de condiciones de libertad, respeto y reconocimiento plenos. En esto, también, se presentan

diferenciaciones; dependiendo de determinados contextos sociales específicos. Retomemos, al

respecto, el trabajo realizado por la doctora Ligia Echeverry.

“..Analizando los datos de la muestra, encontramos que a nivel nacional, hay mayor proporción de

unión libre entre los grupos de personas menores de 37 años, pero mayor proporción de unión

concubinaria entre los adultos mayores de 37 años. Según modalidades, en el área rural predomina

la unión libre sucesiva sobre la estable, mientras en el área urbana es mayor el concubinato simple

que el doble. No obstante, la unión libre muestra ahora una proporción mayor en las áreas urbanas

que en las rurales a diferencia de lo que ocurría en los años 50, cuando el fenómeno era el

contrario; pero también es en las grandes ciudades donde el concubinato alcanza mayores cifras.

Otra diferencia importante radica en las características de esta nueva modalidad. Tradicionalmente

en Colombia los hombres tenían, además de su esposa legítima, una o varias concubinas con

quienes mantenían relaciones generalmente encubiertas. Hoy, de acuerdo con los datos obtenidos,

son las mujeres quienes rechazan esta modalidad y rompen el matrimonio dejando en libertad al

14 Echeverri de F., Ligia. “La familia de hecho en Colombia: una metodología para su estudio”, página 67.

Texto contenido en: “Mujer y Familia en Colombia”, compilado por Elssy Bonilla C. Ed. Plaza & Janes.

Primera edición, mayo 1985.

Page 21: Politica criminal, criminología y sociología

hombre para convivir abiertamente con la concubina, pero adoptando ella también esta conducta

familiar...”15

Con todo lo expuesto y, en coincidencia con el objeto de nuestro trabajo, nos corresponde, en lo

que sigue, desarrollar algunos conceptos a manera de precisiones teóricas y prácticas.

6. Aspectos básicos del sometimiento de las mujeres en Colombia.

El hecho de haber transitado, como hasta ahora, por algunos conceptos relacionados con la

interpretación histórica y teórica acerca de las condiciones discriminación y sometimiento de las

mujeres y su nexo con los modelos culturales prevalecientes; así como también con la noción de

familia. Nos obliga, ahora, a realizar seguimiento e interpretación de esas condiciones en el

contexto de la realidad presente en nuestro país. Para esto, consideramos pertinente avanzar en

algunas precisiones en lo que tiene que ver con los avances normativos en términos de protección

a las mujeres y la cotejación de estos avances con las expresiones concretas de hechos y acciones

que condicionan su libertad. Y, lo que es más preocupante, la violencia hacia las mujeres, como

una de las manifestaciones específicas de lo que se conoce, en general, como violencia

intrafamiliar. Todo lo anterior, en la perspectiva de concretar los aspectos fundamentales

inherentes a este trabajo de investigación y las alternativas que sea posible plantear.

6.1 Algunas acotaciones referenciales, el escenario normativo actual y criminología

Ya habíamos señalado, en la justificación y en la descripción del problema, un insumo normativo

básico en relación con el soporte normativo que reivindica el reconocimiento, la libertad y la

protección de las mujeres, de los niños y las niñas; así como también en lo que respecta a una

interpretación democrática de la noción de familia y su adecuación a las condiciones actuales.

El precepto Constitucional está construido con arreglo a un ordenamiento lógico, tanto jurídico-

pragmático; como conceptual. Esto traduce lo siguiente: el artículo 2 de la Constitución Política

(Título 1 De los principios fundamentales), define en su inciso segundo: “..Las autoridades de la

República están instituidas para proteger a todas las personas residentes en Colombia, en su vida,

honra, bienes, creencias y de más derechos y libertades, y para asegurar el cumplimiento de los

deberes sociales del Estado y de los particulares…”16

Asimismo, en su artículo 13 (Título II, De los derechos, las garantías y deberes) define: “..Todas las

personas nacen libres e iguales ante la ley, recibirán la misma protección y trato de las autoridades

y gozarán de los mismos derechos, libertades y oportunidades sin ninguna discriminación por

razones de sexo, raza, origen nacional o familiar, lengua, religión, opinión política o filosófica.

El Estado promoverá las condiciones para que la igualdad sea real y efectiva y adoptará medidas a

favor de grupos discriminados o marginados...”17

Y, como concreción lógica, en el artículo 43 (Título II, Capítulo 2, De los derechos sociales, económicos y culturales), hace referencia a los derechos específicos de las mujeres, así: “...La

mujer y el hombre tienen iguales derechos y oportunidades. La mujer no podrá ser sometida a

ninguna clase de discriminación. Durante el embarazo y después del parto gozará de especial

asistencia y protección del Estado, y recibirá de éste subsidio alimentario si entones estuviere

desempleada o desamparada.

15 Echeverry de F., Ligia, Ibid, pp.77-78Marzo 14/06 16 Constitución Política de Colombia, publicada por la Escuela Superior de Administración Pública, tercera

edición, 1992, página3. 17 Constitución Política de Colombia, publicación ibídem, página 5

Page 22: Politica criminal, criminología y sociología

El Estado apoyará de manera especial a la mujer cabeza de familia...”18

Ahora bien, consideramos que estos mandatos Constitucionales han sido desarrollados y

reglamentados. No sólo, mediante decretos expedidos por el ejecutivo; sino también mediante

leyes específicas expedidas por el Congreso de la República. En este sentido, destacamos la Ley

599 de 2000, la Ley 581 de 2000 (Ley de Cuotas) y la Ley 882 de 2004. También algunos acuerdos

del Consejo en el Distrito Capital, entre ellos el Acuerdo No. De .

Es conveniente, ahora, rastrear los orígenes y desarrollos de la legislación colombiana en torno a

los derechos de las mujeres y los (as) niños (as), en el contexto de la noción de familia. Para

hacerlo, es pertinente remitirnos al texto del profesor Eduardo Umaña Luna Estado y Familia.

Para empezar, citaremos algunos apartes en lo que concierne a la relación entre el Código Civil y la

instauración de normativas constitucionales. Veamos:

“..i). La Constitución de Rionegro: En 1863 se consagró la libertad de profesar cualquier religión.

Algunas leyes reglamentaron el mandato citado. Por ejemplo:

1. Ley 11 de la Convención: Ordenó que el clero prestara juramento de sometimiento a las

autoridades civiles; no podían ejercer cargos públicos; extinguió las comunidades existentes y se

prohibió su establecimiento al futuro.

2. Ley 34 de 1863: En su artículo 12 agregó a lo antes citado: no será admitido en el país agente

de la Curia Romana, sea cual fuere el título que se le dé o la misión que traiga a él. Tampoco serán

admitidos en el país, para el efecto de ejercer funciones religiosas, los Arzobispos, Obispos, Vicarios

generales que no se naturales de los Estados Unidos de Colombia.

Todo lo anterior y otras muchas cuestiones complementarias dieron lugar a profundas pugnas,

divisiones y odios que, al lado de los acaeceres políticos, coadyuvaron al fanatismo de las guerras

civiles…”19

Más adelante, en desarrollo de la anterior exposición, el profesor Eduardo Umaña Luna, presenta:

“1.1.2 El Código Civil (Napoleón – Bello). Tengo a mi examen una pulcra edición del Código Civil. En el estilo literario que hizo que Henri

Beyle Stendhal, el gran escritor francés, estimará que para dominar una prosa concisa, elegante y

exacta, debería leerse – como él lo hizo – un artículo diario de la obra maestra de la burguesía en

la versión original del Código de Napoleón (1804).

Son 2.684 artículos, con numerosas modificaciones accesorias pero que no desvirtúan el verdadero

origen de tan extensa y variada legislación civil.

Esta amplia y discriminada disposición contrasta con la ausencia de toda normatividad

constitucional para la relación Estado – Familia.

18 Ibid, página 14 19 Umaña L., Eduardo. “Estado – Familia”, publicado por la Facultad de Derecho, Ciencias Políticas y

Sociales de la Universidad Nacional de Colombia. Segunda edición, 1997, pp. 58-59

Page 23: Politica criminal, criminología y sociología

La Constitución de 1991, en verdad –como se ha anotado- creó la relación Estado-Familia:

Primando el Derecho Público, (Es lógico que, en cuanto no se oponga a los mandatos constitucionales, continuará rigiendo el Código Civil y sus variadas formas). ¿Dónde se encuentra la raíz filosófica y política del Código Civil (traducción del Código de Napoleón,

en la interpretación escolástica de Andrés Bello)?.

En la Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano- base de la triunfante Revolución

Francesa (1789) que, tan permanente y profundamente, ha influido en la estructura político-jurídica

de Colombia (desde 1810 y hasta la fecha). Sólo en 1991, con la introducción constitucional del

contenido de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, la nación da un cambio profundo,

sobre el nuevo régimen de familia, con todas sus consecuencias para buscar la familia

integrada…”20 Estamos pues ante una opción, en nuestra opinión válida, de una interpretación del itinerario que

ha seguido la evolución de la legislación colombiana en torno a la noción de familia y,

colateralmente, de su incidencia en los derechos de las mujeres, los niños y las niñas.

Es algo así como entender una dinámica a partir de la cual se ha ido tejiendo y construyendo la

posibilidad efectiva de la intervención estatal; por la vía de una confrontación profunda entre

opciones políticas y religiosas; a partir de la inserción de conceptos jurídicos provenientes de la

legislación de algunos países europeos, particularmente del derecho romano y el francés posterior a

la Revolución Francesa. Esto implica, entre otras cosas, la asunción de puntos de quiebre y/o

ruptura con la tradición vigente en América Latina (particularmente en Hispanoamérica) en lo que

respecta a la los condicionantes religiosos y políticos impuestos por los españoles.

Al respecto, veamos lo que dice el profesor Umaña Luna en el texto referido y citando, a su vez, al

profesor Sandro Schipani:

“..El Profesor Sandro Schipani en referencia al Código Civil, expone:

‘A. En el momento histórico es que la codificación del derecho expresó la voluntad de consolidar la

independencia, como una forma de expresión del principio romano de suis ligibus uti, el Código

Civil de Andrés Bello contribuyó de modo determinante a realizar la definitiva e irreversible

transfusión (Empleó la categoría propuesta para la Argentina por A.D. faz Bialet) del derecho

romano (sobre todo en su tradición ibérica, pero con una apertura a la totalidad del derecho común

europeo) en América Latina, determinando en ella un nuevo centro de elaboración autónomo, del

derecho romano. Ese código es un código que creo poder calificar como de la transfusión del derecho romano y de la independencia´…”21

Para terminar, en lo que concierne a esta breve reseña histórica, consideramos conveniente acotar

lo relacionado con la Constitución Política de 1886; en lo que tiene que ver con los referentes

jurídicos, políticos y religiosos al momento de definir una opción de interpretación y desarrollo del

concepto de familia y el rol del Estado.

Siguiendo con el texto del profesor Eduardo Umaña Luna, encontramos:

“..1.1.3 La Constitución de 1886 y los Concordatos de 1887 y de 1973 En la incidencia sobre el régimen de la familia ¿qué dispuso realmente la Constitución de 1886?

20 Ibid, página 59. 21 Ibid, página 62

Page 24: Politica criminal, criminología y sociología

Dos aspectos básicos:

1. Preámbulo: ´En nombre de Dios, fuente de toda autoridad…´

2. Título IV ´De las relaciones entre la Iglesia y el Estado. ´

´Sumario: Derechos generales de la Iglesia. Incompatibilidad de funciones eclesiásticas y civiles.

Exenciones. Autorizaciones al Gobierno para celebrar convenios con la Santa Sede´

El 21 de octubre de 1888 se promulgó la Ley 35, que aprobó el Concordato de 1887 que, en lo

fundamental, ordenó:

Se reconoció a la Iglesia, potestad de independencia de la potestad civil (artículo 2º. ); se reconoció a la Iglesia Personería Jurídica (art. 4º ); se le reconoció a la iglesia el derecho a adquirir bienes, (art. 5º ); se eximió del pago de gravámenes a las iglesias, csas cura les y seminarios, (Art. 6º ); se le concedió el derecho de fundar comunidades religiosas sin limitación alguna (Art. 10º ); se le autorizó la inspección de la enseñanza de todos los niveles y la revisión de los textos, (Art. 13º ); se le confirmó la capacidad de vetar a los profesores en los casos que lo considerara pertinente, (Art. 14º ); a la jurisdicción eclesiástica se le atribuyó la competencia exclusiva de los juicios de nulidad de matrimonio y separación de bienes, (Art.19º ); y el Estado se obligó a pagar del presupuesto nacional cuantiosas asignaciones (Arts.22,23,25,26, etc.)..”22 Nota: el profesor

Umaña Luna, cita en este aparte de su texto al escrito realizado por Carlos Neissa (Clero y Cultura),

publicado en Bogotá en 1996.

En el mismo texto que hemos venido siguiendo, el profesor Eduardo Umaña Luna, hace referencia

al hecho siguiente: En el Plebiscito realizado en 1957, se incluyeron los conceptos básicos antes

citados. De tal manera que estos quedaron consignados como parte constitutiva de la aprobación

efectuada por los ciudadanos y, con las limitaciones propias en virtud a que había sido de muy

reciente aprobación el derecho al voto de las mujeres, las ciudadanas que concurrieron a votar este

Plebiscito.

Queda claro, entonces, que sólo mediante la Constitución Política de 1991, se inaugura un

verdadero tránsito hacia un nuevo concepto de familia, y hacia los derechos de las mujeres, los

niños y las niñas; así como también a un rol del Estado en el que éste no está (..si se cumple el

mandato constitucional) influenciado por la Iglesia Católica, ni orientado por sus conceptos y

valores relacionados con la familia.

7. El Escenario actual, .la intervención institucional y Política Criminal

En la intención de alcanzar una visión integral de la situación en que se encuentran las mujeres, los

niños y las niñas; es conveniente presentar algunos elementos que nos permitan precisar el

contexto internacional. De tal manera será posible referenciar aspectos conducentes a esclarecer lo

que podríamos señalar como la universalización de un conflicto que convoca al análisis y a entender

su complejidad. Trataré, a partir del análisis del Proceso en con del señor Joseph K.

22 Ibid, página 64

Page 25: Politica criminal, criminología y sociología

7. 1 El contexto. Considero necesario proponer una línea de interpretación. En términos de la teoría acerca de lo

jurídico. Particularmente en lo que hace referencia a su soporte conceptual. En razón de la

complejidad inherente al texto escrito por Franz Kafka. Ahí, se presentan diversos aspectos

relacionados con la condición humana. Un escenario en donde confluyen su situación personal,

como quiera que la obra la empezó a escribir en 1914, en momentos en los cuales se cernía sobre

Europa la posibilidad efectiva de la Primera Guerra Mundial.

Pero, también, en razón a su formación jurídica. Ya, en 1906 se había doctorado en derecho.

Asimismo, su compleja personalidad, remite a auscultar el sentido que adquieren sus escritos.

Ahora bien, como quiera que este escrito se sitúe en la opción de aislar de la totalidad de la obra,

su aspecto vinculado con la teoría jurídica; es apenas obvio un grado de dificultad. Por lo mismo

que lo kafkiano, se entiende como una construcción literaria que refleja lo humano, no como simple

sumatoria de opciones de vida, sino que esas opciones de vida se reflejan de manera tal que

adquieren un perfil, a veces absurdo. Pero, de todas maneras, enfatizando sobre un lenguaje que

traduce que puede ser interpretado a partir de las herramientas que brinda la semiología, en lo que

esta tiene de posibilidad para entender mensajes, a partir de un contenido como el kafkiano.

Por esto mismo, aislar lo jurídico en “El proceso”, es tan difícil como aislar lo psíquico en el contexto

de “La metamorfosis”. A lo que remito, entonces, es a establecer un punto de comienzo, a partir

del significado que adquiere la teoría del derecho, como derivación de la noción de poder y de

sujeción a unos determinados principios filosóficos.

“…En su Sociología de la religión, Max Weber, expone la estrecha relación que existió en el antiguo Israel entre el sacerdote y este Dios legislador. En realidad, la fe se ha alimentado de esta posición del sacerdote como intérprete de la ley. Con menos frecuencia se ha observado cuán extraordinariamente poderosa ha sido la influencia de estos conceptos religiosos sobre el concepto occidental del derecho, y en cuán gran medida siguen

conformándolo...”23

Lo del señor K, convoca a una reflexión de largo aliento. Ya había dicho arriba que toda

interpretación está vinculada con su compleja personalidad. Además, desde una perspectiva

totalizadora, podríamos decir que Kafka, utilizó en “El Proceso”, un acumulado de conocimientos y

de análisis acerca del comportamiento humano y de su propio quehacer como sujeto.

En suma, propongo una expresión teórica y conceptual así: Lo jurídico, constituye un logro

instrumental, en el proceso de desarrollo de la humanidad. Un logro, derivado de la noción de

sociedad. Ya, en los rituales relacionados con el poder; en los cuales se define un tipo de

subyugación del sujeto individual.

Este tipo de alusión, efectuada por Hesíodo, en el sentido de que los humanos dependemos de la

voluntad de los dioses y de que somos sujetos condicionados por sus designios; está presente en

otras opciones vinculadas con la necesidad de trascendernos y de encontrar referentes de

moralidad, justicia y de temor ante las circunstancias que nos rodean y que pueden incitarnos a

realizar acciones en contra de la prolongación de la vida, reflejada en los humanos. Tal es el caso

de la opción Cristiana Católica, la cual no comparto. Para precisar mi construcción lógico-conceptual

relacionada con este texto; cito la palabra de Dios en el Génesis.

23C.J., Friedrich, “La filosofía del derecho”. Colección Fondo de Cultura Económica, páginas 21-22

Page 26: Politica criminal, criminología y sociología

“…Vuelto a la mujer le dijo: ‘Multiplicaré los trabajos de tus preñeces. Con todo dolor parirás tus

hijos y, no obstante, tu deseo te arrastrará hacia tu marido, que te dominará ‘.

Al hombre le dijo: ‘Porque has seguido la voz de tu mujer y porque has comido del árbol del que te

había prohibido comer, maldita se la tierra por tu culpa. Con trabajo sacarás de ella tu alimento

todo el tiempo de tu vida. Ella te dará espinas y cardos y comerás la hierba de los campos. Con el

sudor de tu frente comerás el pan hasta que vuelvas a la tierra, pues de ella fuiste tomado, ya que

polvo eres y en polvo te has de convertir…”24

Las coincidencias en los textos, nos remiten a entender una dinámica interior que convoca a los

humanos a relativizar su presencia y su existencia física en la Tierra. En el caso particular de lo

expuesto por Hesíodo, estas coincidencias conducen a precisar la razón de ser de su indagación, de

su búsqueda. Con las limitaciones y diferencias propias de la diferenciación en las opciones; es

posible establecer nexos, más allá del origen y expresión de esas opciones.

De lo que se trata, en consecuencia, es de precisar en esas coincidencias la tipificación de un hilo

conductor en el camino hacia esa necesidad de trascenderse y de referirse a una divinidad, por

fuera de la existencia física y, a partir de allí, construir un escenario de integralidad que domine y

oriente nuestro comportamiento individual y social.

Queda claro, entonces, en mi opinión, una línea de interpretación que refiere a la angustia que ha

recorrido a la humanidad. Su presencia en la Tierra, ha estado cruzada por vicisitudes asociadas a

su sentimiento de culpa. Culpa originada en la incapacidad de percibir los alcances de sus acciones

en relación con la divinidad. Con un ser supremo que lo trasciende. Pero que, al mismo tiempo,

puede ser su guía en el camino hacia la superación de esa angustia.

Otro de los retos asumidos por Hesíodo, en esta obra, está relacionado con la interpretación de la

diferenciación entre los hombres. Esto, en la perspectiva de entender y construir una opción para

identificar el origen de la diversidad. Aquí, también, se pueden identificar coincidencias; si se mira

desde la visión inherente (en el caso de mi opción religiosa) a lo sucedido a partir de Babel.

Porque, siendo como es la humanidad heterogénea. Diversa en sus expresiones físicas y, si se

quiere por extensión, en sus motivaciones y opciones cotidianas. Se hace necesario encontrar una

explicación en cuanto al origen de esa diferenciación. Ya no es la búsqueda, en términos del origen

y la explicación que permita trascender y superar la soledad y la angustia. Ahora se trata de

interpretar la dinámica en que transcurre el quehacer humano; en un escenario que incluye la

diversidad. Entender esto supone remitirse al origen de la misma.

Si bien, en la misma perspectiva básica vinculada con el nexo entre los humanos y el ser o los seres

trascendentes; incluyendo ya la connotación que adquiere la tipificación de diversidad como

diferenciación racial. Y aquí entra a desempeñar un rol especial, aspectos como si esa diversidad

involucra a la existencia de una división entre los seres humanos. En términos de seres mejor

dotados y seres menos dotados.

Es toda una construcción lineal, pero contradictoria; al menos en términos del sentido que adquiere

el tránsito de cada raza por la Tierra. Es ahí, en mi opinión, en donde reside la fuerza del relato de

Hesíodo, al momento de sustentar su visión de integralidad en el quehacer de la humanidad y de

su relación con los dioses.

Es la explicación de los avatares en que se ha encontrado la humanidad; desde el momento mismo

de su presencia física en la Tierra. En la obra, entonces, Hesíodo, traza un camino tortuoso. La

esperanza está situada en la expectativa de cierta forma de redención o de reconciliación. Entre la

humanidad misma y entre esta con los dioses.

24La Santa Biblia, Ediciones Paulinas, diciembre 12 de 1984, Génesis 3, 10; página 12.

Page 27: Politica criminal, criminología y sociología

7.2. Teoría del Derecho. Aproximación Axiológica, la Hermenéutica Jurídica y la Criminalística 7.2.1 Lógica y Acervo Doctrinario

Nota. Para entender acerca de este numeral y su justificación teórica; he tomado el ejemplo de la interpretación jurídico del proceso de Joseph K.

La situación del señor K., desde una perspectiva de los derechos inalienables de un sujeto ante la

justicia; tiene que cotejarse con respecto a un determinado referente. Esto supone la existencia de

un hilo conductor no universal. Porque, en el caso de las construcciones jurídicas y constitucionales,

los códigos y reglamentaciones se erigen como atados a conceptos diversos.

Pero, de todas maneras, la promulgación de los Derechos Humanos, constituye un esfuerzo por

alcanzar una textura universal que debe ser acogida por los diferentes regímenes;

independientemente de las particularidades instrumentales asumidas para la aplicación de justicia.

En este caso, mi referente puede ser la Constitución Política que nos rige y las reglamentaciones

subsidiarias, como el Código Penal y el Código de Procedimiento Penal en nuestro país .

Siendo así, entonces, en comparación con lo establecido en el artículo 29 de nuestra Constitución,

al señor K., se le vulneraron sus derechos, en lo que hace referencia a la presunción de inocencia,

de instrucción, de la precisión del o los delitos que se le imputan; de la carga de la prueba y del

derecho a la defensa. Pretendiendo lograr una precisión, en términos comparativos, transcribo, en

su totalidad el artículo 29.

“El debido proceso se aplicará a toda clase de actuaciones judiciales y administrativas. Nadie podrá ser juzgado sino conforme a leyes preexistentes al acto que se le imputa, ante juez o tribunal competente y con observancia de la plenitud de las formas propias de cada juicio. En materia penal, le ley permisiva, aun cuando sea posterior, se aplicará de preferencia a la

restrictiva o desfavorable. Toda persona se presume inocente mientras no se le haya declarado judicialmente culpable. Quien sea sindicado tiene derecho a la defensa y a la asistencia de un abogado escogido por él, o de oficio, durante la investigación y el juzgamiento; a un debido proceso público sin dilaciones injustificadas; a presentar pruebas y a controvertir las que se alleguen en su contra; a impugnar la sentencia condenatoria, y a no ser juzgado dos veces por el mismo hecho.

Es nula, de pleno derecho, la prueba obtenida con violación al debido proceso…”25

Como quiera que al señor K., se encuentre, de súbito, con un procedimiento en el cual los agentes

de la justicia lo someten a una especie de indagación preliminar, en circunstancias que le invaden

su domicilio y su privacidad; se produce en él un estupor asociado al desconocimiento del porqué e l

procedimiento. Así queda planteado desde el capítulo primero:” K., es detenido. Conversación con

la señora Grubach y con la señora Burstner”.26

Desde ese primer momento se ve inmerso en una situación que no comprende. Algo que será lugar

común durante todas las gestiones inherentes a ese hecho inicial. Porque, en el transcurso del

25Constitución Política de Colombia. Edición Escuela Superior de Administración Pública. Tercera Edición,

1992. Página 9. 26“El proceso”, Pentágono editores, Bogotá D.C., sin fecha, página 7

Page 28: Politica criminal, criminología y sociología

tiempo y en relación con el mismo, nunca pudo entender. Para el señor K., todo se desenvuelve de

tal manera que le es incoherente. Nunca supo de la tipificación de la acusación en su contra. Como

un ovillo imposible de desatar. Sus preguntas y sus averiguaciones quedaban ancladas en el

desconocimiento. Porque la imagen de la justicia era algo así como la abstracción absoluta. No veía

con claridad los recursos del sistema. Lo judicial era, así expresado, una figura imposible de

descifrar.

El principio de la ilustración y del tipo de incoación vinculados con su caso, lo lleva a cierta

desesperación e incredulidad. Él no tiene (y no tiene por qué tenerla)una noción precisa de las

circunstancia que rodean su caso. Al menos desde el punto de vista de la aplicación de las normas.

Una desolación que transmite incomprensión. Un no saber que sucede. Una manera de verse a

merced de un aparato abstracto, oculto, casi irreal. Su ir y venir no es otra cosa que asumir la

posición de un desesperado que indaga, pero que no encuentra respuesta.

Todo, en la situación de K., nos conduce a un universo de hechos inverosímiles. Es la justicia

expresada en un blanco y negro que no se corresponde con los cánones de un poder que debe ser

transparente. El acusado sigue siendo un sujeto no interviniente. Ante todo, porque su discurrir por

los escenarios de éste poder, constituye un devenir cada vez más incomprensible.

He considerado pertinente un recorrido por este tema. Ante todo por el significado que tiene en

términos de búsqueda de la verdad; como proceso constante. Al mismo tiempo, la vida nos

convoca siempre a reivindicar la calidad de vida, asociada a profundizar en el conocimiento.

Preciso mi expresión, en concordancia con el espíritu de cuerpo como sociedad integrada por

hombres y mujeres con unas opciones de vida diferenciadas. En donde la heterogeneidad permite

expresiones y realizaciones diversas. Pero, asimismo, tenemos referentes que nos hacen partícipes

de ideales comunes. Por lo tanto somos parte del proceso compromete a la humanidad en su

conjunto y a nosotros y nosotras en particular. Aceptar ese reto, requiere de conocimientos que

nos permitan identificar, a cada paso, los compromisos y la prioridades.

7.4 La lógica, como instrumento Jurídico

La lógica puede ser entendida como el método que nos permite abordar el análisis de uno o varios

postulados. Siendo así, entonces, es posible hablar de un procedimiento fundamentado en la

reflexión. Pero, al mismo tiempo, esta reflexión tiene como punto de partida la identificación de un

hilo conductor; de tal manera que permita establecer una secuencia o momentos en el curso o

desarrollo del análisis. Esto es lo que explica, en términos de precisión semántica y metodológica, la

existencia de tendencias y/o líneas de interpretación, en razón a los instrumentos conceptuales y

prácticos utilizados en el proceso de identificación, desarrollo y conclusión, respecto a un

determinado postulado.

Para ilustrar el contexto propuesto, considero pertinente citar al profesor Francisco Rodríguez

Consuegra27 en su escrito: “La vía negativa hacia el concepto de consecuencia lógica”28.

“Los objetivos principales de este artículo son dos. En primer lugar, explorar la vía negativa que lleva de los conceptos de independencia y consistencia al de consecuencia lógica, frente a la vía positiva –la usual- que, partiendo del concepto Tarski año de verdad, reconoce sólo el precedente

27 Al momento de la publicación de su escrito en el texto “el velo y la trenza” (1997), ejercía como profesor

titular del Departamento de Lógica y Filosofía en la Universidad de Valencia, España. 28 Rodríguez C., F., “El velo y la trenza”, Editorial Universidad Nacional de Colombia, primera edición 1997,

páginas 111 -123.

Page 29: Politica criminal, criminología y sociología

de Bolzano y, a veces también, el de Aristóteles. En segundo lugar, mostrar el nexo existente entre

el punto de vista formal y el concepto de consecuencia lógica, que surge con toda claridad precisamente en relación al desarrollo del concepto de independencia, como se ve cuando se

estudia la aparición de los primeros sistemas verdaderamente formales en la escuela de Peano…”29 Visto así, en consecuencia, la lógica, no puede ser asumida como sistema único de preceptos,

definiciones y/o valores. Es, insisto, un instrumento metodológico que permite identificar y

desarrollar un procedimiento para lograr la interpretación de uno o varios postulados y, a partir de

ahí, construir opciones de demostración. Por lo tanto, la caracterización de métodos,

procedimientos y estructura de conceptos para la búsqueda de esas opciones, tiene que ver con la

existencia de escuelas, corrientes y/o sistemas.

Para ilustrar con más énfasis esta aseveración, veamos otro aparte del escrito realizado por el

profesor Francisco Rodríguez Consuegra.

“1.La definición tarskiana de consecuencia.

Comencemos con el texto canónico de Tarski 193630 publicado poco después de su-también universalmente aceptada-definición recursiva del concepto de verdad para lenguajes formalizados.

Entre los conceptos semánticos fundamentales tenemos el de satisfacción de una función enunciativa por parte de un objeto o de una serie de objetos. [..] El significado intuitivo de frases como Juan y Pedro satisfacen la condición “X e Y son hermanos”, o la tripla de números 2,3 y satisface la ecuación “x+y=z”, no deja dudas. [..] Uno de los conceptos que pueden definirse en términos del concepto de satisfacción es el concepto de modelo. [..] Sea L una clase cualquiera de enunciados. Reemplazamos todas las constantes extralógicas que aparecen en los enunciados pertenecientes a L por las variables correspondientes, siendo las mismas constantes reemplazadas por las mismas variables y las constantes distintas por variables distintas. De este modo obtenemos una clase L´ de funciones enunciativas. Cualquier serie de objetos que satisfaga

cada función enunciativa de la clase L´ será denominada modelo o realización de la clase L de enunciados (justo en el mismo sentido se habla habitualmente de modelos de un sistema axiomático o de una teoría deductiva). [..] En términos de estos conceptos podemos definir el concepto de consecuencia lógica como sigue: el enunciado X se sigue lógicamente de los enunciados de la clase K sí y sólo sí cada modelo de la clase K es asimismo un modelo del enunciado X. Tarski, en este ensayo menciona sólo a Carnal como predecesor, aunque generalmente se considera que también lo fue Bolzano (que Tarski menciona en otros escritos. Ahora veremos que, efectivamente, la definición de Bolzano es muy parecida. El texto es casi un siglo anterior al de

Tarski (Bolzano 1837)31…”32

Desde mi interpretación, a partir del análisis de los textos citados y del seguimiento en torno a los

elementos básicos constitutivos de la lógica, esta permite situar un horizonte para el

desenvolvimiento de la reflexión en torno a áreas específicas y generales del conocimiento.

Inclusive, en extensión del concepto propuesto por mí en este escrito, podría decirse que la teoría

29 Ibíd., página 111 30 Tarski, ah . 1936, “On the concepto of logical consequence”, trad.inglesa del alemán, incluida en Tarski

1956; trad.cast.de L. Vega en: Castrillo y Vega 1984:178.192 (nota tomada de la reseña bibliográfica del

autor en obra citada, página 125). 31 Bolzano, B. 1837, Wissenschaftslebre trad.inglesa parcial de R.George (Theory of science, Berkeley,

University of California Press, 1972. (Nota: referencia bibliográfica citada por el autor, página 124, obra

citada.) 32 Ibíd., página 112.

Page 30: Politica criminal, criminología y sociología

del conocimiento, está anclada en los instrumentos metodológicos que permite la lógica. Lo cual, a

su vez, permite inferir su posición como condicionante válida, al momento de construir y desarrollar

referentes fundamentales para la investigación en diferentes áreas del conocimiento. En esta

misma perspectiva, entonces, cabe la afirmación según la cual la duda como insumo necesario en

el proceso que subyace al crecimiento cultural de la humanidad; establece de por sí un nexo con la

lógica, tratándose de la búsqueda de alternativas que permitan superarla, a partir de la cotejación y

confrontación de las hipótesis vinculadas con el origen concreto de esa duda. A manera de

ejemplo: el método desarrollado por Lewis H. Morgan en sus investigaciones en las líneas del progreso humano desde el salvajismo hasta la civilización a través de la barbarie (La sociedad primitiva); nos permite entender la dimensión de los retos que asume un investigador, en

desarrollo de un proceso concreto, para resolver dudas concretas en lo que hace referencia (como

en este caso) a al estudio de los orígenes de la sociedad. Veamos apartes del prólogo escrito por

Gregorio Weinberg, para la edición del texto “La sociedad primitiva”, realizada en 1972 por la Dirección de Divulgación Cultural de la Universidad Nacional de Colombia. “El libro de Morgan, La Sociedad Primitiva, puede y debe ser ubicado dentro de la serie de los magistrales estudios sobre la naturaleza y la sociedad. Su obra puede ser parangonada con la de Copérnico, que independiza audazmente la ciencia de la teología y niega el geocentrismo; con la de Galileo, creador del método científico; con la de Kant-Laplace, formuladores de la primera hipótesis cosmogónica que prescinde de la divinidad; con la de Lyell, que racionaliza y da sus fundamentos a la geología; con la de Darwin al plantear en forma inconmovible el principio de la evolución y con la de Marx, su contemporáneo en más de un sentido, con su genial análisis histórico de la sociedad.

Es dentro de esta línea, la más progresista y consecuentemente científica, que debe colocársele para entender en toda su significación y trascendencia el aporte de Morgan a las ciencias del

hombre…”33

Con los anteriores elementos conceptuales como referentes, me permito presentar mi

interpretación acerca de la aplicación de la lógica en la vida intelectual según el requerimiento

señalado por el profesor Luis Fernando Silva, para optar a la superación del indicador de logro 202.

7.5 La lógica, su aplicación como herramienta conceptual y metodológica.

Ya, en la introducción realizada este escrito, he señalado mi entendido en torno a la razón de ser

de la lógica, a sus fundamentos y su desarrollo. Uno de los elementos consignados por mí, habla de

su significación en términos del análisis y la investigación. Asimismo, he dado cuenta de su nexo

con el método; en cuanto que permite abordar la interpretación en áreas generales y específicas

del conocimiento. También he precisado acerca de la existencia de diferentes tendencias o escuelas

en el desarrollo de la lógica como instrumento metodológico.

Se trata, ahora, de enfatizar con respecto a su aplicación (aunque ya lo he expresado en la

introducción, en el ejemplo presentado para el caso de Lewis H. Morgan, en sus Investigaciones en

las líneas del progreso humano desde el salvajismo hasta la civilización, a través de la barbarie).Para avanzar en este propósito, he decidido recurrir al texto de Edmund Husserl

(Investigaciones lógicas). En el capítulo 1 (La lógica como disciplina normativa y especialmente como disciplina práctica), Edmund Husserl, nos acerca a la discusión en torno al significado que adquiere la lógica, a sus

tendencias y a la perspectiva que adquiere su aplicación. Veamos.

“La imperfección teorética de las ciencias particulares.

33 Weinberg, G. , prólogo a “La sociedad primitiva”. Edición Divulgación Cultural Universidad Nacional de

Colombia, 1972.

Page 31: Politica criminal, criminología y sociología

Enséñanos la experiencia cotidiana que la maestría con que un artista maneja sus materia les y con

el juicio decidido, y con frecuencia, seguro, con que aprecia las obras de su arte, sólo por

excepción se basan en un conocimiento teorético de las leyes que prescriben al curso de las

actividades prácticas su dirección y su orden y determinan a la vez los criterios valorativos, con

arreglo a los cuales debe apreciarse la perfección o imperfección de la obra realizada. El artista

profesional no es por lo regular el que puede dar justa cuenta de los principios de su arte. El artista

no crea según principios, ni valora según principios. Al crear, sigue el movimiento interior de sus

facultades armónicamente cultivadas, y al juzgar, sigue su tacto y sentimiento artístico, finamente

desarrollado. Pero esto no sucede sólo en las bellas artes, en las que primero se habrá pensado,

sino en todas las artes en general, tomada la palabra en su sentido más amplio. Concierne, pues,

también a las actividades de la creación científica y a la apreciación teorética de sus resultados;

esto es, de las fundamentaciones científicas de los hechos, leyes y teorías. Ni siquiera el

matemático, el físico o el astrónomo necesita llegar a la intelección de las últimas raíces de su

actividad, para llevar a cabo las producciones científicas más importantes; y aunque los resultados

obtenidos poseen para él y para los demás la fuerza de una convicción racional, no puede el

científico tener la pretensión de haber probado siempre las últimas premisas de sus conclusiones, ni

de haber investigado los principios en que descansa la eficacia de sus métodos…”34

Luego, en sentido conceptual y práctico, la lógica admite su aplicación en áreas diferenciadas y

diversas. El problema acerca del grado de profundización y de identificación que se logra, en

desarrollo de una determinada aplicación en nexo con un área específica del conocimiento, supone

establecer los límites en los que se desenvuelve el proceso.

Considero necesario proponer una línea de interpretación. En términos de la teoría acerca de lo

jurídico. Particularmente en lo que hace referencia a su soporte conceptual. En razón de la

complejidad inherente al texto escrito por Franz Kafka. Ahí, se presentan diversos aspectos

relacionados con la condición humana. Un escenario en donde confluyen su situación personal,

como quiera que la obra la empezó a escribir en 1914, en momentos en los cuales se cernía sobre

Europa la posibilidad efectiva de la Primera Guerra Mundial.

Pero, también, en razón a su formación jurídica. Ya, en 1906 se había doctorado en derecho.

Asimismo, su compleja personalidad, remite a auscultar el sentido que adquieren sus escritos.

Ahora bien, como quiera que este escrito se sitúe en la opción de aislar de la totalidad de la obra,

su aspecto vinculado con la teoría jurídica; es apenas obvio un grado de dificultad. Por lo mismo

que lo kafkiano, se entiende como una construcción literaria que refleja lo humano, no como simple

sumatoria de opciones de vida, sino que esas opciones de vida se reflejan de manera tal que

adquieren un perfil, a veces absurdo. Pero, de todas maneras, enfatizando sobre un lenguaje que

traduce que puede ser interpretado a partir de las herramientas que brinda la semiología, en lo que

esta tiene de posibilidad para entender mensajes, a partir de un contenido como el kafkiano.

Por esto mismo, aislar lo jurídico en “El proceso”, es tan difícil como aislar lo psíquico en el contexto

de “La metamorfosis”. A lo que remito, entonces, es a establecer un punto de comienzo, a partir

del significado que adquiere la teoría del derecho, como derivación de la noción de poder y de

sujeción a unos determinados principios filosóficos.

“…En su Sociología de la religión, Max Weber, expone la estrecha relación que existió en el antiguo Israel entre el sacerdote y este Dios legislador. En realidad, la fe se ha alimentado de esta posición del sacerdote como intérprete de la ley.

34 Husserl, E., Investigaciones Lógicas, 1995 ed., Editorial Altaza, página 39

Page 32: Politica criminal, criminología y sociología

Con menos frecuencia se ha observado cuán extraordinariamente poderosa ha sido la influencia de

estos conceptos religiosos sobre el concepto occidental del derecho, y en cuán gran medida siguen

conformándolo...”35 Lo del señor K, convoca a una reflexión de largo aliento. Ya había dicho arriba que toda

interpretación está vinculada con su compleja personalidad. Además, desde una perspectiva

totalizadora, podríamos decir que Kafka, utilizó en “El Proceso”, un acumulado de conocimientos y

de análisis acerca del comportamiento humano y de su propio quehacer como sujeto.

En suma, propongo una expresión teórica y conceptual así: Lo jurídico, constituye un logro

instrumental, en el proceso de desarrollo de la humanidad. Un logro, derivado de la noción de

sociedad. Ya, en los rituales relacionados con el poder; en los cuales se define un tipo de

subyugación del sujeto individual.

Este tipo de alusión, efectuada por Hesíodo, en el sentido de que los humanos dependemos de la

voluntad de los dioses y de que somos sujetos condicionados por sus designios; está presente en

otras opciones vinculadas con la necesidad de trascendernos y de encontrar referentes de

moralidad, justicia y de temor ante las circunstancias que nos rodean y que pueden incitarnos a

realizar acciones en contra de la prolongación de la vida, reflejada en los humanos. Tal es el caso

de la opción Cristiana Católica, la cual no comparto. Para precisar mi construcción lógico-conceptual

relacionada con este texto; cito la palabra de Dios en el Génesis.

“…Vuelto a la mujer le dijo: ‘Multiplicaré los trabajos de tus preñeces. Con todo dolor parirás tus

hijos y, no obstante, tu deseo te arrastrará hacia tu marido, que te dominará ‘.

Al hombre le dijo: ‘Porque has seguido la voz de tu mujer y porque has comido del árbol del que te

había prohibido comer, maldita se la tierra por tu culpa. Con trabajo sacarás de ella tu alimento

todo el tiempo de tu vida. Ella te dará espinas y cardos y comerás la hierba de los campos. Con el

sudor de tu frente comerás el pan hasta que vuelvas a la tierra, pues de ella fuiste tomado, ya que

polvo eres y en polvo te has de convertir…”36

Las coincidencias en los textos, nos remiten a entender una dinámica interior que convoca a los

humanos a relativizar su presencia y su existencia física en la Tierra. En el caso particular de lo

expuesto por Hesíodo, estas coincidencias conducen a precisar la razón de ser de su indagación, de

su búsqueda. Con las limitaciones y diferencias propias de la diferenciación en las opciones; es

posible establecer nexos, más allá del origen y expresión de esas opciones.

De lo que se trata, en consecuencia, es de precisar en esas coincidencias la tipificación de un hilo

conductor en el camino hacia esa necesidad de trascenderse y de referirse a una divinidad, por

fuera de la existencia física y, a partir de allí, construir un escenario de integralidad que domine y

oriente nuestro comportamiento individual y social.

Queda claro, entonces, en mi opinión, una línea de interpretación que refiere a la angustia que ha

recorrido a la humanidad. Su presencia en la Tierra, ha estado cruzada por vicisitudes asociadas a

su sentimiento de culpa. Culpa originada en la incapacidad de percibir los alcances de sus acciones

en relación con la divinidad. Con un ser supremo que lo trasciende. Pero que, al mismo tiempo,

puede ser su guía en el camino hacia la superación de esa angustia.

Otro de los retos asumidos por Hesíodo, en esta obra, está relacionado con la interpretación de la

diferenciación entre los hombres. Esto, en la perspectiva de entender y construir una opción para

identificar el origen de la diversidad. Aquí, también, se pueden identificar coincidencias; si se mira

desde la visión inherente (en el caso de mi opción religiosa) a lo sucedido a partir de Babel.

35C.J., Friedrich, “La filosofía del derecho”. Colección Fondo de Cultura Económica, páginas 21-22 36La Santa Biblia, Ediciones Paulinas, diciembre 12 de 1984, Génesis 3, 10; página 12.

Page 33: Politica criminal, criminología y sociología

Porque, siendo como es la humanidad heterogénea. Diversa en sus expresiones físicas y, si se

quiere por extensión, en sus motivaciones y opciones cotidianas. Se hace necesario encontrar una

explicación en cuanto al origen de esa diferenciación. Ya no es la búsqueda, en términos del origen

y la explicación que permita trascender y superar la soledad y la angustia. Ahora se trata de

interpretar la dinámica en que transcurre el quehacer humano; en un escenario que incluye la

diversidad. Entender esto supone remitirse al origen de la misma.

Si bien, en la misma perspectiva básica vinculada con el nexo entre los humanos y el ser o los seres

trascendentes; incluyendo ya la connotación que adquiere la tipificación de diversidad como

diferenciación racial. Y aquí entra a desempeñar un rol especial, aspectos como si esa diversidad

involucra a la existencia de una división entre los seres humanos. En términos de seres mejor

dotados y seres menos dotados.

Es toda una construcción lineal, pero contradictoria; al menos en términos del sentido que adquiere

el tránsito de cada raza por la Tierra. Es ahí, en mi opinión, en donde reside la fuerza del relato de

Hesíodo, al momento de sustentar su visión de integralidad en el quehacer de la humanidad y de

su relación con los dioses.

Es la explicación de los avatares en que se ha encontrado la humanidad; desde el momento mismo

de su presencia física en la Tierra. En la obra, entonces, Hesíodo, traza un camino tortuoso. La

esperanza está situada en la expectativa de cierta forma de redención o de reconciliación. Entre la

humanidad misma y entre esta con los dioses.

.7.5,1 El debido proceso como reivindicación de derechos La situación del señor K., desde una perspectiva de los derechos inalienables de un sujeto ante la

justicia; tiene que cotejarse con respecto a un determinado referente. Esto supone la existencia de

un hilo conductor no universal. Porque, en el caso de las construcciones jurídicas y constitucionales,

los códigos y reglamentaciones se erigen como atados a conceptos diversos.

Pero, de todas maneras, la promulgación de los Derechos Humanos, constituye un esfuerzo por

alcanzar una textura universal que debe ser acogida por los diferentes regímenes;

independientemente de las particularidades instrumentales asumidas para la aplicación de justicia.

En este caso, mi referente puede ser la Constitución Política que nos rige y las reglamentaciones

subsidiarias, como el Código Penal y el Código de Procedimiento Penal en nuestro país .

Siendo así, entonces, en comparación con lo establecido en el artículo 29 de nuestra Constitución,

al señor K., se le vulneraron sus derechos, en lo que hace referencia a la presunción de inocencia,

de instrucción, de la precisión del o los delitos que se le imputan; de la carga de la prueba y del

derecho a la defensa. Pretendiendo lograr una precisión, en términos comparativos, transcribo, en

su totalidad el artículo 29.

“El debido proceso se aplicará a toda clase de actuaciones judiciales y administrativas. Nadie podrá ser juzgado sino conforme a leyes preexistentes al acto que se le imputa, ante juez o tribunal competente y con observancia de la plenitud de las formas propias de cada juicio. En materia penal, le ley permisiva, aun cuando sea posterior, se aplicará de preferencia a la restrictiva o desfavorable. Toda persona se presume inocente mientras no se le haya declarado judicialmente culpable. Quien sea sindicado tiene derecho a la defensa y a la asistencia de un abogado escogido por él, o de oficio, durante la investigación y el juzgamiento; a un debido proceso público sin dilaciones injustificadas; a presentar pruebas y a controvertir las que se

Page 34: Politica criminal, criminología y sociología

alleguen en su contra; a impugnar la sentencia condenatoria, y a no ser juzgado dos veces por el

mismo hecho.

Es nula, de pleno derecho, la prueba obtenida con violación al debido proceso…”37 Como quiera que al señor K., se encuentre, de súbito, con un procedimiento en el cual los agentes

de la justicia lo someten a una especie de indagación preliminar, en circunstancias que le invaden

su domicilio y su privacidad; se produce en él un estupor asociado al desconocimiento del porqué el

procedimiento. Así queda planteado desde el capítulo primero:” K., es detenido. Conversación con

la señora Grubach y con la señora Burstner”.38

Desde ese primer momento se ve inmerso en una situación que no comprende. Algo que será lugar

común durante todas las gestiones inherentes a ese hecho inicial. Porque, en el transcurso del

tiempo y en relación con el mismo, nunca pudo entender. Para el señor K., todo se desenvuelve de

tal manera que le es incoherente. Nunca supo de la tipificación de la acusación en su contra. Como

un ovillo imposible de desatar. Sus preguntas y sus averiguaciones quedaban ancladas en el

desconocimiento. Porque la imagen de la justicia era algo así como la abstracción absoluta. No veía

con claridad los recursos del sistema. Lo judicial era, así expresado, una figura imposible de

descifrar.

El principio de la ilustración y del tipo de incoación vinculados con su caso, lo lleva a cierta

desesperación e incredulidad. Él no tiene (y no tiene por qué tenerla)una noción precisa de las

circunstancia que rodean su caso. Al menos desde el punto de vista de la aplicación de las normas.

Una desolación que transmite incomprensión. Un no saber que sucede. Una manera de verse a

merced de un aparato abstracto, oculto, casi irreal. Su ir y venir no es otra cosa que asumir la

posición de un desesperado que indaga, pero que no encuentra respuesta.

Todo, en la situación de K., nos conduce a un universo de hechos inverosímiles. Es la justicia

expresada en un blanco y negro que no se corresponde con los cánones de un poder que debe ser

transparente. El acusado sigue siendo un sujeto no interviniente. Ante todo, porque su discurrir por

los escenarios de éste poder, constituye un devenir cada vez más incomprensible.

8. La Política Criminal en sí. A propósito de la violencia contra las mujeres 8.1. Argumentación.

Considero necesario proponer una línea de interpretación. En términos de la teoría acerca de lo

jurídico. Particularmente en lo que hace referencia a su soporte conceptual. En razón de la

complejidad inherente al texto escrito por Franz Kafka. Ahí, se presentan diversos aspectos

relacionados con la condición humana. Un escenario en donde confluyen su situación personal,

como quiera que la obre la empezó a escribir en 1914, en momentos en los cuales se cernía sobre

Europa la posibilidad efectiva de la Primera Guerra Mundial.

Pero, también, en razón a su formación jurídica. Ya, en 1906 se había doctorado en derecho.

Asimismo, su compleja personalidad, remite a auscultar el sentido que adquieren sus escritos.

Ahora bien, como quiera que este escrito se sitúe en la opción de aislar de la totalidad de la obra,

su aspecto vinculado con la teoría jurídica; es apenas obvio un grado de dificultad. Por lo mismo

37Constitución Política de Colombia. Edición Escuela Superior de Administración Pública. Tercera Edición,

1992. Página 9. 38“El proceso”, Pentágono editores, Bogotá D.C., sin fecha, página 7

Page 35: Politica criminal, criminología y sociología

que lo kafkiano, se entiende como una construcción literaria que refleja lo humano, no como simple

sumatoria de opciones de vida, sino que esas opciones de vida se reflejan de manera tal que

adquieren un perfil, a veces absurdo. Pero, de todas maneras, enfatizando sobre un lenguaje que

traduce que puede ser interpretado a partir de las herramientas que brinda la semiología, en lo que

esta tiene de posibilidad para entender mensajes, a partir de un contenido como el kafkiano.

Por esto mismo, aislar lo jurídico en “El proceso”, es tan difícil como aislar lo psíquico en el contexto

de “La metamorfosis”. A lo que remito, entonces, es a establecer un punto de comienzo, a partir

del significado que adquiere la teoría del derecho, como derivación de la noción de poder y de

sujeción a unos determinados principios filosóficos.

“…En su Sociología de la religión, Max Weber, expone la estrecha relación que existió en el antiguo

Israel entre el sacerdote y este Dios legislador. En realidad, la fe se ha al imentado de esta posición del sacerdote como intérprete de la ley. Con menos frecuencia se ha observado cuán extraordinariamente poderosa ha sido la influencia de estos conceptos religiosos sobre el concepto occidental del derecho, y en cuán gran medida siguen conformándolo...”39 Lo del señor K, convoca a una reflexión de largo aliento. Ya había dicho arriba que toda

interpretación está vinculada con su compleja personalidad. Además, desde una perspectiva

totalizadora, podríamos decir que Kafka, utilizó en “El Proceso”, un acumulado de conocimientos y

de análisis acerca del comportamiento humano y de su propio quehacer como sujeto.

En suma, propongo una expresión teórica y conceptual así: Lo jurídico, constituye un logro

instrumental, en el proceso de desarrollo de la humanidad. Un logro, derivado de la noción de

sociedad. Ya, en los rituales relacionados con el poder; en los cuales se define un tipo de

subyugación del sujeto individual.

Este tipo de alusión, efectuada por Hesíodo, en el sentido de que los humanos dependemos de la

voluntad de los dioses y de que somos sujetos condicionados por sus designios; está presente en

otras opciones vinculadas con la necesidad de trascendernos y de encontrar referentes de

moralidad, justicia y de temor ante las circunstancias que nos rodean y que pueden incitarnos a

realizar acciones en contra de la prolongación de la vida, reflejada en los humanos. Tal es el caso

de la opción Cristiana Católica, la cual no comparto. Para precisar mi construcción lógico-conceptual

relacionada con este texto; cito la palabra de Dios en el Génesis.

“…Vuelto a la mujer le dijo: ‘Multiplicaré los trabajos de tus preñeces. Con todo dolor parirás tus

hijos y, no obstante, tu deseo te arrastrará hacia tu marido, que te dominará ‘.

Al hombre le dijo: ‘Porque has seguido la voz de tu mujer y porque has comido del árbol del que te

había prohibido comer, maldita se la tierra por tu culpa. Con trabajo sacarás de ella tu alimento

todo el tiempo de tu vida. Ella te dará espinas y cardos y comerás la hierba de los campos. Con el

sudor de tu frente comerás el pan hasta que vuelvas a la tierra, pues de ella fuiste tomado, ya que

polvo eres y en polvo te has de convertir…”40

Las coincidencias en los textos, nos remiten a entender una dinámica interior que convoca a los

humanos a relativizar su presencia y su existencia física en la Tierra. En el caso particular de lo

expuesto por Hesíodo, estas coincidencias conducen a precisar la razón de ser de su indagación, de

su búsqueda. Con las limitaciones y diferencias propias de la diferenciación en las opciones; es

posible establecer nexos, más allá del origen y expresión de esas opciones.

39C.J., Friedrich, “La filosofía del derecho”. Colección Fondo de Cultura Económica, páginas 21-22 40La Santa Biblia, Ediciones Paulinas, diciembre 12 de 1984, Génesis 3, 10; página 12.

Page 36: Politica criminal, criminología y sociología

De lo que se trata, en consecuencia, es de precisar en esas coincidencias la tipificación de un hilo

conductor en el camino hacia esa necesidad de trascenderse y de referirse a una divinidad, por

fuera de la existencia física y, a partir de allí, construir un escenario de integralidad que domine y

oriente nuestro comportamiento individual y social.

Queda claro, entonces, en mi opinión, una línea de interpretación que refiere a la angustia que ha

recorrido a la humanidad. Su presencia en la Tierra, ha estado cruzada por vicisitudes asociadas a

su sentimiento de culpa. Culpa originada en la incapacidad de percibir los alcances de sus acciones

en relación con la divinidad. Con un ser supremo que lo trasciende. Pero que, al mismo tiempo,

puede ser su guía en el camino hacia la superación de esa angustia.

Otro de los retos asumidos por Hesíodo, en esta obra, está relacionado con la interpretación de la

diferenciación entre los hombres. Esto, en la perspectiva de entender y construir una opción para

identificar el origen de la diversidad. Aquí, también, se pueden identificar coincidencias; si se mira

desde la visión inherente (en el caso de mi opción religiosa) a lo sucedido a partir de Babel.

Porque, siendo como es la humanidad heterogénea. Diversa en sus expresiones físicas y, si se

quiere por extensión, en sus motivaciones y opciones cotidianas. Se hace necesario encontrar una

explicación en cuanto al origen de esa diferenciación. Ya no es la búsqueda, en términos del origen

y la explicación que permita trascender y superar la soledad y la angustia. Ahora se trata de

interpretar la dinámica en que transcurre el quehacer humano; en un escenario que incluye la

diversidad. Entender esto supone remitirse al origen de la misma.

Si bien, en la misma perspectiva básica vinculada con el nexo entre los humanos y el ser o los seres

trascendentes; incluyendo ya la connotación que adquiere la tipificación de diversidad como

diferenciación racial. Y aquí entra a desempeñar un rol especial, aspectos como si esa diversidad

involucra a la existencia de una división entre los seres humanos. En términos de seres mejor

dotados y seres menos dotados.

Es toda una construcción lineal, pero contradictoria; al menos en términos del sentido que adquiere

el tránsito de cada raza por la Tierra. Es ahí, en mi opinión, en donde reside la fuerza del relato de

Hesíodo, al momento de sustentar su visión de integralidad en el quehacer de la humanidad y de

su relación con los dioses.

Es la explicación de los avatares en que se ha encontrado la humanidad; desde el momento mismo

de su presencia física en la Tierra. En la obra, entonces, Hesíodo, traza un camino tortuoso. La

esperanza está situada en la expectativa de cierta forma de redención o de reconciliación. Entre la

humanidad misma y entre esta con los dioses.

La situación del señor K., desde una perspectiva de los derechos inalienables de un sujeto ante la

justicia; tiene que cotejarse con respecto a un determinado referente. Esto supone la existencia de

un hilo conductor no universal. Porque, en el caso de las construcciones jurídicas y constitucionales,

los códigos y reglamentaciones se erigen como atados a conceptos diversos.

Pero, de todas maneras, la promulgación de los Derechos Humanos, constituye un esfuerzo por

alcanzar una textura universal que debe ser acogida por los diferentes regímenes;

independientemente de las particularidades instrumentales asumidas para la aplicación de justicia.

En este caso, mi referente puede ser la Constitución Política que nos rige y las reglamentaciones

subsidiarias, como el Código Penal y el Código de Procedimiento Penal en nuestro país.

Siendo así, entonces, en comparación con lo establecido en el artículo 29 de nuestra Constitución,

al señor K., se le vulneraron sus derechos, en lo que hace referencia a la presunción de inocencia,

Page 37: Politica criminal, criminología y sociología

de instrucción, de la precisión del o los delitos que se le imputan; de la carga de la prueba y del

derecho a la defensa. Pretendiendo lograr una precisión, en términos comparativos, transcribo, en

su totalidad el artículo 29.

“El debido proceso se aplicará a toda clase de actuaciones judiciales y administrativas. Nadie podrá ser juzgado sino conforme a leyes preexistentes al acto que se le imputa, ante juez o tribunal competente y con observancia de la plenitud de las formas propias de cada juicio. En materia penal, le ley permisiva, aun cuando sea posterior, se aplicará de preferencia a la restrictiva o desfavorable. Toda persona se presume inocente mientras no se le haya declarado judicialmente culpable. Quien sea sindicado tiene derecho a la defensa y a la asistencia de un abogado escogido por él, o de oficio, durante la investigación y el juzgamiento; a un debido

proceso público sin dilaciones injustificadas; a presentar pruebas y a controvertir las que se alleguen en su contra; a impugnar la sentencia condenatoria, y a no ser juzgado dos veces por el mismo hecho. Es nula, de pleno derecho, la prueba obtenida con violación al debido proceso…”41 Como quiera que al señor K., se encuentre, de súbito, con un procedimiento en el cual los agentes

de la justicia lo someten a una especie de indagación preliminar, en circunstancias que le invaden

su domicilio y su privacidad; se produce en él un estupor asociado al desconocimiento del porqué el

procedimiento. Así queda planteado desde el capítulo primero:” K., es detenido. Conversación con la señora Grubach y con la señora Burstner”.42

Desde ese primer momento se ve inmerso en una situación que no comprende. Algo que será lugar

común durante todas las gestiones inherentes a ese hecho inicial. Porque, en el transcurso del

tiempo y en relación con el mismo, nunca pudo entender. Para el señor K., todo se desenvuelve de

tal manera que le es incoherente. Nunca supo de la tipificación de la acusación en su contra. Como

un ovillo imposible de desatar. Sus preguntas y sus averiguaciones quedaban ancladas en el

desconocimiento. Porque la imagen de la justicia era algo así como la abstracción absoluta. No veía

con claridad los recursos del sistema. Lo judicial era, así expresado, una figura imposible de

descifrar.

El principio de la ilustración y del tipo de incoación vinculados con su caso, lo lleva a cierta

desesperación e incredulidad. Él no tiene (y no tiene por qué tenerla)una noción precisa de las

circunstancia que rodean su caso. Al menos desde el punto de vista de la aplicación de las normas.

9. La Constitución Política, las Leyes 1542 de 2012, El Código Penal (articulo 229)

9.1 La Constitución Política, artículo 43.

Consagra la igualdad de derechos para hombres y mujeres. En términos taxativos expresa: “La

mujer y el hombre tienen iguales derechos y oportunidades. La mujer no podrá ser sometida a

ninguna clase de discriminación. Durante el embarazo y después del parto gozará de especial

asistencia y protección del Estado, y recibirá de éste subsidio alimentario si entonces estuviera

desempleada o desamparada. El Estado apoyará de manera especial a la mujer cabeza de familia”43

41Constitución Política de Colombia. Edición Escuela Superior de Administración Pública. Tercera Edición,

1992. Página 9. 42“El proceso”, Pentágono editores, Bogotá D.C., sin fecha, página 7 43 Constitución Política de Colombia de 1991, ESAP – Centro de Publicaciones, Tercera edición diciembre

1992, página 14.

Page 38: Politica criminal, criminología y sociología

Además, el artículo 42, define los derechos de los y las integrantes de la familia; como extensión y

aplicación del concepto de equidad e igualdad. Veamos: Articulo 42: “La familia es el núcleo

fundamental de la sociedad. Se constituye por vínculos naturales o jurídicos, por la decisión libre de

un hombre y una mujer de contraer matrimonio o por la voluntad responsable de

conformarla...........

Las relaciones familiares se basan en la igualdad de derechos y deberes de la pareja y en el respeto

recíproco entre sus integrantes.

Cualquier forma de violencia en la familia se considera destructiva de su armonía y unidad, y será

sancionada conforme a la ley…”44

Estos preceptos constitucionales, han sido desarrollados y reglamentados a través de normas de

aplicación nacional y regional. Casos como la Ley de Cuotas, la Ley 599 de 2000 y la Ley de 2004;

además de algunas reglamentaciones para el caso de Bogotá Distrito Capital; constituyen

elementos de referencia al momento de presentar los avances normativos en este sentido.

Sin embargo, a pesar de contar con estos referentes normativos, se mantienen actitudes y

posiciones que vulneran la libertad de las mujeres. En lo cotidiano, continúan atadas a expresiones

que traducen sumisión. Tal parece que pueden más los acumulados éticos, morales y políticos

tradicionales. En otras palabras, expresiones culturales en las cuales la noción de familia

tradicional, remite a entender a las mujeres como sujetos vinculadas a las decisiones de los

hombres.

La Constitución Política, en su artículo 43, consagra la igualdad de derechos para hombres y

mujeres. En términos taxativos expresa: “La mujer y el hombre tienen iguales derechos y

oportunidades. La mujer no podrá ser sometida a ninguna clase de discriminación. Durante el

embarazo y después del parto gozará de especial asistencia y protección del Estado, y recibirá de

éste subsidio alimentario si entonces estuviera desempleada o desamparada.

El Estado apoyará de manera especial a la mujer cabeza de familia”45

Además, el artículo 42, define los derechos de los y las integrantes de la familia; como extensión y

aplicación del concepto de equidad e igualdad. Veamos: Articulo 42: “La familia es el núcleo

fundamental de la sociedad. Se constituye por vínculos naturales o jurídicos, por la decisión libre de

un hombre y una mujer de contraer matrimonio o por la voluntad responsable de

conformarla...........

Las relaciones familiares se basan en la igualdad de derechos y deberes de la pareja y en el respeto

recíproco entre sus integrantes.

Cualquier forma de violencia en la familia se considera destructiva de su armonía y unidad, y será

sancionada conforme a la ley…”46

Estos preceptos constitucionales, han sido desarrollados y reglamentados a través de normas de

aplicación nacional y regional. Casos como la Ley de Cuotas, la Ley 599 de 2000 y la Ley de 2004;

además de algunas reglamentaciones para el caso de Bogotá Distrito Capital; constituyen

elementos de referencia al momento de presentar los avances normativos en este sentido.

44 Ibíd.., página 13 45 Constitución Politica de Colombia de 1991, ESAP – Centro de Publicaciones, Tercera edición diciembre

1992, página 14. 46 Ibíd.., página 13

Page 39: Politica criminal, criminología y sociología

Sin embargo, a pesar de contar con estos referentes normativos, se mantienen actitudes y

posiciones que vulneran la libertad de las mujeres. En lo cotidiano, continúan atadas a expresiones

que traducen sumisión. Tal parece que pueden más los acumulados éticos, morales y políticos

tradicionales. En otras palabras, expresiones culturales en las cuales la noción de familia

tradicional, remite a entender a las mujeres como sujetos vinculadas a las decisiones de los

hombres.

Preciso mi expresión, en concordancia con el espíritu de cuerpo como sociedad integrada por

hombres y mujeres con unas opciones de vida diferenciadas. En donde la heterogeneidad permite

expresiones y realizaciones diversas. Pero, asimismo, tenemos referentes que nos hacen partícipes

de ideales comunes. Por lo tanto somos parte del proceso compromete a la humanidad en su

conjunto y a nosotros y nosotras en particular. Aceptar ese reto, requiere de conocimientos que

nos permitan identificar, a cada paso, los compromisos y la prioridades. Ley 1542 de 2012.

En principio cabe destacar que mi reflexión, conduce a destacar un insumo punible; en lo que hace

con la desincronía entre lo expuesto en la Constitución Política, en su artículo 43. Y lo que, en la

práctica se venía dando. En la Ley 1542, de hecho, se modifica el artículo 906 de 2004. En lo

concerniente a implicar un todo como cuerpo punible. Dando lugar a precisiones teóricas taxativas .

Ley 1761 de 2015 (Ley Contra el Feminicio en Colombia) La norma precisa acerca de la noción de violencia en contra de las mujeres. Por la vía de asumir,

de hecho, lo consignado en la Constitución Política, como posición efectiva del Estado para

criminalizar ese tipo de ejercicio. Además, ubica las modificaciones necesarias en términos del

Derecho Penal. Veamos:”…La presente Ley tiene por objeto garantizar la protección y diligencia de

las autoridades en la investigación de los presuntos delitos de los presuntos derechos de violencia

contra la mujer y eliminar el carácter de querellables y desistibles de los delitos de violencia

intrafamiliar e inasistencia alimentaria, tipificados en los artículos 229 y 233 del Código Penal.

Queda claro, entonces, que apenas iniciamos un recorrido lleno de dificultades. Esto porque, como

podemos advertir se trata de ir identificando y empoderando, tanto a las mujeres como a la

sociedad en general, en términos de romper las tradiciones que está enquistadas y que, hoy por

hoy, constituyen el soporte de la violencia contra las mujeres.

En esto es fundamental la asunción de plena vigencia por parte del poder judicial, del rol

correspondiente. Algo así como entender que es un paso a paso que puede derivar en

contradicciones manifiestas, Inclusive, derrotando la laxitud con que, en muchos casos, se procede.

Está en juego la recomposición de la sociedad. Particularmente en lo que hace referencia a la

condición de Estado de Derecho señalado, como mandato supremo., Es decir la imposición de la

doctrina y su casuística. Obviamente, como he tratado de ilustrarlo, con el respeto al dbido

proceso.

En la intención de alcanzar una visión integral de la situación en que se encuentran las mujeres, los

niños y las niñas; es conveniente presentar algunos elementos que nos permitan precisar el

contexto internacional. De tal manera será posible referenciar aspectos conducentes a esclarecer lo

que podríamos señalar como la universalización de un conflicto que convoca al análisis y a entender

su complejidad.

Page 40: Politica criminal, criminología y sociología

CONCLUSIONES

Este trabajo tuvo como objetivo general identificar los factores psicológicos y sociales asociados a la violencia intrafamiliar, a través del ciclo vital en adultos sindicados y condenados por este delito, los supuestos a través de los cuales jira la investigación corresponden a que la violencia intrafamiliar es generada por raíces socioculturales, por una condición ancestral de aprendizaje en la resolución de conflicto y por las características psicosociales de los individuos. Al respecto es primordial establecer que la familia este espacio social se convierte en el lugar

propicio para manejar el poder que conecta al individuo con el mundo que lo rodea, sin embargo dicha conexión depende fundamentalmente del estilo funcional de la pareja. En este orden de ideas el factor comunicación se podría denominar como de vital importancia en la presentación de comportamientos violentos, es así, como el estilo persuasivo predomina, circunstancia que se ejemplifica a través de los insultos, amenazas y chantajes generados al interior del grupo familiar, como mecanismos para cambiar la actitud y conducta de los más cercanos. Por otra parte, el manejo del poder al interior del núcleo familiar es un aspecto tan o más importante que la comunicación, reflejo de esta afirmación lo constituyen las diferentes manifestaciones de agresividad utilizadas como una estrategia para establecer quién y en qué momento se tiene el poder.

Es importante resaltar que tanto la víctima como el victimario, visualizan e interpretan el comportamiento del otro como el deseo de sometimiento de la contra parte, generándose comportamientos violentos. Lo anterior demuestra la reiteratividad de la conducta, situación producida por las relaciones inequitativas e injustas entre los miembros del grupo familiar, al respecto, es importante mencionar que los actores sociales se reconvierten en víctimas del maltrato infantil por otros significantes, denominados padrastro o madrastras, donde obviamente las relaciones inequitativas son mayores, por la relación afectiva del otro significante con algún miembro de la familia.

Es primordial establecer que la víctima, mediante su comportamiento y estilo de resolución de conflictos se puede convertir en facilitadora o propiciadora de la agresión, como sucede en el caso de la historia de vida Esto no implica el desarrollo de una tolerancia, sino que por el contrario ejempli fica el déficit comunicacional que posee como primer caso para la resolución del conflicto lo que genera o dispara, lo que se denomina el ciclo de violencia. De otra parte es importante mencionar cuales son los factores que facilitan el asumir los roles de la pareja penal (víctima, victimario), encontrándose en primer lugar la promiscuidad y por ende la generación de relaciones alternas al grupo familiar, como uno de los factores de mayor peso.

A nivel de hogar los bajos ingresos y los problemas laborales, se reconocen como predisponentes, debido a la inestabilidad de los trabajos y a los escasos recursos económicos. De igual forma se logra establecer que a mayor arraigo de autoritarismo las consecuencias superan el maltrato físico llegando a niveles insospechados de violencia intrafamiliar, a tal punto que generan la apertura de un proceso legal. En cuanto a los factores comunitarios es importante establecer que éstos refuerzan continuamente el aprendizaje observacional llevado dentro del entorno familiar. En este orden de ideas la transgresión de normas y el refuerzo obtenido por este grupo de iguales constituye el elemento central para mantener los comportamientos violentos o desviados. Teniendo en cuenta lo

mencionado anteriormente se puede establecer la manera como se legitima y normaliza la violencia

Page 41: Politica criminal, criminología y sociología

como una estrategia de solución de problemas, es así, como en cada episodio las actitudes,

sentimientos y comportamientos que manifiestan la violencia se convierten en el primer repertorio a usar en caso de que se dirija una acción directa sobre el sujeto. La violencia intrafamiliar tiene una función cíclica, que a su vez mantiene e incrementa el tipo de comportamiento presentado. En cuanto al aspecto social la investigación plantea que los sujetos violentos son personas que en la calle adoptan conductas adecuadas; en este mismo orden de ideas, se diferencia de los violentos en general, quienes utilizan la violencia como una forma aceptable de solucionar cualquier tipo de problemas. En cuanto al perfil de los sujetos objeto de estudio, se puede establecer que un maltratador es una persona con algunos déficit en el proceso de socialización producto de los escasos modelos

adecuados que tuvo a su alrededor, de igual forma suelen ser poco asertivos con una disminución de su auto estima que se visualiza en el transcurso de la presentación de la violencia intrafamiliar, en cuanto a su estilo cognitivo, las creencias equivocas y distorsionadas es una constante en los casos registrados, aunque los tópicos varié en la distorsión se convierte en un común denominador del agresor.

En la misma línea de búsqueda, en lo que hace referencia a casos y experiencias susceptibles de se

presentados en nuestro trabajo; encontramos una de las situaciones más dramáticas, en cuanto a

la profundización de la violencia en contra de las mujeres y que se presenta en Ciudad Juárez

(Méjico). Veamos este informe.

2.135 Organización de género contra la violencia en la frontera entre Estados Unidos y

México. (por: Kathleen Staudt e Irasema Coronado, Universidad de Texas en El Paso)

modemmujer - 02:17pm Jan 23, 2004

Subió a la conferencia el 23 de enero de 2004

Fuente: Boletín de Bridge. Edición 14. Enero Del 2004.

Ciudad Juárez, la cuarta ciudad más grande de México, está ubicada inmediatamente al lado de El Paso en la frontera con los Estados Unidos. Es la 'capital de las maquiladoras' debido a la elevada cantidad de fábricas de propiedad extranjera para el procesamiento de artículos de exportación. Las maquiladoras emplean una fuerza laboral mayoritariamente femenina y pagan un salario diez veces menor que el mínimo en los Estados Unidos. Más de dos millones de personas viven en la región a ambos lados de la frontera, muchas de ellas relacionadas por consanguinidad, amistad, trabajo y

consumo interdependientes. Durante la última década más de 300 niñas y mujeres han sido asesinadas, un tercio de ellas violadas y mutiladas antes de morir. La mayoría tenía entre 11 y 22 años de edad y antecedentes de medios económicos extremadamente escasos. Cientos más de mujeres están desaparecidas. Los agentes de policía actúan con impunidad, indiferentes a las familias de las víctimas.

La Coalición contra la Violencia hacia las Mujeres y las Familias en la Frontera de Estados Unidos y México nació en el año 2001 luego de una reunión de solidaridad organizada por el sector laboral en Juárez, en la cual la violencia contra las mujeres surgió como un tema principal. Desde entonces, organizaciones y personas individuales de la Coalición han trabajado a nivel binacional con el propósito de generar conciencia y cambiar las políticas. Algunas de estas organizaciones también recaudan fondos para las familias de las víctimas. La Coalición mantiene vínculos con redes y periodistas regionales, nacionales e internacionales.

Page 42: Politica criminal, criminología y sociología

Las conexiones globales-locales son más obvias en las fronteras internacionales. La realización de

campañas y la promoción y defensa de los derechos de las mujeres usualmente se ven limitadas por interpretaciones que perciben los derechos de ciudadanía en términos de soberanía nacional. Por lo tanto, la organización y colaboración a través de la frontera enfrentan problemas cuando sus objetivos involucran la exigencia de reparaciones y protección legales que están disponibles sólo bajo la legislación nacional.

Las ciudades de Juárez y El Paso están unidas por la cintura, el corazón y el alma. La mayoría de sus residentes comparten una herencia mexicana. Las víctimas son en su mayoría ciudadanas mexicanas, pero cuatro de ellas eran estadounidenses, una holandesa y otra hondureña. Los malhechores - quizás enviados por las autoridades; tal vez protegidos por éstas - visitan a las familias de las víctimas para intimidarlas a fin de que guarden silencio.

Este estudio de caso demuestra las re-creaciones feministas de la ciudadanía que la interpretan como una membresía activa de diferentes grupos o comunidades - no sólo de la nación. Esas comunidades pueden ser aquéllas que rebasan las fronteras nacionales debido a su ubicación, o comunidades regionales y hasta globales, tales como las mujeres o las personas pobres. Esta campaña persigue unir a la gente para que trabaje en nombre de un feminismo orientado por el compromiso - un sentido de compromiso social y una obligación como ciudadanas y ciudadanos de una o más de esas comunidades. Las y los integrantes de la Coalición son un grupo mixto: activistas en derechos humanos, basados en la fe y laborales; docentes y estudiantes,

primordialmente de instituciones de educación superior, y personal que brinda consejería y albergue a mujeres maltratadas. Son tanto 'de adentro' como 'de afuera'. Las personas de adentro ocupan cargos estratégicos, como un empleo en el senado estatal, o bien son profesoras y profesores con mayor acceso a tomadores de decisiones. En tanto, las personas de afuera tienden a ser radicales con largas trayectorias en la organización de manifestaciones, protestas y, en general, en 'hacer bulla'.

Las y los activistas simbolizan las muertes con cruces negras sobre fondos rosados, pintadas sobre postes telefónicos, edificios, pancartas y pines que la gente usa. Las mujeres se visten de luto en las protestas: mujeres de negro. Las actividades públicas atraen a muchas personas a las plazas de los pueblos.

Las y los integrantes de la Coalición cultivan apoyos entre líderes, presentando resoluciones y proclamaciones a los concejos del gobierno local para denunciar la violencia contra las mujeres. Apoyan la cooperación binacional entre investigadores de la policía y agencias del sistema de justicia criminal a fin de potenciar las investigaciones profesionales, compartir centros de laboratorio y pruebas y utilizar líneas de pistas (líneas telefónicas que reciben reportes de crímenes). En octubre del 2003, una delegación del Congreso de los Estados Unidos, conformado primordialmente por representantes hispanas(os) y del Caucus de Mujeres, visitó la frontera para

reunirse con familiares de las víctimas, activistas, abogadas(os) y funcionarias(os). La visita tuvo un efecto de onda. También se ha introducido legislación para financiar una mayor cooperación binacional en las investigaciones y en actividades relacionadas con la violencia contra las mujeres.

Queda mucho más por hacer. Invitamos a las y los lectores a involucrarse y adquirir más

conocimientos a través de la lectura de nuestro libro Fronteras No Más: Toward Social Justice at the US-Mexico Border.

Para obtener más información contactar a:

Kathleen Staudt e Irasema Coronado

Page 43: Politica criminal, criminología y sociología

Departamento de Ciencias Políticas Universidad de Texas en El Paso, El Paso, TX 79968 USA Tel: +1 (915) 747 7975 Fax: +1 (915) 747 6616

Correo-e: [email protected] e [email protected]

En un contexto un poco más amplio, en cuanto presenta una descripción de la situación en América

Latina, el siguiente informe es ilustrativo.

2.127 Violencia: Un abuso de poder. Por la salud de las mujeres y por la no violencia (Red

de Salud de las Mujeres Latinoamericanas y del Caribe)

modemmujer - 02:08pm Nov 25, 2003

Subió a la conferencia el 25 de noviembre de 2003

Fuente: Mujer Saludable. Boletina electrónica RSMLAC Año II Nº 6

En la actualidad, en la mayor parte de las sociedades es posible observar una legitimación cada vez mayor del uso de la fuerza y la violencia para resolver conflictos, tanto en el ámbito privado como público. Asimismo, los modelos que la cultura ensalza como los más exitosos corresponden a los avasalladores, es decir, aquellos que no reparan en traspasar los límites de la libertad y dignidad ajenas.

La violencia, que desde el derecho se define como el constreñimiento o coacción física ejercida sobre una persona para modificar su voluntad obligándola a la ejecución de un acto determinado sin su consentimiento y acuerdo, implica elementos constitutivos tales como el poder, la dominación y el uso de la fuerza.

Por otra parte, persiste y se acrecienta una violencia estructural, es decir, aquella que surge de la esencia misma de los sistemas políticos, económicos y sociales dominantes. Un claro ejemplo es el neoliberalismo, que se sustenta en la sobreexplotación de millares de seres humanos para el beneficio de unos pocos. Esto da lugar a la pobreza extrema y degradante, en oposición a una riqueza ostentosa y obscena. Es decir, constituye una violencia que niega los beneficios del desarrollo y el acceso a una vida digna a millones de personas que forman parte de una gran masa de excluidos/as.

La violencia estructural, a su vez, "sirve de base a la violencia directa, porque influye en las pautas de socialización que llevan a los individuos a aceptar o a infligir sufrimientos, según la función social que desempeñen. La violencia abierta o directa se ejerce... mediante la agresión, las armas y la fuerza física" (Larraín y Rodríguez, "Los orígenes y el control de la violencia contra la mujer", 1993).

Violencia contra las mujeres… por ser mujeres

Pero la violencia contra las mujeres requiere de un abordaje diferenciado de forma tal que permita

dar cuenta y explicar el porqué son agredidas y violentadas por el solo hecho de ser mujeres. Efectivamente, la violencia de género, es aquella que está "vinculada a la desigual distribución del poder y a las relaciones asimétricas que se establecen entre varones y mujeres en nuestra sociedad, que perpetúan la desvalorización de lo femenino y su subordinación a lo masculino. Lo que diferencia a este tipo de violencia de otras formas de agresión y coerción, es que el factor de riesgo o de vulnerabilidad es el solo hecho de ser mujer" (Rico, Violencia de género. Un problema de derechos humanos, 1996).

Page 44: Politica criminal, criminología y sociología

A partir de este enfoque se ha señalado que "la violencia contra la mujer surge, en parte, de un

sistema de relaciones de género que postula que los hombres son superiores a las mujeres. La idea de la dominación masculina -incluso de las mujeres como propiedad del hombre- está presente en la mayoría de las sociedades y se refleja en sus costumbres" (Heise, Pitanguy y Germain, Violencia contra la mujer. La carga oculta de salud, 1994).

La persistencia de este fenómeno a través de los siglos ha determinado su naturalización, es decir, ha sido considerado como parte de la normalidad con que transcurre la vida en sociedad. Y las leyes y normativas establecidas tampoco han avanzado lo suficiente en el reconocimiento y sanción de este tipo de conductas, de tal forma que los comportamientos agresivos hacia mujeres y niñas quedan, usualmente, impunes o los castigos son irrisorios.

En este sentido, los esfuerzos desplegados por el movimiento internacional de mujeres en el área de derechos humanos fueron vitales para avanzar en el reconocimiento de la violencia de género como un asunto de derechos humanos, siendo la Conferencia Mundial de Derechos Humanos de Viena, uno de los hitos que este año celebra una década desde su realización el año 1993. La importancia de este escenario global fue compartir las experiencias de las mismas mujeres quienes testificaron sobre las diversas y horrendas violencias que habían sufrido, lo que logró impactar en la indiferencia cultural y social sobre el tema y generar paulatinamente todo un cambio en el sistema de derechos humanos a nivel internacional.

Otro hecho crucial fue el compromiso creciente de una serie de organismos internacionales, en especial de Naciones Unidas, para abordar esta realidad a partir de su impacto en la salud mental y física de las víctimas. El Informe Mundial sobre Violencia y Salud de la OMS del año 2002 (http://www.who.int/violence_injury_prevention/) ofrece estadísticas dramáticas al respecto:

En casi la mitad de los casos de mujeres asesinadas, el homicida es el cónyuge, conviviente, novio o ex esposo.

La violencia de género da cuenta, aproximadamente, del 7% de todas las muertes de

mujeres entre 15 y 44 años, a nivel mundial. Este tipo de delitos determina diversas morbilidades e impacta gravemente en la salud

mental de las mujeres agredidas, quienes en un alto porcentaje sufren depresión, alteraciones de la conducta, abuso de drogas y alcohol, trastornos del sueño y la alimentación, ideas suicidas y suicidio consumado, etc.

En algunos países hasta un 69% de las mujeres reconoce haber sufrido violencia o abuso sexual, y que un 47% de las mujeres menciona que su primera experiencia sexual fue forzada.

Las mujeres abusadas que reconocen experiencias de sexo forzado están en un riesgo

significativamente mayor de depresión y por desorden de estrés postraumático que las mujeres no abusadas.

Las mujeres que han experimentado abuso sexual en la niñez o en la vida adulta, tienen más probabilidades de intentar suicidio o de cometerlo, en comparación con otras mujeres. Asimismo, las experiencias de severo acoso sexual también pueden provocar una perturbación emocional y comportamiento suicida.

Compromiso histórico

La Red de Salud de las Mujeres Latinoamericanas y del Caribe desde sus inicios se ha comprometido en el Día Internacional de la No Violencia contra las Mujeres y desde 1996 ha coordinado campañas regionales donde ha enfatizado, especialmente, las graves consecuencias de la violencia de género en la salud física y psicológica de las mujeres. Para ello ha apoyado pequeños proyectos presentados por organizaciones de mujeres que integran su membresía, que a

Page 45: Politica criminal, criminología y sociología

través de talleres, obras artísticas, foros, conversatorios, etc., intentan informar a la comunidad de

la grave extensión de las diversas formas de violencia que afectan a las mujeres, y de su impacto en la salud física y mental de las víctimas.

Dichas campañas han sido:

1996. Por el Derecho a Vivir sin Violencia. Esta jornada contó con la participación de 29 grupos de 12 países (Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica, Ecuador, El Salvador, México, Nicaragua, Perú, Puerto Rico).

1997. Por el Derecho a Vivir sin Violencia, con un Llamado a la Acción Protejamos nuestra salud integral. Digamos NO a la violencia. En esta campaña tomaron parte 42 organizaciones de 14 países (Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Colombia,

Costa Rica, Ecuador, El Salvador, Guatemala, México, Nicaragua, Perú, Puerto Rico, República Dominicana).

1998. Por el Derecho a Vivir sin Violencia, reiterando el Llamado a la Acción

anterior. Esta jornada fue, además, un aporte a la Campaña Mundial Celebremos y Exijamos los Derechos Humanos de las Mujeres. Participaron 125 grupos de 15 países (Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica, Ecuador, El Salvador, Guatemala, México, Nicaragua, Perú, República Dominicana, Uruguay, Venezuela).

1999. Violencia contra las Mujeres. Un problema de todas y todos, con un Llamado a la Acción Conozcamos nuestros derechos, rechacemos todo tipo de violencias. Un total de 138 organizaciones de 11 países se hicieron parte de este llamado ((Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica, Ecuador, México, Nicaragua, Perú, República Dominicana).

2000. Violencia contra las Mujeres. Un problema de todas y todos, con un Llamado a la Acción Conozcamos nuestros derechos, rechacemos todo tipo de violencias. Participaron 158 organizaciones de 12 países (Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica, Ecuador, México, Nicaragua, Paraguay, Perú, Uruguay.

2001. Violencia contra las Mujeres. Un problema de todas y todos, con un Llamado a la Acción Violencia sexual. Reconocerla para prevenirla, denunciarla para detenerla. Participaron más de 300 organizaciones de 16 países ((Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica, Cuba, Ecuador, El Salvador, Honduras, México, Nicaragua, Paraguay, Perú, Uruguay y Venezuela).

2002. Concurso Regional "Por la Salud de las Mujeres y por la No Violencia" para distinguir experiencias de prevención y apoyo en violencia doméstica y sexual. El primer lugar fue para la Red Chilena contra la Violencia Doméstica y Sexual, con su Campaña Comunicacional Permanente por la Erradicación de la Violencia hacia las Mujeres y las

Niñas. El segundo correspondió al Colectivo de Mujeres de Matagalpa, de Nicaragua, con su Campaña "Queremos vivir sin violencia", y DOMOS, Corporación de Desarrollo de la Mujer, de Chile, con su experiencia comunicacional "La violencia tiene mil caras". Luego se otorgaron cuatro menciones: Centro de Apoyo y Promoción al Desarrollo Agrario, CAPRODA, de Perú; al Colectivo de Mujeres Malhuen, de Chile, María Mulher, Organização de Mulheres Negras, de Brasil, y al Servicio a la Acción Popular, SeAP, de Argentina.

El año 2003, lanzó una vez un Llamado a la Acción instando a los grupos a monitorear la implementación de la Convención Interamericana para Prevenir, Sancionar y

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Erradicar la Violencia Contra la Mujer", Convención de Belem do Pará , adoptada

por aclamación en la Asamblea General de la Organización de Estados Americanos, OEA, el 9 de junio del año 1994. La importancia de esta Convención ha sido significativa para los derechos humanos de las mujeres pues tiene características que las distinguen de otros convenios o tratados internacionales: Ø Contiene amplias definiciones de violencia contra las mujeres, y enfatiza que tanto el Estado como las instituciones, las familias y las personas pueden ser perpetradores de estos actos.

Ø Subraya que la violencia contra las mujeres es una violación a sus derechos humanos.

Ø Define la responsabilidad del Estado para adoptar acciones dirigidas a eliminar la violencia oficial y privada.

Ø Urge a los Estados a que presten especial atención a mujeres particularmente vulnerables a la violencia, por su raza/etnia, calidad de migrante o desplazada, por su edad, etc.

Ø Otorga a las personas y grupos el derecho de hacer peticiones ante la Corte Interamericana de Derechos Humanos cuando los Estados fallan en cumplir sus responsabilidades en esta área.

Por lo tanto, y tomando en cuenta la profundidad e integralidad de su abordaje, y en

preparación para la celebración de los 10 años en que esta Convención fuera suscrita, la Red ha incentivado a las organizaciones y redes para que trabajen en la revisión de su aplicación concreta (aciertos, debilidades, vacíos), y para que se apropien de su potencial de protección de los derechos humanos de las mujeres. Para acceder al texto completo de la Convención, utilice las siguientes páginas web:

Instituto Interamericano de Derechos Humanos, IIDH

http://www.iidh.ed.cr/IndexadorDocs/_PRIVATE/DEFAULT.ASP?pdocPub=InstrumentosEsp

Organización de Estados Americanos

http://www.oas.org/juridico/spanish/tratados/a-61.html

Mayores informaciones

Adriana Gómez

Editora RSMLAC

[email protected] http://www.reddesalud.org

Page 47: Politica criminal, criminología y sociología

Queremos terminar esta trascripción de relatos y textos, con un documento que nos

permite inferir la dimensión y complejidad que adquiere la acción en contra de las

condiciones de violencia y sometimiento en contra de las mujeres.

2.133 MANIFIESTO DE COVAC

modemmujer - 02:33pm Jan 20, 2004

Subió a la conferencia el 20 de Enero de 2004

Fuente: COVAC

Después de veinte años de lucha en contra de la violencia de género, la Asociación Mexicana Contra la Violencia a las Mujeres, A. C. COVAC, ha decidido entrar en un periodo de receso. Los motivos de este nuevo ciclo que de manera individual sus integrantes inician tienen que ver con la sana comprensión de que el objeto social plasmado en su acta constitutiva, en gran medida, ha sido cubierto.

La lucha en contra de la violencia de género ocupa un espacio relevante en la agenda de los grandes problemas nacionales, en todo el país se han desplegado políticas públicas para enfrentarla y los sectores sociales y particulares se han involucrado en su desaliento.

Lo que empezó como un esfuerzo aislado desde la sociedad civil organizada, en los años setenta, hoy involucra el esfuerzo de miles de mexicanos convencidos de la importancia de construir una sociedad democrática no sólo en el ámbito de lo público, sino, principalmente, en la esfera de lo privado.

La violencia de género ha dejado de considerarse como un problema de estricta incumbencia privada y se acepta, en forma generalizada, su vinculación con los temas de la agenda de transformación estructural que nuestro país requiere. Los ciudadanos saben hoy que la violación

tiene más que ver con la manera en la que se construye la identidad genérica de hombres y mujeres que con la provocación de la víctima.

Se ha logrado transformar la opinión pública en el sentido de que las víctimas requieren de una intervención de calidad en los servicios que como ciudadanos reclaman; la acción civil y la decisión

gubernamental han permitido la construcción de programas y servicios de orientación y asistencia legal; unidades especializadas para la atención integral de los sobrevivientes; agencias especializadas para la integración de los delitos asociados a la violencia de género; programas de salud y educación; centros de servicios psico-emocionales y la construcción de un sistema, incipiente aún, de albergues temporales para las víctimas más desprotegidas.

En el terreno legal, el marco referencial se ha transformado profundamente, gracias, en parte, a las contribuciones de los integrantes de la Asociación; se revisaron los llamados "delitos sexuales" y se les cambió su denominación para desligarlos de la esfera prominentemente sexual que el legislador les asignaba; cambió el concepto de cópula, para reconocer agresiones anales y orales y para equiparar la introducción de objetos como equivalentes; se legisló sobre los términos y autoridades que deberían conceder la autorización para la interrupción del embarazo a consecuencia de este delito; se construyó una regla particular para la reparación del daño; apareció el del ito de hostigamiento sexual; se transformó radicalmente el delito de estupro para eliminar el requisito decimonónico de "castidad y honestidad" como condición indispensable de la víctima; el rapto se

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convirtió en una de las modalidades de la privación de la libertad" y la violación entre cónyuges día a día gana terreno en la conciencia del legislador.

También aparecieron, por primera vez en el país, instrumentos legales para enfrentar la violencia intrafamiliar. Se construyeron procedimientos administrativos para enfrentar el conflicto a nivel de

conciliación o amigable composición; se reformaron códigos civiles para facultar a la autoridad jurisdiccional con medidas precautorias encaminadas a poner en salvaguarda a la víctima, los hijos y para proteger el patrimonio familiar; se facultó al juez para decretar restricción de movimiento al sujeto responsable de la violencia e impedirle acudir a lugar determinado o para expulsarlo del hogar violento y; se legisló una nueva causal de divorcio para los casos en los que se lograra acreditar la violencia intrafamiliar. Algunos códigos penales reconocen como delito a la violencia en la familia e imponen penas al responsable.

Se ha legislado también en materia de jóvenes y en relación con la pornografía infantil. Desde 1999 existe una Norma Oficial Mexicana que obliga al sector salud privada, social y público a diagnosticar y reportar los casos de violencia intrafamiliar.

Es cierto, como en todo proceso, lo comentado ni es perfecto ni es homogéneo, el país es un mosaico de desigualdades también en esta materia; sin embargo, los esfuerzos que desde la esfera privada se pueden realizar para mejorar, lo que requiere cambios, han encontrado recepción en el trabajo legislativo a nivel federal y local y en la sensibilidad de funcionarios y activistas involucrados en esta lucha así como en una amplia capa de la opinión pública que vigila el tema.

La Asociación proporcionó por muchos años, de forma pionera y gratuita, servicios integrales para los sobrevivientes de la violencia de género. El modelo de intervención con víctimas nació sin otros referentes prácticos, se nutrió con el estudio y con la visión humanista de sus integrantes. Los esfuerzos privados emprendidos en COVAC han servido de guía para que en múltiples instituciones gubernamentales y en algunas privadas continúe esta imprescindible labor. Lo mejor que le puede pasar a una ONG es que deje de tener razón para ocupar un espacio que siempre ubicamos como temporal y como propio de la competencia gubernamental. Los servicios públicos deben instalarse

e institucionalizarse. Es cierto, requieren de la vigilancia ciudadana, para alentar su mejora y evitar su degradación y su burocratización.

COVAC en sus años de labor, logró poner al servicio de estudiantes, investigadores, periodistas y

público en general un acervo bibliográfico, hemerográfico y de materiales diversos constituido por más de 2500 volúmenes que nutrió el análisis y la reflexión sobre el tema. Su consulta gratuita alimentó trabajos escolares, tesis, consultas internacionales, artículos de divulgación y proyectos de iniciativas legales que hoy nutren el estado del arte en el tema. La Universidad Autónoma de Ciudad Juárez es el recinto actual de dicha colección, desde ahí, continuará sirviendo a los propósitos originales en una institución que lo conserva en una sección especial de su biblioteca.

La capacitación fue nuestra principal arma para la comprensión del problema de la violencia de género y la lucha por erradicarla. Los integrantes de la Asociación recorrimos en estos veinte años el país, visitando comunidades rurales, universidades, organizaciones no gubernamentales, activistas de los derechos humanos y funcionarios gubernamentales. Nuestro modelo de capacitación se encuentra ampliamente difundido y reproducido en las experiencias retomadas por estos actores. Hoy señalamos la necesidad de que se continúe con la educación sobre el tema, como la más rica herramienta para dimensionarlo como un asunto relacionado con la condición estructural que las mujeres mexicanas guardan; lejos estamos de pretender limitar la capacitación a los aspectos técnicos exclusivamente.

Page 49: Politica criminal, criminología y sociología

En COVAC consideramos siempre importante sistematizar la experiencia adquirida, dejamos

constancia de ello en innumerables libros, artículos, folletos y ponencias que dan cuenta de nuestra visión sobre el tema y de cómo, en estos veinte años, nos fuimos transformando como Asociación.

Quizá la lista más larga, de este incipiente recuento, lo ocupen nuestros reconocimientos a las

personas e instituciones que contribuyeron para que estos veinte años pudiéramos dedicarnos a luchar contra la violencia: por supuesto y en primerísimo lugar a las mujeres que confiaron en nuestros servicios y nos confiaron asuntos íntimos y dolorosos, -todas ellas tienen rostro para nosotros-; a las feministas, de donde provenimos; a Dulce María Pascual, guía y amiga que nos acompañó en todo este proceso; a las organizaciones no gubernamentales; a nuestros diferentes financiadores a lo largo de veinte años; a las instituciones gubernamentales; a las instituciones académicas que nos apoyaron; a los periodistas solidarios; a la LIV legislatura, de manera especial a las Diputadas; al Grupo Plural; a los amigos comprensivos y a los que no lo fueron tanto y; a todos aquellos que nos cobijaron ¡¡¡Gracias!!!

Nos vamos a otras actividades que nuestro desarrollo personal y nuestra inteligencia reclaman; más ricos y experimentados, seguros de volvernos a encontrar en otros espacios.

Por tanto al final de este ciclo nos gustaría manifestar que:

La construcción de la ciudadanía, representa la más eficiente estrategia para romper el círculo de la violencia puesto que éste problema es un asunto de incumbencia pública y de amplias repercusiones sociales. Tiene, por lo tanto, más que ver con la manera en la que proyectamos nuestra visión sobre la sociedad democrática del futuro y cómo diseñamos los espacios que habitamos: la casa, la calle, el trabajo, la ciudad, nuestra nación.

La violencia de género no es un problema de la pobreza o de la demografía. Está presente en todas las clases sociales, en las sociedades ricas y en las naciones con menor densidad demográfica.

El combate a la violencia de género tiene más que ver con un enfoque de políticas públicas integrales que con enunciarla como un problema en sí mismo. El carácter multifactorial de este problema y el recurrente planteamiento de la dependencia económica de las mujeres con respecto a su agresor, obligaría a establecer propuestas y programas de gobierno ligados al sector laboral.

La violencia de género tiene como trasfondo el aprendizaje de un modelo pedagógico ampliamente difundido en donde la solución de los conflictos no pasa por la negociación de las diferencias. Nuestros modelos autoritarios aprendidos no dialogan con el diferente (el niño, la mujer, los envejecientes,), los conflictos se resuelven a través de la imposición. Se requiere una nueva pedagogía en donde diferencia no sea sinónimo de desigualdad.

La violencia de género no se origina por el uso de drogas legales o ilegales, puede ser facilitada por ellas pero tiene su principal causa en el lugar que ocupan los diferentes en el modelo social y en la percepción que el sujeto violento tiene de sus víctimas.

La violencia de género no atañe exclusivamente a las mujeres, no involucra sólo al feminismo. Requiere de un interlocutor más amplio, es un asunto también del género

masculino. El espacio concedido al tema y el discurso construido para luchar contra la violencia tiene que abandonar el rincón que le concedemos en los asuntos propios de la cuestión femenina. Ese espacio reducido refuerza los estancos, nos aísla y confirma la marginalidad.

Page 50: Politica criminal, criminología y sociología

La violencia contra las mujeres no podrá ser abatida o erradicada sin la transformación de

los hombres, bajo un modelo de Estado de Derecho que la sancione, pero que también aliente dicha transformación, sin caer en el maniqueísmo o reduccionismo de trabajar la masculinidad como un tema de sectores o grupos de hombres.

El discurso para enfrentar la violencia de género requiere de una renovación constante, de lo contrario se petrifica, se convierte en ideología. Hoy deberá incursionar en la relación que guarda con la construcción de la sociedad democrática que nos interesa construir y dejar de anidar en el confort que le proporciona su aislamiento de este tema.

La violencia de género produce víctimas, ciudadanos incompletos, seres humanos incapaces de enfrentar la vida en plenitud, pero, es imperativo romper con el discurso victimista que aísla y eterniza en esa calidad al sobreviviente; el ingrediente discursivo de la queja tiene que ser transformado por aquel que incorpore un programa de los cambios necesarios para revertir tal condición. La lucha contra esta violencia específica pasa hoy por

empoderar a sus víctimas, no para que volteen la tortilla sino para que dejen de ser víctimas rompiendo el ciclo de la violencia con la solidaridad humana y con la política social.

El problema de la violencia de género no se puede reducir a una cuestión estadística, útil

para diagnosticar y conocer el fenómeno, pero limitada, en términos de política social para ayudar a las víctimas. Los sobrevivientes no son medibles o contables; cada uno de ellos es singular, su caso es único. No hay perfiles victimales, no hay síndromes de la mujer violada más allá de su utilidad escolástica. En este caso se trata de un problema de calidad no de cantidad.

La violencia de género no es un asunto de intervención exclusiva de técnicos del saber o especialistas; es, sobre todo, un asunto de intervención humana. La sociedad del futuro podrá sentir que camina por el sendero correcto cuando las víctimas de la violencia encuentren en el entorno inmediato la solidaridad humana y no cuando su caso sea asunto del intervencionismo asistencial. Requerimos muchos especialistas pero necesitamos convivientes, parientes, amigos, vecinos y tejido social con perspectiva humana.

COVAC aspiró a que sus esfuerzos singulares dejaran de serlo, siempre supimos que lo óptimo no consistía en arraigarnos en el tejido social como institución, sino lograr que todos los actores sociales, en la medida de sus respectivas competencias, enfrentaran la responsabilidad que les corresponde en el combate a este problema de grandes costos sociales. Pensamos que hoy es el momento de reconocerlo, nos constituimos con una visión transitoria de nuestra labor; lo que iniciamos se ha multiplicado.

PATRICIA DUARTE SÁNCHEZ

GERARDO GONZÁLEZ ASCENCIO, Enero de 2004

9.3.2.2 Colombia, Origen del ICBF, Polít icas Públicas, hacia los plenos derechos de las mujeres, los niños y las niñas.

Ya hemos señalado arriba la evolución constitucional en términos de derechos, particularmente en

lo que hace referencia a los derechos de las mujeres, los niños y las niñas. Lo expresado en la

Constitución Politica de 1991, supone una ruptura fundamental con respecto a lo consignado en la Constitución de 1886.

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Se trata, en lo que sigue, de precisar acerca de la implementación de medidas conducentes a

reglamentar los artículos 43, 44 y 45; bien sea por la vía de leyes expedidas por el Congreso de la República; o bien a través de decretos expedi9dos por el Ejecutivo.

Ahora bien, queda claro que no pretendemos efectuar abstracción de algunas políticas públicas

realizadas antes de la Constitución de 1991. Esto en razón a que es absolutamente necesario

referenciar algunos aspectos relacionados con decisiones gubernamentales y legislativas que

permitieron un cierto avance en el proceso de concretar acciones de protección a las mujeres, a los

niños y a las niñas. Este es el caso, a manera de ejemplo, de la creación del Instituto Colombiano de Bienestar Familiar.

Veamos, al respecto, algunos antecedentes:

En el texto ya citado del profesor Eduardo Umaña Luna (“Estado y Familia”), encontramos algunos

referentes. Uno de ellos tiene que ver con la reivindicación del artículo 16 de los Derechos

Humanos.

“..1.2 Siglo XX (Hasta 1990)

1.2.1.1 Artículo 16 de los Derechos Humanos (1948)

Artículo 16 – 1. Los hombres y las mujeres, a partir de la edad núbil, tienen derecho, sin restricción alguna por motivos de raza, nacionalidad o religión, a casarse y fundar una familia, y disfrutarán de iguales derechos en cuanto al matrimonio, durante el matrimonio y en caso de disolución del matrimonio.

2. Sólo mediante libre y pleno consentimiento de los futuros esposos podrá contraerse el matrimonio.

3. La familia es el elemento natural y fundamental de la sociedad y tiene derecho a la protección de la sociedad y del Estado.

(El 16 citado no se refiere a la unión libre).

Por su parte, el artículo 113 del Código Civil preceptúa: El matrimonio es un contrato solemne por el cual un hombre y una mujer se unen con el fin de vivir juntos, de procrear y auxiliarse mutuamente.

Fácil es deducir cómo en la familia colombiana al tener su base en el matrimonio de los padres, éste era el

factor determinante de la legitimidad de los hijos, advirtiendo de una vez que ella no reafecta por la presentación de vicio o de irregularidades que obligaran a una anulación posterior del matrimonio.

1.2.1.2 Declaración Universal de los Derechos del Niño (1959)

Este aspecto fundamental como base de cualquier referencia sobre la protección socio jurídica del menor de edad, en pueblos subdesarrollados, como es Colombia, lo traté inicialmente en La Tramoya Colombiana (1988).

En el XII Congreso de la Asociación Internacional de Juristas Demócratas (Barcelona, 20 al 24 de Marzo de 1990), lo presenté como ponencia: Los derechos del niño en el subdesarrollo (Caso Latinoamérica).

Para captar el contenido, proyecciones e importancia de los Derechos del Niño, hay que considerar que el niño

– como sujeto que exige protección familiar y social – debe ser examinado en función del grupo primario (la familia) y, en segunda, de la comunidad. Al seguirse sendero diferente se puede caer en el error de una

abstracción simplemente, haciendo nugatorio los análisis concretos (estructurales y coyunturales) desde los

Page 52: Politica criminal, criminología y sociología

ángulos jurídicos, sociales, económicos y polít icos…”47

En desarrollo de esta línea de análisis, queda claro que el proceso evolutivo en cuanto la aplicación

efectiva de conceptos relacionados con los derechos de las mujeres, los niños y las niñas; ha

significado la adopción (...en veces traumática) de normativas internacionales, constitutivas de

mandatos que deberían asumirse por partes de Los estados y gobiernos nacionales. En esa

perspectiva, el profesor Eduardo Umaña Luna, retoma un aspecto importante. Veamos:

“..1.2.1.3 Convención de Copenhague (1980).

Un documento de especial importancia para este ensayo es el contenido en ´La Convención sobre la eliminación de todas las formas de discriminación contra la mujer´, adoptada por la Asamblea General de las

Naciones Unidas el 18 de diciembre de 1979 y firmada en Copenhague el 17 de junio de 1980.

Por medio de la Ley 51 de junio de 1981, el Congreso de Colombia aprobó el texto íntegro de la citada Convención. Sin lugar a dudas, la Ley 51 de 1981 es la base de las normas de la familia, de 1991.

Al analizar los considerandos del documento se observa el ánimo de obtener una real y completa liberación de

la mujer. El conocimiento y el posterior análisis de la Convención muestra al preocupado por el problema de la mujer y, por ende, de la familia cómo va ganando terreno la relación de ésta con el Estado...” 48

En lo que constituye una concreción importante, relacionada con las políticas públicas encaminadas

a precisar la intervención gubernamental; consideramos pertinente relacionar la constitución del

Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (I.C.B.F.) y de otras instituciones. Retomando la fuente dada por el texto del profesor Umaña Luna, podemos efectuar este recorrido.

“..1.2.2 Leyes Nacionales.

En esta parte busco precisar – mediante un ejemplo interinstitucional del Estado colombiano (Poder público, en sus ramas: Ejecutiva, Legislativa y Judicial) cómo opera la relación entre el Poder Público y la variada

estructura familiar.

Aprovechando disposiciones de reformas legales, anteriores a la novación de 1991, pero que muestran la intención clara de crear y vigorizar las relaciones de Estado – Familia, mediante el empleo de recursos legales

que, con el mismo fin, concurrieron a desarrollar esta actividad estatal. Se trata de la concurrencia dentro del mismo objetivo de tres actos polít icos – jurídicos, así:

1. Creación del I.C.B.F.: Leyes 75 de 1968 y 7ª, de 1979 (Administraciones de Carlos Lleras Restrepo y Julio César Turbay Ayala);

2. Creación de la Jurisdicción de Familia: Decreto-Ley 2272 de 1989 (Administración de Virgilio Barco Vargas),

y

3. Expedición del Código del Menor: Decreto-Ley 2272 de 1989 (Administración de Virgilio Barco Vargas).

47 Umaña, L.Eduardo. Obra citada, pp.66-67. 48 Ibid, pp.72-73.

Page 53: Politica criminal, criminología y sociología

O sea, la conjunción de las tres ramas del Poder Público (Legislativa, Ejecutiva y Judicial), aunadas para el

esencial tratamiento de la problemática de la familia y su incidencia en el régimen de los menores de edad.

Se crea la organización para la relación Estado-Familia, anterior a la constitución de 1991 (acción similar a las

leyes 51 de 1981 y 54 de 1990).

En forma inicial, por la acción legal se crea lo esencial de la relación Estado-Familia. La Constitución de 1991 sentaría la base para persistir, ampliar y vigorizar esta relación (Recuérdese, verbigracia, la conjunción básica

del concepto inicial del artículo 42 y el final del artículo 5º , de la Constitución de 1991, bases sustantivas para la ampliación, vigorización y planeación de la citada relación Estado-Familia….”49

Ahora bien, como desarrollo de estas normas generales, las diferentes instancias gubernamentales,

a nivel nacional, departamental y municipal; realizan la planeación y ejecución de políticas públicas

que permiten una cobertura en términos de los derechos de las mujeres, los niños y las niñas. Lo

anterior se traduce en la implementación de estrategias, programas y acciones encaminadas precisar esa intervención.

Con arreglo a esta dinámica, tanto las instituciones del orden nacional, como también las de los

ordenes departamental y municipal, involucran decisiones vinculadas con los Planes de Desarrollo.

Así como también con la creación de instancias (ante todo a nivel departamental y municipal) que

se encargan de la ejecución operativa y de la implementación de didácticas relacionadas con la difusión de los insumos conceptuales que las soportan; entre la comunidad de beneficiarios (as).

Aquí cabe, entonces, retomar la pregunta planteada por nosotras, al momento de presentar la

justificación de este trabajo. ¿Porqué, a pesar de la existencia de esos referentes normativos y didácticos, se mantienen índices tan altos de violencia intrafamiliar; afectando particularmente a las mujeres, los niños y las niñas?

Responder este interrogante es algo así como retomar el hilo conductor propuesto arriba; cuando

señalábamos los agregados culturales, políticos y religiosos ; que ejercen como carga y como

herencia que impiden la asunción de roles libertarios efectivos. No solo por parte de los hombres;

sino también por parte de diferentes instituciones e instancias oficiales y privadas.

Al respecto, consideramos pertinente terminar con las palabras del profesor Eduardo Umaña Luna

en su nota de renuncia del cargo de Jefe de la Rama Técnica al Ministro de Justicia, en abril de

1963.

“..El autor de este trabajo tuvo oportunidad – hace 35 años largos- de consignar básicas apreciaciones al

respecto que hasta el día de hoy, no han variado en esencia, y, por el contrario algunas de han agravado. A continuación se transcriben algunas de ellas, para resaltar la antigüedad de la magnitud del problema y sus

delicadísimas repercusiones en el presente y para el futuro del país:

Un Ministerio sin presupuesto de inversión y apenas reducido a un precario presupuesto de mantenimiento es, sin que valga argumento alguno en contra, un organismo que subsiste pero que no avanza, que se encuentra atado para la acción realizadora, y en consecuencia, sujeto a la simple prospectación, es decir, a la proposición de planes, pero carente de herramientas para llevarlas a cabo sin facultad constitucional para hacer la reforma judicial, sin delegación de congreso, para a nombre de este hacerlo efectiva; ¿cómo pedir la solución de tan aguda problemática? Mientras los recursos presupuestales destinados al simple funcionamiento se mantienen en nivel estacionario, las necesidades aumentan con velocidad inquietante, sin que se dote de los instrumentos indispensables para laborar de acuerdo con las necesidades reales de la justicia. Establecimientos de menores, cárceles, organismos auxiliares de lo jurisdiccional, medicina legal...en un alud de justas peticiones frente a mínimos

49 Ibid, pp.79-80

Page 54: Politica criminal, criminología y sociología

recursos fiscales que, por lo demás, se ven diariamente detenidos en su inversión por las múltiples trabas de una antitécnica administración pública. El país, es lo dramáticamente cierto, cada momento pierde la fe en los viejos valores y, lo que es más grave, no aprehende nuevas tesis, es decir no ha logrado plena conciencia de su valor, de su capacidad, de su futuro. ¿No será que, al estar servidas las posiciones burocráticas por clases medias, en su mayor parte en codicia de ascenso, esta falta de conciencia está gravitando peligrosamente sobre el país? ¿No será acaso, señor Ministro, que las altas clases son distantes de la comunidad que les ha otorgado tan exóticos privilegios? Yo creo que nuestro pueblo es un gran pueblo: que nuestros campesinos son una espléndida materia para modelar, para orientar, para guiar. Creo que el hombre de nuestras ciudades – solitario dentro de la multitud – podrá, ojalá muy pronto, romper las barreras de su egoísmo y, en búsqueda de su autonomía plena, alcanzar su libertad como todo y como célula, a la vez del ser social. Este gran pueblo espera nuevos equipos de dirigentes que, limpios de toda mancha del pasado, afronten el cambio socio-económico que imponen los procesos de crecimiento y de transformación del país. Como secuela inevitable, advienen las transformaciones de las leyes sustantivas y de las procesales en los derechos públicos y privados dentro del criterio del orden público económico que, quiérase o no, está desplazando el tradicional del orden público polít ico. Las fronteras, dentro de los distintos estamentos de la comunidad se están marcando más y más cada día, por las fenomenologías económicas. Ojalá estas fronteras no se transformen en verdaderos abismos y del simple cambio evolutivo se irrumpa en el hecho revolucionario. Se ha querido remendar la casa vieja, y este es el error. Se tiene miedo a decir la verdad, se elude con habilidosidad lo real, se aspira a presentar el país rosa. Nuestro Pueblo es promesa, pero angustia. Nuestro Pueblo es futuro pero doloroso present e. Nuestro pueblo espera, pero desespera...”50 Nota: a pesar de algunas incongruencias y vacíos conceptuales, estas palabras reflejan las

contradicciones existentes entre la realidad áspera y los discursos institucionales que, en veces, la

eluden. En nuestra opinión, bien pueden ser aplicadas al caso que nos ocupa.

50 Ibid, pp.81-82